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TRABAJO SOCIAL
ARIZALDO CARVAJAL BURBANO
1
ARTE, INTERVENCIÓN Y TRABAJO SOCIAL
FACULTAD DE HUMANIDADES
Portada: Fuente:
https://www.facebook.com/FITManizales/photos/a.98747593780/101574233
06468781/?type=3&theater&ifg=1
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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA CITADA
EL AUTOR
3
“Cuando la realidad se hace insoportable la única
salida es el arte”
Mario Vargas Llosa.
4
FUENTE:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1555266874609214&set=a.3661
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5
INTRODUCCIÓN
La relación arte, Trabajo social e intervención social
constituye un campo relativamente novedoso en las
ciencias sociales, y en los últimos años existe un interés
creciente por este campo. Interés que he podido
observarlo hablando con profesores y estudiantes de
varios Programas de Trabajo Social en Colombia.
6
Se dice que “el arte hace personas más sensibles y
críticas; mejores seres humanos”; que “una mala
persona nunca será un buen profesional”, que “el arte
hace una mejor sociedad”. El Trabajo Social requiere
personas con una gran sensibilidad social y una gran
calidad humana y profesional.
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Agradezco a la Escuela de Trabajo Social y Desarrollo
Humano de la Universidad del Valle –donde soy
profesor- por darme horas de mi asignación académica
para realizar este documento.
8
1. APUNTES SOBRE ARTE
9
¿Qué es el arte? Como otros conceptos, el arte es un
concepto polémico, polisémico, y, como lo expresa Eco
(1970: 35), una obra de arte hay que verla inmersa en su
contexto originario, en el juego de las relaciones
culturales, económicas y políticas en el que ha sido
formada.
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el discurso científico podría consistir en una exposición
de hechos históricos en conexión con la obra (producida
el día tal por tal artista, usando tal material, etc.); también
podrían presentarse los documentos comprobatorios del
origen de la obra, bocetos, apuntes, redacciones
preliminares; por último, podrían catalogarse los juicios
que otros individuos han dado de la obra.
11
obra en cuanto objeto físico. Podremos decir,
entonces, que «hablar científicamente de una
obra de arte» puede significar una serie de
operaciones distintas y complementarias, cada
una de las cuales representa un determinado
nivel de aprovechamiento (desde la pura
degustación hasta la más elaborada valoración
crítica): 1) observar la cosa en lo que es
específicamente, es decir, como objeto
producido por un hombre que ha dejado en ella
ese sello evidente que es la manera en que la ha
producido; 2) tratar de no resolver la observación
en forma de apreciación inexpresada (un sonido
confuso) o bien de juicio demasiado subjetivo
(«me gusta») o en términos excesivamente
vagos o polivalentes («¡qué bonito!»), sino más
bien explicar en términos comunicativos la
impresión personal al respecto; 3) ver si a esta
impresión personal correctamente comunicada
corresponden, en el objeto, elementos que
puedan justificar el acuerdo de los demás, y
permitan suponer que el autor trataba
efectivamente de suscitar en todos una
impresión fundamentalmente análoga; 4)
mostrar cómo lo ha conseguido, con qué
intensidad, a precio de qué dificultades y en base
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a qué argumentos; 5) avanzando más: observar
cómo estos elementos, ordenados de este modo
para suscitar una impresión, ofrecen, en su
meditada disposición, una estructura bastante
compleja, derivada de la coordinación de
diversos niveles y estructuras menores;
admirable porque satisface formalmente y
prácticamente eficaz (en cuanto que
comunicativa). (Eco, 1970: 51-52).
13
una generalización no verificable sino de
experimentación; los límites de una definición
cargada de historicidad y, por consiguiente,
susceptible de modificaciones en otro contexto
histórico; los límites de una definición que
generaliza por la comodidad de un discurso
común una serie de fenómenos concretos que
poseen una vivacidad de determinaciones que
en la definición se pierden necesariamente. Y,
sin embargo, una definición general del arte
sabe muy bien que es indispensable: es un gesto
que se realiza, un deber que ha de cumplirse;
para tratar de fijar un punto de referencia
destinado a aquellos discursos que, en cambio,
son intencionadamente históricos, parciales,
limitados, orientados teleológicamente a una
opción (crítica u operativa). Pero hay algo más:
y es que en el momento en que se habla de arte,
aunque sea para negar la posibilidad de definirlo
conceptualmente, no es posible escapar a la
exigencia de una definición. (Eco, 1970:148).
14
surgir de la memoria del artista, de su imaginación o de
su visión de la realidad. Ningún mensaje es inocente. En
su opinión, el arte es el canal por donde los artistas
comparten sus sentimientos, se abren para mostrarnos
su mundo interno. Y en conexión, puente, con los otros.
El arte conecta, acerca. “En mi opinión, el arte es la suma
de la mente del artista, sus experiencias y su mundo
interno, expresado de manera que nuestra mente,
nuestras experiencias, nuestro mundo interno se
conecte con las suyas. Es por esto que el arte nos
reconforta y nos hace sentir que tenemos un lugar a
donde pertenecemos”
15
posibilidades; pero, no soluciona el problema de
la existencia. La nueva pregunta asume una
ontología: hay “algo” que se llama arte; el
problema es que a veces no hay de “eso”
(cualquier cosa que ese je ne sais quoi sea). El
arte acompaña al ser humano en su transitar
histórico; la estética está plasmada en todas las
culturas, no siempre con las mismas
manifestaciones. Cada época privilegia ciertos
valores estéticos por encima de otros, de ahí que
la definición de arte es una tarea compleja; sin
embargo, posible, imperativa y urgente.
(Longan, 2011).
16
es más compleja. La filosofía tiene su mira
puesta en el ser humano, pero no en cuanto
humano, sino en cuanto objeto; dicho de otro
modo, lo humano se ha vuelto objeto; de ahí que
esta “deshumanización de lo humano” conlleve
a la existencia de un ser humano angustiado. Sin
embargo, esta última idea merece un mayor
espacio para la reflexión. Aunque sí cabría decir
que lo humano-objeto en este momento de la
filosofía actual permitiría admitir que el
performance de Marina Abramovic es totalmente
artístico. (Longan, 2011).
17
(aunque suele alegarse que se trata de una extensión de
la pintura) y a la historieta como el noveno (sus
detractores indican que es, en realidad, un puente entre
la pintura y el cine). La televisión, la moda, la publicidad
y los videojuegos son otras disciplinas que, en
ocasiones, son consideradas como artísticas. (Silva y
Bassi).
18
y su percepción siempre serán subjetivos. (Silva
y Bassi).
19
cerrado se abren, desplegándose en la multitud
de significaciones posibles. El por ello campo
simbólico donde el vivir posible, abierto, en duda,
es una constante y una característica vital.
20
hombre, sino también para el hombre. En este sentido,
su aplicación práctica en el campo de lo social se basa
en la capacidad creadora inherente a todo ser humano,
que le permite elaborar, a partir de lo ya existente,
nuevos elementos que se incorporan a la realidad
objetiva y, especialmente, a la subjetiva. Es decir,
realidad y fantasía están siempre en constante relación,
generan una ecuación clave, en la que la imaginación se
apoya en la experiencia para emerger y, a su vez, la
experiencia se apoya en la fantasía para sobrevivir
(Vigotsky, 1982). (González Abad, 2016:63-64).
21
2. ARTE, TRABAJO SOCIAL E INTERVENCIÓN
SOCIAL
Jafeth Gómez.
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=389529635884&set=a.422
565700884.210066.668635884&type=3&theater
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Hablar de arte y creatividad en procesos de intervención
y acción social –como lo expresan Carmen Olaechea y
Georg Engeli en el significativo libro Arte, intervención y
acción social. La creatividad transformadora (2011) -
supone, en primer lugar, que hay situaciones para
arreglar, y que nosotros podemos hacerlo. Además,
activa y pone en vínculo dos elementos esenciales de
nuestra naturaleza: lo comunitario como modo de estar
en la vida, y lo simbólico como modo de pensarnos en la
vida. La propuesta presenta varios elementos que nos
distinguen como habitantes del XXI.
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Desde esta perspectiva –añaden-, es evidente el rol de
la creatividad como fuente de producción simbólica para
ampliar la frontera de los impulsos de realización
colectiva. “Mientras que la creatividad aplicada puede
detener y revertir nuestros problemas actuales, el
intercambio en el universo simbólico crea metáforas
aglutinantes, inscribe mensajes de esperanza en el
código de la vida y estimula el desarrollo de estructuras
de entendimiento que cumplen funciones emocionales,
sociales y biológicas fundamentales para la evolución en
comunidad”. (Olaechea y Engeli, 2011:31).
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Carmen Olaechea y Georg Engeli (2011) nos hablan de
las dos posibles miradas con las que miramos la realidad
de la que formamos parte, una mirada desalentada que
no ve ni tiene confianza en los pequeños cambios que
suceden cada die en nuestras vidas y que pueden tener
un impacto social; y una mirada marcada por la
esperanza y que cree que la transformación social
depende, como punto de partida, de lo que cada uno de
nosotros y nosotras aporta. Ambas miradas evalúan la
interrelación entre las personas y sus comunidades. Los
dos autores, “nos colocan en el contexto necesario para
poder hablar de transformación social a través del uso
de lenguajes artísticos, en el mundo de la intervención y
la acción social”.
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transforma, nuestros mundos se transforman.
Ese es el punto de partida de la creatividad
transformadora del o que hablamos los autores
y autoras que escribimos en este libro, en el que
subyace la idea de la creación como nexo entre
lo posible y lo imposible, como un territorio
abierto y lleno de nuevas opciones. (Carnacea y
Lozano, 2011).
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acción social que vienen, desde hace tiempo,
empleando recursos artísticos en su
intervención, fue determinante para animarnos a
realizar este trabajo de acercamiento a
personas, profesionales, entidades e
instituciones que están generando nuevas
maneras de ver, leer y hacer en la realidad
social, nuevas maneras de ver-se, leer-se,
hacer-se parte de la comunidad (…). Con las
herramientas artísticas queremos mantener
encendidas esas luces, para que como dice
Pessoa en uno de sus poemas, podamos seguir
confiando en que detrás de cada ventana
iluminada hay vidas, sueños y deseos.
(Carnacea y Lozano, 2011:21).
27
La Escuela de Trabajo social de la Universidad
Complutense, Madrid, en su Revista Cuadernos de
Trabajo social No. 29, 2016, realiza un interesante
monográfico sobre Arte y Trabajo Social. En su
presentación, Miren Edurne Ariño y Teresa García,
señalan que:
28
Tolstoi (1999) o Machado (2006), con otro punto
de vista diferente y más cercano al sentir común.
Y, agrega que no se puede crear ex nihilo, que
toda creación va unida a la vida, a la cultura y al
folklore popular. p15.
29
el arte buscan juntos encontrar y encontrarse con otras
maneras de descubrir, en la diversidad de sus formas de
producir sentido, también la expresión de nuestras
identidades y la presencia de nuestras sociedades
plurales, acercándose una a la otra, personas y artistas,
la vida al arte y éste a la vida.
30
En conclusión, consideramos importantes y
factibles los programas de intervención a través
del arte, ya que es una herramienta muy
apropiada y apta para ser empleada como
intervención social, trabajando
colaborativamente trabajadores sociales con
artistas y educadores formados en este tipo de
contextos, contribuimos a fomentar la inclusión
de intervenciones de carácter multidisciplinar.
(p60).
31
La creación artística también juega un papel importante
en el desarrollo de la autonomía. Mediante el arte,
podemos encender el proceso de recuperación de la
memoria, así como abrir vías hacia visiones/valores
propios de una comunidad concreta (Carnacea Cruz y
Lozano Cámbara, 2013).
32
incidiendo en las emociones en cuestiones
relacionadas con a autopercepción, la
vinculación, la comunicación o el cambio de
conductas, realizando un gran aporte al ejercicio
del Trabajo social (González Abad, 2015). Sin
embargo, es sabido que todo fenómeno social
influye de manera notable en lo colectivo, así
como lo individual también influye y crea impacto
en la colectividad. Finalmente, lo social e
individual se resuelve en la relacionalidad y en la
intersubjetividad, en la intergeneracionalidad,
interculturalidad, etc. (Gracia, 2016).
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Desarrollar la autonomía
Recuperar la memoria
Abrir vías hacia visiones/valores propios de una comunidad
Expresar(se) y comunicar(se)
Habilitar capacidades y destrezas
Transformar las emociones y los cuerpos
Facilitar la crítica del trabajo familiar y comunitario con las
infancias
Acompañar en el proceso de crecimiento y creación de su
identidad personal de niños, niñas, y otros géneros
34
• Capacidad de deshabituación.
• Comprender la creación como la unión de lo individual
con lo común.
• Comprender la creación como un modo de apostar por
la vida.
35
ontológica del Trabajo Social. Por el otro, y como
complemento a los resultados aquí presentados,
compartimos con Costesque, aunque el arte
pueda ser una vía de alivio y desahogo, no es
por si solo una herramienta de cambio. Mas, sí
es una vía de expresión de emociones y
significados privilegiada frente al lenguaje verbal
que puede ser usada por el profesional para
devolver una imagen del sujeto más
comprensible y por tanto más habitable. En este
sentido, un estudio detallado sobre los factores
terapéuticos en los contextos de intervención
con arte, sería necesario para poder discutir esta
cuestión de manera científica. (González Abad,
2016:70).
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usuario, determinada por el conocimiento, el
estatus y el poder. Por otra parte, el arte aparece
como una excusa idónea para desposeer de
patología los procesos de intervención y
fomentar la adquisición de conductas y actitudes
que favorezcan un desarrollo personal mejor.
Por último, pero también esencial, el arte se
utiliza como una alternativa al lenguaje digital
capaz de extraer significados relacionales y
analógicos que no siempre logra expresar la
palabra. No obstante, mientras se escribía este
artículo multitud de nuevas preguntas han ido
surgiendo sobre el tema del arte y el Trabajo
Social. Nos preguntamos qué puede hacer el
arte por el Trabajo Social, por su educación y por
su reactivación en la vertiente más crítica y
potenciadora. Queda mucho por probar,
compartir, analizar y reformular. Este artículo ha
pretendido no solo señalar los ámbitos en los
que el arte se descubre como un eficaz aliado,
sino que ha aspirado a devolver una idea de
intervención flexible y co construida con el sujeto
que, sin embargo, no olvide la importancia de la
teorización y su necesario cuestionamiento
fundamentado. En definitiva, nos sumamos a la
idea de Berardi cuando afirma que «la
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intensificación del ritmo de explotación de los
cerebros ha colapsado nuestra sensibilidad» y
por tanto requiere «un nuevo tipo de acción
política capaz de tocar la esfera profunda de la
sensibilidad mezclando arte, activismo y terapia»
(González Abad, 2016:70).
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las que cobra forma el binomio arte – intervención social,
intentando aclarar conceptos y diferencias entre el
arteterapia, el artecomunitario y la más reciente
propuesta del arte transformador. Se describen
aplicaciones del arte en diferentes campos de la
intervención social y se ofrecen ejemplos concretos de
experiencias implementadas, enfatizando la descripción
de resultados positivos alcanzados, siendo éste uno de
los aspectos más destacados en las obras revisadas”.
39
acción el de construir y fortalecer los vínculos con
espacios académicos, con el objetivo de desarrollar a
corto plazo proyectos de investigación que validen y
posicionen el aporte del arte en la transformación social
de Latinoamérica. Mirando “experiencias concretas que
dieran cuenta del rol del arte en la generación del
desarrollo equitativo social y la construcción de
ciudadanía en la región”. “El arte permite dar visibilidad
a temas excluidos del debate público, por no ser estos
funcionales al sistema vigente. Puede generar
reflexiones, discusiones y soluciones”. (pp.2-3).
40
hacia el futuro, hacia lo imposible,
intrínsecamente educativo.
(…) El arte se encuentra en el corazón del
cambio social, como un mundo de posibilidades
abiertas para el empoderamiento, la
construcción de ciudadanía, el diálogo y el
entendimiento. “Por eso el Arte se va
convirtiendo cotidianamente, también, en
nuestra mejor manera de provocar a la sociedad.
De conmoverla, escandalizarla, refrescarla y
quererla.
41
• Tiene impacto en otras áreas como el medio-ambiente
y la salud, e inserta un elemento de creatividad en el
planeamiento organizacional.
• Evoca la transformación social que se puede percibir,
evaluar y planificar.
• Representa un componente flexible, receptivo y
rentable de una estrategia de desarrollo comunitario.
• Fortalece más que diluye la vida cultural
42
la renovación permanente, de la libertad
esencial; y no tiene sentido perderse esa
maravilla como instrumento para poder pensar el
desarrollo humano con herramientas que nos
alejen de aquel embudo tan poderoso desde el
que nos succiona el modelo neoliberal
economicista”.p.19.
43
engendra y hace parir imágenes que rechazan, aceptan
o cuestionan dichos conceptos.
44
“Construirse es también redefinirse y
modificarse.” (Fleischer, 2011).
45
participativos tendientes al desarrollo de
recursos de la población, al desarrollo de
organizaciones comunitarias autónomas, a la
modificación de las representaciones de su rol
en la sociedad y sobre el valor de sus propias
acciones para ser activo en la modificación de
las condiciones que las marginan y excluyen”
(Chinkes, Lapalma, Niscemboin, 1995). Nos
interesa el ámbito de prácticas de arte y
transformación social, ya que reconocemos en
ellas su potencial transformador a nivel
individual, grupal p91-y comunitario en lo
referente a conformación de vínculos solidarios,
posibilitador de nuevas miradas, canalizador de
deseos y necesidades compartidos, promotor de
participación comunitaria, transformador de
representaciones e imaginarios sociales, y
espacio de creación compartido que trasciende
el mero discurso y obliga a poner el cuerpo en
acción junto a otros. En este marco
desarrollaremos algunas características del
proceso de creación colectiva que consideramos
centrales. El mismo puede pensarse en una gran
variedad de poblaciones: tanto con la comunidad
en general como con grupos específicos para
trabajar temáticas particulares. El arte es un
46
fenómeno histórico y socialmente determinado
para cada cultura y por ende, el concepto “arte”
es de ambigua y dificultosa definición,
especialmente si se intenta no caer en
reduccionismos como, por ejemplo, reducir a
“arte” lo que el arte occidental concibe como tal.
Es por ello que realizamos la distinción entre arte
popular, arte erudito y arte de masas, para
introducir elementos del mismo en la reflexión
sobre la creación colectiva. Consideramos que
en el campo de las intervenciones comunitarias
que utilizan el arte como medio de
transformación social, la creación colectiva
adquiere una importancia central, dadas sus
características específicas y potencial
transformador a nivel grupal y comunitario.
(Bang y Wajnerman, 2010:91).
47
Dicha obra puede pertenecer a las más variadas
disciplinas artísticas, entre ellas artes visuales y
escénicas. Entendiendo la creación colectiva de
una obra como proceso, lo caracterizamos en
tres momentos: El primero estaría ligado a la
transmisión, intercambio e incorporación de
técnicas y lenguaje específico de la disciplina
artística que se trate (teatro, música, artes
plásticas, etc). Un segundo momento sería el de
producción de la obra, y estaría dado tanto por
las decisiones colectivas sobre el tipo de obra
que se quiere realizar, tema a abordar y sus
características, espacios de realización, tiempos
de ejecución, etc. como por el proceso mismo de
construcción de la obra, contemplando
diferentes estrategias a usarse según
características del grupo y disciplina artística de
que se trate. Por último, incluimos el momento
de exhibición y circulación de la obra en la
comunidad, momento necesario si pensamos el
proceso de creación colectiva con fines de
transformación social. A su vez, diferenciaremos
tres dimensiones del proceso de creación
colectiva: el proceso grupal, el proceso artístico
y la circulación de la obra en lo comunitario.
Estas tres dimensiones son interdependientes e
48
indiferenciables en el proceso real, sólo los
caracterizaremos diferencialmente a partir de
una abstracción con fines teóricos. (Bang y
Wajnerman, 2010:92).
49
valores, etc.), la complejidad de los múltiples
sentidos y significaciones que se ponen en juego
en la construcción de una obra. Cuando la
creación es colectiva es preciso construir
artísticamente en base a la complejidad del
proceso grupal desarrollado anteriormente, y
cuando se orienta la creación hacia la p94-
transformación social, esto implica también
operar en la alta complejidad del ámbito
comunitario. En la creación colectiva, el arte abre
la posibilidad de abordar la realidad dando
cuenta de ella de modos mucho más complejos
y ricos que los posibilitados desde su
enunciación. En este proceso hacia la
transformación social se encuentran la función
estética pero también la función social de la
creación. Es en esta conjunción de funciones
que se develan nuevos sentidos profundos para
la subjetividad comunitaria. Desde esta
perspectiva consideramos el arte en relación
permanente con el crecimiento del hombre y de
la sociedad en general en cuanto a sus
posibilidades sensibilizadoras y creativas, y
entendiéndolo así en permanente interacción
con la vida cotidiana, en contra de la idea de que
es sólo un producto estético que se exhibe y al
50
que únicamente tiene acceso un público
favorecido por su condición social. (Bang y
Wajnerman, 2010:92).
51
de producción artística que promueven los
procesos de creación colectiva.
Lamentablemente, en estos tiempos críticos la
cultura ocupa el lugar del espectáculo, del ocio o
del negocio. Por otro lado, estas prácticas, al ser
contra hegemónicas, sufren las dificultades de
ser marginales, poco reconocidas y legitimadas,
invisibilizadas por la misma lógica hegemónica.
Sin embargo, en los casos en los cuales se
alcanza el proceso de creación colectiva y la
producción vuelve a la comunidad a través de un
mural, una presentación de una murga o de una
obra teatral, nunca lo hace sin efectos y
repercusiones, tanto para la comunidad misma
como para ese grupo que a través del proceso
se posicionó en un lugar diferente respecto del
que estaba antes de comenzar. (Bang y
Wajnerman, 2010:101).
52
del rito comunitario dan cuenta de que la
modificación de la realidad no sólo es posible
sino también altamente probable. La “puesta en
escena” o el “poner manos a la obra” son
metáforas tomadas del arte para ejemplificar el
movimiento que implica de por sí la producción
artística. El proceso de creación colectiva
permite pensar otra forma de vínculo posible
más allá de la desconfianza o desconocimiento.
Esto está dado por la posibilidad de encontrarse
con otros para pensar-pensarse y construir
futuros posibles a abordar conjuntamente,
conformando un lazo basado en la solidaridad,
compromiso con el otro y la transformación de la
propia realidad. Pichón Rivière afirmaba en
relación al proceso creador: “el artista se anticipa
y como ser anticipado se le adjudican las
características de un “agente de cambio”,
portavoz de lo subyacente aún no emergido.
Artista se asume como líder de cambio para sí y
para los otros.” (Pichón Rivière, 1984).
Consideramos que la creación artística colectiva
puede facilitar o crear las condiciones para que
un grupo o comunidad tome este lugar de artista
transformador. (Bang y Wajnerman, 2010:102).
53
En relación con el arte comunitario, según Alfredo
Palacios (2009), gran parte de las prácticas actuales en
relación con el arte público, se asocian al término arte
comunitario o arte de la comunidad, traducción del
término inglés: community art. En una genealogía del
arte público, el arte comunitario sería el origen del “arte
público de nuevo género” (Lazy, 1995) y en general de
lo que podemos denominar arte público crítico y
prácticas artísticas colaborativas (2009,198). No es fácil
definir el término arte comunitario. Dependiendo del
momento histórico y del lugar podemos encontrar
matices diferentes en su significado que ha evolucionado
del mismo modo que lo ha hecho la sociedad y el arte
desde finales de los sesenta hasta la actualidad. (López,
2015:5).
54
comunidades. Lo que tienen en común todos
estos enfoques es la convicción de que la
creatividad posee una fuerza real de
transformación social. Todos los artistas
comunitarios, según Morgan, comparten un
desacuerdo con las jerarquías culturales, una
creencia en la co-autoría de la obra y en el
potencial creativo de todos los sectores de la
sociedad (Palacios, 2009, 199).
Por ello, siguiendo a Palacios, el término arte
comunitario se asocia a un tipo de prácticas que
buscan una implicación con el contexto social,
que persiguen, por encima de unos logros
estéticos, un beneficio o mejora social y sobre
todo, que favorecen la colaboración y la
participación de las comunidades implicadas en
la realización de la obra. Como señala Borriaud
“La posibilidad de un arte relacional, un arte que
tomaría como horizonte teórico la esfera de las
interacciones humanas y su contexto social, más
que la afirmación de un espacio simbólico,
autónomo y privado- da cuenta de un cambio
radical de los objetivos estéticos, culturales y
políticos puestos en juego por el arte moderno
(Bourriaud, 2006, p. 13). Debido al carácter
colaborativo, contextual y social de estas
55
prácticas podemos encontrar también otras
expresiones que establecen conexiones con el
arte comunitario como son arte contextual
(Ardenne, 2006), donde el artista se convierte en
productor de acontecimientos, arte dialógico
(Kester, 2004) y por supuesto, arte público de
nuevo género (Lacy, 1995). (López, 2015:5).
56
Ascensión Moreno (2016) en su libro La mediación
artística: Arte para la transformación social, la inclusión
social y el desarrollo comunitario, pone su acento “en el
arte como herramienta más que en el arte como fin”. En
su reseña al libro, Josep María Aragay (2017), señala
que en el campo de la cultura y la acción social existen
cada vez más un sinfín de experiencias que comparten
la utilización de las artes para lograr metas que no tienen
necesariamente relación directa con el producto artístico.
Fenómeno que, por otro lado, no tiene nada de nuevo en
la medida que una de las principales y más extendidas
funciones del arte ha sido siempre - y es también hoy -
la social.
57
político o las estéticas dialógicas, hemos aprendido que
todos los modelos son valiosos” (p. 412).
“El valor del libro que tenemos entre las manos (…) es el
de posicionarse en un espacio muy concreto entre la
filosofía, la pedagogía y la psicología donde el arte es un
herramienta, un objeto mediador de la intervención
socioeducativa para fomentar el acceso a la cultura,
desarrollar la resiliencia, promover el apoderamiento,
posibilitar procesos de simbolización y resolver
conflictos”, añade (p.412).
58
Así, también se resalta el papel “de la
interdisciplinariedad (favorece el desarrollo integral,
conecta conocimientos y fomenta el pensamiento crítico
y creativo), todos ellos elementos esenciales para
desarrollar nuestra praxis con saberes y rigurosidad”
(p.413).
59
como límite cultural de las decisiones. Entonces,
puede suceder que inadvertidamente, en lugar
de operar los decisores sobre la cultura, la
cultura opere sobre ellos (Grimson, 2014).
(p.13).
60
En el III Seminario Internacional Cultura & Arte para la
Transformación Social, que tuvo lugar en Bogotá a finales
de agosto de 2019, se expresa la “apuesta por tender
puentes entre la creatividad y la construcción de una
sociedad en bienestar”.
61
seminario-internacional-cultura--arte-para-la-
transformacion-
social/77576?fbclid=iwar2jn8mgqmxqpcc0azed-
0bay_hsamxinsmwrubowpt1bk2tgnquiqa1wiu
62
sanadores y mediadores, que en el ámbito nacional e
internacional se están consolidando desde los caminos
del arte”. Impulsar la visibilidad de estos esfuerzos
permite, según ella, el encuentro, el diálogo de saberes
y la construcción de un sentido colectivo en torno a “la
importancia del quehacer creativo en pro de
la ciudadanía”. https://www.revistaarcadia.com/agenda/
articulo/todo-lo-que-debe-saber-del-iii-seminario-
internacional-cultura--arte-para-la-transformacion-
social/77576?fbclid=iwar2jn8mgqmxqpcc0azed-
0bay_hsamxinsmwrubowpt1bk2tgnquiqa1wiu
63
arte-para-la-transformacion-
social/77576?fbclid=iwar2jn8mgqmxqpcc0azed-
0bay_hsamxinsmwrubowpt1bk2tgnquiqa1wiu
64
3. EXPRESIONES ARTÍSTICAS PARA LA
INTERVENCIÓN SOCIAL
http://www.eltiempo.com.ec/noticias/crearte/26/409896/el-arte-como-
herramienta-para-la-inclusion-social
65
El arte tiene diferentes expresiones: el cine y el video, el
teatro, la música, la danza, la literatura y la poesía, la
pintura, las historias y la narración oral, la fotografía, etc.
Expresiones artísticas utilizadas en diferentes contextos
y con diferentes actores, en unas apuestas por la
transformación social; por la vida. A continuación
hablaremos sobre algunas de ellas.
El teatro
Como lo expresa Vieites (2016), el teatro es una forma
cultural y artística que implica un proceso de
comunicación entre creadores y receptores en un
espacio y en un tiempo que se sitúan en la esfera
pública, lo que ha permitido que a lo largo de los siglos
haya servido como espacio de expresión, intercambio o
debate de todo tipo de ideas, causas y luchas. En ese
proceso están implícitos procesos de expresión,
creación y recepción por medio de los cuales las
personas muestran, analizan y cuestionan formas de ver
y entender la vida, maneras de ser y de estar en el
mundo; de ahí deriva su potencial educativo, cultural,
social y político, avalado por numerosos estudios e
investigaciones.
66
Consideramos diferentes intersecciones que se
producen entre teatro y Trabajo Social, para
señalar también que la expresión dramática y la
expresión teatral ofrecen metodologías
substantivas en la consecución de algunos
objetivos del trabajo social, especialmente en
ámbitos como la alfabetización crítica, la
reflexividad y el reconocimiento, la
concientización, la participación social, el
desarrollo personal y/o comunitario, la
apropiación de capital cultural o el acceso al
bienestar personal y social. (Vieites, 2016).
67
especiales (Grady, 2000), la inclusión social (Sofer,
1997), la mediación (Tovar, 2015) o la integración
(Bidegain, 2011), y una búsqueda sistemática en bases
de datos ofrece un conjunto de experiencias dignas de
ser consideradas. A ellas hemos de añadir algunas
investigaciones de mayor calado que informan de las
posibilidades de la práctica teatral como herramienta
privilegiada en el Trabajo Social. (Vieites, 2016).
68
Como señalaba Caride, el adjetivo nos sitúa ante
la necesidad de avanzar en la “formación en
valores sociales”, pero también en “la atención a
problemáticas humano-sociales que afectan a
individuos y grupos”, o en la “elaboración de
significados”, y “siempre con el propósito de
favorecer que cada persona pueda alcanzar su
plena realización como ser social” (2004, pp. 80-
81). El adjetivo reclama procesos como
socialización y enculturación, o el desarrollo de
competencias asociadas a la interacción y la
sociabilidad, pero también muestra su dimensión
política, que implica la (re)construcción
permanente de sujetos y comunidades (polis),
junto a ideas clave como integración, inclusión,
emancipación y transformación.
69
la destitución de los valores cívicos y del espacio social
democrático” (Giroux, 2001, p. 17).
70
reflexiva y crítica, y de igual modo la educación social o
la teatral. “Defendemos entonces el perfil de un
profesional de “la acción social” con una “comprensión
amplia de las estructuras y procesos sociales, el cambio
social y del comportamiento humano”, con la finalidad y
la capacidad de “intervenir en las situaciones
(problemas) sociales (de malestar) que viven familias,
grupos, organizaciones y comunidades, asistiendo,
manejando conflictos y ejerciendo mediación”. Un
profesional que contribuye a la construcción de una
“ciudadanía activa mediante el empoderamiento y la
garantía de los derechos sociales”.
Propone esta Figura como ejemplo de las posibilidades
de trabajo desde la perspectiva de la acción partiendo de
la interacción de diferentes saberes y formas de hacer:
71
Expresa que la Pedagogía Teatral, y con ella el
pedagogo teatral, ofrece a otros campos y disciplinas
herramientas fundamentales como puedan ser juegos
dramáticos, con los que mantener activa y ocupada la
memoria; juegos de rol, con los que entender y
comprender las diferentes posiciones que se manifiestan
en un conflicto y lo provocan; o dramatizaciones, con las
que analizar las causas de una determinada
problemática que incide y fomenta la exclusión en un
72
contexto concreto. “Lo hace a través de tres grandes
áreas de desarrollo, que serían la Expresión Dramática,
la Expresión Teatral (Landier y Barret, 1991; Slade,
1954/1978), y la Animación Teatral (Úcar, 1999)”.
73
técnicas propias de la Expresión Dramática y la
Expresión Teatral. Formación del sujeto en el
plano de la expresión y la creación.
• Creación de un marco para la elaboración,
individual, colectiva y comunitaria, de la
experiencia, de historias y proyectos de vida, de
narraciones que confieren identidad y poder.
Desarrollo del sujeto en el plano de la
comunicación.
• Promoción de la capacidad de personas,
colectivos y comunidades para crear, mostrar y
difundir trabajos de carácter escénico. Desarrollo
del sujeto en el plano de la animación.
• Exploración de nuevas formas de relación y de
nuevos tiempos y espacios de sociabilidad.
Desarrollo del sujeto en el plano de la interacción
social.
• Fomento del capital cultural y teatral de
personas, colectivos y comunidades a través de
una alfabetización que se alimenta en las
propias comunidades. Desarrollo de un sujeto
receptor activo, competente y crítico.
• Impulso de un ocio autotélico, orientado a los
intereses de las personas y no a las necesidades
de las industrias culturales. Desarrollo de un
sujeto crítico con su propio ocio.
74
• Desarrollo comunitario y, en él, de
comunidades capaces de generar y difundir su
propia cultura escénica, sea como oportunidad
para recuperar tradiciones propias sea para
crear otras manifestaciones, incluso
vanguardistas.
• Fomento de la comarca, aldea, pueblo o ciudad
creadora, que genera sus productos, frente a la
ciudad creativa, que importa creadores y
productos.
75
almacenada y recuperada (o no), y (4) desde el espacio
en el que ese proceso se comunica a otras personas”
(p268):
76
evitar las desconexiones, para mejor desarrollar nuestra
intervención” (p275).
77
a la realización de estos cambios fue el dramaturgo alemán
Bertolt Brecht. Este autor es conocido por eliminar la cuarta
pared de los teatros (pared imaginaria que separa el patio de
butacas del escenario) y por proponer al público problemas
reales. Lo que el autor alemán consiguió con su teatro fue
convertir las historias imaginarias ajenas a los espectadores
en historias verdaderas que hacían participes al público,
“Brecht, promovió en el espectador un
cuestionamiento de lo real, a través del «reconocimiento» de la
dimensión dialéctica del mundo dramático creado en la
escena, pero también en la confrontación de ese mundo con la
realidad, un teatro con una evidente dimensión educativa, en
sintonía con movimientos que luchan por proyectar una
educación popular, crítica y emancipadora, entre las clases
subalternas” (Vieites, 2015: 167). (Ramírez, 2016).
78
define el teatro como “una actividad que no guarda relación
esencial con las construcciones, escenarios y plateas, u otras
estructuras aparatosas y superfluas. El teatro –o la teatralidad-
es esa propiedad humana que permite que el sujeto pueda
observarse a sí mismo, en acción” (Boal, 2004: 26). ).
Este autor brasileño, promotor del Teatro del Oprimido, que es
una de las vertientes del Teatro Social que más influencia tiene
en la aplicación del teatro como forma de intervención social o
como método pedagógico. Por esta razón, “la obra de Augusto
Boal Teatro del Oprimido se suele situar entre las aportaciones
más transcendentales del teatro del siglo XX, en tanto sus dictados
teóricos y sus propuestas metodológicas y prácticas han calado
en ámbitos de la educación social y teatral” (Vieites, 2016: 161).
El Teatro del Oprimido “tiene como objetivo utilizar el teatro
y la dramatización como instrumento eficaz para la compresión y la
búsqueda de alternativas a problemas sociales, interpersonales e
individuales” (Motos, 2010: 50). Es decir, se utiliza el instrumento
del teatro para analizar las causas de un problema, que pueden
ser de diferentes naturalezas, y buscar nuevas alternativas
dirigidas a la solución del problema o, por lo menos, a una mejora
de la situación.
En este sentido, el objetivo principal del teatro deja de ser la
creación de una pieza artística y se centra en ser una
herramienta para la consecución de otros objetivos. De esta
forma el resultado final, la representación de la obra, pierde
importancia y lo que de verdad cobra relevancia es el proceso
79
teatral y el empoderamiento y aprendizaje del grupo. “En
consecuencia, su finalidad se orienta hacia el empoderamiento de
los participantes (actores y espectadores) y el reconocimiento de
su agencia en los procesos de transformación social” (Calvo, Haya
y Ceballos, 2015: 91).
El Teatro del Oprimido también tiene una utilidad pedagógica
en las escuelas donde “la utilización en el aula de actividades
dramáticas permite que los alumnos desarrollen sus
capacidades artísticas; puedan tener más confianza para
expresar sus sentimientos y emociones porque hará más ágiles
y seguros su imaginación, voz y movimientos; obtendrán más
herramientas de comunicación y trabajarán de forma más amena
objetivos y contenidos del currículum” (Cruz, 2014: 20).
80
discutir en la calle los problemas o las leyes que afectan al
ciudadano común” (Motos, 2010: 53). (Ramírez, 2016).
Por ello, el objetivo de las artes no sólo es crear una obra estética sino
también supone una “vía eficaz de expresión de sentimientos, emociones,
sensaciones y vivencias…” (Cyrulnik, 2009). Es decir, gracias a las
disciplinas artísticas, las personas son capaces de expresar aspectos de
81
su vida que, quizás, son más difíciles de expresar en el marco normal
de una entrevista. De esta forma pueden “liberar tensiones y evitar
estados emocionales poco agradables, como la depresión, el estrés y
el resentimiento” (Mundet, Beltrán y Moreno, 2015: 317). (Ramírez, 2016).
82
empoderamiento.
− Autoevaluación.
− Mejora de la autoconfianza.
83
Si se pretende que la actividad profesional de los trabajadores
sociales alcance sus objetivos más plenos, es preciso conocer
todas las herramientas que se pueden utilizar a la hora de
realizar una intervención social. Esto hace referencia a que el arte,
y más concretamente el teatro, tiene un potencial a nivel social
que el Trabajo Social debe investigar, conocer y promover.
(Ramírez, 2016).
84
Es desde el punto de vista de la creatividad y el
riesgo como profesionales, cómo nos
atrevemos a plantear al Teatro Comunitario
como un práctica compatible con el Trabajo
Social.
Es importante dejar en claro que el en la acción
profesional no todo vale, no todo es aplicable, ya
que de esta forma estaríamos mostrando una
disciplina poco rigurosa, lo que no
correspondería a nuestro quehacer en la praxis.
Lo que se está planteando es una propuesta
fundamentada en una base, desde la
experiencia de sistematización, donde se han
establecido puntos de encuentro entre el Trabajo
Social y la práctica del Teatro Comunitario.
(Alfaro y Sura, 2007).
85
el sólo hecho de serlo no significa que este compromiso
esté presente) es algo que se encuentra presente en
ambas prácticas. La búsqueda de estrategias de acción
con las personas y no para ellas, es otro aspecto
fundamental, ya que lo ideal es que las personas sean
agentes de su propio cambio y no pase por una donación
de un tercero, lo cual genera procesos de activación
social, rearticulación de tejido social, conocimiento de su
propia cultura, reconocimiento de los propios valores y
capacidades colectivas y personales. (Alfaro y Sura,
2007).
86
esto debido a que se requiere en su desarrollo,
innovación y sensibilidad para ser llevado a
cabo: La creatividad para poder visualizar los
problemas sociales, los recursos humanos de
los sujetos dela praxis, para llevar a cabo
acciones colectivas. Ésta habilidad en nuestro
ejercicio es la capacidad del profesional de
generar energías transformadoras, innovadoras,
dinámicas en las prácticas sociales, lo que
implica una profunda conexión con las
emociones, por lo que para que un profesional
pueda provocar procesos transformadores en la
práctica, es requerimiento que éste sea capaz de
entender desde la emocionalidad la realidad
tanto como desde la razón, de lo contrario se
vuelve una práctica estéril, mecánica, sin
sentido. Si la práctica profesional implica el
desarrollo de la emoción y la creatividad, éstas
se pueden ver positivamente exacerbadas
dentro de una experiencia artística como lo es la
del Teatro, ya que ésta permite una exposición
emotiva, más allá del estereotipo o imaginario
que las personas posean de nuestra práctica,
por el contrario, despoja al profesional de rótulos
sociales dándole la posibilidad de mostrarse aún
más emocionalmente e innovador, facilitando el
87
desarrollo este tipo de habilidades en la acción.
(Alfaro y Sura, 2007).
El cine
88
Casetti (1989) presenta algunas características en
relación con el Cine y la representación de lo social:
El cine, incluso el de ficción, nos ofrece siempre
un retrato de la sociedad que lo circunda.
Cine/producto colectivo/testimonio social.
El cine saca a la luz el silencio, lo escondido, lo
subterráneo, (tendencias psicológicas).
Algo nunca confesado: como una persona se
relaciona con los demás y con el mundo.
Son los “jeroglíficos visibles” de la invisible
dinámica de las relaciones humanas
El cine es un testimonio social
Cine como testigo.
Cine como fuente documental
89
Imágenes no son documentos descarnados y
neutrales de la realidad.
90
ordenar equilibradamente. El cine destruye la imagen
reflejada que cada institución, cada individuo, se había
formado ante la sociedad (…) desvela sus secretos,
muestra la cara oculta de una sociedad, sus fallos; ataca
en suma sus mismas estructuras.
91
Histórico
Social
Biográfico
Documental
Comercial
92
como una serie de acontecimientos lineales,
encapsulados y claramente definidos. (Rosenstone,
1995).
93
El cine es muy utilizado en procesos pedagógicos; en
procesos micro y macro. Lo importante es elegir una
buena película, acorde a los objetivos perseguidos,
acorde a la temática a trabajar, al tipo de “público” y al
contexto.
El video comunitario
El libro sobre el video comunitario de Gerylee Polanco
Uribe y Camilo Aguilera Toro (2011) hace interesantes
aportes sobre esta apuesta artística, proponiendo “un
conjunto de estrategias que busca contribuir al
fortalecimiento del movimiento del video comunitario en
Colombia”.
94
participativa sea más que un estribillo
demagógico. (Polanco y Aguilera, 2011:15).
95
comunicación en general) como una forma para
que “las comunidades aprendan a narrarse a sí
mismas”, en lo que coincide Casa Occio,
colectivo con sede en Cali que trabaja con
nuevas tecnologías, cuando asegura que su
“interés siempre ha sido la comunidad” y que ella
“aprenda a hacer sus propias comunicaciones”.
También vincula a los términos video
comunitario, alternativo y popular la idea de que
se trataría de una actividad audiovisual hecha
desde la periferia o, para ser más precisos,
desde múltiples periferias: los sectores
populares, las minorías étnicas, las mujeres, las
zonas rurales, etc. En esos términos están
contenidos algunos de los fines a los que las
organizaciones suelen asociar su actividad
audiovisual; fines que conservan una relación
inmediata con las problemáticas variadas que a
diario enfrentan las comunidades de las que
hacen parte: negación o distorsión de la imagen
de sí, carencia de imágenes de sí hechas por sí,
desconocimiento del pasado de las
comunidades, ausencia de proyectos colectivos,
contaminación ambiental, bajo acceso a la
educación escolar, a oportunidades laborales y
de recreación, pobreza, violencia, conflicto
96
armado, desplazamiento forzado, ausencia de
espacios de participación política, etc. Por lo
anterior, proponemos pensar los usos que
ciertas comunidades locales hacen del video
como políticos. Creemos que esos usos son el
resultado del reconocimiento por parte de ciertas
comunidades de la posición que ocupan en las
relaciones que se establecen en nuestra
sociedad (socioeconómicas, políticas,
culturales, comunicativas, ambientales, etc.) y
del propósito de transformarlas. (Polanco y
Aguilera, 2011:17-19).
97
organizaciones que indagamos, algunas presentando un
alto nivel de elaboración. La idea-clave en esa
concepción es que la comunicación en general y el
audiovisual en particular son, como lo expresa el
Colectivo Mejoda, “procesos sociales que acompañan
las piezas audiovisuales”, esto es, como lo asegura esa
organización, “la construcción colectiva de las mismas,
el empoderamiento de las comunidades de es tas
habilidades comunicativas, la utilización de las piezas
audiovisuales en la dinamización de procesos sociales,
la incidencia de estas en las comunidades”. Una
estrategia de trabajo que parece aterrizar la visión de la
comunicación como parte de un proceso social más
amplio es la que algunas organizaciones llaman video-
foros, que vinculan las actividades de proyección de
materiales audiovisuales con la discusión extensa en
torno a los temas y problemáticas mostrados. En suma,
se trata de una visión de la comunicación que
trascendería la comunicación o, dicho de otro modo, que
buscaría integrar a sí misma otras dimensiones de la vida
que incluyen el trabajo de las organizaciones. De allí que
varios colectivos consultados definan la suya como una
comunicación “de orientación social y política” (Mejoda),
“para el cambio social” (Casa Occio) o “para la verdad y
la vida” (Tejido de Comunicación), esto es, una
comunicación en función de la experiencia vital
98
inmediata: lo propio y lo cotidiano, y también lo agobiante
y lo inadmisible. (Polanco y Aguilera, 2011:20).
99
Incluir el cine en el aula de clases, como
dispositivo mediador, estimulo de pensamiento,
imaginación y desarrollo de la capacidad crítica
de los estudiantes, con el propósito de
trascender la connotación de simple
entretenimiento.
Todo lo anterior corrobora la importancia de
estudiar el cine como escenario sensible y/o
estético posibilitador de conocimiento; con la
convicción de que el cine en el aula, origina una
nueva dinámica en las formas de aprender; en el
uso y apropiación del espacio académico
(cátedra, electiva y otras modalidades) del
tiempo libre y de ocio de los jóvenes en la
universidad. (Pava, 2010).
100
Fomentar el cine es apostar a que la formación
de las y los estudiantes sea más integral; este
medio es una ventana al mundo y sus
realidades. Ver películas en el aula de clase,
desde enfoques y potencialidades posiblemente
inexploradas, estimula todos los sentidos, e
incluye el arte y la forma de constituir una
manera afectiva de impartir el conocimiento
(León, 2009). (Pava, 2010).
101
exactitud cuando proyectamos una cinta en el
aula y, por consiguiente, ignoramos qué más
podríamos hacer para explotar esas
posibilidades y aceptar o salvar esas
limitaciones (pp 7-8).
102
del cine como recurso didáctico en ciencias
sociales; menos aún blandir la última palabra
con respecto a lo que significa la relación entre
cine y pedagogía. Nuestro propósito, más
modesto pero confiamos en que útil, es plantear
interrogantes y referir asuntos que nos parecen
pertinentes dentro de un esquema general que
queremos construir a largo plazo y entre todos
los que acudimos con regularidad al recurso
cinematográfico. (p12).
103
sentir espiritual y de una conexión profunda con el
territorio”.
104
derechos, el abandono estatal y en general el contexto
social del país han provocado que el discurso de los
pueblos se incline más hacia la denuncia”.
105
La música
Si la música definiera nuestras vidas, algunos
días serían puras corcheas, otros días sólo
notas difusas. Nunca faltarían los días con
ritmos alegres y pegadizos. Pero creo que si la
música pudiera definir a la madurez,
seguramente sería esa persona que sabe leer
los silencios, en el pentagrama de la vida.
(Anónimo)
https://trabajosocialworld.wordpress.com/2016/1
1/22/la-musica-en-la-intervencion-social/
106
Aumentar la autoestima, respeto hacia los
demás.
Reducir la agresividad y la conducta hostil.
Promover las interacciones sociales y la
reinserción/adaptación.
Promover las habilidades sociales y el
aprendizaje emocional.
Autoexpresión y verbalización.
https://trabajosocialworld.wordpress.com/2016/11/2
2/la-musica-en-la-intervencion-social/
107
identidad del adolescente, y se ha convertido en un
símbolo de su búsqueda de identidad y autonomía.
108
gran importancia para que se dé una vida
emocional sana. La elección de un adolescente
de la música y su emoción o respuesta
correspondiente puede variar según la edad,
etnia, cultura y sexo. Actualmente, debido al
funcionamiento de la industria musical y a los
valores que promueve la sociedad actual, la
mayoría de artistas de estos géneros que llegan
a las masas transmiten mensajes cargados de
sexismo, materialismo, competitividad y
violencia entre iguales. Con el curso buscamos
transmitir a los profesionales que la música
puede ser el motor de cambio para los
adolescentes, otra manera de realizar
intervención socioeducativa contribuyendo como
factor de protección a la mejora de situaciones
de conflicto, riesgo de exclusión social. Por
tanto, educar a través de la música supone el
favorecer un crecimiento saludable en nuestros
niños y adolescentes ya que potencia el
desarrollo de la sensibilidad estética, su vida
emotiva y desarrollo personal.
http://www.comtrabajosocial.com/documentos.a
sp?id=1223
109
Virginia Pilar Piña (2015) hace un interesante análisis
sobre los beneficios que tiene la música como elemento
tanto artístico como comunicativo y social y, en especial,
en el género del flamenco y su utilización en la
intervención. “Hago una aproximación a la utilización de
la música como agente de cambio y su función en los
procesos de intervención psicosocial”.
110
grupos o individuos. Como nos dice Méndez
(2011) la relación entre el sonido y el sentido se
elabora en procesos de aprendizaje individual y
cultural, por una parte, y mental y corporal por
otra. Igual que ocurriría con el lenguaje verbal, la
comunicación musical es un aprendizaje social y
comunicativo. La cultura puede ser un vehículo
para la libertad, siendo el sonido su lenguaje, su
materia prima, yendo mucho más allá de una
cultura basada en parámetros instituciones o
industriales. Esto quiere decir que la música es
un proceso comunicativo, tan importante como
puede ser el lenguaje oral o escrito, debido a que
se comparten realidades sociales a través del
sonido. (Piña, 2015:23).
111
de bajos recursos o en riesgo, así como el desarrollo de
diálogo creativo entre individuos o colectividades de
diferentes habilidades y culturas. (Quintero, 2015:2).
Descentralización.
Accesibilidad.
Igualdad de oportunidades.
Participación activa en la práctica musical.
112
Involucra aspectos extramusicales y mira más
allá de lo meramente estético.
Promueve la creación colectiva.
Combina la educación formal y la no formal.
113
Estas voces, son las que se han ido
conformando aunando fuerzas para tratar de
reconstruir ese fragmentado tejido social, y lo
han logrado a través de la música, generando
espacios de encuentro en torno a la música y, a
través de ella, a la reflexión y realización de
acciones colectivas que les van a permitir
superar las violencias y vivir en condiciones de
paz. Son ya varios los ejemplos que se tienen
respecto a estas voces que se han unido a través
de la música que por su naturaleza simbólica y
por ser una de las expresiones culturales
presente en todos los contextos, con capacidad
de influir en la vida cotidiana de los seres
humanos y de sus comunidades, ha sido
escogida como una de las estrategias culturales
prioritarias para alzar la voz de un pueblo que
quiere vivir en paz y armonía.
Es así como la música une a los pueblos, les da
el valor para denunciar a través de ella, sus
carencias, creando además, espacios de
fortalecimiento comunitario donde no sólo los
músicos, sino la comunidad en general, que han
visto debilitados sus derechos, sienten que su
voz se escucha y le dan a conocer a la sociedad
114
que ellos, también son hijos de Colombia.
(Quintero, 2015:8-10).
La danza
115
El cuerpo –añaden- no necesariamente necesita de las
palabras para relacionarse con el entorno, ni para
expresar sus sentimientos y emociones; el cuerpo en
movimiento es capaz de construir procesos
comunicativos igual o más efectivos que la expresión
oral (Schinca, 2000). Desde esta perspectiva holística,
una manera de trabajar es a partir de la expresión
artística. Esta es una vía eficaz de expresión de
sentimientos, emociones, sensaciones y vivencias, a la
vez que supone una oportunidad educativa para el
desarrollo personal y social (Cyrulnik, 2009).
116
2009) y facilitan la relación con las personas, los objetos
y el espacio del entorno, aportando numerosos
beneficios personales como la comunicación, el
conocimiento cultural, la creatividad, la expresividad, la
autoestima, el autoconocimiento o el conocimiento del
otro (Moreno, 2010)”.
117
las que la expresión pasa por el cuerpo - constituyen una
herramienta fundamental en el trabajo educativo con
diferentes colectivos con problemática social y, entre
ellos, los jóvenes en situación de riesgo social. Así pues,
utilizar la expresión corporal y la danza como
herramienta de intervención social en comunidades en
riesgo de exclusión social ha sido reconocido como
indispensable, puesto que el individuo dentro de su
proceso de vulnerabilidad puede utilizar su imaginación
y plasmar lo que siente. Bonilla et al. (2008) y Suárez y
Reyes (2000) afirman que artes como la danza pueden
dirigirse a todos los grupos sociales sin excepción alguna
y, más aun, a personas en condiciones de vulnerabilidad,
ya que se les da la oportunidad de tener al alcance una
práctica artística, siendo posible que establezcan una
atmósfera de seguridad, fomentando la participación y la
creación de redes humanas. Gracias a los múltiples
elementos corporales, emocionales, sociales, lúdicos y
comunicativos que la componen, las propuestas
artísticas han ido implementándose en diferentes partes
del mundo, a través de programas socioeducativos y de
promoción de la salud. (Mundet Bolós et al, 2015:318).
118
esencial para mejorar las condiciones de vida de
población vulnerable, como niños y niñas en
condiciones de pobreza y los desplazados por la
violencia. Dentro de este tipo de trabajos
encontramos el de Álvaro Restrepo con su
trabajo de intervención social: “Mi cuerpo mi
casa” en Cartagena de Indias (Novella, 2011) o
el de la agrupación de desplazados por la
violencia “Dejamos nuestras cosas pero nos
trajimos nuestras culturas” en el Departamento
de Bolívar (Suárez, 2006). (Mundet Bolós et al,
2015:318).
119
fomentando la participación y la creación de redes
humanas. (Mundet Bolós et al, 2015:319).
120
Si bien la autora manifiesta que entre todos los tipos de
danza se decanta por la oriental, también llamada
“Danza del Vientre” o “Bellydance”, hay que tener en
cuenta todos los tipos de danza en las diferentes
culturas.
121
4. ARTE Y POSCONFLICTO EN COLOMBIA
122
Un editorial de la revista Pensamiento, palabra y obra
titulado Artes y posconflicto, empieza con la pregunta
¿puede el arte hacernos mejores personas?, en relación
con el debate se abre a propósito de la firma de un
tratado de
terminación del conflicto armado en el país.
“Evidentemente, de acuerdo con esta lógica,
posconflicto se refiere al momento posterior a la firma
de dicho tratado y no, como mal se entiende, al cese real
del conflicto social, que, entre otras cosas, ha sido la
causa de esta guerra interna de más de 50 años”.
123
Afortunadamente, también históricamente,
tenemos muchos ejemplos del arte como
liberadora y transformadora de las conciencias y
de las sociedades.
124
Por esto –se señala- , hablar de arte y posconflicto nos
sitúa en un escenario en el que las artes serán tomadas
en serio en las políticas educativas.
Es la oportunidad
para que aquello que nombramos como arte,
como manifestación
artística, sea accesible a toda la
gente. No solo los productos de la cultura
mediática masiva, sino las
expresiones que hasta ahora quedan
proscritas a espacios elitizados (por fortuna cada
vez menos), excluyentes y que funcionan bajo la
lógica de una pretendida hegemonía del buen
gusto dictado por el canon y los circuitos de
circulación cerrada de las obras.
125
anticipar ese momento cuando tenemos
ciudadanos que han tenido la oportunidad de
acceder a unas maneras otras de educarse y
formarse como sujetos.
126
de Colombia de 1991, y es parte esencial de los
derechos humanos. La participación de la vida
cultural comienza de esa diversidad de
comunidades así como de individuos en la
sociedad, creando varios caminos de
comunicación e integración, con lo cual se logra
una memoria colectiva, se enriquecen las
culturas en cualquier zona del país, y se nutre
esa sociedad que se ha visto dañada por
décadas de conflicto. Sin duda, es un medio para
recordar todos los errores del pasado, pero nos
muestra qué es a lo que no queremos volver. La
cultura mediante el arte tiene un acceso libre,
con gran disponibilidad y facilidad para cualquier
participante de la sociedad, ya que no importa su
edad, sus ingresos y demás factores, pueden
pertenecer a este espacio de alimentación del
alma cultural, como medio de vitalización de
pensamiento y ánimo, ya que ayuda a expresar
y sacar todo lo que se piensa y se siente.
(García, 2015).
127
ayuda a levantar, rehacer y reconciliar esa unidad
nacional. El arte es una herramienta para relacionarse
de forma positiva y crear un ambiente propicio de
armonía entre sus integrantes. La paz se convertiría
entonces en un camino real, ayudado por el arte y demás
propuestas transversales encaminadas a lograr ese
objetivo, que mitiguen las acciones en contra de las
comunidades. A la vez facilitaría implementar una
política emocional para crear cultura mediante actos
simbólicos y manifestaciones comunes (García,
2015:39).
128
pensamientos e ideologías. A la vez, confiere
una responsabilidad al Estado para que
resignifique y reevalúe todos los recursos que
invierte en la guerra. (García, 2015).
129
experimentación permanente. (Coslado, 2012,
s.p.) (García, 2015).
130
Cada vez son más las iniciativas artísticas que le están
apostando a la transformación en los territorios.
Experiencias novedosas de la Colombia rural esperan
más apoyo público y privado. Por: Carolina Arteta
http://www.semana.com/nacion/articulo/el-arte-y-la-
cultura-como-agentes-de-transformacion-y-
reconciliacion-en-colombia/529466 SEMANA 6/22/2017
131
arraigo, la identidad, la convivencia, y los lazos
de unión de las comunidades que han sido rotos
por el desplazamiento forzado y las otras
estrategias de la guerra”, explica el investigador
social Germán Rey.
http://www.semana.com/nacion/articulo/el-arte-
y-la-cultura-como-agentes-de-transformacion-y-
reconciliacion-en-colombia/529466
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realidades. En otras palabras, no se trata de
establecer una diferencia entre arte rural y
urbano, sino en reconocer que estas
poblaciones han encontrado históricamente en
las expresiones artísticas formas de vivir,
inclusive durante el conflicto.
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reconciliacion-en-colombia/529466
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valoración del desarme, del fin de la guerra, de la
reconciliación”, recalca.
http://www.semana.com/nacion/articulo/el-arte-y-la-
cultura-como-agentes-de-transformacion-y-
reconciliacion-en-colombia/529466 SEMANA 6/22/2017
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para poder trabajar. “Es muy complicado
combatir esa imagen de que lo artístico y lo
cultural debe ser gratis”, opina. El año pasado
debieron salir de la sede que tenían en las
instalaciones de la Cruz Roja por falta de pago
después de que la alcaldía les prometió recursos
que nunca llegaron. “Hoy pagamos cuatro veces
más que antes, y además tuvimos que correr con
los gastos de acondicionamiento de un nuevo
espacio (…) Esto es como volver a empezar,
pero ahí estamos”, dice.
135
3. La Red de Escuelas de Música de Medellín
funciona desde hace veinte años y es política
pública de la Alcaldía. Esta iniciativa es ejemplo
de una apuesta del sector público por aliviar la
desigualdad en el acceso a programas de
formación cultural dentro de un contexto urbano.
La Red está compuesta por 27 escuelas
distribuidas en toda la ciudad en la que niños y
adolescentes tienen la oportunidad de acercarse
a la iniciación musical a través de tres líneas de
formación: cuerdas sinfónicas, vientos y cuerdas
tradicionales colombianas. Actualmente,
funciona mediante un convenio
interadministrativo creado entre la Alcaldía y la
Universidad de Antioquia.
136
pertenencia a algo más grande que ellos, la falta
de afecto o la falta de ambientes protectores”,
explica Catalina Cock, presidente ejecutiva de la
Fundación Mi Sangre.
http://www.semana.com/nacion/articulo/el-arte-
y-la-cultura-como-agentes-de-transformacion-y-
reconciliacion-en-colombia/529466
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En un país como el nuestro, que ha sufrido tanta
violencia, el arte tiene el poder de sensibilizar, de
volvernos más creativos, más compasivos. Pero
no se trata de actividades artísticas entre
comillas, sino de poner realmente a la gente en
contacto con las dimensiones más altas del arte.
Si queremos transformar a través del arte,
tenemos que hacerlo con un arte de gran
calidad.
http://www.semana.com/nacion/articulo/el-arte-
y-la-cultura-como-agentes-de-transformacion-y-
reconciliacion-en-colombia/529466
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138
documental, está en las reflexiones y las
preguntas que ésta pueda generar. En ese
sentido, 'Un asunto de tierras' busca,
precisamente, poner en escena un tema de
debate álgido y necesario en la construcción de
la paz: la tierra.
139
Otro ejemplo del papel del arte es el de Tumaco –Nariño,
lamentablemente conocido por la situación de
violencia/conflicto que está viviendo.
140
dejando pocos”. Las cifras de homicidios lo
corroboran. La gran mayoría de hombres y
mujeres asesinados este año en la ciudad
portuaria tenían entre 16 y 28 años de edad.
Detrás de todo ello hay estructuras criminales
que disparan a todo lado, y a cualquier hora del
día y de la noche, sin consideración alguna. La
violencia agobia a los tumaqueños en niveles
que sobrepasan las confrontaciones armadas
del pasado.
141
música, la danza, en el canto. ¿Y qué ganaron
estos chicos? Primero la vida, si no fuera por la
cultura, hubieran podido ser víctimas; luego el
reconocimiento, por lo que se ganaron el
derecho a ser maestros. Esa fue la gran ventaja.
Yo siempre les dije que tenían que mostrar lo
que eran, porque tienen potencialidades
superiores que pueden servir a la sociedad”.
142
En el intento de mejorar los tiempos en los que nos tocó
vivir cabe preguntarnos: ¿puede el arte contribuir a
promover el diálogo y la movilización social como
energías capaces de llenar de humanidad el sueño de
un país en armonía, próspero y solidario?
http://www.eltiempo.com/Multimedia/especiales/huellas
ocial/ARTICULO-WEB-
NOTA_INTERIOR_MULTIMEDIA-12747964.html Por:
MARTHA SENN
143
paz y lideró encuentros entre guerrilleros y
artistas, semilla que todavía podría dar frutos en
el transcurso de aclimatar una nueva era de
desarrollo cultural y social, en la que el papel que
tiene el arte, como fuerza creativa en las
regiones más afectadas por la violencia, es
innegable.
Llegar a las comunidades, entrar en relación con
ellas, ir más allá del hecho artístico para idear
estrategias que estimulen y den participación a
las fuerzas creativas locales, propiciar igualdad
y sentido de orgullo por la identidad local,
promover el ejercicio de derechos culturales que
deben ser garantizados por la sociedad y el
Estado. Todo esto para fortalecer un frágil tejido
social con los sutiles mensajes del arte.
144
poetas, la palabra de los escritores y el sentir de
los actores, saben, sin duda, aplacar odios y
venganzas.
145
deshumanizamos el desarrollo.
http://www.eltiempo.com/Multimedia/especiales/
huellasocial/ARTICULO-WEB-
NOTA_INTERIOR_MULTIMEDIA-
12747964.html Por: MARTHA SENN
146
El CNMH le da importancia al arte. Entre sus proyectos
está la construcción del Museo Nacional de la Memoria,
que “supone dos líneas estratégicas. Además de la
construcción física, la construcción social implica un
amplio proceso de diálogo sobre los criterios y principios
conceptuales y funcionamiento del mismo. En ello
resulta fundamental la participación protagónica de las
víctimas en el diálogo, así como de los diferentes
promotores de las iniciativas y acciones de memoria de
carácter artístico, cultural, comunicativo, que el CNMH
tiene como misión apoyar, y cuyos desarrollos
constituyen los insumos iniciales”.
http://centrodememoriahistorica.gov.co/museo/museo/cr
eacion-social
147
Fotografía por César Romero
148
explicar el conflicto y proponer su versión de la no
repetición”.
149
“Es necesario interpelar cómo nace en la cultura
el desprecio de algunas élites sobre su pueblo.
Además, resolver por qué el sistema educativo
no ha incorporado la concepción constitucional
de una sociedad pluriétnica y pluricultural, y los
derechos políticos y de participación de todas las
tendencias de pensamiento”, agregó.
150
culturas y una forma de reconstruir el ser social
en su territorio”.
151
En un conversatorio con Jesús Abad y dos
sobrevivientes de la tragedia de Bojayá, Chocó, se habló
de la importancia del arte, de la fotografía –con sus
voces- para hacer memoria del conflicto, de la guerra en
Colombia; del arte para construir paz, para construir un
mejor país, del “arte como resistencia”, etc. Me llamó la
atención el público –abarrotado en el teatrino-, sensible,
atento, respetuoso con las víctimas, con un sentimiento
de empatía, y con la esperanza que Colombia sea mejor.
Se habló que la exposición no debe dejar indiferente a
152
nadie, que al salir de la misma se salga “como otra
persona”. Como apareció en un meme en Facebook:
153
al mundo entero los que son, quizá, los rostros de los
perdedores de este extenso e interminable conflicto que
ha desembocado en secuestros, desapariciones
forzadas, masacres, atentados y al atropello de una
cantidad incalculable de Derechos Humanos”.
154
importante, en las fotografías y en muchos de esos
registros que hay acá, mostrar que ese rostro de los otros
es nuestro propio rostro; es el de un país pluriétnico,
multicultural, diverso, con todas las oportunidades para
ser un país potencia. Lastimosamente este es un país
racista y clasista. Este es un país en el que a los
indígenas y a los afro los excluimos y los tiramos a los
lugares más apartados”.
155
la cual puedo ver en la dignidad de cada uno esos
cientos de retratos”.
156
CONCLUSIONES
157
aprendiendo a emplear nuevas herramientas para
abordar la intervención social (Muñoz Crespi, 2014).
158
Crear vínculos sociales entre actores/sujetos y trabajadores/as
sociales
Devolver la idea de intervención flexible y construida con la
persona
Disfrutar
Explorar, descubrir, cultivar y desarrollar la(s) identidad(es)
Crear conciencia sobre nuestra posición el mundo
Cuestionar y cambiar los roles que nos ha tocado vivir
Desarrollar la autonomía
Recuperar la memoria
Abrir vías hacia visiones/valores propios de una comunidad
Expresar(se) y comunicar(se)
Habilitar capacidades y destrezas
Transformar las emociones y los cuerpos
La capacidad de tratar con la realidad objetiva y
subjetiva.
Afrontar, manejar y prevenir los conflictos
Formar personas más sensibles, más críticas
Fortalecer vínculos relacionales, comunitarios
Crear y fortalecer tejidos sociales
Crear relaciones de confianza
Pensar nuevas formas de comprender el
mundo y los seres humanos
Comprender la creación como la unión de lo
individual con lo común
159
Comprender la creación como un modo de
apostar por la vida
Ver el arte y el Trabajo social como espacios de
creatividad y libertad
Repensar/reinventar el Trabajo social a través
del arte
160
centros superiores de formación en el ámbito
universitario deberían aprender de lo que se hace en
otros marcos tradicionales de preparación para la
práctica, tal el caso del arte.
161
En esta dirección, creo significativo formar profesionales
de Trabajo Social reflexivos en la acción, con
capacidades para desempeñarse tanto en tierras altas
como en pantanos.
162
de Trabajo Social –y de otras profesiones relacionadas
con la intervención- incorporen en sus currículos la
Asignatura de Arte y Trabajo Social, o Arte e Intervención
social.
163
BIBLIOGRAFÍA CITADA
164
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de México.
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0bay_hsamxinsmwrubowpt1bk2tgnquiqa1wiu
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fotografias-no-estan-hechas-para-odiar-jesus-abad-
colorado-sobre-el-testigo.html
172
EL AUTOR
Arizaldo Carvajal Burbano
Sociólogo y Especialista en Teoría y Métodos de
Investigación en Sociología de la Universidad del Valle.
Magíster en Cooperación Internacional para el
Desarrollo y Estudios de Doctorado en Antropología
Social en la Universidad Complutense de Madrid.
Candidato a Doctor en Estudios sobre Desarrollo,
Universidad del País Vasco-España. Profesor Titular de
la Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano,
Universidad del Valle, Cali -Colombia.
Correo electrónico:
arizaldo.carvajal@correounivalle.edu.co
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