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“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

UNIVERSIDAD PERUANA LOS


ANDES
Facultad de Ciencias de la Salud
Escuela Profesional de Psicología

INTEGRANTES:
 Rafael Cueva Pamela
 Ramos Huamán Kelly
ASIGNATURA: Consejo y Orientación Psicológica
DOCENTE: Ps. Hans Vichez Carhuancho
CICLO: VIII
AULA: Auditorio 1

HUANCAYO-2018

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DEDICATORIA

A nuestros Padres por ser nuestros pilares importantes de nuestras vidas, por
demostrarnos en todo momento su cariño, apoyo incondicional; para formarnos
con buenos sentimientos, hábitos y valores, en lo cual nos ha ayudado a salir
adelante en los momentos difíciles de nuestra vida

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INTRODUCCIÓN

Muchas personas piensan en la dependencia de sustancias como la heroína


cuando encuentran la palabra "adicción", pero los consejeros en adicción
también trabajan con las personas que son adictas a los juegos de azar, a las
compras e otras actividades. Los consejeros de adicciones manejan pacientes
con dependencias a una amplia variedad de sustancias, no necesariamente sólo
a las drogas ilegales. Por ejemplo, un consejero en adicción puede ayudar a
alguien a dejar de fumar o beber, o puede ayudar a los pacientes con
dependencia de los productos farmacéuticos, incluyendo los productos
farmacéuticos adquiridos legalmente con receta médica.

Algunos consejeros de adicción optan por especializarse en un área particular


de interés, mientras que otros cubren una gama larga de adicciones. En todos
los casos, los consejeros de adicción se reúnen con los pacientes en entornos
privados y de grupo para proporcionar terapia, hablar de temas actuales y
desarrollar planes de tratamiento. Los consejeros de dependencias también
pueden trabajar con miembros de la familia y facilitar la comunicación familiar,
además de crear programas de rehabilitación ayudar a las personas a lidiar con
la adicción.

Cada consejero de adicción tiene un enfoque único para el tratamiento, que por
lo general se adapta a las necesidades del paciente. Muchos consejeros creen
que la adicción no se puede curar, sólo manejar, y el tratamiento se centra en
aceptar esto y proporcionar a los pacientes las herramientas para manejar la
adicción. Los consejeros pueden proporcionar referencias a otros proveedores
de atención médica que pueden ayudar a una persona adicta con otros temas
de salud, y también pueden trabajar como parte de un equipo de atención al
paciente.

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La consejería sobre adicciones puede ser muy exigente. La transferencia puede
ser un problema para muchos profesionales de la salud, y en el caso de la
consejería de dependencias, un paciente puede convertir la dependencia de una
sustancia o actividad en una dependencia de un consejero. Mientras que los
consejeros de adicción tienen que ser capaces de ayudar a sus pacientes,
también deben mantener la distancia profesional.

Este tipo de trabajo requiere empatía, paciencia, y un alto compromiso con la


confidencialidad. Los consejeros en adicción deben establecer relaciones de
confianza con sus clientes, y adherir a altos estándares éticos. Muchos
pertenecen a organizaciones profesionales que ofrecen la certificación de
consejeros en adicción, junto con oportunidades de educación continua que les
mantienen informados sobre los desarrollos en el campo y temas de interés.

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CAPITULO I
CONSEJERIA

La Consejería psicológica es una actividad ejercida por psicólogos, quienes


ayudan a otros a mejorar su bienestar, aliviar sus preocupaciones, resolver sus
crisis e incrementar sus habilidades para resolver problemas y tomar decisiones.
La Consejería psicológica posibilita y facilita el crecimiento psicológico y el
desarrollo, ayudando al mejor uso de sus habilidades y recursos, existentes y
orientándolas a desarrollar nuevas formas de ayudarse a sí mismos.

¿QUÉ ES LA CONSEJERIA EN ADICCIONES?

Un consejero en adicción es un profesional de salud mental que se especializa


en ayudar a los pacientes con adicciones. Estos consejeros pueden trabajar en
el sector privado, como parte de las clínicas de tratamiento de adicciones, en las
terapias de grupo, y en los hospitales, para ayudar a los pacientes con una
amplia gama de cuestiones. Para ser consejero en adicción, alguien debe
generalmente completar un programa de formación que incluye la familiarización
con la dependencia química, la psicología, las cuestiones legales, y varios
tratamientos disponibles para las personas que luchan con las adicciones.

La consejería profesional es la aplicación de principios psicológicos, de


desarrollo humano y de salud mental a través de intervenciones cognitivas,
afectivas, conductuales, o sistémicas con el propósito de promover bienestar,
crecimiento personal, desarrollo profesional y de tratar trastornos mentales."

Un proceso exitoso de consejería profesional se logra a través de una


colaboración entre el consejero y el cliente. El consejero puede ayudarle a

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identificar metas y buscar alternativas a problemas que pueden estar causándole
confusión emocional. También puede ayudarle a mejorar la comunicación,
fortalecer su autoestima, y promover una salud mental óptima.

LAS ADICCIONES

Las adicciones son un trastorno físico, psicológico y emocional, que origina una
dependencia o necesidad hacia una sustancia o hacia una actividad concreta.
La persona que padece una adicción busca persistentemente el alivio o
recompensa mediante el consumo de sustancias o mediante la práctica de
determinadas actividades (uso excesivo de nuevas tecnologías, juego
patológico…). Por lo general, estas patologías se desarrollan de forma
progresiva y suelen tener consecuencias graves para la vida de la persona en
general, así como para su salud en particular.

Para entender mejor las adicciones, es conveniente conceptualizar algunos


términos relacionados:

Abstinencia: reacción física y/o psicológica que tiene el organismo ante la falta
de la sustancia o de la actividad deseada. Ésta es una de las razones que
mantienen el problema, ya que personas adictas mostrarán conductas de
búsqueda incesante de la sustancia o actividad adictiva.

Tolerancia: necesidad de consumir cantidades cada vez más elevadas de la


sustancia adictiva (cocaína, heroína…), o poner en práctica con mayor
frecuencia determinadas actividades (relaciones sexuales, deporte…). Cada vez
se requiere mayor “dosis” para conseguir el mismo efecto de alivio o recompensa
sobre el organismo.

Dependencia: pauta de comportamiento en la que se prioriza el consumo de


ciertas sustancias, o la puesta en marcha de determinadas conductas, sobre
otras sustancias u otras pautas de comportamiento que antes eran importantes
y relevantes para la persona.

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Abuso: consumo excesivo, ya sea por frecuencia, cantidad o la propia condición
de la persona, que produce consecuencias negativas sobre el individuo o su
entorno.

Uso: hablamos de “uso”, en distinción del “abuso”, cuando no se detectan


consecuencias inmediatas sobre el consumidor o su entorno, debido a la menor
frecuencia o cantidad de consumo, o la propia condición física, psicológica y
social de la persona.

Predisposición: en algunos casos la persona es vulnerable a la adicción, y es


por ello que, ante situaciones difíciles o conflictos de diversa índole, muestra
tendencia hacia un comportamiento adictivo compulsivo.

CARACTERISTICAS DE UNA CONDUCTA ADICTIVA

A pesar de que hay criterios específicos para distintos trastornos, como la


dependencia de sustancias psicoactivas o el juego patológico, cuando hablamos
de adicción partimos siempre de los criterios de dependencia de sustancias
psicoactivas, dado que además en las adicciones, sean con o sin sustancia, se
dan los fenómenos de tolerancia, síndrome de abstinencia, etc. Para el DSM-IV-
TR (American Psychiatric Association, 2000) la dependencia de una sustancia
se caracteriza por un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que
conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo, expresado por tres o
más de los síntomas, como indicamos en la Tabla 1.1, y durante un período
continuado de 12 meses. El DSM-IV-TR también considera el abuso de
sustancias, el cual define como un patrón desadaptativo de consumo de
sustancias que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos,
expresado por uno (o más) de los síntomas que indicamos en la Tabla 1.2.
Nótese que el juego patológico está incluido en el DSM-IV-TR en el apartado de
trastorno de control de los impulsos no clasificados en otros apartados (ver Tabla
1.4). En lo anterior, cuando hablamos de las adicciones comportamentales, con
sustituir “sustancia” por “conducta” tendremos un cuadro bastante claro de qué
es una conducta adictiva, aunque sí es cierto que hay variaciones de unas a
otras.

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LAS ADICCIONES COMPORTAMENTALES

Como ya indicamos, una adicción consiste en una pérdida de control de la


persona ante cierto tipo de conductas que tienen como características producir
dependencia, síndrome de abstinencia, tolerancia, vivir para y en función de esa
conducta, etc. Aunque se han propuesto distintos tipos de adicciones, hoy
podemos diferenciarlas en dos grandes grupos: aquellas producidas por
sustancias químicas y aquellas producidas por conductas. Serían las adicciones
químicas y las adicciones comportamentales. Entre las primeras tenemos la
adicción al alcohol, a la nicotina y a las drogas ilegales (heroína, cocaína,
marihuana, drogas de diseño, etc.). Entre las comportamentales, el juego
patológico, el comer compulsivo, el sexo compulsivo, el trabajo compulsivo, las
compras compulsivas, etc., junto a la adicción a las nuevas tecnologías (Becoña,
2006a). Entendemos por adicciones solo aquellas que en el sentido clínico
cumplen los criterios más atrás comentados y que motivan al sujeto a buscar
tratamiento por la incapacidad que ello les produce en su vida cotidiana, como
puede ejemplificarse para la adicción al juego, al sexo y al amor romántico, al
trabajo, a las compras, a la televisión, a los videojuegos, al ordenador, a internet,
a los teléfonos móviles, a la religión y sectas, etc. De estas últimas la que más
atención está recibiendo, y que no está recogida en el DMS-IV-TR ni en el CIE-
10, es la adicción a Internet (Fitzpatrick, 2008).

CAPITULO II

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CAPITULO III

TERAPIA DE CONSEJERIA EN LAS ADICCIONES

A. CONSEJERIA INDIVIDUAL

 Establecer una relación de ayuda con la persona en tratamiento,


caracterizada por la cordialidad, respeto, claridad y empatía. Vínculo
terapéutico.
 Facilitar el compromiso del usuario/a con el tratamiento y el proceso de
recuperación. (Motivar al cambio)
 Trabajar con la persona en tratamiento para establecer metas realistas y
alcanzables consistentes con el logro y el mantenimiento de la
recuperación.
 Promover el conocimiento, las destrezas y actitudes de la persona en
tratamiento, que contribuyen a un cambio positivo en los comportamientos
relacionados con el consumo de sustancias.
 Estimular y reforzar las acciones de la persona en tratamiento que facilitan
el alcanzar las metas del tratamiento.
 Trabajar adecuadamente con el persona en tratamiento para reconocer y
desalentar los comportamientos inconsistentes con el progreso hacia las
metas del tratamiento.
 Facilitar el desarrollo de las destrezas básicas de habilidades para la vida
vida asociadas a la recuperación.

B. CONSEJERIA DE GRUPO

 Describir, seleccionar y utilizar apropiadamente estrategias de modelos


culturalmente aceptados y adecuados para la consejería grupal con
persona en tratamientos con problemas derivados del consumo de
sustancias psicoactivas.
 Llevar a cabo los pasos necesarios para formar un grupo, que incluya,
pero que no se limite a: determinar el tipo de grupo, propósito, tamaño y
liderazgo; reclutar y seleccionar los miembros; establecer metas del

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grupo y aclarar normas y reglas básicas de comportamiento para la
participación; identificar resultados; y determinar criterios y métodos para
la terminación o graduación del grupo.
 Facilitar la entrada de los nuevos miembros y la transición de los
miembros existentes.

DIMENSIONES EN LA PRACTICA DE CONSEJERIA EN ADICCIONES

Evaluación Clínica

 Cernimiento
 Evaluación

Planificación del Tratamiento

Referidos

Coordinación de Servicios

 Implementación del Plan de Tratamiento


 Consultoría
 Proceso Continuo de Evaluación y Plan de Tratamiento
 Planificación

Consejería

Un proceso colaborativo que facilita el progreso del cliente hacia las metas
y objetivos del tratamiento determinados por ambas partes. La consejería
incluye métodos que son sensitivos a las características individuales del
cliente y la influencia de otras personas significativas, así como el contexto
social y cultural del cliente. La competencia en consejería se construye
basándose en un entendimiento, apreciación, y habilidad del uso
apropiado de las contribuciones de varios modelos de consejería según
apliquen a las modalidades del cuidado para individuos, grupos, familias,
parejas y otras personas significativas.

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 Consejería Individual

1. Establecer una relación de ayuda con el cliente, caracterizada por la


cordialidad, respeto, claridad, empatía y que sea genuino el calor
humano.
2. Facilitar el compromiso del cliente con el tratamiento y el proceso de
recuperación.
3. Trabajar con el cliente para establecer metas realistas y alcanzables
consistentes con el logro y el mantenimiento de la recuperación.
4. Promover el conocimiento, las destrezas y actitudes del cliente, que
contribuyen a un cambio positivo en los comportamientos relacionados
con uso de sustancias.
5. Estimular y reforzar las acciones del cliente que son de beneficio para
alcanzar las metas del tratamiento.
6. Trabajar adecuadamente con el cliente para reconocer y desalentar
todos los comportamientos inconsistentes con el progreso hacia las
metas del tratamiento.
7. Reconocer cómo, cuándo, y por qué involucrar a las personas
significativas para enriquecer o apoyar el plan de tratamiento.
8. Facilitar el desarrollo de las destrezas básicas de vida asociadas con
la recuperación.
9. Adaptar las estrategias de consejería a las características individuales
del cliente, incluyendo, pero sin limitarse a, impedimentos, género,
orientación sexual, nivel de desarrollo, cultura, descendencia étnica,
edad y estado de salud.
10. Dar respuestas terapéuticas constructivas cuando el comportamiento
del cliente es inconsistente con las metas de recuperación
establecidas.
11. Aplicar destrezas para el manejo de crisis.
12. Facilitar que el cliente identifique seleccione y practique estrategias
que ayuden a reforzar el conocimiento, las destrezas y las actitudes
necesarias para mantener el progreso del tratamiento y prevenir la
recaída.

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 Consejería Grupal

1. Describir, seleccionar y utilizar apropiadamente estrategias de modelos


culturalmente aceptados y adecuados para la consejería grupal con
clientes con trastornos por abuso de sustancias psicoactivas.
2. Llevar a cabo los pasos necesarios para formar un grupo, que incluya,
pero que no se limite a: determinar el tipo de grupo, propósito, tamaño
y liderazgo; reclutar y seleccionar los miembros; establecer metas del
grupo y aclarar normas y reglas básicas de comportamiento para la
participación; identificar resultados; y determinar criterios y métodos
para la terminación o graduación del grupo.
3. Facilitar la entrada de los nuevos miembros y la transición de los
miembros existentes.
4. Facilitar el crecimiento del grupo dentro de las reglas básicas
establecidas y el movimiento hacia las metas grupales e individuales al
usar métodos consistentes con el tipo de grupo.
5. Entender los conceptos de proceso y contenido, y cambiar el enfoque
del grupo cuando sea necesario para facilitar el movimiento del grupo
hacia las metas establecidas.
6. Describir y resumir el comportamiento del cliente dentro del grupo con
el propósito de documentar su progreso e identificar las necesidades y
aspectos que podrían requerir una modificación en el plan de
tratamiento.

 Tratamiento Conductual

Los tratamientos conductuales ayudan a que los pacientes se


comprometan con el proceso de tratamiento, modifiquen sus actitudes y
comportamientos relacionados con el abuso de las drogas y aumenten
sus destrezas para llevar una vida más saludable. Estos tratamientos
también pueden mejorar la eficacia de los medicamentos y ayudar a que
las personas continúen en tratamiento por más tiempo.

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ENFOQUES CONDUCTUALES EN EL TRATAMIENTO DEL ABUSO Y LA
ADICCIÓN.

1. Los programas de tratamientos conductuales ambulatorios

Abarcan una gran variedad de programas para los pacientes que visitan las
clínicas a intervalos regulares. La mayoría de los programas incluyen
consejería individual o en grupo para el abuso de las drogas. Algunos
programas también ofrecen otras formas de tratamientos conductuales como:

a) Terapia cognitiva-conductual, que ayuda a los pacientes a reconocer,


evitar y enfrentar aquellas situaciones en las que hay más probabilidad de
que abusen de las drogas.
b) Terapia familiar multidimensional, que fue desarrollada para
adolescentes con problemas de abuso de las drogas y para mejorar el
funcionamiento de la familia en general, trata los diversos factores que
influyen sobre los patrones de abuso de las drogas.
c) Entrevistas de motivación, que aprovechan de la disposición favorable
de las personas para cambiar su comportamiento e ingresar a tratamiento.
d) Incentivos para realzar la motivación (manejo de contingencias), que
usan el refuerzo positivo para fomentar la abstinencia de las drogas.

2. Los programas de tratamientos residenciales

También pueden ser muy eficaces, especialmente para las personas que tienen
problemas más graves

Por ejemplo, las comunidades terapéuticas son programas sumamente


estructurados en los que los pacientes permanecen en una residencia,
generalmente por un periodo de 6 a 12 meses. Las comunidades terapéuticas
se diferencian de otros enfoques de tratamiento principalmente porque usan a la
comunidad (el personal tratante y las personas en recuperación) como factores
clave de cambio para influir en las actitudes, percepciones y comportamientos
asociados con el consumo de drogas de los pacientes. Entre los pacientes en

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las comunidades terapéuticas se pueden encontrar aquellos con historias
relativamente largas de drogadicción o que han estado involucrados en
actividades criminales serias y aquellos con un funcionamiento social
sumamente deteriorado. Ahora también se están diseñando las comunidades
terapéuticas para acomodar las necesidades de mujeres embarazadas o con
niños. El enfoque de la comunidad terapéutica es la reinserción social del
paciente a un estilo de vida libre de drogas y de crímenes.

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CAPITULO IV

CONCLUSIÓN

En la actualidad estos trastornos son muy frecuentes debido a la forma de vida


que tenemos las personas y el constante bombardeo de publicidad
mostrándonos un ideal que no existe, además de una sociedad cada vez más
superficial, que poco le importa lo que piensa y siente el prójimo y le importa más
lo que ve y aparenta ser.

Nadie está exento de sufrir un trastorno alimenticio, más sin embargo es más
común en ciertas etapas (edades de las personas), debido a que en ciertos
momentos de la vida atravesamos por cambios tanto físicos como psicológicos
y esto nos vuelve vulnerables a sufrir ciertos trastornos o a cometer errores en
la vida, la etapa más común para sufrir estos trastornos es en la adolescencia,
porque en esa etapa se atraviesa por un tiempo de cambios muy muy intenso y
nos comienza a importar demasiado lo que los demás piensen y vean de
nosotros y queremos ser aceptados por las personas que nos rodean, así que si
se toma el camino equivocado pensando que por nuestra apariencia física
agradaremos a los demás, desde ahí estamos mal.

La mejor forma de prevenir estos trastornos es que desde pequeños a los niños
se les enseñe a llevar una buena alimentación, a no juzgar a los demás por la
manera en la que se ven, que, si bien todos somos diferentes físicamente, todos
tenemos los mismos derechos porque somos personas, somos humanos, y
debemos respetarnos entre todos para que así podamos vivir en paz.

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Estos trastornos una vez que se han desarrollado son muy complejos de
tratarlos, debido a que no tienen una sola causa, sino que son un conjunto de
factores que llevan a él, es por ello que es mejor prevenirlos que tratarlos, no es
bueno el obsesionarse con una alimentación rígida y estricta ni por la forma en
la que nos vemos físicamente, todos somos únicos y no existe la perfección, ni
siquiera la misma palabra es perfecta, no debemos tratar de imitar un ideal de
belleza para que los demás nos acepten, no debemos ser juzgados por nuestra
apariencia en ningún sentido

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CAPITULO V

BIBLIOGRAFÍA

Branden, N. (1995). Cómo mejorar su autoestima. Barcelona: Paidós.

Calvo, R. (2002). Anorexia y bulimia. Guía para padres, educadores y terapeutas.


Barcelona:

Planeta.

Noriega, T (2009). Tratamientos psicológicos para bulmia nerviosa y atracones.


Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas

Cervera, M. (1996). Riesgo y prevención de la anorexia y de la bulimia.


Barcelona: Martinez Roca.

McKay, M. y Fanning, P. (1991). Autoestima. Evolución y mejora. Barcelona:


Martínez Roca.

Miller, W.R. y Rollnick, S. (1999). La entrevista motivacional: Preparar para el


cambio de

conductas adictivas. Barcelona: Paidós.

Rodríguez Cantó F. (1997). Psicoterapia de grupo en trastorno de alimentación.


Madrid: Jornadas de AETCA.

Turón, V.J. (1997). Trastornos de la alimentación. Anorexia nerviosa, bulimia y


obesidad.

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