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COLEGIO DE BACHILLERES DEL ESTADO DE VERACRUZ

“COBAEV 05”

TRABAJO:
LOS TRES GENEROS LITERARIOS

MATERIA:
LITERATURA I

TITULAR:
MAESTRO RAUL ARRIETA OCHOA

INTEGRANTES:

GRUPO: 309

PERIODO:
2019 – B

FECHA DE ENTREGA:
09-09-19
INTRODUCCION

En este proyecto se hablarán de los textos literarios que son 3 y son llamados
Narrativos, líricos y Dramáticos. En estos se desarrollan cuentos, poemas y obras
de teatro y sucesos de literatura, cuales son, ejemplos, como se manejan y así cada
uno de ellos.
CONTENIDO
CUENTO

El flautista de Hamelín

Hace muchos, pero muchos años, el tranquilo pueblo de Hamelín se llenó de ratas. Había
ratas por todos lados: en los graneros, en las cocinas, en las tiendas, en las calles, en las
plazas… y no había modo de librarse de ellas.
Los habitantes de Hamelín estaban tan desesperados, que el alcalde decidió ofrecer una
recompensa de mil monedas de oro para quien lograra liberar a la ciudad de tan terrible
plaga. Al poco tiempo llegó al pueblo un extraño forastero: era alto y delgado, andaba por
ahí envuelto en una capa y tenía una flauta. Se presentó ante las autoridades y dijo:
–Yo puedo liberar a vuestra ciudad de todas las ratas.
El alcalde no le creyó, pero pensó que de cualquier modo valía la pena intentarlo.
–Si lo logras, la recompensa será tuya– le dijo.
Una flauta mágica
Entonces el forastero se dirigió a la plaza principal del pueblo y comenzó a tocar la flauta.
–Es solo un pobre loco- decía la gente riendo de él.
–Dice que nos va a liberar de las ratas y lo único que hace es ponerse a tocar la
flauta- seguían diciendo.
Pero de repente sucedió algo increíble: como atraídas por la música, las ratas comenzaron
a reunirse alrededor del flautista, llegando desde cada rincón de la ciudad. Entonces el
flautista comenzó a caminar y las ratas lo siguieron, como si una fuerza irresistible las
arrastrase fuera del pueblo.
El flautista llegó hasta el río y lo atravesó andando. Las ratas lo siguieron, pero la corriente
las arrastró río abajo. En el pueblo de Hamelín no quedó ni una sola rata. Pero cuando al
flautista fue a pedir su recompensa, el alcalde le dio solo 10 monedas.
-Esto es más que suficiente por haber tocado un rato la flauta- le dijo.
El flautista, muy enfadado, amenazó con vengarse si no recibía la recompensa prometida,
pero el alcalde y las demás autoridades del pueblo se rieron de él.
–¡Os vais a arrepentir de no haber mantenido vuestra promesa y haberos burlado de mí!- les
gritó el flautista mientras se alejaba.
La venganza del flautista
El forastero comenzó a dar vueltas por las calles de la ciudad tocando la flauta, y cada vez
que pasaba junto a un grupo de niños, éstos dejaban todo lo que estaban haciendo y lo
seguían en silencio, sin quitarle los ojos de encima. En poco tiempo, todos los niños de
Hamelín caminaban detrás del flautista y él, sin dejar de tocar la flauta, se dirigió fuera de
la ciudad.
en Hamelín vivía un niño muy pequeño que caminaba con muletas. También él se sintió
atraído irresistiblemente por la melodía del flautista, pero como caminaba más despacio
que los demás, se quedó atrás. Cuando salió del pueblo, el flautista con todos los niños
detrás se dirigió hacia unas colinas que no estaban demasiado lejos. El pequeño corría lo
más rápido que podía ayudándose con su muleta, pero al final quedó tan atrás que ya no
pudo oír el sonido de la flauta. Entonces se apoyó contra un árbol para descansar un poco.
Los demás siguieron camino y llegaron hasta una colina. Allí sucedió algo increíble: la roca
se abrió mágicamente y el flautista, junto con todos los niños, entró en la apertura, que se
cerró inmediatamente cuando el último niño entró.
Un pueblo desesperado
El pequeñín que había quedado atrás lo vió todo, volvió corriendo al pueblo lo más rápido
que pudo y contó a los adultos lo que había sucedido. ¡Os podéis imaginar el dolor y la
angustia de los habitantes de Hamelín cuando supieron que sus niños estaban encerrados
en una colina!
-Muéstranos dónde están nuestros hijos, ¡tenemos que salvarlos!
Una gran muchedumbre se reunió en la colina, buscando la manera de entrar, llamando a
los niños y suplicando al flautista que los devolviera a cualquier precio. Pero todo fue inútil,
y al final la gente, llorando desconsoladamente, volvió a la ciudad.
El pequeño héroe
Pero el niño con las muletas no volvió con los demás; estaba muy cansado, y se detuvo
cerca de la colina para recobrar fuerzas, sin poder quitar los ojos del lugar en el que la roca
se había abierto y sus amigos habían desaparecido.
De repente, vio un objeto entre la hierba; se acercó y reconoció la flauta del forastero. Sin
pensarlo dos veces, se puso a tocarla… ¡qué sorpresa se llevó cuando vio cómo la roca se
abría de nuevo y de la grieta salían corriendo todos los niños!
Al darse cuenta que el pequeñín los había salvado, los niños lo cargaron sobre los hombros
y volvieron cantando felices al pueblo, donde los recibieron sus padres y familiares con los
ojos llenos de lágrimas de felicidad.
–¡Eres un héroe! ¡Nos has salvado!
Para celebrar el regreso de los niños se organizó una gran fiesta, y todos felicitaron y
agradecieron al niño con las muletas por su valentía. Hasta ese momento, muchos niños lo
habían dejado de lado en sus juegos y se habían burlado de él porque era pobre y cojo…
pero ahora todos querían ser sus amigos. El alcalde, que había comprendido las terribles
consecuencias que su comportamiento avaro había provocado, decidió premiar al pequeño
valiente. Gracias a la generosa recompensa, él y su familia pudieron vivir de allí en adelante
sin pasar penurias.
–Nunca más seré avaro- dijo el alcalde- ¡y mantendré siempre mis promesas!
Del misterioso flautista nunca más se supo nada, y su flauta mágica fue quemada en la
plaza para que nadie más pudiera usarla para hacer el mal.
La moraleja de «El flautista de Hamelín»
La moraleja de este cuento de los hermanos Grimm es bastante clara, ¿no os parece? La
avaricia y el egoísmo solo traen terribles consecuencias, y las promesas siempre se
mantienen: solo de este modo logramos el amor y el respeto de los demás. Además
podemos rescatar una segunda lección en la historia del pequeño con las muletas: todos
somos únicos y especiales, nunca juzgues a alguien sin conocerle porque seguro que te
equivocas.

FABULAS

FABULA1.-
Los tres ciegos y el elefante
Adaptación de una antigua fábula de la India
Había una vez tres ancianos que se conocían desde la infancia y disfrutaban pasando
buenos ratos juntos. Tenían en común que eran hombres cultos e inteligentes, pero también
que los tres eran ciegos de nacimiento. Afortunadamente, a pesar de no poder ver, en su
día a día se desenvolvían muy bien, pues todavía estaban en buena forma física, sus
mentes funcionaban a pleno rendimiento, podían oler, tocar, escuchar, saborear…
Un precioso día de verano se reunieron en su lugar favorito junto al río, se sentaron sobre
la hierba, y empezaron a conversar sobre temas científicos. En medio del interesantísimo
coloquio se sobresaltaron al escuchar el sonido de varias pisadas.
El anciano que tenía la barba blanca se giró, y algo inquieto preguntó en voz alta:
– ¡¿Quién anda ahí?!
Por suerte no era ni un espía ni un asaltante de caminos, sino un viajero que llevaba a su
lado un enorme elefante con una correa al cuello, como si de un perrillo se tratara.
– Me llamo Kiran, caballeros. Perdonen si les he asustado. Mi elefante y yo venimos a
beber agua fresca y ya nos vamos, que para nada queremos interrumpir su agradable
charla.
Los tres pusieron una cara bastante rara, mezcla de sorpresa y emoción. El segundo
anciano, que tenía barba negra, quiso asegurarse de lo que Kiran había dicho.
– ¿He oído bien?… Ha dicho usted… ¿elefante?… ¿Un elefante de verdad?
El desconocido reparó en los bastones tirados en la hierba y se fijó en la mirada perdida de
los tres viejecitos. Fue cuando se dio cuenta de que eran invidentes.
– Sí señor, voy con mi elefante. Es un animal muy grande, pero no se preocupen, no les
hará ningún daño.
El tercer anciano se atusó la barba pelirroja y le confesó:
– Hemos oído hablar de la existencia de esos animales, pero a este pueblo nunca ha venido
ninguno y no sabemos cómo son. ¿Podríamos tocar el suyo para hacernos una idea del
aspecto que tienen?
Kiran se mostró encantado.
– ¡Claro, faltaría más! Es un ser muy pacífico y bonachón. ¡Vengan a acariciarlo, no tengan
miedo!
Los tres amigos se levantaron, dieron unos pasos y extendieron la mano derecha. El
anciano de barba blanca se topó con una de las patas delanteras y durante un rato la palpó
de arriba abajo.
– ¡Ahora ya sé cómo es un elefante! Es como la columna de un templo, o mejor dicho, es
como un el tronco de un árbol: cilíndrico, grande y muy rugoso.
Mientras, la mano del anciano de barba negra había ido a parar a una de las gigantescas
orejas. El animal sintió unas cosquillitas y la sacudió ligeramente hacia delante y hacia atrás.
– ¡Qué dices, querido amigo, un elefante nada tiene que ver con una columna! Mi conclusión
es que parece un enorme abanico por dos razones muy obvias: primero, por su forma plana,
y segundo, porque al moverse produce un airecillo de lo más agradable. ¿Es que vosotros
no lo notáis?
En ese momento, el anciano de barba pelirroja rozó con la punta de los dedos algo blando
que colgaba de algún lugar mucho más alto que él. Era la trompa del cuadrúpedo, pero
claro, él no lo sabía.
– ¡Pero qué me estáis contando! Por lo que puedo comprobar un elefante es como una
cuerda. Claramente, se trata de un espécimen alargado, flexible y blandito, como una
anguila o una serpiente. Sin duda una forma extraña para un mamífero, pero en fin… ¡Por
todos es sabido que la naturaleza es sorprendente!
El dueño del elefante observaba la escena en silencio y no pudo evitar pensar:
– ‘¡Qué situación tan curiosa!… Los tres ancianos han acariciado al mismo elefante, pero
al hacerlo en partes diferentes de su cuerpo, cada uno de ellos se ha hecho una idea
totalmente distinta de cómo es en realidad. Para el anciano de barba blanca, un elefante es
como una columna, para el anciano de barba negra, tiene forma de abanico, y para el
anciano de barba pelirroja, es igual a una serpiente. Ciertamente, todos tienen parte de
razón, pero ninguno la verdad completa.’
Tras esta reflexión decidió que antes de que le preguntaran a él, lo mejor era irse cuanto
antes.
– Señores, me están esperando en el pueblo y temo que se me haga tarde. Espero que les
haya resultado interesante la experiencia de tocar un elefante. Que pasen ustedes un buen
día. ¡Adiós!
Acompañado de su voluminosa ‘mascota’ Kiran se alejó dejando a los tres amigos inmersos
en una ardiente discusión sobre quién tenía la razón. Una conversación que, por cierto,
duró horas y no sirvió de nada: los ancianos fueron incapaces de ponerse de acuerdo sobre
la verdadera forma que tienen los elefantes.
Moraleja: Las personas opinamos en función de nuestra experiencia personal y por eso
siempre creemos que tenemos la razón. Si analizas esta fábula verás que los demás,
pensando distinto a nosotros y viendo las cosas desde otro punto de vista, también pueden
tenerla. Nunca menosprecies otras creencias, otras formas de ver la vida, pues a menudo,
la verdad absoluta no existe y todo depende del color del cristal con que se mire.

FABULA 2.-

El mercader de sal y el asno

Adaptación de la fábula de Esopo


Érase una vez un mercader que se ganaba la vida comprando sacos de sal a buen precio
para luego venderlos en diferentes pueblos de la comarca. El negocio no le iba mal y solía
ganar un buen dinerito, pero de tanto cargar peso empezó a tener fuertes molestias en la
espalda y en las piernas.
Una mañana se levantó tan dolorido que decidió poner fin a la situación. Después de
asearse y beber un buen vaso de leche, se dirigió al mercado y compró un asno joven y
robusto. Al salir de la tienda acarició su peluda cabeza gris y le habló como si le pudiera
entender.
 Amigo, a partir de hoy yo seré la cabeza pensante y tú quien transporte la
mercancía. Ya tengo setenta años y me duele el cuerpo al mínimo esfuerzo que
hago. ¡Estoy seguro de que repartiéndonos el trabajo las cosas nos van a ir muy
bien y obtendremos mejores ganancias!
Dicho esto, el hombre se acercó al puerto como todos los días y compró varios sacos de
sal que ató al lomo de su nuevo compañero de fatigas.
Juntos abandonaron la ciudad, tomaron la senda que rodeaba el bosque, y se encontraron
con que debían atravesar un río que tenía el fondo empedrado. El asno, torpe por naturaleza
y poco acostumbrado a caminar sobre aguas, pisó mal y resbaló. ¡El pobre no pudo evitar
caerse panza arriba y empaparse hasta el último pelo! Como te puedes imaginar, el líquido
también traspasó la tela de los sacos y la sal que iba en su interior se disolvió, tiñendo de
blanco la corriente.
El mercader se echó las manos a la cabeza y empezó a lamentarse.
 ¡Oh, no, qué mala suerte! ¡He perdido toda la sal que acabo de comprar! ¡¿Qué voy
a hacer ahora?!…
Por el contrario, el asno, al verse liberado de la pesadísima carga, notó que sus músculos
se relajaban y salió del río sintiéndose ligero como una gacela.
 ‘¡Esto es genial! … ¡No soporto el agua fría, pero al menos no tengo que seguir
llevando esos horribles sacos de sal que pesan más que un elefante africano!’
Durante un par de minutos el comerciante calibró la situación y finalmente determinó volver
a la ciudad.
 ¡Vamos, borrico, tenemos que regresar a por más sal! Vivo de esto, y como no haga
una buena venta antes de que anochezca habré perdido el día tontamente.
Dieron la vuelta y anduvieron a paso ligero hasta que llegaron al puerto. Allí, el hombre
repitió la operación: compró varios sacos de sal y los colocó sobre el lomo del pollino
asegurándolos bien con las correas. Sin perder más tiempo, retomaron la ruta.
Solo existía un camino posible, así que no les quedó otra que ir por la misma senda hasta
el mismo punto del río. El asno, cansado de soportar el peso de los millones de granos de
sal, dedujo que se le presentaba una oportunidad de oro. Si el resbalón había funcionado
en una ocasión, ¿por qué no hacerlo de nuevo, esta vez a propósito?…
¡Dicho y hecho! Sacando a relucir su vena artística, fingió que tropezaba con una roca del
fondo y se dejó caer haciendo todo tipo de aspavientos. Respiró aliviado cuando en cuestión
de segundos, la sal volvió a diluirse en el agua.
Una vez que se incorporó y salió del río, buscó la mirada de su amo y puso cara de pena,
como si sintiera profundamente lo sucedido. Todo mentira, por supuesto, porque por dentro
se sentía feliz como una perdiz. El muy necio no contaba con que el mercader no tenía un
pelo de tonto y se había dado cuenta de la jugarreta.
 ‘¡Este borrico se cree que me la ha colado, pero afortunadamente yo soy bastante
más listo que él y voy a darle un escarmiento que no va a olvidar! ¡Será
desagradecido!…’
Sin decir nada tiró de la cuerda y se llevó al burro a la ciudad. A diferencia de las dos veces
anteriores no fue al puesto de sal, sino a un establecimiento donde vendían esponjas. Ni
corto ni perezoso, las compró todas y las metió en los sacos que volvió a amarrar al asno.
Aunque las esponjas no eran tan pesadas como la sal, al borrico no le gustaba nada tener
que cargar con ellas, así que al llegar al río sintió el impulso de volver a hacer trampas.
Convencido de que era capaz de engañar a su dueño cuando le diera la gana, se metió en
el agua y simuló otro fatídico tropiezo. Para su desgracia, las esponjas se llenaron de agua,
su peso se multiplicó por veinte, y el ignorante animal empezó a hundirse sin remedio.
 ¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Ayuda, por favor!
Pensando que era burro muerto, empezó a agitar las cuatro patas desesperadamente de
arriba abajo en un último intento de salir a flote. Fueron momentos realmente angustiosos
pero sorprendentemente, consiguió alcanzar la orilla y salvar el pellejo.
Sentado sobre la hierba comenzó a tiritar y a vomitar agua entre los dientes mientras el
mercader, con los brazos cruzados, le observaba con gesto impasible. Cuando por fin se
tranquilizó y pudo hablar, el asno se quejó amargamente.
 ¡Estos sacos pesan mucho más que los de sal!… ¡He estado a punto de perder la
vida!
El amo estalló en cólera.
 ¡Eso te pasa por traicionarme! Espero que hayas aprendido la lección y a partir de
ahora cumplas con tu deber al igual que yo cumplo con el mío. ¡Llevo toda la vida
trabajando para poder vivir y no quiero vagos a mi lado! ¡¿Te queda claro?!
El burro bajó la cabeza avergonzado, y tuvo que admitir que había jugado sucio.
 ¡Está bien, está bien!… No volverá a suceder, pero por favor, intente que los fardos
sean un poco más ligeros o yo también acabaré con los huesos destrozados en
plena juventud.
El mercader reflexionó y entendió que era una petición bastante justa.
 ¡Así será! Prometo ser un generoso y compasivo a cambio de que tú seas leal y
trabajador ¿Te parece bien?
 ¡Me parece perfecto!
Se hizo el silencio y ambos se dedicaron una sonrisa que selló el acuerdo de mutuo respeto
que mantuvieron el resto de sus días.
Moraleja: En la vida todos tenemos derechos, pero también obligaciones que debemos
cumplir. Es importante actuar con responsabilidad por nuestro propio bien y el de los demás.

FABULA 3.-
El tigre negro y el venado blanco

Adaptación de la fábula popular de Brasil


Hace muchísimos años vivían en la selva del Amazonas un hermoso tigre negro y un
primoroso venado blanco. Ninguno de los dos tenía hogar así que hacían su vida al aire
libre y dormían amparados por el manto de estrellas durante la noche.
Con el paso del tiempo el venado empezó a echar de menos cobijarse bajo techo y decidió
construir una cabaña. Muy ilusionado con el proyecto, eligió un claro del bosque y planificó
bien el trabajo.
– Mi primer objetivo será mordisquear la hierba hasta dejar el terreno bien liso ¡Sin unos
buenos cimientos no hay casa que resista!
Trabajó duramente toda la jornada, y cuando vio que había cumplido su propósito, se tumbó
a dormir sobre un lecho de flores.
No podía imaginar que el tigre negro, también harto de vivir a la intemperie, había tenido
ese día la misma idea ¡y casualmente había escogido el mismo lugar para construir su
hogar!
– ¡Estoy hasta las narices de mojarme cuando llueve y de achicharrarme bajo el sol los
meses de verano! Fabricaré una cabaña pequeña pero muy confortable para mi uso y
disfrute ¡Va a quedar estupenda!
Llegó al claro del bosque al tiempo que salía la luna y se sorprendió al ver que en el terreno
no había hierbajos.
– ¡Uy, qué raro!… Conozco bien este sitio y siempre ha estado cubierto de malas
hierbas… Ha debido ser el dios Tulpa que ha querido ayudarme y lo ha alisado para mí
¡Bueno, así lo tendré más fácil! ¡Me pondré a construir ahora mismo!
Sin perder tiempo se puso manos a la obra; cogió palos y piedras y los colocó sobre la
tierra para montar un suelo firme y resistente. Cuando acabó, se dirigió al rio para darse un
baño refrescante.
Por la mañana, el venado volvió para continuar la tarea y ¡se quedó alucinado!
– ¡Uy! ¡¿Cómo es posible que ya esté colocado el suelo de la cabaña?!… Supongo que el
dios Tulpa lo ha hecho para echarme un cable ¡Es fantástico!
Muy contento, se dedicó a arrastrar troncos para levantar las paredes de las habitaciones.
Trabajó sin descanso y cuando empezó a oscurecer se fue a buscar algo para cenar ¡Quería
acostarse pronto para poder madrugar!
Ya entrada la noche, llegó el tigre negro. Como todos los felinos, veía muy bien en la
oscuridad y para él no suponía un problema trabajar sin luz.
¡Se quedó con la boca abierta cuando vio las paredes perfectamente erguidas sobre el
suelo formando un cuadrado perfecto!
– ¡Pero qué maravilla!… ¡El dios Tulpa ha vuelto a ayudarme y ha construido las paredes
por mí! En cuanto monte el tejado, la daré por terminada.
Colocó grandes ramas de lado a lado sobre las paredes y luego las cubrió con hojas.
– ¡El tejado ya está listo y la cabaña ha quedado perfecta! En fin, creo que me he ganado
un buen descanso… ¡Voy a estrenar mi nueva habitación!
Bostezando, entró en una de las dos estancias y se tumbó cómodamente hasta que le
venció el sueño. Era un animal muy dormilón, así que no se enteró de la llegada del ciervo
al amanecer ni pudo ver su cara de asombro cuando este vio la obra totalmente terminada.
– ¡Oh, dios Tulpa! ¡Pero qué generoso eres! ¡Has colocado el tejado durante la noche!
¡Muchas gracias, me encanta mi nueva cabaña!
Feliz como una perdiz entró en la habitación vacía y también se quedó dormido.
Al mediodía el sol subió a lo más alto del cielo y despertó con sus intensos rayos de luz a
los dos animales; ambos se desperezaron, salieron de su cuarto al mismo tiempo y … ¡se
encontraron frente a frente!
¡El susto que se llevaron fue morrocotudo! Uno y otro se quedaron como congelados,
mirándose con la cara desencajada y los pelos tiesos como escarpias ¡Al fin y al cabo eran
enemigos naturales y estaban bajo el mismo techo!
Ninguno atacó al otro; simplemente permanecieron un largo rato observándose hasta que
cayeron en la cuenta de lo que había sucedido ¡Sin saberlo habían hecho la cabaña entre
los dos!
El venado, intentando mantener la tranquilidad, dijo al tigre negro:
– Veo que estás tan sorprendido como yo, pero ya que tenemos el mismo derecho sobre
este hogar ¿qué te parece si lo compartimos?
– ¡Me parece justo y muy práctico! Si quieres cada día uno de nosotros saldrá a cazar para
traer comida a casa ¿Te parece bien?
– ¡Me parece una idea fantástica! Mientras tanto, el otro puede ocuparse de hacer las
faenas diarias como limpiar el polvo y barrer.
Chocaron sus patas para sellar el acuerdo y empezaron a convivir entusiasmados y llenos
de buenas intenciones.
Lo primero que había que hacer era conseguir comida y por sorteo le tocó salir a cazar al
tigre. Regresó una hora después con una presa que al venado no le hizo nada de gracia
porque era un ciervo… ¡un ciervo blanco como él!
– ¡Qué situación más desagradable, amigo tigre! Este animal es de mi misma especie y
como comprenderás, no pienso probarlo.
Se fue a su habitación disgustado y no pudo pegar ojo.
– “¡Ay, qué intranquilo me siento! El tigre negro ha cazado un venado como yo… ¡Es terrible!
¿Y si un día le da por atacarme a mí?”
El pobre no consiguió conciliar el sueño en toda la noche pero se levantó al alba porque le
tocaba a él salir a buscar alimento.
Paseó un rato por los alrededores y se encontró con unos amigos que le ayudaron a montar
una trampa para atrapar un tigre. Cuando llegó a casa con el trofeo, su compañero se
quedó sin habla y por supuesto se negó a hincarle el diente.
– ¿Pretendes que yo, que soy un tigre, me coma a otro tigre? ¡Ni en broma, soy incapaz!
Según dijo esto se fue a su cuarto con un nerviosismo que no podía controlar.
– “Este venado parece frágil pero ha sido capaz de cazar un tigre de mi tamaño ¿Y si se
lanza sobre mí mientras duermo? No debo confiarme que las apariencias engañan y yo de
tonto no tengo nada.”
El silencio y la oscuridad se apoderaron del bosque. Todos los animales dormían
plácidamente menos el venado y el tigre que se pasaron la noche en vela y en estado de
alerta porque ninguno se fiaba del otro.
Cuando nadie lo esperaba, en torno a las cinco de la madrugada, se oyó un ruido
ensordecedor:
¡BOOOOOOOM!
Los dos estaban tan asustados y en tensión que al escuchar el estruendo salieron huyendo
en direcciones opuestas, sin pararse a comprobar de dónde provenía el sonido. Tanto uno
como otro pusieron pies en polvorosa pensando que su amigo quería atacarlo.
El hermoso tigre negro y el primoroso venado blanco nunca más volvieron a encontrarse
porque los dos se aseguraron de irse bien lejos de su posible enemigo.
El tigre trató de rehacer su vida en la zona norte, pero siempre se sentía más triste de lo
normal porque echaba de menos al ciervo.
– ¡Qué pena acabar así! Lo cierto es que nos llevábamos muy bien y yo jamás le habría
hecho daño pero claro… ¡no puedo decir lo mismo de él!
Por su parte, en la otra punta del bosque, en la zona sur, el venado se lamentaba sin cesar:
– ¡Qué simpático era el tigre negro! Formábamos un gran equipo y podríamos haber sido
grandes amigos… Nunca le habría lastimado pero a lo mejor él a mí sí y más vale prevenir.
Y así fue cómo cada uno tuvo que volver a buscar un claro en el bosque para hacerse una
nueva cabaña, eso sí, esta vez de una sola habitación.

Moraleja: Si el tigre y el venado hubieran hablado en vez de desconfiar el uno del otro,
habrían descubierto que ninguno de los dos tenía nada que temer porque ambos eran de
fiar y se apreciaban mutuamente.
Este cuento nos enseña que nuestra mejor arma es la palabra. Decir lo que sentimos o lo
que nos preocupa a nuestros amigos es lo mejor para vivir tranquilos y en confianza.
FABULA 4.-
¿Quién es el más hermoso?

Adaptación de una antigua fábula de China


Hace cientos de años vivía en China un caballero llamado Zou Ji. Este hombre sabía que
era muy guapo y se pasaba el día contemplándose en el espejo para disfrutar de su propia
belleza.
– ¡Ay, qué suerte tengo! Tengo un rostro delicado, un cuerpo esbelto y una gracia natural
que llama la atención ¡La naturaleza ha sido muy generosa conmigo!
Su estilo y elegancia eran famosos en todo el reino, pero corrían rumores de que había otro
hombre que podía competir con él en hermosura: un tal señor Xu, que vivía en otra ciudad
al norte del país.
Una mañana una de las sirvientas llamó a la habitación de Zou Ji.
– Señor, le recuerdo dentro de una hora tiene una cita en su despacho con un importante
hombre de negocios.
– ¡Es cierto! Me arreglo y bajo a recibirlo.
Zou Ji se aseó, se vistió con sus mejores ropas, y como siempre, se encontró guapísimo.
Mientras se repasaba de arriba abajo frente al espejo, preguntó a su mujer:
– Querida esposa, yo no conozco a ese señor Xu del que tanto hablan pero tú sí.
Dime ¿quién es más hermoso de los dos?
Su esposa le contestó inmediatamente:
– Tú, querido, por supuesto ¡El señor Xu es guapo pero ni en broma se acerca a tu belleza!
A Zou Ji le agradó mucho la respuesta, pero no se quedó conforme y decidió pedir una
segunda opinión. Salió de su alcoba, bajó la escalinata de mármol que llevaba al
despacho y se cruzó con el ama de llaves, una mujer de confianza que llevaba más de
veinte años trabajando en el hogar familiar.
El ama le deseó los buenos días con un movimiento de cabeza, sin detenerse.
– ¡Buenos días, señor!
– ¡Un momento, espera! Quiero hacerte una pregunta y por favor sé sincera conmigo.
– Usted dirá.
– Sé que tú también conoces al famoso señor Xu y necesito que me digas si él es más
hermoso que yo.
La respuesta fue rotunda:
– Señor, no tenga dudas de ningún tipo ¡Usted es muchísimo más bello y atractivo que él!
Zou Ji agradeció el cumplido pero la duda siguió rondando por su cabeza mientras se dirigía
a su despacho personal.
Al poco rato llamaron a la puerta. De nuevo, era la sirvienta.
– Señor, su invitado acaba de llegar.
– ¡Gracias, dígale que pase!
Zou Ji recibió al hombre de negocios con sonrisa afable y le invitó a sentarse en un cómodo
sillón.
– Si no le importa, antes de meternos en temas profesionales quiero hacerle una pregunta
muy personal.
– ¡Claro que no me importa! ¿Qué quiere saber?
– Sé que usted vive al norte del país como el señor Xu y que son amigos de la infancia.
– No se equivoca, así es.
– ¿Y según su opinión él es más hermoso que yo?
El caballero puso cara de sorpresa ante la estrambótica pregunta pero contestó con
seguridad.
– Por favor, no se preocupe por eso ¡Usted es muy hermoso, mucho más hermoso que él
sin punto de comparación!
– Muchas gracias, me deja usted tranquilo. Ahora, si quiere, cuénteme qué le trae por aquí.
Pasaron tres días y la casualidad quiso que el señor Xu visitara la ciudad. La noticia corrió
como la pólvora, Zou Ji se enteró, y rápidamente corrió a contárselo a su esposa.
– ¡Querida, el señor Xu estará una temporada en la ciudad y quiero conocerlo! Le mandé un
aviso para que viniera hoy a comer a nuestra casa y ha aceptado gustoso la invitación.
– ¡Qué buena noticia, amor mío! Avisaré al servicio para que todo esté listo a la una en
punto.
– ¡Estupendo! Me voy arriba a emperifollarme un poco. Tengo que pensar bien lo que me
voy a poner… ¡Al fin voy a comprobar con mis propios ojos si yo soy más guapo que él!
El señor Xu se presentó muy puntual y el matrimonio salió a recibirlo. En cuanto Zou Ji lo
vio ¡se quedó de piedra!
Se trataba de un muchacho guapísimo que derrochaba una elegancia innata imposible de
superar. Sus dientes eran perfectos, tenía los ojos grandes de color verde esmeralda y su
piel parecía más suave que la mismísima seda ¡Por no hablar de que se movía de manera
exquisita como si sus pies flotaran sobre el suelo!
Zou Ji se sintió hundido en la miseria ¡Era evidente que el señor Xu era un tipo mucho más
guapo y seductor que él!
Esa noche la decepción y la tristeza no le dejaron dormir. Lo peor para él no fue comprobar
que no era tan guapo como el señor Xu, sino darse cuenta de algo mucho más importante
y en lo que nunca había pensado.
– “Mi mujer me dijo que yo era más hermoso que el señor Xu porque me quiere y se desvive
por agradarme; mi ama de llaves me dijo lo mismo porque tiene miedo de que la despida
de su trabajo; el hombre de negocios que me visitó también me aseguró que yo era más
bello porque me necesita para ganar dinero…
Zou Yi, entristecido, suspiró:
– ¡Qué difícil es conocer lo que realmente piensan los demás!
Moraleja: A todos nos gusta que nos digan cosas bonitas y lo fantásticos que somos, pero
es bueno saber que hay personas que lo hacen solo por interés. Desconfía de quien se
pasa el día piropeándote y diciéndote que eres el mejor en todo. Tú sabes cuáles son tus
virtudes, tus capacidades y tus límites, y lo importante es confiar en ti mismo y en lo que te
dice el corazón.

FABULA 5.-
Las ranas contra el sol

Adaptación de la fábula de Fedro


Hace millones y millones de años, cuando el mundo comenzaba a ser como hoy lo
conocemos, el sol se aburría soberanamente.
Hay que tener en cuenta que por aquel entonces era un astro muy joven y en plenas
facultades físicas, por lo que las horas allá arriba se le hacían eternas ¡Estaba más que
harto de vivir solo y sin poder hacer nada divertido! Pero sobre todas las cosas, lo que más
añoraba era vivir un gran amor y compartir su vida con alguien que le quisiera.
Un día se armó de valor y tomó una decisión muy importante: se casaría cuanto antes con
una hermosa y reluciente estrellita del cielo.
El rumor de la futura boda se extendió por todo el universo y cómo no, llegó a la tierra.
¡Menudo revuelo se formó en nuestro planeta! Todos los animales se alegraron mucho al
saber que el sol se había comprometido y le desearon toda la felicidad del mundo, pero
hubo una excepción: las ranas moteadas que vivían en una pequeña charca se pusieron a
gritar con espanto nada más escuchar la noticia.
La más pequeña de todas, exclamó:
– ¡Oh, no, eso no puede ser! ¡No podemos consentirlo!
La que estaba a su lado también dijo horrorizada:
– ¡Esa boda no puede celebrarse! ¡Tenemos que impedirla como sea!
Una tras otra fueron expresando su malestar hasta que la más anciana de las ranas
sentenció:
– Se trata de un tema peliagudo que hay que resolver. Vamos a hablar con el dios Júpiter
y que sea él quien ponga fin a esta barbaridad.
Dando brincos se dirigieron al hogar donde vivía el gran dios, que como siempre, las recibió
con los brazos abiertos.
– Veo que venís muy alborotadas y nerviosas ¿Queréis explicarme con tranquilidad qué
sucede? ¡Supongo que será algo importante para presentaros en mi casa a la hora de cenar
dando alaridos como si os estuvieran pisando las ancas!
La vieja rana se adelantó unos pasos y habló con claridad.
– ¡Señor, es que acabamos de enterarnos de que el sol va a casarse dentro de poco!
– Cierto, así es… ¿Algún problema?
– ¡Pues que eso no puede ser!
– ¿Por qué no? El sol está en edad de casarse y tener pareja ¡Se merece ser feliz igual que
los demás!
La rana explicó la razón de su oposición.
– Verá, señor, todos le deseamos lo mejor a nuestro querido sol, pero usted sabe que
durante los meses de verano sus rayos son abrasadores y eso provoca que muchos ríos y
lagos se sequen.
– Bueno, eso ya sabes que son pequeños daños colaterales… ¡El verano es así!
– Ya, pero todos los años durante esa época gran parte del planeta se convierte en puro
desierto y los animales no encuentran agua para beber y refrescarse.
– No te entiendo, rana. El cometido del sol es dar luz y calor… ¡Solo cumple con su trabajo!
– Sí, sí, pero ¿no cree que con un sol es suficiente? Si se casa tendrá hijos que crecerán y
serán tan grandes como él ¿Se imagina que hubiera varios soles? ¡La tierra no soportaría
tanta luz ni tanto calor y acabaríamos todos secos como pasas!
Júpiter cayó en la cuenta de que el verdadero temor de la rana era que el sol tuviera hijos
y entendió su preocupación.
– Querida rana, tienes toda la razón, solo puede haber un sol. Tranquila, hablaré con él y
pondré fin a este problema.
En cuanto se fueron las ranas, Júpiter mandó llamar al gran astro para explicarle la
situación. El pobre sol lloró desconsoladamente al saber que no podría casarse jamás, pero
comprendió que era por el bien de millones de plantas y animales que vivían en el hermoso
planeta azul.
– La Tierra está llena de maravillosos seres vivos que existen gracias a mí ¡Jamás permitiría
que nada malo les sucediera! Tiene mi palabra de que nunca me casaré ni tendré hijos.
Han pasado millones de años desde que sucedió esta curiosa historia y como tú mismo
puedes comprobar, el sol sigue brillando sobre nuestras cabezas y envejeciendo en
soledad.
Moraleja: A veces tomamos decisiones o hacemos cosas que pueden perjudicar a la gente
que nos rodea. Ten siempre en cuenta que no estás solo en el mundo y que hay que pensar
bien antes de actuar.
LEYENDAS

LEYENDA 1.-

Leyenda del Sol y la Luna

En el momento en el que el universo comenzaba a formarse, Dios estaba preocupado por encontrar
cuál sería la mejor manera de alumbrar al mundo. Después de mucho meditarlo, se dio cuenta de
que no podía existir una fuente de luz eterna, pues esto ocasionaría que las criaturas no descansaran
correctamente, al no tener un sitio fresco y oscuro en el cual refugiarse.

Entonces, se le ocurrió formar dos cuerpos distintos, pero a su vez complementarios. Por ende, el
sol representaría al hombre y la luna a la mujer.

Cuando por fin estuvieron formados, Dios los hizo que se vieran frente a frente. Como era de
esperarse, ambos quedaron enamorados uno del otro de forma inmediata. Lo malo es que por
mucho que se quisieran, sabían que no iban a estar juntos, ya que cada uno tenía una labor que
cumplir.

El Sol no tardó mucho tiempo en idear una solución a ese problema. Y sin que Dios se diera cuenta,
se acercó a la luna en pleno día. Fue así como surgió lo que ahora conocemos como «Eclipse Solar».

Luego de observar lo sucedido, el creador los dejó acercarse de vez en cuando, pues el amor no
debe prohibirse nunca y menos cuando se trata de algo tan puro y verdadero cono el que estos dos
astros se profesan desde hace millones de años.

Hay quienes afirman que algunas veces la luna está tan contenta que comparte su felicidad con los
demás, al simular una sonrisa.

LEYENDA 2.-
Leyenda del Hilo Rojo

La leyenda del hilo rojo es una creencia procedente de oriente en la que se afirma que
cada persona está destinada a encontrarse con su alma gemela. Puede ser que el hilo se
tense o se afloje a lo largo de tu vida. Sin embargo, jamás se romperá hasta que conozcas
a tu pareja ideal.

Hay muchas variantes sobre esta leyenda, no obstante, la historia que con mayor
frecuencia aparece en los libros es la siguiente:
Hace muchísimos años, un joven emperador tuvo noticias de que había una hechicera que
era capaz de ver el hilo rojo. De inmediato hizo que sus guardias buscaran a dicha bruja,
pues le interesaba conocer quién sería la mujer que compartiría su destino a su lado en el
trono.
Cuando la bruja arribó al palacio, el emperador le pidió que encontrara el otro extremo del
hilo que llevaba atado en su meñique. La búsqueda tardó mucho tiempo, pues la hechicera
tenía la certeza de que la esposa del monarca se encontraría en otra parte del mundo.
A pesar de ello, la bruja al fin concluyó su búsqueda y le dijo al soberano que la siguiera
hasta un mercado. Al entrar, rápidamente ambos se toparon con una
paupérrima campesina que se encontraba vendiendo legumbres.

En el momento en el que estuvieron frente a la mujer, la bruja le pidió a ella que se pusiera
de pie y sin perder más tiempo, pronunció las siguientes palabras:

– Ahí tienes el otro extremo de tu hilo rojo. Es decir, que la busqueda ha terminado.

El emperador se enojó tanto que hizo apresar a la bruja y ordenó a uno de sus guardias de
confianza que le cortara la cabeza. No conforme con eso, aventó a la pobre campesina,
quien a su vez llevaba a su pequeña hija en brazos.
Desafortunadamente el golpe le causó a la bebe una prominente herida en la frente.

Transcurrieron bastantes años de aquel suceso y el día en el que el emperador finalmente


se iba a casar, llegó la novia a la Iglesia. Se trataba de la hija de un exmilitar muy respetado
en todo Japón.

El templo estaba repleto, pues nadie quería perderse la boda del soberano. Cuando por fin
la pareja estuvo frente a frente, el emperador le quitó el velo a su prometida y de inmediato
notó que la joven tenía una cicatriz exactamente igual a la de aquella niña del mercado.

LEYENDA 3.-
La Leyenda de los Volcanes

La leyenda de los volcanes es una historia mexicana que proviene de la época


prehispánica. El relato involucra a dos de los volcanes más famosos de esta nación.
Obviamente me refiero al Iztaccíhuatl y al Popocatépetl. Este último en años recientes ha
adquirido una mayor popularidad, debido a que se ha incrementado su actividad.
Es decir, con cierta frecuencia arroja al ambiente ceniza y vapor de agua, lo que los
lugareños ubicados en el estado de Puebla conocen como «fumarolas». Por su parte, las
autoridades han desplegado varios esquemas de protección civil, los cuales tienen el
objetivo de salvaguardar a la población, en caso de que el volcán haga erupción. Hasta la
fecha, el semáforo de alerta se mantiene en «Amarillo Fase 2».
Leyenda de Popocatépetl e Iztaccíhuatl
La leyenda del popocatepetl e iztaccihuatl pertenece a la mitologia mexica o azteca,
aunque existen otras variantes de este relato, las cuales exploraremos en los siguientes
subtemas. Por lo pronto, empecemos con la historia.
Hace más de 600 años, el pueblo azteca dominaba gran parte de la región conocida como
Mesoamérica. Eso significaba que los pueblos que convivían con ellos, tenían la obligación
de entregarles ofrendas frecuentemente a modo de tributo.
Esta situación hizo que el cacique de Tlaxcala comenzara una cruenta lucha contra
los aztecas, pues éste anhelaba que su pueblo quedará libre del yugo opresor de aquellos
que tenían a Quetzalcóatl como su dios supremo.
Algo que no hemos dicho es que el señor tlaxcalteca era padre de una bellísima princesa
de nombre Iztaccíhuatl, se dice que el día que nació los dioses permanecieron horas
admirando su gran hermosura.
Era tan linda que incluso cuando caminaba entre las flores del campo, estas también
volteaban a admirarla. La muchacha creció y se enamoró de Popocatépetl, un valiente
guerrero tlaxcalteca.
El sentimiento de afecto fue recíproco entre ambos muchachos y pronto la pareja se
juró amor eterno. Sin embargo, antes de ir a la guerra, el soldado pidió hablar con el
cacique de Tlaxcala, para que éste le concediera la mano de su hija en matrimonio.
El padre de la princesa aceptó con una única condición, la que consistía en que el guerrero
debía regresar victorioso de la batalla.
No bien habían transcurrido un par de meses, cuando otro de los soldados de esa región,
empezó a esparcir el rumor de que Popocatépetl había muerto asesinado por
soldados aztecas.
La noticia se esparció rápidamente por todos lados, hasta que llegó a oídos de Iztaccihuatl,
quien de inmediato sintió como su corazón se quebraba en mil pedazos. Su padre trató de
consolarla por todos los medios posibles, pero a la joven ya no le interesaba formar parte
de este mundo, si su amado había partido a la tierra de los muertos.
El estado de salud de la muchacha se fue deteriorando poco a poco, hasta que una mañana
finalmente falleció de tristeza.
Después Popocatépetl retornó a su pueblo tal y como lo había prometido. Es decir,
victorioso y listo para contraer nupcias con su amada. No obstante, toda aquella felicidad
se transformó en llanto y pena cuando el padre de la princesa, le comentó a su prometido
acerca de su reciente fallecimiento.
– ¿De qué sirvió derrotar a los aztecas en la batalla, si no puede cumplir mi sueño de
casarme con la mujer que amaba? Se preguntaba Popocatépetl.
El cuerpo de la joven, aún estaba en perfectas condiciones, pues su progenitor les había
pedido a sus sacerdotes que lo mantuvieran en buen estado hasta que Popocatépetl
arribara.
Posteriormente el guerrero tlaxcalteca ahora convertido en general, ordenó a sus huestes
que construyeran un enorme altar en donde poder velar a Iztaccíhuatl. El altar en donde se
acomodaron los restos mortales de la joven, era gigantesco. Hay quien dice que al menos
fueron acomodadas 10 losas de piedra pulida una sobre otra, a fin de que la joven quedara
colocada como si estuviera en un pedestal.
Dolorido por el fallecimiento de su amor verdadero, Popocatépetl la cargó y la colocó en la
cima. Luego, con lágrimas en los ojos, le dio un beso en la frente y se dispuso a bajar.
A pesar de eso, había algo que lo invitaba a permanecer junto a ella. Por esa razón, tomó
una antorcha y se arrodilló a su lado para velarla. Pronto las horas se hicieron días y los
días semanas.
Lo más sorprendente es que la tea continuó encendida hasta que finalmente el fuego fue
extinguido por la nieve invernal, misma que se encargó de cubrir a los dos cuerpos.
Por increíble que parezca, ambos fueron transformados en volcanes por obra y gracia de
la naturaleza. Es más, la gente que vive en las faldas del volcán, asegura que los restos de
lava que emergen del cráter de «Don Goyo», son los latidos de su corazón, que aún se
encuentra enamorado de su princesa.
Vale la pena destacar el hecho de que esta leyenda fue traducida al castellano, gracias a
los evangelizadores que arribaron procedentes del viejo continente a México, luego de la
llegada de Hernán Cortés.
Finalmente, otro dato que complementa a la leyenda del Popocatepetl, es la versión de
los habitantes de Veracruz, quienes afirman que el Pico de Orizaba, se formó de manera
similar.
Los que saben sobre este tema aseguran que el soldado que difundió la noticia de la muerte
de la hija del cacique de Tlaxcala, no pudo soportar el sentimiento de culpa y huyó hasta
Orizaba en donde se sacrificó.

MITOS

MITO 1.-
El niño fantasma del cementerio

El niño fantasma del cementerio o niño fantasmas de Guanajuato, es un


mito que deambula por las calles y callejones más oscuros de esta enigmática ciudad. La
historia tiene sede en unos de los panteones más emblemáticos y conocidos, en donde se
dice, sepultaron a un niño, el cual murió en un trágico accidente de carretera y cuya alma
todavía no descansa, ya que muchos testigos aseguran que han visto el fantasma de este
pequeño niño saliendo de su tumba para recorrer los alrededores del cementerio y pasada
la media noche, el fantasma desaparece entre las lápidas.
Un día como cualquier otro, una familia salio en su automóvil para dirigirse a otra ciudad,
ya que un familiar no se encontraba bien de salud. En el coche iban los papás y su hijo.
Todo se desenvolvía sin percances, una mañana soleada con gratos paisajes y densos
bosques que se veían con toda plenitud a la orilla de la carretera.
En una gran curva, el coche derrapo en el asfalto y sin tener la posibilidad de maniobrar se
estrello contra una señal de tránsito y después contra un enorme roble, el cual provoco que
se partiera a la mitad quedando sin vida los cuerpos de los 3 acompañantes.
Este trágico suceso tuvo un desenlace fatal, sin que nadie haya descubierto el gran enigma
del ¿Por qué?.
Sepultaron a la familia, padres e hijo en diferentes cementerios, ya que no había espacio
suficiente ni terrenos libres para más personas. En un de los lugares enterraron a los papás
y lastimosamente en otro, al pequeño niño. Sin embargo, poco tiempo después el velador
del cementerio en donde yacía el cuerpo del niño presencio un momento paranormal, de su
tumba salio el fantasma de ese ser y comenzo a recorrer los alrededores de las tumbas.
Después de eso, no se supo más del velador, al parecer el niño se lo llevo consigo a su
tumba. Algunos personas que viven alrededor del panteón afirman que el fantasma del
niño sale en la noche a buscar a sus papás para reunirse con ellos y descansar en paz,
pero lamentablemente no los encuentra y pasada la media noche desaparece.

MITO 2.-
La caja de Pandora

La caja de Pandora, un mito que narra que Prometeo era el gran aliado de los mortales,
cuidaba de ellos y les ofrecía el don del fuego como recompensa hacia las ofrendas que
les hacían a los dioses. Este acto de Prometeo era mal visto por Zeuz, el dios mayor
que gobernaba en ese tiempo el monte olimpo, quien para evitar que los mortales
pudieran quedarse con los huesos de los sacrificios a los dioses y los inmortales solo
la carne y órganos de esos cuerpos, les arrebata el fuego.
Prometeo al ver el castigo de Zeus hacia sus amigos mortales, les devolvió a escondidas
el preciado don del fuego. Más tarde, Zeus se dio cuenta de tal barbaridad que pasaba por
alto todas sus ordenes y les quito el fuego. El gran dios del monte olimpo, comenzó a buscar
una forma de vigilar a los mortales con el fin de descubrir el momento en que Prometeo
robe el fuego a los dioses para dárselos y al final tomo la desición de crear a una hermosa
mujer de arcilla, tarea que le asigno a su Hefesto.
Las ninfas pusieron su granito de arena en la creación de esta bella princesa y le dieron el
poder para crear caos, mentir y seducir. Dentro de ella, existía un corazón maligno que
pretendía propagar entre los mortales. Aquel que decidiera iniciar una vida plena con una
mujer, debería elegir entre 2 caminos distintos.
No contraer matrimonio y poseer muchas riquezas a lo largo de su vida, pero sin poder
tener descendientes quien a su muerte heredarán sus pertenencias o casarse y tener una
vida humilde con los males de su amada.
Pandora era un mujer tan hermosa que cautivaba a todos los mortales e inclusive a los
inmortales que tuvieran la suerte de verla. Zeus con su afan de atraer la atención de
Pandora y con el fin de provocarle la muerte para que estuviera a su lado en el monte
olimpo, le obsequio una bonita caja de Pandora que contenía todos los males y que al
abrirla, estos escaparon.
Momentos después la caja se cerró evitando que la virtud de la esperanza saliera. Sin
embargo, el daño ya estaba hecho y desde ese entonces los males del hombre existieron.

EPOPEYAS

EPOPEYA 1.-

Epopeya de Gilgamesh

Gilgamesh es el rey semimítico de Uruk en Mesopotamia, mejor conocido por


la Epopeya de Gilgamesh (escrita en el periodo de años entre el 2150 y 1400 antes de
Cristo), la gran obra poética sumeria que es 1500 años anterior a la escritura de Homero
y, por lo tanto, es la obra más antigua de la literatura épica mundial.
El motivo de la búsqueda del significado de la vida se explora por completo
en Gilgamesh cuando el héroe-rey abandona su reino tras la muerte de su mejor
amigo, Enkidu, para encontrar la figura mística Utnapishtim y obtener la vida eterna.
El miedo a la muerte de Gilgamesh es en realidad un temor a la falta de sentido y, aunque
no logra ganar la inmortalidad, la búsqueda en sí misma da sentido a su vida. Este tema ha
sido explorado por escritores y filósofos desde la antigüedad hasta nuestros días.
En la Epopeya de Gilgamesh, los dioses creen que el gran rey es demasiado orgulloso y
arrogante, por lo que deciden enseñarle una lección enviando al hombre salvaje, Enkidu,
a humillarlo. La lucha entre Enkidu y Gilgamesh es considerada pareja por la población,
pero, después de una feroz batalla, Enkidu es vencido. Él acepta libremente su derrota y
los dos se hacen amigos y se embarcan en aventuras juntos.
Ambos matan a Humbaba, demonio del bosque de cedros, y esto atrae la atención
de Inanna (conocida por su nombre acadio/babilónico Ishtar en la historia). Inanna trata
de seducir a Gilgamesh, pero él la rechaza, citando a todos los otros hombres que ha
tenido como amantes que terminaron sus vidas mal.
Inanna se enfurece y envía a su cuñado, el Toro del Cielo, a la tierra para destruir a
Gilgamesh. Enkidu acude en ayuda de su amigo y mata al toro pero, al hacerlo, ha
ofendido a los dioses, lo que le acarrea la condena a muerte.
Cuando Enkidu muere, Gilgamesh cae en un profundo dolor y, reconociendo su propia
mortalidad a través de la muerte de su amigo, cuestiona el significado de la vida y el valor
del logro humano frente a la extinción definitiva.
Al deshacerse de toda su vieja vanidad y orgullo, Gilgamesh emprende una búsqueda
para encontrar el significado de la vida y, finalmente, alguna forma de derrotar a la
muerte. Viaja a través de las montañas, a través de vastos océanos, y finalmente localiza
a Utnapishtim, quien le ofrece dos posibilidades de inmortalidad, fallando él a ambas.
Primero, no puede permanecer despierto durante seis días y seis noches y,
segundo, no protege una planta mágica; una serpiente come la planta mientras
Gilgamesh duerme. Al no haber ganado la inmortalidad, el barquero Urshanabi lo lleva de
vuelta a casa y, una vez allí, escribe su historia.
El legado de la Epopeya de Gilgamesh a lo largo de la historia
A través de su lucha por encontrar un sentido en la vida, Gilgamesh desafió a la muerte y,
al hacerlo, se convierte en el primer héroe épico en la literatura mundial. El dolor de
la Epopeya de Gilgamesh, y las preguntas que evoca la muerte de su amigo, resuenan en
cada ser humano que ha luchado con el significado de la vida frente a la muerte.
A pesar de que Gilgamesh finalmente no logra ganar la inmortalidad en la historia, sus
hazañas viven a través de la palabra escrita y, por lo tanto, él también.
Desde que la Epopeya de Gilgamesh existió en forma oral mucho antes de que se
escribiera, ha habido mucho debate sobre si el relato existente es más sumerio temprano
o más tarde babilónico en influencia cultural.
La versión mejor conservada de la historia, como se señaló, proviene de Shin-Leqi-
Unninni, quien muy probablemente adornó el material original de origen sumerio.
La evidencia histórica de la existencia de Gilgamesh se encuentra en inscripciones que
lo acreditan con la construcción de las grandes murallas de Uruk (el moderno Warka, Irak)
que, en la historia, son las tablillas en las que registra por primera vez sus grandes hechos
y su búsqueda del significado de la vida.
Hay otras referencias a él por parte de personajes históricos conocidos de su época, como
el Rey Enmebaragesi de Kish y, por supuesto, la Lista de los Reyes Sumerios y las
leyendas que crecieron durante su reinado.
En la actualidad, todavía se habla de Gilgamesh. Un equipo alemán de arqueólogos afirma
haber descubierto la Tumba de Gilgamesh en abril de 2003. Las excavaciones
arqueológicas, realizadas a través de la tecnología moderna que involucra la magnetización
en y alrededor del antiguo cauce del río Éufrates, han revelado cercados de
jardines, edificios específicos y estructuras descritas en la Epopeya de Gilgamesh,
incluida la tumba del gran rey.
Según la leyenda, Gilgamesh fue enterrado en el fondo del Éufrates cuando las aguas
se separaron a su muerte. Sin embargo, si el rey histórico existió ya no es relevante, ya que
el personaje ha adquirido una vida propia a lo largo de los siglos.
La historia del fracaso de Gilgamesh de realizar su sueño de inmortalidad es el mismo
medio por el cual lo logra. La épica en sí misma es la inmortalidad y ha servido como
modelo para cualquier relato similar que se haya escrito desde entonces. Sin duda, se leyó
ampliamente antes de la caída del Imperio asirio en 612 a.C. y se ha vuelto cada vez más
popular e influyente desde su redescubrimiento en 1879.
La Epopeya de Gilgamesh alienta la esperanza de que, aunque uno no pueda vivir para
siempre, las decisiones que tome en la vida resuenen en las vidas de los demás. Estos
otros pueden ser amigos, familiares, conocidos o pueden ser extraños que viven mucho
después de la muerte de uno y que siguen siendo conmovidos por la historia eterna de la
negativa del héroe a aceptar una vida sin sentido.
La lucha de Gilgamesh contra la aparente falta de sentido lo define, tal como define a
cualquiera que haya vivido, y su búsqueda continúa inspirando a aquellos que reconocen
cuán eterna e intrínsecamente humana es esa lucha.

EPOPEYA 2.-
El Ramayana es un clásico de la literatura mundial. El libro detalla las aventuras del
Príncipe Rama , una encarnación del dios Vishnu, junto con su devota esposa Sita y su
querido hermano. Escrito en sánscrito clásico y datado entre los siglos V y II AC,
el Ramayana es un poema épico masivo que consta de más de 24,000 versos.
Se sabe relativamente poco sobre el autor del texto, pero se lo atribuye tradicionalmente
a Valmiki , un sabio al que también se le atribuye el desarrollo de formas poéticas en
sánscrito. te puede interesar la lectura de Las aventuras de Huckleberry Finn.
El Ramayana es un poema épico que involucra una hueste de diferentes personajes
humanos, animales y sobrenaturales involucrados en una serie de conflictos principalmente
sobre el amor y el poder. Los diversos episodios de la historia tratan de varios temas
diferentes, que incluyen: el bien y el mal, la lealtad y la traición, la promesa y el compromiso,
el amor y el honor. Originalmente escrito en sánscrito por Valmiki , ha sido condensado y
traducido a la prosa inglesa por RK Naryan.
El personaje principal de la historia, Rama, el hijo y sucesor elegido, el rey Dasharatha, tuvo
que superar una serie de retos para reclamar su legítimo lugar como rey, y se reunió con
su esposa, que pasa gran parte de la historia de un prisionero demonio. Al principio de su
vida, Rama tuvo la experiencia de arrojar demonios mientras era entrenado por el antiguo
rey para manejar armas encantadas. Además, la hermosa mano de Sita gana una distinción
que solo puede doblar el arco sobre Shiva, una diosa.
Los problemas comienzan para Rama cuando la esposa favorita de Dasaratha, Kaikeyi,
llama a Dasaratha para que cumpla su promesa de concederle sus dos deseos. Kaikeyi
desea que su hijo Bhataha ocupe el trono en lugar de Rama y que Rama sea enviado al
exilio. Aunque Bahataha es reacio a tomar el lugar de Rama, Dasaratha se siente obligado
a cumplir su compromiso con Kaikeyi, y designa a Bhatha como regente mientras Rama es
enviado al exilio junto con Sita, su prometido, y el hermano de Rama.
Sooorpanaka se enamora de Rama, pero después de varios intentos violentos para separar
a Rama y Sita, Soorpanaka eventualmente se retira a la tierra de Lanka para solicitar ayuda
de su hermano Ravana, una criatura con 10 cabezas y 20 brazos otorgados por los dioses
con poder para controlar el clima. La petición de Soorpanaka no obtiene el resultado
esperado: al escuchar la descripción de Sita hecha por Soorpanaka, Rahavana se embruja
con Sita y tiene como misión conseguirla para él.
Ravana desarrolla un plan para secuestrar a Sita. Mientras otro demonio, bajo la coerción
de Ravana, apareciendo como un ciervo dorado, atrae a Rama y Laxman, Ravana lleva a
Sita en un carro. Después de pasar algún tiempo buscando sin éxito Sita, Rama y Laxman
se volvieron amigos de un grupo de monos que encontraron algunas de las gemas de Sita
y que acordaron ayudarles a buscar a Sita después de la estación lluviosa.
Los monos forman una serie de diferentes grupos de búsqueda que recorren la tierra, pero
no encuentran señales de Sita hasta que son informados por Sampathi, un pájaro gigante,
de que Sita está retenida en una isla llamada Lanka. Un miembro del grupo de búsqueda
de monos, Hanuman, que puede transformarse en cualquier tamaño, viaja a Lanka para
ponerse en contacto con Sita y decirle que una misión de rescate está en camino.
Incapaces de convencer al Dios del mar para que se separe del océano, Rama y compañía
trabajan juntos para construir un puente gigante mediante el cual cruzan el océano hacia
Lanka y están listos para la batalla. Durante la batalla, Rama y Laxman son atravesados
por dardos de serpiente. Parece que Rama y Laxman están cansados hasta que Garuda,
enemigo de las serpientes, aparece, haciendo que las serpientes se vayan y Rama y
Laxman recobren la conciencia.
A medida que avanza la batalla, muchos de los principales líderes militares de Ravana,
incluidos Indrajit, el hijo de Ravana y Kumbakarna, un gran guerrero, son
asesinados. Ravana está tan mal en este momento que Rama se apiada de él, lo que le
permite irse y regresar con nuevas armas para la batalla final. No dejes de leer Los viajes
de Gulliver.
La batalla final entre Rama y Ravana sigue. Los ejércitos de ambos lados han sido
destruidos. Ni Rama ni Ravana pueden obtener la ventaja mediante el uso de armas
comunes como flechas, ni por un arsenal de armas sobrenaturales como la ilusión y la
oscuridad, ni por el comando de monstruos. Las tablas se giran, sin embargo, cuando Rama
apunta a un arma especial una vez utilizada por Shiva, llamada el Brahmasthra, en el
corazón de Ravana. Ravana muere y la guerra llega a su fin.
Después de la guerra, Rama no se lleva de inmediato a Sita como su amante. Aunque
Rama reconoce su deber de rescatar a Sita, no está dispuesto a reunirse con ella porque
su honor se ha visto comprometido debido a que vive con otro hombre. Sita está devastada
por el rechazo de Rama y en reacción se arroja al fuego para suicidarse. Sin embargo, Agni,
el Dios del Fuego, protege a Sita y ella no es quemada por el fuego.
Rama interpreta la preservación de Sita como una señal de que su integridad permanece
intacta y la devuelve como su amante. Rama, Sita y su compañía regresan a Ayodhya, la
tierra de la cual Rama había sido exiliado hace 14 años, en un avión impulsado por el
pensamiento. A su regreso, se celebra una gran celebración durante la cual Rama asume
la posición de rey de Bharata, que había estado esperando ansiosamente el regreso de
Rama.

POEMAS

POEMA 1.-
Octavio Paz – “Dos cuerpos”
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
POEMA 2.-
Federico García Lorca – “El poeta pide a su amor que le escriba”
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

POEMA 3.-
Jorge Luis Borges – “El enamorado”
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.

POEMA 4.-
Luis Cernuda – “Contigo”
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?

POEMA 5.-
Jaime Sabines – “Tu nombre”
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.

POEMA 6.-
Francisco de Quevedo – “Amor constante más allá de la muerte”
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

POEMA 7.-
Julio Cortázar – “Una carta de amor”
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.

OBRAS DE TEATRO

NUM. 1.-
El conejito que se burlaba de todo

Descripción: En el bosque, los animales están a punto de celebrar la fiesta de Navidad.


¿Pero por qué el conejo no ha sido invitado?
Personajes: Conejo, Ardilla, Zorro, Ciervo

PRIMER ACTO
Se abre el telón mostrándonos a un Conejo en escena, muy aburrido. él bosteza y mira
alrededor, desdeñoso.
Conejo: ¡Qué aburrimiento! Como no pase algo emocionante pronto, voy a morirme del
asco.

Entra en escena la ardilla, agitando la mano para saludar.


Ardilla: Hola Conejo, ¿no has visto de casualidad alguna nuez por aquí?
El conejo la mira y luego se ríe de mala manera.
Ardilla: ¿Qué pasa?
Conejo: No me había dado cuenta, ¡qué dientes tan grandes y chuecos tienes!
Mientras el Conejo se sujeta el estómago de la risa, la ardilla sale de escena, muy
ofendida. Entra el ciervo después de ella, luciendo una bufanda muy colorida.
Ciervo: ¿Qué tal, Conejo? ¿Te gusta mi nueva bufanda?
Conejo: ¿Eso? ¡Qué mal gusto! Pareces un payaso.
El Conejo ríe una vez más en tanto el Ciervo sale de escena, con la nariz en alto y una
expresión muy molesta. Entra en escena el Zorro, saludando afablemente.
Zorro: ¿Cómo estás, Conejo? ¿Quieres ir a recoger bayas?
Conejo: ¿Bayas? ¿Contigo? No gracias, eres tan malo cazando que no creo que puedas
ni siquiera coger una simple fruta.
El Zorro lo mira enojado y va tras sus compañeros, mientras el Conejo ríe y ríe.
SEGUNDO ACTO
El zorro, la ardilla y el ciervo están decorando el bosque para hacer una fiesta navideña.
Ardilla: ¡Qué bonito va a quedar todo! Ya quiero que sea Navidad.
De pronto, el conejo entra en escena sonriendo socarronamente.
Conejo: ¡Una fiesta! ¡Qué bien, ya estaba empezando a aburrirme!
Zorro (mirándolo con desdén): Tú ni siquiera estás invitado.
Conejo: ¿Y por qué no? ¡Todo mundo sabe que soy el alma de la fiesta!
Ciervo: Pues de esta no, después de como nos trataste esta mañana, creo que sales
sobrando.
Ardilla: Vete Conejo, no queremos discutir contigo.
Los animalitos le dan la espalda para seguir decorando y el Conejo se aleja hacia un
rincón del escenario, pensativo.
Conejo: ¿De verdad me habré portado tan mal con mis amigos? ¡Chispas! Esta será la
primera vez que pase la Navidad solo… ay no.
Desanimado, el Conejo sale de escena arrastrando los pies.
TERCER ACTO
El conejito, arrepentido, entra en escena llevando un pastel mientras los otros animalitos
lo miran con el ceño fruncido.
Ciervo: ¿Y ahora qué quieres?
Conejo: Vengo a pedirles una disculpa por ser tan burlón, no quería ofenderlos. Me siento
muy solo y hoy que es Navidad, me gustaría pasarla con ustedes. Si me dejan.
Zorro: No lo sé, fuiste muy malo con nosotros.
Ardilla: Vamos amigos, no hay que ser así. Después de todo, Navidad también se trata de
perdonar, ¿lo recuerdan?
Los animales se miran entre ellos y luego sonríen.
Zorro: Tienes razón, Ardilla. Te perdonamos, Conejo, pero tienes que prometer que serás
bueno de ahora en adelante.
Conejo: Así será, amigos míos. Feliz Navidad.
Ciervo: ¡Feliz Navidad, Conejo!
Los cuatro amigos se abrazan una vez que el Conejo deja su pastel en la mesa y
entonces, se sientan a la mesa para cenar, riendo.
FIN

NUM. 2.-
Tom y el muñeco de nieve

Descripción: En Navidad, Tom hace un muñeco de nieve sin sospechar que un deseo le
concederá el más asombroso milagro de todos.
Personajes:Tom, Billy, Mamá, Papá

PRIMER ACTO
Tom, un niño muy simpático y vestido con ropa de invierno, se encuentra fuera de su casa
haciendo un muñeco de nieve.
Tom: Creo que voy a llamarte Billy, parece un buen nombre para un muñeco de nieve.
A lo lejos, se escucha la voz de su madre llamándolo a cenar.
Mamá (voz fuera de escena): Tom, ¡la cena está lista!
Tom suspira y mira al muñeco.
Tom: ¿Sabes? En este vecindario no hay niños con los cuales jugar, ¡cómo desearía que
tú fueras de verdad para que pudiéramos ser amigos!
Tom sale de escena sin percatarse de como, en el escenario, una estrella fugaz pasa
como relámpago y su muñeco comienza a moverse.
SEGUNDO ACTO
Tom entra en escena colocándose unos guantes. Su muñeco de nieve lo mira y sonríe.
Billy: ¡Hola, Tom! ¡Ya podemos ser amigos!
Tom salta asustado y lo contempla con los ojos abiertos.
Tom: Pero… pero… ¡estás vivo!
Billy: Tal y como lo deseaste.
Tom: Vaya… (se acerca a Billy, lo examina con cuidado y se pellizca el brazo). No estoy
soñando.
Billy: Claro que no, tonto. ¿Vamos a jugar o qué?
Tom: ¡Por supuesto! Esto es genial, mi propio muñeco para jugar.
Billy lo empuja sobre la nieve. Riendo, Tom se lanza contra él y juntos se enfrascan en
una pelea de bolas nevadas.

Tom: ¡Eres muy divertido, Billy! No puedo esperar a que mis padres te conozcan…
De pronto, Billy tiene un mareo y cae al suelo, sintiéndose muy débil. Tom corre a su lado
preocupado.
Tom: ¡Billy! ¿Qué te sucede?
Billy: Es el sol… Tom, me estoy derritiendo.
Tom: ¡No, no! Resiste, seguro hay algo que podremos hacer.
Billy: ¿Qué? Estoy hecho de nieve, tarde o temprano llegará la primavera y yo me habré
desvanecido para siempre. Al menos tuve la suerte de ser tu amigo.
Tom: No dejaré que te derritas, espérame aquí. Voy a buscar a mis padres.
Tom sale corriendo de escena.
TERCER ACTO
Tom entra en escena acompañado por sus padres, preocupado.
Tom: ¡Aquí está! ¿Lo ven? ¡Era verdad lo que les dije!
Billy, medio derretido, mueve la cabeza y los padres lo miran con asombro.
Papá: Es increíble.
Mamá: Pero Tom, ¿entonces este es Billy, tu amiguito?
Tom: Sí, mamá y ahora estoy a punto de perderlo. ¡El sol va a acabar con él!
Papá: Tengo una idea.
El padre sale momentáneamente de escena y regresa arrastrando un enorme congelador.
Papá: Bien, ¿qué esperamos? ¡Vamos a ponerlo dentro!
La familia carga a Billy y lo coloca en el congelador. Billy siente un escalofrío, se sacude y
se incorpora graciosamente.
Billy: ¡Vaya, ya me siento mejor! Muchas gracias a todos.
Tom le da un abrazo y mira a sus padres.
Tom: ¿Eso significa que Billy puede quedarse con nosotros?
Mamá y papá se miran, antes de sonreír y asentir con la cabeza.
Mamá: Supongo que las navidades serán más divertidas a partir de ahora.
La familia entera ríe y se une al abrazo con el muñeco de nieve.
FIN

NUM. 3.-
Título: “Aquí todos cabemos”

Autora: Clara Pérez


5 personajes:
1. León: Rey del lugar quien toma las decisiones.
2. Tigre: ayudante del león, quien lo hace entrar en razón.
3. Águila: Integrante de la comunidad de animales.
4. Oso: Sentenciado a abandonar el lugar por decisión del león.
5. Abeja: Otra sentenciada por el león.
Ambientación: Un bosque.

Introducción: El león ha tomado una decisión y convoca al tigre para dársela a conocer y
pueda reunir a los animales que él ha decidido sacar del bosque.

León (Muy imponente, dirigiéndose al tigre): Te he llamado para que convoques a


algunos animales que por parecerme poco útiles a la comunidad animal, deben irse del
bosque.
Tigre (Algo sorprendido): ¿Sacarás animales del bosque? Todos los animales tienen una
utilidad ¿estos por qué se irán, y quiénes son?
León (Sin perder la prepotencia): Se irán porque yo lo decido, convoca al oso, la abeja y
el águila, no los quiero más en mi bosque.
El tigre aun sin estar de acuerdo sale a buscar a los animales, trayéndolos con él a su
vuelta.
Tigre: Aquí están los animales que me pediste traer, todavía no entiendo, pero ya cumplí
tu orden.
León (Con pose de rey): No tienes que entender, debes obedecer, para eso soy el rey,
las decisiones las tomo yo. Acomódense por ahí que debo hablar con ustedes.
Los animales se acomodan frente al león aun sin entender de qué se trata.
Oso (Algo fastidiado): Le agradezco sea breve, pronto debo comenzar a hibernar y estoy
preparando todo, estoy corto de tiempo.
León (Riendo irónicamente): Cuando yo termine de hablar no tendrás que seguir
arreglando nada para hibernar en mi bosque oso.
Águila (Sonriente): ¿Habrá mejoras? ¿Ahora los animales se ayudaran unos a otros para
que el oso pueda hibernar sin tener tanto trabajo antes? Esto si sería una gran novedad.
Tigre (Tratando de mediar): Mantengan el silencio señores, el León tiene algo importante
que comunicarles. A ver León, cuéntale a los animales sobre tu decisión.
El león se levanta y de pronto siente que todo le da vueltas, se recuesta del tigre frotando
sus ojos, trata de dar un paso pero sin poder evitarlo se desploma, el oso rápidamente
mete sus brazos para amortiguar la caída, llevándolo al suelo lentamente evitando que se
lastime.
Los animales algo alterados se ponen en movimiento, el águila alza vuelo abandonando el
lugar y la abeja hace lo mismo tomando otra dirección.
Tigre (Asombrado por la actitud de los animales): ¿A dónde van? Ayuden.
En poco tiempo el águila regresa con la mitad de un coco seco en su pico lleno de agua,
que lanza sobre el león para que despierte, el león comienza a reaccionar y en ese
momento llega la abeja, dando un poco de miel que había ido a buscar, poniéndola en su
hocico.
Abeja: Toma la miel para que suba tu presión, seguro es por eso que te desmayaste.
El león reacciona quedando atónito al ver como todos los animales corrieron a ayudarlo.
Se incorpora y el tigre lo hala donde los demás no puedan escucharlos.
Tigre: ¿Dices que estos animales son inútiles? Gracias al oso no te golpeaste la cabeza,
el águila sin preguntas fue por el agua y la abeja te dio la miel para que te recuperaras
¿aun así los vas a echar del bosque?
León (Recuperando su postura): Se exactamente lo que tengo que hacer, vamos con
ellos.
Ambos se dirigen de nuevo a donde los otros animales esperan y el león se coloca frente
a todos.
León: Señores los mande a llamar porque necesitaba decirles, que estoy muy orgulloso
de tenerlos en nuestra comunidad animal, me he dado cuenta que cada animal es útil e
imprescindible para la convivencia de este lugar, gracias por su ayuda. Era todo lo que
tenía que decir.
Los animales extrañados se alejan y el tigre mirando al león estrecha su mano.
Tigre: Eso es lo que hace un buen rey, te felicito.
FIN
BIBLIOGRAFIA

https://www.pequeocio.com/el-flautista-de-hamelin/

https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/tres-ciegos-elefante

https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/mercader-sal-asno

https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/tigre-negro-venado-blanco

https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/quien-mas-hermoso

https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/las-ranas-sol

https://leyendadeterror.com/leyenda-del-sol-y-la-luna/

https://leyendadeterror.com/leyenda-del-hilo-rojo/

https://leyendadeterror.com/la-leyenda-de-los-volcanes/

https://leyendadeterror.com/mitos/

https://redhistoria.com/resumen-del-poema-de-gilgamesh/

http://resumiendolo.com/c-literatura-juvenil/ramayana/

https://www.freim.tv/poemas-cortos-de-amor/

https://obrasdeteatrocortas.mx/el-conejito-que-se-burlaba-de-todo/

https://www.obrascortas.com/obra-sobre-buenas-decisiones/
ANEXOS

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