Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
UNIDAD I
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA
PRESENTACIÓN
Tomando en cuenta que la Criminología es reconocida como una ciencia social que a
partir de diversos enfoques metodológicos se ocupa del estudio del fenómeno criminal,
puede establecerse que su objeto de estudio aborda diversos rubros tales como el delito,
el delincuente, la política criminal, el control social y los procesos de criminalización, entre
otros. A pesar de ser la Criminología una ciencia reciente y haber sido cuestionada en
cuando a su autonomía y su independencia disciplinaria, la criminología moderna ha
alcanzado su identidad científica social a través de una diáfana definición de sus dos
objetos de estudio (conducta desviada y control social) y un manejo coherente e
integrados de métodos de estudio provenientes de las ciencias positivas y sociales. Lo
anterior va siendo cada vez más necesario dentro del marco de la sociedad de riesgo en
la cual nos desarrollamos y que se caracteriza por una mayor incidencia en crímenes,
también cada vez más violentos y que causan mayor afectación no sólo a los bienes
jurídicos tradicionalmente tutelados por el Estado, sino que están generando verdadera
afectación a bienes jurídicos colectivos, de ahí la necesidad de la Criminología.
Objetivo
CONTENIDO
Aristóteles definió la ciencia como el conocimiento de las cosas por sus causas. Señala
que sólo conociendo las causas de las cosas podremos conocer la esencia de las
mismas, el simple conocimiento de la cosa sin las causas, es un conocimiento trunco.
Para que una ciencia pueda considerarse como tal necesita, en primer lugar, un objeto de
estudio bien determinado, en segundo lugar un método de investigación, en tercer lugar
reunir un conjunto de conocimientos, y por último, los conocimientos deben estar
ordenados, sistematizados, jerarquizados.
Los conocimientos científicos deben ser verificables, es decir, pueden ser puestos a
prueba por diversos investigadores y ellos deben llegar a la conclusión de que la creencia
en el conocimiento está justificada. Sin embargo y tratándose sobre todo de ciencias
sociales, la certeza es manejada como probabilidad y, no como seguridad. El orden se
interpreta como sistema, es decir, una organización en un esquema o estructura
inteligibles.
La Criminología no solamente reúne, acumula y repite conceptos, sino que, por medio de
la síntesis, aporta conocimientos nuevos y diferentes, bien ordenados, divididos en áreas
y temas concretos, con hipótesis y soluciones propias.
Para iniciar éste apartado, es menester hacer la aclaración de que, el carácter científico
de la Criminología, en diversas ocasiones ha sido tema de debate, pudiéndose encontrar
así, las opiniones más contrarias unas de otras, desde las de autores que niegan a la
materia objeto de nuestro estudio su carácter científico, hasta los que desde su personal
óptica la consideran una superciencia, sin faltar por supuesto las siempre necesarias
opiniones eclécticas.
a. Quienes afirman que no es una ciencia, y b. Quienes son partidarios que constituye
una ciencia. Los puntos de vista en el sentido de que la Criminología no es una ciencia,
guardan infinidad de matices desde los que afirman que se trata de una hipótesis de
trabajo, pasando por aquellos que la consideran como una simple disciplina, hasta los que
afirman que se reduce a una técnica o a un arte.
Los autores que conceden a la ciencia que aquí se estudia la categoría de tal, son muy
numerosos, por lo que en una primera aproximación, es posible determinar que de
acuerdo al rigor metodológico a que es sometido el estudio de la Criminología,
indiscutiblemente, permite ver que estamos sobre áreas de conocimiento con un
basamento previo de carácter epistemológico que concede la categoría de ciencia a la
materia de nuestra incumbencia.
El 15 de abril de 1876, se publicó en Milán, Italia, la famosa obra de Cesar Lombroso “El
Tratado Antropológico Experimental del Hombre Delincuente” y, con ello se inicia la
ciencia criminológica por la senda de la investigación sistemática.
En esta última definición se reúne una serie de elementos que son considerados
generalmente como correctos, aunque por supuesto, perfectibles y necesarios de
aclaración ya que la definición de la Criminología es aún un problema a discutir. Varios
autores se niegan a definirla, otros dan definiciones plenamente tautológicas o puramente
etimológicas.
De esta manera se tiene que lo primero que se estudió en al siglo antepasado para formar
la ciencia criminológica fue a los criminales, delincuentes generalmente homicidas y, por
lo tanto, se fue pensando no estudiar en este ámbito al ladrón común y corriente, al
delincuente habitual, sino estudiar únicamente a los grandes asesinos.
Debemos pues entender que los términos crimen, criminalidad y criminal, son
convencionales y no conllevan en forma alguna un sentido despectivo, etiquetador o
estigmatizante, sino que sirven para diferenciar al simple antisocial y a sus conductas, del
delincuente, del delito y de la delincuencia, términos que tienen una fuerte implicación
jurídica.
Así las cosas es indispensable puntualizar ante todo que no todo sujeto antisocial o
desviado de los lineamientos socialmente aceptados, es un delincuente, así como no todo
delincuente es, por fuerza, un antisocial. De la misma manera, no toda desviación
comporta delito, ni todas las conductas previstas y tipificadas por las leyes penales deben
considerarse a priori como antisociales; debe entenderse también que no todo desviado
es un antisocial, aunque todo antisocial es, por lógica, un desviado.
Es verdad que etimológicamente Criminología deriva del latín crimen -criminis, y del
griego logos, tratado y, considerando el concepto crimen como conducta antisocial, y no
como delito, delito grave o de lesa humanidad, la Criminología puede mantener su original
denominación.
En relación con el primer autor, la criminología era considerada por éste como una
“ciencia sintética y empírica, sus límites están fijados por su contenido: el estudio triple del
delincuente y del delito bajo los aspectos antropológico – biológico, psicológico y
sociológico”2. Posteriormente sustituyó el término delincuente y delito por el de fenómenos
criminales.
Es sintética, ya que se trata de una ciencia a la que concurren varias disciplinas tales
como la Biología, la Sociología, la Psicología, entre otras, pero todas ellas en estrecha
interdependencia. Cabe aclarar que no se trata solamente de un conjunto de ciencias
aglomeradas, sino una síntesis, es decir, un todo coherente para poder explicar las
causas, factores o motivos de las conductas antisociales.
Se trata de una ciencia causal explicativa, porque pretende descubrir las causas o
factores que influyen en el fenómeno criminal, y explicar a través de principios o leyes
tales fenómenos, para que de esta manera pueda buscarse la prevención del delito que
es uno de los rubros principales de ésta materia.
3 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología”. Decimonovena edición. Editorial Porrúa. México. 2004. p. 6.
Rafael Garófalo conceptualiza a la Criminología como la “ciencia del delito”, pero
haciendo una diferencia entre delito sociológico o natural, al que llama también crimen y,
el delito jurídico. Este último sería el que el legislador considera como tal y lo incluye en el
código penal. Por el contrario, el delito social o natural es una lesión de aquella parte del
sentido moral que consiste en los sentimientos altruistas fundamentales de piedad y
probidad, según la medida en que se encuentran en las razas humanas superiores, cuya
medida es necesaria para la adaptación del individuo a la sociedad.
expresando que son tres grandes ciencias las constitutivas, a saber, la ciencia del delito, o
sea el Derecho Penal, la ciencia del delincuente, llamada Criminología, y la ciencia de la
pena, conocida como Penología. Cabe hacer mención que este autor es uno de los pocos
que establece la diferencia entre Criminología y Criminalogía, aclarando que el vocablo
Criminalogía es singular y por lo tanto es el estudio del delito en particular, en tanto que
Criminología es el plural y está referida a la ciencia que abarca todo el conjunto.
LECTURA.
RODRIGUEZ Manzanera, Luis. “Criminología“. Decimanovena Edición.
Editorial Porrúa. México. 2004. p.p. 5 a 12.
Por otra parte, no puede pretenderse que las relaciones causales que se producen en la
conducta delictiva, sean en la estricta forma que aparecen en las ciencias naturales como
la física, la química, fisiología, etcétera, ni tampoco puede aspirarse en nuestro campo a
la formulación de leyes de carácter científico como en las ciencias naturales
mencionadas, pues por tratarse de problemas causales diversos, no deben ser
comprendidos como fenómenos naturales, sujetos a rígidos procesos causales, sino que
han de ser comprendidos por el sentido o significado que encarnan.
La razón anterior no sería suficiente, ya que un mismo objeto puede serlo para varias
ciencias, como lo es el hombre para la Antropología, la Medicina, la Psicología entre otras
muchas.
Hay que recordar que la escolástica distinguió un objeto formal, que confiere a todo
sistema un sentido homogéneo, y un objeto que podíamos llamar material, que puede ser
estudiado desde diversos ángulos.
En el caso de la Criminología, no hay duda de que el objeto de estudio son las conductas
antisociales y, por lo tanto, los sujetos que las cometen. La cuestión del objeto de estudio
de la Criminología es por demás controvertida, por lo que se recomienda al estudiante de
la materia, investigar las diversas opiniones existentes al respecto, de los diferentes
autores.
LECTURA.
REYES Echandía, Alfonso. “Criminología”. Segunda reimpresión de la octava
edición. Edit. Temis, S. A. Colombia. 1996. p.p. 2 a 13.
Una de las preocupaciones más importantes entre los criminólogos clínicos debe ser, sin
duda, el respeto a los derechos y a la dignidad del hombre, delincuente o no ya que antes
de llegar a violar las leyes, el delincuente es un individuo que lucha por la existencia. Se
sabe, o debería saberse que la única forma de lograr un futuro mejor para la humanidad,
es el anteponer a todo problema político o social aquel de la mejoría de la persona
humana.
Con el cuidado máximo al respeto a los derechos y dignidad del hombre en el estudio
clínico criminológico se deberá buscar el conocimiento del delincuente o presunto
delincuente; pues como dice Di Tullio: “No se puede, pues, dejar de sentir la necesidad de
conocer la personalidad del reo y la dinámica de su delito, y de recurrir, por ello, a las
ideas y a los métodos propios de la Criminología y, más precisamente de la Criminología
Clínica, que se ocupa del estudio de las conductas antisociales o delictivas, basado sobre
el análisis profundo de casos individuales, sean normales, anormales o patológicos”.5
4 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología”. Decimonovena edición. Editorial Porrúa. México. 2004. p. 40.
5 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología”. Decimonovena edición. Editorial Porrúa. México. 2004. p. 403.
a. La Entrevista criminológica, con el conocimiento personal y directo del individuo.
b. El Examen médico, con inclusión de su historia clínica médica completa así como
revisión de todos y cada uno de sus aparatos y sistemas, señalando alguna entidad
patológica posible así como el tratamiento prescrito.
c. El examen psicológico, dando como resultado datos sobre la personalidad.
d. Encuesta social, sobre el medio en que el individuo se ha desarrollado.
LECTURA.
RODRÍGUEZ Manzanera, Luis. Op. Cit. p.p. 35 a 82.
A partir de Augusto Comte renació el interés por clasificar las ciencias y ahora es usual al
iniciar el estudio de una disciplina, tratar de encuadrarla en una clasificación, y aún
cuando esto no deja de ser aventurado en nuestro tiempo, por los continuos cambios, se
cree conveniente citar algunas clasificaciones, que guardan íntima relación con la
Criminología.
A) CRIMINOLOGÍA
BIOLOGÍA CRIMINAL
SOCIOLOGÍA CRIMINAL
FILOSOFÍA
HISTORIA
B) CRIMINALÍSTICA
DOGMÁTICA
CRÍTICA Y REFORMA O POLÍTICA
CRIMINAL
C) DERECHO PENAL
D) PROCESO PENAL
E) DERECHO PENITENCIARIO
ESTADÍSTICA
F) CIENCIAS AUXILIARES MEDICINA LEGAL
PSIQUIATRÍA FORENSE 6
Puede observarse el muy destacado lugar que ocupa en esta clasificación la Criminología.
Por supuesto que no todos aceptan la denominación de ciencias penales ya que otros
tratadistas utilizan denominaciones como Enciclopedia Penal, Enciclopedia Criminológica,
Cuadro de las Disciplinas Criminológicas, Ciencia General del Derecho Penal y Ciencia
Penal General. Una reciente clasificación formada por Pavón Vasconcelos y referida por
Rodríguez, es la que se apoya en un triple criterio para encuadrar las disciplinas que se
ocupan del delito, delincuente y penas – medidas de seguridad.
Algunos autores pretenden establecer precedencia jerárquica entre las ciencias que
forman el conjunto de ciencias penales y criminales. Los criminólogos defensores de la
constelación criminológica, colocan la Criminología en el puesto de honor, poniendo a las
demás ciencias a su servicio. Los dogmáticos celosos consideran única ciencia sustancial
principal, el Derecho Penal, desarrollando las restantes disciplinas técnicas, artes,
fórmulas, etcétera, una función de complemento, y de ayuda en sus investigaciones y
resultados.
LECTURA.
RODRÍGUEZ Manzanera, Luis. Op. Cit. p.p. 35 a 40.
I.7. Ciencias que auxilian a la Criminología.
En este punto se tratará de exponer el concepto de síntesis y las materias que componen
la gran ciencia criminológica. Las materias que a continuación se proponen para formar la
síntesis son un mínimo requerido, en forma alguna se trata de una enumeración limitativa,
ya que pueden concurrir beneficiosamente otras disciplinas de acuerdo al problema
concreto a resolver.
Por síntesis se entiende la composición de un todo por la reunión de sus partes, es algo
más que la simple suma y compendio de una materia o cosa. En la química por ejemplo,
se describe la síntesis como la formación de una sustancia compuesta mediante la
combinación de elementos o substancias más sencillas.
En Criminología el concepto es similar, pues esta ciencia está formada por la suma y el
compendio interrelacionado de sus diversos componentes. Usando la anterior analogía es
posible explicar la Criminología como una materia nueva, autónoma e independiente,
formada por la combinación de otras materias, sino más simples si más especializadas.
Quizá la característica más sobresaliente de la Criminología es ser sintética, si no se llega
a la síntesis no hay Criminología o Sociología Criminológica, podrá haber una parte, podrá
existir Psicología Criminológica o Sociología Criminológica, pero no Criminología.
Para Almaraz, referido por Rodríguez Manzanera, investigar los factores psíquicos y los
sociales que intervinieron en la génesis de un delito no es hacer Psicología o Sociología
criminales, sino aplicar los métodos y los datos de la Psicología y la Sociología para
explicar la conducta de un delincuente singular. Estos procedimientos e investigaciones
se acostumbran agrupar bajo el nombre de Criminología, cuando con ellos se trata de
descubrir las causas de un delito concreto, es decir, de explicarlo científicamente.
• Antropología Criminológica.
• Biología Criminológica.
• Psicología Criminológica.
• Sociología Criminológica.
• Derecho Penal.
• Criminalística.
• Victimología.
• Penología.
La Criminología es pues, una ciencia abierta a toda nueva conquista del saber, por esto
es una ciencia joven que no puede envejecer, ya que se ve continuamente renovada por
los descubrimientos científicos.
LECTURA.
RODRÍGUEZ Manzanera, Luis. Op. Cit. p.p. 59 a 117.
Así, una de las ciencias de estudio del Derecho que preponderantemente se encargan de
analizar el fenómeno delincuencial es la Criminología que se circunscribe en el marco del
Derecho Penal.
El principio general tiene excepciones, toda vez que las ciencias penales estudian
también conductas parasociales y asociales, así como los sujetos que las cometen,
mientras que las normas penales rigen ciertas conductas que no son en si antisociales,
pero que son consideradas en esta forma por el legislador por su carácter de conductas
antijurídicas.
Así pues, en el estudio correlativo del Derecho Penal y la Criminología, existen diversos
esquemas de la enciclopedia de las Ciencias Penales, no obstante uno de las que ofrece
mayores ventajas de comprensión es el propuesto por Rodríguez Manzanera, que a
continuación se incluye.
CIENCIAS CRIMINOLÓGICAS
1. Antropología Criminológica.
2. Psicología Criminológica.
3. Biología Criminológica.
4. Sociología Criminológica.
5. Ciencias Penales.
6. Criminalística.
7. Victimología.
8. Penología.
CIENCIAS MÉDICAS
1. Medicina Forense.
2. Psiquiatría Forense.
CIENCIA BÁSICAS, ESENCIALES O FUNDAMENTALES
1. Metodología.
2. Política Criminológica.7
En este sentido se encuentra que las Ciencias Penales se dividen en cinco grandes
partes, a saber, Criminología, Historia y Filosofía, Ciencias Jurídicas, Ciencias Médicas y
Ciencias Básicas, llamadas también fundamentales, esenciales o indispensables. Como
puede observarse en el cuadro de las Ciencias Criminológicas, se trata de ciencias del
mundo del ser, mientras que las ciencias jurídico – represivas, son ciencias del mundo del
deber ser, es decir, las dos son totalmente diferentes y no puede por ello confundirse a la
Criminología que es el estudio del criminal, así como del crimen y de la criminalidad, con
las ciencia del Derecho Penal y la ciencias jurídico represivas, pues éstas estudian
normas jurídicas que nos dicen cómo debe ser el hombre, qué es lo que debe hacer y qué
es lo que debe omitir, es decir, se está ante un mundo normativo frente a un mundo
naturalístico cultural. Por estas razones, puede entenderse que las ciencias criminológicas
componen la Criminología General o Sintética.
Así mismo, tomando en consideración que como conjunto de normas jurídicas el Derecho
Penal se forma por el conjunto de ordenamientos, el Derecho penal se aplica para
designar tanto al conjunto de normas jurídico penales -ordenamiento jurídico penal-, como
también a la ciencia del Derecho Penal. Como ciencia el derecho penal se constituye por
conceptos jurídicos sobre el delito, el delincuente y la pena.
Recuérdese que el Derecho penal es la rama del Derecho público interno relativa a los
delitos, a las penas y a las medidas de seguridad, que tienen por objeto inmediato la
creación y la conservación del orden social. Se deducen de este concepto naturaleza,
materia y fin del Derecho Penal. También el Derecho Penal puede conceptuarse como el
conjunto de normas jurídicas emitidas por el Estado, relativas a la clasificación de las
conductas que constituyen los llamados delitos y las consecuencias que tales conductas
provocan.
Por cuanto hace a las ciencias auxiliares del Derecho Penal, la enciclopedia de las
ciencias penales, busca reunir desde varias perspectivas, las explicaciones, conceptos,
teorías sobre el fenómeno delictivo.
Dentro de ese cúmulo de saber, el Derecho Penal representa solo una parte del
conocimiento, cuyo objeto de estudio se centra en el estudio del delito, delincuente y
delincuencia, necesariamente al abordar a ese trinomio requiere interrelaciona con otras
disciplinas que le sirven de sustento.
LECTURAS.
Como todo sistema jurídico, se funda en normas cuya estabilidad asegura ciertamente la
seguridad de los justiciables, pero que no implica una discordancia entre los Bienes
Jurídicos Tutelados y las necesidades e intereses actuales de la vida social que durante
los últimos decenios ha sido particularmente móvil.
Por otro lado los cambios técnicos han producido nuevas formas de criminalidad que
quedan fuera de nuestros Códigos, entre las que se tienen varias actividades engañosas
que obstaculizan el desarrollo de país, tales como las propias de la denominada "cifra
negra" de la criminalidad, integrada por las actividades ilegales o cuasilegales no
detectadas, ya que constituyen acciones ocultas y complicadas, transacciones y
procedimientos refinados que escapan fácilmente a los alcances de la Ley. Aparte de las
"cifras negras" de los delincuentes que evitan toda acción judicial, existen, cifras "doradas"
de criminalidad que se ubican en las esferas políticas y que ejercen su poder
impunemente, perjudicando a la ciudadanía y a la colectividad en beneficio de su
oligarquía, o que disponen de un poder económico que se desarrolla en perjuicio del
conjunto de la sociedad.
Esto muestra que muchas veces se etiqueta de "criminales" a quienes sólo requerían
ayuda económica, y no se persigue q quienes realmente necesitan un tratamiento o
simplemente un escarmiento por perjudicar a toda la colectividad. Los límites de la
represión penal deben ser fijados en función de la evolución sociocultural de la
colectividad, ya que la misma complejidad de la estructura social ha modificado
lentamente el estilo criminal. Por eso al analizar la prevención del crimen y la justicia
penal dentro de este contexto, se encuentran lacras, ineficacia y corrupción, puesto que
se encuentra esencialmente viciada.
Por esto es factible establecer un concepto de política criminal más utilitario, entendida en
términos de una sistematización sociopolítica y jurídica de las prioridades, actividades y
medios dirigidos al control y eventual erradicación de los fenómenos delincuenciales
suscitados en un territorio determinado. Así, todas las acciones que enmarcan a la política
criminológica son previstas como medios dirigidos al control y eliminación de la
delincuencia o, siendo realistas, a disminuir hasta un límite tolerable las acciones
delictivas en una sociedad cada día más abatida por el fenómeno criminal.
La política criminal o criminológica debe estar guiada o delimitada por algunos principios
que garantizarán que no se encuentren acciones que, si bien impacten a la delincuencia,
puedan a su vez dañar los más elementales derechos de los ciudadanos, sobre estos
principios, pueden incluirse como razones de cada uno de ellos, en síntesis los principios
de política criminal y los principios de legitimidad.
Estos principios señalan la facultad del Estado para planificar, actuar y adoptar las
medidas necesarias para combatir la criminalidad. La facultad se encuentra referida a la
soberanía estatal, su forma de gobierno, el bien colectivo y los fundamentos
constitucionales que dotan de validez los actos de autoridad tendiente a prevenir y a
reprimir las conductas delictivas.
El Derecho Penal, por la naturaleza de la sanción, por la relevancia de los bienes jurídicos
que tutela, debe ser la última ley aplicable, el último medio de control social, sin embargo
en la actualidad nos encontramos a la Ley Penal como última ratio legis. Siempre que se
puedan utilizar otros medios menos drásticos para ordenar una determinada conducta con
eficacia, debe prescindirse del Derecho Penal, que para el logro de sus objetivos debe
previamente acudir a otros medios jurídicos menos drásticos, y sólo cuando éstos resulten
insuficientes e ineficaces debe acudir al derecho penal, siempre y cuando se tenga la
plena convicción de que éste será el mejor recurso.
Es válido comentar que existen bienes jurídicos que requieren de una tutela por parte del
Estado, y que en ocasiones la tutela puede darse por medios distintos al Derecho Penal
que garantizan precisamente el respeto a los mismos, estamos hablando de medidas de
Derecho Administrativo e, incluso, de otro tipo de medidas que resultan menos lesivas en
cuanto a la sanción para el infractor de la norma. Este principio, que es complementado
con el principio de tutela del bien jurídico preferente, garantiza que únicamente los bienes
de mayor valía permitan la aplicación de una norma que tutelará penalmente los intereses
sociales contenidos en la misma.
El Derecho Penal se caracteriza por proteger los valores fundamentales del orden social,
por ello, debe limitarse al castigo de conductas que violan los más elementales deberes
ético-sociales. Elemento fundamental para que sea admisible la tipificación de un delito es
que exista una necesidad social digna de protegerse. Esa necesidad social es condición
sine qua non para dar intervención al Derecho Penal. Si no nos encontramos ante un bien
jurídico que merezca ser protegido penalmente, se estaría violando el principio de la
intervención mínima penal.
Este principio se refiere a la necesaria vinculación delito-conducta. Los tipos penales sólo
prohíben u ordenan acciones u omisiones. Se garantiza entonces un Derecho Penal de
acto y se elimina la posibilidad de aplicar un Derecho Penal de autor. Se castiga por lo
que se hace o deja de hacerse cuando existe una norma prohibitiva o una norma
preceptiva, no por lo que se es.
Principio de Tipicidad.
Está relacionado al tipo penal como garantía de legalidad. Las conductas que aparejan
una sanción deben estar consideradas en una hipótesis normativa preceptuada en un
cuerpo legal. Para el castigo, entonces, debe existir una perfecta adecuación entre los
elementos de la descripción típica y la conducta desplegada por el actor de la misma.
Principio de culpabilidad.
En este principio se estudia el grado de la pena. Esto es, la cantidad de sanción que debe
acompañar a un tipo penal, los límites y máximos alcanzados en cuanto a la imposición
de la pena por una conducta cometida. La pena, pues, no debe rebasar la medida de
culpabilidad.
Principio de prevención.
La pena debe tener la función no sólo de retribuir, sino también de prevenir el crimen. La
pena se justifica por la ejemplaridad de su aplicación. La prevención vista, pues, desde la
esfera de prevención general, para evitar futuras conductas ilícitas y, en especial, para
evitar la reincidencia. Lo cual es una exigencia incuestionable para el Estado de Derecho
contenida en el aforismo de nulla poena sine lege.
Principio de jurisdiccionalidad.
Dentro de las políticas públicas, se debe priorizar la política criminal dada en la base de
los principios resumidos en líneas anteriores, y partiendo siempre de un diagnóstico real,
de un estudio criminológico serio, que tome en cuenta las estructuras institucionales
existentes para su solución, articulada en su operación y planificada con base en las
garantías constitucionales existentes.
LECTURA.
RODRÍGUEZ Manzanera, Luis. Op. Cit. p.p.119 a 145.
Autoevaluación.