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ANALISIS: CONSTITUCION, SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL Y TEORIA DE

LAS FUENTES DEL DERECHO

1. Carácter normativo y superior de la Constitución

Constitución es un término que procede del latín cum con y statuere establecer. Es la
norma fundamental, escrita o no, de un Estado soberano, establecida o aceptada para
regirlo. La constitución fija los límites y define las relaciones entre los poderes legislativo,
ejecutivo y judicial del Estado, estableciendo así las bases para
su gobierno y organización de las instituciones en que tales poderes se asientan. También
garantiza al pueblo determinados derechos. La mayoría de los países tienen una
constitución escrita. Cuando se habla de Constitución, sin embargo, se entiende el conjunto
de normas supremas que rigen la organización y el funcionamiento de un Estado. Son
normas jurídicas, no una situación de hecho, que generan derechos y obligaciones. Desde el
punto de vista jurídico, el concepto que más interesa es el segundo.

Todo Estado, sea de la forma que fuere, tiene una Constitución, y ya sabemos que ésta es la
ley fundamental; es el fundamento o basamento de todas las leyes existentes dentro de su
territorio, y si estamos hablando de una ley fundamental, es obvio que estamos, a la vez,
aceptando la existencia de otras leyes que le están sometidas, y tiene que ser así, si una es
fundamental las otras encuentran "la razón de ser de su existencia en la primera"

2. Supremacía constitucional

El artículo 51º de la Constitución Peruana señala que: “La Constitución prevalece sobre
toda norma legal; la ley, sobre las normas de inferior jerarquía, y así sucesivamente.” En tal
sentido se impone a todos los peruanos, como principio constitucional, la primacía de la
Constitución y la ley, según el cual se debe obediencia plena a la Constitución Política del
Estado.

El ordenamiento jurídico está integrado solamente por normas jurídicas válidas; las normas
inválidas están fuera del Derecho. Para establecer si una norma pertenece o no al
ordenamiento jurídico hay que pasar de grado en grado, de poder en poder, hasta llegar a la
norma fundamental. De este modo todas las normas están vinculadas directa o
indirectamente con la norma fundamental que es la que da validez y unidad al complejo y
enmarañado ordenamiento jurídico. Por eso, la norma fundamental se coloca, al estilo
kelseniano, en el vértice del sistema, porque con ella se relacionan todas las otras normas.
En este sentido es acertado el razonamiento de Bobbio, cuando expresa: "La norma
fundamental es el criterio supremo que permite establecer la pertinencia de una norma a un
ordenamiento, en otras palabras, es el fundamento de validez de todas las normas del
sistema. Por lo tanto, no sólo la exigencia de la unidad del ordenamiento sino también la
exigencia de fundar la validez del ordenamiento nos llevan a exigir la norma fundamental,
la cual es, asimismo, el fundamento de validez y el principio unificador de las normas de un
ordenamiento. Y como un ordenamiento presupone la existencia de un criterio para
establecer la pertinencia de las partes al todo y un principio que las unifique, no podrá
existir ordenamiento sin norma fundamental".

Si la norma fundamental del ordenamiento positivo es la Constitución y si toda norma se


fundamenta en otra norma superior, hay que preguntarnos ¿en qué se basa la norma
fundamental? La respuesta no la podemos encontrar en el ordenamiento positivo, dentro de
él la norma fundamental no tiene fundamento porque si lo tuviera dejaría de ser
fundamental, ya que habría una norma superior de la cual dependería. La respuesta a esta
pregunta hay que buscarla fuera del ordenamiento jurídico. Muchas son las respuestas que
se han dado para formular una norma superior que fundamente a la fundamental y descubrir
un poder superior al Poder Constituyente, que sería la verdadera fuente de todo poder.

3. La teoría de las fuentes y la jurisprudencia del tribunal constitucional peruano

El reconocimiento de que la Constitución opera como norma de normas y puede ser


aplicada como fuente directa o fuente formal principal de derecho, en un caso concreto. La
Constitución ha dejado de ser una mera declaración política, para convertirse en la Carta
que contiene los derechos y las obligaciones de las personas y de sus gobernantes.

La doctrina constitucional es factor de unificación del derecho, pues, no es cada


juez o cada funcionario administrativo, quien en cada asunto particular decide cómo se
interpreta del derecho, sino que la doctrina expresada por la Corte Constitucional en sus
fallos es vinculante y orientadora de todas las demás decisiones que se adopten en
desarrollo del ordenamiento jurídico.

La Tutela contra sentencias de cualquier organismo jurisdiccional, que garantiza que


a todo juez lo vincula el derecho y que todas las ramas del poder público, tienen control y el
acto arbitrario o contrario a la Constitución puede ser separado del ordenamiento jurídico.

La violación del precedente judicial como causal que permite acudir al juez para
obtener la nulidad de sus propias sentencias, aun en el caso de la tutela, lo que constituye la
garantía de que ningún juez puede apartarse de las fuentes principales de derecho y ello
incluye aun al juez constitucional.

El desacato y la acción de cumplimiento de sentencias, este instrumento permite que


una vez expedida la sentencia, la misma sea ejecutada y no un simple escrito en el que se
reconoce la existencia del derecho.

La existencia de instrumentos que le permiten al juez hacer efectivas sus sentencias,


no solo a través de procesos ejecutivos, sino a través de la adopción de diferentes tipos de
medidas que obligan a la administración o a los particulares a ejecutar las decisiones que
los jueces han adoptado, en particular las decisiones contenidas en los fallos de tutela.

Como el precedente constitucional es fuente formal principal de derecho, su


desconocimiento por funcionarios administrativos y aun por los judiciales es tan grave
como desconocer el texto de la Ley expedida por el Congreso y las consecuencias de ese
desconocimiento deben ser semejantes.

La construcción de un modelo sistemático, que permita tener la garantía de que una


vez se conozca el precedente constitucional, habrá unidad en todas las decisiones que se
adoptan en el ordenamiento jurídico y que se dispone de los instrumentos que garantizan
que finalmente el precedente es acatado, representa uno de los más significativos avances
en la construcción de un régimen jurídico más justo.

Jurisprudencia constitucional

La Jurisprudencia Constitucional, conjunto de decisiones judiciales uniformes emitidas por


el Tribunal Constitucional de un Estado acerca las sentencias de jueces inferiores o actos
del Poder Ejecutivo, ratificando, modificando o anulándolos, es fuente porque las
sentencias constitucionales dirigirán en un futuro las decisiones judiciales de los jueces
inferiores.

La doctrina y el Derecho constitucional comparado

La Doctrina, del latín "doceo” enseñanza, conjunto de teorías y proposiciones científicas


que elaboran los peritos en Derecho y, que sirven de guía para los legisladores y para
quienes proyectan reformas a la Constitución y nuevas leyes políticas y el Derecho
constitucional comparado, estudio de diferentes constituciones de diferentes países y
épocas para analizar sus instituciones y así incluirlas a las Constitución nacional. Estudia
los preceptos positivos constitucionales—vigentes o no—de varios Estados con el objeto de
señalar sus concordancias y diferencias.

Ambas, la Doctrina y el Derecho constitucional comparado son fuentes porque ambas guían
las sentencias constitucionales y las modificaciones a la Constitución, respectivamente.

La Costumbre

La costumbre, forma inicial del Derecho Consuetudinario [1] que consiste en la repetición
constante de un acto que con el paso del tiempo se vuelve obligatoria y por necesidad,
consentimiento colectivo y apoyo del poder político llega a convertirse en ley, es fuente
porque se convierte en norma constitucional a través de un proceso reflexivo del legislador.

La Constitución

La constitución es la fuente de primera importancia, porque la ciencia del derecho


constitucional, las estudia, las compara, las analiza, etc.
CONCLUSION:

La supremacía constitucional es un principio inherente a toda forma de vida constitucional,


por tanto, es indispensable advertir su dimensión real en cuanto a su naturaleza.

Hoy en día parece imposible mantener una visión formalista de la Constitución y de la


supremacía, ya que existen aspectos sustanciales, como la primacía de los derechos
humanos, que se anteponen como factores prioritarios por seguir.

Si bien es cierto que la supremacía formal, como tal, es un concepto incompleto y casi en
extinción, sobre todo con el incremento de los llamados bloques de constitucionalidad, es
un hecho que el ámbito sustancial de la supremacía se ha visto fortalecido, y eso, en
realidad, es lo que permite que la supremacía de la Constitución siga siendo un rasgo
distintivo.

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