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Columna de opinión

El aprendizaje es dicho proceso del cual se adquieren conductas, conocimientos,


competencias y habilidades, es decir, es el resultado del estudio o la práctica de
un tema determinado [1]; o como se observó en la segunda clase de la materia
Competencias Directivas Genéricas, el aprendizaje es un juicio hecho por un
observador que compara la capacidad de un individuo o de una organización
para actuar efectivamente en dos momentos distintos, de acuerdo con ciertos
estándares, pero existen varios obstáculos que impiden alcanzar el aprendizaje,
como el pensamiento de: “ya lo sé”, “no tengo que cambiar”, “yo no puedo”, “no
puedo decir no sé”, “¿qué hace el otro?”, etc. [2]. Actualmente con el cambio
acelerado del mundo se han manifestado estrategias para combatir dichos
obstáculos, por ejemplo, la tecnología digital en la educación, la cual tiene pros
y contras de acuerdo a la perspectiva de sus observadores. De este modo, la
presente revisión bibliográfica se centra en la reflexión sobre ¿cómo el impacto
de la tecnología digital incide en el aprendizaje del mundo actual?

Para alcanzar el aprendizaje de un tema específico es necesario que estudiemos


a fondo o practiquemos lo suficiente para no tener que memorizar dicho tema,
por ejemplo, cuando aprendemos a montar bicicleta o a sumar, podemos hacerlo
naturalmente teniendo claro el por qué suceden las cosas, puesto que con la
práctica aprendemos a tener equilibrio sobre la bicicleta, o, con el estudio
aprendemos y comprendemos que la suma consiste en añadir una cantidad a
otra; sucede todo lo contrario con la memorización, pues al no aprender
necesitamos intentar recordar cómo hacerlo, o recordar conceptos, muchas
veces ese intento será exitoso, pero muchas otras no, ya que memorizar consta
de repetir lo que alguien más dijo o hizo de una manera mecánica sin tener una
explicación del porque su existencia, es decir, no se estudia, ni se practica a
fondo. Byung-Chul Han en el libro “El enjambre” [3] dice que en el mundo actual
con la tecnología digital, existe una masa incalculable de información que carece
de la contraposición de una misma masa que referencie la verdad, él dice que la
búsqueda de la verdad requiere de tiempo, de detenerse y demorarse en
entender y comprender, así como el tiempo de labranza en la cosecha, de ese
modo se saca frutos de ella; pero actualmente al existir tanta información nos
volvimos cazadores de la misma, sin garantizar si ésta es verdadera o no, es
decir, no nos encargamos de aprenderla, si no, de cazarla, memorizarla y usarla
a nuestro antojo, por lo tanto, pasamos de ser una sociedad de labradores de
conocimiento y pensamiento, a una sociedad de cazadores de información.

Han también dice que la tecnología digital se contrapone a los antiguos medios
analógico, puesto que éstos últimos se caracterizaban por la capacidad de que
una sola persona se vuelva transmisora de su información, opinión y
pensamiento, hacía múltiples espectadores pasivos, destinados a absorber su
mensaje unidireccional, dándonos la oportunidad de estudiar dicha información,
buscar y aprender su verdad, así estar de acuerdo o no con el transmisor.
Mientras que actualmente por medio de las redes sociales todos nos convertimos
en activos informadores y consumidores de información, somos nuestra propia
audiencia, esto hace que al leer la información u opinión de alguien, podamos
estar de acuerdo o no en base en la opinión que alguien más dijo, es decir, no
nos tomamos el tiempo de estudiar por nuestra propia cuenta para tener la
capacidad de dar nuestro criterio por lo que realmente aprendimos, si no, que
solo retransmitimos la información que alguien más dijo, sin necesidad de
comprenderla a fondo.

Lo anterior es una perspectiva del lado negativo de la tecnología digital con


relación al aprendizaje, Así mismo se encuentra opiniones de su lado positivo,
por ejemplo, como lo considera el director de aprendizaje digital de la
Universidad de Leeds, en West Yorkshire, Inglaterra, Neils Morris [4], quien dice
que las tecnologías digitales si están cambiando fundamentalmente el
aprendizaje y la enseñanza, ya que la educación está al alcance de estudiantes
que antes de las tecnologías digitales no podían acceder a ella, él dice que hay
tres puntos que se benefician de algún modo: primero, la flexibilidad de
aprendizaje, puesto que ahora se encuentran ofertas de aprendizaje con cursos
mixtos, híbridos, y a distancia, haciendo que podamos integrar la educación con
otros aspectos de nuestra vida; segundo, la forma innovadora en que adquirimos
conocimientos, es decir, existen múltiples herramientas donde es posible
aprender idiomas, programación, música, e infinidad de temas, que hacen que
de una manera amigable sea más efectivo aprenderlos; y tercero, el gran cambio
en la forma en que podemos interactuar con otros individuos, ya sea entre
estudiantes o con educadores de todo el mundo, esto crea conciencia cultural y
globalización.

Finalmente, como respuesta a la incertidumbre planteada inicialmente, se


concluye que la tecnología digital influye a gran escala en el aprendizaje, y
dependiendo de la manera que se la use se sacan ventajas o desventaja de ella,
por lo tanto, debemos ser conscientes de que si seguimos dejando que nos
arrastre el mal uso de ésta, seguiremos siendo esas personas que no labramos
nuestro aprendizaje, por esta razón, es necesario recurrir a estrategias que nos
lleve a una explotación adecuada de toda la información que contienen dichas
tecnologías y sacar el mayor provecho posible, ya que es evidente que la
tecnología no es la mala, si no que actualmente en muchos casos no sabemos
cómo darle un buen uso.

Reflexión personal

Hoy en día nos encontramos en una sociedad activa a la tecnología digital,


puesto que ésta proporciona ventajas que facilitan el diario vivir, son usadas para
gran variedad de actividades, como: estudiar cursos en línea, seminarios,
certificaciones, ect., de todo tipo de temas; comunicarnos con nuestros familiares
y seres queridos; usar la nube; redes sociales; solicitar servicios de comida,
transporte, pedidos, etc.; usar aplicaciones de ubicación, de compras en línea
usar herramientas que nos acercan a las entidades financieras; y hasta
aplicaciones que nos permite llevar una mejor calidad de salud registrando
nuestras actividades deportivas diarias; pero al vernos tan envueltos en el mundo
digital hemos caído en varios aspecto negativos de éste, que fueron
mencionados por Byung-Chul Han en el libro “El enjambre”, él resalta con un
tono crítico tres punto de gran relevancia en la sociedad: el capitalismo y la
sociedad digital; el espacio y tiempo; y la información, conocimiento y ruido; estos
estándares me llevan a entrar en razón sobre este inmenso espacio que nos ha
convertido de la “masa clásica” a la nueva masa llamada “enjambre digital”,
constituido por fantasmas con identidades no definidas, narcisista y adictos a la
notoriedad.

Uno de los puntos más críticos en la sociedad son las redes sociales, porque
tendemos a exponernos en éstas, un habito que Han lo compara con la
pornografía, compartirnos de forma voluntaria y gratuita toda clase de
información privada como fotos, ubicaciones, Curriculum, etc., sin tener la menor
idea de quien puede abusar de esa información, de este modo se crea la Big
Data, que es tan peligrosa como el Big Brother, porque ésta no olvida nada, y
cualquier error cometido en nuestras vidas, aparecerá en el internet por años o
décadas.

Así mismo nos volvemos espectadores de la vida de los demás y nos incluimos
en una burbuja del me gusta, porque las llamadas “recomendaciones” nos
presentan sólo aquello que nos gusta, personas iguales y que piensan igual, así
sin conciencia rechazamos lo desconocido, estrechando nuestro horizonte de
experiencias.

Somos vigilantes y vigilados, buscamos tuits de los demás para exponerlos y


someterlos a lo errados que están y muchas veces sin siquiera percatarnos del
respeto que deberíamos tener al prójimo. Lo anterior provoca olas de indignación
fugaces, que en muchos casos ni siquiera es posible controlarlas, provocamos
mucho ruido, pero no levantamos una voz porque no tenemos un público real,
no actuamos por un cambio, sólo tecleamos y reaccionamos de forma pasiva,
esto nos afecta a gran escala cuando por mala administración política se
perjudican nuestros derechos.

Así vivimos el día a día, sin darnos cuenta del pasado, ni planificando nuestro
futuro, tenemos presentes tras presentes una y otra vez, como dijo Han: “Así es
como uno envejece sin hacerse mayor”. Por esta razón es hora de que
cambiemos, de que paremos de tanta aceleración mundial y nos detengamos a
pensar y reflexionar sobre todo lo que está pasando en nuestra vida, sobre el
daño que dejamos que nos hagan y el daño que provocamos en los demás, ¡es
hora de poner un alto ya!

Referencias

[1] APRENDIZAJE, Psicología y Mente, [en línea en:


https://psicologiaymente.com/tags/aprendizaje].
[2] COMPETENCIAS DIRECTIVAS GENÉRICAS, presentación de clases de
Maestría en Dirección de programas y proyectos, Universidad de Buenos Aires,
Facultad de Ciencias Económicas, 2019.
[3] EL ENJAMBRE, Byung-Chul Han, Pensamiento Herder, 2014.
[4] ¿ESTÁN CAMBIANDO LAS TECNOLOGÍAS DIGITALES EL APRENDIZAJE
Y LA ENSEÑANZA?, Puentes Digitales, [en línea en:
https://puentesdigitales.com/2017/10/27/estan-cambiando-las-tecnologias-
digitales-el-aprendizaje-y-la-ensenanza/], 2017.

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