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Najla Mariel Ruiz Ortiz

Grupo 003
PDN I Actividad 4 MODELOS TEÓRICOS PARA EL ABORDAJE CLÍNICO DE LA
PERCEPCIÓN Najla Ruiz
Modelos teóricos para el abordaje clínico de la percepción
La percepción involucra el procesamiento activo de información sensorial continua. Es un proceso
dinámico, en el cual los estímulos recibidos a través de los sentidos se transforman en información
con significado. La percepción en un organismo saludable es un proceso complejo, que incluye
diferentes aspectos del funcionamiento cerebral; incluyen actividades como: reconocimiento,
discriminación, realizar patrones y el procesamiento del espacio. El aprendizaje y la experiencia
previa igualmente influyen en el proceso perceptivo.
El análisis inicial del estímulo es un análisis precategorial que se centra en las características
sensoriales o físicas más simples como el color, forma, profundidad y movimiento. Este análisis
se lleva acabo por un conjunto de procesadores que operan en paralelo, cada uno de los cuales está
especializado en un tipo de información. La atención se ve involucrada en este proceso.
El reconocimiento de los objetos es la capacidad de identificar un estímulo percibido como ya
conocido y diferenciarlo de los no conocidos. Para que el objeto sea reconocido, se ha de emparejar
el precepto integrado por los sentidos con una representación abstracta del objeto correspondiente,
contenida en un almacén de descripciones estructurales de los objetos. Afectaciones en este
proceso da lugar a agnosias aperceptivas: el paciente no puede reconocer los objetos que conoce.
La identificación de los objetos consiste en asignar a un precepto su significado básico más
inmediato y su función. Al dañarse estos registros interpretativos se tiene una agnosia asociativa.
La extensa distribución cortical y la complejidad de las actividades perceptuales las hace altamente
vulnerables al daño cerebral. Las alteraciones en el sistema perceptivo se presentan en la
incapacidad de identificar, reconocer e integrar la información sensorial (visual, auditiva, táctil y
somestésica), espacial y de los símbolos abstractos (habla, escritura y lectura), lo que son las
llamadas agnosias.

Valoración de procesos perceptivos


Los déficits perceptivos pueden ser auditivos, visuales o táctiles. Las agnosias son las dificultades
para conocer o interpretar la experiencia sensorial. Para valorar las alteraciones perceptivas es
necesario primero descartar alteraciones en los procesos básicos (déficits sensoriales primarios),
si hay una pérdida de la sensación y experiencia perceptiva o si las dificultades perceptivas se
producen por una agnosia apercepetiva o asociativa. Para evaluar la percepción se suele pedir al
sujeto que identifique objetos reales, dibujos o fotografías, así como objetos en movimiento, caras,
que relacione colores con formas, etc.
De forma general existen dos baterías específicas para la valoración de las praxias y gnosias:
Visual Object and Space Perception Test (VOSP) (Warrington y James, 1991). Dirigida a la
valoración de la percepción de los objetos y del espacio. Esta compuesta por ocho subtests, valora
aspectos del funcionamiento perceptivo y motor: identificación de formas, discriminación de
formas familiares-no familiares, identificación de objetos en el espacio.
Birmingham Object Recognition Battery (BORB) (Riddoch y Hamphreys, 1993). Dirigida a
evaluar diferentes aspectos de la percepción visual desde los componentes más básicos
(características básicas, tales como orientación, longitud, posición y tamaño de objeto), hasta los
procesos intermedios visuales (por ejemplo, la adecuación de diferentes objetos en el espacio), el
acceso al reconocimiento perceptivo-semántico acerca de los objetos (object decision), el acceso
a la semántica del conocimiento (función asociativa) y el acceso a los nombres de objeto
(fotografías para denominar).
También pueden utilizarse otras pruebas como:
Test de las figuras de Gollin (Gollin, 1960). Evalúa gnosis aperceptivas. Consta de 20 ítems, y
cada ítem está formado por una serie de dibujos que en un principio muestran sólo algunas
características de la forma del objeto. Secuencialmente (cinco fases) la forma se va completando,
hasta que finalmente aparece completa.
Benton Facial Recognition Test (Benton, Hamsler y Varney, 1978). Constituye una prueba
diseñada con la finalidad de valorar la habilidad para el reconocimiento de rostros. El test permite
una aplicación breve consistente en 27 ítems y una versión extendida de 54. En cada ítem se
presenta al sujeto un rostro que deberá observar y posteriormente intentar reconocer entre 6 rostros
diferentes. En los seis ítems iniciales el rostro diana y uno de los posteriormente presentados son
exactamente iguales; más adelante varía la posición de la cara que el sujeto memoriza y que debe
reconocer, a pesar de ser la misma persona.
Para la valoración de las agnosias auditivas se utilizan sonidos familiares (verbales y no verbales)
que la persona deberá identificar, emparejar y discriminar entre sonidos iguales o diferentes. La
amusia es una agnosia auditiva específica del reconocimiento de melodías familiares.
Para la valoración de las agnosias táctiles se debe valorar la grafestesia (reconocimiento de
números y figuras geométricas en ambas palmas de las manos), la morfognosia (reconocimiento
de figuras geométricas mediante el tacto con ambas manos), la estereognosia (reconocimiento de
objetos mediante el tacto con ambas manos) y la gnosis digital.

Rehabilitación de las alteraciones perceptivas


Es conveniente tener en cuenta los siguientes aspectos para la intervención:
- Consciencia de la limitación: La identificación de las limitaciones existentes, pues la
adaptación a las dificultades y el uso de ayudas compensatorias no son posibles sin una
conciencia adecuada de los déficits.
- Reestructuración: Los objetivos van dirigidos a la recuperación de la función perdida en
función de la severidad de la lesión, tiempo transcurrido, edad y evolución. Se emplean
múltiples tareas para estimular los procesos básicos implicados en la percepción, así como
en otras funciones cognitivas básicas (por ejemplo, en los procesos atencionales). Se debe
utilizar de manera gradual la complejidad de los estímulos, degradar la información
sensorial, eliminando características del objeto para hacer más difícil el reconocimiento,
reducir la cantidad de información, ya que puede ser un obstáculo; también lentificar o
aumentar el tiempo de exposición de los estímulos según los objetivos que se pretendan
conseguir, y según la capacidad del paciente.
Bibliografía

- Lezak, M. D. (1976). Neuropsychological assessment. Oxford, England: Oxford U Press.


- Muñoz, E. (2009). Estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica. Barcelona.
Editorial UOC.
- J.L. Blázquez-Alisente, et al. (2011). Evaluación Neuropsicológica. University of Madrid.
- González, B. (2014). Alteraciones visuales, atencionales y perceptivas después de un daño
cerebral adquirido: aportaciones desde la neuropsicología. Integración Revista sobre
discapacidad visual. Edición digital N. 64.

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