En el texto de Davis se identifican los sistemas de dominación como el establecimiento de relaciones

sociales desiguales, las cuales están construidas a partir de intereses de la clase dominante, quien
establece los ideales y el “deber ser” para cada persona.

En cuanto al racismo, las personas negras son cosificadas e instrumentalizadas. Son tenidas en
cuenta dentro de las dinámicas de poder como fuerza de trabajo disponible para ser explotada. La
demanda de trabajo no discrimina entre mujeres y hombres negros pues a todos se les exige de la
misma manera; diferente a lo que ocurre con los blancos quienes tienen una división del trabajo en
donde las labores rudas son realizadas por los hombres. Los y las negras realizan así las labores de
trabajo que no están asignadas para los blancos; siendo cosas que trabajan y no seres humanos.

En segundo lugar Davis identifica la exaltación de la maternidad de las mujeres negras, meramente
en función de la reproducción, pues es necesaria para el mantenimiento del sistema de dominación
al producir fuerza de trabajo esclava.

En cuanto a la película podemos identificar los sistemas de dominación de clase y racismo. Pues son
asignadas a las mujeres negras actividades que no son deseadas por las mujeres blancas; los
intereses de la clase dominante son visibles, pues necesitan un grupo de personas que sea sumiso y
les garantice la realización de las labores de cuidado del hogar. Se devela de nuevo la intencionalidad
inmersa en las dinámicas estructuradas, la clase dominada debe existir para el sostenimiento de lo
socialmente aceptado para el grupo dominante. En el caso de la película el ideal establecido para
las mujeres blancas era casarse y tener hijos.

Para esto se crean mecanismos que permitan dicho sostenimiento, por ejemplo la interiorización
de la inferioridad por parte de las personas negras. Por otra parte también emergen normas que
legitiman dichas relaciones desiguales, todo esto con el fin de controlar cualquier brote de
inconformidad o conciencia por parte de los dominados que de paso a una lucha por sus derechos.

Es así como se consolida a lo largo del tiempo la colonialidad del poder, del saber y el hacer siendo
naturalizada. La importancia de develar sus lógicas permite reconocer esto dentro de relaciones
sociales construidas históricamente, por lo cual es posible pensar en su deconstrucción y el
establecimiento de relaciones sociales justas y equitativas que reivindiquen los derechos de los
mancillados históricamente.