Sie sind auf Seite 1von 11

EL PANCREAS

El páncreas es una glándula alargada en la que se describe una cabeza, un cuerpo y una cola.
La cabeza es una porción expandida que se ubica en la curva con forma de C del duodeno. Está unida
al duodeno mediante tejido conjuntivo. El cuerpo del páncreas, de ubicación central, atraviesa la línea
media del cuerpo humano y la cola se extiende hacia el hilio del bazo.
El conducto pancreático (de Wirsung) recorre toda la longitud de la glándula y desemboca en el
duodeno a la altura de la ampolla hepatopancreática (de Vater), a través de la cual también se
introducen en el duodeno el colédoco y la vesícula biliar.
El esfínter hepatopancreático (de Oddi) rodea a la ampolla y no sólo regula el flujo de la bilis y
del jugo pancreático hacia el duodeno sino que también impide el reflujo de los contenidos intestinales
hacia el conducto pancreático. En algunas personas, está presente un conducto pancreático accesorio
(de Santorini). Una capa delgada de tejido conjuntivo laxo forma una cápsula alrededor de la glándula.
Desde esta cápsula, el tabique se extiende hacia la glándula, dividiéndola en lobulillos mal definidos.
Dentro de los lobulillos, un estroma de tejido conjuntivo laxo rodea las unidades
parenquimáticas. Entre los lobulillos, cantidades abundantes de tejido conjuntivo rodean los grandes
conductos, vasos sanguíneos y nervios. Además, en el tejido conjuntivo que rodea el conducto
pancreático, existen glándulas mucosas pequeñas que drenan en el conducto. El páncreas es una
glándula exocrina y endocrina, la función doble del páncreas está repartida en dos componentes
estructuralmente distintos.
• El componente exocrino sintetiza y secreta enzimas hacia el duodeno que son
indispensables para la digestión en el intestino.
• El componente endocrino sintetiza las hormonas insulina y glucagón y las secreta hacia la
sangre. Estas hormonas regulan el metabolismo de la glucosa, los lípidos y las proteínas en el
organismo.
El componente exocrino se encuentra en toda la glándula; dentro del páncreas exocrino, se
encuentran dispersos cúmulos celulares bien definidos denominados islotes de Langerhans que
constituyen el componente endocrino.
PÁNCREAS ENDOCRINO

Es un órgano difuso que secreta hormonas que regulan la concentración de glucosa en la


sangre. Los islotes de Langerhans, el componente endocrino del páncreas, están dispersos por todo
el órgano en la forma de grupos celulares de tamaño variable. Se estima que entre 1 y 3 millones
de islotes constituyen entre el 1% y el 2 % del volumen del páncreas humano y que son más
abundantes en la cola. Los islotes individuales pueden contener sólo unas pocas células o varios
centenares de ellas.
Sus células poligonales están dispuestas en cordones irregulares cortos, que están rodeados
con una red profusa de capilares fenestrados. En los cortes teñidos con H&E, los islotes de Langerhans
aparecen como cúmulos de células pálidas rodeados por ácinos pancreáticos que se tiñen con más
intensidad. Además, es posible identificar tres tipos celulares principales, designados células A (alfa),
B (beta) y D (delta). Las células de los islotes, salvo las B, son equivalentes de las células
enteroendocrinas de la mucosa gastrointestinal. Además de los tres principales tipos de células
insulares, se han identificado tres tipos de células insulares menores. Cada tipo celular puede
correlacionarse con una hormona específica, y cada uno tiene una ubicación determinada en el islote.
 Las células B constituyen entre el 60 % y el 70 % del total de células insulares en los seres
humanos y, en general, se localizan en su porción central. Estas células secretan insulina. Las
células B contienen abundantes gránulos de secreción, con un centro poliédrico denso y una
matriz pálida. Se cree que el centro poliédrico es insulina cristalizada.
 Las células A constituyen entre el 15% y el 20% de la población insular en los seres humanos
y, en general, se localizan en la periferia de los islotes. Estas células secretan glucagón. Las
células A contienen gránulos de secreción que son más uniformes en tamaño y se encuentran
más juntos en el citoplasma que los gránulos de las células B. El gránulo es el sitio del glucagón
almacenado. La tinción inmunocitoquímica ha permitido verificar la presencia de varias
hormonas, además del glucagón, en el citoplasma de las células A, éstas incluyen: Péptido
inhibidor gástrico (GIP), CCK y hormona adrenocorticotrópica (ACTH)-endorfi na.
 Las células D constituyen entre el 5 % y el 10 % del tejido pancreático endocrino total y también
se localizan en la periferia en los islotes. Las células D secretan somatostatina, la cual está
contenida en los gránulos de secreción que son más grandes que los de las células A y B y
contienen material de densidad electrónica baja o mediana.
 Las células insulares menores constituyen cerca del 5 % del tejido tisular y pueden
corresponder a las células pálidas observadas después de la tinción con Mallory- Azan. Ciertos
datos indican que algunas células pueden secretar más de una hormona.
Hay tres modos mediante los que las células de los islotes de Langerhans se comunican entre sí y, en
consecuencia, alteran la secreción de las distintas células (es decir, mecanismos paracrinos).
(1) Las uniones intercelulares comunicantes conectan las células a entre sí, las células B entre
sí y las células A con las células B. Estas uniones intercelulares comunicantes permiten una
rápida comunicación intercelular mediante flujo de corriente iónica o por transferencia de
moléculas.
(2) Los islotes reciben aproximadamente el 10% del flujo de sangre pancreático total. La
irrigación se halla distribuida de tal modo que la sangre venosa procedente de un tipo celular
baña los otros tipos celulares. Las pequeñas arterias se introducen en la porción central del
islote, distribuyendo la sangre a través de una red de capilares fenestrados y luego
convergiendo en vénulas que llevan la sangre hasta el borde del islote. Así, la sangre venosa
procedente de las células b lleva insulina a las células a y d.
(3) Los islotes están inervados por neuronas adrenérgicas, colinérgicas y peptidérgicas. Las
células D tienen incluso un aspecto «neuronal» y envían
prolongaciones seudodendríticas a las células B, lo que
sugiere una comunicación neural dentro del islote.

INSULINA
La insulina, sintetizada y secretada por las células B, posee un
conjunto impresionante de «primeros». Fue la primera hormona
aislada de animales en una forma que podía ser administrada de
modo terapéutico a los humanos; la primera hormona de la que se
determinó su estructura primaria y terciaria; la primera hormona cuyo
mecanismo de acción se dilucidó; la primera hormona en
determinarse por radioinmunoensayo; la primera hormona conocida en ser sintetizada a partir de un
precursor mayor (prohormona), y la primera hormona en ser sintetizada mediante tecnología del ADN
recombinante.
ESTRUCTURA Y SÍNTESIS DE LA INSULINA

La insulina es una hormona peptídica que consta de dos cadenas longitudinales, una cadena
A (21 aminoácidos) y una cadena B (30 aminoácidos). Dos enlaces disulfuro unen la cadena A a la
cadena B y un tercer puente disulfuro se localiza en la cadena A.
La síntesis de la insulina está dirigida por un gen del cromosoma 11, miembro de una
superfamilia de genes que codifican factores de crecimiento relacionados. El ARNm dirige la síntesis
ribosómica de la preproinsulina, que contiene cuatro péptidos: un péptido señal, las cadenas A y B de
la insulina, y un péptido conector (péptido C). El péptido señal es escindido en una fase muy temprana
del proceso biosintético (mientras aún se están ensamblando las cadenas peptídicas), lo que da
proinsulina. A continuación, la proinsulina es transportada al retículo endoplásmico, donde, con el
péptido conector aún unido, se forman puentes disulfuro para dar lugar a una forma «plegada» de
insulina. La proinsulina es empaquetada en gránulos secretores en el aparato de Golgi. Durante este
proceso de empaquetado, las proteasas escinden el péptido conector, con lo que se produce insulina.
La insulina y el péptido conector escindido son empaquetados juntos en gránulos secretores y
cuando la célula B es estimulada, son liberados en cantidades equimolares a la sangre. La secreción
del péptido conector (péptido C) es la base de una prueba sobre la función de la célula B en personas
con diabetes mellitus de tipo I que reciben inyecciones de insulina exógena. (En estas personas, las
concentraciones séricas de insulina no reflejan las tasas
secretoras endógenas.) La insulina es metabolizada en el
hígado y en el riñón por enzimas que rompen los enlaces
disulfuro. Se liberan las cadenas A y B, ahora inactivas, y se
excretan por la orina.
REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN DE LA INSULINA

La tabla 9-13 resume los factores que influyen sobre la


secreción de insulina por las células B. De estos factores, el
más importante es la glucosa. Los aumentos en la
concentración de glucosa en sangre estimulan rápidamente la
secreción de insulina. Por la preeminencia de la glucosa como
estimulante, se utiliza para describir el mecanismo de la
secreción de insulina por la célula b, como se ilustra en la figura
9-28. Los números de la figura que están en un círculo están relacionados con las etapas que se
describen a continuación:
1. Transporte de la glucosa al interior de la célula β. La membrana de la célula B contiene GLUT
2, un transportador específico para la glucosa que la transporta desde la sangre al interior de la
célula por difusión facilitada (etapa 1).

2. Metabolismo de la glucosa en el interior de la célula b. Una vez en el interior de la célula, la


glucosa es fosforilada a glucosa-6-fosfato por la glucocinasa (etapa 2), y la glucosa-6-fosfato es
oxidada posteriormente (etapa 3). El ATP, uno de los productos de esta etapa de oxidación, parece
ser el factor fundamental que regula la secreción de insulina.
3. El ATP cierra los canales del K+ sensibles al ATP. Los canales del K+ de la membrana de la
célula b están regulados (es decir, abiertos o cerrados) por cambios en las concentraciones de
ATP. Cuando las concentraciones de ATP en el interior de la célula b aumentan, los canales de K+
se cierran (etapa 4), lo que despolariza la membrana de la célula b (etapa 5). (Véase el cap. 1 para
saber por qué el cierre de los canales de K+ despolariza la célula. En pocas palabras, cuando se
cierran los canales del K+, disminuye la conductancia del K+ y el potencial de membrana se aleja
del potencial de equilibrio del K+, y es despolarizada.)

4. La despolarización abre los canales del Ca2+ sensibles al voltaje. Los canales del Ca2+,
también en la membrana de la célula b, están regulados por cambios en el voltaje; se abren por
despolarización y se cierran por hiperpolarización. La despolarización causada por el ATP abre
estos canales del Ca2+ (etapa 6). El Ca2+ fluye al interior de la célula b debajo de su gradiente
electroquímico y aumenta la concentración intracelular de Ca2+ (etapa 7).

5. El aumento del Ca2+ intracelular produce la secreción de insulina. Los aumentos en la


concentración intracelular de Ca2+ causan exocitosis de los gránulos secretores que contienen
insulina (etapa 8). Se secreta insulina en el interior de la sangre venosa pancreática y luego es
liberada a la circulación sistémica. El péptido C es secretado en cantidades equimolares con la
insulina y es excretado en la orina sin cambios. Por consiguiente, se puede utilizar la velocidad de
excreción del péptido C para valorar y monitorizar la función de la célula b endógena.
MECANISMO DE ACCIÓN DE LA INSULINA

La acción de la insulina sobre las células diana comienza cuando la hormona se une a su receptor
en la membrana celular. El receptor de insulina es un tetrámero compuesto de 2 subunidades α y
dos subunidades β (fig. 9-29). Las subunidades a están situadas en el dominio extracelular, y las
subunidades β abarcan la membrana celular. Un enlace disulfuro conecta las dos subunidades α y
cada una de las subunidades α está conectada a una subunidad β por un enlace disulfuro. Las
subunidades β tienen actividad tirosina cinasa. La insulina actúa tal como se describe:
1. La insulina se une a las subunidades α del receptor tetramérico de insulina, produciendo un
cambio de conformación en el receptor. El cambio de conformación activa la tirosina cinasa en la
subunidad β, que se fosforila en presencia de ATP. En otras palabras, la subunidad β se fosforila.
2. La tirosina cinasa activada fosforila otras proteínas o enzimas implicadas en las acciones
fisiológicas de la insulina, como son las proteínas cinasas, las fosfatasas, las fosfolipasas y las
proteínas G. La fosforilación activa inhibe estas proteínas para producir las diversas acciones
metabólicas de la insulina.
3. El complejo insulina-receptor es internalizado (es decir, es llevado al interior de la célula) por su
célula degradado por proteasas intracelulares, almacenado o reciclado en la membrana celular para
ser utilizado de nuevo. La insulina
regula por disminución su propio
receptor al disminuir la velocidad de
síntesis y al aumentar la frecuencia de
degradación del receptor. La
regulación por disminución del receptor
de insulina es, en parte, responsable
de la menor sensibilidad a la insulina de
los tejidos diana en la obesidad y en la
diabetes mellitus de tipo II. Además de las acciones descritas, la insulina se une también a elementos
del núcleo, del aparato de Golgi y del retículo endoplásmico. Así, la insulina estimula la transcripción
génica de modo similar a las acciones de las somatomedinas, IGF-1 e IGF-2.

ACCIONES DE LA INSULINA

La insulina se conoce como la hormona de la «abundancia» o de la plenitud. Cuando la


disponibilidad de nutrientes supera las demandas del organismo, la insulina asegura que el exceso de
nutrientes se almacene como glucógeno en el hígado, como grasa en el tejido adiposo, y como
proteína en el músculo. Estos nutrientes almacenados estarán disponibles para posteriores períodos
de ayuno con el fin de mantener la liberación de glucosa al cerebro, los músculos y otros órganos. La
insulina tiene las siguientes acciones sobre el hígado, músculo y tejido adiposo:
♦ Reduce la concentración de glucosa en sangre. La acción hipoglucémica de la insulina puede
describirse de dos modos: la insulina provoca una franca disminución en la concentración de glucosa
en sangre, y limita el incremento de glucosa en sangre que se produce después de la ingestión de
carbohidratos. La acción hipoglucémica de la insulina es el resultado de respuestas coordinadas que,
de modo simultáneo, estimulan la oxidación de la glucosa e inhiben la gluconeogénesis como sigue:
(1) La insulina aumenta el transporte de glucosa al interior de las células diana como el
músculo y el tejido adiposo al dirigir la inserción de transportadores de glucosa (GLUT
4) en las membranas celulares. A medida que entra glucosa en la célula, la concentración
de glucosa en sangre disminuye.
(2) La insulina promueve la formación de glucógeno a partir de la glucosa en el hígado y en
el músculo y, simultáneamente, inhibe la glucogenólisis (degradación del glucógeno).
(3) La insulina inhibe la gluconeogénesis (síntesis de glucosa) al aumentar la producción de
fructosa 2,6-bisfosfato, lo que aumenta la actividad fosfofructocinásica.
♦ Reduce las concentraciones en sangre de ácidos grasos y de cetoácidos. El efecto global
de la insulina sobre el metabolismo graso es el de inhibir la movilización y la oxidación de los ácidos
grasos y, simultáneamente, aumentar el depósito de ácidos grasos. Como consecuencia, disminuye
las concentraciones en sangre de ácidos grasos y de cetoácidos. En el tejido adiposo, la insulina
estimula la sedimentación de grasa e inhibe la lipólisis. Simultáneamente, inhibe la formación de
cetoácidos en el hígado.
♦ Reduce la concentración en sangre de aminoácidos. El efecto global de la insulina sobre el
metabolismo proteico es anabólico. La insulina aumenta la captación de aminoácidos y de proteínas
por los tejidos, disminuyendo de este modo las concentraciones en sangre de aminoácidos. La insulina
estimula la captación de aminoácidos al interior de las células diana (p. ej., músculo), aumenta la
síntesis proteica e inhibe la degradación proteica.
♦ Otras acciones. Además de las acciones principales sobre el metabolismo de los carbohidratos,
las grasas y las proteínas, la insulina tiene otros efectos: promueve la captación del K+ al interior
de la célula (al mismo tiempo que promueve la captación de glucosa) al aumentar la actividad de la
Na+-K+ ATPasa. Esta acción puede verse como «protectora» frente a un aumento de la
concentración en suero de K+. Cuando se ingiere K+, la insulina asegura que el K+ ingerido sea llevado
al interior de las células con glucosa y otros nutrientes. También parece que la insulina tiene un efecto
directo sobre el centro de la saciedad del hipotálamo independiente de los cambios que produce en la
concentración de glucosa en sangre.

GLUCAGÓN
El glucagón es sintetizado y secretado por las células A de los islotes de Langerhans. En la mayoría
de los aspectos (es decir, regulación de la secreción, acciones y efecto sobre las concentraciones en
sangre), el glucagón es la «imagen especular» de la insulina. Así, mientras la insulina es la hormona
de la «abundancia», el glucagón es la hormona de la «inanición». En contraste con la insulina, que
promueve el almacenamiento de los combustibles metabólicos, el glucagón promueve su
metabolización y utilización.
ESTRUCTURA Y SÍNTESIS DEL GLUCAGÓN

El glucagón es un polipéptido de cadena recta única con 29 aminoácidos. Es un miembro de la


familia de los péptidos que incluye las hormonas gastrointestinales secretina y péptido inhibidor
gástrico (GIP). Todos los péptidos de la familia comparten las características estructurales y se
superponen en sus acciones fisiológicas. Al igual que con otras hormonas peptídicas, el glucagón es
sintetizado como preproglucagón. El péptido señal y otras secuencias peptídicas son eliminadas para
producir glucagón, que, a continuación, es almacenado en gránulos densos hasta que es secretado
por las células a. Tanto la glucosa como la insulina inhiben la síntesis de glucagón; en el gen del
preproglucagón hay elementos sensibles a insulina y sensibles al AMPc.
REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN DEL GLUCAGÓN

Las acciones del glucagón están coordinadas para


aumentar y mantener la concentración de la glucosa en la
sangre. Así, los factores que causan la estimulación de la
secreción de glucagón son los que informan a las células a
de que se ha producido una disminución de la glucosa en
sangre (tabla 9-15). El principal factor estimulador de la
secreción de glucagón es una disminución de la
concentración de glucosa en sangre.
La coordinación con este efecto estimulador de una
hipoglucemia es una acción inhibidora independiente de la
insulina. Así, la presencia de insulina reduce o modula el
efecto de una baja concentración sanguínea de glucosa para estimular la secreción de glucagón. No
obstante, en ausencia de insulina (es decir, diabetes mellitus de tipo I), la respuesta del glucagón a la
hipoglucemia se reduce y puede llevar a una grave hipoglucemia perpetuada.
La secreción de glucagón es estimulada también por la ingestión de proteínas (arginina y
alanina).
Otros factores que estimulan la secreción de glucagón son la colecistocinina (CCK), que se
secreta en el tracto gastrointestinal cuando se ingieren proteínas o grasas, y el ayuno y el ejercicio
físico intenso. Algunos de los efectos estimuladores sobre la secreción de glucagón están mediados
por la activación de receptores simpáticos a-adrenérgicos.
ACCIONES DEL GLUCAGÓN

El mecanismo de acción del glucagón sobre las células diana comienza con la unión de la hormona
a un receptor de la membrana celular, que se acopla a la adenilil ciclasa por una proteína Gs. El
segundo mensajero es AMPc, que activa las proteínas cinasas que fosforilan diversas enzimas; las
enzimas fosforiladas median a continuación en las acciones fisiológicas del glucagón.
Como hormona de la inanición, el glucagón promueve la movilización y utilización de nutrientes
almacenados para mantener la concentración de glucosa en sangre en el estado de ayuno. Las
principales acciones del glucagón se realizan sobre el hígado (a diferencia de la insulina, que actúa
sobre el hígado, el tejido adiposo y el tejido muscular).
El glucagón tiene los siguientes efectos sobre las concentraciones en sangre:
♦ Aumenta la concentración de glucosa en sangre. El glucagón aumenta la concentración de
glucosa en sangre por medio de las siguientes acciones coordinadas:
(1) El glucagón estimula la glucogenólisis y, simultáneamente, inhibe la formación de glucógeno a
partir de la glucosa.
(2) El glucagón aumenta la gluconeogénesis al disminuir la producción de fructosa 2,6-bisfosfato,
que reduce la actividad fosfofructocinasa. Así, el sustrato es dirigido hacia la formación de
glucosa. Los aminoácidos son utilizados para la gluconeogénesis, y los grupos amino
resultantes son incorporados a la urea.
♦ Aumenta la concentración en sangre de ácidos grasos y de cetoácidos. El glucagón
aumenta la lipólisis e inhibe la síntesis de ácidos grasos, lo que desvía también los sustratos hacia la
gluconeogénesis. Los cetoácidos ácido b-hidroxibutírico y ácido acetoacético se producen a partir de
ácidos grasos.

SOMATOSTANINA
La somatostatina pancreática, polipéptido de 14 aminoácidos, es secretada por las células D de los
islotes de Langerhans. (La contrapartida gastrointestinal de la somatostatina tiene 28 aminoácidos y
comparte muchas de las acciones fisiológicas de la hormona pancreática.) La secreción de
somatostatina está estimulada por la ingestión de todas las formas de nutrientes (es decir, glucosa,
aminoácidos, y ácidos grasos), por varias hormonas gastrointestinales, por el glucagón y por agonistas
b-adrenérgicos. La secreción de somatostatina se ve inhibida por la insulina por medio de un
mecanismo paracrino en el interior del islote.
La somatostatina pancreática inhibe la secreción de insulina y de glucagón por medio de
acciones paracrinas sobre las células A y B. Así, la somatostatina es secretada por las células D en
respuesta a una comida, se difunde a las células A y B próximas e inhibe la secreción de sus
respectivas hormonas. Aparentemente, la función de la somatostatina es modular o limitar las
respuestas de la insulina y del glucagón a la ingestión de alimento.
La somatostatina es secretada por las células D de los islotes. Es idéntica a la hormona secretada
por el hipotálamo que regula la liberación de somatotrofina (hormona de crecimiento) desde la
adenohipófisis. Si bien el papel preciso de la somatostatina en los islotes no está claro, se ha
demostrado que inhibe la secreción de insulina y glucagón. También suprime la secreción exocrina del
páncreas.

FACTORES DE CRECIMIENTO SEMEJANTES A LA INSULINA


El factor de crecimiento insulínico tipo 1, también conocido como somatomedina C, o IGF-1 es
una proteína que en humanos es codificada por el gen IGF1. Se le ha referido al IGF-1 como "factor
de sulfatación" y sus efectos fueron denominados "actividad insulínica no suprimible" en los años
1970.
 El IGF-1 es una hormona similar en estructura molecular a la insulina. Juega un papel
importante en el crecimiento infantil (los mayores niveles se producen en la pubertad, los
menores en la infancia y la vejez), y en el adulto continúa teniendo efectos anabolizantes.

 El IGF-1 consiste de 70 aminoácidos en una sola cadena con tres puentes


disulfuro intramoleculares; su peso molecular es de 7649 daltons.
 El IGF-1 es una proteína liberada por muchos tejidos y afecta prácticamente a casi todas las
células del cuerpo. Los principales órganos sintetizadores del IGF-1 es el hígado, aunque
también se produce a nivel local en la placenta, el corazón, el pulmón, el riñón, el páncreas,
el bazo, el intestino delgado, los testículos, los ovarios, el intestino grueso, el cerebro,
la médula ósea y la hipófisis.
 La producción es estimulada por la hormona del crecimiento (GH) y puede ser retardada
por la desnutrición, la falta de sensibilidad a la hormona del crecimiento, la falta de receptores
de hormona del crecimiento
 Los seres humanos producen aproximadamente 30 mcg (microgramos) de IGF-1 al día
hasta cumplir los 30 años y desde este momento la producción decrece con la edad.
 RECEPTORES: Se une a al menos a dos receptores de la membrana celular: el receptor de
IGF-1 (IGF1R), y el receptor de insulina. El IGF-1 tiene una alta afinidad por el receptor de IGF-
1, y una baja afinidad por el receptor de insulina. Estos receptores son tirosina
quinasa (significando que señalizan causando la adición de una molécula de fosfato en ciertas
tirosinas).

El factor de crecimiento insulínico tipo 2, IGF-2 es una hormona peptídica monocatenaria de


estructura similar a la de la insulina. El IGF-2 tiene un papel importante en el crecimiento fetal. A
veces también se produce en células de determinados tumores, causando hipoglucemia (síndrome de
Doege-Potter).
 SINTESIS Y SECRECIÓN: Se sintetiza básicamente en el hígado, así como en los tejidos
diana, con efecto autocrino y paracrino. El 98-99% del IGF-II viaja en sangre unido a
la proteínas transportadoras de factor del crecimiento de tipo insulina (IGF-BPs), con una vida
media de unas 18 horas. El resto viaja libre con una vida media de unos 20 minutos.
 REGULACIÓN: El principal factor estimulante de la secreción es la hormona
somatotropa (hormona del crecimiento o GH), aunque la respuesta puede estar inhibida por
la desnutrición (incluso con niveles muy altos de GH), la insensibilidad a la insulina o ausencia
de sus receptores, o fallos en los segundos mensajeros.
Entre los factores que influyen en los niveles de IGF-II son la variabilidad individual, la hora del
día, la edad, el sexo, la raza, el ejercicio, los niveles de estrés, el estado nutricional, el índice de masa
corporal (IMC), ciertas patologías, los niveles de estrógenos y la ingesta de xenobióticos.
 FUNCIÓN: El rol principal del IGF-2 es la promoción del crecimiento durante la gestación. Entre
las principales acciones del IGF-2, cabe destacar que estimula la proliferación celular y el
crecimiento en el feto de los siguientes órganos y tejidos: Hígado, riñon, páncreas, intestino,
glándulas suprarrenales, paratiroides, tejido muscular y cardiaco, piel, tejido conectivo.
 RECEPTORES: IGF-2 ejerce sus efectos al unirse con el receptor de IGF-1. El IGF-1 también
puede unirse con el receptor de IGF-2 (también llamado el receptor catión independiente
manosa 6 fosfato), que actúa como un "receptor de eliminación".

SECRECIÓN DE SALIVA
La saliva contiene dos tipos principales de secreción proteica:
1) una secreción serosa rica en ptialina (una α-amilasa), que es una enzima destinada a digerir los
almidones
2) una secreción mucosa con abundante mucina, que cumple funciones de lubricación y protección de
la superficie.
Las principales glándulas salivales son
 Las parótidas, secretan casi exclusivamente una saliva serosa
 Las submandibulares secretan ambos tipos.
 Las sublinguales secretan ambos tipos.
 Glándulas bucales diminutas. Solo secretan moco
La secreción diaria normal de saliva oscila entre 800 y 1.500 ml, con un promedio de 1.000 ml y
un pH de 6-7 que son límites favorables para la acción digestiva de la ptialina
Secreción de iones en la saliva
La saliva contiene, sobre todo, grandes cantidades de iones potasio y bicarbonato y La
secreción salival se produce en dos fases: en la primera intervienen los ácinos y en la segunda, los
conductos salivales.
Los ácinos producen una secreción primaria que contiene ptialina, mucina o ambas sustancias en
una solución de iones con una concentración no muy distinta de la del líquido extracelular. Cuando la
secreción primaria fluye por los conductos, se establecen dos procesos de transporte activo que
modifican en gran medida la composición iónica de la saliva:
 En primer lugar, se produce una reabsorción activa de iones sodio a lo largo de todo el conducto
salival y, al mismo tiempo, se secretan activamente iones potasio, que se intercambian por los
de sodio. De esta forma, se reduce mucho la concentración salival de iones sodio, al tiempo
que aumenta la de potasio. Sin embargo, la reabsorción de sodio supera a la secreción de
potasio, por lo que en los conductos salivales se crea una negatividad de alrededor de –70 mV;
a su vez, esta negatividad facilita la reabsorción pasiva de iones cloruro; por tanto, las
concentraciones salivales de iones cloruro descienden mucho para acoplarse a las bajas
concentraciones de iones sodio.
 En segundo lugar, el epitelio ductal secreta iones bicarbonato hacia la luz del conducto. Esta
secreción se debe a un intercambio pasivo de bicarbonato por cloruro, aunque también podría
ser consecuencia de un proceso de secreción activa.
El resultado neto de estos procesos de transporte es que, en condiciones de reposo, las
concentraciones salivales de:
 iones sodio y cloruro alcanzan solo alrededor de 15 mEq/l
 iones potasio se aproxima a 30 mEq/l,
 iones bicarbonato varía de 50 a 70 mEq/l,
FUNCIONES DE LA SALIVA EN RELACIÓN CON LA HIGIENE BUCAL
Esta secreción desempeña un papel muy importante en la conservación de los tejidos bucales
sanos ya que La boca contiene grandes cantidades de bacterias patógenas que pueden destruir con
facilidad sus tejidos y provocar caries dentales. La saliva ayuda a evitar este deterioro de varias
maneras:
1. El flujo de la saliva ayuda a lavar y a arrastrar los gérmenes patógenos y las partículas alimenticias
que les proporcionan el sostén metabólico.
2. La saliva contiene varios factores que destruyen las bacterias, entre ellos iones tiocianato y distintas
enzimas proteolíticas (la más importante es la lisozima), que:
 Atacan a las bacterias
 Favorecen la penetración en las bacterias de los iones tiocianato para que puedan ejercer
su acción bactericida
 Digieren las partículas alimenticias, contribuyendo así a la eliminación del sustrato
metabólico utilizado por la flora bucal
3. La saliva suele contener cantidades significativas de anticuerpos que destruyen a las bacterias
bucales, incluidas algunas de las causantes de la caries dental.
REGULACIÓN NERVIOSA DE LA SECRECIÓN SALIVAL
Se demuestra que las glándulas salivales están controladas sobre todo por señales nerviosas
parasimpáticas procedentes de los núcleos salivales superior e inferior del tronco del encéfalo.
Los núcleos salivales se encuentran situados aproximadamente en la unión entre el bulbo y la
protuberancia y se excitan tanto por los estímulos gustativos como por los estímulos táctiles
procedentes de la lengua y otras zonas de la boca y la laringe. Muchos estímulos gustativos,
especialmente los amargos (causados por los ácidos), desencadenan una copiosa secreción de saliva,
a veces hasta 8 a 20 veces superior a la basal.
Las señales nerviosas que llegan a los núcleos salivales desde los centros superiores del
sistema nervioso central también pueden estimular o inhibir la salivación.
La estimulación simpática también puede incrementar la salivación en cantidad moderada,
aunque mucho menos de lo que lo hace la parasimpática. Los nervios simpáticos se originan en los
ganglios cervicales superiores, desde donde viajan hasta las glándulas salivales acompañando a los
vasos sanguíneos.

Das könnte Ihnen auch gefallen