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Lupus eritematoso sistémico


E. Lazaro, C. Richez, J. Seneschal

El lupus sistémico es una enfermedad autoinmunitaria sistémica de expresión clínica muy


heterogénea. Se distinguen dos tipos de cuadro clínicos: formas benignas y frecuentes,
cutaneoarticulares, y formas más infrecuentes y graves con lesiones viscerales y/o hemá-
ticas. Desde el punto de vista biológico, la patología se caracteriza inicialmente por una
hipergammaglobulinemia policlonal y la presencia de autoanticuerpos dirigidos contra
antígenos de origen nuclear. La presencia de anticuerpos antinucleares en concentra-
ción elevada, usualmente de aspecto homogéneo o moteado, y de anticuerpos antiácido
desoxirribonucleico (ADN) nativo son argumentos inmunológicos importantes para el
diagnóstico. Otros autoanticuerpos también son útiles pero más inconstantes: anti-Sm,
antirribosomas. Los anticuerpos antifosfolípidos se asocian en un tercio de los casos a
complicaciones trombóticas arteriales o venosas o a accidentes obstétricos. La enferme-
dad evoluciona de forma espontánea por accesos sucesivos más o menos regresivos. El
pronóstico depende de la gravedad de las secuelas viscerales después de un tratamiento
adecuado, con una mortalidad del 1% por cada año de antigüedad de la enferme-
dad. El tratamiento se basa en la administración de corticoides, en una dosis acorde
a la gravedad de las manifestaciones clínicas, de inmunomoduladores convenciona-
les (antipalúdicos de síntesis, metotrexato, etc.) y de inmunosupresores (ciclofosfamida,
azatioprina, micofenolato) para las manifestaciones viscerales, además de los tratamien-
tos de las comorbilidades (vacunaciones, aspirina, antihipertensivos, hipolipidemiantes,
anticoagulantes). Hace poco se ha demostrado la eficacia de una bioterapia dirigida
contra el linfocito B (belimumab) en comparación con el placebo. Hay otros tratamien-
tos en curso de desarrollo. Las preocupaciones actuales son la evolución de las estrategias
y la optimización de los tratamientos.
© 2015 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Antígenos de origen nuclear; Poliartritis; Vespertilio;


Glomerulonefritis proliferativa; Corticoides; Inmunosupresores

Plan ■ Vigilancia biológica y práctica del lupus 10


■ Formas clínicas 11
■ Introducción 1 ■ Tratamiento 11
■ Definición y criterios de clasificación 2 Criterios de actividad 11
■ Epidemiología 2 Medidas preventivas 11
Tratamientos locales dermatológicos 12
■ Aspectos clínicos 2 Tratamientos sistémicos 12
Signos sistémicos 2
■ Pronóstico 14
Manifestaciones cutáneas 2
Manifestaciones reumatológicas 4
Manifestaciones renales 5
Manifestaciones cardíacas y vasculares 6
Manifestaciones pleuropulmonares
Manifestaciones neurológicas y psiquiátricas
7
7  Introducción
Manifestaciones hematológicas 8
Manifestaciones digestivas y hepáticas 8 El lupus eritematoso sistémico (LES) es el arquetipo de
las enfermedades autoinmunitarias sistémicas. Su expre-
■ Pruebas de laboratorio 8 sión clínica es muy heterogénea, con dos tipos de cuadros
Síndrome inflamatorio 8 clínicos: formas benignas y frecuentes, cutaneoarticula-
Anticuerpos antinucleares 8 res, y formas más infrecuentes y graves con lesiones

EMC - Aparato locomotor 1


Volume 48 > n◦ 1 > marzo 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(15)70082-1
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viscerales. Desde el punto de vista biológico, la patología mayoría de ellos, el riesgo es considerado bajo o muy
se caracteriza por la presencia de autoanticuerpos dirigi- bajo. Sin embargo, deben ser motivo de una evaluación
dos contra antígenos de origen nuclear. rigurosa [11] .

 Definición y criterios  Aspectos clínicos


de clasificación Signos sistémicos
Los criterios de clasificación del American College of Son frecuentes y asocian astenia casi constante, con fie-
Rheumatology (ACR) [1] y del grupo Systemic Lupus Inter- bre en al menos el 50% de los casos en el momento del
national Collaborating Clinics (SLICC) [2] resumen los diagnóstico o durante la evolución de la enfermedad.
argumentos más a menudo considerados para el diagnós-
tico de lupus sistémico.
Manifestaciones cutáneas
 Epidemiología En el lupus se observan varias manifestaciones cutá-
neas: algunas específicas del lupus y otras no lúpicas,
La prevalencia del LES en la población general es de vasculares o no vasculares, sobre todo presentes en las
20-150 casos cada 100.000 habitantes, con una incidencia formas sistémicas. Las lesiones dérmicas son la primera
de 1-25 cada 100.000 habitantes. Afecta a nueve muje- manifestación de la enfermedad en un 25% de los casos,
res por cada varón y aparece preferentemente durante la pero también pueden faltar a lo largo de la evolución en
segunda y la tercera década de la vida. En Francia, por otro 25%.
ejemplo, esta prevalencia se estima en 47,1/100.000, con
un 88% de mujeres [3] . Lupus eritematoso agudo (LEA)
Existe una distribución racial y geográfica de la enfer- Esta forma clínica se observa esencialmente en la forma
medad. En las poblaciones negras y asiáticas de Estados sistémica del lupus (90% de los casos) y más en la mujer
Unidos o del Caribe, la prevalencia del lupus es mayor que que en el varón (relación 9:1). El LEA se presenta más a
en la población blanca. En cambio, la prevalencia de la menudo en el lupus de comienzo precoz.
enfermedad es baja en las poblaciones negras de África [4] . Desde el punto de vista clínico, se caracteriza por su
La frecuencia de los lupus familiares varía entre el 4- aspecto eritematoso, más o menos edematoso o escamoso,
12% según las series, lo que pone de relieve el papel de incluso papuloso. En la forma localizada se sitúa princi-
los factores innatos en la aparición del LES. El índice de palmente en las mejillas y la nariz, en vespertilio o en alas
concordancia en gemelos (proporción de segundo gemelo de mariposa, respetando relativamente los surcos nasoge-
afectado cuando el primero está enfermo) es un argu- nianos, y a menudo extendido a la frente, a las órbitas y al
mento de peso a favor de un componente genético. Este cuello en la zona del escote (Fig. 1A, B). En la forma difusa,
índice varía en el 24-56% en los gemelos monocigotos y por lo general predomina en las zonas fotoexpuestas como
sólo en el 2-4% en los dicigotos [5] . una erupción morbiliforme, papulosa, eccematiforme o
La influencia de los estrógenos se ha sospechado por la ampollosa.
fuerte prevalencia de la enfermedad en la mujer joven. En el dorso de las manos, las lesiones lúpicas alcanzan
Ante el temor de una exacerbación de la enfermedad, sobre todo las zonas interarticulares, que, por el contra-
durante años no se recomendó la prescripción de estro- rio, están indemnes en la dermatomiositis. Pueden verse
progestágenos a la paciente lúpica. En dos ensayos clínicos formas clínicas ampollosas, caracterizadas por vastos des-
aleatorizados no pudo validarse la toxicidad de los estró- pegamientos que siempre afectan a zonas eritematosas
genos en este contexto, aunque se observó una tendencia lúpicas (Fig. 2).
a un menor número de accesos en el grupo de progestá- En el LEA, las lesiones de las mucosas están relaciona-
genos solos [6, 7] . En otros estudios observacionales se han das con el lupus activo y desde el punto de vista clínico
corroborado estos resultados, lo que incita a la prudencia se caracterizan por su naturaleza erosiva. Se localizan pre-
en cuanto al uso de los estrógenos en el lupus. ferentemente en las encías, el paladar, las mejillas o los
La fotoexposición solar es un factor de riesgo conocido labios.
de LES. Los ultravioleta (UV) de la banda B o los que tienen La lesión genital es mucho más infrecuente y en general
una longitud de onda comprendida entre 295-320 nm son se asocia a una lesión bucal.
los más eritematógenos, aunque los UVA2 (320-340 nm)
no son anodinos.
El tabaco, por sus acciones proinflamatorias, es con-
Lupus eritematoso subagudo
siderado un factor de riesgo de lupus. En un estudio Antes conocido por diversos nombres, el lupus erite-
prospectivo con 64.000 mujeres afroamericanas, el riesgo matoso subagudo fue identificado en 1977 por Gilliam et
relativo de desarrollar lupus en las fumadoras era de 1,6, al [12] . Afecta sobre todo a las mujeres, con una relación
un dato confirmado en el amplio metaanálisis de Costen- 7:1. Estas formas clínicas se asocian a una enfermedad sis-
bader et al [8, 9] . témica lúpica, de predominio cutaneoarticular en el 50%
La imputabilidad de los agentes transmisibles se ha sos- de los casos.
pechado a partir de diversos datos epidemiológicos que Desde el punto de vista clínico, el lupus eritematoso
refieren la existencia de «microepidemias» de lupus en subagudo se manifiesta inicialmente por lesiones macu-
Nevada o en Arizona, de graves anomalías disinmunita- losas eritematosas o papulosas que evolucionan hacia dos
rias en animales y personas no emparentadas que viven formas clínicas: anular y psoriasiforme.
bajo el mismo techo con un paciente lúpico o de infec- En la forma anular, las lesiones tienen contornos poli-
ciones, sobre todo virales, que predisponen a accesos de la cíclicos de borde eritematoescamoso o vesiculocostroso,
enfermedad. Entre los agentes virales, existen argumentos con un centro hipopigmentado grisáceo y a veces cubierto
a favor de la imputabilidad del virus de Epstein-Barr, del por telangiectasias. De forma excepcional, pueden adop-
citomegalovirus y del parvovirus B19 [10] . tar un aspecto de eritema multiforme (síndrome de
Por último, algunos medicamentos pueden inducir Rowell).
de novo manifestaciones clínicas y biológicas de lupus. En la forma psoriasiforme, las lesiones son papuloesca-
En los lupus farmacógenos estarían implicados más de mosas, psoriasiformes, y pueden confluir para desarrollar
120 medicamentos de diversas clases terapéuticas. En la una forma profusa, incluso una eritrodermia exfoliativa.

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Lupus eritematoso sistémico  E – 14-282

Figura 1. Lupus eritematoso agudo de


la cara (A, B): vespertilio correspondiente
a una erupción eritematosa en ala de mari-
posa.

A B

Figura 2. Lupus ampolloso: lesiones ampollosas en zona


fotoexpuesta.

Ambas formas pueden coexistir en un mismo paciente.


La topografía de las lesiones podría ser orientadora debido
a una distribución predominante en las zonas fotoexpues-
tas, con lesión asimétrica en la cara, el cuello, el escote, los
hombros, la cara de extensión de los brazos y el dorso de Figura 3. Lupus eritematoso crónico: lupus discoide en el
las manos. La extensión al tronco es posible, con frecuente brazo.
indemnidad de la cara interna de los miembros superiores,
las axilas y los flancos. La lesión de los miembros infe-
• atrofia cicatricial predominante en el centro de las lesio-
riores es infrecuente. Las lesiones remiten más o menos
nes, a menudo despigmentadas y en ocasiones tatuadas
rápidamente, sin atrofia cicatricial pero con trastornos
por telangiectasias y manchas pigmentadas.
pigmentarios (hipo o hiperpigmentación) y telangiecta-
Las lesiones, a menudo múltiples y simétricas, se
sias secuelares.
localizan sobre todo en las zonas fotoexpuestas, particu-
larmente en la cara sobre la cresta nasal, los pómulos, las
Lupus eritematoso crónico (LEC) regiones temporales y el borde de las orejas.
Las zonas no expuestas también pueden estar afec-
El LEC reúne varias formas clínicas: lupus discoide, tadas, en particular las cejas, los párpados o el cuero
lupus túmido, lupus eritematoso pernio y paniculitis cabelludo. Así, en el 60% de los casos se ven placas
lúpica o lupus profundo. A menudo, el LEC comienza en el cuero cabelludo, en el 10% de forma aislada, que
entre los 20-40 años, pero se puede observar también en después de la curación dejan una alopecia cicatricial defi-
edades extremas de la vida. El predominio femenino es nitiva con aspecto de seudoalopecia areata. Además, las
menos claro que en las otras formas, con una relación lesiones son más difusas y alcanzan el tronco y los miem-
3:1. La mayoría de las veces es puramente cutáneo, pero bros; se habla entonces de lupus discoide diseminado. La
puede asociarse a la forma sistémica del lupus en el 10% lesión ungueal, infrecuente, se presenta como distrofias
de los casos. con estriación o depresión cupuliforme. Se han descrito
diversas formas clínicas en función del predominio o la
Lupus discoide distribución de las lesiones elementales: lupus hiperque-
En su forma clásica (Fig. 3), el lupus discoide se presenta ratósico, lupus comedoniano con numerosos comedones
con placas bien limitadas y constituidas por tres lesiones abiertos o cerrados de límites claros que lo distinguen del
elementales: acné, lupus folicular (sobre todo en los codos), que es la
• eritema congestivo de contorno nítido, atravesado por forma clínica más frecuente en los asiáticos, lupus telan-
telangiectasias finas; giectásico, formas eritematosas difíciles de distinguir de
• escamas más o menos gruesas que se insertan como la forma aguda, formas infiltradas nodulares con centro
«clavos» en los orificios foliculares y pueden apreciarse deprimido queratósico en las manos y lupus atrófico con
como un punteado blanco y rugoso; lesiones cicatriciales de la región peribucal.

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La aparición repentina de hemorragias subungueales en


llamarada es indicio de un fenómeno sistémico como, por
ejemplo, una trombosis profunda o un episodio agudo de
la enfermedad.
Las necrosis cutáneas extensas, también muchas veces
de aparición repentina a modo de púrpura necrótica, se
localizan en los miembros y la cara (mejillas, nariz, ore-
jas) y son indicio de una enfermedad activa [17, 18] . Por
último, las úlceras en las piernas son manifestaciones que
no deben soslayarse, y es necesario practicar una biopsia
cutánea en los bordes de la úlcera a efectos de identificar
el mecanismo etiológico: vasculitis o trombosis profunda
o superficial. Estas úlceras se asocian con suma frecuencia
a los anticuerpos antifosfolípidos [15] .

Figura 4. Lupus eritematoso crónico de tipo eritematoso per- Manifestaciones reumatológicas


nio.
La lesión reumática es muy frecuente en el LES. Es la
primera manifestación de la enfermedad en un 50% de
los casos y aparece en cualquier momento de la evolución
En el 25% de los casos se observarían lesiones mucosas,
en el 80-90% de los pacientes [19] . Principalmente se trata
esencialmente bucales. Al principio se trata de lesiones
de simples artralgias o artritis y también de osteonecrosis
eritematosas que evolucionan hacia un aspecto de estrías
asépticas, en algunos casos inducidas por la corticoterapia.
blanquecinas, comparables a las del liquen plano bucal.
Las localizaciones más frecuentes son las semimucosas
de los labios, la cara interna de las mejillas y el paladar, Artralgias y artritis
mientras que la lesión lingual es menos común [13] . La evo- Las artralgias resumen las manifestaciones articulares
lución hacia un carcinoma espinocelular es posible. La en un 25% de los casos. Son intensas, suelen ser resis-
lesión de las otras mucosas, sobre todo conjuntival, nasal tentes a los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y a
o genital, es inusual. menudo se acompañan de mialgias. Las artritis adoptan
usualmente una forma de poliartritis bilateral y simétrica.
Otras formas clínicas de lupus crónico Algunas características comunes con otros reumatismos
Entre las otras formas clínicas de lupus crónico, los inflamatorios crónicos, sobre todo la artritis reumatoide
pacientes pueden presentar un aspecto de lupus «túmido» (AR), pueden retrasar el diagnóstico de LES. Las caracte-
con placas claramente salientes, redondeadas u ovaladas, rísticas clínicas siguientes [20] orientan hacia el diagnóstico
de color rojo violáceo, bordes nítidos (como trazados con de LES:
compás) y consistencia edematosa, que desaparecen sin • el carácter migratorio y fugaz de las artralgias/artritis.
dejar cicatriz. Así, la lesión de una articulación puede desaparecer en
Otra forma que afecta a las extremidades, denomi- horas;
nada lupus eritematoso pernio, se caracteriza por lesiones • la lesión poliarticular y simétrica, sobre todo de las
violáceas, en algunos casos ulceradas, pruriginosas y/o rodillas, el carpo y las articulaciones de los dedos, en
dolorosas en los extremos de los dedos, las orejas y la especial las interfalángicas proximales. Las lesiones más
nariz (Fig. 4). Por último, otra forma más inusual de proximales y axiales son menos usuales. Las monoar-
lupus, denominada «paniculitis lúpica», se presenta como tritis son infrecuentes y deben hacer pensar en una
nódulos profundos infiltrados, eritematosos, en ocasiones complicación infecciosa (debida a gérmenes piógenos,
dolorosos y a menudo situados bajo una piel de aspecto grampositivos y gramnegativos, a veces salmonelas o
normal. bacilo de Koch);
• un desentumecimiento matinal más corto que el obser-
vado en la AR;
Manifestaciones vasculares • una discordancia considerable entre la intensidad de los
Las manifestaciones vasculares se observan principal- dolores y los signos objetivos de la exploración física;
mente en la forma sistémica del lupus. • el carácter no destructivo. Sin embargo, la lesión
Un acrosíndrome a modo de fenómeno de Raynaud de las estructuras periarticulares puede provocar una
secundario es frecuente y está presente en el 10-45% deformación a modo de subluxación de las metacarpo-
de los pacientes afectados por un lupus sistémico. El falángicas, desviación cubital y laxitud articular. Uno
fenómeno de Raynaud puede aparecer mucho antes de los rasgos semiológicos de esta lesión es la redu-
que los otros signos de la enfermedad. Sería más fre- cibilidad de las deformaciones, lo que la distingue de
cuente en los pacientes con anticuerpos anti-U1- RNP las deformaciones destructivas de la AR. En su con-
(anti-U1-ribonucleoproteínas) [14] . El fenómeno de Ray- junto, estas lesiones pueden constituir un reumatismo
naud rara vez justifica un tratamiento específico. En estos de Jaccoud (Fig. 5), producto de una laxitud capsu-
pacientes puede haber lesiones de urticaria, a menudo lar y ligamentosa con subluxación articular. Este tipo
asociadas a un complemento disminuido y a anticuerpos de deformación sería más frecuente en los pacien-
anti-C1q. tes tratados con corticoides que presentan anticuerpos
Las otras lesiones vasculares asociadas al LES suelen ser anti-SSA/Ro y anti-SSB/La [21] y, además, con una enfer-
indicio de una lesión inflamatoria (vasculitis) o trombó- medad de varios años de evolución. Sin embargo,
tica, la cual necesita una identificación rápida para poder distinguir las artritis distales de un LES de las de una
instaurar de forma precoz un tratamiento adecuado. AR en los primeros años de evolución es difícil, incluso
La livedo, lesión vascular en «malla», suele ser difusa, con las pruebas de imagen más sensibles.
no infiltrada y localizada en los miembros y el tronco De manera excepcional pueden observarse formas fron-
en particular. Las biopsias cutáneas en las mallas o terizas entre la AR y el LES, las cuales se acompañan de
entre éstas suelen ser normales. Desde un punto de lesiones destructivas y orientan hacia el diagnóstico de
vista estadístico, en el lupus la livedo se asocia a anti- «rupus» (término que designa la coexistencia de LES y AR).
cuerpos antifosfolípidos y a manifestaciones isquémicas Estos casos se acompañan con frecuencia de anticuerpos
cerebrales [15, 16] . antipéptidos cíclicos citrulinados (anti-CCP).

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mayor es la edad del paciente, más antiguos son los pri-


meros signos de lupus y más prolongado es el tratamiento
con corticoides.

Miositis
Las mialgias y la debilidad muscular son frecuente en el
LES, incluso pueden ser el primer motivo de consulta. En
cambio, lesiones más graves como las miositis o las atrofias
musculares son menos comunes. Este tipo de lesión se
asocia con frecuencia a la presencia de anticuerpos anti-
RNP. En algunos pacientes, el análisis histológico revela
un infiltrado inflamatorio mononuclear perifascicular y
perivascular, en algunos casos asociado a atrofia muscular
y necrosis de las fibras musculares [27] .
Los corticoides y la hidroxicloroquina también puede
provocar síntomas musculares. En este caso, la con-
centración de las enzimas musculares es normal y la
interrupción de los tratamientos mejora los síntomas. Sin
embargo, con la hidroxicloroquina los síntomas pueden
persistir durante varias semanas.

Fibromialgia
Figura 5. Artropatía deformante de Jaccoud. En el LES, los síntomas orientadores de una fibromialgia
son frecuentes (5-12%) y a causa de ellos puede ser difícil
interpretar la actividad de la enfermedad. Debido a que
En el 10-44% de los pacientes se encuentran tenosino- la fibromialgia no correlaciona con la actividad del lupus,
vitis (sobre todo de los flexores de los dedos) [20] . no es necesario intensificar el tratamiento [28] .
El análisis del líquido articular es difícil, ya que los
derrames son infrecuentes y, de todos modos, escasos. El
líquido es muy poco inflamatorio, con un recuento de leu- Manifestaciones renales
cocitos claramente menor que en la AR [20] . En el líquido
La lesión renal es frecuente (hasta el 75% según las
articular pueden detectarse anticuerpos antinucleares.
series) y se presenta sobre todo como una glomerulopa-
La imagen histológica de la sinovial es la de una infla-
tía. Afecta más a personas de piel negra en los primeros
mación subaguda inespecífica, con depósitos de fibrina
años del diagnóstico del lupus.
en la superficie de las franjas sinoviales e hipertrofia de
La existencia de proteinuria o un aumento de la rela-
los ejes vasculares.
ción proteinuria/creatininuria orienta hacia una lesión
renal lúpica, con más razón si existen signos de activi-
Osteonecrosis dad inmunológica (concentración elevada de anticuerpos
Su frecuencia clínica media es del 10-15%, pero muchas antiácido desoxirribonucleico [anti-ADN] y consumo del
localizaciones son asintomáticas. En los pacientes lúpicos, complemento) [29] .
las osteonecrosis afectan sobre todo a las cabezas femora-
les y menos a las cabezas humerales, al platillo tibial y al Diagnóstico
escafoides. Con frecuencia son bilaterales y, a menudo, El diagnóstico se establece a partir de la punción-biopsia
asintomáticas [22] . renal (PBR), que debe efectuarse de forma precoz en
Los corticoides, sobre todo en dosis elevadas en los caso de proteinuria persistente superior a 500 mg/24 h y/o
accesos graves de LES, son un factor de riesgo clara- hematuria, con o sin insuficiencia renal. Para que la biop-
mente identificado de osteonecrosis. Esta complicación sia renal sea analizable mediante microscopia óptica, debe
se produciría en los primeros meses de tratamiento [23] . contener al menos 10 glomérulos. El análisis complemen-
Otros factores de riesgo señalados son el síndrome de tario mediante inmunofluorescencia incluye un marcaje
Raynaud y la dislipidemia [24] . La presencia de artritis, con anticuerpos antiinmunoglobulinas G (anti-IgG), IgA,
una actividad considerable de la patología lúpica, el uso IgM, cadena ligera kappa, cadena ligera lambda, C3 y C1q.
de corticoides y la prescripción de inmunosupresores
también podrían aumentar el riesgo de desarrollar una Clasificación
osteonecrosis [22] .
La clasificación actual de las glomerulopatías lúpicas,
conocida como ISN/RPS 2003 y elaborada por la Inter-
Osteoporosis national Society of Nephrology/Renal Pathology Society
La osteoporosis observada en el LES afecta sobre todo al (ISN/RPS), permite clasificar las lesiones glomerulares en
hueso trabecular. La prevalencia de esta osteoporosis o de seis tipos, en función de los datos de la PBR [30] (Fig. 6).
una mera osteopenia se estima en más del 20% [25] . En los Permite precisar el tipo de lesión renal según la defini-
pacientes lúpicos, debido a la actividad de la enfermedad, ción de la ISN/RPS (Cuadro 1).
a la carencia de vitamina D (favorecida por la exclusión Los aspectos histológicos más característicos se obser-
de la exposición solar), a la aparición de una menopausia van en las paredes vasculares, en las que resaltan depósitos
precoz (favorecida por el uso de medicamentos citotóxi- subendoteliales con el aspecto típico en «asas de alambre».
cos) y al consumo de corticoides, el riesgo es mayor que Los cuerpos hematoxilínicos de Gross son patognomóni-
en una población de personas sanas de la misma edad. Sin cos, pero muy infrecuentes. Corresponden a estructuras
embargo, la repercusión real de los corticoides es contro- tubulorreticulares de las células endoteliales glomerula-
vertida y, para algunos, la existencia de complicaciones res, cuya síntesis es estimulada por el interferón alfa. En
graves del lupus es el principal factor de riesgo de baja inmunofluorescencia se observan depósitos glomerulares
densidad mineral ósea [26] . difusos de inmunoglobulinas G, A y M, así como frac-
En los pacientes con lupus también aumenta el riesgo ciones C3, C4 y C1q del complemento. En un tercio de
de fractura [25] . El intervalo entre el diagnóstico del LES y los casos, en las membranas basales tubulares se observan
la aparición de la primera fractura es más corto cuanto depósitos finos de IgG, C3 y C1q.

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Cuadro 1.
Clasificación 2003 de las glomerulopatías lúpicas ISN/RPS (International Society of Nephrology/Renal Pathology Society).
Clase I GNL mesangial mínima
Glomérulos ópticamente normales, acumulación mesangial de complejos inmunitarios detectados en IF
Clase II GNL mesangial proliferativa
Hipercelularidad mesangial pura con presencia de depósitos inmunitarios mesangiales en IF
Algunos depósitos aislados subendoteliales pueden ser visibles en IF/microscopia electrónica, pero no en microscopia
óptica
Clase III GNL focal
Glomerulonefritis con proliferación endo o extracapilar que afecta < 50% de los glomérulos, con depósitos
inmunitarios subendoteliales, con o sin alteraciones mesangiales
Clase III (A) Lesiones activas (A) asociadas
Clase III (A/C) Lesiones activas y crónicas (C) asociadas
Clase III (C) Lesiones crónicas inactivas con glomérulos esclerosos cicatriciales
Clase IV GNL difusa
Glomerulonefritis con proliferación endo o extracapilar que afecta ≥ 50% de los glomérulos, con depósitos
inmunitarios difusos subendoteliales, con o sin alteraciones mesangiales. Se distinguen las lesiones difusas
segmentarias (IV-S) o globales (IV-G) cuando ≥ 50% de los glomérulos afectados tienen, respectivamente, lesiones
que afectan un segmento (S) o la globalidad (G) del flóculo glomerular
Clase IV-S (A) Lesiones activas de la GNL segmentaria difusa
Clase IV-G (A) Lesiones activas de la GNL global difusa
Clase IV-S (A/C) Lesiones activas y crónicas asociadas en la GNL segmentaria difusa
Clase IV-G (A/C) Lesiones activas y crónicas asociadas en la GNL global difusa
Clase IV-S (C) Lesiones crónicas inactivas (con esclerosis glomerular) de la GNL segmentaria difusa
Clase IV-G (C) Lesiones crónicas inactivas (con esclerosis glomerular) de la GNL global difusa
Clase V GNL extramembranosa
Depósitos de complejos inmunitarios subepiteliales globales o segmentarios.
Este tipo de GNL puede asociarse a una proliferación endo o extracapilar; se habla entonces de una combinación V-III
o V-IV
Clase VI GNL esclerosante avanzada
Más del 90% de los glomérulos están esclerosados

GNL: glomerulonefritis lúpica; IF: inmunofluorescencia.

La presentación clínica difiere según el tipo de lesión.


En tanto que las nefropatías glomerulares de clase I y
II son paucisintomáticas, salvo una proteinuria mode-
rada inconstante, en los otros tipos de glomerulonefritis
lúpicas (GNL) la proteinuria es constante y a veces se
acompaña de hematuria, hipertensión arterial (HTA) y/o
síndrome nefrótico.

Pronóstico
El pronóstico renal depende del tipo de lesión renal. A
pesar de tratamientos eficaces, el riesgo de recaída es ele-
vado (37-45% según las series), y el de insuficiencia renal
terminal se estima en el 20-25% [33] . Correlaciona con la
presencia de una proliferación extracapilar difusa.
El índice de supervivencia a 10 años es del 70% para
las glomerulonefritis proliferativas difusas (clase IV), del
80% para las glomerulonefritis segmentarias y focales
Figura 6. Glomerulonefritis lúpica de clase IV activa (tin- (clase III) y del 80% para las glomerulonefritis extramem-
ción PAS (ácido peryódico de Schiff): ruptura de la membrana branosas (clase V). Aparte del aspecto patológico, otros
basal glomerular (flecha blanca); infiltrado intersticial de célu- factores de mal pronóstico son la edad inferior a 15 años,
las mononucleadas (punta de flecha); proliferación extracapilar la raza negra, la existencia de una insuficiencia renal
(medialuna epitelial) (flecha negra). en el momento del diagnóstico y el síndrome nefrótico
refractario [34] . En la fase de insuficiencia renal termi-
nal, el trasplante renal es posible, sin recidiva sobre el
La lesión tubulointersticial aislada, inusual, se asocia injerto, con una probabilidad de supervivencia a 10 años
a menudo a las lesiones glomerulares. Si se detectan del 18,5% de los riñones trasplantados, es decir, dos veces
trombos intravasculares, habrá que buscar anticuerpos menor que la de los injertos no lúpicos [35] .
antifosfolípidos.
Durante la evolución del lupus, algunos pacientes pue-
den desarrollar diversas lesiones glomerulares (de forma Manifestaciones cardíacas y vasculares
espontánea o después del tratamiento) [31] . Lo más común
es el paso de una clase IV a una clase II o V luego de trata- La lesión cardíaca del lupus puede afectar a las tres túni-
miento inmunosupresor. En el momento del diagnóstico, cas del corazón y las coronarias [36] .
el 5-10% de los pacientes tiene una clase II; el 10-15%, La pericarditis es la lesión más frecuente, y en algu-
una clase III; el 50-75%, una clase IV, y el 10-25%, una nas series afecta hasta al 50% de los pacientes. Suele ser
clase V [32] . asintomática y se detecta con la ecocardiografía.

6 EMC - Aparato locomotor


Lupus eritematoso sistémico  E – 14-282

La valvulopatía está relacionada con la presencia de mononucleadas, concentraciones aumentadas de lactato


lesiones nodulares en las válvulas cardíacas, preferente- deshidrogenasa (LDH) y descenso pronunciado de la frac-
mente en la válvula mitral. Los prolapsos de la válvula ción C3.
mitral se observan en el 25% de los pacientes. Con Las lesiones lúpicas parenquimatosas son más infre-
la proliferación de estas lesiones, las válvulas adoptan cuentes y afectan como máximo al 10% de los
un aspecto verrugoso y constituyen un cuadro cono- pacientes [44] . Pueden ser paucisintomáticas y presentar un
cido como endocarditis de Libman-Sacks, con riesgos de descenso de la TLCO. En algunos casos provocan un sín-
fuga valvular, émbolos sistémicos y nódulos de Osler. drome restrictivo. También pueden adoptar la forma de
La aparición de una endocarditis de Libman-Sacks se neumopatías agudas, que en la TC se presentan con focos
relaciona estrechamente con la presencia de anticuer- de alveolitis difíciles de distinguir de una hemorragia
pos antifosfolípidos (lupus anticoagulante y anticuerpos intraalveolar. La lesión intersticial se identifica mediante
anticardiolipinas). El diagnóstico de la lesión valvular se TC torácica de alta resolución, que define dos cuadros: la
basa en la ecografía cardíaca por vía transparietal y tran- neumonía intersticial no específica (NSIP), con aspecto de
sesofágica. Con este último método se ha demostrado vidrio esmerilado, y la neumonía intersticial usual (UIP),
una frecuencia elevada (43%) de endocarditis de Libman- con presencia de reticulaciones que traducen una fibrosis.
Sacks [37] . Estas dos formas de lesión intersticial no son específicas
La miocarditis lúpica suele ser asintomática y tiene una del lupus. La causalidad se establece sólo en presencia de
prevalencia del 8-25%. Se sospecha por una hipocinesia manifestaciones extrapulmonares y de anomalías biológi-
ecocardiográfica, pero también en caso de taquicardia ais- cas.
lada, trastornos de conducción o anomalías del segmento Estos cuadros respiratorios rara vez provocan HTA pul-
ST en el electrocardiograma. Las miocarditis son más fre- monar. Ésta puede ser primaria o secundaria a émbolos
cuentes en presencia de anticuerpos anti-RNP y en los múltiples, en el contexto de un síndrome de anticuerpos
afroamericanos. El diagnóstico podría justificar la prác- antifosfolípidos [45] .
tica de biopsias miocárdicas para descartar otras etiologías El síndrome del pulmón encogido es una rara compli-
como, por ejemplo, la miocarditis tóxica inducida por la cación del lupus que consiste en una disnea secundaria
hidroxicloroquina [38] . a una parálisis diafragmática. El mecanismo responsable
En el LES existe una aterosclerosis acelerada que induce es desconocido: se sugieren una lesión del nervio frénico,
un aumento significativo de la morbimortalidad. En las una miositis o una miopatía diafragmática.
mujeres jóvenes, el riesgo relativo de desarrollar una La hemorragia intraalveolar es excepcional, tanto
patología coronaria (angina o infarto) es 55 veces más durante la evolución como en el momento del diagnós-
elevado [39] . Los factores usuales de riesgo cardiovascular tico. El pronóstico es particularmente sombrío.
están ampliamente presentes en los pacientes lúpicos y Por último, algunas moléculas que se usan en el trata-
pueden ser inducidos o agravados por la corticoterapia [40] . miento del lupus pueden provocar lesiones pulmonares
El propio lupus participa en la génesis de las lesiones más o menos específicas. Se han comunicado casos de
ateromatosas debido a la inflamación crónica sistémica: neumonías intersticiales en relación con azatioprina,
están claramente asociados al riesgo de ateromatosis la metotrexato, ciclofosfamida y micofenolato mofetilo.
actividad de la enfermedad, la nefropatía lúpica, la dismi-
nución del C3, concentraciones elevadas de anticuerpos
anti-ADN, la presencia de anticuerpos antifosfolípidos Manifestaciones neurológicas
y la elevación de la proteína C reactiva (CRP) y de la y psiquiátricas
homocisteína [41] .
La evaluación de un paciente lúpico incluye, por tanto, La prevalencia de las manifestaciones neurológicas y
una detección rigurosa de los factores de riesgo car- psiquiátricas en el LES es, según los criterios seleccionados,
diovascular. Mediante tomografía computarizada (TC) del 10-80%. La gran variabilidad en la identifica-
coronaria, las placas de ateroma se detectan con una ción de estos criterios ha conducido al ACR a definir
prevalencia del 28-43% [42] . Prevalencias equivalentes se 19 parámetros que pueden corresponder a una lesión neu-
obtienen con ecografía Doppler arterial. Medir el grosor rológica o psiquiátrica lúpica [46] . Sin embargo, algunos
de la íntima también puede ser una prueba de gran valor parámetros, como las migrañas, son muy inespecíficos.
en este contexto. En el lupus, estas manifestaciones pueden ser de dos
Entre las manifestaciones vasculares, el síndrome de órdenes: vinculadas a una lesión directa de la enferme-
Raynaud es la expresión más común, con una prevalencia dad o secundarias a factores vinculados al lupus, como
del 20-30% de los casos. Las tromboflebitis orientan hacia los tratamientos (corticoterapia), las complicaciones car-
un síndrome de los anticuerpos antifosfolípidos. Las arte- diovasculares, la HTA o las manifestaciones funcionales
ritis inflamatorias de los grandes vasos no son típicas, de relacionadas con la personalidad del paciente y la vivencia
modo que ante una isquemia distal es preferible buscar de la enfermedad.
un coágulo cruórico de origen cardíaco o una trombosis Las manifestaciones neurológicas más comunes son los
in situ, secundaria a un síndrome de anticuerpos antifos- infartos cerebrales, los accesos epilépticos, las migrañas y
folípidos. las neuropatías periféricas.
Los infartos cerebrales están estrechamente asociados a
la presencia de anticuerpos antifosfolípidos y a los facto-
Manifestaciones pleuropulmonares res de riesgo usuales (HTA, dislipidemia). En el LES, los
infartos cerebrales pueden tener una prevalencia de hasta
En el lupus, la lesión pulmonar es frecuente [43] . Puede el 19% en algunas series y ser responsables de muerte en
orientar la presencia de dolor torácico, tos y/o disnea. En el 20-30% de los casos [47] . Las manifestaciones comiciales
otros casos, pruebas sistemáticas como la medición de la son inespecíficas, aunque afectarían más a personas jóve-
difusión de monóxido de carbono (TLCO) o la radiografía nes con lupus activo asociado a algunos autoanticuerpos:
pulmonar permitirían detectar una lesión hasta entonces anticuerpos dirigidos contra una proteína de 50 kD de la
asintomática. Ningún marcador inmunológico permite membrana neuronal, anti-Sm y/o antifosfolípidos [48] .
predecir este tipo de lesión. La sospecha surge tras des- Las neuropatías periféricas consisten más bien en
cartar una lesión de origen infeccioso. polineuritis o mononeuritis múltiples de predominio sen-
Según las series, la pleuresía se observa en el 25-50% sitivo.
de los pacientes. La lesión suele ser leve, y el derrame, Aunque la leucoencefalopatía posterior regresiva es una
moderado, aunque a veces es bilateral. La punción pleu- manifestación excepcional, merece citarse porque el LES
ral revela un líquido exudativo, con abundantes células es la etiología más frecuente de esta encefalitis. Provoca

EMC - Aparato locomotor 7


E – 14-282  Lupus eritematoso sistémico

nación, un origen medicamentoso, un hiperesplenismo,


un defecto de producción medular o un mecanismo disin-
munitario. Puede asociarse a linfocitopenia en el 40% de
los casos.
En poco menos del 50% de los pacientes se detecta una
trombocitopenia, con valores inferiores a 50 g/l en el 10%
de los casos. Es sobre todo periférica y en ocasiones se
asocia a un síndrome de anticuerpos antifosfolípidos. En
este contexto, hay que buscar un lupus anticoagulante o
un anticuerpo anticardiolipina.
La prueba de Coombs directa suele ser positiva en el
lupus, con una prevalencia del 21% y sin hemólisis en la
mayoría de los casos [51] .

Manifestaciones digestivas y hepáticas


Figura 7. RM cerebral (secuencia T2): paciente lúpica con sín-
drome de los anticuerpos antifosfolípidos. Las manifestaciones digestivas, a menudo inespecíficas,
se presentan en el 25-40% de los pacientes [46] . Los dolo-
cefaleas, trastornos visuales y accesos de epilepsia, en oca- res abdominales, los trastornos del tránsito intestinal y
siones con alteración de las funciones superiores. En la las úlceras suelen ser secundarias a los tratamientos far-
resonancia magnética (RM) el aspecto es característico, macológicos. Sin embargo, conviene explorar el cuadro
con anomalías bilaterales de la sustancia blanca de las en profundidad para no soslayar una disfagia resultante
regiones posteriores de los hemisferios cerebrales. de trastornos del peristaltismo esofágico, una insuficien-
Las manifestaciones psiquiátricas secundarias al lupus cia adrenal, una vasculitis mesentérica o una pancreatitis.
son un diagnóstico de exclusión. Tienen diversas presen- La lesión hepática es frecuente, con hepatomegalia en el
taciones clínicas: trastornos cognitivos, manifestaciones 10-30% de los casos y perturbaciones del hepatograma en
psicóticas o trastornos del estado de ánimo. Las mani- casi el 60% de los casos [52] . Las hepatitis autoinmunita-
festaciones más frecuentes son los trastornos cognitivos, rias y la hepatitis lupoide afectan a menos del 2% de los
identificados con pruebas neuropsicológicas en el 20-80% pacientes.
de los pacientes. En algunos estudios se ha demostrado
una asociación entre los cuadros depresivos y la pre-
sencia de anticuerpos antirribosomas P o anticuerpos  Pruebas de laboratorio
anti-NMDA (antiácido N-metil-D-aspartato), pero esta
asociación es inconstante [49, 50] . Las pruebas de laboratorio tienen un triple interés
Se han descrito otras manifestaciones neurológicas con en el lupus: un interés diagnóstico, ya que, aparte de
una prevalencia mucho más baja, como la mielitis trans- las manifestaciones hematológicas, se consideran dos de
versa o la presencia de nódulos disóricos en el fondo de 11 criterios, un interés pronóstico gracias a una mejor car-
ojo. tografía de las lesiones vinculadas al lupus y un interés
La relación de estas manifestaciones neurológicas o psi- terapéutico debido a que algunas modificaciones depen-
quiátricas con el lupus puede ser difícil de establecer, den de la progresión de la enfermedad y, de este modo,
aunque en ocasiones la evaluación inmunológica orienta constituyen parámetros objetivos útiles para el segui-
el diagnóstico. El líquido cefalorraquídeo es patológico en miento.
un tercio de los casos, con proteinorraquia moderada y a
veces pleiocitosis. La RM es el examen de elección si se Síndrome inflamatorio
sospecha una lesión central (Fig. 7).
Todavía no ha sido validada la práctica de rutina de La velocidad de sedimentación globular está acelerada
la tomografía computarizada por emisión de fotón único durante los accesos en el 80-100% de los casos. Vuelve
(SPECT). a valores normales en período de remisión, pero puede
mantenerse aumentada debido a una hipergammaglobu-
linemia persistente o a una insuficiencia renal crónica.
Manifestaciones hematológicas Concentraciones muy elevadas de la CRP deben hacer
buscar una complicación infecciosa. Las modificaciones
Adenopatías y esplenomegalia del proteinograma son indicio de la existencia de un
Adenopatías yuxtacentrimétricas indoloras se observan síndrome inflamatorio con hiper-␣-2-globulinemia (30%
en alrededor del 50% de los pacientes lúpicos. La espleno- de los casos) o, en algunos casos, hipoalbuminemia en
megalia se detecta en el 10-46% de estos pacientes, sobre ausencia de síndrome nefrótico, o bien de una hipergam-
todo en las fases de actividad de la enfermedad. maglobulinemia policlonal vinculada a la activación de la
El análisis histológico puede ser necesario con finali- inmunidad humoral con producción de numerosos anti-
dad diagnóstica, pues permite descartar sobre todo un cuerpos.
linfoma, poniendo de relieve áreas de hiperplasia folicular Una anemia de tipo inflamatorio, normocrómica, nor-
y de necrosis. La presencia de cuerpos de hematoxilina es mocítica y en general moderada es frecuente.
infrecuente, pero muy favorable al diagnóstico de lupus.
Anticuerpos antinucleares
Citopenias En casi todas las observaciones se han detectado
Las citopenias son típicas y frecuentes en el lupus. factores antinucleares. Se detectan mediante inmunofluo-
La anemia puede estar relacionada con diversos rescencia indirecta sobre células HEp-2. Ésta es la técnica
mecanismos: inflamatorio, carencial, hemolítico auto- de referencia en la práctica clínica [53] y produce dos resul-
inmunitario, tóxico, secundario a insuficiencia renal tados: el tipo y el aspecto de la fluorescencia (Cuadro 2).
crónica, microangiopatía trombótica, eritroblastopenia o Las últimas recomendaciones [53] resaltan la importancia
aplasia medular. de definir la fluorescencia nuclear o citoplasmática. Sin
La leucopenia se observa con frecuencia en las fases embargo, los resultados pueden alterarse por la calidad de
de actividad. Puede ser secundaria a una neutropenia, en las láminas HEp-2, la antiglobulina, el tampón de dilución
cuyo caso conviene sospechar un trastorno de la margi- o la calidad del microscopio. En la mayoría de los casos,

8 EMC - Aparato locomotor


Lupus eritematoso sistémico  E – 14-282

Cuadro 2.
Principales fluorescencias observadas en células HEp-2, nexo con la detección de antígeno y orientación diagnóstica.
Aspecto de la fluorescencia Antígenos Diagnóstico
Nuclear Homogéneo ADN doble cadena LES, lupus/vasculitis inducido, artritis
Histonas, cromatina/nucleosomas, HMG juvenil idiopática
Moteado grueso U1-SnRNP, U2-6 snRNP (Sm), matriz Conectivitis mixta, LES, síndrome de
nuclear Raynaud, esclerodermia sistémica,
síndrome de Sjögren, conectivitis
indiferenciada
Moteado fino SSA/Ro (nucléolos –), SSB/La LES, lupus cutáneo subagudo,
(nucléolos +), Topo-1 esclerodermia sistémica, síndrome de
Sjögren, miopatías inflamatorias,
conectivitis mixta
Centrómero Cinetocoro: proteína centrómero A, B, C, Esclerodermia limitada, síndrome de
T Raynaud
Nucleolar Scl, ARN polimerasa Esclerodermia sistémica, síndrome de
Raynaud, miopatías inflamatorias,
síndrome de superposición
Citoplasmática Difuso RibP, Jo-1, otras ARNt-sintetasa, SRP LES, miopatías inflamatorias
Moteado fino Jo-1, SRP, PDH Miopatías inflamatorias,
dermatomiositis, cirrosis biliar primaria,
neumonía intersticial

LES: lupus eritematoso sistémico; HMG: grupo de alta movilidad; RNP: ribonucleoproteínas; ARN: ácido ribonucleico; ARNt: ARN de transferencia;
RibP: proteína ribosomal P; SRP: partícula de reconocimiento de la señal; PDH: piruvato deshidrogenasa.

En el 80-90% de los casos de lupus evolutivos se encuen-


tran anticuerpos anti-ADN nativos, sobre todo en caso
de formas graves y de nefropatía. Estos anticuerpos son
detectados por:
• método isotópico de Farr. Es el método de referencia,
muy específico y cuantitativo; permite detectar los anti-
cuerpos de alta afinidad;
• ELISA (ensayo por inmunoabsorción ligado a enzi-
mas), que permite un análisis cuantitativo y ade-
cuado a las grandes series, pero de especificidad
variable;
• inmunofluorescencia de Crithidia luciliae. Es una prueba
específica, adecuada a pequeñas series, aunque menos
sensible y semicuantitativa.
La fluctuación de las concentraciones de anti-ADN (y de
las fracciones del complemento) suele correlacionar con
las manifestaciones clínicas. Valores superiores o iguales a
200 UI/ml podrían predecir un acceso lúpico. En todos los
Figura 8. Anticuerpos antinucleares con fluorescencia homo- casos necesitan una vigilancia estrecha de los síntomas.
génea en frotis de células HEp-2. Los anticuerpos anti-ADN desnaturalizados se observan a
menudo, pero no son específicos, lo mismo que los anti-
cuerpos antihistonas.
Los anticuerpos antinucleosomas se detectan con ELISA
o inmunoimpresión, y los resultados varían de acuerdo
con el antígeno. Podrían aparecer antes que los anticuer-
pos anti-ADN.
Los anticuerpos antiantígenos nucleares solubles se
identifican por:
• inmunodifusión doble de Ouchterlony que permite
identificar anticuerpos raros, aunque sólo detecta anti-
cuerpos precipitantes y es una prueba larga;
• ELISA, que tiene la ventaja de ser una técnica
cuantitativa, pero no permite identificar anticuerpos
raros;
• inmunoimpresión, que permite una caracterización
precisa de la diana antigénica, pero no detecta los antí-
genos conformacionales.
Los anticuerpos anti-Sm (complejo ribonucleoproteí-
nico nuclear) tienen una sensibilidad del 10-50% y
una especificidad del 55-100%. Se mantienen positivos
Figura 9. Anticuerpos antinucleares con fluorescencia aunque mejore la actividad del LES y desciendan los
moteada en frotis de células HEp-2. anti-ADN. Son más frecuentes en los afroamericanos y los
asiáticos.
la fluorescencia es homogénea (Fig. 8), a veces moteada Los anticuerpos anti-RNP son positivos en el LES y en
(Fig. 9) o periférica, rara vez nucleolar. El aspecto de la las conectivitis mixtas. En el LES, la sensibilidad es del
fluorescencia puede modificarse en función de las dilu- 27%, y la especificidad, del 82%. Se asocian a las miositis
ciones. y a los síndromes de Raynaud.

EMC - Aparato locomotor 9


E – 14-282  Lupus eritematoso sistémico

Los anticuerpos anti-Ro/SSA se encuentran en el 30% de Las reacciones serológicas clásicas de la sífilis son a veces
los LES, sobre todo si están presentes las manifestaciones positivas, y la prueba de Nelson es negativa. Es la «falsa
siguientes: serología sifilítica», que en general se asocia a la presen-
• lupus cutáneo subagudo y fotosensibilidad; cia de un anticuerpo antiprotrombinasa y, sobre todo, de
• trombocitopenia y linfocitopenia; anticuerpos anticardiolípidos detectados con ELISA. Estos
• bloqueo auriculoventricular (BAV) congénito (52 kD); anticuerpos pueden estar presentes aunque no haya mani-
• déficit de C2. festaciones clínicas del síndrome de los antifosfolípidos.
También se los encuentra en el 40-90% de los síndromes Por último, la prueba de Coombs directa, que registra anti-
de Sjögren y en el 10% de las AR. cuerpos dirigidos contra los eritrocitos, se revela positiva
Los anticuerpos anti-La/SSB están presentes en el en el 20% de los lupus sin que haya de forma sistemática
10-20% de los LED y en el 30-70% de los síndromes de estigmas de hemólisis [51] .
Sjögren. Se asociarían a la neutropenia y a la perturbación
de las actividades funcionales de los neutrófilos. Se obser-
van también en las edades extremas, ya sea en el lupus
que comienza después de los 55 años o bien en el lupus
cutáneo neonatal y el BAV congénito.
 Vigilancia biológica
Las pruebas serológicas de látex y de Waaler-Rose son y práctica del lupus
positivas en el 20-30% de los casos.
En varios estudios se sugiere asimismo una asociación El diagnóstico de LES y su caracterización se basan en
entre la presencia de anticuerpos anti-C1q y la actividad un examen clínico minucioso y una evaluación bioló-
del lupus [54] , pero estos datos son controvertidos [55] . gica adecuada. La European League Against Rheumatism
Las concentraciones séricas del complemento hemolí- (EULAR) ha publicado algunas recomendaciones [56] que
tico y de sus fracciones están disminuidas en la mitad de se resumen en el Cuadro 3. El ritmo de las consultas y de
los casos. Esta hipocomplementemia es un buen signo de las evaluaciones complementarias depende de la gravedad
actividad del lupus, sobre todo cuando se asocia a una y la actividad del lupus. Un paciente afectado por una
elevación del título de los anticuerpos anti-ADN. Tam- nefritis lúpica podría necesitar una evaluación semanal,
bién puede ser el resultado, aunque rara vez, de un déficit y después cada 2-3 meses tras un control satisfactorio de
congénito (parcial o completo) de un factor del comple- la patología. En ausencia de secuelas renales objetivadas
mento. Más a menudo, el consumo del complemento por por una disminución del flujo de filtración glomerular, el
la vía clásica es producto de complejos inmunitarios o de seguimiento podrá espaciarse cada 4-6 meses. La determi-
crioglobulinas, y se expresa por un descenso de CH50, nación de una relación proteinuria/creatininuria es hoy
C3 y C4. Es muy frecuente en el lupus con lesión renal, una técnica validada para el seguimiento de los pacien-
pero también se observa en un 50% de los lupus sin lesión tes [57] . Por último, los pacientes sin patología visceral
renal. grave y con un buen control de su enfermedad sólo
Con frecuencia se detectan anticuerpos antiplaquetas, necesitan una evaluación cada 6-12 meses. También se
anticuerpos frente al antígeno nuclear de proliferación recomienda un frotis cervical anual, así como una deter-
celular (PCNA), complejos inmunitarios circulantes y crio- minación de las inmunoglobulinas séricas en caso de
globulinemia. Se desconoce su utilidad. tratamiento inmunosupresor [57] .

Cuadro 3.
Recomendaciones EULAR (European League Against Rheumatism) 2010 para el seguimiento de los pacientes afectados por un lupus
sistémico.
Evaluación biológica Hemograma, VSG, CRP y electroforesis de las proteínas séricas (principalmente albuminemia y
gammaglobulinemia), creatininemia, ECBO (leucocituria, hematuria, bacteriuria) y relación
proteinuria/creatinuria en la primera orina matinal
Evaluación inmunológica – En el momento del diagnóstico y durante el seguimiento: fracción C3 y C4 del complemento,
anticuerpos antinucleares, anti-ADN
– En el momento del diagnóstico: anti-Ag nucleares solubles y antifosfolípidos
– Nueva evaluación a paciente previamente negativo: antifosfolípidos: antes de un embarazo, una
cirugía, un trasplante, la instauración de un tratamiento con estrógenos, en ocasión de un nuevo
episodio neurológico o vascular
Lesión articular Anamnesis: artralgias y/o artritis
Clínica: número de articulaciones afectadas
Lesión cutaneomucosa Caracterización de las lesiones:
– Específicas
– Inespecíficas
– Semejantes a lesiones lúpicas
– Iatrogénicas
Lesión renal Proteinuria de 24 horas, ECBO y pruebas inmunológicas (complemento y anti-ADN)
Presión arterial
Lesiones del sistema Búsqueda de antecedentes neuropsiquiátricos (convulsión, parestesia, paresia, cefaleas, epilepsia,
nervioso central depresión, etc.)
Lesión pulmonar Anamnesis: dolor torácico, disnea, tos
Clínica: sibilancias o crepitaciones en los campos pulmonares, derrame pleural
Lesión cardíaca Anamnesis: dolor torácico, disnea, factores de riesgo de aterosclerosis
Clínica: edema de los miembros inferiores, presión arterial, soplo cardíaco o carotídeo, ritmo cardíaco
Lesión oftálmica Examen por un oftalmólogo
Lesión vascular Búsqueda de un síndrome de Raynaud, de factores de riesgo de trombosis y de una claudicación
intermitente
Lesión digestiva Anamnesis: búsqueda de síntomas digestivos

VSG: velocidad de sedimentación globular; CRP: proteína C reactiva; ECBO: examen citobacteriológico de orina; Ag: antígeno.

10 EMC - Aparato locomotor


Lupus eritematoso sistémico  E – 14-282

 Formas clínicas términos de actividad de la enfermedad: estroprogestáge-


nos (35 ␮g de etinilestradiol y 150 ␮g de levonorgestrel),
Algunos tipos de lupus, a pesar de ser muy infrecuentes, progestágenos solos (0,3 mg de levonorgestrel) y disposi-
deben conocerse para comprender mejor las manifesta- tivo intrauterino de cobre. En este ensayo no se observó
ciones y el pronóstico y, en consecuencia, adaptar el ninguna diferencia significativa entre los tres grupos, sino
tratamiento. una tendencia a una menor prevalencia de los accesos
con los progestágenos solos [6] . Estos resultados han sido
corroborados en otros estudios observacionales, lo que
 Tratamiento convierte a los progestágenos en los anticonceptivos de
primera elección en el LES [58] .
Aunque una anticoncepción estroprogestágena en el
En materia de enfermedad lúpica, los objetivos terapéu- lupus no tiene una repercusión manifiesta sobre la acti-
ticos son de dos órdenes: vidad de la enfermedad, se plantea el problema del riesgo
• el tratamiento a corto plazo de las manifestaciones de trombótico arterial y/o venoso, sobre todo en presencia
la enfermedad que necesitan medidas de urgencia; de anticuerpos antifosfolípidos. En el ensayo publicado
• el tratamiento a largo plazo dirigido a prolongar la dura- por Sanchez-Guerrero, los cuatro episodios trombóticos
ción y la calidad de vida de los pacientes. El índice de se presentaron en pacientes tratadas con estroprogestá-
deterioro irreversible como el SLICC y su progresión genos o con progestágenos solos. Todas estas pacientes
tienen valor pronóstico sobre la morbilidad. tenían anticuerpos antifosfolípidos [6] . De forma bastante
Estos dos objetivos son a veces contradictorios, ya homogénea en los estudios, la presencia de anticuerpos
que las complicaciones de los tratamientos corticoides e anticardiolipinas y/o de un lupus anticoagulante son fac-
inmunosupresores son fuente de una morbilidad y una tores de riesgo mayores de episodio tromboembólico y/o
mortalidad tardía nada desdeñables. Para escoger el trata- de isquemia arterial en caso de consumo de estroproges-
miento más adecuado, hay que evaluar en primer lugar la tágenos. El conjunto de estos datos incita más bien a la
actividad de la enfermedad y su gravedad. prudencia en cuanto al uso de estrógenos en una paciente
con enfermedad activa y/o anticuerpos antifosfolípidos.
Criterios de actividad
Tratamiento hormonal sustitutivo
La instauración de un tratamiento adecuado exige en Las pacientes lúpicas pueden estar expuestas pre-
primer lugar la confirmación del diagnóstico, pero tam- cozmente a la menopausia debido a sus tratamientos
bién una evaluación precisa de la actividad y la gravedad inmunosupresores y, sobre todo, a la ciclofosfamida. La
de la patología. inocuidad de los tratamientos hormonales sustitutivos
sobre la actividad del lupus ha sido sugerida en varios estu-
Medidas preventivas dios aleatorizados u observacionales. Sin embargo, estos
datos no han sido validados en el más amplio estudio
Fotoprotección aleatorizado controlado [59] . Éste incluyó a 351 pacientes
En el LES, la protección solar es indispensable. Asi- lúpicas menopáusicas que recibían un tratamiento hor-
mismo, la fotoprotección externa debe ser amplia y monal sustitutivo (0,625 mg de estrógeno conjugado al
sistemática en las zonas descubiertas. Las pantallas sola- día y 5 mg de medroxiprogesterona 12 días al mes) o un
res asocian moléculas filtrantes selectivas de los UVB y/o placebo. En este ensayo, el tratamiento hormonal sustitu-
UVA y polvos minerales dispersados en un excipiente tivo influyó sobre la actividad de la enfermedad, con una
para formar una pantalla. Los índices más elevados contra probabilidad de 0,64 de tener un acceso en 12 meses en el
los espectros más amplios se usan preferentemente en el grupo de tratamiento hormonal frente a 0,51 en el grupo
lupus cutáneo. Los fotoprotectores deben aplicarse todos placebo (p = 0,01). La intensidad de la mayoría de los acce-
los días, incluso en ausencia de una exposición solar pre- sos fue moderada o leve. Es posible que la discordancia
visible durante el día. En caso de exposición solar se de los resultados con los estudios antes mencionados esté
renuevan según las buenas prácticas cada 2 horas. inducida por el uso de una escala compuesta de identifi-
cación de los accesos específica para este estudio.
Los resultados de este ensayo de referencia incitan a
Medidas higiénico-dietéticas
una reserva en cuanto al uso de un tratamiento hormo-
Las medidas higiénico-dietéticas dependen de la dosis nal sustitutivo de la menopausia en las pacientes lúpicas.
de corticoides y de las comorbilidades (insuficiencia car- Al riesgo de agravación del lupus se añade un riesgo trom-
díaca, HTA, síndrome nefrótico). La prevención de la bótico nada desdeñable en este contexto.
osteoporosis debe ajustarse en función del contexto, de
la edad y de la duración de la corticoterapia. Por último, Vacunaciones
deben controlarse de forma sistemática los factores de
Las vacunas son consideradas como factores desenca-
riesgo de aterosclerosis y se recomienda con vehemencia
denantes potenciales del lupus debido a su contenido
dejar de fumar.
bacteriano, viral, de disolventes o de adyuvantes sus-
ceptibles de desencadenar una respuesta autoinmunitaria
Anticoncepción inadecuada. Se trata sobre todo de casos comunicados, ya
Durante años se desaconsejó el uso de estroprogestáge- que en ningún estudio se ha podido establecer una rela-
nos en la paciente lúpica por el temor a la exacerbación ción de causalidad entre una vacunación reciente y un
de la enfermedad. Dos ensayos clínicos aleatorizados han acceso lúpico.
demostrado lo contrario. En el ensayo SELENA se ha Sin embargo, el riesgo teórico de inducir un lupus a
evaluado la influencia sobre los accesos lúpicos de una través de la vacunación es real, aunque hay pocos estu-
anticoncepción oral con estroprogestágenos (35 μg de eti- dios disponibles en cuanto a la inocuidad de las vacunas
nilestradiol y 0,5-1 mg de noretindrona) frente a placebo. en una población de pacientes lúpicos. Los estudios más
Entre las 183 pacientes aleatorizadas, la prevalencia de amplios han sido efectuados con la vacuna antigripal y
los accesos en 12 meses fue parecida en ambos grupos (el no han demostrado una repercusión evidente sobre la
7,7% con estrógenos y el 7,6% con placebo) y también actividad de la enfermedad [60] . El riesgo considerable de
fueron similares los efectos secundarios [7] . En el ensayo complicaciones infecciosas justifica la actualización del
publicado por Sanchez-Guerrero et al, tres métodos anti- calendario de vacunación. Sin embargo, las vacunas vivas
conceptivos fueron comparados en paciente lúpicas en atenuadas no se recomiendan en caso de tratamiento

EMC - Aparato locomotor 11


E – 14-282  Lupus eritematoso sistémico

Tratamiento del LES

Renal, neurológico Hemático Serositis Poliartritis Piel

Prednisona Bolo de AINE o


1.ª elección 1-2 mg/kg metilprednisolona prednisona

Bolo de
metilprednisolona
Prednisona 1 mg/kg Prednisona Hidroxicloroquina
Ciclofosfamida o 0,5 mg/kg Dermocorticoides
micofenolato
mofetilo
2.ª elección Rituximab Bolo de Metotrexato Talidomida
(en el contexto metilprednisolona
de una PTI*)

Figura 10. Árbol de decisiones. Tratamiento del lupus eritematoso sistémico (LES). PTI: púrpura trombocitopénica inmunitaria; AINE:
antiinflamatorios no esteroideos. Asterisco: rituximab no indicado en un lupus sin PTI.

inmunosupresor a largo plazo (con inclusión de una cor- encontrarse en los pacientes incumplidores [67] . La mala
ticoterapia de más de 2 semanas de duración en dosis de observancia justifica una educación terapéutica de buena
10 mg de equivalente de prednisona al día) (recomenda- calidad antes de decidir aumentar las dosis [68] .
ción de la Haute Autorité de Santé [HAS] 2012: vacunación La relación eficacia/tolerabilidad de los antipalúdicos
de las personas inmunodeprimidas o asplénicas). de síntesis es excelente. El riesgo principal es el desarrollo
de retinopatías, cuya gravedad potencial justifica una vigi-
lancia adecuada [69] . Las últimas recomendaciones para la
Tratamientos locales dermatológicos vigilancia oftálmica se han simplificado con:
• el examen oftálmico con fondo de ojo;
Los tratamientos locales se usan sobre todo en el
• asociado a un estudio automatizado del campo visual
contexto de las manifestaciones cutáneas del lupus y per-
central;
miten reducir la toxicidad de los tratamientos sistémicos.
• y, si es posible, una exploración complementaria
Los dermocorticoides (de clase fuerte a muy fuerte) se usan
objetiva de la función macular: electrorretinograma
con frecuencia. Publicaciones recientes refieren el uso de
multifocal (mfERG) y/o la tomografía de coherencia
los inhibidores de la calcineurina, solos o asociados a la
óptica de dominio espectral (OCT-SD) y/o imágenes del
hidroxicloroquina.
fondo de ojo por autofluorescencia.
En ausencia de factor de riesgo y con un examen tran-
Tratamientos sistémicos (Fig. 10) quilizador, una nueva exploración anual es suficiente [70] ,
incluso puede efectuarse tras 5 años de tratamiento [71] .
Antiinflamatorios no esteroideos Los factores de riesgo son los siguientes:
• dosis acumulada considerable;
Los AINE pueden ser eficaces sobre las manifestaciones
• dosis diaria superior a 6,5 mg/kg/d (en función del
articulares, la fiebre, las cefaleas y la inflamación leve de
índice de masa corporal);
las serosas. Debido al riesgo trombótico, algunos autores
• insuficiencia hepática o renal;
prefieren el naproxeno.
• edad superior a 65 años;
• cloroquina más que hidroxicloroquina.
Antipalúdicos de síntesis Se considera igualmente la aparición frecuente, tras
Son eficaces contra las manifestaciones cutáneas de muchos años de consumo de antipalúdicos de síntesis
lupus discoide crónico, lupus profundo, signos sistémicos, (APS), de una pigmentación cutánea predominante en
fiebre, pérdida de peso, astenia y manifestaciones articu- las zonas expuestas [72] . También puede ser mucosa, sobre
lares. El efecto es tardío y la mejoría puede advertirse a todo palatina, y ungueal, pero no impone la interrupción
partir de las 4 semanas, con una eficacia máxima a las del tratamiento.
8-12 semanas. Además, este tratamiento tiene un efecto La mayoría de los autores y expertos mantienen los APS
preventivo a largo plazo sobre el desarrollo de lesiones durante el embarazo. La hidroxicloroquina podría reducir
tisulares [61] , sobre todo renales y del sistema nervioso cen- el riesgo de BAV congénito en mujeres con anticuerpos
tral, pero también de nuevos accesos [62] . No es infrecuente anti-SSA/Ro [73] .
observar accesos lúpicos al cesar el tratamiento, aun
cuando hasta entonces la enfermedad estuviera bien con-
trolada, incluso con una presentación distinta asociada
Glucocorticoides
a un riesgo de manifestaciones viscerales. Los antipalú- El LES se caracteriza por su alta sensibilidad a los cor-
dicos también tienen propiedades antitrombóticas [63, 64] ticoides. Sin embargo, el principio general es usar la
y son un complemento útil en caso de síndrome anti- corticoterapia en las formas benignas, pero sólo si fraca-
fosfolípidos [65] . Por último, los antipalúdicos mejoran la san los AINE y los antipalúdicos de síntesis y evitando
supervivencia de los pacientes lúpicos [61] y triplican la efi- superar los 15-20 mg/d de prednisona hasta controlar el
cacia de algunas moléculas inmunosupresoras, como el acceso, para luego iniciar una retirada gradual. Las tomas
micofenolato mofetilo, sobre todo en la nefritis lúpica [66] . fraccionadas dos veces por día se adaptan mejor a las
Hay dos amino-4-quinoleínas disponibles: hidro- manifestaciones articulares. Las formas graves necesitan
xicloroquina (comprimido de 200 mg) y cloroquina una dosis más alta, de 1-2 mg/kg de prednisona cada
(comprimido de 100 mg). La concentración sérica de la 24 horas, en algunos casos precedida de la administra-
hidroxicloroquina es un buen reflejo de la observancia ción parenteral a modo de bolos de metilprednisolona.
terapéutica: una concentración inferior a 200 ng/ml suele Este esquema se adapta a las formas renales graves con

12 EMC - Aparato locomotor


Lupus eritematoso sistémico  E – 14-282

nefropatía glomerular proliferativa, a las lesiones neuro- (el 14% frente al 11%), ni tampoco en términos de evolu-
lógicas graves, a las trombocitopenias inmunitarias graves ción hacia la insuficiencia renal terminal (el 5% frente al
con un recuento plaquetario inferior a 30.000/mm3 o a 9%).
las hemólisis graves. Las pleuresías y pericarditis de poca Siempre como tratamiento de inducción, en las lesiones
abundancia justifican dosis intermedias, a menudo de renales de clase III y IV precitadas, con el micofeno-
0,5 mg/kg de prednisona por día. lato mofetilo en dosis de 3 g/d durante 6 meses se han
Los efectos deletéreos de los corticoides son bien cono- obtenido resultados comparables a la ciclofosfamida en
cidos, sobre todo el riesgo considerable de complicación términos de remisión [85] . Para algunos autores, la dosis de
cardiovascular en el lupus. Son la causa principal de las 3 g debe mantenerse más de 6 meses debido a las recaídas
secuelas evaluadas con la escala SLICC/ACR, y aumen- nada infrecuentes que se observan tras reducir las dosis
tan el riesgo de mortalidad [74] . Por todas estas razones, a 2 g. En las lesiones renales de clase V, el tratamiento de
evitar una impregnación cortisónica prolongada consti- primera elección es el micofenolato mofetilo en dosis de
tuye el nuevo objetivo de varios equipos. Por ejemplo, 3 g/d [57] .
el equipo del Dr. Lightstone ha demostrado hace poco La azatioprina (2 mg/kg/d) puede considerarse como
la posibilidad de tratar neuropatías lúpicas, no con cor- una alternativa al micofenolato mofetilo y a la ciclofos-
ticoides orales, sino con bolos de metilprednisona y de famida en algunos pacientes que no tienen factores de
rituximab al comienzo del tratamiento [75] . mal pronóstico o si estos tratamientos están contraindi-
cados, se toleran mal o son inaccesibles. Sin embargo, este
tratamiento expone a un mayor riesgo de recaída [57] .
Inmunosupresores
Tras el tratamiento de inducción, en la nefritis lúpica
Recurrir a los inmunosupresores tiene un doble obje- se recomienda empezar un tratamiento de sostén con
tivo: controlar mejor la enfermedad lúpica resistente a micofenolato mofetilo o azatioprina, con resultados
los glucocorticoides solos y permitir el ahorro de este- contradictorios que expresan la superioridad del micofe-
roides en los pacientes con dependencia o intolerancia nolato mofetilo (2 g/d) sobre la azatioprina (2 mg/kg/d) [86]
a los corticoides. Estos tratamientos también deben poder o un rendimiento equivalente [87, 88] . El tratamiento esco-
mantener un control adecuado de la enfermedad y preve- gido debe continuarse durante al menos 3 años. En la
nir el desarrollo de lesiones irreversibles. La elección del mayoría de los casos se asocia a una dosis baja de pred-
inmunosupresor depende de la gravedad respectiva de la nisona (5-7,5 mg/d).
enfermedad y de la lesión visceral.
En las formas articulares graves, resistentes a la aso- Otros tratamientos
ciación hidroxicloroquina/AINE o corticoides, puede
añadirse metotrexato (MTX). Las dosis recomendadas son Inhibidor de la calcineurina
de 10-20 mg por semana. En dos estudios se ha demos- La ciclosporina A puede ser eficaz en dosis de 5 mg/kg/d
trado la eficacia sobre la actividad de la enfermedad y el sobre las manifestaciones renales del lupus, a costa de una
ahorro cortisónico [76, 77] . El MTX tiene la ventaja de ser HTA frecuente y, sobre todo, de una recaída al cesar el
igualmente activo sobre la lesión cutánea [78] . En caso de tratamiento [89] .
fracaso o de intolerancia, la leflunomida puede ser una
Talidomida
alternativa interesante [79] al permitir controlar mejor la
actividad de la enfermedad. La azatioprina, el micofeno- La talidomida se usa como segunda elección en las for-
lato mofetilo y la ciclofosfamida no han dado pruebas mas clínicas de lupus cutáneo crónico, en una dosis inicial
específicas de eficacia sobre las manifestaciones articula- de 100 mg/d. Su eficacia ha sido evaluada sólo en estudios
res del LES, pero también podrían mejorar estos síntomas abiertos, con mejoría o remisión en casi el 70% de los
si se prescriben en la nefritis lúpica [80] . casos. Sin embargo, la remisión suele ser transitoria, con
Las formas viscerales graves, muy especialmente las recaídas muy frecuentes al interrumpir la talidomida, lo
lesiones renales y neurológicas centrales, necesitan un cual justifica una baja dosis de mantenimiento. Las reglas
tratamiento de inducción con ciclofosfamida. Ahora se de prescripción son muy estrictas debido al riesgo terató-
prefiere la vía intravenosa, la cual, asociada a la corticote- geno y a sus efectos adversos. La talidomida puede inducir
rapia en bolos o por vía oral, es considerada el tratamiento una somnolencia (mejor tolerada con las tomas vesper-
de referencia de estas formas graves de lupus. Se reco- tinas), aumento de peso, amenorrea o impotencia en el
mienda la dosis de 0,75-1 g/m2 para un tratamiento de varón, así como neuropatías axonales sensitivas y distales.
al menos seis ciclos [57, 81] . Este esquema terapéutico se Dapsona
ha probado principalmente en la nefropatía lúpica, pero La dapsona en dosis de 100 mg/d puede mejorar clara-
también es la referencia en las formas neuropsiquiátricas mente a algunos pacientes afectados por un lupus discoide
de lupus, sobre todo las meningitis asépticas, las neuritis o con lesiones cutáneas de un LES. Dosis bajas pueden
ópticas, las mielitis transversas, las neuropatías periféricas bastar para mantener la mejoría reduciendo la toxicidad,
graves, las epilepsias refractarias y los episodios psicóticos en particular la hemólisis y la metahemoglobinemia, que
y confusionales [82] . dependen de la dosis.
En las nefropatías proliferativas activas de clase III o IV
(± asociación a una clase V), dosis menores de ciclofos- Retinoides
famida serían igualmente eficaces, con la ventaja de una Los retinoides, como la isotretinoína o la acitretinoína,
mejor tolerabilidad. Este protocolo en bolo reducido se pueden ser una alternativa terapéutica para los lupus
basa en la administración de 500 mg de ciclofosfamida cutáneos resistentes, sobre todo los de presentación verru-
cada 15 días hasta seis perfusiones [83] . Este esquema, iden- gosa o hiperqueratósica. La anticoncepción prolongada
tificado como Euro-Lupus, sólo se aplica, sin embargo, a (2 años) que exige la acitretina conduce, en una mujer
los pacientes caucásicos y sin factor de pronóstico des- joven, a escoger preferentemente la isotretinoína. Los
favorable (presencia de numerosas medialunas epiteliales efectos adversos de los retinoides limitan su uso.
y/o de necrosis fibrinoide en la biopsia renal). Los datos
de supervivencia y de función renal han sido recogidos Tratamientos no inmunosupresores
de forma prospectiva en un período de 10 años [84] , sin
que se haya observado ninguna diferencia significativa
recomendados en caso de proteinuria
durante el seguimiento entre el grupo Euro-Lupus y el de Las últimas recomendaciones de la EULAR y la ERA-
tratamiento convencional en lo que se refiere al número EDTA (European Renal Association-European Dialysis and
de fallecimientos (el 11% frente al 4%) y al número de Transplant Association) [57] se refieren a asociar el trata-
pacientes con duplicación del índice de creatinina inicial miento inmunosupresor a:

EMC - Aparato locomotor 13


E – 14-282  Lupus eritematoso sistémico

• inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina renal [91, 92] . Con estos estudios no se logró demostrar el
o a antagonistas de los receptores de la angiotensina II beneficio del rituximab en el lupus eritematoso sistémico
en caso de proteinuria (relación proteinuria/creatinuria resistente a un tratamiento corticoide y a por lo menos
medida en la primera orina matinal > 50 mg/mmol) o una línea de inmunosupresores. Aunque estos datos han
de HTA [90] ; sido contrapesados por los resultados altamente positi-
• un tratamiento anticoagulante en caso de síndrome vos del registro francés AIR, en 2011 fue suspendido el
nefrótico con albuminemia inferior a 20 g/l. protocolo terapéutico temporal (PTT) del rituximab en
el LES [93] . El epratuzumab es un anticuerpo monoclo-
Bioterapias nal humanizado anti-CD22 en curso de desarrollo para
el lupus. Los resultados de los ensayos de fase II son pro-
El mejor conocimiento de la fisiopatología lúpica ha
metedores [94] , y hay un estudio de fase III en curso.
permitido en los últimos años desarrollar y poner a prueba
Otras moléculas en desarrollo se dirigen a las señales
bioterapias en el LES. Aunque las estrategias son múlti-
de supervivencia y diferenciación del linfocito B. El
ples, se reconocen dos dianas principales: el linfocito B y
belimumab es un anticuerpo monoclonal totalmente
el interferón alfa.
humanizado, dirigido contra el BLyS soluble. Dos amplios
El rituximab es un anticuerpo monoclonal quimérico
ensayos aleatorizados [95, 96] han permitido obtener la auto-
cuya diana es el receptor CD20 de los linfocitos B. En el
rización de comercialización en el mercado europeo,
lupus ha sido objeto de dos estudios aleatorizados: estu-
asociado al tratamiento usual, para los pacientes adultos
dio EXPLORER en el LES no renal y LUNAR en el LES
afectados por lupus sistémico con presencia de autoanti-
cuerpos y actividad elevada de la enfermedad (definida,

“ Puntos esenciales por ejemplo, por la presencia de anticuerpo anti-ADN


nativo y un complemento bajo) a pesar de un tratamiento
estándar. El atacicept es una proteína de fusión capaz de
• El lupus eritematoso sistémico tiene una presen- neutralizar BLyS y también APRIL. La aparición de efectos
secundarios infecciosos graves en los ensayos de fase II/III
tación clínica pleomorfa que puede afectar a todos con atacicept ha retrasado el desarrollo de la molécula.
los órganos. Las bioterapias dirigidas al interferón alfa se encuentran
• Afecta preferentemente a la mujer joven (nueve en ensayos de fase I/II que revelan patrones de tolera-
mujeres por cada varón) en edad de procrear bilidad satisfactorios para el sifalimumab y el quinoide
(20-40 años) y evoluciona por accesos. interferón alfa [97, 98] .
• El diagnóstico se basa en características clínicas
y biológicas.
• La forma cutaneoarticular es la más común y  Pronóstico
suele ser benigna en su evolución. Es clásica la
asociación de una erupción de las zonas fotoex- La expresión clínica del LES es muy heterogénea y
presenta dos tipos de cuadros clínicos: formas benignas
puestas, sobre todo la cara (vespertilio o alas de
cutaneoarticulares y formas graves con lesiones viscerales,
mariposa), y una lesión poliarticular bilateral, simé-
con grandes riesgos de secuelas que pueden comprometer
trica y no destructiva. el pronóstico vital. La evolución se caracteriza por accesos
• Las formas con lesión visceral son más infre- y períodos más o menos prolongados de remisión.
cuentes pero graves. En este contexto, la lesión
renal es clásica y un factor mayor del pronóstico.
Es una lesión glomerular cuyo estudio patológico  Bibliografía
permite identificar seis estadios. La lesión cardíaca
[1] Hochberg MC. Updating the American College of Rheuma-
suele consistir en una pericarditis, mientras que tology revised criteria for the classification of systemic lupus
las lesiones del miocardio y del endocardio son erythematosus. Arthritis Rheum 1997;40:1725.
más infrecuentes. La lesión pulmonar se carac- [2] Petri M, Orbai AM, Alarcon GS, Gordon C, Merrill JT,
teriza básicamente por una pleuresía exudativa Fortin PR, et al. Derivation and validation of the Syste-
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evaluación completa para no pasar por alto una using French national administrative databases. ACR 2013
lesión visceral grave. (Abstract 1067).
• Las formas benignas cutaneoarticulares suelen [4] Gonzalez LA, Toloza SM, McGwin Jr G, Alarcon GS. Ethni-
city in systemic lupus erythematosus (SLE): its influence on
responder a la asociación entre un tratamiento susceptibility and outcomes. Lupus 2013;22:1214–24.
sintomático y un inmunomodulador de tipo [5] Deapen D, Escalante A, Weinrib L, Horwitz D, Bachman
hidroxicloroquina. En caso de instaurar una corti- B, Roy-Burman P, et al. A revised estimate of twin concor-
coterapia, hay que buscar la dosis mínima eficaz dance in systemic lupus erythematosus. Arthritis Rheum
para evitar las complicaciones a medio y largo 1992;35:311–8.
[6] Sanchez-Guerrero J, Uribe AG, Jimenez-Santana L,
plazo.
Mestanza-Peralta M, Lara-Reyes P, Seuc AH, et al. A trial of
• Las formas viscerales y/o hemáticas pueden jus-
contraceptive methods in women with systemic lupus erythe-
tificar dosis más altas de corticoides y tratamientos matosus. N Engl J Med 2005;353:2539–49.
inmunosupresores. También aquí, la prevención [7] Petri M, Kim MY, Kalunian KC, Grossman J, Hahn BH,
de las complicaciones a medio y largo plazo debe Sammaritano LR, et al. Combined oral contraceptives in
guiar las elecciones terapéuticas. women with systemic lupus erythematosus. N Engl J Med
• Ya existe una primera bioterapia para el tra- 2005;353:2550–8.
[8] Formica MK, Palmer JR, Rosenberg L, McAlindon TE.
tamiento del lupus y también muchos otros Smoking, alcohol consumption, and risk of systemic lupus
tratamientos en desarrollo. erythematosus in the Black Women’s Health Study. J Rheu-
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14 EMC - Aparato locomotor


Lupus eritematoso sistémico  E – 14-282

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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Lazaro E, Richez C, Seneschal J. Lupus eritematoso sistémico.
EMC - Aparato locomotor 2015;48(1):1-17 [Artículo E – 14-282].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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