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CRÍTICA

La Jornada Aguascalientes / Aguascalientes, México. SEPTIEMBRE 2019 / Año 10 No. 157

El mundo de la ficción como el laboratorio


de nuevas representaciones del mundo
Cynthia Alejandra Ramírez Félix
1

N
elson Goodman, en su libro Maneras de ha- lidad, su propia verdad. Paul Ricoeur, filósofo y her- dos d] lechones, e] sirenas, f] fabulosos, g] pe-
cer mundos,2 nos dice que no vivimos en una meneuta francés, nos indica que esa anulación de rros sueltos, h] incluidos en esta clasificación,
realidad sino en muchas, en el que no hay la referencia básica, que es propia en la literatura i] que se agitan como locos, j] innumerables,
un mundo único, sino que creamos siempre nuevos de ficción, es ella misma la condición de posibili- k] dibujados con un pincel finísimo de pelo de
mundos a partir de otros viejos, y que todos coexis- dad para que se presente una referencia segunda, camello, l] etcétera, m] que acaban de romper
ten en un proceso que son extraídos de la ficción. y que se conecta con el mundo en el sentido de el jarrón, n] que de lejos parecen moscas.6
Por esto, si hablamos de la literatura, de la literatu- abrir nuevas posibilidades de ser y estar en el mun-
ra de ficción específicamente, podríamos decir que do. La literatura para Ricoeur va más allá de una Esta última cita es un claro ejemplo del
esas historias no son el lado irreal de la realidad, referencia dentro del mismo mundo de la obra, sino uso y de los alcances productivos de la imagina-
sino que son una posibilidad que hace de la produc- que el texto para especificar su significado va a ser ción, además del uso metafórico que es propio de
ción de nuevos mundos. Todos los que hemos es- la mediación que nos permita una comprensión del los textos de ficción, y es que, es la metáfora un ele-
tado ligados al mundo literario, ya sea al leer una o mundo y de nosotros mismos, y es que la literatura mento imprescindible para expresar cómo el texto
varias obras, hemos tenido la experiencia de cómo no se dirige sólo al mundo como algo dado, sino puede ir más allá del discurso de la obra misma, ya
éstas son metáforas de la realidad, de cómo esos bajo una modalidad de poder ser4. que se da una innovación semántica. Tal como lo in-
mundo posibles de la ficción y la realidad se tocan. Esta última noción nos indica que el lengua- dica Foucault en su obra Las palabras y las cosas7
Un ejemplo claro es Pedro Paramo de Juan Rulfo, je en el texto literario no es un mundo en sí mismo, se da un franqueamiento a los límites del saber,
una novela de ficción que cuando estamos en Mé- independiente del exterior, hay entonces una presu- ya que, es en el lenguaje y en la literatura que se
xico en la festividad del día de muertos la tradición y posición ontológica de la referencia que se explica tiene como contenido una representación del mun-
la ficción literarias se cruzan, el imaginario cultural y de la siguiente manera: “Por estar en el mundo y por do, desde distintas aristas, desde la inconsciencia,
la literatura se retroalimentan una a otra. soportar situaciones, intentamos orientarnos sobre desde la memoria, la sensibilidad, el sentimiento,
Durante los últimos decenios hemos visto en el modo de la comprensión y tenemos algo que de- el dolor. Formas de entender el mundo que no son
las distintas teorías literarias y filosóficas un vigoro- cir, una experiencia que llevar al lenguaje, una expe- posibles de expresar por las vías de la argumenta-
so resurgimiento de una de las cuestiones que más riencia que compartir”5. Esto quiere decir que cuando ción, como por ejemplo en la ciencia, o la filosofía.
inquieta tanto a la literatura, a la filosofía y a la cien- interactuamos con el texto literario no se da una cir- Es la literatura un detonante no sólo de sen-
cia que es la noción de ficción. Resulta de especial cularidad de referencia, no hay una inmanencia del saciones, o de placer estético, sino que conforma
interés debido a esa tendencia natural del ser huma- lenguaje literario, que quede cerrada en la misma un explosivo para poder problematizar el lenguaje
no de poder dar forma a productos a partir de la ima- obra, no sólo se recibe el sentido de la obra, o sólo mismo, las formas discursivas dominantes al poner
ginación. Si bien el estudio de la ficción desde sus es comprendida en la función estética del placer del en evidencia su orden regulador tanto de la concep-
inicios con el estagirita Aristóteles en su Poética ha texto como nos indica Barthes, sino que se da tam- ción del mundo como de nuestra noción de ser y de
podido destacar el poder trascendental tanto reflexi- bién una referencia, dicha referencia es una nueva sujeto. Las obras de ficción nos amplían y crean in-
vo como artístico de una representación verosímil de experiencia a nuestro lenguaje, y al mundo .mismo. novaciones semánticas, lo que hace la obra de fic-
la realidad, y ha establecido una concepción artística Ejemplos excepcionales de la literatura de ción es que desdobla no sólo el proceso metafórico,
de la ficción, Aristóteles lo expresa como una repre- ficción tales como: Jorge Luis Borges, Julio Cor- sino que su referencia suprime la referencia de uso
sentación ideal o imposible de la realidad que sea tázar, Kafka, B. Stoker, J. R. R Tolkien, E. A. Poe, ordinario, y nos brinda una referencia sustentada
creíble [verosímil] a una posible pero no convincente3 Carlos Fuentes, por mencionar sólo algunos, nos en la ficción, en la que se dirige a una multiplicidad
El estudio de la ficción desde las distintas presentan un mundo de ficción que como diría Ri- de realidades, en un redescubrir la realidad.
teorías literarias conforma en un sentido muy ge- coeur son laboratorios de formas en los cuales po-
neral todo texto literario que pueda configurar mun- demos ensayar nuevas configuraciones posibles de 6 Borges, J.L, Otras Inquisiciones, Buenos Aires, Emecé Edi-
dos posibles de acción, desde el texto narrativo, la acción y de entender el mundo, la misma ficción es tores, 1952.
7 Foucault, M. Las palabras y las cosas, México, Siglo XXI, 2010.
poesía, el cuento, los textos dramáticos, etc. Sin un hacer nuevos mundos posibles a partir de poder
embargo, dentro de los géneros literarios como una poner en suspenso nuestra realidad.
particularidad de estilo y forma puramente ficcional, Borges en su libro Otras inquisiciones, en El El mundo de la ficción como el laboratorio
se pueden agrupar en obras de ciencia ficción, o idioma analítico de John Wilkins hace una clasifica- de nuevas representaciones del mundo
CONTENIDO:

en literatura fantástica, esta última se caracteriza ción taxonómica de los animales: CYNTHIA ALEJANDRA RAMÍREZ FÉLIX
por tener una clausura inmediata de la lógica, del Mujeres indígenas en defensa de la Tierra
mundo real, es decir que el texto crea su propia rea- Los animales se dividen en a] pertenecientes GEORGINA AIMÉ TAPIA GONZÁLEZ
al Emperador, b] embalsamados, c] amaestra-
Mujeres Indígenas en Defensa de la Tierra
1 Correo de contacto con la autora: alejandraramirez.filos@ CRISTINA L. ROMERO
gmail.com 4 Ricoeur, P. Del texto a la acción, Ensayos de Hermenéutica
2 Goodman, N. Maneras de hacer mundos, Madrid, Visor, 1990. II, F.C.E., México, 2002. Paz para mis días
3 Aristóteles, Poética, 1460. 5 Cfr, Tiempo y narración I, F.C.E, México, p. 149. MARÍA ISABEL CABRERA MANUEL

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do de la Modernidad no debe ser descalificado en

Mujeres indígenas
bloque. En él se encuentra el origen de grandes
movimientos emancipatorios. No obstante, ante
la crisis socio-ambiental de nuestros días, resulta

en defensa de la Tierra cada vez más evidente que aquellos pueblos que
han convivido armónicamente con su entorno du-
rante cientos de años, cuentan con una visión del
Georgina Aimé Tapia González vínculo Naturaleza-Cultura más adecuado para el
futuro de la humanidad que el de la Modernidad oc-
1
cidental hegemónica (no hay que olvidar que hubo
“modernidades alternativas” que fueron silenciadas

E
l pensamiento indígena latinoamericano y la que ha sido devaluada. En este sentido, una filo- en Occidente).
teoría feminista como perspectivas a través sofía, que además sea feminista, potencia el reco- Entre algunos de los pueblos indígenas
de las cuales “mirar” me han permitido ser nocimiento de sujetos que históricamente han sido que han sobrevivido hasta nuestros días es posi-
consciente del carácter situado del conocimiento. invisibilizados –las mujeres mestizas, indígenas y ble identificar una concepción <<biocéntrica>> del
En efecto, quien escribe estas líneas es una mujer afrodescendientes–, al tiempo que abre la posibi- mundo de acuerdo con la cual todos los seres que
mestiza, que vive en una pequeña ciudad tropical lidad de considerar temas marginados como el co- habitan el planeta conforman una comunidad inter-
de México, en el llamado Tercer Mundo, formada nocimiento oral, la filosofía indígena y los valores dependiente, en la que ninguno vale más que otro,
en el pensamiento filosófico occidental y la teoría desarrollados por los colectivos discriminados. porque cada uno es poseedor de valor y dignidad.
feminista de orígenes ilustrados; pero que, parale- Algunas vertientes de la teoría feminista lati- Afirmar, por ejemplo, que el maíz tiene <<cora-
lamente, ha recibido la influencia de la filosofía la- noamericana se plantean cuestiones relacionadas zón>>, significa reconocer en él una racionalidad
tinoamericana y de las éticas y epistemologías que con el impacto del “desarrollo” occidental sobre los propia que le permite orientarse hacia el sol, crecer
están en la base de los procesos de reconstitución pueblos indígenas, las comunidades campesinas, de acuerdo con las diferentes estaciones, adaptar-
de los pueblos indígenas. las poblaciones urbanas y el medio ambiente. Entre se a condiciones geográficas cambiantes y produ-
Desde mis coordenadas –geográficas, in- los sectores más vulnerables de la población –don- cir nuevos granos para volver a iniciar su ciclo. La
telectuales, culturales– considero imprescindible de, debido a factores como la intersección entre la Tierra es concebida como el fundamento del que
el diálogo entre los feminismos occidentales y los desigualdad de género, la discriminación étnica y la todo procede y al que todo vuelve: abastece a los
movimientos de mujeres indígenas que defienden explotación social, existe una abrumadora mayoría seres humanos de cuanto necesitan y, cuando llega
la Tierra y el territorio en Abya Yala. El término de femenina– han surgido algunos de los movimientos el momento de su muerte, los acoge para reinte-
Abya Yala ha sido acuñado por el pueblo Kuna para socio-ambientales más relevantes de finales del si- grarlos al nosotros cósmico o comunidad cósmica.
designar al continente americano antes de la llega- glo xx e inicios del XXI. No se trata de víctimas pa- La Pachamama muestra la continuidad entre natu-
da de Cristóbal Colón y de otros colonizadores eu- sivas, sino de sujetos que, desde posiciones de “no raleza y cultura a través de la “agricultura”, entendi-
ropeos y, aunque otros pueblos también nombraron poder”, han desarrollado concepciones alternativas da como el cultivo que produce alimentos pero que
los lugares con los que se relacionaban, éste fue sobre el ser humano, la cultura, la naturaleza y sus también teje saberes, memorias y tradiciones. Una
el único que dio un nombre común a todo el conti- relaciones recíprocas. idea central que defiendo es que la <<ética nosotro-
nente. Mi propósito es recoger los pensamientos Dentro del feminismo se ha desarrollado una céntrica>>/comunitaria se encuentra en las bases
y las experiencias de mujeres indígenas y campe- corriente que estudia los vínculos entre la discri- de las luchas de las indígenas y campesinas en de-
sinas que han desarrollado una visión crítica arti- minación hacia las mujeres y la destrucción de la fensa de sus territorios.
culada y argumentada de nuestro presente y que, naturaleza. Se trata del ecofeminismo. Entre sus El objetivo que persigo a través de este libro
en algunos casos, participan como agentes en los características más relevantes es importante des- es doble: por una parte, me propongo señalar las
movimientos en defensa de la Tierra y el territorio. tacar que se ha desarrollado desde distintas geo- principales problemáticas que plantea la relación
Propongo que recorramos junto con ellas diversos grafías, algunas veces, transitando del Sur hacia entre mujeres indígenas y medio ambiente desde
caminos hacia sociedades incluyentes, solidarias y Norte, a diferencia de la teoría feminista que, tra- el horizonte abierto por el pensamiento indígena
ecológicamente responsables. dicionalmente, se había movido de Norte a Sur. En de Abya Yala y, por otra, pretendo llevar a cabo un
Como habitante de una región que está sien- su elaboración filosófica, ocupa un lugar central la análisis sobre los caminos que proponen estas mu-
do fuertemente golpeada por las consecuencias del crítica al dualismo jerarquizado cultura/naturaleza jeres ante la crisis ecológica, económica y social de
cambio climático, considero que los fundamentos fi- y a otros dualismos conectados con éste: hombre/ nuestro siglo. Al hilo de todo ello, abordo algunas
losóficos de las prácticas llevadas a cabo por algunas mujer, mente/cuerpo, razón/emotividad, civilizado/ vertientes del ecofeminismo, señalando sus puntos
comunidades indígenas, representan alternativas primitivo, humano/animal. de confluencia con las posiciones de mujeres que
para enfrentar la situación actual. Por las razones A través del análisis de las intersecciones en- participan en los movimientos de resistencia de los
expuestas, este libro está guiado por un interés teóri- tre género y crisis socio-ambiental, se ha visibiliza- pueblos originarios.
co, pero también práctico y vital, que parte de la con- do la forma en que mujeres y varones se relacionan
cepción de la filosofía como un pensamiento crítico con el cambio climático, la producción de alimentos,
“autocrítico”, capaz de incluir nuevas voces y de com- el abastecimiento de agua, la recolección de plan-
prometerse en la construcción de un mundo vivible. tas medicinales, entre otros. En este contexto, las
En el ámbito del pensamiento latinoamerica- comunidades indígenas y, de manera especial, las
no, han surgido perspectivas críticas que, por un mujeres, han encabezado las luchas en defensa de
lado, impugnan la pretendida universalidad de la los territorios ante los proyectos extractivistas. Sin
filosofía europea al mostrar que en la América mes- embargo, es necesario reconocer que las indígenas
tiza e indígena existen historias, culturas y filosofías que participan en estos movimientos no constituyen
propias; y por el otro, contribuyen al reconocimiento un colectivo homogéneo, sino que entre ellas exis-
de discursos tradicionalmente desvalorizados. El ten múltiples diferencias que deben ser tomadas en
feminismo latinoamericano ha llevado más lejos es- cuenta. Si en algunas ocasiones han cuestionado el
tos cuestionamientos al señalar que, si la filosofía alcance de los feminismos occidentales es porque
surgida en estas tierras, sus autores y sus temáti- no se reconocen en ellos, sin que esto implique que,
cas han sido desestimados, cuando su autoría es en todos los casos, rechacen sus aportaciones. Es-
femenina y, además, trata de asuntos relacionados tas agentes muestran la necesidad de llevar a cabo
con las mujeres, entonces es silenciada no sólo un diálogo entre los diversos rostros del feminismo
por la cultura dominante, sino incluso por aquella occidental y los <<otros feminismos>>.
Aunque es innegable que el feminismo de
1 Agradecemos a la autora Georgina Aimé Tapia González orígenes ilustrados ha sido esencial para las luchas
que nos haya dado el permiso para publicar un extracto de
de las mujeres, también tiene mucho que pensar
la Introducción de su extraordinario libro: Mujeres indígenas
en defensa de la Tierra, Editorial Cátedra, Colección Femi-
a partir de las experiencias de las indígenas. De
nismos, Madrid, 2018. Ella misma seleccionó estas líneas ahí que el reto más urgente que enfrentan los di-
que ahora publicamos. (N. del E.). Correo para contactar a ferentes feminismos sea articular distintas voces
la autora: georgina_tapia@ucol.mx sin que se impongan unas sobre otras. El lega-

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Mujeres indígenas
en defensa de la Tierra
Cristina L. Romero

E
n últimos días hemos estado escuchando, Yala”.6 En este libro se entrecruzan dos realidades
viendo o leyendo acerca de los incendios que actualmente resultan muy vulneradas y violen-
en el Amazonas, acontecimiento alarmante tadas: la de las mujeres en todo el mundo y la del
por lo que la Amazonia representa para el planeta. medio ambiente.
Nada menos que la mayor selva tropical del mun- Abya Yala, nos explica la autora, es el único
do con 6.7 millones de kilómetros cuadrados en los término que se acuñó por algún pueblo originario
cuales habitan más de 40,000 especies de plantas -el pueblo kuna- para designar a la totalidad del
y más de 6,000 especies de animales, represen- continente americano antes de la llegada de Cris-
tando aproximadamente el 25% de la biodiversidad tóbal Colón. El libro aborda y desentraña la ética
terrestre2 y siendo, por lo tanto, un gran regulador y la epistemología nosotrocéntrica-comunitaria de
del clima. Además, según Survival Internacional3 y los pueblos indígenas de Abya Yala, pero también
la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas recupera experiencias actuales de mujeres indíge-
de la Cuenca Amazónica (COICA)4, en la Amazonia nas que lideran movimientos sociales en defensa
vive cerca de un millón de indígenas divididos en del territorio, del agua, de la soberanía alimentaria
aproximadamente 400 pueblos, de los cuales, al- y de la subsistencia de sus formas de vida y de sus damental y, la carencia de agua, supone también la
gunos son nómadas y más de 60 pueblos viven en conocimientos ancestrales. Sostiene también un falta de otros derechos fundamentales, tales como:
aislamiento voluntario. Estos incendios han llamado diálogo abierto, crítico y plural con diversos mo- la vida, la salud y la alimentación sana; es entonces
la atención de la comunidad internacional, puesto dos de pensar y vivir el feminismo: los feminismos que puede evidenciarse el despojo y la discrimina-
que claramente representan un problema medio latinoamericanos, los feminismos indígenas, los fe- ción a la que los pueblos indígenas y campesinos
ambiental de grandes proporciones para el planeta minismos del sur, los feminismos comunitarios, el están sometidos (principalmente las mujeres), por-
y los que habitamos en él; sin embargo, de forma ecofeminismo constructivista y las mujeres indíge- que son esas poblaciones, las primeras víctimas
inmediata, para los pueblos indígenas que habitan nas que no se consideran ‘feministas’ pero reivindi- que son excluidas de los bienes naturales comunes,
en la selva Amazónica, representa prácticamente la can en sus luchas cuestiones de género; así como cuando un ecosistema se pone en riesgo.
extinción de sus formas de vida, el desplazamiento también recupera los elementos del feminismo ilus- El libro Mujeres indígenas en defensa de la
forzado y, en muchos casos, la muerte. trado que permiten tender puentes y establecer un Tierra vindica las éticas y epistemologías indígenas
Los pueblos indígenas han sido por siglos diálogo intercultural y equifónico7 entre mujeres de de Abya Yala, basadas principalmente en la comu-
los guardianes y conservadores de sus territorios distintas coordenadas culturales. nidad y el ‘Nosotros’, abarcando a todos los seres
y de la Tierra en conjunto, esto se explica en gran Y es que, tal como lo señala Aimé Tapia, las que conforman el cosmos (tierra, agua, aire, anima-
medida por el sentido de pertenencia que han de- mujeres indígenas y campesinas se encuentran en les, plantas, mujeres, hombres, etc.) porque, para los
sarrollado con respecto a la Tierra y porque sus una posición de alteridad radical: por ser habitantes pueblos originarios, todos los seres que conforman
vidas dependen exclusivamente de lo que ella les de la periferia del mundo, por ser mujeres, por ser el cosmos tienen Dignidad y todos nos encontramos
proporciona, razón por la cual, son ellos quienes se indígenas y por ser pobres. Sus vidas se encuen- conectados por relaciones de interdependencia y
ven afectados de manera inmediata cuando el sis- tran generalmente vulneradas y violentadas por in- reciprocidad. Sin embargo, la autora refiere a esta
tema, capitalista y extractivista, invade sus territo- tersecciones de sexo-género, de pertenencia étnica, filosofía ‘nosotrocéntrica’ sin romanticismos, es decir,
rios, contaminando el agua y el suelo, incendiando y de clase. Pero además, “el entrecruzamiento entre haciendo una revisión crítica de las costumbres de
los bosques y las selvas, talando o extrayendo los patriarcado y neoliberalismo ha convertido a las mu- los pueblos indígenas, que muchas veces han dis-
-incorrectamente nombrados- ‘recursos’ naturales, jeres empobrecidas del mundo rural en la parte más criminado a las mujeres recluyéndolas a las labores
es decir, los bienes naturales comunes.5 vulnerable sobre la que recaen las consecuencias domésticas, silenciándolas y concibiéndolas única-
Destaco la importancia de mencionar los da- inmediatas de la depredación ecológica”.8 Esto se mente como un ‘complemento’ para sus compañeros
tos anteriores porque me parece fundamental con- debe principalmente -siguiendo el análisis de la auto- indígenas, negándoles el reconocimiento como suje-
siderar esos aspectos para abordar el texto: Mu- ra- a que son las mujeres las que realizan las tareas tos pensantes y actuantes y, ejerciendo lo que Julie-
jeres indígenas en defensa de la Tierra, de Aimé de maternidad, cuidado y el trabajo doméstico pero, ta Paredes define como: ‘entronque patriarcal’10; es
Tapia González, filósofa mexicana que, desde sus al mismo tiempo, son las que sufren los mayores ín- decir, el doble efecto de opresión (patriarcal) que se
coordenadas -geográficas, intelectuales y cultura- dices de discriminación, violencia y desnutrición. ha ejercido sobre las mujeres indígenas desde antes
les- nos propone un “diálogo entre los feminismos Pongamos un ejemplo práctico: cuando una de la colonización, por las culturas precoloniales, y
occidentales y los movimientos de mujeres indíge- persona que habita en la urbe y que tiene acceso li- después, por los colonizadores. Ante esta situación,
nas que defienden la Tierra y el territorio de Abya bre al agua, abre la llave para bañarse o hacer algu- la autora solicita una visión crítica y autocrítica, tanto
na tarea doméstica, el agua corre de manera fluida de la Filosofía, que no ha considerado los saberes
y no hay que hacer un gran esfuerzo para conseguir originarios como auténtica filosofía; así como de las
1 Correo para contactar a la autora: leonorrb@gmail.com el vital líquido. En cambio, para una mujer indígena éticas y epistemologías de los pueblos originarios,
2 Portal del Fondo Mundial para la Naturaleza, en: https://wwf. mazahua que habita actualmente en el estado de que han excluido a las mujeres de las posiciones que
panda.org/es/que_hacemos/sitios_prioritarios/amazonia/la_ México, acceder a un poco de agua -la que pueda tienen que ver con la toma de decisiones y la tenen-
amazonia_naturaleza/ y Portal de la BBC: https://www.bbc.
cargar y trasladar ella misma- puede significar has- cia de la tierra, recluyéndolas –sin voz– a las labores
com/mundo/noticias-america-latina-49472752 [Consultados
ta cuatro kilómetros de recorrido a pie. Al respecto del hogar; pero también de los feminismos contem-
el 28 de agosto de 2019].
3 Portal de Survival https://www.survival.es/sobre/indigenasa- sostiene Aimé Tapia: “El problema del agua está es- poráneos e ilustrados, que pueden cometer sesgos
mazonicos [Consultado el 28 de agosto de 2019]. trechamente vinculado con la exclusión social y la de clase o de etnia al no considerar las luchas y las
4 Portal de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de discriminación sexual”.9 Tomando en consideración demandas de todas las mujeres que viven en diver-
la Cuenca Amazónica (COICA) https://coica.org.ec/agenda-in- que el acceso al agua es un derecho humano fun- sos contextos culturales.
digena-amazonica/. [Consultado el 28 de agosto de 2019]. Es necesario recordar que ahí, en la Alteridad
5 Jorge Daniel Ivars, “¿Recursos naturales o bienes comunes 6 Aimé Tapia González. Mujeres indígenas en defensa de la más radicalmente otra (porque son mujeres, por-
naturales?: Algunas reflexiones”, Centro de Estudios Inter- Tierra, 3ª ed., Ediciones Cátedra, Madrid, 2018.
que son indígenas, afrodescendientes o mestizas,
disciplinarios en Etnolingüística y Antropología Socio-Cul- 7 Equifonía: “Capacidad de oír y de ser oído como voz porta-
tural, Papeles de Trabajo, 26, 12-2013, 88-97. Consultado dora de significado, de verdad, de conocimiento y de credibi-
porque son pobres, y porque están situadas frente
en: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pi- lidad” (Vid. Aimé Tapia, op. cit., p. 165).
d=S1852-45082013000200005 [Consultado el 28 de agosto 8 Ibid., p. 284. 10 Vid. Julieta Paredes citada en Aimé Tapia González, op. cit.,
de 2019]. 9 Ibid., p. 241. p. 208

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a la hegemonía del pensamiento occidental), están rritorios y de la Tierra, a pesar de los riesgos que una universalidad real de los derechos humanos,
surgiendo voces y luchas de quienes pugnan por la conlleva esa lucha y de la doble carga que les impo- porque es necesario reconocer que todavía hay se-
defensa de sus derechos, por el reconocimiento de ne (seguir siendo madres, amas de casa, cuidadoras res humanos que carecen de los derechos funda-
los valores positivos de sus culturas, por el respeto y además activistas). Por ello, la autora propone un mentales. Hace énfasis también en la necesidad de
de sus cuerpos-territorios, por el cuidado y respeto diálogo equifónico y lanza un reto al feminismo: “Re- escuchar y aprender de la sabiduría de los pueblos
del medio ambiente y por la transformación de las conocer que las miradas son múltiples y los saberes indígenas y afrodescendientes que por siglos han
estructuras comunitarias opresivas. Son las mujeres se encuentran contextualizados”.11 sido silenciados y en cuestionar de manera crítica el
indígenas y campesinas del territorio de Abya Yala Mujeres indígenas en defensa de la Tierra supuesto ‘desarrollo’ que nos ha impuesto el sistema
quienes se atreven a hacer una crítica a las prác- hace énfasis en una visión ecofeminista crítica del capitalista y neoliberal, así como sus consecuencias.
ticas de sus comunidades cuando las violentan o mundo que redefina al ser humano y redefina su Sin embargo, para lograr lo anterior, es imprescin-
excluyen, con el fin de regresar a su episteme ‘Nosó- relación con los otros seres que habitan el planeta, dible, además, hacernos conscientes de que la res-
trica’, haciendo una revisión crítica de los aspectos pero que también reivindique las demandas de las ponsabilidad por el cuidado de la Tierra -y todo lo
opresivos de sus usos y costumbres y destacando mujeres que se encuentran en diversas latitudes y que en ella habita-, nos corresponde a todos, recha-
también que su feminismo incluye a sus compañeros pertenecen a diferentes culturas; que transite hacia zando poner mayor carga en las mujeres o en las
varones; son ellas quienes se han atrevido a estar comunidades indígenas y reconociendo que la res-
al frente de los movimientos en defensa de sus te- 11 Tapia González, Aimé, op. cit. ponsabilidad por ese cuidado es colectiva y social.

Paz para
voy por tus ojos como por el agua, amar es combatir, si dos se besan
los tigres beben sueño en esos ojos, el mundo cambia, encarnan los deseos
el colibrí se quema en esas llamas, el pensamiento encarna, brotan alas

mis días voy por tu frente como por la luna,


como la nube por tu pensamiento,
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
voy por tu vientre como por tus sueños. el pan vuelve a saber, el agua es agua
María Isabel Cabrera Manuel amar es combatir, es abrir puertas,
Aquí las palabras del poeta son un bastión al dejar de ser fantasma con un número
que pueden ceñirse y del que pueden sostenerse los a perpetua cadena condenado

O
ctavio Paz tiene un apellido que no le co- sentimientos amorosos más universales; habla el por un amo sin rostro; el mundo cambia
rresponde. La vida de este creador de pri- que desea, pero se proyecta directamente hacia el si dos se miran y se reconocen,
mer nivel no fue precisamente tranquila. objeto de su amor, del que depende el sentimiento amar es desnudarse de los nombres:
Fue y vino por el mundo, luchó, disertó, hubo con- que aun siendo propio ya no le pertenece, de forma “déjame ser tu puta”, son palabras
ciliaciones, trabajó constantemente, amó, dejó de que se vuelve patrimonio de nadie, tierra de todos. de Eloísa […].
amar, amó de nuevo, creó mundos, se reinventó, Vemos también cómo de una laguna ocular —espejo
trascendió… Este premio Nobel puede hacer gala engañoso que parece en calma— pasa a la tempes- Cuando leo a Paz, tengo siempre la sensa-
de cualquier cantidad de afectaciones o acciones, tad donde un ave delicada arde en llamas. El tumulto ción de convicción. Sus palabras, las reflexiones
mas no de haber llevado una vida pacífica. del amor queda magistralmente retratado. que propone, las metáforas que engendra crean
Su figura, aclamada y polémica, se asocia Sin embargo, esta preocupación por el ero- mundos donde surgen formas nuevas de amor en-
con momentos claves que ayudaron a forjar al mito. tismo no puede sustraerse a la ambivalencia que tre versos y prosa, donde se da cita la vida y don-
Mito y todo, Octavio Paz es decisivo. Varios son los da ritmo a los escritos del poeta. Como es obvio, de la vida se incorpora. Por eso pido Paz para mis
que hacen hincapié en que su obra es una puerta a el erotismo implica a los contrarios. Del amor, del días, porque a través de su lectura, la experiencia
la modernidad en México y América Latina, aunque deseo y del placer podemos peregrinar igualmente limitada de una vida alcanza la intuición de aquello
esa puerta se cierre sobre sus propios goznes, ya al desamor, al desencanto o el dolor. que la trasciende. A más de cien años de su naci-
que él mismo le da la espalda a esa realidad que En un mismo poema se suscita la compleji- miento, el poeta sigue siendo más que el mito.
había inaugurado. Su obra es una multiplicidad que dad de la vida: el enfrentamiento constante entre
cadentemente se devanea entre polos: de la certe- Eros y Thánatos, la sinfonía que permite que conflu-
za a la duda más profunda, del yo al nosotros, de la yan en un mismo instante las vivencias más disími-
vida a la muerte. Justamente en esta tendencia se les y más profundas, lo uno es condición de lo otro,
encuentra una temática que quisiera resaltar y que e irrumpe con una pregunta esencial:
corresponde a una de las pulsiones principales que
nutren su trabajo: el erotismo. ¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
El amor, la sensualidad, la sexualidad, dan ¿cuándo somos de veras lo que somos?,
forma a algunos de sus versos más hermosos y en bien mirado no somos, nunca somos
general se encuentran presentes en toda su obra: el a solas sino vértigo y vacío,
tema del erotismo fue un punto vital en su trabajo; su muecas en el espejo, horror y vómito.
poesía, sus ensayos, son la encarnación lingüística
de una pasión que no puede ser simulada ni disimula- Así, paseando entre calles de endecasílabos
da. Así podemos apreciarlo en Piedra de sol, poema asistimos a la presencia de lo eterno a través de
célebre en el que no sólo conviven juntos en un mis- lo finito, de una forma de afirmación que depende
mo tiempo y espacio Sócrates y Moctezuma, sino en de la conciencia de la negación. La sinceridad de
el que vemos cómo toma forma lo más etéreo, cómo los escritos de Paz se vincula directamente con el
encarna lo sublime sin perder nada en ese tránsito: hecho de que hablan de sentimientos reales, cuya
belleza radica justamente en la imperfección a la
vestida del color de mis deseos que alude. No en balde reconcilia a los opuestos
como mi pensamiento vas desnuda, justamente en su confrontación:

La Jornada Aguascalientes
157EDITOR COMITÉ EDITORIAL
PÉNDULO 21 Enrique Luján Salazar Ignacio Ruelas Olvera
Publicación mensual Cynthia Ramírez Félix
Septiembre 2019 DISEÑO Walkiria Torres Soto
Año 10, No. 157 Genaro Ruiz Flores González

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