Ensayo 02 / Internado I

Nombre: Torres Nicho Anthony Fernando

Código: N00151920

Libro: Prevención de los Trastornos Mentales -

INTERVENCIONES EFECTIVAS Y OPCIONES DE
POLÍTICAS
Autor: Organización Mundial de la Salud (OMS)

INTRODUCCIÓN

La estadística brindada por la Organización Mundial de la Salud nos indica que

uno de cada cuatro personas desarrollará al menos uno o más trastornos
mentales de conducta a lo largo de toda su vida. Además, aproximadamente 450
millones de personas padecen de trastornos mentales en el mundo. El impacto
social y económico es enorme y duradero. El riesgo de padecer un trastorno
mental no es tan alejado como parece, existen diversas causas y factores que
podría conllevar a uno a enfermar. Es muy posible que en los entornos más
comunes, como son el trabajo, las escuelas e incluso en el hogar haya personas
que padezcan algún tipo de trastorno mental o algunos síntomas que podrían
conllevar a uno. Es por ello que en el presente ensayo se exponen diversos
factores de riesgo que pueden conllevar a que la enfermedad desencadene, así
como varios tipos de intervención que podrían tomar lugar en los distintos tipos
de ámbito social existentes. Cabe mencionar que existen poblaciones más
riesgosas que otras, por diversos motivos, económicos, sociales, familiares, etc.

Las intervenciones preventivas, que es el tema central de este ensayo, tienen

como función enfocarse en la reducción de factores de riesgo y aumentar los
factores protectores relacionados a algún problema de salud mental. En otras
palabras, la prevención de los trastornos mentales trata de reducir la incidencia,
prevalencia y recurrencia de dichos trastornos. Existen distintas áreas en las que
se puede intervenir y trabajar, así como innumerables programas de
intervención, diversas formas de trabajar y desarrollar implementación de nuevas
conductas y estrategias, de las cuales se hablaran y detallaran en este ensayo.

DESARROLLO

Una de las poblaciones de mayor riesgo a desarrollar algún tipo de enfermedad

o problemas psiquiátricos son los hijos de padres con enfermedades mentales o
con algún trastorno por abuso de sustancias. Por ejemplo, en el caso de la
depresión y la ansiedad, existe evidencia convincente de que la herencia o la
transferencia transgeneracional de estos trastornos empieza en las primeras
etapas de vida de los niños, e incluso en la etapa fetal. Cabe mencionar que el
desarrollo de este trastorno es el resultado de la interacción de varios factores
además del genético, siendo estos el biológico, psicológico y el social. ¿Cómo
se puede prevenir la transferencia transgeneracional? El abordaje es en base a
los factores de riesgo y protección en los niños y sus familias. En la intervención
se trata de que la familia tenga el mayor conocimiento posible de la enfermedad,
se trabaja con la fortaleza psicosocial de los niños y la interacción entre los
padres de familia con los hijos y familia, y no menos importante, se trabaja con
el estigma y el apoyo de las redes sociales. Como se puede observar, las
intervenciones están dirigidas a distintas etapas de desarrollo de las personas,
ya sea en la interacción temprana de los niños con sus padres o en la
adolescencia temprana, o también pueden ser concentradas directamente en los
propios niños en riesgo. Es cierto que el control que se da en este tipo de
intervención en su mayoría es escaso, pero es necesario el fomentar este tipo
de intervenciones con el fin de que puedan en algún momento tener mayor
impacto.

Una de las principales instituciones para la socialización en muchas sociedades

es la escuela, el lugar en el que lo niños permanecen bastante tiempo, siendo
esto distinto en varios países cuya metodología trata de disminuir el tiempo en la
escuela. Es por este motivo, que en las escuelas se trabaja mucho con la
promoción de la salud y las intervenciones preventivas para niños y jóvenes, o
en todo caso se debería. En las escuelas que se trabaja con intervenciones
tempranas y se da la debida importancia a las mismas se pueden observar
resultados bastante influyentes. Es sorprendente la cantidad de áreas que se
puede abordar con los programas de intervención realizados en una escuela, por
nombrar algunos podemos mencionar la reducción de problemas emocionales y
de conducta a través de un aprendizaje emocional integral, intervenciones
ecológicas y la disminución de factores de riesgo en relación a la salud mental.
Algunas escuelas optan por ejercer sus intervenciones a nivel estudiantil de
forma integral, es decir tomando en cuenta a todos los alumnos de determinado
grado o aula; por otro lado, algunas escuelas optan por realizar la intervención
en grupos específicos, debido a que estos están condicionados a ciertos factores
de riesgo más visibles o destacados.

En el ámbito político y legislativo se pueden generar inmensos cambios que

podrían resultar en mejoras bastante considerables en relación a la disminución
del riesgo de los trastornos mentales y la promoción de la salud. Mejorar la
calidad nutricional de los niños, sobre todo aquellos en desventaja
socioeconómica, y esperar mejores resultados educativos, así como menor
riesgo de desarrollar problemas de salud mental, no es para nada un resultado
fuera de contexto. Está comprobado que un buen balance nutricional acompaña
a un buen rendimiento educativo y un oportuno desarrollo mental y psicomotriz.
De igual manera, mejorar la condición de la vivienda es también una estrategia
de protección importante, ya que se trabaja con la tensión mental provocada por
factores en relación a la percepción de seguridad, delito y participación social y
comunitaria; la intervención sobre el factor vivienda sugiere un impacto bastante
prometedor en resultados de la salud física y mental.

El acceso a la educación y la calidad de la misma es distinta en todos los países

del mundo, algunos países tienen un sistema educacional muy similar a otros y
algunos países poseen y practican un proceso metodológico más o menos
eficiente que otros. Sin embargo, en casi todos los países, por no decir todos, la
falta de alfabetización existe en más de una persona y este es un problema más
complicado en adultos que en niños. Cabe mencionar que la falta de educación
limita severamente la capacidad de los individuos a tener acceso a privilegios
económicos. Por lo cual, intervenir puede generar reducción de la tensión
psicológica, fomentar la sensación de orgullo, valor propio y propósito.
Las deudas y los préstamos no resueltos no solo delimitan un problema
económico conflictivo, si no también se acompaña con un factor estresante y de
preocupación intensa, e incluso estas personas envueltas en dicha deuda
pueden desarrollar síntomas de depresión, trastornos mentales, y en algunos
casos más graves puede culminar en suicidio ante la imposibilidad de poder
solventar la deuda. Situaciones como estas parecen estar fuera del alcance
preventivo; sin embargo, las organizaciones gubernamentales podrían
desarrollarse programas para aminorar la pobreza enfocándose en
establecimientos de crédito, igualdad de género, la atención básica de la salud,
nutrición, educación, entre otros más. Al otorgar préstamos por parte de dichas
fuentes se puede reducir el riesgo de enfermedad mental, ya que la amenaza
que representa un prestamista informal desaparece.

En cuanto a los programas de intervención temprana se puede decir que hay

una amplia evidencia de lo contundente y eficiente que es esta estrategia de
prevención. En estos programas se trabaja durante el embarazo y la infancia
principalmente, en los que se reduce el uso del cigarrillo por parte de la madre,
se busca fomentar el apoyo social, y el trabajo con las habilidades parentales y
la interacción de los mismos junto a sus hijos o hijas. El mejoramiento de la salud
mental es notable, tanto en las mamás como en los recién nacidos y el uso de
los servicios de salud disminuye. Es pertinente mencionar que los resultados
mayores o más notorios son los que se dan a largo plazo, siendo la reducción de
problemas de conducta después de los 15 años uno de los más importantes.

Es recomendable también hacer énfasis en dos tipos de programa con

resultados prometedores en relación a la reducción del abuso y abandono de
menores. Las visitas al hogar de madres en alto riesgo (con el fin de prevenir
situaciones de abuso físico y abandono de menores) y programas de
autodefensa para niños en etapa escolar (para prevenir el abuso sexual de
menores) han demostrado cierta eficacia, la cual no debería ser pasada
desapercibida.

¿Es posible para un niño tener los conocimientos y habilidades necesarias para
que puedan prevenir su propia victimización? Si es posible. En Estados Unidos
se están implementando varios programas en los distintos grados escolares de
la escuela primaria, y los niños expuestos a este tipo de programas se
desenvuelven mejor en términos de conocimiento y habilidades en comparación
de los niños que no han sido expuestos a dichos programas. Sin embargo, cabe
mencionar que la reducción en las cifras de abuso a menores no tiene evidencia
relacionada a los programas de autodefensa.

CONCLUSIONES

Existe una amplia variedad de programas y políticas preventivas basadas en

evidencias que se encuentran disponibles para su implementación. Así mismo,
se ha podido observar que estos programas y políticas reducen
considerablemente los factores de riesgo, fortalecen los factores protectores y
disminuyen los síntomas psiquiátricos y la discapacidad, así como la aparición
de algunos trastornos mentales. Las investigaciones están comenzando a dar
resultados bastante atractivos y significativos a largo plazo. Es por ello que
resulta conveniente el hacer hincapié en medidas de este tipo y fomentar la
implementación de estos programas y políticas, con el fin de que la intervención
se dé de manera integral y pronta.

Es pertinente resaltar que existen programas y políticas preventivas que han

demostrado tener mayor evidencia científica que otras debido a su nivel de
efectividad. Por lo que resulta óptimo dar prioridad a estos programas y políticas,
ya que los recursos de cada país u organizaciones son limitados.