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VIDA
MÓDULO 5: CALIDAD DE VIDA
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Conocer los factores claves de la calidad de vida en la infancia.
Conocer los factores claves de la calidad de vida en la niñez.
Conocer los factores claves de la calidad de vida en la adolescencia.
Conocer los factores claves de la calidad de vida en la Juventud
Conocer los factores claves de la calidad de vida en el Adulto mayor.
Al hablar de calidad de vida, nos referimos a un concepto que hace alusión a varios niveles
de la generalidad, desde el bienestar social o comunitario hasta ciertos aspectos
específicos de carácter individual o grupal. Por lo tanto, calidad de vida tiene diferentes
definiciones desde el aspecto filosófico y político hasta el relacionado a la salud. A través
del tiempo se ha intentado poder plantear una definición que abarque todas las áreas que
implica el concepto de calidad de vida puesto que combina componentes subjetivos y
objetivos donde el punto en común es el BIENESTAR individual. De los últimos, esos se
pueden agruparse en 5 dominios principales: el bienestar físico (como salud, seguridad
física), bienestar material (privacidad, alimentos, vivienda, transporte, posesiones),
bienestar social (relaciones interpersonales con la familia, las amistades, etcétera),
desarrollo y actividad (educación, productividad, contribución) y bienestar emocional
(autoestima, estado respecto a los demás, religión). Sin embargo, es importante
comprender que la respuesta a cada uno de estos dominios es subjetiva y tan variable
gracias a la influencia de factores sociales, materiales, la edad misma, la situación de
empleo o a las políticas en salud.
De esta forma, la mejoría de la calidad de vida en los pacientes puede lograrse ya sea
curando la enfermedad o mejorando los peores síntomas por un período largo o evitando
daños ya sea por errores de los profesionales de la salud o por la presencia de efectos
secundarios a los fármacos. Esto último de gran relevancia en las poblaciones vulnerables
como son, por ejemplo, la de los adultos mayores. Actualmente, la evaluación de la calidad
de vida es un requisito en la mayoría de los ensayos clínicos de los nuevos medicamentos.
La dieta de los bebés durante su primer año es vital para su crecimiento. En la actualidad,
la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva hasta
los seis meses de edad y hasta los dos años como complemento. Pero existen alternativas
como la leche artificial o el biberón, y además hay que comenzar a introducir alimentos
sólidos en su dieta.
Lactancia materna
Se recomienda iniciar la lactancia materna lo antes posible (en la primera hora de vida tras
el nacimiento). Al nacer, el niño suele encontrarse muy despierto, favoreciendo dicha
situación un buen enganche y succión del recién nacido, que a su vez estimula la
liberación de las hormonas implicadas en la producción y secreción de leche.
Lactancia artificial
Las leches para lactantes (en el envase llevan el número 1) constituyen un alimento
adecuado durante los 4-6 primeros meses de vida. En cualquier caso, el pediatra os
indicará en qué momento deben producirse los cambios en la alimentación del bebé. El
biberón se ofrecerá cuando el niño tenga hambre (aproximadamente cada 3-4 horas), y la
cantidad dependerá de sus necesidades. Recordad que las indicadas en los envases son
sólo orientativas.
Para preparar el biberón, añadir un cacito raso de leche en polvo por cada 30 ml de agua
(utilizar el cacito específico incluido en el envase). En caso de usar agua mineral,
seleccionar aquellas con bajo contenido en sales.
A partir de los 6 meses de vida, se utilizarán las leches de continuación (en el envase
llevan el número 2), adaptadas a las nuevas necesidades nutricionales del bebé. A partir
de los 4-6 meses de edad, se introducirá la alimentación complementaria.
La incorporación de cada nuevo alimento debe realizarse por separado, dejando varios
días entre uno y otro. Se ofrecerán pequeñas cantidades, aumentándolas a medida que el
niño se acostumbre al sabor. La pauta de introducción de cada alimento no es fija, sino que
presenta pequeñas variaciones, dependiendo de la experiencia del pediatra y el ritmo de
crecimiento y desarrollo del bebé:
Los cereales sin gluten (arroz y maíz) pueden introducirse entre los 4 y 6 meses. Se
preparan disueltos en leche materna, leche de continuación o agua. Los cereales con
gluten (avena, cebada, centeno y trigo) no deben incorporare antes de los 6-7 meses.
Frutas.
Las primeras papillas de frutas incluirán manzana, plátano, naranja o pera, y se ofrecerán
entre los 4 y 6 meses. Las frutas con mayor probabilidad de desencadenar alergias (fresa,
melocotón…) no han de darse antes del año de vida.
Verduras y hortalizas.
La patata, la zanahoria, las judías verdes o el calabacín pueden incorporarse a partir de los
6-7 meses. Al elaborar el puré, es posible añadir un chorrito de aceite de oliva, pero no es
aconsejable condimentar con sal. Las espinacas, las coles, el repollo o la remolacha no
deben introducirse antes del noveno mes.
Carne.
Pescado.
Debido a su alta capacidad alergénica, no debe introducirse antes de los 9-10 meses.
Comenzar añadiendo pescado blanco cocido al puré de verduras.
La yema de huevo cocida puede ofrecerse a partir de los 9-10 meses. La clara o el huevo
entero no se incorporará hasta los 12 meses. Se recomienda no dar al bebé más de 2 o 3
huevos a la semana.
Legumbres.
Leche de vaca.
Las leches de continuación son adecuadas hasta los 2-3 años, pero a partir de los 12
meses el niño puede tomar leche entera de vaca. Los derivados lácteos (yogur, queso…)
también pueden formar parte de la alimentación del bebé.
Es una etapa de gran crecimiento y por tanto de alta demanda nutricional. - Una dieta
inadecuada puede perjudicar en el crecimiento y en la instauración definitiva de los
hábitos alimentarios de adulto.
En el aspecto social, los amigos suelen ejercer una gran influencia en sus valoraciones,
decisiones y pueden reflejarse en temas de alimentación.
Evite el consumo de alimentos fuera de hora y las comidas rápidas, tan de moda a esta
edad.
Evite el alcohol.
Esta etapa de la vida suele ser la más activa en la mayoría de las personas, muchas veces
la falta de tiempo ( por trabajo, estudios, etc.) conduce a la ingesta de comidas rápidas
poco recomendables muchas de ellas fuera de casa, esta situación se traduce a corto,
mediano y largo plazo en la aparición de problemas de diversa índole tales como
trastornos digestivos, sobrepeso, desnutrición, etc.
Elegir un menú variado que incluya alimentos de los grupos básicos de alimentos:
DIPLOMADO VIRTUAL EN PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD 10
| GUÍA DIDÁCTICA 5- CALIDAD DE VIDA
o Farináceos (pasta, arroz, papas, legumbres): como primer plato o como
guarnición.
o Verduras y hortalizas (ensalada, enteras o en forma de puré, crema, como
primer plato o como guarnición.
A la hora de plantearse de que forma los cambios fisiológicos que conlleva la edad
repercuten sobre nuestras necesidades y como debemos adaptar nuestra alimentación
a este proceso, es importante comprender que no se trata de cambiar la alimentación
de esta u otra forma porque "uno cumple 65 años".
Como las personas mayores suelen ser más sedentarias las necesidades energéticas
son menores que en la etapa adulta.
Con respecto a la consistencia de los alimentos hay que tener en cuenta que las
pérdidas de piezas dentales, dificulta la masticación, por lo que las preparaciones
deben ser de fácil disgregación y masticación.
"En una dieta para ancianos se debe asegurar una buena disponibilidad de nutrientes,
unas preparaciones culinarias agradables y un marco físico acogedor y sin tensiones"
(Aranceta, 1988).
Es importante que los alimentos sean vehículo de salud y que su degustación se realice
dentro de un marco de armonía.
http://www.innsz.mx/opencms/contenido/investigacion/comiteEtica/calidadVida.html
http://www.conmishijos.com/salud/alimentacion/la-alimentacion-del-bebe-durante-el-primer-
ano-de-vida/