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pasaba.
Buenos días dijo José al llegar y pidiéndoles la bendición.
- En la mesa está preparado tu desayuno
- Gracias madre, pero ya desayuné hace rato
- Y por qué no me dijiste cuando fui a despertarte
- Porque ya me iba a levantar para venir a tomar tereré con ustedes, no crean
que me perderé la oportunidad de compartir con ustedes este hermoso día.
José miró el sol y dijo, hay quienes pagarían por tener un sol como este, refiérendose a los
países donde el sol sale muy poco y hace mucho frío, nosotros somos hijos privilegiados de
Dios al poder disfrutar un sol como este, aún estaba contemplando el sol y no terminaba de
admirarlo cuando sonó el teléfono. Margarita hizo un ademán de levantarse para atenderlo
pero José se le adelantó y le dijo: “No te preocupes, yo contesto”
- Familia González, buenos días
- Hola, se encuentra José
- Si, habla con él
- No me conoces
- Sí te reconocí, hola nena linda, que tal amaneciste
- Amanecí súper bien, no podía ser mejor, te molestaba para contarte una triste
noticia
- El gusto es mío. Tienes un hijo muy bello
- Sí así es. Soy la mujer más privilegiada del mundo. No es solo bello por
fuera, sino que tiene una belleza interior admirable.
- Gracias mamá, cuanto te debo, sé que lo interior se hace exterior, pero no
debes ensalzarme tanto, porque te puedo defraudar y te frustrarás, en la Escritura dice:
“Maldito el hombre que confía en el hombre”
La presentación fue amena, pero la sorpresa de Mirta era la libertad con que se expresaba
José ante su madre y el diálogo y el entendimiento que había entre ellos era sorprendente y
su deseo de ser madre la traicionaba, pues no podía por problemas biológicos y como
amaba a las criaturas, decidió competir para el cargo de jueza del menor y su deseo de
madre llegaba a plenitud en cada niño que defendía.
Mirta se sentó con ellos en el patio disfrutando del hermoso sol y dijo: que día más bonito
verdad, el sol está precioso, el día está hermoso y compartirlo con ustedes lo hace más
especial aún. Sí, el sol esta bellísimo dijo José, nosotros somos privilegiados hijos de Dios,
hay personas que pagarían por tener un sol como este. José amaneció inspirado y no perdía
una sola oportunidad para alabar, bendecir y dar gracias a Dios por todo, el amor, la
sabiduría y la santidad se reflejaban en él y se transmitía a todos en la casa. El que se
descubre amado por Dios, tal cual como, se convierte en una luz para los que viven en
tinieblas.
José tomó el micrófono en la conversación y no lo largo más y lo escuchaban admirados
por lo que decía, “Realmente es un sabio” se decían unos a otros y cuando José se calló y
dio un espacio de tiempo a Mirta, ella no perdió la oportunidad que hacía rato estaba
esperando y dijo: “Eres un muchacho lleno de sabiduría y yo tengo un dilema muy grande
en un caso que resolver y temo equivocarme, porque no quiero ser injusta con nadie”, que
decisión me recomiendas que tome.
Él la miró bien y le dijo: Yo no puedo darte ningún consejo, ni tampoco puedo decirte qué
hacer, porque yo no entiendo nada de derecho y puedo equivocarme, limpiamente José
salió del apuro en que le había metido Mirta, lo único que sé es un poco de filosofía y nada
más.
- Eres un joven muy sabio y no creo que te equivoques
- Sabiduría viene del latín SAPERE (sabore), lo que significa saber, tener
buen gusto sabor VER MEJOR ESTA PARTE, sabiduría significa: saborear la vida y
filosofía viene del griego, Filo que significa amor, y Sofía sabiduría, entonces filosofía es
amor a la sabiduría y qué puedo decirte yo sobre derecho, si lo desconozco. De lo que no se
puede hablar es mejor callar. En el libro de los proverbios es muy clara esa afirmación “El
necio dice todo lo sabe y el sabio sabe lo que dice”
José eludía todo compromiso de responsabilidad, no por no saber qué decirle, sino por
temor a que lo que diga lo tome como dogma de fe y no discierna la situación y se
equivoque por culpa suya, después de dar vueltas sobre el tema le dijo: Yo no te puedo dar
una respuesta exacta, pero que te parece si jugamos un juego de preguntas y repuestas y
juntos tratamos de encontrar una solución, acepto dijo Mirta muy interesada, no en el juego
sino en la respuesta para la solución de su problema. Comencemos entonces dijo José:
- ¿Qué es la justicia?
- La justicia es dar a cada quien lo que le corresponde
- ¿Qué es la injusticia?
- La Injusticia es no darle a cada quien lo que merece
- ¿Qué es la caridad?
- La caridad es dar al otro lo que necesita
- ¿Cuál es la diferencia entre la justicia y la injusticia?
- La justicia busca el bien y la injusticia el mal
- ¿La caridad en cuál de las dos definiciones cabe, en la justicia o en la
injusticia?
- En la justicia
- ¿Quién es el mejor abogado defensor que conoces?
- El Dr. Francisco Telechea.
- ¿Y el mejor juez?
- El Dr. Oscar Villaverde
Después de la serie de preguntas y respuestas José dijo: Si no te molesta podemos ir
analizando cada una de las preguntas y de las respuestas, porque me molestaría respondió
ella.
La justicia empezó diciendo José: no es dar a cada quien lo que corresponde, en la Biblia en
el evangelio de Mateo, Jesús aclaró la definición de la justicia cuando habló de ella en el
sermón del monte, la justicia es tratar al otro como quieres que te traten a ti. En el antiguo
testamento la justicia tiene otra connotación. La justicia es la acción salvífica por la que
Dios declara justo al pecador. Es la justa respuesta a una necesidad de relación. En el nuevo
testamento Jesús viene a darle el sentido de plenitud a la justicia del Antiguo Testamento,
en el Levítico dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo, considerado el acto de justicia más
elevado para los judíos, porque si uno ama a su prójimo menos que a él esta cometiendo
una injusticia contra su prójimo y si ama a su prójimo más que a él está cometiendo una
injusticia contra sí. Jesús da la plenitud a este concepto cuando dice: “Ámense unos a otros
como yo los he amado”, y como el nos amó hasta morir por nosotros, eso se consideraba
una injusticia contra uno mismo. Eso es la justicia: Ama a tu prójimo no como a ti mismo,
sino como Jesús nos amó.
Entonces la justicia no es dar al otro lo que le corresponde, sino amar al otro como Jesús
nos amó, dar la vida por el otro, por lo tanto la caridad no es darle al otro solo lo que
necesita y me merece, sino darle más de lo que se merece y necesita, darle amor y sobre
todo aceptarle como persona, con sus limitaciones y contradicciones, no juzgándole, ni
criticándole, porque siempre terminamos siendo lo que criticamos. A favor de la justicia y
el perfeccionismo mal encaminados, por un moralismo exagerado que no da paso a la
caridad, pues que valor tiene hacer el bien a quienes amamos, hasta los ladrones y
malvados hacen eso.
La diferencia entre la justicia y la injusticia no es que uno busca el bien y el otro el mal,
sino que la justicia nos impulsa a ser justicieros y medimos todo desde el debe ser de la ley
y no la aceptación y el amor movidos por la ley del corazón y la injusticia es una
oportunidad que tenemos para ser probados en nuestro justicia, por que el justo es probado
en su justicia como el oro.
En cual de las dos cabe la caridad, no en la justicia sino en la injusticia, que mérito tiene
amar a los que nos aman, la caridad es propia de la injusticia, solo el que ama es capaz de
perdonar. Entonces quién es el mejor abogado y el mejor juez, no son el Dr. Telechea y el
Dr. Villaverde, el mejor abogado y el mejor juez es Jesús y eso está demostrado en el
Evangelio, en el pasaje de la mujer adultera. Cuando le presentan a Jesús la mujer adultera
y le preguntan qué deben hacer con ella, ellos le responden apedréenle, El les responde, el
que esté libre de pecado que arroje la primera piedra, en ese momento estaba actuando
como abogado defensor y cuando todos se fueron y le pregunta a la mujer donde están los
que te condenan y ella le responde se fueron y El le dice yo tampoco te condeno, ve y no
PEQUES preocupes VER ESTA PARTE más, ahí estaba actuando de juez.
Lo que distingue a un cristiano es su capacidad para escuchar, su acción, su forma de hablar
y su pensamiento, no trates de ser justa, no trates de ser correcta, no trates de dar gusto a
todos, porque nunca podrás, solo confía en Dios y El te guiará a encontrar las salidas a
situaciones más difíciles de la que tienes en frente. Recuerda que la diferencia hace la
excelencia dijo José como terminando su gran discurso, creo que hablé demasiado y no dije
nada pero quiero terminar con una poesía que espero te guste y sobre todo te ayude.
LA DIFERENCIA
Nunca te compares en la vida
Siempre habrá alguien mejor
Que luzca mejor que vos
Siempre habrá alguien peor
Motivo de murmuración
Cuando caigas en comparación
Irás camino a la frustración
A causa de la contradicción
En la que caerás sin compasión
Después de la poesía declamada por José. Margarita se levantó y dijo: creo que se hace
tarde, qué les parece si nos acercamos a la mesa y cuando llegaron a la mesa estaba toda
servida, todos se extrañaron y se preguntaron en qué momento arregló todo eso, Margarita
intuyendo sus pensamientos dijo: mientras ustedes estaban hablando yo me escapé un rato y
vine a prepararlo, no se olviden que una mujer vale más que diez hombres y una madre más
de cien y aparte es insustituible, siéntense que yo les sirvo dijo.
José bendijo la mesa y se sirvieron el exquisito banquete, Mirta dijo: nunca he comido algo
tan sabroso, ¿qué es? preguntó desconociendo lo que comía, es nada más que un lomito a la
pimienta, solo que tiene condimento mágico, ¿cuál es? preguntó Mirta, amor respondió ella,
todo lo que se haga con amor siempre es raro y rico, ahora ya sé A QUIÉN QUEDA
MEJOR (por dónde) salió José, dijo con cierta ironía, el fruto no cae lejos del árbol
respondió él captando el mensaje.
Mientras comían todos hablaban y se deleitaban con el exquisito manjar y cada vez que
Mirta escuchaba a José se quedaba asombrada con las palabras que le escuchaba decir y se
admiraba de su sabiduría. Mirta empezó a hablar de su vida y todo el sufrimiento que
implica ser abogada y juez, porque el moralismo exagerado le traicionaba, pero se daba
cuenta que era una carrera sin sentido, porque ser abogado y tener principios morales y
éticos es fácil, pero ponerlos en práctica es muy difícil.
José, al verla luchando con tanto sufrimiento le dijo: qué difícil ha de ser, abogada y
cristiana, no te imaginas respondió ella, te contaré un cuento de un caso de injusticia que se
resolvió con astucia. Jesús dijo, hay que ser astuto como la serpiente y sencillos como la
paloma. Se trata de un joven que era acusado injustamente por el rey, de un delito que no
cometió y en el tribunal frente a su pueblo queriendo quedar bien con ellos dijo que pondría
en manos de Dios su sentencia, entonces TOMÓ QUEDA MEJOR (agarró) dos papeles y
escribió en uno culpable y en el otro inocente y dijo al público, en un papel dice culpable y
en el otro inocente, y Dios dirá si es culpable o no, metió los dos papeles en una bolsa y le
dieron la oportunidad de elegir, el joven al percatarse de la maldad del rey, tomó un papel y
lo llevó directo a la boca y todos se sorprendieron y el rey preguntó y ahora como vamos a
saber si era culpable o no, el joven dijo, sencillamente vemos que dice el papel que quedó y
sabremos el que me tragué y así fue declarado inocente.
Las expectativas de Mirta hacia José iban aumentando vertiginosamente y se preguntaba
quién era ese joven y de dónde le venía tanta sabiduría. Se quedaron almorzando casi toda
la tarde disfrutando del manjar, acompañado de un exquisito vino y de las cosas que decía
José.
De pronto Mirta dijo: estoy muy a gusto acá, pero debo irme porque tengo una reunión a las
18:00hs. Pasé un día muy especial, incomparable, esta es tu casa, cuando quieras puedes
venir, dijo Margarita, muchísimas gracias dijo ella y empezó a despedirse cuando se acercó
a José y le dijo fue un placer conocerte, no sabes lo bien que me hizo escucharte, él la
escuchó y luego le dijo gracias a ustedes por escucharme y ánimo que hay mucha gente que
depende de ti. Luego de la despedida se marchó.
Mientras Margarita acompañaba a Mirta a la puerta, José levantaba la mesa y Pedro dijo:
me voy a descansar un rato por que estoy muy cansado, enseguida te sigo dijo José y
cuando Margarita volvió para ayudarlo él le dijo: ve a descansar que yo limpio todo esto y
les sigo y fue tras Pedro a la cama.
Después de limpiar todo, José se dirigió a su cuarto con la intención de descansar, pues la
trasnochada de la noche anterior todavía no lo había recuperado del todo. La vida de José
empezaría a tomar otra dirección y otro matiz sin que el se diera cuenta. Los contactos son
los que mueven al mundo y Mirta se convertiría en su portavoz oficial y su fama empezaría
a crecer.
Mirar el pasado es preparar el camino del futuro. José subió a su habitación y como si
tuviera una cinta de video en la mente recordaba el pasado y se dio cuenta de los cambios
que estaba experimentado en su vida en los últimos meses y se ponía a alabar a Dios y
decía, esto solo es obra de Dios, si de mí dependiera sería el mismo de siempre, solo Dios
puede cambiar el corazón del hombre.
Estaba muy agotado y ya dispuesto a acostarse cuando encontró un papel en el piso, lo
recogió y era una carta que le había dado Miriam el día anterior, se sentó en su cama y se
puso a leerla.
MI CORAZÓN PARTIDO
Mi corazón está dividido
Una parte está conmigo
Y la otra se fue contigo
Desde entonces anda en busca
De su parte perdida
Parece algo lejano
Que se pierde en el olvido
Pero vayas a donde vayas
Escucharás su latido
UNA NOCHE YO LO VI
Una noche yo lo vi…
Todo era muy distinto
Sus labios eran rojos
Como los pétalos de una rosa
En busca de otros labios
En los cuales descansar
José terminó de leer la carta, miró a Carmen y le preguntó adónde pudo ir, no tengo ni la menor idea
dijo ella desesperada, mientras José pensaba y dijo creo que se donde está y sin decir nada, salió
corriendo, fue a su casa, tomó su bicicleta a gran velocidad se dirigió al mirador de Ytapytapunta, lugar
más estratégico para tirarse al río, ya que era un lugar lleno de rocas y tal vez nadie se enteré jamás que
ella se haya lanzado al río. El día se venía encima el sol se asomaba, mientras Miriam estaba sentada en
la cima más alta sobre una roca contemplando la salida del sol por última vez, cuando de repente
alguien dijo: es hermosa verdad, esa voz le pareció conocida, se dio vuelta y encontró a José parado
detrás de ella. No le regales tu vida a la muerte, deja que ella corra tras de ti, porque tarde o temprano
te alcanzará, pero arrebátale toda la vida que puedas fueron las palabras de José.
Ella al verlo, se lanzó en sus brazos y empezó a llorar, perdóname no sé cómo pasó, no te preocupes
todo estará bien dijo él, además quiero que sepas que tu no vas a morir, te vas a curar te lo prometo,
pero debes saber que lo único que te puede curar es el amor, volvió a repetirle una vez más José. Y
además que sería de mi vida sin ti. No temas a la muerte pero tampoco la desafíes, no temas a la
muerte, pero tampoco le regales tu vida, deja que ella corra tras ella.
LA MUERTE
La muerte es el acto
Más grande de la humildad
En la que el hombre descubre
Su inmensa fragilidad
Y que la vida no es más
Que un simple transitar
Rumbo a la eternidad
Donde la humildad
Recompensada será
Al pronunciar esa hermosa poesía, José tomó a Miriam, la alzó en su bicicleta y fueron a casa, donde
encontraron a Carmen llorando, hola mamá lo siento dijo Miriam al entrar y Carmen saltó en sus
brazos, perdóname hija por no haberte dicho la verdad, no te preocupes todo está bien dijo Miriam, la
abrazó y se quedaron así por un buen tiempo y esa mañana sus vidas cambiaron, los tres hicieron la
promesa que nadie tenía que enterarse que ellos estaban enfermos. La fuerza interior de José transmitía
mucha paz y consuelo tanto a Miriam como a Carmen y les impulsaba a seguir viendo. La fuerza
interior no es solo para algunos, sino para todos, todos tienen derecho a ser feliz, cuando uno tiene en
frente al otro se reconoce en la experiencia del otro y se identifica, eso era lo que ocurría con ellas, se
veían identificadas con la experiencia interior de José.
Desde ese día todo fue distinto, cada día que pasaba era un nuevo día para vivir, la rutina de la vida se
había alejado de ellos, el sol salía todos los días en el mismo lugar y a la misma hora, pero cada día
tenía un matiz diferente y era distinto, cada día descubrían cosas nuevas en su vida y comenzaron a
hacer una lectura de la historia de salvación que Dios hacía con ellos y escribían su presente.
Todo empezó a cambiar, José asistía regularmente al colegio, la relación con sus padres mejoró y todos
los días se quedaba una hora arrodillado frente al crucifijo pidiéndole por la salud de Miriam, él estaba
convencido que ella se curaría, cumplieron su promesa, nadie más que ellos tres sabían lo que estaba
ocurriendo. Todo esos buenos momentos que estaban pasando llegarían a su fin y el era conciente de
eso y todo comenzó cuando tuvo el mismo sueño, con la hermosa mujer pero esta vez ya no llevaba un
niño al rey sino una hermosa rosa, que la depositó a sus pies, con ese sueño José comprendió que ya era
hora.
José se enfermó gravemente. Todo estaba bien cuando de pronto se desvaneció en el colegio y fue
socorrido urgentemente y derivado al Sanatorio del cual ya no saldría nunca más. Era una mañana en
que José estaba dando una exposición sobre historia universal, cayó desvanecido y cuando despertó ya
estaba internado.
Nadie sabía lo que tenía hasta los médicos llamaron a sus padres y le preguntaron si sabían que su hijo
estaba infectado con el virus del VIH, que tenía SIDA, ambos quedaron sorprendidos al oír la noticia,
pero la cosa se complicó más cuando les dijeron que su situación era grave y que no sabían cuantos
días le quedaban.
Mucha gente venia a verlo, sus compañeros, amigos, vecinos, pero su situación cada vez era peor, ya
casi no podía hablar, pero su madre nunca se separó de su lado. Él sabía que de esta no pasaría, Miriam
tampoco se separaba de su lado, al ver a los tres juntos en la sala les dijo: Ustedes saben que me voy a
morir y quiero pedirles un último deseo, a ti papá quiero pedirte que me traigas la caja que esta en mi
ropero, a ti mamá que me prometas que cuidaras de Miriam como una hija en mi ausencia y a ti Miriam
quiero pedirte que te hagas unos estudios, quiero que sepas que estas curada como te lo prometí, Díos
te lo ha concedido.
Miriam y Pedro fueron a cumplir el último deseo de José y dejaron a Margarita cuidándole, quien le
prometió que cumpliría su pedido al pie de la letra, ella se quedó toda la noche con él, al día siguiente
cuando que se aproximaba la hora presentía que su muerte estaba cerca, se despidió de Margarita e hizo
pasar Pedro con la caja y le pidió que le abriera y la leyera lo que decía la carta que él una vez le había
entregado, pues nunca la había leído. Pedro tomó la carta y empezó a leerla y decía: Hijo tu eres un
gran santo, acuérdate de mi cuando estés en el cielo, José que cada vez se le hacia más difícil respirar,
con mucho esfuerzo dijo: Si es que Dios me recibe, ten por seguro que le pediré que te reserve un lugar,
te quiero mucho papá, Pedro no se aguanto más verle así a José, le dio un beso en la frente y salió.
Luego entró Miriam vio la caja, él con mucho esfuerzo le dijo te curaste verdad, ella llorando no sabía
de alegría o de tristeza le dijo sí y le enseño los análisis, es un milagro dijo ella, tu primer milagro, tu
eres santo, luego le dijo que tomase la caja y saque de adentro una cajita donde estaba el corazón
partido y la poesía que le había dado y le dijo: Entrégaselo a una persona que lo merezca más que yo y
prométeme amarla como yo a ti, lo único que temo dejar en este mundo es a ti, pero sé que el Señor
cuidará de ti y te hará muy feliz, Miriam no sabía qué decir y se puso a llorar pero él le dijo no llores
por mí solo ama y sé feliz, ya casi no podía hablar, cuando pidió a Miriam que le llame a Margarita, le
dio un beso, se puso a llorar, sobre su pecho y luego llamó a Margarita, a quien le dijo: toma la caja y
saca un papel que hay dentro, pero antes le recordó la promesa que le hizo hacer, cuida de Miriam,
cuídala como una hija, y como susurrando le dijo: te amo mamá, gracias por amarme tanto no hubiera
podido llegar a donde llegué si no fuera por ti, gracias mamá y le pidió que le de un beso y que lo
abrasase fuerte y luego llamase a Miriam y a Pedro y les leyera la carta.
Vinieron Pedro y Miriam, y Margarita abrió la carta y empezó a leerla: “Aunque hable las lenguas de
los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbralo que retiñe.
Aunque tenga el don de la profecía y conozca todos los misterios y toda la ciencia, aunque tenga fe
como para mover montañas, si no tengo amor nada soy, aunque reparta todos mis bienes y entregue mi
cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me sirve.
El amor es paciente, amable, el amor no es envidioso, no es jactasioso, no es decoroso, no busca su
interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal, no se alegra con la injusticia, se alegra con la verdad.
Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no acaba nunca, desaparecerán las profecías, cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia.
Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. Cuando venga lo perfecto desaparecerá lo
parcial. Cuando era niño hablaba como niño, pensaba como niño. Al hacerme hombre dejé todas las
cosas de niño. Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de
un modo parcial, entonces conoceré como soy conocido.
Ahora subsisten la fe, la esperanza y el amor estas tres ….. COMPLETAR CON ALGO. Pero la mayor
de todas ellas es el amor (1 cor 13).
Margarita hizo un suspenso y miró a José, que a medida que iba escuchando la carta parecía que iba
descansando en una gran paz y prosiguió.
SI ME AMAN
No lloren si aman…
Si conocieran el don de Dios y lo que es el cielo…
Si pudieran oír el cántico de los ángeles
Y verme en medio de ellos…
Si por un instante pudieran contemplar como yo…
La belleza ante la cual, las bellezas palidecen…
CRÉANME
Cuando llegue el día que Dios
Ha fijado y conoce, y sus almas vengan
A este cielo en el que ha precedido la mía…
Ese día volverán a verme
Sentirán que les sigo amando, que les amé…
Y encontraran mi corazón con todas sus ternuras purificadas
Volverán a verme en transfiguración, en éxtasis feliz
Ya no esperando la muerte, sino avanzando con ustedes
Que les llevaré de la mano por los senderos nuevos de la luz
Y vida.
Enjuaguen sus llantos y no lloren si me aman. (San Agustín)
Cuando terminó de leerles la carta José expiró.