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ESCUELA DE FILOSOFÍA

CÁTEDRA: SEMINARIO DE FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA


PROFESOR: LIC. LUIS E. SILVA

 Acerca del Concepto de ‹Entfremdung› en la


Fenomenología del Espíritu.

Trabajo parcial y defensa, como parte de la metodología evaluativa de la Cátedra


“Seminario de Filosofía Moderna”, de la Licenciatura en Filosofía, a cargo del Profesor
Luís Silva.

EXPOSITOR: FRANCISCO J. CÁCERES


C.I. 13 853 548

Caracas, Julio de 2018


Resumen

En Hegel, la conciencia, está completamente convencida de que la realidad del


mundo es independientemente de sí misma, “he ahí por qué este espíritu no se
forma solamente un mundo, sino un mundo doble, separado y contrapuesto”1, y en
la medida que se separa la conexión dual entre el objeto [mundo objetivo
«exteriorizado, evadido y alejado» de la conciencia] y del llamado sujeto o
conciencia, entonces se puede alcanzar a la conciencia de sí o autoconciencia. Se
comienza pues, desde la crítica de la creencia ingenua de la objetividad del mundo
externo independientemente de la conciencia; Hegel estima que, sólo a través del
análisis del juicio en las adquisiciones de conciencia parciales, es cómo el espíritu
humano se conquista gradualmente a sí mismo, tal como lo haría un resorte pero
rodando en forma “horizontal” [acostado]. Con ello, se va alternando en forma
cíclica de espiral, entre la creencia en la realidad del objeto y la creencia en la
realidad del sujeto, hasta transformarse en conciencia de sí, es un proceso que
indica la vinculación dialéctica entre ambos polos: el sujeto y el objeto. Por otra
parte, la naturaleza presenta o refleja una manifestación o autoalienación del
Espíritu que considera a toda la realidad, como resultado de una Idea [la sustancia
espiritual], y en cada una de estos conceptos de existencia, la Idea se aliena, se
revela, se expone de manera que todo lo que existe es una manifestación u
objetivación del devenir de la Idea. El individuo es Espíritu en cuanto es
objetivación o alienación de la naturaleza, por ello, “el extrañamiento…va a
refugiarse el espíritu extrañado como a la conciencia de la quietud igual a sí
misma; le trastorna a este espíritu el orden doméstico implantado aquí por él” 2, en
consecuencia, el espíritu del hombre a través de este movimiento dialéctico,
puede superarse construyendo producciones que elabora con su esfuerzo. Así,
pues, la alienación brota cuando la realidad espiritual emerge como objeto,
fomentada en la naturaleza, cuya objetividad debe alcanzarse dialécticamente,
mediante la asimilación del mundo por parte del espíritu: prácticamente, por medio
de su faena laboral o, teóricamente, mediante sus tres producciones del Espíritu
Absoluto3 que beneficie a la sociedad, por ellos critica la disgregación en ella,
pues “toda sociedad en la que los hechos vayan por un lado y los valores por otro,
es una sociedad alienada y no reconciliada consigo misma”4

Palabras Claves: Alienación, Conciencia, Idea, Objeto, Sujeto, Naturaleza,


Espíritu, Dialéctica, Producción, Trabajo, Arte, Religión, Filosofía, Sociedad

1
Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Fenomenología del Espíritu (Madrid: Fondo de Cultura
Económica,1985),288.
2
Ídem, 288.
3
Artísticas, religiosas y filosóficas
4
Mariano Moreno Villa, La filosofía de Hegel: Sujeto, Sistema y Estado (Murcia: Editorial Mad S.I., 2003),
246.
Introducción

La Fenomenología del Espíritu es una gran obra que explica la teoría


del conocimiento o epistemología en relación con el sujeto-objeto, la
relación certeza-verdad, el desarrollo histórico, resaltando las
cruzadas, la reforma y la revolución francesa; también abarca el
conocimiento científico que en gran medida fue empírico, así como el
estudio de las leyes físicas de Newton y la psicología empírica; por
otro lado, se tienen los tópicos de religión y de ontología; es decir,
abarca una gran cantidad de contenidos importantes para el desarrollo
del Espíritu Humano.

Ahora bien, la alienación o enajenación viene a ser el fenómeno de


eliminar la personalidad, despojar al individuo de su personalidad o
deshacer la personalidad del individuo, interviniendo y anulando su
libre albedrío, para hacer a la persona dependiente. El alienado
subsiste dentro de sí. Es la gran contrariedad que vive el hombre
contemporáneo, en un Sistema5 que destruye al mismo hombre.

“El Capital se revela cada vez más como un poder social cuyo
funcionario es el capitalista y que no guarda ya la menor posible
relación con lo que el trabajo de un individuo puede crear, sino como
un poder social enajenado, sustantivado, que se enfrenta con la
sociedad como una cosa y como el poder del capitalista adquirido por
medio de esta cosa.” (Marx, 1999, Tomo 3: 260-261).

5
Sistema Capitalista y Neo-liberal.
Sobre la Alienación

Según Alonso (1965), el vocablo alienación en francés y en inglés


antes y después de que se usara para traducir el término
‹Entfremdung› del idioma alemán, muestra el significado con que
aparece en Hegel y en Marx, dos tendencias etimológicas. El primero
es del orden jurídico clásico que confiere propiedad, así, observando
el “latín dienatio, alienare (que en español se traduce normalmente por
enajenación y enajenar, como alienus se traduce por ajeno), aunque el
uso tradicional del término alemán más bien aluda a una privación
violenta de titularidad” (p.6). Y el segundo alcance, es el de «estar
fuera de sí», el de trastorno psicológico (en español enajenación
mental); por ejemplo, Cicerón y Séneca ya hablaban de la alienación
como de una “transferencia de la propiedad”, también como Rousseau
lo haría más tarde en el siglo XVII para indicar la cesión de los
derechos individuales. Celso y Scribonius Largus puntualizaban la
alienación como una “enfermedad mental” o como “desvanecimiento”,
así:

“El último y más impreciso es el de separación o


apartamiento de los sentimientos- o los afectos hacia una
persona, desviando hacia la indiferencia o la hostilidad los
previos de intimidad o amistad; también en latín alienus tenía
además del sentido de ajeno —de otro o perteneciente a
otro— el de hostil, desafecto o enemigo.”6

6
Manuel Alonso Olea (1965) Estudios: Sobre la Alienación, Revista Digital Dialnet, disponible en
https://docplayer.es/80961364-Sobre-la-alienacion-
La alienación ha alcanzado a ser un fenómeno mundial. Se ha
extrañado de sí mismo y de la naturaleza. El hombre se ha perdido.
Los demás hombres le son ajenos. Sin duda alguna, hoy más que
nunca el hombre se ha transformado, como dijera Marx, en ese
“apéndice de carne encerrado en una maquinaria de acero.”7 Y no sólo
se ha alienado dentro de las estructuras sociales y económicas, sino
también dentro de la habilidad práctica que él mismo ha edificado.

“Respecto a la alienación (Entfremdung) que es condición de


la formación teorética, ésta no exige ese dolor moral ni el
dolor del corazón sino el dolor y el esfuerzo más suave de la
representación consistente en tener que ocuparse de algo no
inmediato, algo perteneciente al recuerdo, a la memoria y al
pensamiento. Ahora bien, esta exigencia de la separación
(Trennung) es tan necesaria que se expresa en nosotros
como un conocido impulso universal. Lo extraño, lo lejano
lleva consigo ese atractivo interés que nos incita a la
ocupación y al esfuerzo (…). Este muro divisorio que nos
separa de nosotros mismos, contiene a la vez todos los
puntos de partida y todos los hilos conductores del retorno a
sí mismo, de la reconciliación con él y del reencuentro
consigo mismo” (Hegel, 1991: 81-82).

La alienación en la sociedad capitalista, ya criticada por Marx y antes


por Hegel, no ha perdido su vigencia, sigue siendo objeto de estudio
en los numerosos campos del saber. Es un hecho social, político e
histórico que no puede encerrarse dentro de los angostos límites de la
moral personalista. El Profesor Tucker amplía el caso con su agilidad
distintiva:

7
Francisco Piñón (2011) La fenomenología de la alienación y la crítica del fetichismo en el pesamiento de
Hegel y Marx, disponible en https://marxismocritico.com/2011/10/24/la-fenomenologia-de-la-alienacion-
y-la-critica-del-fetichismo-en-el-pesamiento-de-hegel-y-marx/
Para Hegel, la alienación es finitud y la finitud a su vez es
esclavitud. La experiencia de autoextrañamiento en la
presencia de un mundo aparentemente objetivo es una
experiencia de esclavización (…) El espíritu [o el mundo-yo]
cuando se enfrenta a un objeto u “otro”, se hace ipso facto
consciente de sí mismo como meramente un ser finito, que
abarca solo y nada más que la realidad que se extiende
hasta allí y no más allá. Por tanto, el objeto es un “límite”
(Grenze). Y el límite, al contradecir la idea de sí mismo del
espíritu como un ser absoluto, es decir, de un ser sin límites,
se entiende necesariamente como una “barrera” o “grillete”
(Schranke). Es una barrera para la conciencia de sí mismo
del espíritu respecto de lo que concibe que ha de ser
verdaderamente: toda la realidad. En su confrontación con un
objeto visible, el espíritu se siente encarcelado en la
limitación. Experimenta lo que Hegel llama la “pena de la
finitud”8.

Para Hegel la razón viene siendo el espíritu, por lo tanto, eleva a


verdad la certeza de ser toda realidad renovada y es consciente de sí
misma como de su creación. Es lo que Hegel llama la “inversión de la
conciencia”, que encuentra entonces, examinado con rigor, una doble
inversión:

 El vuelco del objeto a su objetividad, perteneciente a la


esencia de lo trascendental en general;

 El volverse a la alienación, exigida inevitablemente a partir


de la incondicionalidad y la sistemática de la conciencia
absoluta trascendental. Retorna el curso del regreso.

8
Robert C. Tucker, Philosophy and Myth in Karl Marx (Cambridge: Cambridge University Press, 1961), p. 39.
Sintetizando, el espíritu (enajenado) es esta alteración y extrañamiento
de la realidad y del pensamiento, que son plazos invertidos el uno en
el otro y cada uno es lo contrario de sí mismo:

“El espíritu se convierte en objeto, porque es este movimiento


que consiste en devenir él mismo otro, es decir, objeto de su
sí mismo y superar este ser otro. Y lo que se llama
experiencia es cabalmente este movimiento en el que lo
inmediato (…) se extraña (entfremdet), para luego retornar a
sí (zu sich zurück gehen) desde este extrañamiento
(Entfremdung).” (Hegel, 1985: 26).

Pero el “espíritu sólo conquista su verdad cuando es capaz de


encontrarse a sí mismo en el absoluto desgarramiento (Zerrisenheit)”9,
pero alcanzarla, va a necesitar el retorno a su libertad, va necesitar
romper las cadenas del opresor a quién mantiene al “esclavo” a su
servicio, razón por la cual indicaba Hegel:

“Mediante esta enajenación (Entäusserung) se hace posible


una existencia más alta, aquella en que podría recobrar en sí
su objeto, existencia más alta que si hubiese permanecido
quieto dentro de la inmediatez del ser; en efecto, el espíritu
es tanto más grande cuanto mayor es la oposición de la que
retorna a sí mismo; pero esta oposición la forma el espíritu en
la superación de su unidad inmediata y en la enajenación
(Entäusserung) de su ser para sí” (Hegel, 1966: 204).

9
Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Fenomenología del Espíritu (Madrid: Fondo de Cultura
Económica,1985),24.
Conclusión

La naturaleza no es sino una condición enajenada de la Idea Absoluta


y el individuo es lo Absoluto en el proceso de desalienación. No en
vano, la filosofía hegeliana asevera que todo lo que es, es, en última
instancia, una Idea Absoluta (Pensamiento Absoluto, Espíritu
Absoluto, o bien, Dios), atendiendo la Idea Absoluta no como una serie
de cosas fijas, ni como una aglomeración de propiedades estáticas,
sino antes bien, como un Yo activo, propio en un proceso cíclico de
alienación y desalienación.

El resultado de la historia humana, es el progreso constante del


conocimiento humano de lo Absoluto y a su vez, el impulso del
autoconocimiento de lo Absoluto, que a partir del Espíritu finito, se
convierte en autoconsciencia, « revierte » a sí mismo desde su
alienación en la naturaleza. Así pues, la alienación del Espíritu
Absoluto en la naturaleza no es una ocurrencia que transcurre en el
tiempo, sino un hecho « efímero », entonces, el espíritu alienado
establece su punto de partida en la historia del mundo y por ende, la
suma de la historia se reduce al proceso de la desalienación.

Solo el espíritu “conquista su verdad cuando es capaz de encontrarse


a sí mismo en el absoluto desgarramiento (Zerrisenheit)” (Hegel,
1985: 24), debe en consecuencia, buscar su libertad y romper las
cadenas que atan al “esclavo de aquel amo”, solo en la medida que su
razonamiento consagra su Espíritu Absoluto, llegaremos pues, a la
emancipación del hombre.
Bibliografía

Alonso, M. (1965) Estudios de la Alienación, Revista Digital Dialnet,


disponible en https://docplayer.es/80961364-Sobre-la-alienacion-
i.html

Hegel, G. (1985) Fenomenología del Espíritu. Madrid: FCE

------. (1991). Escritos pedagógicos. Madrid: FCE

Marx, K (1999). El Capital. Crítica de la economía política. En 3


Tomos. México: FCE.

Piñón, Francisco (2011) La fenomenología de la alienación y la


crítica del fetichismo en el pesamiento de Hegel y Marx,
disponible en https://marxismocritico.com/2011/10/24/la-
fenomenologia-de-la-alienacion-y-la-critica-del-fetichismo-en-el-
pesamiento-de-hegel-y-marx/

Tucker Robert C., Philosophy and Myth in Karl Marx (Cambridge:


Cambridge University Press, 1961), p. 39.

Villa M.(2003), La filosofía de Hegel: Sujeto, Sistema y Estado


Editorial Mad S.I., Murcia.

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