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¿Cuándo podremos controlar

dispositivos con la mente?


La interfaz que desarrolla Elon Musk para conectar el cerebro con computadoras ya
está lista para ser probada en humanos

a interfaz que desarrolla Elon Musk para conectar el cerebro con computadoras ya
está lista para ser probada en humanos

La idea del multimillonario Elon Musk de usar la inteligencia artificial


para conectar los cerebros humanos a dispositivos ha sido celebrada y
criticada casi por igual. Lo cierto es que hasta ahora, para los expertos, la fusión
hombre-máquina sigue siendo ciencia ficción.

Pero Musk avanza en su proyecto con su empresa Neuralink, que en julio anunció
haber conseguido que un mono controlara una computadora con su
cerebro. Sin embargo, casi al mismo tiempo, los especialistas se han pronunciado
para tratar de poner paños fríos al entusiasmo del empresario y han asegurado
que aún está lejos el tiempo en que los humanos vivirán con implantes
cibernéticos. El empresario, por su parte, asegura que su sistema ya está listo
para ser probado en humanos.

Neuralink es tal vez la única compañía en el mundo que en este momento se


dedica por completo a desarrollar una interfaz que conecta el cerebro con
computadoras, y ya espera realizar pruebas en humanos el próximo año.
El multimillonario, fundador de la empresa de automóviles Tesla y de la firma
espacial privada SpaceX, asegura que un vínculo que una las mentes con las
máquinas es vital si las personas queremos evitar ser sobrepasadas por
la inteligencia artificial.

Musk explicó que su startup "tiene una gran finalidad, que es curar enfermedades
importantes y, en última instancia, ayudar a asegurar el futuro de la humanidad
como una civilización ligada a la inteligencia artificial".

Un futuro lejano

La descripción de Musk es "realmente una visión para un futuro muy


lejano", dijo a la AFP el profesor asistente de ciencias biológicas de la Universidad
de California del Sur, Andrew Hires.

"No está claro que algún día lleguemos a este escenario", añadió.

Neuralink mostró la primera versión de un minúsculo sensor -tan delgado como


un cabello- que puede ser implantado en un cerebro a través de una pequeña
incisión hecha por un robot especialmente construido para realizar esta tarea
de alta precisión.
"Podemos crear una interfaz completa entre cerebro y máquina", dijo
Musk. "Lograr una especie de simbiosis con la inteligencia artificial".

Por ahora, la meta es que una persona con los implantes controle el teléfono con
pensamientos, pero la tecnología puede ser eventualmente extendida a otros
aparatos, como brazos robóticos.

Según el equipo de Neuralink, uno de los primeros objetivos de esta tecnología es


atender a pacientes con enfermedades neurológicas. Pero a largo plazo, es hacer
que los implantes sean tan seguros, fiables y simples que puedan entrar en el
campo de la cirugía electiva para quienes quieran potenciar su cerebro con el poder
de un ordenador.

"No es como si Neuralink tuviera esta increíble conexión neuronal y de repente


comenzara a apoderarse de los cerebros de las personas", bromeó Musk. "Nos
llevará mucho tiempo, y podrán ver cómo sucede".

Musk aseguró que su objetivo es que colocar uno de estos implantes en el


cerebro sea un procedimiento tan simple como una cirugía láser de la vista.

- El misterio de la mente –

David Schneider, profesor del Centro para la Ciencia Neural de la Universidad de


Nueva York, fue uno de los planteó algunas barreras en la idea de Musk.

Una limitación importante es que en el cerebro hay una serie de regiones que están
conectadas con tareas de administración, mientras que los implantes solo se
centran en las partes una por una.
"Todo lo que hacemos, por simple que parezca, es una función cerebral
distribuida", dijo Schneider.

Si bien la tecnología ha mejorado y ahora es capaz de leer la información que sale


de los cerebros, no está suficientemente avanzada como para enviar esa
información simultáneamente a todas las partes necesarias, aseguran
investigadores.

Ramana Vinjamuri, profesor de ingeniería en el Instituto de Tecnología Stevens,


dijo que en Neuralink "fueron lo suficientemente humildes como para aceptar
que sus principales objetivos son las áreas motoras".

"Me alegra que hayan parado en este punto en vez de asegurar que van a leer
las mentes, pensamientos y recuerdos. Si hubieran dicho eso, ahora mismo
me estaría riendo", añadió.

- Defensas del cerebro –

Otro reto para Neuralink es que el implante cerebral activa las defensas del
cuerpo, que por ahora lo tratan como cuerpo extraño y lo rechazan.

"Digamos que Neuralink implanta su producto en una persona mañana. ¿Logrará


la interfaz mantenerse después de un año y seguir enviando las mismas señales que
el primer día?, se planteó Vinjamuri.

Además, la aprobación regulatoria requiere de un largo período de prueba en


animales.

Neuralink podría intentar conseguir una exención de dispositivo de investigación


(EDI) para probar implantes en algunos pacientes afectados por lesiones de
la médula espinal o accidentes cerebrovasculares.

"No sé si quiero fusionar mi cerebro con la inteligencia artificial, ni creo que


muchos de nosotros queramos", dijo David Schneider, cuya esperanza es que
las innovaciones de Neuralink logren recuperar la vista o curar la parálisis.

Por ahora, Musk está invirtiendo energía y capital privado en un área de implante
cerebral en la que los investigadores han estado trabajando durante
décadas con fondos del gobierno.
"Necesitamos pensadores fantásticos, pero también necesitamos capital y la
valentía para invertir mucho dinero en el perfeccionamiento de estas
tecnologías", dijo Andrew Hires.

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