Sie sind auf Seite 1von 110

COLEGIO BIBLICO Y TEOLOGICO EBEN-EZER

PO BOX 5131

Carolina, PR 00984

TESIS

LAS IGLESIAS EVANGELICAS CONTEMPORANEAS

Y SU SISTEMA EDUCATIVO

PARA LOS ADULTOS DE LA TERCERA EDAD

Por

Ana Torres Figueroa

2012

Director: Eliezer Márquez, Phd

1
TESIS

LAS IGLESIAS EVANGELICAS CONTEMPORANEAS

Y SU SISTEMA EDUCATIVO

PARA LOS ADULTOS DE LA TERCERA EDAD

Por

Ana Torres Figueroa

2012

2
TABLA DE CONTENIDOS

I. Introducción

Objetivos

Recomendaciones

II. Los adultos de la tercera edad

El envejecimiento

Términos empleados

Envejecimiento psicológico

Estereotipos

Características

Problemas

Ministerios

Conclusión

III. El periodo de la jubilación

Ancianidad y actividad

Reajustes para los adultos mayores

Reajustes físicos

Reajuste al retiro
La sociedad de adultos mayores

Ayudémosle a vivir mejor

3
Comunidad cristiana

Actividades de la iglesia

IV. EL MINISTERIO DE LA IGLESIA CON LOS ADULTOS MAYORES

¿Qué dice la Biblia sobre las personas de la tercera edad?

La psicología y la educación cristiana

Definición de la psicología

Psicología y teología

La iglesia, los adultos de la tercera edad y su comunidad

La intervención de la iglesia y la reforma social

El alcance de la intervención cristiana

La clase de intervención

Recursos espirituales para la intervención

El papel de la iglesia en una comunidad convulsionada

El bien de los ancianos

La iglesia debe informarse bien

La iglesia y sus deberes con la nación

El maestro debe informar a sus estudiantes

El maestro debe dialogar ampliamente

El maestro debe orar diligentemente


V. COMO APRENDEN LOS ADULTOS MAYORES

Principios generales en el proceso de enseñanza – aprendizaje

4
Principales teorías del aprendizaje
Principios específicos básicos de enseñanza – aprendizaje
El aprendizaje relacionado a la educación cristiana
El proceso de aprendizaje
Estudio realizado
VI. CARACTERISTICAS DEL APRENDIZAJE DE LOS ADULTOS MAYOR
Motivación

VII. IMPEDIMENTOS PARA EL APRENDIZAJE


Estrategias recomendadas para la enseñanza de adultos mayores

VIII. INSTITUCIONES TEOLOGICAS ECLESIASTICAS


Institución teológica de Movimiento Evangélico Monte Tabor
Institución teológica de Iglesia Católica
Institución teológica de Iglesia Bautista
Institución teológica de Iglesia Adventista del Séptimo Día
Institución teológica de Defensores de la Fe
Institución teológica de Iglesia de Dios Mission Board
Institución teológica de Iglesia de Dios Incorporada

IX. PLAN DE ACCION

Implementación de un programa Adultos Tercera Edad

Recomendaciones

Consideraciones generales

IX. CONCLUSION

IX. APENDICE
Entrevistas realizadas
Encuesta
I INTRODUCCIÓN

5
1.1 A nivel global se demuestran cambios económicos, sociales, políticos y educativos, donde la

educación no escapa de ellos, pues, es ella, el foco, y uno de los pilares fundamentales que

permiten el desarrollo de la sociedad.

1.2 Son múltiples y variados los retos de la formación de maestros(as) en la iglesia y uno de

ellos es formar a alumnos en hombres y mujeres solidarios, individuos verdaderos

cristianos, sociales, productivos, creativos, emprendedores y conscientes con marcada

valoración por la enseñanza bíblica como eje que cambia el rumbo de un mundo.

1.3 La vida adulta se desarrolla en diferentes etapas, con su particular problemática y

potencialidad. Nos referimos ahora a los adultos de cualquier clase, condición o estado, a

quienes el proceso de envejecimiento afecta de tal suerte que llegan a encontrarse en una

situación desfavorable ante el resto de la población; por ello merecen un especial cuidado de

parte de la familia y de la misma comunidad.

1.4 Los ancianos son portadores de un conjunto de valores que representan la memoria positiva

de las familias: experiencia, unidad, tradiciones, educación, normas de conducta, religión e

incluso la fe. La llamada tercera edad, sin embargo, se ve afectada por ciertos

condicionamientos propios de esa etapa de la vida: enfermedad, jubilación, viudez,

abandono, inutilidad.

1.5 También afectan a los ancianos otras crisis originadas por los profundos cambios de la

época: nuevas valoraciones y costumbres, dificultades económicas, insuficiente atención

médica y marginación social.

1.6 La Pastoral de la tercera edad se ha ido desarrollando, con esfuerzos, en no pocas

comunidades cristianas y a través de variadas obras de asistencia; sin embargo, es necesario


6
hacer aún más, no escatimar ningún esfuerzo en favor de esta acción testimonial

privilegiada, precisamente como signo de la Nueva Evangelización.

1.7 Junto a la tradicional atención y amor que muchas familias brindan a sus ancianos,

últimamente hay muchas otras que los relegan, rechazan, utilizan, maltratan y hasta los

abandonan; los ambientes de trabajo los marginan y no los preparan para la jubilación.

1.8 Ante los ancianos que se vuelven, de ordinario, muy sensibles, exigentes y que se sienten

improductivos, las familias -sociedad e Iglesia- carecen de una orientación adecuada para

tratarlos.

1.9 Existe un principio fundamental en la educación de adultos mayores en este sector de la

educación. Este principio es que el aprendizaje de adultos mayores es opcional.

1.10 Esto se basa, en la suposición de que un individuo adquiere en sus primeros años de

juventud la mayor parte del conocimiento y las destrezas necesarias para vivir

adecuadamente el resto de su vida.

1.11 El paso acelerado del cambio social ha hecho que surja un señalamiento en el pensamiento

educativo, el cual es: “los adultos deben continuar aprendiendo; el aprender, al igual que el

respirar es un requisito de toda la vida”.

1.12 Esto es así porque los cambios culturales y sociales drásticos han ocurrido y siguen

ocurriendo en un período de tiempo menor que la vida del individuo. El resultado es, o la

consecuencia es tal que el joven bien educado de hoy es un hombre cuyo saber resulta

anticuado mañana.

1.13 La meta que persigue el adulto al asistir a la escuela dominical es el remediar deficiencias,

llenar rezagos de su educación cristiana, ampliar sus conocimientos para desempeñarse

7
mejor en su ambiente cristiano, cualificar para un ministerio, o simplemente hacerlo un

mejor cristiano.

1.14 La naturaleza, el significado y el contenido de la Biblia son intereses importantes de la

educación cristiana. Para los creyentes adultos de la tercera edad, la Biblia es la Palabra de

Dios; ella les comunica una revelación válida de la voluntad de Dios. También les inspira

porque los hombres que la escribieron lo hicieron inspirados por Dios. Por esta razón el

apóstol Pablo indica que la Escritura es “útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para

instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16).

1.15 Las personas de la tercera edad enfrenta procesos de cambios profundos, producto de la

realidad social que viven, el sistema educativo de la iglesia, emerge con la finalidad de

lograr un hombre crítico, solidario, comunicativo, participativo, orientado a mejorar los

procesos de control, supervisión y evaluación en forma efectiva. Ellos demandan con más

fuerza la formación de docentes responsables y comprometidos

1.16 Existe la necesidad de incluir de una forma particular y objetiva a la población de adultos de

edad avanzada en el sistema educativo de la iglesia y que ésta forme parte del currículo

cristiano. Esperamos que este trabajo investigativo descubra cómo cubrir esta necesidad.

Dentro de la investigación, he tratado de entrelazar el conocimiento de varios expertos en la

materia de educación cristiana.

1.17 Este trabajo se ha realizado desde el punto de vista de iglesias cristianas evangélicas, y toma

ejemplos de las mismas. Se ha tomado para ello, los principios evangélicos de la educación

cristiana los cuales son completamente universales, lo que hace de este trabajo una expresión

de autoridad para todos aquellos que estén preocupados por la nutrición del corazón así

como de la mente de nuestros “viejos”.


8
1.18 Conforme avanza la edad, el ciclo de la existencia prosigue sereno e intenso: basta saber y

reconocer la plenitud vital de estos años, seguir manteniendo gratas relaciones con los

demás, disfrutar el merecido descanso respecto al trabajo y emprender esas actividades

siempre anheladas pero que aún no se habían podido realizar.

1.19 Todos llevamos a cuestas el peso, bien sea gravoso o liviano, de los años pasados y

guardamos dentro de nosotros mismos cada experiencia; esto lo sentimos como positivo o

como negativo según que hayamos vivido cada suceso con agrado o con tristeza.

1.20 Quizás lo que hace que una persona de edad avanzada parezca más o menos “vieja” es el

modo en que ha sabido afrontar su propia existencia: un envejecimiento precoz nos diría ya

mucho de su pasado.1

1.21 Objetivos

En la actualidad muchas personas, incluso cristianas, consideran a los ancianos como una

carga pesada por ser improductivos y necesitar múltiples atenciones. Los objetivos de este

trabajo investigativo son:

• 1.21.1 Evaluar la eficacia del sistema educativo de las iglesias evangélicas


contemporáneas en Puerto Ricco para los estudiantes adultos de la tercera edad.
• 1.21.2 Llevar a los adultos de la tercera edad a tener un interés mayor y una apreciación
más profunda de la importancia y valor de asistir a la escuela bíblica dominical.
• 1.21.3 Elegir los métodos de enseñanza que ayuden a alcanzar las metas de
conocimiento, comprensión, actitud, habilidad, interés y valores de los estudiantes
adultos mayores.

1 1. Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicologia, 1987, p. 407

9
• 1.21.4 Concienciar a los directores de educación cristiana de la necesidad de atención
directa e indirecta que tienen los mayores de la tercera edad; desarrollar y mantener
actitudes positivas hacia el maestro y hacia los propios estudiantes.
• 1.21.5 Ayudar a los estudiantes de la tercera edad a desarrollar una actitud de cambio.
• 1.21.6 Lograr una presencia testimonial a fin de secundar y favorecer el ejercicio de las
capacidades de los ancianos, sobre todo en los grupos más desprotegidos.

• 1.21.7 Apoyar las instituciones e iniciativas en favor de la promoción, atención y


cuidado de los ancianos ya incapacitados.

• 1.21.8 La implementación del Programa Tercera Edad.

1.22 Recomendaciones

1.22.1 Que los educadores de adultos mayores procuren siempre que los conceptos
generalizadores estén ilustrados por experiencias de la vida diaria de sus propios alumnos.
1.22.2 Se prepare el planteamiento de la enseñanza de modo que los alumnos puedan
planificar a su vez e incluso ensayar la forma en que van a aplicar sus enseñanzas a la vida
de cada día. Serán necesarias demostraciones y escenificaciones para ayudarle a aplicar la
enseñanza a sus experiencias diarias.

10
II. LOS ADULTOS DE LA TERCERA EDAD

2.1 El envejecimiento

2.1.1 La gente en general vive cada vez más, lo que hace que muchos se pregunten: “¿Cuánto

tiempo podemos vivir? Según The New Enciclopedia Británica (1995), en el pasado

normalmente se aceptaba que una persona que muera de 113 años, era el ser humano que

más había vivido. En verdad que se decía que otras personas habían vivido más tiempo,

pero sus edades no estaban debidamente documentadas.

2.1.2 En la publicación Guinness Book of Records 1999, se dice que una señora de nombre

Sarah Knauss, quien nació en Pennsylvania (E.U.A.) el 24 de septiembre de 1880, era, con

118 años, la persona de más edad cuando se escribió esa obra.

2.1.3 De hecho, la cantidad de personas muy mayores ha aumentado de manera espectacular. Se

prevé que durante la primera mitad del próximo siglo haya más de dos millones doscientas

mil personas que superen los 100 años. Así mismo, la cantidad de persona de más de 80

años paso de 26,700,000 en 1970 a 66,000,000 en 1998; un aumento del 147por ciento,

mientras que el total de la población mundial se incrementó en un 60 por ciento.2

2.1.4 ¿En qué consiste el proceso de envejecimiento? Los resultados son observables y fáciles de

distinguir, pero las causas no se entienden tan fácilmente.

2.1.5 La definición más utilizada del envejecimiento procede de las ciencias biológicas.

Cualesquiera procesos biológicos relacionados con el tiempo, irreversibles y de naturaleza

deletérea son considerados como manifestaciones de envejecimiento.3

2 The Watch Tower Bible and Track Society, Abril 15, 1999. Vol. 120, No. 8 p. 3
3 R. H. Dovenmuehle, Normal Aging. E. Palmore, comp. (Durham, N.C. Duke University Press, 1970), p. 40
11
2.1.6 Dovenmuehle, sin embargo, se apresura a explicar que este concepto del envejecimiento es

muy difícil de aplicar, aun en el laboratorio. La enfermedad, la muerte y el envejecimiento

son tan semejantes en algunos aspectos biológicos que es difícil diferenciar claramente entre

ellos.

2.1.7 El proceso de envejecimiento nadie queda excluido, y con la senilidad se vuelve más

rápidos todos los cambios que con anterioridad se hayan podido manifestar. El

envejecimiento es un proceso lento e irreversible que hace sentir sus efectos incluso en

ausencia de verdaderas enfermedades.

2.1.8 Quizás ancianidad es un término más realista para muchos adultos aún capaces de servir,

contribuyendo a la vida y recibiendo de ella. La tercera edad suele comenzar alrededor de

los sesenta años, o en la época del retiro. Sin embargo, no todos buscan el retiro a esta edad.

Muchos de ellos continúan trabajando como lo hicieron desde su juventud, o bien trabajan

por cuenta propia. El artesano, el comerciante, el escritor, el campesino, el ama de casa y los

profesionistas independientes no tienen fecha para dejar sus actividades sino que las pueden

continuar mientras lo deseen.

2.1.9 Los adultos aceptan la última edad o la rechazan. Los que la rechazan pueden estar

influenciados por su sociedad, orientada hacia la juventud. El aislamiento en que viven

cuando están en un centro de retiro, puede ser perjudicial para el anciano. Pero los adultos

mayores pueden experimentar algo más que un rígido agrupamiento de personas de la

12
misma edad, porque la mayoría de sus actividades se centrarán alrededor de los que

comparten parecida edad e intereses.4

2.1.10 En realidad, éstos son los trabajadores más afortunados; además de que no tienen que

pasar por la “crisis” de la jubilación. Entre ellos se encuentran las personas más activas en

su vejez y a menudo las más longevas. En su trabajo hallan un motivo para no envejecer,

para mantenerse activos, para seguir con su estilo de vida y sentir que “son alguien”, para

participar siempre en la vida. Para estas personas se diría que poco importa cuanto dura la

existencia: lo que cuenta es su calidad.

2.1.11 Podría pensarse que los Einstein, los Verdi, los Miguel Ángel y los Tamayo son tan pocos

que no constituyen más que excepciones esporádicas que nada tienen que ver con el hombre

“normal”: pero esta creencia no es tan cierta si, más que al nivel de la producción,

atendemos a la intensa actividad desarrollada en los años “seniles”.5

2.1.12 Muchas definiciones del envejecimiento son descriptivas más bien que analíticas. Una

describe el envejecimiento como: …un proceso de cambios que envuelve todos los aspectos

del organismo. El término “envejecimiento” se emplea para denotar patrones determinantes

de los cambios de la vida en edad avanzada, cambio que eventualmente muestran todas las

personas aunque en distintos grados y velocidad… El envejecimiento… se define como una

progresión de los cambios del adulto característica de la especie y que debiera ocurrir en

todos los individuos si vivieran lo suficiente.6

4 Norman Wright, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, P. 58

5 Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicologia, 1987, p. 410


6 J.E. Birren, et al., Human Aging: A Biological and Behavioral Study (Bethesda, Md.: U.S.Department of Health, Educational and Welfare, 1963, pp. 150-61. Citado en

Hurlock, Developmental Psychology, p. 778. Citado por A. Elwood, A.F. Harper en Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, E.U.A., p. 320.

13
2.1.13 Existen muy diferentes individualidades dentro del grupo de la tercera edad; tantas como

en cualquier otro grupo. Barron, C. en su libro El envejecimiento de los americanos, ha

descrito a los ancianos como sigue:

a. Existe una «madurez temprana tardía» entre los sesenta y cinco y los setenta años, en la que

se produce generalmente una pequeña fatiga psicológica, una marcada alteración en la

sequedad de la epidermis, un deterioro psicológico, no muy fuerte, sin una retirada de la

comunidad, y alteración de hábitos en sus diferentes necesidades poco marcadas.

b. Existe una «madurez intermedia» entre los setenta y los setenta y cinco años, cuando

generalmente viene una evidente pérdida de energía, que se recupera de tanto en tanto; se

reacciona al tiempo atmosférico y a la participación social. Se pierde flexibilidad, se repiten

los achaques crónicos y aumentan los desórdenes y la fatiga mental.

c. Existe una «madurez tardía» desde los setenta y cinco años en adelante, cuando se presenta

un cuadro general de poca energía, fatiga, aumento de los achaques, que cada uno de los

cuales parece amenazar con ser el último, profundas arrugas en la piel, y una retirada general

de la vida de comunidad y disminución del entusiasmo.

2.1.14 Para el anciano, la vivienda supone un costo elevado, ya sea como mantenimiento o como

fatiga; nadie puede proporcionarle una ayuda constante y, en caso de enfermedad, no hay

quien lo cuide. Por otra parte, el vivir con los hijos crea graves problemas: la vida en común

le quita a todos parte de su libertad; es difícil adaptarse al modo de vivir de los jóvenes y

cambiar las “costumbres” y los ritmos impuestos por la edad; los intereses y los recuerdos

son demasiados distintos. Es arduo entablar una buena comunicación y a veces los nietos

resultan demasiado ruidosos y cansan con sus incesantes juegos.

14
2.2 ¿Por qué envejecemos? Longevidad del hombre primitivo

2.2.1 Moisés atribuye a los patriarcas anteriores al Diluvio una edad superior a los 900 años, no

llegando ningún a 1000, pues el más longevo aparece Matusalén, quien muere a los 969 años,

faltándole casi una generación (40 años) para el número perfecto. Con ello querría resaltar el

Sagrado Texto la caducidad del hombre pecador, expulsado del Paraíso y alejado del árbol de

la vida tras la primera corrupción de la humanidad por el pecado de Adán. Tras la segunda

corrupción de la humanidad, referida en Gen. 6:1ss., y su correspondiente castigo, el Diluvio,

la edad del hombre queda reducida aproximadamente a la mitad (menos de quinientos años).

Después de la tercera corrupción, o sea, la ostentosa edificación de la Torre de Babel y la

consiguiente confusión de las lenguas, la edad del hombre queda de nuevo reducida más o

menos a un tercio de la anterior (Gen 11:17-19 el tremendo salto de Heber a Peleg).

2.2.2 Dos notables excepciones observamos en Génesis 5: la de Enoc que fue arrebatado a los

365 años (curiosamente, los días que tiene un año), sin mención de su muerte, lo cual sería

indecoroso para alguien que “camino con Dios” (Gen. 5:22, 24), o sea, mantuvo siempre una

conducta digna del Dios inmortal; la otra excepción es la de Lamec, el padre de Noé, que vivió

777 años, cifra recortada para no hacerle aparecer como sobreviviente al Diluvio.7

Los datos de la ciencia

2.2.3 Esta es una cuestión que los hombres de ciencia y filósofos de todos los tiempos han estado

investigando e intentando encontrar una repuesta lógica y convincente sin conseguir

encontrarla. Partiendo, pues, de la base hermenéutica de que la Biblia no trata de fijar

científicamente ninguna fecha en cuanto a la edad de la raza humana, el creyente puede dar

7 F. Lacueva, Curso de Formación Teológica Evangélica, El Hombre, su grandeza y su miseria, Tomo III, Libros Clie, 1976, P. 39-40.

15
por buena o probable cualquier, fecha que haya sido convenientemente demostrada, sin ser

demasiado crédulo respecto a fechas todavía hipotéticas.8 La palabra de Dios, la Biblia nos da

una explicación sencilla y completamente lógica del porqué de este fenómeno natural, pero

no irremisible, o irreversible, este proceso degenerativo podría detenerse, o volverse hacia

atrás, si acudiéramos a quien todo lo puede y que tiene el remedio para todos los males, incluso

la muerte. Las Escrituras nos enseñan que la causa de la muerte, del envejecimiento y de las

enfermedades, es el pecado. Tal vez pocos sean los que entiendan el significado correcto de

esta palabra, o le den una interpretación no arbitraria o relativa, lo que algunos consideran

como pecado, no lo es para otros, pero también es muy simple su identificación. Pecado es

todo aquello que se hace y perjudica a alguien, llamémosle también error o injusticia, o de

cualquier otro modo, pero la causa principal y origen de todos los males es nuestra

desobediencia a Dios. Y esto no es solo cuestión de fe, sino también de lógica o raciocinio, si

examinamos imparcialmente estas cosas a la luz de la razón y de la lógica, hallaremos muchas

pruebas verificables en apoyo de este concepto. 12 Así pues, por medio de un solo hombre

entró el pecado en el mundo y trajo consigo la muerte, y así la muerte pasó a todos porque

todos pecaron (Romanos 5:12).9 Lo cierto es que los efectos de ese proceso abarcan tanto a

los aspectos espirituales, físicos como a los psíquicos.

2.3 ¿Cuánto tiempo podemos vivir?

2.3.1 Según The New Encyclopedia Britanica hoy a nadie se le ocurriría pensar que una persona

de 65 años es ya vieja. Sin embargo, hacia el año 1700 se era viejo a los 50, hacia el 1800 a

8 Ibid, p. 39
9 La Biblia Versión Popular, Dios habla hoy, 1979
16
los 60 y principio del siglo XX se era ya un anciano a los 70 o poco después. Actualmente,

a veces dudamos en decir que una persona de 80 años lo sea, pues no es raro que a esta edad

se conserve la alegría, la vivacidad, la serenidad y una gran riqueza de intereses. Nadie es

realmente viejo si sabe “llevar bien” sus años y si acepta tranquilamente la vida.10

2.3.2 La ancianidad la viven hoy en día millones de personas. Cada día es mayor el número de

personas que llegan a la tercera edad; mientras en 1936 el promedio de vida era de 36 años,

en 1990 llegó a los 71 años. En 1966 había dieciocho millones y medio de adultos pasando

de los sesenta y cinco años. Para el 1985 en los Estados Unidos había una población

superior a los sesenta y cinco años de veinticinco millones.11 Según datos del censo 2010 en

Estados Unidos, su población tiene un marcado incremento de adultos mayores, donde los

hombres registran mayoría respecto a las mujeres. Uno de los puntos resaltantes del informe

señala que en la última década, la población entre 45 a 64 años se incrementó en un total de

81,5 millones de personas. Las personas mayores de 65 años también han aumentado con

más rapidez que la mayoría de otros grupos demográficos, con una tasa del 15,1 por ciento,

hasta alcanzar un total de 40,3 millones de personas. Del total de personas contabilizadas

en el censo de 2010, 157 millones son mujeres (50,8 por ciento de la población), y 151,8

millones son hombres (49,2 por ciento).12

2.3.3 Una vida larga ha sido la meta principal desde siglos. Hoy en día lo hemos conseguido; es

una condición que tenemos garantizada y que incluso, a veces, se considera un problema

10 Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicologia, 1987, p. 407


11 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 51.
12 www.rpp.com.pe/2011-05-26-aumenta-envejecimiento-poblacional-

17
social. En una sociedad orientada hacia los jóvenes, los adultos mayores a veces se sienten

como un equipaje excesivo. La sociedad tiende a ocuparse de los ancianos teniendo en

cuenta lo que han sido y lo que han hecho, en lugar de hacerlo teniendo en mente lo que son

hoy y lo que pueden hacer.13

2.4 Estudio realizado

2.4.1 Leaf realizó un estudio en el cual consideraba que los factores psicológicos también

contribuyen a explicar la longevidad. Los ancianos de las regiones que visitó eran

“miembros activos y productivos de su sociedad”; el trabajo agrícola al cual se dedicaban no

preveía ningún tipo de jubilación, e incluso los más viejos eran útiles para desempeñar

muchas labores; además, “la edad avanzada se acompañaba de un rango social de mayor

respeto”.

2.4.2 En contraste con lo anterior, cuando la persona siente que ha perdido su utilidad para la

sociedad sufre un rápido decaimiento, lo cual ocurre muy comúnmente en la nuestra. La

tendencia a trabajar jornadas cada vez más cortas y a jubilarse cada vez más pronto tiene un

efecto devastador en la apacibilidad y la duración de la vida.

2.4.3 En general, los ancianos de las remotas regiones que Leaf visitó aúnan a la intensa

actividad corporal una tranquilidad y un optimismo que no sólo son fruto del aislamiento

sino también de una serenidad interior y una buena salud física.

2.4.4 En efecto, ¿Quién dice que a los 70 años una persona debe amoldarse al papel de un

septuagenario? El sistema que asigna rangos sociales distintos según la edad de la persona

13 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 51.


18
no favorece en modo alguno al anciano no productivo, sino que más bien lo fuerza a serlo, a

sentirse cansado y necesitado de reposo. Aquellas personas que tengan la capacidad de

continuar un trabajo deben permanecer “aferradas” a su actividad, incluso revitalizándola

con ideas nuevas; este es un modo de negar la existencia de la vejez mal entendida, o,

cuando menos, de hacer caso omiso de ella. Nunca debe una persona permanecer ociosa,

sino que debe tener siempre planes interesantes para el futuro.14

Nota: En todos los lugares donde se realizó el estudio se requería un alto nivel de actividad

debido al terreno montañoso, y esta parece ser la principal explicación de la buena condición

física de los habitantes.

Nota: Se sabe que el ejercicio físico aumenta la oxigenación de la sangre, mejora la circulación

en casi todas las partes del cuerpo, incluidos el corazón y el cerebro, y ayuda a eliminar el

exceso de calorías y grasas.

2.5 Términos empleados

2.5.1 Hay varios términos que se emplean frecuentemente en relación con los adultos viejos, que

deben ser definidos.

a. Senectud, que se refiere a la declinación gradual de las capacidades físicas e intelectuales

que se produce hacia el final de la vida, pero tan lentamente que el individuo puede hacer

ajustes compensatorios. La senectud ocurre más temprano en algunos individuos que en

otros. Esta ilustrada por la persona mayor que sabe que su visión nocturna se está

reduciendo y en consecuencia se niega a conducir su automóvil por la noche.

14 Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicologia, 1987, p. 412


19
b. La senilidad, es el fracaso más o menos completo de la estructura física; incluye la

desorganización mental que resulta de que el cerebro reciba menos oxígeno del necesario.

La senilidad está ejemplificada por la confusión mental, la distracción, y la conducta

excéntrica de algunos ancianos.

c. La gerontología se refiere a la ciencia del envejecimiento, ya sea físico o no. El interés

mayor de la gerontología en el área de la personalidad humana ha sido el estudio de los

ancianos y reunir datos acerca de ellos. Tal información es importante para ayudar a

contrarrestar las imágenes estereotipadas que prevalecen, y a proporcionar a los ancianos

toda la seguridad emocional que sea posible en una cultura que exalta la juventud. Los

estereotipos prevalecientes han influido fuertemente sobre el trato que la sociedad da a las

personas ancianas con respecto a alojamiento, empleo y vida familiar.

d. La geriatría es el término que designa el interés psiquiátrico en los problemas fisiológicos y

médicos de los ancianos. Incluye todos los intentos de mejorar la calidad de vida de las

personas ancianas mejorando su salud. “La meta de la geriatría es, por lo tanto, agregar

vida a los años de los ancianos, no simplemente años a sus vidas.”15

2.6 Envejecimiento psicológico

2.6.1 A fin de entender adecuadamente a los ancianos, se ha de reconocer la relación entre el

envejecimiento cronológico, fisiológico y psicológico. Las tres fases del envejecimiento no

son necesariamente continuas y concomitantes. El envejecimiento cronológico avanza

despiadadamente y sin consideración de los otros factores. El envejecimiento fisiológico,

15 J.E. Birren, et al., Human Aging: A Biological and Behavioral Study (Bethesda, Md.: U.S.Department of Health, Educational and Welfare, 1963, pp. 150-61.
Citado en Hurlock, Developmental Psychology, p. 783. Citado por A. Elwood, A.F. Harper en Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, E.U.A., p.
320-21.

20
sin embargo, es afectado en gran parte por la herencia, la salud, la ocupación, y los factores

socioeconómicos.

2.6.2 El envejecimiento psicológico depende del ajuste, el concepto propio y la motivación. Si el

individuo mantiene un interés activo en el mundo, sigue involucrado en relaciones sociales,

se siente necesario, y vive independientemente, se mantendrá joven de espíritu, la jubilación

será un período fructífero en su vida. Por otro lado, si se preocupa por sí mismo, envejecerá

psicológicamente mucho antes de lo que sus años o su condición física lo hagan necesario.16

2.7 Ayudémoslos a vivir mejor

2.7.1 He aquí las sugerencias que Jane Otten y Florence D. Shelley nos proponen para respetar la

autonomía de nuestros ancianos y, al mismo tiempo para estar seguros de que tengan una

existencia serena, llena de incentivos y rodeada de afecto.

2.8 Hay que infundirles ánimo

2.8.1 “En una encuesta realizada hace años, un grupo de ancianos enumeró los factores que

influían en su estado de ánimo. Entre los factores cuyo efecto era positivo se contaban los

siguientes: entretenimientos y diversiones, contactos sociales, actividades productivas,

bienestar físico, seguridad económica, movimiento, salud, energía y voluntad de

sobrevivencia. Las mayores causas de desmoralización eran la dependencia económica y

física, incomodidades materiales, pérdida de las facultades sensoriales, soledad, sentimiento

de inutilidad, inactividad, inmovilidad, pérdida de la memoria, falta de respeto, miedo a la

muerte y, por último, los problemas de los demás.

16 A. Elwood, A.F. Harper en Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, E.U.A., Segunda edición, 1984, p. 321

21
2.8.2 Quizá en ciertos casos no sea posible actuar respecto a alguno de estos factores, pero

siempre es factible hacer algo por alegrar y alentar a nuestros seres queridos. Por ejemplo,

no siempre es conveniente ocultar a los padres los problemas que nos aquejan, pero al

informarles de lo que sucede hay que hacerlos sentir útiles, capaces de tendernos una mano y

de sugerirnos una solución sensata.

2.8.3 Es bueno llevarles periódicos y revistas, fotos, libros y discos. ¿Por qué no invitarlos al

cine o a escuchar un concierto? Si se vive lejos de ellos, una sustanciosa carta a la semana

los animará; otra buena idea puede ser regalarles una grabadora y enviarles cintas en las que

les contemos las últimas novedades. También se les puede animar a que graven la historia

familiar o sus recuerdos más sobresalientes.

2.8.4 Las aficiones que se cultivan en la juventud pueden convertirse después en intereses

cautivantes. Si una madre anciana es feliz tejiendo suéteres para toda la familia, ¿Por qué no

animarla a que nos haga una bufanda? Las actividades del anciano tendrán para él más

sentido si demostramos interés y aprecio por ellas.

2.8.5 Por último, si una madre a sus 78 años se obstina en ponerse de rodillas para lavar el piso

de la cocina, no hay que impedírselo. Si un padre a sus 81 anos se empeña en ir a la esquina,

llueva o truene, para comprarse el periódico, ¿por qué discutir con él? Cuando esa madre

descuide su cocina o cuando ese padre no tenga ya ganas de salir o comprar el periódico,

ello querrá decir que han perdido interés por la vida.”17

17 Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicología, 1987, p. 422


22
2.9 Estereotipo

2.9.1 A menudo las personas de edad avanzada son consideradas maniáticas, infelices, enfermas

mentales, rígidas, incapaces de aprender, e incapacitadas. Debido a los problemas físicos y

al rechazo social, muchos ancianos pueden ser descritos así. Pero muchas otras personas de

edad no encajan para nada en estos estereotipos. Son activas, sociables, felices, aprenden, y

son bien ajustadas desempeñándose muy bien en sociedad.

2.9.2 Una de las trágicas consecuencias de estos estereotipos es alienar a los jóvenes de una

valiosa fuente de habilidades y conocimiento disponible en las personas ancianas. Cuando

se estimula a los jóvenes a comunicarse realmente con los ancianos, hallan que la

experiencia es inmensamente provechosa. También los ancianos gozan al ser focos de

interés.

2.9.3 Tal vez una de las dimensiones más útiles pero inexploradas de la educación cristina sea

iniciar y estimular esta comunicación entre generaciones. Por ejemplo, una clase de niños o

un grupo de jóvenes pude invitar a una persona mayor a participar en la oración con ellos.

2.9.4 Para ser efectiva, la comunicación entre generaciones debe hacerse en el nivel emocional y

de empatía. A veces cuando los jóvenes visitan un hogar de ancianos, pasan rápidamente de

una persona a otra. Un ministerio mayor lo presta el que ve a esas personas ancianas como

individuos a quienes les agrada recordar, compartir ideas, y conocer los puntos de vista de

los jóvenes.18

18 A. Elwood, A.F. Harper en Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, E.U.A., Segunda edición, 1984, p. 322

23
2.10 Características

2.10.1 Los adultos ancianos se caracterizan mejor como una acumulación y extensión de su yo

más joven. Los que eran cooperadores, por lo general siguen siendo simpáticos y

complacientes. Los adultos que eran intratables y rígidos lo son más aún con el correr de los

años. Los individuos que se mantenían al corriente de la marcha de los acontecimientos y

persistían en la ampliación de sus horizontes mentales, normalmente siguen estando alerta

en la ancianidad. Las personas que eran retraídas, egocéntricas y de intereses estrechos

ahora se tornan aún más preocupadas consigo mismas. En tales personas la capacidad de

responder emotivamente y la orientación social disminuyen más rápidamente de lo que

normalmente determinaría su deterioro físico.

2.10.2 A menudo los adultos ancianos están menos interesados en agradar a otras personas de lo

que estaban en años anteriores. La disminución de su inhibición social puede hacer que se

expresen con aspereza y sean insensibles a las opiniones de otros.

2.10.3 Una de las características más fácilmente reconocibles en los adultos muy mayores es su

declive físico. Las personas muy mayores son susceptibles al cáncer, a los problemas

cardiacos, a la artritis, al reumatismo, a las enfermedades cerebrales y del sistema nervioso.

2.10.4 “A continuación una síntesis de los cambios que el psico-geriatra inglés Brice Pitt ha

considerado como más significativos de la vejez:

o Cambios fisiológicos. A este nivel las variaciones más importantes son las siguientes:

─ la vista disminuye; hay dificultad para distinguir con claridad las imágenes y algunas

enfermedades conducen a la ceguera total;

─ el oído se debilita, lo cual lleva al anciano a una forma de aislamiento que lo vuelve fastidioso

y, en ocasiones, suspicaz;
24
─ el olfato se pierde gradualmente y a menudo el anciano no se da cuenta de si algo se está

quemando;

─ el gusto también se pierde paulatinamente, por lo cual a menudo el anciano rechaza los

alimentos, que le parecen insípidos;

─ la dentadura se deteriora considerablemente y el anciano se adapta a las prótesis con

dificultad;

─ el cabello se vuelve blanco, frágil y ralo;

─ la piel se torna seca, rugosa y translucida;

─ las uñas, aunque aumentan de grosor, se vuelven mas frágiles;

─ los huesos pierden calcio y se vuelven frágiles;

─ Los músculos pierden su tono y se debilitan;

─ Las articulaciones se tornan rígidas;

─ El andar se vuelve lento;

─ la escritura es irregular pues falta una buena coordinación entre la mano, los ojos y el cerebro;

─ el peso corporal disminuye

─ la postura corporal es menos erecta, debido a una mayor curvatura de la columna vertebral
─ el aparato urinario lleva, en el caso del varón, a la dificultad de la micción a una hipertrofia

prostática; en la mujer, diversas infecciones provocan incontinencia urinaria;

─ el intestino a menudo se entorpece dando lugar al estreñimiento;

─ los pulmones pierden elasticidad provocando falta de respiración y otras afecciones más

graves, como bronquitis crónica y pulmonía;

─ el corazón funciona con dificultad puesto que falta elasticidad en las arterias, lo cual provoca

hipertensión;

25
o Cambios psíquicos. Por lo que se refiere al estado psicológico, pueden enumerarse varias

de las denominadas “pérdidas”:

─ la memoria disminuye notablemente, sin embargo, el anciano puede recordar sucesos remotos,

incluso con detalles que en apariencia son insignificantes;

─ la inteligencia pierde su vivacidad creativa, aunque se compensa con la experiencia y los

conocimientos acumulados. Los estudios más recientes demuestran que los individuos que

han sido mentalmente activos y que a una edad avanzada siguen siéndolo sufren una menor

declinación intelectual. Además, se ha observado que el ejercicio físico puede influir

positivamente en el rendimiento biológico y en la rapidez de respuesta. Por ejemplo, el

ejercicio programado puede hacer que mejoren las funciones cardiovascular y respiratoria;

así como acelerar los tiempos de reacción; algunas personas de entre 60 y 70 años tienen

tiempo de reacción equiparables a los de personas de entre 20 y 30 años. Estos resultados

han hecho pensar que es erróneo el concepto de que la inteligencia disminuye

irreversiblemente;

─ la participación social se descuida;

─ los hábitos no dejan lugar a las novedades;


─ el temor por la propia salud puede adoptar auténticas formas hipocondriacas;

─ el encerramiento en uno mismo pone de relieve algunos aspectos negativos de la personalidad;

─ el interés por los demás no es muy marcado;

─ el deseo de aprender no resulta estimulante;

─ la función social cambia; el anciano pasa de una etapa productiva a un estado de dependencia;

─ la situación económica en muchos casos significa una merma de los ingresos que obliga a

restringir el modo de vida;

26
─ la salud, ahora minada, lleva a un estado de mayor dependencia;

─ la compañía se merma por la pérdida de parientes, del cónyuge y de los amigos; aún en el seno

de la familia se sufre esta merma pues el anciano no desempeña ya ninguna tarea;

─ la vivienda se vuelve demasiado grande e inadecuada para el anciano solo o para la pareja de

edad avanzada. El mudarse de casa provoca stress aunque el cambio sea ventajoso en sí

mismo. Muchos ancianos aceptan retirare a algún tipo de asilo, pero a menudo no soportan

ciertas reglas. A veces resulta todavía peor la convivencia con las familias de los hijos,

donde los ancianos se suelen sentir como un “estorbo”.

2.10.5 Las personas más jóvenes, especialmente sus propios hijos, a menudo se sorprenden ante

los cambios de personalidad que ocurren a medida que sus padres envejecen. Uno de los

cambios más suaves es que se tornan olvidadizos. En casos extremos, los ancianos

desarrollan una psicosis senil, y franca agresividad y hostilidad. El deterioro de sus

condiciones físicas causa una inversión tal de los rasgos personales que algunos cristianos

parecen proceder de maneras anticristianas. La verdadera explicación tiene una base

biológica. Los vasos sanguíneos del cerebro se endurecen y estrechan. La resultante

disminución de la provisión de oxígeno ocasiona cambios de conducta. Al empeorar las

condiciones, las personas pierden el contacto con la realidad, sus respuestas se tornan

mecánicas, y son incapaces de intervenir en una conversación inteligente.

2.10.6 Los padres ancianos a veces parecen rechazar a sus hijos y expresan su desamor por ellos.

La realidad no es eso. La comprensión ayudará a aislar la ofensa emocional. Los hijos

necesitan entender que debido a esos cambios físicos, sus ancianos padres están

mentalmente incapacitados y, por lo tanto, no son moralmente responsables.

27
2.10.7 Erikson ha llamado a ésta la edad de la integridad del ego versus la desesperación.

Durante este período los adultos contemplan su vida y evalúan sus decisiones. Si sienten

que han hecho las decisiones adecuadas y están satisfechos con ellas, tienen un sentido de

integridad. Si sienten que han perdido algunas áureas oportunidades y sus vidas no están

personalmente realizadas, a menudo se vuelven contra sí mismos.19

2.10.8 Solo en aquel que de alguna manera ha cuidado de las cosas y las personas y se ha

adaptado a los triunfos y fracasos inherentes al ser, el originador de otros o generador de

productos e ideas –solo en él puede madurar gradualmente el fruto de estas severas etapas.-

No conozco para ello una palara mejor que integridad del ego… La falta o pérdida de esta

acrecentada integración del ego está representada por el miedo a la muerte… La

desesperación expresa el sentimiento de que ahora el tiempo es corto, demasiado corto para

intentar comenzar y probar caminos optativos hacia la integridad.20

2.11 Problemas

a. Financieros: Para muchos adultos, la ancianidad es una época de grave presión financiera.

Los problemas de salud exigen una medicación constante, costosas hospitalizaciones y

frecuentes visitas al médico. De modo que los gastos aumentan cuando los ingresos

disminuyen. Algunos hallan sus beneficios de prestaciones sociales demasiado magros para

proporcionarles aun las cosas más necesarias. A no ser que esas personas posean su casa

propia, viven en la pobreza. No pueden sobrevivir sin ayuda económica.

19 A. Elwood, A.F. Harper en Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, E.U.A., Segunda edición, 1984, p. 322-23

20 Erikson, Childhood and Society, pp. 268-69, citado en A. Elwood, A.F. Harper en Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, E.U.A.,
Segunda edición, 1984, p. 323

28
b. Emocionales: Si bien algunos adultos ancianos tienen capacidad para ajustarse al cambio e

interesarse en otros, muchos no la tienen. No encajan en las familias de sus hijos casados.

No pueden vivir solos, y no pueden ajustarse a la regimentación de un hogar de ancianos.

Cuando desarrollan el sentimiento de ser rechazados y de que no se los necesita, aun sus

hijos encuentran difícil hablar con ellos. En consecuencia el mundo de los ancianos

comienza a cerrarse sobre ellos, al desentenderse ellos de él.

c. Aceptación de la muerte: Se están haciendo muchas investigaciones sobre la muerte; cómo

la enfrenta la persona anciana y su impacto en la familia. La inevitabilidad de la muerte

hace de ella “el postrer enemigo” (1Corintios 15:26). Pero la disminución del vigor físico,

la enfermedad, y la muerte de amigos preparan al adulto para aceptar más fácilmente la

muerte.

Declaraciones como “He tenido una buena vida”, “Por fin voy a ver a Jesús”, y “Todos mis

amigos ya se han ido”, son evidencias de resignación. Cada declaración es un intento de

enfrentar la irreversibilidad de la muerte. Cuando mejor se ha ajustado uno a la vida, más fácil

encuentra el aceptar la muerte como parte de la vida. Una fe cristiana vital es el factor

más poderoso en la contemplación de la muerte; la fe nos hace confiar en que la vida más allá es

una extensión de todo lo mejor que ha habido en nuestras vidas aquí.

d. Sociales: A menudo los ancianos afrontan críticos problemas sociales. Sus posiciones de

liderazgo en la iglesia y las ocupaciones son dadas a personas más jóvenes, y ellos se sienten

despojados. Su antiguo círculo de amigos disminuye, amigos y asociados se enferman, van

a vivir en casas de retiro, o mueren.

29
2.11.1 Si el cónyuge muere, se enfrenta con severas crisis. El ajuste a la vida sin su compañero

es extremadamente difícil, especialmente si han dependido mucho el uno del otro. Si

ambos reciben alguna jubilación o pensión, el ingreso se reduce mucho. ¿Volverán a

casarse? Algunos adultos mayores lo hacen y tienen una relación feliz por varios años.

Otros que se casan descubren que no pueden ajustarse a las exigencias del nuevo

compañero, y se separan o se divorcian.

2.11.2 No se pueden negar las grandes dificultades que se plantean en torno a la llamada «tercera

edad» -nunca en la historia humana han existido sociedades con unos porcentajes tan

elevados de personas de más de sesenta y cinco años y esta tendencia va a seguir

agudizando en los próximos años en el mundo occidental y se iniciará pronto en algunos

países del Tercer Mundo-. Los cambios en la estructura familiar, los nuevos roles

femeninos... plantean una serie de situaciones nuevas, cuya solución no es fácil. Pero

también es verdad que unas sociedades que supervaloran la eficiencia, la juventud y el

cultivo del cuerpo, son especialmente insensibles para ponderar los profundos valores de

humanidad y de experiencia presentes en los ancianos, y que es urgente repensar las

actitudes sociales ante esos segmentos cada vez más abundantes en nuestra sociedad, a

los que se tiende a condenar a una «muerte social», con anterioridad a su propia muerte

física.

2.11.3 Con el progreso del mundo, muchos ancianos se sienten más y más alienados de él.

Recuerdan los buenos días antiguos, y se sienten trastornados ante los rápidos cambios

que ven. Se apartan más y más de los contactos sociales, de las personas más jóvenes y

30
de sus propios hijos. Para ellos el grupo de los de su edad constituye la compañía

esencial.21

2.11.4 “No culpemos siempre a la sociedad de que los ancianos no encuentren en qué se

mantengan ocupados. Mientras el cuerpo “aguante”, quien lo desee podrá demostrarse a

sí mismo que es capaz de permanecer activo e incluso de ganarse la vida; que todavía es

indispensable, que aún puede ser independiente y que sabe cómo hacer fructíferos sus

días.

2.11.5 Todo lo anterior no cansa; en cambio, puede constituir un enorme beneficio para la propia

salud física y psíquica… y para los demás.”22

III. EL PERÍODO DE LA JUBILACIÓN

3.1.1 Como si no bastara con los cambios que se observan en el aspecto físico –el cabello que

empieza a encanecer, la respiración que se acelera rápidamente al subir una escalera-, en este

período llega también la jubilación. Para muchas personas este hecho, nuevo en sus vidas,

parece por sí solo implicar decrepitud e inutilidad; no son pocas las que lo resienten como un

suceso francamente traumático, sobre todo quienes no han tenido la preocupación de

preparar a tiempo un “plan de acción “sustitutivo”.

3.1.2 La jubilación no significa reposo, porque éste sólo tiene valor cuando es una pausa que al

interrumpir las actividades permite recuperar energías; el reposo forzado, o el deliberado, no

puede traer consigo más que una falta de estímulos y un cierto desinterés social. El término

de la actividad se acompaña de la falta de responsabilidades y de consideración, la

21 A. Elwood, A.F. Harper en Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, E.U.A., Segunda edición, 1984, p. 319-325
22 Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicologia, 1987, p. 411

31
disminución de los ingresos, el decaimiento de las fuerzas y la consiguiente merma de

resistencia ante las enfermedades; el sentimiento de soledad y de inutilidad, así el fin de las

ambiciones. Parece entonces como si ya no hubiese que hacer, como si no quedase nada por

realizar, lo cual adquiere tintes dramáticos para aquellas personas que se entregaron sin

reservas al trabajo pero sin cultivar algún interés extra-laboral. Es así como uno puede

llegar a sentirse solo, aislado, a veces alejado de la familia… pensando ya en el asilo.

3.1.3 La dinámica de la jubilación es también conocida: de un día al otro el individuo deja de

trabajar, y ese brusco paso de una intensa actividad a un ocio total es de por sí,

absolutamente contrario a las leyes naturales. En seguida le sobrevendrá el pensamiento de

que ya nadie lo necesita, que ya no es útil (o, como antes creía, indispensable) y que su

puesto será ocupado por una fuerza “joven”: así pues, es ya un viejo.

3.1.4 Luego se añade el hecho de que recibirá periódicamente una pensión en vez del salario,

fruto de su esfuerzo de cada día; ahora se le pagará por no hacer nada, así pues, ya es un

viejo.

3.1.5 Además, la pensión es inferior al salario que percibía, y quién sabe si bastará para cubrir las

necesidades de la familia o las suyas propias; todo esto, en el momento en que quizá pueda

necesitar de mayor atención médica.

3.1.6 Y si no consigue subsanar decorosamente todas esas necesidades, siente que ya no es capaz

de ayudar a la familia y que no puede aspirar a ser respetado como persona productiva.

3.1.7 Pero en el fondo no se siente tan viejo; siendo que aún le sobran energías, capacidades que

puede hacer fructificar e ideas que tiene que expresar, pero le falta el valor para orientarse a

alguna otra actividad, para comenzar de nueva cuenta, para organizarse y así aportar algo

32
activamente. ¿Qué hacer? ¡Lo que hay que hacer es adaptarse a otro estilo de vida, adaptarse

a la vejez que lo acosa!

3.1.8 La vejez no llega de repente; lo que llega de repente es darse cuenta de que esa edad existe

también para uno mismo, y esto suele ocurrir precisamente al mismo tiempo que se termina

la actividad laboral. Así, cada pequeño suceso, cada mirada prolongada ante el espejo se

convierten en vivencias tanto más pesadas y duras cuando más vigoroso se siente aún el

individuo.

3.1.9 De todas formas, hay que decir que las reacciones ante la jubilación son muy variadas: hay

quien se abandona al reposo como si al fin hubiera alcanzado la meta; en cambio, hay quien

considera que el término de la actividad laboral representa el regreso a una vida satisfactoria

o una prolongación de la misma; también hay quien se dedica a múltiples tareas tratando de

rechazar el nuevo papel de “viejo jubilado”. Pero asimismo hay personas que, insatisfechas

de la vida, se vuelven agresivas hacia los demás como si así quisieran compensar sus propias

desilusiones, o que, por el contrario, caen en una forma de encerramiento y depresión

guardando en silencio sus amarguras.

3.1.10 Según un estudio, las personas bien adaptadas a su jubilación se dividen en tres categorías:

a. Los individuos “maduros”, es decir, los que ya se han adaptado a su situación como

ancianos (no hay que temerle a esta palabra, que no es un sinónimo de “decrépito”), libres

de frustraciones y que saben hallar un continuo gozo en las actividades sociales y en las

relaciones personales pues consideran que su vida pasada ha sido totalmente satisfactoria.

b. Los individuos “de mecedora”, positivos por naturaleza y que están satisfechos con la

idea de no tener ya más responsabilidades, contentos porque la vida transcurre sin

necesidad de que ellos intervengan directamente.


33
c. Los individuos “blindados”, es decir, aquellos que se dedican a una serie de actividades

para vencer la ansiedad y la tensión y para combatir la inevitable declinación.

3.1.11 Entre las personas mal adaptadas a la jubilación se hallan los siguientes tipos:

a. Los decepcionados “exteriores” , que están molestos por lo que no pudieron lograr y algo

amargados por lo que ha sido para ellos la vida, que consideran como bastante vacía. A

menudo se muestran agresivos hacia los demás, a quienes casi consideran como culpables de

lo que les sucede;

b. Los decepcionados “interiores”, que, a diferencia de los precedentes, guardan para sí mismos

su resentimiento y caen en un marcado estado depresivo.

3.1.12 Pero, ¿quién dice que al llegar la jubilación se acaba la vida? ¿No sería mejor prepararse

a tiempo para ese momento? Es cierto que cada anciano tiene la vida que se preparó el

mismo, aunque en todos existe el deseo de participar activamente en el mundo exterior; a

esta edad no es ya posible improvisar un nuevo modo de vivir; hay que prepararlo en el

transcurso de toda la existencia. Es sabido que en nuestra sociedad la actividad del anciano

no es generalmente productiva, no contribuye a la economía y por consiguiente se tiende a

considerarlo como un peso al que de todos modos hay que atender, pero si el anciano se

apoca ante esta forma de distanciamiento, quedará cada vez más aislado y precipitará su

desapego a la vida. En cambio, quienes comprenden que la vejez es la consecuencia natural

de toda la existencia pasada y que debe aceptarse como una evolución necesaria, no sentirán

que ya han vivido “más de la cuenta”, sino que se sentirán realmente vivos y capaces de

hacer todavía muchas cosas y de redondear otras tantas.

34
3.1.13 La felicidad también existe para quienes ya se han jubilado: quien ha tenido en su vida

muchos y variados intereses encontrará infinitas ocasiones de mantenerse ocupado; quien en

el pasado ha tenido alguna afición podrá ahora dedicarse a ella sin restricciones; quien

siempre ha gustado de estar activo puede hacerlo ahora sin tener que preocuparse por

obligaciones profesionales; quien ha tenido ambiciones de “plenitud humana” puede ahora

colmarlas, no sólo en el campo intelectual sino también el terreno artístico, en el espiritual y

en el práctico. Es decir, llegar a la jubilación no significa tener cosas nuevas sino descubrir

o redescubrir aspectos de uno mismo o habilidades que habían permanecido en la sombra o

aplastadas por el peso del trabajo desempeñado durante toda una vida.

3.1.14 Así pues, no se trata de reaccionar ante la jubilación como si fuera una catástrofe que

sobreviene de improviso; de lo que se trata es de actuar, de proseguir la vida conforme al

ritmo que el organismo permite. La realidad de la existencia obliga a pasar por algunas

privaciones y sufrimientos, y es verdad que cuanto más exitosos haya sido la edad madura,

tanto más doloroso puede ser el contraste y tanto más lacerantes pueden ser las limitaciones

de la edad avanzada. Sin embargo, el ciclo de trabajo que concluye no es un adversario al

que hay que retar, sino un destino que no es posible vencer y que nos alcanza a todos, sin

distinciones, es pues inútil volver el rostro hacia el pasado añorando los éxitos y achacando

los fracasos a la injusticia de la vida.

3.1.15 Es necesario ser consistentes: la jubilación no debe hacer olvidar todo lo que uno ha dado

y cosechado. No cabe duda que el término de la actividad laboral es un acontecimiento

importante que provoca notables repercusiones psicológicas. Se necesita no caer en

reacciones inadecuadas. Si debe recordarse que el reposo tan anhelado se transforma muy

35
pronto en aburrimiento, mientras que prolongar el trabajo, sea cual fuere su índole, es

saludable y ayuda a no envejecer demasiado deprisa.

3.1.16 Este cambio de vida no debe servir de excusa a pretensiones, a deseos absurdos, a una

constante conmiseración. Al caer en estos errores nos hacemos insoportables para los

demás, nos faltamos al respeto nosotros mismos y nos volvemos injustos para con lo que

hemos sido. Vivamos intensamente este periodo de la vida, avanzando con paso firme y sin

inculpar a nadie por los 20 años que ya no tenemos, satisfechos por lo que hayamos logrado

hacer, sin que importe si ha sido poco o mucho, y por lo que aún lograremos con tal de que

realmente lo queramos.23

3.2 Reajustes para los adultos de la tercera edad

3.2.1 Según los estudios realizados por varios expertos, hay dos tipos de tendencias que

respectivamente caracterizan las etapas comprendidas entre la juventud y el comienzo de la

edad madura, y entre la última fase de ésta y la vejez.

3.2.2 La primera tendencia es “centrífuga”, es decir, impulsa al individuo hacia el mundo externo,

hacia las relaciones sociales que le permiten desempeñar nuevas funciones y responder a las

exigencias del trabajo, la familia y la comunidad; luego, en los años maduros, se alcanza un

cierto equilibrio cuando el impulso de avanzar se nivela con lo que ya se ha logrado obtener

satisfactoriamente.

3.2.3 En cambio, la segunda tendencia es “centrípeta”; es decir, en los años que van de la última

fase de la madurez a la vejez el individuo tiende a orientar su atención más hacia sí mismo

que hacia el mundo externo: poco a poco se vuelve más rígido, menos adaptable a los

cambios, más intolerante y más desapegado respecto a las presiones del ambiente social;

36
también comienza a preocuparse más que antes por los problemas de salud y se vuelve más

introvertido.

3.2.4 Durante todo el ciclo de vida hay algunos factores de la personalidad que permanecen

constantes mientras que otros se modifican. Según Bernice L. Neugarten y Robert

Havighurst, los factores que permanecen constantes forman parte del estilo personal de

comportamiento o bien son aquellos que determinan el sentido de consumación y de

satisfacción en la vida. En la práctica, el anciano mantiene su propio “estilo” y revela la

estructura de su personalidad de un modo muy evidente.

3.2.5 Entre los factores que sí se modifican al paso de los años se cuentan aquellos que conducen

a la introversión y a la introspección: los ancianos tienden en mayor medida a responder a

estímulos internos, a evitar situaciones que los obligarían a participar emocionalmente y a

dejar de lado riesgos y retos; afrontan situaciones en forma pasiva porque están

concentrados en si mismos y en sus propios problemas.

3.2.6 Podría pensarse que de esta manera el anciano procura proteger su vida que comienza a

declinar afectada por inevitables modificaciones fisiológicas debidas a la edad; pero también

podría considerarse, como señala el psicólogo Jack Botwinick, que la sociedad misma es la

que lo margina y lo induce a la introspección. Ambos modos de ver la situación no hacen

sino revelar que se trata de un círculo vicioso y confirman la complejidad de los factores que

intervienen en la personalidad del anciano. Sea como fuere, cabe recordar que las personas

activas se sienten más satisfechas en su vejez que las que se abandonan al peso de los años;

aunque tales personas sufren algunas variaciones en la personalidad, que las llevan a un

37
cierto grado de introversión y de desapego social, su satisfacción las estimula a seguir

manteniéndose activas.23

3.2.7 En esta época, los adultos tienen que sufrir varios reajustes. Una buena comprensión de

estos reajustes ayudará a ministrar a los ancianos con más efectividad.

3.3 Reajustes físicos

3.3.1 Los ancianos viven más del recuerdo del pasado y poco o nada atienden al futuro; en espera

de la muerte, ya no se abren a las expectativas de cambios y de renovación de la sociedad y

de la historia; cuando se aferran a su modo de pensar, costumbres, puestos, a veces se

imponen e impiden la renovación de la vida.

3.3.2 La Iglesia siempre ha ejercido acciones asistenciales en favor de los ancianos, pero falta

una atención más integral. Falta también una educación continua que prepare a todas las

personas a la vejez, así como a los niños y jóvenes para amar y respetar a los ancianos.

3.3.3 Es alentadora la importancia que van cobrando algunas experiencias de atención no sólo a

los ancianos sino también a las personas de la tercera edad: retiros, ejercicios, visitas

domiciliarias, diversas formas de asistencia y promoción, entre las que resaltan por su

novedad aquellas que se dan dentro del mismo ambiente comunitario.

3.3.4 Incluso con sus limitaciones dentro de la sociedad y de la Iglesia, los ancianos pueden

participar provechosamente en trabajos de asesoría y de presencia activa en las comunidades

y muy propicia para ser promocionada y dinamizada, brindándoles la posibilidad de vivir

mejor; sin embargo, todavía muchas personas -y la feligresía en general- no descubren la

23 Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicología, 1987. P. 419-420


38
gran valía de los ancianos, de modo que permanecen en una situación de descuido hacia

ellos.

3.3.5 Muchas personas de la tercera edad son feligreses muy activos en sus congregaciones;

participan principalmente en la animación de centros de oración. Los asilos y casas de

cuidado son insuficientes y no siempre son la solución adecuada para todos los casos. Ante

este panorama, el anciano puede decidir con entera libertad su ingreso al tipo de asilo que

juzgue más adecuado a sus necesidades, gustos y posibilidades; ahí podrá charlar con

personas de su misma edad que de verdad comprendan el placer de vivir de los recuerdos, y

podrá alejarse de muchas cosas cotidianas que para él, a su edad, ya no ofrecen ningún

interés.

3.3.6 Es claro que si la decisión se toma a conciencia y con sensatez, no acarreará mayores

trastornos: el anciano ingresará al tipo de asilo que se ajuste a el mismo, se adaptará al nuevo

ambiente, a las personas que ahí habitan y, naturalmente, también a las inevitables reglas

que tendrá que respetar.

3.3.7 Muy distinto es el modo en que vivirá esta nueva situación quien perciba que los parientes

ya no lo aceptan y que se le elimina “como un trasto viejo”. En este caso, no hallará ningún

motivo para adaptarse al ambiente y a menudo caerá en una peligrosa forma de depresión

aguda. Según los estudios del psicólogo estadounidense Robert Kastenbaum, después de un

par de meses de haber ingresado al asilo muere un gran número de personas, e incluso el

cambio de un asilo a otro provoca un aumento de la mortalidad, sobre todo en el caso de los

ancianos deprimidos o ansiosos. 24

24 Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicologia, 1987, p. 148


39
a. La independencia se pierde inevitablemente al avanzar la edad. El hecho de depender de los

demás es algo que el anciano niega o que le provoca ansiedad; en el primer caso, rechaza toda

ayuda rotundamente, y en el segundo, la solicita con insistencia aunque en realidad no la

necesite;

b. La vida. La muerte es inevitable y nos alcanza a todos; para el anciano, esa palabra se

convierte en un tabú. Algunas personas de edad avanzada se aferran a la vida con tanta

vehemencia que es fácil suponer cuán grande es el miedo que sienten de perderla.

3.3.8 Todas estas pérdidas contribuyen a modificar la personalidad del anciano y lo preparan

lentamente (y a veces con una gran serenidad) para el final de la existencia. En ocasiones

olvidamos que todos habremos de sufrir tales pérdidas y nos volvemos intolerantes para con

los ancianos, con lo cual pretendemos “alejar” la idea de nuestra propia vejez.”26

3.3.9 Algunas personas pintan un cuadro muy tétrico de los ancianos, asegurando que un 80 por

ciento de los adultos que pasan de los sesenta y cinco años padecen una o más enfermedades

crónicas. La Cruz Roja americana, sin embargo, piensa que mucha gente mayor se ve

afectada relativamente poco por las enfermedades crónicas que se relacionan con la vejez.

La mayoría de los individuos llegan confiadamente a la tercera edad manteniendo buena

salud, lucidez e interés por la vida hasta el final.26

3.3.10 La actitud que una persona lleva consigo la edad madura, es el sostén definido que le

ayudará a ajustarse a los cambios y enfermedades que le son inevitables. Sin una franca

aceptación de esta nueva faceta de la vida, el desaliento, la desesperanza, la soledad, los

25.
Selecciones del Reader’s Digest, Vida y Psicología, 1987, p. 420-21
26
Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 53.
40
sentimientos de inutilidad, de sentirse una carga, la amargura, el dolor y los temores serán

probablemente mucho más intensos.

3.3.11 Algunos podrían pensar que porque debido a estos problemas físicos los ancianos carecen

de agilidad, necesitan separarse de las actividades que se llevan a cabo en los grupos para

adultos de la tercera edad. A despecho de los problemas físicos, los adultos mayores pueden

formar uno de los grupos más activos de la iglesia debido a la cantidad de tiempo libre de

que disponen. Una iglesia local ofrece de tres a cinco actividades a la semana para los

adultos mayores, que van desde los estudios bíblicos en el templo, células en las casas en los

que se incluye merienda, y grupos de oración, servicio de sociedades, salidas a otras

congregaciones y confraternidad familiar de recreo o talleres de educación. Muchos adultos

de fuera de la iglesia asisten a estas actividades porque ellos les invitan. La mayoría de los

ancianos se obsesionan con sus enfermedades y se inmovilizan. Actividades como las que

hemos mencionado arriba, sin embargo, contribuyen eficazmente a mejorar su salud física y

espiritual.

3.4 Reajuste al retiro

3.4.1 El trabajo y profesión de una persona es muy importante para esta; dirige mucha de su

energía y creatividad hacia su trabajo.

3.4.2 El retiro cambia el cuadro social de una persona. El cambio de activo a retirado puede

crear un enorme vacío en la vida de esa persona, salvo en el caso de que se haya preparado

cuidadosamente para el cambio. Cuando ya no se tiene un trabajo obligatorio, uno se

41
resiente de no seguir contribuyendo a la sociedad, se pierde el sentido de la propia estima

con la idea de que uno esta simplemente retirado. Su propia estima puede sufrir en gran

manera durante este reajuste.

3.4.3 Hacemos énfasis una vez más en que la actitud hacia la ancianidad y el retiro y el saber

reajustarse a ello forman las bases para un término positivo de los años que quedan. Un

programa extensivo de la iglesia incluyendo la clase de escuela dominical puede conseguir

que estos adultos centren sus vidas alrededor de la iglesia.

IV. EL MINISTERIO DE LA IGLESIA CON LOS ADULTOS DE TERCERA EDAD

4.1.1 El contexto en el cual se imparte la educación cristiana es importante. Debemos ver éste no

solo considerando los acontecimientos sociales, políticos y económicos, sino también la

situación existencial de las personas, sus experiencias y entendimientos de la fe.

4.1.2 Se hace necesario que la educación cristiana que se imparte en la iglesia haga posible que el

mensaje de Jesús se transmita de una manera clara y pertinente. Se requiere que se

examine cuidadosamente el contexto estableciendo un diálogo con él. La educación

cristiana debe tener como una de sus prioridades el ofrecer respuestas concretas a los

interrogantes que lanza la sociedad.

4.1.3 Debe reconocerse que, en el conjunto de la historia de la Iglesia, se difumina en los escritos

eclesiales aquella primera valoración bíblica de los ancianos para insistir en las

exigencias de caridad y de beneficencia existentes hacia ellos. Es significativo que, en el

último siglo y dentro de la enseñanza social de la Iglesia, se dé poco relieve específico a

los problemas de la ancianidad. A la hora de espigar textos sobre los ancianos hay que

referirse con frecuencia a breves alusiones o a aplicarles los textos generales en que se
42
critican las injusticias sobre grupos sociales más desprotegidos. Pero se echa en alta el

gran documento en que la Iglesia reflexione con mayor amplitud sobre la ancianidad en

un mundo en que porcentajes crecientes de personas están entrando en esa etapa de la

vida. Consideramos que algo similar debería realizarse en el tema que nos ocupa. No se

puede negar que en la enseñanza de la iglesia contemporánea existen importantes

intuiciones y pistas de acción, pero pueden dejar la impresión de ser excesivamente

genéricas y de constituir declaraciones de buena voluntad, de indiscutible consistencia

evangélica y cristiana, pero difícilmente operativas y aplicables a las situaciones

concretas en que hoy se desarrolla la vida de las personas ancianas.25

4.1.4 La iglesia que sienta la compasión de Cristo por todas las personas no descuidara a los

ancianos. Aunque estos no pueden contribuir financieramente tanto como los adultos

jóvenes y medios, merecen su parte de atención. Muchos de ellos se han sacrificado, han

trabajado y testificado en años pasados para hacer posible que la organización sobreviviera y

llegara a ser la iglesia fuerte y pudiente del presente. La gratitud cristiana no olvidará la

inversión de estos adultos ancianos. Un efectivo programa de educación cristina servirá a

sus necesidades especiales.

4.2. Los ancianos en el mundo de la Biblia

4.2.1 Es de sobra conocida la gran valoración de los ancianos en la cultura judía 1. Ante todo

debe partirse del hecho de que el vocablo hebreo zenequim designa con frecuencia, tanto a las

personas de edad avanzada, como a las que por su prudencia y experiencia están capacitadas para

25 Javier Gafo, Etica y ancianidad, Publicaciones de la Universidad Pontificia de Comillas, 1995 (pag. 109-119

43
desempeñar funciones públicas. Este mismo significado ambiguo lo posee el término griego de

presbyteroi.

4.2.2 En las épocas patriarcales y mosaica los ancianos tienen un lugar dominante en la vida

familiar de la que forman parte varias generaciones y esta función se reproduce en los

ámbitos el clan o agrupación de familias. Se les consideraba portadores del espíritu divino y

tenían un gran poder como guías del pueblo. Los escritos de la época de los patriarcas

reflejan la alta valoración de la ancianidad y el respeto que les es debido. Esta función

protagonista se refleja en la época mosaica, en la larga peregrinación por el desierto hacia la

tierra prometida.

4.2.3 En la época de los jueces de Israel se mantiene el ejercicio de autoridad de los ancianos. Al

institucionalizarse el poder político con la monarquía se institucionaliza igualmente la

función de los ancianos como consejeros y tienen un papel muy determinante en la vida

municipal. En la época del destierro a Babilonia se rompe el tejido social del pueblo judío,

pero los ancianos continúan ejerciendo una influencia importante en la vida del cautiverio.

Con la vuelta de la deportación, se mantiene la importante función social de los ancianos en

la reorganización del pueblo. Pero ya se constata una evolución del término zenequim, que

no sólo designa a los ancianos, sino también a hombres de edad madura que participan en la

vida pública.

44
4.2.4 Esta misma concepción se mantiene en la organización judía de la sinagoga, presidida por

un colegio de ancianos que forman también parte del sanedrín, junto con los sacerdotes y

doctores de la ley. Ello llevará en la Iglesia naciente a la institución de los presbyteroi que,

mediante la imposición de las manos, colaboran con los apóstoles en la evangelización y en

la vida eclesial, convirtiéndose en los responsables del gobierno de la comunidad. En las

primeras comunidades los términos presbyteroi y presbyterion (asamblea de ancianos)

designan, tanto a personas ancianas, como a los que comparten con los apóstoles la

responsabilidad de la vida eclesial.

4.2.5 En los numerosos textos del Antiguo Testamento que hacen referencia a los ancianos se

refleja la actitud bíblica sobre esta fase final de la existencia. En primer lugar y con

frecuencia se habla de los ancianos como de aquellos cuyas fuerzas se debilitan y que se

encuentran en los umbrales de la muerte, pero se presenta a este último hecho, no desde

perspectivas dramáticas, sino como un acontecimiento natural que significa la culminación

de la vida. Al mismo tiempo son numerosos los textos que exhortan al respeto de los

ancianos. Otro rasgo importante del pensamiento bíblico, equiparable al existente en los

pueblos primitivos, es la alabanza de la sabiduría existente en los ancianos y su gran

importancia en la transmisión de la fe.

4.2.6 El acontecimiento de la presentación en el templo (cf. Lc 2:41-50) nos pone ante encuentro

de generaciones: los niños y los ancianos. El niño que se asoma a la vida, asumiendo y

cumpliendo la Ley, y los ancianos, que la festejan con el gozo del Espíritu Santo. Niños y

ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia,

los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de sus vidas.

4.3 ¿Qué dice la Biblia sobre las personas de la tercera edad?


45
• Se debe honrar a las personas ancianas. Está en la Biblia, Levítico 19:32, "Delante de las

canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor".

• Las personas ancianas deben ser tratadas con respeto. Está en la Biblia, 1 Timoteo 5:1-2,

"No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre... a las ancianas, como a madres".

• Los ancianos deben ser valorados por su experiencia. Está en la Biblia, Proverbios 20:29,

"La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos es su vejez".

• Los jóvenes pueden aprender lecciones valiosas de los ancianos. Está en la Biblia, Salmo

71:18, "Aun en la vejez y las canas, Oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder

a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir".

• Hay consejo para las personas de tercera edad. Está en la Biblia, Tito 2:2-5, "Que los

ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las

ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino,

maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a

ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la

palabra de Dios no sea blasfemada".26

4.4 Criterios

• "Hijo, cuida de tu padre en la vejez, y en su vida no le causes tristeza. Aunque haya perdido

la cabeza, sé indulgente, no lo desprecies en la plenitud de tu vigor" (Si 3, 12-13).

• "Corona de los ancianos es la mucha experiencia; su orgullo es el temor de Dios" (Si 25, 5).

"Al anciano no lo reprendas con dureza, sino exhórtalo como a un padre; a las ancianas,

como a madres" (1 Tim 5, 1).

26 BibleInfo
46
• "Todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de

una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo" (Mt 13, 52).

• La Iglesia ha de estimular a todos a descubrir y estimar la colaboración que el anciano puede

ofrecer a la sociedad, a la familia y a la misma Iglesia (Juan Pablo II).

• El anciano es testigo de la tradición de fe, maestro de vida y agente de caridad (ChL 48).

• Es necesario que la acción pastoral de la Iglesia estimule a todos a descubrir y a valorar los

cometidos de los ancianos en la comunidad civil y eclesial, y en particular en la familia (FC

27).

• El acrecentado número de personas ancianas y la cesación anticipada de la actividad

profesional y laboral abren un espacio nuevo a la tarea apostólica de los ancianos (ChL 48).

• La ancianidad -como dice el Papa acerca de la enfermedad- consigue que el hombre caiga de

su pedestal y se descubra tal como es: pobre, desvalido, necesitado de la ayuda de Dios (Cfr.

Juan Pablo II. Villahermosa, Tab. N° 408).

4.5 La tradición cristiana occidental

4.5.1 En los primeros siglos del cristianismo el tema de los ancianos no interesa especialmente a

los primeros escritores de la naciente Iglesia. Las alusiones a los ancianos tienen varias

veces un significado simbólico, pero dejando de lado su dimensión humana concreta. Así S.

Agustín relaciona los siete días de la creación con las siete edades de la vida. Ese mismo

esquema, que, como afirma Diego Gracia en este mismo libro, procede de la cultura griega,

lo recoge S. Isidoro, que sitúa el inicio de la vejez a los setenta años. S. Gregorio Magno

pone también en relación el envejecimiento del mundo con el que acontece en la ancianidad.

Existe, por tanto, un insuficiente interés por el anciano en concreto.

47
4.5.2 En oposición a los paganos, autores como Lactancio o S. Juan Crisóstomo critican a

aquéllos su miedo e envejecer. Al mismo tiempo y en la línea de la tradición bíblica, se

sigue ensalzando la sabiduría existente en los ancianos. Pero también y en la misma

orientación simbólica, antes indicada, se recurre a la imagen del anciano como símbolo del

pecado: el viejo se convierte en paradigma del pecador necesitado de penitencia y

conversión. Así lo hace S. Juan Crisóstomo y S. Agustín, para el que dos rasgos tan

característicos del viejo, como las canas y las arrugas, expresan, simbólica y

respectivamente, la sabiduría y el pecado. Igualmente y en relación con la visión griega de la

ancianidad y la enfermedad, los rasgos físicos asociados con la vejez reciben una valoración

negativa.

4.5.3 La misma mentalidad griega lleva a la concepción de la ancianidad como maldición y

castigo, en contraposición con la juventud. Para S. Efrén, «Adán era eternamente joven» y el

paraíso era un lugar de eterna juventud. Tomas de Aquino presentará a la decadencia física y

a la muerte como consecuencia de la destrucción de la justicia original.

4.5.4 Hay además otro aspecto negativo. En los autores cristianos predomina una visión moral

negativa de los ancianos. S. Juan Crisóstomo es especialmente duro y crítico con los

ancianos: «La vejez tiene algunos vicios que no tiene la juventud. Es perezosa, lenta,

olvidadiza, tiene los sentidos embotados.» S. Agustín afirma positivamente que el paso de

los años debilita las pasiones, pero también subraya que esos sentimientos bajos siguen

presentes en el corazón de los viejos. Los manuales de confesores afirman que los ancianos

que se entregan a una vida licenciosa deben ser juzgados más duramente que los jóvenes, a

los que les excusa el ardor de la juventud. Dentro de este cuadro negativo es excepción S.

48
Gregorio Magno: «Me han presentado a un pobre anciano y he sentido debilidad por la

conversación de los ancianos.»

4.5.5 El Papa reformador apelaba con frecuencia al testimonio de clérigos viejos y éstos suelen

ocupar un lugar central en las historias que presenta. Tampoco es muy positiva la

presentación de los ancianos en las primeras reglas monásticas. La de S. Benito tiende a

equiparar a los ancianos con los niños y no concede a los años privilegios para el gobierno

de la vida monástica. La regla cisterciense dará a los ancianos el papel de guías de la

juventud y les recuerda que la verdadera vejez es la sabiduría. La vuelta a la cultura

grecorromana, que tuvo lugar con el Renacimiento, repercute en una acentuación de lo

negativo de la ancianidad en contraposición con la juventud y la belleza. Autores como

Maquiavelo y Francis Bacon subrayarán las consecuencias negativas de los ancianos en la

vida política.

4.5.6 La cultura barroca cristiana afirma que la felicidad y la perfección del hombre no se

encuentran en este mundo, sino que esta vida es tránsito para la definitiva, y va a mantener

una actitud peyorativa respecto de los viejos. La Ilustración da un gran relieve a la

educación moral y a la instrucción de los niños, acompañado de un desinterés social por los

ancianos. En este sucinto recorrido deben necesariamente citarse las grandes acciones de las

instituciones religiosas al servicio de los necesitados y de los ancianos, con especial

referencia a S. Vicente de Paul y al gran número de congregaciones religiosas femeninas

surgidas durante el siglo XIX con una específica dedicación al mundo de los ancianos.

4.6 La iglesia, los adultos de la tercera edad y su comunidad

4.6.1 La iglesia es llamada a ser levadura en la comunidad cristiana y en la sociedad en general.

Esto quiere decir que la iglesia hará todo lo posible por ganar a otros para Cristo por medio
49
de la enseñanza evangelizadora y de actividades de ésta donde está ubicada. También debe

ejercer toda su influencia posible en el medio para que la población de adultos de la tercera

edad sea moldeada más y más de acuerdo con el mensaje del evangelio. Esto abarca el

extender el amor, la justicia y la paz a todo individuo posible.

4.6.2 Hablando de la comunidad cristiana, los adultos mayores se pueden dividir entre los

creyentes y los que no lo son. El último grupo es el mayor, y además, están tristemente

endurecidos. Una eternidad sin Cristo es una terrible perspectiva para esta clase de gente.

4.7 Oportunidades de servicio

4.7.1 Las personas mayores necesitan sentirse queridas y necesitadas. Los programas de

educación cristiana debieran hacer uso de su riqueza de experiencia y habilidades. Algunas

mujeres mayores dedican una tarde por semana a ayudar en el cuido de niños de la iglesia;

las madres jóvenes dejan sus niños pequeños a su cuidado mientras ellas van de compras o

trabajan. Se han organizado células de “ayuda a otros” con matrimonios que visitan a otros

ancianos, oran con ellos, y proporcionan la necesaria atención y ayuda. A menudo hombres

y mujeres jubilados ayudan en el mantenimiento de la iglesia, en proyectos de construcción

o como ujieres o colaboradores en el comité de programación y otros.

4.7.2 En la estructuración de las clases de adultos mayores en la escuela dominical debieran

observarse sus deseos. En algunos casos hombres y mujeres quieren reunirse juntos; en

otros, prefieren una clase para hombres y una para mujeres. Si se reúnen por separado, por

lo general el maestro ha de ser del mismo sexo de los componentes de la clase. Esta

preferencia a veces se debe al efecto del envejecimiento en el oído. Los hombres mayores

tienen dificultad para oír las voces agudas; a las mujeres mayores les resulta difícil oír las

voces graves.

50
4.7.3 Los materiales de estudio y la Biblia debieran tener caracteres grandes. La escritura en el

pizarrón debe hacerse en letras grandes y fuertes. A los ancianos les agrada que los

maestros sean tranquilos y no se muevan mucho mientras enseñan. Las aulas para estas

personas mayores deben tener mucha luz.

4.7.4 En esta edad no es apropiada la presión para aprender nuevos hechos y memorizar. En

cambio, debiera darse amplia oportunidad para que la clase discuta la lección. La

exploración de conceptos y la prueba de ideas pueden generar calurosas discusiones porque

estos ancianos ciudadanos tienen fuertes ideas sobre lo correcto de sus opiniones. Así, pues,

la enseñanza de las personas mayores exigirá conducir las discusiones a un pensamiento

productivo.27

4.7.5 Los adultos cristianos retirados desean aprovechar todo el tiempo que les queda. Disponen

de tiempo libre y podrían gastar todas las energías que les restan hablando de Cristo a los

miembros de otro grupo; pueden reunirse en su casa para oración sistemática; pueden

estudiar la Palabra de Dios con tanta profundidad como jamás lo hicieran antes.

4.7.6 En sus días de más actividad no pudieron probablemente aprovechar todas las

oportunidades que se les ofrecieron; ahora es diferente, pero sus músculos espirituales están

flácidos debido el desuso. El maestro de la escuela dominical de este grupo necesitará más

tiempo que los demás maestros para guiar a estos cristianos retirados a caminos de servicio,

en los que su tiempo libre y dinero, su rica experiencia y sus deseos de hacerlo mejor al

final, de lo que hicieron en edad más joven, pueden redundar todavía en una abundante

cosecha otoñal.

27 A. Elwood Sanner, A.F. Harper, Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, Segunda edición, 1984, p. 325-26

51
4.7.7 Un equilibrio de estudio (los adultos mayores también pueden aprender), recreación y

servicio a los demás, satisfará las necesidades de los adultos de sentir verdadera satisfacción.

4.8 El papel de la iglesia en una comunidad convulsionada

4.8.1 La iglesia está en un lugar crítico y estratégico. Es crítico porque es un lugar de peligro.

Puede ser criticada por cualquier persona debido a su predicación o enseñanza, porque

siempre las personas van a tener criterios distintos sobre cualquier tema. Pero es también

una buena oportunidad porque puede utilizar su influencia para hacer mucho bien. Si la

iglesia está segura que Dios le está guiando en su proyecto, entonces puede luchar con todo

el corazón, confiando en la presencia de Dios para bendecirla. A la vez esto inspira a otros

para que la sigan. Para poder hacer esto, la iglesia tiene que seguir los siguientes pasos:

4.9 La iglesia debe informarse bien

4.9.1 Muchas decisiones se toman sin la información suficiente para poder tomarlas con toda

sabiduría. No se decide involucrarse en un proyecto hasta saber cuál es la situación o

problema, las posibilidades de complicaciones durante o después del proyecto, y todos los

demás factores que pueden afectar el bienestar de las personas. A veces la iglesia decide

entrar en la participación de un proyecto sin saber todo lo que tal participación encierra.

Cuando ya está en la marcha, se da cuenta de que no es como pensaba. Por eso es bueno

informarse sobre todo proyecto de otras organizaciones que piden su colaboración.

4.9.2 La iglesia debe interesarse en lo que está pasando en su comunidad y estar al tanto de todos

los movimientos positivos y negativos. Especialmente tiene que estar bien informada en

cuanto a las circunstancias en la ciudad o el barrio donde está ubicada. Muchas veces la

iglesia es invitada a participar en programas, y tiene que estar segura de que tal participación

no comprometa su testimonio.

52
4.10 El maestro debe concentrarse en individuos

4.10.1 Es un lamentable fracaso que un maestro de Escuela Dominical sienta que su

responsabilidad se limita a cincuenta minutos del día domingo. Para estos maestros, enseñar

significa completar el trimestre. La meta es hacer que la palabra de Dios sea viva y

pertinente en la vida de los alumnos. Los buenos maestros de la Escuela Dominical se

preocupa con un solo estudiante que no está respondiendo.

4.10.2 La pauta de éxito de los maestros de Escuela Dominical no es el que hayan completado

todas las lecciones del libro. Más bien es el grado de progreso espiritual en la vida de sus

alumnos. Los maestros no enseñan a una clase; enseñan a individuos.

4.10.3 La Escuela dominical debe ayudar a los adultos mayores a madurar en la fe, a

comprender más claramente las demandas de esa fe y a que pongan en práctica lo que han

aprendido. La Escuela dominical se debe centrar además de otros grupos, en el de los de

adultos mayores, porque lo que se desea es que en ellos se produzca cambio y crecimiento.

4.11 El maestro debe informar a sus estudiantes

4.11.1 Al informarse bien de los movimientos nacionales que están activos puede informar mejor

a sus estudiantes mayores en cuanto a los peligros, o las necesidades que tienen en relación

con otros movimientos. Eso será de gran ayuda para las personas, ya que muchos de ellos

agradecerán la perspectiva cristiana en este sentido.

4.11.2 Tener toda la información no es suficiente para poder tomar las decisiones más sabias.

Uno necesita meditar seria y detenidamente sobre esta información, para determinar cuál es

el mejor camino a tomar para la solución de los problemas de su iglesia, de su comunidad y

del mundo. Uno tiene que considerar todas las alternativas y las consecuencias de cada

posición antes de decidir cuál va a ser su camino a seguir. Tiene que mezclar la información

53
con la perspectiva de las cosas espirituales, para decidir con mayor comprensión y madurez.

Tiene que tomar en cuenta los valores morales y espirituales que están en juego en las

circunstancias que se encaran.

4.11.3 Cuando el maestro no tiene que decidir qué hacer en un caso de un secuestro, puede

opinar sobre lo qué haría, con una actitud despreocupada. Pero cuando uno es responsable

de tomar la decisión, uno piensa seriamente antes de ofrecer una opinión o tomar una

determinación. Tal vez las circunstancias para el maestro no serán tan críticas, pero la

ilustración sirve para hacerle ver que es fácil hablar con valentía cuando no le toca tomar

decisiones. Pero cuando es la persona que tiene que actuar con responsabilidad, esto le hace

más serios y más pacientes en la decisión.

4.12 El maestro debe dialogar ampliamente

4.12.1 Cuanta más seria sea la decisión en su gravedad y en las consecuencias, tanto más necesita

el maestro del consejo de otros para ayudarle. Por eso, es importante tener a otros cristianos

como por ejemplo, el pastor, los diáconos, el director de educación cristiana, o la junta de

gobierno de la iglesia con quienes el maestro puede dialogar, para recibir mayor información

y sugerencias variadas sobre la posible solución o las soluciones del problema.

Por medio del diálogo con otros el maestro puede ampliar sus conocimientos y adquirir una

perspectiva más grande, lo cual le ayudará a estar más seguro con la decisión que tome.

4.12.2 Los Proverbios aconsejan del valor de escuchar los consejos de otros. “Donde no hay

dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad” (Pr 11:14).

En los tiempos antiguos los jueces recibían toda la información posible de parte de los

testigos, antes de tomar la decisión. En el día de hoy los líderes políticos tienen a sus

consejeros, cada uno especialista en su ramo, para ayudarles a entender todos los factores

54
involucrados en cada decisión que hay que tomar. Esto ayuda a la persona a entender bien

el problema. El maestro necesita de sus consejeros en la esfera educacional y espiritual para

ayudarle a tomar las decisiones importantes en su trabajo.

4.13 El maestro debe orar diligentemente

4.13.1 Tenemos el conocimiento del poder de la oración intercesora, pero hacemos énfasis en el

potencial que tenemos al acudir al poder divino para intervenir en momentos cuando

tenemos problemas críticos. Muchas veces tenemos la tentación de confiar en la protección

humana o política, cuando tenemos un recurso mucho más poderoso en Dios para

socorrernos. La Biblia contiene muchas ilustraciones de la manera en que Dios intervino en

los asuntos humanos para cambiar el curso de la historia.

4.13.2 En los días de Isaías, el ejército de Senaquerib, rey de Asiria, estaba listo para medir y

saquear las ciudades fortificadas de Judá. El rey Ezequías acudió al profeta Isaías, quien le

dijo que confiara más en Dios sin mirar tanto el poder del enemigo. El relato bíblico

resume de esta manera lo que paso: “36 Y el ángel del Señor fue y mató a ciento ochenta y

cinco mil hombres del campamento asirio; al día siguiente, todos amanecieron

muertos. 37 Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento y regresó a Nínive”

(Isaías 37:36,37).

4.13.3 Se ha dicho que, cuando al hombre se le acaben los recursos, es el momento para que Dios

comience a actuar. Sería mejor confiar en la ayuda de Dios mientras el hombre está

haciendo todo lo posible por solucionar los problemas. La fe en el poder de Dios para

guiarnos y para evitar el error, hará mucho para consolarnos e inspirarnos en los momentos

críticos.

55
4.13.4 Es el momento para ser optimistas en cuanto al resultado final de lo que nos pasa en el

mundo. Dios no nos ha abandonado. Aunque a veces los problemas parecen gigantescos,

podemos saber que Dios es todopoderoso y que él esta en control del universo. Dios está

formando un pueblo según su sabiduría divina y nos conviene confiar en lo que él hará.

Debemos entregarnos a él como barro en las manos del Alfarero divino y confiar en que él

nos haga un vaso útil para su servicio.

4.13.5 El maestro de hoy tiene que reconocer que su mayor desafío es el de relacionarse bien con

las personas que están afuera de la iglesia; para comunicar el mensaje del amor de Dios para

ellos. Ellos representan a las personas que debiéramos ganar para Cristo e involucrar en la

misión de la iglesia.

4.13.6 El maestro que sigue una estrategia de separación va a aislarse de los inconversos,

específicamente de aquellos que son de la tercera edad. Pero el que se identifica con ellos

buscando comunicarles de la mejor manera el mensaje del cristianismo para ganarlos para

Cristo va a enfrentarse con un gran desafío.

4.13.7 En el desempeño de sus responsabilidades normales como ciudadano y en sus contactos

normales con los demás, el maestro va a encontrar oportunidades de testificar, ya sea en

forma directa, o mediante una palabra suave a favor de Cristo. El maestro debe regocijarse

en estas oportunidades, sabiendo que Dios se encargará de dar el crecimiento a las semillas

que se siembran.

4.14 Actividades de la iglesia

4.14.1 El mundo de los adultos de estas edades influencia las actividades de la iglesia. Todavía

pueden servir como líderes. Sus años de experiencia y entreno son los valores con que

56
cuentan. Su compromiso demuestra que desean mantenerse al paso de la vida

contemporánea y sus actividades, y por ellos contribuyen con su aportación.

4.14.2 La iglesia está utilizando hombres jubilados como ayuda a su equipo ministerial. Muchos

adultos ancianos podrían dar clases de entreno a la iglesia, para que aprenda como ministrar

a otros de alguna nueva manera. Otros dotados de diversas aptitudes podrían enseñar como

maestros dando clases a la gente de su propia edad o bien a otros grupos dentro o fuera de la

iglesia. Estos hombres son considerados como parte del equipo directivo de la iglesia.

4.14.3 Las actividades recreativas se deberían elegir con sumo cuidado para que resultasen

verdaderamente significativas. El uso del tiempo de ocio tendría que comprender los

siguientes objetivos:

a. Tiene que ser más que una diversión. Debería de vigorizar la propia personalidad.

b. Tiene que satisfacer las necesidades psicológicas de la gente de la tercera edad.

c. Tiene que satisfacer las necesidades de expansión del horizonte de la persona de cualquier

edad.

d. Tiene que ayudar a todas las personas a sentirse útiles y a mantener o reanudar sus

relaciones sociales.

e. Tiene que responder a la necesidad de usar todas las energías que una persona genera hasta

el final de su vida, a pesar de que sea largo.28

4.14.4 Algunas actividades que se pueden incluir en el programa de actividades de la iglesia:

a. Clubes de adultos mayores

28 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 60.

57
Muchas iglesias organizan a los adultos mayores en clubes y les ayudan a planear actividades

que satisfagan sus necesidades. Las actividades incluyen grupos de oración y estudio bíblico,

visitas a museos, y reuniones sociales. Las reuniones semanales o mensuales en la iglesia

local son suplementadas por convocatorias anuales de distrito. NIROGA, en los Estados

Unidos, es una convocación nacional de adultos mayores de 55 años. Cerca de 2.000

personas pertenecientes a iglesias evangélicas, se reúnen en el otoño en tres localidades para

una semana de compañerismo cristiano y estudio.

b. Visitación

Hogares de ancianos, lugares de retiro, y complejos habitacionales para adultos mayores

proporcionan oportunidades para la visitación y el servicio. Tampoco debemos olvidar a los

ancianos que viven en sus propias casas o en los hogares de sus hijos. Los educadores

cristianos debieran servir a esos adultos ancianos promoviendo una visitación frecuente y

constante.

4.15 El bien de los ancianos

4.15.1 El respeto y gratitud de los ancianos debe ser testimoniado en primer lugar por su propia

familia. La Palabra de Dios nos interpela de muchas maneras a respetar y valorar a nuestros

mayores y ancianos. Incluso nos invita a aprender de ellos con gratitud, y a acompañarlos en

su soledad y fragilidad. La frase de Jesús: “a los pobres los tienen siempre con ustedes y

pueden socorrerlos cuando quieran” (Mc 14:7), bien puede entenderse de ellos, porque

forman parte de cada familia, pueblo y nación. Sin embargo, a menudo son olvidados o

descuidados por la sociedad, y hasta por sus propios familiares.

4.15.2 Muchos de nuestros mayores han gastado su vida por el bien de su familia y de la

comunidad, desde su lugar y vocación. Muchos son verdaderos discípulos misioneros de

58
Jesús por su testimonio y sus obras. Merecen ser reconocidos como hijos e hijas de Dios,

llamados a compartir la plenitud del amor, y a ser queridos, en particular, por la cruz de sus

dolencias, la capacidad disminuida o la soledad. La familia no debe mirar sólo las

dificultades que trae el convivir con ellos o el atenderlos. La sociedad no puede

considerarlos como un peso o una carga. Es lamentable que en algunos países no haya

políticas sociales que se ocupen suficientemente de los mayores ya jubilados, pensionados,

enfermos o abandonados. Por tanto, exhortamos a elaborar diseños de políticas sociales

justas y solidarias que atiendan estas necesidades.

4.15.3 La Iglesia se siente comprometida a procurar la atención humana integral de todas las

personas de la tercera edad, también ayudándoles a vivir el seguimiento de Cristo en su

actual condición, e incorporándolos lo más posible a la misión evangelizadora. Por ello,

mientras agradece el trabajo que ya vienen realizando hermanas, hermanos, y voluntarios,

quiere renovar sus estructuras pastorales, y preparar aún más agentes, a fin de ampliar este

valioso servicio de amor.29

4.16 Deberes con la nación

4.16.1 La iglesia, reconoce que está sujeta a las leyes de la nación de la cual es parte. Esto quiere

decir que sus miembros serán un buen ejemplo delante de todos como ciudadanos cristianos

que cumplen con sus responsabilidades cívicas. Esto abarca el pago de los impuestos tal

como lo exige la ley de nuestro país (PR). También sus miembros deben ejercer su

responsabilidad de votar en las elecciones del país donde reside según su conciencia. La

29 Documento de Aparecida 447-450: Discípulos y Misioneros, Publicado por Simeón Reyes, octubre 25, 2010
59
iglesia también obedece las leyes de la nación y será ejemplo en ese sentido delante de todos

los demás.

V. LA EDUCACIÓN, UNA ACTIVIDAD PRIMORDIAL

5.1 Hubo épocas en que la educación fue el único medio para perpetuar su modo de vida. Esto

sucedió al pueblo de Israel especialmente durante la cautividad babilónica; cuando no tenían

un lugar de culto central. Probablemente en este período se establecieron las sinagogas para

sostener la fe. El Talmud proclama “Si queréis destruir a los judíos, tendréis que destruir

primero sus maestros.”30

5.2 El contexto en el cual se da la experiencia educativa

5.2.1 El contexto en el cual se imparte la educación cristiana es importante. Debemos ver éste no

solo considerando los acontecimientos sociales, políticos y económicos, sino también la

situación existencia de las personas, sus experiencias y entendimientos de la fe.

5.2.2 Se hace necesario que la educación cristiana que se imparte en la iglesia haga posible que el

mensaje de Jesús se transmita de una manera clara y pertinente. Se requiere que se examine

cuidadosamente la contexto estableciendo un dialogo con él. La educación cristiana debe

tener como una de sus prioridades el ofrecer respuestas concretas a los interrogantes que

lanza la sociedad.

5.2.3 “Cada uno está llamado a seguir al Señor desde la situación concreta en que se encuentra.

De esto hemos tratado muchas veces. Con los ancianos se debe repetir lo mismo. Ninguno

30 Conferencia: Ser maestro…Compromiso o puerta de entretenimiento o pasatiempo, autor y fecha desconocidos.


60
está exento de ser misionero. Ellos también están llamados a incorporarse a la tarea

evangelizadora. Algunos pueden preguntarse: ¿misioneros en la tercera edad?

5.2.4 Muchas personas han recibido un fuerte impulso a su vida de fe gracias a la presencia de

los abuelos. Ellos han insistido a los nietos, han dedicado tiempo para enseñarle cosas

básicas de la fe –que a través de los años han conseguido valorar como verdades

fundamentales- y han orado con ellos. Cuando los padres de familia tienen, por sus muchas

ocupaciones, descuidan la formación cristiana, los abuelos se muestran disponibles a repetir

las verdades básicas del cristianismo.

5.2.5 El testimonio de fe por parte de los ancianos es muy importante para la Iglesia. Cuando han

participado con frecuencia de la lectura de la Biblia puede notarse como su vida se enriquece

con los valores del evangelio. Muchos de ellos muestras virtudes humanas bien consolidadas

junto a la sabiduría de la experiencia. Escucharles es recoger frutos maduros. En la mente de

muchos está el ejemplo de Pablo que supo darlo todo. Asumió su edad madura abrazando la

cruz de Cristo.”31

5.3 La educación centrada en Dios

5.3.1 Los tratos de Dios con los hombres, y su intervención en sus vidas, eran sucesos que

debían relatarse de unos a otros. Todo esto debía ser enseñado a la familia. Cuando la

iglesia deja de relatar las obras de Dios y enseñar sus leyes, rallan en su educación.

31 Documento de Aparecida: Discípulos y Misioneros, Publicado por Simeón Reyes, octubre 25, 2010

61
5.3.2 La escuela bíblica no es ni debe ser el único recurso donde la iglesia estudie la Biblia. Es

responsabilidad de cada pastor y líder de educación cristiana local desarrollar, establecer, y

mantener un programa efectivo y consecuente de estudios bíblicos sistemáticos.32

5.3.3 El programa de educación cristiana de la iglesia local debe ser lo bastante amplio para

poderse ocupar de los adultos de todos los grupos. El programa de educación y las

actividades deberían proyectarse con estas personas y no para ellas. La iglesia puede ayudar

a los adultos mayores a realizarse espiritualmente. Los sentimientos de inutilidad, soledad y

de presión se pueden aliviar en muchos. Los estudios bíblicos y la adoración, las funciones

de tipo social y recreativas-educacionales, cuidado pastoral o asistencia en sus necesidades

diarias, serán ayudas grandemente apreciadas por los ancianos, y les atraerá a la iglesia.

5.4 La psicología y la educación cristiana

5.4.1 El campo de la psicología ha conquistado mucho respeto en las últimas décadas. Por lo

tanto un estudio de la educación sería incompleto si no se tomaran en cuenta los principios

aceptados de crecimiento y desarrollo humanos.

5.4.2 Estos descubrimientos son el resultado de las dos dimensiones principales de la psicología

–la clínica y la experimental. Al disponer la psicología de instrumentos de medición más

precisos, se han obtenido conquistas en la comprensión del desarrollo y el aprendizaje

humanos. Mayores habilidades en el empleo de mediciones estadísticas y capacidades de

computación señalan que se siguen haciendo avances en el campo de la educación general.

5.4.3 Pero la educación cristiana es un tipo específico de educación. En la educación cristiana

reconocemos la revelación divina como fuente de lo que se aprende. Reconocemos también

32 Leccionario Pentecostal, Camino al Discipulado, Guía del Maestro, Iglesia de Dios Pentecostal, M.I. julio – diciembre 2005 Vol.

8, p.
62
que la revelación de Sí mismo que Dios hace es la manera más importante de aprender

acerca de El. Pero también nos interesan especialmente los individuos. Por lo tanto, si la

educación cristiana ha de tomarse en serio, debe prestarse consideración a las conclusiones

de la psicología del desarrollo y del aprendizaje.

5.4.4 Sólo en la medida en que las cuestiones de la educación cristiana sean exploradas fielmente

dentro del marco de los descubrimientos psicológicos aceptados, será comunicado

efectivamente el mensaje cristiano, haciéndolo más pertinente para las necesidades de las

personas a quienes ministramos.33

5.5 Definición de la psicología

5.5.1 Primeramente la psicología fue considerada como el estudio del alma, luego como el

estudio de la consciencia, y finalmente como el estudio de la conducta. Se ha dicho que la

psicología primero perdió su alma, después perdió la mente y, finalmente perdió la

consciencia. Ahora se la define comúnmente como el estudio del comportamiento de los

organismos vivos; a veces se la describe como la ciencia de la conducta.34

5.6 Psicología y teología

5.6.1 Es necesario para tener un razonamiento valido, distinguir entre las contribuciones

legítimas que la psicología y la teología hacen a la educación cristiana. Ambas se preocupan

profundamente por el hombre y su naturaleza. Los conceptos teológicos están basados en la

revelación de Dios y el relato bíblico. Los conceptos psicológicos, se basan en los esfuerzos

del hombre para hallar explicaciones. Ziegler escribe:

33 A.E. Sanner., A.F Harper, Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, 1978, p. 118
34 Harry F. Harlow, James I. McGaugh, Richard F. Thompson, Psychology, (San Francisco Albion Publishing Co., 1971), p. 2
63
5.6.2 “La psicología no tiene herramientas para investigar la naturaleza de Dios, la realidad de la

culpa desde el punto de vista de Dios, la naturaleza de la fe a partir del concepto de aquel en

quien esa fe esté puesta, y por lo tanto no puede hablar adecuadamente sobre estos asuntos.

Pero todo lo que tiene que ver con la manera en que una persona percibe esas realidades, con

su evaluación de las mismas, sus sentimientos en cuanto a ellas, y la iniciación de la acción

con respecto a ellas, son temas propios del psicólogo.”3536

5.6.3 La psicología estudia objetivamente al hombre, principalmente desde la perspectiva de su

interacción con el ambiente; le da poco énfasis a la evaluación moral de sus respuestas. La

teología, en cambio, describe al hombre en términos de sus relaciones morales con Dios y

las demás personas. Miller señala:

5.6.4 “Las psicologías científicas contemporáneas están en su mayor parte orientadas

empíricamente más bien que teológicamente… Podemos concluir sólo que un concepto

cristiano del hombre no puede ignorar las conclusiones de la psicología empírica, pero que

debe recibir con un espíritu crítico las suposiciones de cualquier psicología sobre la fe. La

educación cristiana utilizará las conclusiones de la psicología empírica para elucidar el

evangelio, pero nunca para re-emplazarlo.”37

5.6.5 La teología proporciona a la educación cristiana el contenido de sus cursos y nos recuerda

que la revelación es un medio de aprendizaje. La psicología ofrece principios para la

efectividad de la enseñanza y el aprendizaje.38

35 Jesse H. Ziegler, en Religious Education: A Comprehensive Survey, Marvin J. Taylor, comp. (Nashville: Abington Press, 1960, p.
36
37 Donald E. Miller en Introduction to Christian Education, Marvin J. Taylor, comp. (Nashville: Abington Press, 1960) pp. 50-51
38 A.E. Sanner., A.F Harper, Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, 1978, pp. 120-21
64
VI. ¿CÓMO APRENDEN LOS ADULTOS MAYORES?

6.1 Antes de que esta pregunta pueda contestare adecuadamente, es preciso aclarar qué se

entiende por aprendizaje. Quizás una definición bien simple de enseñanza sea “cambio”.

Todos cambiamos. Es una actividad diaria. El imperativo de ir cambiando reposa sobre

todo el mundo. El cambio es necesario si queremos permanecer con vida y mantener un

orden en la vida.39

6.2 Principales teorías del aprendizaje40

6.2.1 Las teorías del aprendizaje son muchas y las diferencias entre algunas de ellas son sutiles.

Las diferencias fundamentales entre las dos grandes familias de las teorías del aprendizaje:

la de las teorías asociacionistas y a de las teorías cognoscitivas son las siguientes en

términos generales: Se puede decir que las teorías asociacionistas sostienen que toda

conducta se presenta como respuesta a un estímulo. Hay algunas conductas que son innatas

o reflejan, de modo que en forma natural están ligadas a un estimulo específico. Otras

conductas son condicionadas, es decir, se trata de respuestas que se asocian con un estímulo

distinto del que las provoca naturalmente.

6.2.2 Esta segunda forma de respuesta, sin lugar a dudas, es aprendida, puesto que es

relativamente permanente y se debió a la experiencia. Sin embargo, no es la más importante

para las teorías asociacionistas del aprendizaje. A éstas les interesa más una tercera forma

de conducta aprendida en la que la asociación entre el estímulo y la respuesta se establece

debido a las consecuencias agradables que obtiene la persona al responder.41

39 Wright Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p.89


40 Heredia Anconic, Bertha, Manual para la elaboración de material didáctico, Editorial Tirillas, México 1983, P. 18-23
41 La educación de adultos: Un imperativo en nuestros tiempos, Asociacion de Educadores en Adultos de los Estados Unidos de

América, traducción de la División de Editorial del DIP, 1968

65
6.2.3 Por su parte las teorías cognoscitivas sostienen que la asociación entre estímulos y

respuestas es insuficiente para explicar el aprendizaje académico, ya que implican en primer

lugar que este tiene que descomponerse en unidades estímulo - respuestas y en segundo, que

para que haya aprendizaje, forzosamente ha de haber respuestas o conductas observables.

Los teóricos cognoscitivos afirman que ninguna de estas dos condiciones es necesaria para

que se presente el aprendizaje académico. Es decir, ellos postulan que se aprende, no cuando

el estudiante responde a un estímulo, sino cuando está en contacto con él.42

6.2.4 En realidad, las discrepancias entre las dos familias de teorías, aunque fundamentales, son

menos irreconciliables de lo que parecen a primera vista. Pues lo cierto es que el

aprendizaje se produce tanto al responder en forma manifiesta u observable, como al

estudiar o analizar una información.

6.2.5 Randolph Crump Miller dijo: “El aprendizaje tiene lugar cuando una persona responde a

una situación que le pone en posición de dominar un problema, satisfacer una curiosidad,

aliviarse de una frustración. Detrás de este proceso existe alguna clase de motivación, y

después del mismo, se experimentan varios grados de satisfacción”43.

6.2.6. Según algunos psicólogos, el aprendizaje involucra:

• un cambio de comportamiento;

• la estabilización del cambio;

• la participación activa del educando44

42 Rauch, David B., Priorities in Adult Education, The MacMillan Company, New York, 1972
43 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 90.
44 A.E. Sanner., A.F Harper, Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, 1978, pp. 139

66
6.2.7 Logan describe el aprendizaje como “un proceso relativamente permanente resultante de la

práctica y reflejado en un camino en la realización”.45

6.2.8 Según Harlow, “el aprendizaje implica aquellos cambios en el comportamiento

relativamente permanentes que resultan de la práctica o de atender activamente el

ambiente”.46

6.3 Principios generales en el proceso de enseñanza – aprendizaje

a. ¿Qué es el aprendizaje?

b. ¿Qué es una experiencia de aprendizaje?

c. Teorías del aprendizaje

1. Asociacionistas

2. Cognoscitivas

6.4 Principios específicos básicos en la aplicación del proceso de enseñanza – aprendizaje47

a. El grado de satisfacción durante el aprendizaje

b. El ejercicio y la práctica (la frecuencia y lo reciente)

c. El aprestamiento (disposición para reaccionar)

d. La disponibilidad (madurez)

e. La aceptabilidad (los intereses)

f. La pertenencia (relación)

g. El estímulo o refuerzo sicológico

h. La asimilación o la analogía

45 Frank A. Logan, Fundamentals of Learning and Motivation (Dubuque, Ia.:Wm. C. Brown & Co. Publishers 1970), p.2
46 Frank A. Logan, Fundamentals of Learning and Motivation (Dubuque, Ia.:Wm. C. Brown & Co. Publishers 1970) Harlow, p. 19
47 Sánchez Hidalgo, Efrain, Psicología educativa, Editorial Universitaria, Rio
Piedras, 9na. Edición, 1982
67
i. El método

j. Las técnicas

k. Los materiales

l. Las condiciones intelectuales, físicas, sociales y emocionales del estudiante

m. La motivación

n. La calidad de las experiencias

o. La percepción

p. Las diferencias individuales

6.5 El proceso de aprendizaje

6.5.1 ¿Qué constituye el proceso de aprendizaje? ¿Cuándo aprende el adulto de la tercera edad?

¿Cuál es nuestro papel como educadores cristianos en este proceso?

6.5.2 Algunos piensan que un educador es alguien que trasmite conocimiento, otros piensan que

es un monitor. En realidad, un educador es alguien que estimula el deseo de aprender y guía

el proceso de aprendizaje. Un educador también es alguien que aprende.

6.5.3 El aprendizaje no puede ser impuesto; debe desarrollarse según la naturaleza del educando

y el material que debe asimilar. Los educadores cristianos no podemos permitirnos ignorar

los sanos principios psicológicos, pero tampoco podemos descansar enteramente en la

psicología. Estamos trabajando en el campo espiritual. El espíritu humano sólo es

totalmente accesible al Espíritu Santo. Cuando hemos agotado nuestras habilidades y

nuestro entendimiento, tenemos la seguridad de que la obra del Espíritu Santo continúa. El

es el que guía a toda verdad.

68
6.5.4 Los educadores cristianos deben tener una profunda consagración a Cristo, lealtad a su

iglesia y una actitud sumisa, abierta a aprender. Deben considerar su tarea de enseñar como

un llamado más que como un trabajo.

6.5.5 El educador cristiano debe decidir enseñar porque siente una profunda conciencia de que

Cristo lo ha provisto con el don para esa tarea. Un educador cristiano no puede adoptar una

actitud dominical durante cincuenta minutos; por el contrario, debe estar siempre listo.

Dotado, llamado, constreñido, el educador cristiano reconoce la responsabilidad espiritual y

humana de su vocación.

6.5.6 Creemos que una persona llamada por Dios puede aprender y llegar a ser un excelente

educador. Esto requiere esfuerzo, capacitación y un compromiso para perfeccionar el propio

don. Por eso, la formación de maestros es una importante responsabilidad de la iglesia. Es

el medio por el cual educadores que han sido llamados por Dios aprenden a ejercer su don

para la gloria de Dios y el beneficio de sus alumnos.

6.5.7 La Escuela Dominical se centra en el alumno, porque lo que se desea es que en él se

produzca cambio y crecimiento.

6.5.8 Los cambios, por lo general, se dirigen hacia un punto determinado. Un cambio puede ser

una alteración a dirección hacia una meta equivocada o hacia una correcta. Se espera que la

educación del cristiano de la tercera edad dirija el cambio hacia una meta acertada. La

palabra “transformación” indica el verdadero sentido de cambio para los cristianos. El

cristiano tiene que transformarse tanto en su mente como en su corazón. Los cristianos

tienen que estar dispuestos a cambiar la totalidad de su ser. Esto requiere que estemos

abiertos, receptivos al cambio; cómo crear en los ancianos un espíritu dispuesto a cambiar.

69
6.5.9 Como la maduración es un proceso que dura toda la vida, el educador cristiano necesita

saber cómo orientar al anciano. Debe observar su estilo de vida. Ningún educador llegará

siguiera a conocer a su grupo si los ve sólo unos minutos el domingo. Observar el estilo de

vida significa que el educador aprovechará las oportunidades en que pueda ver a sus

“viejos” en distintas facetas de su vida. Por ejemplo, compartir con ellos alguna actividad

de su clase. También puede averiguar acerca de ellos a través de otros maestros, de sus

amigos o vecinos y a través de entrevistas con ellos mismos. La observación debe ser la

expresión de un genuino interés. Jesús se involucró personalmente con la vida de doce

hombres por los cuales estaba siempre preocupado. No hay ningún camino fácil hacia una

enseñanza productiva en la Escuela Dominical, pero los resultados bien valen el esfuerzo.

6.5.10 Hay cinco aspectos básicos a través de los cuales se puede observar el cambio de la vida

de los alumnos de la tercera edad: conocimiento, comprensión, actitudes, apreciación y

acción. Hay alumnos mayores que se conforman con la adquisición de información, pero

este es solo el principio del proceso de enseñanza. “Martha Leypoldt sugiere que estas

personas se hagan a sí mismas estas preguntas: ¿Qué me ha sucedido como resultado de

haber recibido esta nueva información? ¿En qué me ayuda esta información a mí y a los

demás? ¿Qué clase de persona soy ahora después de haber recibido esta nueva información?

¿Estoy comenzando a ser mejor cristiano o cristiana debido a estos nuevos puntos de vista?

¿En qué forma esta el Espíritu Santo trabajando en mi vida de modo que esta información

me haga más idónea para la tarea diaria en este mundo siempre cambiante?”48 La

48 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 92


70
reacción emocional de una persona hacia la información que recibe, puede determinar si ha

aprendido o no.

6.5.11 En muchas clases de adultos mayores la enseñanza implica sólo la mente. Esto puede ser

importante, pero con llegar a la mente tan sólo no es suficiente. La acumulación de hechos

sin su aplicación a la vida diaria, pronto deja de interesar. El que un adulto mayor aprenda

significa involucrarse totalmente en lo que oye. Implica un proceso mental que tiene que

unirse a sus emociones y producir actividad. Lo que un adulto mayor piensa de lo que su

maestro le dice o ve en él, afectará su vida.

6.5.12 Algunas veces cuando se presentan nuevos conceptos e ideas, surgen sentimientos de

rechazo. “Martha Leypoldt aconseja que cuando el maestro sienta la desaprobación de parte

de sus alumnos adultos, éste debe pararse y discutir con ellos las siguientes cuestiones:

a. ¿Por qué cierro mi mente a la nueva idea? ¿Es porque me siento insignificante (o me parece

una información sin importancia) que cierro mi mente cuando tengo que afrontar una nueva

situación?

b. ¿Estoy reaccionando en contra de una persona, o estoy movida por prejuicios

preconcebidos? ¿Si la idea me la impartiese otra persona o si me la explicasen de otro modo,

aceptaría dicha información?

c. ¿Estoy permitiéndole al Espíritu Santo a que obre en mí para que mejore mi actitud hacia los

demás de modo que les ame más, sea más paciente con ellos, más comprensivo, y, de paso,

más abierto a una nueva visión de la Palabra de Dios y a sus caminos para mi vida?”49

49 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 94.

71
6.5.13 Cuando Cristo le da a alguien el don de enseñar, lo hace basado en el potencial espiritual,

la devoción y obediencia, las capacidades naturales y el amor de esa persona por la gente, y

a su divina elección. Los que son llamados deben poner empeño de ejercer su don. Deben

prepararse bien, usando su don de la mejor manera. Esto significa que deben tener interés

de capacitarse, leer, practicar, ser creativos y mejorar constantemente. Cada don de Dios

requerirá dar cuentas a él.

6.5.14 Los adultos mayores pueden y deben cambiar. Pero este cambio nunca se llevará a cabo a

menos que algo o alguien interrumpan los procesos pensantes que han ordenado sus vidas.

Alguien o algo tienen que crear un sentimiento de inconformidad de sí mismo en sus

alumnos mayores. Una vez que el maestro ejerza sus funciones y haga surgir este

descontento, esta intranquilidad en el interior de sus alumnos, entonces podrá guiarles a

satisfacer la necesidad que han comenzado a sentir. ¡Entonces sucede el cambio!

6.5.15 Se acostumbra omitir por lo general la forma en que aprenden los adultos mayores a pesar

de que son los que tienen más probabilidades de llevar a cabo lo que aprenden de un modo

inmediato. Es de un gran valor para el maestro de adultos de la tercera edad vigilar las

distintas formas de aprender que tienen sus discípulos. Se aprecian diferencias muy

definidas entre la forma que tienen de aprender los jóvenes y cómo lo hacen los adultos

mayores.

6.6 El aprendizaje relacionado con la educación cristiana

6.6.1 Los educadores cristianos por lo general no disienten de las definiciones mencionadas. Sin

embargo, quieren inyectar un elemento religioso que el psicólogo científico no toma en cuenta.

72
6.6.2 Jaarsma inyecta el concepto del yo en su definición cristiana. El aprendizaje es “el proceso

auto-activo de una persona que explora perceptivamente la realidad en busca de significado,

y así tiene un encuentro con la verdad que lo forma un hijo de Dios para una madura

autorrealización”.52 Y continúa: “Una persona aprende al estar envuelta en una situación

desafiante, significativa y con un propósito, que saca a luz ideas y conceptos que muestran la

verdad para canalizar el comportamiento como autoexpresión y autorealiación.” 53

6.6.3 La teoría del aprendizaje cristiano de Bochike trata de adaptar las percepciones

psicológicas en un marco teológico. Esta se describe como “compromiso creativo”. “La

creación abarca la plenitud de la participación de Dios…el compromiso incluye significados

tales como interacción, encuentro, entrega y responsabilidades aceptadas naturalmente.”50

Afirma que los intereses de la educación cristiana son descubiertos a medida que Dios crea

seres nuevos mediante el compromiso de las personas con su campo de relaciones”.51

6.6.4 Bochike propone que “el contexto del aprendizaje es la iglesia…mediante la cual el

educando compromete su campo personal e impersonal de relaciones”.52 Para él, “la

dinámica del aprendizaje opera cuando el educando es existencialmente motivado a

comprometerse y restructurar su campo de relacione, y esos procesos perceptivos son

utilizados por el Espíritu Santo para producir un encuentro con Jesucristo y una respuesta a

El”.53

50 Robert R. Bochike, Theories of Learning in Christian Education (Filadelfia, Westminster Press 1962, p. 187
51 Idem, p. 188
52 Idem, p. 193
53 Idem, p. 195

73
6.6.5 Cronbach54 describe siete aspectos esenciales del aprendizaje que los maestros y los

educadores cristianos debieran incorporar en sus experiencias de enseñanza – aprendizaje al

ayudar a los educandos en sus esfuerzos.

a. Meta. La meta del educando es alguna consecuencia que él quiere alcanzar.

b. Disposición. La disposición de una persona consiste en la suma total de patrones de

respuestas y capacidades que posee en un momento dado.

c. Situación. La situación consiste en todos los objetos, personas y símbolos del ambiente del

educando.

d. Interpretación. La interpretación es el proceso por el cual se dirige la atención a partes de

una situación, relacionándolas con experiencias pasada, y prediciendo lo que puede

esperarse si se dan diversas respuestas.

e. Respuestas. Una respuesta es una acción o algún cambio interior que prepara a la persona

para la acción.

f. Consecuencia: confirmación o contradicción. Algunos acontecimientos que siguen a la

respuesta son considerados por el educando como las consecuencias de la misma.

g. Reacción a la frustración. La frustración se produce cuando la persona no logra alcanzar sus

metas. Si su primer intento no resulta puede hacer una nueva interpretación y adaptar su

respuesta.

6.6.6 Cronbach resume su exposición diciendo: Una vez que el maestro está plenamente

consciente de estos siete aspectos del proceso de aprendizaje, está preparado para examinar

y planear experiencias educativas. Para cambiar el comportamiento, el maestro proporciona

54 Sanner, Harper, Explorando la Educación Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, 1984, p. 141
74
experiencias que permitan al alumno elegir metas apropiadas, que sean adecuadas a su

disposición, que le permitan aprender interpretaciones importantes, y así sucesivamente. Si

alguna de estas condiciones no es satisfecha, el alumno aprenderá respuestas indeseables.

6.7 Motivación

6.7.1 El problema número uno en la educación actual es el fracaso para motivar a los

aprendices…moverlos de la inacción a la acción.55

Hay alumnos que al llegar a su salón de clase están altamente calificados para ser completamente

inútiles. Se problema no es la falta de habilidad. No, su problema es la falta de aplicación.

No había nada que captara y dirigiera su habilidad y energía. No estaban motivados para

aplicarse.

6.7.2 La ley de la motivación es ésta: La enseñanza tiende a ser más eficaz cuando el alumno está

apropiadamente motivado. También existe la motivación inapropiada –motivación ilegitima

que puede traer resultados devastadores. Hacer cosas buenas no garantiza buenos

resultados. Todo está determinado por las razones de la motivación. Motivaciones

inapropiadas como la culpa y el engaño intencional o no intencional tendrán resultados

equivocados. No debemos prometer a las personas más de lo que promete el cristianismo,

más de lo que promete las Escrituras. Tenemos que tener cuidado con lo que decimos a las

personas como medio de motivación.

6.7.3 Existen dos niveles de motivación. El primero es la motivación extrínseca ─la motivación

externa. El segundo es más significante ─motivación intrínseca, que viene de adentro.

55 Hendricks Howard, Enseñando para cambiar vidas, Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos, 2003 P. 110
75
6.7.4 Su tarea en toda motivación extrínseca es desencadenar la motivación intrínseca. Hay que

trabajar desde el exterior para logar que algo suceda en el interior.56

6.7.5 La motivación es un factor muy importante en la enseñanza. Si un adulto mayor acude a

una clase de la escuela dominical es, en general, porque desea ir. Su motivación se verá

acrecentada si durante la clase se le estimula a venir. Cuanto más participe y se vincule a la

lección, más aumentará su interés en acudir.

6.7.6 Una de las razones por la cual en la comunidad evangélica los creyentes no se

comprometen de manera más profunda al discipulado es que les pedimos a los alumnos que

hagan cosas para Dios. Sin embargo, Dios nunca le pide hacer algo para Él hasta no

informarle por completo lo que Él ha hecho por ellos. Cuando por fin ya el alumno está

asido por todo lo que Él ha hecho a su favor, la reacción más lógica, razonable, inteligente y

natural es entregarle todo lo que tiene ─su mente, sus emociones, su voluntad─ a Su

señorío. Ahora está internamente motivado y en camino a la madurez.57

6.7.7 Como maestro ─como motivador─ quiere ayudar a sus alumnos a que lleguen a ser

personas con iniciativa. Que lo que ellos hacen, lo hagan no porque se les pida, sino porque

ellos mismos han decidido hacerlo. Hay que ayudarlos a tomar conciencia de su necesidad.

La necesidad hay que hacerla sentir. La mayor parte de la metodología de enseñanza del

maestro debería exponer a los alumnos a las experiencias de la vida real.

6.7.8 Son muchos los factores que afectan el nivel de motivación e interés del adulto. Los

adultos no son el grupo al que más fácilmente se enseña leyéndoles la lección. Acostumbran

56 Hendricks Howard, Enseñando para cambiar vidas, Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos, 2003, p. 111-12
57 Hendricks Howard, Enseñando para cambiar vidas, Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos, 2003, p. 113

76
a resistirse a los maestros autoritarios y dogmáticos. Son críticos por naturaleza y quieren

que se les de sólidas razones antes de aceptar los hechos. Desconfían de las respuestas

“fáciles” porque se dan cuenta de que muchas de las experiencias de la vida no tienen fácil

respuesta.

6.7.9 Algunas leyes psicológicas básicas afectan la forma de aprender de los adultos y sus

motivaciones. Estas leyes se tienen que comprender y aplicar si se espera que los adultos

aprendan. Si los miembros de su clase experimentan alguna clase de satisfacción personal

en cada lección de la escuela dominical, seguirán asistiendo a su clase.

6.8 Un buen entendimiento

6.8.1 El maestro motivará a los alumnos al estructural correctamente su experiencia de

aprendizaje. La capacitación incluye cuatro etapas importantes:

a. Etapa de decir. Punto más fuerte. Se debe registrar el contenido por escrito y en una cinta

de grabación. No se debe depender de una sola exposición del contenido para que el alumno

pueda repasar repetidamente.

b. Etapa de demostrar. Proveer un modelo. Dejar que los alumnos lo observen en medio de los

obstáculos, luchando, relacionando la verdad a su vida.

c. Etapa de práctica. Uno aprende haciendo, teniendo responsabilidad y rinden cuenta de ella.

Mientras más esfuerzo se pone en algo, más se aprecia. Mientras mayor sea la inversión,

mayor será el interés.

6.8.2 Si un visitante llega a la clase y encuentra una acogida amable, tanto por su parte como la

de los demás alumnos, y una enseñanza estimulante, con un contexto práctico, recibirá una

agradable impresión y su actitud hacia la clase será positiva.

77
6.8.3 Si el maestro está enseñando a su clase de adultos mayores, a compartir su fe en Cristo,

cuando más practiquen este papel o testifiquen, más se convertirá esta práctica en parte de su

vida diaria. Si está enseñando a su clase de adultos, cómo hablar de Cristo a los demás,

cuanto más ejercen de testigos hablando a otros de su fe, más fuertemente esta fe se afirmará

en sus propias vidas.

6.8.4 Si los alumnos de la clase practican inmediatamente lo que les han enseñado, su capacidad

de retención aumenta grandemente. Pero si fallan en su labor de usar lo que han aprendido,

muy pronto lo olvidarán.

6.8.5 Si el maestro hace interesante el tema de su lección a través de ejemplos vivos, ayudas

audiovisuales y compromiso personal, este estará asegurándose de que sus alumnos mayores

aprenden.

6.8.6 Cuanto más se siente atraída una persona por un tema, mayor es su grado de intensidad en

el aprendizaje del mismo; habla mucho de ese tema, se compromete con el mismo y

entusiasma a los demás para que participen en el y más fuerte es su deseo de estudiarla, más

obstáculos saltará con tal de seguir estudiándola.

6.8.7 Lo qué le da tanta importancia a un tema para que un individuo persevere en su deseo de

saber más de él se debe a varios factores:

a. Cada asunto que ayude a satisfacer alguna necesidad en la vida de una persona, hallará en

esta a un estudiante receptivo. Se tiene que presentar el tema de tal manera que la persona

se dé cuenta de que este suple sus necesidades.

b. Los aspectos de un asunto en los que la persona se desenvuelve bien mientras los estudia,

tienden a convertirse en sus temas preferidos.

78
c. Muchos temas se hacen populares porque se relacionan con amigos o instructores a quienes

el estudiante admira.

d. Si la persona se halla relativamente cómodo mientras estudia un tema, este hecho añadirá

interés y deseos de proseguir en él.

6.8.8 Los maestros motivados se convierten en agentes de cambios. En su libro The Crisis in the

University [La crisis en la universidad], Sir Walter Moberly cita el problema de los

evangélicos para penetrar los campos universitarios con el evangelio. A los que reclaman

seguir a Cristo, él les dice: «Si una décima parte de lo que crees es cierto, debieras estar diez

veces más entusiasmado de lo que estas».

6.8.9 Son tantas las personas en nuestras iglesias que nunca se han apasionado por lo único que

realmente vale la pena apasionarse. Entonces, si es apasionante…¡apasiónese!58

58 Hendricks Howard, Enseñando para cambiar vidas, Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos, 2003, p. 126

79
VII. CARACTERÍSTICAS DEL APRENDIZAJE DE LOS ADULTOS DE LA TERCERA EDAD

7.1.1 Los maestros deberían pensar en los adultos mayores en cuanto a que muchos de ellos que

acuden a la clase no vienen con una actitud dispuesta a aprender. Algunos están

acostumbrados a producir y trabajar, pero no son “estudiantes”. Durante casi todo el tiempo

están ocupados en producir, lograr objetivos laborales, no en sentarse a aprender. Puede que

no aprendan por el sistema didáctico como en la escuela dominical, pero con todo, aprenden.

Están al tanto de todo, de la política, de la economía, de los proyectos de ley que se están

ventilando en el gobierno, etc., pero en estos asuntos seculares piensan que necesitan estas

informaciones determinadas y se ejercitan y se esfuerzan por obtenerlas. El maestro debe

recordar que tendrá en su clase alumnos que llegarán con sentimientos de rechazo

simplemente porque son personas en autoridad en su vida diaria y ahora se les han invertido

los papeles; el maestro es la autoridad y les está instruyendo.59

7.1.2 Muchos de los adultos mayores llegarán con ideas preconcebidas o definidas. En la

personalidad adulta las ideas pueden estar muy bien asentadas, incluso con rigidez. Los

adultos mayores pueden ofrecer resistencia al cambio, puesto que ello puede ocasionar un

trastorno en sus vidas. Pero el maestro deberá darse cuenta también de que estas personas

cambiarán si se dan cuenta de que lo que se les está ofreciendo en la clase se relaciona con

su vida diaria y promete hacerla más productiva.

7.1.3 Los adultos mayores llegan a la clase con mucho más experiencia de la que aportan otros

grupos. Han tenido un contacto muchísimo más amplio con ideas y experiencias. Ellos

tienen mucho con que contribuir y pueden sentirse frustrados si no se les permite participar y

59 Conviene tener en cuenta que este trabajo investigativo (tesis) está siendo escrito para una iglesia evangélica de un

país mayormente protestante, en la que personas de elevadas profesiones acuden a la Escuela Dominical como un deber religioso,
y a veces tienen que estar escuchando a maestros, quizá de mayor espiritualidad, pero no de tan elevada cultura.
80
aprender el uno del otro lo mismo que del maestro. Por eso son más capaces de traer nueva

información y experiencias de lo que haría cualquier otro grupo. También pueden

representar mucha variedad de conocimientos, experiencias, intereses y educación. El

maestro por medio de charlas individuales, cuestionarios, etc., deberá ser capaz de

determinar el trasfondo y las capacidades de los miembros de su propia clase de adultos

mayores. Esta información le servirá al preparar su clase para la escuela dominical.

7.1.4 Los adultos mayores acostumbran aplicar enseguida lo que aprenden. No les gusta esperar.

Están dispuestos a probarlo “ahora”. Posiblemente alguno pregunte: ¿Me ofrece esta lección

bíblica algo significativo ahora para mi vida? Ellos tienen necesidades y problemas que han

de resolver ahora. Este grupo de personas mayores son algo pragmáticas. Quieren saber si

lo que les están enseñando va a funcionar en sus propias vidas.

7.1.5 Muchos de los adultos mayores que han venido a la clase han erigido a su alrededor un

muro protector de resistencia. La gente se ha acostumbrado a ignorar la información que se

dirige a ellos por distintos caminos.

7.1.6 Conocer y entender las diferentes connotaciones de las palabras que usa el maestro es

importante ya que las palabras y los conceptos tienen más significado para un adulto mayor

que para otros grupos de jóvenes y niños. Puede que las palabras del maestro encuentren

resistencia porque tengan un diferente significado para los adultos mayores del que tiene

para el maestro. Deberá fijarse en la forma que sus alumnos se hablan los unos a los otros.

7.1.7 “Para el cristiano, un elemento a menudo inexplicable está siempre presente, para ayudar a

llevar a cabo este cambio; la persona y obra del Espíritu Santo. “La realidad del encuentro

entre Jesucristo y el alumno es siempre debida al poder del Espíritu Santo. Se puede

estructurar situaciones de forma que se estudie la Escritura, pero tan solo el Espíritu Santo

81
puede lograr la enseñanza. A través del Espíritu Santo llegan a rendirse y cambian su forma

de comprensión, sus actitudes, valores y motivos” (Robert Boelle).60

7.1.8 En la iglesia, enseñar es un don otorgado por el Espíritu Santo “a fin de perfeccionar a los

santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos

lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la

medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:12,13).

7.1.9 Es difícil empujar a los adultos mayores a participar en un programa solamente porque se

les ofrece. Las necesidades del adulto y el atractivo de las clases que se ofrecen deben ir

unidos. Los adultos están dispuestos a aprender cualquier cosa que se les proponga, siempre

y cuando lo que se les enseñe esté relacionado directamente con sus preocupaciones e

intereses.

7.1.10 El maestro cristiano es un representante, un embajador, un agente de aun cuando lo

“hayan puesto” en el cargo. Si un individuo se siente cómodo en su papel de maestro,

deberá tomar conciencia de su elevada posición y estará capacitado para enseñar todo lo

relacionado con las preocupaciones e intereses de sus alumnos. Es Cristo quien lo ha dado a

la iglesia como maestro.

7.1.11 Los adultos tienen tendencia a sentir algo de temor en cuestiones de aprender, y esto

afecta el progreso general de la clase y del individuo mismo. “El temor a menudo impide la

contribución de los alumnos –dice John McKinley–, les refrena de pedir una explicación

que les aclare una duda, les hace esconder problemas individuales de aprendizaje y algunas

60 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 98


82
veces les retiene en casa”.61 Este miedo surge por muchas razones; los adultos temen

revelar su ignorancia; se da por supuesto que “lo saben todo”, especialmente cuando de la

Biblia se trata, si han estado yendo a la iglesia durante muchos años. Interiormente esperan

que no se les pregunte para no tener que explicar ni dar razones de su fe. Quieren ser

responsables y siempre al control. Muchos de los problemas con los que se enfrentan los

adultos no les permiten obtener respuestas claras en lo que concierne a si mismos. El adulto

se ve a veces intimidado por situaciones que amenazan su propia imagen. También hay el

miedo de hallarse en una clase donde se pueda levantar un desacuerdo. Puede disgustarle

mostrar su desacuerdo con alguien, salvo en el caso de que la atmósfera sea abierta y

receptiva. Resulta más fácil permanecer como un oyente pasivo y dejar que cualquier otro

hable con autoridad.

7.1.12 Los adultos aprenden a través de sus propios esfuerzos. Se les debe guiar, alentar, incitar

y entusiasmar desde el exterior, pero es el alumno mismo quien debe aceptar y aplicar la

enseñanza. Esto es más fácil cuando el adulto “hace” algo como discutir un tema, pensar,

participar en un debate, practicar. El adulto tiene que “adoptar” el material y hacerlo suyo

propio.

7.1.13 Si un adulto mayor se siente vinculado a un grupo determinado de individuos, lo ha hecho

por alguna razón concreta. O le gusta su compañía o este grupo tiene algo que ofrecerle. Al

adulto le agrada aprender con personas con las que se siente a gusto. Los mayores también

aprenden a través de su propia capacidad creativa participando con los demás. La atmósfera

61 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 99


83
acogedora que el maestro ayuda a formar en su clase, tendrá mucha influencia sobre un buen

aprendizaje.

7.1.14 El maestro tiene que ser la clase de persona que desean sus alumnos que sea; ya que éstos

aprenden por imitación o siguiendo un modelo. En la educación cristiana una buena

cantidad del aprendizaje es inseparable de la interrelación. Los maestros deben ser

agradables, abiertos, afectuosos, cariñosos, pacientes y mucho más. “Quizás el papel más

importante que pueda desempeñar un maestro es el de ser un amigo…” (Don Griggs)

7.1.15 Pablo le dijo a Timoteo: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como

obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo

2:15).

7.1.16 “Algunos estudios han demostrado que:

a. Los alumnos aprenden más por imitación, si el maestro tiene prestigio entre los estudiantes.
b. El estudiante actuará más según lo que ha aprendido, si ve que el maestro recibe alabanzas

por su trabajo y no censura.

c. Cuando un alumno ve que un maestro no tiene éxito o se le reprende por lo que hace, no se

siente impelido a seguir la conducta que el maestro aconseja.

d. Cuando un alumno ve a un maestro haciendo cosas que no debe y seguir adelante con una

conducta equivocada, aumenta la probabilidad de que el estudiante siga el ejemplo, en lugar

de la enseñanza.”62

e. El maestro debe dar forma a la fe. Las verdades de la Biblia deben ser enseñadas por el

ejemplo, de lo contrario se mantendrán abstractas e inalcanzables. Las consecuencias de

62 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 101


84
enseñar mediante el ejemplo son serias porque abarcan todas las facetas de la vida de un

maestro.

f. El maestro se debe sentir estimulado en medio de su trabajo duro, de su preparación. Este

esfuerzo no queda sin recompensa. Enseñar en la iglesia ofrece algunas ventajas benditas y

unidas. Los maestros tienen la oportunidad de alcanzar un crecimiento personal y una

satisfacción en Cristo que se dará naturalmente si hacen bien su trabajo. También tienen la

maravillosa oportunidad de guiar a personas a Cristo y luego disciplinarlos para que lleguen

a ser cristianos maduros.

7.1.17 De todas formas, el maestro tendría la mejor oportunidad de convertirse en un maestro de

éxito que triunfa en su cometido, si exhibe las cualidades que intenta enseñar a los adultos

mayores. Por sobre todas las cosas, enseñar ofrece la oportunidad de invertir para la

eternidad. La enseñanza cristiana trasciende lo temporal.

7.1.18 Elegir el tiempo adecuado es, por supuesto, un importante factor a tener en cuenta en un

programa de educación cristiana para adultos mayores. Estos llegan al estudio bíblico

(diurno o nocturno) cansados y con más presiones y responsabilidades que los niños y

jóvenes.

7.1.19 “Malcolm Knowles afirma que si un adulto no responde tan bien como debiera a la

enseñanza, se deberían considerar algunos factores como:

a. Que pueden haber estado separados por mucho tiempo de un ambiente educacional y por

ello desestimar su propia capacidad de aprender. Esta falta de confianza en si mismos les

impide aplicarse en la medida que deberían.

b. Que los métodos de enseñanza han variado con los años; puede que tengan que aprender a

acoplarse al nuevo sistema actual.

85
c. Cambios psicológicos en sus propias personas. Perdida de agudeza en la vista o de velocidad

en la reacción les restan energías y pueden afectar la enseñanza. En este caso se tienen que

hacer los reajustes necesarios para compensar estos factores.”63

7.1.20 Será necesario dar más énfasis a la motivación interna, que a las facultades externas.

7.2 Consideraciones generales

7.2.1 La iglesia encontrará, a través de los directores de educación cristiana, muchas

oportunidades para relacionarse con personas de la población de adultos de la tercera edad.

Habrá mucha gente con filosofías de vida muy diferentes a las cristiana. Por eso es muy

importante poder reflejar sinceridad al declarar las propias convicciones de la institución, sin

ofender a los demás, pero a la vez demostrando amabilidad con las personas que tienen

opiniones muy distintas a la de la iglesia.

7.2.2 La iglesia reconoce que como tal es una entidad de influencia en la comunidad. Por eso,

sus enseñanzas y opiniones, llegan a tener gran peso para muchos de ellos. Muchas veces

las personas preguntarán al pastor o a los líderes de educación cristiana su opinión sobre los

problemas que tienen los adultos de la tercera edad de su comunidad. Cuando la iglesia

(representada por estos líderes) expresa una opinión personal, tiene que reconocer que

posiblemente otros van a adoptar su opinión simplemente porque ellos confían en ellos, en

su juicio y en su capacidad de raciocinio para tomar las decisiones más sabias.

7.2.3 La iglesia como organización trabaja además, en el progreso de su comunidad, y se enfoca

en puntos claves como pueden ser los niños, ancianos, grupos delincuenciales u otros

63 Wright, Norman, Enseñando a los adultos, Libros Clie, 1980, p. 102

86
aspectos de la sociedad en que se pueda mejorar. En este sentido, la iglesia como entidad

sirve a la comunidad, tanto como otras agencias de servicio.

7.2.4 Cuando la iglesia esté capacitada para impartir claramente y sin vacilación la enseñanza de

cualquier tema, los demás escucharán y las considerarán seriamente. Con frecuencia el tema

no tiene que ver con asuntos puramente religiosos, sino que abarcan temas como el divorcio,

el maltrato o abandono de niños y ancianos y cuestiones de la ética en la medicina. La gente

muy religiosa estará muy agradecida, y la gente no religiosa quedará pensando en los valores

espirituales que representa y comunica por medio de su enseñanza. Algunas veces las

personas quedan impresionadas que deciden buscar más ayuda espiritual y seguir asistiendo

a la iglesia. Por eso, es importante que la iglesia esté bien informada sobre todo lo que está

pasando a su alrededor y en el mundo entero.

7.2.5 Así como Jesús fue maestro en su día es posible que algunos líderes de educación cristiana

hoy en día tengan esa misma oportunidad y responsabilidad. Si llega ese momento no se

debe menospreciar o descuidar la oportunidad con indiferencia o falta de preparación.

Muchas veces los ancianos pasan momentos de mucha soledad y sufrimiento, y anhelan la

comprensión de la iglesia y una palabra de consuelo. Los maestros pueden enviar cartas o

tarjetas con mensaje de consuelo y felicitación. Estos gestos no son olvidados por estas

personas. Estas son oportunidades importantes para el avance del evangelio, y es una

oportunidad de ayudar a los ancianos a relacionar su vida con la voluntad divina, y pedir la

ayuda de Dios en la misma.

7.2.6 A veces los ancianos tienen sus médicos, farmacéuticos y otros para atender todas las

necesidades físicas y mentales. ¿Por qué no pensar también en su estado espiritual? Es

posible que una iglesia sea levantada en un lugar estratégico porque tiene a un miembro que

87
es un anciano o porque alguien de la comunidad es conocido o familiar de un miembro de la

iglesia. Hay muchas conexiones que nos podrían presentar la oportunidad de ministrar a

estas personas. La iglesia debe estar alerta a estas relaciones y su potencial para un

ministerio espiritual de enseñanza.

7.2.7 Los maestros de escuela dominical deben guardar confidencias que las personas le

comunican. Hay algunas informaciones que recibe el maestro por ser representante del

evangelio y de la iglesia. Es mejor que el maestro sea visto como un hombre (mujer) de

misericordia y no de juicio.

7.2.8 La ética ministerial puede variar en los diferentes países debido a las leyes locales y las

circunstancias especiales. Es posible que algunos maestros estén sirviendo en lugares de

grandes dificultades debido a las restricciones impuestas por gobiernos que no simpatizan

con los evangélicos específicamente. En estos casos el maestro de escuela dominical tendrá

que orar a Dios y pedir su dirección para que le guíe a tomar la decisión más correcta en

cada circunstancia específica.

88
VIII. IMPEDIMENTOS PARA EL APRENDIZAJE

8.1.1 En muchas clases de las escuelas dominicales (algunas iglesias) cunden condiciones que

obran en detrimento de la enseñanza. Cualquier elemento que produce alguna molestia

física o mental, cualquier situación que le hace pensar que está perdiendo el tiempo, viene en

detrimento de la lección.

8.1.2 Los ruidos, luces que deslumbran a los alumnos, demasiado calor, frio o corriente de aire,

estorbos en la línea de visión, gente que habla demasiado bajo o demasiado alto, la mala

acústica, y el aburrimiento se toleran por poco tiempo. Sus alumnos también necesitan un

cambio de posición de vez en cuando. Algunas situaciones producen miedo o ansiedad. Un

adulto puede experimentar depresión o inquietud durante la clase. Algunas afirmaciones del

profesor, el hacer comparaciones entre los alumnos y hacer énfasis sobre alguna condición

desfavorable de uno de ellos, el alumno en cuestión se sentirá humillado. Esto crea una

desfavorable reacción contra el maestro de parte del alumno al que está pretendiendo

enseñar.

8.1.3 Generalmente las repeticiones, amaneramiento, ilustraciones inconvenientes y también

demasiadas o muy pocas, la falta o exceso de profundidad del maestro al presentar la

lección, producen malestar. Puesto que la enseñanza a los adultos requiere mucha

participación de los mismos, el roce de los compañeros estudiantes también produce

disgustos.

8.1.4 Un factor extremadamente importante que contribuirá a que los adultos mayores respondan

negativamente a la enseñanza, es la frustración. El alumno se sentirá frustrado cuando:

a. Procura alcanzar una meta y verá bloqueados sus caminos.

89
b. Un maestro presenta la información en partes extensas, o con tanta rapidez que el estudiante

no puede asimilar lo que se le enseña.

c. Un maestro que no habla con claridad también frustra al que escucha, especialmente si el

alumno está realmente interesado en lo que se le enseña.

d. Las metas de la lección o la dirección de la misma queda escondida, pero precisa.

e. Los libros de texto resultan oscuros.

f. Los caracteres de imprenta son demasiado pequeños.

g. El maestro rehúsa responder a las preguntas de los alumnos.

h. Un maestro no se da cuenta de que algunos de los alumnos tienen que ir a un paso más lento

en aprender que los demás.

8.1.5 Estos son algunos de los factores que se tendrán que eliminar para que los adultos mayores

disfruten de la lección. Demasiados adultos llegan a la clase predispuestos en contra de un

tema de enseñanza. El maestro tendrá que notar estos sentimientos, buscar las causas que

los promueven y procurar hacerlas desaparecer, procurando levantar una reacción positiva

en el alumno hacia el asunto o tema de estudio.

8.1.6 Los adultos buscan la clase de enseñanza que les hará apreciarse mejor a sí mismos,

satisfacer sus necesidades, dar más provecho a su vida diaria, y dominar, o conocer a fondo

un determinado asunto.

8.1.7 Se debería estudiar algunas formas en que el maestro pueda ayudar a que los adultos

mayores sientan una actitud positiva hacia su clase. He aquí algunas de ellas:

a. Aceptar todas las respuestas que los adultos mayores le den en su intento de aprender.

Hacer saber que estos intentos se aceptan de buen grado, sean correctos o no.

90
b. Presentar la lección en fragmentos lo bastante cortos o fáciles que los adultos mayores

puedan seguir y comprender. No darle demasiada información ni demasiado deprisa.

c. Dar a los adultos mayores las directrices bastante claras para que sepan qué es lo que pueden

esperar de la clase. Decirle lo que van a estar estudiando, cuánto tiempo durará la lección, el

papel que se le va a asignar a cada uno.

d. Cada vez que un alumno muestre interés por un tema, alentarlo (o apoyarlo).

e. Estar atento a lo que los adultos mayores ya conocen en relación con el tema de la lección y

reajustar el material de forma que evite repeticiones. Dar un repaso con preguntas al

principio de una serie de lecciones para ver lo que ya saben del tema los adultos mayores.

f. Relacionar la información nueva con la antigua e incorporar el resultado a las experiencias

de sus alumnos mayores.

g. Ofrecer a sus alumnos mayores la oportunidad de participar en las lecciones eligiendo o

seleccionando los temas de los cursos que vayan a estudiar.

h. Tratar a los alumnos mayores de la clase como a individuos y hacerle saber que son bien

recibidos en su clase. Mostrarse amistoso e interesarse por ellos.

i. Servirse de muchos métodos de enseñanza y diferentes ayudas audiovisuales que incluyan

todos los sentidos. Los adultos mayores aprovechan mejor las ayudas audiovisuales que

cualquier otro grupo.

j. Hacer conocer a los alumnos mayores los propósitos y metas de la lección, y asegurarse de

que han comprendido bien su significado.

k. Ayudar a los alumnos mayores a que apliquen con éxito el asunto o tema de la lección a su

vida diaria. Esto ayudará a que el estudiante aumente la confianza en sí mismo y en su

maestro.

91
l. Recordar que cada uno de los adultos mayores es único. Cada problema, cada necesidad o

experiencia de un adulto mayor es ligeramente diferente de la de los otros. Planificar las

lecciones para que puedan satisfacer todas las necesidades de sus alumnos.

8.2 Estrategias recomendadas para la enseñanza de adultos de la tercera edad Los

adultos mayores difieren de los estudiantes jóvenes de dos modos significativos:

a. Comienzan una actividad educativa con un cúmulo de experiencia que les permite hacer

mejores aportaciones, y al cual pueden asociar nuevas experiencias.

b. Comienzan con planes más específicos e inmediatos de aplicar el conocimiento

recientemente adquirido.

8.2.1 Por estas diferencias, la educación cristiana de adultos mayores debe ser un proceso de

enseñanza – aprendizaje que envuelva activamente a los propios estudiantes en la:

a. Apreciación de sus necesidades, (¿dónde estoy?)

b. Formulación de los objetivos educativos (¿qué quiero aprender?)

c. Proyección y conducción de las actividades de enseñanza, (¿qué técnicas de enseñanza

prefiere?)

d. Evaluación de los resultados (preferible autoevaluación a discutirse con el maestro a base de

unos criterios específicos).

8.2.2 Las técnicas más recomendables para usarse en el proceso de enseñanza – aprendizaje del

adulto mayor, son las siguientes:

a. Uso de la propia experiencia del adulto

b. Solución de casos

c. Desempeño de un rol

d. Experimentos

92
e. Formas variadas de discusión en grupo

f. Proyectos comunales

8.2.3 Lamentablemente muchos maestros y líderes responsables de las actividades educativas de

los adultos emplean todavía métodos que el mismo maestro planifica, y usa las mismas

técnicas de trasmisor – receptor que emplearon en la enseñanza de niños.

8.2.4 Es recomendable recordar el principio antes señalado de que “el aprendizaje de adultos

mayores es opcional”. Si el adulto no se siente satisfecho con el estilo usado para atender

las necesidades que ha identificado, pierde la motivación primera que le llevó a buscar el

nuevo conocimiento.

8.3 Métodos para ayudar a los adultos mayores a aprender

8.3.1 Los adultos mayores no quieren escuchar una conferencia de cuarenta minutos sin algún

descanso. La mayoría de los maestros se sorprendería al descubrir lo rápido que los adultos

responden a los métodos de aprendizaje confeccionados según sus intereses y capacidades

peculiares.

8.3.2 Por mucho tiempo hemos creído que sólo los niños necesitan métodos creativos de

aprendizajes. Pero los adultos también necesitan oportunidades de participar en su propia

instrucción. Es significativo que las clases de adultos mayores crecen cuando utilizan

conferencias breves, participación en pequeños grupos, y mucho tiempo de conversación.

8.3.3 A los adultos mayores se les debe motivar para que asistan a la Escuela Dominical. Si sus

clases son aburridas y poco pertinentes, hay mucha probabilidad de que no sientan deseos de

asistir.

93
8.3.4 En años recientes, los educadores han descubierto que los métodos de aprendizaje pueden

ser tan eficaces con adultos de la tercera edad como lo son para otros grupos. Uno de los

métodos más usado es:

a. Conferencia: Es una presentación oral del maestro que puede ser interrumpida e intercalada

con comentarios y reacciones de los alumnos. C.B. Eavey, en su libro: Principles of

Teaching for Christian Teachers [Principios de enseñanza para maestros evangélicos],

sostiene que el método de la conferencia abarca todas las presentaciones orales del maestro,

sean estas por medio de una exposición formal extensa o por observaciones hechas para

aclarar temas, para ampliar respuestas de los alumnos, para completar información ya

disponible o para indicar algo que debe hacerse. 64

8.4 Ventajas de la conferencia:

a. Puede cubrir mayor cantidad de material en menor tiempo.

b. Facilita la presentación de conceptos amplios, puntos de vista, preguntas, temas y criticas

estratégicos.

c. Puede ser sistemática, bien organizada, y completa.

d. Es adecuada para grupos grandes y permite a los buenos maestros que pongan a un grupo

numeroso de alumnos en contacto con una gran cantidad de información.

e. Lleva al máximo el efecto de la palabra hablada y de la personalidad del maestro.

8.5 Desventajas de la conferencia

a. Sólo permite una participación y reacción limitada por parte de los alumnos.

64 Martin William, Fundamentos para el educador evangélico, Editorial Vida, 1987, p.98
94
b. No admite diferencias individuales, ni proporciona atención especial cuando se necesita.

c. Requiere de un orador capaz y hábil.

d. Requiere poca preparación por parte del alumno.

e. Cuando se usa con mediocridad, se puede volver monótona.

8.5.1 Una manera de usar la conferencia de manera cambiante es emplear variaciones de ella.

Ejemplos de estas son:

a. Coloquio: Después de una conferencia, organizar pequeños grupos para discutir lo que se ha

escuchado.

b. Debate: Dos personas o equipos presentan un tema desde respectivas posturas, dentro de

ciertos límites.

c. Panel: Tres o más personas hacen ante todo el grupo una de sus presentaciones, al grupo se

le permite hacer preguntas a los miembros del panel.

d. Equipos para escuchar: La clase se divide en pequeños grupos, cada uno con una consigna

diferente (contestar cierta pregunta, cubrir un aspecto, representar un papel).

e. Investigación e informe: Esto permite que algunos alumnos con intereses especiales

investiguen e informen a la clase acerca de sus descubrimientos.

f. Simposio: Este es un tipo de investigación e informe en el que dos o más estudiantes hablan

sobre aspectos específicos del tema asignado.

g. Oradores invitados: Se puede obtener mayor variedad y experiencia invitando a alguien a

hablar.

h. Narración: Hay variadas posibilidades en la narración para adultos mayores. Por ejemplo,

historias de final inconcluso para los cuales los alumnos puedan escribir sus propios finales

95
son una eficaz aplicación del método entre los adultos mayores. Compartir experiencias

personales es una manera de narrar historias.

8.5.2 Recordar que el éxito o el fracaso de la conferencia descansa primordialmente en el

maestro. A toda costa, evite divagar o leer algo por largo rato. Esfuércese por ser claro, use

lenguaje comprensible y ponga empeño en comunicarse mediante cada palabra y cada gesto.

a. Preguntas y respuestas: La pregunta bien elaborada y oportunamente usada es una de las

herramientas más valiosas que tiene un maestro. Es un método de aprendizaje de notable poder.

Prácticamente en todas las facetas del aprendizaje, el método de preguntas y respuestas es una

técnica fundamental en el aula. Las preguntas movilizan a las personas desafiándolas a analizar,

motivándolas a expresarse y forzándolas a reflexionar sobre varias ideas. Las preguntas ayudan

a los alumnos a captar diferentes puntos de vista y los obligan a tomar una posición respaldada

por datos concretos. En resumen, las preguntas despiertan la actividad mental de una manera

que ningún otro método lo hace. Son sencillamente insustituibles dentro del proceso de

enseñanza-aprendizaje. En algunos sentidos, el método de preguntas y respuestas podrían

considerarse como la fuente del aprendizaje.65

8.6 Razones para usar preguntas como herramienta

a. Estimulan la memoria. Ayudan al alumno a descubrir lo que sabe y puede recordar.

b. Requiere que determinada idea sea expresada de una manera diferente. El alumno que

escucha una pregunta debe tomar una idea y volver a darle forma con sus propias palabras.

c. Ayudan a interpretar hechos e ideas. Hacer preguntas comparativas y de contraste ayuda a

los alumnos a desarrollar claridad y a organizar la información.

65 Martin William, Fundamentos para el educador evangélico, Editorial Vida, 1987, p.100-01

96
d. Aplican ideas y conceptos a la vida.

e. Ayudan a analizar ideas a partir de las cuales los alumnos pueden extraer conclusiones.

f. Ayudan a sintetizar la información. Usando el razonamiento deductivo, el alumno puede

eliminar soluciones impracticables y encontrar alternativas aceptables.

g. Ayudan a evaluar la información.

h. Guían a la acción.

8.7 Tipos de preguntas

8.7.1 En su libro Teaching Teachers to Teach [Enseñando a los maestros a enseñar], Don Griggs

identifica tres tipos de preguntas:

a. Informativas: Requieren que el alumno recuerde algo para poder contestar.

b. Analíticas: Requieren que el alumno piense y analice.

c. Personales: Piden al alumno que se refiera a sus propias experiencias.

d. Retorica: Se plantea a fin de señalar un concepto. No se espera una respuesta oral.66

8.8 Pautas

a. Las preguntas deben ser claras y carecer de términos ambiguos.

b. Si solicitan información, las preguntas deben ser especificas.

c. Cuando no buscan información específica, las preguntas deberán provocar respuestas

espontáneas.

d. Haga una sola pregunta a la vez.

e. Las preguntas deben dirigirse a toda la clase.

f. Proporcione a los alumnos retroalimentación después que hayan contestado.

66 Martin William, Fundamentos para el educador evangélico, Editorial Vida, 1987, p.101
97
g. No ponga a los alumnos a la defensiva usando la técnica del interrogatorio67.

8.8.1 Todos los alumnos corren un riesgo cuando responden a una pregunta. Si contestan

equivocadamente, el maestro debe poner cuidado en no hacer sentirse incomodos a los alumnos.

Deben ser tratados con cortesía y estímulos.

8.8.2 Existen otros métodos para adultos mayores tales como: Actividades en pequeños grupos,

la discusión, la lluvia de ideas y pequeños grupos de diálogo entre otros. El maestro debe

usar estos métodos, porque en ellos esta la clave del interés y la participación del estudiante.

8.9 Otras recomendaciones

a. Que los educadores de adultos mayores procuren siempre que los conceptos generalizadores

estén ilustrados por experiencias de la vida diaria de sus propios alumnos.

b. Se prepare el planteamiento de la enseñanza de modo que los alumnos puedan planificar a

su vez e incluso ensayar la forma en que van a aplicar sus enseñanzas a la vida de cada día.

Serán necesarias demostraciones y escenificaciones para ayudarle a aplicar la enseñanza a

sus experiencias diarias.

c. Los responsables de la formación de líderes procuren ofrecer una adecuada visión sobre la

ancianidad, de modo que surjan iniciativas para valorizar la condición de los ancianos.

d. Los pastores y demás responsables de comunidades favorezcan la intervención de personas

conocedoras de la problemática de la ancianidad, a fin de orientar a las familias y, en

particular, a quienes tienen ancianos bajo su cuidado.

e. Los concilios, Educación cristiana y congregaciones destinen, en cuanto sea posible, locales

adecuados para diversos servicios en favor de los ancianos.

67 Martin William, Fundamentos para el educador evangélico, Editorial Vida, 1987, p.102
98
f. Los diversos líderes de iglesias preparen a los cristianos para que puedan llegar con dignidad

a la tercera edad.

g. El departamento de educación cristiana tome muy en cuenta, dentro de sus planes, la

atención esmerada a los ancianos, tanto en las congregaciones como en instituciones y

centros especializados.

h. Los comités y agrupaciones de pastoral familiar deben apoyar las iniciativas y las acciones

en favor de la tercera edad y, dentro de lo posible, en sus programas integren actividades

propias de este campo.

i. Los concilios, Educación cristiana y congregaciones despierten la conciencia comunitaria en

favor de la atención de las personas de edad avanzada, alentando iniciativas apropiadas:

elaboración de un censo de casos de atención urgente, organización de visitas domiciliarias

y de apoyo material y espiritual, creación de talleres para actividades de terapia ocupacional,

instalación de servicios médicos y de higiene, involucrando en todo esto a las agrupaciones

de obreros y misioneros, principalmente a los ministros de las iglesias.

j. Establezcan las congregaciones y demás templos, en cuanto sea posible, los cultos y

celebraciones especiales para ancianos y enfermos, sin olvidar el aspecto de convivencia y

animación festiva para después de dichas celebraciones.

IX. LA INTERVENCIÓN DE LA IGLESIA Y LA REFORMA SOCIAL

9.1.1 Algunos ven en el papel del maestro de escuela dominical la responsabilidad de ser un

reformador social. Sin duda, el maestro debe enseñar todo el evangelio, lo cual abarca el

elemento de condenar las injusticias sociales, morales y económicas que existen en el

mundo. Uno se impresiona cuando lee los mensajes de Amós, Miqueas, Oseas e Isaías en el

99
Antiguo Testamento, y cuando lee los pasajes de condenación que Jesús pronunció en

contra de la opresión en su propio día. Jesús, citando declaraciones de Isaías 61:1 y 2, hace

énfasis en el llamado a “pregonar libertad a los cautivos, y dar vista a los ciegos; a poner en

libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18, 19).

9.2 El alcance de la intervención cristiana

9.2.1 Durante toda la historia del cristianismo se ha debatido la validez de una intervención

directa en asuntos políticos para lograr las reformas sociales que el hombre necesita.

Algunos insisten en que no solamente debemos predicar el mensaje de justicia, sino que

debemos involucrarnos en la lucha para lograr la justicia. La iglesia no debe involucrarse en

identificarse con grupos que luchan en contra del gobierno establecido y el uso de medios

subversivos para derrotar el poder del gobierno y el sistema existente.

9.2.2 La iglesia debe examinar bien todas las facetas de la problemática antes de identificarse con

grupos de esta índole. La iglesia debe luchar y animar a los demás para luchar dentro del

proceso político establecido para buscar cambios por medio de la legislación y la

implementación de leyes que favorezcan a los pobres y oprimidos. La iglesia debe utilizar

su papel para abogar por la justicia en todas las esferas. Después de luchar, la iglesia siente

que no hay posibilidades de lograr más justicia en el país, entonces tiene que decidir si va a

optar por un camino más radical. Tiene que decidir cómo va a expresar su oposición. ¿Se

va a identificar con otro grupo que también está luchando por cambios? ¿Está segura de que

ese grupo apoya los principios cristianos con los cuales está de acuerdo?

9.2.3 Dada las condiciones sociales críticas en que vivimos, puede haber más y más presión

hacia la iglesia y otros líderes para unirse y reclutar a los evangélicos a fin de juntarse con

100
estos grupos que luchan por la libertad, la paz, la justicia y que piensan que los evangélicos

deben estar con ellos en la búsqueda de estas metas.

9.2.4 Este es un caso de un fin que es bueno, pero hay que considerar los medios que se utilizan

para lograr ese fin. La iglesia hoy día tiene que mirar muy bien las bases de la filosofía de

los movimientos que piden nuestra colaboración. Si no podemos estar de acuerdo con sus

bases ateas, materialistas e inmorales, ¿cómo podríamos considerar una unión con ellos?

9.3 La clase de intervención

9.3.1 La iglesia está en un lugar estratégico para guiar al pueblo por los senderos sanos. Ellos

necesitan el equilibrio mental, moral y espiritual para percibir las señales de los tiempos,

pensar con discernimiento, y no vender sus principios establecidos por Dios. Esto es un

llamado a la iglesia a dedicarse a la que es su tarea principal –predicar y enseñar el

evangelio y dejar que el poder del evangelio transforme la sociedad a través de los cambios

que hace en los corazones de la humanidad.

9.3.2 Cuando conocemos la historia de otros países donde aparecen la guerra, el hambre, la

pobreza y la falta de aquellas cosas básicas para la subsistencia del hombre, son temas que

calan muy hondo en cada uno de nosotros como educadores. Seguramente aquí en Puerto

Rico todo maestro que colabora en la educación cristiana de su iglesia, ha ministrado a

personas desheredadas que no tienen nada y que han buscado la solución de su problema por

medio de la participación en una invasión de terrenos cercanos a las ciudades para tener

techo. ¿Qué tiene que decir la iglesia a ese anciano cristiano de la congregación que

pregunta al maestro de la escuela dominical si está bien solucionar su problema en esta

manera? ¿O qué puede decirle la iglesia al trabajador mayor en una compañía que tiene que

entrar en una huelga porque el sindicato de trabajadores ha decidido hacerlo? Si no participa

101
con el grupo, puede ser herido o ser boicoteado en su trabajo hasta el punto de tener que

renunciar a su puesto. Estos son problemas reales para los cristianos mayores en el día de

hoy, y es triste decirlo que no hay una solución fácil.

9.4 Recursos espirituales para la intervención

9.4.1 Los maestros de educación cristiana pueden animar a los adultos mayores a ejercer su fe y

orar de todo corazón al Señor, para pedir la ayuda divina. Así como en tiempos pasados

Dios ha contestado las oraciones de su pueblo en circunstancias de peligro, podemos confiar

en Dios para que socorra a sus hijos en los problemas de hoy. Podemos ser constantes en la

dedicación de nuestro ministerio de enseñanza que tenemos. Dios promete aumentar las

oportunidades de la persona que es fiel a él. Cuando la persona tiene fe en Cristo y es fiel en

su vida espiritual mientras aprovecha todas las oportunidades puede progresar.

X. PLAN DE ACCION

10.1.1 El ministerio educativo de la iglesia para con los ancianos de edad avanzada deberá

desarrollar un plan de acción para:

a. Ayudar a aliviarles la ansiedad que sienten con referencia a la muerte preparándoles para el

final. Un ministerio de enseñanza basado en las Sagradas Escrituras será lo idóneo en este

caso.

b. Proveer de compañía y un lugar de reunión para los amigos.

c. Satisfacer las necesidades sociales y psicológicas de las personas mayores a través de

proyectos de servicio y estudio de actividades.

d. Educar a la congregación entera para que conozca las características de los viejos y su lugar

en la iglesia. Los miembros de la iglesia deberían conocer que los adultos ancianos son

102
capaces de aprender y de cambiar; que este es un tiempo muy importante para ellos, que

gustan de las responsabilidades y pueden contribuir a ellas. La iglesia debería también

ayudar a los adultos aun jóvenes a prepararse para la última edad.

e. Intentar satisfacer las necesidades físicas y materiales de los adultos, ayudándoles en el

trabajo pesado, en sus necesidades cotidianas, su bienestar social, empleo y hogar.

f. Proveer de consejo pastoral para los problemas personales y asistencia en sus asuntos de

negocios.

g. Se debería proveer de facilidades educacionales para los ancianos construyendo un sistema

especialmente pensado para ellos, adaptadores auditivos, conveniente alumbrado, si es

posible, salas de reposo sin escalones, suelo no resbaladizo, adecuada temperatura, fácil

acceso para el transporte, los enchufes bastante altos que no les impidan el paso con los

cables y acceso a la librería de la iglesia donde encuentren ayuda para sus necesidades

personales.

h. Revalorizar e impulsar a los ancianos, sea cual sea su condición en los grupos familiares, en

las comunidades y en el ambiente de la iglesia, como vínculos de unión, como memoria del

grupo, como experiencia acumulada al servicio de los demás, como transmisores de

tradiciones y cariño.

i. Aprovechar toda clase de recursos para crear una mentalidad que prepare a las personas a

valorizar a los ancianos, y propiciar la comunicación cristiana de bienes en todos ordenes en

beneficio de ellos.

j. Ayudar a promover a los ancianos para que tengan actitudes más positivas ante la vida y en

relación a sí mismos.

103
k. Hacer entender que el dolor, la enfermedad y la muerte son expresión muy clara de la

limitación de la condición humana: estas experiencias, propias de la ancianidad, son camino

de apertura hacia Dios.

l. Promover en diversos ambientes pastorales iniciativas como:


• cursos de gerontología para líderes de pastoral

• centros de servicio, ocupación y esparcimiento para ancianos

• mayor número de asilos y apoyo a los existentes

• coordinación de diversas instituciones que brindan ayuda a las personas de la tercera edad

• banco de datos referentes a organismos y programas de atención a la ancianidad.

m. Asumir el hecho de que gran parte de los líderes de pastoral, sobre todo en las

congregaciones, pertenecen ya a la tercera edad, para ofrecerles servicios, en diversos

órdenes adecuados a su condición, y así potenciar más su compromiso apostólico.

n. Difundir las experiencias más significativas de pastoral integral de la tercera edad: apoyo

económico, dispensarios médicos, convivencias apropiadas.

o. Insistir en la formación comunitaria en torno a los problemas de la tercera edad, para crear

un clima de respeto y valoración en favor de los ancianos.

p. Instruir a los líderes en la enseñanza, especialmente en la doctrina protestante sobre la

naturaleza de la unción de los enfermos, de la cual han de beneficiarse las personas de la

tercera edad, preparando a los líderes para la atención especial que requiere este sector.

q. Intensificar la presencia evangelizadora de los obreros en los asilos en donde es poca o no

existe la atención religiosa adecuada.

r. Impulsar los asilos atendidos por líderes cristianos, apoyando a éstos para que tengan más

recursos materiales, educativos y espirituales.

104
10.1.2 Los adultos mayores son una parte integral de la vida adulta de la iglesia; no los pase por

alto.

IX. IMPLEMENTACIÓN PROGRAMA ADULTOS DE LA TERCERA EDAD

11.1.1 Estas recomendaciones tienen como objetivo exponer la inquietud y preocupación sobre

la atención que prestamos a las personas de tercera edad, en sus instituciones que cuenta

con un departamento de educación cristiana; que ha permitido estructurar un modelo de

enseñanza fundamentado en los principios de la palabra de Dios, participación colectiva de

los grupos de adultos mayores vinculados a los programas de sociedades, actividades

recreativas y culturales, además de cultos y células, entre otros.

11.1.2 La idea del proyecto se inicia hace pocos meses cuando nos dimos cuenta que las personas

de la tercera edad no cuentan con la atención necesaria por parte de la iglesia para cubrir

muchas de sus necesidades básicas en esta etapa de su vida. Se pensó en proponer que las

personas mayores pudieran disfrutar de una serie de actividades que les posibiliten el

mantenimiento y mejoramiento de sus condiciones de vida. Se puede crear un proyecto

educacional que opere en las diferentes congregaciones bajo el departamento de educación

cristiana y se inicie la capacitación de líderes maestros para grupos de la tercera edad.

11.1.3 Ninguna iglesia que reconozca las implicaciones bíblicas vinculadas con el adiestramiento

de capacitación dejaría jamás de ofrecer tal adiestramiento (y ningún individuo que

reconozca esas implicaciones lo rechazaría). La meta de la iglesia es ayudar a los maestros a

adquirir la capacitación especial necesaria para enseñar.

11.1.4 El departamento de educación cristiana de la Iglesia deberá contar entre sus diversas

funciones, el desarrollar un proyecto que:

105
a. implemente una propuesta que, esté acorde con las expectativas y necesidades de la población

de mayores de la tercera edad, la cual maneje una conceptualización del servicio y en general

de la vida fundamentada en principios de dependencia;

b. la implementación del proyecto será de operación dinámica, orientado a la búsqueda de

nuevas alternativas en la prestación de servicios educacionales en el cual se tenga en cuenta la

opinión de los participantes;

c. la estructura de gerencia se fundamentará en criterios de calidad, eficiencia y efectividad que

contribuya al sostenimiento del proyecto con criterios claros del impacto espiritual y social

que se espera lograr en los participantes del servicio;

d. la orientación desde la perspectiva del departamento de Educación Cristiana será

fundamentada en los principios del evangelio, el mensaje de salvación, las doctrinas

fundamentales bíblicas, desarrollo y capacitación de los participantes, - interno y externo.

11.1.5 El proyecto piloto, Programa Tercera Edad, presentará una serie de actividades

encaminadas a promover la participación activa y dinámica de los adultos de edad avanzada

residentes en el barrio de Palma Sola de Canóvanas, PR con el fin de posibilitar la

adquisición y fortalecimiento de hábitos de vida espiritual saludable y el rescate de sus

valores como miembros activos importantes.

11.1.6 El Programa Tercera Edad se ubicará en las facilidades (templo) de IEMET de Palma

Sola, la cual será una subdirección operativa del departamento de Educación Cristiana. A

través del ella los participantes recibirán los servicios de educación y capacitación en sus

diversas modalidades y temáticas.

106
11.1.7 Consiste básicamente en el desarrollo de actividades de talleres y paneles de discusión

encaminados a promover la autonomía, gratificación, liderazgo y participación socio-

eclesiástico de las personas de edad avanzada residentes en Palma Sola.

11.1.8 El compromiso de los educadores que operen el proyecto estará orientado a contribuir al

bienestar integral de los adulto de la tercera edad, a través de la vinculación activa y

participante en alternativas de educación y capacitación, que puedan mantener, potencializar

y mejorar sus condiciones físicas, emocionales, espirituales y sociales, resaltando el buen

uso de las facilidades de la iglesia y el papel del adulto mayor como protagonista de su

desarrollo espiritual, personal, familiar y comunitario.

11.1.9 El proyecto se ejecutará en el área de Canóvanas, con prioridad en las facilidades del

templo que es integrada a la comunidad de Palma Sola, sin desconocer el apoyo y asesoría a

los líderes que desarrollan actividades en otros lugares y en los salones de escuela dominical

y junta de gobierno local.

11.1.10 La estructura operativa del Programa Tercera Edad será diseñada buscando facilitar la

ejecución del Programa desde una estrategia gerencial participativa, donde todos y cada uno

de los integrantes del grupo conformarán equipos de trabajo que aporten desde los saberes

particulares para el cumplimiento de las metas y el mejoramiento de las actividades

propuestas.

11.1.11 El manejo operativo estará a cargo de los maestros locales - personas con formación

profesional y cristiana en diversas disciplinas del área social, con experiencia en trabajo

comunitario y con adultos mayores - los cuales son el brazo institucional en la iglesia, con

el apoyo del pastor, de los pastores asociados, diáconos, jóvenes estudiantes universitarios

con experiencia en animación educativa. El esquema operativo es el siguiente:

107
11.1.12 Establecerá los lineamientos y parámetros para la operación del Programa Tercera Edad

de acuerdo con el mismo a ser presentado y aprobado por la Junta de Gobierno. Fijará las

metas, los objetivos, los marcos operativos generales, determinará de acuerdo al plan general

del departamento de Educación Cristiana la ejecución presupuestal para la vigencia fiscal

respectiva y como gerente del proyecto aplicará las estrategias de seguimiento, evaluación y

control pertinentes en los niveles administrativo, presupuestal y operativo.

11.1.13 Durante la trayectoria del Programa Tercera Edad se irán implementando una serie de

modificaciones en las distintas áreas con el fin de irlo adecuando a las propuestas de

atención y a las necesidades y expectativas que desde el Programa se tienen con respecto a

los servicios educacionales, y de capacitación que se deben ofrecer a los participantes de

dichos servicios. Se adicionará, otras propuestas que sean presentadas por los maestros y en

algunas ocasiones por los participantes, en los que manifiesten a través de encuestas

informales, cartas, quejas o comentarios directos al departamento de Educación Cristiana, la

Junta y el Programa.

11.1.14 Se intentarán diversos modelos de estructuración y seguimiento cada año, para buscar

recoger con base en el ensayo y error, los aspectos positivos y fuertes del Programa y

revaluar aquellos aspectos de impacto negativo en la ejecución, de manera que se cumplan

las metas de cobertura y número de actividades que se ejecuten; esto facilitará una visión

unificada y contribuirá a la creación de una visión panorámica del Programa, de manera que

el equipo coordinador, cada día se perciba muy cercana la meta de eficiencia, efectividad y

calidad en la prestación del servicio.

11.1.15 Oramos y esperamos en el Señor, que este Programa sea estudiado, considerado e

implementado y que nada obstaculice la visualización de las metas, que nada logre desviar

108
los intereses del equipo de trabajo que será nombrado. Sabemos que se puede prever el

incremento de los obstáculos en relación a su ejecución, dado que el servicio a brindarse

puede satisfacer plenamente a los participantes; la utilización del talento de los maestros

que laborarán en la operación del Programa; la credibilidad por parte de toda la comunidad,

la operación del sistema gerencial ha implementarse y por último, la aparición del Programa

por responder a las expectativas y metas de la dirección del Espíritu Santo.

XII CONCLUSIÓN

12.1.1 A medida que la actual generación joven envejece y la tasa de natalidad continúa

descendiendo, los adultos medios y mayores serán un segmento creciente de la población.

La educación cristiana creadora debe concebir ministerios para adultos de todas las edades y

prepararlos así para una rica y fructífera ancianidad. Programas bien concebidos,

administrados en el espíritu de Cristo, capacitarán a los adultos para aprovechar sus

oportunidades únicas y enfrentarse a las tenciones que les son peculiares.

12.1.2 La tradición bíblica tiene en su conjunto una valoración positiva de los ancianos, en una

línea equiparable a la cultura de otros pueblos primitivos, en los que la tradición oral, mucho

más importante que la escrita, confería una especial relevancia a las personas con

mayor experiencia y conocimiento.

12.1.3 Hemos hecho énfasis en que es la obligación de cada maestro buscar la manera de

obedecer los ideales más altos que se basan en las enseñanzas bíblicas y que derivan de las

experiencias de otros maestros con madurez espiritual a través de la historia.

12.1.4 La autonomía de la iglesia local deja en libertad al maestro para relacionarse con la misma

y someterse a las instrucciones de esa iglesia donde está sirviendo. Esto coloca grandes

109
responsabilidades sobre la iglesia, el pastor y el maestro para obrar con una conciencia

limpia y estar cada uno sometidos al señorío de Cristo en todas las decisiones que se toman.

12.1.5 Como educadores cristianos, reconocemos que estamos involucrados en el intento de

educar al hombre caído que vive la mayor parte de su vida en un ambiente pecaminoso.

Debemos por lo tanto hacer lugar en nuestra teoría y en nuestra práctica a la obra del

Espíritu Santo. Reconocemos que los móviles de nuestros alumnos para aprender son

diferentes, sus disposiciones, divergentes; pero sus potencialidades en Cristo son

prometedoras. Trabajamos para estructurar el ambiente del aprendizaje con plena confianza

en que la naturaleza humana puede ser cambiada por el poder de Dios que obra mediante la

nutrición cristiana. El hombre no es una victima irredimible de su pasado, ni un mero

reflejo de su ambiente. Por el poder del Cristo tiene los recursos necesarios para llegar a ser

plenamente él mismo.

XIV ANEXOS

I. Entrevista con maestros y directores del Departamento de Educación Cristiana de IEMET

II Instituciones cristianas (iglesias) y su sistema educativo

III Evaluación del Programa Tercera Edad

110

Das könnte Ihnen auch gefallen