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Filosofía

La filosofía (del griego antiguo φιλοσοφία ‘amor a la sabiduría’ derivado


de φιλεῖν [fileîn] ‘amar’ y σοφία [sofía] ‘sabiduría’; trans. en latín como philosophĭa)
es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones
como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y
el lenguaje. Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo,
el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en
los argumentos racionales sobre los argumentos de autoridad, y de
la ciencia porque generalmente realiza sus investigaciones de una manera
no empírica, sea mediante el análisis conceptual, los experimentos mentales,
la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de
los datos empíricos.
La filosofía occidental ha tenido una profunda influencia y se ha visto profundamente
influida por la ciencia, la religión y la política occidentales. Muchos filósofos
importantes fueron a la vez grandes científicos, teólogos o políticos y algunas
nociones fundamentales de estas disciplinas todavía son objeto de estudio
filosófico. Esta superposición entre disciplinas se debe a que la filosofía es una
disciplina muy amplia.
Etimología
La invención del término «filosofía» se suele atribuir al pensador y
matemático griego Pitágoras de Samos, aunque no se conserva ningún escrito
suyo que lo confirme. Según la tradición, hacia el año 530 a. C., el
general León trató de sabio (σοφóς: sofos) a Pitágoras, el cual respondió que él no
era un sabio, sino alguien que aspiraba a ser sabio, que amaba la sabiduría,
un φιλο-σοφóς.
Admirado León de la novedad del hombre, le preguntó a Pitágoras quiénes eran,
pues, los filósofos y qué diferencia había entre ellos y los demás; y Pitágoras
respondió que le parecían cosas semejantes la vida del hombre y la feria de los
juegos que se celebraba con toda pompa ante el concurso de Grecia entera; pues,
igual que allí, unos aspiraban con la destreza de sus cuerpos a la gloria y nombre
que da una corona, otros eran atraídos por el lucro y el deseo de comprar y vender.
Pero había una clase, y precisamente la formada en mayor proporción de hombres
libres, que no buscaban el aplauso ni el lucro, sino que acudían para ver y
observaban con afán lo que se hacía y de qué modo se hacía; también nosotros,
como para concurrir a una feria desde una ciudad, así habríamos partido para esta
vida desde otra vida y naturaleza, los unos para servir a la gloria, los otros al dinero,
habiendo unos pocos que, despreciando todo lo demás, consideraban con afán la
naturaleza de las cosas, los cuales se llamaban afanosos de sabiduría, esto es,
filósofos.
Cicerón, Cuestiones Tusculanas, Libro V, capítulos 7 a 11.
Según Pitágoras, la vida era comparable a los juegos olímpicos, porque en ellos
encontramos tres clases de personas: las que buscan honor y gloria, las que buscan
riquezas, y las que simplemente buscan contemplar el espectáculo, que serían los
filósofos.
Años más tarde, Platón agregó más significado al término cuando contrapuso a los
filósofos con los sofistas. Los filósofos eran quienes buscaban la verdad, mientras
que los sofistas eran quienes arrogantemente afirmaban poseerla, ocultando su
ignorancia detrás de juegos retóricos o adulación, convenciendo a otros de cosas
infundadas o falsas, y cobrando además por enseñar a hacer lo
mismo. Aristóteles adoptó esta distinción de su maestro, extendiéndola junto con su
obra a toda la tradición posterior.
El texto más antiguo que se conserva con la palabra «filosofía» se titula Tratado de
medicina antigua, y fue escrito hacia el año 440 a. C. Allí se dice que la medicina
«moderna» debe orientarse hacia la filosofía, porque solo la filosofía puede
responder a la pregunta «¿qué es el hombre?».
Los filósofos más importantes y famosos de la historia
A pesar de que el el transcurso de la historia intervengan miles de personas, hay
pensadores cuya influencia en lo intelectual es tan relevante que modifica, en mayor
o menor grado, cómo evolucionan las sociedades. En esta selección de filósofos
encontrarás a los intelectuales más relevantes en lo que respecta a los países
occidentales.
 Tales de Mileto (624-548 a.C.)
Considerado el primer filósofo de la cultura occidental, fue uno de los primeros en
dar una explicación racional a los fenómenos del mundo. Propuso que el agua
es el elemento que da origen a todo lo viviente y por la mismo la relaciona con el
alma, el movimiento y la divinidad.
Se considera como uno de los primeros astrólogos de la historia occidental y se le
atribuyen las obras El solsticio y El equinoccio, aunque ha sido difícil comprobar si
efectivamente escribió las escribió él.
1. El placer supremo es obtener lo que se anhela.
Lograr nuestros objetivos nos hace sentirnos realizados.
2. La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar
mal de los demás.
La crítica siempre es facilona y simple. La introspección es un asunto complicado.
3. La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del entendimiento, en el
saber.
Mente y cuerpo tienen distintas formas de estar en plena forma.
 2. Heráclito (563-470 a.C.)
También conocido como El oscuro de Éfeso, acostumbraba a llevar una vida
solitaria y es reconocido como uno de los inauguradores de la metafísica.
Criticaba algunos conceptos religiosos de su época y consideraba que el fuego era
el principal elemento de la vida. Fue uno de los primeros en utilizar el concepto de
“devenir” como una realidad básica que subyace a todo lo que existe.
1. Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que
se baña.
Tal vez su reflexión más estudiada y comentada. Todo es efímero, por lo que no
podemos afirmar con rotundidad que un ente sigue siendo el mismo en dos instantes
distintos.
2. Los médicos cortan, queman, torturan. Y haciendo a los enfermos un bien,
que más parece mal, exigen una recompensa que casi no merecen.
Sobre la temible ignorancia presuntuosa de los médicos.
3. Para Dios todo es hermoso, bueno y justo. Los hombres han concebido lo
justo y lo injusto.
Es la humanidad la que concibe los principios éticos de bien y mal.
 Pitágoras (569-475 a.C.)
Filósofo y matemático griego, su pensamiento es uno de los antecedentes más
antiguos e importantes de la matemáticas, la geometría analítica y la filosofía
racional moderna.
Es recordado por haber desarrollado el teorema de Pitágoras que se utiliza para
medir la longitud y ángulos del triángulo rectangular, y obras como La armonía de
las esferas. De hecho, en algunos contextos se le conoce como el filósofo del
número.
1. No seas ambicioso y tacaño; la justa medida es excelente en tales casos.
En el equilibrio está la salud espiritual, según Pitágoras.
2. Economizad las lágrimas de vuestros hijos, para que puedan regar con ellas
vuestra tumba.
Una triste alegoría que nos exhorta a tratar con amor a los hijos.
3. Los hombres que siempre hablan verdad son los que más se aproximan a
Dios.
Una afirmación que encumbra a las personas honestas.
 5. Demócrito (460-370 a.C.)
Uno de los primeros en defender que todo lo que existe está formado por átomos
(incluso el alma, que es donde se encuentra la verdadera felicidad), por lo que se le
ha ubicado en el grupo de los filósofos atomistas.
Sostiene que la ética y la virtud se alcanzan por el equilibrio de las pasiones, lo que
a su vez se alcanza mediante el saber y la prudencia. Su teoría incluye tanto libros
poéticos, como físicos, matemáticos, filológicos y técnicos.
1. Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de
mofa.
Cuando la ética se pierde ocurren estas cosas.
2. El que todo lo aplaza no dejará nada concluido ni perfecto.
Sobre la procrastinación, un vicio que no nos permite avanzar.
3. ¿Puede ser por ventura amado el que a nadie ama?
En otras palabras: ¿puede amar quien no ama a nadie? Probablemente, no.
 6. Sócrates (469-399 a.C.)
Sócrates es reconocido como el pensador que transformó la dirección de la filosofía
europea y el más sabio de los filósofos griegos. Sus obras están escritas en la forma
de diálogos y fueron transmitidos por sus discípulos.
La base de su filosofía es la idea de la virtud como fundamento del conocimiento y
la sabiduría. Por eso se reconoce como una teoría moral que se basa en el
reconocimiento del bien y la justicia.
1. Un hombre honesto es siempre un niño
Para Sócrates la honestidad estaba muy relacionada con el modo en el que los
niños siempre se hacen preguntas sobre lo que saben y están abiertos
constantemente a la posibilidad de admitir que lo que creían cierto no lo es.
2. El conocimiento empieza en el asombro
La punzada de sentir que hay una parte de la realidad que no entendemos era, para
Sócrates, aquello que nos impulsa a adquirir conocimiento.
3. Una vida que no ha sido examinada no merece ser vivida
La filosofía era para Sócrates uno de los pilares de la experiencia vital, tal y como
se expresa en esta frase.
 8. Aristóteles (384-322 a.C.)
Alumno más reconocido de Platón, buscaba la esencia última del ser
humano. Tenía un gran interés por la biología y su pensamiento tuvo una
herencia médica importante que fue retomada en los inicios de la ciencia moderna.
También le interesaba el estudio de la lógica, la metafísica, la ética, la filosofía
política, la psicología y la estética, y se le atribuye el establecimiento de las grandes
divisiones de la filosofía. Es una de las figuras más representativas de La Academia,
la escuela filosófica fundada por Platón, y posteriormente, fundó su propia escuela:
El Liceo.
1. La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la
destreza de aplicar los conocimientos en la práctica
El conocimiento es importante, pero si no lo ponemos en práctica no conseguiremos
dominarlo.
2. Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista
a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo
Lograr lo que uno desea no siempre es fácil, hay que luchar contra el mundo y contra
uno mismo.
3. Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido
Una frase que invita al lector a la libre reflexión.
 9. Epicuro (341-270 a.C.)
Filósofo que inaugura la escuela del epicureísmo, donde los elementos centrales
son el el hedonismo racional y el atomismo.
Defendía la búsqueda del placer dirigida a la prudencia. Rechazó la idea de destino
y también la idea de fatalidad que era muy recurrente de la literatura griega.
1. Los bienes son para aquellos que saben disfrutarlos.
De nada sirve poseer riquezas si no se es capaz de ser más feliz.
2. El más grande fruto de la autosuficiencia es la libertad.
No depender de nada ni de nadie nos garantiza poder ser dueños de nuestra propia
existencia.
3. Toda amistad es deseable por sí misma.
Gran amante de las relaciones interpersonales, Epicuro describía así la dicha de
tener un buen amigo.
 12. Tomás de Aquino (1225-1274)
Filósofo y teólogo de la escuela escolástica, cuya filosofía es fundamentalmente
realista y concreta, pero basada en la exploración de la idea de que existe lo divino.
Para describir la realidad toma como punto de partida el mundo existente, por lo que
una parte de su pensamiento se centra en la idea de la Existencia Suprema.
Reconoció dos dimensiones del conocimiento que en ambos casos proceden de
Dios, por lo que son colaborativos y dan origen a la teología: el conocimiento natural,
que se refiere a la razón y la lógica; y conocimiento el sobrenatural, que se refiere
a la fe.
1. El bien puede existir sin el mal, mientras que el mal no puede existir sin el
bien
De alguna u otra forma cada polo necesita de la sombra del otro
2. Teme al hombre de un solo libro
Esta frase de Santo Tomás de Aquino, se refiere a las personas que tiene un ideal
fijo y lo muestran con franqueza.
3. Los seres dotados de inteligencia desean existir siempre y un deseo natural
no puede existir en vano
Es por eso que trascienden a través de sus obras.
FILOSOFÍA GRIEGA
Naciendo como una respuesta para resolver los misterios de la naturaleza a través
de la razón, la filosofía griega auguró numerosas teorías científicas, pero además,
incorporó ideas morales y políticas que influyeron en la humanidad a lo largo de la
historia.
El período presocrático de la filosofía griega.

La etapa presocrática de la filosofía griega se caracterizó por la búsqueda de un


principio único del origen de los fenómenos del universo, sin embargo, existieron
varias vertientes dentro de un razonamiento cosmológico, determinadas por las
siguientes escuelas:
Jónica.
Siendo la primera escuela relevante, partió de la creencia de su fundador Tales
de Mileto, que el agua era la fuente de todos los elementos, en
cambio, Heráclito, otros de sus filósofos, consideró que el fuego era el principio de
todo elemento.
Pitagórica.
Fundada por Pitágoras de Samos, fue un movimiento filosófico y religioso de
la cultura griega dominado por las matemáticas, de igual manera, destacó la
importancia de la forma sobre la materia al explicar su estructura.
Eleática.
Oponiéndose a la filosofía materialista de la escuela jónica, su
representante, Parménides, propuso que las cosas en su esencia eran una unidad
inmutable, e infinita en tiempo y espacio.
El período clásico de la filosofía griega.
Esta etapa de la filosofía griega, centrada en la ciudad de Atenas, se inició con el
surgimiento de los sofistas, un movimiento de pensadores
intelectuales como Protágoras, Gorgias y Critias, que se dedicaron a darles
la formación necesaria a los jóvenes para dedicarse a la política,
adicionalmente, representó el final del pensamiento cosmológico focalizado en la
inquietud por saber acerca de la naturaleza, aunque, este modelo fue desplazado
por la corriente de Sócrates, quien implantó un método lógico para describir los
conceptos morales y éticos.
Posteriormente, Platón organizó el idealismo socrático en un pensamiento
sistemático de la conducta basado en la benevolencia y la justicia, instruyendo al
resto de este conocimiento, en cambio, Aristóteles abordando muchas de estas
sapiencias, transformó las concepciones pasadas, convirtiéndose en un verdadero
polímata.
El período helenístico y neoplatónico de la filosofía griega.

Una crisis generada por la pérdida de la independencia política griega y su posterior


desintegración con la muerte de Alejandro Magno, causó cambios esenciales en el
pensamiento filosófico de los helenos, intensificando su carácter contemplativo.
Bajo este panorama, aparecieron tres corrientes como
el escepticismo, el epicureísmo y el estoicismo, luego, afloró
el neoplatonismo, que se preocupó más por los problemas individuales que por la
naturaleza.
En resumen, la lógica y la razón del pensamiento, nacieron con la filosofía
griega, puesto que, los helenos supieron contemplar reflexivamente los problemas,
y sumergiéndose en ellos, les buscaron una explicación.
Filosofía Romana
No refleja una actuación tan destacada, la filosofía romana.
Se puede afirmar que la filosofía romana comienza en el siglo I con el comienzo del
cristianismo y se extiende hasta el siglo XV en el Renacimiento.
Las figuras más destacadas de este período son San Agustín de Hipona (354-430)
y Santo Tomás de Aquino(1224/25-1274), con filosofías basadas en el dogma pero
tratando de racionalizar la fe.
En esa época estaban difundidas en Roma las ideas del
Estoicismo, del Epicureísmo, los Eclécticos, como Cicerón y
los Estoicos como Séneca, Marco Aurelio, Epicteto y también
en parte Cicerón.
A través de la revisión de la obra de San Agustín, salen a la
luz nuevas dimensiones.
San Agustín no fue nunca partidario de la adopción ciega de
las creencias, por el contrario trataba de racionalizar la fe,
utilizando la razón como un instrumento para comprender aquello que se cree.
La síntesis entre la espiritualidad y el intelecto es el método que utiliza San Agustín
para comprender la relación del hombre con Dios. La única herramienta que tiene
el hombre para llegar a Dios es su propia mente, el alma, dice San Agustín.
La influencia que recibió San Agustín fue platónica; el hombre es sustancia racional
que consta de cuerpo y alma. En la actualidad la existencia del hombre tiene el
carácter de ángel caído por el pecado original y redimido por la gracia divina.
Esa redención es la que provoca en el hombre la necesidad de trascendencia que
representa el fin último de su existencia.
Santo Tomás en cambio, trató de adecuar la filosofía de Aristóteles a los principios
espirituales del cristianismo.
En su búsqueda del conocimiento intenta identificar los elementos divinos y
humanos haciendo de Santo Tomás un pensador moderno y un espíritu que
interpreta en profundidad el sentido del Eclecticismo.
El Eclecticismo es la doctrina filosófica que se basa en la conciliación de los
elementos de otras doctrinas, es contraria a todo dogmatismo. Se caracteriza por
adoptar una postura intermedia opuesta a todo extremismo.
Ciceron, Marco Tulio (-103-43), fue un escritor, político y gran orador romano. En
filosofía fue ecléctico con fuerte inclinación por el Estoicismo. Su importancia radica
en su participación para la difusión de la filosofía y a la creación de una terminología
filosófica latina.
El Estoicismo es una filosofía de las escuelas que se originaron en Atenas en la
época helenística. Su fundador fue Zenón de Citio(-300) y su doctrina es un sistema
en que se destaca la ética, o sea, vivir de acuerdo a la naturaleza aceptando
racionalmente el orden de las cosas.
Lo real para el Estoicismo es corpóreo(materialismo) y está penetrado por un
espíritu que anima la naturaleza y produce el orden cósmico. Es una ética
intelectualista que produce un hombre sabio estoico, imperturbable ante la
desgracia y la ventura, que domina sus pasiones, acepta su destino y que encuentra
la felicidad en la práctica de la virtud.
Séneca (4-65), filósofo y escritor hispanoromano, fue el máximo representante del
estoicismo nuevo, con una visión personal más cerca del moralismo, de carácter
ascético y con un tono religioso aproximándose al teísmo.
Su filosofía abarca influencias epicúreas, cínicas, platónicas y escépticas, de
manera que sería más preciso categorizarlo como un pensador ecléctico.
El Epicureísmo es la doctrina fundada por el filósofo griego Epicuro(-341-270),
basada en la búsqueda del arte de vivir para alcanzar la felicidad del hombre.
El primer paso consiste en eliminar la infelicidad, con el uso de la razón, como el
miedo a la muerte, el temor a Dios y el dolor físico.
Porque la muerte no se siente mientras uno está vivo y una vez muertos tampoco
puede atormentarnos, en cuanto a Dios, los dioses son tan superiores al hombre
que les somos indiferentes para ocuparse de nosotros; y en cuanto al dolor, suele
ser breve y no continuo y la cantidad de placer que se puede conseguir en esta vida
es mucho más grande que el dolor.
Los placeres más grandes para el Epicureísmo, son los espirituales como la amistad
y el goce intelectual.
En cuanto al deseo de la felicidad, no lo debe conducir al hombre a placeres
desenfrenados sino al contrario a llevar una vida pacífica y mesurada en la que el
espíritu tranquilo pueda gozar de la amistad y el cultivo de la sabiduría.
La Filosofía entre los hebreos
No existió entre los hebreos, como tampoco existió entre los egipcios, ni entre los
secuaces del mazdeísmo, la Filosofía racional y científica, la Filosofía propiamente
dicha o sistematizada, si se exceptúan los últimos siglos de su historia nacional, en
que aparecen algunos ensayos más o menos sistemáticos. En [85] cambio, y
gracias a la revelación divina, el pueblo hebreo conoció y poseyó un conjunto de
verdades teológicas, metafísicas, morales y político-sociales, que constituyen una
Filosofía y una ciencia, muy superiores, en cuanto a verdad y pureza de doctrina, a
todas las ciencias y a todos los sistemas filosóficos de las antiguas naciones y
civilizaciones, sin excluir las de Grecia y Roma. Para convencerse de ello, bastará
exponer sumariamente ese conjunto de verdades, comparándolas de paso con las
ideas, máximas y práctica de otras naciones y pueblos.
a) Enfrente del panteísmo indio, del dualismo iránico, del ateísmo búdhico y sínico,
y del politeísmo egipcio y greco-romano, el pueblo hebreo, enseñado por la palabra
divina, afirma la existencia de un Dios único, personal, vivo, eterno, trascendente,
distinto y superior al mundo, inteligente, libre, omnipotente, infinitamente santo, justo
y misericordioso para con el hombre.
b) El dios del brahmanismo saca al hombre de su propia substancia, o, mejor dicho,
el mundo y los seres son fenómenos y evoluciones de la substancia divina. El dios
de Zoroastro y de la Filosofía griega, o sustituye el dualismo a la unidad, o degenera
en naturalismo, y, en todo caso, o apenas vislumbra, o desconoce por completo y
niega la creación ex nihilo. Sólo el pueblo hebreo, iluminado por Dios, sabe y afirma
que el mundo y los seres que lo constituyen fueron producidos y sacados de la nada
en cuanto a toda su substancia, mediante la acción omnipotente, libre e infinita de
Dios.
c) Dios, pues, es principio y causa del mundo y [86] de todos los seres, no sólo en
cuanto a su forma, distinción y orden, sino también en cuanto a la materia, y, por
consiguiente, es causa, principio y razón suficiente de todo lo que constituye el
Universo-mundo, sin que por eso el mundo sea parte de su substancia, ni Dios
dependa en nada ni para nada del mundo, sin el cual existió desde la eternidad.
Hasta los nombres mismos y las definiciones que la Escritura atribuye a Dios –Qui
est –Ego sum qui sum–, entrañan y revelan altísimo y superior concepto de la
divinidad sobre todos los demás pueblos, aun los más civilizados.
d) Dios es autor, creador y padre común de todos los hombres, los cuales, todos,
sin distinción de razas, pueblos ni personas, son iguales entre sí, porque son hechos
a imagen y semejanza de Dios (faciamus hominem ad imaginem et similitudinem
nostram – Ad imaginem quippe Dei factus est homo); son hermanos e iguales,
porque son hijos del mismo padre terreno y celestial, llevan impreso el sello divino,
y están destinados todos a la vida eterna en Dios. Excusado es llamar la atención
acerca de la inmensa superioridad de esta doctrina, sobre la doctrina, las teorías y
máximas de los demás pueblos contemporáneos del hebreo, en los cuales, aparte
de la esclavitud, dominaba el régimen de castas bajo una forma u otra.
e) La inmortalidad del alma y el premio o castigo de ésta después de la muerte, y
hasta la resurrección del cuerpo, son verdades que, además de desprenderse e
inferirse lógicamente de otros dogmas, principios y sentencias de la Biblia hebrea,
se hallan consignadas terminantemente en varios pasajes de la misma, bastando
recordar y citar al efecto, lo que se lee en el [87] Eclesiástico, en el libro de Job y en
el de los Macabeos, principalmente al narrar en los últimos el martirio de los siete
hermanos.
f) Para Manú, y en general para el panteísmo, el mal trae su origen de Dios;
Zoroastro busca su origen en un segundo dios opuesto al Dios del bien. Moisés
enseña que el mal trae su origen de la voluntad finita y creada, o sea del abuso de
la libertad concedida a los ángeles y al hombre, única teoría que es dable conciliar
con la bondad infinita y creadora de Dios, la existencia y el origen del mal moral.
Filosofía Egipcia
EGIPTO
La sabiduría eterna detenida por el tiempo, que hoy en día sigue siendo un completo
misterio, dónde guarda en su corazón los más maravillosos desiertos y oasis tan
solo vistos por aquellos faraones; donde se funde lo histórico, lo mítico y lo mágico.
Una civilización de Arquitecturas fascinantes y filosofías divinas que formaron un
legendario imperio, de importantes creaciones Artísticas, históricas, políticas,
religiosas y científicas. Obras universales.
GEOGRAFÍA
Egipto está ubicado en tierras sagradas; muy significativas y de gran valor histórico.
Rodeado de inmensas bellezas como desiertos, mares de arena, cuevas, piedras
preciosas, oasis etc;
sus límites se encuentran en el mágico desierto de libia y por el este el desierto de
arabia, por el norte el Mar mediterráneo. Entre África y Asia. Egipto está dividido por
dos reinos:
 El bajo egipto, ubicado en el norte, donde desemboca el río nilo. Simbolizado
como la flor del papiro.
 El alto egipto, ubicado en el sur a partir de la capital del imperio antiguo
memphis. Simbolizado como la flor de loto.
Y su memorable, fértil Río Nilo.
HISTORIA
“Egipto guarda en sus arenas, historias recónditas dentro de sus pensamientos el
viento de sus misterios”.
La historia de egipto abarca los legados gloriosos, el legado de las Artes y los
maravillosos monumentos…
Hace 6.OOO Años atras surge del vientre del río Nilo, (el llamado río de los Dioses),
que nace desde la catarata superior hasta la desembocadura en el Mediterráneo,
por su carácter sagrado y honrado por los egipcios, su corrientes atraviesa por diez
Países.
yace entonces aquella acción, que por sus dones, inteligencias y ideas, cambiaron
al mundo. Los primeros pobladores vienen del Sahara, a su alrededor, el nilo dio la
vida a una de las primeras civilizaciones agrícolas. Egipto inicia entonces con
el PERIODO TINITA, donde fueron los principios de la escrtitura donde crea el
calendario.
 Heródoto dice “Egipto es un don del Nilo” Un historiador griego considerado
el padre de la historia, el primero en componer un relato estructurado de las
acciones del hombre. Un viajero, que compuso los viajes como su mayor
fuente de informacion.
Los egipcios concedían sus creaciones, ideas, inventos y invenciones al dios de la
sabiduría, Thot.
THOT
Nombre griego Thot, divinidad griega Hermes trismegisto, el tres veces grande,
hombre con cabeza de ibis.
Thot (tot) es el Dios lunar agrimensor del tiempo y de los cielos; su potestad y
influencia de los sueños, hechizos mágicos, la trasmutación y creación en el
inframundo. El dios de la sabiduría, otorgado por Ra en el cielo, yace su linaje que
destina el primer calendario.
Llamado el “regulador de las creencias de las aguas” o el “Toro de las estrellas” por
mostrar los poderes del dios majestuoso el dios sol. (Atón de plata) el simbolismo
del sol en la penumbra de la noche; quien describía, creando a su vez el arte menor;
la escritura en el árbol sagrado cada era
 “En el origen de las Artes, el padre de las
Filosofía china
La filosofía china posee una larga tradición histórica compuesta por las diferentes
escuelas de pensamiento filosófico creadas en China.
Orígenes

Interacción de los cinco primeros fundamentos.


Las fuentes de las doctrinas chinas se remontan a los comienzos
del I milenio a. n. e.
Ya entre los siglos VIII y V a. n. e., había alcanzado amplia difusión la doctrina sobre
las cinco «fuerzas ciegas» o primeros elementos de la naturaleza. Los pensadores
de la antigua China enseñaban que las conexiones de los cinco «primeros
fundamentos»: agua, fuego, metal, madera y tierra crean toda la diversidad de los
fenómenos y cosas.
Libro de las transmutaciones
Existía también otro sistema de clasificación de los «primeros fundamentos» del
mundo real. En el Libro de las transmutaciones (Itszin) ya se citan ocho «primeros
fundamentos» de esa clase, cuya interacción da origen a las distintas situaciones
de la realidad.
No obstante, dicho libro no deja de ser, en el fondo, un texto de vaticinios. Solo algo
más tarde recibió interpretación filosófica. Las imágenes y el simbolismo del Libro
de las transmutaciones ejercieron una extraordinaria influencia sobre el desarrollo
ulterior de la filosofía china.
Principios
Al mismo tiempo, se iban elaborando los principios capitales de la doctrina acerca
de las fuerzas opuestas y recíprocamente ligadas, el yin y el yang, cuya acción era
considerada como la causa del movimiento y de la variabilidad en la naturaleza.
Eran los símbolos de la luz y de las tinieblas, los principios de lo positivo y de lo
negativo, de lo masculino y de lo femenino en la naturaleza.
Principales escuelas filosóficas
La antigua filosofía china sigue desarrollándose en el período que abarca los
siglos V a III a. n. e., precisamente durante ese período surgieron las principales
escuelas filosóficas.
Testimoniaron un profundísimo interés por las cuestiones filosóficas los partidarios
del taoísmo, ante todo Lao Tse y Chuang Tse. De las investigaciones
gnoseológicas se ocuparon sobre todo Mo-ti (Mo Tsé) y sus discípulos. Muchos
pensadores de la antigua China se interesaron por la solución del problema lógico
acerca de la relación entre el concepto (el «nombre») y la
realidad. Mo Ti, Siun Tse y otros consideraban que los conceptos son un reflejo de
los fenómenos y cosas objetivos.
Hunsun Lun ―quien alcanzó notoriedad por sus exposiciones, que recuerdan las
aporías de Zenón de Elea, así como por entender con un criterio en extremo
absoluto el concepto y separarlo de la realidad― dio una explicación idealista del
problema. Su doctrina sobre los «nombres» tiene mucho de común con la doctrina
de las «ideas» de Platón.
En el período indicado ―siglos V a III a. n. e.―, Tsou Yan investigó las
representaciones sobre las fuerzas yin y yan, y los cinco «elementos» de la
naturaleza.
Alcanzaron amplia resonancia las doctrinas ético-políticas de Confucio y
de Mencio (Men-tsé), las ideas de Han Fei-tsé y de otros representantes de la
escuela de los «legistas» (fa kia) sobre el Estado y el Derecho. Aquel fue el «siglo
de oro» de la antigua filosofía china.
Confucianismo
El confucianismo, a veces también llamado confucionismo, es el conjunto de
doctrinas morales y religiosas predicadas por Confucio. El nombre en chino de su
escuela se podría ser traducido por Escuela de los Letrados. El confucianismo ha
ejercido una gran influencia sobre China, Corea, Vietnam y Japón. El canon de la
filosofía confuciana lo componen los Cuatro Libros.
Su pensamiento se formó durante un largo período que abarca las épocas de
Primaveras y Otoños y Reinos Combatientes (siglos VII a III a. n. e.). Cuando China
fue reunificada por el primer emperador Qin (221 a. n. e.), ya era una doctrina
perfectamente formada y definida, con muchos seguidores y un gran corpus textual.
Luego de la breve dinastía Qin, su núcleo fundamental se ha mantenido intacto,
excepto por posibles errores de transmisión e interpolaciones que solo afectan lo
accidental.
Como para la mayor parte de sus contemporáneos, los confucianos ven al cosmos
como algo armónico que regula las estaciones, la vida animal, la vegetal y la
humana. Si esta armonía era trastornada, habría graves consecuencias. Un ejemplo
común que utiliza el confucianismo es el del mal gobernante que conduce a su
pueblo a la ruina mediante su conducta. El mal gobierno contraria el orden natural
y viola el Mandato del Cielo. El gobernante que se conduce así pierde su legitimidad
y puede ser depuesto por otro que recibirá este mandato.
El culto a los antepasados tiene una gran importancia. Implica la creencia de que
las almas de los difuntos pueden beneficiar o castigar a sus descendientes. Su
evolución posterior lo convirtió en un rito cívico simbólico. Sin embargo, ni Confucio
ni Mencio hablan de esa forma del culto a los antepasados. Otro elemento de
importancia en el confucianismo es el rey o emperador, también llamado el Hijo del
Cielo. Él sería quien mediaría entre el Cielo y los hombres. El gobernante chino
tiene el mandato y con él la autoridad de celebrar ritos.
El confucianismo ve solamente al hombre realizado en tanto ser social que ocupa
un puesto y desempeña una función, no como un ser aislado. En la idea confuciana
de la sociedad utópica, la jerarquía no es solo social, sino también moral. En la
China antigua, la familia no era un núcleo reducido, sino un gran clan, muchos de
sus miembros vivían bajo un mismo techo, reconocían un antepasado en común y
mantenían vínculos con otros grupos del mismo origen.
Una familia era una prefiguración del Estado. Así, la familia era vista como un
pequeño reino con jerarquías, protocolos y métodos de gobierno, y el Estado como
una gran familia en la que debe haber afectos, relaciones y obligaciones morales.
En la familia, los miembros están jerarquizados mediante un complejo sistema. Para
el confucianismo, el aprecio, el amor y las relaciones que había entre los miembros
debían estar graduadas según cada persona, su puesto, etc.
Fue la religión oficial de China hasta 1912, cuando se proclamó la República.
LA FILOSOFÍA EN LA INDIA
Autor: Mariano Iturbe
La filosofía, una de las tareas humanas más nobles, tiene como misión la difícil
responsabilidad de encontrar las respuestas a aquellas cuestiones que afectan e
influyen decisivamente en el rumbo con el que los seres humanos orientan sus
vidas. Los griegos definieron esta actividad como “amor (philo) de la sabiduría
(sofia)” y es así que de la combinación de estas dos palabras proviene el vocablo
“filosofía”. En oriente, y particularmente en la India, la filosofía es
denominada darśana, un vocablo sánscrito que significa visión intuitiva e inmediata
de la realidad. Esta intuición incluye a la vez los medios necesarios para realizar el
objeto de esa visión, que se transforma así en el fin último del ser humano.
Darśana es más que una mera búsqueda intelectual de la verdad. Por el contrario,
es una actividad que se origina a partir de experiencias concretas que demandan
una explicación sistemática y que tiende a comprender y alcanzar el summum
bonum de la vida. Está impulsada por un profundo impulso espiritual que lleva a
buscar una experiencia liberadora de los condicionamientos del tiempo y del
espacio. La filosofía india no busca el conocimiento por el conocimiento mismo, sino
que aspira a un conocimiento profundo del Ser supremo que traiga consigo la
liberación de todo cautiverio; se trata de una tarea, intelectual y ascética a la vez,
que conduce a la visualización de la Realidad última.
El pensamiento filosófico en India comenzó a formarse durante el primer milenio
antes de Cristo con la aparición de los Upaniṣads y el desarrollo de las distintas
escuelas filosóficas. En el pensamiento indio no es sencillo distinguir entre filosofía
y teología como dos ramas del saber independientes. Ambas van juntas como
partes integrantes de cada darśana, es decir, de cada sistema o escuela filosófica
nacida en suelo indio. En esta voz daremos una visión general de las fuentes que
originaron el pensamiento filosófico de India y también de las escuelas que se
formaron, principalmente las ortodoxas. Aunque el budismo y las restantes escuelas
heterodoxas también nacieron en India, no se explicarán aquí.
La síntesis que ofrece esta voz intenta mostrar la búsqueda de la verdad que ha
caracterizado a la filosofía en la India. Aún sin ser exhaustiva, la gran riqueza de
autores, obras y escuelas que serán reseñadas hará entrever la intensa actividad
intelectual que ha existido desde tiempo inmemorial en el subcontinente indio.
1. La concepción cósmico-religiosa del hinduismo
1.1. Los Vedas
La filosofía india se basa en las enseñanzas de los Vedas, una abundante y antigua
colección de libros sagrados, escritos en prosa y en verso, recopilados según la
tradición por el sabio Vyāsa. La literatura védica es sumamente vasta, aún cuando
muchos de sus textos se hayan perdido con el paso de los siglos. Los Vedas son
considerados literatura revelada, aunque no en el sentido de la revelación de un
Dios personal al ser humano. Se considera que los Vedas no tienen autor, ni
humano ni divino, sino que existen desde toda la eternidad revelándose
periódicamente a los ṛṣis, o videntes, al comienzo de cada proceso creativo del
universo.
Al conjunto de los Vedas se los denomina śruti que significa lo que se ha oído, lo
que se ha revelado. Además de los Vedas propiamente dichos existe una vasta
literatura auxiliar —los Vedāṅgas— cuyo objetivo principal es el facilitar la tarea de
interpretación de los textos védicos. Esta literatura no es considerada revelada y
tiene un autor humano. Se la denomina smṛti que significa tradición, lo que se ha
transmitido de generación en generación.
Aunque se afirme que los Vedas sean cuatro, cada uno de ellos es en sí mismo una
colección de diferentes escritos, que a su vez se componen de cuatro capas o
niveles. Los cuatro Vedas, a saber, son el Ṛg Veda, el Sāma Veda, el Yajur Veda y
el Atharva Veda y los distintos niveles de cada uno de ellos son los Samhitās,
los Brāhmaṇas, los Āraṇyakas y los Upaniṣads. Los Vedas propiamente dichos son
los Samhitās, mientras que los demás niveles constituyen la explicación —
comentario, interpretación, ampliación y desarrollo— de cada uno de estos textos:
1) Los Samhitās son una colección de versos compuestos entre los siglos XVI y XIII
a. C., que se dividen en cuatro libros:
a) El Ṛg Veda (Ṛg, himno) que contiene un total de 1017 himnos o mantras en
alabanzas de diversas divinidades agrupados a su vez en diez partes o maṇḍalas.
Es el más antiguo de todos los textos. De todas las distintas recensiones que según
la tradición existieron, sólo la denominada “recensión Śākala” ha llegado
aparentemente completa hasta nuestros días. A ésta se añaden algunos pocos
himnos pertenecientes a otras recensiones. Todos los himnos se usaban para el
culto sacrificial y eran parte de rituales sumamente sofisticados. La mayor parte
fueron compuestos a partir de fragmentos provenientes de fuentes literarias
anónimas. Cada maṇdala pertenecía a alguna de las distintas familias sacerdotales.
Todos coinciden en comenzar con himnos dedicados a Agni (dios del fuego),
a Indra (dios del firmamento y de los fenómenos atmosféricos), a Sūrya (dios del
sol) y luego a otros dioses. El Ṛg Veda es la fuente principal para conocer la
mitología y las creencias de la religión védica.
b) El Sāma Veda (Sāma significa “melodía”) recoge himnos del Ṛg Veda (con
excepción de unos cien himnos de origen diverso) y los utiliza como canciones
durante el ofrecimiento del sacrificio denominado Soma —una planta no
identificada, cuyo jugo es el aspecto fundamental que se ofrece en los sacrificios
védicos. Tienen poco valor histórico y literario puesto que la mayoría son una
repetición.
c) El Yajur Veda (Yajur significa oración sacrificial) es un libro litúrgico destinado a
los sacerdotes encargados de la mayoría de las tareas que se debían realizar en
los sacrificios. En la actualidad existen seis recensiones de este Veda: Dos que
constituyen el “Yajurveda Blanco” (Mādhyandina y Kāṇva) y otras cuatro que
constituyen el “Yajurveda Negro” (Taittirīya, Kāthaka, Maitrāyaṇī y Kapishthala).
d) El Atharva Veda, es el más reciente de los cuatro Vedas, aunque sus contenidos
puede que provengan de tradiciones muy antiguas. Es un libro de hechizos y
conjuros. La tradición lo atribuye a un sabio, Ṛśi o Rishi, llamado Atharvan. No se
utilizaba en los grandes sacrificios védicos, sino solo para uso doméstico. Al
principio no fue aceptado por sus contenidos, pero poco a poco llegó a formar parte
de los Vedas al ser adoptado como un manual de ritos para uso de los brahmanes.
Existen dos recensiones del Atharva Veda: Śaunakīya (la más conocida)
y Paippalāda.
2) Los Brāhmaṇas son tratados teológicos escritos durante entre el 900 y el 700 a.
C. para uso de los sacerdotes brahmanes. En ellos se explica el contenido de los
ritos y costumbres mencionadas en los Samhitās. Los contenidos de
los Brāhmaṇas se clasifican, desde un punto de vista técnico, en dos
categorías: Vidhi (preceptos y reglas) y arthavāda (explicación de significado). Es
decir, los distintos preceptos sobre como practicar los diferentes ritos van
acompañados de explicaciones sobre el sentido de los mismos, muchas veces
haciendo uso de historias y leyendas.
a) Los Āraṇyakas (Āraṇya, “bosque”) representan un desarrollo posterior de
los Brāhmaṇas y fueron compuestos alrededor del año 700 a. C. Contienen
información sobre ritos secretos que deben celebrarse exclusivamente por
ermitaños. En ellos se aprecia una evolución del puro ritualismo a la especulación
filosófica. La meditación en ciertos símbolos reemplaza gradualmente a los
sacrificios. Son apéndices a los Brāhmaṇas, aunque son textos independientes.
b) Los Upaniṣads, de los que hablaremos luego, son habitualmente un apéndice de
los Āraṇyakas aunque a veces se encuentran como tratados independientes. Se
trata de textos profundamente metafísicos y especulativos. De ellos provienen las
distintas escuelas filosóficas de la India.
Además de los Vedas, como se ha dicho, están los Vedāṅgas que son
seis: Śikṣā (fonética), Kalpa (rituales), Vyākaraṇa (gramática), Nirukta (etimología),
Chandas (métrica) y Jyotiṣa (astronomía). Los Kalpas son tratados diversos
compuestos de frases breves (sūtras) que regulan las distintas ceremonias
religiosas a nivel ritual (Śrauta-Sūtras), doméstico (Gṛhya-Sūtras) y social (Dharma-
Sūtras).
¿Existió una filosofía azteca?
Gran parte de la labor de los estudios sobre las antigüedades aztecas en el siglo
XX se dedicó a debatir si había una “filosofía azteca” o no. La discusión fue
importante porque, para la cultura occidental, “tener filosofía” hace valiosa una
cultura, y no tenerla prácticamente significa que todas las personas de una nación
son barbáricas. Si le creemos demasiado, el resultado es que las únicas culturas
inteligentes son las “occidentales”… pero ¿de verdad la única cultura “inteligente”
es la de los europeos? Seguramente no.

Por otro lado, para las culturas no europeas, el término “filosofía” podría resultar
muy estrecho como para describir su sabiduría. Si bien esta madre nuestra no tuvo
un alfabeto consolidado a través de miles y miles de publicaciones, eso no quiere
decir que no haya sido sabia e inteligente.
La discusión carecería de importancia si no fuera porque la cultura occidental
domina el mundo, y la cultura americana indígena permanece cuestionada y
atacada.
Más allá de si debemos nombrar a ese pensamiento como “filosofía” o no, es
interesante ver: ¿cómo era la manera de pensar de los nahuas antiguos?
La felicidad de uno vs. la dignidad de todos
Aristóteles escribió que uno de los principales objetivos de la filosofía era saber vivir
bien. Según las fuentes antiguas que tenemos, los pensadores nahuas también se
obsesionaron con esa meta.
Nuestra cultura occidental, en boca de la antigua filosofía griega, nos sugiere que
una persona que sabe vivir, una persona virtuosa, elige el camino correcto porque
“conoce” lo que es bueno. Pero nuestra los antiguos nahuas no estarían de acuerdo.
Para ella, “el mundo es resbaloso” y nos hace caer aunque seamos sabios. Los
aztecas sabían que nadie es perfecto, todos siempre tenemos mucho que
aprender.
Gran parte de su pensamiento se expresa en los llamados huehuetlatolli, que son
una suerte de discursos para el buen comportamiento. Imagina las
recomendaciones que te han hecho tus padres y abuelos, pero cien veces más
elegantes y poéticas. Estos discursos solían enunciarse en momentos solemnes, y
frecuentemente estaban dirigidos a los hijos jóvenes. Sin embargo, los aztecas
consideraban que la sabiduría era un camino de toda la vida, y el “buen vivir” tenía
que ser recordado frecuentemente. No importaba la edad o el cargo. Por eso,
incluso, los sabios nahuas pronunciaban huehuetlatolli dirigidos al emperador
al momento de su ascensión al poder.
“Historia general de las cosas de Nueva España” de Fray Bernardino de Sahagún.
Esta es la portada del libro sexto que dice: “Libro sexto. De la Retórica y la filosofía
moral y teología de la gente mexicana donde hay cosas muy curiosas tocantes a los
primores de su lengua y cosas muy delicadas tocantes a las virtudes morales”
(Wikimedia Commons)
Este género de discursos moral contrasta con la cultura europea, donde la virtud
frecuentemente se considera como la capacidad individual de razonar. Una
persona virtuosa podrá usar su inteligencia para entender lo bueno y lo malo.Los
aztecas, por otro lado, creían que la ética siempre es una reflexión colectiva y
un constante recordatorio acerca del bien y del mal. Si el mundo es resbaloso,
nuestra comunidad nos sostendrá para no caer.

Otro ejemplo de las particularidades de ambas formas del “bien” está en el objetivo
que persigue. Para Occidente, el buen vivir suele conducirnos a la “felicidad”,
cualquier cosa que eso sea. Algunos filósofos de la moral, como David Hume (1711-
1776) o John Stuart Mill (1806-1873), consideraban que nuestra brújula del bien y
el mal tendría que hacerse esta pregunta: ¿mis acciones o mis reglas de
comportamiento aumentan o disminuyen la felicidad en el mundo? Claro que no sólo
consideran la felicidad de uno, sino la de todos. Por su parte, los pensadores
nahuas tenían una forma más oscura de ver la vida. Según ellos, la vida es
también dolor y sufrimiento, y esto no puede evitarse. La ética tiene que estar
más allá de eso, tiene que acostumbrarse también a la tristeza porque también
en el dolor podemos ser buenos o malos. Para nuestra esta cultura indígena, la
felicidad no puede ser el objeto de la ética, sino el mantenimiento de valores
como la justicia o la verdad para todos. La dignidad de la comunidad es
mucho más importante que la felicidad de uno.
Los incas y su filosofía moral
Hay un cierto parecido entre los incas y los aztecas, pues los incas, en una época
tardía, resumen una serie de civilizaciones previas, que se van a encontrar en la
denominada civilización incaica. La civilización incaica es la más nueva, la más
moderna de entre las civilizaciones de América del Sur, o sea, el área técnicamente
denominada tiahuanacota. Existen focos primordiales que van a hacer llegar a la
civilización inca no solamente sus cánones artísticos, sino también su credo
religioso, aunque los incas aportan algo nuevo: su sentido de la organización.
Otra vez volvemos a hacer el paralelo con los romanos. Los griegos son creativos,
pero los griegos tienen, por lo menos hasta Alejandro, el concepto de ciudad-
Estado. Los griegos, con Alejandro –que no se basa en modelos estrictamente
atenienses, sino más bien en modelos macedónicos y espartanos–, van a entender
un mundo mejor que la ciudad-Estado. Lo mismo pasa aquí, en América. Los incas
van a traer la gran novedad de que no van a ser un pequeño Estado, sino que van
a ser la relación entre varios Estados y que van a dar un trato común a pueblos que
incluso son étnicamente diferentes.
Existen focos muy antiguos en América del Sur, focos que incluso son y han sido
investigados y que, sin embargo, son poco conocidos. En el foco de Chavín (Chavín
de Huántar está en el Callejón de Huaylas entre la Cordillera Blanca y la Cordillera
Negra, a unos 400 kilómetros al norte de Lima) existen unas ruinas junto a un
pequeño riachuelo que va a alimentar al río Marañón; estas ruinas de forma
piramidal conforman el centro ceremonial de Chavín. Este centro es fundamental
para poder entender luego toda la cultura incaica. Está compuesto de varios
edificios, entre ellos, uno que es el central, donde están los laberintos subterráneos.
En uno de estos subterráneos está el famoso Cuchillón de Chavín. El Cuchillón de
Chavín es una pieza monolítica que tiene unos cuatro metros de alto
aproximadamente, y que representa a un hombre investido con ropa ceremonial
como si fuese un jaguar. En la parte superior tiene una oquedad para recoger «la
sangre de los sacrificios». Evidentemente, es la vieja alienación de pensar que los
pueblos antiguos fueron bárbaros, sangrientos, que hacían sacrificios humanos.
Bueno… hubo pueblos que hacían sacrificios humanos como hubo y hay campos
de concentración, pero no todo el mundo hacía sacrificios humanos, como no en
todas partes hay campos de concentración.
En Chavín, a través de algunas investigaciones del Dr. Lumbreras, se descubrió
un mapa de un templo redondo situado en este solar. Es un templo redondo rodeado
por figuras de jaguares. Debajo de las escalinatas, que son cuatro, se han
descubierto unos canales por donde pasaba el agua, y al pasar el agua retumbaba
sobre unos escalones huecos y también retumbaba sobre una especie de vástagos
de piedra que, al vibrar, teniendo el lado de adentro de la piedra libre del muro y
estando conectado con un sistema como de amplificador de piedra, producía una
resonancia especial en todo este templo. Se probó este canal, y cuando bajaba el
agua, el ruido era como el rugido del jaguar. Frente al llamado Castillo de
Chavín existe una piedra que es una mesa con siete socavones; en estos
socavones se descubrió que en determinado momento del año –exactamente en el
equinoccio de primavera–, se refleja la constelación de Orión. Y estos siete
socavones son una especie de síntesis de la figura del jaguar; en el socavón que
corresponde al ojo de la figura del jaguar, es donde se reflejaba la estrella Beta de
Orión, la única estrella que no tiene prácticamente movilidad. O sea, hay una
relación entre el ojo del jaguar inmóvil y la movilidad estelar.
De aquí va a salir una corriente teológica a través de los milenios (porque este es
aproximadamente del 2000 a.C.), corriente que va a enraizarse en el culto
de Viracocha, en el culto del pájaro, el culto del halcón emplumado. Al principio, iba
a ser un jaguar emplumado, un jaguar relacionado con los pájaros; luego, va a
convertirse en un halcón.
Otro de los focos de los que podemos hablar es Tiahuanaco, con su famosa Puerta
del Sol. Ahí también está Viracocha como un Dios solar, que está en la llamada
Puerta del Sol –que no sabemos si es una puerta–. También ahí existió un centro
fundamental, un centro religioso, un centro cultural que se va a abrir a través de una
serie de formas artísticas, no solamente el arte que llamamos el arte de Tiahuanaco
propiamente dicho, sino por el llamado arte Huari de la Costa.
Otros focos importantes que podemos mencionar como soportes o columnas que
van a sostener el edificio incaico son las culturas de Paracas, Chimú, Paramonga,
etc. Estos son nombres que nos suenan por sus conocidas cerámicas, pero cada
una de esas cerámicas tiene involucrado un contenido religioso y todo un contenido
cósmico.
Hay una Deidad que encontramos en Paracas; es el felino de Paracas, el famoso
gatito de Paracas, que tiene un sentido muy profundo. El felino siempre representa
lo luminoso, lo que puede ver en la noche, equivalente al Mau egipcio. El gato en
Egipto se llamaba Bastet, pero el emblema cósmico del gato era Mau, era en cierta
forma la Luna, porque puede brillar en medio de la noche. O sea, estos elementos
solares se van a conjugar para sostener un tipo de civilización cuyos orígenes son
oscuros.
Dicen las tradiciones que alrededor del siglo X, guiados por un personaje mítico que
luego se iba a asimilar a uno de los incas, a Manco Capac –un Manú, como un
Menes egipcio–, siendo de tez blanca, cabello claro y ojos claros, llegó para dominar
estos pueblos, les dio civilización, religión y organización. El sistema incaico pudo ir
agrupando una serie de pueblos, que no llegaron a ser lo que generalmente se dice
imperio, porque siempre se habla del Imperio Incaico, y muchos hablan del «Imperio
Socialista» de los incas. En verdad, de imperio no tenía nada, y de socialista, según
es el socialismo de hoy, tampoco. Pero son nombres simpáticos que se utilizan para
vender libros. No fue un sistema de imperio como lo podemos entender nosotros,
sino una confederación de pueblos asociados, nada más que tenían una serie de
creencias comunes, y una serie de relaciones, sobre todo en cuanto a
comunicaciones. Aparentemente, podríamos decir ahora que tenemos un Imperio
de América del Sur, porque tenemos comunicaciones que continúan y, sin embargo,
no, porque son países diferentes, aunque las carreteras vengan de Brasil y vayan
de aquí a Chile. Pues allí era algo parecido. Había carreteras que unían distintos
pueblos, pero esos pueblos incluso tenían idiomas diferentes, costumbres
diferentes y Deidades diferentes, si bien todas estaban unificadas a través de cierto
culto solar.
Podríamos sintetizar su teogonía en tres grandes Dioses, una tríada: el Dios Kon,
la Diosa Quilla y el Dios Viracocha, como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Kon era el
Dios de las Alturas, y todavía queda en los nombres de ciertas montañas:
Aconcagua, Aconquija. Era semejante al Kami en Japón, el Dios de la Luminosidad,
de la Frigidez, de la Altura, de la Soledad. Su compañera femenina, Quilla, era la
Luna, era el objeto curvo, era la nave que se transportaba a través del Cielo. Y como
resultante de estos dos está Viracocha, que viene desde el fondo del tiempo; es a
su vez, pájaro, hombre, Sol…, es el tercer aspecto de la tríada, es la Fuerza que
mueve las cosas en este mundo. Y estas tres Deidades –prácticamente ninguna
otra– son las que se adoraron dentro de todo lo que llamaríamos esta suerte de
Imperio Incaico.
Los incas habían logrado trazar carreteras muy importantes y tenían un concepto
del trabajo que vale la pena estudiar con detenimiento. Para los incas, el trabajo era
una forma pedagógica, para los incas el trabajo tenía valor en sí. El trabajo no era
tan solo útil para formar riquezas, sino que el trabajo tenía una función
humanizadora. Los incas concebían que el Hombre se humanizaba con el trabajo,
sobre todo cuando el trabajo tenía una aspiración de tipo colectivo. Esto, en el
producto general de los labrantines tenía tres aspectos: uno propio, para el que lo
estaba trabajando; otro aparte, era la llamada parte del Inca, que era para mantener
todo este sistema; y otro, era la parte del Sol, la parte del sacerdocio. Pero ¿no se
han dado cuenta de algo, y es que lo mismo pasaba en Egipto? Las civilizaciones
pasadas tenían un grave problema en algunos puntos técnicos, como nosotros
tenemos con algunos puntos espirituales y morales. No había frigoríficos, no había
transportes rápidos, entonces los alimentos perecían fácilmente. Cuando venía una
sequía o cualquier problema, no se podían tener los alimentos necesarios, venía el
hambre, pues no había posibilidad de poder conservar mucho tiempo los alimentos.
A medida que llegaba el alimento, se iba consumiendo. Entonces, en unos silos muy
especiales se guardaban los granos, en las grandes alturas de las montañas, donde
estos mejor se conservaban; ese era el tesoro para el Sol. Pero cuando había una
gran sequía, una gran necesidad, se les decía que el Sol les mandaba alimentos y,
entonces, empezaban a aparecer alimentos en el mercado. No se les decía que se
conservaban, sino que los mandaba el Sol. Quitaban el hambre y reafirmaban la fe.
Este sistema hacía que el trabajo para los incas no valiese solamente por lo que
producía, sino por el trabajo en sí.
Ellos creían que el trabajo en sí tenía un aspecto pedagógico. Cuando el hombre
trabaja, y trabaja por un ideal, con un convencimiento, se va purificando a medida
que trabaja. De ahí que el trabajo entre los incas –y esto llamó la atención a los
españoles cuando llegaron– estaba generalmente ritmado, se hacía siempre al
compás de música ritmada. Había una música rítmica determinada para cada uno
de los trabajos, un ceremonial para cada uno de ellos, es decir, que el inca trabajaba
y cantaba a la vez. Y ese trabajar y cantar a la vez producía un efecto psicológico,
según los incas, que les permitía educir su ser espiritual, una especie de Religión
del Trabajo.
La filosofía maya
Éste es un capítulo que trata del núcleo de una manera de vivir la vida. Se relaciona
con todo lo que fue –o ceemos que fue– un pueblo poderoso y antiguo. De eso
tratan las cosas: dar luz a la relación primera entre lo que se ve y lo que piensa. He
aquí arte, ciencia, edificio, fruta, intercambio. Y camino y memoria. He aquí una
cultura muerta. O que regresa húmeda de tiempo y de historia. Es la filosofía maya,
un modo diferente de pensar.
Bien lo hicieron adelantados, capitanes, curas, oidores y gobernadores –y todos los
demás–, no para ser juzgados por las muertes que dejaron a su paso –millones–
sino por el vacío que establecieron, hasta que: «…piedra sobre piedra / el hombre
dónde estuvo?».
Se lee en libros y revistas, peroran a veces en la TV que
«los mayas» dijeron que hacia 2012 se acaba el mundo.
Idiotez. Quienes fueron quizá los matemáticos más
sorprendentes de la humanidad vieron en el decurso del
Cosmos un patrón de curvas que ascienden,
descienden y ascienden conformando los periplos de las
civilizaciones entre sus orígenes y el cénit que anticipa nuevos ciclos.
La filosofía maya es la huella de una cosmogonía que no situó jamás al ser humano
en el centro –ni en la periferia– de las construcciones de
la naturaleza del Universo, pero lo consideró capaz de
descifrar esa arquitectura para acomodar su vida –su
cultura, su civilización– a los ritmos de la existencia.
Confundimos espiritualidad con religión, y religión con
guerra entre confesiones que enarbolan la apolillada
bandera de la razón concreta aplicada a lo inconcretable. Y
cuando nada explica, hablamos de esoterismo: que es
aquello aprendido para no hablarlo. Por eso a veces
decimos –orgullosos del positivismo agusanado y agónico–
que «el sentimiento espiritual y mística maya es el núcleo esotérico donde gravitan
todas las actividades de su cultura y civilización».
Nada más lejos de la verdad, aunque millares hoy
busquen en profecías y cuentos el consuelo ante la
destrucción de su propia ideología de dominación de la
naturaleza y congéneres. Esas ciudades vacías
hundidas en las selvas del Yucatán, sus monumentos,
templos, inscripciones y su misma soledad plantean no
el desafío de descifrar el pasado, sino la aventura de
asomarse al porvenir.
Tres veces– pensaban los mayas– fue ocupada la Tierra: la primera por seres
elementales, la segunda por un pueblo oscuro y extraño, la tercera por nosotros, los
humanos. Nunca dijeron que no habría una cuarta población; sostuvieron, al
contrario, que se trataba de interpretaciones para explicar flujos energéticos y
realidades matemáticas.
La filosofía maya no es un conjunto de apotegmas ni un
sistema de creencias: es el resultado de un cálculo matemático
–el más sofisticado– para situar al ser humano en un lugar del
Universo y conferirle un sentido solidario de responsabilidad
solidaria ante as fuerzas cósmicas que son realidad que lo
superan.
Este curso introductorio a la filosofía de los antiguos mayas es,
en realidad, un buen principio para pensar en lo que espera a
nuestra civilización. Los mayas buscaron explicrse, no la
destrucción del género humano, sino su exaltación, ya que el amor hacia uno de
nuestros semejantes, es el amor a uno mismo y por extensión, amor al Hunab K’u,
el Ser Absoluto.
En el acervo de Arcoiris TV por cortesía de Vive TV (www.vive.gob.ve).
Duración: 22,42 minutos.

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