Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Angiofibroma juvenil
Manuel Bernal-Sprekelsen, Isam Alobid y José-María Guilemany
Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Clínic. Barcelona. España.
A B
C D
A B
C D
A B
C D
A B
A B
Figura 5. Imágenes de angiografía que muestran el aporte vascular en corte coronal (A)
y lateral (B) de la arteria maxilar interna.
TRATAMIENTOS
Médicos
La radioterapia, con una aplicación externa y estereotác-
tica de 30-46 Gy, está indicada en tumores inoperables con
extensión intracraneal. Normalmente no consigue una re-
ducción tumoral, sino detener el crecimiento. Como efecto
secundario se produce la inhibición del crecimiento óseo21.
Se sospecha que la radioterapia podría tener un papel en
la malignización de los angiofibromas22.
Quimioterapia: se ha propuesto la doxorubicina y la dacar-
bazina para recidivas. Hay poca experiencia y se recomienda
en casos aislados de crecimiento localmente agresivo23,24.
El tratamiento hormonal se puso de moda con la teoría
hormonal y la demostración de los receptores hormonales.
Se empleó la flutamida (bloqueador androgénico no este-
roideo) que interfiere con la testosterona, y se logró una re-
ducción del 20-44% de tumores en estadios I y II25. Aun así,
estudios más recientes no parecen demostrar ninguna uti-
lidad, aunque se ha de admitir que la casuística es baja en
ambos estudios26. Figura 6. Angiografía de visión lateral de una recidiva. Obsérvese la
El dietilbestrol se aplicó, sobre todo, en los años setenta neovascularización (flechas) procedente del sifón de la carótida
por vía oral a fin de reducir la vascularización (y la consi- interna.
guiente reducción tumoral) antes de la cirugía. No se han Tabla II. Morbilidad asociada a abordajes externos (recopilación de la
encontrado más que casuísticas aisladas, y no hay ningún literatura)
estudio prospectivo y aleatorizado. El problema que pre- Cicatriz visible
sentaba era la feminización y la aparición de problemas
Secuelas funcionales: anestesia, parestesia, articulación
cardiovasculares.
temporomandibular
La crioterapia no ha obtenido ningún resultado relevante.
La embolización se ha empleado con intención paliativa Potencial crecimiento óseo: deformación centrofacial (asimetrías)
mediante una aplicación intratumoral en angiofibromas Lesiones de la vía lagrimal
con extensión intracraneal (infratemporal, seno cavernoso),
Estenosis del vestíbulo nasal
con la intención de devascularizar y necrosar el tumor, e
impedir su crecimiento. En los casos más favorables, el an- Fístula oroantral
giofibroma ha dejado de crecer y se ha podido evitar una Hipoacusia de transmisión
cirugía agresiva con alta morbilidad (véase más adelante).
Quirúrgicos
Es el tratamiento de elección para todos los estadios I-IV. lidad y los riesgos de la cirugía endoscópica suelen ser
Según la localización y la extensión se puede elegir entre la comparables con los de una esfenoetmoidectomía avanza-
rinotomía lateral, el degloving centrofacial, el abordaje da.
transpalatino, el transantral, el transcigomático, el infra- La primera mención de una resección endoscópica data
temporal o combinaciones. de 199630, seguida de otras con series cortas31,32. Todas
Para la planificación se precisa una TC, una RM y, si se apuntaban hacia la posibilidad de una exéresis endoscópi-
tiene acceso, una angiografía con embolización preoperato- ca con menor morbilidad en estadios precoces.
ria. El avance tecnológico, por una parte, y la experiencia ob-
A continuación se comentan los distintos abordajes y su tenida, por otra, han llevado a indicar abordajes endoscó-
uso actual. picos en estadios II y IIIA de la clasificación de Fisch. Las
La rinotomía lateral, el abordaje transpalatal, el transma- grandes ventajas de los abordajes endoscópicos son que
xilar o el esfenoetmoidal fueron propuestos para los esta- pueden ser muy extensos, aun siendo mínimamente inva-
dios I y II de Fisch. sivos, tienen una reducida morbilidad, una tasa baja de se-
Dado que ya hay suficiente literatura que ha demostra- cuelas y, además, son repetibles.
do la utilidad del abordaje endoscópico, todos estos abor-
dajes han quedado obsoletos. En casos aislados, el trans- Técnica del abordaje endoscópico
maxilar (Caldwell-Luc) puede servir de apoyo al El hecho de que la fosa pterigopalatina suela estar ocu-
endoscópico en tumores con una extensión lateral (fosa pada tan frecuentemente por el tumor exige un abordaje
pterigopalatina e infratemporal). de ésta mediante una meatotomía media de máxima am-
El abordaje infratemporal estaría indicado en una exten- plitud que permita trabajar en la pared posterior del seno
sión tumoral amplia lateral e intracraneal. No obstante, ya maxilar, la resección completa de su pared posterior (o an-
hay autores que abordan los estadios tipo IIIA de Fisch por terior de dicha fosa) para poder grapar o ligar los vasos
vía endonasal exclusivamente con ayuda de un sistema de nutrientes (mayormente la arteria maxilar y sus ramas) an-
navegación27 o en combinación con vía transmaxilar (míni- tes de proceder al vaciamiento propio de la fosa pterigopa-
mamente invasiva) para resecar la porción infratemporal, latina o la ampliación del abordaje hacia la fosa infratem-
que no suele estar anclada en la duramadre, sino en el poral. Solamente cuando la fosa pterigopalatina no se
músculo masetero y en la bola de Bichat. encuentra invadida (estadio I) no es necesario abordarla
El degloving centrofacial, con o sin osteotomías LeFort (fig. 7).
tipo I, está obsoleto para los estadios I-IIIA. En el basiesfenoides (cara inferior de la pared anterior
La translocación facial, a través de una incisión Weber- del seno esfenoidal y reborde coanal) y las zonas de im-
Ferguson, quizá con una extensión coronal para realizar plantación del AJ sobre el hueso parece importante conse-
una craneotomía frontotemporal con osteotomías centrofa- guir un despegamiento subperióstico, al igual que en el
ciales también es una técnica obsoleta para los tumores tipo borde posterior del vómer para evitar recidivas. Además,
I-IIIA, dado que pueden resecarse por vía endoscópica. se recomienda el fresado del hueso denudado mediante
El abordaje subcraneal anterior extendido queda reser- una fresa adiamantada grande, dado que ello parece evitar
vado para cuando se precisa una descompresión del nervio las recidivas33. La experiencia ha demostrado que la frag-
óptico y una exposición del seno cavernoso. No obstante, mentación tumoral facilita su exéresis. Por una parte, la re-
no parece que vaya a quedar muy lejos (en manos muy ex- sección tumoral en monobloque no es obligatoria y, por
pertas, evidentemente) el abordaje mediante cirugía avan- otra, la fragmentación tumoral no ha demostrado un ma-
zada de base de cráneo (con navegador si se dispone) para yor índice de recidivas. Es aquí donde más se demuestra la
tumores de extensión endocraneal, vistos los progresos de ventaja de la embolización, que permite dividir el tumor en
esta cirugía28,29. fragmentos manejables (fig. 8). De ahí que para la planifi-
La búsqueda de alternativas está motivada por la gran cación quirúrgica no tenga importancia el tamaño tumoral,
morbilidad de los abordajes externos (tabla II). La morbi- sino su extensión.
A B
A B
A B C
Pasquini et al40 intervienen a 15 casos. El seguimiento Las complicaciones de la cirugía endoscópica son simila-
medio fue de 27 meses. Un paciente (5%) tuvo una recidi- res a las de una esfenoetmoidectomía amplia de senos pa-
va a los 20 meses de la intervención. ranasales. Recientemente se ha descrito el fenómeno de ojo
En nuestro país, el grupo de Sevilla obtiene una tasa de seco permanente en 4 de 7 casos operados por vía endoscó-
recidivas del 36,3% en los 8 casos intervenidos en estadio II pica43, lo que sin duda está asociado a lesiones de ramas
de la clasificación de Fisch41. procedentes del ganglio esfenopalatino o del mismo gan-
Pryor et al42, en 2005, informan sobre 6 casos interveni- glio.
dos sin ninguna recidiva.
En general, e independientemente de la vía de abordaje, SEGUIMIENTO
la tasa de curaciones tras cirugía primaria oscila en el 80-
100% en los tumores con extensión extracraneal, y de apro- El postoperatorio inmediato no difiere del de una cirugía
ximadamente un 70% en los de extensión intracraneal, con endoscópica amplia de senos paranasales. El endoscopio
un 30% de recidivas. La tasa de recidivas de los abordajes vuelve a ser clave para el control de las fosas nasales y los
externos era cifrada en un 50%5. Con las reintervenciones senos paranasales abiertos (figs. 9A y B).
se alcanza un 90% de curaciones. A partir de los 3 meses después de la intervención, es de-
cir, una vez cicatrizado el situs operatorio, se puede solici-
COMPLICACIONES tar una RM que sirve de punto de partida para comparar
con las siguientes, que se realizarán cada 6-8 meses en los
La evolución natural de los angiofibromas juveniles pue- primeros 2 años, y una última a los 3-3,5 años si no se ob-
de asociarse a una anemia crónica por epistaxis. Ocasional- servan persistencias o recidivas (figs. 9C, 10A y B).
mente se han descrito casos con un sangrado excesivo que En los casos en que una de las RM muestre tejido captan-
precisó de transfusión de sangre. Tanto en uno como en te, ese período puede acortarse a 3-5 meses en función de si
otro caso hay que vigilar que no se produzca una coagulo- se observa un aumento del volumen. En los casos en que se
patía de consumo de bajo grado. evidencia una captación, es difícil diferenciar si se trata de
Se ha descrito la transformación maligna en 6 casos, 5 de tejido tumoral o de tejido inflamatorio residual (fig. 11). En
ellos tratados previamente con radioterapia (RDT)21. La cualquier caso, son los síntomas y/o el crecimiento de la
RDT también puede producir osteorradionecrosis de hue- tumoración lo que indica la necesidad de una reinterven-
sos y/o ceguera por lesión del nervio óptico. ción.
A B
Figura 10. Imagen de resonancia magnética en sentido coronal del mismo caso antes (A)
y después (B) (los cortes no están exactamente en el mismo nivel).
marzo de 1998) de 19 casos, en el que al finalizar la resec- 11. Sennes LU, Butugan O, Sanchez TG, Bento RF, Tsuji DH. Juvenile naso-
pharyngeal angiofibroma: the routes of invasion. Rhinology. 2003;41:235-40.
ción tumoral se llevó a cabo una limpieza con fresa de la 12. Draf W, Berghaus A. Tumoren und pseudotumoren (tumoraehnliche Lasio-
zona de inserción (basiesfenoides) y del área del canal pte- nen) der frontalen Schaedelbasis, ausgehend von der Nase, den Nasenhaup-
thoehlen und dem Nasenrachenraum (einschliesslich der operativen
rigoideo. En el primer grupo tuvieron 8 recidivas, mientras Zugaenge). Rhinochirurgisches Referat. Eur Arch Oto-Rhino-Laryng Suppl.
que en el segundo, ninguna, con un seguimiento de entre 6 1993;I:105-86.
13. Loré JM, Medina JE, editores. An Atlas of Head and Neck Surgery. 4.a ed.
meses y 3 años. En nuestra casuística ya habíamos iniciado Philadelphia: Elsevier Saunders; 2005. p. 289-99.
los fresados de las zonas de implantación ósea tumoral. 14. Lloyd G, Howard D, Lund VJ, Savy L. Imaging for juvenile angiofibroma. J
Laryngol Otol. 2000;114:727-30.
15. Mondejar J, Escobar Sánchez C. Complicaciones en la embolización terapéu-
tica del angiofibroma juvenil de rinofaringe. Acta Otorrinolaringol Esp.
CONCLUSIONES 1991;42:51-3.
16. Tran Ba Huy P, Borsik M, Herman P, Wassef M, Casasco A. Direct intratumo-
ral embolization of juvenile angiofibroma. Am J Otolaryngol. 1994;15:429-35.
El abordaje endoscópico del AJ en determinados esta- 17. Chandler JR, Goulding R, Moskowitz L, Quencer RM. Nasopharyngeal an-
giofibromas: staging and management. Ann Otol Rhinol Laryngol.
dios (I y II al menos y, en manos más expertas, también los 1984;93:322-9.
IIIA) ha supuesto un importante avance de cara a la reduc- 18. Sessions RB, Bryan RN, Naclerio RM, Alford BR. Radiographic staging of ju-
venile angiofibroma. Head Neck Surg. 1981;3:279-83.
ción de la morbilidad de los abordajes externos. La posibi- 19. Radkowski D, McGill T, Healy GB, Ohlms L, Jones DT. Angiofibroma: Chan-
lidad de una fragmentación tumoral, cuando la emboliza- ges in staging and treatment. Arch Otolaryngol Head Neck Surg.
ción o la ligadura arterial la facilitan, hace más manejable 1996;122:122-9.
20. Andrews JC, Fisch U, Valavanis A, Aeppli U, Makek MS. The surgical mana-
la técnica, de manera que el tamaño tumoral ya no es rele- gement of extensive nasopharyngeal angiofibromas with the infratemporal
vante a la hora de planificar el tipo de cirugía, sino la ex- fossa approach. Laryngoscope. 1989;99:429-37.
21. Stringer SP, Cassisi NJ, Million RR. Radiation therapy for juvenile angiofi-
tensión tumoral. broma: evaluation by CT and MRI, analysis of tumor regression, and selec-
La tasa de recidivas es más que aceptable y comparable tion of patients. Int J Radiat Oncol Biol Phys. 1993;25:689-94.
22. Makek MS, Andrews JC, Fisch U. Malignant transformation of a naso-
a la de los abordajes externos y, teniendo en cuenta que la pharyngeal angiofibroma. Laryngoscope. 1989;99:1088-92.
mayoría de los autores ha publicado su primera casuística 23. Goepfert H, Cangir A, Ayala AG, Eftekhari F. Chemotherapy of locally ag-
gressive head and neck tumors in the pediatric age group: desmoid fibroma-
ligada a una curva de aprendizaje, estos resultados para es- tosis and nasopharyngeal angiofibroma. Am J Surg. 1982;144:437-44.
tadios I y II son excelentes, sin olvidar que la vía endoscó- 24. Goepfert H, Cangir A, Lee YY. Chemotherapy for aggressive juvenile naso-
pica también es útil para repescas, tanto después de abor- pharyngeal angiofibroma. Arch Otolaryngol. 1985;111:285-9.
25. Gates GA, Rice DH, Koopmann CF Jr. Flutamide-induced regression of an-
dajes externos como de los endoscópicos. giofibroma. Laryngoscope. 1992;102:641-4.
Se acepta que, para tumores extensos que alcanzan el 26. Labra A, Chavolla-Magana R, Lopez-Ugalde A, Alanis-Calderon J, Huerta-
Delgado A. Flutamide as a preoperative treatment in juvenile angiofibroma
seno cavernoso y la hipófisis e invaden ampliamente la (JA) with intracranial invasion: report of 7 cases. Otolaryngol Head Neck
fosa infratemporal o partes de la mejilla, posiblemente sea Surg. 2004;130:466-9.
27. Hofmann T, Bernal-Sprekelsen M, Koele W, Reittner P, Klein E, Stammber-
necesario un abordaje externo, si bien la combinación de ger H. Endoscopic resection of juvenile angiofibromas long term results.
abordaje endoscópico y externo pueda servir para reducir Rhinology. 1995;43:282-9.
28. Bernal-Sprekelsen M, Massegur Solench H, Tomas Barberan M. Paediatric
la agresividad del segundo. Aun así, y ante la enorme mor- endoscopic sinus surgery (PESS): review of the indications. Rev Laryngol
bilidad asociada a resecciones, es legítimo plantear la estra- Otol Rhinol (Bord). 2003;124:145-50.
tegia de reducir la agresividad quirúrgica dejando restos 29. Sciarretta V, Pasquini E, Farneti G, Frank G, Mazzatenta D, Calbucci F. En-
doscopic sinus surgery for the treatment of vascular tumors. Am J Rhinol.
tumorales y asociar un wait and see a la espera de regresio- 2006;20:426-31.
nes espontáneas, embolizaciones repetidas que reduzcan la 30. Kassam A, Thomas AJ, Snyderman C, Carrau R, Gardner P, Mintz A, et al.
Fully endoscopic expanded endonasal approach treating skull base lesions
vascularización, o de una detención espontánea en el creci- in pediatric patients. J Neurosurg. 2007;106:75-86.
miento tumoral. 31. Kamel RH. Transnasal endoscopic surgery in juvenile nasopharyngeal an-
giofibroma. J Laryngol Otol. 1996;110:962-8.
32. Bernal-Sprekelsen M, Vazquez AA, Pueyo J, Carbonell Casasus J. [Endosco-
pic resection of juvenile nasopharyngeal fibromas]. HNO. 1998;46:172-4.
33. Sarria R, Capitan A, Sprekelsen C, Viviente E, Cuervo G, Ferran A. Cirugia
BIBLIOGRAFÍA endoscópica de un angiofibroma juvenil con doble embolización. Acta Oto-
rrinolaringol Esp. 2000;51:259-62.
1. Batsakis JG. Tumors of the Head and Neck. 2.a ed. Baltimore: Williams & 34. Howards DJ, Lloyd G, Lund V. Recurrence and its avoidance in juvenile an-
Wilkins; 1979. p. 291-312. giofibroma. Laryngoscope. 2001;111:1509-11.
2. Gullane PJ, Davidson J, O’Dwyer T, Forte V. Juvenile angiofibroma: a review 35. Roger G, Tran Ba Huy P, Froehlich P, Van Den Abbeele T, Klossek JM, Serra-
of the literature and a case series report. Laryngoscope. 1992;102:928-33. no E, et al. Exclusively endoscopic removal of juvenile nasopharyngeal an-
3. Patterson CN. Juvenile nasopahryngeal angiofibroma. Otolaryng Clin giofibroma: trends and limits. Arch Otolaryngol Head Neck Surg.
North Am. 1973;6:839-61. 2002;128:928-35.
4. Harrison DFN. Familial haemorrhagic teleangiectasia. C J Med. 1964;33:25- 36. Jorissen M, Eloy P, Rombaux P, Bachert C, Daele J. Endoscopic sinus surgery
38. for juvenile nasopharyngeal angiofibroma. Acta Otorhinolaryngol Belg.
5. Maran ASD, Lund VJ. Clinical Rhinology. Stuttgart, New York: Thieme; 2000;54:201-19.
1990. 37. Schick B, El Rahman el Tahan A, Brors D, Kahle G, Draf W. Experiences with
6. Hyams VJ, Batsakis JG, Michaels L. Tumors of the upper respiratory tract endonasal surgery in angiofibroma. Rhinology. 1999;37:80-5.
and ear. Atlas of tumor pathology. Second series, fascicle 25. Washington 38. Nicolai P, Berlucchi M, Tomenzoli D, Cappiello J, Trimarchi M, Maroldi R, et
DC: Armed Forces Institut of Pathology; 1988. al. Endoscopic surgery for juvenile angiofibroma: when and how. Laryngos-
7. Beham A, Beham-Schmid C, Regauer S, Aubock L, Stammberger H. Naso- cope. 2003;113:775-82.
pharyngeal angiofibroma: true neoplasm or vascular malformation? Adv 39. Naraghi M, Kashfi A. Endoscopic resection of nasopharyngeal angiofibro-
Anat Pathol. 2000;7:36-46. mas by combined transnasal and transoral routes. Am J Otolaryngol.
8. Schick B, Plinkert PK, Prescher A. Aetiology of angiofibromas: reflection on 2003;24:149-54.
their specific vascular component. Laryngorhinootologie. 2002;81:280-4. 40. Pasquini E, Sciarretta V, Frank G, Cantaroni C, Modugno GC, Mazzatenta D,
9. Schick B, Veldung B, Wemmert S, et al. p53 and Her-2/neu in juvenile angio- et al. Endoscopic treatment of benign tumors of the nose and paranasal sinu-
fibromas. Oncol Rep. 2005;13:453-7. ses. Otolaryngol Head Neck Surg. 2004;131:180-6.
10. Schick B, Wemmert S, Bechtel U, Nicolai P, Hofmann T, Golabek W, et al. 41. Munoz del Castillo F, Jurado Ramos A, Bravo-Rodriguez F, Delgado Acosta
Comprehensive genomic analysis identifies MDM2 and AURKA as novel F, Lopez Villarejo P. Cirugía endoscópica del angiofibroma juvenil nasofarín-
amplified genes in juvenile angiofibromas. Head Neck. 2007;29:479-87. geo. Acta Otorrinolaringol Esp. 2004;55:369-75.
42. Pryor SG, Moore EJ, Kasperbauer JL. Endoscopic versus traditional approa- 46. Weprin LS, Siemers PT.Spontaneous regression of juvenile nasopharyngeal
ches for excision of juvenile nasopharyngeal angiofibroma. Laryngoscope. angiofibroma. Arch Otolaryngol Head Neck Surg. 1991;117:796-9.
2005;115:1201-7. 47. Dohar JE, Duvall AJ 3rd. Spontaneous regression of juvenile nasopharyn-
43. Hillel AT, Metzinger RC, Nemechek AJ, Nuss DW. Loss of reflex tearing: an geal angiofibroma. Ann Otol Rhinol Laryngol. 1992;101:469-71.
expected consequence of juvenile nasopharyngeal angiofibroma. Otolaryn- 48. Herman P, Lot G, Chapot R, Salvan D, Huy PT. Long-term follow-up of ju-
gol Head Neck Surg. 2005;133:605-10. venile nasopharyngeal angiofibromas: analysis of recurrences. Laryngosco-
44. Tosun F, Ozer C, Gerek M, Yetiser S. Surgical approaches for nasopharynge- pe. 1999;109:140-7.
al angiofibroma: comparative analysis and current trends. J Craniofac Surg. 49. McCombe A, Lund VJ, Howard DJ. Recurrence in juvenile angiofibroma.
2006;17:15-20. Rhinology. 1990;28:97-102.
45. Jacobsson M, Petruson B, Ruth M, Svendsen P. Involution of juvenile naso- 50. Fagan JJ, Snyderman CH, Carrau RL, Janecka IP. Nasopharyngeal angiofi-
pharyngeal angiofibroma with intracranial extension. A case report with bromas: selecting a surgical approach. Head Neck. 1997;19:391-9.
computed tomographic assessment. Arch Otolaryngol Head Neck Surg. 51. Onerci M, Ogretmenoglu O, Yucel T. Juvenile nasopharyngeal angiofibro-
1989;115:238-9. ma: a revised staging system. Rhinology. 2006;44:39-45.