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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA.
UNIVERSIDAD DE ORIENTE.
NÚCLEO BOLÍVAR.
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS FISIOLÓGICAS.
ÁREA DE BIOQUÍMICA.

PRÁCTICA 5: METABOLISMO INTERMEDIARIO.


EFECTO DEL AYUNO SOBRE EL CONTENIDO DE GLUCÓGENO
HEPÁTICO.

PROFESOR: Bachilleres:
GONZÁLEZ, RAFAEL CRESPO, MARIA CI.: 25.083.293
FERNANDEZ, EDGAR CI.: 24.701887
HERNANDEZ ROBERT CI: 26.330.890
TREJO NAYREN CI.: 25963568
SOUKY HANADY CI.; 26.154.764
ROMERO, HIDALIA CI.: 25.392829.
GRUPO B, DIA LUNES.

Noviembre, 2017.
INTRODUCCIÓN

Según Font, A (1983) “La glucosa ocupa una posición central en el


metabolismo de plantas, animales y muchos microorganismos. Prácticamente todas
las células metabolizan la glucosa para obtener energía, al menos parte del tiempo.
Cuando las células utilizan otras moléculas orgánicas como fuentes de energía, por
lo común las células, las convierten en moléculas de glucosa o en otros compuestos
que entran en vía del metabolismo de la glucosa.”
Según Nelson y Cox (2001) “El azúcar que se almacena con preferencia es
un polímero de la glucosa: GLUCOGENO. Su masa molecular es variable,
dependiendo de las unidades glucosídicas que lo formen, aunque posee una
estructura definida. Las unidades de glucosa, en número de 20.000 a 30.000, están
unidas por enlaces glucosídicos α1-4 (amilosa), y α1-6 (amilopectina).
Aproximadamente el 90% de los enlaces glucosídicos son del tipo α1-4 y el 10% del
tipo α1-6, formando éstos los puntos de ramificación. Las células animales
almacenan glucógeno en su citosol, el cual es un polímero de glucosa, muy
ramificado y fácilmente movilizable, éstas almacenan como sustancias de reserva
azucares o lípidos pero no proteínas, ni ácidos nucleicos.”

Según Nelson y Cox (2001) “Se utiliza el glucógeno que es la forma de


almacenamiento de glucosa como fuente rápida de energía. La glucólisis hace
referencia a la degradación del glucógeno a glucosa o glucosa 6 fosfato; la
gluconeogénesis hace referencia a la síntesis de glucógeno. Estos procesos tienen
lugar en casi todos los tejidos, aunque de manera especial en el hígado y en los
músculos debido a la mayor importancia del glucógeno como combustible de
reserva en estos tejidos. El hígado tiene una gran capacidad para almacenar
glucógeno. En una persona bien nutrida el contenido de glucosa hepático puede
constituir hasta el 10 por ciento del peso húmedo de este órgano. El musculo
almacena menos glucógeno cuando se expresa de esta forma: un máximo de solo
1-2 % de su peso húmedo. Sin embargo, hay más tejido muscular que hepático, la
cantidad de glucógeno total en el musculo es doble que la del hígado.”
Según Clark, JM (1966) “Aunque el glucógeno del musculo no produce
directamente glucosa libre {porque el musculo carece de glucosa 6 fosfato}, el
piruvato formado por la glucólisis en el musculo, puede sufrir transaminación a
Alanina, que luego se exporta del musculo y se usa gluconeogénesis en el hígado.”

Según Stryer y cols (2003) “En los animales el glucógeno es la forma


principal para el almacenamiento y la exportación de glucosa para conservar la
glucosa sanguínea entre las comidas. Se presenta sobre todo en el hígado y
músculo, porque la masa muscular del cuerpo es considerablemente mayor, el
glucógeno del músculo representa de 3 a 4 veces la reserva hepática. El glucógeno
se puede liberar del hígado por calentamiento con una base fuerte, hasta la
destrucción total del tejido. Al añadir ácido tricloroacético al homogeneizado anterior,
precipitan numerosas sustancias de peso molecular elevado, como las proteínas y
los ácidos nucleicos, en tanto que el glucógeno continúa disuelto. El glucógeno
puede separarse de los monosacáridos y otros compuestos hidrosolubles por
precipitación con alcohol, porque los polisacáridos son mucho menos solubles en
alcohol acuoso que los monosacáridos. La determinación del grado de pureza de la
preparación obtenida se puede realizar mediante el tratamiento con antrona y
comparando con una solución estándar de glucógeno.”
Por lo tanto se demostrara cuantitativamente el efecto que posee el ayuno
sobre el contenido del glucógeno del hígado de animales de experimentación en
diferentes condiciones fisiológicas, entendiéndose el ayuno por un período donde no
hay captación de nutrientes por parte del intestino. Puede ser un ayuno temprano si
es después de 4-12 horas después de la alimentación; o puede ser prolongado si es
después de 12 horas de la alimentación.
REPORTE DE RESULTADOS.

Tejido Ayunado Alimentado

Higado 0,33 gr 0,33 gr

Musculo 0,33 gr 0,33 gr

Volumen
Volumen
Standard Volumen Volumen de
N° Standard Absorbancia
Glucosa H2O (ml) Antrona (ml)
Glucosa (ml)
(mg)
DX1H --------------- --------------- 4 0,422
DX2H --------------- --------------- 4 0,230
DX3M --------------- -------------- 4 0,425
DX4M --------------- -------------- 4 0,400
FUENTE: Datos obtenidos en el Laboratorio de Bioquímica de la Universidad de
Oriente Núcleo Bolívar.

DX1H = Muestra ayunado del tejido hepático.

DX2H = Muestra alimentado del tejido hepático.

DX3M = Muestra ayunado del tejido muscular.

DX4M = Muestra alimentado del tejido muscular.

En base al promedio de los resultados obtenidos en la práctica y expresados en la


tabla anterior, obtuvimos los siguientes datos, extrapolándolos en la curva de
calibración. He aquí los caculos correspondientes:

Calculo de los grs de Glucógeno:


Tejido ayunado.

- Hepático:

1𝑔𝑟
0,47 mg de Glucosa x 0,9= 0,423 mg x 20= 8,46 mg x 1000𝑚𝑔
= 8,46x10-3 gr.

- Muscular:

1 𝑔𝑟
0,48 mg de Glucosa x 0,9= 0,423 mg x 20 = 8,64 mg x = 8,64 x 10-3 gr.
1000 𝑚𝑔

Tejido alimentado.

- Hepático:

1𝑔𝑟
0,27 mg de Glucosa x 0,9= 0,243 mg x 80= 19,44 mg x 1000𝑚𝑔= 0,0194 gr.

- Muscular:

1𝑔𝑟
0,95 mg de Glucosa x 0,9= 0,405 mg x 80 =32,4 mg x 1000𝑚𝑔 = 0,324 gr.

Cantidad de Glucógeno almacenado en 100gr de tejido:

0,33 gr de tejido hepático ayunado 8,46 x 10-3 gr de Glucógeno

100 gr de tejido hepático ayunado X

X= 2,563 gr de Glucógeno.

0,44 gr de tejido muscular ayunado 8,46 x 10-3 gr de


Glucógeno

100 gr de tejido muscular ayunado X

X= 1,963 gr de Glucógeno.

0,33 gr de tejido hepático alimentado 0,0194 gr de Glucógeno

100 gr de tejido muscular alimentado X

X= 5, 879 gr de Glucógeno.

0,33 gr de tejido muscular alimentado 0,0324 gr de Glucógeno


100 gr de tejido muscular alimentado X

X = 9,818 gr de Glucógeno.
DISCUSION DE RESULTADOS.

El glucógeno hepático regula la concentración de glucosa en sangre, y es ésta


glucosa la que alimenta el cerebro de forma constante (el cerebro no dispone de
reservas y sólo puede utilizar glucosa como fuente de energía). Si el cerebro está
bien alimentado, funciona bien, lo que garantiza la capacidad de concentración y un
buen estado de ánimo. El glucógeno en el hígado alcanza una reserva de
100gramos aproximadamente. Estas reservas son mayores después de las comidas
pero disminuyen entre las mismas y especialmente durante la noche y el ayuno, ya
que se degrada el glucógeno hepático para mantener normales los niveles de
glucosa en la sangre (Hicks, 2001).

En base al planteamiento realizado en la sección anterior de este informe, se


pudo notar que los resultados para la cantidad de glucógeno presente en el hígado
del material biológico alimentado y en ayuna fueron los esperados, al igual que los
resultados arrojados del glucógeno en el tejido muscular del animal alimentado y
ayunado.

Sabiendo también que de 12 a 18 horas de ayuno el hígado casi agota su


reserva de glucógeno; cabe decir, que la relación entre la cantidad de glucógeno
entre ambos tejidos hepáticos fue la esperada. Se obtuvo que en el hígado del
animal alimentado las reservas de glucógeno fueron mucho más altas que las del
animal en ayuno por 48 horas. La muestra del animal alimentado nos arrojó un valor
de 5, 879 grs de Glucógeno en el total de tejido hepatico mientras que la de el
animal ayunado fue de 2,563 grs de glucogeno en el total del tejido hepatico.
Mientras que la muestra del animal alimentado nos arrojó un valor de 9,818 grs de
glucogeno en el total de tejido muscular mientras que la de el animal ayunado fue de
1,963 grs de glucogeno en el total del tejido muscular.

Normalmente, la ingesta de nutrientes se produce de manera intermitente.


El organismo dispone de mecanismos fisiológicos que intentan amortiguar las
variaciones en las concentraciones plasmáticas de glucosa; así, en el estado
absortivo (posprandial) evita concentraciones elevadas, y en el postabsortivo (de 4 a
6 h después de la ingestión de una comida), concentraciones bajas. Después de la
ingesta y de los fenómenos de la digestión, fluyen al torrente circulatorio elementos
como glucosa, aminoácidos y ácidos grasos libres, entre otros. Ante esta llegada
masiva de nutrientes y, en particular, de glucosa, el organismo incrementa la
síntesis y secreción de insulina para evitar excursiones hiperglucémicas excesivas,
de manera que se favorece un adecuado aporte energético al organismo con la
metabolización periférica de glucosa, se inhiben la glucogenólisis y la
gluconeogénesis, el exceso de glucosa se almacena en forma de glucógeno en el
hígado y se favorece, además, el anabolismo lipídico y proteínico.

Los valores de glucógeno obtenidos en los animales ayunados se encuentran


disminuidos. Una vez que cesa el flujo de nutrientes desde el intestino, no hay
nuevos ingresos de energía desde el exterior y continua el consumo de glucosa, los
cambios metabólicos que se van produciendo persiguen, fundamentalmente, la
supervivencia, para lo que es básico asegurar el aporte suficiente de energía a los
órganos vitales, preferentemente el cerebro y, a su vez, moderar la pérdida
demasiado rápida de las estructuras corporales que sirven como fuente de los
productos energéticos. Por ello, los procesos metabólicos que se van sucediendo no
son estáticos, sino que van variando en dependencia de la duración del ayuno, con
adaptaciones permanentes para la mejor conservación del organismo y, por ende,
de la vida. Para conseguirlo se disminuye el consumo de glucosa en el músculo, el
tejido adiposo y el hígado, y se ponen en marcha mecanismos de producción de
glucosa y posteriormente de otros nutrientes, como ácidos grasos libres (AGL) y
cuerpos cetónicos, con variaciones evidentes en el catabolismo de los sustratos
empleados en su síntesis o liberación, así como en la cuantía y los tipos de
nutrientes consumidos en los diversos tejidos.

Ante la falta de ingreso de nutrientes, el organismo pone en marcha unos


mecanismos conducentes a la producción de sustratos energéticos que aseguren el
metabolismo cerebral y otros órganos vitales, y disminuye simultáneamente el
consumo periférico, con el objetivo teleológico de la supervivencia. Si el ayuno se
prolonga en el tiempo, los procesos metabólicos van cambiando en sus
características cualitativas y cuantitativas, de manera que se modifican los
productos energéticos consumidos (glucosa, ácidos grasos libres y cuerpos
cetónicos), disminuye globalmente su oxidación y tras la depleción inicial de
glucógeno hepático y muscular y el catabolismo proteínico, la fuente principal de
glucosa es el hígado mediante la gluconeogénesis. Los sustratos provienen
inicialmente del catabolismo proteínico y la lipólisis, pero más adelante la
destrucción proteínica se ralentiza, maximizándose la lipólisis.

CONCLUSIÓN
 Se utilizó y comprendió el método de extracción de glucógeno a partir
del tejido hepático y tejido muscular, tal y como lo fue la técnica de
Pfluger para el aislamiento de glucógeno. Durante el proceso, se explicó
que el resto de las moléculas durante la extracción fueron solubilizadas
y luego descartadas como sobrenadante.
 Se cuantificó glucógeno hepático y muscular proveniente de los
animales de experimentación (alimentado y ayunado por 48 horas) a
través del método de antrona con anticipación de unas diluciones del
glucógeno precipitado.
 Se refirieron los resultados obtenidos al metabolismo normal y con 48
horas recibiendo solución fisiológica de los hidratos de carbono.
 Se compararon los resultados obtenidos en animales de
experimentación alimentados y en ayuno, con respecto a los valores de
glucógeno en seres humanos.
 Se describió el papel del glucógeno como reservorio energético.

BIBLIOGRAFÍA
 Alemany M, Font S (1983): “Prácticas de Bioquímica”, 1ª ed. Editorial
Alhambra (Madrid, España), pp 99-107.
 Bollen M, Keppens S, Stalmans W (1998): Specific features of glycogen
metabolism in the liver. Biochem J.
 Clark JM (1966): “Bioquímica Experimental”, 1ª ed. Editorial Acribia
(Zaragoza, España), pp 40-42.
 Ferrer JC, Favre C (2003): Control of glycogen deposition.
 Greenberg CC, Jurczak MJ, et al (2006): Glycogen branches out: new
perspectives on the role of glycogen metabolism in the integration of metabolic ways.
Physiol Endocrinol Metab.
 Nelson DL, Cox MM (2001): “Principios de Bioquímica”, 3ª ed. Editorial
Omega (Barcelona, España), pp 304-305.
 Ozen H (2007): Glycoge nstorage diseases: new perspectives. World
Gastroenterol.
 Stryer L, Berg JM, Tymoczko JL (2003): “Bioquímica”, 5ª ed. Editorial
Reverté (Barcelona, España), pp 577-580.

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