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NOMBRE: SERRANO. Hilary Mayra CÓDIGO: 16150209
FORD COPPOLA.F (1979). Apocalypse Now. Estados Unidos. (Producers) American Zoetrope
En la guerra es muy común el reforzamiento de la idea del otro, por ejemplo los nazis se
referían a los judíos como ratas, personas impuras muy distintas a ellos que eran arios,
rubios, esbeltos y hermosos; otro ejemplo es la distinción que hacían los colonos con
respecto a las civilizaciones prehispánicas (incas o aztecas), donde ellos eran unos salvajes,
caníbales, impuros y sin alma. Todos estos mitos o rasgos proporcionan mayor claridad a
la hora de matar al otro, porque sabes las “razones”, y “entiendes” el por qué y la necesidad
de hacerlo. En el caso de Vietnam la diferencia se hacía presente en su tipo de economía
agraria (o primitiva) y además el hecho de que eran “comunistas”. Pero como se ve en la
película y cómo muchos casos que han sido demostrado a lo largo de la historia, la guerra
no sólo remarca las diferencias, sino que también las elimina, porque en la guerra te das
cuenta que la única diferencia es externa (los rasgos físicos), porque él sangra como tú,
llora por su familia como tú, se divierte como tú; como el caso de ese tejano blanco
racista que cuando pelea con un negro se abraza y le dice amigos, o aquel nazi que a
pesar de las “diferencias” protege al judío y los libera de su destino en los campos de
concentración, estos y muchos casos demuestran que las diferencias dichas en discursos,
no son más que incentivos que justifican acciones, más no son verdades que se ven en los
hechos.
El darse cuenta que no son más que carne y huesos en un cuerpo que se mueve los hace
pensar en su insignificante existencia; donde morir no significa nada; donde muchos se dan
cuenta que no saben por qué pelean; donde otros se enamoran del “enemigo”; donde la
vida no vale nada (ya que cualquier persona si lo desea en cualquier momento te mata); o
donde el regresar es indeseable, no se si en todos los casos, pero muchos hombres y
mujeres que van a la guerra, mientras están en ella desean con todo el alma regresar a sus
hogares, pero cuando están en ellos no hay otra cosa que los haría más felices que el
regresar al campo de batalla, donde son alguien, donde tienen poder y jerarquía (son
coroneles o generales), no como en la vida cotidiana donde son meseros u obreros. Te
habías acostumbrado tanto a caminar sobre cuerpos y escombros, a escuchar los
bombardeos o las hélices de los helicópteros cuando pasaban sobre tu cabeza antes de
que suenen los disparos; lo cual para cualquier persona que no ha vivido lo que es la
guerra lo consideraría una situación anormal; sin embargo para la otra persona esto es
normal y necesario para su tranquilidad, por eso muchos después de una misión esperan
con ansias que los llamen para la siguiente.