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Introducción
Desde 1970, los desarrollos en biología molecular han permitido que los científicos puedan mover
ADN de un organismo a otro, incluso tratándose de organismos distantes entre sí. Hoy en día, está
tecnología de ADN recombinante ha llegado a un nivel, en el cual se pueden tomar pedazos de
ADN que contienen uno o varios genes de cualquier organismos, incluidas plantas, animales,
bacterias o virus, e introducirlo en un cultivo específico. Los organismos que ha sido modificado, o
transformado, usando técnicas de biotecnología moderna son comúnmente referido como
Organismos Genéticamente Modificado (OGM). Las plantas que han sido genéticamente
modificadas a través de la introducción de genes de la misma especie o de otras especies son
conocidas como plantas transgénicas y el gen específico transferido es un transgen.
Por su parte, el Protocolo de Cartagena describe la Biotecnología moderna como la aplicación de:
“a) Técnicas in vitro de ácido nucleico, incluidos el ácido desoxirribonucleico (ADN) recombinante
y la inyección directa de ácido nucleico en células u orgánulos, o b) La fusión de células más allá de
la familia taxonómica, que superan las barreras fisiológicas naturales de la reproducción o de la re
combinación y que no son técnicas utilizadas en la reproducción y selección tradicional”.
1
Para efectos de este documento entiéndase el término Organismo Vivo Modificado (OVM) incluido dentro del término Organismo
Genéticamente Modificado (OGM)
numerosos los productos que se obtienen a través del uso de técnicas de biotecnología moderna que
se emplean en Colombia.
Los sistemas de inocuidad de los alimentos, las instituciones que comprenden, las políticas, leyes y
directrices para la evaluación, continuamente evolucionando con el tiempo. La evolución de los
sistemas de inocuidad de los alimentos en las distintas jurisdicciones se ve afectada tanto por la
ciencia y la sociedad. Los avances científicos mejoran nuestra comprensión de las implicaciones
para la salud de los alimentos y conducen a la adopción de nuevas tecnologías de producción de
agro-alimentos, algunos de los cuales requieren de la supervisión reguladora. Cambio de valores de
la sociedad puede llevar a cambios en el énfasis en las políticas de protección al consumidor y el
cambio normativo e institucional.
6.1 El contexto regulatorio y la evaluación del riesgo de los alimentos derivados de OGMs.
Con el fin de que sean realmente útiles, los productos de la transformación genética deben ser
seguros para el usuario y para el ambiente, para lo cual se han desarrollado estrategias que regulan
el uso y aplicación de los organismos genéticamente modificados, con el fin de obtener los
máximos beneficios sociales de su utilización. Considerables esfuerzos internacionales, regionales y
nacionales buscan desarrollar los mecanismos para por un lado, garantizar el uso adecuado de los
desarrollos biotecnológicos y, por otro, facilitar el acceso a sus beneficios para toda la sociedad a
través de regulaciones sobre bioseguridad (FAO, 2010).
Por otra parte el artículo 18 del Protocolo de Cartagena, también toca aspectos relacionados con los
OGM destinados a su uso para consumo humano, animal o procesamiento, al establecer que los
países Parte de dicho acuerdo establecerán las medidas que permita una manipulación, envase y
transporte de los OGM; y en cumplimiento a tal mandato Colombia a reglamentado el tema a través
de la Resolución 4254 del 22 de septiembre de 2011, por la cual se expide el Reglamento Técnico
que establece los criterios técnicos de rotulado o etiquetado de los alimentos derivados de
organismos genéticamente modificados para consumo humano y los criterios para la identificación
de materias primas para consumo humano que los contengan.
Los efectos en la salud humana de los alimentos derivados de plantas genéticamente modificadas (a
veces llamados alimentos genéticamente modificados), dependen del contenido específico del
alimento y tienen el mismo potencial de tener riesgos o presentar beneficios que los alimentos
convencionales. Por ejemplo un alimento derivado de una planta GM con un alto contenido de
hierro digerible es probable que tenga un efecto positivo, por el contrario la introducción de nuevos
genes puede aumentar el riego de que proteínas alergénicas se expresen, y estos riesgos o beneficios
deben ser evaluados e identificados previos a la comercialización y consumo.
Los alimentos obtenidos de variedades desarrolladas por los métodos de mejora tradicionales se han
aceptado durante cientos de años. Sin embargo, los cambios genéticos y metabólicos asociados con
rasgos tales como la resistencia a enfermedades y a plagas introducidas mediante técnicas
convencionales, raramente se estudian en detalle (Robinson, 2003).
Protocolos de bioseguridad para evaluar OGM se han venido desarrollado en todo el mundo, y se ha
convertido en un requisito tanto para reguladores como para las empresas, universidades, centros de
investigación que desean poner en el mercado estos organismos o los productos que de estos se
derivan. Colombia no ha sido ajena a este proceso, ni ajena al crecimiento a los desarrollos y uso de
OGM. De acuerdo con el informe anual del “International Service for the Acquisition of
AgriBiotech Applications”, en el año 2011 Colombia se encuentra dentro de los 20 países con
cultivos genéticamente autorizados para siembra con cerca de 0.1 millones de hectáreas.
Los principios generales para el análisis de riesgo se establecieron por primera vez para la
evaluación de los efectos a la salud humana de los productos químicos potencialmente tóxicos. Los
principios y directrices internacionales, establecen que el análisis del riesgo está conformado por la
tres etapas diferentes entre sí pero que interactúan: la evaluación de riesgos basada en la ciencia por
lo general a cargo de expertos, la gestión de riesgos y la comunicación de riesgos, la figura 1
presenta el modelo estándar de la FAO/OMS del concepto de análisis del riesgo. La gestión del
riesgo se define como el proceso de sopesar las alternativas políticas para mitigar los riesgos a la luz
de la evaluación de riesgos y, si procede, elegir y aplicar opciones de control apropiadas, incluidas
medidas reglamentarias (FAO/OMS, 2006). Las estrategias de gestión de riesgos incluyen la
autorización, y la aplicación de medidas de gestión de riesgos para minimizar o prevenir el riesgo,
por ejemplo los requisitos de etiquetado para informar al público objetivo en situación de riesgo,
como se hace para los productos alimenticios que contienen los principales alérgenos. La
comunicación del riesgo se define como el intercambio de información y opinión sobre el riesgo
entre los evaluadores y gestores de riesgos y otras partes interesadas y el público en general (FAO/
OMS, 1997; FAO/OMS, 2006).
COMUNICACIÓN
DEL RIESGO
Intercambio interactivo de
información y opiniones en
relación al riesgo
En la evaluación de los posibles peligros y riesgos asociados con las nuevas tecnologías, la pregunta
adecuada no es cómo reducir los riesgos potenciales a cero, dado que en ninguna actividad humana,
por sencilla que sea, se presenta posibilidad de riesgo cero, sino cuáles son realmente los riesgos
potenciales relativos de las nuevas tecnologías, comparados con los riesgos potenciales de las
tecnologías con las cuales éstas compiten. Adicionalmente debe evaluarse cuáles son los riesgos que
conlleva la sobre-regulación, la no implementación de las nuevas tecnologías y cómo se va a
evaluar la relación costo-beneficio (Hodson, 2005).
Una evaluación de riesgos rigurosa para alimentos derivados de OGM se ha desarrollado, para
responder a las preocupaciones de los consumidores frente al desarrollo y uso de nuevos productos
y tecnologías.
Hasta el año 2005, la aprobación de cualquier alimento derivado de la modificación genética para
consumo humano, debía ser evaluada por la Sala Especializa de Alimentos y Bebidas Alcohólicas
(SEABA), según lo establecía el artículo 54 del Decreto 3095 de 1997 y con base en la información
suministrada por el solicitante, y estudio de la misma. Dicha instancia asesora procedía a la
aprobación o no del evento de transformación, concepto que aparece plasmado en las actas
respectivas. Una vez aprobado el evento de transformación, cualquier persona natural o jurídica que
quiera comercializar un producto que pueda contener dicho evento como materia prima, debe
obtener Registro Sanitario, siguiendo para ello el procedimiento establecido.
A partir de diciembre de 2005, con la expedición por parte de los Ministerios de Agricultura y
Desarrollo Territorial, Protección Social y Ambiente y Desarrollo Territorial, del Decreto 4525 del
6 de diciembre de 2005, por el cual se reglamenta la Ley 740 de 2002 y se establece el marco
regulatorio de los Organismos Vivos Modificados (OVM), el proceso de aprobación y
responsabilidades cambió de instancia técnica. El citado Decreto define las Autoridades Nacionales
Competentes, en cabeza del Ministerio de Agricultura a través del ICA para los OGM de uso
agrícola, pesquero, pecuario, plantaciones forestales y agroindustriales, el Ministerio de Ambiente
Vivienda y Desarrollo Territorial cuando se trate de OGM de uso ambiental y el Ministerio de la
Protección Social para OGM de uso en salud y alimentación humana exclusivamente.
Para el cual las tres Autoridades Nacionales Competentes (ANC) designadas son responsables de:
autorizar los OGM exclusivamente para uso agrícola, pecuario, pesquero, plantaciones
forestales comerciales y agroindustriales (MADR a través del ICA2);
autorizar los OGM cuyo destino es el uso en alimentación humana o salud 3 (MPS);
2
Para efectos de autorización, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural delegó en cabeza del ICA la competencia para tal fin, no
siendo la misma situación para los Ministerios de la Protección Social y de Ambiente quienes son los directamente competentes para
expedir los actos administrativos de autorización o rechazo de un OGM en el ámbito de sus competencias.
3
Cuando se hace alusión a uso de OGM en salud, se hace referencia fundamentalmente al empleo de OGM en investigaciones cuyo
objeto es la resolución o aporte en el tratamiento y conocimiento de alguna enfermedad. No se incluyen los productos obtenidos por
biotecnología moderna destinados a la diagnostico de enfermedades o con fines terapéuticos, particularmente productos farmacéuticos.
y autorizar los OGM de uso exclusivamente ambiental 4 (MAVDT hoy MADS).
Los conceptos emitidos por cada uno de los Comités Nacionales de Bioseguridad no son
vinculantes, es decir la autorización para siembra de un OGM no necesariamente lleva implícito su
autorización para consumo humano o viceversa, hasta tanto cada autoridad competente y sus
respectivos CTN no sigan el proceso de evaluación del riesgo pertinente, no se permite el uso o
comercialización en el territorio nacional.
Toda solicitud es sometida a un proceso de consulta pública con el fin de lograr la participación de
la comunidad. Dicha consulta pública se adelanta a través de la página web del INVIMA, como
secretaria técnica del CTNSalud y durante un lapso de tiempo no menor a 60 días. La consulta
pública se lleva a cabo previamente a que la solicitud sea discutida en sesión plenaria del Comité y
todas las observaciones, dudas o comentarios que son recibidos se discuten al interior del CTN con
el fin de ser tenidas en cuenta y dar la respuesta a que haya lugar.
El acto administrativo por el cual una ANC autoriza o rechaza el uso de un OGM en el país,
responde al concepto de recomendación emanado de los Comités Técnicos Nacionales de
Bioseguridad (CTN), creados por el Decreto 4525 de 2005 y los cuales son los responsable de
4
De acuerdo con lo establecido por la Resolución 957 del 19 de mayo de 2010, un OGM de uso con fines ambientales hace referencia a
los OVM y sus partes, derivados o productos que los contengan, con capacidad de reproducirse o de transmitir información genética,
obtenido por tecnología de ADN recombinante, sus desarrollos o avances, o por cualquier tipo de tecnología que se desarrolle en el futuro
a partir de organismos de la diversidad biológica, los cuales se pueden utilizar con fines de biorremediación y otros fines de uso
exclusivamente ambiental.
adelantar la evaluación del riesgo. El concepto emitido por los CTN es de recomendación para la
respectiva ANC, quien finalmente es la única responsable de autorizar o no un OGM en el país.
En la Figura 2 se presenta cada una de las etapas que se llevan a cabo en el proceso de autorización
de alimentos derivados de plantas GM para consumo humano.
La evaluación de los alimentos derivados de los cultivos genéticamente modificados se base en una
evaluación integral, caso a caso y paso a paso, lo que significa que cada evaluación es individual y
específica para los criterios a evaluar y el uso específico teniendo en cuenta cada una de las etapas
de su desarrollo, y bajo un enfoque comparativo que ha incorporado el concepto de Equivalencia
Sustancial, como punto de partida para identificar posibles diferencias o similitudes con la
contraparte convencional con amplia historia de uso.
La equivalencia sustancial no tiene por finalidad establecer la inocuidad absoluta, lo que se propone
es garantizar que un alimento, sea tan inocuo como su homólogo tradicional o alimentos
convencional, el cual debe tener una trayectoria de consumo inocuo, con el fin de poder llegar a la
conclusión que el nuevo alimentos es tan seguro como su contraparte convencional siempre y
cuando la forma de consumo y prácticas de elaboración sean similares.
Adicionalmente, se emplea un enfoque multidisciplinario, que incluye la evaluación de las
características de la proteína nueva introducida, descripción de la planta hospedera y su uso como
alimentos; descripción del o los organismos donantes; descripción caracterización de la o las
modificación(es) genética(s); evaluación de la posible toxicidad y alergenicidad de los alimentos
obtenidos de la planta modificada genéticamente; análisis de la composición nutricional (análisis de
componentes esenciales, evaluación de metabolitos, modificaciones nutricionales); para cada uno de
los eventos de transformación genética, entiendo como un evento como un único sitio o sitios de
inserción del ADN recombinante (FAO, 2009). Las plantas que contienen ADN recombinante
proveniente del cruzamiento convencional de plantas que son portadoras cada una de eventos
únicos, se conocen como eventos apilados, conjuntos o stacks. Tanto los eventos individuales como
lo eventos apilados, deben ser evaluados y requerirán por parte de la Autoridad Competente y según
sea su uso, de una autorización previa a su puesta en el mercado.
Tabla 1. Eventos de transformación genética aprobados para el consumo humano (Actualizado a 31 de Julio de 2012)
Con el fin de apoyar las acciones de vigilancia post-mercado así como el desarrollo de proyectos de
investigación, el país creo e implemento el “Laboratorio Central Interinstitucional de Detección y
Monitoreo de OGM”, creado con recursos de la donación GEF (Global Environmental Facility), el
Banco Mundial y recursos de contrapartida nacional.
Los BCH nacionales son implementados en una entidad que selecciona cada gobierno como punto
focal del Mecanismo de Facilitación del Convenio de Diversidad Biológica (Clearing House
Mechanism, CHM). El punto focal del BCH en Colombia es el Instituto de Investigación de
Recursos Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH) y, como tal, debe cumplir entre otras
funciones con la autorización, validación y publicación de los registros de información que
provienen de las autoridades nacionales competentes en bioseguridad y que se ponen a disposición
del BCH internacional.
El BCH Colombia (www.bch.org.co) está destinado para todo tipo de público interesado en el tema
de bioseguridad. Por un lado, usuarios de gobiernos extranjeros que tienen la responsabilidad de
tomar decisiones respecto a las actividades propias relacionadas con OVM/OGM. Por otro lado, un
público especializado en el tema que no sólo puede acceder sino también registrar información de
contacto, resultados de proyectos, oportunidades de capacitación u otro tipo de eventos. Por último,
un grupo de usuarios que han sido designados por las autoridades nacionales competentes y, que de
manera exclusiva, tienen la responsabilidad de reportar la información al BCH Colombia en el
Instituto Humboldt, que es el que la debe validar y publicar en el BCH internacional, en
cumplimiento del Protocolo.
Conclusión
“La Biotecnología, no constituye la panacea para solucionar problemas tan diversos y complejos en
la agricultura, de la pobreza o extrema pobreza rural, del hambre y de las hambrunas. Estos
problemas requieren de hecho de decisiones y acciones continúas en los campos de buena
gobernanza, de la justicia social, de la democracia participativa, de las regulaciones económicas a
nivel nacional e internacional, de las solidaridades más que todo a favor de las capas sociales pobres
y desfavorecidas. Las técnicas actuales de biotecnología se añaden a las herramientas ya disponibles
para una agricultura sostenible y eficiente” (SASSÓN, 2006).
La Biotecnología es sólo eso, una herramienta, que complementa y no reemplaza las técnicas
convencionales, que no va a salvar al mundo de sus problemas de inequidad, para lo cual se
requiere de compromisos y políticas claramente definidas e implementadas. La Biotecnología es
además un negocio, en torno al cual se ha desarrollado una de las ramas de la economía de mayor
auge y crecimiento, basada fundamentalmente en las ciencias de la vida: la bioeconomía, en donde
la bioindustria ha sido considerada por entidades como la OMC, la OMS, la FAO como la principal
fuerza económica de éste siglo.
El proceso de aprobación que actualmente sigue Colombia es sólido y consistente con los avances
científicos y jurídicos que se vienen dando. El Gobierno se ha venido preparando, contando con
profesionales capacitados y sistemas de bioseguridad en permanente consolidación. Toda la
información que se genera, así como el cumplimiento de las exigencias establecidas en el Protocolo
de Cartagena, pueden ser consultadas en BCH (www.bch.org.co), mecanismo de información sobre
seguridad de la biotecnología o en la página web del INVIMA (www.invima.gov.co).
BIBLIOGRAFIA
FAO. Instrumentos de la FAO sobre la Bioseguridad. Roma: Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación; 2007.
FAO/WHO. Food Safety Risk Analysis: A guide for national food safety authorities. Food Quality
and Standards Service Nutrition and Consumer Protection Division; 2006.
FAO/WHO. Risk management and food safety. Report of a Joint FAO/WHO Consultation. Rome,
Italy, 27-31 January 1997. FAO Food and Nutrition Paper No. 65; 1997. (Disponible en:
http://www.fao.org/docrep/W4982E/w4982e00.htm) (Consulta Julio 2012)
JAMES, C. 2011. Global Status of Commercialized Biotech/GM, Crops: ISAAA Brief Nº 43.
ISAAA; 2011.
Normas legales: