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Paternalismo empresarial en la

industrialización de Colombia y Venezuela

Edgar Augusto Valero Julio

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ciencias Humanas
Doctorado de Historia
Bogotá, Colombia
2013
Paternalismo empresarial en la
industrialización de Colombia y Venezuela

Edgar Augusto Valero Julio


Código 04-469049

Trabajo presentado como requisito para optar al título de:


Doctorado en Historia

Director: PhD. Oscar Rodríguez Salazar


Profesor Titular y Emérito
Departamento de Historia

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ciencias Humanas
Doctorado de Historia
Bogotá, Colombia
2013
Agradecimientos
En primer término debo hacer mención del apoyo económico que, mediante una
beca de movilidad académica y fondos del Banco Santander de España, me brindó la
Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe en el año 2007; ayuda
que fue muy importante para tener una estancia de estudios en Caracas.

Mi gratitud también para varios docentes de la Universidad Central de Venezuela


vinculados al Cendes, quienes me colaboraron con orientaciones y sugerencias útiles:
Esther Gamus Gallegos, Consuelo Iranzu, Arnoldo Pirela, Thomas Paez. En el
Instituto de Estudios Superiores de Administración IESA consulté su bien organizada
biblioteca, y recibí sugerencias de los profesores Rosa Amelia González, José
Malavé y Henri Gómez; éste último docente fue además muy amable al contactarme
con importantes empresarios como Gustavo Volmer y Enrique Sánchez y directivos
de la fundaciones Mendoza y Vivienda Popular.

Igualmente fueron muy provechosos los diálogos con Ruth Capriles de la Universidad
Católica Andrés Bello; Renato Valdivieso y Manuel Rodríguez Campo de la Fundación
Polar. Asi mismo agradezco el tiempo dedicado por los investigadores Juan María
Morales y Oscar Olinto Camacho. En lo que se refiere al apoyo en cuestiones que
podrían denominarse logísticas en Caracas, fueron muy amables Rigoberto Puentes y
los esposos Lía y Juan Pedroza.

Un especial reconocimiento debo a los docentes e investigadores colombianos,


Oscar Rodríguez quien orientó juiciosamente el desarrollo de la investigación;
Carlos Dávila y Eduardo Sáenz, que conocieron el proyecto e hicieron importantes
observaciones y sugerencias; asi mismo, a Alberto Mayor, Medófilo Medina, Anita
Weiss, Juan Carlos Celis, María Teresa Pinto; Cesar Ayala, con quienes en
diferentes ocasiones comenté algunos de los temas abordados, siempre estuvieron
interesados en su desarrollo y prestos a animarme a seguir adelante.
Resumen y Abstract VII

Resumen
El presente trabajo, a partir de una síntesis de aportes de historia empresarial e
investigación de fuentes primarias analiza, desde una perspectiva de historia
comparada, la mutación y continuidad de elementos paternalistas en la autoridad y
prácticas de relaciones laborales de firmas destacadas en el proceso de
industrialización de Colombia y Venezuela a lo largo del siglo XX. Se exploran
aspectos de las culturas de trabajo e interacción entre patronos y trabajadores en un
conjunto de empresas de ambos países, pero el ejercicio comparativo se concentra en
los casos de más notable avance económico y mayor desarrollo de planes de bienestar
y asistencia social, como fueron los de la región antioqueña de Colombia, el
consorcio Mendoza de Venezuela.

Tomando en cuenta para cada contexto nacional, aspectos relacionados con la


configuración del poder político, luchas sindicales, industrialización y conformación
de sistemas de protección social, se describen y analizan en cada país las
modalidades de interacción entre trabajadores y patronos, del mismo modo que el
asistencialismo y planes de bienestar inspirados en valores paternalista, para después
realizar el contrate de los tipos nacionales, explicando las diferencias y similitudes en
relación con el entorno socio histórico de la actividad empresarial.

Palabras clave: Colombia y Venezuela; relaciones laborales; paternalismo industrial;


industrialización; filantropía empresarial
VIII Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Abstract
This research —a work that derives from primary sources and the synthesis of
documents on the history of corporations—analyzes the transformation and continuity of
paternalist elements in authority and labor-relationship practices in important companies
during their industrialization process in Colombia and Venezuela throughout the 20th
century. The study uses a comparative historical analysis. Several aspects such as the
corporative culture and interaction between employers and workers of a group of
enterprises from both countries are explored. However, the comparative analysis focuses
around the cases that show an outstanding economic advance along with more
developed plans to offer social security and social assistance to the workers, as shown by
the enterprises in the region of Antioquia, Colombia, and the consortium Mendoza from
Venezuela.

This study takes into account aspects related to the configuration of political power, union
struggles, industrialization, and the conformation of social security measures to protect
the workers in each national context. This is done with the purpose of describing and
analyzing the modalities of interaction between workers and employers as well as forms
of assistance and social security plans based on paternalist values. The purpose of this
approach is to contrast national typologies that explain the differences and similarities
within a socio-historical context of corporative activity.

Key words: Colombia and Venezuela; Work relationships; Corporate paternalism;


Industrialization; Corporate philanthropy
Contenido IX

Contenido

Pág.
Resumen y Abstract VII
Introducción 1
1. Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y
perspectiva de análisis 7
1.1 Objeto de estudio 8
1.1.1 El mando paternalista y su antiguo antecedente 8
1.1.2 La estrategia de ser patrón generoso, un hecho de todos los tiempos y lugares 10
1.1.3 Paternalismo, cambiante y perdurable: importancia de su análisis 16
1.2 Conceptos y contextos de análisis 21
1.2.1 Tradicionalismo y búsqueda de legitimidad 22
1.2.2 El paternalismo como parte de un contexto económico rentistico 25
El rentismo en el mundo no industrializado 29
Rentismo minero y petrolero 31
1.2.3 Paternalismo, reciprocidad y control social 34
1.2.4 Desarrollo del Sistema de protección social y ocaso del paternalismo 39
1.3 El problema, su periodización e interrogantes 45
1.3.1 Paternalismo de pioneros y primeras épocas de las empresas 48
1.3.2 Paternalismo de empresas providencia 49
1.3.3 Neo paternalismo de las épocas más recientes 50
1.3.4 Razones de la perdurabilidad y mutación del estilo paternalista de autoridad en
las empresas 50
1.3.5 Interrogantes y procesos específicos a los casos de Colombia y Venezuela 53
1.4 Aspectos metodológicos 56
1.4.1 Comparabilidad Colombia - Venezuela 56
1.4.2 Contextos, unidades y estrategia de comparación 59
1.4.3 Posibilidades y limitaciones, una consideración sobre las fuentes empleadas 66
2. Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 71
2.1 Liderazgo empresarial e imagen social 72
2.2 Paternalismo de pioneros y primeras épocas de las empresas 77
2.2.1 Las luchas obreras como contexto y antecedente 77
2.2.2 Estado y sindicatos:Un caso de paternalismo estatal 1936 - 1948 80
2.2.3 La disposición personal y la conveniencia práctica de ser un patrón generoso 84
2.2.4 El empresario dadivoso y la política de industrialización sustitutiva 91
2.2.5 La imagen del ‗buen empresario‘ frente a la reprobación y la crítica 94
2.3 Prácticas paternalistas de la etapa pionera 101
2.3.1 Campamento, comedor y dispensario: una infraestructura necesaria en los
primeros años de las fábricas 102
2.3.2 El Trabajo social en Empresas Mendoza 108
X Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

2.4 La etapa de empresa providencia 115


2.4.1 Un modelo de acción sindical entre el Estado y los partidos 116
2.4.2 El espíritu de punto fijo y el nuevo escenario de las relaciones laborales 121
2.5 Mutación y continuidad del paternalismo en la empresa providencia 123
2.5.1 De la inclinación por el ‗buen trato‘ a la Institucionalización del bienestar 124
2.5.2 Organización, deferencia y divulgación 127
2.5.3 Sindicatos, paz laboral y acción empresarial benefactora 134
2.5.4 Cajas de ahorro y vivienda obrera los beneficios más consistentes para mostrar 137
2.5.4 Del problema nacional de la vivienda a las cajas de ahorro en las empresas 140
2.6 La institución de asistencia y sus cambios 146
2.6.1 Conformación de una estructura para el bienestar social 147
2.6.2 Carola Ravell: un aporte crítico y nueva concepción de la asistencia social 148
2.6.3 Cambios y realizaciones 152
2.7 Fundaciones e incipiente discurso de responsabilidad social empresarial 157
2.7.1 Pasando de obras sociales a la actividad fundacional y filantrópica 161
2.7.2 Fundación Eugenio Mendoza 164
2.7.3 Tendencias y características de la labor fundacional 168
2.8 Programas en vivienda popular: apuntando al problema más serio 171
2.8.1 Las instituciones de vivienda popular: dos frentes de acción entrelazados 174
por Mendoza
2.8.2 Desempeño del sistema público 178
2.8.3 Fundación de Vivienda Popular: un Banco Hipotecario y una fábrica de
materiales 179
2.8.4 Vivienda populares S.A. Viposa: una búsqueda de materiales económicos 184
2.8.5 Un inevitable cambio de rumbo 187
2.8.6 Última etapa y balance de los aportes de la FVP 190
2.9 Del liderazgo filantrópico al valor simbólico 194
2.9.1 Diversidad de contribuciones y participantes en la actividad fundacional 196
2.9.2 Interacciones con el Estado 200
2.9.3 Algunas necesidades de capacitación 203
2.9.4 De la confrontación de problemas sociales a la preocupación por la imagen
en el empresariado venezolano 204
2.9.5 El encuentro de Maracay 1963 y sus significados 206
2.9.6 El Dividendo voluntario para la comunidad DVC, como producto de un 208
enunciado de responsabilidad social de la empresa
2.9.7 Estrategia de acción y programas del DVC 215
2.9.8 Crisis y replanteamiento del DVC en un escenario de cambios 229
2.9.9 Nuevos protagonistas, modalidades y formas de responsabilidad empresarial 236
2.10 Síntesis: asistencialismo empresarial y permanencia del paternalismo 243
3. Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 247
3.1 Religiosidad y espíritu emprendedor como sello regional 251
3.1.1 Caridad y conveniencia en la filantropía de los ‗negociantes‘ antioqueños 256
3.1.2 El empresario industrial moderno 259
3.2 El caso de Fabricato 266
3.2.1 Prácticas y modalidades asistenciales 268
3.2.2 Programa de vivienda y ‗cursos para todos‘ 276
3.2.3 El sindicato: otro espacio de actuación paternalista 281
3.2.4 Formalización del asistencialismo y proyección al entorno 284
3.2.5 Crisis y cambio 287
3.2.6 Una visión del sector textil 291
Contenido XI

3.2.7 Servicio social, catolicismo y contribución femenina en la génesis del trabajo


social 294
3.3 El caso Corona: de una fábrica de loza a un grupo económico 298
3.3.1 La llegada de los ‗doctores‘: impacto y conciliación 303
3.3.2 Efecto aperturista: búsqueda de competitividad y nueva conciliación 308
Síntesis
3.4 Experiencias fallidas del ‗modelo antioqueño‘ en otros escenarios nacionales 314
3.4.1 Una hacienda ganadera de los Ospina en el Sinú 315
3.4.2 Una filial de Fabricato en Bogotá 319
3.5 Tendencias de institucionalización y racionalización en las prácticas paternalistas 321
3.5.1 Actividad filantrópica y fundacional en Antioquía y Valle 321
3.5.2 Subsidio familiar y cajas de compensación en la intersección de todos los
paternalismos 326
3.5.3 Racionalidad ingenieril contra paternalismo tradicional 335
3.5.4 Flexibilidad y cambios laborales 340
3.5.5 El Neopaternalismo de épocas recientes 345
Caso Incolbestos 349
4. Conclusión y síntesis comparativa: similitudes, diferencias, y explicaciones 351
4.1 Dimensiones y variables a explorar en la comparación 353
4.1.1 Contrastación de contextos: política y Estado 355
Caudillismo Vs civilismo 355
Partidos e inclusión 357
Estado rentista y populismo 360
Pactos y tránsito a la democracia 366
4.1.2 El Sistema de Protección Social SPS como referente y parte del entono
empresarial 370
Los obstáculos a una seguridad social centralizada y de orientación universal 374
Contrastes regionales y sectoriales 378
4.1.3 La religión, un notable factor diferenciador de procesos entre los dos países 382
4.2 Contrastación de las prácticas paternalistas 388
4.2.1 Motivaciones cambiantes y diversas 388
4.2.2 Rentismo, asistencialismo estatal y expectativas 390
4.2.3 La vivienda como aspiración y necesidad más fuerte 396
4.2.4 La formación del trabajador adecuado: una exigencia de la industrialización 399
4.2.5 Legitimación y formación de una imagen por parte del empresariado 402
4.3 Organización e institucionalización del paternalismo 403
4.3.1 Cosmopolitanismo 403
4.3.2 Redes sociales y programas asistenciales 406
4.3.3 Especialización y profesionalización de la asistencia 408
4.4 Crisis y replanteamiento 414
4.4.1 De la bondad patronal a la dignidad de la negociación colectiva 414
4.4.2 Autocritica y cambio de expectativas 416
4.4.3 Acción gremial y asistencialismo 417
4.5 Tránsito hacia discursos y prácticas de Responsabilidad social empresarial RSE 420
4.5.1 fundaciones y filantropía 420
4.5.2 La fórmula filantrópica proyectada al ámbito empresarial 426
Epílogo
La comparación más allá de las empresas y prácticas contrastadas 431
Bibliografía 437
Anexos (VER CARPETA DE ANEXOS ADJUNTA)
Contenido XII

Lista de figuras
Pág.

2.1 Consejo de Coordinación de las Empresas Mendoza 1975 129


2.2 Organigrama de la Fundación Eugenio Mendoza 165

A 4.1 Plan de Sendas (VER CARPETA ANEXOS ADJUNTA)


A 4.2 Plan de Educación Social Rural (VER CARPETA ANEXOS ADJUNTA)
Contenido XIII

Lista de tablas

Pág.
1.1 Panorama de investigaciones sobre paternalismo 13
2.1 Firmas del Grupo Mendoza 1926 - 1976 72
2.2 Resultados de los planes de vivienda en Empresas Mendoza hasta 1976 145
2.3 Cajas de ahorro promovidas por Empresas Mendoza hasta 1976 146
2.4 Créditos obtenidos por la FVP hasta 1965 181
2.5 Características de las viviendas financiadas entre 1961 - 1971 182
2.6 Cifras sobre el avance de la Fundación de vivienda popular 187
2.7 Resultados de la Banca hipotecaria venezolana 1961 - 1965 188
2.8 Crecimiento de firmas afiliadas y entidades ejecutoras 219
2.9 Distribución sectorial de las empresas asociadas al DVC 219
3.1 Primera etapa de avances productivos en Fabricato 267
3.2 Procedencia, estado civil y nivel de analfabetismo de las obreras de tejidos en el
distrito de Medellín 1916 - 1928 268
3.3 Fabricas textiles del Valle de Aburrá 1922 270
3.4 Obreros de telares en Fabricato por sexo 275
3.5 Posesión de vivienda en Fabricato en los años 80s 278
3.6 Fundación de empresas del Grupo Empresarial Corona 301
3.7 Tipología y contrastación Estructura tradicional y Estructura tecnocrática 337
4.1 Porcentajes de población urbana Colombia - Venezuela 1936 - 1985 383
4.2 Presencia de la Iglesia en Colombia y Venezuela 384
4.3 Comparación de la actividad fundacional Venezuela - Colombia 422

VER CARPETA DE ANEXOS ADJUNTA


A 3.1 Activos del grupo Mendoza por sectores en millones de Bs a comienzos de los
años 70s
A 3.2 Subsidiarias de Venepal
A 3.3 Producción de la CA Vencemos del grupo Mendoza
A 3.4 El mercado cementero en Venezuela 1945 - 1952
A 4.1 Habitaciones populares construidas en Bogotá 1918 - 1944
A 4.2 Total de viviendas construidas en Colombia por el ICT 1942 - 1973
A 4.3 Déficit estimado de viviendas por ciudades
A 4.4 Evolución de la tasa de sindicalización en Colombia (1947 - 2005)
A 4.5 Afiliación sindical sectores publico / privado
A 4.6 Afiliados según clase de sindicato 2005
A 4.7 Convenios OIT sobre libertad sindical ratificados por Colombia
A 4.8 Grado de mecanización en la industria en 1945
A 4.9 regiones en el patrimonio e inversión total de la industria nacional
XIV Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

A 5.1 Empleados y producción en Bavaria


A 5.2 Antigüedad del personal de Bavaria en 1937
A 5.3 Mujeres en la fuerza obrera de Bavaria 1935 - 1940
A 5.4 Productividad física y accidentalidad en la fábrica Bavaria del Bogotá
A 5.5 Trabajadores de Cementos Samper. Lugar de nacimiento 1920 - 1950
A 5.6 Duración de vinculaciones laborales en Cementos Samper 1920 - 1950
A 5.7 Población de Cali
A 5.8 Trabajadores de la industria azucarera en 21 ingenios a septiembre de 1974
A 5.9 Sindicatos en la industria azucarera 1974
A 5.10 Personal ocupado en la industria azucarera colombiana
A 5.11 Inversiones en RSE en el sector azucarero por rubros
A 5.12 Empresas del Grupo Carvajal
Contenido XV

Lista de Anexos
Pág.

ANEXOS (VER CARPETA DE ANEXOS ADJUNTA)

Anexo 1
Otros casos venezolanos
1.1 Cigarrera Bigott 1882 - 1945
1.2 La Electricidad de Caracas EDC
1.2.1 Las prácticas paternalistas de la etapa fundacional
1.2.2 Institucionalización y nuevas formas del paternalismo
1.2.3 Gerencia paternalista y control del conflicto
1.3 Industrias Pampero 1907 - 1975
1.3.1 Iniciativas empresariales diversas
1.3.2 Actividad gremial y política
1.3.3 Practicas asistenciales y paternalistas
1.3.4 Síntesis
1.4 Sánchez y Compañía desde 1917
1.4.1 Primeras actividades en el comercio ferretero trashumante
1.4.2 Expansión y crecimiento comercial
1.4.3 Del paternalismo a los planes de previsión
Lanzamiento del plan de jubilación
La propuesta del plan de jubilación
Elementos de concepción e inspiración del plan
Mejoras al plan y compatibilidad con avances públicos
Proyecciones hacia el entorno
1.4.4 Síntesis
1.5 Políticas de fomento azucarero y paternalismo inducido
1.5.1 Fomento estatal en sector azucarero
1.5.2 El caso de Central La Pastora
1.5.3 El trabajo rural, débil antecedente del paternalismo fabril
1.5.4 Un caso de mejoras concertadas entre empresarios y sindicato

Anexo 2
Política, luchas laborales e instituciones de protección social desde
1935 en Venezuela
2.1 Imágenes y prácticas: La actividad petrolera y su influjo en la vida empresarial
venezolana
2.1.1 Viviendas, empleos bien pagos y comisariatos
2.1.2 Luchas laborales y logros proyectados al medio venezolano
2.2 Paternalismo estatal y factores políticos
XVI Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

2.2.1 Riqueza petrolera y estatismo como entorno favorable al paternalismo


2.2.2 Rentismo, gasto público e intervención estatal
El enunciado de una política social
De Pérez Jiménez a la democracia y el Estado rentista
2.2.3 Vivienda y alimentación como campos de asistencia pública
Programas de vivienda: lucha contra el rancho y superbloques
El Instituto Nacional de Nutrición, en el tránsito de las ‗sopas populares‘ a los
comedores industriales
2.3 Los sindicatos nacionales como parte del paternalismo estatal
2.3.1 Periódicos, gremios y primeras luchas obreras desde el siglo XIX
2.3.2 Estado y sindicatos: un caso de paternalismo estatal 1936 – 1948
2.3.3 Represión y paternalismo en el período de Pérez
1.1 2.3.4 La transición y los primeros pasos de la democracia
2.3.5 Un modelo de acción sindical entre el Estado y los partidos
2.3.6 El espíritu de punto fijo y el nuevo escenario de las relaciones laborales
2.4 Una seguridad social incompleta y fragmentaria
2.4.1 Del estado social en la constitución a la seguridad social
2.4.2 El Estado: promotor y obstáculo de la seguridad social
1.2 2.5 Una normatividad laboral protectora, pero de difícil aplicación
2.5.1 Participación de utilidades como punto de confluencia de tensiones entre
Estado y empresarios
2.6 Síntesis: tres determinantes del asistencialismo paternalista
2.6.1 Estado rentista e interventor y sistema político
Tensiones y divergencias
2.6.2 La idea de abundancia en recursos naturales y otros elementos culturales del
sistema distribuidor de rentas
La percepción del trabajo, riqueza, honradez y suerte
Paternidad y familia como problemas sensibles y la tentación de ser padre
2.6.3 Cultura rentística, expectativas elevadas y organización

Anexo 3
Estado, empresariado e industrialización: surgimiento y declinación del grupo
Mendoza
3.1 El entorno de la actividad empresarial
3.1.1 La Corporación Venezolana de Fomento CVF
3.1.2 Sectores industriales y grupos empresariales
3.1.3 La actividad comercial como antecedente
3.1.4 El grupo Mendoza en el panorama de la industrialización venezolana
3.2 Eugenio Mendoza: fundador y líder
3.2.1 Antecedentes familiares
3.2.2 Actuación política y de Estado
3.2.3 Estrechas y variadas vinculaciones con el Estado
3.3 Rasgos más notorios en el desarrollo del grupo Mendoza
3.3.1 Un rápido crecimiento desde los años 40s
3.3.2 Integración de capitales y filiales
Rasgos de localización
Algunas cifras ilustrativas del avance de las empresas Mendoza
3.3.3 Aprovechamiento de apoyos estatales y estrategia sustitutiva espontánea
3.3.4 Entre el boom de la demanda y la depresión del mercado
Creación de la demanda y promoción del consumo como estrategias de desarrollo
empresarial
Contenido XVII

Diversificación y expansión comercial


3.3.5 Integración productiva
3.3.6 Algunos logros técnicos
Nexos técnicos y mejora productiva
Ingenieros y técnicos extranjeros en el grupo
3.3.7 Una constante necesidad de financiamiento
Fuentes externas
Reinversión, emisiones y otras fuentes
3.3. 8 Mercado cementero: oportunidades y dificultades
3.4 Génesis y crisis de un modelo de organización y gestión hasta fines de los años
70s
3.4.1 Continuidad y especialización desde las primeras actividades de comercio
3.4.2 La conformación de una estructura
3.5 Crisis y esfuerzos de cambio
3.5.1 Reconociendo el problema
3.5.2 Seminarios y primeros cambios organizacionales
3.6 El manejo de los recursos humanos: de la preocupación por el empleado a la
pérdida de ‗la mística‘
3.6.1 Búsqueda e integración de talentos diversos
3.6.2 Preparación técnica de trabajadores, una preocupación desde los años 70s
3.6.3 Rotación laboral y falta de productividad como problema de los 70s
3.6.4 El problema de la ‗mística‘
3.6.5 Búsqueda de racionalización en la gestión de recursos humanos
3.7 Los ajustes y crisis de los 80s y 90s, escenario de la declinación del grupo
Mendoza
3.7.1 Un relevo generacional malogrado
3.7.2 Cambios en la política económica
3.7.3 Mejoras y otros esfuerzos sin resultado

Anexo 4
Paternalismo y protección social en la política colombiana
4.1 El contexto político en la primera mitad del siglo XX
4.1.1 La herencia regeneracionista de los años 20s
4.1.2 República liberal: las promesas no cumplidas de la intervención del Estado
4.1.3 Violencia y proyecto corporativista en la segunda etapa conservadora
4.1.4 Rojas Pinilla y Anapo: el mismo paternalismo, ahora como parte de un proyecto
populista
4.1.5 Síntesis
4.2 El vacilante y difícil tránsito de la caridad cristiana a la seguridad social como
derecho
4.2.1 Ideas de caridad y catolicismo
La caridad de los notables
4.2.2 Beneficencia y primer planteamiento de la asistencia
4.2.3 Otros aspectos de las prácticas caritativas y asistenciales
4.2.4 Hacia la construcción de la Seguridad social
4.2.5 Otros factores relevantes en la competencia seguro social – sistema patronal
4.3 El problema de la vivienda: esfuerzos privados y públicos
4.4 Debilidad y pobre institucionalización de la normatividad laboral y la actividad
sindical
4.5 Proceso industrializador y calificaciones
XVIII Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Anexo 5
Otros casos colombianos
5.1 Casos de Bogotá y centro del país
5. 1.1 Cervecería Bavaria
Una generosidad siempre bien publicitada
Identidad obrera y lucha sindical
Productividad y salud como elementos de ruptura con el paternalismo
5.1.2 Fábrica Samper: pueblo - fábrica con ‗trato respetuoso y deferente‘
Casas con jardín y bienestar
Compromisos y esfuerzos no recompensados: el caso del señor Triana
Dificultades y crisis varias a partir de 1976
5.1.3 Compañía de Energía Eléctrica de Bogotá: otro campo de actividad de los
Samper
5.2 Casos del Valle del Cauca
5.2.1 Haciendas e ingenios: el sello regional y los contrastes del paternalismo
Cooperativas de trabajo asociado CTA: continuidad del paternalismo para los corteros
en la historia reciente
Malestar y huelga de los corteros
5.2.2 Fabrica de baterías MAC: aprendizaje y crecimiento dentro de un modelo
familistico
5.2.3 Carvajal y compañía: el caso más destacado
Concepciones y prácticas paternalistas
La Fundación Carvajal
Manuel Carvajal Sinisterra: convicción católica y liderazgo
Desempeño gremial y público
Frente a la cuestión social: preparación gerencial
La etapa de Mancol y el discreto distanciamiento del modelo de empresa providencia
Introducción
El presente estudio se inspira en la línea de trabajo de historia comparada
latinoamericana, que en los últimos años ha impulsado el Departamento de historia
de la Universidad Nacional. En el planteamiento de la perspectiva de análisis y los
interrogantes, fueron esenciales las contribuciones de varias asignaturas y los
diálogos con los docentes orientadores de las mismas, tal fue el caso de los
seminarios teóricos del profesor Mauricio Archila, los cursos de análisis histórico
comparado de los profesores Medofilo Medina y Cesar Ayala. En otro frente resultaron
muy valiosos los aportes en historia económica de los cursos del profesor Oscar
Rodríguez, asi como también la aproximación que pude tener a diferentes paradigmas
teóricos, problemas y temas abordados en el campo investigativo de los Sistemas de
protección social que él lidera.

Con el estudio que aquí presento, me propongo evidenciar el fuerte enquistamiento y


continuidad de la mentalidad y las prácticas paternalistas dentro de los estilos de
actuación de las elites empresariales de nuestro país, y su diferente naturaleza
respeto a las que también se manifiestan en Venezuela. Sin embargo, la perspectiva
comparativa puede hacer algo más que describir y explicar las diferencias y
semejanzas de un objeto de estudio, y se espera que contribuya a caracterizar
aspectos esenciales de cada entorno nacional o procesos de más amplio alcance. Por
ello, aquí se hace un esfuerzo por definir la actuación de los patronos, sus formas de
autoridad e interacciones sociales dentro de las firmas, de modo que se haga posible por
vía del contraste y la diferenciación de procesos y contextos, tener aproximación a las
estructuras políticas y sociales de los dos países.

El propósito de interpretar la naturaleza de la autoridad paternalista de las


organizaciones con relación al contexto de cada país, pasa por la exploración de casos
y definición de un tipo nacional, del mismo modo que por la explicación de
particularidades y diferencias con relación a procesos y dinámicas de orden más amplio
2 Introducción

como el avance de la actividad fabril, las políticas de industrialización sustitutiva, la


modernización organizativa de las firmas, las luchas obreras y sindicales, la organización
de la seguridad social, la institucionalización de las relaciones laborales.
Esta amplitud y complejidad del campo de análisis, obligó por una parte a delimitar
el objeto de análisis, y centrar la observación en el conjunto de firmas más
modernas y representativas de cada país, las que resultaron ser también las más
reconocidas por su asistencialismo paternalista durante varias décadas del siglo XX: el
empresariado antioqueño y el Grupo Mendoza de Venezuela.

Sin embargo, como forma de definir con más precisión y confiabilidad los rasgos
derivados de las variables y procesos, que se considera inciden en la autoridad y el
manejo de las empresas para cada nación, y tomando en cuenta las fuertes
particularidades regionales que la cultura empresarial colombiana, se hace
aproximación a un subconjunto de firmas también relevantes para el tema estudiado,
cuya descripción y análisis se incorpora en anexos: para Venezuela: La Electricidad
de Caracas, Cigarrería Bigott, Industria de licores Pampero, Sánchez y Compañía; para
Colombia: Cervecería Bavaria, Cemento Samper, Empresa de Energía de Bogotá,
Carvajal y Compañía e Ingenios azucareros.

La heterogeneidad de las fuentes y análisis académicos disponibles, en cuanto a


calidad y profundidad, tanto para los procesos de las empresas, como para las
cuestiones de contexto de los dos países, explica algunas asimetrías y diferencias
de alcance y detalle en el tratamiento de los temas, reflejado en el análisis de los
contextos y casos nacionales, sin embargo, sobre los aspectos fundamentales se
consiguió un volumen de información aceptable para el ejercicio comparativo.

Asi mismo, el propósito de reconstruir y hacer seguimiento a lo largo del siglo XX, al
discurso y el ‗trato paternalista‘, desde la deferencia personal de los primeros tiempos,
hasta los sofisticados programas de Responsabilidad social empresarial del presente,
genera otras diferencias en la presentación de los casos. Para algunas firmas, fue
factible incorporar información sobre procesos en períodos muy recientes, p.e., los
ingenios y Carvajal en Colombia, que no se incluye para otras.
Como es obvio, la amplitud del abordaje, en el que se pretende analizar y vincular
relaciones laborales y procesos de cambio a nivel de firma, con dinámicas amplias de
Introducción 3

la economía, la política y el Estado a nivel nacional, hizo necesario acudir a fuentes


secundarias variadas. Para el análisis de los contextos de ambos países fue posible
emplear resultados de investigación aceptados por su calidad y contribución a campos
especializados de historia política, económica, del desarrollo industrial; igualmente se
recurrió a aportes variados en el análisis comparado, sistemas de protección social,
trabajadores y sindicatos, relaciones laborales.

En lo que se refiere a tópicos específicos de empresas y empresarios, la desigual


situación de cada país respecto a estudios secundarios y acceso a fuentes,
determinaron estrategias de investigación diferentes. En el caso de Colombia se puede
decir que el estudio se apoya esencialmente en resultados reconocidos y confiables de
historia empresarial y sociología; respecto al país vecino, la existencia de esos
insumos académicos es menor, e inexistente para las empresas Mendoza. Esta
escasez obligó a una ardua reconstrucción de procesos con base en publicaciones y
fuentes impresas generadas por la misma compañía y un conjunto de biografías de
enaltecimiento del empresario Eugenio Mendoza. En algunos temas fue posible indagar
fuentes de archivo público y realizar entrevistas.

Esta adversa y notoria la falta de investigaciones académicas en el terreno de la


historia empresarial de Venezuela, y del Grupo Mendoza en especial, tratándose del
más destacado y representativo complejo empresarial de la industrialización sustitutiva,
puede obedecer a una idea solo parcialmente cierta, pero arraigada en académicos,
en el sentido de que se trata de desarrollos artificiales producto de la renta petrolera y
la protección pública.

De modo que los contornos de nuestro problema, se bosquejan con base en una
mezcla de variados aportes, por una parte biografías, revistas, informes y
documentación generada en el contexto empresarial, y por otra estudios realizados por
académicos destacados en diferentes campos, que citaremos extensamente. Estos
últimos, habían descrito procesos y prácticas de reciprocidad y asistencialismo en las
relaciones de trabajo, que pocas veces se han abordado como tema específico. Por
otra parte como se verá, la orientación a la síntesis de estudios monográficos
secundarios y resultados consolidados para cada país, además de inevitable en una
4 Introducción

perspectiva que pretende ir más allá de las fronteras nacionales, es también el camino
señalado por los expertos en historia comparada.

Otro de los llamados de atención de los expertos que aquí se procura acoger, es el de
evitar la simplificación o aplanamiento excesivo de la diversidad de rasgos y
particularidades del objeto comparado en función de construir tipos nacionales o
regionales que resulten más claramente contrastables. En este sentido, se quiso recoger
en las descripciones a nivel de casos, un buen número de datos sobre la presentación
pública o ‗teatralidad‘ del poder ante los subordinados y la opinión general; las
modalidades de interacción de patronos y trabajadores y, en algunos casos conformar
una cierta narrativa o ‗descripción densa‘.

Como es obvio, en este como en otros estudios, abundaron las dudas sobre los sesgos,
distorsiones y falta de ponderación de las fuentes, sobre todo las originadas en las
compañías y actores del medio empresarial, se trata de algo inherente a todo proceso
investigativo, que aquí se pretende dejar en evidencia con la forma extensa y literal
de presentar los datos, que a veces podría confundirse con un sentimiento de adhesión
al empresario benevolente o certeza de su mérito y generosidad, que desde luego no
está presente en el autor.

El análisis se presenta del siguiente modo, en el primer capítulo se define histórica y


socialmente el paternalismo y su manifestación en el mundo del trabajo y la empresa, a
tiempo que se sugieren varios perspectivas de interpretación y se definen aspectos
metodológicos de la comparación. En el segundo capítulo se describen y analizan las
modalidades de asistencialismo paternalista del Grupo Mendoza en Venezuela; en el
siguiente las de la región antioqueña, tomando en cuenta aportes variados, entre ellos
estudios sobre empresas textiles y del Grupo Corona; el último capítulo se dedica a la
síntesis comparativa en la que se recogen los rasgos destacados que se han expuesto
para cada país y se estructuran en una perspectiva de contraste, procurando
vincularlos a contexto histórico de cada nación.

Como complemento esencial en la presentación del tema para cada país y del ejercicio
comparativo, se incluyen cinco anexos, en los que el lector encontrará una
Introducción 5

descripción y sustentación detallada de aspectos de los contextos nacionales y casos


adicionales que son importantes para realizar el ejercicio comparativo del capítulo 4.
Estos anexos se dedican a los siguientes tópicos: el primero a los casos
complementarios que se analizaron para Venezuela; el segundo a un conjunto de
procesos de la vida política, el Estado y las dinámicas de la organización obrera y la
lucha sindical del vecino país; el tercero se refiere a su proceso de industrialización,
políticas sustitutivas, la intervención económica estatal, y en relación con este
escenario, la conformación del Grupo industrial Mendoza; el cuarto se concentra en
aspectos fundamentales del ámbito político de la primera mitad del siglo XX en
Colombia: el Estado, los partidos, los sindicatos y la lucha obrera, la estructuración del
sistema de protección social; el último se ocupa de exponer el análisis de los casos
colombianos adicionales, organizados por regiones: Bogotá y centro del país, Valle de
Cauca.

La inclusión de estos temas y la detenida descripción que se hace de algunos


aspectos, aumentan considerablemente la extensión total del trabajo, y crean el hecho
anómalo de unos anexos que casi igualan en número de páginas el texto principal.
Esta situación amerita una disculpa, pero tiene una justificación en la necesidad de
presentar procesos que pueden ser de interés, considerando que los estudios
comparativos de países latinoamericanos aún no han avanzado tanto, y no abundan los
estudiosos que conozcan para las dos naciones varios de los temas que aquí se
tratan.
1.Paternalismo empresarial entre la tradición
y la mdoernidad: Interrogantes y perspectiva
de análisis
En las siguientes páginas, se define y especifica el paternalismo empresarial como
objeto de estudio en el marco general de los procesos de modernización, y en el entorno
concreto de la industrialización de Colombia y Venezuela; se sustenta la importancia
del análisis socio - histórico de esta forma de autoridad y de los procesos que han
determinado su persistencia a lo largo de varias décadas, e incluso algunas
manifestaciones en el presente.

A continuación se resumen algunos elementos teóricos que permitirán el estudio del tema
propuesto, desde diferentes perspectivas: como continuidad de las formas tradicionales de
autoridad y relación social; dentro de las estrategias de manejo de la fuerza laboral y el
control social requerido ante problemas y necesidades prácticas de la naciente vida fabril;
como parte de discursos y prácticas legitimadoras del empresariado en los escenarios
rentísticos en que actúa; en relación con las primeras etapas de lento y poco coherente
avance de los sistemas de protección social.

Seguidamente, se precisa la estrategia de comparación que se ha escogido, con una


concisa explicación de los supuestos de la misma, las dimensiones y unidades en que
se enfocará el cotejo de diferencias y similitudes; finalmente se hacen algunas precisiones
sobre las fuentes de información y base empírica en que se apoya el estudio.
8 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

1.1 Objeto de estudio


1.1.1 El mando paternalista y su antiguo antecedente
Sea en el contexto amplio del poder público o en el más restringido de la empresa
privada; en la colonia, el pasado reciente o el presente, es posible hallar formas de
poder, políticas o relaciones sociales que pueden ser caracterizadas como
paternalistas. En relación a la vida económica, estudios en los países industrializados,
describen casos en plantaciones, minas y ciudades – fábrica, con experiencias
paradigmáticas como Pullman - City en E.U.; Mulhouse o Le Creusot en Francia; Le
Grand Hornu en Bélgica (Bennett J., 1975; GER, 1991).

Bajo esta noción se define una forma de ejercicio de la autoridad, que se inspira en la
existente en la unidad familiar, en la que se trata a los subordinados como a menores
de edad (indefensos y sin plena conciencia); sin tomar en cuenta su condición de
personas con libertad y responsabilidad propias. Puede tratarse también de una
política social, supuestamente tendiente al bienestar de ciertos beneficiarios, quienes
no intervienen en el diseño de la misma, y se encuentran en condiciones de insuperable
desigualdad social y pasividad frente a sus dirigentes.

En la actualidad, cuestiones relativas a concepciones y prácticas paternalistas se


discuten en ámbitos tan variados como políticas públicas y organización del Estado;
seguridad social; programas de salud; organización de la educación; administración de
justicia; y desde luego en el contexto de las relaciones laborales y gestión empresarial
(Alemany G. 2005).

El paternalismo fue un componente fundamental en las relaciones autoridad de todas las


épocas pre modernas, que en algunos casos se hizo explicito en documentos y
declaraciones. El despotismo ilustrado enunció el carácter paternal del Rey, a quien
correspondía la protección y guía a sus súbditos hacia la felicidad, el bien común y la
prosperidad.

Estas ideas se hicieron manifiestas en directrices de la corona española destinadas a


promover el amparo y cuidado en el manejo de la mano de obra indígena y esclava.
Respecto a los indígenas, los debates surgidos alrededor de las denuncias del padre
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 9
perspectiva de análisis

Bartolomé de las Casas, motivaron la expedición de gran número de cédulas reales, que
conformaron las leyes de indias. Desde el siglo XVI, en medio de una excesiva
casuística y confusa acumulación, se instituyeron como limitación a los excesos en la
explotación del trabajo y garantía de conservación de ‗los naturales‘, los resguardos,
mitas y encomiendas, del mismo modo que un buen número de normas que regulaban
la forma de emplear el trabajo indígena (Ostau De L., 2006: 119 s).

Las normas respecto a la población esclava fueron más escasas. En diferentes reales
cédulas, al lado de taxativas disposiciones sobre el manejo de esta fuerza laboral, se
incluyeron mandatos sobre moralidad, actividades religiosas, trato benévolo y
restricción de las formas de empleo más nocivas para este grupo humano.

Particularmente la Instrucción esclavista de 1789, dentro del estilo reglamentarista de la


administración colonial, pretendió limitar el ámbito de tareas, la intensidad, duración de
los trabajos y las condiciones de vida. Aunque, en muchos espacios la reducida
capacidad de control podía hacer que esas normas resultaran innocuas frente a las
duras realidades de la época, las exigencias allí consagradas, llevaron a la exasperación
e inconformidad de los propietarios de esclavos, hasta 1794, cuando fue suprimida
(Chávez M., 2011).

Esta cédula definía la manera de emplear el trabajo de los esclavos, y los ‗cuidados
físicos y espirituales‘ que debían recibir, pero también dictaba a éstos la obligación de
adoptar un comportamiento filial en relación con el amo a quien debían respetar,
obedecer y cuidar como a su padre; las infracciones a este mandato debían ser
castigadas con moderación, únicamente por los amos o los mayordomos1.

1
Los mandatos de adhesión filial se manifestaron en haciendas esclavistas y se extendieron a
la sociedad general del siglo XVIII, como parecen revelarlo casos estudiados en Popayán y
Perú, en donde los apelativos amo, señor, padre y patrón se emplearon por igual para
identificar al dueño y propietario de la tierra; del mismo modo, se generaron algunas ideas sobre
vínculos sociales de dependencia (Ahumada C., 2010).
10 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Esta embrionaria legislación no se aplicó a la población negra, y sólo operó


precariamente para algunos sectores indígenas. No obstante, esos preceptos son
significativos porque compendiaron normas antes formuladas pero dispersas, que
resultan muy ilustrativas de la adhesión de las autoridades coloniales al paternalismo en
el manejo y organización de sistema esclavista de trabajo. Por otra parte, es obvio que
en éste período de reformas borbónicas y rebeliones de esclavos, se pensara que un
trato más considerado evitaría los levantamientos y garantizaría obediencia y lealtad.

Después de la etapa de luchas independentistas y proyectos republicanos con diferente


contenido político y modernizante en el siglo XIX, el débil desarrollo material, la
persistencia de extremas desigualdades y estructuras sociales fuertemente
jerarquizadas y permeadas de conservadurismo y caudillismo, no favorecieron el pleno
avance de las instituciones de ciudadanía y derechos sociales, como tampoco una
completa abolición del tipo de relaciones de protección y leal sometimiento.

Si bien el paternalismo fue un elemento de autoridad específico y natural de los


tiempos pre modernos, que dio forma a las relaciones entre individuos de los sectores
dominantes que detentan poder y quienes en una posición subordinada obedecen; es
evidente que pervive y continua manifestándose en el presente, en diversos
espacios, entre ellos los medios empresariales, en la medida en que las estructuras
sociales y referentes de las modernas relaciones laborales tiene un desarrollo y
proyección muy débil o retardado. En tales casos, nociones como las de contrato,
derechos laborales, negociación colectiva, tendrían poca significación como elementos
orientadores de la relación laboral, más bien influirían ideas sobre la incapacidad de los
trabajadores para conducir su vida, y la consiguiente obligación del empresario de
protegerlos y hacerse responsable por su futuro.

1.1.2 La estrategia de ser patrón generoso, un hecho de todos


los tiempos y lugares
Las prácticas paternalistas en diferentes modalidades y configuraciones, fueron una
forma usual de autoridad en plantaciones esclavistas, minas y talleres manufactureros
de los tiempos pre modernos, pero persistieron como manifestaciones del tradicionalismo
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 11
perspectiva de análisis

e ideologías administrativas propias de las firmas después de la primera revolución


industrial y el avance capitalista (Bendix R., 1956; Reid D. 1985; Scranton P., 1984).
Frente a la esperada extinción de estas manifestaciones, ante el desarrollo de los
derechos sociales, las relaciones industriales, la negociación colectiva y otras
instituciones de la modernidad y la democracia en el siglo XX, es destacable que el
fenómeno haya tenido fuerte presencia en algunos escenarios nacionales y reaparezca
en el presente, incorporado a la gestión empresarial en países avanzados, y como parte
de nuevas estrategias de control de la fuerza laboral (Fleming P., 2005).

Una ojeada a un conjunto estudios en el tema, con notable presencia de casos


españoles y de países latinoamericanos (ver tabla #1), parece confirmar la tesis de
David Landes (1979), sobre la mayor presencia de prácticas paternalistas en
sociedades de fuerte tradición feudal y señorial, en las que los empresarios triunfantes
tendían a considerarse como señor y patrón, queriendo actuar como tutores
protectores de los trabajadores y hacerse responsables por su bienestar.

Algunos interesantes aportes se pueden destacar en dos de los estudios señalados,


situados en extremos distantes de la cronología del capitalismo. El estudio más
completo para España (Sierra Á., 1990), como parte de un conjunto de casos
enfocados en la minería que se incluyen en la imagen panorámica del cuadro #1,
enfatiza la continuidad de estructuras del pasado. Reconociendo que esta especie de
mesianismo patronal no estuvo presente en una cifra estadísticamente significativa de
empresarios, señala que una parte de patronos y capitanes de empresa de las
primeras etapas de la industrialización, ante la necesidad de modelar un trabajador
minero adecuado a las exigencias productivas, intervinieron fuertemente en la vida y no
solo en el trabajo de los obreros.

Desde este caso significativo de la industrialización española, se ilustran los esfuerzos


de lo que llegó a ser un proyecto ideológico - moral, que empleando medidas
benéficas y asistenciales, entendidas como ‗obras sociales‘, estaba destinado a
arraigar, educar y adaptar la fuerza de trabajo a las necesidades de una explotación
económica en expansión.
12 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Del mismo modo, estos esfuerzos de control se entienden como parte de un proceso
no espontáneo, o estrategia destinada a conformar una primera respuesta de la
burguesía ante los problemas y tensiones del régimen liberal, y una forma de conectar
los mundos del trabajo y el no trabajo.

Desde otro frente disciplinar, el estudio de Annie Lamanthe (2009), analiza un caso
ilustrativo de la Francia actual que permite mostrar la persistencia en el presente, de
un fenómeno que también fue reconocido por Robert Castel (1997: 261): ‗…de hecho
grandes sectores de la organización del trabajo conservarán hasta el día de hoy la
herencia del patronato y el paternalismo‘.

La autora se refiere a una gran diversidad de prácticas paternalistas en la historia


francesa, siendo notorios los casos de grandes fábricas que originan y dominan una
población alrededor suyo, pero también los de la pequeña empresa rural; del mismo
modo que varios modelos de tipo familiar autoritario, social y legalista. Se evidencia
la especificidad de este proceso nacional, por la notable separación y oposición entre
el modelo de laboral de la empresa privada, ligado a las relaciones personales y el
más impersonal y republicano que rige las relaciones de los funcionarios de
burocracia estatal2.

Este estudio se aproxima a actividades agrícolas rurales de la Francia actual,


abordando una pervivencia de modalidades de paternalismo en firmas de pequeño
tamaño que corresponde a una tradición en que los empresarios han combinado los
rasgos del antiguo propietario terrateniente y el nuevo industrial, generando un
capitalismo familiar permeado tanto de valores tradicionales como de moral católica.
Por esta vía se originan acuerdos personalizados que resuelven contingencias e
imprevistos dentro del ciclo productivo, estructurando compromisos recíprocos que
garantizan flexibilidad, productividad, adaptabilidad de las formas de trabajo a las

2
Asi mismo, en contraste con el caso inglés, se refleja un proceso industrializador y
crecimiento económico en el que tuvieron destacado papel firmas de pequeño y mediano
tamaño, entre ellas negocios familiares, del mismo modo que actividades que no se consideran
las más típicas de la clásica industrialización (Peemans J., 1992).
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 13
perspectiva de análisis

condiciones estacionales de la actividad; del mismo modo que sentido de pertenecía


en los empleados y algunas garantías al empleo. Se trata de esquemas que ofrecen
una gama de posibilidades que van de lo más o lo menos autoritario, y de lo más o
lo menos social.

Tabla 1.1 Panorama de investigaciones sobre paternalismo

Ámbito de Grupo social


Período País Fuente
estudio analizado
Siglo XVI España Ciudad de Población Hiltpold P. ‗Política paternalista y
Castilla urbana orden social en la Castilla del
Renacimiento‘ EN Brocar:
Cuadernos de investigación histórica,
# 13 1987.
Siglos XVII Brasil Plantaciones Esclavos Belatto L. ‗As duas faces da moeda:
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1.1.3 Paternalismo, cambiante y perdurable: importancia de


su análisis
En medio del complejo y heterogéneo proceso que en Colombia y Venezuela conduce a
la expansión y consolidación de sectores productivos en el siglo XX, y las
reestructuraciones productivas y ajustes de las últimas décadas, es significativo que el
16 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

paternalismo, como componente de los valores y la cultura empresarial haya mantenido


una presencia destacada, cambiando y mutando a diferentes estructuras sociales,
desde el rol de la benevolencia personalizada de los pioneros de las primeras
fábricas; el asistencialismo de las empresas y grupos industriales más consolidados;
hasta las modalidades que hoy coexisten con discursos y metodologías de la llamada
Responsabilidad social empresarial.

Aunque el tipo de acciones de intervención en la vida de los trabajadores, asistencialismo,


caridad o filantropía, que se asocian más con la mentalidad paternalista no fueron un rasgo
generalizado o predomínante dentro del empresariado, si estuvieron presentes en sectores
significativos del mismo durante el siglo XX, p.e, en el grupo Mendoza, consorcio
empresarial más importante de la industrialización venezolana, o en Antioquía, la región
empresarial pionera y por varias décadas más desarrollada de Colombia.

Sin embargo, independientemente de si el fenómeno tuvo una gran la extensión, o si


fue de carácter aislado y excepcional, su comprensión, puede contribuir a completar
el cuadro de las formas de actuación de los grupos hegemónico de la sociedad. Más
aún cuando éstos estructuran su imagen social apelando frecuentemente a
demostraciones de caridad y sensibilidad ante los problemas sociales.
La especificidad y carácter sui generis de las estructuras de regulación del trabajo,
modalidades de relación laboral y formas de entendimiento entre el capital y el trabajo en
América Latina, respecto a las tendencias y desarrollos dominantes en el primer mundo,
que ha sido advertida por estudiosos de los fenómenos laborales Dombois y Pries
(1995), serían otro motivo para explorar las modalidades paternalistas de configuración
del poder y su persistente continuidad en las firmas.

Frente a la normalización de las relaciones industriales, supremacía de los acuerdos


entre empresarios y trabajadores, y clara institucionalización de sus formas de
entendimiento, que predominaron en los países más avanzados, y rápidamente dejaron
atrás las primitivas modalidades patronalistas, resulta notable y merecedora de estudio la
heterogeneidad de relaciones laborales y configuración de la autoridad patronal en
que parece ocurrir una simbiosis entre lo antiguo y lo moderno.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 17
perspectiva de análisis

En varias etapas del siglo XX, en el marco de los disímiles contextos latinoamericanos,
las condiciones de mercado pudieron resultar menos determinantes, ya que factores
de la organización y sus políticas internas (entre ellas los elementos paternalistas), se
convierten en un factor estructurador fuerte de las relaciones laborales. Del mismo
modo, desde la esfera de la oferta de trabajo se mezclan e inciden elementos como
nexos familisticos y redes de amistad (Pries L., 2000).

De este modo, la descripción y análisis de las acciones que en los medios


empresariales se exponen como dadivosas, sensibles socialmente y filantrópicas,
aporta a la comprensión no solo de los específicos nexos e interacciones de los
empresarios con sus trabajadores y las comunidades cercanas a sus zonas de actividad,
sino también de los que construyen las elites políticas, el poder gubernamental y la
sociedad en general.

Se supone que las elites políticas desde sus discursos, estrategias y planes de gobierno
definen los rasgos más significativos de la estructura de dominación en cada etapa. Sin
embargo, los sectores empresariales, en muchos casos manteniendo estrechos nexos
con éstas, aunque no necesariamente una coordinación explícita de sus diferentes y
diversos integrantes, despliegan una serie de actuaciones, frente a los trabajadores y a
la sociedad, que también contribuyen a la fortaleza y coherencia interna de esa
autoridad hegemónica.

De modo que considerar al empresariado como actor colectivo y parte del sector
social dominante puede facilitar una comprensión de las variadas motivaciones y
acciones de tipo paternalista, que en muchos casos le llevan a construir y mantener en
períodos variables de tiempo, ciertos lazos de entendimiento, acuerdos más o menos
tácitos, o una especie de juego de reciprocidades y lealtades en el marco de las
exigencias de la actividad productiva y el desarrollo de la empresa capitalista.
El contexto específico de los mutuos intercambios entre patronos y trabajadores, parece
dejarse de lado en la medida que los estudiosos con su búsqueda de profundidad temática
y especialización en campos de trabajo, concentran su atención en uno u otro grupo aislado
de los demás, de modo que no ven sus interacciones en un mismo plano.
18 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En unos casos se trata de estudiar diferentes aspectos de la actuación y logro de los


empresarios como capitalistas, en tanto que en otros casos lo que se desea es
caracterizar las luchas y resistencias de obreros o comunidades en el marco de los
antagonismos y conflictos. Lo anterior contribuye a que los análisis socio históricos
sobre el empresariado, tiendan a debatirse en enfoques dicotómicos del empresario
como héroe o villano; en los que es usual caer en una leyenda rosa o leyenda negra
sobre el desarrollo de su actividad3.

En los dos países, las valoraciones que se hacen del empresariado, caen dentro de
esta conocida polaridad. Existe gran número de obras dedicadas a la irrestricta
exaltación y alabanza de fundadores y líderes de firmas, género en el que las
conductas caritativas y los programas filantrópicos tiene un papel significativo. Sin
embargo, en amplios sectores de estudiosos y de opinión pública en general, se
alberga desconfianza y suspicaz reserva frente a este sector de la sociedad.

En Venezuela, el notorio antecedente de nexos corruptos con el Estado y actuación en el


escenario rentístico hace que los estudiosos del tema consideren al empresariado como
clase bajo sospecha (Francés A., 2001, 2003; Malavé J., 2000), factor que parece incidir en
el menor desarrollo del campo de estudios sobre historia empresarial. En Colombia son más
abundantes los análisis académicos sobre el tema, pero también se manifiestan
resistencias a considerar a este sector social y sus temas derivados como un legitimo objeto
de estudio (Dávila C., 2000), e igualmente se multiplican las dudas.

En el caso colombiano, aunque en menor medida que en el país vecino, se percibe


sospecha y aprensión sobre los tratamientos preferenciales y el favorecimiento de las
políticas púbicas de industrialización, y se introducen otros factores de recelo. Las
distintas etapas de un casi ininterrumpido proceso de violencia, alimentan también
posturas desconfiadas respecto al empresariado, presentes en diversas especulaciones
y rumores relacionados con la implicación directa o el apoyo disimulado de la elite
capitalista o sectores de la misma a los actores armados.

3
Este tipo de posturas está relacionado también con la definición del empresario por parte
de diferentes escuelas económicas, para las que oscila, desde la inutilidad y demonización
de la Escuela marxista y economía radical, hasta la canonización de Schumpeter y la Escuela
Austriaca (Valdaliso J. y López S.,2007: 8 ss).
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 19
perspectiva de análisis

Al respecto, resultan ilustrativas desde las viejas versiones sobre la existencia de una
‗mano negra‘ de soterrados promotores de la violencia integrada por empresarios tan
prestigiosos como Hernán Echavarría Olózaga, hasta el señalamiento de los
‗enemigos agazapados de la paz‘ que hizo al renunciar en 1983, el negociador de paz
del gobierno Betancourt, Otto Morales Benítez. En esa ocasión se refirió a sectores
de ultraderecha opuestos a todo dialogo y pacificación, que solo hasta época reciente
identificó como empresarios4.

En la primera década del nuevo siglo, variados indicios del apoyo de sectores
empresariales a grupos armados causantes de graves masacres y desplazamientos, del
mismo modo que las compras a bajo precio por parte de destacadas firmas, de tierras
abandonadas en las oleadas de violencia5, abren nuevos interrogantes sobre los
distintos roles y facetas de las elites económicas en la historias reciente.

Desde algunos estudios de historia social se expresan también comprensibles


preocupaciones sobre la glorificación de empresarios y la necesidad de aproximarse más
críticamente a las interacciones de éstos con otros sectores sociales. Lo anterior en
dirección a evitar visiones sesgadas y justificadoras sobre los cambios sociales promovidos
por grupos que llegan a hacerse hegemónicos en zonas y actividades económicas.
Ilustrativo de esta postura en el trabajo sobre los resguardos indígenas y el desarrollo de
la ganadería en el departamento de Bolívar (Solano P., Florez R., 2007), en el que se
cuestionan estudios sobre el progreso del empresariado ganadero de esta zona de la
costa norte, entre 1850 y 1875, por desconocer el impacto social de la actividad
desarrollada y contribuir a invisibilizar a la población indígena que resultó expropiada
de sus tierras bajo los supuestos de una economía liberal y una libertad ciudadana
imposible de ejercer para ellos.

4
El texto de la carta de renuncia se puede consultar en http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/
sociologia/papeles/papeles6.htm; y la concreción de su acusación en El Tiempo septiembre
13 de 2010 Entrevista de María Isabel Rueda.
5
Aranguren M., (2001); El Tiempo octubre 3 de 2010 p 13; septiembre 22 de 2011 p 21; El
Espectador Mayo 22 de 2011 ‗Montes de María Un modelo de desarrollo que concentra tierras y
mano de obra‘; El Espectador Abril 29 de 2012 Alfredo Molano ‗Aunque la jaula sea de oro‘.
20 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Otro llamado en la mismo sentido se encuentra en un estudio sobre la población afro


descendiente (Taussin M. 1975), en el que se hace énfasis en el despojo de tierras por parte
de hacendados de la caña, como parte de violentos procesos de conversión de fuerza
laboral libre en asalariada, en los que se acudió tanto a la intimidación, como a discursos
racistas y excluyentes para legitimar la destrucción de formas comunitarias de propiedad y
agricultura, y asi conformar el modelo de la gran hacienda e ingenio azucarero6.

Ahora bien, las diversas manifestaciones de paternalismo en la política pública, tanto


como en la empresa privada de Colombia y Venezuela, definen más aún la
pertinencia de su estudio. En lo que se refiere al vecino país, el influjo del ingreso
petrolero y el papel rentista de su Estado, han configurado una antigua y, en los
últimos años, fortalecida tendencia a la promoción de programas sociales que no deja
de tener la imagen de la dadiva paternalista gubernamental.

En el escenario de las políticas neoliberales colombianas de la última época, aunque a


menor escala, los programas de asistencia focalizada aplicados, como típico efecto del
paternalismo estatal y clientelismo implícito en ellos, no aportan soluciones reales a
problemas y llegan a generar en las poblaciones beneficiadas, actitudes de
7
dependencia y pasividad frente a sus opciones y posibilidades de mejora personal .
Similar continuidad o resurgimiento de las prácticas paternalistas se manifiesta en la
empresa privada; en muchos casos, lo anterior se manifiesta en paradójica confluencia
con avances significativos en aspectos como gestión y estrategia de competencia;
metodologías de calidad; internacionalización del negocio; empleo de tecnologías de la
información y comunicación.

6
Similar desaprobación y crítica a los estudiosos del empresariado que ignoran, minimizan o
distorsionan diferentes aspectos de las relaciones e impactos de la actividad empresarial en
relación con otros grupos sociales, y una búsqueda de comprensión de esos procesos en la
perspectiva de la lucha y el conflicto social, se encuentra en dos estudios sobre el desarrollo
la explotación petrolera: la Concesión Barco en el Catatumbo y la Tropical Oil Company en
Barranca, del mismo modo que otras actividades configuradas en el modelo de enclave
económico durante las primeras décadas del siglo XX (Vega R., Aguilera M., 1995; 2002).
7
Para una breve y bien argumentada descripción de esta problemática contemporánea, Ver
López Cecilia ‗Profesión ser pobre‘ Portafolio marzo 1 de 2010.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 21
perspectiva de análisis

Del mismo modo, están presentes modalidades de exclusión de sindicatos y


debilitamiento de los recursos legales en la protección laboral, que dan paso a formas de
control del trabajo apoyadas por igual en el empoderamiento y la intimidación. En éste
marco de fuerte desregulación de las relaciones laborales, aumenta el personalismo de
patronos y gerentes, y vuelve a apelarse a un paternalismo tanto dadivoso como
arbitrario y autoritario, que se expresa bajo nuevos rótulos como los de Responsabilidad
social empresarial y salario emocional.

1.2 Conceptos y contextos de análisis


El vocablo paternalismo apareció en el siglo XIX en el discurso anglosajón, no como un
concepto propio del análisis social, sino más bien como una expresión ideológica, con la que
los nacientes movimientos sociales y políticos modernos calificaron en sentido despectivo el
sistema de relaciones que pretendían superar. Desde otro ángulo y considerando un
conjunto más amplio de dilemas e interrogantes, se identifica esta conducta social como un
instrumento de control inspirado en valores arcaicos, claramente opuestos a la libertad,
autonomía individual y otros principios de la modernidad8.

A continuación, reiterando que la noción de paternalismo no puede considerarse una


categoría explicativa, sino a lo sumo un término descriptivo de un fenómeno social de
variable configuración y posible de hallar en cualquier época histórica, presentaremos
varios marcos de análisis desde los que interpretaremos las formas de relación
laboral paternalista halladas en firmas los dos países.

1.2.1 Tradicionalismo y búsqueda de legitimidad

8
Desde el siglo XIX hasta el presente se han planteado interrogantes y debates sobre la idea
paternalista de la autoridad. John Stuart Mill en 1859 expuso sólidos argumentos contra el
paternalismo protector, señalándolo como ataque a la libertad individual y a la esencia de la
civilización. Otras polémicas en el terreno jurídico, filosófico y político como la relativa a la
necesidad de intervención del Estado para preservar la integridad de los individuos Vs la auto
protección y responsabilidad; o la relacionada con la aceptabilidad de la intervención protectora
para suplementar carencias de grupos sociales, equilibrar desventajas y asi evitar daños
mayores, se pueden encontrar en Doxa Cuadernos de filosofía del derecho Universidad de
Alicante #5 1988.
22 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La configuración del poder y el ejercicio de la autoridad fueron aspectos explorados


con profundidad en la obra de Weber, en donde se aportó tanto un modelo tipológico
descriptivo (los tipos de dominación), como una representación comparativa de su
desarrollo histórico. La descripción de las estructuras sociales y económicas no
capitalistas, pre capitalistas y capitalistas sin llegar a ser una representación lineal y
evolutiva, destaca la fuerza incontenible de la modernidad; sin embargo no se dejan de
tomar en cuenta simbiosis, combinaciones, fenómenos transicionales y la compleja
pervivencia de elementos pre modernos, aún en el presente9.

Las formas paternalistas de autoridad, del mismo modo que modalidades como las
patrimonialistas, feudales, clientelistas, gerontocráticas, hacen parte del conjunto de
estructuras de dominación tradicional, que en el análisis weberiano se contraponen a
la moderna dominación legal que se ejerce a través del derecho racional y la
burocracia especializada. El avance del capitalismo y la sociedad moderna supone la
generación de una serie de conflictos y tensiones entre la nueva racionalidad del
poder y las formas tradicionales de autoridad.

Los principales elementos de confrontación se han derivado de las ideas modernas de


libertad individual y autodeterminación personal, del mismo modo que de nociones como
contrato y negociación; derecho y el código de trabajo; y de las dinámicas del
mercado de trabajo libre; las necesidades técnicas y organizativas. Se trata de una
tendencia a hacer que las relaciones sociales, entre ellas las construidas alrededor del
trabajo, se conciban y se acepten desprovistas de elementos de personalización y
subjetividad, del mismo modo que de componentes como parentesco, vecindad,
oficio, religión.
Dentro de las detalladas tipologías y procesos transicionales estudiados en los tipos
de dominación, las formas tradicionales de mando son las que resultan más afines a
característicos elementos paternalistas; a partir de su génesis en la unidad más
elemental de la autoridad doméstica, éstos pasan a proyectarse, mezclarse y generar

9
Ver esta construcción conceptual en Max Weber (1922; 1923); del mismo modo que en la
útil sistematización de conceptos y síntesis de todas las investigaciones de Weber que aporta
Reinhard Bendix (1979).
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 23
perspectiva de análisis

tensiones con nuevas formas de autoridad surgidas de la complejidad y las


dinámicas de cambio subsiguientes.

El punto de partida en el planteamiento de la dominación tradicional de Max Weber, es el


concepto patriarcalismo, que describe la hegemonía y preeminencia de un ‗señor‘
dominante según reglas hereditarias sobre una comunidad domestica, cuya autoridad
personal está cimentada en la dependencia física y mental de las mujeres y el
desvalimiento de los hijos menores. Los sentimientos de piedad filial y el respeto por la
sagrada tradición de acatarle contribuyen a fortalecer el poder de este señor ante los
dominados, pero también a limitar aspectos de su mandato, de modo que para una gran
parte de sus mandatos rige su libre arbitrio, en tanto que la otra está demarcada por la
tradición. Lo que no se admite en todo caso es una definición formal de obligaciones.

La que llegaría a ser una variable y diversa configuración de las formas de autoridad en
la etapa feudal, es descrita en la clásica obra de March Bloch (1958), caracterizando
vínculos de sangre, instituciones de parentesco, relaciones de vasallaje, solidaridades
de linaje, dependencia y subordinación personal; toda una gama de vínculos de respeto y
reciprocidad que quedaban cristalizados en ceremonias y rituales de homenaje,
sometimiento y juramento de fidelidad.

Lo que resulta de interés en la descripción de las formas de autoridad tradicional, de


las que hace parte el paternalismo, y que resulta sugestivo para nuestro tema, es que
el mando no se ejerce solamente en virtud de la capacidad de coacción física, sino
que se apoya también en la idea de que quien lo ejerce y quienes obedecen actúan
según una noción de legitimidad que los lleva a un implícito acuerdo de compromisos
recíprocos: se aporta protección y deferencia, a cambio de lealtad y obediencia.

Siguiendo esta misma lógica de la inevitable codeterminación entre jefe y subordinado


ligada a la dominación tradicional, en el medio específico de la industria moderna se
define también la posibilidad de una interacción de doble vía o influencia mutua entre
empresario y trabajador, del mismo modo que entre el empresario y su entorno social
(Weber M., 1924).
24 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

El empresario domina y somete a su fuerza de trabajo asalariada y la presiona para


que cambie y se ajuste a las exigencias del proceso productivo capitalista (encontrando
a veces decidida resistencia); pero también se reconoce el proceso opuesto, en el que
el empresario en alguna medida debe adecuar su organización, forma de gestión y
modalidades de trabajo al tipo de elemento humano y social del que dispone para
desarrollar su actividad: la forma de empresa y de autoridad resultante también
dependen del tipo de trabajadores con que se cuenta.

Según las condiciones históricas de cada momento, las relaciones laborales que se
construyen reflejan los intereses de empresarios, pero también las limitaciones de éstos
para controlar el proceso productivo y algunos de los intereses de trabajadores. Lo que
se sigue de estos supuestos, es que las formas paternalistas de relaciones laborales,
han sido hasta cierto punto una necesidad y una solución inevitable dadas las
características de la fuerza laboral vinculada a la empresa y al trabajo industrial en las
circunstancias de cada momento.

Asi pues, el cumplimento de su plan de inversión y explotación económica en


determinadas condiciones hizo inevitable para el empresariado la adopción de vínculos
personalizados y actitudes dadivosas. Aspectos que quedan reflejados en las ideas y
justificaciones del discurso empresarial o ideología administrativa que elaboran las
minorías para defender, dentro y fuera de las organizaciones, el poder y control que
detentan frente a las mayorías, a las que exigen obediencia (Bendix,1966).

Todas las prácticas relacionadas con la autoridad, entre ellas las de generosidad y
tutela, en gran parte están sustentadas y acompañadas por nociones de
Responsabilidad Social Empresarial y tienen un desarrollo histórico apreciable, en el
cual es posible distinguir varias etapas e ideas dominantes. En el siglo XIX se
consideraba que los empresarios eran responsables por la suerte de los asalariados/as y
de sus familias, lo que llevaba a que las empresas más grandes ofrecieran a sus
trabajadores/as o al menos a un núcleo central de los mismos, oportunidades de trabajo
estable, servicios de alimentación, salud, educación, préstamos o servicios de vivienda.
Con el tiempo varios de estos servicios se fueron convirtiendo en responsabilidad de los
Estados para con los ciudadanos o entraron a formar parte de las reivindicaciones y
conquistas del movimiento obrero.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 25
perspectiva de análisis

Los discursos empresariales justificadores de la dominación, invocan las acciones


generosas y tiene un sentido legitimador que cambia a lo largo del tiempo. En fases
tempranas del capitalismo se trataría de lograr prestigio y reconocimiento social frente a
otros grupos sociales competidores; puede tratarse de la necesidad de reivindicar su
poder económico y propiciar un consenso con la opinión pública, los trabajadores o los
legisladores. En un escenario en que las exigencias de disciplina y esfuerzo productivo
se intensificaban, y en presencia de movimientos obreros organizados, se trataría de
una respuesta a la cuestión social como fenómeno de desigualdad y distribución de los
beneficios que debía resolverse (Kocka J., 2002).

Ante reclamos y cuestionamientos a su autoridad y riqueza, los empresarios pueden


ampararse en el orden legal de la fábrica y el contrato laboral, pero en general tienden
a buscar algún medio para conseguir la aceptación de los trabajadores, pues solo asi se
alcanza su disposición óptima al trabajo y el rendimiento que se requiere de ellos. Dentro
de los medios para conseguir ese consentimiento productivo se identifican los modelos
patriarcales del patrono como figura ejemplar, que además concede alguna
remuneración o protección adicional al básico exigido por la ley como forma de
ampliar su base de legitimidad (Kocka J., 2002).

1.2.2 El paternalismo como parte de un contexto económico


rentistico
En el caso del empresariado de los países de nuestro estudio, su búsqueda de legitimidad
no apuntaría solo a la justificación de un poder y posición preeminente alcanzada con el éxito
económico, sino que tendría una necesidad adicional de elementos legitimadores en virtud
de la marcada orientación rentística de sus estrategias de actuación.

Como vernos, en las condiciones histórico - políticas del desarrollo capitalista de Colombia
y Venezuela, el rentismo predominante hace que los empresarios deriven elevadas y
notorias utilidades de política públicas favorables, e incide en que sea más acentuada la
práctica del paternalismo en el manejo sus organizaciones, tanto el que se orienta a la
interacción con los trabajadores, como a los otros entornos sociales de las firmas.
26 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La idea de la conducta rentística, típicamente ha sido empleada en los estudios


económicos y de historia de actividades y firmas, para definir una forma de actuación
empresarial que se considera distante del capitalismo competitivo e innovador y por
ello pernicioso para la sociedad. La actividad del rentista pretende unos beneficios que
no están en consonancia con su esfuerzo; se trata de alguien que desde la comodidad
de un privilegio obtenido del Estado, se enriquece sin arriesgarse y sin aportar al
sistema. La actividad rentística se considera una perturbación o distorsión de un
sistema que de otro modo debía tender al crecimiento, la productividad y la
innovación; una alteración del escenario de variables ideales del mercado competitivo
y el papel del Estado gendarme al estilo de los países del primer mundo.

El economista norteamericano Gordon Tullock inspirándose en supuestos neoclasicos


hizo desde los años 60s las primera formulaciones que dieron base a la noción de
rentismo y conducta buscadora de rentas, al estudiar una variedad de temas, entre ellos
las prácticas monopolísticas10. La síntesis que este autor hace en uno de sus
numerosos escritos sobre el tema, describe los primeros avances del concepto
(Tullock G., 2005: 25 - 29).

En ésta pionera y ya clásica perspectiva el rentismo se consideró un fenómeno ‗que


siempre ha estado entre nosotros‘ y se inscribía en el marco de las condiciones del
mercado competitivo, en las que la intervención del Estado o las disposiciones
gubernamentales sobre comercio y actividad económica, conseguidas con
procedimientos de intriga y corrupción en componendas entre interesados privados y
funcionarios, generan beneficios perversos e indeseables. El uso de conexiones
políticas para obtener ventajas es la situación más asociada al rentismo, pero también
se contempla el ejercicio de poderes monopólicos y el aprovechamiento de

10
A pesar de las primeras contribuciones de Tullock, el término Rent seeking se empleó por
primera vez en 1974, cuando Anne Krueger escribió un artículo titulado ‗economía política de
la sociedad buscadora de rentas‘. En este escrito, en el que no se usaban contribuciones de
Tullock, el tema central eran las economías orientadas al mercado en las que las restricciones
gubernamentales, específicamente sobre el comercio internacional, tenían efectos nocivos. La
autora aportó algunas mediciones acerca del valor de las rentas de licencias de importación para
India y Turquía, encontrando que eran grandes con relación al producto nacional bruto de esos
países.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 27
perspectiva de análisis

deficiencias en las estructuras corporativas de gobierno para obtener una cuota


11
excesiva de ganancias .
Dentro de los antecedentes del estudio de la conducta rentistica, se menciona el interés
en la segunda post guerra, por situar el análisis normativo de la política pública sobre un
firme fundamento analítico. La economía intentaba entender las pérdidas asociadas
con las imperfecciones del mercado; medidas de equilibrio parcial de las pérdidas
ocasionadas por monopolios, tasas, tarifas, barreras al comercio, fueron desarrolladas
(Congleton, R. y otros, 2008)

En torno al tema, se emprendieron cuidadosos estudios empíricos para medir tales pesos
muertos; se comprendió que las políticas públicas que los producen no existen por
ellas mismas sino que son a menudo el producto de sistemáticos esfuerzos de
grupos afectados por esas políticas. Sin embargo las ventajas generadas para los
grupos de interés no fueron totalmente consideradas.

Entre los supuestos de esta teoría, que se apoya en una perspectiva histórica que
parte del mercantilismo, está la idea de un mercado competitivo en el que
predominan las conductas fomentadoras de riqueza, de las que se puede derivar la
eliminación de las firmas menos eficientes. Sin embargo algunas de las acciones
empresariales se orientarían a buscar rentas cuando individuos y organizaciones, que
pretenden alcanzar privilegios, gastan recursos en actividades de lobby ante instancias
gubernamentales. En tal situación, tanto los recursos dedicados al cabildeo, como los
privilegios obtenidos son desperdicio de capital escaso en el sistema, siendo por ello
una conducta perjudicial a la sociedad.

Para Tullock, las actuaciones de interés particular, con las que un sector económico
logra alterar a su favor el neutral poder público son el impulsor fundamental del
rentismo: se hace una inversión con la que se aspira a un poder de monopolio o

11
Desde 1980 se han editado destacados textos para reunir los principales avances de la
escuela del rentismo, entre ellos Toward a Theory of the Rent - Seeking Society (1980)
Buchanan, Tollison y Tullock; The Political Economy of Rent - Seeking (1988) Rowley, Tollison y
Tullock, pero se puede considerar que en (Tullock 2005) se compila lo más significativo de la
teoría.
28 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

privilegio. Estas inversiones no productivas tendrían como foco el gobierno y su


burocracia, con lo cual se incrementa la propia riqueza, aunque se desperdician
recursos sociales12.

Además, el análisis se extiende a otros niveles como los mecanismos de la


democracia. Se sostiene que el modelo de elección pública resulta desvirtuado en la
medida que poderosos grupos de interés y burócratas, aspirando a rentas, y a
instancias de un electorado mal informado, acomodan decisiones legislativas en
provecho propio; insiste en que se trata de tendencias que gastan recursos escasos y
reducen la riqueza colectiva (Tullock 2005 parte 1).

Cuando es posible que los intereses privados restrinjan la libre competencia e incidan en
las decisiones gubernamentales para conseguir privilegios y monopolios, se generan
intentos de otros por evitar el pago de esas rentas (o por conseguir los mismos
privilegios?); también se producen desvíos de recursos de actividades productivas a
no productivas cuando las corporaciones contratan a manipuladores políticos como jefes
ejecutivos y destinan a otros de sus cuadros a trabajar en el nivel gubernamental
tratando de evitar las nocivas consecuencias de las leyes y regulaciones improductivas.
En todas las condiciones institucionales las rentas serían indeseables, por reducir la
riqueza general de la sociedad; en el único caso en que se refiere a buenas rentas, es
cuando una innovación genera cuasi rentas en un sistema competitivo de mercado; ello
es positivo aunque deje a algunos de los iniciales productores fuera del mercado, y
resultaría indeseable cualquier media gubernamental tendiente a restringir las
innovaciones para evitar perjuicios a los productores.

En el apartado en que se sitúa más específicamente en la firma, Tullock insiste en


que la búsqueda de rentas ocurre a menudo por lobby de regulaciones económicas
como aranceles. La captura regulatoria es un concepto relacionado que se refiere a la
colusión entre firmas y agencias gubernamentales asignadas a regularlas, la cual es vista

12
La cuantificación y empleo de modelos con detallado manejo de cifras puede llegar a ser
grande, p.e., en algunos de los trabajos se estiman y sopesan todos los costos del lobby;
las atenciones y regalos a los funcionarios; las ventajas adicionales conseguidas por la firma.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 29
perspectiva de análisis

como facilitadora de extensiva conducta buscadora de rentas, especialmente cuando las


agencias gubernamentales deben confiar en las firmas por su conocimiento del mercado.

Si comprar un ambiente favorable es más barato que construir más eficiente capacidad
de producción, la firma escogerá la primera opción, cosechando ingresos que no están
en absoluto relacionados con ninguna contribución a la riqueza o el bienestar total. Esto
resulta de una distribución de recursos sub optima, además de gasto monetario en
lobbismo, en perjuicio de rubros como: investigación y desarrollo; mejora en las
prácticas empresariales; formación de personal; capitales adicionales. Todo lo cual
resulta pernicioso por retrasar el crecimiento económico.

El rentismo en el mundo no industrializado


Como hemos visto, la conceptualización del rentismo se inspiró más en el capitalismo
competitivo avanzado, con predominio del libre mercado, un limitado y claro papel del
Estado, asi como una escala y complejidad tal de la vida económica que hace dominante
lo anónimo y abstracto de las interacciones. Sin embargo, una corriente de
investigaciones inspiradas en esta problemática analizó fenómenos de los países del
segundo y tercer mundo. Dentro de la escuela del rentismo, orientadas a comprender
los patrones de crecimiento y desarrollo en economías del 2º y 3º, realiza
contribuciones de interés. En tales espacios esa teoría ayudó a demostrar que la
búsqueda de rentas y su consecuente distribución equivocada de recursos y corrupción
reducían las posibilidades de crecimiento económico, y que en cualquier Estado nación
era inevitable la disipación de rentas. Del mismo modo, explicar las dificultades de la
transición de las economías a modernas capitalistas13.
El estudio de (Morck R., Yeung B., 2003) desde una perspectiva comparativa
internacional, analiza el fenómeno del control familiar de las firmas y grupos
empresariales, y su influjo en la construcción de conductas buscadoras de rentas y en

13
Algunos títulos ilustrativos son: Khwaja Asim / Mian Atif Corruption and politicians: Rent-
seeking in an emerging financial market 2004 (Estudio sobre Pakistán); Fischer Pius Rent-
seeking, institucions and reforms in Africa: Theory and empirical evidence for Tanzania Tesis
PHD University of Konstanz; Coolidge J / Ackerman S., High level rent seeking and corruption
in African regimes: Theory and cases 1996 (World Bank Group, Yale University); Ahbijit
Banerjee, et ali Inequality, control rights, and rent seeking: sugar cooperatives in Mahrashtra in
Journal of political economy #1 2001 Chicago University.
30 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

el desarrollo económico de los países; los autores incorporan y contrastan elementos


del institucionalismo como la confianza y el capital social.

A partir de información sobre estructura de la propiedad en las firmas más grandes y


medianas y correlaciones simples respecto a PIB y variables de desarrollo económico de
27 países, los autores, contrastan dos escenarios económicos. Uno en donde es elevado
el control y la concentración de la propiedad en reducidos grupos familiares; existe un
alto nivel de confianza entre las elites económicas y políticas, que promueve la
búsqueda política de rentas y el atraso social y económico del país es notable. En
oposición al anterior, otro de países desarrollados como Estados Unidos, que se
caracterizan por manejar los negocios por medio de administradores profesionales para
accionistas dispersos; hay poca confianza entre las elites; y se tiene un alto nivel de
desarrollo económico y social general.

Frente a interpretaciones en que se valora la confianza entre sectores sociales como factor
favorable a la dinámica económica, los autores sostienen que una mala distribución de la
confianza y su concentración entre integrantes del sector gubernamental y empresarial,
resulta muy proclive a la corrupción, la búsqueda de rentas por parte de las elites
empresariales y al atraso general. Cuando la propiedad de las firmas está concentrada
en familias oligárquicas, estas tienen una innata ventaja como buscadores de renta a
causa de sus lazos de sangre con elites políticas, longevidad, pequeño número, habilidad
para coaligarse. Se presenta entonces un juego cooperativo entre miembros de la elite y no
cooperativo entre la elite y el resto de la sociedad

La aplicación de indicadores de control familiar oligárquico para diferentes países y


su relación con el PIB y otros indicadores de desarrollo mostró que los países de
altos ingresos tienen menos control familiar oligárquico. Además de que las grandes
familias propietarias son más importantes en los países pobres, se encontró que factores
como la inadecuación y escasez de infraestructura física del país, la peor mortalidad
infantil, la baja calidad educativa, aparecen también relacionadas con el más alto
control oligárquico de las firmas.
Aunque los autores aceptan la complejidad de una relación simple causa – efecto y la
existencia factores endógenos y codeterminantes, en la asociación control familiar
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 31
perspectiva de análisis

oligárquico - atraso, dejan claro que en los países en que crece más rápido el
ingreso per cápita, pocas de sus grandes firmas son controladas oligárquicamente.
Dentro de la aproximación a las consecuencias para la firma de este entorno rentistico,
se insiste en que los talentos profesionales no son aprovechados porque junto con una
parte de recursos se destinan, no a la inversión real, sino a la búsqueda política de
rentas: lobby político, jueces influyentes y favores de burócratas; se entorpece y
desestimula la inversión y la corrupción oficial es una barrera crítica para crecer.

Como han señalado otros autores, en condiciones rentísiticas las inversiones en


innovación producen menos retornos que las inversiones en sobornos para cambiar la ley
y obtener ventajas, por ello prevalecerá el soborno sobre la inversión real. Frente a la
idea de Schumpeter, acerca de la innovación como juego de suma positiva, la
búsqueda de rentas sería en estos casos un juego de suma negativa.

En síntesis, ocurre una retroalimentación positiva en que control familiar oligárquico,


búsqueda de rentas políticas y pobreza se perpetuán entre si. Las sociedades en las
que predomina la búsqueda de rentas se alejan de los esfuerzos innovadores y crecen
más lentamente. Esta trampa de los bajos ingresos está asociada con un control
oligárquico familiar que involucra una bien desarrollada pero indeseable confianza entre
miembros de la elite. El problema central aquí no es la ausencia de confianza, como
pensarían algunos institucionalistas, sino una indeseable distribución de confianza.

Por otra parte, debe considerarse que cuando se definen políticas públicas como las de
industrialización sustitutiva en nuestros países, de entrada se crea un escenario rentístico,
ya que se escogen sectores a ser favorecidos por medidas de apoyo; no existe una
neutralidad o imparcialidad del Estado con relación al empresariado y este puede
buscar el aumento de las medidas de protección o su prolongación en el tiempo.

Rentismo minero y petrolero


Otras perspectivas entienden el Rentismo como fenómeno derivado de la abundancia de
un recurso natural que puede ser vendido en el mercado externo. La tesis de la
enfermedad holandesa ayuda a conformar una perspectiva, en que esa abundancia
tiene amplios efectos negativos en la medida en que llega a ‗distorsionar la estructura
32 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

y la asignación de los recursos económicos, a redistribuir regresivamente el ingreso


nacional y a concentrar la riqueza en pocas manos, mientras se generaliza la pobreza, se
originan crisis económicas recurrentes y se consolidan mentalidades «rentistas», además
de profundizarse la débil y escasa institucionalidad, alentarse la corrupción…‘ (Schuldt J.
/ Acosta A. 2006).

Otros aspectos significativos que mencionan estos autores están relacionados con: las
euforias inflacionarias de los booms exportadores; el endeudamiento externo y sus
lastres hacia las posibilidades futuras de desarrollo; efecto enclave en el que se aísla
el sector exportador y se acentúa el atraso y la heterogeneidad productiva del país; la
creación de poderosos Estados empresariales dentro de débiles Estados nacionales y
el debilitamiento del Estado, cuando éste es sustituido por los inversionistas privados en
el suministros de servicios como educación, salud y bienestar social.

En otro análisis, se destacan las consecuencias negativas de los excedentes de


exportación en manos de un Estado débil y sin capacidad institucional, en el cual se
produce el llamado ‗efecto voracidad‘, el cual desata una afanosa y nociva lucha de
grupos locales y sectores empresariales por apropiárselos, generando procesos de
corrupción, desvío de recursos y expectativas hacia las decisiones en la esfera política
que apartan al empresariado de la competencia y la innovación creativa (Aaron T. /
Lane P., 1999).

La paradoja de la abundancia seria el rotulo para describir otro grupo de estudios en


los que se analiza porque a pesar de sus bonanzas, resulta un imposible para los
países ricos en recursos naturales, salir del atraso. Dentro de este enfoque y sobre
una amplia base cuantitativa, Bravo-Ortega C. / De Gregorio J., (2002), apelaron a un
ejercicio de comparación entre países escandinavos (Finlandia, Noruega y Suecia) y
latinoamericanos (Argentina y Chile), en el que demostraron que no siempre las
riquezas naturales conllevan la fatalidad de la pobreza. Cien años atrás los dos
grupos de países, siendo poseedores de similar riqueza natural, tenían un nivel
equivalente de ingresos y situación económica, mientras que hoy los latinoamericanos
clara y abrumadoramente son superados por los europeos.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 33
perspectiva de análisis

La perspectiva aplicada sugieren que los recursos naturales son perjudiciales para el
crecimiento económico en países con bajos niveles de capital humano, aunque tengan
un positivo efecto ingreso; el efecto negativo sobre el crecimiento podría surgir por
arrastre de recursos de otros sectores capaces de generar crecimiento económico
adicional. El escrito resalta la trayectoria de países ricos en recursos naturales que
comienzan con altos niveles de ingreso, acumulan capital humano y aceleran su
crecimiento. Los recursos naturales, en este caso no serían una maldición, aunque en
presencia de muy bajos niveles de capital humano, causan estancamiento de la
economía porque ésta puede especializarse en un sector con baja productividad.

El estudio de Terry L. Karl (1997), ha demostrado la particularidad del rentismo


petrolero y la especial intensidad con que su lógica penetra muy a fondo la sociedad
y el manejo del Estado, dejando su impronta en aspectos como la limitada
profesionalidad de la administración pública; la debilidad de la función fiscal; el
personalismo y presidencialismo extremo; la regulación excesiva de la vida económica y
la pretensión fallida de una industrialización estatal.

Este rentismo configura el escenario en que se estructura la empresa moderna y la


conducta de los actores de la economía. Para el análisis histórico queda por explicar
la postura del empresario que ha sido claro beneficiario de políticas rentísticas y participa
del proceso asumiendo el rol de benefactor paternal con prácticas de asistencialismo
al interior de su firma y de filantropía hacia el entorno.

Por una parte, como patrono debe transigir ante lo que le reclama el entorno laboral y
socio político con actores surgidos e influidos por ese mismo rentismo; por otra parte
requiere actos que lo legitimen frente a la sociedad en general y sectores críticos.
Necesita que lo exculpen de un enriquecimiento, que en general no se acompaña de la
generación de especiales capacidades productivas; lo anterior, a veces en presencia de
crisis políticas y en medio de la resaca del boom, que deja pobreza y agudos
problemas sociales.

1.2.3 Paternalismo, reciprocidad y control social


34 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

El trato paternalista con sus elementos de mando personalizado y particularista, tiene


en el ámbito privado de las firmas, del mismo modo que en la interacción entre elites
y dominados su escenario más notable. La mirada a los intercambios entre tan
desiguales sectores de la sociedad, muestra diversas manifestaciones de calidez y
proximidad en las relaciones personales, que se manifiestan en ritos y símbolos
compartidos. En muchos casos se trata de definiciones y expectativas consuetudinarias,
con antecedentes y evocaciones nostálgicas que se pierden en los tiempos más
remotos desde los que la unidad domestica se proyectó a toda la sociedad
(Thompson E.P. 1979).

En el análisis que hace Thompson de las relaciones entre la Gentry y los sectores
que le deben obediencia en el siglo XVIII inglés, destaca las conductas generosas de
la minoría dominante como parte de rituales de calculada teatralidad y afectación que en
ciertos momentos hacía de su liberalidad espectáculo, del mismo modo que todo lo
que tienen de mito o ideología que mira hacia un pasado primitivo e idealizado.

Las acciones magnánimas examinadas en su aporte real, evidencian que se trataba


principalmente de gestos planeados que no llegaban a traducirse en
responsabilidades reales, pero que cumplían un papel en la preservación el orden
social; podían hacer olvidar la dureza de las imposiciones y garantizar a cambio una
desmedida lealtad. Todo lo cual postergó por largos periodos antes de la
industrialización, el enfrentamiento entre las clases.

No obstante, se generaban elementos de consciente reciprocidad y equilibrio entre


los grupos sociales involucrados en la relación paternalista. La realización de un papel,
no exento de teatralidad por parte del sector favorecedor y controlador del otro, ocurría
en condiciones tales que ambas partes de la ecuación eran un poco prisioneras de la
contraria: unos aportando deberes y funciones benefactoras y los otros deferencia y
obediente acatamiento.

Ante el avance de la racionalidad capitalista, con sus derechos de propiedad, nuevas


clases en ascenso, salarios y cálculo económico, una heterogénea multitud construye
diversas formas de resistencia a través de la prensa, la ley, el tumulto (motines, pero no
rebeliones), el apoyo religioso y desde luego todo lo que se deriva de la costumbre con
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 35
perspectiva de análisis

sus rituales de protección – sumisión, el ‗capital emocional‘, las formas simbólicas de


reciprocidad.

Se presenta la compleja interacción del poder, lujos y consumos suntuarios de la


Gentry, del mismo modo que los elementos variados de cultura plebeya: el papel de
sumisión y dependencia, pero también su fuerza como tumulto anónimo y sus
solidaridades de un tipo de gremio que es a la vez de talante artesano y precursor de
los sindicatos modernos14.

Lo significativo en esta etapa de cambios, es que los plebeyos conscientes de su


posición vulnerable y aún sin lo que sería una conciencia de clase obrera, aprovechan
sus espacios como multitud, mantienen por casi un siglo el esquema de reciprocidad –
equilibrio y lo explotan con habilidad. De este modo, aunque limitados por la
hegemonía de la gentry y sus recursos de control, conservan algunas prerrogativas y
confrontan las abrumadoras exigencias de la nueva economía dominante.

Los elementos de sentimiento y conveniencia típicamente presentes en las


manifestaciones de generosidad patronal, son explorados por Richard Sennett (1982),
a partir de su definición de paternalismo como ‗autoridad de falso amor‘, que se
ubica en el extremo opuesto a la autoridad sin amor de las modernas organizaciones
burocráticas impersonales. La falsedad del amor que las autoridades paternalistas
profesan por sus súbditos, estaba en que cuidaban de ellos, solo porque asi
beneficiaba sus propios intereses.

El paternalismo se entiende en primera instancia como una tendencia del siglo XIX a
asimilar la autoridad a la imagen de un padre de tiempos más amables y estables,

14
James Scott (1990) se ha referido a los discursos y posturas estratégicas de los sectores
subordinados, ante los poderosos que en la ‗puesta en escena teatral‘ de su papel, tienden a
sobreactuar su poder y reputación. Encuentra complejas formas de resistencia cotidianas e
inevitables en toda relación de poder, sutilmente manifiestas en los momentos de calma
aparente, cuando se evita la confrontación directa. El aprovechamiento de los gestos de
generosidad del patrón con un simulado agradecimiento y sumisión en el discurso estereotipado
y ritualista de los dominados, serían un disfraz y un papel conveniente, que ocultaría hasta un
momento más adecuado, su inconformidad y oposición frente al poder.
36 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

superpuesto sobre la imagen de un jefe; lo que en el fondo era esencialmente una


idealización del antiguo orden que se estaba extinguiendo frente al mundo moderno,
racional y burocrático. Esta metáfora evocadora de un pasado deseable, se inspiraba
en el hecho real de que en los siglos XVII y XVIII el padre había sido efectivamente un
jefe en las explotaciones económicas centradas en la familia, pero confrontaba ahora el
duro derecho material detentado por jefes que distaban mucho de ser protectores y
solidarios con sus empleados.

Con la extinción del patrimonialismo, se hacía necesario hallar un medio para legitimar
el poder fuera de la familia mediante una invocación de los papeles desempeñados
dentro de la familia. El paternalismo estaba en el centro de esta exhortación, con la que
se esperaba lograr que los sometidos fueran leales, agradecidos y pasivos.

Antes que las fábricas, fueron los hospicios, asilos y prisiones, los espacios en que se
pretendió establecer comunidades conforme a criterios paternalistas, destinadas a
reformar la personalidad, pero similares componentes de combate a la corrupción e
inculcación de valores morales estuvieron presentes también en muchas de las
comunidades industriales.

Teniendo por referente experiencias como las de las ciudades industriales de Francia y
E.U., el autor plantea una periodización que destaca las siguientes etapas del
paternalismo en el mundo desarrollado, según el propósito que se persiga en cada
una:

1- Negación del individualismo: presente a lo largo del siglo XIX, en la medida que las
actuaciones paternalistas también se veían motivadas por un deseo de establecer
contactos cara a cara y crear comunidad, en un sistema económico regido por el
individualismo y la competencia.

2- Control eficiente: algunos empresarios procuraban servicios comunitarios para


sus empleados, apreciando en ello el valor moral, de hacer trabajadores más
satisfechos y por ello más productivos y con menos tendencia a ir a la huelga.
Considerando estas dos etapas, se puede decir que el paternalismo empresarial
pretende responder a dos impactos del gran capitalismo sobre la sociedad. En primer
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 37
perspectiva de análisis

término a la separación que crea entre las esferas de la familia y el trabajo, cuya unión
material característica de la era patrimonial, solo se recuperaría más adelante y de
modo funcional con el estado asistencial. Asi mismo y como veremos, en acuerdo
implícito con Polanyi, Sennett considera que el paternalismo quería remediar en algo el
aislamiento y abandono en que quedaron los individuos frente al mercado; situación
que más adelante resultó moderada por el Estado asistencial. La integración
simbólica de familia y trabajo, asi como la cohesión y estabilidad comunal que
esperaban lograr los paternalistas empresariales apuntaba también a obtener tasas
más elevadas de productividad.

3- Rentabilidad: orientación presente en numerosas ciudades – fábrica que ante el


volumen de sus operaciones y el número de trabajadores vinculados a ellas, se
diversificaron hacia la construcción de viviendas y la propiedad de tiendas al por menor
en las que vendían a los empleados.

El análisis de Thompson destaca la teatralidad impactante de las prácticas


paternalistas y su papel en el sometimiento de los subordinados, del mismo modo
que la compleja reciprocidad que vincula a las dos partes implicadas en la relación
de autoridad. Sin embargo su aporte al estudio del tema, va más allá, al sugerir
trascender el sentido descriptivo generalizado, del término paternalismo y su reducido
poder explicativo para caracterizar un sistema de relaciones sociales.

Como hemos visto, variadas expresiones de paternalismo se encuentran en firmas de


todos los tiempos en diversos países, de modo que no se dice gran cosa afirmando que
una sociedad o un orden de relaciones es paternalista. Por lo cual resulta útil la
indicación metodológica de Thompson, en el sentido de ir más allá de las expresiones
emotivas de las fuentes sobre bondad patronal, para analizar más bien las expresiones
institucionales que genera ese paternalismo, especialmente las que evidencian un
‗control de toda la vida del trabajador‘, que desborda lo referente a la compra de su
fuerza de trabajo. De este modo podrá valorarse la trascendencia de esa
manifestación del poder como elemento mediador en las relaciones sociales.
Asi pues, el paternalismo como rasgo propio de la interacción entre grupos sociales,
admite una caracterización descriptiva y funcional, pero lo más significativo
38 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

analíticamente sería, como lo ilustra el análisis de Sennett responder a qué


condiciones históricas corresponde y a qué procesos socio políticos e económicos
contribuye en un entorno determinado.

Esta perspectiva es provechosa en los dos casos nacionales que se pretende analizar
comparativamente, ya que en diferentes espacios sociales, se advierten distintas
expresiones institucionales de paternalismo que se han generado en compleja
simbiosis con elementos modernos de institucionalización del conflicto capital –
trabajo, relaciones laborales y organización empresarial.

Como veremos, las expresiones de autoridad y prácticas empresariales han tenido


dinámicas de cambio, que representan tanto una persistencia o continuidad de
estructuras sociales, como una serie de procesos de aprendizaje, racionalización e
institucionalización en la esfera empresarial. Del mismo modo es evidente que este
tipo de paternalismo, en un escenario en que los industriales fueron generosamente
protegidos por la política pública, y actuaron rentísticamente, cumplió el doble papel
de aportar legitimidad y servir como mecanismo de control social.

Dado que este estudio se orienta al actor empresarial como promotor de discursos
y prácticas paternalistas, la cuestión de las posturas, respuestas y actitudes del sector
obrero como destinatario y coparticipe de esas conductas a lo largo de diferentes
períodos y contextos productivos es compleja y solo parcialmente podrá abordarse. La
descripción a nivel de firmas muestra diversas evidencias de reciprocidad convencida y
clara persuasión, mientras que en otros casos se manifiesta una respuesta ritualizada,
calculada o de simple interés pragmático por los beneficios que se recibían.

En general, procesos como la profesionalización de las áreas de asistencia y bienestar


laboral; el ingreso de generaciones de trabajadores con más escolaridad y el avance de
las relaciones industriales y la actividad sindical, debilitan los supuestos de la
interacción paternalista, sin embargo como veremos, en algunos casos esta forma de
autoridad subsiste a pesar de tales cambios o resurge y vuelve a ser promovida en
períodos más recientes.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 39
perspectiva de análisis

1.2.4 Desarrollo del Sistema de protección social y ocaso del


paternalismo
En términos generales, el final del paternalismo como esquema de autoridad y
discurso legitimador del poder desde el enfoque tradicional ocurre en la medida que
se afianza la modernidad con sus valores democráticos, la lógica de los derechos
sociales, los acuerdos entre sectores de la sociedad y contratos en el marco legal. Se
produjo una lenta evolución, en la que pervivieron elementos tradicionales, y ocurrieron
complejas y variadas interacciones entre las nacientes instituciones de protección y el
paternalismo de autoridades y patronos, en una etapa en que la industria y la
empresa moderna surgían y se afianzaban.

Las tesis de la clásica obra de Karl Polanyi (1997) sobre el desarrollo del capitalismo y
la sociedad moderna, giran en torno a la interacción entre el movimiento de expansión
continua del mercado y el contra movimiento de protección de la sociedad; dinámica
que en principio tendió a fortalecer la auto regulación del proceso. El empuje sin
precedentes del capitalismo desde el siglo XVIII amenazaba tan seriamente a la
sociedad que fue necesario proteger, no solo a los seres humanos y los recursos
naturales del impacto del mercado autorregulado, sino también a la propia
organización de la producción capitalista.

En este trasfondo se detalla el antagonismo histórico de dos fuerzas esenciales, por una
parte, el liberalismo económico orientado al mercado auto regulador y sustentado en el
librecambio por las clases comerciantes; por otra, la protección social dirigida a
conservar al hombre, la naturaleza y todos los afectados por la acción del mercado. Este
último propósito era de interés para la clase obrera, y los propietarios de tierras, que se
esforzaban por estructurar una legislación protectora, asociaciones restrictivas e
instrumentos de intervención.

En el siglo XIX, en todos los países capitalistas se produce un conjunto de


manifestaciones ‗casi universales y generalmente de orden exclusivamente práctico‘ que
permiten concretar este movimiento proteccionista; se trata de reformas, regulaciones y
nuevas instituciones orientadas a rectificar un buen número de consecuencias
negativas del avance irrestricto del mercado.
40 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En el análisis de Polanyi, no es el Estado el que se contrapone al mercado sino la


sociedad, en una línea de actuación en la que participa el empresariado, o parte
apreciable del mismo, como componente de la sociedad. Es asi como en las compañías
se establecen algunos elementos de bienestar y amparo, que al mismo tiempo que
anticipan los futuros sistemas nacionales de protección, son una continuidad de
antiguas tradiciones gremiales y artesanales. Sin embargo, dadas las condiciones en
que se producen, esas prácticas patronales son también una calculada obsequiosidad
que corresponde a propósitos de control social, legitimidad de la autoridad, mejor
manejo de la fuerza de trabajo.

En consecuencia, el paternalismo tiene el doble carácter de inicial instrumento de lucha


contra la inestabilidad obrera y primitiva forma de protección social, al mismo tiempo
que encarna un ideal regresivo del que se quisieron apartar los sectores obreros
(Castel R., 1997: 262).

En torno a la conformación de la relación asalariada y sus cambios, Robert Castel


describe procesos como la génesis de una idea laica de previsión que comenzó a
hacerse más importante y a tener instrumentos de realización como las cajas de
ahorro y las sociedades de socorros mutuos del siglo XIX. Estas últimas, no estuvieron
exentas de tensiones dado que podían ser empleadas para fines reivindicativos, pero
tuvieron apoyo patronal y significaron una esperanza de mejoramiento de la suerte de
las clases populares que resultaba compatible con la estructura liberal de la economía.
El nexo empresa - patronato dio mucha fuerza a este mecanismo, en virtud del poder
casi total del dueño de compañía sobre los obreros. Un patronato con connotaciones
morales surge cuando el patrono considera que más allá de un trueque de salario por
trabajo, debe haber interés por el obrero y esfuerzo por serle útil, desarrollando de ese
modo un elemento tutelar que se veía como una previsión de padre, un deber para
saldar totalmente su deuda con el trabajo.

Por otra parte, era también claro que al brindar servicios no impuestos por la estricta
lógica del mercado, el empresario combinaba elementos ideológicos y pragmáticos
inspirados en la equidad, que al mismo tiempo eran convenientes a su propio interés.
Los principales amparos del patronato se relacionaban con enfermedad o accidente,
mejoras en la vivienda, educación y ocio sano, pensión de invalidez, apoyo a viudas y
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 41
perspectiva de análisis

huérfanos, y en ellos el patrón se convertía en organizador de la seguridad del obrero a


quien se veía como incapaz de previsión y ahorro.

Es significativo que estos primeros industriales, partidarios del liberalismo económico


con su base contractual y salarial modernas, mantenían un tipo de relación tutelar
que era una supervivencia del mundo de las relaciones feudales, pero que les hacía
sentir que merecían el autentico nombre de ‗patrón‘ y eran más que un simple amo
o empleador: patrón significaba seguridad y paz, pero también subordinación. El
patronato se hizo paternalismo en las primeras fábricas, aunque el primero poseía
componentes más tradicionales, ambos tenían en común ser intentos de lucha de
conjunto contra la inestabilidad obrera, de modo que pueden considerarse las primeras
formas sistemáticas de protección social.

Obviamente, para Castel había aquí una paradoja ya que estas innovaciones
reactivaron formas muy arcaicas de dominación: hacen olvidar los avances de la
modernidad y proponen una utopía reaccionaria. Lo que deja en claro este proceso es
que el liberalismo desplegó dos modelos de organización social con tensiones entre si:
el intercambio contractual entre individuos libres, iguales, razonables y responsables; y
el intercambio desigual con quienes no podían entrar en la lógica de la reciprocidad
contractual. Este último se consideró el espacio para las intervenciones sociales.

El crecimiento de la industria, con sus exigencias de organización en gran escala


impuso relaciones objetivas y definidas por las tareas a realizar, suprimiendo las
relaciones de dependencia personal regidas por costumbres e imperativos morales. En
consecuencia, las relaciones formales y burocráticas desplazan gran parte del
paternalismo y sus relaciones de sujeción personal y afectiva.

Castel parece compartir con Polanyi la idea de que la empresa como institución
económica central del capitalismo, debe conciliar procesos que conllevan fuerte
antagonismo, en el centro de los cuales surge el fenómeno del paternalismo. Asi p.e.,
en el pasado fue continuadora de prácticas protectivas tradicionales como el patronato y
partícipe de otras nuevas como el mutualismo del seguro obligatorio; asi mismo, en el
42 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

presente sigue teniendo un dilema conflictivo entre los reclamos sociales y el


imperativo del mercado.

Sin embargo, una visión completa de la interacción de la firma, los sectores obreros
y la sociedad entorno a la conformación de mecanismos de protección social, pasa
por la comprensión de las dinámicas políticas. A ello se dirige el análisis de Jacques
Donzelot (2007) sobre la irrupción de lo social en el discurso político y su proyección
en las acciones estatales en Francia, con especial énfasis en las implicaciones del
proceso de 1848.

Este autor muestra distintos momentos de un prolongado debate social entre una
vertiente liberal que hace fuerte énfasis en el papel del mercado y otra que reclama la
intervención del Estado para mitigar los visibles efectos de la pobreza y desigualdad
de fortuna. El factor desigualdad en lo civil, es fundamental dado que hace aparecer
como incoherente un discurso centrado en la igualdad política y los valores
democráticos que se esperaba realizar en un proyecto republicano y soberano,
supuestamente aceptable para todos los sectores sociales.

Los debates políticos y las reflexiones filosóficas de la época trazaron las aristas de lo
que se denominó la cuestión social, entendida como producto de la contradictoria
situación en que por una parte, se garantiza formalmente soberanía política a todos,
mientras que por otra se mantiene una tangible inferioridad en la condición civil de una
parte de la población. Se reflejaron los dilemas políticos del momento, y el temor a los
discursos demagógicos, las expectativas de los sectores mayoritarios desposeídos y
los avances socialistas; del mismo modo que la aprehensión a que surgiera un Estado
que por intervencionista se hiciera monopolizador de la riqueza y la actividad económica.
Todo lo anterior llevó a que estas tensiones políticas se resolvieran dando más
importancia al derecho al trabajo, como forma de equilibrar lo que hasta entonces había
sido el enaltecido derecho a la propiedad, y a ambientar una especie de idea demócrata
cristiana sobre la asistencia como deber moral, antes que como derecho. Otras
importantes respuestas estuvieron en el surgimiento de la idea de solidaridad, derecho
social y negociación como forma de resolver las expectativas y temores entre los
grupos sociales.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 43
perspectiva de análisis

En el mundo del trabajo, la consecuencia de esta idea de solidaridad sustentada por


varias corrientes teóricas, fue la aplicación del derecho social y la técnica aseguradora
como solución no revolucionaria a problemas sociales como la enfermedad
profesional, los accidentes de trabajo, el desempleo, la vejez. De éste modo, con un
mecanismo de ahorro o ‗sacrifico previo‘ y socialización de riesgos se hacía posible
que ciertas garantías y protecciones al trabajador ya no dependieran solamente del
sentido de responsabilidad del patrono o de los instrumentos de reclamo legal del
asalariado.

La escuela tradicionalista reconocía el problema, pero seguía apegada a dispositivos


morales como la buena voluntad del empresario, el papel social de la familia y la
ayuda mutua. En última instancia la técnica aseguradora y sus certeza estadísticas,
tenía el doble papel de suprimir la conflictividad política y confrontar el paternalismo
voluntarista.

Frente a la homogeneización y carácter abstracto – racional de la lógica aseguradora y


de los derechos sociales, contrastaba el paternalismo aplicado con los consejos de la
magistratura del trabajo, la libreta de trabajo y el reglamento de los talleres; modelo de
autoridad que había sido desarrollado por los patronos casi facultados por la autoridad
del Estado. Bajo esta idea tradicionalista de responsabilidad y libre arbitrio del
empleador, se fomentó el particularismo con elementos de control y tutela, que
pretendieron llegar hasta la vida privada del trabajador, y resultaron altamente
restrictivos de su libertad y movilidad.

Una vez resueltas estas tensiones políticas, el paternalismo como elemento de


arbitrariedad del empresario e intrusión controladora en la vida personal del trabajador
se superó en virtud del desarrollo de la técnica aseguradora, ya inscrita fuertemente en
las instituciones del Estado – Providencia. A nivel de las firmas, lo anterior se reforzaba
con el surgimiento de la democracia industrial y sus procedimientos sindicales y
participativos; igualmente la corriente de la normalización del taylorismo con su
potencial productivo y de racionalización del ejercicio de la autoridad contribuyó a
superar el sistema de manejo paternalista.
44 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Obviamente, el proceso de institucionalización de la protección social en un marco


político moderno presenta diferentes variantes según como ocurra la interacción de
aspectos legales y organizativos, y los diferentes ordenamientos entre Estado, mercado
y familia, en todos los cuales la postura ante el paternalismo es definitoria

En el planteamiento de Esping-Andersen (1993) sobre los tres regímenes de Estado


bienestar (conservador, liberal y socialdemócrata) se valora el aporte de la política y la
movilización obrera a la formación de los Estados de bienestar, pero desde la mirada de
los casos específicos se sugiere comprender su evolución ‗...como el resultado de la
historia del Estado en la formación de la nación y/o la influencia del conservadurismo y
del catolicismo‘. Dentro de los factores políticos se contempla el modelo de formación
política de la clase obrera y el tipo de coalición política de clase que permite asumir
la transición de la economía rural a la sociedad de clases medias (Esping-Andersen
G., 1993: 21, 54).

En la explicación del surgimiento y configuración variada del Estado Bienestar se


sopesan las teorías funcionalistas de la modernización y las teorías del poder.
Admitiendo que las diferencias de enfoque dificultan la vinculación de los aportes de
la primera que mide con mucha precisión un conjunto limitado de variables y de la
segunda que explora más amplia e históricamente la política.

Se contrasta la tesis de los inevitables procesos de redistribución ligados al


crecimiento demográfico, urbanización, industrialización y salarización, con su opuesta
que valora la manera en que la política y el balance de poder inciden en la sociedad
y determinan el perfil del sistema de protección social: su grado de desmercantilización
del trabajo, estratificación y universalismo.

La armonización final y un poco provisional de las dos perspectivas lleva al análisis


relacional del poder en el que se interpreta la construcción del Estado bienestar en
cada país, aceptando el impacto combinado de los movimientos de izquierda y el poder
católico ‗absolutista‘. El análisis estructural de aspectos significativos del sistema de
protección social, identificando las determinaciones históricas y la influencia de lo
político en su desarrollo haría posible definir la causalidad del proceso (Esping-
Andersen G., 1993: 180).
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 45
perspectiva de análisis

Aunque el avance del Estado Bienestar por naturaleza suprime el paternalismo, la


conformación del modelo conservador presenta un buen número de nexos y
afinidades con él. Los promotores de la variante conservadora de la protección social
resisten a la mercantilización de los individuos pero solo en razón del peligro que ello
representa para el mantenimiento de su poder y privilegios; asi mismo optan por la
ayuda paternal de las economías domésticas, los gremios y el papel benefactor de la
iglesia, generando tres líneas de evolución: feudal, corporativista y estatista. Dentro de
la primera, el favoritismo y el clientelismo son las versiones más recurrentes, con
prácticas paternalistas que se extienden hasta el presente y llegan a ser un elemento
del pasado que contribuye al avance de la empresa privada moderna Esping-
Andersen G., 1993: 62.

La combinación de salario y bienestar social, con mecanismos de ayuda a viudas y


huérfanos fueron características de la actividad de corporaciones y gremios y formas
de integrar a los individuos y resistir a la mercantilización; las tendencias de abolición
de gremios hicieron que evolucionaran a mutualidades. En el modelo estatista a
esta misma integración social se adicionaba la conservación de la autoridad y la lucha
contra el socialismo; este esquema tuvo versiones absolutistas caracterizadas por el
compromiso paternalista y autoritario para la protección social de los súbditos (Esping-
Andersen G., 1993: 63).

Los casos nacionales que aquí estudiaremos, muestran que el desarrollo de elementos
institucionalizados y públicos de protección social riñe con la continuidad de las formas
paternalistas. Sin embargo, lo que resulta más notable es que la forma como se
estructuran las instituciones de protección social, los procesos políticos que las
sustentan y la debilidad de su base económica y de la gestión estatal, hacen que, el
asistencialismo de inspiración paternalista, que en otros escenarios es considerado una
vetusta e indeseable práctica, no solo tenga continuidad en el manejo de las firmas,
sino que perviva en políticas e instituciones públicas de protección social.

1.3 El problema, su periodización e interrogantes


En el medio empresarial el paternalismo, se manifiesta como un conjunto de valores y
prácticas sociales que determinan una particular forma de relación entre patronos y
46 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

trabajadores que mantiene un carácter personalizado, en donde se actúa con referencia


a un acuerdo tácito de reciprocidad, según el cual, el salario y los componentes de la
remuneración o beneficios aportados por el empleador se consideran en parte como
dádivas generosas, que deben tener a cambio la lealtad irrestricta y la sumisión
incondicional por parte de los trabajadores.

Los componentes de la relación paternalista son muy variados según la época, el


espacio nacional, sector de actividad en que ésta se asienta; del mismo modo, el
género, nivel educativo y edad del trabajador que se inscribe en ella determina sus
características. Los casos estudiados presentan una amplia gama de rasgos, desde
elementales dádivas, que evolucionaron a elaborados esquemas asistencialistas
orientados a la alimentación, salud, recreación, vivienda, ahorro destinados a los
dependientes y a poblaciones próximas; prácticas comunitarias, religiosidad, ritos y
ceremonias de interacción afectiva entre patronos y trabajadores; conductas
ejemplarizantes y dispositivos de moralización, control e intervención en la vida privada
familiar y el tiempo libre.

Un aspecto fundamental en la definición de una relación laboral como paternalista es


que tanto trabajadores como patronos, creen en la existencia de un pacto de
recíprocos compromisos, en el que a cambio del voluntario y justo proceder del
empresario en la remuneración y condiciones de trabajo, el subordinado debe
corresponder con lealtad personal, esfuerzo y compromiso con sus labores. Otras
ideas que refuerzan esta concepción del vínculo laboral, se relacionan con la visión
de desvalimiento del obrero y la consiguiente obligación del patrono de protegerlo y
ayudarlo a conducir convenientemente su vida. Del mismo modo, la representación en
el trabajador, p.e, un migrante de la vida rural, de un sentimiento de gratitud hacia
quien, considera le ha ayudado a insertarse en el mundo de la fábrica y la vida
urbana.

Con esta forma de relacionarse con sus subordinados, los patronos combinan
elementos pragmáticos e ideológicos, conformando prácticas e instituciones que
tuvieron dinámicas de cambio a lo largo del siglo XX. La concesión unilateral de ayudas
y auxilios variados por parte de empresarios, se convierte en una especie de
asistencialismo originado en las compañías, y como tal puede ser visto como
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 47
perspectiva de análisis

simplemente paliativo frente las necesidades sociales; mecanismo de remuneración


indirecto que puede ser contingente y a veces adverso a la construcción de mecanismos
institucionales de protección social, o capacidades autónomas en los receptores de las
ayudas.

Un buen número de procesos de crecimiento económico y cambios técnico –


organizativos, contribuyen a debilitar el escenario de esta primera configuración del
paternalismo. La profesionalización y especialización de la organización; la introducción
de criterios de cálculo y control sistemático de la producción; la mayor influencia de
elementos de normatividad laboral, instituciones de seguridad social pública,
representación sindical y relaciones industriales, llevan a que se deje de lado el
personalismo de las relaciones, el libre arbitrio patronal y la idea de que las
necesidades del trabajador se resuelven con la generosidad del patrono. En lugar de
ello, se abre paso la certeza de que el salario y beneficios hacia el trabajador son un
derecho o un objeto de negociación entre el capital y el trabajo, tanto como un
prerrequisito para el funcionamiento del proceso productivo.

Sin embargo estos cambios, que dependen tanto a la dinámica de las firmas como de
la acción estatal, no transforman de modo tan rápido y consistente la vida de las
empresas, y en ocasiones el papel del pionero, como autoridad tradicional se mantiene,
y se transfiere a las incipientes instancias de racionalización de la administración de
modo que persisten muchos aspectos del manejo paternalista, aunque en compleja
combinación con nuevos elementos en la organización.

Lo anterior conduce a la cuestión de las dinámicas de cambio y posibilidades de


periodización del fenómeno. Alemany García (2005, 14), sitúa una primera etapa
determinada por consideraciones pragmáticas: la proyección patronal de una imagen
de filantropía destinada a ocultar la explotación de la fuerza de trabajo. Más adelante
esta forma de interacción entre patronos y trabajadores se estructura y presenta como
alternativa para confrontar tanto de los movimientos revolucionarios de izquierdas como
del liberalismo de laissez faire.
48 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En la primera etapa los alojamientos, Cajas de socorros y retiro, buscaban asegurar el


arraigo y sometimiento de las enormes cantidades de trabajadores que se requerían,
logrando sortear el conflicto con el liberalismo del laissez faire, en tanto que se
asegurara el no intervencionismo de Estado. Estas prácticas paternalistas, moderaron
un poco las duras condiciones del primer industrialismo, y a veces eran hechas con
agrado por los empresarios a condición de que el Estado no interviniera de modo alguno,
salvo como gendarme ante las revueltas.

La caracterización del paternalismo empresarial que aquí se hace, apunta a describir


y contrastar para los dos países en que se analiza, la capacidad de mutación y
continuidad de ésta forma de autoridad y su relación con variables de contexto y
procesos específicos de cada país. Atendiendo a la estructuración de las interacciones
entre patronos y empleados, del mismo modo que a las condiciones históricas, es
posible diferenciar las siguientes tres etapas del fenómeno, de las cuales este estudio
analizará comparativamente para Colombia y Venezuela las dos primeras.

1.3.1 Paternalismo de pioneros y primeras épocas de las empresas


En los primeros tiempos del desarrollo industrial, cuando pioneros y ‗capitanes de
industria‘, a veces dando continuidad a valores tradicionales y estilos familiares de
mando, y dentro de un manejo altamente personalizado, con su trato deferente y sus
dádivas al incipiente grupo de trabajadores industriales, buscaron resolver diferentes
problemas prácticos. Era prioritario conseguir su integración estable como fuerza
obrera, lo cual incluía evitar su desplazamiento a otras actividades o regiones; asegurar
una motivación para aprender oficios y habilidades industriales; generar disciplina
respecto a las exigencias de sus puestos; suplementar la ausencia del Estado frente a
temas de salubridad y asistencia básica.

Este tipo de paternalismo de pioneros y fundadores de empresa, está muy ligado al


prestigio e imagen del empresario como líder y ejemplo de trabajo, que con su
proximidad y deferencia motiva esfuerzos e integra a trabajadores que apenas se
acercan al trabajo fabril. Ejemplo de este tipo de influjo personal como mecanismo de
control y organización del trabajo fueron Leo Kopp en Bavaria; los hermanos Samper
en su fábrica de cemento; algunos de los empresarios Echavarría de Antioquía; en el
misma lógica se encuentran empresarios venezolanos como Alejandro Hernández de
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 49
perspectiva de análisis

Industrias Pampero; Luis Bigott con su fábrica de cigarrillos y Eugenio Mendoza en


su primera etapa como industrial. Esta configuración del paternalismo se va
extinguiendo en una fecha difícil de precisar, porque depende de dinámicas
sectoriales y nacionales, pero que se puede ubicar como posterior a los años 30s para
Colombia y a los años 50s para Venezuela.

1.3.2 Paternalismo de empresas providencia


Se trata de una etapa más avanzada, cuando organizaciones más complejas y
desarrolladas, actuaban en el marco de políticas de industrialización sustitutiva; en este
momento se desarrollaron programas asistenciales más consistentes, en las que se
tenía una estructura de manejo más burocratizada, pero la firma continua cumpliendo
funciones como dispensadora de beneficios para sus empleados y, en ocasiones para el
entorno social en que opera. Es esencial que en esta etapa, patronos y directivos
mantienen valores que los llevan a sentirse responsables por la situación de sus
trabajadores; asi mismo, respecto a las comunidades aledañas, ciertos beneficios y
apoyos materiales hacia el exterior se entienden como un inevitable obligación moral
de socorro ante la pobreza reinante o retribución por los recursos naturales utilizados y
los impactos generados.

En este caso, los trabajadores perciben la empresa como entidad generosa, por sus
niveles salariales y servicios adicionales que no se aplican en otras firmas de la zona;
del mismo modo puede tratarse de la típica fábrica – pueblo, en la que una gran
unidad de inversión y transformación se establece en un área poco habitada y distante
de otros centros urbanos, generando un asentamiento humano que depende en sus
ingresos y satisfacción de todas sus necesidades de la gran empresa industrial.

La etapa de las empresas providencia se extiende a lo largo de varias décadas del siglo
XX, generando ciertas dinámicas de cambio y adaptación ante procesos del entorno
como la conformación de organizaciones sindicales; institucionalización de las relaciones
industriales; primeros avances en los sistemas de protección social. En Venezuela
se encuentran ejemplos de este modelo providente, en grandes firmas del sector
petrolero y minero, pero también en firmas industriales nacionales, de las cuales el caso
más representativo es el Grupo Mendoza; en Colombia se destacan diferentes estilos
50 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

dependiendo de las regiones y sectores de actividad: Ingenios azucareros y Carvajal


en el Valle del Cauca, textileras y otras industrias en Antioquía; firmas de Bogotá y
centro del país; empresas con participación pública como Acerías Paz del Río y
Ecopetrol.

1.3.3 Neo paternalismo de las épocas más recientes


El resurgir de algunos elementos paternalistas, se advierte hoy en firmas, con
frecuencia destacadas y bien posicionadas en el mercado. En tales casos, después que
las estrategias de flexibilización han llevado a la extinción de la actividad sindical y
parte apreciable de los derechos laborales, y la supremacía patronal define
unilateralmente todos los aspectos del manejo laboral, con propósitos conciliadores y de
estímulo al compromiso y la calidad en el trabajo, se vuelve a apelar a discursos de
integración; actitudes de personalización y deferencia; fragmentarios beneficios y
políticas de bienestar (Dombois R Pries L., 2000; López C., 2002).

Asi mismo, en otras formas contemporáneas de relación entre el empresariado y la


sociedad, como las actividades filantrópicas y las de Responsabilidad social
empresarial RSE, se ha hallado un resurgir de prácticas paternalistas (Fleming P.
2005; Vidal M., 2010).

1.3.4 Razones de la perdurabilidad y mutación del estilo


paternalista de autoridad en las empresas
La periodización que se acaba de presentar, del mismo modo que la perspectiva sobre
estudios del tema que se resumió (Ver tabla 1.1), sugiere la continuidad de ideas y
prácticas paternalistas en una amplia época que va desde los primeros tiempos de la
firma moderna, hasta el presente. Los empresarios, en simbiosis con elementos
avanzados de la tecnología y la organización productiva capitalista, y con diferentes
énfasis y estilos, han mantenido ésta forma de autoridad tan típicamente pre -
moderna, debido a su versatilidad para apoyar diversos propósitos de control y
manejo de las firmas en diferentes escenarios y etapas históricas. Asi mismo, es
evidente que el ejercicio público de la generosidad, es una de las formas de exhibir la
teatralidad y poner en escena el papel de las clases dominantes.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 51
perspectiva de análisis

Los casos analizados en diferentes períodos históricos, y los aquí estudiados muestran
variadas modalidades de trato paternalista con las que los empresarios quisieron
conseguir diversos propósitos. En las primeras etapas de la industrialización, para los
empresarios tendría significación la idea de actuar de acuerdo a lo que consideraban
un deber social de las clases superiores, o el propósito de ser consecuentes con una
tradición y prestigio familiar; del mismo modo la mencionada necesidad de arraigar,
adaptar y controlar a una incipiente fuerza obrera industrial.

Desde los años 50s en los países estudiados, empieza a construirse el marco
institucional y regulativo (normatividad laboral, seguridad social, relaciones industriales y
negociación colectiva con representación sindical), que en esencia debería cumplir el
papel de referente moderno e impersonal en la gestión de la fuerza de trabajo y las
relaciones laborales. Sin embargo el avance de estas instituciones resulta tan lento y
errático, que siguen teniendo presencia las prácticas paternalistas, pero ahora los
motivos predominantes son los de dar legitimidad15 a la autoridad patronal dentro y
fuera de la planta: ante los trabajadores buscando aceptación y ante el entorno
creando una imagen positiva de la actividad empresarial.

En relación a lo anterior, las condiciones de la política de industrialización sustitutiva y,


específicamente para Venezuela de rentismo petrolero, que trasfirió recursos públicos
al empresariado, del mismo modo que cierto influjo de la lucha obrera y protesta social,
determinaron que las firmas emprendieran y divulgaran más sistemáticamente sus
acciones asistenciales.

En síntesis, en la etapa que hemos denominado de empresa providencia, aunque


existe un manejo de las organizaciones más moderno y profesional, y se ha extendido el
campo de acción del derecho laboral y la contratación colectiva, en el heterogéneo
escenario empresarial persisten ideas acerca del bienestar laboral y buena

15
La noción de legitimidad que aquí se emplea es la que define Max Weber (1922), como
elemento diferenciador de las distintas formas de autoridad que propone. En este
planteamiento, la obediencia no depende solamente de la imposición de la fuerza coercitiva,
sino que son esenciales elementos de aceptación y consentimiento voluntario, que aseguren
en el subordinado un mínimo de voluntad o interés por acatar los mandatos.
52 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

remuneración ligada a la generosa voluntad del patrono o los directivos. Se percibe


que solo en un reducido número de firmas se tienen tales condiciones
(excepcionalidad), del mismo modo que éstas superan los parámetros exigidos por las
normas legales, y que por largos periodos fue reducida la capacidad del Estado para
exigir el cabal cumplimiento de las obligaciones laborales. Para trabajadores y
patronos, en la conformación de las relaciones laborales y las condiciones de trabajo,
parece incidir poco al poder de regulación del Estado, y es muy débil el mecanismo de
los acuerdos y pactos en el interior de la empresas. En los asalaridos sigue siendo
fuerte la idea de que dependen de la disposición del patrono a dar ‗un buen trato‘.

En la actualidad, en empresas donde es característica la desindicalización y


flexibilización, amplias franjas de trabajadores con vinculación temporal y precarias
condiciones de trabajo, son liderados por directivos interesados en promover planes
de competitividad que requieren un desempeño comprometido y aporte inteligente. En
tales contextos y dentro de estrechos límites, se configura el manejo neopaternalista, ya
que se vuelve a construir la idea del patrón benevolente que generosamente renueva
el contrato y concede algunas dádivas, y el trabajador leal que debe sientir como
suyas las metas de la organización.

Asi pues, a lo largo del siglo XX y hasta el presente, desde las primeras actividades
fabriles, con desigual intensidad y en variadas configuraciones, ha persistido en las
relaciones laborales, una incesante y compleja mutación del típico nexo
paternalista. Sin embargo, debemos precisar que en muchos casos las firmas otorgan
beneficios y servicios a favor de los empleados, en contextos en los que para las dos
partes, es completamente claro que se trata de uno de los componentes de la
remuneración obtenida a cambio de un aporte al proceso productivo; de una
obligación patronal; de un derecho garantizado por normas legales y convencionales,
que es también una retribución estándar en el mercado laboral.

A diferencia de ello, el elemento definitorio de la existencia del fenómeno que


estudiamos, es más bien el específico sentido que los actores sociales le dan a tales
concesiones, la percepción de las mismas como acciones voluntarias y benevolentes, a
las que los trabajadores deben corresponder, y que se hallan inscritas en un marco de
recíprocos compromisos. Si en el pasado, en mucho espacios era evidente la idea
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 53
perspectiva de análisis

de que unas aceptables condiciones de remuneración, más que del cumplimiento de


derechos, dependían de la ‗liberalidad‘ del patrono, en los escenarios desregulados y
precarios del presente, cualquier elemento que supere la baja calidad promedio de las
condiciones de trabajo, es presentado y percibido en muchos casos como una
generosa concesión.

1.3.5 Interrogantes y procesos específicos a los casos de


Colombia y Venezuela
Diversas cuestiones pueden formularse respecto a la perdurabilidad y capacidad de
renovación en la concepción paternalista en la empresa, que con similitudes y
particularidades se advierte para los países analizados, tanto si se consideran los
períodos diferenciados de su aplicación como las variadas condiciones y factores que
inciden en su desarrollo; nuestro análisis agrupa los interrogantes bajo tres enunciados
principales:

1 - El paternalismo de las primeras etapas de las empresas, aún en los países más
avanzados, puede ser entendido como un rasgo usual y característico en la transición
del estilo de autoridad tradicional hacia las formas modernas en el marco de los
procesos de avance industrial y organizativo de las firmas. Sin embargo, en Colombia y
Venezuela la persistencia y notoria continuidad de este fenómeno hace parte de las
modalidades de gestión de la fuerza de trabajo configuradas bajo las políticas de
industrialización sustitutiva ISI.

En un escenario en que los principales industriales fueron protegidos por el Estado


(con mayor intensidad en Venezuela), y en ambos países claramente exhibieron
conductas rentísticas, con sus programas paternalistas de manejo de los trabajadores y
agenda filantrópica pretendieron legitimarse ante la sociedad. Éstas formas de gestión
de personal y el típico asistencialismo que generaron, en medio de particularidades y
diferencias de estilos nacionales, relativas a aspectos culturales y económicos,
tuvieron un carácter altamente sincrético respecto a otros procesos y necesidades de la
industria en crecimiento, de modo que sirvieron también a propósitos de control social
y en alguna medida redistribución de riqueza.
54 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

2- En relación con la dimensión socio política, la perdurabilidad de las prácticas


paternalistas y su pervivencia en firmas más avanzadas del siglo XX está relacionada
con el escaso desarrollo en la vida de las organizaciones de elementos de una autentica
democracia industrial como los acuerdos sociales, la normatividad laboral y la libertad
de asociación. Lo anterior se corresponde y refuerza a nivel de la esfera política con la
debilidad de los derechos ciudadanos, tenue definición de lo público, y en general
limitado desarrollo de las instituciones democráticas modernas. Esta situación queda
evidenciada con la reducida presencia del Estado en lo provisión de ciertos servicios de
interés social y en últimas lo que llegará a ser la conformación de un Sistema de
protección social fragmentario e ineficiente.

Las soluciones que han aportado los empresarios a los problemas sociales desde las
primeras etapas de la industrialización, tenía que ver con el hecho de que éstos, junto
con otras instancias sociales como la iglesia, contribuían a conformar incipientes
elementos de protección social. En el momento, en que el Estado y otras fuerzas
sociales emprenden el diseño de sistemas nacionales más integrados y amplios,
desde los años 40s para los países estudiados, comienza a cambiar el rol de las
compañías y su paternalismo. Este cambio no es tan rápido o completo, en la medida
que la creación del sistema por parte del Estado es lenta y errática, y a menudo puede
verse como una frustrada construcción que deja muchas necesidades sin ninguna
forma de amparo.

3- El paternalismo empresarial, como elemento de control social guarda ciertas


interacciones y correlaciones con los procesos de movilización obrera y lucha sindical
que acompañan el desarrollo industrial. Al mismo tiempo que se produce un impulso
industrializador que lleva al crecimiento y expansión de empresas modernas, en los dos
países se expresa un sector obrero cada vez más organizado y beligerante
políticamente. El empresariado temeroso de posturas radicales y generadoras de
fuertes antagonismos, buscó con el trato deferente y las dádivas, prevenir el
surgimiento o consolidación de organizaciones sindicales.

Aunque en este tipo de compañías surgieron organizaciones obreras que plantearon


con variadas posiciones, desde la irrestricta cooperación hasta el antagonismo más
extremo, y en algunos casos falta totalmente la presencia sindical, es evidente que
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 55
perspectiva de análisis

buena parte del modelo de control paternal se diseña para promover la conformidad,
desarmar las exigencias obreras y desestimular su organización independiente.

En muchas ocasiones el brote de manifestaciones de organización reivindicativa y


autónoma se percibe como el ultraje a un sentimiento y valores compartidos; y la
representación de los intereses obreros a través de un sindicato se señala como lo
más incongruente y chocante frente al modelo de entendimiento personalizado y afectivo
que creen haber construido ciertos patronos. En tales medios se defendió un pretendido
estilo de relaciones directas y extendidas a varias dimensiones, frente a lo que se
señalaba como la lógica desconfiada y formal del contrato y la negociación
colectiva.

Otra dimensión del paternalismo como mecanismo de lucha contra la actividad sindical
era el contrapunteo o rivalidad que tenía implícito el paternalismo patronal respeto a
los procesos y conquistas obreras de otros sectores económicos y regiones, que en el
discurso de los sectores dominantes se descalificaban, y cuya emulación en sus
medios empresariales se deseaban evitar a cualquier precio.

En el caso colombiano, las dinámicas católicas y paternalistas de la región de Antioquía,


epicentro de la génesis industrial nacional, se combinaron con esfuerzos para evitar la
formación de sindicatos beligerantes y luchas como las que emprendieron los
trabajadores del Río Magdalena, ferrocarriles y enclaves petroleros y bananeros de
regiones vecinas. Los programas paternalistas de las firmas industriales de capital
venezolano, aunque reproducían algunas de las prácticas del campo petrolero
extranjero, también pretendían prevenir el surgimiento de movimientos obreros
similares a los de éste sector.

1.4 Aspectos metodológicos


1.4.1 Comparabilidad Colombia - Venezuela
Latinoamérica considerada como región económica y socio política alberga una alta
diversidad de estructuras y una gran heterogeneidad en sus poblaciones, extensiones
territoriales y desarrollo industrial; al interior de cada país también son evidentes las
56 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

diferencias en niveles educativos, empleo y el contexto de los sectores productivos y


empresas.

Una primera explicación de diferencias y particularidades, se encuentra en el ya


clásico ensayo de Jaime Jaramillo (1969) sobre la personalidad histórica de Colombia,
en las que este historiador reflexionó y contrastó la situación del país en el escenario
de las determinantes históricas latinoamericanas desde antes de la etapa colonial,
ubicándolo en una posición media respecto a la intensidad con que se manifiestan
variables y procesos como densidad y unificación de sus poblaciones precolombinas;
mestizaje; inmigración; afluencia de población afro; fortaleza de las instituciones
coloniales; arquitectura colonial y riqueza minera. Con lo que se quiere decir que
respecto a esos factores Colombia no puede ser situada dentro del grupo de naciones
en las mejores situaciones, pero tampoco en el de las menos afortunadas.

Una mirada a las dinámicas económicas y procesos de desarrollo en el siglo XX


muestra la misma diferenciación y gradación de matices, asi p.e. en muchos países de
Centroamérica el llamado modelo primario – exportador continúo teniendo presencia
(Cohen I., 2003), al tiempo que otros como Brasil y México, a tono con los estímulos
de las inversiones extranjeras y sus crecientes mercados internos, desarrollaron una
más consistente industria, que con rasgos de fordismo periférico, hoy muestra una alta
capacidad productiva.

Estos esfuerzos de industrialización estuvieron acompañados por procesos de


urbanización, conformación diversa de los Estados nacionales y surgimiento de nuevos
actores sociales y sectores como el empresariado, gremios económicos, grupos
profesionales, organizaciones obreras. Con más complejidad, se advierte también la
presencia disímil de elementos keynesianos, acuerdos corporativos y esbozos de
Estado Bienestar. La consideración de estos factores y procesos muestra una
diversidad y diferenciación muy apreciable, aún limitando la observación a los países
andinos (Bonilla H., 1999).

Es significativo que la situación intermedia de Colombia descrita por Jaramillo, vuelva a


hacerse manifiesta en una mirada panorámica sobre varios importantes temas
contemporáneos, del mismo modo, el que Venezuela aparezca en una condición
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 57
perspectiva de análisis

similar en varios de esos tópicos. Es asi cómo una consideración a nivel de América
latina, sobre el desarrollo productivo y material, el grado de avance de sus sistemas
de seguridad social16; el adelanto de su educación y ciencia, deja a ambos países, en
el horizonte medio de cualquier escala que se quisiera construir. Del mismo modo,
comparten notablemente desde los años 60s el hecho de haber mantenido la
alternancia de gobiernos civiles en condiciones de libre elección, después de sendas
dictaduras militares, en una etapa en que predominaron regímenes militares en casi
todo el continente.

Los países elegidos para este análisis comparativo tienen otros aspectos en común,
además de la cultura e historia compartida desde la colonia y primera etapa
republicana: la dependencia de la exportación de materias primas; la llegada tardía y
esforzada a la industrialización; y procesos como el modelo de industrialización
sustitutiva de importaciones ISI.

Este marco de política económica, con sus estrategias de crecimiento hacía adentro,
concentración en los mercados internos, aceptación de la intervención del Estado por
parte de los grupos económicos hegemónicos, por varias décadas fue el norte orientador
de las prácticas empresariales.

En lo que se refiere a los empresarios, en ambos casos predominan los pioneros que
surgieron a partir de un reducido capital y se formaron con esfuerzo propio, iniciativa
de aprender y superar dificultades; un elemento significativo es que formaron sus
compañías trabajando muy cerca de sus empleados, enfrentando entornos muy
precarios en materia de asistencia social pública, salud y educación.

16
Evidencia de un comportamiento similar de los dos países en tópicos de natalidad y
mortalidad; y su situación media respecto a los más y los menos avanzados, puede verse en
uno de los estudios de Currie L., (1950: P1: 237 ss). Sobre la equivalente situación de los
sistemas de protección social Ver Mesa Lago (1991).
58 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Sin embargo hay también diferencias, que son notorias y determinantes en la vida de
las empresas, y que le dan relevancia a un ejercicio comparativo17. Entre las
divergencias estaría el influjo del factor petróleo en la vida venezolana: por una parte
las prácticas y expectativas generadas por las compañías extranjeras, por otra el
llamado rentismo, abundancia de recursos y consiguiente proceso distribuidor, con
manifestaciones populistas y de clientelismo en el Estado y los partidos.

Otros elementos disímiles, en el contexto nacional y la vida empresarial de los países


comparados, que se pretende relacionar con las modalidades de autoridad paternalista
tienen que ver con la rapidez y profundidad del proceso de industrialización. Mientras
que en Colombia el desarrollo fabril empezó en los años 20s, pero fue más pausado,
en Venezuela los primeros pasos se dieron en los años 40s, pero de un modo que
resultó más acelerado y forjado desde el principio como proceso de sustitución de
importaciones bajo un esquema capital – intensivo. Este proceso fue liderado por
empresarios que habían sido primero fuertes en el comercio, y luego en competencia
con importadores, establecieron fábricas en la perspectiva de producir y ensamblar
localmente bienes.

Como veremos, otras diferencias significativas para el tema estudiado, se derivan de


las variables: influjo de las ideas católicas y actitud cosmopolita de los empresarios;
formación de grupos empresariales; procesos socio políticos como la actividad
sindical y la formación del Sistema de protección social.

La propuesta de elementos fundamentales a tomar en cuenta en el análisis


comparativo de las elites políticas de Colombia y Venezuela de Medina (2004), que
dadas las características de imbricación y superposición en su conformación, es
completamente aplicable a las elites económicas y empresariales, sugiere la

17
A propósito de los elementos favorables a un ejercicio de análisis comparado de Colombia y
Venezuela en una temática muy próxima a la que aquí se quiere desarrollar, cabe destacar el
aporte de Charles Bergquist (1988) en el campo de la historia laboral en América Latina, en
donde se sopesan similitudes y diferencias de interés para el análisis, Ver (Bergquist Ch,
1988).
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 59
perspectiva de análisis

consideración de los fenómenos derivados del caudillismo, personalismo y formación


de los partidos políticos; del mismo modo que el tipo de influencia política de la Iglesia.

Se destaca la gran continuidad de las familias colombianas de elevada posición en el


ejercicio del poder a los largo de etapas de auge hacendario, comercial, cafetero e
industrial, y la pervivencia de los dos partidos tradicionales en la vida política. En
contraste, en Venezuela ocurre una casi extinción de las viejos sectores dominantes, y
su subordinación a partidos y personalismos, siendo decisivo el surgimiento de nuevas
agrupaciones, y para todos los sectores dominantes la renta petrolera como elemento
de afirmación y reproducción. A continuación, mediante la contrastación de los
contextos políticos precisaremos el entorno de sectores sociales, intereses y luchas
por el poder en el que se estructura el paternalismo empresarial.

1.4.2 Contextos, unidades y estrategia de comparación


Como se ha dicho antes, el propósito de este estudio es contrastar mediante una
perspectiva histórica comparativa, la evolución del tipo de relaciones paternalistas, en
firmas principalmente industriales, de Colombia y Venezuela. Algunas de las
manifestaciones y dinámicas de cambio en el tipo de autoridad paternalista en el marco
del avance capitalista e industrial del siglo XX, presentan similitudes y diferencias en
los dos países examinados, sin embargo varios factores de cada contexto nacional,
determinan particulares configuraciones y rumbos que el análisis debe explicar. A
continuación se puntualizan algunos aspectos de la metodología adoptada, resaltando
sus contribuciones y posibilidades a la luz de sugerencias metodológicas de destacados
expertos comparativistas.

En primer término, debe destacarse la utilidad de la aproximación comparativa en una


dimensión amplia. Dentro de un balance muy optimista acerca de antiguos y
recientes aportes del comparativismo histórico, nuevos casos e hipótesis, dialogo y
cooperación con otras disciplinas y estudios estadísticos, Theda Skocpol (2003)
sustenta la vitalidad de esta área, que por la manera de abordar sus temas, tiene la
posibilidad de hablar tanto a los académicos como al ‗hombre de la calle‘ sobre las
estructuras sociales que vivimos.
60 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Según este enfoque, en el mencionado campo de estudio, se asume un doble


desafío al estudiar el cambio social en el mundo real, ya que enfrenta interrogantes
acerca de causalidad y esquemas teóricos, tanto como otros relativos a métodos de
investigación empírica. En lo que constituye una renovada apuesta por la perspectiva
histórico comparativa, la autora encuentra nuevas ventajas en esta opción
metodológica, como la posibilidad de que el investigador se comunique con diferentes
especialistas y asuma cierto eclecticismo teórico y metodológico, que lo salva de las
limitaciones de la súper especialización y las jergas de comunidades encapsuladas a que
ha tendido la academia norteamericana18.

Asi mismo, el aporte de miradas diferentes que hace la perspectiva comparativa


histórica permitiría confrontar el conocido empleo de casos y comparaciones
deliberadamente elegidas para probar tesis ortodoxas; de modo que las aproximaciones
fundamentalistas y de modernización en estudios con amplia base estadística, pero
hechos desde supuestos poco realistas sobre zonas homogéneas, puestos en relación
con los análisis comparados, pueden generar un dialogo crítico con otras disciplinas.
Por otra parte, a pesar de que en el análisis histórico no es posible garantizar unas
condiciones de ceteris paribus, la comparación puede cumplir un papel de
experimento indirecto, que hace posible la comprobación de hipótesis: si en una
sociedad ocurre el fenómeno a que se atribuye a la causa b, puede buscar
sociedades en las que se daba a sin b, o b no condujera a a (Kocka J 2002: 48).

Nadie mejor que el pionero en la materia Bloch (1928: 115), para definir el ejercicio
analítico de comparar, entendiéndolo como ‗elegir, en uno o más medios sociales
diferentes, dos o más fenómenos que a primera vista parecen presentar ciertas
analogías entre si, describir sus curvas evolutivas, constatar las similitudes y las
diferencias y explicarlas en la medida de lo posible. Es necesario, por tanto que existan
dos condiciones para que, históricamente hablando, haya comparación: una cierta

18
Charles Bergquist (1989) describió también los peligros de la especialización extrema, que
impiden a los historiadores del primer mundo, relacionar adecuadamente la parte con el todo,
cayendo en el síndrome del ‗topo empírico‘, mientras que los temas más importantes en los
que se pueden explicar ‗las interconexiones del cambio en las sociedades totales a través del
tiempo‘, quedarían a los científicos sociales, asi convertidos en ‗halcones de alto vuelo de la
historia comparada‘. También se sustentan aquí algunas ventajas y posibilidades del historiador
de los países menos desarrollados respecto al análisis comparativo.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 61
perspectiva de análisis

similitud entre los hechos observados – hecho que en cierta forma es implícito ya de
por si - y una cierta diferencia entre los medios en que ambos han tenido lugar‘

Skocpol T., Somers M., (1980) apuntan a lo mismo cuando se refieren al contraste de
contextos como uno de los más destacados caminos para la historia comparada. A
partir de una yuxtaposición de casos se resalta una característica distintiva y la forma
como ésta afecta el comportamiento de un proceso social supuestamente general y la
posibilidad de trazar contrastes entre los casos individuales. La teorización explícita es
característica de esta historia comparada, en la que temas, cuestiones o tipos
ideales deben ser planteados al comienzo o emerger de la discusión precedente.

Es destacable que en esta perspectiva de la comparación se hace un llamado al


cuidadoso respeto de la integridad histórica de cada caso como un todo: naciones,
imperios y religiones constituyen todos relativamente irreductibles, cada una con su
compleja y única configuración socio histórica por derecho propio. Se trataría de
preservar un sentido de particularidad histórica cuando se compara varios países, evitando
que este se pierda en amplias generalizaciones; y desde la comparación sociológica se
intenta incrementar la visibilidad de una estructura contrastándola con otra.

De modo que, sin un conocimiento de los contextos, la inferencia causal puede


pretender un nivel de generalidad desmedido o irreal; por otra parte, el análisis
comparativo no puede intentar reemplazar el análisis causal por el reducido número de
casos con que tratan y la dificultad para aislar variables.

Junger Kocka (2002: 62 ss) argumenta en el mismo sentido, destacando la ventaja


de una comparación de pocos casos en la medida que hace posible tomar
suficientemente en cuenta el contexto, aunque obliga a incluir en el análisis un
número grande de variables. Señala cómo en períodos recientes se encuentra menos
disposición a comparar culturas y civilizaciones a escala global, y se prefieren
comparaciones más limitadas espacial y temporalmente.

Del mismo modo, este autor registra el aprovechamiento de la comparación como


campo propicio a interacciones interdisciplinarias fecundas entre áreas de las ciencias
62 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

sociales y la historia, asi como el hecho de que después de un comienzo de la


comparatividad con predominio de otras ciencias sociales, en las últimas décadas es la
historia la disciplina líder en este campo, con tendencia a orientarse a los contrastes,
más que a la generalización, concentrarse en pocos casos, generalmente dos, para
asi poder tomar suficientemente en cuenta el contexto.

En éste campo de estudios, en el cual fueron usuales las comparaciones con


cuantificación de variables para un gran número de países, p.e., en temas de ciencia
política, la historia comparada ha contribuido a demostrar la ventaja de concentrar el
cotejo en un reducido número de casos, o N pequeño. Esta fórmula se apreció como
favorable aunque conllevara la desventaja de tener que manejar un gran número de
variables, ya que la búsqueda de diferencias entre los casos, facilitaba el contraste de
los contextos.

Asi mismo, cierto desanimo frente a los abordajes estadísticos en las últimas décadas
del siglo XX, del mismo modo que el predominio de una ciencia social interpretativa
que se propone descifrar significados, y realizar la ‗descripción densa‘ sugerida por
Clifford Geetrz, conduce también al terreno de los contextos concretos que son
principalmente abordables si se examinan poco casos (Collier D., 1999).

Respecto a las unidades nacionales o geográficas que se pueden comparar, los


teóricos de la compatividad han insistido en que muchos de los temas que pueden
estudiarse van más allá de las fronteras nacionales; en tanto que Kocka (2002., 51) ha
señalado que muchos problemas, entre ellos los relacionados con la transformación
económica de la industrialización, pueden tratarse mejor en la comparación entre
unidades regionales pequeñas.

Para situarnos ya dentro de la temática concreta de este trabajo, es fundamental señalar


que la viabilidad metodológica y potencial aporte de una historia comparada de
Colombia y Venezuela, principalmente en el campo de los procesos políticos y las elites
vinculadas a ellos, fue claramente sustentada y su realización emprendida hace varios
años por el profesor Medófilo Medina (2004). Sugiriendo el uso amplio y sistemático de la
perspectiva comparada como camino para la superación del aislamiento en los
estudios históricos, del mismo modo que para evitar las tendencias particularistas de las
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 63
perspectiva de análisis

historiografías nacionales y su valoración de los procesos propios como sendas únicas y


exclusivas, y a la luz de las contribuciones más reconocidas en este campo de estudio,
este investigador propone varios elementos metodológicos esenciales19.

En primer término destaca que la perspectiva comparativa estimula el análisis y


contraste de los fenómenos de diversas sociedades asumiéndolas como ‗sociedades
totales‘, de modo que se hace inexcusable el conocimiento y vinculación de los
contextos a la explicación de los interrogantes. Del mismo modo, parece esencial una
selección de objetos de estudio que pueda ser explorada en períodos de larga y
mediana duración; la clara definición del marco cronológico y los atributos de la
comparación; y el empleo de un esquema de formalización que haga explícitas las
unidades sometidas al cotejo.

La comparación que proponemos recoge las sugerencias hasta aquí resumidas.


Colombia y Venezuela tienen un buen número de aspectos comunes en su formación
como naciones y sus antecedentes históricos y culturales; sin embargo, las tendencias
políticas desde el siglo XIX, la construcción del Estado, el proceso de industrialización y
la consiguiente formación de elites, marcaron diferencias importantes, que han llegado a
ser perceptibles como procesos nacionales.

Ambos países, presentan particularidades regionales apreciables en diferentes


dimensiones. Aunque las más marcadas a nivel de la vida económica parecen ser las
de Colombia, p.e., el papel destacado de la zona antioqueña y del sector textil en la
formación de la primera burguesía industrial del siglo XX; en contraste, el primer
empresariado industrial venezolano no aparece vinculado a ninguna región y rama en
particular, y sus inversiones se localizan por igual en todas las zonas más dinámicas
del país, dando origen a grupos capitalistas diferenciables por su variable participación y
presencia en sectores de la industria, comercio, finanzas, pero en los que no se
advierte una notoria especialización o concentración regional.

19
Dentro de los estudiosos venezolanos se plantea también la importancia de los estudios
comparativos y hay preocupación por la falta de avances en este campo, Ver Quintero Inés
(2004).
64 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Por esta razón, aunque se tomará en cuenta información sobre un variado conjunto de
empresas destacadas por sus prácticas de dadiva y asistencialismo, localizadas en
diferentes zonas geográficas y sectores de actividad, de ambos escenarios nacionales,
nuestro ejercicio comparativo se enfocará sobre las concepciones y prácticas del
paternalismo que se hayan manifestado en el núcleo industrial más avanzado y
dinámico de cada país20.

Este criterio de selección de ámbitos a comparar, según importancia económica e


industrial en el siglo XX, busca explorar los escenarios en los que la presencia de
aspectos paternalistas puede resultar más paradójico, y tal vez inesperado en relación
con el apreciable grado de avance técnico y económico de las firmas. En los dos
países, los escenarios más dinámicos y destacados de la industrialización capitalista,
fueron también los más notorios por sus prácticas paternalistas: para el caso colombiano,
el empresariado antioqueño; y para Venezuela el grupo empresarial Mendoza.

Las dos unidades de actividad empresarial escogidas como objeto de la comparación,


son desiguales en su estructura, por ser la colombiana un conjunto de capitalistas con
una ubicación e identidad regional, y la venezolana el grupo económico más
destacado del siglo XX, liderado por Eugenio Mendoza y sus hermanos, y con
actividades dispersas por todo el país. Sin embargo, tienen en común representar,
para cada nación, la más acentuada y notoria tendencia a aplicar modalidades de
paternalismo industrial a lo largo de su desarrollo y crecimiento económico.

En términos de la tipología de opciones metodológicas que sugiere Charles Tilly (1991:


105), este estudio se orienta a la identificación de variaciones en la intensidad del

20
El clásico estudio comparativo de Chandler (1990), sobre generación de capacidades
organizativas en E.U., Alemania e Inglaterra, resulta inspirador respecto a la manera de
plantear la comparación. Allí se define como unidad a contrastar la estructura industrial, y se
llega a su definición mediante historias colectivas de empresas (las 200 más grandes)
escogidas en los sectores líderes; cotejadas en tres momentos diferentes; y definidas según
inversiones en producción, distribución y dirección. Asi mismo, se toma en cuenta el entorno,
explorando variables como geografía, población y medios de transporte; el papel del Estado
y el marco legal; sector financiero, sistema educativo.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 65
perspectiva de análisis

fenómeno y explicación de las diferencias que muestran los diferentes casos de la


cuestión comparada, y lo hará con referencia a elementos de contexto y procesos
históricos de cada país. Este tipo de abordaje evidencia una serie de factores
diferenciadores, relacionados tanto con el objeto de estudio (las empresas y sus formas
de autoridad), como con sus entornos nacionales.

Es obvio que particularidades relativas a las firmas que se estudien, sus procesos más
relevantes, temas y fuentes a las que es posible acceder; y al investigador que las
analiza, según sus intereses y determinaciones, diferencian los perfiles de la historia
empresarial resultante. En este caso se pretende hacer un análisis socio – histórico de
firmas principalmente industriales, con énfasis en el desenvolvimiento de sus formas de
autoridad, para explicar comparativamente su configuración y cambio en relación con los
siguientes contextos nacionales en que actúan los empresarios que las dirigen.

1- Política y Estado, respecto a la cual se tomarán en cuenta aspectos esenciales


de la conformación de los partidos, estructuración de la democracia y las instituciones;
surgimiento y avance de las instituciones de la protección social.

2- Dinámica económica e industrialización, dentro de la que se considerará el


avance hacia el capitalismo, del mismo modo que las estrategias públicas de
industrialización sustitutiva y desarrollo económico, asi como nexos e interacciones
entre las elites políticas y económicas, y actividad gremial.

3- Sociedad y cultura en lo que se refiere a la formación de movimiento obrero, la


protesta social, la urbanización y algunas tendencias de la actividad religiosa y la
familia.

En el tratamiento de éstos temas de contexto, lo que es forzoso hacer es retomar las


conclusiones más sólidas de estudiosos reconocidos y confiables de cada país. Se
explora aquí un conjunto heterogéneo de tópicos, que han sido abordados en estudios
con desigual énfasis y profundidad, con el propósito de delinear los nexos entre la
cuestión central que se desea comparar (las prácticas paternalistas en las empresas)
con diferentes aspectos relevantes del entorno.
66 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Por lo anterior, es obvio que no se puede esperar la generación de nuevas


contribuciones o interpretaciones sobre esos temas, sino más bien una visión
sintética de sus tendencias más marcadas. Asi mismo, resulta inevitable cierta
simplificación de procesos que pueden tener mayor complejidad, debido a que se
abordarán en la medida y tópico concreto en el que se advierta un claro vínculo, con
la cuestión central a examinar y comparar.

En cuanto a los casos explorados, se tomó en cuenta un conjunto heterogéneo en su


cronología, con información de variable profundidad y calidad, que permite detallar
modalidades destacadas de cada uno de los períodos definidos, y en algunos casos
describir procesos hasta etapas muy recientes.

1.4.3 Posibilidades y limitaciones, una consideración sobre las


fuentes empleadas
En el campo de la historia comparada se ha aceptado la idea que un prerrequisito para
formular cualquier análisis en esa materia, es la existencia de un conjunto de
estudios históricos primarios, en lo posible ‗detallados, críticos y sólidamente
documentados‘ Kocka (2002: 59). Lo anterior significaba que debía hacerse una
primera etapa de investigaciones locales preliminares, que generara estudios
monográficos nacionales confiables, como base para realizar el ejercicio comparativo,
que inevitablemente era una síntesis secundaria.

Por lo anterior, el comparativista en su tarea debía prescindir de las fuentes primarias y


el trabajo archivístico intenso, y le resulta forzoso apoyarse principalmente en
bibliografía secundaria, más aún si pretende comparar muchos casos. En este
sentido, se diferenciaba una tarea analítica inicial, centrada en estudios concretos, que
debían ser hechos con características adecuadas para contribuir a la siguiente fase
que era de síntesis, y de la que se ocuparía un grupo más reducido de historiadores
(Bloch M., 1928: 126, 143).

Otra perspectiva sobre el tema, se refiere a una nueva tendencia entre los analistas a
completar el estudio de los trabajos monográficos nacionales, haciendo hasta cierto
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 67
perspectiva de análisis

punto su propia recopilación de datos, al mismo tiempo que combinar nuevas técnicas y
aproximaciones dispares. En este sentido se refiere al empleo por comparativistas de
métodos cuantitativos de red combinados con estudios de caso históricos; del mismo
modo la posibilidad de acudir a una ‗sinergia metodológica y teórica con otros campos de
estudio, particularmente demostrada en estudios sobre los Estados bienestar y el
impacto de la globalización (Skocpol T., 2003: 420 s).
A este respecto, el estudio que aquí se presenta, se apoya hasta donde ello es posible
en los estudios secundarios que resultan más confiables para los dos países, sobre la
historia de empresas y temas de contexto, pero también acude a algunas fuentes
primarias. En el caso de Colombia, y particularmente del desarrollo industrial y
empresarial de la región antioqueña, se contó con un conjunto variado de estudios
académicos, con un nivel de elaboración y calidad aceptable como apoyo al análisis
comparativo.

Respecto a las fuentes del caso venezolano, es necesario hacer algunas precisiones.
Las sombras de corrupción empresarial, dependencia de la renta petrolera y los nexos
políticos, parecen incidir en cierta subestimación del tema por parte de los estudiosos, lo
que lleva a una limitada exploración de ese campo de investigación21. Si a ello se
agrega el difícil y restringido acceso a los pocos archivos privados de los que se tiene
noticia, se comprende el reducido desarrollo de la historia empresarial y la consecuente
escasez de estudios secundarios aprovechables en la comparación.

En esta investigación, la falta de estudios en ésta área, sumada a la restricción al


acceso a archivo, como ocurrió con el de la Fundación Eugenio Mendoza, condujeron
a intensificar la búsqueda a nivel de fuentes impresas elaboradas por las organizaciones
lideradas por este empresario y disponibles en bibliotecas y centros de documentación
públicos. De modo que la carencia de estudios monográficos sobre las empresas y la
imposibilidad de acceder a información primaria, se compensó con una detenida
consulta de revistas de empresas, informes, textos conmemorativos, historias

21
La revisión de Capriles y Rodríguez (1996), confirma esta impresión, ya que su balance
incluye estudios de diversa calidad, muchos de ellos típicas biografías de enaltecimiento;
confirmando para esa fecha la inexistencia de estudios académicos sobre el Grupo Mendoza,
el más destacado consorcio industrial del siglo XX.
68 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

institucionales y otras publicaciones impresas por compañías del Grupo Mendoza,


del mismo modo que por las fundaciones y organizaciones filantrópicas promovidas por
el mismo.

Lo anterior fue complementado con un análisis de bibliografía secundaria, principalmente


un conjunto de escritos y biografías de enaltecimiento y celebración de virtudes
empresariales. Aunque con obvios sesgos, vacios y exageraciones que exigen una
mirada muy crítica y cautelosa, ambos tipos de fuentes presentan datos esenciales
para representarse el desarrollo y la situación de las compañías en diferentes etapas.
Estas fuentes dan cuenta de las acciones paternalistas, en la medida en que éstas eran
cuidadosamente contabilizadas, descritas y divulgadas en informes de áreas
especializadas. Sin embargo, como registro de procesos sociales sus contenidos
aparecen fuertemente ligados a la visión e intereses de las compañías y del
empresario, respecto a la conformación y circulación de una imagen hacia determinados
sectores del entorno22.

No obstante las limitaciones mencionadas, el tipo de datos disponibles, permite una


aproximación al carácter que la esfera patronal y gerencial quería dar a sus
interacciones con los trabajadores; del mismo modo que a las diferentes modalidades
de acción asistencial, dadivosa o benéfica; y al tipo de presentación pública que de ellas
se hacía, y otros aspectos relevantes.
En esta investigación, se recogen y estructuran estos elementos con énfasis narrativo en
un conjunto de casos de empresas, buscando preservar la particularidad histórica del
fenómeno en estudio y registrar cierta coherencia o armonización de otros procesos en
torno a los mecanismos paternalistas.

Asi pues, la descripción detallada de las prácticas paternalistas que se presenta a nivel
de cada firma, aunque en varias de ellas dependa mucho de las fuentes empresariales,

22
E.P., Thompson (1979) se ha referido a un problema similar, cuando señala los sesgos de la
documentación del siglo XVIII, en la que se destacaba excesivamente el sentimiento y la
deferencia entre grupos sociales, que eran sumamente desiguales para la época. Al respecto
indicó que estos rasgos fueron tan marcados en algunas fuentes, que llegaron a distorsionar la
visión de los investigadores. Del mismo modo incidió la manera respetuosa y dócil en que se
redactaban las peticiones escritas, y la gran visibilidad de algunas de las funciones de los
grupos dominantes, en contraste con la escasa manifestación de otras.
Paternalismo empresarial entre la tradición y la modernidad: Interrogantes y 69
perspectiva de análisis

pretende comprender dinámicas específicas a organizaciones que fueron notables por


sus rasgos paternalistas. El disponer de descripciones detalladas en forma de ‗casos
empresariales‘, para nuestro ejercicio comparativo que se ha restringido a la región
antioqueña y al grupo Mendoza, facilita la construcción de tipologías de conducta
paternalista nacional, buscando que éstas resulten consistentes y lógicamente
articuladas con los escenarios nacionales en los que se generan.
En síntesis, la documentación originada en las empresas, resulta inevitable ante la
falta de acceso a otras fuentes, y puede apoyar la descripción de las diferentes
acciones paternalistas y su evolución. Sin embargo, la explicación de estas prácticas,
atribución de causalidad y determinación del sentido que para los actores sociales tienen,
se conocerá tomando en cuenta aspectos del contexto socio político y económico
esbozados antes, como la vacilante conformación del sistema de protección social; los
recursos de legitimación del empresariado rentista; necesidades de control social y
solución a problemas prácticos del desarrollo industrial.

Finalmente, en lo que se refiere al ejercicio comparativo, tanto de las prácticas


paternalistas como de la interacción de las mismas con el entorno de factores
determinantes, es posible contrastar nuestro análisis y probablemente afinarlo o
armonizarlo a la luz de los aportes de algunos buenos análisis comparativos ya
realizados, tanto para Colombia y Venezuela, como para alguno de los dos en
relación con otro país. En ambos casos, parece muy útil la síntesis que con propósitos
comparativos se hace de algunos temas significativos para nuestro modelo comparativo.
Aunque son pocos los estudios comparativos de Colombia y Venezuela, son
aprovechables varios que en virtud de los tópicos específicos que tratan, resumen
importantes fenómenos de escala nacional. En primer término debe señalarse el
estudio de Charles Bergquist (1988), relativo a la organización y lucha obrera; asi
mismo los trabajos de Daniel Levine (1981, 2007) sobre la iglesia en ambos países y
sobre el desarrollo de la democracia. El más reciente en el campo del análisis político
comparado de Ana María Bejarano (2011) presenta una bien lograda y sintética visión
de la evolución política de ambos países.

Otros estudios comparativos que contrastan un fenómeno de Colombia en relación


con países diferentes a Venezuela son fundamentales en la medida que contribuyen
70 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

con la mencionada visión condensada y ordenada de algunos temas para nuestro


país, en este campo es destacable la obra de Mario Hernández que caracteriza la
evolución del sistema de salud colombiano entre 1880 y 1950; y el análisis de
Dombois y Priest (2000) sobre la conformación del régimen laboral y sistema
nacional de relaciones industriales y negociación colectiva.
2. Concepciones y prácticas del apternalismo
empresarial en el grupo Mendoza
Un conjunto diverso de crónicas e historias de compañías muestra que fueron
frecuentes en el medio empresarial venezolano casos de patronos que por su
forma de relacionarse con los trabajadores, de remunerarlos o de concederles
dádivas y ayudas diversas, superaban tanto los niveles usuales y generalizados de
precaria remuneración y trato despótico, como las obligaciones que blandamente
exigía la ley laboral de su época. Varios de ellos llegaron a ser famosos y sus historias
divulgadas en escritos en donde se ensalzaban sus virtudes y se los situaba
como ejemplo de humanidad y justicia en el trato a sus empleados.

El rol de empresario generoso y justo fue teniendo cambios y mutaciones desde sus
formas más primigenias ancladas en los estilos personales de los pioneros en el
comercio, y sobre todo en la industria, hasta las estrategias de Responsabilidad
Social Empresarial RSE de las compañías del presente. Mirado históricamente
este rasgo, ha sido un complejo y cambiante componente de las relaciones sociales
a distintos niveles, no solo entre empleados y patronos al interior de las empresas,
sino también entre las esferas privada y pública; así como entre el sector privado de
los inversionistas y la sociedad en general.

Mendoza fue el más el más representativo exponente de un conjunto de empresarios


que en distintos períodos del siglo XX venezolano, fueron destacados y han sido
reconocidos hasta el presente como generosos y ejemplarmente justos con sus
23
trabajadores (Ver Anexo 1). Al caracterizar el sentido paternalista que tuvieron

23
Alejandro Hernández y los Sánchez, junto con Eugenio Mendoza, fueron situados en el
estudio de González Deluca (1994: 553) como poseedores de una imagen de empresarios con
preocupaciones sociales y orientación nacionalista en sus proyectos económicos.
72 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

estas conductas, se pretende identificar algunos factores determinantes del contexto


y sugerir una línea de evolución de estas prácticas empresariales.

En este capítulo, después de una sintética presentación del empresario Mendoza y el


grupo de firmas que creó, nos ocuparemos de examinar las principales actuaciones
generosas y asistenciales de Mendoza. De acuerdo a la periodización propuesta, en
el análisis de estas prácticas se distinguen las que corresponden a los primeros años
(etapa pionera), de las más estructuradas como sistema asistencial (etapa de empresa
providencia). Por su importancia en la explicación de las tendencias en el interior de la
firma, para cada período se hace un preámbulo, en el que se sitúa de modo conciso
el entorno político y de luchas obreras.

La segunda parte, como etapa de mayor institucionalización del modelo de relaciones


laborales e interacción con la sociedad que se había generado, describe con más
detalle las actividades filantrópicas del empresario. Se hará énfasis en el tránsito
de las acciones voluntarias e individuales, a la conformación de fundaciones, y luego la
indiscutida posición de líder que Mendoza alcanza en este campo, su ascendiente
sobre el empresariado nacional y su papel como promotor de contribuciones y
acciones organizadas ante problemas sociales, entre ellas la organización de
empresarios Dividendo Voluntario para la Comunidad DVC.

2.1 Eugenio Mendoza: Liderazgo empresarial e imagen social


El empresario al que se dedica este capítulo vivió entre 1906 y 1979. Su primera
actividad de negocios fue el comercio de materiales de construcción principalmente
importados en los años 20s, y en las siguientes décadas, junto con sus hermanos y
otros inversionistas fue formando un conjunto de firmas industriales que en 1976
contaba alrededor de 8000 trabajadores24.
En este desarrollo se aplicó una lógica de crecimiento en que se ha reconocido una
estrategia sustitutiva de importaciones. A partir de un establecimiento pionero se
fundaban o adquirían otras plantas en procesos y productos complementarios,

24
Una descripción más completa de las diversas actividades de Eugenio Mendoza y la
conformación del grupo de firmas que llevó su nombre, se encuentra en el Anexo # 3
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 73

ensanchando la capacidad productiva y alcanzando niveles elevados de integración


técnica y concentración de propiedad. Las firmas iniciales y sectores en los que
tuvieron más participación estas empresas fueron: 1- Materiales Mendoza (Comercio
ferretero y maquinaria) 2- Protinal (Concentrados e industria avícola); 3- Vencemos
(Cementos, pinturas y otros materiales de construcción); 4- Venepal (Papel, cartón y
empaques) (Ver tabla 2.1).

El fundador y líder de este grupo industrial fue notable también en actividades


filantrópicas y de interés público, desde los años 40s, con organización de varias
fundaciones y la participación en causas sociales de cierta resonancia; del mismo
modo tuvo protagonismo en esferas gubernamentales y políticas, siendo las más
importantes el Ministerio de Fomento (1942) y la Junta de gobierno posterior a la
caída de la dictadura (1958). También actuó en la promoción de organizaciones
empresariales como Fedecamaras, vocero del sector privado y representante de
Venezuela en negociaciones de comercio internacional.

Tabla 2.1 Firmas del Grupo Mendoza 1926 - 1976


Año de Nombre Ubicación # Capital Actividad básica
fundación trab millones
Bs
1926 Materiales Mendoza Maracay 433 15 Comercio de
C.A. ferretería y
materiales
construcción
1942 Protinal, C.A. Valencia 717 75 Indust alimentos
concentrados para
animales
1943 C.A. Venezolana de Puerto La 1251 102 Producción de
Cementos Cruz Cemento

C.A. Vencemos Mara Maracaibo


C.A. Vencemos Lara Barquisimeto
1943 C.A. Capac Maracaibo
1948 C.A. Maquinarias Maracay 404 30 Comercio
Mendoza maquinaria agrícola,
industrial y de
construcción
1953 Sherwin - Williams Valencia 412 17.5 Fabricación de
Venezolana C.A. pinturas, lacas
74 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

esmaltes
1953 Convertidora venezolana Caracas 180 10 Ind Envases para
de papel Convepal leche, laminados e
impresión sobre
celofán
1954 C.A. Venezolana de Morón 924 61 Fabricación de
Pulpa y papel Venepal papeles, cartones y
cartulinas
1955 Transporte Industrial 82 5 Transporte de
S.A. TISA cemento y yeso
1955 Banco La Guaira La Guaira 280 24 Actividad bancaria
Internacional C.A.
1956 Mezcladora Mixto Listo Caracas 139 7 Fabricación y venta
Consolidada C.A. de concreto
premezclado
1956 Inversiones Mendoza 11 20 Inversiones y
C.A. promociones
industriales
1957 Explotaciones forestales Morón 27 0.8 Plantaciones
y agrícolas S.A. EFASA experimentales
1964 Incubadora Protinal Valencia 80 4 Producción de
INPROCA pollos
1959 Envases Varios S.A. Barquisimeto 350 5 Fabricación de
bolsas de papel
1960 Granjas Nirgua C.A. Valencia 93 4.37 Producción avícola y
de huevos
1961 Productora de semillas Valencia 36 3 Producción de
C.A. PROSECA semillas certificadas
1961 Banco hipotecario de la Caracas, 104 12 Financiamiento para
vivienda popular Valencia, adquisición de
Puerto la vivienda
Cruz
1962 Compañía venezolana de La Victoria 365 12 Fabricación de
cerámica C.A. sanitarios
1963 Metalúrgica Mendoza Valencia 213 5 Fabricación de
C.A. productos
metalúrgicos
1964 Extractora nacional de Valencia 33 4 Extracción de aceite
oleaginosas S.A. vegetal para
ENDOSA fabricación de
alimentos
1964 Graneros venezolanos S. Valencia 47 18 Almacenaje y
A. GRAVENSA distribución de
cereales
1964 Empacadora Avícola C.A. 302 6 Beneficio de pollos
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 75

EMPACA para el consumo


1964 Desgerminadora Valencia 100 7.5 Industrialización del
Carabobo S. A. DECASA maíz y derivados
1964 C.A. Concretera Lock Caracas, 275 10 Fabricación y ventas
Joint Consolidada C.A. Cua de tubos de concreto
1965 Ensambladora Carabobo Valencia 16 4 Ensamble y venta
C.A. de automotores
1965 Protinal de Zulia C.A. Maracaibo 220 16.5 Alimentos
concentrados para
animales
1966 Viviendas populares Las Tejerias 140 3 Construcción y venta
S.A. VIPOSA de casa
prefabricadas
1966 C.A. Venezolana de 2 48 Inversiones y
acciones industriales promociones
CAVAIN industriales
1966 Granjas Juana Paula Valencia 72 3 Producción avícola y
de huevos
1968 Construcciones Viposa 26 50 Montaje de casas
S.A. prefabricadas
1968 Papelera Venepal C.A. Valencia 250 10 Fabricación de
PAVENCA envases de cartón
corrugado
1969 C.A. Química integrada Valencia 100 5 Fabricación de
INTEQUIM resinas, poliéster,
acelerantes,
secantes, etc
1969 Agregados livianos C.A. Charallave 28 10 Fabricación de
productos
complementarios
para construcción
1969 Inmoviliaria La Paragua
1970 Maquimat del Zulia C.A. Maracaibo 112 5 Venta de materiales
y equipo para la
agricultura y
construcción
1970 Agrícola Chaguaramas 72 0.02 Desarrollo y
producción de sorgo
1970 Yalisto C.A. Caracas 20 1.5 Fabricación de
productos
complementarios
para construcción
1971 C.A. Venezolana de Valencia 3 Fabricación de
pigmentos CAVEMPI pigmentos orgánicos
e inorgánicos
76 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

1971 C.A. Venezolana de Las Tejerías 50 1.5 Fabricación de


grifería VENGRIF herrajes y grifería
1971 Complementos Valencia 60 1.2 Fabricación de
venezolanos S.A. divisores, forros y
COMPLEVENSA derivados de cartón
corrugado
1972 Recuperadora de papel Caracas y 400 10 Recolección,
RECUPAL otras clasificado y
empaque de
desperdicios de
papel y cartón
1973 Pinturas internacional Maracaibo
C.A.
1973 Maquimat Oriente C.A. Puerto la
Cruz
1973 Reconstrucción y Acarigua
servicios de maquinarias
C.A. RESEMCA
1975 Venezolana de
Teleprocesamiento C.A.
Teleprovenca
1976 Industria del Hierro Puerto
Guayana C.A. Ordaz
1976 Maquimat del centro Acarigua
C.A.
Fuentes: EM 1976; Rangel D. 1972

Es significativo que éste consorcio haya trascendido a la historia venezolana no solo


como el más representativo y destacado logro del desarrollo industrial y de las
políticas sustitutivas el siglo XX, sino también como la compañía más comprometida
con el bienestar y buen trato a sus trabajadores. El grupo perdió el protagonismo que
había alcanzado y el conjunto de sus empresas se desintegró en los años 90s del siglo
XX, pero su fundador ha sido reconocido de muchas formas, tanto en su época,
como en años recientes, como pionero y persistente promotor de prácticas
benéficas y justas hacia sus empleados.

La constancia y empeño de su cometido se manifestó en el volumen de recursos que


destinó generosamente a metas de equidad y responsabilidad en sus empresas, y a
causas filantrópicas de sus fundaciones; pero también en el liderazgo que ejerció entre
el empresariado venezolano y su esfuerzo por promover en este sector, lo que
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 77

consideraba los deberes de equidad social y sensibilidad ante los problemas


venezolanos. Su trayectoria es ineludible en el tema que nos ocupa, en tanto
representa el paso de las conductas paternalistas características del típico pionero, a
las formas institucionalizadas y racionales de la firma de gran tamaño; mientras que
en el entorno de la empresa fue trascendental su impulso a fundaciones, la motivación
de esfuerzos empresariales colectivos por solucionar problemas sociales y la
sustentación de tales acciones como un deber social inexcusable para todo gestor de
negocios en la actividad privada25.

Como veremos, parte muy importante de la contribución de Mendoza a la


institucionalización y racionalización de las prácticas benéficas de los empresarios y su
forma de relacionarse con la sociedad, fue la creación en 1964 del Dividendo
voluntario para la comunidad DVC. Esta asociación empresarial, empezó con 130
empresas afiladas, a instancias del liderazgo de Mendoza, y como punto culminante de
toda su trayectoria de ayuda social, se propuso reunir contribuciones e integrar el
mayor número de firmas para organizar planes de beneficio social y comunitario a nivel
nacional en campos como educación, nutrición, salud, estabilidad familiar.

2.2 Paternalismo de pioneros y primeras épocas de las


empresas
2.2.1 Las luchas obreras como contexto y antecedente
Un elemento importante del contexto, por conectar las dinámicas políticas de la
primera mitad del siglo XX y la vida obrera, es el de las luchas sindicales. Una
sintética visión de éstas, nos mostrará por un lado, varias condiciones adversas a la
aclimatación de un marco de representación obrera, derechos laborales y acuerdos
entre capital y trabajo, y por otro desde muy tempranas épocas el paternalismo
como parte de los recursos mediadores en las relaciones entre la autoridad política y
los trabajadores.

25
Dentro de un abundante conjunto de biografías y reseñas de este empresario , pueden
consultarse: Pietri Uslar s.f.; Jaen G., 1987; Polanco A., 1993; Alarico C., 2006; Acedo M.,
1974; Aurrecoechea J., 1966; Camacho O., 2007.
78 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La organización obrera, desde fines del siglo XIX había vivido un período precursor
marcado por diversas ideas mutualistas y cierto cosmopolitanismo reflejado en
discusiones alrededor del socialismo utópico. Sin embargo, no se manifestaban
notorias tendencias hacia la confrontación o antagonismo frente a las clases
propietarias, ya que las expectativas del incipiente sector obrero parecían orientarse
más a buscar la cooperación entre patronos y trabajadores en el marco de relaciones
patriarcales, y a los paliativos para la pobreza de la época (Ver anexo 2).

En contraste con estas primeras agrupaciones gremiales, organizaciones más


definidamente obreras se emprendieron en sectores y actividades diversas como caña
de azúcar; ferrocarriles y tranvías; artes gráficas; obreros y artesanos del Distrito
Federal. Como hemos visto, en la industria petrolera se generó el movimiento sindical
más poderoso y significativo como foco de influencias hacia el escenario laboral
venezolano del siglo XX. Sin embargo antes y después de este proceso, en el contexto
económico nacional, y bajo las adversas condiciones de la dictadura de Gómez, se
registra la fundación de sindicatos y algunos períodos notorios de huelgas.

Se reclamaba por las duras condiciones de trabajo y los dirigentes con frecuencia
eran detenidos y enviados a la construcción de carreteras y otros trabajos forzados;
en el año 1919 ocurre el mayor número de huelgas de esta clase (Urquijo 2000: 13 -
14). En septiembre de ese año, se hicieron propuestas tendientes a unificar los gremios
y corporaciones en una Confederación General Obrera: según el autor: ‗algunos de
dichos gremios tenían claro sentido de que estaba terminando la época del paternalismo
patronal y del asistencialismo mutualista‘. Esta idea tuvo aceptación en organizaciones
de tranvías eléctricos de Caracas, ferrocarril Caracas - La Guaira, Ferrocarril de
Venezuela (Parra 1980: 52).

En estas etapas precursoras del sindicalismo, la iniciación de los obreros en el


quehacer sindical estuvo a cargo tanto de las más tradicionales sociedades de auxilio
mutuo, p.e., con los ciclos de conferencias sobre temas laborales organizados por la
Sociedad de protección mutua de Caracas; como de líderes comunistas, entre ellos
Rodolfo Quintero, quien en 1930 empleó su texto Lecciones Obreras, que llegó a ser
el primer órgano de propaganda comunista en Venezuela (Parra 1980: 56).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 79

Venezuela había sido miembro fundador de la OIT, y en 1928 el régimen dictatorial de


Gómez crea la Federación obrera de Venezuela, sindicato oficialista, cuyos dirigentes
lo representarán ante éste organismo. Al mismo tiempo se promulga una ley de
trabajo, que no llegará a ponerse en práctica. Los estatutos de esta federación se
elaboraron únicamente para ser expuestos ante la OIT y acreditar la existencia de
libertad sindical en el país (Urquijo 2000: 15).

En 1931 nace el Partido comunista de Venezuela PCV, organización a la que se


debe la inicial celebración del 1° de mayo; en este mismo año, cuando la industria
petrolera cuenta con más de 20.000 trabajadores, este movimiento funda en Cabimas el
primer sindicato petrolero del país. Ante la prohibición de establecer sindicatos, los
5000 trabajadores que lo constituyeron, usaron el nombre disimulado de Sociedad
auxilio mutuo de obreros petroleros SAMO (Urquijo 2000: 15).

El período que empieza en 1936, marca tan notable ruptura en la historia venezolana,
que se consideró ese año como el primero del siglo XX (Carrera D., 1983). Ya librado
el país de la dictadura de Gómez, empezaba una era de expresiones políticas y
afanosa organización de movimientos y partidos. Asi mismo la fuerte migración interna
de población campesina pobre deseosa de ser asalariada en las zonas de influencia
petrolera26, y otros éxodos inauguraban una tendencia de aumento poblacional y
urbanización. En ésta época ya podían plantearse sin restricción los enormes y
conocidos problemas de salubridad, alimentación, y los nuevos de vivienda y
oportunidades; al mismo tiempo se fortalecía y organizaba una primera generación de
empresarios nacionales, que años después encontraría en la vivienda y las demandas
de la construcción una de sus espacios de acción.

Aunque las políticas monetarias y cambiarias de Venezuela durante los años 30s,
habían permitido solo un escaso desarrollo de la industria manufacturera, el primer

26
Al respecto debe recordarse que hasta los años 30s, en grandes zonas de Venezuela, el
trabajador rural estaba sometido a inequitativos y férreos sistemas de endeudamiento y pago
con fichas o vales, solo redimibles en el negocio del propio hacendado (Ríos Josefina
1988).
80 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

censo industrial de 1936 estimaba en 8025 establecimientos, con un promedio de 5,8


obreros por unidad manufacturera, para un total de 46.855 trabajadores. La
elaboración de alimentos ocupaba más de la mitad de dichos operarios, seguido del
sector confección, siendo los establecimientos más grandes unas pocas textileras.
En el siguiente censo industrial en 1953, la ocupación en el sector manufacturero había
subido a 138.064 obreros repartidos en 10.045 establecimientos, sin apreciables
cambios en su composición (Bergquist 1988: 258 ss).

En medio del agitado clima político de la época y con apoyo de 150.000 trabajadores
representados por 219 delegados, se funda la confederación de trabajadores de
Venezuela CTV en 1936. Se manifestaban aquí las dos más importantes corrientes
políticas inspiradoras del sindicalismo, teniendo en ese momento una correlación de
fuerzas de 17 comunistas Vs 122 socialistas; éste último movimiento llegaría a
convertirse en el influyente partido socialdemócrata Acción Democrática AD (Urquijo
2000: 19).

2.2.2 Estado y sindicatos: un caso de paternalismo estatal


1936 – 1948
En este contexto, el sector obrero ligado a las empresas nacionales estaba en
crecimiento, aunque era débil organizativamente; tuvo muy poco protagonismo en la
redacción de las normas de protección al trabajo, y esporádicamente fue objeto de un
manejo paternalista por el Estado. Si bien, la beligerancia y capacidad perturbadora de
los sectores obreros industriales, juzgada por el número de sus efectivos, no era
grande, una evaluación de sus capacidades debe tomar en cuenta la participación de
otros sectores y la fortaleza generada en conjunto con las nacientes fuerzas
27
políticas .

27
Se estima que entre los años 20s y 30s, la mano de obra empleada en el sector capitalista
industrial aumentó del 5 a 13% y para 1936 alcanza el 22% de toda la fuerza laboral; en cifras
absolutas el sector petrolero alcanza 13.754, en tanto que la industria manufacturera nacional
llega a estimarse en unos 30.000, estando casi las tres cuartas partes ocupadas en la industria
de alimentos y textiles (Karlsson Weine 1975; Baptista 1997: 33).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 81

Por otra parte, la gestión pública, el manejo de los programas sociales y las políticas
públicas, como acciones estatales estuvieron marcadas por la impronta paternalista. En
ello se ha visto una suerte de repartición graciosa del ‗don populista‘ e intensa
transferencia de rentas a través de formas tan variadas como: obras de infraestructura;
amplia burocracia; servicios públicos gratuitos; impuestos reducidos y tendiendo
constantemente a la baja; Bolívar sobrevaluado, etc. (Capriles R., 1996).

Todo lo anterior creaba una extendida cultura de dependencia de los entes


gubernamentales y un público siempre expectante, para el cual las dádivas eran una
obligación. Sin embargo una de las manifestaciones más claras del rol paternal del
Estado y su cambiante, pero constante predominio se puede ilustrar en las
relaciones Estado - sindicatos durante el período 1936 - 1948, en el que los
gobiernos por esta vía consiguieron regular, movilizar o imponer ciertas formas de
negociación sobre el movimiento obrero (Villalba D., 2002).

El estudio de Villalba describe la consecución de estos propósitos, a partir del


gobierno de López Contreras, quien se propuso debilitar las fuertes relaciones, que
desde el principio se habían establecido entre los sindicatos y las organizaciones
políticas de la oposición; a diferencia de ello, Medina en el gobierno siguiente, optó
por alianzas temporales con uno de los dos partidos que entonces se disputaban el
control del movimiento sindical. Lo que es común a ambos gobernantes es la actitud
de tutelaje que les llevó a acudir a métodos intervencionistas en los que era claro
que se dudaba de la capacidad de los dirigentes sindicales y se sometía a
limitaciones y controles sus organizaciones impidiendo que crecieran y se
desenvolvieran de modo soberano y autosuficiente.

Con un espacio industrial y fuerza laboral apenas en formación, los primeros


dirigentes sindicales salieron de las filas de los partidos, y las organizaciones que
llegaron a crear estuvieron muy comprometidas en las luchas políticas de la época.
Pese a lo cual el gobierno de López Contreras estructuró un paternalismo regulador
al sentirse en el deber de proteger a los trabajadores, asi como de preservar ciertos
valores e instituciones tradicionales, de la influencia de políticos e ideologías que, a
su entender, amenazan una transición idealmente disciplinada y progresiva hacia la
democracia. Por lo anterior, desde la lógica paternalista se hacían esfuerzos por
82 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

regular y guiar la incorporación de las organizaciones sindicales al orden que


comenzó en 1935.

Desde principios de 1936, se manifestó otro aspecto del paternalismo, teniendo por
referente la ley de trabajo de ese año, de la cual se podía decir que reglamentaba
la acción de un sector social que apenas estaba en formación y que no participaba de
ninguna manera de su elaboración. Tanto a través de la inspectoría del trabajo, como
de la nueva oficina del trabajo de Maracaibo se presionaba a las compañías petroleras
para que cumplieran con aspectos de la ley de trabajo vigente y el gobierno, antes y
durante el transcurso de la huelga petrolera, adoptaba posiciones favorables a los
trabajadores.

Para muchos observadores fue evidente que, aún ante las más fuertes presiones de
los sectores patronales reaccionarios y en períodos de reflujo sindical, el presidente
reafirma las medidas favorables a los trabajadores, p.e., la reglamentación del
reparto de utilidades. Asi mismo, la manera como se realizaba el rol de mediación
en los conflictos laborales del sector petrolero, mantenía la misma orientación
protectora.

En el período 1945 – 1948, con Acción Democrática AD liderando la llamada


revolución de octubre, se expresa un paternalismo de tipo movilizador, en el que se
promovieron muchas novedades, en las relaciones Estado - sociedad civil. Se
incorporaron diversos grupos sociales al nuevo sistema de partidos políticos en
formas que claramente lo diferenciaban de sus predecesores inmediatos. La
intervención estatal en lo laboral era ya habitual pero lo que no se había hecho era
establecer un vínculo entre tal intervención y el desarrollo de una organización política
moderna y de alcance nacional.

Junto al Partido Comunista PCV, AD había sido pionera en organización de masas, y


por esta época el Estado se ocupó de una intensa estructuración de sindicatos. La
orientación intervencionista de este proceso está implícita en el decreto que
contemplaba la resolución de todos los conflictos laborales, mientras las garantías
constitucionales permanecieran suspendidas, por medio de procedimientos de
conciliación o arbitraje. Villalba destaca que los miembros de sindicatos controlados
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 83

por AD fueron en todo momento alentados a resolver sus diferencias con los
patronos a través de medios no conflictivos y fueron exitosos sus esfuerzos por
incorporar sectores cada vez mayores de las clases populares a organizaciones
gremiales leales al régimen y bien articuladas con el partido de gobierno.

Los conflictos de trabajo transcurrían de tal modo que los mayores beneficios de la
clase trabajadora parecían depender de la intervención activa y directa del Estado,
como mediador, árbitro, o incluso negociador en nombre de los sectores organizados;
proceso que resultaba más significativo en los contratos colectivos petroleros, industria
en la que predominaban los líderes sindicales de AD y de la cual se derivaba un
modelo que tomaban en cuenta los demás sectores.

El nexo partido - sindicatos, y la dependencia de éstos respecto a la mediación del


gobierno, daba margen a la jefatura del Estado para aumentar o disminuir las demandas
sindicales según su conveniencia y hasta, discretamente garantizar a firmas extrajeras
la supresión de una huelga (Villalba 2002: 69); la iniciativa y mediación del gobierno
se habían convertido en factores decisivos de los que un movimiento sindical en el
fondo débil y dependiente no podía prescindir.

Al respecto, un escrito de la OIT citado por Villalba es elocuente, cuando al analizar la


legislación y las medidas favorables a los trabajadores durante el Trienio, afirmaba: ‗el
movimiento sindical no ha sido capaz de jugar un papel importante en la
elaboración de la legislación social, que en Venezuela es mucho más una obra del
gobierno que el resultado directo de un esfuerzo concienzudo de parte de los
trabajadores‘.
En síntesis, se tienen dos etapas contrastantes del paternalismo estatal hacia los
sindicatos, la primera de 1936 a 1945 en que se pretendió regular su actividad, y
otra más ambiciosa de 1946 - 1948 en que además de regularlos, se tuvo como
objetivo movilizarlos e incorporarlos como miembros activos al proyecto político que
lideraba Rómulo Bertancourt.

Lo significativo y trascendental hacia el futuro de esta segunda fase, es que se llegó a


estructurar una relación de intercambio, en la cual los sindicatos prestaban soporte
político a través del voto y la actividad político electoral, al gobierno y al partido, a
84 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

cambio del logro de beneficios económicos derivados de la intervención directa del


Estado en el campo laboral. A continuación, veremos cómo la empresa industrial, que
por esta época comenzaba a proyectarse como un nuevo escenario de la vida
económica, ofrece otros espacios para la integración y cooptación del sector obrero
por parte de las elites por vía de la deferencia y algunas condiciones de trabajo que
superaban los niveles reinantes.

2.2.3 La disposición personal y la conveniencia práctica de ser


un patrón generoso
Uno de los aspectos que le da reconocimiento y aceptación general a este empresario
como personaje notable del siglo XX venezolano, fue el haber erigido un gran grupo
económico, habiendo comenzado su actividad de trabajo, cuando aún en la niñez, sin
recursos económicos, decide dejar sus estudios elementales e ingresar como
dependiente a una firma de importación y venta de materiales de construcción. Si
bien, su rama familiar descendía del primer presidente de la República y por línea
materna estaba emparentado con la familia de Simón Bolívar, según los biógrafos era
de una época en que se podía ser muy respetable por sus deslumbrantes ancestros,
aunque no se tuvieran bienes de fortuna.

A lo largo de muchos eventos públicos en que el empresario leyó breves discursos para
entregar donativos, inaugurar obras, celebrar fechas especiales de las firmas, destacar
empleados, del mismo modo que en diversos escritos e intervenciones públicas como
dirigente político o gremial, se percibe el interés por sustentar y comunicar su visión
de lo que significa la colaboración y compromiso que ha pretendido mantener con los
trabajadores y los objetivos fundacionales. El contenido de todas éstas expresiones
públicas era cuidadosamente redactado por asesores, a partir de ideas generales
propuestas por Mendoza, quien luego revisaba y ajustaba el texto.

En muchas ocasiones Mendoza explica, lo que se considera una conducta generosa,


como el simple cumplimiento de obligaciones normales en un empresario; en uno
de los principales homenajes públicos en que se reconoció el sentido generoso de sus
actividades, expresó: ‗solo he querido ser un buen ciudadano‘.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 85

Sin embargo, los mensajes y discursos expresan diferentes motivos y explicaciones de


la conducta empresarial dadivosa o sensible socialmente, unas veces como parte de
una ética y disposición personal; otras como un deber social de las clases más
adineradas; también desde el punto de vista de la conveniencia o necesidad para la
buena gestión de las empresas; del mismo modo que como forma de contribuir al
equilibrio y armonía en el entorno político y social. En este último caso, el empresario
vincula sus prácticas benevolentes tanto con las políticas de protección e
industrialización sustitutiva, como con los desafíos al orden y la estabilidad que
planteó la acción armada insurgente.

Dentro de las explicaciones que Mendoza daba a su inclinación a ayudar y compartir


parte de sus bienes, estaba la idea de retribuir la fortuna que el destino o la buena
suerte le permitieron alcanzar28. Para éste empresario, admirador de Franklin D.
Roosevelt, su éxito abrumador y riqueza dependió de la combinación de diferentes
variables como la competencia técnica, saber profesional, perseverancia, disciplina,
y también del factor suerte. Por esta razón, creía que tenía la obligación de devolver
a la comunidad o compartir en su medio social parte de los beneficios de la actividad
empresarial. Por otra parte, en los valores de la familia Mendoza también estaba la idea
de que era necesario compartir y hacer parte del negocio a los empleados; aspecto
que siempre fue señalado como un rasgo característico desde sus primeros negocios.

En otras ocasiones, aparece la idea de que las diferentes etapas que viven en el
desarrollo de los negocios van disponiendo al empresario a adoptar más posturas y
acciones de solidaridad y preocupación ante problemas del país. En otra ocasión,
Mendoza lo presenta como parte del curso de su vida como hombre de negocios: un
primer momento, los principales esfuerzos y preocupaciones se concentran en la
creación de riqueza, al mismo tiempo que se llega a consolidar una estructura
empresarial y un equipo humano confiable; una vez se siente esto asegurado, aparece
la preocupación frente a los problemas sociales29.

28
Entrevista Luisa Helena Mendoza de Pulido, Hija de Eugenio Mendoza Julio 2007.
29
Vencemos #91 1972 ‗30 años de Protinal‘ P 14.
86 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Igualmente, en sus declaraciones Mendoza consideraba que su experiencia en


cargos públicos: como ministro de Fomento en 1943 y como integrante de la junta de
gobierno en 1958, le habían hecho más consciente de los problema de pobreza,
insalubridad y atraso del país, que parecían agravarse con el aumento poblacional.

A comienzos de los años 60s, en medio de su fallido proyecto político con la Asociación
Venezolana Independiente AVI, expresa una concepción acerca de lo que debe ser
un empresario con sentido social y proyectado hacia el escenario político. Mendoza
enumera como principios base del progreso del sistema de libre empresa: la
democracia, los principios cristianos y la justicia social; con lo anterior exhorta a los
empresarios a demostrar verdadera sensibilidad y preocupación, para enfrentar como
propios los problemas de alimentación, vivienda, educación la creación de fuentes de
trabajo‘ (Graces P., 1986: p 315 – 317).

Una década después, en una charla ante la segunda convención de empresas


juveniles, destaca el papel del empresario en la comunidad, en relación a sus
posibilidades de contribuir al desarrollo de la propia comunidad; y una vez más se
refiere a la obligación de actuar ante los problemas de los empleados y obreros, dentro
y fuera de la empresa, tratando de ayudarlos en cuestiones como la educación de sus
hijos, la solución de sus problemas de vivienda y otros: aporta ejemplos como la ayuda
empresarial en el terremoto de 1967, el Dividendo voluntario para la comunicad DVC y
la Fundación de vivienda popular FVP. En relación al período de agitación y crítica que
afronta el sector privado, considera oportuno y conveniente inculcar en la juventud el
verdadero concepto del sistema de libre empresa, y asi superar lo que denomina
campañas para deformar y desacreditar el papel de los empresarios30.

Ideas más pragmáticas sobre la conveniencia de las acciones solidarias para el


avance de las empresas y su buen manejo también se manifestaron. En el caso de
la planta cementera de Pertigalete, se había apreciado como en poco años, el avance
industrial creaba centros de trabajo, alrededor de los cuales se formaron ciudades; la
debilidad del Estado solo alcanzaba a aportar precarios servicios de educación y

30
Vencemos #87 1971.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 87

salud, razón por la cual las empresas debían actuar en tales campos. Lo que en el
presente se sustenta en la Teoría de los stakeholders, para esa época se resumió en la
frase ‗si la empresa se olvida de la sociedad, ésta se olvida de ella‘31.

En discurso ante Fedecamaras invitando a sus afiliados a adherir al DVC en 1962,


Mendoza menciona otros motivos de la lógica asistencial y paternalista, cuando se
refiere a las tensiones de los empresarios acerca de la tributación y la forma como
una ayuda empresarial voluntaria a la solución de los graves problemas del país,
podría alejar nuevos y mayores impuestos. Asi mismo, teniendo en mente procesos de
los países más avanzados, promueve la vinculación a su propuesta de ayuda
destacando la importancia de la labor fundacional y los aportes privados a obras
sociales, que considera enormes en el mundo industrializado (Graces P., 1986: 121).

De los requerimientos internos del manejo de las empresas se deriva un buen


número de incentivos hacia las prácticas paternalistas. En este sentido, puede
señalarse la necesidad de contar con personal directivo, técnico y administrativo de
calidad, factor que Mendoza consideró decisivo en el avance de los negocios y que
resultaba escaso en la época de acelerado crecimiento en que empezó sus
empresas, según su apreciación solo el 10% era competente y tenía buen desempeño,
los demás hacían fracasar las empresas.

En relación con esta situación surge el interés por proteger, conservar y estimular al
sector idóneo de los empleados y promover su formación: en carta a su hermano Lope
citada por Polanco (1993: 145), Mendoza señala: ‗..es necesario que el empleado
joven, nuevo y el obrero, también vean el porvenir amplio y seguro si trabajan de buena
fe […] es necesario estimular al elemento capaz y eliminar al mediocre‘.

Los primeros directivos que fueron confiables para Mendoza y le ayudaron a


conformar sus industrias, asimilaron el talante paternalista y lo reprodujeron en su
trato al creciente sector obrero que ingresó. El agrónomo Oscar Romer uno de los
fundadores de Protinal define enteramente este aspecto del esquema paternalista de

31
Entrevista el empresario Gustavo Vollmer Julio de 2007.
88 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

los primeros años en relación con la necesidad de conservar a los buenos empleados,
cuando se refiere con nostalgia al entusiasmo y mística que se sentía en los primeros
tiempos de la organización, cuando el país era muy pobre, y con limitados medios la
empresa daba sus primeros pasos, pero se visualizaba un gran futuro

‗..se integró un gran equipo, y lo que solíamos llamar la gran familia Protinal cuya
filosofía era uno para todos y todos para uno, todo buen trabajador de Protinal vivía y
trabajaba sintiéndose seguro porque sabía que pertenecía a una institución que lo
respaldaba en todo momento, y que ni él ni su familia, a la cual se le prestaba gran
atención, en ningún momento estaban solos ni desamparados en los difíciles momentos
de la vida, ya que la empresa acudía en su ayuda cuando se justificaba y lo merecía.
La relación que existía entre patrón y trabajador era siempre muy cordial y se cultivaba y
cuidaba muy de cerca proporcionándose al efecto, oportunidades muy bien planificadas
para que el contacto personal se mantuviera estrecho y éste no fuese solamente con el
trabajador, sino también con su familia. Se recorría con frecuencia las oficinas e
instalaciones, en cuya oportunidad se saludaba al empleado u obrero en el sitio de su
trabajo, y, además de dirigirle una palabra amable, se observaba si el ambiente en que
se desenvolvía era el adecuado, en cuanto a espacio, luz ventilación y limpieza. Se
atendía a quien quisiera hablar con uno. Se le oía con atención se trataba de ayudar si lo
requería y merecía, pasando el problema a quien concernía, pero con seguimiento‘32.

Como se puede ver, la valía o mérito del trabajador eran aspectos claves en las
atenciones y la deferencia, de modo que queda claro el sentido de la recompensa y la
relación funcional entre buen trato y expectativas por un buen desempeño laboral.

El crecimiento de las empresas, con la diferenciación y especialización organizacional


que conllevó, y la llegada de nuevas generaciones de directivos y empleados, pareció
cambiar el tipo de relaciones y la concepción que se tenía de las mismas; en
diferentes momentos Mendoza alecciona a su grupo directivo sobre la importancia de
incorporar sus principios de manejo del personal a las otras responsabilidades de
gestión, asi p.e., en el XII seminario de ejecutivos de 1976 expresó:

32
Vencemos # 155 1983
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 89

‗..A quienes les toque presidir el comité de dirección tendrán que dedicarse por entero
al estudio de las empresas y al análisis de sus fallas y de sus éxitos, a conocer más al
personal para ayudarlo a resolver no solo los problemas que tengan en la empresa sino
los que confrontan en la familia. Todo esto requerirá un contacto directo y permanente
con las empresas y con su gente, es decir, una dedicación integral, tal como lo he
venido haciendo yo..‘33.

Por otra parte, muchos de los procesos productivos (elaboración de cementos, papel,
alimentos concentrados) y tareas de mantenimiento, demandaban habilidades y
conocimientos prácticos y muy particulares de las plantas y equipos que tenía las
empresas; se trata del tipo de saberes técnicos, que en las industrias de
transformación de materias primas, típicamente genera oficios altamente específicos
al manejo de procesos y ciclos complejos de tareas de control de instalaciones. En
este tipo de industrias se hace necesario que los operarios sean vinculados y entrenados
dentro de esquemas de formación interna y sobre los puestos de trabajo34.

Éstos operarios de oficios específicos e intensivos en maquinaria, manejaban


equipos y realizan tareas de inspección muy decisivas en el buen desarrollo de
procesos trascendentes para la producción, y difícilmente convertibles en rutinas
fáciles de aprender. Por lo anterior, se requerían varios años de permanencia estable
de los trabajadores en las secciones, aprendizaje sobre el puesto y transmisión de
saberes de los trabajadores más antiguos, para llegar a conocer todos los detalles del
manejo y forma de intervención efectiva en los procesos (Ver Anexo 3).

Las condensadas biografías laborales presentadas en la sección ‗gente vencemos‘ de


la revista del grupo, evidencian el nexo entre oficios específicos, formación interna y
estabilidad: alguien con el oficio de ‗compresionista‘ decía ‗esas máquinas de la sala
de compresores las conozco al dedillo, son 39 años los que llevo entre este enjambre
de piezas y tornillos‘; otra trayectoria de 35 años, muestra el ingreso casi en la niñez

33
Vencemos #115 1976
34
Para una explicación del tipo de conocimientos y habilidades demandadas en la vida fabril,
de acuerdo a los diferentes niveles técnicos y de mecanización de la producción y los tipos de
proceso productivo, Ver Kern y Schumann (1980)
90 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

como jardinero de medio tiempo en casa de un gerente, después el servicio militar,


reingreso a la sección de mantenimiento, luego al oficio de hornero, más adelante
curso de electricidad con el INCE y paso a Departamento eléctrico; posteriormente al
departamento de sistemas, hasta ser inspector de instrumentación en 1987.

En otro caso aparece un recuento de lo que se describe con sentimiento positivo


como ‗duro trabajo‘, pero acompañado de promoción y formación continua, de un
técnico que registra una antigüedad de 42 años: ingreso a los 15 años como
ayudante del horno; a lo largo de esos años fue aprendiendo mecánica, llegó a
mecánico ajustador, luego mecánico de turno y después mantenimiento mecánico35.

En síntesis, la especificidad de los procesos y su exigencia de formación técnica


interna, determina que para éste sector de trabajadores, las empresas dispongan
una permanencia estable, que conduce a largas trayectorias ocupacionales dentro de
la misma planta. En empresas Mendoza la armónica y durable permanencia de los
operarios son tanto una necesidad del desarrollo de este tipo de industrias, como
un resultado de las políticas de personal que se adoptan, lo que a su vez introduce
elementos favorables al manejo paternalista de los trabajadores.

2.2.4 El empresario dadivoso y la política de industrialización


sustitutiva
Dentro de los variados temas tratados en los discursos y mensajes de Mendoza, hubo
apreciaciones sobre la política pública. Se expresaba adhesión al programa de
industrialización sustitutiva ISI y de desarrollo capitalista predominante, defendiendo la
idea de que el favorecimiento de los trabajadores y la ayuda a los sectores
marginados por parte del empresariado, contribuirían a sustentar más eficazmente
esa política. Del mismo modo, también se hacen consideraciones y se manifiestan
reservas sobre aspectos específicos como la intervención estatal, sea cuando

35
Vencemos # 180 1987.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 91

parece excesiva la regulación, o cuando el Estado pretende actuar como empresario; asi
mismo sobre el intercambio comercial subregional andino y la inversión extranjera.

En un rápido comunicado, en 1958 cuando hacía parte de la Junta de gobierno,


Mendoza resumió lo que creía un modelo de industrialización prometedor si contenía los
siguientes elementos: estable nivel de ingresos petroleros; protección arancelaria y
créditos a largo plazo; la expansión productiva que creara fuentes de trabajo y evitara
la salida de divisas que enriquecen a otros países. Admitía el riesgo de una primera
etapa de altos precios al consumidor, que sería superada en la medida que se
adquiriera experiencia productiva36.

En la perspectiva de Mendoza la industrialización es ‗la obra vital que requiere el


país‘, y ella se lograría estimulando la iniciativa privada, y apoyándola con atinados
planes de la CVF tendientes a un intenso y armonioso desarrollo industrial; se
apreciaban los créditos que ha venido concediendo esta entidad, pero se esperaba
que fuera posible una ampliación del crédito exterior37.

En los medios empresariales y gremiales, eran frecuentes las propuestas de Mendoza


para que los patronos propiciaran una mayor participación de la fuerza laboral en los
beneficios de la producción; prestaran una mayor atención a los problemas sociales del
trabajador; contribuyeran a resolver los problemas de vivienda y se preocuparan por el
entrenamiento del propio personal. La conexión más clara del esquema sustitutivo
industrial y capitalista con el tipo de manejo laboral que aplicó, se expresa asi:
‗El otorgamiento de utilidades más allá de los limites que establece la ley del trabajo es
una práctica que se generaliza cada vez más en las empresas; debemos analizar con
interés el que trabajadores y empleados se conviertan en accionistas de la empresa;
esto se ha ensayado en el grupo desde 1952, podría ser un medio para que los
38
trabajadores se sientan participando más en el sistema de libre empresa‘ .

36
Archivo histórico de Miraflores, Fondo inventario AC 42 – 13 1959.
37
Boletín de la CVF # 5 1961.
38
Vencemos #91 1972.
92 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Acerca del escenario externo y el capital extranjero, representado primordialmente por


EU, se reclamaba un precio equitativo para las materias primas vegetales y minerales
de exportación, cuyos incrementos reducidos no guardaban proporción con los de los
productos terminados que se importaban39.

Se apreciaba la inversión externa, a condición de que, bajo un criterio de ‗sano


nacionalismo‘ se controlara para evitar su ubicación en sectores ya cubiertos por el
empresariado nacional; o que se trate de subsidiarias que absorben el capital local; o
que se asociara de modo interesado para aprovechar medidas de protección nacional.
De este modo, la deseabilidad del capital extranjero estaría dada por su aporte al
desarrollo local, reiterando la idea de que ‗la empresa privada puede y debe contribuir
al mejoramiento de las mayorías desposeídas en su lucha por una vida mejor. Es una
deuda para con la sociedad que debe asumir la empresa privada para asegurar su
propia supervivencia‘40.

Las principales posturas críticas ante la política económica fueron la de 1968 en


contra del Acuerdo subregional andino, que consideraba una forma de distraer recursos
en otros países, cuando en Venezuela falta ahorro, hay pobres mercados de capitales y
la explosión demográfica afectan un desarrollo, que ya ha comenzado pero que
resulta insuficiente frente a los problemas sociales.

Por otra parte, argumenta la dificultad de la integración económica a nivel de América


Latina por tratarse de países en distintas etapas de desarrollo y diversa situación
económica, social, fiscal, de precios, costos de mano de obra, orden monetario y
balanza de pagos; de lo cual resultarían desventajas para Venezuela como la poca
reciprocidad y probable desbalance comercial; destaca cómo para ese momento su
país tenía el más elevado PIB, los más altos salarios y la más baja devaluación frente

39
En los años 50s, Mendoza había estado muy cerca de este debate, al actuar como negociador
del acuerdo comercial con EU, en el que se superaron tensiones sobre precio del petróleo y
hubo presiones para que se dejara de comprar el crudo venezolano.
40
Vencemos #48 1965 ‗La responsabilidad de la iniciativa privada y la acción voluntaria en
la América Latina‘. Discurso pronunciado por Mendoza en la Panameric Society of New
England abril 22 1965.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 93

al dólar41. Más adelante, en vísperas del ingreso de Venezuela a la ALALC, se pedía


negociar una situación especial por el poder de compra del país y su poca
posibilidad de exportar por llevar menos tiempo en el camino de la industrialización42.

Respecto al Estado, ya no pueden agitarse las viejas consignas de los primeros


tiempos de Fedecamaras, en las que se reclamaba su apoyo como financiador, pero
se censuraba su intervención en la vida económica. Ante la realidad del gran poder
estatal derivado del ingreso petrolero, solo cabía pedir que no se limitara el
crecimiento del sector privado, y que se viera la conveniencia para el desarrollo de la
colaboración y armonía Estado - Empresa privada.

En la visión de Mendoza, lo anterior sería posible, siempre y cuando ésta última fuera
prospera, vigorosa y responsable socialmente. Del mismo modo, Mendoza insiste en
su fórmula para hacer más efectiva la ayuda social: que se realice como acción de
conjunto entre las principales empresas y ‗…que se mantengan las disposiciones
legales vigentes relativas a las deducciones en el impuesto sobre la renta de las
liberalidades, con fines de acción social, que hagan las empresas y los
particulares..‘43.

2.2.5 La imagen del ‘buen empresario’ frente a la reprobación y


la crítica
Desde los años 50s, las políticas favorables a la industrialización y las dinámicas
asociadas al creciente ingreso petrolero nacional, habían contribuido a un apreciable y
a veces acelerado ensanche del sector industrial y notoria acumulación, que era más
visible en el grupo de firmas destacadas del que hacía parte el Grupo Mendoza (Ver
anexo 3).

41
Vencemos #65 1968 p 14 – 22.
42
El recelo y discrepancia frente a la Alalc y las propuestas de acuerdos subregionales
fueron notorios también en otros sectores empresariales, como los que se asentaban en la
Cámara de Comercio de Caracas, Ver González Deluca (1994) p 554, 564 - 565.
43
Vencemos #91 1972.
94 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Frente a esta prosperidad y éxito del empresariado, que se veía como muy dependiente
de la protección gubernamental y los recursos petroleros, no dejaron de expresarse
críticas y enjuiciamientos, que se intensificaron desde los años 60s. En ese difícil
contexto político, las prácticas paternalistas que en el Grupo Mendoza se
institucionalizaban, se convirtieron en una fórmula que el industrial presentó y
promovió públicamente; el argumento era el de justificar el apoyo estatal y dejar sin piso
a los críticos con una justa retribución y trato a los empleados. Más adelante se
completó y formalizó más con la propuesta del Dividendo Voluntario para la Comunidad
DVC como mecanismo para integrar los donativos y aportes de muchas firmas.

Si bien, la amenaza de la insurgencia armada que en los primeros años intimidó a


algunos empresarios y estimuló respuestas paternalistas, pronto se extingue,
permanece una insistente y fuerte crítica al empresariado, principalmente por parte de
sectores políticos adversos al sistema político que surgió del acuerdo de Punto Fijo y
tuvo en Rómulo Betancourt su primer presidente elegido democráticamente. El
empresariado que era señalado como directo beneficiario de la dictadura perezjimenista,
y aparecía en ésta etapa bien articulado al recién establecido régimen democrático,
fue objeto de hostilidades y cuestionamientos diversos.

A comienzos de los 60s, la inconformidad de los sectores de izquierda no


vinculados al acuerdo de los partidos mayoritarios, se acrecentó con la protesta de
los desempleados y otros sectores afectados por la crisis con la que comenzó esa
década. La situación económica mejoró, la actividad insurgente terminó, pero siguió
un agitado período de lucha dentro de los marcos legales.

La subversión armada cumplió un papel de factor cohesionador social y político del


sistema que se había conformado desde 1958 (Bautista 1993: 195), siendo el
empresariado y sus expresiones organizadas un campo muy ilustrativo de esa
unidad frente a la intimidación externa. Los mensajes de Mendoza en estos años, como
connotado representante del mundo de los negocios, expresan las tensiones que se
viven y conducen a una más insistente y explicita sustentación de la fórmula
asistencial y filantrópica como recurso empresarial para ganar legitimidad ante la
opinión pública y rebatir diferentes cuestionamientos.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 95

Las simpatías castristas, se expresaron en marchas tumultuosas y también ataques


destructivos a la propiedad privada. En 1961 varias compañías del grupo Mendoza
fueron objeto de tales agresiones: un informe de Fedecamaras en su XVII
asamblea anual, se refieren a una serie de atentados y actos de vandalismo contra el
comercio en la capital, llamando la atención del gobierno y alertando a todos los
afiliados para que prevengan estas manifestaciones que han destruido muchos negocios
como ocurrió con comercios situados en barrios populares.

Una de éstas comunicaciones dirigidas a Eugenio Mendoza, le expresa respaldo y


admiración, mencionando su dedicación ejemplar al trabajo, y el hecho de que los
directivos de la entidad ‗analizaron con preocupación el asalto y destrucción de
empresas que usted dirige, como culminación de otros hechos vandálicos..‘44.

A lo largo de los años 60s, el temor a la acción subversiva estuvo presente en la vida
empresarial, como factor de tensión y como motivo catalizador de proyectos
asistenciales. Lo anterior fue evidente en 1962, cuando Mendoza expone su idea
del Dividendo Voluntario para la Comunidad DVC ante Fedecamaras, sustentando
una serie de motivos, entre los cuales mencionaba el riesgo de la insurgencia,
advertía que más allá de la liquidez y buena marcha de las empresas, era necesario
pensar en la tranquilidad y estabilidad, porque ‗un ‗fidelazo‘ acabaría con nuestra
estructura social, económica y política‘ (Graces P., 1986: 121).

En su evocación de los años en que creó el DVC, con la idea de evitar el problema de
lo esporádico de las colaboraciones y emprender obras sociales más perdurables,
Mendoza señaló que la inscripción resultó exitosa por la situación de la Cuba de
Fidel Castro45 ‗por el que sentíamos terror‘, aunque después decayó el interés (Graces
P., 1986: 18)

44
Ver Fedecamaras (1960 – 1961: 105 – 107); González Deluca (1994: 551 - 552).
45
Hans Neumann empresario fundador del grupo Corimón, desde los años 50s, dedicado a
la fabricación de pinturas y barnices, y propietario de la más grande compañía de su ramo,
se refirió a la inquietud que provocaba la actividad de Fidel Castro y su apoyo a grupos
rebeldes en Venezuela, como causa para que se pensara en trasladar los negocios a un
país vecino, por lo cual se diseñó una estrategia de expansión hacia otros mercados y se
creó una división internacional en los años 60s (Canelón – Rago 1982: 49).
96 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Esta impresión de que el peligro castrista motivaba el desarrollo de proyectos


asistenciales, que luego decaían, fue confirmada por Adán Celis, un destacado
ejecutivo, allegado a Mendoza desde los tiempos de la Junta, quien había sido
directivo de empresas como Venepal, y de instituciones como Fedecamaras. En el
evento de las I jornadas latinoamericanas de bienestar social en la industria en 1991,
reflexiona sobre los dilemas de la RSE ante la situación del país, preguntándose:
‗producimos primero y repartimos después o producimos y repartimos al mismo
tiempo?‘, menciona además ‗cuando estábamos rodeados de guerrillas izquierdistas y
el empresario tenía miedo, actuaba, pero ahora que estamos en empresas más
seguras olvidamos las obligaciones de la comunidad‘ (Méndez R., 2003: 129).
En otros mensajes e intervenciones, Mendoza, desde distintos frentes siguió
manifestándose alrededor del tema. Como dirigente de Asociación venezolana
independiente AVI en 1963, previno sobre la influencia marxista en la educación
pública y llamó a estimular la educación privada‘ (Graces P., 1986: 320). Alertó sobre
los peligros de la actividad subversiva del castrismo, frente a la cual la supervivencia de
la democracia dependía de la solución a miles de problemas socioeconómicos que
causan inestabilidad y sufrimientos a quienes hoy apoyan el sistema democrático, pero
mañana por desesperación podrían acogerse ‗a otras soluciones nada aconsejables‘.

Como siempre, exhortaba al sector privado a ir más allá de sus intereses específicos,
para asumir por entero responsabilidades, compenetrarse con los problemas y ser
sensible a las necesidades de la comunidad, por medio de la creación y sostenimiento
de instituciones asistenciales, educacionales, de acción social e incluso organizaciones
sin miras de lucro para proveer vivienda sana, escuela eficaz y campos de deporte.
Consideraba que no bastaba con el solo desarrollo económico para superar los
problemas, y por ello la empresa se convertía en un factor de progreso, y los
empresarios debían cooperar con los gobiernos e insistir ante los legisladores para que
actúen con el fin de encontrar medios prácticos para mejorar las condiciones de vida de
‗tanta población indigente‘46.

46
Vencemos #48 de 1965 En esta oportunidad, recibía un homenaje y hablaba ante la
Panameric Society of New England, explicando el arranque de su idea del DVC en Venezuela,
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 97

El discurso de Mendoza, reforzado por el ejemplo de sus donativos a favor de


obras de utilidad colectiva, fue reconocido por amplios sectores de opinión, y seguido
por algunos empresarios. El reclamo por la ayuda a los menos favorecidos frente a lo
que veía como peligrosos avances del comunismo, lo llevaron a medidos de los 60s, a
promover campañas solidarias diversas, entre ellas una que llevara regalos navideños
a las tropas dedicadas a la lucha contra insurgente. Por estas razones, se le
47
premió también como defensor de la democracia .

Zapata (1995: 93) describe el inicio de una etapa conflictiva de otra naturaleza en
coincidencia con la creación del Movimiento al Socialismo MAS: A comienzos de los
70s, circuló un afiche con la imagen de algunos de los personajes más ricos como el
banquero Tinoco, Los Vollmer, Andrés Boultón y desde luego Eugenio Mendoza,
señalándolos como quienes ‗jodían al país‘; del mismo modo se imprimieron y
distribuyeron billetes con su imagen y otras acusaciones.

Las criticas hostiles no se limitaron a pasquines y panfletos, sino que llegaron a


debates en el congreso, en donde se hicieron denuncias contra empresas del grupo
Mendoza, p.e., acusaciones a Protinal de causar alzas en los alimentos concentrados, al
mismo tiempo se cuestionaba la obra filantrópica acusando al Hospital Ortopédico
Infantil de generar beneficios, a la Fundación de Vivienda Popular de lucrarse con la
venta de los materiales del grupo como cemento, pinturas y sanitarios. Se señaló
también la actuación interesada de algunos de los integrantes de Empresas Mendoza
en el congreso y cargos públicos (Graces 1986: 320 – 327).

Del mismo modo, se publicaron artículos en revistas y algunos libros con títulos
enjuiciadores como los de Domingo Rangel ‗La oligarquía del dinero‘ (1971); Américo
Martín ‗Los peces gordos‘ (1975) y más adelante Federico Brito La aristocracia del
dinero en la Venezuela actual (1986). De los tres textos mencionados, el primero fue

llamando a la difusión de este modelo en Latinoamérica, y a que las compañías norteamericanas


establecidas en los diferentes países se asociaran a esta organización.
47
Vencemos #57 1966 Discursos leídos en el homenaje a Mendoza en sus 60 años de vida
y 40 de empresa; y condecoración de las fuerzas militares.
98 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

el más notable como obra investigativa; su calidad, profundidad y acopio de


información lo hacen valioso aún en el presente.

En reunión extraordinaria del Consejo de Coordinación de sus empresas en mayo de


1971, Mendoza presentó lo que describió como una campaña de descredito y un ataque
sistemático y planificado para deteriorar ante la opinión pública la imagen de las
empresas y de su principal líder, del mismo modo que otros destacados grupos con el
fin de destruir el sistema democrático y establecer un régimen marxista.

En esta oportunidad el empresario divulgó un escrito en el que se esfuerza por rebatir


una a una las criticas, y sustenta una vez más su visión de los deberes cumplidos y
pruebas de su sensibilidad como empresario, haciendo el recuento de los programas
más notables, como Financiadora Inmobiliaria Nacional FINCA que desde 1940 ayuda a
conseguir vivienda; el Dividendo Voluntario para la Comunidad DVD y la Universidad
Metropolitana UNIMET. Por otra parte, procura refutar algunos de los datos que Rangel
ha tomado del Registro mercantil, afirmando que el grupo no posee 1.199 millones
como aseguró el escritor sino 552 y 116 en reservas, de los cuales participan como
accionistas 4.952 personas entre inversionistas, directivos, gerentes , empleados,
obreros, que se benefician del esfuerzo nacionalista que son las empresas Mendoza.

Las intervenciones de Mendoza reflejan por estos años una defensa y legitimación de
su actividad en dos frentes que a veces se confundían, o se trataban de unificar para
emplear una mejor estrategia: Por una parte, en el campo de las políticas de protección al
desarrollo industrial (ver anexo 3), y por otra respecto a los críticos que censuraban el
enriquecimiento del empresariado y los pobres resultados de tales políticas. Lo anterior
se advierte cuando Mendoza examina el tema del ingreso de Venezuela al Pacto
Andino y la reforma arancelaria, advirtiendo sobre el nuevo escenario de riesgos y
dificultades para la empresa privada, que de allí se derivaba; ante lo cual sugería crear
una comisión de empresarios entre los que se encontraba Oscar Machado, Salvador
Salvatierra, Enrique Sánchez y Freddy Muller, para fortalecer a Fedecamaras.

Proponía que con base en resultados financieros, se fijara una contribución anual de 5 x
10.000 del total de capital y reservas de cada empresa, cuyo monto oscilaría entre 500 Bs y
250.000. El empresario concluye afirmando que sin este fortalecimiento, Fedecamaras no
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 99

podría atender de mejor forma sus responsabilidades, ‗ni hacer frente a aquellos grupos
empeñados en destruir la empresa privada como un primer y decisivo paso hacia la
eliminación del sistema democrático‘ (Graces P., 1986: 148 – 149).

La tendencia a promover esfuerzos colectivos, no era extraña en Mendoza; es asi


como en 1973, ante la asamblea anual de Fedecamaras defiende a la empresa
privada como uno de los pilares fundamentales del sistema democrático y factor
positivo de desarrollo económico, estimando su contribución al ingreso nacional en
77%, en contraste con la del Estado fue de 23% (Graces P., 1986: 146 - 147).
Insiste en que existe una ofensiva en los últimos años contra el sistema de libre
empresa para desprestigiarlo y distorsionarlo, ante la cual los empresarios, a pesar de
sus sólidas razones a favor, no han sabido defenderse y responder proyectando su
verdadera imagen. Critica que no se destinen recursos a adelantar una campaña
institucional que demuestre las ventajas del sistema de libre empresa e influya en
forma positiva en la opinión que ciertos sectores del público tiene de ella.

El recurso a las campañas de imagen fue usual en Mendoza, no solo con las revistas
empresariales y otras publicaciones del grupo, sino con una bien cuidada relación con
la prensa. Los empresarios y Fedecamaras, en esta ocasión no acogieron su
propuesta, pero el cometido publicitario fue emprendido en el Grupo Mendoza, con la
publicación en 1974 del libro ‘Porque Eugenio Mendoza’, escrito por Manuel Acedo
Mendoza, sobrino del empresario.

En este texto se sustenta del modo más completo y sistemático el conjunto de


argumentos y justificaciones para legitimar y defender la actividad del fundador del
grupo. Además enumerar los errores, exageraciones y excesos de suspicacia en el
análisis de Rangel, se empeña en rebatir las acusaciones de concentración de
riqueza, señalando que por su diversa estructura y participación en la propiedad, lo
que se ha hecho es más un ‗capitalismo popular‘, con diversos inversionistas:
compañías, pequeños accionistas e incluso empleados de las firmas; con lo que se
desmentían los cargos de acumulación excesiva.

El carácter de esfuerzo nacionalista y avance pionero industrial en una vía sustitutiva,


que el mismo Rangel reconoció con amplitud, son otras de las razones invocadas en
100 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

defensa de la actividad de Mendoza. Pero sin duda la mayor extensión de la


argumentación se dedica a presentar las diferentes actividades asistenciales en las
empresas, relacionadas con ahorro y vivienda; educación, bienestar y recreación, del
mismo modo que la labor filantrópica de la Fundación Mendoza y proyectos como
el hospital ortopédico infantil.

Si bien, Mendoza había sido el blanco más claro de los ataques extremistas y
acusaciones, era evidente que la ofensiva se dirigía a todo el empresariado en
conjunto; por ello Acedo se extraña de que las más fuertes críticas y la decida
ofensiva se centrara, precisamente en el grupo empresarial más destacado por su
acciones favorables a los trabajadores y sus actividades fundacionales de beneficio
social: ese es el sentido que tiene el título del libro Porque Eugenio Mendoza.

Debe destacarse que en éste título, quedó implícita una idea y un reclamo de
legitimidad del éxito económico a partir de las dádivas, que se manifestó en diferentes
reseñas de la trayectoria de Mendoza: muchos capitalistas se enriquecieron de modo
similar a como lo hizo Mendoza (con las políticas favorables, créditos y otros beneficios
estatales del rentismo petrolero), pero pocos de ellos hicieron algún esfuerzo por
compartir su riqueza o ayudar a sectores desfavorecidos, comenzando por sus
propios empleados. Esta disposición de Mendoza a proveer apoyo a los demás y
colaborar en la solución de problemas sociales, a la que siempre quiso motivar e
integrar gremialmente a otros notables de los negocios, juega aquí como motivo
atenuante o factor justificativo de la riqueza alcanzada por medios que en muchas
ocasiones se consideraron censurables dentro de la visión que diferentes sectores
sociales han tenido sobre los empresarios venezolanos como grupo ‗en situación de
sospecha‘ y fortunas de origen político48.

2.3 Prácticas paternalistas de la etapa pionera


Se trata de las actitudes y formas de relacionarse con los subordinados típicas de los
primeros años, en que las actividades comienzan a muy pequeña escala, y el

48
Estos calificativos son usados por el profesor de IESA Antonio Francés en su texto
‗Empresa privada y Estado en Venezuela‘ del 2003
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 101

empresario comparte muy de cerca con los empleados las tareas cotidianas en
contacto cara a cara e interacción muy frecuente, que permite aleccionarlos e instruirlos
sobre las pautas innovadoras en el manejo del negocio.

En los primeros años de comercio ferretero y de materiales de construcción desde


1926 hasta los años 40s, Mendoza acumula un primer capital y experiencia
mercantil, pero tan importante como eso, integra un pequeño grupo de dependientes
con los que establece sólidos nexos de simpatía, respeto, y un fuerte ascendiente.
Estos primeros empleados por delegación suya, y junto con varios de los hermanos del
fundador, son los confiables y leales organizadores de las primeras fábricas (Protinal,
Venezolana de cementos, materiales Mendoza, Maquinarias Mendoza).

Varias fuentes se refieren a rasgos de personalidad de Mendoza que le facilitaron


promover disciplina y exigencia en los trabajos, cuando actuaba ante los
subordinados sobre la base de la corrección y el ejemplo; pero igualmente a la
preocupación por la armonía y equidad en las relaciones laborales, combinada con la
proximidad y calidez en la interacción con los empleados (Aurrecoechea J., 1966;
Azpúrrua P., 1988; Jaen G., 1961).

Como es usual, en algunos aspectos hubo exageración, asi p.e., sus numerosos y
lisonjeros biógrafos, le atribuyen haber hecho por primera vez distribución de
utilidades entre sus empleados desde los lejanos tiempos de su compañía de
comercio de materiales. En contraste con lo cual, algunos cronistas de las primeras
compañías comerciales y de los derechos laborales, han descrito cómo era usual en el
comercio desde fines del siglo XIX, que al final de año, por liberalidad el dueño del
negocio entregara a cada uno de sus empleados una suma variable, pero a veces
equivalente a un mes de salario, como participación en las utilidades (Marín A.,
1941; Espinal P., 1969).

El crecimiento de las primeras fábricas es rápido, y se forman las primeras


generaciones de obreros, imbuidos de un sentimiento de respeto hacia el fundador, no
solo porque con su persistente trabajo había construido una fortuna, y daba un
permanente ejemplo de disciplina, sino por la proximidad y trato justo al trabajador que
había instituido, superando las exigencias legales. Esta percepción del empresario,
102 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

junto con la idea de que la lealtad y el compromiso con el trabajo debían estar en
concordancia con las cualidades de bondad y rectitud de Mendoza conformaron lo que
se denominó la ‗mística de trabajo‘ de los primeros años49.

2.3.1 Campamento, comedor y dispensario: una infraestructura


necesaria en los primeros años de las fábricas
Los beneficios y ayudas que se conceden a los trabajadores cambian con el tiempo y
su configuración depende en gran parte de la etapa de desarrollo que viva la
organización. Dada la dispersión de instalaciones y procesos de varias de las
empresas Mendoza, y la necesidad de emplazar plantas en lugares alejados de
zonas habitadas, en la etapa inicial de construcción de las primeras instalaciones, aún
antes de iniciarse la producción, era necesario proveer diferentes servicios; los casos
más notables fueron el de la fábrica de papel Venepal y la cementera Vencemos.

Desde que se hizo el estudio arquitectónico y funcional para planta y oficinas en un


terreno boscoso de Morón en 1956, se contempló la necesidad de proveer
servicios sociales, comedor y unidades de campamento y vías de acceso a la zona
de urbanización. Dos años después se concluye el Club social y el comedor para los
trabajadores, obras que ‗se encontraban concluidas y puestas en servicio antes de
que entrara en producción la primera máquina papelera‘50. En los siguientes años se
hacen mejoras y nuevas construcciones: en 1962 se habían concluido 100 casas y
80 apartamentos; ‗entre 1964 – 65 fueron remodelados y modernizados los edificios de
comedores y se instalaron una cafetería semiautomática y un restaurant, y en
1968 se amplió y remodeló el club social y deportivo de los trabajadores‘.

Más adelante se completa la zona de viviendas con nuevos espacios e instalaciones, de


modo que para 1978, se habla de un campamento que contaba con 261 casas y 182
habitaciones de solteros, un club, casa de abastos, cooperativa, comedores, campos
deportivos. Dentro de las actividades sociales se incluyen al lado de cursos técnicos

49
Elementos similares, derivados de la influencia del fundador se manifestaron en los casos
de Industrias Pampero, Cigarrería Bigott, Electricidad de Caracas, entre otras firmas analizadas
en este estudio (Ver Anexo 1)
50
Venepal 1984 p5 – 10.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 103

especializados, formación de aprendices para hijos y familiares de trabajadores de Venepal,


cursos de alfabetización para adultos y bachillerato de libre escolaridad (Venepal, 1978).

La misma fuente reseña la introducción de servicios médicos, que fueron mejorados


con el paso de un elemental dispensario en 1958 a una sede de servicios médicos y
odontológicos más completa; en 1974 hizo renovación de sus equipos y hacía 1978
se caracteriza como ‗uno de los dispensarios mejor dotados de la industria nacional
dedicado a medicina ocupacional‘.

En el caso de la fábrica de cemento Vencemos, además de tener plantas y


organizar procesos en zonas distantes p.e., calcinación de yeso en Pertigalete y
ensacado en Catia la mar, por la falta de canteras de caliza debió organizar trabajos
en zonas casi deshabitadas, p.e., extracción en Islas Toas; trituración de Macuro
para traer el material en gabarras; ello hacia necesario que las instalaciones tuvieran
servicios como comedor de los trabajadores y planta eléctrica51.

A la primera etapa de instalación fabril corresponden los comedores industriales,


viviendas y campamentos; dispensarios y centros de atención médica; programas de
alfabetización y otros cursos para adultos en los que actuaban trabajadoras sociales y
demostradoras de hogar; lo anterior se acompañó de jardines de infancia y escuelas
básicas en la proximidad de las empresas52. Entre las actividades de recreación,
se tuvieron desde actividad deportiva a nivel de cada planta, hasta grandes y
publicitados campeonatos entre todas las firmas del grupo a nivel nacional; el grupo
invirtió en diferentes instalaciones deportivas y piscinas para las principales
empresas. También eran usuales las excursiones y visitas de trabajadores de plantas
de una ciudad a las de otra; carnavales, reuniones sociales y fiestas en clubes de las
empresas o contratados por ellas.

51
Vencemos # 131 1979.
52
Un recuento de los programas educativos de empresas Mendoza registra en 1943 los
programas de alfabetización y cursos de capacitación para adultos; en 1954 la inauguración
en Maracaibo de la escuela Vencemos Mara y en 1956 la Escuela Henrique A. Stolk en
Pertigalete, ambas de educación primaria para hijos y familiares de trabajadores; en 1968 el
Grupo escolar de urbanización Pamatacualito destinado a educación primaria de los residentes
en esa zona Vencemos # 149 1982.
104 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Asi mismo, tuvieron importancia programas de prevención de accidentes, seguridad


industrial, salud ocupacional y general; reconocimiento y premiación de trabajadores
por meritos de trabajo y antigüedad53; regalos y celebración navideña, visita de
familiares de los trabajadores a las empresas; cursos para esposas y familiares de
trabajadores, p.e., economía doméstica; campamentos vacacionales para los niños. En
los años 70‘s, en la etapa de mayor desarrollo del grupo, ocurre el cambio más notorio
en la concepción y práctica de la asistencia social, cuando se promueve la
participación de los empleados en el diseño los planes que se impulsaban, al mismo
tiempo que se ve la necesidad de que éstos favorezcan su realización como
individuos; en esta época fueron notables la organización de grupos corales y de
danzas, asi como los festivales culturales inter empresas.

La organización de los llamados programas sociales tenía una especial importancia


dentro del grupo Mendoza, todos sus ítems se cuantificaban sistemáticamente como
una inversión y eran objeto de divulgación en las numerosas comunicaciones y
expresiones públicas relacionadas con las compañías. Era evidente que el conjunto
de beneficios concedido a los trabajadores, del mismo modo que las actividades
fundacionales, se consideraban un rasgo extraordinario y destacable como característica
empresarial a divulgar insistentemente ante empleados y opinión pública, en un
proceso que va conduciendo a la elaboración de una temprana idea de
Responsabilidad Social Empresarial.

La medición del capital de las firmas invertido en programas sociales era


permanente y cuidadosa, y la mención de cifras como en escritos o eventos
públicos frecuente, un ejemplo de lo anterior fue el discurso de Mendoza en un
evento de la Venezolana de Cementos en 1973; en esa oportunidad se refiere a que
el grupo ha dedicado recursos al desarrollo integral del trabajador y su familia, con
elevación del nivel cultural, social y económico, entendiendo tales rubros como gastos
sociales, indirectamente productivos: como ‗una inversión demográfica, dirigida al logro

53
Varios de los servicios promovidos se vinculaban a programas gubernamentales, como
fue el de comedores industriales establecidos en cooperación con el Instituto Nacional de
Nutrición INN; asi mismo, eventos como la Condecoración mérito al trabajo, que en 1968
ganaron dos horneros de Vencemos, y que fue impuesta por el presidente Leoni, y en otras
ocasiones por los ministros de trabajo Ver Vencemos #66, #97 de 1968 y 1973 P 23.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 105

de la satisfacción y mejoramiento del capital humano de la empresa‘. Calcula que en


tres décadas esos gastos alcanzaron 58‘600.000 de Bolívares, con los que se ha
atendido vivienda, ahorro, educación, construcción de escuelas, otorgamiento de
becas, cursos de capacitación profesional, servicios médicos, dispensarios, centros
comunales, parques infantiles, campamentos vacacionales (Graces P., 1986: 99 –
100).

La síntesis de todos los programas y aportes, se hacía de tal modo que quedaba claro
que no eran prácticas de rutina en la generalidad de las empresas del país, sino
elementos específicos del grupo, cuyo valor se defendía ante los críticos de la
acumulación capitalista, que a comienzos de los años 70s se habían expresado de
modo muy categórico. Ante ellos se argumentó:

‗…no consideramos a una empresa como un ente aislado, cuyo único fin es el de
obtener beneficios materiales, indudablemente indispensables para su normal
desarrollo, pero también nos damos cuenta de que la empresa tiene que cumplir
responsabilidades sociales tanto frente a sus trabajadores como ante la sociedad
misma. Es por este concepto de responsabilidad social que tenemos, por el cual hemos
llevado y continuaremos llevando a cabo una intensa labor en el amplio campo que
54
cubren nuestras actividades de servicio social a nuestros trabajadores y sus familias‘ .
Entre los reconocimientos más destacados para los empleados, estaban los de
imposición de botones de antigüedad, en celebraciones en donde se hacía entrega
de algunas dádivas como participación en utilidades, bonificaciones, entrega y venta
de acciones en condiciones preferenciales; en un solo evento podían concederse
varias de ellas, e incluir otras actividades como celebración del aniversario de la
empresa, misa, primeras comuniones, y entrega de trofeos deportivos. Asi ocurrió en
1962, en un evento de Papelera Shellmar, en donde se entregaron botones de
antigüedad a 39 trabajadores que cumplieron 5,10,15, y 20 años de servicio
ininterrumpido55.

54
Vencemos # 97 de 1973.
55
Vencemos #30 de 1962.
106 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La participación en utilidades se hacía por compañías, con asistencia de directivos


de la firma y del grupo, usualmente al final de año, en combinación con mensajes
y celebraciones relacionados con la navidad56. El discurso en este caso, recordaba los
más antiguos antecedentes, de lo que se mostraba como una práctica benevolente
establecida por Mendoza desde su primer negocio, cuando una parte de sus utilidades
las compartió con sus primeros colaboradores, ‗mucho antes de que la legislación de
trabajo lo estableciera como obligación y muy en exceso de lo que después fue el
porcentaje legal‘57; el proceso de institucionalización llevó a que se definiera un
porcentaje de las utilidades para ser repartidas entre el personal, además de la
participación legalmente definida.

En un mensaje de 1963, con motivo de cumplir 20 años de actividad la cementera


Vencemos, Mendoza evidencia los dos referentes de esta retribución refiriéndose al
‗reparto de utilidades que ordena la ley y la participación en las utilidades de la
compañía que espontáneamente les concedemos de acuerdo con la conducta,
competencias y espíritu de colaboración de c/u de ustedes y por la empresa en
58
programas por más de 11.3 millones de bolívares‘ .

Las medidas destinadas a promover la participación accionaria de los empleados


también comenzaron por esta misma época. Mendoza diseñó un plan para convertir
en accionistas a todos los obreros y empleados que asi lo desearan, destinando
20.000 acciones por un valor de 2 millones de bolívares para ser vendidas de modo
ventajoso en la Caja de ahorros de Vencemos59. Este y otros planes de venta de
acciones no fueron obligatorios, sino de carácter abierto a todo el personal en

56
Revista Vencemos #27 1962.
57
Un acto de reparto de utilidades y entrega de botones de antigüedad en Vencemos estuvo
a cargo del directivo Eduardo Pantin, en su discurso se repiten las alusiones a las dotes
humanitarias y ejemplares de Mendoza, la valoración y aporte a la mejora de los trabajadores
como personas; también se expresa reconocimiento a otros directivos Manuel Acedo y
Gustavo Vollmer Ver Vencemos #51 1965 p 16-17.
58
Vencemos #39 1963; La participación de utilidades que excedía la exigencia legal, con el
tiempo se transformó en bonificación al personal por productividad y rendimiento, según se
precisó en los estatutos de Venepal relativos a responsabilidad de la compañía en las
relaciones con el personal: Ver (Venepal 1984: 188)
59
Vencemos. #39 1963.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 107

consideración a la remuneración y tiempo de servicios; se ofrecían a precios inferiores


a su valor comercial y pagaderas a largo plazo y bajo interés60.

A comienzos de los años 70s, seguía adelante el plan, como lo muestra una venta
de acciones a los trabajadores en proporción a su remuneración y años de servicio y al
público en general en lotes no mayores de 200 acciones: de las 304.000 acciones,
204.000 se ofrecieron al público y 100.000 a los trabajadores. El informe de gestión de
Venepal para esa época señala que en poco tiempo se había vendido la totalidad de
acciones del publico a 120 bolívares y el 58.5% de las acciones de los trabajadores
dentro de un programa a 5 años, al mismo precio menos el descuento del 10%
previsto en el plan (Venepal 1984: 193).

En 1973 se habla de una emisión de 304.000 acciones pagadas en un 20%, de las


cuales 100.000 acciones con un valor nominal de 10 millones de bolívares se
ofrecerían a los trabajadores de Venepal y 6 empresas filiales. En esta venta se
dieron condiciones especiales de precio y forma de pago, de acuerdo con el plan de
venta de acciones al personal; la caja de ahorros Venepal, suscribiría dichas
acciones pagando el 20% de su valor nominal en efectivo y el 80% restante junto
con una prima tiempo después (Venepal 1984: 185).

En general los beneficios y dádivas concedidas se mantuvieron a lo largo de la vida


de las empresas, aunque en algunas ocasiones difíciles se recortó parte de ellas,
asi p.e., a fines de 1955, Capriles uno de los más antiguos colaboradores, describe
dificultades en los negocios: la competencia obligó a reducir precios, la utilidad bruta
bajó, el precio del acero tuvo una gran baja, todo lo cual hizo necesario reducir el
reparto de beneficios61.

2.3.2 El Trabajo social en Empresas Mendoza

60
Tiempo después se informaba de la adquisición de acciones por más de 1.000
trabajadores; hecho que se destacaba como ejemplo a seguir para otras empresas en algunos
diarios, del mismo modo que el ambiente de paz y buenas relaciones laborales de las
empresas Mendoza, Ver Vencemos #42 mayo junio 1964.
61
Carta de Moisés Capriles a Mendoza en diciembre de 1955, citada por Tomás Polanco
(1993: 205).
108 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

El llamado ‗servicio social‘, se encuentra entre los antecedentes del trabajo social, y
muy especialmente de la trabajadora social; su rol ocupacional aparece
profundamente ligado a los diversos programas de salubridad y asistencia social que
desde fines de los años 30s, organismos gubernamentales y algunos privados
promovieron para comunidades marginadas.

La tarea social apuntaba tanto a la solución de los problemas derivados de la


pobreza, epidemias y marginalidad que dejó la dictadura de Gómez, y que parecían
más graves en zonas rurales, como a resolver desajustes sociales derivados de la
concentración obrera en torno a nuevas actividades productivas, y aún los que
causaban programas de asistencia social emprendidos con anterioridad.
En los años 40s, un plan de viviendas a los campesinos productores de frutas en la
hacienda de Santo Domingo (Tejerías), por parte del empresario Alejandro Hernández
de Licores Pampero, contó con una contribución del trabajo social, que fue descrito
del siguiente modo (Rodríguez J. 1988: 59 – 60):

‗funcionó una pequeña oficina a cargo de una diligente trabajadora social, quien fue la
encargada de enseñar a los campesinos la utilización de los servicios higiénicos,
velar de que las habitaciones no fuesen convertidas en corrales para animales y, quizá
lo más duro, evitar que las abandonasen y volviesen a sus destartalados ranchos.
Después de los años 50s, algunas de las primeras labores de expertas en temas
sociales como Carola Ravell o trabajadoras sociales, tuvieron que ver con esfuerzos
por enmendar consecuencias no previstas de acciones asistenciales, p.e., el rechazo
de una población de pescadores a las viviendas construidas para ellos (Fundación
Mendoza 1995 p 29 ); o persuadir a trabajadores para que usaran los servicios de
un club social de la Electricidad de Caracas, inicialmente destinado solo a empleados
y ejecutivos; o los esfuerzos educativos para cambiar los hábitos alimenticios de los
trabajadores de una fábrica de papel que rechazaban el comedor y sus menús
saludables; campañas de prevención de accidentes o adaptación de personal técnico
extranjero a la vida local (Fundación Polar 1991 Vol V).

El rol del trabajo social como asistencia a trabajadores, perduró por varias décadas, es
asi como en 1988 un ingeniero y directivo del grupo Sivensa se refiere a las políticas
de personal de esta firma, fundada en 1948, pero que aceleró su crecimiento desde
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 109

1974 cuando comenzó a estar ligada al sector automotriz. Menciona actividades


recreativas, culturales y sociales; campamentos para hijos de trabajadores; una revista
en cada compañía para que los empleados expresen sus inquietudes; programa No
analfabetos.

Se refiere como algo poco común en Venezuela al programa de visitadoras sociales,


que ha logrado mejorar el clima de la compañía (Bortesi B., 1988)

‗.. Estas visitadoras son un grupo de damas asignadas una en cada compañía del
grupo, especialmente entrenadas, que se encargan de atender problemas personales de
los trabajadores. Por ejemplo un programa con el colegio de los niños, la esposa que
requiere hacerse una operación y no consigue cupo en el hospital, un señor que va a ser
desalojado de su vivienda porque no pudo pagar el alquiler, etc; todo este tipo de
asuntos los atiende el grupo de damas visitadoras sociales, y es realmente notable la
unión que se ha desarrollado entre esas personas y los trabajadores, y es importante ver
cuán satisfechos se sienten nuestros compañeros de tener a alguien que los escuche
en problemas personales y muchas veces incluso de carácter íntimo‘.

Si bien en los primeros años, Mendoza y los iniciales directivos, con sus acciones
encaminadas a solucionar ‗problemas morales, económicos, de salud de los
trabajadores y sus familias‘, se sintieron actuando como `trabajadores sociales
espontáneos‘ y superando las exigencias de la ley del trabajo de 1936. Pronto
debieron encargar tales tareas a profesionales, que organizaron el área. Varias
reseñas señalan los nombres de los principales directivos de esta función y el año de
vinculación: Teresa Troconis 1944; Luisa Amalia de Vegas 1949; Rafael
Monsalve 1958 y Carola Ravell 1969 (Graces P., 1986: 136 – 137); como veremos,
cada directivo, al ingresar pudo emprender cambios y dar al organismo un rumbo
específico.

Veremos cómo desde los primeros años, profesionales de trabajo social, principalmente
mujeres, tienen un papel muy destacado en las tareas asistenciales, generando todo
un estilo de trabajo específico de la compañía; se puede decir que en general,
predominó una lógica patriarcal y sexuada de los perfiles ocupacionales, en la que las
típicas tareas del ‗cuidado‘ quedaban adscritas al género femenino.
110 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

De acuerdo al recuento del texto conmemorativo más completo (EM 1976: 133 - 134)
un manejo más metódico de las tareas de asistencia social comenzó en 1943 con
la vinculación de la trabajadora social Teresa Troconis, quien organizó una
dependencia llamada ‗servicio de bienestar social‘, dedicada a atender los problemas
individuales del personal. En 1949 se creó el ‗Departamento social‘, que fue dirigido
por Luisa Amalia de Vegas, y contó con tres trabajadoras sociales para asesorar a
seis empresas; el número de esta profesionales aumentó de modo que pudo haber
una en cada empresa.

Desde 1955 las distintas formas de asistencia creadas para todas las plantas del país
como: servicios médicos y odontológicos, seguros de enfermedad, maternidad,
accidente y vida, del mismo modo los campamentos vacacionales, quedaron bajo la
responsabilidad del Departamento Social.

La primera forma de definir la organización y las actividades dedicadas a la ayuda y


bienestar de los trabajadores en las empresas Mendoza fue el Servicio social. Esta
expresión fue tomada de las instituciones estatales venezolanas encargadas de la
asistencia social en los años 30s, que a su vez la habían traído de la experiencia
francesa en este campo. Esta propuesta de servicio social, como función pública
situaba a la trabajadora social62 en el centro de una labor sistemática que
comenzaba con el acercamiento y búsqueda de información en la comunidad, ‗mediante
un interrogatorio lleno de sagacidad, pero no exento de cierta dulzura y no menos
prudencia‘ estas Encuestas sociales, debía ayudar en la solución de los sufrimientos y
flagelos del individuo y la familia, pero también tenían el sentido de estudios
tendientes a aplicar medidas de previsión social (Álvarez P., 1943: 23 – 27).

La alta estima de estas profesionales en las empresas Mendoza, y la calidad técnica de las
que se contrataron es un hecho innegable. En un discurso de homenaje a Luisa Amalia

62
Solo hasta comienzos de los años 50s, se derogó la medida que prohibía el ingreso de
hombres a esta profesión, (Ruíz Lila 2002)
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 111

de Vegas63 en 1972, Mendoza resume su trayectoria y labor como trabajadora social,


dejando ver que en éste campo, cómo en el de ingenieros y directivos, también había
buscado un talento reconocido y una experiencia probada en el sector público: En 1939
es nombrada directora del servicio social del Ministerio de sanidad y asistencia social64;
1941 directora de la Escuela nacional del Servicio social viaja a Bélgica a
especializarse en trabajo social; cuando regresa se dedica a estructurar como directora
el servicio social de empresas Mendoza por 10 años (Graces P., 1986: 386 – 387).

Asi mismo es claro que se contó con su experiencia para organizar las actividades
fundacionales externas a la actividad de las empresas, ya que perteneció al comité
consultivo de la Fundación contra la parálisis infantil; miembro fundador de la
Fundación Eugenio Mendoza, de la asociación de apoyo a la infancia FIPAN y de
otras organizaciones. En 1977 las cualidades y dedicación demostradas fueron
reconocidas al ser designada ‗Mujer de Venezuela‘ y se puso su nombre a uno de
los jardines de infancia apoyado por el grupo Mendoza.

Teresa Troconis, otra de las orientadoras del trabajo social en empresas Mendoza también
dejó evidencia de sus calidades profesionales y concepciones sobre su quehacer. En un
escrito de 194665, define las cualidades requeridas y el quehacer profesional de la
trabajadora social como gestora de un servicio social, que entiende como arte y como
ciencia, con el que se busca reajustar las relaciones personales y reorganizar los grupos
sociales. Es significativo que, quien llegaría a ser directiva de los planes asistenciales
de las empresas Mendoza, considerara que la esencia del servicio social se distingue de la
caridad de inspiración religiosa, de la filantropía, la beneficencia o la asistencia pública,

63
El nombre de esta trabajadora social ha sido destacado dentro de las pioneras de la
profesión en Venezuela, su primera acción notoria fue una campaña voluntaria antituberculosa
en 1936, luego vendría su participación en actividades del Ministerio de sanidad y asistencia
social, (Ruíz Lila, 2002).
64
La creación de esta entidad, significa aprovechar un conjunto de experiencias de
voluntariado católico de damas prestantes que en los años 30s realizaron
asistencia/visitaduría/servicio social con algún tinte anti - gomecista, al mismo tiempo que la
introducción de algunas influencias benéfico-asistenciales y caritativas del travaille social belga
y francés, (Barrantes Cesar, 2004).
65
El texto constaba de 75 páginas, titulado Divulgaciones sobre Servicio Social y fue
ganador en el VI Concurso femenino venezolano promovido la asociación cultural
interamericana, razón por la que fue incluido como el volumen 13 de la Biblioteca Femenina
Venezolana en 1947.
112 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

porque se trata de una actividad orientada por la ‗conciencia de responsabilidad social‘ y


se dirige a todas las clases sociales.

Diferentes analistas, coinciden en señalar a las empresas del grupo Mendoza como
un campo inicial de aplicación a la empresa industrial de los principios y técnicas del
trabajo social. Los profesionales de ésta área desde 1943, se ocuparon de una
diversidad de actividades de atención individual de casos y coordinación de acciones
en distintas plantas: escuelas, dispensarios, comedores, reparto de juguetes, becas y
clubes de recreación para el tiempo libre, todo lo cual se hacía con la idea de ir más
allá de lo que exigía la ley (Méndez R. 2003: 45).

A lo largo del tiempo el rol del trabajo social se transforma, a tono con los cambios en el
tipo de empleado y los requerimientos de la organización. Una reseña sobre trabajo
social industrial, destaca cómo en los primeros tiempos de empresas Mendoza, el
analfabetismo era tan elevado, que se dio mucha importancia a la formación en lectura y
escritura, con estímulos económicos para quienes lo lograran; y la posibilidad para muchos
de ellos de continuar los estudios en las Escuelas de adultos del Ministerio de educación.
Del mismo modo eran importantes los programas de salud, dispensarios, prevención de
accidentes, organización y supervisión de comedores y recreación (ACEC 1991).
Los autores detallan que en cada planta había oficinas del servicio social, las
cuales se ubicaban en el área de prestación de servicios médicos, en un ambiente de
fácil acceso y privacidad para la atención de los trabajadores. Sin embargo, dentro de
las tareas de trabajo social, fue usual la visita a la vivienda del trabajador y el rol de
la demostradora de hogar, que aconsejaba sobre aspectos de la higiene doméstica,
nutrición, descanso y manejo de los niños.

Otra de las actividades conocidas fueron los campamentos vacacionales, en los que
se organizaba recreación y otros programas para los hijos de trabadores en los
períodos de vacaciones escolares; en esta labor se combinó el uso de recursos de la
empresa privada y el Estado, ya que en muchas ocasiones los campamentos se hacían
en instalaciones de las plantas, pero empleando autobuses del ministerio de defensa
y los comedores del Instituto nacional de nutrición de cada zona.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 113

Por otra parte, no faltó el reconocimiento de Mendoza y los otros directivos a la labor de
las trabajadoras sociales y la preocupación por mejorar su preparación técnica y mantener
su entusiasmo hacia las tareas. La publicación de periódicos especializados; seminarios
a algunos de los cuales asistían personas de otras compañías; evaluación de
métodos y técnicas; cursos en temas como psicología industrial al que asistieron
directivos y becas para estudios en el exterior, ilustran un constante interés por la
preparación de las profesionales dedicadas a los programas sociales.

Hubo también ceremonias para reparto de utilidades, destinadas específicamente al


personal del Servicio social Mendoza; en una de ellas, a fines de 1962 la reseña de
Vencemos informa de la asistencia de Mendoza, el directivo del área y cerca de 20
trabajadoras sociales66. En algunas ocasiones se celebró el día del trabajador social, y
se premió a algunas de sus exponentes en cada planta67.

El interés de varias compañías y centros universitarios por conocer las formas de


aplicación del trabajo social en empresas Mendoza, y el reconocimiento de sus
aspectos pioneros e innovadores en el medio venezolano, sitúan la buena imagen y
el reconocimiento que las ‗prácticas sociales‘ de esa organización alcanzaron.

La ponencia sobre ‗Génesis del trabajo social industrial‘, escrita por integrantes de la
Asociación civil escuela católica de servicio social (ACEC 1991), fue sustentada en el
evento Primeras jornadas latinoamericanas de bienestar social en la industria68; en
ella se señalaron como industrias pioneras en empleo del trabajo social las
firmas Cementos La Vega y Cervecería Polar, pero se reconoce la gran significación
de las experiencias de empresas Mendoza, comenzando por el aporte de exponentes
reconocidas y notorias como Luisa Amalia de Vegas, quien además de organizar el
Servicio social Mendoza contribuyó a la formación de otras de sus colegas en el

66
Vencemos #33 1963.
67
Vencemos # 159 1984 p 28.
68
En este encuentro realizado en 1991, se presentaron casos y experiencias de asistencia
social muy variados, entre ellas la de Empresas Mendoza y Electricidad de Caracas, que
hacía parte las más antiguas y contrastantes respecto a las más limitadas e incipientes,
iniciadas en la los años 80s.
114 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

campo industrial para empresas como Manufacturas de papel Mampa; Electricidad de


Caracas, Cervecería Nacional y Hotel Tamanaco.

Un variado grupo de organizaciones solicitaba inclusión de sus profesionales en los


cursos para trabajadoras sociales que hacía el grupo Mendoza; asi mismo otras
solicitaron su asesoría, entre ellas se menciona: Escuela de Trabajo Social de la
Universidad Central de Venezuela UCV y de la Universidad de Oriente UDO; del
mismo modo que las escuelas de sociología y trabajo social de la Universidad Católica
UCAB, Corporación venezolana de la Guyana, Siderúrgica de oriente Sidor, Centrales
azucareros, Cervecería Polar (ACEC 1991: 88 – 89).

Asi mismo, fue posible alguna contrastación y reflexión conjunta de experiencias


asistenciales, entre equipos dedicados a esa tarea. Asi ocurrió con un curso de
especialización para trabajadoras sociales dictado en la sede de La Electricidad de
Caracas EDC, por parte del Departamento social Mendoza, con asistencia de 24
profesionales, parte de las cuales pertenecía a empresas Mendoza; allí trataron
aspectos legales, de reglamento de trabajo y psicología industrial69.

2.4 La etapa de empresa providencia


Hemos visto cómo en la etapa que llega hasta 1948, la actividad sindical en la
esfera política quedaba subordinada a los intereses y dinámicas de los partidos y el
poder político. La dictadura de Pérez Jiménez, que se mantuvo en el poder en
connivencia con importantes sectores del empresariado, aplicó una estrategia en que
se combinaba una fuerte represión a los sindicatos, con algunos beneficios
paternalistamente ofrecidos a sectores de trabajadores. Del mismo modo, los recursos
petroleros disponibles, encausados dentro de los planes tecnocráticos de
constructivismo del régimen, significaron un notable estímulo a la inversión industrial y
al crecimiento de las firmas; fortaleciéndose los típicos mecanismos rentísticos de
componendas y favoritismos entre gobierno y sector privado (Ver anexo 2).

69
Boletín Líneas EDC #3 Mayo 1956 p 5. En otra ocasión, trabajadoras sociales del
Banco Obrero visitaron la urbanización ‗Comunidad Picure‘ para asistir a un curso, además del
cual recibieron explicaciones sobre los servicios y recursos de la comunidad por parte de la
Jefe del servicio social de la EDC, Ver Boletín Líneas #46 1961.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 115

Después de 1958, el sistema político se estructura con algunos elementos


corporativistas, siendo notorio el debilitamiento que la dictadura había causado a los
sindicatos, y la consiguiente dependencia de éstos respecto a los partidos en la
transición a la democracia. La auto asumida moderación de las organizaciones
obreras en virtud de los pactos y condiciones de la etapa pos dictadura, conforma
una situación en la que aumenta el margen de acción del empresariado para definir
voluntaristamente las políticas laborales específicas a cada firma, parte de las cuales
fueron de sometimiento irrestricto de los trabajadores con esquemas paternalistas.
En estas condiciones, en las que fue considerable la inconformidad y protesta social
por los fenómenos de pobreza, desempleo y marginalidad urbana, asociados a la crisis
económica del momento; en presencia además de la insurgencia y el golpismo que
acechaban los primeros años del nuevo orden político, se afianzó en algunas firmas como
el Grupo Mendoza la formula empresarial del particularismo asistencialista.

Para el análisis de este período, en primer lugar presentaremos aspectos esenciales del
entorno político post dictadura que incidieron en las relaciones laborales, para después
concentrar la atención en los cambios y nuevas configuraciones del manejo paternalista en
la segunda mitad del siglo XX, cuando los planes de vivienda se convierten en el aspecto
más sobresaliente de los beneficios a los trabajadores; en seguida se examinarán los
cambios en el manejo de los planes sociales, que conducen a que se cuestione y comience a
suprimir el paternalismo reinante; a continuación se aborda la proyección filantrópica y la
acción conjunta que Mendoza promueve entre el empresariado, que significa claramente
una postura precursora de la actual Responsabilidad social empresarial.

2.4.1 Un modelo de acción sindical entre el Estado y los partidos


Desde 1936 comenzó a estructurarse un marco legal y de garantías para la actividad
de los sindicatos en la sociedad; de distintas formas, quienes lideraron la política desde
ese año clave de la historia venezolana, contribuyeron a generar el especial estilo de
acción y las dinámicas que caracterizaron a los trabajadores organizados a lo largo del
siglo XX. En una primera etapa que llega hasta 1945, los gobiernos post gomecistas de
López y Medina crearon los incipientes parámetros de acción, pero de restringida
autonomía y pocas posibilidades políticas y organizativas; AD antes de 1948, no tanto por
sus actos de gobierno, como por la forma de vincular sus dinámicas proselitistas con la
116 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

actividad de los sindicatos, persiste en la lógica del sometimiento, pero desarrolla una
capacidad movilizadora.

A partir de 1940 se produce un dinámico y acelerado crecimiento de la economía70,


jalonado por la actividad petrolera en la que desde 1943, se introdujeron cambios
nacionalistas, que aumentaron los porcentajes de regalías que debían reconocer las
compañías extranjeras al gobierno venezolano. Sin embargo este proceso coincide
con un período de represión a los obreros, poco espacio sindical, malas condiciones
laborales, bajos salarios y pobreza.

Esta situación, lo mismo que las inquietudes por la distribución del ingreso y la
denuncia de la pobreza que exhibían diferentes sectores de opinión, son elementos del
trasfondo de lo que había llegado a ser un paternalismo estatal, en torno al cual se
van estructurando mecanismos para la distribución de la renta petrolera, que desde el
comienzo de la democracia llegarían a ser muy reconocidos y característicos.

Bajo la dictadura de Pérez Jiménez hay una fuerte represión, y se ensaya un esquema
de integración por vía de las concesiones paternalistas; la lucha contra el régimen y los
procesos de la post dictadura, hicieron más firmes los lazos de unión del
sindicalismo con los partidos socialdemócratas y los sectores empresariales. Desde
1959 con el inicio de la democracia y el control del poder por los dos partidos más
fuertes AD y COPEI, las tendencias de acción de los sindicatos moldeadas asi por
estas fuerzas políticas - y también por procesos históricos como las luchas en el sector
petrolero y el debilitamiento de las fuerzas de izquierda - consolidan un espacio socio
político para la acción sindical con los siguientes rasgos característicos:

En primer lugar debe mencionarse lo que se deriva de los nexos con el Estado: la
tendencia de éste a mantener un fuerte control sobre la acción sindical; la
dependencia de estas organizaciones respecto al poder público y el intervencionismo y
reglamentarismo excesivo. Desde 1936 el Estado propicia una serie de políticas y

70
Las cifras de Baptista (1997: 58) sobre índice general de la actividad económica muestran un
crecimiento lento entre 1930 y 1940, lapso en que pasó de 11.13 a 14.61, seguido de
una aceleración, que duplicó esta cifra cada década asi: en 1950 llegó a 37.54, y en 1960
66.48.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 117

medidas que amplían y fortalecen la estructura sindical y, al mismo tiempo, a través de


la normatividad, las concesiones y la influencia sobre los líderes de las organizaciones
instrumenta mecanismos que garantizan un control permanente sobre el rumbo del
movimiento obrero.

En estas condiciones es decisivo el papel del poder público en los logros del
sindicalismo; lo cual lleva a que el movimiento sindical pierda su iniciativa y se
conforme con generar pasivamente una mejora progresiva de las condiciones
saláriales de los trabajadores. La dependencia es tal que muchos de los logros en
materia de derechos laborales se originaron por acciones del gobierno a favor de los
trabajadores, sin que se requiriera esfuerzo por parte de la dirección sindical (OIT
1995: 15).

Respecto al contenido de la normatividad, puede señalarse que se orienta por un


objetivo protector relativamente claro en la regulación de las relaciones individuales
de trabajo y por un evidente propósito de control en lo que se refiere a las relaciones
colectivas; la estructura descentralizada tiene limitado alcance cuantitativo, y está
basada en el sindicato de empresa y la negociación colectiva, de modo que favorece a
los trabajadores de grandes empresas y excluye a los de las pequeñas y medianas.
Las bases de la Ley orgánica de trabajo LOT estuvieron en la constitución de 1961,
que en materia de derechos sindicales se basó en la de 1946, y regula la cuestión
laboral en una extensa normatividad que llega a 665 artículos; ésta hacía posible la
negociación colectiva pero incrementaba la intervención de las autoridades del trabajo
sobre todo en el campo de las relaciones colectivas (OIT 1995: 16 ss).

Aunque el sistema venezolano fue muy influido por las normas internacionales del
trabajo que en algunos casos se proyectaron a disposiciones relativas a condiciones de
trabajo y en otros a normas sobre relaciones colectivas, al parecer este avance no
pudo ser aprovechado plenamente, debido al tipo de estructura que se había generado.
La descentralización deja la mayor parte del poder de regulación en el
particularismo de la negociación colectiva por empresa, conformándose una
estructura fragmentada y atomizada. Asi mismo, la excesiva normalización no
solo de las leyes y decretos, sino de las conductas y actitudes de las partes, dificulta
118 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

el desarrollo autónomo de organizaciones consistentes y relaciones bilaterales


maduras (OIT 1995:17 ss).

Del mismo modo que ha sido estrecha la relación de los sindicatos con el Estado, lo es
con los partidos políticos mayoritarios AD y Copei, aunque por antecedentes
históricos es más fuerte con el primero. Como señala Lucena (1986: 463), ello
ocasiona un desbalance entre un gran poder político y un débil poder sindical de la
agremiación obrera. Se llega a tener protagonismo en el juego político, pero en
períodos de crisis económica la debilidad sindical significa poca incidencia en la
determinación de salarios, condiciones de trabajo y conservación de los puestos. La
estructura predomínate hace que en épocas de recesión el mayor peso en las
decisiones laborales recaiga sobre las confederaciones (centrales sindicales y
empresariales) lo que disminuye el margen de autonomía a nivel de las unidades de
producción; en etapas expansivas o de abundancia lo característico es el
comportamiento autónomo de las partes, en el que cada centro de producción lograba
mejoras en las negociaciones colectivas, lo que planteaba menos exigencia del nivel
confederal.

La injerencia de los partidos en los sindicatos llega a niveles tales, que los cargos de
dirección sindical no son determinados por los luchas obreras o por elecciones
democráticas, sino por la adscripción a una organización partidista, que lo impone a la
base sindical, o lo designa en correspondencia con el ‗cuoteo‘ de la proporcionalidad
partidista en las representaciones sindicales, como ocurre en la CTV en donde se ha
institucionalizado la representación partidista en cargos de dirección obrera (Febres
1985: 297).

La dinámica de los conflictos laborales reproduce también el sesgo partidista, es asi


como entre 1959 - 1982, la CTV impulsa conflictos más numerosos e intensos en
los períodos en que el partido gobernante es COPEI (Febres 1985: 304). Al respecto,
es también revelador el marcado contraste entre las huelgas consideradas legales
en los primeros años de la democracia con AD en el poder, que son más del doble
que los paros intempestivos: 67.6% contra 32,5%; mientras que en la década 1974 -
1984 la cantidad de paros intempestivos fue visiblemente mayor que las huelgas
legales (Iturraspe 1996: 318 ss).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 119

Otra característica destacada de los sindicatos es su naturaleza no conflictiva o su


rechazo de la huelga como medio de lucha. Las organizaciones mayoritarias se
definen como defensores del ‗status democrático‘, y son más dados al cabildeo y los
entendimientos con las esferas del poder político, de modo que en su cultura jurídica
y organizativa la huelga sigue siendo un fenómeno maldito, que se considera
disfuncional (Iturraspe 1996: 322; OIT 1995: 18). Dentro de los factores explicativos del
carácter marginal del conflicto en las relaciones laborales venezolanas, además de la
partidización de los sindicatos, se mencionan los beneficios directos e indirectos
aportados por el Estado distribuidor de renta. Por otra parte, según Febres (1985) la
falta de experiencia hace que los dirigentes sindicales prefieren evitar el conflicto
porque no saben cómo manejarlo.
Una consecuencia de que los sindicatos actúen como apéndices de los partidos y
dependan de Estado, es la corrupción y el llamado ganstetrismo sindical. Se señala
cómo los dirigentes, tienden a las componendas a espaldas de los trabajadores, con el
objeto único y esencial de conservar privilegios; tales pactos se hacen con diferentes
esferas de poder, entre ellas sectores empresariales, que en otras instancias suelen
enjuiciar los fenómenos de corrupción. En algunos medios sindicales se manejó la idea
de que la ‗contribución‘ de empresarios públicos o privados al financiamiento
sindical era una especie de expropiación legitima, que se ejerce sobre un Estado
corrupto y sobre algunos empresarios con tasas de ganancia poco frecuentes en el
mundo capitalista Febres (1985).

Se han señalado la dispersión, fragmentación y debilidad organizativa como rasgos


más notables de los sindicatos. La débil presencia en el sector productivo, tendencia a
evitar el conflicto y carácter poco reivindicativo, hacen más determinante el papel de las
unidades empresariales en la definición de condiciones salariales y laborales.
Por otra parte, la heterogeneidad del sistema productivo, es un rasgo contextual que va
siendo más significativo. La diversidad de los espacios de trabajo, presentaba desde el
enclave minero, la instalación petrolera, la empresa pública industrial, la gran empresa
privada, hasta las haciendas, y otros sectores de pequeña empresa competitiva, con
remuneraciones y situaciones laborales contrastantes. Tal disparidad de firmas
dificultaba la aceptación y consolidación de una normatividad como referente general
120 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

de regulación; del mismo modo que motivaba en la fuerza laboral alguna emulación,
expectativas y reclamo por mejoras.

En estas condiciones no es posible una interacción empresariado – sindicatos que


conduzca a generar y mantener un esquema armonizado de relaciones laborales,
que institucionalice el conflicto entre el capital y el trabajo. De este modo, el lugar que
deberían ocupar unas vías institucionales de cierta proyección y solidez, a las que
no puede contribuir este tipo de sindicalismo, es ocupado por el particularismo de los
empresarios. La ausencia de estos canales de entendimiento, o su reemplazo por
mecanismo corruptos, deja más libres los espacios para que el empresariado
configure por su cuenta practicas de manejo laboral, y construya los esquemas
paternalistas que veremos.

Como ha señalado Iturraspe (1996), el orden interno de la empresa depende, en


parte de la intervención del Estado plasmada en el derecho del trabajo, y en parte
de los acuerdos surgidos de la interacción entre trabajadores y empleadores; de modo
que la combinación de pautas jurídicas de origen estatal y compromisos entre los
actores del medio productivo genera el sistema de normas laborales; pero si esto
último no tiene consistencia es más probable que predomine la imposición unilateral
del patrono: se llegaría a una situación que oscila entre la ruda arbitrariedad y la
generosidad voluntarista.

2.4.2 El espíritu de punto fijo y el nuevo escenario de las


relaciones laborales
Hemos visto cómo desde 1958, los acuerdos de avenimiento obrero patronal y de
Punto fijo estructuraron y dieron un orden al sistema político, vinculando y
comprometiendo a los sectores políticos y sociales dominantes, entre ellos el
empresariado y, a otro nivel a los sectores obreros; la búsqueda de estabilidad del
sistema y continuidad de la débil democracia, quería lograrse evitando a toda costa las
manifestaciones de conflicto y propiciando la tendencia a la concertación y los
acuerdos. Aunque su permanencia fue breve, es significativo de la proximidad entre las
elites políticas y económicas, que en la junta de gobierno que hizo la transición entre
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 121

el fin de la dictadura y el primer gobierno elegido democráticamente, se incluyera a


dos representantes del mundo empresarial71.

Como parte de los componentes del sistema político, se instituía un nuevo marco de
relaciones entre el capital y el trabajo, en un momento en que el avance democrático
parecía frágil. Desde los sectores obreros y sindicales, no dejaba de manifestarse
abierta inconformidad o soterrada hostilidad hacia los acuerdos que se veían como
una claudicación y sometimiento del grupo social más golpeado por la dictadura y del
que más había luchado por combatirla.

El perfil del nuevo orden democrático y social, estuvo altamente determinado por los
intereses de los líderes de los partidos más fuertes y del empresariado, en un proceso
que desde una nueva lógica de participación y cooptación, daría continuidad a algunas
de las tendencias de control paternalista del poder político sobre los sindicatos. Asi
mismo, se sentarían las bases de las relaciones laborales y las formas de autoridad
en el interior de las firmas.

Como ilustración de lo que se pueden considerar principios y supuestos de este nuevo


marco de entendimiento, pueden tomarse algunas ideas expuestas por Alfredo
72
Tarre Murzi en un espacio muy significativo del mundo empresarial en 1958 73.
Este abogado y escritor, que participó activamente en la política de los partidos
dominantes de su época, y en 1969 fue Ministro de trabajo en el primer mandato de
Rafael Caldera, en su conferencia hacía un llamamiento a promover un nuevo tipo de
capitalista de mentalidad progresista, dispuesto a dejar el silencio e indiferencia
tradicional de este sector ante los problemas sociales, económicos y políticos del país.

71
Participaron por algunos meses Eugenio Mendoza y Blas Lamberti, aunque renunciaron
por diferencias con otros integrantes de la junta.
72
Alfredo Tarre Murzi (1919 – 2002) se tituló en Ciencias Políticas de la Universidad Central
de Venezuela (1944), hizo un postgrado en Derecho del Trabajo en la Universidad de Columbia
en 1949; también estudió en la Universidad de Ginebra un postgrado en Derecho del Trabajo,
Seguridad Social y Relaciones Internacionales en el año 1953; fue un agudo escritor y
observador de la política, que usando en ocasiones el seudónimo Sanin, publico varios libros,
entre ellos Los muertos de la deuda, o, El final de la Venezuela saudita (Ediciones Centauro,
1989).
73
Ver Tarre Murzi A., ‗Las Relaciones Industriales en el derecho social venezolano‘
Conferencias de la Asociación Venezolana de Ejecutivos Caracas 1958
122 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Aceptando las recientes violaciones de los derechos laborales y los contratos


colectivos al amparo de la dictadura, por parte de un sector de empresarios, solicita a
los directivos obreros una tregua sindical, similar a la que hizo en el terreno político,
mientras se organizan servicios administrativos del trabajo, para evitar los conflictos;
propone que a partir de las comisiones de avenimiento se generen Comités de
empresa al estilo de los Europeos.

Invocando avances como la automatización y la nueva corriente de las Relaciones


Humanas en el mundo avanzado, reclama su empleo para integrar a los trabajadores
considerando los aspectos sociales, familiares, morales que repercuten en su
desempeño; invita a analizar si el salario alcanza al trabajador, como usa su tiempo
libre y sus vacaciones, a crear servicios sociales dentro y fuera de las empresas que
ayuden al trabajador. Propone además que se apliquen los convenios de la OIT
suscritos por Venezuela y que ‗…el nuevo empresario, el ejecutivo venezolano, no
puede limitarse exclusivamente al cumplimiento de la ley de trabajo […] debe buscar
siempre la manera de prevenir los conflictos del trabajo yendo en busca del trabajador,
tendiéndole la mano al trabajador‘.

Estas exhortaciones a los empresarios para actuar de modo progresista, apenas


comenzada la etapa post dictadura, más allá del entusiasmo de quien había estudiado
tales temas en el primer mundo, demuestran el interés que se tenía por conectar las
tendencias del pacto y la búsqueda de armonía en la dimensión política, con los
desafíos y dilemas del mundo del trabajo. Como hemos visto, una parte de los
empresarios en las siguientes décadas, le apostó a ésta fórmula de trato considerado y
servicios sociales, para tomar los caminos que abría la industrialización.
Debe recordarse que después de la mitad del siglo XX el crecimiento industrial que
tuvo sus más elevadas cifras entre los años 60 y 70, haciéndose más intensivo en
capital: pasó de representar alrededor del 10% de la producción nacional en 1950 a 23 %
en 1974. Este avance se explica en parte porque porciones significativas de la gran
riqueza generada por el petróleo, se destinaron por varias vías al fomento industrial. No
obstante, el fuerte trasfondo liberal, reformista y nacionalista de los programas de
gobierno de esta época, no se logró estructurar una economía industrial integrada,
independiente del petróleo y capaz de una expansión continuada (Bergquist 1988:
260).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 123

2.5 Mutación y continuidad del paternalismo en la


empresa providencia
Hasta los años 50s, avanzó la conformación de las empresas Mendoza con el
afianzamiento de las firmas base de las industrias que ya comenzaba a controlar. Lo que
siguió después fue un acelerado crecimiento y un gran esfuerzo de cambio y
construcción organizacional. En lo que se refiere las políticas de bienestar, hubo
esfuerzos por pasar de las manifestaciones personalizadas e informales a los procesos
especializados y sistemáticos de asistencia bajo la coordinación de organismos
especializados dentro del grupo.

Del mismo modo se registró un esfuerzo por mantener y reproducir en las nuevas
empresas que se creaban o integraban, el ambiente de trabajo de las primeras firmas
establecidas (Materiales Mendoza, Protinal, Vencemos, Maquinarias Mendoza) y el
papel ejemplar y estimulante de los directivos, igualmente se manifestó la proyección
de las iniciativas asistenciales fuera de la compañía y su conversión en acciones
filantrópicas y fundacionales de más alcance; asi mismo, fue notorio el papel promotor
de Mendoza y su convocatoria al empresariado nacional para emprender
colectivamente planes asistenciales en materias que parecían de la mayor
urgencia social.

Lo que empezó como una serie de servicios necesarios para emprender trabajos en
las primeras plantas y formar fuerza laboral industrial, que caracterizamos como etapa
del paternalismo pionero, se fue convirtiendo en un conjunto más amplío de beneficios y
actividades tendientes al bienestar de los trabajadores y sus familias. Las publicaciones
de las empresas, principalmente la Revista Vencemos, divulga y detalla una variedad
de iniciativas asistenciales, más o menos ordenables en una secuencia temporal, de
acuerdo a la orientación y propósito empresarial al que corresponde: desde la
solución de las necesidades más elementales en los primeros años de la organización;
luego la búsqueda de distención y recreación adecuada para recuperar las energías y
124 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

el equilibrio emocional; y en los períodos más avanzados, actividades tendientes a


promover la participación, expresión y realización de la personalidad74.

2.5.1 De la inclinación por el ‘buen trato’ a la


Institucionalización del bienestar
En medio del acelerado crecimiento de sus empresas, Eugenio Mendoza siempre
defendió ante sus directivos y mandos medios la necesidad de mantener un trato
personalizado y cercano con sus empleados. Era usual asumir que en las
empresas había nexos que iban más allá de la relación patrono - empleado, asi
p.e.: Eduardo Mendoza, hermano del fundador del grupo, en una de las
celebraciones se refería a la familia Protinal, y al orgullo de los logros alcanzados,
entre ellos haber conformado esa ‗unidad familiar de trabajo‘75.
En medio del rápido ensanche y creciente complejidad de la organización, fue el
español Justino de Azcarrate, quien hizo ver a Mendoza la necesidad de destinar
recursos propios y crear organización especializada, para dar continuidad y
‗gerenciar‘ la actividad asistencial y filantrópica que tanto apreciaba el
empresario76.
Azcarrate había llegado a fines de los años 30s a Venezuela, como exiliado de la
guerra en su país, y poco tiempo después se vinculó al grupo Mendoza,
contribuyendo por muchos años al establecimiento y manejo de varias de sus
fundaciones y planes asistenciales, su intervención ayudó a dar una nueva dimensión
a lo que, en un primer momento fueron prácticas muy personalizadas, de modo que
se inició un proceso de racionalización, institucionalización y modernización en las
prácticas filantrópicas.

En articulo de su autoría, el hispano se presenta como conocedor del plan Beveridge,


la legislación social europea e instituciones de protección como el seguro patronal
contra el riesgo de accidentes y enfermedades profesionales; también afirmaba tener

74
El ordenamiento cronológico de las prácticas, en cuanto a los propósitos a los que se dirigen,
parece coincidir con la conocida tesis sobre la jerarquía de la necesidades de Abraham
Maslow; enunciado que aquí consideramos de utilidad descriptiva.
75
Vencemos #91 1972.
76
Entrevista Luisa Helena Mendoza, Caracas Julio 2007.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 125

la experiencia de haber participado en la creación de una mutual en España en 1932;


y estar deseoso de compartir lo que sabía en el tema77.

Su examen de la situación venezolana, lo lleva a sugerir una aplicación de planes,


por libre iniciativa de las empresas patronales, ya que si bien, la ley de trabajo de 1936
dedicaba sus títulos 4 y 5 a los riesgos profesionales y al seguro social obligatorio,
no genera obligaciones: lo fundamental de la norma había sido aprobado, pero su
aplicación quedó condicionada a la publicación de los correspondientes reglamentos,
los cuales no habían aparecido aún. La ley favorecía al trabajador reconociendo una
renta equivalente a las 2/3 partes de su salario en caso de incapacidad total, pero su
ejecución requería la creación de un instituto central de los seguros sociales.
En concepto de este observador de tan incipientes medidas de protección laboral, en
lugar de este esquema con exigencias difíciles de cumplir, ha debido, facultarse a las
compañías de seguros existentes o a las mutualidades creadas por los mismos
empresarios, según este análisis: ‗existen entidades representativas de las actividades
industriales y comerciales que bien pueden iniciar, con garantía de éxito la creación de
una mutualidad para asegurar a los asociados contra el riesgo de accidentes de sus
obreros‘78.

Esta interesante reflexión, corresponde a una clase de artículo que fue típico de los
años 40s, en el que los empresarios en proceso de convertirse en beneficiarios de
créditos y otras prerrogativas gubernamentales, trataban de demostrar a otros sectores
sociales, que tenían preocupación por compartir tales ventajas brindando servicios
y bienestar a los trabajadores. Además de ello, describe la debilidad de los
sistemas públicos de aseguramiento, que para la época eran apenas un enunciado, y
una embrionaria conciencia en los empresarios sobre la necesidad de proteger a su
empleados ante las contingencias de salud.

En este contexto el articulista, seguramente a instancias del empresario Mendoza,


para quien ya trabajaba, expresa que ‗…trata de animar a las empresas individuales y

77
Producción #3 diciembre de 1943 p14 – 17.
78
Op. cit. Producción #3
126 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

colectivas, especialmente a las cámaras y asociaciones en las que aquellas están


afiliadas, para convertir en realidad una propuesta cuyo fondo humanitario y al mismo
tiempo útil, son indudables..‘. Para Bautista (1993), en el discurso político y
gubernamental era usual desde el siglo XIX, incluir una serie de enunciados deseables
e importantes, pero dejarlos como normas sin reglamentación, ni posibilidad de
realización práctica; en éste contexto quedaba claro que el desarrollo de los planes
de protección que requería la naciente industrialización, dependería de la iniciativa
de cada empresario.

Por lo anterior, la innata inclinación, que era la motivación inicial de Mendoza para
construir buenas relaciones con los trabajadores y apoyar la mejora de sus
condiciones en los primeros años de sus empresas, no encontraba más espacio de
realización que el de sus propias firmas. Más adelante, según cambiaban las
circunstancias y el entorno, hubo otros motivos para mantener las prácticas
asistenciales, y se transformaron las orientaciones y campos de aplicación de esta
benevolencia.
En la medida que crecen la escala de inversión y el tamaño de las firmas, y cambian
las condiciones históricas, la disposición personal a un trato considerado de los
trabajadores, como motivación de la práctica asistencial son reemplazados por otros
más complejos, cuya funcionalidad puede entenderse en el marco interno de las firmas
o en el entorno social amplio. Los servicios y planes de bienestar que corresponden a
la dinámica de las firmas y su crecimiento son motivados por factores como: necesidad
de arraigar, formar y mantener una fuerza laboral industrial y construir una
organización; búsqueda de lealtad y compromiso con los fines productivos;
motivación y eficiencia en la fuerza laboral.

Como motivos determinados por el entorno de la organización, podemos señalar:


necesidad de diseñar mecanismos de distribución de renta petrolera y entrega de
dones; búsqueda de legitimidad y asentimiento social cuando se trabaja en el
modelo de industrialización en el que el Estado asegura privilegios y concesiones
diversas; necesidad de percepción aprobatoria y aceptación una vez se ha
acumulado un capital, pero se confronta un entorno social crítico y adverso al modelo
sustitutivo.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 127

2.5.2 Organización, deferencia y divulgación


A lo largo del tiempo, en el escenario del rápido crecimiento de empresas Mendoza,
bajo la impronta que su promotor va dejando en ellas, van cambiando los motivos de
las prácticas de benevolencia y las necesidades obreras que en cada momento
parece prioritario resolver: educación básica o técnica; salud y bienestar; recreación y
deporte; ahorro y vivienda; participación y expresión autónoma. Paralelamente ocurre la
conformación de una organización y grupo directivo en varios niveles, con una
orientación y capacidad de acción alineada con tales metas.

A diferencia de otras firmas, en el Grupo Mendoza el estilo paternalista de los


primeros años de autoridad personalizada y control directo, perduró a pesar de los
cambios del crecimiento, en la medida que su lógica se incorporó a la estructura de la
organización y el líder mantuvo una persistente actuación en diferentes espacios de
celebración, rito y ceremonia que afianzaban esos elementos en la cultura
empresarial79.

Lo que se llamó ‗acción social‘ o ‗programas sociales‘, siempre ocupó un lugar


importante en el Concejo de Coordinación y todas las demás estructuras organizativas
que se fueron generando; del mismo modo se esperaba de los directivos y
empleados superiores de las compañías, una activa participación en actividades de
asistencia social y filantropía, al punto que los logros y aportes en ese campo eran
esenciales para el ascenso y promoción: en la evaluación de los ejecutivos se valoraba
en el mismo nivel, los logros en los negocios y en los programas sociales80.

Las realizaciones de los programas sociales que describiremos y otros sucesos


concernientes a las empresas o a los empleados, motivaron diversas celebraciones,

79
Son varios los enfoques sobre cultura empresarial u organizacional, en los que se propone
entender las dinámicas de las firmas - consideradas como micro sociedades - tomando en
cuenta el conjunto de ritos, costumbres, mitos, héroes, leyendas, tradiciones y prácticas que
se generan y comparten. En tales perspectivas la historia y los valores de los fundadores hacen
parte fundamental del conjunto de elementos prácticos y simbólicos que identifica a un
colectivo social y determina sus percepciones y acciones; se trata de un agregado de
significados que se reproduce, mantiene y cambia en el tiempo de acuerdo a factores socio
estructurales Ver Abravanel H., y otros 1992; Schein E.,1992.
80
Entrevista Luisa Acedo, Caracas agosto de 2007.
128 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

inauguraciones y otros eventos, que congregaron a directivos, empleados y


trabajadores en torno a Mendoza como fundador y líder más destacado. Entre los
motivos más importantes de celebración, estuvieron la inauguración de plantas,
escuelas, obras, programas, clubes recreativos; fechas especiales y aniversarios de las
empresas; imposición de botones conmemorativos de antigüedad y reparto de utilidades;
entrega de viviendas, regalos, menciones de honor; eventos deportivos y culturales.
Se procuraba que cada acto tuviera cierta formalidad y presentación adecuada, con
asistencia de los directivos más importantes en relación con la empresa o
trabajadores destinatarios del festejo o dadiva; en algunas ocasiones misa 81 y la
presencia de personalidades destacadas o integrantes del gobierno como alcaldes,
gobernadores o el mismo presidente de la República; en los casos en que no podía
asistir Mendoza, las palabras de rigor quedaban a cargo de alguno de sus hermanos
u otro alto directivo.

Figura 2-1CONSEJO DE COORDINACIÓN DE LAS EMPRESAS MENDOZA 1975

A S A M B L E A JUNTA DE
CONSEJEROS

COMITÉ
DIRECCIÓN

CALIFICACION Y FINANZAS RECURSOS RELACIONES RELACIONES ACCIÓN


ORGANIZACIÓN
HUMANOS GENERALES INDUSTRIALES SOCIAL
DESARROLLO Y SISTEMAS

JUNTA DE
ADMINISTRADORES

GERENCIA

81 DIVULGACIÓN Y
Era usual en los eventos la RELACIONES
presencia del sacerdote, el oficio religioso, la bendición de
edificios o máquinas; del mismo modo se efectuaban primeras comuniones en celebraciones
PÚBLICAS
relacionada con los trabajadores. Sin embargo, era limitado el peso de la religión dentro de
las motivaciones de Mendoza, y sus nexos con la fe católica y la iglesia eran débiles; según
Gustavo Vollmer que le conoció de cerca y participaba de sus acciones sociales y donativos,
Mendoza no veía con simpatía el vincular sus prácticas benevolentes y filantrópicas con la
religión católica.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 129

ESTUDIOS ESTUDIOS SOCIAL TELEPROVENCA TECNOSEGUROS ADMINISTRACIÓN


ECONÓMICOS ECONÓMICOS

ZULIA LARA CENTRO ARAGUA ORIENTE


Tomado de EM (1976)

Estos eventos propiciaban diálogos e interacciones de directivos y empleados, y en


ellos era esencial el discurso de ofrecimiento, a cargo de Mendoza u otro directivo, en
el que usualmente se recordaba, lo que se consideraba principios de la organización
entre ellos la búsqueda de equidad y justicia social. También era frecuente reconocer
el aporte de los trabajadores a la organización; destacar la contribución de las
empresas del grupo al país; en ocasiones se hacían reflexiones sobre el problemas
nacionales, el progreso del país, la política económica y de fomento. Además de las
celebraciones formales de las empresas, hechos del ámbito privado de los
empleados, como festejos de cumpleaños, bodas y apadrinamiento de hijos eran
también ocasiones para que los directivos expresan deferencia; asimismo la calamidad
familiar, enfermedad o muerte.

Algunos recuerdos de la vida empresarial, dejan ver la significación de ciertos ritos


de integración y son ejemplo del típico ejercicio de la deferencia (Empresas Polar
2006: 8 - 10):
Según Eduardo Mendoza, hermano del empresario: ‗..los 31 de diciembre a medio
día, daba una gran fiesta, con asistencia increíblemente amplia y de categorías muy
distintas. Esta celebración tiene su origen en lo que significó para nosotros, en familia,
el 31 de diciembre, cuando brindábamos con cerveza, pues no había recursos para otra
cosa, y con el lema ‗uno para todos, todos para uno‘ [….] ‗no era ostentoso ni
discriminaba a nadie…la fiesta del 31 de diciembre, al mediodía, era la fiesta del año,
iba desde el presidente de la república hasta el más humilde. Cumplía con todos, asi
fuera 10 minutos, y a sus muchos ahijados les enviaba un regalo el día del
cumpleaños..‘
130 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Otros ex empleados lo describen como: ‗…el único millonario que ha sido


condescendiente con los pobres, sin menospreciarlos‘. […] ‗Tenía el don de conocer a
cada uno de sus trabajadores y cuando no recordaba el nombre de alguno, lo
preguntaba antes de saludarlo. Decía que a la gente había que tratarla por su nombre.
Era un poquito exigente, cuando uno incurría en un error le llamaba la atención, pero al
rato decía algo simpático o gracioso, para limar asperezas‘ […] fuera del ámbito de
sus empresas, Eugenio Mendoza era igualmente popular, la gente lo abordaba en la
calle y si no podía plantearle un problema, le dejaba un papelito o una carta. Si alguien
le pedía ayuda para comprar una casa el respondía ‗le voy a ayudar, pero usted también
ahorre un poquito‘ y si le pedían 100 bolívares, daba 50 para que la gente hiciera un
esfuerzo‘.

Otro elemento de la interacción de Mendoza con los trabajadores, es el rol


pedagogico y la actitud ejemplificadora que adoptaba con frecuencia. Por ello en el
típico discurso ante los trabajadores, no faltaba el tono aleccionador y las
exhortaciones a hacer buenas acciones; es asi como a propósito de un evento para
entrega de acciones, Mendoza destaca a trabajadores de pico y pala, que tuvieron
alfabetización, luego cursos de superación profesional que produjeron obreros
especializados, que más adelante se vincularon al programa para adquirir vivienda; de
acuerdo a la nota de Vencemos, pidió a sus trabajadores que no se ciñeran
exclusivamente a su trabajo en la fábrica sino que se proyectaran a su comunidad:

‗… ‗hemos visto como están quemando bárbaramente a Venezuela por todas partes,
agotando sus recursos forestales, volviendo cenizas sus bosques. Los trabajadores
responsables no podemos ver eso con tranquilidad, tenemos que salirnos de las
fábricas para combatir la ignorancia y contribuir al engrandecimiento de nuestro
82
país‘ .

En esta oportunidad, también se hace evidente que el característico manejo de


Mendoza, en ocasiones chocó con los avances hacia un manejo profesional de los
recursos humanos: asi p.e., en un evento de la planta cementera de Pertigalete en

82
Vencemos #42 mayo junio 1964.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 131

1964, en que se explicaba el éxito de la empresa como debido a la gran importancia


que se ha dado al elemento humano como factor de progreso, el fundador hizo el
siguiente transcendental anuncio para los trabajadores:

‗..ha sido suspendido ‗el tabú‘ que impedía que los familiares de los trabajadores
pudiesen trabajar en la misma planta. De ahora en adelante los hijos de nuestros
trabajadores tendrán prioridad en los empleos que genere la compañía…‘

Desde los años 50s, Mendoza quien es considerado un exitoso industrial, ha


consolidado también un prestigio como patrono benévolo, promotor del bienestar de
sus trabajadores y activo organizador de fundaciones benéficas. El afianzamiento de
esta imagen depende no solo de la acumulación de prácticas asistenciales y del tipo
de relaciones laborales que establece, sino también de la divulgación sistemática de
tales acciones. Lo anterior se logró con los propios esfuerzos y también con el buen
manejo de las relaciones con los medios nacionales.

Fueron variadas las publicaciones financiadas por el grupo Mendoza, en las que se
mostraba dentro y fuera de la organización la forma de manejo de las empresas y
fundaciones. La revista Vencemos, que tomaba el nombre de la empresa cementera,
fue de las más notables, por su nivel de elaboración, difusión y contenido. En principio
todas las plantas elaboraron boletines y órganos divulgativos de circulación restringida,
destinados a integrar al personal e informar sobre las actividades internas, p.e.,
‗Revista Protinal’ ‘Boletín informativo del Centro social y deportivo Cementos Mara’,
‘Guarura’ de Planta Perigalete, ‘El Caimán’ en Barquisimeto, ‘El Maraquero’ de
Maracaibo83.

El primer número de Vencemos apareció en junio de 1958 con 1.500 ejemplares


de tirada; diez años después llegaba a 4000 ejemplares; en 1978 después de 20
años de ininterrumpida aparición, alcanzó los 126 números y 4.500 de tirada; se

83
Vencemos # 126 de 1978.
132 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

consultaba en las empresas del grupo, pero también en otras firmas, cámaras de
comercio, gremios y entidades relacionadas con la actividad productiva84.

La revista estaba dedicada a los temas de las empresas y los empleados del grupo,
informaba sobre sus eventos, celebraciones, programas asistenciales, actividades
deportivas, recreativas y culturales; asi mismo, presentaba hechos notables de la
actividad fundacional; contaba con secciones de interés general relativas a cultura
nacional, folklor, tradiciones, artes e historia venezolana, las cuales tenían buena
elaboración e imágenes.

Vencemos era también un medio privilegiado para que Mendoza expresara con
discursos y comunicados su postura ante debates de política económica,
especialmente los que afectaban a las empresa; y desde fines de los años 60s, en
artículos especiales se defendió a la organización de acusaciones y criticas, haciendo
exaltación de su imagen, valores y méritos; enumerando los beneficios de sus
compañías, ante ‗las sombras de algunas calumnias que todo hombre grande
despierta‘. Parte de los textos incluidos en esta dirección, eran discursos pronunciados
en algunos de los homenajes que se hicieron en honor a Mendoza.
Las fotos de la revista dejan ver el característico evento o celebración de empresa,
en que Mendoza, sus hermanos o directivos superiores son el centro de atención:
aparece de modo repetido, leyendo el acostumbrado discurso, felicitando, abrazando,
conversando, teniendo contacto y muestras de simpatía hacía quienes son festejados.
Los discursos hacia los trabajadores eran cortos, y se apreciaban porque en ellos se
expresaba con sencillez y simpatía, p.e., en una ocasión los invitaba a acoger el
plan de compra de acciones destinadas a los empleados ‗para que ustedes ordeñen la
vaquita y también beban leche‘.

En algunos números se presentaron fotos y reseñas de los empleados y


trabajadores. Un ejemplo fue la serie ‗Que actividad realiza Ud?‘, en la que por varios
números se describió el perfil profesional y trabajo que realizaban algunos de ellos;

84
Vencemos # 66 1968 # 126 1978.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 133

del mismo se indicaba la antigüedad en la firma, promociones que había tenido y


sentimientos de satisfacción con la empresa85.

Esta manera de particularizar a individuos, para mostrar su satisfacción como


favorecidos por las buenas políticas de la compañía, tenía a veces la forma de la
anécdota, como cuando se narró cómo un mensajero al cumplir 30 años de
antigüedad, tuvo el ingenio suficiente para conseguir que se le diera el regalo
86
conmemorativo que el protocolo reservaba a los ejecutivos: un reloj Rolex ; en otra
ocasión el discurso entusiasta sobre el crecimiento de una empresa fue interrumpido
para ordenar que se llamara a participar en la celebración, a un trabajador que siendo un
joven campesino había ayudado a despejar el terreno de vegetación nativa y asi
construir los primeros edificios, y aún laboraba en la planta.

Cuando el centro de la celebración era una empresa, lo usual era referirse a los
primeros esfuerzos e incipientes logros, enumerar los beneficios que se han generado
para el país: productos que antes se importaban a alto costo; empleos directos e
indirectos; planes a favor de la buena salud de los trabajadores y sus familias; centros
para la educación y la enseñanza de los mismos; actividades culturales y recreativas;
avances desde erradicación del analfabetismo hasta envío de universitarios jóvenes a
EU a hacer máster. Se hacía mucho énfasis en las Cajas de ahorros con cuyos
fondos se ayudaba a solucionar el problema de vivienda, mencionando siempre un
porcentaje superior al 80% de trabajadores con más de 5 años que habían resuelto este
vital problema.

2.5.3 Sindicatos, paz laboral y acción empresarial benefactora


Uno de los aspectos característicos de la modernización empresarial, es la primacía
de los lineamientos y regulaciones legales en la vida laboral, del mismo modo que el

85
Vencemos #27 de 1962; # 128 de 1978. Este tipo de artículos, del mismo modo que los
de contenido cultural, tienen alguna similitud con los que publicaba la petrolera norteamericana
que editaba El Farol y parecen inspirados en ella: asi p.e, el número 118 de marzo 1949 p
10-15 la revista petrolera informa sobre la presencia femenina en la Creole de Venezuela y
los diversos trabajos ejercidos por mujeres (recibidora de ropa, telegrafista, técnica de radio,
dos ingenieras, una geóloga, una supervisora de archivos); en esa ocasión se resaltaba que
su número había subido de 111 en 1940 a 1500.
86
Vencemos # 180 1987
134 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

empleo de medios especializados y profesionales, que implican el predominio de


elementos burocráticos e impersonales en la organización del trabajo. En este
contexto, para los actores sociales los elementos más definitorios de las relaciones
laborales son los derechos, la negociación colectiva y los acuerdos; como
tendencia se presentaría la extinción de la lógica paternalista en la que los
empresarios brindan sus dádivas y deferencia, a cambio la disciplina de trabajo y
lealtad de los trabajadores.

Cuando las organizaciones alcanzan este grado de complejidad, predomina la


tendencia a encauzar por vías legales los conflictos entre el capital y el trabajo; se
crean espacios para los sindicatos y la negociación colectiva. Éstos factores inciden en
la estructuración de las relaciones industriales y sus instrumentos de racionalización
del manejo del factor humano, que típicamente ha sido una fuente de estabilidad y
mejoras en materia de salarios y condiciones de trabajo.

En el caso de las empresas Mendoza, la tendencia de institucionalización partió de los


beneficios y dádivas que el empresario concedía desde los primeros años, y se fue
proyectando a una política social más estructurada, pero ligada a su estilo
benevolente. En las primeras épocas de la organización, antes de que la normatividad
hiciera exigencias sobre derechos laborales y seguridad social, Mendoza ‗liberalmente‘
concedió diferentes prerrogativas a los trabajadores; desde fines de los años 40s,
cuando entraron en vigencia las primeras leyes laborales, lo concedido
discrecionalmente a los trabajadores del grupo, superaba los requerimientos de las
primeras normas. Por otra parte, la legislación por mucho tiempo resultó inconsistente
y fragmentaria, y las autoridades inoperantes frente a la resistencia e incumplimiento
empresarial; razón por la cual persistía la idea de que la voluntad generosa del
empresario era más determinante de la situación de los trabajadores, que los
derechos y garantías de la ley o, los acuerdos con las organizaciones sindicales.

La poca información disponible sobre los sindicatos en el grupo Mendoza, no


muestra que su surgimiento motivara el rechazo obstinado y dolorido del empresario,
que era usual en las compañías de manejo personalizado ante esta circunstancia, ni
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 135

se produce en medio de una fuerte confrontación. A lo largo de varias décadas


persiste una armonía y entendimiento87 con la organización de los trabajadores, que
está además a tono con el papel mesurado y bien articulado de la mayor parte de
movimiento sindical, respecto a los lineamientos de los dos partidos dominantes y el
sistema político surgido de los acuerdos de Punto fijo. Como veremos, varias de las
empresas Mendoza tuvieron sindicatos y firmaron convenios colectivos que
confluyeron sin apreciables divergencias con los programas sociales y prácticas de
responsabilidad social de los empresarios; se puede decir que el papel de los
sindicatos, fue principalmente el de reforzar el modelo de manejo laboral de Mendoza
y afinar algunos de sus rasgos.

Las típicas descripciones de secciones de empresas, actividades de puestos,


trayectorias de trabajadores y las celebraciones de antigüedad y despedidas, muestran
que era posible para los trabajadores alcanzar altas antigüedades y promociones en las
empresas, a instancias de las políticas de personal establecidas por el fundador, en
un proceso también afianzado por la actividad sindical y la actuación de las
secciones de Relaciones Industriales88.

En este contexto de predominio del acuerdo tácito entre empresario benevolente y


trabajadores, las relaciones con la organización sindical muy pocas veces condujeron
a conflictos. Clemente Ortega quien fue directivo desde 1947, refiriéndose a 40 años
de vida de la Venezolana de cementos, recuerda que la única huelga ocurrió
cuando concluyó la construcción de la planta: ‗…había más de 300 trabajadores, pero
para iniciar nuestras operaciones solo necesitábamos 120, se dio preaviso a los
restantes, pero el sindicato consideró que se requerían mas y cerraron la planta
impidiendo que entraran los trabajadores, la inspectoría del trabajo dio la razón a la
empresa..‘89.

Un informe gubernamental sobre conflictos laborales surgidos o solucionados entre


el 7 y 14 de septiembre de 1960, se refiere a uno de Vencemos originado en la

87
ACEC 1999.
88
Ver Vencemos # 125 1978 p 4 – 7; # 159 1984 p22.
89
Vencemos # 180 1987.
136 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

presentación a la empresa de un pliego conflictivo que pedía reenganche y pago de


salarios caídos de un trabajador y destitución del jefe de relaciones industriales; en el
siguiente informe se reportaba que dicho conflicto fue solucionado ‗al convenir las
partes un arreglo transaccional sobre las cuestiones que lo originaron‘90. Las noticias,
actos públicos y discursos en eventos registrados por la revista en los años 60s y
70s, muestran armonía entre empresa y sindicato, la participación de éste en todas
las actividades comunitarias importantes del esquema de integración de los
91
trabajadores, y la periódica firma de contratos colectivos en cada planta .

Respecto a la fábrica de papel Venepal, los informes de gestión, que resumen los
principales temas debatidos y las decisiones tomadas en asambleas ordinarias y
extraordinarias para 30 años de actividad hasta 1984, muestran también unas
relaciones laborales tranquilas, con actividad sindical, negociaciones y firma de
acuerdos colectivos con vigencia de dos o tres años; los entendimientos ocurrían con el
sindicato Unión de Trabajadores de la Industria Papelera SUTIP y el proceso nunca
92
adquirió un carácter conflictivo . Solo en dos ocasiones se evidencian
dificultades y cierta exigencia para la empresa, derivada de la firma de los acuerdos:
en 1967 se explica una disminución en las utilidades del ejercicio, por la inversión en
maquinaria y gastos financieros, y un ‗incremento general de los costos de mano
de obra causado por la firma de un nuevo contrato colectivo a principios del año
93
pasado y por las nuevas cotizaciones del seguro social‘ . En 1979, la conflictiva
situación laboral que vivía el país trascendió a la empresa, razón por la que el
contrato colectivo ‗no pudo ser firmado sino después de 4 meses de discusiones‘94.

2.5.4 Cajas de ahorro y vivienda obrera los beneficios más


consistentes para mostrar
Un escrito de prensa de comienzos de los años 50s, el economista Maza Zabala
(1958) en pocos párrafos resume el problema de la vivienda en Venezuela y los

90
Ver Archivo histórico de Miraflores, Fondo Inventario (AC62 7 – 20; 7: 31).
91
Ver Vencemos #29 de 1962; #48 de 1965; # 54 de 1966; # 128 de 1978.
92
Ver Vencemos #42 de 1964; #56 de 1966; (Venepal 1984: 52, 143, 173, 217, 296).
93
Venepal (1984: 109).
94
Venepal (1984: 252)
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 137

esfuerzos que usualmente se hacían para resolverlo. En primer término la idea de que
no solo era reducida la cifra de viviendas adecuadas, y se había carecido de
políticas de urbanismo, sino que el rápido desarrollo de proyectos extractivos en
zonas petroleras, siderúrgicas, de construcción de grandes obras y complejos
industriales diversos, incidía de modo particular en las características del fenómeno,
en las expectativas de solución de los afectados y en los esfuerzos de solución que
se habían dado.

En relación a la cuestión de la vivienda se habían generado consignas de lucha


social, conflictos y aspiraciones desde la llegada de la inversión petrolera al
comienzo del siglo XX; en tales reclamos había tenido importancia el tema de la
calidad de la vivienda obrera y los campamentos, especialmente considerando que
muchas plantas y proyectos, forzosamente debían localizarse en zonas despobladas
y distantes de los centros habitados; hacia mediados del siglo XX, surge otro tipo
de dificultades respecto a la migración campesina a las ciudades.

Entre las causas de la insuficiencia de vivienda, el autor sitúa las dificultades de


financiamiento y la incierta recuperación de capitales, que desalentaban la inversión
por parte de los constructores; asi mismo el estrecho mercado de capitales y los altos
costos de producción. Por lo cual proponía facilitar el financiamiento y mejorar el
margen de beneficio con exenciones de impuestos. Entre las formulas usuales para
construir vivienda se refiere a la ‗ayuda propia‘, en que se reúne el esfuerzo y el
ahorro de las familias, pero considera que este sistema requiere apoyo técnico en
planificación, venta de materiales y terrenos a bajo precio y facilidades de pago.

Dentro de las modalidades privadas, alude a experiencias como las de la fábrica


Ron Pampero, en que es posible la construcción de viviendas por ‗ciertas empresas
importantes‘ para sus trabajadores, logrando cuotas posibles, bajo interés y largo
plazo; se valora positivamente tal sistema por promover el ahorro como una
obligación ineludible. Aunque lo evalúa como un modelo poco desarrollado, Maza
señala que si llega a impulsarse ‗hasta la categoría de un sistema social‘, aportaría
resultados muy positivos.
138 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

A continuación veremos cómo la iniciativa de Mendoza en este campo pareció seguir


esta sugerencia: habiendo empezado con algunos sistemas de ahorro, promovido por
sus empresas consolidó una modalidad de cajas de ahorro que llegó a facilitar el
acceso a vivienda a buena parte de sus trabajadores, a tiempo que asesoraba al
Estado en el mismo tema y emprendía programas de alcance nacional como la
Fundación de Vivienda Popular, orientado a personas no vinculadas a sus empresas.
Mendoza promovió sus planes en un contexto en el que la actuación de la empresa
privada como promotora de la vivienda y el desarrollo urbano, se había aceptado
desde las primeras décadas del siglo XX. Las concesiones petroleras de Gómez
dieron a las empresas el papel de urbanizadoras, permitiéndoles establecer ciudades
y ocuparse de todos los aspectos de la gestión urbana, salud, educación y los
servicios de infraestructura; las empresas quedaban obligadas a dar vivienda y servicios
a sus empleados y familias; de modo que las regulaciones vigentes llevaron a que las
zonas residenciales se instalaran muy cerca de las industriales (González T., 1996:
42 – 45).

El modelo del campamento desde las primeras décadas del siglo XX se empleó, para
actividades productivas permanentes y de cierta escala, generándose muchas tensiones
y dilemas respecto a cómo disponer el alojamiento obrero95 y orientar el desarrollo de
los asentamientos, p.e., respecto a criterios de exclusión por empresa y por categoría
laboral, lo que originaba conjuntos separados con condiciones contrastantes, según los
habitara población local tradicional, mandos y empleados de alto nivel, obreros o
población complementaria que quería obtener ingresos aportando servicios a las
firmas.

El estudio de González Téllez menciona como determinantes urbanísticos y de


localización los volúmenes de población; calidad de los terrenos disponibles; factores
técnicos y económicos duración de la explotación; rutas de salida; tendencias de

95
El caso del retraso de un año en la construcción de la Represa de Caroni, perteneciente al
complejo hidroeléctrico del Guri en 1980, atribuido a las malas condiciones de alojamiento,
salud y recreación de los trabajadores ilustra la pervivencia del mismo problema. En esa
oportunidad el presidente, como única fórmula para garantizar el rendimiento de la importante
obra, e invocando el respeto de la dignidad de los trabajadores, aspectos sociales
necesarios de las obras y los deberes del Estado, ordenó mejoras por 100 millones de
bolívares en un gran campamento obrero llamado El Merey (Aguerrevere F., 1980).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 139

las compañías al exclusivismo urbanístico para su personal; propuestas nacionales


para lograr un asentamiento compartido de empleados y población complementaria
con inversión social.

La reflexión sobre tales desarrollos lleva a contrastar la típica idea del campamento
con la propuesta de ciudad abierta, y a que se formulara la Política de desarrollo
urbano y de la comunidad (PDUC) donde se reconocen los efectos negativos de las
modalidades de asentamiento en campamentos industriales y campamentos
residenciales, y la práctica de segregación entre la población básica y población
complementaria y la idea de que era mejor consolidar y reforzar centros poblados
(González Téllez 1996: 56).

Las acciones del Banco Obrero habían empezado desde 1928, pero solo tuvieron
importancia en los años 40s y 50s (Ver Anexo 2). Sin embargo, para los años 60s se
dispuso el retiro gradual de la acción directa del Estado en el Banco Obrero y en
otros organismos, y la entrega de la promoción de la vivienda de interés social a la
inversión privada, a través de estímulos como los contenidos en el programa de
desarrollos mixtos (González Tellez 1996: 82).

De modo que la intervención del Estado en el fomento de la construcción de vivienda de


bajo costo fue muy débil, razón por la que las iniciativas a nivel de empresa y de
entidades caritativas privadas generaron más expectativas.

2.5.5 Del problema nacional de la vivienda a las cajas de


ahorro en las empresas
En los primeros años de empresas Mendoza, los problemas de vivienda se resolvían
por parte de cada empresa, pero a partir de 1947, en el propósito de diseñar un
programa de más alcance y formalización en su manejo, se instituyó como
compañía sin fines de lucro Financiadora Inmobiliaria Nacional Compañía Anónima
Finca. Un año antes, en una práctica que llegaría a ser usual en Mendoza, como
promotor de proyectos de interés social y líder influyente en el empresariado
venezolano, presentó ante el Rotary Club de Caracas en 1946, la idea buscando
140 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

motivar a otros empresarios a adherirse para contribuir a la solución del problema


de vivienda de los trabajadores (Camacho O. 2007: 122).

La propuesta era constituir a partir de cajas de ahorro, con contribución y supervisión


de empresas y trabajadores, una entidad financiadora nacional cuyos objetivos
podían ser realizados por cualquier empresa o agrupación de varias de estas; se
pretendía evitar la creación de una entidad burocrática muy grande, promoviendo
varias formadas por empresas, de modo que resultara más fácil su manejo, mayor el
interés y contacto de los patronos frente a las obras emprendidas.

En principio el programa se orientó a apoyar a trabajadores y empleados con


dificultades de vivienda, que tuvieran familia y llevaran más de dos años en la
empresa; la asociación a Finca sería voluntaria, conformando un ahorro con el 10%
del salario, al que la empresa adicionaría el 5% del mismo del salario o jornal,
hasta la terminación del pago de la vivienda. Además de los aportes de los
demandantes de crédito, el capital de FINCA, se conformaría con donaciones e
inversiones de los favorecedores empresariales, colaboraciones de institutos de
crédito como el Banco Obrero, pero existía la prohibición de captar fondos del público;
esta restricción, fue vista por el sector empresarial como un factor causante de
insuficiencia de fondos y riesgos para sus capitales.
Por lo anterior, Mendoza limitó su proyecto a los obreros y empleados de sus
compañías en los términos mencionados, de modo que la empresa llegaba a financiar
el 25% del valor de la vivienda; en 1948 fundó la primera Caja de ahorro, de seis
que llegarían a establecerse en torno al programa de Finca siendo obligatoria para
el trabajador de las empresas su inscripción en ella; más adelante se establecieron seis
que agruparon a todos los empleados de Empresas Mendoza.

En las principales empresas se organizaron cajas de ahorro, con la participación de


empleados y algunos de los más destacados ejecutivos del grupo en sus juntas
directivas; rindiendo informes periódicos y divulgando sus realizaciones en materia
de créditos aprobado y viviendas entregadas. Asi p.e, la caja de las plantas cementeras,
que se llamó Finca Vencemos fue fundada en 1951 con un capital de 100.000 Bs
que luego se elevó a 1 millón de bolívares y en marzo de 1962 a 2.5 millones de
bolívares. Con los aportes suscritos y pagados por CA Venezolana de Cementos, los
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 141

ahorros de sus asociados y el superávit de sus operaciones habían invertido hasta


diciembre de 1961 6‘199.559. Dentro de las realizaciones se mencionan obras y
urbanizaciones que resolvieron el problema de a 231 trabajadores de varias de las
plantas96.

Después de diez años de funcionamiento de Finca Vencemos, se conformó un


sistema en el que los trabajadores se hacían propietarios en plazos que varían de 10 a
15 años mediante la contribución de la empresa en proporción al ahorro del
beneficiario; existió el amparo de una póliza de seguro equivalente al costo de la
vivienda de modo que en caso de fallecimiento la casa pasaba a ser propiedad de
los herederos; el sistema de cajas también se orientaba a financiar mejoras de
vivienda y cuotas iniciales.

Entre las realizaciones se refieren a una urbanización 20 casas de 3 habitaciones con


un costo total de 501.915; 35 en la urbanización Mara de Maracaibo con inversión de
906.221; el informe menciona construcciones en Caracas, Barquisimeto, Maracaibo,
Toas, Pertigalete, Catia la Mar y Macura, con un costo total de 9‘373.200 de
bolívares; también la concesión de préstamos para la construcción y mejoras de
97
viviendas a sus asociados por 2‘928.000 bolívares .

En el caso de la papelera Venepal, se pueden diferenciar tres etapas en la


construcción de viviendas para trabajadores: la primera a cargo de la empresa y en
función de construir la planta e iniciar la producción; la segunda con mediación de un
Fondo de ahorros que se creó y la última desde 1963 cuando se constituyó la Caja de
Ahorros Venepal a la que estaban vinculados todos los trabajadores y que hacía parte
del modelo Finca.

96
Vencemos # 28 Marzo Abril 1962 p10.
97
Vencemos #30 julio agosto de 1962; en la celebración de los 35 años de concretera
Lock joint Consolidada CA, otra de las firmas del sector cementos se indica que el 72% de
los trabajadores de esta empresa, localizados en Caracas, Maracay y Cúa ha resuelto su
problema de vivienda, Ver Vencemos #104 1974.
142 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En la primera etapa se construye residencia para solteros, 5 casas tipo familiar,


edificio para cafeterías y servicios sociales y asistenciales, en un proceso que la junta
directiva explica del siguiente modo en su informe de 1958 a los accionistas98:

‗…por estar nuestra planta ubicada en una zona no desarrollada y carente de


servicios, la empresa ha tenido que crear y poner en funcionamiento departamentos
asistenciales, 25 viviendas tipo familiar, 2 residencias para solteros con capacidad de
26 cuartos, casa de abastos, comedores, campos deportivos y una escuela con cupo
para 60 alumnos. Como complemento de las obras anteriores se construyeron las
correspondientes redes de electricidad, cloacas y agua. Estas instalaciones eran de
absoluta necesidad y fueron utilizadas por nuestro personal durante la construcción y
ahora durante el funcionamiento de la fábrica, y con lo cual la empresa demuestra ser
consecuente con su empeño de lograr el mejoramiento de las condiciones económicas
y culturales de sus trabajadores, con quienes nos complace informar que llevamos
excelentes y cordiales relaciones‘.
Tres años después, se habla de la necesidad de contribuir a la solución del agudo
problema de la vivienda, por lo cual la junta directiva, invocado también el
mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores elabora y realiza un
‗proyecto completo para una urbanización en las cercanías de la planta, en la cual se
construirán 100 casa de habitación y 80 apartamentos para solteros‘; en esta obra se
tuvo como financiación parcial un préstamo del Banco hipotecario de la vivienda
popular99.

Los informes de 1966 a 1969 dan cuenta de la entrega de varias etapas asi: en
1966 20 casas y 20 apartamentos; en 1968 100 casas para trabajadores en
cercanías de Morón; en 1969 23 casas. En estos proyectos una vez más se
demuestra la tendencia a hacer coordinación de actividades entre empresas Mendoza
y organismos del Estado, ya que cooperaron el Servicio social Mendoza, la caja de
ahorros de Venepal y la división de vivienda rural del Ministerio de sanidad y

98
Venepal 1984 p 17, 25 – 26.
99
Venepal 1984 p 52, 61, 69, 71; En discurso de 1966 Mendoza totalizó en 278 el número de
unidades de vivienda construidas, en las que afirmó habitaban más de 1000 personas, para
las que también había escuelas, comedores, club, balneario, campos de deporte Ver Graces
P., 1986: 107.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 143

asistencia social; en esta fecha se informa que el 67% de los trabajadores con más
de 3 años en la empresa ha resuelto su problema de vivienda100.

El comienzo de los años 70s marcó un cambio importante en el manejo de los


programas sociales en el grupo. Como veremos, la participación de los trabajadores
en el diseño de los programas era uno de los principios de la forma de gestión que
impulsó Carola Ravell desde su llegada a la dirección del Departamento Social. Por lo
anterior, comenzaron actuar comités de vivienda, que se ocupaban de analizar la
problemática habitacional del trabajador y motivarlo a el y su familia para la adquisición
de una nueva vivienda acorde con sus posibilidades económicas, al tiempo que
apoyaban las gestiones ante la caja de ahorros FINCA, el fondo de prestaciones
sociales o de instituciones externas, si era necesario. Un informe de la directora para
el período 1971 – 1974 señala que un total de 1.398 trabajadores adquirió nuevas
viviendas con inversión de 34 millones de bolívares, en planes orientados al 64% de
trabajadores con ingresos mensuales inferiores a 1.250 Bs101.

En 1977 la Caja de ahorros Venepal, que había empezado con 385.000 bolívares
y afiliación de la totalidad de trabajadores y empleados, alcanzaba un capital de
10‘833.640 bolívares; los préstamos para adquirir vivienda eran uno de sus propósitos,
aunque también la venta de acciones de la empresa a los trabajadores, como se hizo
entre 1973 y 1974, con la oferta de 100000 acciones de las cuales se había vendido el
70% a comienzos de 1975102. Respecto a Protinal, la más antigua industria del
grupo, se informó que su plan de vivienda permitió solucionar sus problemas
103
habitacionales a 621 trabajadores .

El sistema de las cajas de ahorros tuvo modificaciones que llevaron a incrementar los
montos de ahorro y a dar más alcance al programa. Los escritos entusiastas que
en 1976 celebraban los 50 años de actividad empresarial de Mendoza, reseñan
junto a los logros empresariales, las obras sociales y varios cambios y avances en
las actividades relativas a vivienda: la cuantía del ahorro del trabajador de acuerdo

100
Venepal 1984: 98, 120, 130.
101
Vencemos # 109 1975.
102
Venepal 1978 p 11.
103
Vencemos #91 1972.
144 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

con la última reglamentación oscila entre 3 – 7% del sueldo y la empresa aporta el


35% del ahorro del trabajador; en alguna de las empresas ésta aporta hasta el
60%; estiman en 100 millones las aportaciones de las empresas para incrementar
el ahorro de los trabajadores.

Frente a los 55 millones en que se estimaron los haberes de los asociados en 1976, se
calcula la suma aportada por las empresas en 15 millones; en caso de muerte, los
asociados estaban amparados por un seguro de vida entre 10.000 y 25.000 Bs,
recibiendo en algunos casos doble indemnización por muerte accidental; los campos
de inversión de las disponibilidades bancarias de las cajas están en cédulas
hipotecarias, bonos y acciones de la compañía a la que pertenece cada una104.

Otra nota resume los aportes del programa de vivienda hasta 1976 del siguiente
modo: Fomentadora inmobiliaria nacional C.A., Finca ha vinculado 23 empresas,
tiene un capital de 1‘872.000 bolívares y ha resuelto cerca de un millar de problemas
de vivienda con una inversión de 25 millones; se creó un mecanismo para que los
trabajadores de más bajos ingresos tuvieran un apoyo financiero adicional para acceder
al programa. Finca Vencemos tiene 4 millones en capital, ha participado en la
solución de 787 problemas de vivienda, con un aporte de más de 25 millones; Finca
Valencia C.A., ha ayudado a que el 72% de Pavenca sea propietario de vivienda.
Las tres empresas tienen un capital de 7 millones y han resuelto 1.700 problemas de
vivienda. Se calcula que el conjunto de empresas ha aportado alrededor de 50 millones
Bs por este concepto, y destacan el caso de las empresas con plantas lejos de los
centros urbanos, en donde se construyó un número importante de viviendas en los
campamentos de Venezolana de cementos y Venepal, actividad en la que invirtieron
12 millones105.

El dato que más se empleaba para mostrar la contribución de Mendoza al


bienestar del personal vinculado a sus empresas era el del porcentaje que contaba
con vivienda propia, a este respecto se incluía el siguiente cuadro:

104
Graces p., 1986: 155; Vencemos #115 1976.
105
Graces P., 1986: 156.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 145

Tabla 2.2 Resultados de los planes de vivienda en Empresas Mendoza hasta


1976

Obreros % Empleados % Total %


Trabajadores con vivienda 3906 62 3300 73 7206 66
Trabajadores sin vivienda 2529 38 1198 27 3727 34
Total 6435 100 4498 100 10933 100
Tomado de Graces P. 1986: 157

Sin embargo, se aclaraba que descontando la cifra de 2.186, que era la de


empleados que por tener menos de 2 años de antigüedad no podía vincularse a las
cajas, el porcentaje de trabajadores con vivienda subió a 82.3% y el de trabajadores
sin vivienda bajó a 17.7%. Otros datos de interés son los siguientes:
146 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Tabla 2.3 Cajas de ahorro promovidas por Empresas Mendoza hasta 1976

Caja # Capital de los # prestamos Monto Bs


asociados socios
Central de ahorros 3851 8011400 64833 37863856
Vencemos 1550 16277146 90140 69552285
Protinal 2180 6682045 19735 42091622
Venepal 1249 8254443 17313 22000000
Banco la Guaira 279 2488606 3860 1075000
Vivienda popular 378 1366874 3109 4974000
Venceramica 607 853825 3877 3407521
Totales 10094 43934 202867 180935284
Tomado de Graces P., 1986: 155

La mayoría de conjuntos habitacionales financiados se localizaban en zonas cercanas


a las plantas, su inauguración y la entrega de viviendas, eran motivo del típico
evento o ceremonia pública con asistencia de Mendoza, directivos de las firmas,
trabajadores y algunos notables de diferentes esferas próximas a las compañías.
Después de entregada la casa, la presencia de Mendoza y su rol tutelar, se
mantuvo directamente o a través de sus instituciones de asistencia, apoyando
acciones relativas a adecuación de entornos, servicios públicos y escuelas; del
mismo modo, promoviendo concursos que motivaban la buena conservación,
premiando la casa y jardín mejor cuidados (Méndez R., 2003: 46 – 47).

2.6 La institución de asistencia y sus cambios


En esta sección se analizarán las estructuras organizativas que en diferentes períodos
se crearon con el propósito de cumplir las tareas de asistencia social en el grupo
Mendoza. Desde las elementales actividades que coordinaba el Servicio de bienestar
social en los años 40s, se evolucionó al más complejo y especializado Servicio
social Mendoza y luego al Departamento Social, en un proceso que supuso una
apreciable profesionalización y diferenciación de sus tareas.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 147

Desde los años 70s la contribución de Carola Ravell y su enfoque comunitario y


participativo en los planes sociales marca un cambio, que estimuló el
replanteamiento de la lógica paternalista que había llegado a predominar en el manejo
del bienestar laboral.

Ésta última etapa es destacable como esfuerzo para cambiar la actitud de los
trabajadores, y que dejaran de verse como beneficiarios pasivos de lo que se hacía
‗generosamente‘ para ellos, y que comenzaran a tener un participación inteligente en el
diseño de programas y la realización de sus potencialidades en campos como el
educativo y artístico.

2.6.1 Conformación de una estructura para el bienestar social


El organismo encargado de la asistencia social y los planes de bienestar de empresas
Mendoza tuvo siempre una importante ubicación y apreciable peso dentro del
esquema organizacional. Desde el principio se conformó como una sección autónoma
y especializada, que gestionaba acciones para cada una de las empresas; cuando se
conformó el Concejo de Coordinación, siguió teniendo una posición destacada,
reafirmó su autonomía y mantuvo su propio presupuesto.

Dentro de la importante etapa de diseño organizacional que se había vivido en los


años 50s, el Departamento obtuvo personería jurídica y pasó a llamarse ‗Servicio
Social Mendoza‘. Su organigrama incluía director administrativo, trabajadora social
asistente a la dirección, dos supervisoras generales, veinte trabajadoras sociales y
cuatro demostradoras de hogar. En 1970 con el liderazgo de Carola Ravell, se creó el
Departamento Social, adscrito al Consejo de coordinación, organismo que más tarde
se fusionó con el servicio social Mendoza. Para mediados de los 70s el
departamento social en su oficina central tenía un economista, dos sociólogos, tres
trabajadoras sociales, un pedagogo y un contador; en el nivel operativo laboraban 32
trabajadoras sociales, tres demostradoras del hogar y una economista del hogar.

Bajo este esquema organizativo, el Departamento social, con autonomía y entidad


propia, centralizó el diseño y gestión de los planes que se aplicaron en cada una
de las empresas. Los informes anuales de Venepal muestran la constante presencia
de este organismo en las actividades asistenciales y sociales en los años 70s y 80s:
148 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

planes educativos; reconocimientos de antigüedad; programas de ahorro y vivienda;


mejoras de comedores y cafeterías; estructuras de recreación y vacaciones, p.e., un
área en Colonia Tovar106.

2.6.2 Carola Ravell: un aporte crítico y nueva concepción de


la asistencia social
En las descripciones de los planes sociales de las empresas Mendoza, era usual
referirse a la existencia de dos etapas diferenciadas en su desarrollo, una primera
enfocada sobre los individuos y otra de tipo comunitario; sin embargo, no se trató
de un avance lineal y armónico. La primera fase se había vivido desde los años del
servicio social y el departamento social y era producto de las experiencias
asistenciales y aportes de dos generaciones de trabajadoras sociales; la segunda
empezó con el ingreso de la economista Carola Ravell al Departamento social; entre
ambas es perceptible una ruptura y cambio de orientación decisivo. Como veremos,
era la primera vez que se designaba como directora a una exponente de una
profesión diferente al trabajo social; su presencia en la organización conllevó una
importante crítica y replanteamiento de las concepciones y prácticas asistenciales que
se habían desarrollado hasta entonces.

Después de casi tres décadas de variados y celebrados planes sociales, Ravell con
experiencia en programas sociales internacionales y estatales venezolanos, llegó para
mostrar que se había asentado un modelo en el que los trabajadores tenían una
actitud dependiente y pasiva respecto a las dádivas y beneficios que se les concedía;
en su lugar la experta propuso nuevas actividades que permitirán la participación
activa, la expresión y la realización de las capacidades sociales y comunitarias de los
destinatarios de los programas.

La actividad de Ravell en el grupo empresarial comenzó en 1969, cuando Mendoza


la invitó a incorporarse al Departamento social del Consejo de Coordinación;
inicialmente se le pidió hacer una evaluación de los programas sociales adelantados
en las empresas, a partir del cual se reorientaría el enfoque de la política social en el

106
Venepal 1984 : 98, 130, 143, 152,173,207,271,309
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 149

grupo. Ravell había pertenecido al servicio diplomático en Paris y Londres en los años
40s y permanecido exiliada en México durante la dictadura de Pérez Jiménez, tiempo
en el que hizo una maestría en economía en la UNAM107; en ese país tuvo
aproximación a las misiones culturales y otros programas que le acercaron a una
combinación de teoría económica y práctica social (Sanguineti Y. 1995).

De regreso a Venezuela en 1959, integró con un sociólogo y un asesor extranjero un


equipo interdisciplinario de la Oficina central de coordinación y planificación
Cordiplan, muy cercano a la presidencia; tuvo a cargo varios temas sociales y
comunitarios. En 1960 se incorporó a los organismos de planeación y política nacional
el tema de comunidad, fundando la División de desarrollo de la comunidad, de la
cual se nombró como directora a Ravell. Estas y otras experiencias de Desarrollo
comunitario en que participó, la llevaron a reafirmar la necesidad de modificar las
actitudes tradicionales de dependencia que generaban algunos programas
gubernamentales y a enunciar la necesidad de promover cierta racionalidad en las
relaciones con la comunidad; en esta dirección propuso despertar la iniciativa, crear
consenso social y participación activa (Sanguineti Y. 1995).

Yolanda Sanguineti (1995), sitúa el contexto en el que Ravell adquirió su


experiencia profesional: el contacto con los programas de las Naciones Unidas que en
los años 50s promovió el desarrollo comunitario; en tales acciones se analizaba y
valoraba la experiencia de ayuda mutua entre los pobladores, para proponer que sus
esfuerzos se unieran a los del Estado en la mejora de la vida de las comunidades.
La anterior perspectiva se oponía a la de tipo asistencial que, según muchos
críticos, se convertía en un paternalismo fomentador de dependencia y pasividad en
los grupos sociales, con respecto al Estado o los técnicos de los programas.

Las experiencias y logros de Ravell en temas comunitarios y sociales, se expresaron


en un corto libro titulado ‗El desarrollo de la comunidad como técnica de inducción
del cambio social‘ escrito en compañía del sociólogo Piñango y de Giovana

107
Como elemento ilustrativo de su ideario y parte de su actividad de este período, puede
verse artículo titulado ‗Actualidad de las ideas de Federico List‘ que escribió en la revista
mexicana Lecturas del trimestre económico #1 Vol XVI de 1956.
150 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

González en 1969. En éste texto se hace un típico análisis desde la perspectiva de


la modernización que era dominante en la época, combinando autores como
Crawford, Germani, Mac Clenan, apelando a un esquema polar en que se describe en
un extremo la situación tradicional y en el otro la modernizada, señalando en cada
momento el papel de los sectores público y privado como patrocinadores del desarrollo,
las posibilidades de su acción coordinada; la necesidad de que se abandone la función
asistencial respecto a las comunidades. En lo que se refiere a estas últimas, el
énfasis se pone en la autogestión, la generación de una mentalidad empresarial y una
participación consciente, deliberada y organizada (Ravell y otros 1969).

En dos escritos publicados en Revista Vencemos, Ravell expuso lo que serian sus
concepciones sobre el manejo de la ‗acción social‘ en empresas Mendoza. En
1971, bajo el titulo ‗Aspectos teóricos del programa del Departamento social‘
comenzó por definir su tarea en la organización y procuró despejar temores de los
directivos que habían manejado el área asi108:

‗La creación del departamento social del Concejo de coordinación de las empresas
Mendoza ha respondido a la dinámica que hoy en día se imprime a los programas
sociales. No ha significado, en ningún momento, el suplantar la labor que desde hace
20 años viene realizando el servicio social Mendoza. Como lo señala el documento de
su creación el departamento ha tenido como objetivo fundamental, la reestructuración
y ampliación de los programas de proyección social que realizan las empresas y
asesorar su implementación… su propósito ha sido lograr una mayor participación de
los trabajadores –empleados y obreros- no solo en la ejecución de los programas sino
también en la elaboración de los mismos. Esta participación activa del personal de la
empresa conduce a una mejor integración del grupo y a una mayor identificación
empresa – trabajador. El trabajador en la empresa es más que un factor productivo.
La empresa a través de la gerencia, jefes y supervisores, debe tratar de aplicar
aquellas técnicas de relaciones humanas que eliminen y eviten fricciones y conflictos
dentro de los grupos; la participación es una excelente forma de crear equipos de
trabajo y asi lograr el desarrollo equilibrado dentro de la empresa. la participación

108
Vencemos #87 1971
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 151

genera sentimiento de pertenencia, el grupo percibe que su gerente es un apoyo


efectivo a la labor del grupo, entonces el trabajador esta dispuesto a colaborar
activamente con el gerente y no reaccionar en su contra‘.

Otras ideas que complementaban este planteamiento central de la participación,


enfatizaban la necesidad de que los directivos supieran delegar responsabilidades, no
solo en el campo social, sino en el económico; la participación de los trabajadores en
el diseño de los programas sociales sería un medio para lograr un mayor bienestar y
satisfacción, y con ello una mayor vinculación e identificación con la empresa; deben
romperse barreras entre los diferentes niveles sociales para generar canales
bidireccionales de comunicación que permitan mejores relaciones humanas, como
elemento esencial de la organización.

Un año después, como sustentación de los programas en que tenían más énfasis,
Ravell escribe un artículo titulado ‗La educación factor básico de desarrollo‘, en el
que considera que sólo con éste elemento podrá conseguirse ‗que cada individuo sea
capaz de vivir una vida plena […] el deficitario, el lesionado, el relegado, puede ser
guiado a la edad adulta y disfrutar igualmente de una vida plena‘. Al mismo tiempo
critica lo que denomina la capacitación tradicionalmente impartida, por no responder
a las necesidades reales ni satisfacer las expectativas de la población; se trataría no
solo de adaptar y motivar en el individuo a superar las condiciones a las que se
enfrenta en el aspecto económico sino también en el sociocultural109.

En esta perspectiva la eficiencia de la organización empresarial depende tanto de las


aptitudes de sus miembros para hacer sus labores, como del grado de satisfacción
que les proporcione el desempeño de la misma. Si se eleva el nivel educativo, los
individuos se identifican más con la organización y sus procedimientos y le encuentran
más sentido a lo que hacen; la educación permitiría el progreso del individuo con
base de sus meritos y aptitudes.

109
Vencemos #93 1972
152 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

2.6.3 Cambios y realizaciones


La reseña sobre la primera etapa de actividades de Ravell en Empresas Mendoza
escrita por Zaira Verti (1995), da una idea de las dimensiones del cambio
introducido por la nueva directora. El servicio social Mendoza había llegado a ser una
organización con autonomía para la toma de decisiones y el manejo presupuestal,
dedicado a asesorar y dar asistencia técnica a las empresas en temas sociales.
Estaba conformado por una junta directiva, presidente ejecutivo, personal supervisorio y
trabajadoras sociales asignadas a las empresas; estas últimas reportaban al
organismo central, pero también a los gerentes de planta de cada empresa en cada
ciudad.

En un estudio de diagnostico de Ravell, que incluyó entrevistas a todos los niveles,


encontró que el servicio social Mendoza no había avanzado al mismo ritmo que
marcaban los cambios en las empresas; había insatisfacción en el nivel gerencial y
distancia entre los gerentes y el personal directivo y supervisor del servicio social.
Estas primeras aproximaciones confirmaron a la observadora, que en los programas el
trabajador tenía un rol de beneficiario pasivo, sin posibilidades de participar o incidir
en las actividades que se realizaban (Verti Z. 1995: 73 – 74).

Carola Ravell reorientó el trabajo social empleando la acción grupal, debiendo sortear las
tensiones y temores del personal que desarrollaba los anteriores programas, ante el
surgimiento de una nueva estructura, pero su intención era apoyarse en lo ya existente
para dar mayor cobertura y proyección a los programas. Los primeros pasos fueron de
estudio sobre las necesidades y expectativas de los trabajadores y de crear conciencia
sobre la necesidad del cambio que deseaba proponer. Teniendo por centro las
empresas Vencemos y Venepal, y el apoyo de destacados directivos como Clemente
Ortega, Armando Espinoza, Adán Celis, Justino de Azcarrate y otros, la idea de la acción
grupal se materializa en los Comités de participación, con los que se pretendía la
integración de las personas de todos los niveles. A partir de una sencilla estructura de
asesor, coordinador y secretario, se motivó una interacción sin diferenciar el status de los
participantes, de modo que todos tuvieran igualdad de posibilidades.

Los Comités eran los elementos más novedosos de la nueva concepción y se


ocuparon de cuatro grandes áreas de acción: utilización del tiempo libre, formación
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 153

de recursos humanos, ahorro y vivienda, salud, higiene y seguridad industrial. La


estructuración de comités en todos los cuatro temas siguió etapas de motivación,
asesoramiento, supervisión y evaluación, solo llegó a ser completa en Protinal,
Vencemos y Venepal, que eran las tres más grandes firmas. La aceptación de las
innovaciones emprendidas por Ravell requirió su decidida actividad promotora a lo
largo de toda la organización: en los niveles gerenciales haciendo ver la
importancia de los objetivos y el valor de la participación del trabajador, para que
llegara a ser algo más que un elemento productivo; la participación podría asegurar
un trato más humano, como integrante de su familia y comunidad, al mismo tiempo que
la satisfacción lo haría más productivo.

En relación con los trabajadores se trataba de hacerles ver que con su participación
organizada y coordinada podían resolver por si mismos sus problemas; lo anterior
requería charlas y asesorías en materia de definición de objetivos, organización
para el manejo de planes, presupuestos, evaluación de cumplimiento. A partir de este
plan, la participación de los trabajadores se enfocó en el diseño y gestión de los
programas, pero también en la financiación de partes de los mismos, por medio de
aportes económicos, lo cual indicaba la trascendencia de los cambios y resultaba
muy significativo, ya que lo usual era que la empresa aportara todo.

Frente a las trabajadoras sociales, fue necesario mostrar que se valoraba lo que habían
construido y se las consideraba importantes en la buena aplicación de los nuevos programas;
se hicieron actividades entre integrantes del Servicio social Mendoza y del Departamento
social, en las que hubo esfuerzos por elevar el nivel técnico y alcanzar un mejor desempeño.
Los primeros logros convencieron al equipo de trabajadoras sociales de las ventajas de la
nueva forma de actuar, como posibilidad de proyectarse a un mayor número de
personas. A fines de 1972 fue claro que no tenía sentido conservar dos estructuras, de
modo que se fusionaron en el Departamento social Mendoza; la junta del Servicio Social
Mendoza pasa a ser del Departamento social, Ravell es designada presidente ejecutivo y el
departamento técnico queda integrado por un equipo de dos sociólogos, un psicólogo, un
docente y las trabajadoras sociales.

El nuevo departamento social continuó dependiendo del Consejo de coordinación,


teniendo manejo autónomo de un presupuesto que se conformaba con cuotas de
154 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

las empresas; la presidente reportaba directamente a Mendoza como presidente del


grupo; su estructura pareció más pequeña y eficiente, actuaba en 44 de las
empresas y sus sucursales, atendiendo a 10.786 trabajadores y 32.358 niños. Las
nuevas capacidades promovidas en las trabajadoras sociales les permitieron
desempeñar cargos como gerencia de Recursos Humanos en empresas como
Protinal, Envases varios y Venceramica (Verti Z., 1995: 81 – 83).

Bajo el enfoque participativo de Ravell, a lo largo de los años 70s y 80s se continuó
desarrollando las políticas sociales del grupo; asi lo demuestran los informes anuales
de Venepal, en los que se destacaba la actividad de los comités participativos110. Años
después, las descripciones de ésta etapa, valoran estos cambios como
reestructuración e introducción de un enfoque favorable a la realización de los
111
programas sociales con una nueva actitud y participación activa del personal .

Varios artículos de la revista Vencemos y otras fuente del grupo, presentan el


desempeño del renovado Departamento social en cada una de las cuatro áreas de
acción en que dividió su tarea. En el tema de la sana utilización del tiempo libre,
junto con la Asociación deportiva empresas Mendoza, se dio impulso a juegos
deportivos que tuvieron un carácter nacional, en la medida que competían equipos
de las plantas de todo el país; se hicieron en 1971, 1973 y 1976, teniendo por
sedes a Barquisimeto, Maracaibo y Valencia respectivamente FM 1976 134 - 135.

Asi mismo, se celebró el I festival artístico de las empresas Mendoza en 1974 con
la participación de 18 grupos artísticos integrados con cerca de 400 trabajadores e
hijos de los mismos, actuaron grupos corales y criollos de 5 empresas; conjuntos
vocales de tres; grupo de teatro de una; grupo folclórico infantil de otra112. En la
misma dirección se organizó la Exposición anual de pintura. Para la primera mitad

110
Ver Venepal 1984: 152, 162, 173, 201, 229, 271, 309.
111
FM 1976: 133 – 134; Graces P., 1986: 100.
112
Vencemos # 101 1974; Otras actividades registradas fueron las de campamentos
vacacionales de los cuales se hicieron 11 en ese año, con 813 acampantes,
cuadruplicándose las cifras de 1968; el primer foro inter –escolar en el que participaron los
últimos grados de las escuelas de Pertigalete, Vencemos Mara, Venepal y en el cual de modo
didáctico se estudiaron y discutieron problemas nacionales de primera importancia como: La
escuela y la empresa; la reforma agraria; la nacionalización petrolera.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 155

de los 70s, se presentaban como avances en el área de formación de recursos


humanos, la erradicación del 98% del analfabetismo y la culminación del ciclo de
primaria por todos los trabajadores; en formación secundaria programas especiales
para estudiantes que trabajan; y mejoramiento profesional atendido con cursos en que
participa el INCE y otras instituciones públicas y privadas.

Respecto a la adecuada utilización del tiempo libre Carola Ravell mostró un buen nivel
de conocimiento sobre los problemas de su tiempo, cuando planteó algunas
reflexiones sobre la necesidad de humanizar la civilización técnica, subrayando que en
la era de la automatización y la alta especialización, los trabajadores pueden sufrir
gran insatisfacción; razón por la cual una mejor utilización del tiempo libre establece un
equilibrio armonioso. A continuación presentan otros resultados de su gestión:
incremento del 66% en los últimos 4 años en vacaciones, excursiones y deportes; con
asistencia de 63.768 personas entre trabajadores y familiares en 1974; inversión de
668.800 bolívares de los cuales 124.465 fueron aportados por los propios
113
trabajadores .

El informe del Departamento social 1974 – 1975, en lo tocante a utilización del


tiempo libre se refirió a: 357 actividades culturales, detallando el papel de grupos
artísticos, órganos divulgativos, bibliotecas y exposiciones de pintura. De lo anterior
resultaba una participación de 30.000 personas; 447 eventos deportivos donde
intervinieron 17.185 personas; 73 viajes en los cuales tomaron parte 3957 trabajadores;
campamentos vacacionales con 1076 participantes114.

El énfasis en la participación, la expresión y realización del talento personal se


mantiene hasta 1990 con la realización de varios festivales culturales y los llamados
‗concursos de estímulo a la creatividad‘, que incluían exposiciones de pintura,
cerámica y fotografía en que participaban integrantes de las empresas Mendoza 115.
Por otra parte, en los periódicos seminarios y encuentros de profesionales que era
usual hacer, Ravell consiguió en un nivel directivo medio promover la reflexión y la

113
Vencemos # 109 1975.
114
Vencemos # 115 1976.
115
Vencemos # 186 1988; # 194 1990.
156 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

participación colectiva en torno a los programas que se desarrollaban116. Sin embargo,


este proceso tuvo como consecuencia no prevista, el que se abordaran del mismo
modo nuevos problemas que afrontaron las empresas desde los años 70s. Asi ocurrió
en el VI Seminario de actualización profesional del Departamento social, al que
asistieron 70 personas vinculadas a las actividades de trabajo social del grupo a nivel
nacional, en donde se evaluó el problema de la vivienda en áreas de concentración
industrial como Valencia, Barquisimeto y Maracaibo; al mismo tiempo que se
presentaron diagnósticos y estudios sobre la problemática de rotación de personal y
ausentismo laboral117.

Las II jornadas de planificación y administración de recursos humanos tuvieron 110


participantes que presentaron recomendaciones a los órganos de dirección, respecto
a acciones a implantar dentro de las empresas, en las que se evidenció la necesidad
de mantener un mecanismo comunicativo y de relación entre las empresas del grupo, a
fin de compartir experiencias e informaciones relativas a la gestión de personal dentro
de las mismas. Igualmente hubo discusiones sobre vivienda, guarderías infantiles, y
nuevamente, ausentismo y rotación118. En su intervención como presidente del
Comité de dirección, Manuel Acedo Mendoza se comprometió a llevar las
inquietudes a instancias superiores y mencionó dificultades de productividad, escasez
de recursos financieros y humanos y otros factores que limitarían la posibilidad de
dedicar atención y recursos a programas y sugerencias.

Después de más de 10 años de actividad al frente del Departamento social de las


empresas Mendoza, Carola participó activamente durante los años 80s y hasta su
deceso en 1995, en el diseño y desarrollo de los programas que las Fundaciones
Mendoza y De vivienda popular orientaban hacia las comunidades. Como veremos
en la siguiente sección, en tales actividades también incorporó innovadoramente los
principios de la participación y acción comunitaria.

116
Vencemos # 132 1979.
117
Vencemos # 125 1978 p 8.
118
Vencemos # 132 1979
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 157

2.7 Fundaciones e incipiente discurso de responsabilidad


social empresarial
Desde los primeros años de vida independiente las elites políticas y económicas
mostraron preocupación por los problemas nacionales, tal como quedó evidenciado
en las propuestas de la Sociedad Económica de Amigos del País, del mismo modo
que en las ayudas y conductas benevolentes ante sectores marginados. En el siglo
XX, la creciente capacidad económica del Estado, asociada a los ingresos petroleros
contribuye a situar el papel benefactor en la esfera gubernamental, sin embargo los
sectores empresariales y sus organizaciones gremiales, en principio los comerciantes
con la Cámara de Comercio de Caracas CCC y después un sector más variado, con
predominio de industriales, mantienen un papel activo en materia de ayuda social.

En mirada retrospectiva a lo que denomina gestión social empresarial, González


Deluca (2001) presenta varios determinantes históricos de la preocupación y acción
de los inversionistas privados frente a los problemas sociales de su entorno. Esta
apretada síntesis de motivos predominantes en diferentes períodos, remontándose a
los tiempos coloniales, sitúa como primer antecedente la tradición cristiana de la
caridad como obligación moral de protección a los desvalidos; en este contexto, la
generosidad de los que tienen, hacia los menos favorecidos se vuelve un patrón de
conducta socialmente aprobado.

Por ésta vía, el honor asociado a las familias benefactoras, se trasmitió a los
notables de los primeros tiempos de la república, quienes como único sector con
capacidad económica y organizativa, y en presencia de la debilidad institucional y
material del poder gubernamental, dieron continuidad a las tradiciones de asistencia y
dádiva. La autora destaca la particular situación de los comerciantes, quienes siendo
objeto de prejuicios ante su riqueza y acusaciones de estar excesivamente orientados
a la ganancia, buscaban la aprobación social, mediante una activa participación en
campañas de ayuda a pobres y damnificados119.

119
Debe tomarse en cuenta también la significativa presencia de extranjeros en la esfera
mercantil, cuyos valores pragmáticos y estilos de vida afines al trabajo dedicado y el ahorro,
sin duda contrastarían con los usos locales.
158 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La actividad de la Sociedad Económica de Amigos del País, desde 1829 ilustra


otra forma de preocupación por la promoción del bien público y privado por parte de
notables que ayudaban al gobierno en tareas de fomento, asesorando temas de
agricultura, comercio, artes y oficios, población e instrucción pública (Farías H., 1991).
En el último tercio del siglo XIX, el sector más dinámico y próspero del comercio con
sus contribuciones públicas y sociales, reeditó la idea de la obligación de los
privilegiados económicamente hacia los sectores desfavorecidos o afligidos por
catástrofes. La capacidad organizativa de éste sector mercantil, se acreditó e hizo
necesaria en las tarea de recaudo y distribución de ayuda, en relación con los
frecuentes desastres naturales y epidemias.

Destaca González Deluca (2001), el papel público activo del llamado ‗alto comercio‘,
organizando sociedades de beneficencia y Juntas de Fomento para administrar
fondos y vigilar la construcción de escuelas, carreteras, ferrocarriles y otras obras
públicas; del mismo modo que el protagonismo de este grupo como prestamista del
gobierno, y también diseñador de la estructura de finanzas del Estado; la actividad de
los comerciantes como gestores de la asistencia pública se mantuvo hasta la era
petrolera.

Empezando el siglo XX, las firmas más grandes como las compañías de
ferrocarriles, y los primeras fábricas, entre ellas varias de cigarrillos, se destacaron
también por sus donativos y cooperación con hospitales, beneficencias, obras de
caridad, actividades a favor de la educación, en un proceso en el que es evidente
que las contribuciones con fines sociales se relacionan con los intereses de los
negocios. La resolución de problemas sanitarios era fundamental para el buen
desarrollo de los proyectos de inversión, y en este sentido los planes higienistas y de
salubridad pública interesaban a los empresarios, más allá de sus tendencias
filantrópicas.

Ante las epidemias de peste bubónica y fiebre amarilla de 1910, la actuación decidida
de la Cámara de Comercio de Caracas, condujo a que se aceptara formalmente a
este gremio como Junta central directiva de la salubridad pública, con atribuciones
para recaudar fondos, disponer investigación de enfermedades y muertes, hacer
planes de obras sanitarias necesarias, de modo que en los hechos actuó como el
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 159

primer ministerio de sanidad. Los miembros de esta junta eran notables empresarios,
directivos del gremio de comercial de Caracas, Knoop directivo del Ferrocarril Alemán,
Ricardo Zuloaga fundador de la electricidad de Caracas y Eugenio Mendoza Cobena,
(González Deluca 2001: 24); éste último, padre del empresario que llegaría a ser el
más connotado exponente de las iniciativas filantrópicas en el siglo XX.

En las siguientes décadas, los ingresos petroleros ayudaron a superar la pobreza


presupuestal del Estado, que en el siglo XIX había contrastado tanto con la holgura de
los comerciantes; en los años 40s claramente se muestra el papel del Estado como
benefactor y fuerte promotor de la mejora social colectiva, en campos de sentida
necesidad como la salubridad, educación, vivienda. Para González Deluca (2001: 28),
el clima sociopolitico de los 40s, con éste ascenso del Estado social benefactor incide
en que surja una concepción de empresa que acepta como parte de sus intereses, la
cuestión del bienestar de los trabajadores y la comunidad.

Asi pues, para la etapa en que despega la industrialización a mediados del siglo, se
ha mantenido en el empresariado la tradición de proyectarse más allá del medio
económico, participando activamente en la solución de problemas; el tradicional
gremio de los comerciantes comienza a eclipsarse y Fedecamaras lo releva en las
interacciones del empresariado con el Estado y la sociedad. Como hemos visto, el
rápido crecimiento de los capitales privados estrechamente vinculado al apoyo de
un Estado que se fortalece e interviene cada vez más en la vida económica, crea
nuevas razones para mantener y acrecentar el papel benefactor del empresariado:
en la esfera política necesitan legitimidad, tanto como aceptación y reconocimiento
por parte de la opinión pública; se temía el reclamo crítico de otros sectores sociales,
casi en la misma medida que la ampliación del poder del Estado y su tendencia a
tener injerencia en la vida económica.

Destacados exponentes del empresariado que surge desde fines de los años 40s y
se consolida en grupos económicos en los 60s, aplican programas de asistencia
social en el interior de sus firmas; al mismo tiempo que estos programas se
institucionalizan y adquieren cierta especialización organizativa, muestran interés
por proyectar sus propósitos asistenciales al entorno nacional. Si bien, de tiempo
atrás era usual que los sectores privilegiados de la sociedad, en algunas
160 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

circunstancias y dentro de ciertos límites contribuyeran a causas de interés social,


lo que los empresarios emprenden a partir de los años 50s, se hace de modo más
sistemático, y aparece más encuadrado dentro de los usos corporativos y
empresariales modernos: se trata de fundaciones y otras organizaciones que
diseñan planes de beneficio social y programas filantrópicos.

Como hemos mencionado, la cantidad y variedad de sus aportes, el grado de


continuidad, racionalidad y difusión de los mismos, convirtieron a Mendoza en el
principal exponente de la sensibilidad y aporte a los problemas nacionales como
práctica empresarial en el siglo XX. Sin embargo, su capacidad económica e
inspiración en la experiencia fundacional norteamericana le llevaron a introducir
novedades en las modalidades de asistencia social. Lo anterior explica que éste
industrial haya sido el promotor de la primera fundación privada del país orientada a
un propósito humanitario, como fue la Fundación venezolana contra la parálisis infantil,
establecida en 1942. En los siguientes años estableció tres más, de modo que
puede decirse que fueron las fundaciones el modelo de acción que más utilizó y
por el cual se conocieron y proyectaron mejor sus planes asistenciales. En las
subsiguientes décadas otros empresarios optaron por el mismo camino y esta figura
institucional se multiplicó hasta alcanzar la abundancia que tiene en nuestros días.
Los propósitos a que apuntó de modo directo o indirecto de la labor fundacional de
Mendoza, fueron tan diversos como rehabilitar a la niñez afectada por el polio; crear
sistemas de ahorro, financiamiento y construcción de vivienda para sectores populares;
establecer jardines de infancia y formar docentes para los mismo; promover estudios
científicos de interés para el desarrollo del agro; fundar una universidad y una galería
de arte; conceder becas y apoyar la edición de obras de gran valor académico.

En esta sección se hará una síntesis de la variada agenda filantrópica que manejó
Mendoza, detallando un poco más los programas de vivienda. En este último caso se
examinarán los mecanismos institucionales y financieros diseñados; los logros
alcanzados en relación con el conocimiento de la actividad constructora; y el
significado de este aporte en relación con la problemática social y urbana de la
época. En seguida se analizará la forma de organización de la tarea fundacional, sus
actores, redes sociales y se intentará un balance de sus logros y limitaciones.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 161

Una vez delineada la actividad fundacional de Mendoza, se abordará la cuestión de las


proyecciones que ésta tuvo en los medios empresariales, y la manera como a través
del DVC, el destacado industrial pretendió fomentar de modo infructuoso un
programa de compromiso y participación activa del sector pudiente de la sociedad
frente a la inquietante y crítica situación que se notaba en amplios sectores pobres.
Es significativo este proceso, ya que confluye con él, la crisis del proyecto social y
asistencial del Estado, las amenazas revolucionarias de los años 60s y 70s, y la
pérdida de legitimidad del modelo sustitutivo que, claramente había promovido la
riqueza y concentración de capital en algunos sectores, pero no una capacidad
productiva y redistributiva aceptable en el sistema económico.

2.7.1 Pasando de obras sociales a la actividad fundacional y


filantrópica
Tanto las políticas sociales aplicadas en el manejo de las empresas, como las
obras filantrópicas de proyección más amplía, sitúan a Eugenio Mendoza dentro
de la tradición de participación organizada y contribución a la solución de
problemas nacionales, que caracterizó a un sector de los notables venezolanos;
diferentes intervenciones públicas y muchos artículos de las publicaciones del grupo
muestran que Mendoza y su equipo gestor de política sociales conocía
antecedentes de actividad benéfica desde el siglo XIX, y frecuentemente presentaban
su actividad como parte de esa tradición.

Fueron diversas las obras sociales y benéficas que las empresas del grupo Mendoza
lideraron por su cuenta o promovieron junto con otras firmas. Asi p.e., Venepal en
la perspectiva de ayudar a comunidades próximas a su planta en temas de educación
familiar, salud y mejora de la vivienda, promovió en 1964 el Centro comunal
Venepal y en 1969, junto con otras compañías, Fundamorón; en algunas épocas
excedentes de generación eléctrica de plantas cementeras fueron dispensadas a
comunidades de Maracaibo, Puerto la Cruz y Barcelona; Venezolana de Cementos
dona moderno centro de salud en Isla de Toas; Protinal, aporta a la ciudad de
Valencia un centro de rehabilitación a construirse en un terreno donado por el concejo
162 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

municipal, con el fin de complementar servicios de medicina física y rehabilitación del


hospital central120.

La Asociación venezolana de productores de cemento, que se había fundado en 1956


fue otro medio para la promoción de obras sociales empleado por las empresas
Mendoza. Una reseña de esta organización se refiere a parques infantiles,
bibliotecas, becas, y de modo muy especial a programas de formación técnica
como publicaciones populares y técnicas, laboratorio móvil, cursos para maestros de
obra, cursos para ingenieros, respuesta a consultas técnicas, a este respecto
sobresalen las llamadas unidades móviles de ‗Juan Cuchara‘121.
Asi mismo, la actividad del departamento de estudios económicos del Consejo de
Coordinación, parte de la cual era el análisis de temas de economía nacional como
integración económica a nivel de los países andinos, exportaciones, uso de materias
primas nacionales, es presentada como una manera más de ejercer la ‗filosofía
de servicio al país‘; en este caso, indudablemente se entiende que los intereses de
la empresas siempre coinciden con los del país122. Sin embargo la manera en que
Mendoza quiso dar mayor alcance, continuidad y buen manejo a sus causas
filantrópica123, además de conseguir exenciones fiscales, fue actuar desde la
estructura jurídica y administrativa de la fundación.

Las fundaciones lideradas por Mendoza con año de constitución fueron: Fundación
Venezolana contra la parálisis infantil (1942); Fundación Eugenio Mendoza (1951);
Fundación de la vivienda popular (1958); Fundación Universidad Metropolitana

120
Venepal 1978; Vencemos #52 1966; Vencemos #33 1963; Venepal 1984 p 144, 152;
Vencemos #91 1972
121
Vencemos #87 1971 ‗Juan Cuchara‘ era una publicitada figura con la que al parecer se
pretendía hacer la antítesis del conocido y antiguo personaje popular, ‗Juan Bimba‘, que
representaba al campesino humilde, ingenuo e indefenso que el avance petrolero había
desarraigado y llevado traumáticamente a la ciudad; a diferencia de éste, con la imagen de
‗Juan Cuchara‘, varios programas estatales y privados, pretendieron simbolizar al individuo
activo, emprendedor e ingenioso para aprovechar el espacio y mejorar su casa en los
programas de autoconstrucción y vivienda rural higiénica.
122
Vencemos # 98 1973
123
Se asume aquí la noción de filantropía organizada o filantropía corporativa, en la que es
fundamental la existencia de una acción continua y de donaciones realizadas por firmas con
ánimo de lucro, Ver Samborn Cynthia A., Portocarrero Felipe (2003)
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 163

(1970). La primera de ellas, se estableció en el mismo año que se introdujo la


noción de fundación en el código civil, por parte de Mendoza, junto con otros
destacados hombres de empresa como Oscar Augusto Machado, John Boulton,
Nicomedes Zuloaga, José Manuel Sánchez y Guillermo Zuloaga; el proyecto incluía la
construcción del que inicialmente se llamó Hospital poliomielítico, en un terreno
donado por el gobierno (Méndez CH., 2003: 44).

Acerca de la motivación inicial para actuar en este frente asistencial, las fuentes
del grupo mencionan el fuerte brote de parálisis infantil que afectó al país en 1941 y
el deceso por esta enfermedad de la hija de uno de sus amigos. La gravedad de la
epidemia habrían llevado a Mendoza y al médico Trino Castro a exponer el tema en
reuniones del Rotary Club de Caracas y después a pedir un aporte de 15.000 Bs a
10 personas obteniendo respuesta favorable de 6; un primer avance fue la apertura
del hospital en 1945, el cual fue aumentado su capacidad de 20 a 175 camas en
1961; en 1966 como parte de procesos de diferenciación y especialización de la
organización fundacional se separaron las actividades de administración del
patrimonio económico y el manejo del hospital (EM, 1961: 165 – 172; FEM, 1976: 163
- 165).

La organización de la fundación, del mismo modo que la instalación de hospital contó


con asesoría de Nelson Rockefeller, quien tenía vínculos con Mendoza años atrás a
propósito de la construcción del hotel Avila; se nombra como directora del hospital
a la norteamericana Miss Rickey, quien empieza actividades con un fisioterapeuta
de la misma nacionalidad y un traumatólogo local (Graces 1986: 16 – 17).

La fundación venezolana contra la parálisis infantil fue dirigida por una asamblea de
diez consejeros; en su administración participaba una junta directiva integrada por un
presidente, un vicepresidente, un tesorero dos vocales. Aunque existían otros
aportantes e interesados que participaban como integrantes y suplentes en los
mencionados órganos de gestión, algunos de ellos familiares y allegados a Mendoza,
el más destacado papel correspondió al fundador.

En 1976 el hospital completa 31 años de actividad, con 78.933 niños atendidos, un


creciente presupuesto que empezó con 50.400 Bs en el primer año y llegó a los
164 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

7‘305.604 en el mimo año. Ante la necesidad de ampliar servicios y hacer


mayores inversiones, desde 1954 se hacen campañas nacionales para recoger
fondos, en las que hasta 1975 se han recogido 46 millones de bolívares. Se afirma
que las cantidades faltantes para el manejo del hospital, se cubren con rentas
provenientes del patrimonio de la fundación, aportes de Mendoza y de las empresas
Mendoza (FEM 1976: 164).

2.7.2 Fundación Eugenio Mendoza


Fue creada en 1951 por Mendoza y su esposa Luisa Rodríguez con motivo de
celebrar 25 años de actividad empresarial, se constituyó con 6.5 millones de
bolívares y sus propósitos iniciales fueron los de promover la investigación científica y
experimental en agricultura y ganadería; ayuda y asistencia a la infancia y juventud;
obras y servicios culturales. La fundación era presidida por Mendoza, tenía una
asamblea de consejeros designada por el fundador, integrada por personas
destacadas en los campos de actividad profesional, científica, comercial y agrícola.
Tenía también un consejo de directores integrado por los fundadores y sus hijos,
vicepresidente ejecutivo, dos vicepresidentes y seis consejeros designados por el
fundador, comité ejecutivo formado por presidente, vicepresidentes, y dos consejeros.
Desde su fundación el patrimonio ha subido de 6,5 a 13,8 millones de bolívares, por
donaciones de los fundadores y de Carlos Mendoza; este patrimonio se invierte en
acciones de diferentes empresas e inmuebles para arrendar (FEM 1976: 172).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 165

Figura 2.2

FUNDACIÓN EUGENIO MENDOZA

ASAMBLEA DE
CONSEJEROS

CONSEJO DE
DIRECTORES

COMITÉ COMITÉ COMITÉ COMITÉ COMITÉ COMITÉ


DE DE AYUDA A LA DE DE DE DEL
AGRICULTURA INFANCIA CULTURA BECAS FINANZAS ZULIA

GERENCIA

EXPERI PROPAG PRODU BIBLIO CENTRO ESCUELA EDICION CONTR OFICI


MEN- RACIÓN CTOS GRAFÍA JUVENIL ARTESAN ES Y OL DE NA
TACIÓN DE DE AGRICO JARDIN DE AL DE PUBLICA BECAS CEN
DE FRUTALE ENEA LA DE CATIA SEBUCAN CIONES TRAL
MAÍZ S INFANCIA
LUISA
GOITICOA

Tomado de: FEM (1954:11)

Una mirada al empleo de los recursos, muestra que a los programas relacionados con
la niñez se dedicó más de la tercera parte del presupuesto, siguieron a continuación
los proyectos agrícolas y luego los temas culturales. El informe de veinte años de
actividades del período 1951 – 1971, indica que en ese período se recibió un total
de 35‘432063 bolívares, cifra que se destinó a los diferentes programas, en la
siguiente proporción 38% ayuda a la infancia; 23% agricultura; 18% cultura; el
restante 21% correspondió a gastos financieros y edificios (FEM 1971).
166 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Lo relacionado con la niñez, incluyó la creación de jardines de infancia como el


Luisa Goicotia y Eugenio Andrés Mendoza124 en Caracas y Maracaibo
respectivamente, centros de recreación, fiestas infantiles, reparto de juguetes en
navidad. Se destacó mucho el tema de la capacitación de maestras Kindergarterinas
para la educación preescolar, en un proceso que condujo a las jornadas de estudio
sobre preescolar en 1966 y más adelante a la creación de un programa especial en la
Universidad Metropolitana125.

En lo relativo a la agricultura, se destaca el impulso al cultivo de maíz, particularmente


la producción de semilla seleccionada de alto rendimiento; después de 12 años de
actividad con los híbridos elaborados se había cuadruplicado la capacidad productiva
por hectárea; los materiales de esta experiencia fueron donados al min agricultura y
cría para que continuaran la investigación126. En 1961 buscando más efectiva
distribución de las semillas, con participación de Protinal y de inversiones Creole se
creó la Productora de semillas C.A. Proseca, con participación de la fundación en
20% del capital. Esta entidad hizo aumentar el uso de maíz hibrido, extendió su
actividad a otras clases de semillas y organizó su propio centro de investigaciones (FEM
1976 p 174).

La gestión de los recursos fundacionales en el campo cultural y educativo


correspondió al académico Pedro Grases. El balance presentado con ocasión del XX
aniversario de la Fundación Mendoza, registra su contribución a publicar 94 volúmenes
en textos de enseñanza, biografías escolares, libros de lectura y obras de
documentación, referencia e investigación; asi como también el patrocinio de 204
conferencias sobre temas científicos y humanísticos; y 227 exposiciones de arte
(Grases P., 1986: 230).

124
Los nombres se dan en recuerdo de la Señora madre y el hijo de Mendoza, fallecido
accidentalmente a muy corta edad.
125
FEM 1976: 177; Fundaciones #2 Noviembre de 1964
126
Como proyección de un proceso de alcance internacional, en 1962 por iniciativa de la
Fundación Mendoza, y en asocio de una entidad del ministerio de agricultura, se creó el
Comité de fomento regional del maíz, que tuvo el apoyo del Dr E.J. Wellhausen, un
conocido director del programa de la revolución verde, Ver FEM 1976: 174.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 167

La actividad de la Fundación Mendoza frente al problema de la malaria y la


vivienda rural, es ilustrativa de la proximidad de los esfuerzos públicos y privados.
En 1954 esta entidad en conjunto con la División de Malariología realizó
estudios y experimentos para elaborar materiales de construcción a bajo costo,
que permitieran promover la construcción de viviendas más higiénicas en zonas
de alta susceptibilidad a enfermedades tropicales. En este programa actuó como
integrante del equipo gubernamental el reconocido epidemiólogo Arnoldo
Gabaldón, quien más adelante participó en actividades de la Fundación Mendoza.

Para Charo Méndez (2003, 50 - 54), la creación de la Fundación Mendoza por


parte de Mendoza y su esposa estuvo influida por el espíritu empresarial de Nelson
Rockefeller; inspiración que pude ser percibida también en la creación en 1956 de
la sala de exposiciones Mendoza, que fue la primera sala de arte contemporáneo
del país, y contó con el apoyo de programa internacional del Museo de Arte
Moderno de Nueva York. Los espacios de esta sala se aprovecharon para dictar
cursos de la fundación y ciclos de conferencias como la que se tituló ‗visión de
América Hispana‘, a cargo del prestigioso intelectual Mariano Picón Salas127.
En el campo cultural y educativo, Mendoza se propuso otras tarea como el Museo
del transporte, destinado a buscar y mantener en forma permanente una bien lograda
exhibición de vehículos y otros medios de movilización utilizados a través del tiempo;
proyecto que se hizo en asocio con directivos del parque del este y otros
ciudadanos128. Sin embargo, la tarea fundacional más importante en este frente y
la última de las instituciones que impulsó fue la Fundación Universidad
Metropolitana, establecida en 1970 para el impulso y soporte financiero de la
universidad del mismo nombre.

A ésta fundación aportó Mendoza 7.5 millones de bolívares, al mismo tiempo que
2.5 millones cada uno de los siguientes grupos: Electricidad de Caracas; Boultón -
Sivensa; Shell de Venezuela; Fundación Creole y Grupo Delfino, de esta forma se
completaron 20‘ Bs. Además se recibió un terreno en donación para su campus y
17 millones de bolívares en contribuciones hasta 1976; a esta obra contribuyeron

127
Fundaciones #2 Noviembre de 1964
128
Vencemos #79 1970
168 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

también alguna de las empresa del grupo, como Venepal que en 1970 donó 1 millón
de bolívares que serían pagados en los siguientes 5 años129.

2.7.3 Tendencias y características de la labor fundacional


Aunque Mendoza promueve la participación de otros empresarios y organizaciones en
los programas fundacionales, un aspecto primordial es que el liderazgo,
protagonismo y esfuerzo está centrado de su figura como convocante y
contribuyente más notable: Sus aportes a las tres fundaciones descritas se
estimaron en 23 millones de bolívares al año y su patrimonio en 62 millones Bs; el
texto que resume todas las actividades hasta 1976, menciona la prestación de
servicios de atención diaria para más de 1500 niños, jóvenes y adultos, contando con
el trabajo de más de 200 profesionales vinculados (FEM, 1976: 161).

El interés por invitar y coaligar contribuciones de varias organizaciones,


nacionales y extrajeras, e incluso de Estado, en condiciones de transparencia y
confianza en el promotor, facilitó donativos de diverso origen. En ocasiones
representantes de empresas entregaban confiadamente sus cheques, estando
apenas enterados del proyecto que se proponía; ocurrían también donativos por vía
testamental en los que se disponía que la Fundación Mendoza, los administrara,
p.e., para ayudar a niños necesitados130. Un ejemplo de la cooperación con otras
organizaciones fue la edición, en asocio con la Fundación Shell, de ‗El
131
libertador’, obra del profesor Augusto Mijares .

Uno de los logros reconocidos de la unión de esfuerzos entre las entidades que
compartían la misma preocupación, a instancias de la Fundación Mendoza fue la
creación en 1958 de la Federación de instituciones privadas de asistencia al niño
promovida FIPAN, organismo dedicado a ayudar a la infancia desamparada. En la
organización de esta entidad participó la directiva del Departamento social Mendoza,
Luisa Amalia de Vegas, quien coordinó las actividades de 35 instituciones que se
habían creado para la época orientadas a esta población; esta organización publicó

129
FEM 1976: p 202; Venepal 1984: 144.
130
Fundaciones #5 Abril de 1965.
131
Vencemos #46 1965 p24
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 169

estudios sobre temas relacionados con la niñez, como doble turno escolar y tiempo
libre; reconocimiento del hijo natural; política nacional de infancia y juventud; se calculó
que las organizaciones afiliadas atendían más de 500.000 niños y jóvenes132.

Otra de las formas de proyección al entorno social, se orientó a apoyar organizaciones


ya establecidas como los Scouts, y tuvo la participación de varios de los hermanos y
familiares de Mendoza. Es asi como Lope Mendoza intervino en actividades
benefactoras a favor de la niñez y participó en programas de la YMCA Asociación
cristiana de jóvenes como fundador y presidente en Venezuela desde 1958, logrando
que sus servicios se extendieran a 7 ciudades incluida la capital; con su actividad
se construyeron campos deportivos y un edificio central hecho con donaciones
ciudadanas y apoyo del Ministerio de Obras Publicas. La actividad de Lope se
concentró en el tema de la niñez, manifestándose públicamente sobre la necesidad
de una política Pro infancia, pero también apoyando la construcción de pabellones
infantiles antituberculosos y donando becas; además fue directivo de la mencionada
Fipan y de la institución de apoyo a la formación profesional Educredito (Jaen 1982:
125 - 130).

Un rasgo característico de la actividad fundacional de Mendoza, similar al de sus


políticas sociales y asistenciales en el terreno de sus empresas, fue el persistente
esfuerzo divulgativo. En el desarrollo de sus planes filantrópicos el industrial fue
consciente de su influencia social y explícitamente procuró divulgar sus esfuerzos y
convertirse en ejemplo y estímulo de acciones similares en el medio empresarial;
como veremos en 1961 celebrando su primera década de actividad, saludó la
existencia de 29 fundaciones más, y lanzó la idea del Dividendo voluntario para la
comunidad DVC (Polanco 1993: 262).

La publicidad de los programas y acciones solidarias se hizo en los libros


conmemorativos e informes de actividades que se han citado, del mismo modo que en
publicaciones de las empresas como la mencionada Vencemos, el boletín Fundaciones
que circuló en los años 60 y 70s y fue reemplazado por Interfundaciones. En los dos

132
Fundaciones # 22 1968; FEM 1976: 162.
170 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

últimos, en particular se procuraba dar a conocer lo que hacían las fundaciones en


que participaba Mendoza, pero también recoger todas las noticias sobre otras
organizaciones y actividades filantrópicas, asi como dádivas y ayudas individuales
que se conocieran.

Un aspecto significativo fue la elaboración de notas biográficas de destacados


exponentes de la generosidad social, de modo que el boletín Fundaciones pareció
contribuir a recoger y divulgar anteriores y diversas acciones dadivosas, para asi
crear la idea de una tradición caritativa y sensible en las elites económicas, que se
remontaba a los primeros tiempos de la vida republicana (p..e, José María Vargas,
Juan Nepomuceno Chaves). Desde luego los promotores y las acciones filantrópicas
del presente se vinculaban y asociaban a esa respetable y antigua práctica
133
social .

En los programas orientados al entorno social también se experimentó la


contribución renovadora de Carola Ravell; un artículo titulado ‘Proyección a la
comunidad‘ describe las tareas de capacitación, recreación, cultura, deportes y
saneamiento en que hubo una participación comunal de 54.052 personas, incluyendo
adultos, adolescentes y niños.

En otras actividades la participación llegó hasta contribuir con su financiación, para


asi evitar generar una extrema dependencia de las organizaciones promotoras: El
informe se refiere a coordinación de la búsqueda de recursos externos con los de la
propia comunidad, indicando que sobre una inversión total de 523.645 bolívares en
los últimos 4 años, el 18% fue aportado por los miembros de las comunidades; el 44%
por las empresas y el 38% por otros organismos e instituciones externos a la
134
comunidad .

133
En este sentido, el boletín Fundaciones destacó los aportes de varias organizaciones e
individuos como Samuel Belloso, Ricardo Zuloaga, John Boulton; Juan Ernesto Branger;
Hans Neumann; Feliciano Pacanins A.
134
Vencemos # 109 1975
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 171

2.8 Programas en vivienda popular: apuntando al


problema más serio
Caracas desde el siglo XIX, había atravesado episodios europeizados en su
desarrollo, que dejaron alguna huella en la morfología de su arquitectura y se
combinaron hasta mediados de los años 20s con manifestaciones de un modo de vida
típico de la oligarquía terrateniente y comercial dominante.

Después de varias décadas de transferencia urbanística europea, desde los años 40s
comienza un desarrollo más influido por el estilo urbanístico y arquitectónico
norteamericano, aspecto que sumado al auge petrolero, genera en pocos años una
renovada capital con grandes edificios, amplias avenidas, centros comerciales,
suburbios de clase media, y otra expresiones urbanas modernas que, indefectiblemente
compartían espacio con zonas de ranchos y barrios pobres (Almandoz M., 1997: 11 -
15).

En este sentido, la trayectoria empresarial de Eugenio Mendoza, que había empezado


sus negocios como comerciante en los años 20s, y había llegado a ser el más
próspero industrial del siglo XX, empalmaba dos épocas de la vida económica, tanto
como del desarrollo de la ciudad: primero un tipo de metrópoli pre petrolera burguesa
y moderadamente plutocrática, y a continuación una capital de rápido y descontrolado
crecimiento, cuya ostentación coexistía con notorias manifestaciones de miseria y
desigualdad.

Sin embargo, éste empresario no había incursionado como constructor en el sector


de la vivienda de lujo, oficinas y centros comerciales para los grupos sociales de
altos ingresos, que para la época era la más clara posibilidad de conseguir los
mejores beneficios comerciales y más rápida rotación y acumulación de capitales
(Camacho 2007: 103). Se puede decir que su trayectoria, primero en comercio de
ferretería y construcción y luego como fabricante lo acercaba más a los esfuerzos
que veremos respecto a materiales y la construcción económica para sectores
pobres urbanos, como campo de actividad fundacional.
172 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Desde los años 40s, cuando Mendoza ya era identificado como un próspero y
generoso industrial, la problemática de la vivienda, visible en escasez, dificultad de
financiamiento y abundancia de ranchos, no cesaban de agravarse. Como hemos
visto, este empresario había creado la Financiadora inmobiliaria Nacional FINCA en
1947, un sistema de ahorro y préstamo, al que podrían aportar empresas de todo
el país, y junto con ahorros de los trabajadores apoyar la consecución de vivienda;
sin embargo por limitaciones legales este programa se restringió a las empresas
Mendoza.

No obstante, esta iniciativa junto con varias propuestas y llamados públicos a


instancias oficiales y privadas para actuar frente al problema, habían convertido a
Mendoza en un precursor de soluciones y referente dentro del tema. Es en calidad
de reconocido interesado en el fenómeno, que Mendoza presenta a fines de 1949
una propuesta135 para coordinar esfuerzos estatales y empresariales, de modo que
mediante el establecimiento de varias instituciones y nuevas normas, se combinaran
aportes patronales con el ahorro obligatorio de los trabajadores, de modo que se
llegara a tener un sistema estable de financiamiento y construcción de viviendas para
sectores de bajos ingresos.

Sobre la base de la experiencia de FINCA, la propuesta sugería la interacción del


Banco Obrero (con una mejora en su base presupuestal), con dos instituciones nuevas:
un Banco Hipotecario y un organismo coordinador llamado Consejo Nacional de la
Vivienda. Además de un capital inicial de 25 millones de bolívares a cargo del
gobierno, aportes empresariales y ahorros obreros, se requeriría una ayuda crediticia
inicial en cédulas hipotecarias y otras obligaciones de imperativa suscripción. Como
significativa, muestra de desconfianza en el aparato estatal, Mendoza alertaba sobre
probables tropiezos del siguiente modo:

135
El texto tiene autoría de Mendoza, señala como colaboradores a Alejandro Alfonso
Larraín y Justino de Azcarrate; expone en 55 páginas lo que se tituló Ante-proyecto de una
posible solución para resolver el problema de la vivienda. Incluyó varios anexos con
información económica hasta mediados de 1949, sobre la deficitaria oferta del Banco Obrero,
la iniciativa privada y una de las compañías petroleras, frente al rápido crecimiento de la
demanda de vivienda; la experiencia de FINCA y varios bosquejos del tipo de viviendas que
ofrecía este plan.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 173

‗…Para evitar hasta donde sea posible los excesos del burocratismo y obtener la
máxima cooperación de parte de los patronos y beneficiarios, es esencial que el
instituto mismo no trate de ejecutar las construcciones de las obras, su adjudicación,
etc sino por intermedio de empresas asociadas que se constituyeran en forma similar a
FINCA..‘

De acuerdo a un documento del Archivo Histórico de Miraflores de abril de 1950,


elaborado por consultores de política económica y dirigido a la Junta militar de
gobierno, la propuesta que hemos comentado, se recibió y analizó por parte de
especialistas del área, apreciándose positivamente136, en cuanto colaboración
destinada a ‗…servir como punto de partida, para el desarrollo, por el gobierno
nacional, de un vasto plan de construcciones Provivienda.‘

El mismo documento deja claro que en este período, la propuesta no tuvo ninguna
aplicación práctica porque las autoridades del Banco Central, el Consejo
Nacional de Economía y el Consejo Bancario Nacional, no encontraron una fórmula
para garantizar un buen funcionamiento de bancos de ahorro y préstamo, hipotecarios
y de capitalización; los primeros no parecían poder alcanzar una estable capacidad
económica, y habría entorpecimiento del desarrollo entre unos y otros.

Mendoza continuó interesado en el tema y en 1951 se aproximó al equipo redactor


del conocido documento ‗Solución del problema de los ranchos de la ciudad de
Caracas‘, integrado por ingenieros, entre los que estaba Ricardo Zuluaga, Pedro
Pablo Azpurrua, Leopoldo Martínez, y arquitectos como Carlos Dupuy; de este
contacto resultó la vinculación de varios de ellos a las empresas y proyectos de
Mendoza (Camacho O., 2007: 104 – 105). Sin duda fue importante para Mendoza,
conocer el novedoso enfoque de este planteamiento, que era el de mejorar
progresivamente los barrios existentes con la participación y potencial de aporte de los
mismos pobladores, igualmente sugería incorporación de servicios, asistencia

136
Este concepto fue emitido por Jesús María Herrera y Joaquín González Gorrondona y fue
editado en la Serie Pensamiento político venezolano del siglo XX, en el tomo titulado Gobierno
y época de las juntas provisorias (1948 - 1952) Congreso de la Republica, Caracas 1996
Documento # 166 p 149 – 157.
174 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

técnica, social y crediticia; la erradicación se indicaba solo en caso de factores de


riesgo.

En medio de la progresiva concentración del poder en Pérez Jiménez, estas


propuestas se excluyeron ante el constructivismo modernizador del militar, que
prefería erradicación y limpieza de la ciudad, para dar paso a obras arquitectónicas
de gran tamaño como los superbloques. La creciente inmigración campo - ciudad
agravó los problemas, pero la transición a la democracia en 1958, con Mendoza en
la Junta de transición, lo acercó nuevamente al fenómeno, desde la esfera
gubernamental: ‗vi la tragedia que representaba la vivienda en el país, tanto en los
barrios marginales como en el interior‘ (Grases P., 1986: 18).

En este contexto se entiende que el empresario fuera llamado por Betancourt, a


asesorar el Sistema nacional de ahorro y préstamo Snap, que en términos del
programa de gobierno se dirigía a ‗hacer de Venezuela un país de propietarios‘; del
mismo modo que quisiera con su nueva idea de la Fundación de la vivienda popular
FVP, diseñar un sistema no lucrativo que superara la escala y limitaciones de Finca
y estuviera dirigido a sectores de bajos recursos económicos (Camacho O., 2007: 86
- 87).

2.8.1 Las instituciones de vivienda popular: dos frentes de


acción entrelazados por Mendoza
Una vez depuesta la dictadura perezjimenista, la euforia por el triunfo y el comienzo
de la democracia, apenas podía ocultar, por una parte las difíciles condiciones de
pobreza de la mayoría de la población, una de cuyas manifestaciones eran las
grandes zonas de ranchos, y por otra la fuerte depresión económica. Rómulo
Betancourt, como primer mandatario elegido por votación popular, tuvo que sortear
tentativas de golpe y avances insurgentes, del mismo modo que un acentuado y
creciente malestar social.

En este contexto, se dieron los primeros pasos en la conformación de un sistema


de financiamiento para adquirir vivienda, de modo que sus avances dieran respuesta a
la crisis social, al mismo tiempo que reactivaran la economía con el estímulo a la
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 175

construcción. Un paso importante fue la reglamentación del sistema financiero


mediante un decreto ley de 1958 sobre creación de bancos hipotecarios, pero más
decisivas fueron las normas expedidas, al comienzo de mandato de Betancourt
en 1961, como la ley general de bancos y el Decreto 520, que estableció el Sistema
de Ahorro y Préstamo, normas que hicieron posible la existencia de banca
especializada en el país.

A partir de este momento comienzan a desarrollarse dos sistemas para ahorro y


financiación de vivienda, en los que participa Mendoza. En primer término, el que el
industrial mismo había comenzado a estructurar en 1958 con la Fundación de
vivienda popular FVP, y que le llevó a establecer el Banco hipotecario de la vivienda
popular y la productora de materiales prefabricados Viviendas populares S.A.
Viposa. Por otra parte, el que empezó el gobierno de Betancourt en 1961 con la
creación del Sistema nacional de ahorro y préstamo Snap, ligado al Banco Obrero, y
del que Mendoza fue nombrado presidente hasta 1966; este último generó el
Banco nacional de ahorro y préstamo y otros mecanismos para apoyar la
adquisición de vivienda.

Los dos sistemas marcharon de modo paralelo, teniendo en común no solo la


contribución de Mendoza y el temor a la proyección interna de la revolución cubana,
sino algunas características y dificultades. Contaron con el apoyo financiero de
entidades internacionales como la Alianza para el Progreso (Polanco T., 1993
: 240 s).

Mendoza y Lander como representantes del Snap y del Banco obrero


respectivamente, consiguieron en 1960 un préstamo de 10 millones de dólares del
Development fund loan y el BID, que significó un cambio de política de EU respecto
al que se había tenido en 1958 cuando recibió solicitudes similares. Este hecho fue
atribuido a las vinculaciones políticas y empresariales de Mendoza, y estimuló al
capital privado a participar en el proyecto tomando en cuenta que la imagen del sector
saldría favorecida social y políticamente en un momento en que crecía el entusiasmo
por el proceso que lideraba Fidel Castro (Camacho O., 2007: 133, 167).
176 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La operación requirió la visita de un directivo del primer banco mencionado al


proyecto de Valencia y a la empresa Protinal y dejó en claro la exigencia de diseñar
una entidad de ahorro y préstamo similar a las que operaban en EU. Finalmente el
monto aprobado fue de 5 millones con plazo de 15 años y 5% de interés anual y la
condición de que la FVP consiguiera una suma igual, de acuerdo al capital de respaldo
que podía prestar Empresas Mendoza.

El capital por conseguir lo obtiene Mendoza de un crédito de la Corporación


Venezolana de Fomento CVF a 15 años y 6% de interés anual, con el compromiso que
la FVP construyera en la región de la Guyana 1000 viviendas con una inversión de 15
millones de bolívares. Estos avances llevaron al establecimiento de un banco
hipotecario con 10 millones de bolívares, que sirviera como sostén financiero de los
programas de la FVP; esta institución se fundó en el marco financiero del Sistema
nacional de ahorro y préstamo Snap.

Como demuestra Camacho (2007: 168) estos programas estaban inscritos en los
planes de Fomento social para América Latina de la administración Eisenhower, que
fueron aprobados en el acta de Bogotá de 1960, en donde Estados Unidos firma con
18 países el compromiso de aportarles 500 millones $US para estimular el desarrollos
sociales en campos urgentes como el de la vivienda. Los planes de la Alianza
para el progreso, junto con las propuestas hechas en la visita de Kennedy a Venezuela
en 1961, refuerzan esta estrategia de asistencia norteamericana para el despegue
del crédito público y privado, que en el fondo pretendió contrarrestar el castrismo con
programas de propiedad del suelo y vivienda.

Estos dos programas fueron un espacio en que Mendoza proyectó sus ideas
ante varios sectores de la sociedad, pero también enfrentaron dificultades y
resistencias. De cara a las elites empresariales y políticas comunicaba tesis
filantrópicas sobre la necesidad de participar y contribuir para la superación de los
problemas sociales, de modo que se construyera un país más equitativo. De
fondo y en conexión con lo anterior estaba su percepción estratégica acerca de
la necesidad de que el empresariado tuviera protagonismo y formara una imagen
favorable en las condiciones de creciente conflictividad política y social. Respecto a
los trabajadores, las ideas se referían a la importancia del esfuerzo disciplinado y el
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 177

ahorro para mejorar su propia condición. En distintas ocasiones Mendoza describió


las dificultades que sus iniciativas enfrentaban en ambos grupos: la indiferencia y falta
de visión de los empresarios, parecía tan adversa como la reducida disposición al
ahorro en los asalariados.

El proceso de la organización de instituciones de vivienda que emprende Mendoza, lo


enfrenta de varias formas a las dificultades de financiación y, en el campo de los
materiales y la construcción, a las restricciones a su producción. Finca muestra las
limitaciones para conseguir la participación de otros empresarios para poder ampliar
los programas más allá de las propias empresas. Cuando se funda la FVP se
encuentra que el capital inicial aportado por el y sus asociados a la institución, no
garantizaba su permanencia a futuro; por lo anterior, Mendoza quiere depositar los
fondos disponibles de las empresas en que participa y que los demás empresarios
hagan otro tanto convencidos de los beneficios económicos y sociales de la
construcción de viviendas (Camacho O., 2007:171).

Apuntando también a la cuestión de la vivienda, desde el frente gubernamental, se


tomaron otras medidas en 1961. Con el decreto 611 se revivió la figura de la Junta
de Crédito para la Construcción de Viviendas Urbanas, con el que se canalizaron
fondos destinados a la reactivación de la construcción y de la economía en general. Los
fondos asignados se constituyeron con aportes del Estado (160 millones de bolívares) y
de 16 empresas petroleras (200 millones de Bolívares), que fueron utilizados para la
adquisición de cédulas hipotecarias emitidas por los bancos hipotecarios creados a tenor
de la nueva Ley General de Bancos y otras instituciones de Crédito.

En el Ministerio de Hacienda, se dieron los pasos para aplicar el llamado Plan de


estimulo a la construcción. La realización de este programa estuvo a cargo de
Andrés Germán Otero, el más notable ejecutivo del grupo Mendoza, quien se retiró
temporalmente de su cargo para desempeñar, lo que se ha considerado un exitoso
ministerio, entre 1961 y 1965. Una de las tareas de este funcionario fue poner en
marcha el Plan de estimulo a la construcción, diseñado por su antecesor Carrillo
Batalla, y que se había aprobado unos días antes de su posesión; este programa
asignaba 565 millones de bolívares a la industria de la construcción, obtenidos a base
de colocar letras del tesoro contra el encaje legal de los bancos comerciales en el
178 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Banco Central, y bonos para ser entregados a los contratistas y suplidores de


materiales para las obras (Acedo Luisa (e) p 49 - 50).

Una vez más, en torno a la reactivación del sector construcción y la solución del
problema de la vivienda, se ven en estrecha proximidad y coincidencia la actividad e
intereses del sector privado y el sector público. Considerando el plan de estimulo a la
construcción y el programa estatal de vivienda, Luisa Acedo calculó en 1.110 millones
de bolívares, la cifra que ‗se le insuflaban al sector más golpeado por la crisis‘. En este
período confluía en ese fondo de capitales, la ayuda de la Alianza para el progreso, los
recursos del Estado, dinero de las firmas petroleras y empresas nacionales; del mismo
modo que las dinámicas de crecimiento de la industria, los planes asistenciales de
Mendoza, el aporte técnico de Otero su ejecutivo más destacado, y los propósitos
gubernamentales de Betancourt frente a la crisis social y económica.

2.8.2 Desempeño del sistema público


El programa gubernamental que Mendoza asesoró se inspiraba en la experiencia
del sistema de ahorro y préstamo norteamericano y según él, confrontó dificultades
para que los individuos pudientes colocaran sus dineros, ante lo cual insistió en que
sus empresas aportaran parte de los fondos disponibles para contribuir a la creación de
la entidad (Grases P., 1986: 194).

El sector privado temía al riesgo y se esperaba la garantía de los depósitos ofrecidos


por el gobierno, que llegarían a 150 millones de bolívares, pero solo después de
muchas gestiones de Mendoza y del banco obrero, dio 12 millones y prometió una
cifra igual más adelante. La demora del gobierno se debía a que encontraba que las
empresas Mendoza habían alcanzado mucha fuerza en la organización del Snap, y la
entidad se asociaba mucho con ellas, lo cual restringía la ganancia política de la
iniciativa137 (Camacho O., 2007: 166).

137
La biografía de Polanco (1993: 240 - 243) señala presiones políticas y obstáculos tales a
la labor de Mendoza, que al no contar con el apoyo de Leoni, el segundo presidente del
período democrático, condujeron a su renuncia; y retoma la explicación del industrial, para
quien las realizaciones de la FVP creaba un contraste notorio con lo poco que hacía el
gobierno Polanco 240 - 243.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 179

De acuerdo a Camacho (2007: 171 - 172) Mendoza cumplió un buen papel como
impulsor del Snap, el cual se consolidó con la creación del Banco nacional de ahorro y
préstamo en 1966. El plan de la nación entre 1965 – 68 limitó la actuación del Snap a
familias con ingresos entre 1200 y 3900 bolívares mensuales, quienes constituían el
21.5% de la población nacional; en 1972 el Snap contaba con 22 entidades,
300.000 ahorradores y 12000 millones de bolívares, estimándose en 24.000 familias
el número de familias que habían contado con crédito a largo plazo para resolver su
problema de vivienda. Asi mismo, se considera que el Snap tuvo buena aceptación
en razón de sus bajas tasas de interés, cuotas fijas durante el lapso acordado de
préstamo; del mismo modo debido a que pagaba como interés tres puntos por
encima de los bancos comerciales.

Como epilogo del programa estatal que en sus primeros años había sido asesorado
por Mendoza, Camacho (2007: 173) se refiere para fines de los 70s a algunos
cambios, competencia en la captación de recursos y modificaciones en el entorno,
como factores que contribuyeron a la declinación de su rendimiento y capacidad de
aporte, hasta llegar al año 1989 en que lo que quedaba del Sistema nacional de
ahorro y crédito había perdido totalmente su perfil y no se distinguía en nada de la
banca hipotecaria. Completa la explicación de este cambio citando al experto
138
Alfredo Cilento :

‗…el aparato productivo privado ha dirigido todos sus recursos y esfuerzos hacía la
producción de viviendas de lujo y otros inmuebles de alta rentabilidad, donde el acceso
al crédito y las ganancias son más atractivas, mayores los beneficios y donde campea
también la especulación‘.

2.8.3 Fundación de Vivienda Popular: un Banco Hipotecario y


una fábrica de materiales
Como hemos señalado Mendoza estableció en octubre de 1958, la Fundación de
vivienda popular FVP como institución sin fines de lucro, entidad desde la que

138
Cilento Alfredo ‗Financiamiento y mercado de la vivienda en Venezuela‘ Trabajo de
promoción docente Facultad de arquitectura y urbanismo UCV #1 1989.
180 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

impulsó la construcción de vivienda para sectores de escasos recursos, de modo


paralelo al programa gubernamental del Snap que hemos descrito y del que
participó como asesor en sus primeros años. La FVP empezó con un capital de
5 millones de bolívares, que con la participación de 3 fundaciones (Creole, Boulton
y Shell), 41 notables de los negocios y 59 empresas, ascendió a 13‘579517 139; una
vez colocados 10 millones de capital, la fundación siguió desarrollándose gracias a
un préstamo negociado por Mendoza con la Alianza para el progreso por 5‘ millones
$US (FEM 1976: 186 – 187).

Los primeros terrenos para construcción de que dispuso la FVP fueron los
donados por la Creole Petroleum Corporation en Maracaibo y Puerto La Cruz; otros
en Caracas los aportó Mendoza y algunos empresarios más. Para aumentar la
disponibilidad de tierras se acudió a las donaciones y se contó también con el
aporte de las municipalidades; en cuanto a los contratos de construcción, se
diseñaron mecanismos para seleccionar las firmas constructoras con propuestas más
ventajosas, acudiendo a licitación pública (Camacho O., 2007: 131). Este aspecto,
como elemento ético, siempre se resaltó ante los críticos suspicaces, procurando
dejar en claro que la actividad fundacional no generaba utilidades para las firmas y
personas aportantes, ni contribuía a las ventas o rentabilidad de los fábricas de
materiales de construcción.

En desarrollo de su objetivo central, la FVP estableció en 1961 el Banco hipotecario


de la vivienda popular y en 1966 la compañía productora de prefabricados Viviendas
populares S.A. Viposa; en alguna oportunidad se definió a estas dos entidades
como ‗..empresas lucrativas que producen utilidades, pagan impuestos y se manejan
con criterio comercial, pero todos sus beneficios los percibe la FVP para invertirlos en
sus planes de viviendas populares para las clases de pocos recursos..‘140.

139
Entre los aportantes se destacan conocidos individuos del mundo empresarial como:
Machado Zuloaga, Carlos Arcaya, Rodríguez Amengual, Los Delfino, Carlos Sucre; casi 10
aportes correspondían a empresas del grupo Mendoza o integrantes de esta familia; los
más elevados fueron: Eugenio Mendoza 2‘000.000; Vencemos 814.000; Fundación Creole
500.000; Fundación Shell 500.000; Alfredo y Alberto Vollmer, cada uno con 500.000; Tamayo
Eduardo 500.000; Ceballos Cecilia 500.000; Fábrica Nacional de Cementos 471.000;
Asociación venezolana de productores de cemento 400.000. Ver FVP Informe 1966.
140
Vencemos # 98 1973
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 181

El Banco hipotecario de la vivienda popular actuaba como instrumento financiero de


la FVP para realizar construcciones y ventas a compradores. El informe de las
actividades de Mendoza en 1976, recapituló 15 años de actividad del Banco
afirmando que empezó con un capital de 10 millones que se ha incrementado a 50
millones pagado mediante capitalización de sus superhabits y cuenta con reservas
que alcanzan 12‘ millones; pudo cancelar el crédito de 5‘ $US de la AID; ha concedido
préstamos por 1610 millones de bolívares, de los cuales el 73% se ha destinada a la
construcción de 21605 viviendas (FEM 1976: 194).

Tabla 2.4 Créditos obtenidos por la FVP hasta 1965

Entidad Monto en bolívares Proyecto financiado


Agency for international 22‘500.000 Varios
development
Banco hipotecario de crédito 2‘000.000 Valencia #2
urbano
Banco Obrero 3‘360.000 Maracaibo #1
Corporación venezolana de 6‘000.000 Guayana
fomento CVF
Banco hipotecario de la 2‘000.000 Valencia #4
vivienda popular
Banco hipotecario de crédito 2‘000.000 Acarigua
urbano
Banco hipotecario del Zulia 600.000 Maracaibo #2
Fuente: tomado de CVF Informe de 1966

A instancias del liderazgo de Mendoza, la FVP definió como su campo de acción


la concesión de créditos, tanto para construir casas prefabricadas, como casas en
otros materiales a solicitantes que dispongan o no de terrenos y que soliciten
créditos a través de la banca hipotecaria y la FVP. Respecto al sector social
destinatario de la oferta de la FVP, ante propuestas de consolidar la presencia
económica y facilitar la colocación de cédulas hipotecarias con la construcción de
viviendas para la clase media y obreros especializados que ofrecían las mayores
182 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

garantías de pago, Mendoza reafirma el objetivo de satisfacer las necesidades de los


grupos de escasos recursos económicos como propósito central de la FVP141.

En otras ocasiones, Mendoza insistió en la necesidad de que la FVP se concentrara


en los problemas de la vivienda popular, ofreciendo apoyo para la adquisición de
hogares propios a las clases más necesitadas; he hizo llamamientos a la industria para
que se esforzara por producir materiales de bajo costo y el sector privado se
142
dedicara a construir vivienda barata .

Tabla 2.5 Características de las viviendas financiadas entre 1961 - 1971

Área en metros cuadrados Número de viviendas


financiadas
Menos de 50 123
50 – 75 2841
75 – 100 763
Más de 100 850

Rangos de precio en Número de Porcentaje


bolívares viviendas
financiadas
Menos de 30.000 2850 62.3
30.000 - 50.000 896 12.6
Más de 50.000 831 18.1
Tomado de: FVP Informe anual 1971

141
De acuerdo al estudio de Camacho O., (2007: 138), quien consultó actas y
documentos internos de la FVP.
142
Vencemos #27 1962 p 12; #61 1967 p P 14
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 183

La FVP concentró su actividad en Caracas y otras 14 ciudades del interior notorias


por su crecimiento industrial143, contando en muchos casos con la donación de tierras
de las municipalidades. En 1966 Mendoza hace un entusiasta discurso de
inauguración de una urbanización de la FVP en Valencia: ‗..aquí tuvimos el primer
respaldo y aquí ha sido donde la fundación ha realizado una importante parte de su
obra, pues de las 3000 y tantas viviendas que ha construido en todo el país, 800 han
correspondido a Valencia…‘ estimando en 4000 el número de residentes afirmó que
contaban ‗…con todos los servicios comunales de capilla, escuela, parques, campos de
deportes..‘ (Grases P., 1986: 104).

Otra inauguración de conjuntos habitacionales resaltaba varios de los elementos


relacionados con la labor fundacional: p.e., en el estreno de 118 casas de la
fundación Cumaná, se destacaba que la obra fue financiada en parte con créditos
del AID144. En la entrega de la primera etapa de la unidad de vivienda de Maracay en
1967, el motivo escogido fue el de la fiesta de independencia; en el caso de la
segunda etapa de la fundación Barcelona, se recordó y vinculó otro de los programas
asistenciales a los que había contribuido Mendoza, empleando el nombre del
epidemiólogo Enrique Tejera145.

La FVP asumía tareas de mantenimiento de calles y otros elementos de los


entornos habitacionales, en tanto que la Fundación Mendoza y a veces el
departamento social de empresas Mendoza, ayudaba en procesos como la
instalación de jardines de infancia, escuelas primarias, atención médica básica y
campamentos vacacionales.

En cuanto al proceso seguido para seleccionar a los beneficiarios, un boletín


indicaba que la FVP tomaba en cuenta las condiciones socioeconómicas de los
solicitantes. Una trabajadora social aplicaba una encuesta socio económica y visitaba
el hogar y sitio de trabajo del posible adjudicatario; un comité estudiaba las encuestas,
considerando que la persona no posea vivienda propia; que el pago de mensualidad no

143
En 1971, Carabobo con 1219 vivienda y Aragua con 705 eran los dos Estados en
que más había construido la FVP, ver Informe de la FVP 1971 p 1 - 2
144
Vencemos #47 1965
145
Vencemos #59 1967, # 112 1976
184 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

supere el 25% de los ingresos, que disponga de fondos para pagar la cuota inicial; que
tenga empleo estable; que acepte las reglas de la comunidad establecidas por la
fundación. El solicitante debía cancelar una cuota inicial de 15 a 25% del valor de la
vivienda y pagaba el excedente en un plazo de 15 años146.

En los programas de la FVP, también hubo aportes de Carola Ravell, similares a los
que había hecho en el departamento social: se buscó que cuestiones relacionadas
con las finanzas, terrenos, trámites, diseños, fueran conocidas y discutidas en foros
por los beneficiarios, para trabajar bajo la idea de buscar la participación de la
comunidad.

2.8.4 Vivienda populares S.A. Viposa: una búsqueda de


materiales económicos
Los esfuerzos por diseñar mecanismos financieros que hemos visto, hicieron
crecer la escala de construcción y estuvieron acompañados de experimentos para
reducir costos y tiempos de construcción y ahorrar materiales, que condujeron a
incluir dentro del proyecto los planes de prefabricación de viviendas. Los ensayos de
sistemas de construcción económicos y rápidos de la FVP, llevaron a constituir en 1966
Viviendas Populares S. A. Viposa con un capital de 5 millones de bolívares para
explotar unas patentes de prefabricación que ofrecen ventajas sobre la construcción
corriente.

Después de haber adelantado planes de vivienda a nivel de los trabajadores de sus


empresas, desde mediados de siglo nuevos elementos inspiradores e ideas son
incorporados en la perspectiva sobre el problema de la vivienda de Mendoza. Para
Camacho (2007: 108), la participación en la Junta de 1958, ayudó al empresario
a cambiar su visión del problema de la vivienda y la escala de actuación que venía
asumiendo en sus empresas desde la creación de FINCA, a tiempo que el
planteamiento del arquitecto finlandés Alvar Aalto, sobre urbanismo progresivo,
conocida en 1959 incidió en las posturas de Mendoza sobre los barrios y la

146
Fundaciones # 19 1967
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 185

necesidad de detener la construcción de ranchos en los años 60s, evidencia la


influencia del señalado informe.

Este mismo autor señala la influencia de tesis del arquitecto Fruto Vivas, sobre
autoconstrucción a partir de crédito barato, del mismo modo que la experiencia de éste
usando láminas de hormigón prefabricado que imitaba la experiencia Sueca de
Siporex. Esta última experiencia se reflejó en la iniciativa de Viviendas populares
S.A. Viposa, que como veremos fabricó materiales económicos y funcionales
como parte del sistema que se conformó alrededor de la Fundación de vivienda
popular FVP. El conocimiento que Mendoza tenía de instituciones de crédito y
ahorro norteamericanas, del mismo modo que del National Housing Act de 1948, que
cita en su ‗Ante-proyecto..‘ es otros elemento que incide en los programas que
diseña.

Las actividades en el campo de prefabricados, habían comenzado unos años antes


con un proyecto piloto para la creación de una fábrica experimental de casas
prefabricadas, actividad a cargo del departamento técnico dirigido por un ingeniero
danés que trabaja para la firma del grupo Mendoza Lock Joint en tejerías Estado
Aragua; estos desarrollos fueron el preludio de lo que sería la constitución de la
empresa de prefabricados Viviendas populares S.A. Viposa (Camacho O., 2007: 135).

El propósito de reducir costos de producción y el apoyo en sistemas de prefabricación


europeos había estado presente en el departamento técnico que creó la FVP para
desarrollar con profesionales venezolanos un sistema industrializado para la
prefabricación de viviendas y la construcción de una pequeña planta para elaborar los
elementos requeridos en concreto. En ésta experiencia se crearon técnicas
productivas nacionales que tuvieron progresiva racionalización y mejora constante de
acuerdo con las demandas del mercado. A las innovaciones aportaron arquitectos que
habían tenido desempeño en coordinación modular en planes del Banco obrero,
haciendo con ello avances en la flexibilidad del sistema y aportando posibilidades de
variedad que reclamada el mercado; asi mismo, se mencionan contribuciones del
sector fundacional, público y universidades (Camacho O., 2007: 154, 157).
186 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Los esfuerzos de perfeccionamiento parecen significativos, considerando que se


había comenzado con una fábrica con capacidad de producción de 300 casas por
año, y en 1968 el montaje de una nueva planta eleva esta cifra a 1.300 147,
trabajando en dos turnos de 8 horas cada uno (Camacho O., 2007: 158). Un factor
importante para el usuario de este tipo vivienda como el diseño y adaptabilidad
había tenido también mejoras: En 1974 Omar Feaugas G. y Ruben Akerman,
presidente y gerente general respectivamente, presentaron 9 modelos de Viposa
Modular, señalando nuevas ventajas de diseño arquitectónico, aprovechamiento de
los espacios internos y atractivos exteriores, adaptables a casi cualquier tipo de
terreno. Los modelos # 8 de una planta, y #1 de dos plantas sustituyeron los
anteriores diseños; y todas las unidades contaban con techos de teja e instalación
eléctrica embutida; áreas desde 49 a 187 mts148.

Como síntesis de 10 años de actividades de Viposa hasta 1976, se indica que esta
firma emplea a 115 obreros; tiene una capacidad de producción de 1.200 casas
anuales por valor de 50‘ bolívares; desde 1966 a 1976 ha construido 4.375 casas
que totalizan 155.622.000 bolívares (FEM 1976: 195). Por otra parte se afirma que los
sistemas de construcción perfeccionados por Viposa han tenido buena aceptación no
solo en Venezuela, sino también en el exterior, dado que se han hecho contratos
con compañías de Trinidad, Jamaica, Guatemala, Ecuador, Costa Rica; y ha
149
concedido opciones en Honduras, El Salvador, y varios países árabes .

147
De acuerdo a los informes de la FVP, de la producción total de viviendas prefabricadas
de Viposa, casi la mitad fue adquirida para sus programas, en tanto que el resto se vendía
a otros compradores.
148
Vencemos # 103 1974
149
Vencemos # 112 1976
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 187

Tabla 2.6 Cifras sobre el avance de la Fundación de vivienda popular

Año Total Valor Capital Casas Viviendas Total Fuente


Casas promedio total Viposa financiadas viviendas
construid de la invertido con construidas
as FVP a vivienda Créditos y
la fecha o bolívares financiadas
en el
período

1961 3016 23.000 69‘70300 FVP


– 0 Fundación de
1965 la vivienda
popular 1961
– 1965
1966 Más de Grases P.,
3000 1986: 104
1967 3289 45 – 85‘009.74 Vencemos
65000 5 #59 1967
Bs
1971 Cerca 121947.3 532 Más de Vencemos
de 70 10.000 #87 1971
4577150 millones
bolívares
1973 5291 51.300 156‘8434 FVP Informe
151
75 1973
1961 5429 200 26320 por FEM 1976:
– millones valor de 186 - 187
1976 bolívares 1500
millones
bolívares
1966 4375 FEM 1976:
– 195
1976

2.8.5 Un inevitable cambio de rumbo


El programa de Mendoza con la FVP, tuvo logros que pueden ser sopesados
con relación a los resultados del programa estatal y el contexto de la banca
hipotecaria. De acuerdo a Camacho (2007: 142) la FVP entre 1960 y 1964 entregó

150
La mayoría de las unidades construidas eran casas: De un total de 4577, 4330 eran
casa, 223 apartamentos y 24 locales comerciales, Ver FVP Informe 1971 p1.
151
Se registra un incremento en el precio promedio de los años anteriores, que era 33.400,
que se atribuye a incrementos en los costos y mejoras en las especificaciones de
construcción.
188 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

2319 viviendas, que en relación con las 13771 aportadas por el Banco Obrero en el
mismo período, alcanzan el 17%. A partir de otra fuente, que ofrece información
casi del mismo período, y detalla la contribución de la mayoría de bancos
hipotecarios, se puede estimar en 13.2% las viviendas construidas por la FVP,
sobre el total de la banca hipotecaria.

Tabla 2.7 Resultados de la Banca hipotecaria venezolana 1961 - 1965

Banco # viviendas %
financiadas
Banco hipotecario de crédito urbano 3104 27.4
Banco obrero 3505 31
Banco hipotecario de la vivienda popular 1492 13.2
(FVP)
Banco hipotecario venezolano 1333 11.7
Banco hipotecario unido 1308 11.5
Banco hipotecario del Zulia 559 4.9
Total 11301 100
Fuente: construido con base en Acedo C., 1967 p 170

El acceso a recursos financieros había sido siempre un problema. El primer aporte de


recursos de la AID contribuyó al despegue, pero persistió la necesidad de capital,
razón por la que en 1964, Mendoza solicita un préstamo para construir 1.200
viviendas al BID; las condiciones de esta entidad fueron muy difíciles de cumplir para
la FVP. En el período 1963 – 1965, Mendoza había acudido a créditos a corto plazo
de los bancos comerciales locales para conseguir capital de trabajo; se requerían
créditos en ciudades como Valencia, Barquisimeto, Maracaibo y Guyana para acelerar
la venta de viviendas, recuperar el dinero invertido en los proyectos ejecutados, de
modo que el capital pudiera ser rotado para nuevos desarrollos habitacionales
(Camacho O., 2007: 144).

Unos años después, otras dificultades afloran, en 1974 la disponibilidad de


terrenos comenzó a ser adversa, persistían también las demoras en la tramitación
de registros públicos y las restricciones a los créditos a corto plazo y disminuía la
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 189

producción de Viposa a pesar de la ampliación hecha en 1966. Ante estas dificultades


Mendoza solicita la revalorización de las viviendas construidas por la FVP y la emisión
de bonos para colocación pública (Camacho O., 2007: 145).

Del mismo modo, se estudian alternativas como las de crear divisiones regionales de
la FVP para facilitar la operación del Banco hipotecario de la vivienda popular. Otra
alternativa propuesta por Mendoza fue la constitución de un Programa de barrios a
través de las Asociaciones de vivienda Asoviv, como forma de acercar a la FVP a
otros problemas de la vivienda en barrios pobres. Esta idea se concreta en 1976 con la
creación de un Departamento de servicios a la comunidad, el cual se encargaría
adicionalmente de la atención a los barrios, el mantenimiento de parques, jardines,
escuelas y todo lo referente a los espacios públicos y programas sociales con los
actuales y futuros adjudicatarios de vivienda, en los sectores en que la FVP había
actuado.

Las noticias e informes sobre los programas de vivienda liderados por Mendoza y
localizados en su mayoría en terrenos donados por las municipalidades y
particulares, mostraban que siempre se había tenido preocupación por los entornos
de las unidades residenciales construidas y los servicios que requerían; una
descripción de las casas de la FVP y de las casas prefabricadas señala que se
habían previsto espacios para capillas, jardines de infancia, centros comerciales,
parques y campos de juego; contaban con todos los servicios y vías pavimentadas152.

Por otra parte, las construcciones de Viposa, algunas de las cuales se localizaron
en urbanizaciones de ingresos medios y altos de Caracas, generaron actitudes de
confrontación y hostilidad con sectores de habitantes identificados con los valores
formales y estéticos de ‗la quinta‘, que rechazaban la vivienda prefabricada como
típica vivienda popular, de menores ingresos y que desvaloriza sus propiedades
(Camacho O., 2007: 160).

152
Fundaciones # 19 1967.
190 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En cierto modo, parte de los conjuntos de viviendas aportados por los programas de
la FVP, no lograban superar la situación de desintegración y carencia típica de los
barrios153. Lo anterior explica que su esforzado y reconocido impulsador tratara, por
medio de las Asoviv, de evitar el marchitamiento, deterioro y descuido de los sectores
urbanizados, pero tal vez no debidamente integrados y atendidos por organismos
especializados.

Las opciones de mantenimiento y mejoramiento de barrios a través de Asoviv, se


convierten en misión social y técnica de la FVP para sectores pobres de la
ciudad. Ya fallecido Mendoza en 1979, la FVP consolida esta línea de trabajo,
dejándose la tarea de construcción de viviendas a Urbosa y Viposa, las cuales hoy
en día contribuyen económicamente a los programas comunales, técnicos,
constructivos, de micro créditos y científicos a la FVP. Como muestra de que se
reconsideraban anteriores actitudes típicas de asistencialismo paternalista, se
destaca que en el nuevo programa se dio importancia al respeto hacia la opinión, el
conocimiento y el arraigo de los pobladores; se trató de armonizar eficazmente al
agente externo que promueve proyectos y el poblador que tiene sus propios propósitos
y objetivos (Camacho O., 2007: 148 ss).

2.8.6 Última etapa y balance de los aportes de la FVP


Entre las actividades asistenciales y fundacionales que hemos descrito, fue el
campo de la vivienda popular el que más decididos esfuerzos y logros tuvo;
Mendoza lo había emprendido y acrecentado en consonancia con el auge de su
modelo de negocios y sectores de actividad, que resultaba muy asociado a la
industrialización sustitutiva y dependiente del Estado. A continuación presentaremos
algunos elementos que permiten sopesar los logros de éste programa, en relación
con el desfavorable panorama de la vivienda en Venezuela.

153
En la vida cotidiana venezolana, la diferenciación de las zonas de la ciudad y los tipos
de vivienda, define situaciones socio económicas antagónicas asi: urbanizaciones y
quintas se asocian con propietarios de alto status, en tanto que barrios y ranchos
caracterizan pobladores pobres.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 191

Los planes adelantados por Mendoza, junto con la mayoría de los que hacía la
banca hipotecaria, se destinaban a lo que usualmente se denominaba ‗población no
marginal‘, es decir trabajadores y empleados con ingresos bajos o medios, de los
que se suponía tenían en el financiamiento la principal dificultad para ser
propietarios de vivienda; otro era el sector que se consideraba marginal, en el cual se
reconocía una necesidad de promoción humana e integración al desarrollo, para el
que se diseñaron programas, principalmente estatales, entre ellos los de
autoconstrucción. Aunque a través de la Fundación Mendoza, en el tema de
154
materiales económicos se apoyaron programas de vivienda rural y de lucha contra
la malaria, el principal esfuerzo se dirige a los trabajadores asalariados, en principio
los de sus empresas y después los de zonas con apreciable inversión industrial.

Un aspecto específico de las actividades fundacionales de Mendoza en vivienda, en


relación con los programas que había manejado el Banco obrero, fue el que se
garantizara la propiedad de la tierra a los beneficiarios de vivienda. Mientras que en
los planes de éste Banco, el Estado retenía la propiedad del predio, en los de
Mendoza se valoraba el incentivo de ser dueño total de la vivienda, la importancia de
la propiedad y la seguridad futura del beneficiario (Camacho 2007: 112 -3).

A otro nivel, también fue un rasgo particular en el programa de vivienda, la idea de


una estrecha colaboración y entendimiento permanente entre sector público y
privado, como estrategia de desarrollo. Mendoza siempre defendió y promovió con
insistencia a propósito de otros temas, la posibilidad de una acción próxima y
concertada entre empresarios y gobierno, principio que resultaba más fácilmente
defendible respecto al problema de la vivienda: para la mayoría de observadores, sin
la intervención del Estado, era imposible resolver tan grave carencia social.

154
Se menciona la cooperación con la división de malariología, para ensayos de
construcción de viviendas con tierra – cemento, con ‗predomínate participación de los
interesados‘; esta experiencia fue provechosa para analizar costos y tiempo de construcción
(FEM 1976: 175).
192 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Considerando el tema de las viviendas como aporte concreto del programa, y como
forma de completar la perspectiva del mismo, resulta útil lo aportado por una
evaluación hecha para la misma FVP sobre los programas de los años 60 y 70S.
Ayello y Lara (1988) con base en observaciones en las plantas y bodegas de
Viposa, encuestas y visitas a las casa construidas, hacen un análisis, en el que
señalan críticamente algunos aspectos. Mencionan la necesidad de corregir fallas de
ventilación en las viviendas, recomiendan cambiar estilos de construcción y materiales
que hacen muy monótonos y poco atrayentes los conjuntos habitacionales. Se
refieren al tipo de diseño inspirado en teorías racionalistas de hace 15 0 20 años, en
las que de modo modernista la forma sigue a la función, lo que lleva a casas con
distribución rígida y concéntrica que no permiten mayores cambios formales o
funcionales.

Para los autores, las viviendas no fueron diseñadas para ser ampliadas y muchos
propietarios lo han hecho gastando en ello más o menos el 100% del valor original,
demostrando asi que pertenecían a un nivel de ingresos que no estaba en armonía
con el sentido del plan155. Sugieren ajustes arquitectónicos para cambiar las fachadas
tipo navi o barraca de damnificados, consideran adecuados los espacios, tanto en
altura como en amplitud, excepto los baños y cocinas; reiteran que las casa no fueron
diseñadas para crecer, puesto que sus muros internos y externos no son aptos para
ampliaciones.

Si bien, en éste examen de fines de los 80s con sus sugerencias de mejora, las
viviendas no parecen deficientes o precariamente construidas, una apreciación
desde estudios sobre el problema urbano general, permite ver como esta
iniciativa se inscribía en un modelo nacional de vivienda con marcadas debilidades
por su falta de coherencia y limitado alcance.

155
Frente a evaluaciones con la perspectiva y percepción de épocas más recientes, debe
tomarse en cuenta la cuestión de la relatividad de las valoraciones: en las condiciones que
habían vivido los beneficiarios, como arrendatarios en zona pobres y marginadas, en ese
momento debieron apreciar la posibilidad de ser propietarios y con su nuevo espacio
conseguir mejoras en su vida. Las inversiones para ampliar las viviendas, indican
probablemente nuevas exigencias y cambios de expectativas relacionadas con la nueva cultura
del consumo y el estilo de vida que trajo el boom petrolero.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 193

Alfredo Cilento (1977) en una ponencia sobre producción de viviendas de interés


social, se refiere a la variedad de proyectos emprendidos, desde los convencionales
de vivienda hasta los de dotación de lotes con servicios, incluyendo muchos de
autoconstrucción. Respecto a los programas del sector público señala la falta de
continuidad, la tendencia a expandir la acción de sector público, creando con
frecuencia nuevas instituciones que se superpusieron a las ya existentes, este tipo de
evolución sugiere que los compromisos se han originado en la presión ejercida en
cada momento por grupos específicos, cada vez más amplios que intentaba resolver su
problema de vivienda, y en la necesidad del sector público de responder a estas
nuevas exigencias.

Este experto, estima que los programas de construcción directa y de créditos llevados
a cabo por el Banco Obrero, y después por el Instituto Nacional de Vivienda,
llegaron a proveer cerca de 600.000 viviendas, lo cual equivale casi la cuarta parte
de la población de Venezuela. Se refiere también a que el sector privado alcanzó
un desarrollo tecnológico de la construcción suficiente para resolver los problemas de
producción masiva, pero la reducción de costos lograda fue desvirtuada por los
‗incrementos en los precios de los materiales e insumos, en los casos de la mano
de obra y equipos; y por el excesivo afán de lucro rápido que generalmente
acompaña a procesos de tipo inflacionario‘.

El estudio de Víctor Fossi (1989: 485 ss) coincide con Sarli en la valoración del
aporte estatal a la vivienda y el impacto inflacionario, pero destaca que la producción
ha tendido a ser deficitaria en relación con las necesidades de la población. Según
esta perspectiva, entre 1966 y 1978, en coincidencia con el debilitamiento de los
aportes estatales, la construcción privada de vivienda creció hasta llegar a
constituir 2/3 de la producción total; las crisis de la banca hipotecaria y el aumento de
trámites desde 1979 comenzaron a reducir la capacidad del aporte privado.

Sin embargo, un aspecto del aumento de la participación privada en el sector había


sido su concentración en los sectores de ingresos medios y altos, aspecto que junto
con los procesos inflacionarios y especulativos condujo a ‗un creciente desequilibrio
cuantitativo y cualitativo del mercado habitacional […] en que la oferta no se adecua a
la demanda‘.
194 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La construcción de vivienda popular que Mendoza hizo con la FVP, puede ser
inscrita en este amplio panorama de tendencias, sus aportes contribuyeron al
crecimiento de la participación privada en la edificación de vivienda y facilitaron la
compra de casa a un sector de asalariados; pero como se ha indicado, las
dificultades para conseguir capitales, terrenos y cumplir trámites, conducen a que
desde fines de los años 70s, ocurra una declinación en el nivel de actividad, tanto
financiadora de su banco hipotecario, como constructora de Viposa; es entonces
que la FVP opta por el programa de ayuda a los barrios y Viposa se convierte en
proveedora de materiales para el mercado.

2.9 Del liderazgo filantrópico al valor simbólico


Mendoza había sido objeto de diferentes homenajes y distinciones, reseñas elogiosas
y diversas noticias sobre su obra social, algunas de ellas como ‗desagravio‘ a lo
que se consideraban injustas campañas de difamación y desprestigio de sectores
hostiles al empresariado; tanto en su país como en Estados Unidos, país con el que
cultivó muy sólidas y perdurables relaciones156. Esta continua divulgación contribuyó
a que su imagen se consagrara en la historia venezolana como un ejemplo de
capitalismo generoso y humano.

Después de su deceso en 1979, cuando las compañías empezaron su declinar y el


sólido grupo empresarial sufría una lenta desintegración, también la actividad y
presencia de las fundaciones se debilita, aunque continúen hasta el presente
funcionado, con ajustes en sus propósitos y bajo la dirección de descendientes del
empresario fundador; sin embargo el carácter pionero y la significación de su obra
social hace que trasciendan como instituciones emblemáticas y ejemplares.

En este sentido, la figura de Mendoza comienza a tener un valor simbólico y ejemplar


desde 1969, cuando la Asociación mundial de vivienda rural y servicios comunales

156
Premio Interamericano Theodore Brent Nueva Orleans 1957; Doctor Honoris causa del
Springfield College, Massachusetts 1963; Doctor Honoris Causa de Bates College en Lewiston
Maine 1965; Premio de la Fundación las Américas Nueva York 1973; Doctorado Honoris
Causa Universidad de Boston 1974 (Graces P., 1976: XXIX). Ver Vencemos #57 1966
‗Homenaje a Eugenio Mendoza en 60 años de vida y 40 de empresa‘; #85 1971 ‗Homenaje
al señor Eugenio Mendoza ante ataques alevosos de enemigos del progreso‘.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 195

en su sexta reunión del comité sobre vivienda, construcción y planificación, celebrado


en ese año en la ONU, creó tres premios anuales destinados al reconocimiento de la
labor realizada en programas de vivienda rural. Uno de los premios lleva el nombre
de Mendoza en reconocimiento a sus actividades y participación en la solución del
problema de la vivienda, en especial lo relativo a inicio y desarrollo de programas de
vivienda rural y servicios comunales en Venezuela157.

Correspondiendo a ese sentido simbólico y a sus nuevas líneas de trabajo, la FVP


también creó dos premios que promueven y conceden asi: Premio Eugenio Mendoza
establecido desde 1984, se otorga cada dos años a investigaciones sobre temas de
vivienda o como financiación de investigaciones; a tono con sus aportes en materia
de trabajo comunitario, se creó en 1995 el Premio Carola Ravell, el cual se
concede cada dos años, a organizaciones de base que se hayan destacado por su
labor en la mejora de sus condiciones de vivienda y hábitat. A otro nivel la fundación
Mendoza había instituido en honor a uno de los profesionales fundadores de
Protinal, el premio Claudio Muskus con 10.000 Bs anuales para el mejor trabajo de
investigación veterinaria realizado en el país por nacionales o extranjeros.

Comenzando la década de los 80s, que según la periodización de Méndez (2003)


fue la del boom de las fundaciones corporativas, se hace el último reconocimiento de
importancia a la Fundación Mendoza en su aniversario XXX: Con asistencia del
presidente Herrera Campins, se impuso a la señora Luisa Rodríguez, viuda de
Mendoza la orden del libertador en su grado de oficial; asistieron otras figuras
158
destacadas como Arnoldo Gabaldón y Pedro Grases . En 1983 los herederos
Mendoza entregan formalmente los legados que como última voluntad el empresario
había concedidos a las fundaciones y obras sociales asi: Fundación Mendoza 10
millones; Fundación contra la parálisis infantil 5 millones; Dividendo Voluntario para la
Comunidad 1 millón; Universidad Metropolitana 8 millones; Centro médico docente La
Trinidad 3 millones159.

157
Vencemos #84 1971; el primer premio Mendoza de este año, fue compartido por 4
organizaciones religiosas norteamericanas.
158
Vencemos # 146 1982.
159
Vencemos # 155 1983.
196 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Los últimos datos de los años 80s, muestran cambios en los programas de las
fundaciones, en los que es evidente su menor alcance y su carácter discreto frente a
la notoriedad de sus primeros tiempos160, asi p.e., el manejo de sus centros de
atención y aprendizaje infantil que hacía la Fundación Mendoza entra en una nueva
etapa, concentrándose en la construcción de los preescolares que instalaban en las
urbanizaciones construidas por la FVP; los jardines de infancia se fueron entregando a
asociaciones comunitarias; con las exigencias de profesionalización de los educadores
de preescolar, la actividad se pasó a la Universidad Metropolitana (Méndez Ch., 2003:
114 – 115). En 1986 se inició un programa de apoyo a la microempresa en el que
empleó asesoría y metodología de la fundación colombiana Carvajal; los programas
de apoyo a la investigación agrícola, por razones de costos y de conveniencia para
esa empresa, fueron traspasados a Protinal161.

2.9.1 Diversidad de contribuciones y participantes en la


actividad fundacional
Si bien Mendoza cumplió un papel destacado como fundador, promotor y aportante
principal de las organizaciones benéficas que hemos descrito, la información disponible
muestra que, en la labor de las fundaciones, participaba una variedad de personas,
entre los que se puede mencionar familiares, allegados, otros empresarios y notables,
que actuaban como cofundadores, consejeros, donantes, favorecedores, integrantes
de las junta directivas, ejecutores de programas. Por otra parte, se requería el
trabajo de equipos de profesionales, trabajadoras sociales; empleados de varios
tipos para las tareas de los jardines de infancia, Hospital ortopédico infantil, etc.

La capacidad para seccionar personas talentosas, colocarlas en las funciones más


convenientes y motivar sus mejores esfuerzos, que se atribuyera a Mendoza en el

160
En contraste, otras organizaciones promovidas por empresarios, en diferentes campos de
acción comienzan a destacarse, entre ellas la Fundación Polar, creada por el exitoso
grupo del mismo nombre.
161
Entrevista a Luisa Helena Mendoza, Directora de Fundación Mendoza, Agosto de
2007; como veremos más adelante en la comparación con el caso colombiano, es ilustrativa
ésta interacción de las más destacadas fundaciones empresariales de ambos países, la
venezolana tiene una más temprana estructuración institucional y considerable proyección
social; la colombiana vive estos procesos y emprende una acción sistemática más
tardíamente.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 197

manejo de sus empresas, se manifiesta también en la actividad fundacional. En


este caso fue evidente también la capacidad de convocar a otros individuos y
organizaciones, conseguir interacciones favorables y conformar redes de relaciones en
torno a propósitos asistenciales y caritativos. La imagen pública de respetabilidad,
solvencia moral y generosidad, que se le reconocía, eran elementos decisivos en
esta capacidad de promover proyectos filantrópicos.

Notables y acaudalados de toda especie, conocidos por sus obras sociales y dádivas,
tanto los de tipo tradicional como los de nuevos sectores de actividad, respondieron a
los llamados de Mendoza; también participaron las compañías petroleras extranjeras;
directivos de sus firmas y de otras organizaciones; accionistas de las empresas
Mendoza; inmigrantes talentosos; funcionarios públicos destacados.

Un ejemplo de ésta capacidad para generar vínculos estimulantes y productivos en


Mendoza fue la amistad que cultivó y las diversas interacciones que estableció
con tres muy destacados exponentes del intelecto venezolano, como fueron Arturo
Uslar Pietri (1906 - 2001), Augusto Mijares (1897 - 1976) y Pedro Grases (1909 -
2004)162. Con el primero tenía más afinidad social, pero de todos consiguió
participación en la actividad cultural de las fundaciones; financió la publicación de
algunas de sus obras; y fue objeto de escritos de exaltación o defensa y posturas
públicas de apoyo en los casos en que recibió ataques y críticas.

En el escenario de la actividad fundacional y asistencial, se contó con profesionales


de buena preparación asi p.e., Gustavo Machado Hernández163 (1897 – 1968) médico

162
Arturo Uslar Pietri fue literato, intelectual y funcionario notable en la presidencia de Medina
Angarita en los años 40s, se ha señalado su contribución al nombramiento de Mendoza como
ministro de fomento en este mandato; Augusto Mijares notable historiador y sociólogo,
funcionario y ministro de educación en los años 40 y 50s; Pedro Grases filólogo y lingüista
español llegado a Venezuela en 1937. Es significativo que, después del golpe que depuso al
presidente Medina, Uslar mantuvo de modo perseverante su posición distante y crítica frente a
los partidos AD y COPEI, que dominaron la vida política desde 1958, en tanto que Mendoza
tuvo excelentes relaciones con casi todos sus mandatarios.
163
Gustavo H. Machado fue muy activo en tareas de promoción de la salud infantil desde los
años 30s, en el gobierno del General López, cuando se combinaron esfuerzos privados y
públicos para fundar hospitales e impulsar eventos y organizaciones como el Concejo
Venezolano del niño, Ver Memoria del primer congreso venezolano del niño Reunido en
Caracas feb 1 – 6 1938 Editorial Bolívar 1938; Fundaciones # 22 1968
198 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

cirujano con estudios de puericultura y clínica pediátrica en la Universidad de Paris,


trabajó en la Fundación Mendoza; Carola Ravell (1918 – 1993), doctora en economía
con larga experiencia como asesora de la ONU en trabajo comunitario en varios
países, dirigió y transformó el departamento social de las empresas Mendoza en los
años 70s.

Las relaciones con Grases habían sido muy estrechas, desde cuando el español llego
como refugiado en 1937, y en 1939 daba clases a los hijos de Mendoza padre y otros
allegados; asi mismo fue profesor particular de Mendoza, con la tarea de formarlo en
aspectos humanísticos e históricos; en 1951 lo nombró en un cargo directivo en la
fundación Mendoza (Graces P., 1986).

La lista de asistentes a la celebración de los 10 años de la Fundación Mendoza,


publicada en un texto que resume las principales actividades (FEM: 1961); evidencia la
variedad e importancia de las personas que colaboraban de diferentes modos: los
empresarios Carlos Blaschitz y Antonio Olavarría; Ricardo Zuloaga, el conocido gestor
de la Electricidad de Caracas; los escritores Arturo Uslar Pietri y Pedro Gases; el
epidemiólogo Arnoldo Gabaldón; el inversionista petrolero Nelson Rockefeller; el
inmigrante español y conocedor de la actividad mutual y filantrópica, Justino de
Azcarrate; el médico pediatra Gustavo H. Machado; la trabajadora social del grupo
Mendoza Luisa Amalia de Vegas.

Las reseñas y notas biográficas sobre directivos y empresarios, muestran que además
de las fundaciones y obras lideradas por Mendoza, tenían participación en otras
organizaciones benéficas, asi p.e., en la asociación cristiana de jóvenes YMCA
actuaban: Gustavo H. Machado, como presidente honorario; Enrique Machado
Zuluaga, presidente; Manuel Acedo Mendoza, vicepresidente; Lope Mendoza,
164
vocal .

Asi mismo, éstas fuentes destacan cómo para algunos directivos, p.e., Clemente
Ortega, quien laboró en las empresas cementeras, y tuvo responsabilidades en las

164
Vencemos #63 1967 p 4-5.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 199

tareas fundacionales de Mendoza, las acciones caritativas y benévolas habían


empezado en cargos públicos y otras ocupaciones, con anterioridad al ingreso a
actividades organizadas por Mendoza165. Aunque todas las reseñas muestran las labores
fundacionales como producto de una sensibilidad y disposición personal, es indudable
que se pueden entender como acciones pragmáticas, destinadas a buscar la afirmación
y legitimación de los empresarios, que en función de sus intereses específicos, necesita
mostrarse como fiel a ideales de servicio. El auge de la filantropía que se notó desde
los años 60s, y en los 80s se evidenciaba en la abundancia de fundaciones y publicitados
programas, correspondió a un esfuerzo por construir una imagen de los hombres de
negocios como grupo solidario y generoso hacia la sociedad.

Por otra parte, el desarrollo de la agenda benéfica, tanto como la gremial, o la


participación accionaria y los cargos en juntas directivas, permitían a los empresarios
mantener espacios de interacción y cooperación de hombres de negocios y notables
de diferentes sectores, lo que contribuyó a formar un tejido social empresarial con
solidez y capacidad de expresión. En estos escenarios se integró Mendoza con otros
empresarios notables, entre ellos los Vollmer y los Machado.

Algunas de las actividades del ingeniero Oscar Augusto Machado, gerente de la


Electricidad de Caracas, son ilustrativas de los diferentes espacios de interacción: en
el campo empresarial fue integrante de las juntas directivas de Vencemos y
Venepal; consejero general de empresas Mendoza; presidente de cervecería de
Caracas y fábrica nacional de vidrios. En la actividad fundacional participó de cinco
organizaciones, entre ellas la Fundación de vivienda popular FVP y la Fundación
contra la parálisis infantil166.

La divulgación de las obras fundacionales y donativos que se hizo en publicaciones del


grupo Mendoza, junto con otras de sus posturas, lejos de ser un medio de
protagonismo exclusivo e imagen para Mendoza, buscó fomentar y expresar un

165
Vencemos # 88 1972.
166
Vencemos #56 1966
200 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

espíritu de acción colectiva y compromiso de todo el empresariado167. Se tuvo el


cuidado de extender a otros empresarios y organizaciones, los componentes de elogio
mutuo y auto complacencia que estaban presentes en los balances y descripciones de
la ‗obra social‘. Siempre se procuró reconocer y destacar los aportes de las otras
fundaciones, benefactores y obras, lo cual explica que Mendoza llegara a tener un
destacado liderazgo y un reconocido papel como artífice y representante más
notable de la labor social.

2.9.2 Interacciones con el Estado


Como ya se ha descrito, las acciones filantrópicas privadas y los planes sociales
del Estado, en diferentes ocasiones tuvieron tangencias y puntos de contacto. Para
ambos sectores se trataba de ayudar a sectores de la sociedad que sumidos en
la marginalidad y pobreza, en éste proceso hubo circulación de individuos y
experiencias entre la esfera pública y las instituciones benéficas de los empresarios,
se interactuó y cooperó de diferentes maneras.

Aparte de la ya mencionada y notable actividad de la Cámara de Comercio de


Caracas, la actividad inversionista extranjera generó varios antecedentes destacables
en torno a la erradicación de enfermedades tropicales. En 1917 la Caribbean Petroleum
Company emprendió campañas epidemiológicas contra el paludismo, invitando a
personal médico extranjero experto en el tema; de este modo pudo darse un
interesante caso de aprendizaje y transito de experiencias, Enrique Tejera, médico del
campo petrolero La Horqueta de ésta firma, ayudó tiempo después a organizar el
Ministerio de Sanidad y asistencia social (Méndez CH., 2003: 34 – 35).

Una de las primeras instituciones benéficas que actuaron en Venezuela fue la


Fundación Rockefeller, institución que a través de su división de sanidad
internacional coordinó acciones con la Estatal Dirección de Sanidad Nacional, para
adelantar actividades de diagnóstico y prevención de la anquilomatosis y otras

167
Asi p.e., la mitad del texto de los diez años de la Fundación Mendoza (FEM: 1961) se
dedica a informar sobre las actividades, propósitos y organización de todas las fundaciones
creadas en Venezuela, destacando como dedicadas a actividades diversas la Creole y la
Shell; culturales 8, benéficas y sociales 7.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 201

enfermedades parasitarias a fines de los años 20s; este programa se ubica en el


contexto de la penetración económica y avance los intereses norteamericanos en
varios países latinoamericanos, en los que los factores salubridad e higiene
parecían un serio obstáculo (Brito Campos: 1997).

Desde los primeros años de la era post Gómez, fue usual que junto a las entidades
gubernamentales, se propiciara la participación de sectores de prestantes de la
sociedad, grupos caritativos y también notables de las actividades económicas en
ascenso; ello se había manifestado en programas asistenciales y de salubridad,
como los relacionados con la salud infantil. Los esfuerzos liderados por Gustavo H.
Machado con el Consejo Venezolano del Niño CVN, son ilustrativos al respecto,
aunque resultaron muy débiles al comienzo, 10 años después tuvieron una
apreciable mejora en sus recursos (Archila R., 1956: T II: 233 – 243).

El nombramiento de comisiones de ciudadanos competentes y honestos, tanto


como el debate público y despliegue en la prensa, era una forma de poner en escena
el cambio, las realizaciones lideradas por el jefe del Estado, pero en las que
participaba y con las que se identificaban otros sectores sociales. Lo anterior
significaba también que algunos individuos tenían cierta figuración y permanencia
en temas de interés público o de ‗beneficio para los pobres‘. En el caso de las
construcciones y renovación urbana que significó el proyecto de ‗El Silencio‘, un
ejemplo de estas formas de interacción, fue la designación de una Comisión para
analizar varias opciones formuladas por los arquitectos, e integrada por E J
Aguerrevere; Luis Lander; Luis E. Chataing; Oscar Augusto Machado; Luis Roche
(Banco Obrero, 1943).

Más allá de éste tipo de participación de personas del sector privado como apoyo
a tareas gubernamentales, Mendoza siempre estuvo convencido de que la
interacción entre los sectores privado y público de una forma más amplía, llevaría a
buenos resultados para la sociedad. Por ello consideró que la actividad de las
fundaciones y las capacidades de gestión de éstas, podían ser una base para
proponer y realizar acciones conjuntas con el Estado, que permitieron a empresarios y
gobierno demostrar alguna preocupación e intención de ayuda frente a graves
problemas sociales. A este respecto, es ilustrativa la propuesta que hace la recién
202 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

creada fundación Eugenio Mendoza al Ministerio de educación en marzo de 1954,


sobre la creación de diez escuelas prevocacionales que se instalarán anexas a 10
escuelas unitarias determinadas por el gobierno nacional168.

De acuerdo a la propuesta, se pretendía evitar que los muchachos al concluir sus


estudios cayeran en la delincuencia, proporcionándoles una mínima instrucción
técnico artesanal de 4 a 6 grado de educación primaria; al gobierno correspondería
proporcionar el terreno y los gastos de funcionamiento; la administración de asistencia
técnica de la ONU proporcionaría 32.000 Bs por escuela en equipo de maquinarias y
herramientas; los gastos de permanencia por dos años en Venezuela de técnicos para
formación de maestros y para supervisión de escuelas; también proporcionarán cinco
becas anuales para futuros maestros, esta cooperación se estima en 300.000 Bs. La
fundación correría con los gastos de construcción de los talleres: de 30 a 35 Bs cada
uno, e instalación de equipo haciéndose cargo de ellas al terminar la misión de los
técnicos de la ONU: el valor de esta contribución se estimaba en 300.000 Bs.

La circulación de individuos preparados y competentes técnicamente entre el Estado y


su entorno fue muy variado, pero resultó notable hacia la actividad empresarial y las
actividades filantrópicas en que participaban los empresarios. De éste modo se
captaban experiencias y capacidades técnicas generadas en el sector público, y
empleables en los espacios productivas o en actividades fundacionales. Este era el
sentido que tenían los nexos que creaba Mendoza con figuras notables como el
conocido malariologo Arnoldo Gabaldón; la especialista en temas de acción
comunitaria Carola Ravell; o el ya mencionado médico Gustavo Machado Hernández,
quienes más adelante actuaron como asesores o directivos en las organizaciones
lideradas por Mendoza.

El paso por la Junta de gobierno en 1958, había hecho que Mendoza se relacionara
con los doctores expertos en malaria Arnoldo Gabaldón y Arturo Berti, quienes
hicieron aportes en materia de sanidad y medidas higiénicas para el programa público
de vivienda rural; la mejora sanitaria hizo necesario desechar el rancho rural

168
Archivo histórico de Miraflores, Sección inventario F5 10-13.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 203

insalubre y en su lugar promover una vivienda con servicios y equipamientos básicos y


comunales. En esta dirección, y con el apoyo de la Fundación Mendoza se aprovechó
la tradición campesina de fabricar manualmente los adobes de la casa rural, pero
ahora empleando una proporción de cemento, en un proceso que por su facilidad y
bajo costo permitió mejoras apreciables en la vida rural con la construcción de un buen
número de nuevas viviendas, especialmente en el período de Betancourt (Gottberg
C., 1981: 79; Camacho O., 2007: 114).

Por sus estudios y realizaciones, Gabaldón fue el más brillante de los médicos
malariologos venezolanos, teniendo desde 1936 múltiples y destacados desempeños
en las instituciones públicas de salud, llegando a ser ministro de sanidad y
asistencia en el gobierno de Betancourt (1959 - 1964). La cuestión de la vivienda
fue una de las etapas de su memorable y exitosa lucha contra la enfermedad
tropical más destructiva de su época y a propósito de ella se relacionó con la labor
fundacional de Mendoza. Aunque fue rechazada inicialmente una oferta de Mendoza
para que Gabaldón y Berti, se retiraran de la sección de malariología e hicieran
parte de la Fundación de Vivienda Popular FVP que proyectaba el empresario,
años después el primero de ellos actuó como asesor de la fundación Mendoza.

2.9.3 Algunas necesidades de capacitación


En el área de las tareas operativas de manejo de las obras y servicios que se
ofrecía a la comunidad, como las escuelas, hospital ortopédico y construcción de
viviendas, fue necesaria la formación o mejora de cierto perfiles ocupacionales, y
aún la promoción del trabajo asistencial voluntario.

De acuerdo a distintas fuentes, un aspecto que afectó todos los proyectos en el


campo de la vivienda, fue el de la escasez de fuerza laboral preparada. Un informe
del Ministerio de sanidad y asistencia de 1963 se refiere a las iniciativas y acciones
públicas para capacitar albañiles y controlar la calidad de su trabajo: se consideraba
que la falta de mano de obra técnicamente competente era una de las causas del
problema de la vivienda, y se esperaba que albañiles debidamente preparados,
conocedores de planos de vivienda y de métodos de su construcción llevaran el
beneficio de la nueva técnica a aquellas personas con medios para construir de
inmediato nuevas casas (Gabaldón A., 1965: T II 499).
204 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

A nivel de las tareas directamente relacionadas con el cuidado y asistencia, que


típicamente se encomendaban a personal de género femenino, se dispuso de una
buena contribución de las trabajadoras sociales. Sin embargo, algunos planes
gubernamentales requirieron capacitar para otras funciones, fue asi como en 1959 se
realizó el curso de Demostradoras del hogar campesino, que llevó el nombre de
Eugenio Mendoza y organizó el ministerio de agricultura. Esta perfil se definió
como ‗una importante y delicada labor para lograr que la familia campesina sepa
aprovechar al máximo las facilidades de que dispone, enseñándola a vivir en
condiciones más higiénicas, a ampliar su educación, a preparar una alimentación
balanceada, a mejorar su vivienda, a aplicar nuevos conocimientos de agricultura, y
muchas cosas más, que le permitan mejorar su nivel de vida con sus propios recursos‘
(Grases P., 1986: 86).

Las actividades asistenciales y de fundaciones también implicaron estímulos al


voluntariado, como los cursos y entrenamientos de 1960, la mayoría impartidos para
mujeres que actuarían como voluntarias en programas sociales. En el discurso de
clausura Mendoza se refirió a la labor destacada de las voluntarias en la mejora del
ambiente del Hospital Ortopédico infantil169 y el acercamiento y compenetración con
las familias de barrios marginales a las que dedican su trabajo. Como ilustración de
los nexos e interacciones de apoyo a las actividades, en el tema del voluntariado
participó la Cámara de Comercio y también Luisa Amalia de Vegas como secretaria
ejecutiva de la federación de instituciones privadas de asistencia al niño Fipan (Grases
1986: 160 - 162).

2.9.4 De la confrontación de problemas sociales a la


preocupación por la imagen en el empresariado venezolano
Hemos visto cómo el empresario Mendoza, desde sus primeros años de actividad
como líder de un grupo empresarial que crece rápidamente, va estructurando un
esquema de asistencia y bienestar para sus trabajadores, que incluía un sistema de

169
Diez años después se vuelve a mencionar el aporte positivo de 80 voluntarias, que
ayudaron a mejorar el ambiente y la atención a los niños en el Hospital Ortopédico; igualmente
se informaba de la atención a 363 niños de todo el país durante el año 1969, en tanto que 386
estaban en espera, ver Fundaciones #33 1970.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 205

ahorro y crédito para adquirir vivienda y otros servicios que son promovidos por una
sección especial de su organización empresarial; del mismo modo, se emprenden
varias fundaciones benéficas con el propósito de proyectar su acción hacia
problemas sociales de un entorno comunitario más amplio, empezando por el
flagelo de la parálisis infantil; luego ayuda a la niñez y actividades culturales; el
problema de la vivienda; y en la última etapa la Universidad metropolitana.

A continuación veremos un tercer frente de sus actividades, en las que el discurso y


la práctica filantrópica se proyectan hacia los pares empresariales, buscando una
expresión y alcance más definido en el escenario nacional. Se pretende llegar a un
acuerdo con los sectores empresariales más notables, sobre cuáles eran los
problemas más graves de la vida nacional, sugerir un plan de acción e invitar a un
decidido compromiso a todos los hombres de negocios. Desde 1963 con el
publicitado encuentro de empresarios de Maracay, se avanza en una especie de
diagnóstico y de convocatoria a la acción organizada, que se materializa con la
creación del Dividendo voluntario para la comunidad DVC.

En el escenario sociopolítico de los años 60s, que se tornaba más adverso y


alarmante, esta organización articulaba iniciativas de empresas y entidades
benéficas diversas; y era una clara materialización de lo que Mendoza consideraba
las posturas más adecuadas de los sectores privilegiados de la sociedad. Sobre la
base de un compromiso más claro y una acciones sociales notorias, se pretendía dar
al empresariado una identidad y capacidad de discusión frente a dos instancias
que parecían amenazadoras en grado similar: por un lado lo que se veía como un
Estado intervencionista, centralizador de recursos, y siempre tentado a ser empresario;
por otra parte, el creciente malestar social e inconformidad de amplios sectores
pobres y excluidos de los benéficos de más de dos décadas de crecimiento
económico. Este último fenómeno se consideraba más peligroso en relación con los
avances de la lucha insurgente y el fortalecimiento de tendencias de izquierda en la
vida política.

En torno al crecimiento y acreditación de ésta entidad, ocurren procesos significativos


como: elaboración de un primer enunciado de principios de responsabilidad social
del empresario que comparte el grupo promotor liderado por Mendoza; vínculo de
206 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

la actividad fundacional con procesos similares a nivel internacional; divulgación y


aplicación del modelo del DVC a otros países. A otro nivel esta organización
realizó algunos análisis y estudios de diagnóstico sobre problemas sociales,
destinados a orientar las acciones y esfuerzos asistenciales; del mismo modo,
sobre la base de su interpretación de la situación nacional, y de su papel
benefactor, los empresarios buscaron promover debates públicos y constituirse en
sector de opinión e interlocución con las políticas gubernamentales.

Veremos cómo el DVC construye una nueva organización y forma de acción


concertada, y de que modo actúa y promueve una visión de la situación nacional;
asi mismo, describiremos cómo a fines de los años 70s, en relación con las
tendencias predominantes entre la elite económica y la crisis económica del momento,
se produce un estancamiento y crisis de este esfuerzo filantrópico. De lo anterior
resulta un reajuste de la institución, que lleva a suprimir los compromisos más
decididos que eran la línea de acción sugerida por Mendoza desde el comienzo, y
desde una visión más restringida se tiende a concentrar esfuerzos en campañas
publicitarias para el mejoramiento de imagen del empresariado.

2.9.5 El encuentro de Maracay 1963 y sus significados


Durante cinco días del mes de febrero de 1963, por invitación de la Fundación
Mendoza, Fundación Creole y Asociación venezolana de ejecutivos, un grupo de
empresarios y altos ejecutivos de las principales firmas venezolanas, reflexionaron en
torno al tema: la responsabilidad empresarial en el progreso de Venezuela. Las
diferentes ponencias y discusiones fueron recopiladas en un texto que fue
apreciado como fuente de principios e inspiración del compromiso y organización de
los empresarios frente a los problemas de su época170.
La intervención de Mendoza, se centró en las posibilidades de que las minorías ricas
actuaran ante los problemas sociales y emprendieran actividades filantrópicas como

170
Seminario Internacional de ejecutivos La responsabilidad empresarial en el progreso social
de Venezuela Maracay 1963. Entre los participantes se destacan los nombres de Arturo
Uslar Pietri, los hermanos Vollmer, Ivan Lansberg, Hans Newman, Justino de Azcarate, los
hermanos Machado Zuluaga, Enrique Sánchez, Alfredo Anzola, José Rafael Revenga, Cesar
Casas Rincón, Carlos Guillermo Rangel, Leopoldo Phelps.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 207

las que mostraban tantos logros en EU. Sin embargo, también se refirió a los
antecedentes de la conciencia social venezolana desde el siglo XIX, como la
Sociedad de agricultura y economía de 1810 y la Sociedad económica de amigos del
país, del mismo modo que programas como la Liga Antituberculosa, la Gota de
Leche, la Cruz Roja y otras organizaciones privadas.

Para sustentar su propuesta, cita cifras del sociólogo norteamericano George Hill,
quien en 1962 estudió la contribución del sector privado venezolano a programas de
educación y de tipo social, indicando que de modo voluntario 36 empresas habían
contribuido con más de 13 millones de bolívares en 1959. Señala que sin embargo,
esta cifra resultaba insuficiente frente a la gravedad de los problemas y hace un
ejercicio para calcular el 2% de la remuneración al capital y por sector como cifra más
adecuada. A continuación propone la idea de un organismo que administrara un fondo
creado con aportes entre 1 y 5 % de las utilidades de las empresas y cuyos objetivos
fueran ‗el progreso social de Venezuela‘.

Las ponencias presentadas en el evento expresaron preocupación por diferentes


manifestaciones de la problemática social del momento y se refirieron a la
necesidad de actuar organizadamente para contribuir a la superación de tales males;
situación de la que dependería en última instancia el futuro no solo de la nación,
sino también del empresariado. Se hicieron llamados a movilizar el gremio
empresarial contra los males del subdesarrollo; a propiciar más la igualdad de
oportunidades que la igualdad de condiciones; abordar temas del desarrollo y las
prioridades del mismo; analizar los problemas de la educación, la familia, la explosión
demográfica. Una de las conclusiones, que fue retomada en otros eventos
empresariales indicaba que la abolición de la miseria, no sería un logro automático
de las fuerzas libres del mercado, sino que sería producto de la actividad de todas
las instancias nacionales, entre ellas los empresarios.

Respecto al plano político, se trató sobre la obligación del empresario de intervenir


como ciudadano y a través de su empresa en actividades cívicas y comunitarias, de
modo que cumpliera su compromiso con la defensa la democracia como sistema
político y la iniciativa privada en la vida económica; el temor ante ideas marxistas en el
medio universitario; la intervención de Uslar Pietri resultó impactante al referirse a la
208 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

imagen negativa de la empresa, que en su concepto era percibida como generadora de


beneficios únicamente para sus propietarios.

La intervención de Mendoza en Maracay, se despliega en dos frentes. Por una


parte, pretendía también anticiparse a la críticas de sus pares empresarios, respecto
a que la contribución que proponía, tenía el sentido de un impuesto más, dentro de
medidas redistributivas del ingreso que acabarían siendo nocivas por afectar los
mecanismos ordenadores del mercado y los estímulos del ahorro y la inversión;
adoptando un tono pragmático e inequívocamente fordista respecto a la reproducción
de la fuerza laboral señaló:

‗ayudar a la formación de venezolanos saludables e instruidos que puedan contribuir


con su trabajo al incremento de la riqueza y bienestar del país, representa pura y
simplemente una inversión reproductiva de nuestros ingresos‘171.

Además de ello, se situaba en el contexto conflictivo del momento, confrontando las


críticas de los sectores opositores, algunos de ellos desde la vía armada. Condena
los actos violentos y hace un llamado a que se aprecien sus propuestas como una
forma de contribución del sector privado a la resolución de los graves problemas del
país. Se refirió también a que el Dividendo voluntario para la comunidad DVC, que
estaba proponiendo sería un mecanismo de inversión a través de la iniciativa privada
de los recursos ofrecidos por la Alianza para el Progreso, y fundaciones de EU y
Europa, que hoy se destinan exclusivamente a organismos estatales, porque son los
únicos que existen.

2.9.6 El Dividendo voluntario para la comunidad DVC, como


producto de un enunciado de responsabilidad social de la
empresa
De acuerdo con la compilación de los discursos de Mendoza que hizo Grases, la
idea de promover soluciones a problemas de la comunidad, surgió en los primeros
años de inversión industrial en la planta cementera de Pertigalete, cercana a un

171
Ver, Seminario Internacional de Ejecutivos 1963, Ponencia de Eugenio Mendoza
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 209

caserío muy pobre, en donde al iniciarse la producción la buena situación de los


trabajadores, con sus viviendas adquiridas con planes de la empresa, contrastaba
viviblemente con la situación de las gentes del poblado, y el industrial pensaba que
esas personas debían también tener mejoras en su situación (Grases P., 1986: 246).
Desde la celebración de los 10 años de Fundación Mendoza en 1951, este
empresario había esbozado la idea de construir una organización que estimulara y
gestionara la donación de recursos privados para aplicarlos a la solución de problemas
sociales. La sustentación de los propósitos generales del DVC se presenta
reiteradamente en discursos de Mendoza, informes de gestión y publicaciones
divulgativas de esta organización: defender en lo económico el ‗sistema de libre
empresa‘ y en lo político el ‗sistema democrático‘; lograr una mejor compenetración
entre empresa y comunidad; mostrar la verdadera imagen del empresario; contribuir de
modo solidario a la solución de problemas socioeconómicos venezolanos.

La inspiración y rasgos esenciales del DVC corresponden a Mendoza, y los años en


que propuso con insistencia y emprendió esta iniciativa, coinciden con los de sus
grandes llamados e invitaciones a diferentes sectores, especialmente el empresarial,
a sumarse a su efímero y poco realista proyecto político de la Asociación venezolana
de independientes AVI (Polanco T., 1993: 231 - 237). Sin embargo, no se puede
decir que la idea del DVC hiciera parte del proyecto político de Mendoza en ésta
época, sino que adquiere un sentido y entidad propia y refleja el esfuerzo de un
sector representativo del empresariado.

Lo que impulsa la realización de la idea, es el apoyo de las más importantes


fundaciones y grupos empresariales. El evento de Maracay en 1963 permite
integrar y coordinar esos esfuerzos, pero un elemento esencial que se generó en esa
reunión fue la construcción de un discurso de la responsabilidad del empresario, que
se convierte en declaración pública de principios y enunciado para la acción
organizada.

Este aspecto es importante como primer antecedente, de lo que en el presente es


una rutinaria práctica de proclamar principios corporativos y hacer dádivas. En el
contexto de tensiones que vivió el empresariado de la época, con este incipiente
enunciado de responsabilidad y compromiso del empresariado, se pretende
210 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

racionalizar las prácticas asistenciales que tradicionalmente realizan quienes acumulan


dinero; despojarlas de sus ingredientes morales, éticos o humanitarios más
claramente paternalistas; e inscribirlas dentro de una estrategia corporativa como
parte de la inversión para fortalecer sus intereses e interactuar ventajosamente ante
condiciones del entorno.

La formulación y divulgación de principios, como elemento innovador en la relación


de la empresa con su entorno social resultaba determinada por la experiencia y
efecto demostración de las compañías petroleras. El primer antecedente de este tipo
de manifestación en el espacio de los negocios en Venezuela, lo hizo en 1953 la
Creole petroleum corporación, cuando envió a un diario una circular con el título
‗Declaración de principios‘; en ese escrito la firma expresaba la preocupación porque
‗sus relaciones humanas sean también manejadas como sus actividades
comerciales‘. Para el remitente AT Proudfit, la buena marcha de los negocios y de la
actividad económica en general no es producto de conflictos de clases ni de choque
de intereses, sino el resultado de la cooperación, tanto espiritual como material de
patrón y trabajador, de accionistas y consumidores de la Creole, asi como al gobierno
y al público venezolano172.

En la misma dirección, se define el propósito central de la organización como el buen


éxito y perpetuación de la empresa, en beneficio no solo de las personas en directa
relación o participación con la firma, sino también las comunidades en las cuales
actúa. Los grupos sociales específicos frente a los que se reconocen obligaciones
son: accionistas; trabajadores (aceptando el derecho de asociación, negociación
colectiva y sindicatos); consumidores; público y la sociedad en general.

La firma norteamericana Creole, originada de la Standard Oil of New Jersey, era una
de las compañías petroleras extranjeras que invertía en Venezuela; estuvo presente
en el país entre 1919 y 1975, teniendo una apreciable interacción con empresas
locales y cierto dinamismo ante las exigencias del medio. Es asi como en los años
50s, en su ámbito laboral interno promueve elementos innovadores como las

172
Producción #85 julio 1953 p 20 -22.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 211

concepciones de la escuela de las Relaciones Humanas173; a tiempo que mantiene


notorios nexos con el medio nacional, entre ellos su actividad fundacional desde
1956174 y la participación en el grupo de organizaciones promotoras del DVC que
hemos señalado.

Esta primera declaración de principios en la vida empresarial venezolana, del mismo


modo que la actividad fundacional, corresponden a procesos usuales en firmas
norteamericanas de la época, cuya aplicación debió generar tránsito de experiencias y
conocimientos entre la empresa extranjera y las firmas locales; especialmente las
promovidas por Mendoza, más aún considerando que actuaron como asesores de la
Creole, Arturo Uslar Pietri y Pedro Grases, quienes tuvieron participación en las
actividades fundacionales del mencionado industrial.

De modo que pueden considerarse antecedentes del DVC, la filantropía organizada


en fundaciones que había empezado Mendoza en los años 40s y habían emulado
otras compañías en los siguientes años, entre ellas la Creole y la Shell, del mismo
modo que la mencionada declaración de principios de la Creole; se trata de acciones
en que había mucha proximidad de los empresarios, por ello se comprende que el
DVC que emprende sus actividades en 1964, con 137 empresas afiliadas, empezara
por plantear una declaración de responsabilidad social de la libre empresa.

En esta manifestación se define empresa, en relación con propósitos económicos,


pero también respecto a la creación de oportunidades de progreso, fuentes de
trabajo, seguridad social; del mismo modo se considera que esta institución, junto con
los demás sectores, es solidariamente responsable del desarrollo de la nación. Dentro
de un conjunto de seis enunciados lógicamente articulados, se sustenta: La
existencia, el crecimiento y el pleno desarrollo de la empresa requieren que tanto en
ella como en la comunidad prevalezcan condiciones morales, sociales y económicas
favorables, en un régimen de justicia, libertad y democracia; la empresa tiene
obligaciones y responsabilidades sociales, por tanto es necesario que con sus

173
Ver Creole Petroleum company 1953 Conferencia sobre relaciones humanas, Caracas.
174
Fundación Creole 1959 Tres años de la Fundación Creole, Caracas; Otro informe de esta
fundación Señala que ésta entidad fue la primera de su género, establecida por una firma
norteamericana en un país extranjero Ver Hall George (1962).
212 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

beneficios proteja su capital, remunere equitativamente a sus accionistas, directores y


ejecutivos, empleados y obreros, contribuya al desarrollo a través de nuevas
inversiones y dedique también parte de sus beneficios a elevar el nivel moral y la
capacidad productiva de los venezolanos175.

De este planteamiento se deriva que la empresa tiene el deber de propiciar la


creación y sostenimiento de instituciones no lucrativas que beneficien directamente a
las comunidades urbanas rurales de menores recursos, estimulando la participación de
todos los sectores sociales, asi como la colaboración personal directa de sus
accionistas, directores, ejecutivos, empleados y obreros en un esfuerzo permanente y
mancomunado para alcanzar el bien común.

En los años que siguieron, tanto Mendoza como otros promotores del DVC, en
diferentes eventos públicos y artículos de prensa, expusieron los principios de ésta
obra, describieron sus realizaciones y convocaron insistentemente a la afiliación de
otras firmas. Los argumentos expuestos, reproducían lo esencial del evento de
Maracay, pero introducían algunos énfasis: evitar el tradicional altruismo, a favor
de una conducta responsable por el desarrollo de la nación; hacer coincidir el interés
de la empresa con el interés de la sociedad; no puede haber prosperidad económica
sin bienestar social; no se llama a los empresarios al miedo, sino a su conciencia y
a su visión; se debe asumir el contrato no escrito entre la comunidad y la empresa176.

La labor del DVC en una ocasión se definió como una serie de acciones
responsables de la empresa privada, hechas en zonas marginales, en respuesta ‗a la
creciente presión de los elementos más desamparados de la sociedad, que
generalmente no quedan comprendidos en los engranajes de la educación pública, la
educación del Estado, o el poder económico o político‘177. Lo anterior es ilustrativo de
que la actividad del DVC se entendió en relación con los sectores que no
alcanzaban a quedar cubiertos por el asistencialismo y las dádivas estatales: En

175
Vencemos #41 1964.
176
La voz de la construcción #16 1967; Lansberg Ivan ‗La nueva doctrina empresarial‘ EN
Fundaciones # 23 1968.
177
Resumen # 71 marzo 16 de 1965.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 213

este sentido es claro que se aceptaba en el sector privado un papel complementario


de las insuficiencias del Estado.

Por otra parte, algunas explicaciones sobre la importancia del DVC, lo vincularon a
las confrontaciones de la época con críticos de la empresa privada; sea que acusaran
al sistema capitalista en general, o solo al enriquecimiento empresarial dentro del
modelo sustitutivo en particular. Asi p.e., el discurso de Manuel Acedo Mendoza, en
1975 cuando se celebró un aniversario de ésta organización, con un homenaje a
miembros fundadores y empresas colaboradoras en el Instituto de Estudios
Superiores de Administración IESA, expresa esas tensiones e ilustra la forma en que
la ‗obra social‘ de los empresarios cumple un rol de defensa y legitimación en un
178
contexto adverso .

La experiencia del DVC, por ser un proceso derivado de la actividad fundacional y por
sus interacciones con IESA, puede considerarse reveladora de la dinámica,
proyección y logro que había alcanzado como innovación social la actividad
benefactora de los empresarios. Se partió de las acciones asistenciales y
filantrópicas, que varios empresarios espontáneamente habían practicado, de los cuales
el más notable en este proceso había sido Eugenio Mendoza. El prestigio
alcanzado y capacidad de liderazgo de éste industrial, lo llevó a promover junto
con lo más avanzado del empresariado nacional y firmas petroleras como la Creole y
la Shell, una acción organizada de los empresarios de mayor significación, que las
tradicionales actividades caritativas y benevolentes que eran usuales.

El DVC había participado, junto con variados sectores nacionales en la creación de


la mencionada IESA, varios de los primeros directivos y organizadores de éste
centro académico que participan de las actividades del dividendo, reflexionaron sobre
ésta experiencia y procuraron hacerla parte de sus perspectivas y modelos
prescriptivos sobre la empresa, en lo que puede ser visto como una aproximación
analítica a la teoría de la empresa para las condiciones venezolanas.

178
Vencemos # 107 1975.
214 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Es asi como Carlos Lander Márquez179, un individuo próximo al proceso del DVC,
fundador y directivo de IESA, llevó el tema de la Responsabilidad social del
empresario al contexto latinoamericano con una ponencia en la Universidad Autónoma
de Guadalajara. Se trataba de un ciclo de conferencias sobre hombres de empresa
latinoamericanos, en donde sustentó una ponencia que examinaba las relaciones entre
la sociedad, la imagen de los empresarios y, lo que veía como un Estado que cada
vez se hacía más fuerte y dominante. Al mismo tiempo recogió puntos de vista
convergentes con los planteamientos sobre el deber de los empresarios hacia la
comunidad, como los expresados en la llamada Declaración de Sao Pablo de 1967,
que había surgido de la XII Reunión plenaria del concejo interamericano de comercio y
producción en septiembre de ese año180.

Iván Lansberg Henríquez, quien perteneciendo al sector financiero y asegurador,


participó en la conformación de las fundaciones Mendoza y Creole, fue el segundo
presidente de DVC entre 1967 y 1969, y también destacado integrante de IESA, en
varias conferencias sobre temas gerenciales, destacó la significación de la
declaración de responsabilidad social de la libre empresa y las actuaciones del
DVC. En un buen número de sus ponencias y publicaciones sobre temas de
administración empresarial y gerencia, expone el sentido de conciencia y compromiso
con la sociedad del DVC.

En el libro ‗Administración y desarrollo‘ en donde incluye varias ponencias presentadas


en eventos nacionales e internacionales, Lansberg (1974) analiza los seis principios
de responsabilidad del DVC y el proceso de creación de esta organización. En varios
de los capítulos de esta obra, se reflejan las preocupaciones del empresariado de la
época: la dificultad de ‗vender‘ la libertad de empresa y hacerla ver como legítima;
para Lansberg, lo que en el sector de los negocios se defendía como un principio
supremo y bienhechor de la sociedad, difícilmente podía ser apreciado en una

179
Carlos Lander Márquez (1916 - 2009) doctor de Ciencias Políticas y Sociales de la UCV en
1941; Magister en Administración de la Universidad de Harvard en 1953. Durante 20 años fue
ejecutivo de la Creole Petroleum Corporation, participando en la firma del primer Contrato
Colectivo Petrolero en 1946. Se desempeñó como presidente de la Asociación Venezolana de
Ejecutivos y del Consejo Interamericano de Comercio y Producción.
180
Fundaciones #24 1968.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 215

sociedad con notaria desigualdad económica y alta concentración de la riqueza y las


oportunidades.

Otros temas inspirados en Maracay y los principios del DVC que comentó en su
texto fueron: el adverso clima para la idea de iniciativa privada como factor de
progreso individual, en la trayectoria nacional de ‗crónico paternalismo‘ ejercido por
líderes, empresas, dictadores y gobiernos, que enseñó a la población a esperar
pasivamente beneficios de fuera, más que a desarrollar el propio esfuerzo; la
cuestión del crecimiento demográfico excesivo, desintegración familiar y deserción
paterna como conjunto de problemas sociales decisivos.
La aprensión ante le crecimiento del Estado y su capacidad de intervención también
se manifiestan, sugiriendo el valor estratégico de las acciones benéficas empresariales
en el contexto de tensiones nacionales. En este caso, la conocida máxima con la
que llamaba a los empresarios a actuar frente a los problemas de la comunidad: ‗si la
empresa ignora a la sociedad, la sociedad terminará por ignorar a la empresa‘, se
complementaba con la siguiente frase: ‗E ignorar a la empresa se deletrea
‗intervención estatal‘. Por ello la acción social de la empresa es más que un deber, es
una oportunidad que no debemos perder‘ (Lansberg I, 1974: 201).

2.9.7 Estrategia de acción y programas del DVC


La idea del DVC, con su llamado a generar un compromiso estable y consistente
de los empresarios con los programas benéficos, se inspiraba en la práctica periódica
de las compañías anónimas, de distribuir utilidades a los inversionistas. Asi lo
presentaba Mendoza en febrero de 1964, cuando 130 empresas constituyeron el
DVC como asociación civil: ‗en la misma forma en que las empresas destinan una
justa proporción de las utilidades para pagar los dividendos del capital invertido y las
utilidades del personal, se han comprometido a destinar para el DVC un aporte que
oscila entre 2 y 5 % de sus utilidades, antes de la deducción correspondiente al
impuesto sobre renta, de acuerdo con lo establecido por resolución del Ministerio de
hacienda‘181.

181
Fundaciones #1 de 1964.
216 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

El modelo de acción propuesto ofrecía varias modalidades de contribución: las


empresas donaban entre el 2 y 5 % de sus utilidades netas, a programas benéficos
que ellas mismas seleccionaban entre los que ya existían, o lo entregaban al DVC
indicando o no los programas de esta organización que deseaban apoyar. En el
primer caso, de la empresa que por su cuenta daba ayudas, se pedía que informaran al
DVC sobre el monto y los beneficiarios de los fondos invertidos, para ‗informar
debidamente sobre la asignación de recursos destinados voluntariamente por la
empresa privada a la solución de los problemas socioeducativos del país‘182.
De este modo, uno de los roles del DVC era el de distribuidor de los aportes de las
empresas; tarea a la que agregó el compromiso para ésta organización de
aumentar el valor multiplicado de la donación en términos de número de personas
beneficiadas183. Sin embargo con el tiempo el DVC definió un campo de acción más
amplio y de mayor notoriedad en el escenario nacional. Es asi como Alfredo Anzola,
presidente de la asociación en 1971, define como tareas concretas:

‗la investigación de ciertos aspectos del campo socio – educativo del venezolano,
analiza las interrelaciones entre los ordenes social y económico, diseña proyectos de
solución, y pone en práctica programas pilotos para lo cual recauda entre sus
miembros los fondos necesarios. Además coordina la acción social empresarial para
lograr una mayor eficacia y efecto multiplicador, y mantiene informados a sus asociados
sobre el estado social del país‘ (DVC 1971).

La actividad intermediadora o distribuidora del DVC suponía también el nexo y


registro formal de un amplio conjunto de entidades receptoras, muchas de las cuales
requirieron asesoría para desarrollar mecanismos de administración y control, de modo
que se garantizara un empleo adecuado de los recursos recibidos. A estas entidades
ejecutoras, en los informes se les denominó Organizaciones voluntarias de acción
social Ovas. Su número se estimó en 1.062, entre las cuales había todo tipo de

182
Las empresas del grupo Mendoza eran visibles aportantes al DVC, los informes de
Venepal muestran entre 1965 y 1978 donaciones del 5% de utilidades líquidas, además
de otras dádivas a obras sociales Ver (Venepal, 1984: 89, 98, 110, 120, 152, 227,
241).
183
Flechazo julio 1966.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 217

fundaciones, asociaciones, centros, casas benéficas, clubes de leones, clubes rotarios,


comités, juntas, hogares, sociedades, parroquias, colegios (DVC 1971).
Este conjunto de organizaciones, se clasificó en 11 sectores de actividad; el mayor
número de ellas correspondía a un grupo de casi 300, que se ocupaba de temas
educativos; seguido de las pertenecientes a los sectores religioso, asistencial y de
bienestar, a cada uno de los cuales pertenecían 150; las restantes se rotulaban
como del sector público, cultural, recreativo, fundaciones, desarrollo, investigación y
federaciones.

Las tareas conjuntas entre el DVC y la Asociación de promoción de la educación


popular APEP, ilustran la forma como podía ocurrir la interacción entre el DVC y
una de las denominadas OVAS. Esta era una organización dedicada a promover
entre sectores populares escuelas pre-vocacionales y artesanales, labor en que
mantenía cooperación con el Ministerio de educación y sectores religiosos y privados.
El DVC mantuvo vínculos de financiamiento y asesoría con APEP, la cual era dirigida
por un sacerdote, y se afirmaba que habían incrementado su actividad hasta estar
presente en 84 escuelas de 18 estados, y ayudar a 55.000 alumnos.

El DVC contaba con una agrupación estable de profesionales distribuidos en las


áreas de Secretaría ejecutiva, Asistencia técnica a Ovas; Promoción y asistencia a
asociados; Información y divulgación; Administración. Era dirigido por una junta
directiva de 11 miembros y 22 suplentes; contaba con un secretario ejecutivo y un
presidente, éstos últimos elegidos entre directivos de las empresas aportantes; en el
primer período de 1964 – 1967, la organización fue presidida por Mendoza, y luego
por otros destacado empresarios en períodos de tres años184.

Los directivos del DVC, siempre procuraron divulgar sus asambleas, actividades y
realizaciones por todos los medios nacionales, aunque también dispusieron de un
Boletín oficial llamado Flechazo, en el que además incluyeron artículos relacionados
con los problemas sociales de la familia, trabajo y comunidad. Asi mismo se

184
Siguieron en la presidencia del DVC Iván Lansberg 1967 – 1969; Alfredo Anzola
Montauban 1969 – 1972; Hans Neumann 1972 – 1974; Carlos Guillermo Rangel 1974 – 1976;
Thor Halvorsen 1976 – 1979; Marcel Granier H. 1979 – 1982; Luís Augusto Vegas Benedetti
1982 – 1984.
218 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

examinaron temas sobre los que las fundaciones y organizaciones benéficas tenían
preocupación, como el relativo a la reforma tributaria de 1966.

En esa oportunidad el gobierno de Leoni proyectaba un cambio en las normas de


impuesto sobre la renta que reduciría de 5% a 1% las deducciones de impuestos a
las utilidades netas que se destinaran a obras sociales; del mismo modo, se
proyectaba eliminar el desgravamen a las donaciones a instituciones benéficas. El
DVC, como la más destacada organización en su género, encabezó peticiones en
diferentes medios, rechazando los mencionados aspectos del proyecto185.

Frente a la reforma propuesta se reaccionó señalando el desestimulo que significaba


para los donantes, y sustentando la importancia social del llamado sector de
instituciones benéficas y solidarias; se estimó en medio millón los beneficiarios de
los programas del DVC que se afectarían con la medida, y en 569 las OVAS que
actuaban en programas educativos, asistenciales, de bienestar social, culturales
deportivos y de desarrollo de la comunidad, recibiendo aportes de empresas,
particulares y aún del Estado.

El interés del empresariado por participar en la actividad del DVC, de acuerdo al


número de afiliados, se mantiene durante los primeros años, pero a pesar de las
preocupaciones y campañas de promoción que mencionan los informes, decae
después de 1968; casi la mitad de las empresas donantes pertenecía al sector
industrial. En cuanto a las entidades ejecutoras de ayudas, la cifra sube más
sostenidamente y se mantiene; aunque no todas parece tan bien estructuradas: a
comienzos de 1972 se publicó un catálogo en el que solo se registraron 189 Ovas.

185
Flechazo Agosto - Octubre 1966.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 219

Tabla 2.8 Crecimiento de firmas afiliadas y entidades ejecutoras

Año Empresas benefactoras Organizaciones voluntarias de acción social


Afiliadas OVAS
1964 130 266
1965 380 489
1966 460 924
1967 990
1968 479 1016
1971 488
Fuente: DVC Informes 1964 – 1971.

Tabla 2.9 Distribución sectorial de las empresas asociadas al DVC

Sector Número %
Industria 222 46
Comercio 171 36
Servicios 70 15
Minería e hidrocarburos 9 2
Otras 7 1
Total 479 100
Fuente: DVC Informe 1968 – 1969.

En cuanto al monto de las contribuciones reunidas e invertidas en los diferentes


programas entre 1964 y 1968, uno de los informes señala para 1968 61 millones de
bolívares, y el total de inversiones de los cinco años 333 millones. La inversión
según programa, muestra el predominio de las actividades educativas, aunque
lentamente aumentan las cifras de otros ítems: al principio del período los
proyectos de educación recibía el 70.2%; porcentaje que baja progresivamente hasta
47.9% en 1968; al mismo tiempo suben los aportes a rubros con las
denominaciones: desarrollo de la comunidad, investigación científica, asistencial,
220 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

cultural, religiosa, bienestar social. Lo que demuestra que aunque se desarrollaron otras
actividades, los temas educativos siguieron recibiendo casi la mitad de los recursos186.
De acuerdo a lo mencionado en los informes y en el boletín, las actividades de apoyo
a la educación fueron variadas y casi siempre conllevaron la acción coordinada con
otras entidades y organizaciones. Una de las más destacadas fue la fundación, en
1965 del sistema de préstamo educativo a mediano plazo y bajo interés llamado
Educredito; el cual se proponía contribuir con estudios especializados en el exterior y
postgrados. A esta organización el DVC aportó 1 millón de bolívares, y se hizo en
asocio con las fundaciones Creole, Mendoza, Sánchez y Shell, cada una de las
cuales contribuyó con 100.000 por cada187.

Desde 1968, a partir de los aportes teóricos del conocido experto David Mc Clelland
se avanzó en el denominado Programa de motivación al logro, en coordinación con
un equipo de profesores de la Universidad de Harvard. Estaba dirigido a pequeños
empresarios y se hizo en cooperación con otros organismos como Comisión nacional
de financiamiento a la péquela y mediana industria Canafin, Corporación venezolana
de la Guyana CVG, Fundación para el desarrollo de la comunidad y fomento municipal
Fundacomun, Instituto de cooperación educativa Ince.

Otras realizaciones fueron, el apoyo al programa Tools for freedom, con el que se
hicieron donaciones para la educación en coordinación con la Fundación
panamericana de desarrollo, y su programa de maquinarias y herramientas para la
educación; promoción de huertos escolares en 32 escuelas del Estado Aragua.
Establecimiento como programa asociado de la Asociación civil pera el estudio de la
función empresarial ACEFE, con la que se pretendía estudiar la función del empresario
y la empresa privada en la sociedad contemporánea.

En 1972 el DVC en asocio con las fundaciones Creole, y Neumann creó Educatel,
una organización destinada a diseñar y difundir por cualquiera de los medios
masivos de comunicación eventos, campañas o programas con contenido educativo; su
primera tarea se dirigió al sector de la educación pre escolar.

186
DVC Informe 1968 – 1969.
187
Fundaciones #5 Abril de 1965.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 221

Algunos programas se derivaban de los ya emprendidos, o se hacían necesarios en


relación a ellos, asi p.e., una inspección a los campos deportivos construidos por el
DVC en 1980, mostró resultados desfavorables, lo cual llevó a programar reuniones
con los responsables de las instalaciones para hacerles ver la importancia de un buen
cuidado y mantenimiento188.

Investigaciones, encuestas y presencia en los medios de


comunicación
Desde su fundación, los orientadores del DVC, parecen valorar mucho el estudio de
los problemas sociales del país, el empleo de los medios masivo de comunicación y
la cuestión de la imagen de la empresa privada entre la ciudadanía; del mismo modo
se acude a la expresión pública de posiciones sobre temas de interés nacional.

Una de las primeras campañas públicas se hizo en 1965, estuvo dirigida a la


‗renovación moral‘, teniendo por lema ‗Unión de la familia, grandeza de la patria‘,
con la participación de todas las empresas de medios afiliadas a la Cámara de la
industria de la radio y TV, se planeó por un año presentar en la radio y televisión de
todo el país, mensajes alusivos al tema, calculando que se emitirían aproximadamente
2000 por día189.

Dentro del propósito de ‗analizar fenómenos decisivos para el país‘, contribuir con
opiniones y reflexiones a una discusión pública que examine problemas de primer
orden, en víspera del cambio de gobierno de 1968, el DVC publica un documento
titulado ‗Manifiesto empresarial al servicio del desarrollo 1969 – 1973‘ (DVC 1968).

En este escrito se llama la atención sobre lo que describen como peligros y nubes
negras en el horizonte de lo que había sido hasta entonces una estable prosperidad;
alertan sobre el creciente empobrecimiento, necesidad de que el desarrollo llegara a
todos los sectores; urgencia de un cambio de curso, que situara prioridades en la
atención de problemas; anticipan que la aparente abundancia de recursos puede no

188
DVC Informe 1980 – 1981.
189
Fundaciones #7 1965.
222 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

mantenerse y previenen sobre la desorganización y mala gestión en su uso. Como


parte de su ideario más difundido insisten en que cualquier solución, para ser
efectiva debería fomentar la iniciativa individual y hacer cooperar sector público y
privado.

Los redactores del documento, desde una preocupación sobre el papel de los medios
de comunicación en la vida social, proponen distinguir entre actitudes dignas de
conservarse y otras negativas que deben transformarse. Se sugirió utilizar los medios
de comunicación para fortalecer y generar las actitudes favorables al desarrollo y evitar
la formación o mantenimiento de actitudes negativas: transmitir a los venezolanos el
concepto de las metas nacionales y los comportamientos requeridos para lograrlas.

En la misma dirección, diferencian actitudes positivas y negativas del venezolano,


entre las primeras el igualitarismo, familiaridad, visión positiva de la educación,
permeabilidad a la innovación; las negativas son el machismo y su carga de
problemas como paternidad irresponsable y desintegración familiar; tendencia a ver la
ley como interferencia y evadirla, sentido de corto plazo o inmediatismo en los
proyectos y actividades que se realizan. El problema del machismo se pretendía
enfrentar con cambios en la legislación y promoviendo el ingreso de la mujer a la
actividad productiva y cambios en el medio escolar; el sentido del corto plazo,
incentivando el ahorro.

En la consideración de la familia destacan los problemas de ilegitimidad,


irresponsabilidad y ausentismo paterno en hogares pobres y numerosos; de lo anterior
se derivaría un escenario adverso a los niños en donde la inestabilidad, ausencia de
rol paterno y la falta de autoridad conforman un niño sin disciplina, capacidad de
superación y de forjarse metas; en la vida diaria faltaría el sentido de la continuidad
del esfuerzo o arraigo comunitario. Se señala que más de la mitad de los nacimientos
provienen de uniones ilegitimas, siendo un factor poderoso de desorganización
social.

Dentro de los aspectos ligados a la ausencia del padre, se menciona también el de la


pobreza, y como consecuencias adversas sobre los hijos la apatía, hostilidad o
delincuencia. Adicionalmente analizan varios tópicos relacionados con la educación
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 223

escolar y universitaria; desarrollo comunitario y problemas urbanos como los barrios


marginales.

En la perspectiva de aconsejar acciones concretas, el documento concluye con dos


propuestas, la referente a una campaña educativa sobre la importancia de los
valores familiares, sustentada en la necesidad de cambiar aspectos actitudinales
como la pasividad generada en hogares carentes de recursos económicos y de
orientación paterna, y aspectos aptitudinales relacionados con la deficiencia del
sistema educativo.

En la otra sugerencia, se pedía al gobierno presentar un informe anual sobre el


desarrollo social del país y utilizando un sistema de indicadores sociales, de modo
que fuera posible evaluar el progreso de la marcha hacia metas como de la creación
de plenas oportunidades; estímulo de actitudes y acciones propulsoras del desarrollo
en todas las personas; sugerir modificaciones en la política social y orientar al país
hacia la revisión de los programas existentes o creación de otros nuevos.

Esta proposición al ejecutivo, se comentó también en el artículo central del último


boletín Fundaciones de 1968, en el que se llama la atención sobre la forma en que el
tipo estructura de oportunidades, derivada de la situación familiar y las condiciones
socio económicas y ambientales podía determinar un continuo proceso de ascenso, o
por el contrario, un circulo vicioso de miseria190.

Entre los argumentos de la propuesta, se señalaban aspectos plausibles sobre la


información que usualmente brindan los entes públicos: en algunos casos falta
referencia a aspectos sociales, tiene lagunas, o es irrelevante; en aspectos
sociales carecería de falta alcance y coherencia; cuando aborda lo social no compara
de manera clara resultados con metas formuladas por los organismos de planificación, o
con las necesidades reveladas en los censos y encuestas periódicas.

190
Fundaciones # 27 Nov dic 1968.
224 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En ese orden de ideas, los indicadores ayudarían a identificar de manera precisa y


continua las necesidades nacionales en materia de desarrollo social, la selección de las
metas más urgentes, escogencia de alternativas programáticas más eficaces, medición
de la productividad, entre otros aspectos. Como ilustración de los indicadores que
parece necesario desarrollar mencionan:

‗Modificación de las actitudes y valores, especialmente los relacionados con la


orientación hacia el trabajo, el logro, la nacionalidad y la cooperación; impacto del
mensaje transmitido por los medios de comunicación social sobre los valores y los
comportamientos; orden público y comportamiento antisocial según diversos tipos de
actos criminales y formas de delincuencia […] subempleo, calidad de vida familiar,
movilidad social, calidad de atención en entidades públicas, calidad de vivienda,
salud, educación, productividad de la fuerza de trabajo‘.

El empleo de indicadores planteado, apoyaría un programa para el desarrollo


social, que haría posible la coordinación y orientación de los múltiples programas
públicos existentes en áreas como salud, agricultura, niñez, ciencia, hacia metas claras;
se insistía en la necesidad de evitar la dispersión, duplicación, incoherencia y
contradicción de una pluralidad de esfuerzos, y la necesidad de incluirlos dentro de un
esquema común de metas y recursos, para que bien interrelacionados produzcan
resultados armónicos.

En éste frente de reflexión y expresión pública en torno a la situación nacional, el


DVC combinó varias acciones, buscando crear debates y corrientes de opinión para
mantener una presencia y posición activa del empresariado en el escenario nacional;
organizó entre sus aportantes afiliados, fundaciones y hombres de negocios en
general, encuentros de reflexión; también promovió estudios de opinión, cuyos
resultados se comunicaron a la sociedad, en textos y artículos diversos. En algunas
ocasiones, como en el caso de un estudio sobre el problema de la educación, éstas
resultados se dirigían de modo más especifico al Estado.

Fue comentado en varios medios el ‗sondeo de opinión‘ sobre la influencia de la


televisión y otros medios de comunicación social, que se realizó con el apoyo del
DVC; de sus conclusiones se desprendieron sugerencias sobre responsabilidad y
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 225

selección de los mensajes, también pautas de publicidad comercial ‗más acordes


con el papel educativo de este formidable medio de comunicación‘191. Otro de los
estudios se realizó con apoyo del Instituto de Estudios Sociales IDES, para
establecer con la aplicación de una encuesta entre 500 empresarios, cuáles eran
192
los problemas sociales que consideraban más graves .

Los encuestados, señalaron en orden de importancia como principales problemas,


los de desintegración familiar y paternidad irresponsabilidad; crisis de autoridad a todos
los niveles; ausencia de responsabilidad ciudadana; inadecuada administración del
ingreso público; incapacidad para el trabajo productivo. Se destacó la estrecha
interrelación y similitud cualitativa de los problemas calificados como más graves, y
su vinculación con el ámbito de la familia; del mismo modo el hecho de que las
probables solución dependían de esfuerzos en el campo educativo dirigidos a las
nuevas generaciones. De acuerdo al razonamiento de los voceros del DVC, la empresa
privada como generadora del 85% del empleo en el país, al estudiar y evidenciar
tales fenómenos, del mismo modo que con sus programas, estaba cumpliendo su
obligación de buscar activamente soluciones193.

Es probable que las respuestas de los empresarios a la encuesta, estuvieran


condicionadas por el clima de opinión que se había creado en torno a los factores
paternidad, familia, educación, en medios escritos y eventos públicos, y al que el
DVC había contribuido mucho. En diferentes espacios, entre ellos los empresariales,
por ésta época era usual mostrar alarma por la explosión demográfica, los ranchos,
el creciente volumen de población sin educación ni empleo.

La preocupación por estos fenómenos se manifestó en acciones fundacionales


diferentes a las del DVC, que tenían una contrastante orientación ideológica,
aunque sus promotores estuvieran vinculados a esta organización, asi p.e., en 1971

191
DVC Informe 1968 – 1969.
192
Los resultados se publicaron y comentaron en varios medios, acompañados de artículos
sobre la crisis de la familia, procreación irregular, la educación, actitudes hacia el trabajo; asi
mismo el documento ‗La educación; la gran urgencia‘ que se entregó al gobierno Ver El
Farol # 229 1969.
193
DVC Informe 1968 – 1969.
226 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Iván Lansberg, un activo promotor del DVC, junto con Hans Neumann, Nicomedes
Zuloaga, Oscar Machado y otros crean la Fundación Paternidad responsable para
financiar actividades de planificación familiar; Alberto Vollmer y su esposa crearon en
1982 la asociación Pro – vida de Venezuela para defender el derecho a la vida y
contra la planificación familiar; Neumann además participó como miembro de la junta
directiva de la Federación internacional de planificación familiar, y patrocinó la campaña
‗el condonazo‘ en 1990 (Méndez Ch., 2003: 77 - 78).

Nuevos encuentros de empresarios mostraron la misma sensibilidad con los


problemas sociales que se traía desde el primer evento, asi p.e., las llamadas
reuniones de trabajo de 1969, organizadas en Maracay por DVC, Asociación
venezolana de ejecutivos, Comité interamericano de comercio y producción CICYP,
también llamadas Maracay II, referencia al primer encuentro que había inspirado la
creación del DVC. Dentro de los expositores y participantes hubo en esta ocasión,
no solo integrantes de los principales grupos empresariales, sino funcionarios del
Estado, directivos sindicales, académicos, políticos, voceros de gremios y
194
fundaciones .

Los aportes del evento se recogieron en el texto ‗Venezuela y la construcción de su


futuro’, en que se pretendía con enfoque interdisciplinario, anticipar contingencias,
construir escenarios y hacer proyecciones, que ayudaran a ‗construir el futuro de
Venezuela‘. En el discurso inaugural, Enrique Sánchez ilustra la manera como veían
su presente: con una situación mejor que la primera generación afligida por epidemias
y miseria, con el auge petrolero que hacía de Venezuela el país con el mayor ingreso
per cápita, pero con evidencia de que la miseria era angustiosa para muchos. Ésta
prospectiva al año 2000, reveló preocupantes variables demográficas, económicas,
sociales, y estimuló reflexiones sobre las nuevas generaciones, asi como el interés
por iniciar debates y análisis de problemas, de los que se ocuparía un Centro de
Estudios del Futuro trabajando hasta 1973.

194
Ver DVC Informe 1968 – 1969.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 227

Como hemos visto, desde el encuentro de Maracay, el sector de empresarios


relacionados con ese evento y con las tareas del DVC, compartían la convicción de
haber enunciando una nueva concepción sobre la manera de hacer empresa. Por ello
una de las tareas de ésta entidad fue difundir el concepto de Responsabilidad social
de la libre empresa y también incorporar el tema a una ‗campaña de imagen‘, para
dar a conocer los aportes de la responsabilidad social de la empresa al país en
cuñas radiales por 17 emisoras de Caracas y el interior del país195.

La fijación de posturas y pronunciamiento público sobre los problemas del país,


como los del DVC que hemos descrito, tuvo lugar en medio de una creciente
decepción por los pobres resultados de la industrialización desde fines de la década de
los 60s; y se manifestó en otros órganos del medio empresarial como el Boletín de
la Cámara de Comercio de Caracas, desde el que se llamó la atención por temas
como los problemas derivados de la industrialización, la bonanza petrolera, el
desorden urbano, el transito, la contaminación, los malos servicios, los ranchos, la
inseguridad (González Deluca 1994: 568 – 569).

La acción intermediadora del DVC entre donantes y entidades ejecutoras de ‗acción


social‘, asi como la interrelación encuestas - estudios - propuestas al Estado o la
sociedad, para las empresas afiladas significaba una manera de hacer más racionales
y visibles las acciones asistenciales y caritativas que habían venido desarrollando, y
al mismo tiempo revela algunos aspectos destacados del momento. Un sector
apreciable e influyente del empresariado sentía alarma por la dimensión de los
problemas sociales y los riesgos que ello conllevaba para el orden social; deseaba
mostrarse como un grupo social sensible y activo ante la adversa situación de su
entorno.

Al mismo tiempo, se hacía manifiesta alguna frustración por la ineficiencia del


Estado rentista que, teniendo una apreciable capacidad económica, no había logrado
generar una buena capacidad de acción ante los que deberían ser sus cometidos
sociales y las necesidades del interés público. En relación con la percepción de su

195
DVC informe 1972 - 1973
228 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

medio social, y a tono con su preocupación sobre la deserción del rol paterno y la
desintegración de los hogares, se puede decir que este empresariado con sus acciones
asistenciales, de modo implícito y latente, tendría una disposición paternalista
ante las necesidades de esas grandes masas, que percibía como carentes de
figura paterna y bienestar económico.

Aporte a la fundación del Instituto de Estudios Superiores de


Administración IESA
Una de las acciones destacadas del DVC fue su contribución a la fundación del
Instituto de Estudios Superiores en Administración IESA en 1968, en un proceso
que dependió de la iniciativa de las fundaciones, exponentes de las más notables
firmas de la época. Los primeros esfuerzos por introducir el estudio de la gerencia
moderna, se hicieron en 1956 cuando en entonces director de Relaciones
industriales de la Creole Carlos Lander, y más adelante directivo de IESA, interesó a
ésta firma para que en lugar de enviar ejecutivos a adiestrarse a EU, trajeran un
equipo de la Norhwestern Universty y ofreciera un programa avanzado en gerencia; a
estas reuniones acudieron Gustavo Vollmer, Oscar Machado Zuloaga, Eduardo
Mendoza; funcionarios de empresas públicas y docentes de administración196.

En el mismo año 1956 se abrió la escuela de administración de la Universidad Central


de Venezuela UCV, y también una serie de programas cortos sobre gerencia y
relaciones humanas e industriales, dictados por expertos extranjeros en hoteles y
clubes del país. De dos de estos programas nació, en un grupo de participantes
encabezados por Héctor Hernández Carabaño, Oscar Machado Zuloaga, Luisa Amalia
Vegas, F.J. Rodríguez y otros, la idea de una agrupación gerencial.

Otro antecedente fue la constitución de la Asociación Venezolana de Ejecutivos


AVE en 1957, y la apertura de la escuela de administración en la Universidad
católica Andrés Bello UCAB; en ese mismo año comenzaron los cursos avanzados de
gerencia en español con apoyo de la UCV y Northwestern University, a cargo de

196
Fundaciones # 25 1968.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 229

profesores venezolanos: Salvador Larrazabal, Benito Raúl Losada y Arturo Navas


Gómez.

En 1968 después de 4 años de actividad preparatoria, con el apoyo de la mencionada


AVE y el DVC, el concejo municipal de Caracas y la corporación de Guyana,
empieza actividades IESA. Entidad que representa la más avanzada y profesional
academia de administración del país, dedicada a temas de gerencia pública y
privada. Su primer Concejo de dirección fue presidido por Carlos Lander y
compuesto por más de 60 profesionales, empresarios y ejecutivos, entre ellos los
rectores de las universidades nacionales, directivos de entidades públicas y privadas,
entre los que se destacan Santiago Vera Izquierdo ex rector de la UCV; el empresario
Enrique Sánchez; Iván Lansberg y Hugo Manzanilla del DVC; Rafael Alfonso Ravad
de la estatal Corporación Guyana.

En la fundación de IESA, se combinan procesos y aportes significativos: la


contribución indirecta de las petroleras extranjeras a través de las experiencias e
iniciativas de Carlos Lander; el interés del empresariado nacional, que con el
liderazgo del DVC consigue ayudas de 500 empresas y entidades, no solo sus
afiliadas; el apoyo de la Fundación Ford y la AIDE. Todo lo anterior hizo posible que se
reunieran 20 millones de bolívares para garantizar los primeros 5 años de actividad.

2.9.8 Crisis y replanteamiento del DVC en un escenario de


cambios
Las actividades filantrópicas que Mendoza habían comenzado con sus fundaciones,
con la actividad del DVC alcanzaron cierto liderazgo y proyección hacía el
sector empresarial. Desde los años 60s, crece el sector fundacional promovido
por diferentes firmas privadas y la experiencia del DVC se convierte en un
referente importante de organización y compromiso; sus promotores exhibiendo una
disposición cosmopolita, mantienen nexos con entidades similares a nivel
internacional, a tiempo que se reconoce la originalidad y acierto de su modelo de
actuación asistencial y se intenta reproducir en otros países.
230 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Como se ha señalado antes, Rockefeller y las firmas petroleras extranjeras inspiraron


y contribuyeron al arranque de la actividad fundacional; el DVC a su vez construyó
nexos con otros organismos y programas, principalmente norteamericanos como los
de la Fundación Ford y la United Way International, obteniendo asesorías y variados
apoyos, p.e., un Seminario ejecutivo sobre Desarrollo y gerencia del sistema de
recaudación de fondos; y a un curso en E.U. sobre Dirección ejecutiva para
organizaciones sin fines de lucro.

A su vez el esquema organizativo del DVC y sus principios de responsabilidad social


empresarial, fueron conocidos y tuvieron alguna difusión en otros países: en
Curazao se intento establecer un organismo similar; en Filipinas se creó el programa
‗Empresas filipinas para el progreso social‘ en 1971 y más tardíamente en nuestro
país ‗Dividendo por Colombia‘ en 1998 (DVC 1972; Méndez Ch., 2003: 73).
En lo que se veía como una manifestación del avance y maduración de la actividad
fundacional venezolana, con aporte sustancial de las entidades establecidas por
Mendoza y apoyo de fundaciones norteamericanas, se realizan en Caracas dos
reuniones internacionales de organizaciones de este género. Después de
preparativos que tuvieron año y medio de anticipación, e incluyeron el envío de 100
cuestionarios a fundaciones y empresarios de América Latina, en octubre de 1974
197
sesionó la ‗Primera reunión de empresarios y fundaciones de América‘ .

Al el evento contribuyeron directivos de importantes fundaciones entre ellas la Creole;


en el comité organizador estuvieron John Phelps (H), George Hall, Luisa Helena
Mendoza, Luis Marcano Coello y Pablo Pulido; asistieron delegados de Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Ecuador, EU, Guatemala, México, República
Dominicana, y Perú. La información de los cuestionarios se ordenó y publicó en el
texto Fundaciones de América Latina, obra coordinada por Luisa Helena
Mendoza, una de las hijas del empresario Mendoza, quien ha continuado hasta el
presente dirigiendo la fundación que lleva ese apellido.

197
Vencemos # 104 1974; El año anterior la Fundación Mendoza había publicado un folleto
sobre las fundaciones privadas en Venezuela en donde se las presenta y se informa sobre sus
inversiones y actividades.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 231

La inspiración norteamericana en la actividad fundacional de Mendoza y la intención


de actuar como promotor de la misma se evidencia una vez más en la intervención
que hace durante el evento: señala que un motivo para promover el encuentro fue
conocer cuáles eran las actividades que en el campo social realizaban los empresarios y
fundaciones de América Latina; la información reunida permitió constatar ‗que si bien
el movimiento fundacional de nuestros países dista mucho de tener la posición que
tiene en EU, esas instituciones están desarrollando una meritoria y utilísima labor en
nuestro continente‘.

Los temas tratados tuvieron que ver con la actividad fundacional en relación a
cuestiones de desarrollo agrícola vivienda, educación y salud; Mendoza en su discurso
introductorio proponía analizar la cuestión de la asistencia técnica y transferencia de
tecnología; la posibilidad de canalizar a través de las fundaciones privadas, recursos y
proyectos orientados a programas de mejoramiento de la comunidad.. ‘para que las
tecnologías de que disponen las fundaciones de los países industrializados puedan ser
utilizadas en los nuestros, beneficiando de esta manera y en forma más accesible los
programas de acción social‘. Igualmente propuso pensar en el desarrollo de la
agricultura con nuevas técnicas para alcanzar productividad y autoabastecimiento;
prioridad a programas que puedan ser desarrollados en conjunto; buscar
mecanismos para que el sector público privado colabore más efectivamente con las
fundaciones.

Según la reseña de la revista Vencemos, Mendoza presentó el sector fundacional


venezolano con 35 años de actividad, empezando con la Fundación venezolana
contra la parálisis infantil; integrado por 34 fundaciones privadas y asociaciones
similares en cuanto a sus propósitos sociales y a no tener fines lucrativos, que a la
fecha funcionaban e invertían 70 millones de bolívares al año en actividades de
educación, cultura, vivienda, salud, desarrollo económico, investigación, agricultura y
bienestar colectivo198.

198
Ibid Vencemos # 104 de 1974.
232 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En esta ocasión, Mendoza resume una vez más su visión sobre la acción fundacional y
los requerimientos que había venido haciendo al Estado. Se refirió a los serios
problemas que afectan a la sociedad y las reacciones de violencia que generan,
ante las cuales: ‗como sector privado no podemos seguir ignorándolos si queremos
mantener la estabilidad y continuidad de nuestra vida democrática […] no bastan las
acciones del gobierno, ni las aportaciones de recursos es necesario hacer conciencia
que debemos dedicar nuestro tiempo para emprender soluciones de envergadura antes
de que sea demasiado tarde‘.

Propone como ejemplo de acción empresarial organizada, el caso de DVC, expresando


sin embargo escepticismo al afirmar que ‗cuando se estableció en Venezuela como
en otros países, tuvo una gran acogida, pero después muchos de los que en un primer
momento habían sido decididos partidarios de esa institución, le fueron retirando su
apoyo‘. Reclamó de los gobiernos mayor impulso al movimiento fundacional mediante
el establecimiento de normas legales que lo favorezcan; sugiere como medida de gran
beneficio la modificación de la ley de impuesto sobre la renta para elevar el porcentaje
que actualmente se permite deducir a las personas jurídicas y a las comunidades, por
concepto de liberalidades a organizaciones benéficas o de fines sociales y culturales;
asi mismo establecer que las personas naturales, cuyos ingresos se deriven de sueldos
y salarios, puedan deducir del impuesto el monto de sus donativos a esas
instituciones.
Si bien, la realización de esa primera reunión de fundaciones mostraba cierto
dinamismo e interés por generar nuevas formas acción, la frase de Mendoza
sobre la pérdida de apoyo de las empresas al DVC, evidencia un fenómeno que se
advertía desde unos años atrás. Alfredo Anzola como presidente del DVC informaba
en 1971 de una disminución de las inversiones sociales comunicadas al DVC; la
cual consideró significativa en relación con la situación de las empresas respecto a
su participación general en el producto territorial bruto. En su concepto, ello podría
deberse a que los proyectos educativos no mostraban tan rápidamente resultados y
ello desanimaba a los aportantes; aunque se reconocen posibles deficiencias de
información o que ‗las empresas consideran más conveniente invertir fondos en
programas de fortalecimiento del sistema de democracia económica‘ (DVC 1971).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 233

La afiliación de las llamadas Organizaciones voluntarias de acción social, muestran


también una disminución de la actividad; había ocurrido un crecimiento rápido desde
el comienzo del DVC, hasta el año 1968, momento en el que comienza a ser más
pausado por la reducción en la inscripción de nuevas entidades (DVC: 1972).

Esta declinación coincide con el comienzo de una nueva época en las relaciones
entre la empresa y sus entornos social y estatal, situación que ocasionó también
un giro significativo en el manejo del DVC. Como hemos visto, en éste período las
críticas al capitalismo y a las políticas económicas sustitutivas, recalcaban su
fracaso como formulas de crecimiento y desarrollo; los empresarios, tanto como el
establecimiento reciben agudos cuestionamientos199. En relación a lo anterior, en
1976 los directivos del DVC con Marcel Granier a la cabeza hacen un temeroso
diagnóstico en el que consideran que la empresa privada está en peligro, puesto que
sufre muy fuertes ataques y no puede defenderse, razón por la cual se decide
emprender una campaña publicitaria de gran alcance para mejorar su imagen,
presentando en los medios de comunicación las realizaciones y los beneficios que
deriva la sociedad de su sector empresarial (DVC 1976).

Los infructuosos esfuerzos por acrecentar la base de afiliados y elevar las


contribuciones al DVC, del mismo modo que la nueva percepción del compromiso
social de las empresas, llevaron a que se redujera el nivel de los aportes exigidos a
los empresarios afiliados, operándose un cambio, que significa la declinación de la
idea de compromiso empresarial que deseaba sacar adelante Mendoza, y el
surgimiento de una nueva forma de concebir la contribución del empresariado a
la sociedad.

La propuesta de modificación de estatutos presentada en el informe de 1976,


reconocía que se afrontaba un estancamiento en el número de afiliados y que la
exigencia de aportar entre 2 y 5 % de utilidades anuales eran la causa del mismo,
ya que muchos empresarios entre los más fuertes ‗no están dispuestos a contraer
compromisos en forma taxativa y obligante‘ (DVC 1976: 5).

199
La mayoría de éstas críticas y polémicas se desarrolla en el ámbito periodístico, pero de
ellas quedaron algunos libros representativos, p.e, Rangel D., (1972); Martín A. (1975).
234 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Una vez aprobada la reforma, el compromiso de las empresas asociadas al DVC


se redujo ‗a destinar al servicio de la comunidad un porcentaje de las utilidades netas
de la empresa cuya cifra determinará libremente el propio asociado, o una cantidad fija
anual la cual determinará libremente el propio asociado‘ (DVC 1976: 8). Es destacable
que se mantuvo la libertad para que el asociado decidiera el destino de sus
contribuciones, pero se le pedía que atendiera recomendaciones de la asociación y
coordinara con ella su acción; también que en el cálculo del aporte, ‗no se computará
aquellas contribuciones cuyo destino sea beneficiar contractual o voluntariamente al
personal de la respectiva empresa‘.

De este modo, se quitaba la exigencia de aportes a los afiliados, y se insistía una


vez más en estrategias publicitarias de mejora de imagen. Esto último deja ver, no solo
la típica lógica de un empresario de medios como Granier que era el directivo de
entonces, sino la intención de disminuir los compromisos más serios y tangibles
que la organización llegó a tener. Evidentemente queda atrás la perspectiva un poco
más comprometida que había propuesto Mendoza y los fundadores del DVC, y
comienza a tomar cuerpo el estilo de la responsabilidad social empresarial de exiguo
esfuerzo y fuerte divulgación, que es más usual en los últimos años.

Este cambio de rumbo en el DVC, coincide con una etapa crítica de la vida
empresarial: en un primer momento los críticos más radicales del capitalismo y las
políticas sustitutivas, denunciaron el favorecimiento de una elite empresarial
enriquecida y poco productiva; más adelante, ya avanzado el primer mandato de
Carlos Andrés Pérez, se crearon condiciones más exigentes de competencia y
apertura de espacios a otros inversionistas, a tiempo que el ejecutivo debilitaba sus
nexos con la primera generación de industriales de la que hacía parte Mendoza.

En los siguientes años del DVC se mantiene la formula de defender la imagen del
empresariado por medio de la publicidad, en un escenario económico en el que la
economía y el modelo sustitutivo sufrían impactos desestabilizadores.

Del informe de actividades de 1979, se puede deducir que la supresión del


porcentaje obligatorio a aportar no había propiciado mejoras en la situación del DVC.
De modo discreto, en este año se menciona un estancamiento en los ingresos, que
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 235

conduce a limitar las acciones a emprender. Por otra parte, incidieron factores del
momento: el proceso inflacionario redujo el rubro de gastos generales; asi mismo
las alzas salariales obligatorias y la necesidad de vincular personal de promoción
agudizaron éste déficit, que pareció atenuarse con algunos aportes importantes de
‗contribuyentes no afiliados‘. Se trabajó en una campaña para divulgar las
realizaciones del DVC en sus 16 años de actividad, teniendo por propósito también
motivar la afiliación de nuevos empresarios; con apoyo en contribuciones extras,
se publicaron anuncios de prensa que destacan aportes al mejoramiento de la calidad
de vida como producto de los programas de salud, recreación, educación, deportes
(DVC 1979).

Dos años después, nuevamente se emprendieron campañas publicitarias para la


defensa del empresariado ante los sectores hostiles, exhortando a hacer ver los
beneficios que aporta la empresa privada a la sociedad, en medio de los dos frentes
que típicamente se consideraban antagonistas: ‗existe un reconocimiento vago de la
importancia del papel del sector privado en la economía, pero la preponderancia del
Estado a través del ingreso petrolero, y las campañas de descredito, han hecho mella
en ese reconocimiento‘. En esta oportunidad se recomendaba hacer énfasis en los
beneficios aportados presentando declaraciones de trabajadores y consumidores; y
acudir también a artículos, programas de opinión, reportajes y entrevistas (DVC 1981).

Desde comienzos de los años 80s, el propósito de promover la incorporación de


nuevas firmas, y asi aumentar los ingresos para realizar programas, había tropezado
con dificultades relacionadas con el entorno económico. Las crisis que afectaron el
sector industrial y comercial, especialmente la del segundo semestre de 1980,
dificultaron a un gran número de empresas el pago de contribuciones; el informe
enfatiza en que se cancelaron, aunque con retraso. Otro de los efectos de la situación
fue el de desalentar la incorporación de nuevas empresas, lo que siempre ocurría en
períodos de agitación política o electoral; también se chocaba con la idea que la
resolución de los problemas sociales que planteaba el DVC, era una obligación del
Estado.

Las actividades del DVC como proyecto impulsado por Mendoza, cierran un proceso
de varias décadas en las que éste industrial dio vida a una concepción del papel
236 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

social del empresario, que por una parte, contenía elementos inherentes a su
sensibilidad personal y a la tradición de su grupo social y familiar; y por otra
componentes estratégicos y políticos relacionados con la situación del empresariado
ante las políticas económicas del período en que actuó.

Al mismo tiempo estaba presente la influencia petrolera, el surgimiento de la industria


privada nacional y estatal, la conformación del empresariado y algunas organizaciones
funcionales al mismo. En este proceso, la proximidad e interacción de diversos
individuos p.e., Carlos Lander, Luisa Amalia Vegas, Alfonso Ravad conectó campos
de acción variados y complementarios como la academia gerencial, las entidades
asistenciales de empresa, el grupo Mendoza, la empresa industrial estatal, en los que
se compartían y reforzaban las ideas sobre el papel del empresario en la comunidad; se
visualizaban en conjunto fenómenos como la creciente pobreza y desequilibrio social;
el problema de la insurgencia; la expansión del Estado.

En relación con la actividad y figuración que tuviera en sus primeros años, desde la
década de los 80s el DVC se estanca y tiene un papel más discreto en la vida
nacional. Como veremos, esta situación no se debe a que decayera entre los
empresarios el interés por las acciones fundacionales y asistenciales, sino más bien
que se presentaban otras formas de acción y tenían más aceptación nuevas
estrategias de presentar socialmente contribuciones y ayudas privadas a la
sociedad.

2.9.9 Nuevos protagonistas, modalidades y formas de


responsabilidad empresarial
En el marco de los booms petroleros de los años 70s y del incesante crecimiento del
Estado, aumenta el interés de los empresarios por establecer fundaciones y otras
organizaciones empresariales, en un proceso que llegaría a ser más notable en los
años 80s (Méndez Ch, 2003). En unos casos se trataba de una formalización y
replanteamiento de los propósitos que inicialmente las habían animado; en otros de
nuevas organizaciones se fundaban y empezaban actividades; lo más destacable es la
diversidad de objetivos y formas de acción que surge y que resulta muy
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 237

contrastante respecto a las concepciones y prácticas que había desarrollado la primera


generación de organizaciones.

En el frente estatal, después de la nacionalización petrolera, la empresa pública


PDVSA, continuaba la tradición de asistencia y ayuda a diferentes causas y grupos
sociales. A nivel del empresariado nacional se organizaron nuevas fundaciones como
Polar; en 1976 Fundametal para la capacitación industrial y Grupo Santa Lucía,
enfocado a la reflexión y opinión sobre temas de interés público y desarrollo nacional.
Es destacable también la fundación de Federación Venezolana de Fundaciones
Privadas en 1977; entidad que organizó eventos para fundaciones que compartían
intereses; divulgó modelos de inversión social del exterior; elaboró directorios de
fundaciones; representó a las fundaciones en consultas del Estado. Con el
ejecutivo se trataron temas tributarios como exención y exoneración del impuesto a la
renta, incentivos fiscales a empresas; y se expresaron reparos ante disposiciones
como la que obligaba a las fundaciones a gastar el 90% del presupuesto en asuntos
programáticos, argumentando que ello descapitalizaba a las organizaciones
(Méndez Ch., 2003: 91).

La segunda reunión internacional de fundaciones en 1981, reflejó el crecimiento de


organizaciones y una vez más su aproximación a entidades extranjeras. En el
evento participó como organizadora, la hija del fallecido empresario Mendoza, junto
a representantes de otras fundaciones como Polar, Council on fundations,
Fundación interamericana IAF, fundación Ford. Se habló del patrocinio de 41 empresas
nacionales; asistencia de 400 representantes de más de 100 fundaciones de Europa,
Latinoamérica, E.U., asistencia de Nelson Rockefeller y el presidente Luis Herrera
Campins200. El grupo se dividió en comisiones de salud, educación y desarrollo
agrícola se presentaron temas relacionados con el deber de los empresarios ante los
sectores desfavorecidos; por parte de Fundación Polar la urgencia de profesionalizar
el trabajo de las fundaciones y la necesidad de que en las directivas tomen parte
representantes de los grupos sociales objeto de atención (Méndez Ch., 2003: 106 –
107).

200
Vencemos # 141 1981.
238 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Algunas de las primeras fundaciones establecidas, continuaban sus programas, en


tanto que otras estaban abocadas a replanteamientos estratégicos. Ejemplo de las
continuadoras fue la Fundación Neumann del Grupo de empresas químicas
Corimon, que desde 1959 actuaba en el campo cultural y educativo, promoviendo,
entre otros programas, los de educación infantil con énfasis en pedagogía, creatividad
y artes. Hans Neumann su principal promotor, actuó en otras organizaciones
filantrópicas como el DVC, y se destacó por su concepción de que la actividad
fundacional debería ‗evitar todo viso de obra de caridad‘ generadora de conductas
paternalistas y de dependencia; del mismo modo que su llamado a evitar los excesos
publicitarios y la reducción de la actividad fundacional a propósitos de relaciones
públicas.

Por otra parte, también se presentaba la participación de los empresarios de la


primera generación en nuevos frentes de actividad fundacional como el tema
ambiental. Es asi como en 1975 se crea la Fundación para la Defensa de la
Naturaleza Fundena, con el aporte de Mendoza, Oscar Machado Zuloaga, Carlos
Beracasa, Gustavo Vollmer, William Phelps, Thomas Blohm; sus propósitos eran
apoyar la investigación aplicada y el manejo de áreas protegidas (Méndez Ch.: 89 ss).
Por ésta época, el Estado daba los primeros pasos en la definición de un marco
normativo y organización de las primeras instituciones relacionadas con medio
ambiente y recursos naturales renovables; la concurrencia privada al mismo tema
muestra una vez más el sentido de competencia y emulación de esfuerzos que se
manifestó en otras ocasiones.

Un proceso significativo de cambio e institucionalización de lo que era un pequeño


programa de asistencia a los propios trabajadores y su conversión en una labor
fundacional ocurrió en Empresas Polar. Esta firma empezó actividades en los
años 40s, y desde 1962 estableció la asociación El Puntal, dedicada a desarrollar
varios programas de ayuda a sus trabajadores y familiares, entre ellos educación
básica y para gestionar donaciones a organizaciones sin fines de lucro. En 1977,
siendo uno de los grupos empresariales más destacado en el sector de alimentos y
cervezas crearon la Fundación Polar; el acta de constitución menciona entre los
campos de actividad: educación, cultura, salud, recreación, desarrollo científico y
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 239

tecnológico en agricultura e industria, preservación del medio ambiente (Fundación


Polar 1977).

Los recursos de la fundación fueron aportados por las 18 empresas del grupo201;
desde su primer año, la dirección ha estado a cargo de Leonor González de
Mendoza, esposa del fundador y líder del grupo; en el presente ha alcanzado una
importante posición entre de las organizaciones de su género. En sus primeros años,
el avance del proyecto y las relaciones con su entorno, llevaron a esta organización
a definir como parte de sus principios y concepciones los siguientes: necesidad de
desarrollar una nueva visión de empresa que contribuya a demandas sociales;
aprecio por los ‗beneficios de imagen‘ y otras ventajas no económicas que se
derivaban de su actividad; defensa de la interdependencia y concertación con el
sector público para alcanzar mejores resultados; el campo de acción, se define
respecto a los posibles impactos productivos: ‗en ningún área podrá y deberá actuarse
con mayor conciencia y experiencia, que en aquella dentro de la cual se desenvuelve la
actividad de las empresas patrocinantes‘202.

Asi mismo, como destaca Méndez (2003: 93), el desarrollo de los programas de
Fundación Polar llevó a que se plantearan las dificultades para abordar y atender
directamente problemas significativos y la necesidad de crear modelos de acción más
adecuados para abordarlos. Se analizaron experiencias de fundaciones
norteamericanas dedicadas a campos como ciencia, salud y educación, cuya
actividad había contribuido a inducir transformaciones frente a grandes problemas. En
el campo de la gestión se avanzó en la idea de una inversión reproductiva y
ejecución de proyectos mediante cogestión, y un parámetro de gestión organizacional
donde los gastos de administración no podían superar el 20% del presupuesto.

201
Como ilustración del nivel de ingresos manejado, para el período 1980 – 1981, el informe
menciona 36‘047.579 bolívares, Ver Fundación Polar Informe de actividades 1980 – 1981.
202
Inicialmente las tareas desarrolladas son concesión de becas y otras ayudas a obreros
de las empresas y sus familiares; más adelante se adicionan programas de investigación y
experimentación en producción de maíz y soya, relacionados con variedades, regiones
agrícolas, paquetes tecnológicos, entre otros; despúes el patrocinio de publicaciones de interés
cultural y académico como el Diccionario de historia de Venezuela, Ver Fundación Polar
Informes de actividades 1977 - 1981.
240 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Otros ejemplos de cambio en la concepción y práctica de la actividad asistencial se


encuentran en la industria de licores y cigarrillos. Debido a restricciones en la publicidad
de sus productos, las necesidades de imagen corporativa, de compañías que habían
sido pioneras en actividades de asistencialismo a sus trabajadores, como Cigarrería
Bigott y Ron Pampero, conducen a que nuevas formas de acción como programas
de promoción y divulgación de la cultura y el folklor nacional, del mismo modo a
campañas de protección ambiental203.

En otros casos, firmas que habían sido destacadas y sortearon exitosamente las
fuertes crisis de los años 80s y 90s, emprendieron actividades fundacionales. Un
ejemplo importante fue el grupo de empresas del sector comercio, comunicaciones y
servicios que desde los años 40s había formado Diego Cisneros. La temprana
muerte de éste empresario llevó a sus hijos a asumir la dirección el grupo,
emprendiendo primero un ensanche de las inversiones, y una problemática
participación en la actividad financiera; pero más tarde una exitosa diversificación e
internacionalización, que tuvo por eje central negocios de información y televisión 204. En
1997 este grupo establece la Fundación Telcel, que desarrolla varios programas,
entre ellos los de educación y asistencia a niños y jóvenes en situaciones de
riesgo.

Si la etapa de nacionalización de recursos como el petróleo y el hierro en los años


70s, había alejado de la actividad asistencial y fundacional a pioneros y exponentes
destacados, como las compañías petroleras extranjeras, las políticas aperturistas de
los 90s, promovieron un rápido retorno de la inversión extranjera, que volvió a ser
notoria en sectores como el petróleo, pero también en otros como agroindustria, y
telecomunicaciones. Lo anterior motivó nuevas formas organizativas y prácticas de
Responsabilidad empresarial, que ahora fueron lideradas por la Cámara Venezolano
Americana Ven Am Cham.

203
Delgado N., Furiat C., Zambrano X., La imagen corporativa y el patrocinio cultural a través
de fundaciones privadas en Venezuela Tesis Comunicación social Universidad Central de
Venezuela 1991; Méndez Ch., 2003: 109, 134.
204
Sobre los primeros años del grupo y su fundador, véase: Bermúdez A., (1992); sobre la
segunda generación de continuadores (AVE s.f.); Bachelet Pablo ( 2004) y Sant Roz J.,
(2004).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 241

En esta nueva etapa, la llamada Alianza Social coordinó un trabajo conjunto entre
empresas extranjeras, Estado y organizaciones comunitarias orientado a promocionar
entre las empresas el tema de la Responsabilidad social RSE; crear directorios de
ONGs; divulgar nuevas metodologías como las de balance social; premiar
205
experiencias . Méndez (2003: 135 – 136) resume una de las particularidades de esta
nueva corriente señalando: ‗la finalidad de Alianza social no es defender la actuación
privada sino establecer buenas relaciones entre el gobierno y las empresas
transnacionales, este organismo toma el espacio dejado por la Federación de
fundaciones privadas‘.

Las organizaciones y fundaciones de los años 80s y 90s, tuvieron formas de acción
sustentadas en conceptos gerenciales y modelos de trabajo propios de la concepción
estratégica y competitiva de la etapa neoliberal de la economía; en algunos de ellos
participó el DVC, y sus formas de acción en gran parte estuvieron orientadas a los
beneficios de imagen corporativa e impacto en sectores significativos para sus planes
competitivos.

Algunos de éstos nuevos programas fueron: la promoción del trabajo voluntario,


para que grupos de empleados y sus familiares y amigos, participaran en tareas
de interés social y comunitario emprendido por Fundación Telcel; aporte voluntario
por nomina AVN, fue aplicado en una variedad de firmas, en las gerencias
promovieron entre sus empleados la donación de un porcentaje de su salario,
comprometiéndose a contribuir con una cantidad equivalente, para destinarla a obras
sociales; de modo similar, se promovió entre los consumidores el programa ‗dona tu
vuelto‘206.

Dentro de la sucesión de prácticas empresariales del siglo XX, éstas recientes


modalidades corresponden a una postura pragmática y gerencialmente

205
Los propósitos de esta etapa, junto con nuevos marcos conceptuales y algunos de los
programas fueron descritos en varios documentos, en los que se conectaron éstas iniciativas
en una misma línea de desarrollo histórico, con la realizaciones filantrópicas de Mendoza y el
DVC, aunque diferenciando aquellas por su carácter más avanzado como estrategias de
empresa y gerencia, Ver Alianza Social – Ven Am Cham 2004ª, 2004b.
206
Dinero # 181 2004
242 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

profesionalizada, en que se ha estructurado el discurso de la Responsabilidad Social


Empresarial RSE como un versátil conjunto de herramientas, para que las
compañías sean un ‗buen ciudadano corporativo‘ y puedan tener una línea de conducta
aceptable y presentable socialmente. En tales metodologías, los componentes
estratégicos e instrumentales tienen prioridad, y los programas son mecanismos para
posicionarse mejor en el mercado y afianzar la competitividad. Estos planteamientos
están más cerca de las tareas de imagen corporativa y relaciones públicas, que de la
tradicional caridad o filantropía, y avanzan en un escenario global en que las
instituciones de protección social, los derechos laborales y la noción de ciudadanía se
han debilitado en extremo.

Es evidente que frente a las actividades asistenciales, filantrópicas y fundacionales del


empresario Eugenio Mendoza, que son el centro de este estudio, las prácticas más
recientes que hemos reseñado, evidencian tanto cambios en el escenario en que los
empresarios desarrollan su ‗acción social‘, como cambios en las concepciones y
prácticas que aplican. Para un entrevistado representativo de la primera época de
pioneros industriales venezolanos como Alberto Vollmer (Padre)207, quien asistió al
célebre encuentro de ‗Empresarios por la responsabilidad social‘ de Maracay en
1963, hay una gran diferencia entre los supuestos y formas de actuación que
animaron a su generación y las de los empresarios que en la actualidad siguen los
parámetros de RSE de una entidad como Cámara venezolano americana de Comercio
VenAmCham.

De acuerdo a la perspectiva de este veterano empresario, en las prácticas que


promueve esta influyente cámara, lo que cuenta como punto de partida es una fría
medición del impacto y tasa de retorno de cada unidad de inversión social; se calcula
más lo que va a derivar el inversionista como beneficio en imagen e influencia sobre
sectores sensibles del mercado, que su verdadera contribución a solucionar un problema
fundamental de la sociedad. Enrique Sánchez, otro destacado hombre de empresa y
de obras asistenciales y fundacionales, coincidió en lo esencial con este

207
Entrevista, Caracas Septiembre 3 de 2007.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 243

planteamiento, resaltando además la poca trascendencia actual de entidades como


el DVC, en relación con la importancia que tuvo en sus primeros años208.

En síntesis, los puntos de vista presentados dejan en claro que había terminado una
época y estilo en que los hombres de negocios se relacionaban con la sociedad y
buscaban su aceptación. La primera generación de empresarios, de la que hicieron
parte Mendoza y Vollmer, realizó inversiones benéficas y promovió instituciones
asistenciales, que también estaban orientadas a conseguir fines pragmáticos y
propósitos legitimadores concretos en el marco de las política de industrialización
sustitutiva del momento y frente a las condiciones y al medio social en que actuaban.
Sin embargo, en comparación con las prácticas recientes, lo que hizo la primera
generación reveló algunos elementos humanitarios y caritativos propios del habitus de
un grupo industrial pionero, más directa y claramente dirigidos a problemas sociales;
en tanto que las acciones de los exponentes actuales, diversos en su composición
sectorial, parecen corresponder en mayor medida a sus particulares planes
estratégicos y competitivos. La característica falta de transparencia que mantienen
los promotores de la RSE, sobre el nivel de las contribuciones en relación con sus
utilidades y otras variables económicas, más aún después que se derogó el
porcentaje mínimo que había aplicado el DVC, refuerza una imagen de
inconsistente y poco significativo aporte.

2.10 Síntesis: asistencialismo empresarial y permanencia del


paternalismo
Para los empresarios como Mendoza y otros que asumen el rol de ‗patronos generosos‘
(Ver anexo 1), los beneficios y aportes que ‗liberalmente‘ asignan a los trabajadores
además del salario, tiene un significado cambiante en el tiempo. Desde la periodización
que hemos propuesto, podríamos decir que en las visiones construidas en la primera
etapa de fundadores y pioneros, influye mucho la idea de pobreza e inferioridad
irremediable de los trabajadores; con las dádivas se pretende compensar los bajos
salarios, y remediar en algo una notoria mala situación, que suponen los patronos, no
pueden o quieren afrontar sus trabajadores.

208
Entrevista, Caracas Agosto 25 de 2007.
244 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Servicios como vivienda, comedores, asistencia médica y educación básica, están


dirigidos a solucionar necesidades esenciales, que no provee el Estado y de los
cuales depende la estabilización de los individuos en su papel como primera
generación de trabajadores industriales; del mismo modo se pretende promover adhesión
y compromiso con el empresario y sus exigencias productivas.

Los empresarios industriales pioneros, que hemos estudiado, tenían en común el


haber desarrollado sus habilidades empresariales y técnicas siendo muy jóvenes y en
la práctica del trabajo. Aunque la mayoría de ellos descendía de estirpes notables y
estaban provistos de cierta educación y cultura aportada por el medio familiar,
empezaron sus empresas con muy limitados medios.

Es muy probable que este origen los hiciera más abiertos a confrontar el espacio
sociopolítico que los rodeaba y más próximos y sensibles a las necesidades de sus
trabajadores: un trabajo que comienza en pequeña escala, con pocas diferencias y
distancias entre patrono y empleados es un espacio que resulta propicio, al menos
en las primeras etapas de las firmas, al surgimiento de un tipo de integración afectiva
paternalista, a veces necesaria para la generación de un gran potencial de fecundo
esfuerzo laboral y productividad (Gómez H., Márquez P., 1998).

En una segunda etapa, después de 1950, ya en el escenario del Estado rentista


venezolano, la organización de las prácticas de bienestar y asistencia se modernizan,
pero persisten en trabajadores y directivos un buen número de actitudes y sentimientos
típicos del vínculo paternalista. Por otra parte, los empresarios favorecidos por los
apoyos estatales de las políticas de industrialización sustitutiva, a través de su
publicitado asistencialismo buscan consolidar mecanismos de prestigio e influencia
política: se trata de construir una imagen de respetabilidad y orientación filantrópica,
tanto para seguir contando con la protección estatal, como para tener legitimidad y
aceptación frente a la sociedad en general.

Respecto a la relación laboral, como se trata de períodos más avanzados de las firmas,
hay mejores niveles salariales y adelanto organizativo, pero predominó la idea de la
incapacidad obrera para hacer un uso inteligente de los ingresos. Como veremos, la
cuestión de la falta de disposición para un ahorro que permitiera adquirir vivienda
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en el grupo Mendoza 245

propia, fue invocada muchas veces por Mendoza, como punto de partida para sus
esquemas de Cajas de ahorro y préstamos de vivienda.

En una última etapa desde fines de los años 60s, que detallamos arriba, sigue
presente la búsqueda de legitimidad, pero el elemento más significativo es la
institucionalización de las prácticas asistenciales. Asi mismo, es fundamental una
transformación, con la que se pretendió propiciar la participación de los trabajadores
como destinatarios de los programas y una actitud activa para la realización de sus
talentos y capacidades.
Si bien, hubo grandes avances en materia de legislación laboral y actividad sindical, que
transformaron el escenario empresarial nacional, la mutación y continuidad de
elementos paternalistas en la vida laboral después de 1958, se explica por la debilidad
del sistema de protección social (seguridad social, pensiones, ley laboral), del mismo
modo que por los factores del entorno socio político de regulación de las relaciones
laborales, que seguían dejando espacio a la autonomía del empresario para definir el
orden interno de las relaciones laborales.

Asi mismo, la ausencia de consistentes instituciones regulativas, pactos socio políticos de


gran alcance, o actividad sindical independiente y firme, hacía que influyeran más las
tradiciones de las elites, la cultura del rentismo petrolero y el mismo paternalismo estatal
en la configuración de las relaciones sociales en la firma. De este modo, resultaron
muy determinantes el voluntarismo empresarial y el particularismo de la firma en la
definición de las condiciones de trabajo y ‗trato‘ a los subordinados.

En casos como los que examinó el presente estudio, este gran margen de autonomía
para la firma llevó a que se construyera el modelo de relación laboral paternalista, que
aunque se puede considerar más excepcional que dominante a nivel nacional, por ello
mismo resulta notable y generador de interrogantes.

En el caso de Mendoza, los rasgos sensibles de su personalidad, tradiciones familiares y


cultura empresarial conformada en su consorcio, en las condiciones del auge rentístico
de su entorno, y en el marco institucional de autonomía de la empresa para definir el
manejo laboral y social de sus empleados, llevan a se genere el particular estilo de
gestión que hemos visto. Desde los años 60s, esa forma de manejo de la firma se
246 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

enunció y quiso mantenerse por las cualidades de equidad y armonía social que, se
consideraba su fundador y primeros directivos le habían aportado.

La notoriedad del fundador en el escenario político y el liderazgo que había alcanzado


en el campo empresarial, desde su temprana actuación como ministro en los años 40s, y
luego sus proyectos políticos, explican su esfuerzo por proyectar fuera de sus
empresas, lo que veía cómo sus fórmulas de armonía social y progreso. Asi se entiende
la actividad filantrópica de las fundaciones y el que, con el Dividendo Voluntarios para
la Comunidad DVC, haya motivado e integrado el esfuerzo de los más importantes
empresarios para actuar frente a los problemas del país.

Sin embargo, la decidida y loable idea del DVC, en lo que significaba como auténtico
compromiso del empresariado con la equidad social, se deja de lado tiempo después de
ser establecida la organización. De ese modo, esta propuesta tan ligada a la figura y
estilo de actuación de Mendoza, y típica del rentismo petrolero, se olvida como
posibilidad de responsabilidad consecuente de las elites económicas con la sociedad.
3. Concepciones y prácticas del paternalismo
empresarial en la región antioqueña
En este capítulo, se analizarán las más notorias actitudes y prácticas paternalistas
evidenciadas en un conjunto de firmas representativas del desarrollo empresarial
antioqueño, especialmente de la industria, durante el siglo XX. Con base en los aportes
descriptivos y analíticos de diferentes estudios de historia empresarial se describirá y
explicará cómo surgen y se transforman en los espacios fabriles particulares estas
formas de interacción entre patronos y trabajadores, destacando las concepciones de
los actores sociales y los elementos en torno a los cuales estructuran sus relaciones
de reciprocidad.

El fenómeno que exploramos ha sido notable en ésta región pionera de la


industrialización colombiana, cuyo desarrollo empresarial ha motivado un buen número
de análisis. Como se notará, se siguen muy de cerca las particularidades del manejo
laboral en varias empresas, integrando aportes descriptivos y narrativos, de estudios
académicos reconocidos e imprescindibles en la materia, como también de algunas
típicas historias institucionales de organizaciones y empresarios.

Entre los hallazgos de la investigación sobre cultura obrera y actividad sindical en el


período 1919 - 1945, para cuatro núcleos urbanos significativos (Bogotá, Medellín,
Barranquilla y Barrancabermeja), Mauricio Archila (1991) presenta varias
evocaciones e imágenes del viejo trato paternalista hacia los trabajadores. En primer
término, a pesar de las duras y a veces inhumanas condiciones que vivieron, se
manifiesta una nostálgica percepción en muchos de sus entrevistados, como ‗años
dorados‘. A tono con escenarios laborales de manejo muy personalizado y carentes de
especialización de las tareas administrativas, los primeros recuerdos se referían a una
fácil vinculación a las empresas, sin mayores trámites o exigencias de preparación;
248 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

en el caso de Antioquía se destacan los nexos familiares como otro factor de la


informalidad reinante.

Para el autor la falta de requisitos de ingreso no se explicaba solo por la baja


calificación de las actividades a realizar o por la pequeña escala de los
establecimientos, sino por la intención de los empleadores de crear lazos personales
con los trabajadores. Como se verá, esta forma de vincularse al mundo del trabajo,
es entendida por el trabajador más como generosa concesión personal, que como
producto de un impersonal proceso de selección; de lo cual resultan sentimientos de
lealtad, que mediante dádivas y actitudes deferentes podía ser acrecentado a lo largo
de la vida laboral.

Los trabajadores recordaban concesiones tales como regalos, especialmente en


navidad; ayudas y prestamos en situaciones difíciles, reuniones y actividades que se
compartían a propósito de celebraciones religiosas; y de modo muy especial la
cordialidad y deferencia de ser llamados por su nombre y ‗como si se tratara de viejos
conocidos‘; también la formalidad y puntualidad del pago, aunque se reconociera éste
como reducido. Lo anterior era más usual en Antioquía, pero también ocurrió en
empresas del centro del país, lo que sorprende por tratarse de una región en donde
se tendía a marcar más las distancias sociales entre patronos y trabajadores (Archila
M., 1991: 128).

Las prácticas paternalistas estaban ligadas tanto a la percepción del trabajador como
alguien ‗pobre‘ que requería caridad y moralización de parte de los empresarios,
como a la intención de ocultar las duras condiciones de trabajo y el trato despótico que
se impusieron a las primeras generaciones obreras y suavizarlas en algunos
momentos; era una combinación de elementos de dominación y explotación. Similar
perspectiva paternalista estuvo implícita en proyectos municipales de construcción de
barrios obreros; campañas antialcohólicas y moralizadoras; oposición a la aplicación
de normas sobre exclusión de menores del trabajo, argumentando que quedarían
expuestos a la vagancia y corrupción moral (Archila M., 1991: 132).

En las primeras fábricas de este período, ocurrió la alternación de momentos de


suave trato paternalista con otros más prolongados de mando arbitrario y
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 249

desconsiderado. Lo anterior, hizo que a pesar de las duras condiciones impuestas,


muchos trabajadores tuvieran una percepción de los empresarios como personas
bondadosas, dado que los asociaban con los buenos momentos y las cosas
aceptables que recibieron, mientras que atribuían todo lo negativo y abusivo al
capricho o celo excesivo de capataces y mandos medios.

Para muchos entrevistados por Archila y Weiss, la misma valoración positiva del
patrono se desprende de la contrastación de la etapa vivida como trabajador
industrial y los anteriores trabajos rurales y agrícolas mucho más precarios. Frente a
las lógicas de cálculo y control estricto de la producción, además de otras adversas
condiciones que se introdujeron en una etapa posterior, cierta autonomía en el
desempeño de las tareas y laxitud en las exigencias productivas de las primera
fábricas, también se percibieron como parte de la añorada época paternalista y
alimentaron la resistencia de los trabajadores a los cambios (Archila M., 1991: 149).

De acuerdo a la mencionada investigación de Archila, para una parte de las


compañías ocurre una extinción de las relaciones paternalistas por efecto de cambios
en la mentalidad obrera, relacionados con las luchas y presiones de la actividad
militante, que creaba los primeros partidos socialistas y organizaciones obreras. Estas
acciones dejaban al descubierto para los trabajadores, el nexo de la supuesta caridad
y humanidad con la explotación y el despotismo. Por otra parte, influyeron también
nuevos elementos del manejo del Estado, e incluso la transformación en las
concepciones de organización industrial, por la llegada de nuevas generaciones de
empresarios.

Sin embargo, se admite que en otros casos esa modalidad de autoridad tuvo cambios
que aseguraron su continuidad. Entre ellos se mencionan conferencias, programas de
alfabetización, actividades de los ‗Secretariados sociales‘ y programas a cargo de
trabajadoras sociales con fiestas, reinados y otras actividades de distención y
aprovechamiento del tiempo libre con fines moralizadores.

A continuación, destacando particularidades regionales, del mismo modo que


incluyendo pormenores descriptivos, nos ocuparemos de exponer un conjunto de casos
ilustrativos de la zona antioqueña. Se examinarán firmas del sector textil, del mismo
250 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

modo que el caso de Corona, firma de larga permanencia, hoy un grupo próspero
grupo empresarial, especialmente sus modalidades del asistencialismo, dádivas y
deferencia; la pervivencia y mutación de las prácticas, en medio del crecimiento de las
organizaciones, profesionalización, aumento de su complejidad, y a veces, surgimiento
de sindicatos.

En esta recopilación de prácticas y modalidades se pretende mostrar la diversidad y


variabilidad de un fenómeno que pervivió por varias décadas, mostrando cambios y
mutaciones en la forma como patronos y trabajadores estructuraron sus percepciones,
vínculos, reciprocidades e intercambios.

Veremos cómo, a tono con el crecimiento de las firmas, las primeras modalidades
personalizadas, dieron paso a estructuras más complejas que tendieron a conformar
esquemas asistencialistas y de provisión de servicios; en varios casos estas
modalidades coexistieron con organizaciones sindicales, pero en la mayoría fueron
un factor disuasivo de la generación de tales expresiones. Con diferente intensidad
ese esquema de autoridad se apoyó en elementos de la fe católica, y generó variadas
formas de integración y control social, siendo la región antioqueña la zona con más
notorias expresiones de religiosidad, dadivosidad y elaborada ideología empresarial.
La última parte del texto, se ocupa de las dinámicas de cambio y crisis de la estructura
social paternalista que parecen más comunes a todos los casos considerados, aún los
otras regiones que se detallan en otro lugar (Ver anexo 5). Se pretende explorar una
serie de procesos que debilitaron las modalidades paternalistas de entendimiento entre
patronos y trabajadores o determinaron nuevos rumbos y formas de evolución.

Como parte de las vías de transformación, se toma en cuenta el surgimiento del subsidio
familiar y las Cajas de compensación que fueron una forma de racionalizar e
institucionalizar las tradicionales y arraigadas concesiones; en seguida se examinan
procesos internos de racionalización del manejo laboral, en los que el aporte de la
ingeniería fue relevante. Por último se esboza un conjunto de cambios, que en algunas
compañías fueron un importante factor de la transformación en el manejo laboral: los
cambios flexibilizadores ocurridos desde los años 80s en las formas de contratación y
el manejo laboral.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 251

Estos y otros ajustes aperturistas, bien conocidos en las últimas dos décadas,
conducen en algunos casos a que se impongan tajantemente las condiciones de
mercado y una acentuada precarización del trabajo, y en otros significan la adopción
de nuevos modelos, en los que al lado de muchos elementos novedosos en dirección a
conseguir competitividad y eficiencia, se retoman e incorporan algunos componentes del
pasado, generando organizaciones que los estudiosos han definido como neo
paternalistas.

Cuando ello sea posible, por disponibilidad de información y permanencia de las


compañías, se abordarán los procesos de cambio o declinación definitiva del dominio
paternalista a partir de los años 70s. Por una parte ha ocurrido la extinción,
generalmente en el marco del estancamiento y crisis de sectores industriales
específicos, en otros casos se ha percibido una evolución hacia la filantropía y las
políticas de Responsabilidad social empresarial; muchas de ellas estrechamente
vinculadas a las nuevas concepciones de manejo flexible y competitividad en auge
hoy.

3.1 Religiosidad y espíritu emprendedor como sello


regional
La región antioqueña se destacó por su desarrollo atípico dentro de la historia
colombiana. Aunque es un lugar común de la historiografía y toda una corriente de
estudios lo sustenta, debe mencionarse lo esencial de este proceso. A excepción
de la minería, ésta casi deshabitada zona tuvo pobres iniciativas productivas en el
período colonial, pero a fines del siglo XIX la diversidad de sus actividades y el impulso
de su crecimiento económico y demográfico comenzaron a situar lo particular de una
trayectoria de desarrollo, que conduciría a la generación de la primera burguesía
industrial del país.

La capacidad de su dirigencia política y empresarial para mantener la región al margen


de los destructivos conflictos y guerras civiles, aún los del período liberal radical de la
segunda mitad del siglo XIX, evidenció un pragmatismo con el que se logró garantizar
252 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

estabilidad y condiciones propicias al avance de los negocios y al progreso


material209. Del mismo modo, el dinamismo y las diversas oportunidades para la
actividad económica a pequeña escala evitaron el desarrollo del sistema hacendario
y las relaciones de servidumbre que tuvieron presencia en otros espacios.

Es destacable que la orientación práctica e innovadora en el terreno económico se


combinó con un fuerte conservadurismo en lo político y una gran influencia de la
iglesia católica en múltiples aspectos de la vida de esta provincia. La trascendencia
del factor religioso en relación con la cultura regional y las formas de actuación en
la vida económica, fue perceptible en diferentes dimensiones, entre ellas en los
medios empresariales y sus formas de autoridad, tan típicamente paternalistas.
Retomando aportes del estudio de Patricia Londoño (2002), resumiremos a
continuación algunos aspectos de ese influjo religioso en la conformación de las
relaciones sociales en el trabajo.

En esta región se mostró con mucha claridad, no solo la significación de la alianza


tácita y vigorosa entre el partido conservador y la iglesia durante gran parte del siglo
XIX, sino también el relativo buen entendimiento entre esta agrupación política y el
liberalismo. Como los antecedentes coloniales no habían dado mucha riqueza y poder
a la iglesia en esta montañosa provincia, las tendencias anticlericales no fueron tan
fuertes en los sectores liberales. Las prácticas comunitarias de una religiosidad muy
activa y vital, convocaban a sectores sociales superiores e inferiores de la sociedad,
propiciando formas de sociabilidad, interacción y cohesión social. Al compartirse
creencias y ritos de mucho arraigo se reducían las distancias sociales y se creaba
una ‗atmosfera de familiaridad‘ que dejaba menos espacio al conflicto; al mismo tiempo
se reforzaban tradiciones que se habían formado en los trabajos de arrieros, mineros
y cultivadores de café.

209
En la dura confrontación de mediados del siglo XIX, los fundadores del partido
conservador colombiano, Ospina Rodríguez y Eusebio Caro, exhortaban a sus copartidarios
a resistir el dominio liberal, sin acudir a las armas y preservando la paz necesaria para
‗…el desarrollo de la agricultura, el comercio y la industria, para el adelanto de la instrucción
pública y la moralidad; para la civilización y prosperidad de la república..‘ Ver Ospina R., Caro
E., (1850).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 253

La orden de los jesuitas había actuado frente a la ‗cuestión social‘ en Europa,


inspirada en el Rerum Novarum, primero a través de asociaciones devotas, luego
de sociedades obreras de ayuda mutua, y hacia los años 30s sindicatos católicos;
por ello no era extraño que en su actividad en Colombia se dirigiera de preferencia a
la naciente clase obrera de Medellín. Como parte de ese esfuerzo, Antioquia llegó a
ser la región con el mayor número de organizaciones laicas, y el más intenso
activismo y participación en todos los niveles sociales, con el que pretendió resistirse a
la difusión de ideas adversas a la moralidad y los mandatos cristianos.

El estudio reseñado, estima que para el período 1850 - 1930, al mismo ritmo que
ocurre la expansión económica (Londoño P., 2002):

‗..surgieron en la región casi mil sociedades, unas más formales que otras. La mitad
de ellas (455) perseguían fines culturales, unas 300 eran de carácter religioso y cerca
de 200 se dedicaban a la beneficencia. Funcionaban en cien poblaciones diferentes
del territorio antioqueño. Casi una tercera parte (294) estaban situadas en Medellín,
cifra elevada si se tiene en cuenta que Yarumal, la segunda en la lista, tenía 33,
seguida de cerca por Sonsón, con 31, Santa fe de Antioquía, con 27 y Rionegro con
24..‘

Algunas de las 298 asociaciones piadosas que funcionaron en la región en el


período indicado, integraron a artesanos y trabajadores masculinos en general, tal
fue el caso de las Congregaciones de obreros de San José y de la Candelaria, y el
Circulo católico de obreros; la primera de estas organizaciones en 1912 alcanzó una
cifra de 6000 integrantes en sedes de diferentes municipios. Estas asociaciones se
estructuraron como confraternidades con ritos, insignias y obligaciones de culto
específicas, que generaban respetabilidad y distinción social a sus prosélitos.

La Congregación de obreros de San José fue fundada en Medellín por los jesuitas
en 1846, y perduró aún después de 40 años de destierro de esta orden; con apoyo
económico de altos jerarcas católicos y personas notables, entre ellos industriales
como Alejandro Echavarría, construyó su propia sede con biblioteca, sala de
conferencias y actividades recreativas. Del mismo modo, se dio impulso al periódico
El Obrero entre 1911 y 1914, a servicios de botica, caja de ahorros y cooperativa de
254 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

consumo, oficina de colocación y sección de auxilios mutuos financiada con cuotas


semanales de los afiliados. Actividades como las veladas familiares, apuntaban a
aportar espacios recreativos con conferencias, cine y entrega de premios; a estos
actos asistía una numerosas concurrencia y se hacía posible el contacto y la
integración de las diferentes clases sociales (Londoño P., 2002: 119).

La importancia de la iglesia en la región era perceptible en el fervor de sus creyentes,


pero también en las cifras de organizaciones militantes; iglesias y capillas; eclesiásticos
por habitante y su peso porcentual en relación con otros departamentos. En el período
1850 - 1938 el número de eclesiásticos en Antioquia, respecto al total nacional pasó
del 17% al 30%; el análisis de las comunidades religiosas, en lo que se refiere al
número de sacerdotes y monjas activos por cada 100.000 habitantes, muestra que
mientras en Colombia había 2 la cifra de Antioquia era de 19 (Londoño P., 2002:
71, 81).
La vinculación al país de algunas de órdenes religiosas que se dedicaron a
actividades de caridad (hospitales, casas de socorro, asilos de ancianos, orfanatos,
lazaretos), catequización y educación en oficios, fue posible por invitación directa y
apoyo de notables conservadores, asi p.e., la familia Ospina: una de las hijas de
Mariano Ospina perteneció a las Hermanas Salesianas en el exterior, orden que
desde 1906 con ayuda de la casa comercial Ospina Hermanos se instaló en Medellín,
para impulsar la Casa taller María Auxiliadora dedicada a preparar muchachas en
oficios como lavado, planchado y costura. Estas actividades estimularon la
receptividad de la región a la religión, promovieron nuevas vocaciones, integraron
diferentes sectores de la sociedad y aportaron cohesión social (Londoño P., 2002:
101).

Otro tipo de organizaciones de inspiración religiosa en que actuaron destacados


integrantes de las elites antioqueñas, fueron las sociedades católicas. Una de las
más notorias fue la establecida en Medellín en 1872, liderada por el mismo Mariano
Ospina Rodríguez; aunque tuvo un carácter marcadamente conservador y militante
en sus posturas, como la oposición a la reforma educativa liberal y la participación en
el conflicto de 1876, desarrolló otras tareas en sus secciones catequista, docente y
beneficencia.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 255

Como una nueva dimensión de la proximidad entre los diferentes sectores sociales
que se ha destacado para la región de Antioquía, las asociaciones religiosas se
constituían en canales de comunicación, marco común de referencia y comunidad de
propósitos, entre adeptos de las más contrastantes situaciones socioeconómicas
(socios honorarios y ordinarios); entre benefactores y personas necesitadas que eran
socorridas. A este respecto, el tradicional ‗animo igualitario‘ en las relaciones sociales
de la región confluía con el entusiasmo con que los sectores adinerados ejercían
el mandato de la caridad.

Patricia Londoño (2002: 141), destaca que el propósito de las asociaciones era
controlar el comportamiento privado y aplicar sanciones a los infractores; a este
respecto debe recordarse que algunas de las prácticas de organizaciones benéficas
como la Sociedad San Vicente de Paul210, reforzaban estas tendencias al recomendar
el conocimiento y trato frecuente de los pobres a los que se ayudaba como forma
de influir más en ellos. En torno a la entrega de auxilios se generaban discursos
de control ético y social sobre los asistidos, asi los de la ‗limosna preventiva‘ y
contención del socialismo.

No obstante el papel de estos elementos como mecanismos de control social, se


reconoce en estas forma de interacción caritativa entre ricos y pobres y en las
creencias y ritos compartidos un papel integrador, toda vez que ‗la idea subyacente
era que la gente, más que en clases sociales, se dividía entre las personas decentes y
las malas o inmorales‘; lo anterior no implicaba que se borraran las distinciones entre
los distintos sectores, ya que estas se mantenían de formas diferentes en las
reuniones y rituales.

Otro rasgo destacado de la iglesia antioqueña es la capacidad de los párrocos para


estimular acciones propicias al progreso material, promover adelantos favorables a
las provincias liderando esfuerzos comunitarios, de modo que llegaba a ser:
‗intermediarios del esfuerzo colectivo‘, que ‗consideraban su deber enseñar y

210
El análisis de Patricia Londoño (2002: 207), también se refiere a la superioridad de la
Sociedad San Vicente de Paul de Medellín, sobre la de Bogotá, por el volumen de
fondos estatales recibidos y el número de personas y familias asistidas.
256 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

civilizar‘, en tareas como construcción de escuelas y asilos (Londoño P., 2002: 150
ss).

En el campo de las actividades benéficas, después de un arraigado predominio de


las órdenes religiosas en los frentes de la asistencia a enfermos, limosna y
protección a diversos desamparados, desde 1850 comienza a crecer la filantropía
particular de asociaciones y entidades variadas. El estudio de reseñado, señala la
alta valoración social de las actividades benéficas en la región, e identifica 215
organizaciones establecidas para el período 1850 - 1930, de las cuales 62 eran
hospitales; en muchas ocasiones los impulsores de estos programas consideraban
que de su esfuerzo individual se podían esperar mejores resultados que los de la
caridad oficial ejercida de modo burocrático e ineficiente. La información sobre
fundación de estas entidades permite apreciar un considerable crecimiento entre
1870 y 1880, hecho que se puede entender como la intensificación del activismo
católico en la más álgida etapa de confrontación a nivel nacional entre el
radicalismo y los sectores conservadores.

El influjo de la iglesia y su capacidad de incidir en la población, se manifestó


también en la importancia relativa del matrimonio y los menores cifras de hijos
ilegítimos respecto a otras zonas del país; aunque muchas de las variadas muestras
del poder y ascendiente de la iglesia que se han mencionado, se restringieron a la
zona central y más habitada de Antioquía, y en muchos casos fracasaron intentos
eclesiásticos y particulares por llevar ese esquema no solo al exterior del
departamento, sino a zonas distantes dentro del mismo.

3.1.1 Caridad y conveniencia en la filantropía de los


‘negociantes’ antioqueños
Durante la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX, ciertas condiciones
históricas y dinámicas económicas de la región antioqueña que confluyeron,
prepararon el ambiente para los primeros avances industriales. En esta etapa, como
actor económico fundamental en varias regiones colombianas se destacó la figura
del ‗negociante‘, quien ha sido definido como un tipo de inversionista y emprendedor,
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 257

que organizado en grupo familiar, actúa en campos de actividad tan variados como la
minería, comercio, rentas públicas, y especulación inmobiliaria (Dávila C.,1986).

La diversificación y complementariedad de sus actividades era una exigencia en una


época de alta incertidumbre para las inversiones. Dentro del conjunto de empresarios
del siglo XIX analizados por Molina (2006), se describen tres casos en que este
grupo social actuó como donante y favorecedor de algunas causas cívicas y
filantrópicas; como veremos estas actuaciones correspondieron tanto a una práctica
usual en los sectores adinerados, y a factores de conveniencia practica para los
negocios, como al tradicional recurso de favorecer la salvación con legados
testamentarios.

En primer término, el comerciante y accionista de la Compañía minera El Zancudo,


Leocardio María Arango realizó actividades que a la postre resultaron de interés cívico
y cultural: correspondiendo a su curiosidad e interés personal acumuló una
importante cantidad de objetos precolombinos comprados a guaqueros e
intermediarios; con sus propios recursos y esfuerzo organizó un museo, cuyo atractivo
y calidad fue reconocido por arqueólogos, coleccionistas y visitantes extranjeros. Del
mismo modo, como parte de su gusto por la arborización, donó terrenos al norte de
Medellín para construir un parque para la ciudad, que llegaría a ser el Jardín
Botánico (Molina L., 2006: 67 - 68).

El negociante Coriolano Amador, junto a algunos de sus negocios de urbanización,


con los que combinaba venta de materiales, emprendió actividades filantrópicas, a
través de un ente denominado Sociedad constructora de habitaciones para familias
desamparadas. Emplearon un sistema muy particular, en el que las familias
beneficiarias recibían la vivienda, cuando sus pagos mensuales por arrendamiento
totalizaran el valor de la vivienda; sin embargo como precisa Molina (2006: 93 - 94)
la entrega de la vivienda no era un compromiso formal, sino una promesa anulable
‗por mala conducta moral de inquilino o por cualquier otra circunstancia que la sociedad
estimara, sin tener que dar razón de su determinación a nadie. Cuando los
arrendatarios se hacían propietarios, no podían vender su casa sin permiso, quedando
la sociedad con el derecho preferente a comprarla por el precio en que se había
dado al inquilino‘.
258 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Para apreciar más la complejidad de estas obras benéficas, el autor cita apartes de
un escrito de este empresario sobre la forma de administrar bienes, en donde
desaconseja ‗los gastos hechos con espíritu cívico en obras de utilidad común‘ que
tendrían por destinatario a un público desconocido e ingrato; no obstante, en 1892 se
registró en un periódico el público agradecimiento de 21 personas que declararon
haber recibido como legado casas de calidad en el barrio San Vicente de Paúl. La
zona urbanizada fue después cedida a la Sociedad San Vicente de Paul para que
ella la explotara y administrara.

Dentro de este grupo de negociantes antioqueños, el más destacado tanto por su


logro económico como por sus contribuciones y donativos fue el comerciante,
agricultor y especulador con rentas públicas José María Sierra. Habiendo tenido un
origen modesto, con un persistente esfuerzo de explotación de haciendas, compra
de predios, préstamo de dinero y sobre todo con su gran habilidad para comprar y
usufructuar ventajosamente derechos de recaudo en rentas públicas, acumuló una
fortuna que a su muerte en 1921, superó los 12 millones de pesos (Molina F.,
2006: 283).

Siendo ya notorio por su riqueza, y a instancias de su yerno prestó colaboración a


causas sociales en Bogotá como la construcción del nuevo edificio para el hospital
San Juan de Dios, con el manejo inteligente de sus fondos depositados en el Banco
Central; del mismo modo respecto al Hospital San José, en el que se concretaba un
proyecto de la Sociedad de Cirugía, inspirado en una experiencia de Londres, las
ayudas proporcionadas, entre ellas donación de terrenos, lo hicieron merecedor de
que se diera su nombre a una de las salas (Molina F., 2006: 284 ss).

Sin embargo, lo más apreciable de su disposición a contribuir, se manifestó en los


donativos a obras benéficas que hizo como legado testamentario, el cual alcanzó un
monto de $175.000, cifra equivalente al valor de una de sus mejores haciendas.
Este acto caritativo se dirigió a, entidades de salud, orfanatos, asilos, cárceles e
instituciones religiosas; entre ellas, fueron seis hospitales las principales destinatarios
del 74.28% de la asignación, seguidas por los reclusorios; la distribución geográfica
de la ayuda recibida corresponde a las zonas en que se desarrollaron sus negocios
asi: Antioquía 63%; Cundinamarca 34% y Valle 3% (Molina F., 284).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 259

La viuda del negociante y los hijos que continuaron haciendo transacciones, con
frecuencia entregaron ayudas e hicieron dádivas a diferentes obras benéficas. Dado
que poseían numerosos terrenos acumulados dentro de la lógica de comprar a buen
precio y no vender, y que el desarrollo urbano posterior valorizó; fueron
constantemente requeridos para que hicieran donación de predios para vías y otros
propósitos de interés público. El legado de la viuda ordenó crear una institución de
beneficencia con personería jurídica para administrar los bienes que había
destinado a la construcción de casas para obreros, y atender la educación física,
moral, religiosa, industrial de menores abandonados, especialmente niñas. Llama la
atención por la explicación de esta acción como ‗deber social de toda persona
cristiana proteger y amparar a la niñez y a la juventud de las clases menesterosas
contra los peligros de diversa índole a que se ven expuestos‘ (Molina F., 2006: 285).

3.1.2 El empresario industrial moderno


En la Colombia de la primera mitad del siglo XX, con una dinámica muy notable de
inversiones y crecimiento, la región antioqueña llegó a liderar la industrialización
nacional y a ser base para un desarrollo fabril, que fue más especializado en
textiles. En este proceso, fueron importantes y decisivos elementos que venían
conformándose desde el siglo XIX: tradiciones y culturas de trabajo persistente;
prácticas integradoras de religiosidad católica; proximidad y buen entendimiento entre
patronos y trabajadores. Lo anterior conduce a la formación de una serie de
disposiciones y destrezas para los oficios y actividades empresariales en comercio,
minería, café211.

El estudio de Alberto Mayor (1984), caracteriza la irrupción del empresariado y elite


ingenieril, del mismo modo que la del componente obrero, que originó la
industrialización antioqueña. En este proceso fue fundamental tanto la formación de
un eficiente complejo técnico económico en torno a la actividad industrial, como la
generación de un dispositivo moral impregnado de elementos católicos; la interacción

211
Un gran número de análisis de historia social y económica, de ésta que ha sido la zona
más estudiada del país, confirman los antecedentes de esta preeminencia y significación en
la primera etapa de capitalismo industrial: Roger Brew (1977); Mariano Arango (1977); López
Toro (1979); James Parsons (1997); Alberto Mayor (1984); Fernando Botero (1985).
260 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

de ambos acabó siendo decisiva para conseguir la más adecuada disciplina y


disposición obrera hacia los exigentes requerimientos del avance capitalista. Lo que
se formó Según Pecaut (1982: 264), fue una ‗ejemplar coherencia de las estructuras
de dominación social…‘.

Este esquema de dominación tuvo eficacia por varia décadas, sustentando el


desarrollo industrial, y en él estuvieron presentes varias prácticas típicamente
paternalistas. De acuerdo al estudio de Mayor, a continuación se sintetizarán sus
principales rasgos considerando tanto aspectos de su formación, como de su
funcionalidad y aporte respecto al desarrollo capitalista.

En relación con los antecedentes históricos y las condiciones en que ocurrió la


conformación de las primeras fábricas, varios factores, entre ellos el papel ejemplar
del patrono y su laboriosidad consiguen la identificación del trabajador con la
fábrica como espacio central y destino en su vida (Mayor 1984: 252). Por otra
parte, se combinaron con pragmatismo elementos avanzados del capitalismo como
el taylorismo, con prácticas y concepciones religiosas que habían sido tradicionales
en la región, en un proceso que fue ajustándose y cambiando al mismo tiempo que
crecía la industria, para generar un diferenciado y específico modelo de autoridad y
organización social.

De acuerdo al estudio de Mayor, al comienzo del siglo XX, era ya notable la


laboriosidad y dedicación al trabajo del obrero antioqueño, pero aparecen tendencias
a la desorganización de su vida personal, intermitencia en su vinculación laboral e
individualismo que lo llevaban a migrar con facilidad en busca de mejores salarios;
por lo cual existió para el empresariado la necesidad de generar en sus primeros
obreros compromiso con el trabajo por vía de la auto realización.

La generación de los hábitos de trabajo que requería la actividad fabril, se consiguió


con la combinación de multas, estímulos materiales y códigos morales. En lo que llegó
a ser un proceso de adaptación de las empresas a las necesidades de los
trabajadores, con la concesión de viviendas, dormitorios y restaurantes gratis, o a
bajo costo, se encontró la fórmula para generar el necesario compromiso de los
obreros con el trabajo y con la compañía (Mayor A., 1984: 257).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 261

Para los sectores obreros que disfrutaban éstos estímulos materiales, del mismo modo
que para los sectores de obreras de origen campesino que ingresaban muy jóvenes
y que tenían una remuneración muy baja, como parte del dispositivo moral de control,
se crearon varias formas de inculcación de virtudes disciplinarias (Mayor A., 1984:
260). Los patronatos como instituciones regidas por religiosas, se ocuparon de
proveer alojamiento y protección a las obreras de las fábricas desde 1912,
fomentando la adhesión más profunda a los valores católicos, el control moral y la
realización del trabajo como un acto puro de virtud, que por su entrega y compromiso,
no requería vigilancia.

La gran cantidad de actividades religiosas y prácticas piadosas, promovidas por la


Compañía de Jesús y otras organizaciones asociadas, hacía parte de viejas
tradiciones regionales, y en la etapa de desarrollo industrial lograron controlar el
tiempo libre, garantizando una adecuada reposición de las fuerzas físicas que exigía
un buen desempeño laboral; asi mismo, los símbolos y prácticas católicas se
trasladaron a las plantas de producción y adquirieron un sentido de completo control
y vigilancia permanente (Mayor A., 1984: 262).

Las funciones del patronato relacionadas con la organización de formas de recreación


‗sana‘; adoctrinamiento católico; búsqueda de trabajo; educación elemental y cursillos
varios; caja de ahorros y préstamo; dormitorios y restaurantes; socorros mutuos;
contribuía a la acción doctrinal católica, tanto como a los fines pragmáticos de
estabilizar, proteger y formar una fuerza obrera dócil, en las primeras etapas del
avance fabril, en que muchos factores podrían dispersarla, indisponerla o distanciarla
de los roles que se esperaba que cumpliera. El temor a posibles brotes de
inconformidad o radicalización política fue un importante motivador de estos procesos
de organización en que se conseguía disciplina, sumisión y dependencia (Mayor A.,
1984: 266).

El empresariado, de fuertes convicciones católicas, participó activamente en la


conformación de los patronatos, promoviéndolos y desarrollando otras mecanismos
complementarios como premios y estímulos, alzas salariales, del mismo modo que un
gran número de ritos comunitarios integradores.
262 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Los valores igualitarios y relaciones interpersonales de confianza, familiaridad y


calidez, de un grupo social, tradicionalmente carente de prejuicios frente al trabajo
directo y compartido de cerca con los obreros, situaron a las primeras generaciones
de industriales en el papel de maestro - técnico, modelo y ejemplo cotidiano de
disciplina y trabajo esforzado; este rasgo estuvo presente aún en los ingenieros
formados en la Escuela Nacional de Minas, más imbuidos de racionalidad y cálculo.
Lo anterior facilitaba la adhesión de los trabajadores a los patronos y su percepción
de la empresa como una obra común; este acercamiento propiciaba en los primeros
la asimilación de las cualidades de disciplina, orden, respeto a los reglamentos y
lealtad, en reciprocidad; y en los segundos una mirada a sus dependientes menos
distante y clasista (Mayor A., 1984: 277s).

Los variados contactos personales entre empresarios y trabajadores, se mantuvieron


de muchas formas, sin que se introdujeran reglas impersonales, lo cual propició
una dependencia y confianza reciproca entre trabajadores y patronos, que solo se
debilitó con el crecimiento de las empresas. Con la solución de carencias y
problemas de los trabajadores, respecto a vivienda, alimentación, salud, educación
básica, etc., la empresa adaptaba su organización a las necesidades de los
trabajadores, y éstos tendieron a ver ésta como un interés central de su vida y a
identificar su éxito como el suyo propio. En este proceso fueron decisivos también
los patrones de socialización familiar antioqueña, con la imagen paterna encarnada en
la figura del patrono (Mayor A., 1984: 280 s).

En los años 30s la ética del trabajo parece debilitarse, con manifestaciones adversas
a la disciplina e indocilidad sindical; fenómeno que se manifestó también en daños y
descuidos en el manejo de los equipos, del mismo modo que en fallos en la calidad de
los productos, que persistieron a pesar de los controles administrativos aplicados
(Mayor A., 1984: 286). Exigencias y reclamos obreros sobre el cálculo y remuneración
de la producción realizada, demostraron el debilitamiento de los elementos de
confianza en las relaciones laborales.

Los esfuerzos en busca de recuperar la disciplina de la Acción Católica en su


periódico El Obrero Católico, evidenciaban preocupación por la oposición a las
exigencias del trabajo, inconformidad política y desorden moral; el alcoholismo, los
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 263

bailes, las diversiones relajadas y otros peligros de la ciudad motivaron exaltadas


campañas moralizadoras, que eran en última instancia un esfuerzo por acondicionar a
los trabajadores a las necesidades de la industria mecanizada (Mayor A., 1984: 296).

Lo que se veía como una fuerte tendencia destructora del orden y las costumbres,
que afectaría también las capacidades de trabajo, fue neutralizado apelando a las
tradiciones, la unidad y homogeneidad cultural del pueblo antioqueño en torno a la
iglesia católica; por ésta vía se generaron sentimientos de integración comunitaria
en los medios fabriles, que contribuyeron a restaurar la identidad de los trabajadores
con las empresas y las posibilidades de autorrealización en el trabajo; el activismo de
la Acción Católica, fuertemente apegado a los planteamiento de las encíclicas de
contenido social212 también contribuyó a reforzar esos vínculos comunitarios en los
espacios de trabajo (Mayor A., 1984: 306).

Bajo el influjo del semanario el Obrero Católico se expresó una identidad


característica de valores, hábitos y costumbres, del mismo modo que sentimientos
comunitarios de inspiración católica, que se transformaron en acción movilizadora
frente a lo que se mostraba como ‗enemigo‘: campañas contra la masonería, el
protestantismo y el rotarismo; en el mismo sentido respecto a nuevas actividades
de la vida moderna como diversiones, cines, clubes. Estas manifestaciones
comunitarias se expresaban tanto en los entornos urbanos, como en el interior de
las fábricas en rituales públicos de gran concurrencia como las ceremonias de
entronización de la imagen del sagrado corazón de Jesús; en uno de estos eventos,
el acto comenzó con asistencia masiva en la plaza principal de Envigado y terminó
en uno de los salones de producción de la textilera Rosellón (Mayor A., 1984: 312).

Los retiros espirituales y muchas otras actividades de contenido religioso, eran


espacios de participación e integración emotiva de directivos, mandos medios y
trabajadores. En ellos se propiciaban acciones simbólicas en las que el igualitarismo

212
En los medios obreros se divulgaron principalmente las encíclicas Rerum Novarum,
Quadragesimo Anno, Casti Connubii, más que las de contenidos antimodernistas,
dogmaticas y rígidas; en varias ocasiones se obsequiaron en las fábricas, y junto con el
semanario El Obrero Católico, fueron muy impactantes.
264 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

espiritual trasmutaba en igualitarismo social, como p.e, que el desayuno ofrecido


a los trabajadores fuera servido por señores y damas de prestante posición. La
realización de las diversas actividades integradoras, que para el estudioso de este
tema conllevó una combinación de elementos pragmáticos de utilidad y práctica
sincera de creencias religiosas, creaba entre patronos y obreros una unidad de
afectos y sentimientos muy favorable a la consagración al trabajo de éstos últimos;
en el mismo sentido, pero con elementos de coacción psíquica obraba la ubicación
de imágenes religiosas en las fábricas (Mayor A., 1984: 313 s).

La integración de los elementos afectivos y tradicionales del espíritu comunitario


antioqueño, con los programas y prácticas católicas, y su proyección en el
pensamiento de los líderes empresariales tuvieron matices y particularidades que el
estudio de Mayor demuestra213. Las posturas del ingeniero y directivo empresarial
José María Bernal, inspiradas en los aportes de las encíclicas, representaban parte
importante de los valores de las elites económicas de la Antioquía industrial de los
años 30s. Situándose en el escenario de la confrontación del peligro comunista,
censuraba los abusos e injusticas de los patronos, como factores propiciadores de la
rebeldía y el avance comunista, proponía una postura activa de la Acción católica
que tomara para si el recurso de la sindicalización, además de las cooperativas,
escuelas industriales, cajas de ahorro, sociedades de auxilio mutuo y patronatos.
Desde un cierto ‗integralismo‘ se trataba tanto de brindar apoyos materiales, p.e.,
educación y alimentación económica, como de promover entre los trabajadores el
activismo contra publicaciones inmorales (yocismo) y luchar contra problemas como
el alcoholismo (Mayor A., 1984: 318).

Desde otro frente, los planteamientos de Mariano Ospina Pérez, otro destacado
integrante del empresariado antioqueño, resultaban más explícitos como integración
del manejo cristiano y científico del trabajo, que combinara la sensibilidad social de
las doctrinas pontificias con lo más sofisticado de los principios de Taylor y Ford, de
modo que se lograra una cooperación y armonía entre obreros y patronos, conducente
a logros productivos. López Henao, otro de los exponentes de esta concepción,

213
Otros exponentes de esta concepción y línea de conducta fueron: Jorge Restrepo Uribe,
Gerente de Coltejer; Luis Palacio Cook, fundador de Pepelfa (Mayor A., 1984: 389).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 265

respecto a salarios y bienes materiales, enfatizaba en la justicia social y el cumplimiento


de las responsabilidades por parte de todos los integrantes de la sociedad, pero
convocaba a que desde el dogma de la comunión de los santos, elementos del
esfuerzo individual, llevaran al obrero o campesino ‗a formarse, a elevarse, a
salvarse por si mismo‘, en un proceso en el que no había lugar para sentimientos
como solidaridad, filantropía o fraternidad.

En algunos momentos la Acción Católica y su órgano informativo apoyaron huelgas


que consideraban ‗justas‘, y defendieron argumentos relativos al salario justo, que
tuvieron repercusión en sectores del empresariado, lo cual se manifestó en alzas
inesperadas de sueldo, obsequio de acciones a los trabajadores (p.e., en Coltejer,
Fabricato y Tejidos Unión) y de algunos de sus productos en fechas especiales.

La idea de la empresa como obra común, la pertenecía comunitaria y los correlativos


elementos de reciprocidad de compromisos, en firmas como Coltejer, se manifestó
en la interiorización de una ética del trabajo fabril y adhesión a exigencias
productivistas del complejo período de ensanche, racionalización de la producción y
crecimiento en las difíciles condiciones de los años 1939 – 1945 (Mayor A., 1984: 327).
El carácter rutinario y repetitivo de la mayoría de los trabajos, de cuya realización no
podrían derivarse satisfacciones especiales o sentimientos de autorrealización, dejan
en claro que las labores se realizaban de modo esmerado, porque se entendían como
‗obligación moral‘ (Mayor A., 1984: 336).

La aceptación de los patrones de conducta fomentados por la iglesia, se reveló en


aspectos como el buen aprovechamiento del tiempo libre para estudiar o en función
de la adecuada recuperación y disposición para el trabajo (deportes, descanso,
recreación adecuada); como manifestación de autocontrol y carácter se acogían
también los consejos sobre buen uso del dinero y ahorro; participación con fuerte
sentido de comunidad en todos los eventos religiosos y de la empresa; aprobación
de las directrices ideológicas de más obstinado conservadurismo y rechazo a
principios comunistas, que cumplían el papel de enemigo común (Mayor A., 1984:
334).
266 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En síntesis, en razón a la amplitud con que aborda el tema y su énfasis en la relación


entre valores éticos y desarrollo capitalista, Mayor no emplea la categoría
paternalismo, para referirse a los procesos sociales que analizó para la Antioquía de
los años 20s a 40s, sin embargo, es evidente que esa concepción de la autoridad y
el control, es uno de los elementos que conforman las interacciones entre patronos y
trabajadores.

El escenario socio político detallado por el autor, en el que antiguas prácticas


católicas perviven en virtud de la intensa actividad de organizaciones de creyentes;
se activan tradiciones de integración comunitaria relacionadas con las actividades
económicas precedentes a la industria; y actúa una elite empresarial muy pragmática,
es el marco en el que varios elementos paternalistas se desarrollan. Por una parte,
los relacionados con el aconductamiento, el control moral y la promoción del
compromiso y la ética del trabajo, en la que tiene una incidencia especial el papel
ejemplar y la proximidad del patrón; y por otra algunos referidos a la satisfacción de
las necesidades con la concesión de viviendas, patronatos, restaurantes y otras
dádivas.

3.2 El caso de Fabricato


Aunque desde el siglo XIX hubo en zonas de Santander, Cundinamarca y Boyacá
producción de tejidos de algodón y otras fibras, e incluso la destacada fábrica de
Samacá, estas experiencias no tuvieron relación de continuidad con avance industrial
antioqueño, del que el sector textil fue notable protagonista, y Fabricato una de las
empresas más importantes junto con Coltejer y Tejicondor.
Fabricato se fundó en el municipio antioqueño de Bello en 1919, y se localizó en
una zona con disponibilidad de recursos hídricos y transporte ferroviario. Los capitales
para integrar esta empresa fueron aportados por las casas comerciales L. Mejía S. &
Cia, Miguel Navarro & Cia, R. Echavarría y Cia, siendo el último de ellos vinculado a
la sociedad en virtud de la experiencia acumulada en Coltejer (Echavarría E., 1943).
Después de sortear una fuerte crisis económica nacional a comienzos de los años 20s,
esta firma tiene un lento desarrollo, pero entre 1933 y 1938 aumenta notablemente
su capacidad productiva con la incorporación de nuevos telares. Habiendo comenzado
con la producción de algodón, debido a las limitaciones del mercado nacional, la
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 267

empresa vive una importante etapa de diversificación y ampliación horizontal a las fibras
sintéticas, y aún tejidos de punto, en el que se pueden señalar los siguientes momentos
significativos: elaboración de productos mercerizados 1935; compra de la Fábrica de
Tejidos de Bello 1939; elaboración de estampados en algodón 1941; adquisición de la
Fábrica de Tejidos Santa Fe 1942; producción de rayón y otras fibras artificiales en 1944,
para lo cual se asoció con la norteamericana Burglington Mills Corporation y después
estableció la firma Textiles Panamericanos; incursionó en el campo de la elaboración de
prendas con Confecciones Fabricato Ltda en 1945 (Montenegro S., 2002: 138).

Tabla 3.1 Primera etapa de avances productivos en Fabricato

Año Husos Telares Trabajadores Capital

1922 800.000

1923 3.284 100

1926 3.588 150

1932 204

1933 260

1943 50.000 1.500 3.000 10.000.000

Tomado de: Santiago Montenegro (2002: 137)

Estos avances técnicos y económicos, a mediano plazo conducentes a una situación


de oligopolio, se apoyaron en el empleo de fuerza laboral femenina hasta mediados
de los años 40s, etapa en la que varios factores inciden que el aumento de la
participación masculina planta de personal. La investigación de Luz Gabriela Arango
(1991) sobre las trabajadoras de Fabricato permite una detenida aproximación a los
manejos paternalistas y su evolución en un período que va desde 1923 hasta
comienzos de los años 80s, confirmando las líneas generales del planteamiento de
Mayor, pero mostrando con detalle las políticas empresariales, y el patronato
manejado por religiosas como un dispositivo de control sobre la conducta moral, la
vida laboral y privada de varias cortes de trabajadoras.
268 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

3.2.1 Prácticas y modalidades asistenciales


Es destacable en el caso de Fabricato, cómo a lo largo de una historia que comenzó en
los años 20s, el paternalismo de ésta firma ha pasado por varias etapas y
transformaciones; en los primeros años es de tipo protector y controlador moral,
proyectándose hacia mujeres campesinas, que ingresan muy jóvenes a una fuerza
laboral mayoritariamente femenina en las primeras etapas de la firma. Directivos
como Jorge Echavarría de muchas formas despliegan una intervención orientadora
sobre la vida de las trabajadoras, que no reconoce el ámbito de su vida privada.

Aunque el nivel salarial en la actividad textil, como en la industrial en general, es


superior al que usualmente se pagaba en las labores agrícolas, el de las mujeres en
las fábricas era notoriamente inferior al de los hombres. Los cuadros 3.2 y 3.3
muestra el origen de la fuerza laboral, asi como algunas características y diferencias
salariales según genero, que en parte están asociadas al tipo de oficios al que se
adscribía cada sexo; del mismo modo que la preferencia de los Echavarría, también
aplicada después en Fabricato, por emplear fuerza laboral femenina.

Tabla 3.2 Procedencia, estado civil y nivel de analfabetismo de las obreras de


tejidos en el distrito de Medellín 1916 - 1928 (Porcentajes)
Año MedellínOtros distritos Otros Casadas No saben
de Antioquía departamentos leer
1916 50.00 49.80 0.20 0.50 10.60
1917 53.42 46.40 0.40 1.20 4.30
1918 48.10 51.10 0.80 1.20 3.60
1920 45.20 53.40 1.40 4.00 4.00
1921 37.78 61.24 0.98 1.30 4.56
1922 37.11 61.70 1.19 0.47 5.20
1924 35.19 62.57 2.24 0.85 2.80
1925 36.20 62.10 1.70 0.50 4.50
1926 33.06 64.70 2.20 0.83 4.70
1927 37.96 61.42 0.62 0.30 5.87
1928 28.10 71.40 0.44 1.33 4.46
Fuente: Tomado de Botero F.; (1985: 140 s) construido con información del Anuario
estadístico de la ciudad del Distrito de Medellín 1916 - 1928
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 269

Al igual que en otros escenarios de la producción industrial, aún los europeos, los
empresarios textileros se beneficiaron no solo por pagar bajos salarios a las
trabajadoras, sino que también apreciaban su docilidad. Asi mismo, el temor de las
familias de las jóvenes migrantes al nuevo espacio urbano y productivo, al que cada
vez en mayor proporción se incorporaban, facilitó la aplicación de un esquema de
organización de rígido control moral sobre fundamentos religiosos, que conduce a su
aislamiento e imposición del celibato y la soltería (Arango L., 1991: 46).

La política de personal, de modo similar a la de otras compañías textileras, fue


mostrando la tendencia a excluir a las trabajadoras casadas y crear modalidades de
protección como el internado para obreras en 1935, localizado cerca a la fábrica, y
cuya dirección se confía a las Hermanas de la Presentación. La conservación de la
soltería se convirtió en requisito para continuar trabajando: hasta un 78% de
trabajadoras que ingresó solteras se mantuvo célibe (Arango L., 1991: 49).

Parte del dispositivo de control de la conducta moral lo constituían el capellán, las


Hermanas de la Presentación y las vigilantas que actuaban en la planta asegurando
una severa disciplina y el respeto por ‗la moral y las buenas costumbres‘; en el mismo
sentido operaba el hecho de que los vínculos de parentesco se tomaban en cuenta
para vincularse a la fábrica214.

214
En relación a familia y parentesco, una de las prácticas benevolentes, en caso de muerte
de un trabajador, fue contratar a la viuda o a un hijo, para asegurar los ingresos de la familia;
las oportunidades laborales seguían cerrándose a las mujeres, y quedaban restringidas a
parientes y descendientes de los obreros ya vinculados (Arango L., 1991: 99).
270 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Tabla 3.3 Fábricas textiles del Valle de Aburrá 1922


Trabajadores Salarios
Empresa y Capital Prod. Jornad Fem Mas Total Fem Masc
propietario en mensu a c
s iniciales pesos al laboral
(yardas (horas)
)
Coltejer
623.67 150.00 .50 -
(Echavarrí 10 240 60 300 .35 - .80
0 0 2.70
a)
Fabricato*
800.00
(Echavarrí
0
a)
Rosellon /
Tejidos
1026.4 168.00 9.5 –
Hernánde 290 90 380 .52 1.15
70 0 10
z
(Medina)
Fábrica
de Bello 500.00 150.00 .25 -
10 400 110 510 .10 - .55
(Restrepo 0 0 2.20
Callejas)
Tejidos El
200.00
Sucre 9.5 30 15 45 .60 1.50
0
(Varios)
Tejidos
.60 -
Medina 44.000 9 20 10 30 .20 - .80
1.80
(Medina)
Tejidos
.40 -
Unión 10 27 3 30 .35 - .50
.60
(Medina)
Montoya y
.60 -
Hnos 9 18 24 42 .25 - .45
1.20
(Montoya)
Carlos
.45 - .30 -
Montoya 10 15 5 20
1.00 1.60
(Montoya)
* No había iniciado producción
Tomado de: Ann Farnsworth-Alvear (2000: 56 )

Las primeras generaciones resultaron muy sumisas a la autoridad vertical y


respetuosas del tipo de manejo patriarcal que se les impuso, en el que la división
sexual del trabajo reservaba los oficios calificados y mejor pagos a los hombres;
aceptaron sacrificar sus opciones individuales de procreación y matrimonio e hicieron
del trabajo industrial, casi una vocación religiosa, en la que alcanzaron antigüedades
entre 20 y 30 años (Arango L., 1991: 51).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 271

En el marco del comienzo de la llamada República Liberal, la jerarquía católica y los


sectores más tradicionales situaron en la educación y el control de la clase obrera sus
mayores preocupaciones, más aún cuando se había tenido el antecedente de la huelga en
la textilera de Bello en 1920. Es asi cómo en 1933, en la idea de que es necesario
educar y disciplinar con rigor a las trabajadoras, apelando a la experiencia de la iglesia
católica, y teniendo en mente la amenaza de las ideas comunistas, Jorge Echavarría
propone hacer un internado para obreras (Arango L., 1991: 141 s).

De acuerdo al estudio de Arango, a instancias de Fabricato, el sistema de alojamiento,


comedor y control regentado por las Hermanas de la Presentación, al que se
denominó Patronato se convierte en una institución que alberga, alimenta y protege
a costo reducido a las trabajadoras, al mismo tiempo que vigila y controla todos los
aspectos de su existencia, y las somete a rigurosas exigencias de oración y culto
católico bajo un ‗implacable toque de campana‘.

Frente a otras instituciones de asilo y trabajo conocidas en Europa, el Patronato tenía


más énfasis en la integración religiosa; permitía un ahorro que se destinaba a fines
familiares; y no tenía limitaciones de permanencia, siempre y cuando se acogieran los
severos reglamentos. El Patronato, en estrecha coordinación con sectores de la iglesia y
organizaciones como la Acción Católica organizaba actividades para el tiempo libre como
cursos dominicales; diversiones sanas y recreación; promoción del ahorro.

La idea del Patronato, surgida en una etapa en que el paludismo, la fiebre tifoidea y
otras enfermedades derivadas de malas condiciones sanitarias, afectaban a sectores
amplios de la población, corresponde también a una preocupación sanitaria e
higienista de Echavarría en relación con la necesidad de integrar una fuerza de
trabajo eficiente y productiva.

Respecto al personal que no estaba vinculado al patronato, otro tipo de beneficios


lentamente se implementan, dentro de una perspectiva que oscila entre facilitar una
actividad cotidiana de los trabajadores como tomar su almuerzo y aportar un espacio
estimulante para el entretenimiento como un club.
272 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Es lo que se manifiesta cuando el director de Fabricato Jorge Echavarría se dirigía a


los accionistas en 1933 para proponerles la construcción de un club destinado al
descanso, alegría y ‗sano sport‘ de los trabajadores, como manifestación de cristianismo,
justicia social y ‗para contrarrestar las ideas comunistas que pronto pueden ser
infiltradas y propagadas‘, señalaba que parte importante de ese club seria un comedor
‗para proveer de almuerzo, a precio de costo, servido en su mesa debidamente
cubierta y con vajilla‘ que evitara la desagradable imagen de los trabajadores
almorzando en prados o aceras aledañas a la fábrica215.

La empresa también actuó en frentes relacionados con la salud, que garantizaban


más control de la fuerza obrera y se convertían en elementos significativos del plan
asistencial de la empresa: creación de un pabellón especial para obreros de Fabricato
en el Hospital San Vicente de Paul de Medellín; pago de medicinas, atención médica
y medio salario a trabajadores en enfermedad; establecimiento de una clínica en el
patronato (1942) y luego una más grande y moderna en la planta de Bello (1948),
que se ocupó de prestar atención médica permanente y entregar drogas de modo
gratuito (Arango L., 1991: 148).

Por ésta época, se combinan varios procesos de modernización relacionados con la


incorporación de la ingeniería industrial (racionalización del trabajo), masculinización
progresiva de la fuerza laboral, debilitamiento de los criterios morales en el control de
la fuerza laboral. La disciplina asimilada, fortaleza y sólidos valores de adhesión al
trabajo facilitaron nuevas exigencias productivas, entre ellos los relacionados con la
intensificación de las tareas.

Otros cambios, tuvieron que ver con mejoras salariales y la introducción de nuevos
componentes de la remuneración como la bonificación extraordinaria de fin de año
(1942); remuneración de días feriados (1943); bonificación sobre alza en el costo de
vida; vacaciones colectivas (1944). La aplicación de modalidades de incentivos y
nuevas exigencias en los puestos en los años 50s, conlleva desplazamiento de

215
Ver Fabricato al día #45 de 1963 ‗El pensamiento social de un fundador‘ p 53 – 56.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 273

personal, que se procura reubicar en otras funciones; los principales motivos de


renuncias tienen que ver con proyectos de matrimonio.

El estudio de Arango resume este proceso como el comienzo de una transformación de


la política general de la empresa y la concepción del trabajador (Arango L., 1991: 60):

‗..de una política paternalista, basada en la integración religiosa de un personal


mayoritariamente femenino y mal remunerado, se pasa a una política de consolidación
de una mano de obra masculina estable, obreros fordianos, padres de familia con
salarios altos y considerables ventajas extra salariales que aseguran su integración‘.
De este modo, al compromiso ético, la coacción religiosa, el respeto por el patrón y
otras tradiciones antioqueñas del trabajo, se agregó la satisfacción de las
necesidades y el estímulo salarial como elemento generador de una motivación e
216
integración a la empresa .

Después de la aplicación de los métodos de ingeniería industrial, se hizo más clara la


política destinada a favorecer la constitución de familias obreras conducidas por un
obrero - padre de familia. En esta dirección ocurre la afiliación de la compañía a la
Caja de compensación familiar de la Andi (1954); primas de maternidad y matrimonio
(1956); becas educativas para los hijos y al educación familiar a cargo del
Secretariado social (Arango L., 1991: 72).

En 1950, la clínica de Fabricato comienza a prestar servicio de maternidad y


asistencia prenatal con hospitalización, sin costo para las esposas de los trabajadores;
para esta misma época colabora con el recién creado ICSS, pero buscando
mantener su autonomía, por lo cual comienza un largo período de resistencias a que
esta entidad maneje la clínica, hasta que en 1963 asume completamente su control
(Arango L., 1991: 164).

216
La estabilidad y continuidad de juntas directivas, gerentes y trabajadores era notable:
tuvo sólo 12 gerentes y presidentes en 70 años, fueron usuales antigüedades de 40 años en
trabajadores.
274 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

A fines de los años 50s, ocurre el afianzamiento de la ingeniería industrial,


acompañado de la inestabilidad y reducción de la fuerza de trabajo femenina217; se
introducen elementos de Relaciones Humanas en la administración, lo que implica el
desplazamiento de la antigua figura de control moral autoritario que era la vigilanta, la
cual se reemplaza por un tipo de supervisión técnica; se define y racionaliza el
esquema de salarios de modo que, desde 1956 comienza a ser reajustado con cada
convención colectiva. Es claro que en el manejo de la fuerza de trabajo, desde ese
momento se valora más la capacidad productiva y se reduce el espacio de los criterios
sociales y tradicionales (Arango L., 1991: 80 s).

En el período 1960 - 1973 continua la difusión de la ingeniería industrial y una


expansión de la empresa, que la lleva a establecer cuatro nuevas plantas y exportar
parte de su producción desde 1964; los métodos de las Relaciones Humanas
ayudan a conseguir la mejor colaboración y participación que los nuevos niveles de
calidad y productividad exigen de los trabajadores en esta etapa (Arango L., 1991:
90).
Jorge Posada, como gerente de la compañía entre 1965 y 1980, al poseer algunas
de las cualidades apreciadas en el viejo estilo directivo (catolicismo, proximidad y trato
cálido con los trabajadores), pero también la nueva mentalidad de las relaciones
humanas y la ingeniería industrial, ayudó a hacer la transición del primer estilo
paternalista, a otro centrado en la empresa como providencia y benefactora.

En el contexto geo político de la guerra fría y la revolución cubana, y ante lo que


veían como el ‗peligro comunista‘ los empresarios elaboraron argumentos y difundieron
visiones de sus organizaciones como ejemplos de éxito económico y también social
por la armonía entre el capital y el trabajo. En este sentido, se sustentaban
beneficios derivados de planes empresariales como los de vivienda, régimen
prestacional y otras contribuciones a la mejora de los trabajadores (Arango L., 1991:
94).

217
Arango (1991: 82) ilustra del siguiente modo este proceso: ‗..el personal de tejeduría tenía,
en 1940, un 72% de mujeres, en 1950 hay un 60% y en 1957, año clave de la racionalización
de la producción, solo queda un 28%. En hilados la evolución es semejante: en 1945 el 66%
del personal era femenino, en 1950 el 51% y en 1957 sólo queda un 30%..‘.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 275

Es claro que se han combinado controles técnicos e ideológicos para promover una
racionalización de la vida productiva y el tiempo libre, que favorece el compromiso con
la empresa y una participación activa e inteligente que supere la lealtad sumisa del
periodo anterior.

Tabla 3.4 Obreros de telares en Fabricato por sexo

Año Total Hombres Mujeres Porcentaje


femenino
1923 64 16 48 75.4
1927 69 16 53 76.8
1928 69 16 53 76.8
1936 167 40 127 76.0
1939 280 90 190 67.8
1940 304 84 220 72.3
1943 578 225 353 61.0
1945 687 263 424 61.7
1948 751 220 531 70.7
1949 570 193 377 66.1
1950 597 238 359 60.1
1954 656 326 330 50.3
1957 685 496 189 27.5
1958 740 535 205 27.7
1961 1.122 902 220 19.6
Fuente: Tomado de Arango L., (1991: 307) Construido con base en nominas de
personal Archivos de Fabricato

Los artículos de la revista Fabricato Al Día, que siempre admitirían un número de


colaboraciones internas y externas, en temas administrativos y gerenciales, ahora
muestran la transición a las ideas de la Escuela de la Relaciones humanas, no solo con
textos aleccionadores sobre la necesidad de trato cordial, respeto, dialogo, iniciativa
entre otros aspectos, sino buscando resaltar diferentes aspectos de los empleados y
trabajadores: las usuales noticias sobre reconocimiento al buen desempeño con entrega
276 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

de medallas al mérito y premiación de años de servicio a la empresa (15, 20, 25, 30),
pero también entrevistas y reseñas de actividades artísticas y deportivas218.

El período 1960 – 1973, se produce el máximo avance económico y productivo de


Fabricato, apoyada en una combinación de ingeniería industrial, relaciones humanas y
doctrina social católica. Según Arango (1991:176), este éxito hace que la empresa
comience actuar dentro de una lógica de Empresa providencia, en la que persiste
en ser controladora y benefactora de sus trabajadores según una explícita concepción
cristiana, a tiempo que se proyecta del mismo modo a la sociedad.

3.2.2 Programa de vivienda y ‘cursos para todos’


En materia de vivienda la empresa mostró una notable evolución, desde la construcción
de casas que se arrendaban a bajo precio a los trabajadores, hasta planes de crédito
para adjudicar propiedad en coordinación con el Instituto de crédito territorial ICT, y
fondos de la Agencia internacional para el desarrollo AID.

Además del patronato, dentro de la lógica de organizar la vida privada del trabajador y
fomentar un buen uso del salario, en materia de vivienda en los años 30s hubo
acciones orientadas a construir viviendas cerca a la planta, destinadas a ser
alquiladas a trabajadores; del mismo modo, se respondió a la solicitud de préstamos
(Arango L., 1991: 149).

En 1948 la empresa disponía de 180 viviendas para ser alquiladas a los trabajadores,
y comienza a responder al influjo de la ley 85 de 1946 que exigía la construcción
de casas para los trabajadores, estableciendo un programa de adjudicaciones. La
estabilización de los trabajadores y la prevención de tendencias comunistas, estaban
entre los motivo de los empresarios para favorecer la consecución de vivienda, y en la

218
Ver Fabricato Al Día #50 1964 p 8 -9; #73 1967 p 32 - 33; #75 1967 p 33 - 35. Coltejer la
empresa colega, permeada por el mismo estilo de manejo y manejada por el mismo grupo de
empresarios del que participaba la familia Echavarría muestra en su revista Lanzadera similares
tendencias, p.e, en su sección ‗Buscamos personajes‘.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 277

adjudicación se tomaba en cuenta la recomendación de las monjas directoras del


219
patronato .
Las diferentes modalidades de concesión de vivienda aplicadas a tres generaciones de
trabajadoras, significaron una coincidencia de estrategias empresariales y familiares,
dado que los patronos conseguían sujetar y comprometer a la fuerza laboral en su rol
productivo industrial, a tiempo que las familias en transición rural - urbana
conseguían la deseada vivienda propia (Arango L., 1991: 282).

Al comienzo de los años 60s, en el programa de vivienda se debe recurrir a las


entidades financieras especializadas, y se insiste en presentarlo como parte de una
doctrina social cristiana en acción. Han persistido las dificultades de los trabajadores
respecto a vivienda y se establece que llegan a gastar entre 30 y 40 % de su salario
en pago de alquileres, razón por la que se aplican varios planes para aumentar las
adjudicación, entre ellos uno en asocio con el Instituto de Crédito territorial ICT;
algunos resultados presentados indican que se totalizaron 1.134 adjudicaciones entre
1950 y 1964 y para 1965 se entregaron 576 viviendas220.

Sin embargo esta fórmula no puede seguir aplicándose debido a los altos costos de
la construcción, insuficiencia de servicios públicos y porque dependía de los
trabajadores de la empresa; lo cual hace que se busquen modalidades de ahorro
obrero y participación de entidades financieras (Arango L., 1991: 177).

Algunos datos de los años 80s, considerando la existencia de planes de adjudicación de


la empresa, con buenas posibilidades de amortización en una permanencia promedio de
18 años, muestran la situación de los trabajadores respecto a vivienda en los años
1982 y 1988.

219
Fabricato Al Día #61 1965 ‗Informe de la presidencia‘ P 7; #45 1963 p33 – 34; #60 1964 p
34 ‗Vivienda para trabajadores de Fabricato; #79 1968 ‗Informe de la Junta directiva‘; #60 1965
p 27 – 29 ‘40 años después‘.
220
Ver Fabricato al día # 64 de 1965 ‘42 años después‘, en donde también se menciona el
alquiler de viviendas por parte de la empresa con un canon más bajo que el del mercado. La
crónica de Libardo Ospina (1990: 54) se refiere a una suspensión del programa de entrega
de viviendas en 1955, debido a que el decreto 2959 de ese año convirtió el impuesto de
patrimonio de la sociedades anónimas en suscripción de bonos de la Corporación de Servicios
Públicos, entidad que tenía entre sus propósitos dotar de vivienda a los trabajadores.
278 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Tabla 3.5 Posesión de vivienda en Fabricato en los años 80s


Amparados por Año No amparados
convención por convención

Casa 3.645 1982 475


Lote 224 11
Sin nada 1.565 109

Casa 2.589 1988 558


Lote 136 2
Sin nada 984 174
Tomado de Libardo Ospina (1990: 65).

Aunque la fuente no explica la variación año por año, se entiende que hay algunas
tendencias de mejora, si se considera que para 1982 el porcentaje de trabajadores
sin casa o lote era el 48.86% de los que si tenían propiedad, mientras que para
1986 los sin propiedad habían bajado a 25.11 %.

En lo que respecta a educación, la actividad asistencial de Fabricato se inauguró


en 1943 con el Secretariado social, que organizó dos escuelas y buscó becas y
apoyos para otros estudiantes; en ésta entidad actuaban jóvenes de familias notables,
muchas de ellas tituladas en trabajo social de la Universidad Pontificia Bolivariana,
quienes organizaron los Centros para el Mejoramiento del hogar, que se ocuparon
de impartir cursos de confección y cocina a esposas e hijas de trabajadores (Ospina
L., 1990: 164).

Como parte de este propósito social asistencial, e introduciendo un elemento


destacable en una firma tan dada a los métodos de la ingeniería industrial y el
taylorismo221, se desarrolló, por parte del Departamento de relaciones humanas el
programa ‗Sugiera‘, que con una reglamentación y personal especializado analizaba y
premiaba, con dinero o acciones, las ideas y contribuciones para mejorar el proceso
productivo o administrativo (Ospina L., 1990: 61).

221
Para un análisis de la aplicación de estos elementos en las principales compañías
textileras, Ver Mayor Alberto (1992).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 279

En la década de los sesenta tenía continuidad la intención de racionalización de la vida


privada y mejora de la fuerza de trabajo en los programas educativos de la compañía,
que se desarrollaban en tres frentes: formación de los hijos de los trabajadores;
capacitación de los vinculados a Fabricato y educación orientada al tiempo libre de la
familia y el ama de casa; a estos propósitos correspondían cursos y campañas
relacionadas con la educación de los hijos, alcoholismo, salud, planificación familiar y
cursos de artes y oficios entre otros (Arango L., 1991:180).

El crecimiento de la empresa, con sus correlativos avances en procesos productivos y


gestión del trabajo, conllevó mayor complejidad y especialización en la organización.
A este respecto, se percibe el tránsito de los patronatos que brindaban servicios y
apoyo a las primeras generaciones obreras, al mismo tiempo que vigilancia y control
moral, a los Secretariados sociales. Esta función, situada a medio camino entre el
paternalismo del patronato y las modernas áreas de recursos humanos, se aplicó en
otras firmas de la región, convirtiéndose en una especialidad reconocida dentro del
manejo empresarial, para la cual se crearon espacios de capacitación, promovidos y
organizados por el gremio empresarial Andi y autoridades de la iglesia.

La configuración organizacional, avanzó estableciendo una estructura que parecía dar


más importancia a las áreas relacionadas con ingeniería y la racionalización del
trabajo, a las que quedaban subordinadas las de bienestar y recursos humanos. Lo
anterior tiene que ver con que esos procesos habían sido muy importantes en el
avance de las firmas de la región y se manifestó en otras compañías importantes
como Coltejer, que compartía con Fabricato el liderazgo nacional en su sector.

Asi p.e., para 1958, las tareas asistenciales y de bienestar de cuatro fábricas de la
textilera Coltejer localizadas en tres municipios, correspondían al departamento de
Relaciones industriales, integrado por más de 50 empleados, al cual pertenecían:
jefes de personal; asistentes sociales, jefes de seguridad industrial, encargados de
280 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

comisariatos, restaurantes obreros, clubes sociales para trabajadores, escuelas e


institutos para trabajadores y sus hijos222.

Hacia 1971, a tono con la orientación hacia otros modelos administrativos, y


mostrando una más coherente integración, las tareas asistenciales de Coltejer se
concentraban en el departamento de desarrollo y bienestar, que dependía de la
Vicepresidencia de Relaciones Humanas; a este departamento correspondían las
secciones de financiación de vivienda, servicio social, educación social y formación.

De acuerdo a la descripción, además de sus directivos contaba con seis trabajadoras


sociales, asistentes sociales para cada fábrica; doce educadoras sociales que
laboraban en 45 barrios del Valle de Aburrá; dos estudiantes de trabajo social223. Las
anteriores tareas eran complementadas por el Departamento de personal que también
dependiendo de la misma vicepresidencia, funcionaba en cada fábrica coordinando
actividades de formación y promoción, becas, fondo rotatorio, deportes, restaurante,
comisariatos, cooperativas y sindicatos224.

En Fabricato y Coltejer hubo preocupación por estudiar con técnicas de investigación


avanzadas la situación social y económica de sus trabajadores, para desde allí
proyectar sus planes de bienestar social, por ello en 1965 se contrató un estudio con
el Centro de investigaciones sociales CIS de Bogotá. El artículo en el que se pedía
colaboración con los investigadores, informaba sobre el perfil de los responsables
del estudio señalando que cuentan con experiencias de investigación al lado de
Joseph Lebret y están familiarizados con sus métodos; menciona al sacerdote Gustavo
Pérez Ramírez, autor de libros sobre temas sociales y actual director del Instituto
colombiano de desarrollo social e integrante de organizaciones internacionales de
investigación social y socio religiosa225. En el caso de Coltejer, se acudió a la entidad

222
Ver Lanzadera # 21 de 1958 ‗Asi es Coltejer. El departamento de relaciones industriales‘ p
12 – 13.
223
Lanzadera #1 de 1971 ‗Que es el departamento de desarrollo y bienestar‘ p 12 – 16.
224
Lanzadera #3 de 1971 ‗El departamento de personal es para todos‘.
225
Ver Fabricato al día # 62 1965 p 10 – 13 ‗Entrevista con el jefe de bienestar social‘.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 281

Suma tres con un estudio de seis meses sobre opiniones y actitudes de los trabajadores
con relación a programas y servicios de la empresa226.

Parte de los programas de asistencia y bienestar se llevó a las plantas filiales Pantex,
Texmeralda, Riotex y Texpinal, y el clima generado con ello, sirvió de base para
promover ‗innovaciones organizativas‘. En éstas se aplicaron políticas de bienestar
laboral e integración de los trabajadores como promoción de los deportes, planes de
vivienda, educación, cooperativismo; al mismo tiempo, en Pantex intentaron
introducir ‗círculos de participación‘ como factor de mejora productiva (Ospina L., 1990:
136).

3.2.3 El sindicato: otro espacio de actuación paternalista


Por varias décadas en Fabricato fue abrumador un estilo de manejo paternalista que
se inspiraba en la doctrina social católica, y se evidenciaba en todas las
dimensiones de la vida laboral, entre ellas la actividad sindical. A tono con el
sentido paternalista y sus componentes autoritarios, se desconfía de las
organizaciones de trabajadores autónomas, por ello en los años 30s, se había
conformado un sindicato patronalista, para quitar espacio a una organización
independiente que se estaba creando, una vez conseguido este propósito, toda
actividad sindical cesó.

Sin embargo en 1944, dentro de las estrategas de la elite regional que confrontaba la
fuerza obrera que, liderada por liberales y comunistas, avanzaba en otras regiones,
Damian Ramírez el activo e influyente párroco de la compañía, impulsó la creación
de la organización sindical cristiana, que llegaría a ser la federación regional Utran
cuyo modelo, por más de 20 años evitó la presencia de organizaciones no
patronalistas, y se difundió a otras empresas de Antioquía, y convirtiéndose en
antecedente de la conservadora Unión de trabajadores de Colombia UTC. En estas
actividades de organización obrera, la imagen y el protagonismo sindical se restringía
a figuras masculinas, quedando la militancia femenina limitada a la esfera religiosa
(Ospina L., 1990: 154).

226
Lanzadera #6 1972 ‗1800 trabajadores y 200 familias en el estudio de suma tres‘.
282 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En una primera atapa, el sindicato desarrolló unas cautas y amistosas relaciones con
los empresarios, en las que era usual que Utran hiciera respetuosas solicitudes a
los empresarios afiliados a la Andi227; pero en 1956 comienza a dar curso legal a sus
petitorios, de modo que desde ese momento la organización de trabajadores se sitúa
en un más avanzado escenario de medios legales, negociación periódica y
convención colectiva (Ospina L., 1990: 171).

El sometimiento de la organización obrera en Fabricato, conllevó ventajas como


privilegios sindicales a sus directivos y la duplicación del salario anual, incluidas
prestaciones y ventajas convencionales a sus afiliados entre 1960 y 1967 (Ospina L.,
1990:191); en este período los temas de mayor interés son los relacionados con
ingeniería industrial, en los que consiguieron garantías como el mantenimiento de
niveles salariales y elevación de incentivos (Ospina L., 1990: 194).

Sin embargo desde fines de los 60s, varios procesos del entorno político como la
influencia de la revolución cubana y los avances del movimiento anapista, repercuten
en la vida del sindicato de Fabricato, generado confrontaciones y disidencias, que
llevan a cambios como la desafiliación de la UTC en 1971; factores que no cambian
las relaciones con la empresa, ni merman la tasa de afiliación que estuvo entre 70 y
80%, en razón a los beneficios y ventajas convencionales que disfrutan los
trabajadores (Arango L., 1991:193).

La crisis de 1974 que obligó a la empresa a ajustar costos, dejó tensiones entre
sindicato y directivos; éstos expresaron cada vez con más insistencia críticas a la
‗gravosa carga económica‘ de la convención, alto costo de la mano de obra de una
clase obrera privilegiada, amparada en un gran sindicato, cuyas peticiones ‗retardan
el desarrollo industrial‘; del mismo modo se expresaban quejas sobre los costos de
retroactividad de las cesantías.

227
Aparte del movimiento huelguístico en la crisis 1982 – 1983, la empresa reconoce la
poca conflictividad del sindicato, y su apoyo al establecimiento en coyunturas de protesta
obrera con alcance nacional, como la movilización de 1969 frente al gobierno de Lleras o
el paro cívico de 1977 (Ospina L., 1990: 44).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 283

Por lo anterior, el pliego de peticiones de 1980 fue respondido con la denuncia de


convención colectiva, en la que la parte patronal cuestionó el campo de aplicación de
los compromisos pactados; permisos sindicales; esquema de jubilación específico de
la empresa, y que se deseaba hacer equivalente al del ICSS; replanteamiento de
aspectos de la ingeniería industrial, para dejar de formar trabajadores en sus métodos
y evitar la excesiva especialización de oficios que dificultaba los traslados internos
(Arango L., 1991: 205).

Por lo anterior no resulta extraño que la huelga de 1982, conduzca a resultados


negativos y debilitantes para el sindicato de base que se había desvinculado de la
UTC y carecía de experiencia en conflictos. La crisis que siguió entre representantes
y afiliados mostró la debilidad del sindicato y la heterogeneidad de situaciones de
sus afiliados, destacándose el sector de trabajadores antiguos que conservaban más
respeto y adhesión a la empresa y sus dirigentes tradicionales y estaban dispuestos a
hacer concesiones, que salvaran la empresa y garantizaran su jubilación228; otro
sector consideraba que el poder del la empresa y la ayuda gubernamental la
preservaría sin necesidad de sacrificios obreros; los más jóvenes consideraban
inevitable una situación de menores garantías sobre su empleo (Arango L., 1991: 206).

La huelga tuvo una duración de 30 días, siendo producto tanto de los cambios
en la organización sindical, como de las nuevas circunstancias de la compañía. Por
una parte se había producido un cambio notable en la directiva, dado que la actividad
de Diego Aristizábal como presidente de la época, no correspondía al modelo de
trabajo esforzado y estrecha vinculación al medio fabril que se había cultivado y
apreciado; además la compañía resultó implicada y afectada por la sonada crisis
financiera de los años 80s. Fue una etapa en que todo el sector textil experimentó el
impacto de un renovado accionar sindical.

228
La crónica de Libardo Ospina (1990:86) destaca cómo la administración de Diego
Aristizabal, sucesor Posada Greiffentein en la presidencia de la compañía, resultó tan distante
de la fábrica y sus trabajadores, como comprometida en malos manejos financieros, que apenas
terminada la huelga de 1982, los trabajadores ofrecieron laborar dos semanas sin salario si
Posada volvía a asumir la presidencia.
284 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Para diferentes sectores de la compañía, el nuevo estilo de gerencia, con su


política laboral ‗mal llevada y desdeñosa‘ que despertaba desconfianza en los
trabajadores, incidió en el agravamiento de la huelga, Livardo Ospina (1990: 180), lo
describe asi:

‗..Contribuyó a desatarla su poco arraigo con el personal, acostumbrado desde la


época de los fundadores a codearse con los directores y administradores, que no se
desdeñaban, inclusive, compartir la mesa de los trabajadores rasos en la cafetería
común, sus juegos deportivos, actividades cívicas y sociales, hasta sus reuniones
domésticas; cuando ahora era raro verlos en las instalaciones…‘

Por esto años, es claro que los sentimientos religiosos, las prácticas compartidas ligada
a ellos como parte del esquema paternalista de manejo, dejaron de operar como
generadores de identidad y pertenencia a la empresa, que ahora es vista por los
trabajadores, más pragmáticamente, como una organización fuerte económicamente,
con la que se pueden negociar mejores beneficios económicos y sociales, superiores a
los que se tienen los trabajadores de la mayoría de firmas de la región (Arango L.,
1991: 208).

3.2.4 Formalización del asistencialismo y proyección al entorno


En la presentación de planes asistenciales y servicios dirigidos a los trabajadores, los
empresarios en muchas ocasiones señalaron que tales acciones correspondían más
a su disposición de acatar postulados de justicia social cristiana, que a la presión de
exigencias legales229. Del mismo modo era usual que describieran cómo las
concesiones de las empresas fueron precursoras y trazaron pautas respecto a derechos
que más adelante decretaría el gobierno nacional, como prima de servicios, seguro
social, subsidio familiar, escuelas de alfabetización para hijos de trabajadores230.

229
Según algunos discursos, cuando se formalizaban como obligaciones no alcanzaba a ser
tan favorables como lo que ya se concedía por liberalidad a los trabajadores, Ver Fabricato al
día #45 de 1963 p 61 - 62.
230
Ver Lanzadera #1 de 1956 p 14 - 15
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 285

Más adelante se configuran otros discursos como el relativo a la necesidad de


cuidar tanto la calidad de sus productos como su buena ‗imagen social‘. Como
primer organismo de Fabricato dedicado a gestionar los planes asistenciales se
estableció en 1943 bajo la gerencia de Rudecindo Echavarría, el Secretariado Social.
Se contaba para su funcionamiento con la iniciativa y contribución de las señoras
Emma y Cecilia Echavarría, la experiencia inspiradora externa queda evidenciada
cuando se afirma que se deseaba (Ospina 61):

‗implantar en lo aplicable en nuestro medio las experiencias del servicio social


industrial en boga en ésa época en Chile, siguiendo las enseñanzas de la
Universidad Católica de dicha nación, y merced a él la acción patronal no se contrajo
al trabajador en su lugar de labor solamente, sino que se extendió a su familia y
también en su condición de miembro activo de la comunidad, estimulando su vocación y
aptitudes y prestándole apoyo para ser cada vez más útil a sí mismo y a los demás.‘

Desde 1968 las acciones orientadas al entorno social son manejadas por el
Departamento de proyección a la comunidad, con el que se quiso dar un nuevo
impulso a los Centros de Mejoramiento del Hogar que funcionaban desde antes y que
ahora se proyectan como Centros de Artes y Oficios dirigidos a la comunidad de Bello.
En 1970 por sugerencia de Jorge Posada Greiffenstein231 se creó la Corporación
Fabricato para el desarrollo, que asume éstas actividades y define como áreas de
acción educación, cultura, salud, deporte, promoción y organización de comunidades
de base en una zona de ejecución que pretende ir más allá de Bello.

Con la nueva entidad se pretendía separar las actividades de atención y mejoramiento


del personal, respecto al manejo industrial, para hacerlo más eficiente y sustraerla del
sentido paternalista que había tenido; al mismo tiempo que proyectar la compañía a la
comunidad, en un esquema de acción en el que pudiera interactuar con otras
entidades (Ospina 1990: 82).

231
Este directivo tenía antecedentes familiares notables dentro del empresariado y la
ingeniería regional ligada al Ferrocarril de Antioquía y a la minería de oro más avanzada de
la época; ingresó a Fabricato en 1953, ocupando varios cargos por 28 años, entre ellos la
presidencia durante 16; se lo considera un destacado exponente del trabajo disciplinado y
próximo a los trabajadores, del mismo modo que de la sensibilidad social (Ospina 1990: 85 ss).
286 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La estructura de la Corporación, contaba con departamentos de formación


comunitaria, promoción cultural, deportiva, artesanal y cooperativa, acción comunitaria,
con la perspectiva de integrar esfuerzos con otras entidades interesadas, para
promover lo que denominaron el ‗cambio social planeado‘. Esta estructura, del mismo
modo que los planes de promoción de cooperativas de artesanos, y la frustrada
búsqueda de integración de esfuerzos con instituciones, propósito que solo se logra
con el Sena, demuestra que se quiere tener proyección hacia nuevos movimientos
cívicos y acciones comunitarias, porque el cambio en la dimensión y tipo de
problemas del entorno, hacen ver las limitadas posibilidades de actuar como empresa
– providencia232.

Uno de los primeros programas de apoyo a la microempresa, fue el de la


Corporación Fabricato, en el cual se apoyó con aportes directos y se firmó un
convenio con el Banco interamericano de Desarrollo para crear un fondo rotatorio de
préstamos, mediante un empréstito de más de un millón de francos suizos; se
alcanzó a apoyar la fundación de 300 unidades. La crisis textil, con su exigencia
de recortar inversiones, hizo que en 1983 cesaran las actividades de la Corporación
y se decidiera hacer traspaso de sus activos, estimados en 250.000 dólares de la
época a la entidad Microempresas (Ospina 1990: 133 ss).

La iniciativa de los trabajadores y su espíritu de asociación, se expresó desde 1957


en la Cooperativa de Trabajadores de Fabricato, proyecto que fue motivado con la
intervención de directivos como Echavarría Villegas. Los fundadores reunieron
$3.200, a los que se adicionó un préstamo de $300.000, con el fin de abrir un
almacén para el servicio de los afiliados; en 1961 alcanzó a mil socios, y un avance
suficiente para prescindir del local con el que los apoyaba Fabricato, y poder rentar
su propia sede; en 1966 dispuso ya de un edificio propio. Desde 1975 abrió su
afiliación a trabajadores de otras empresas y en 1990 contaba con 12.000 de 120
empresas; a los servicios de ahorro, crédito y venta de mercancías, integró otros de
recreación, turismo, cursos y programas culturales (Ospina L. 1990: 59).

232
La vinculación del programa de vivienda de Coltejer a la creciente actividad de Acción
comunal, del mismo modo que la intensificación de esfuerzos con los Centros de formación
familiar que apoyaba parecen apuntar en este sentido Ver Lanzadera #9 1973.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 287

3.2.5 Crisis y cambio


En los años 60s, en relación con las nuevas aspiraciones de las trabajadoras y la
actividad sindical, se hace visible la crisis y el carácter anacrónico del Patronato
como institución de integración religiosa y rígida disciplina para el control de las
trabajadoras; diversos cuestionamientos al esquema del internado, hacen que cese el
ingreso desde 1966 y sea cerrado en 1974 (Arango L., 1991: 185). Por ésta época,
a nivel de las altas jerarquías eclesiásticas hay inquietud por la pérdida de influencia
de la iglesia, lo que motivó que se emprendieran variadas acciones para recuperar la
fe y el surgimiento del sector ‗Golconda‘ con un discurso renovador y comprometido
socialmente.

Este proceso se refleja en Fabricato, en donde el capellán de la época, junto con


un grupo de trabajadoras sociales, partidarios de una visión crítica y militante de la
labor pastoral, desarrollaron una aproximación al sindicato, cuestionaron las políticas
hacia las mujeres trabajadoras, y emprendieron diversas acciones (retiros espirituales,
encuentros, cursillos, visitas a los hogares) con los trabajadores y sus familias para
constituirse en orientadores familiares y religiosos (Arango L., 1991: 186).

Sin embargo, desde 1962 los lazos de dependencia de la UTC con la iglesia y el
partido conservador se debilitan, hasta mostrar una total autonomía de la organización
obrera233. A nivel de los trabajadores de Fabricato, se logra la separación de las
prácticas religiosas, respecto a la vida laboral y productiva; ceden los controles morales
represivos; la obligatoriedad y gran hegemonía de prácticas religiosas colectivas se
debilita, haciéndose voluntaria; y los párrocos desde los años 60s emplean un control
afectivo y persuasivo, mejor adaptado a las necesidades de los jóvenes trabajadores
(Arango L., 1990: 190).

En un intento por crear en su entorno social dinámicas de crecimiento y empleo


autónomas, que debilitaran las expectativas por beneficios que pudieran recibir de la
empresa providencia, Fabricato promueve la creación de cooperativas artesanales y,

233
Daniel Levine (1981) se ha referido a la reflexión autocrítica y replanteamiento de los nexos
de la iglesia con los poderes políticos a nivel nacional.
288 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

en 1971 un convenio con el Sena para capacitar 1.030 artesanos, y otras actividades,
junto con entidades interesadas; con ello las iniciales pretensiones de desarrollar
una labor social amplia, se restringen al nivel local (Arango L., 1991: 182).

Las fuertes crisis económicas del sector textil, notorias en 1974 y 1980 motivan cambios
y replanteamientos con los que se pretende disminuir prácticas y compromisos
paternalistas con los empleados y de empresa providencia con el entorno social. En
este sentido ocurre el cierre del patronato; el recorte de la mitad del presupuesto de
la Corporación Fabricato para el desarrollo, que conlleva la suspensión de varias
actividades propias del activismo social - cristiano; la entrega de funciones
asistenciales a entidades públicas como Cajas de compensación familiar; Sena,
Instituto de bienestar familiar; desarrollo de programas para apoyo a la micro
empresa (Arango L., 1991: 197).

Aunque esta primera ola de ajustes, deja intacto lo esencial de las políticas
asistenciales como los subsidios de cafetería; la proveeduría; Fondo rotatorio de
vivienda; becas convencionales; la empresa empieza a modificar su modelo de
inspiración social cristiano, en un período en que se deterioraba el nivel de ventas y
se hacían más tensas las relaciones entre la gerencia y el sindicato. Desde la
negociación del petitorio de 1981, las posturas de la empresa producían
desconfianza, asi p.e., cuando optó por romper la cohesión de la organización,
apelando directamente a los trabajadores, con comunicaciones a sus hogares, en las
que se la empresa exponía sus puntos de vista; o cuando se desplego un inusual y
exagerado plan de seguridad con ocasión del comienzo del paro.

La convención de 1982, resolvió la huelga de ese año y acordó compromisos que


incrementaron el costo salarial en 1.000 millones, cuya segunda parte entraba en
vigencia en abril de 1983, momento en que la empresa entro en concordato con sus
acreedores, y demandó la convención (Ospina L., 1990: 201).

La resolución de esta demanda se prolongó, de modo que en 1984 se decidió


firmar un nuevo acuerdo colectivo, en el que se compensó con una bonificación de
60.000 pesos para cada trabajador, los perjuicios de la inobservancia de los
anteriores compromisos.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 289

Sin embargo, lo más significativo del momento fue el esfuerzo que se hizo para
promover la reconciliación, la confianza y la participación, de modo que se generara
un nuevo modelo de relaciones, haciendo explícito que ya no tendría los rasgos
paternalistas que habían predominado (Ospina L., 1990: 208 ss).

En esa dirección se mejoraron los procesos de comunicación interna, empleando la


revista Fabricato al día; se promueven reuniones de grupos primarios; y se busca
una mayor valoración del papel de los supervisores. Respecto al sindicato se hacen
diálogos con sus directivos, buscando recuperar su liderazgo y hacerlos participar en
la administración de algunos de los beneficios concedidos por la empresa. Por otra
parte, se promueven que las actividades culturales, deportivas y recreativas, sean
organizadas por el mismo personal; hacer enriquecimiento de sus oficios y propiciar
su contribución técnica a través de Círculos de Participación.

En este período fue más claro en las instancias directivas un cuestionamiento de la


política paternalista, que comienza recorte a programas externos como los
relacionados con las familias y las comunidades que manejaba la Corporación
Fabricato, pero que inevitablemente conduce a reducir beneficios extra
convencionales y limitar el poder de intervención del sindicato (Arango L., 1991: 200).

Después de la huelga y la crisis financiera de los años 80s, la junta directiva


presentaba un negativo balance de más de mil millones de pesos en cartera, de los
cuales 18% era vencida, y describía un inquietante panorama: estancamiento de la
demanda, auge del contrabando e importación de telas y confecciones; reducción de
exportaciones por crisis del comercio mundial, proteccionismo de los países
desarrollados y pocas medidas internas de fomento; crecimiento de los gastos
financieros, alto costo del dinero, falta de crédito y dificultades para la inversión en
acciones. Se hizo mucho énfasis también en la competencia de empresas pequeñas
y medianas, sin limitaciones de precios y vigilancia del Estado; con mano de obra de
costo reducido y pocas obligaciones con la comunidad (Ospina L., 1990: 193).

Dentro del plan de austeridad que siguió se decidió suspender dividendos y pedir
más inversión a los accionistas; vender activos no esenciales, congelar gastos y
conseguir créditos; en el campo laboral: ‗..crear conciencia entre los mismos
290 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

trabajadores sobre la necesidad de ser realistas, moderando sus pretensiones para


adecuarlas a la ocasión o coyuntura..‘. Por lo anterior, y ante el riesgo de perder sus
empleos, los trabajadores aceptaron que se aplazaran los aumentos salariales de la
convención colectiva desde abril de 1983. En este año la compañía liquidó pérdidas
por 1.200 millones, acumuló pasivos por 8.000 millones y afrontó el cierre del crédito
bancario (Ospina L., 1990: 195 ss).

En los siguientes años, el buen manejo del esquema concordatario y los planes
internos de austeridad, permitieron que la compañía redujera sus pasivos, emitiera
exitosamente acciones y se comprometiera en un ambicioso plan de adquisición de
nueva maquinaria, que le permitió recuperar su posición entre las más destacadas
del sector textil y privado nacional.

La crisis del sector en los 80s, y la confrontación con el sindicato, obligaron a la


gerencia a hacer los cambios que en palabras de los directivos, llevaron a la
empresa ‗de la época paternalista a la moderna‘. A pesar de que Fabricato, en
comparación con Coltejer, se consideró una firma más centrada en la calidad y de
cauteloso avance, en lo técnico - económico, evaluó negativamente lo que se describió
como un afán desordenado de grandeza que le llevó a buscar el crecimiento en sí
mismo; razón por la cual, con las filiales establecidas, se tiende a una estrategia de
desarrollar pequeñas, pero muy eficientes plantas (Ospina L., 1990: 252).

Los factores que hicieron más perdurable el paternalismo, fueron en un primer momento,
los elementos culturales y religiosos de la región, las tradiciones de trabajo y
religiosidad; más adelante la antigüedad de la compañía, su gran tamaño y el rol de
empresa providencia que asumió. Sin embargo, una consideración del papel de
patronos y gerentes muestra otros factores importantes; la larga permanencia de los
principales directivos frenó procesos de cambio y retrasó el relevo generacional; hasta
el comienzo de los años 60s, se logró limitar la presencia hegemónica en los
principales cargos, de los Echavarría, como familia fundadora (Ospina L., 1990: 241 ss).

En una siguiente etapa se requieren nuevos esfuerzos para hacer una renovación
generacional frente a un antiguo grupo de pioneros de formación empírica apegados
a sus puestos. En este contexto, la Junta directiva mantuvo una capacidad de
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 291

intervención, aún por encima del presidente de la compañía, sobre asuntos vitales,
entre ellos los laborales, situación que reforzó las tendencias tradicionalistas es ese
campo (Ospina L., 1990: 245 ss).

Varias formas de ruptura con la lógica paternalista en los planes de vivienda se


aprecian en Coltejer, otra empresa del sector, de similar importancia. Desde los años
50s se decide abandonar el sistema de arrendamiento de las casas a trabajadores,
que dejaba las actividades de mantenimiento del inmueble a la empresa y su
reemplazo por sistemas de venta a crédito.

A comienzos de los años 70s, los planes se orientaban a construir viviendas, proveer
créditos y asesorar la construcción de obras comunitarias con apoyo en las
posibilidades de la Acción Comunal y en modalidades de ayuda mutua de vecinos.
Trabajadores con tres años de servicio, que no tuvieran vivienda y fueran casados o
cabeza de familia, disponiendo del 20% del valor en cesantías o del un lote, podían
solicitar el apoyo. El proyecto contaba con respaldo financiero de Instituto de crédito
territorial ICT y el Banco central hipotecario BCH, cada uno de los cuales aportaba un
tercio del valor de la vivienda234.

3.2.6 Una visión del sector textil


El estudio de Ann Farnsworth-Alvear (2000), a partir de entrevistas y
documentación primaria y secundaria de las principales firmas textileras de Medellín
(Coltejer, Fabricato, Rosellón, Fábrica de Bello, Tejicondor, Telsa), para un periodo
que va desde comienzo de siglo hasta 1960, hace un análisis sectorial que
confirma en su totalidad las tendencias señaladas para Fabricato por Arango (1991),
aporta una periodización y precisiones sobre particularidades a nivel de cada
empresa. Esta interpretación reafirma que el modelo de organización paternalista de
inspiración católica que aplicaron los empresarios tuvo entre sus elementos más
importantes las diferencias de género, y de su aplicación se derivaron consecuencias
específicas para hombres y mujeres.

234
Lanzadera #7 de 1956 ‗Hogar dulce hogar‘ y #1 1971 ‗Vivienda al alcance de todos‘ p 18 –
23.
292 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Esta estructura tiene importantes mutaciones a lo largo de los siguientes tres periodos
que diferencia la autora: 1905 - 1935, predominio de la fuerza laboral femenina, bajo
un modelo disciplinario ad hoc y personalizado que se apoyaba en una idea de
responsabilidad moral; 1936 - 1953 las reglas de disciplina basadas en la diferencia
de género y el control moral se institucionalizan como paternalismo burocrático; 1953
- 1960 aplicación de los métodos tayloristas, las relaciones industriales, y mayor
ingreso de ingenieros, al mismo tiempo que se completa el proceso de
masculinización de la fuerza laboral.

A pesar de peculiaridades como los bajos salarios de Coltejer en su primera


etapa235, se puede decir que los empresarios no mostraron esfuerzos por minimizar
sus costos laborales; hay tendencia a la disminución de la fuerza laboral femenina y
al debilitamiento de algunos elementos de control moral y vigilancia, pero se
refuerzan sus mecanismos paternalistas con una serie de dádivas y beneficios extra
salariales. Las tensiones políticas y sindicales de mediados de los años 30s, marcan el
tránsito del paternalismo personalizado que exigía absoluta lealtad y obediencia y su
conversión en paternalismo burocrático, más prodigo en dádivas y servicios, y que
se perfeccionaría hasta quedar apoyado en una organización más compleja de
empleados de cuello blanco, (Farnsworth-Alvear, 2000: 118).

En este proceso, patronos y directivos se vieron a sí mismos como ingenieros sociales


y conformaron un esquema de manejo con la suficiente divulgación como para influir
en la política económica y el escenario empresarial nacional. Para la autora, se llegó a
estructurar lo que denomina un ‗capitalismo de bienestar‘ en sentido amplio, en los
años 40 y 50s, en el que incidió mucho la falta de competencia que garantizaban las
políticas proteccionistas de la época (Farnsworth-Alvear, 2000: 17).
La progresiva afirmación del nuevo esquema, con la siguiente generación de
directivos, permite la continuidad de los vínculos paternalistas entre ‗buenos‘ patronos
y trabajadores con expectativas de un trato y favores especiales; sin embargo se
actuó dentro de pautas más formalizadas, peticiones por escrito, mediación de

235
Es notable el contraste en la postura de dos integrantes de la misma familia Echavarría
respecto al manejo de la fuerza laboral; Jorge pretendía hacer de Fabricato un modelo para
la sociedad y expresó desacuerdo con los bajos salarios de su tío Alejandro en Coltejer
(Farnsworth-Alvear, 2000: 53).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 293

organizaciones sindicales, y empleados especializados y menos próximos a las salas


de trabajo. A pesar de que la familiaridad inter clase se redujo, se mantuvo la
conexión a la firma; en los nuevos nexos simbólicos con los trabajadores se empleó
un intensivo discurso familiar, con una idea de padres protectores y garantes de la
reputación de los trabajadores (Farnsworth-Alvear, 2000: 154, 177)

Desde los 40s, las plantas de personal crecieron y la autoridad se hizo más
burocrática, pero persistió el esquema paternalista en el que se unían y
combinaban: catolicismo, moral sexual, familia patriarcal, anticomunismo y disciplina
de trabajo. De la particular manera de concebirse la diferencia de género se derivó
un reordenamiento simbólico de la fábrica en el que se codificó la disciplina de
trabajo a través de estrictas reglas de conducta sexual y definición precisa de
conductas propias e impropias. (Farnsworth-Alvear, 2000: 149).

Considerando la interacción con procesos de la época en el escenario nacional,


como la llamada violencia de medio siglo, la organización de sindicatos pro católicos
y todas las prácticas empresariales que tendieron a mejorar la situación de los
trabajadores, representaron un patrón de autoridad conciliador y un camino
conservador diferente y menos radical en la lucha ideológica del momento, que el de
confrontación destructiva representado por Monseñor Builes (Farnsworth-Alvear,
2000: 61).

Por otra parte, en los discursos justificatorios de los benéficos otorgados a los
trabajadores, o retórica paternalista, los empresarios procuraban evitar que
aparecieran como concesiones del gobierno liberal o como producto de compromisos
con los trabajadores; en lugar de ello, desde el discurso católico se procuraba
presentar una ilusoria idea de respeto mutuo entre patronos y trabajadores
(Farnsworth-Alvear, 2000: 149).

Aunque los mandatos morales patronales, que hacían parte del esquema paternalista en
las principales textileras, conformaban una disciplina hegemónica, a nivel de la
percepciones y conductas obreras se evidencia para hombres y mujeres una
diversidad de formas de resistencia; se puede decir que existió una desconexión entre
ideología de género y práctica de género. Asi p.e, los Echavarría establecían que la
294 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

diferencia entre una conducta casta y otra no casta, podía ser la pérdida del empleo,
se acudió a muchas formas de escape a la disciplina, ocultamiento de las relaciones
amorosas, los embarazos y, aún los hijos de madres solteras (Farnsworth-Alvear,
2000: 207 ss).

En el mismo sentido, fue claro que éste clásico modelo moralista no se aplicó en
todas las firmas, ya que compañías como Tejicondor y Telsa, llamadas ‗empresas
acahuetas‘236 claramente se distanciaron del mismo al vincular mujeres casadas y
madres solteras (Farnsworth-Alvear, 2000: 176 ss).

A nivel del contexto productivo nacional, se percibe la particularidad del proceso


regional antioqueño, tomando en cuenta contrastes, como el que ofrece el caso de la
fábrica Croydon de Cali entre los años 30s y 60s. En esta firma también se empleó
por un largo período fuerza laboral femenina, ingresada a cortas edades y con
características de vulnerabilidad; estuvieron presentes algunas de las típicas acciones
paternalistas como el trato personalizado de un ‗patrón generoso, correcto y servicial‘,
prestamos y ayudas. Sin embargo, esta organización no se apoyó en elementos
religiosos, ni intentó controlar o influir sobre aspectos de la vida privada de las
trabajadoras como la sexualidad, matrimonio o maternidad (Bermudez R.: 2007).

3.2.7 Servicio social, catolicismo y contribución femenina en la


génesis del trabajo social
Las variadas labores caritativas que se cultivaron en Antioquía, tan profundamente
ligadas al tradicional sentimiento religioso de la región, evolucionaron de tal forma que
se conectaron con tres procesos específicos de la época. Por una parte, fueron uno de
los espacios públicos de actividad aceptados para las mujeres, que por su posición
social, participaron en actividades benéficas; por otra, tuvieron un vínculo muy estrecho

236
Esta particularidad se explica por tratarse de empresas con presencia de capital externo:
Tejicondor tuvo capital norteamericano, Telsa propietarios rusos y Textiles Modernos
inversión francesa; en el primer caso incidió su fundación dos décadas después de Coltejer,
la localización fuera de Medellín y la necesidad de vincular trabajadoras con experiencia fabril;
en el segundo se reproducía un elemento de manejo laboral del país de origen del capital: En
las dos firmas se apoyaron los cuidados maternos con sala cunas y otros servicios (Cañas J.,
2003: 194 ss).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 295

con el asistencialismo fabril que desarrollaron los empresarios industriales; y además


significaron un antecedente y primera práctica que más adelante se proyectó en la
configuración de la profesión del Trabajo Social.

Desde la esfera gubernamental, la reforma del 1936 formalizó la idea liberal que
comenzaba a ambientarse en esta época, acerca de la necesidad de que la protección
y asistencia social fuera una responsabilidad del Estado; y ello ocurrió en un momento
en que la capacidad de las tradicionales instituciones caritativas parecían superada por
los crecientes fenómenos de pobreza y marginalidad (López O., 2008). No obstante, se
mantuvo una variedad de actividades caritativas y asistenciales con su distintivo sello
paternalista, que en gran parte eran inspiradas y manejadas por mujeres voluntarias, y
que en muchas ocasiones emplearon recursos públicos y tuvieron diferentes nexos
con el Estado.

En 1945, con apoyo de la Acción Social Católica y del gremio empresarial ANDI, se
creó la Escuela del Servicio Social de Medellín. Sus egresadas fueron damas de
buena posición social que llegaron a ser un elemento mediador entre las organizaciones
caritativas, las instituciones estatales y las comunidades, generando una manera
femenina y ‗maternalista‘ de actuar frente los fenómenos de la cuestión social237. Las
prácticas de estas asistentes en entidades públicas y empresas privadas como la
textilera Fabricato estuvieron orientadas por modelos de asistencia habitacional de
Estados Unidos, entre ellos uno inspirado en la experiencia católica de ‗Casita María‘.
De este modo, con colaboración eclesiástica entre 1946 y 1951 se gestionó en un
barrio de condiciones marginales, la primera Residencia social de Medellín;
experiencia que fue seguida de otras 18 del mismo tipo, impulsadas por mujeres y con
mujeres por beneficiarias. Las ideas cristinas inspiraron estas acciones, que tuvieron
una variada configuración en cuanto a fuentes de financiación, estructura y tareas
emprendidas (reparto de víveres, ayuda material, recreación atención médica,
educación infantil y de adultos, Cajas de ahorros).

237
La primera Escuela del servicio social había sido fundada por María Carulla en el Colegio
Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Bogotá en 1936; contando con el apoyo de
organizaciones católicas internacionales y de la Curia de Bogotá, y funcionó durante veinte
años, aunque no parece haber tenido tanta actividad como su similar de Medellín.
296 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Se aplicaban técnicas de recolección sistemática de información socioeconómica y


visita domiciliaria, para evaluar problemas sociales relacionados con higiene y
salubridad, la familia, la niñez, desempeño paterno. La manera como se percibían los
problemas y se planteaban las soluciones, podía llevar a adoptar fórmulas que
combinaban ‗sostenimiento moral y auxilio material‘ (López O., 2008).

Las asistentes sociales tituladas actuaron también en empresas industriales, en donde


desplazaron a voluntarias y visitadoras; especialmente en los años 50s, cuando se
masculinizaba la fuerza de trabajo y perdían importancia los patronatos y dormitorios de
obreras, aportaron sus saberes en temas relacionados con la vida del hogar y el grupo
familiar obrero. Dentro de una nueva perspectiva, en el barrio de la textilera Rosellón,
en 1954 se promovió el programa ‗Casita María‘ una de cuyas actividades apuntaba a
la recreación, teniendo la novedad de apelar a los grupos primarios de las asociaciones
voluntarias, y no a los servicios asistenciales del secretariado social de la fábrica.

Estas prácticas asistenciales centradas en la mujer como madre y ama de casa, que
implicaban la entrega de algunos recursos económicos o pequeños créditos, junto con la
noción del salario familiar para el trabajador industrial varón, ambientaron la idea del
subsidio familiar que, como veremos, se estableció en Medellín en 1954 y tres años
después se promovió a nivel nacional. Estos recursos, inicialmente se entregaban a
las amas de casa, y dieron origen a las Cajas de compensación que han perdurado
hasta nuestros días. Por otra parte, la Escuela del servicio social después de 1960, se
convirtió en la Facultad de Trabajo social de la Universidad Pontificia Bolivariana (López
O., 2008).

En su génesis las tareas asistenciales que llegaron a conformar la profesión del


Trabajo Social estuvieron ligadas a la religión, el derecho y la medicina. Sin
embargo, en el caso antioqueño, las particularidades de esquema paternalista católico
determinaron en el medio empresarial, como campo de formación de esta profesión,
un específico conjunto de determinantes en las décadas de los 40 y 50s.
Cuando se dejó de lado el esquema de damas caritativas con acciones voluntarias
y ocasionales, se adoptó el modelo del servicio social y se produjeron los primeros
desarrollos, en los que los empresarios esperaban la solución a los desajustes y
desequilibrios que se advertían en la interacción trabajador - familia, y la adecuada
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 297

adaptación del trabajador a las exigencias del medio industrial. Como se trataba de
un individuo aún apegado a costumbres y tradiciones campesinas, las intervenciones
apuntaban a promover un empleo adecuado del salario, conveniente utilización del
tiempo libre y manejo de la vida hogareña (Arias N., Escobar L., 1985: 115).

El intenso activismo religioso había creado los antecedentes de la actividad de


grupos, en la que se enfocó la labor de las asistentes sociales primero y desde los
años 50s, de las trabajadoras sociales. Por ello las acciones y programas, que en
muchos casos eran sugeridas y guiadas por los capellanes de fábrica, tuvieron un
fuerte componente de celebración y ritual religioso, y se organizó a los trabajadores y
sus familias en grupos deportivos, escénicos, musicales, de madres, de niños.

Estos grupos empíricos, a instancias de la intervención eclesiástica, ayudaron a definir


el método de intervención del trabajo social, y le dieron prioridad sobre otras opciones
como el caso social y la perspectiva de comunidad, en un proceso en el que tiene más
relevancia e influjo sobre el perfil profesional la iglesia, que otros entes como el
Estado o las agrupaciones políticas u obreras.

En síntesis, en el medio antioqueño y entorno a la actividad fabril y a la vida barrial y


comunitaria, se estructuró una serie de actividades, inicialmente inspiradas en la caridad
católica, que lentamente se transformaron y generaron diferentes modalidades
asistenciales. Un aspecto común a las diferentes etapas y contextos de desempeño de
estas prácticas, fue el influjo religioso y la contribución femenina. Esta última
evolucionó a lo largo de varias décadas, pasando por los roles de dama voluntaria
compasiva; asistente o visitadora social con alguna capacitación; hasta llegar al de
trabajadora social profesional.

El fuerte componente católico que permaneció en estas actividades, aún después que
habían avanzado elementos de profesionalización ligados al desarrollo de las primeras
academias, hace que las prácticas asistenciales en las fábricas antioqueñas, a pesar de
su diversidad y notabilidad en la época, no se consideren fundamentales como
298 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

experiencias decisivas en el surgimiento y conformación del trabajo social en


Colombia238.

3.3 El caso Corona: de una fábrica de loza a un grupo


económico
La conformación de lo que hoy es un importante grupo empresarial empezó en 1935
cuando Gabriel Echavarría Misas adquirió una rudimentaria establecimiento en el que
desde 1881 se elaboraba en el municipio de Caldas (Antioquía), gran variedad de
productos de loza; el comprador de esta pequeña fábrica pertenecía a una familia, de
destacados comerciantes y fundadores de las que llegarían a ser las más grandes
firmas textileras del país Coltejer y Fabricato.

La idea de montar este establecimiento partió del técnico metalúrgico alemán


Reinhold Paschke, quien había llegado dos décadas atrás para laborar en la actividad
minera de esta zona dinámica en actividades comerciales y manufactureras; los aportes
técnicos y la difusión de conocimientos de éste y otros técnicos, contribuyeron a que
esta empresa superara a otros productores de la región y redujera las importaciones
(Ángel A., De la Cuesta C. 2001: 9 ss).

En los últimos 15 años del siglo XIX la compañía sufrió escasez de capital por
quiebras bancarias, ruina y cambio de algunos propietarios; además hubo perjuicios
por la inestabilidad del papel moneda y la guerra de los Mil Días. Sin embargo, la
empresa logró diversificar su producción y ampliar el alcance de su mercado y en
1906 con la venta a los exportadores de Café Mejía & Echavarría, la empresa tomó
el nombre de Fábrica de Loza de Caldas (Ángel A., De la Cuesta C. 2001: 20 ss).
Desde sus primeros años aplicó algunas de las prácticas benevolentes usuales en
la región, es asi que en 1917 una fuente informa como elemento destacado el
pago de jornales a trabajadores enfermos y anticipos de salario para compra de
vivienda (Ángel A., De la Cuesta C. 2001: 29 ).

238
Varios estudiosos, en sus reseñas sobre la génesis del Trabajo Social describen las
etapas iniciales como caritativas católicas o de asistencialismo filantrópico, o proveedor, pero
no registran las actividades específicas del medio industrial y sus posibles contribuciones: Ver
Martínez M., (1981); Torres J., (1988); Malagón E., y Leal G., (2006).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 299

Después de algunos perjuicios por la crisis económica de fines de los años 20s, la
mayoría de las acciones de la compañía fueron adquiridas en 1935 por Gabriel
Echavarría Misas y sus hijos, y tomó el nombre de Locería Colombiana S.A.. Con
esta transacción, comenzó un proceso en que la experiencia y cultura de trabajo del
primer empresariado textil antioqueño pasaba a otros campos de actividad y se
combinaba con nuevos aportes: conocimientos adquiridos por estudios en el exterior y
el desempeño de ingenieros de la Escuela Nacional de Minas que fueron vinculados
(Ángel A., De la Cuesta C. 2001: 48). Gabriel Echavarría era hijo del fundador de
Coltejer y poseía muchas acciones en dicha compañía, que decidió vender para
concentrarse con sus hijos en el desarrollo de la nueva empresa; también había sido
fundador de Imusa y su hijo Hernán Echavarría Olózaga había sido accionista y
directivo de Pepalpa y de la mencionada textilera (Ángel A., De la Cuesta C. 2001:
51).

Hernán Echavarría Olózaga (1911 - 2006), fue una figura significativa como integrador
del viejo estilo y primer impulso empresarial y los innovadores cambios y acelerado
crecimiento de los años de la segunda guerra mundial, y en las posteriores décadas,
cuando se fundaron nuevas compañías y se produjo un posicionamiento importante
en el sector construcción, que luego integró la actividad comercial y conformó el
reconocido grupo empresarial Corona, del que éste ingeniero fue reconocido líder.
Como veremos, desde las primeras décadas de actividad se conformó una especial
cultura de trabajo, que correspondiendo a los parámetros de la región antioqueña, tuvo
particularidades, varios cambios y etapas significativas, que sin embargo han hecho
que hasta el presente las empresas Corona conserven rasgos distintivos en sus
relaciones laborales.

Antes de comenzar su actividad empresarial Hernán Echavarría estudió ingeniería


mecánica en Victoria University (Manchester) entre 1927 y 1931, e hizo estudios de
economía en el London School of Economics, entre 1931 y 1932. Al regresar al país
trabajó en la expansión de sus inversiones, pero también en la vida pública en
espacios gubernamentales y gremiales; como impulsador de la educación gerencial y
la profesión de la economía en varias universidades; escritor de temas económicos y
divulgador de las tesis Keynesianas, cuyo desarrollo presenció de cerca en su
época de estudiante.
300 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Entre los desempeños más destacados puede mencionarse: Ministro de Obras


Públicas en 1943; Directivo de la Asociación Nacional de Industriales ANDI y
contendiente del régimen de Rojas Pinilla en 1957; Ministro de Comunicaciones 1958;
Embajador de Colombia ante el gobierno de los Estados Unidos 1967; director de la
Comisión Nacional de Valores que investigó los escándalos financieros de 1980;
destacado opositor del gobierno de Ernesto Samper Pizano (1994-1998), a propósito
de las acusaciones por el ingreso dineros del narcotráfico a su campaña electoral.

Varios factores incidieron en el crecimiento y proyección de la compañía, en los


años siguientes a su adquisición por los Echavarría, entre ellos la entrada en
funcionamiento de la Central Hidroeléctrica de Guadalupe en 1935, que dejó atrás el
uso de rueda Peltón; un año después la Junta Directiva consiguió que el congreso
elevara la tarifa de aduana para loza y ladrillo esmaltado; introducción de nuevos
equipos (molinos, hornos de túnel, trituradoras y tornos) y contratación de técnicos
extranjeros; abundancia de fuerza obrera formada en tradicionales oficios cerámicos
en el municipio de Caldas. Como ocurrió a otras industrias, las conocidas dificultades
de importación de bienes en la Segunda guerra mundial contribuyeron a aumentar la
demanda de la loza y el baldosín que para entonces empezaba a producirse (Ángel A.,
De la Cuesta C. 2001: 39 ss).

Desde los años 50s, la especialización y crecimiento de las actividades llevó a que se
crearan nuevas plantas en diferentes regiones colombianas. No obstante, las viejas
prácticas paternalistas asentadas en la larga historia de Locería Colombiana,
fueron conservadas y vigorizadas por los Echavarría. Desde las primeras décadas
en que predominaba la figura del campesino – obrero, que se buscaba arraigar
para que no retornara al trabajo agrícola, llevándose el saber productivo, hasta la
época de ingreso de nuevas generaciones más claramente urbanas e industriales, se
generó una forma de manejo laboral reconocido por las buenas condiciones de
trabajo (Ángel A., De la Cuesta C. 2001: 53).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 301

Tabla 3.6 Fundación de empresas del Grupo Empresarial Corona


Año Planta Lugar
1935 Se adquiere Locería Colombiana Caldas (Antioquia)
1948 Se funda Superfrax Ltda para la elaboración La Estrella (Antioquia)
de mosaicos cerámicos
1952 Se funda Colcerámica para producir azulejos de Madrid (Cundinamarca)
pared
1956 Se funda Porsanitaria S.A para producir porcelana Madrid (Cundinamarca)
sanitaria
1956 Se inaugura Arcesa S.A. cadena de almacenes Varias ciudades
al detal de productos cerámicos
1960 Se funda Electroporcelana Gamma S.A fábrica Sabaneta (Antioquia)
de aislantes eléctricos cerámicos
1960 Inicia Operaciones Minerales de Colombia S.A. La Estrella (Antioquia)
Para la exploración de minerales no metálicos
1960 Se funda Mancesa Fábrica de porcelanas Girardota (Antioquia)
sanitarias
1963 Se establece Grival S.A para la fabricación de Funza (Cundinamarca)
grifería para baños y cocinas
1994 Se conforma Sodimac Colombia S.A en alianza
con Sodimac de Chile para establecer la cadena
Home Center
Fuente: Pedraza E., Benavides J., 2000.

Eran usuales facilidades para estudiar y estabilidad del empleo; motivación y esfuerzos
por mantener un buen clima laboral ‗trato cálido y sencillo‘; un papel de
aleccionamiento moral y continua instrucción de la gerencia en tópicos como cuidado
de la salud, economía del hogar y vida familiar; servicios de salud y facilidades para
adquisición de vivienda; vinculación de familiares y armonía interna por la
conservación de ritos y prácticas colectivas integradoras (fiestas religiosas,
celebraciones y eventos deportivos).

En el caso de las nuevas plantas que se establecían fuera de Antioquía, como


ocurrió con Colcerámica en el municipio cundinamarqués de Madrid durante los años
50s, el cuadro directivo y de mandos medios era en su mayoría antioqueño y se
procuró trasladar también los elementos de manejo que se han descrito. El grupo
paisa fluctuó entre el 20 y 25 % de la planta, dispusieron de viviendas aportadas
302 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

por la empresa, y contando con su fuerte identidad con las prácticas y estilos de
manejo de los Echavarría, ayudaron a formar a los trabajadores de Madrid en
oficios y manejo de maquinarias (López L., 1993: 60).
Se desarrollaron los tradicionales servicios asistenciales hacia el personal como
proveeduría y el colegio Echavarría desde 1962239; del mismo modo que las
prácticas religiosas católicas orientadas también a las familias, que estuvieron a cargo
de la comunidad de los Capuchinos. Los conocidos controles paternalistas se
aplicaron a un problema nuevo para la población de Madrid, como fue la conducta
escandalosa de los obreros paisas en bares y prostíbulos: con actitudes moralistas y
patriarcales el jefe de personal, el cura y el alcalde los capturaban y sancionaban.

En los barrios Serrezuela y Gabriel Echavarría se facilitó, con un sistema de


cuotas la consecución de vivienda a los empleados en lotes de 271 metros cuadrados,
que superaban el promedio de extensión de los predios de la zona y contaban con
materiales y servicios de buena calidad. En estos mismos sectores de la población,
después de 1958 se acogió con entusiasmo un elemento de organización
comunitaria novedoso para la época como fue el de las Junta de Acción Comunal
(López L., 1993: 71).

Sin embargo, no faltaron los problemas de adaptación y ajuste social en el interior


de la fábrica. Cuando se contaba con 150 operarios, algunas arbitrariedades y abusos
del grupo de empleados y trabajadores antioqueños, en el ejercicio de su papel como
poseedores de saber productivo y autoridad formal, generaron conflictos y tensiones,
que llevaron a la conformación de un sindicato entre 1955 y 1973, identificado como
‗antipaisa‘. Algunos cambios en la composición del personal, como el ingreso de
profesionales del centro del país contribuyeron a la superación del conflicto y al
surgimiento del mismo ambiente de comunidad y pertenencia, con proximidad
entre directivos y trabajadores; ingreso de integrantes de la misma familia,
principalmente padres e hijos.

239
Inicialmente se llamó Escuela de Varones Corona, pero desde 1973 cambió el nombre y
admitió niñas.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 303

Las iniciativas asistenciales y filantrópicas de la firma, definidas como compromiso


social, persistían a principios de los años 90s, con el apoyo a la cooperativa y
fondos de ahorro y préstamo para los trabajadores; asi mismo se proyectaban de
diversas formas hacia el entorno municipal, p.e., con el apoyo y dotación de
colegios; cursos técnicos abiertos a personas de fuera de la planta; respaldo a
eventos deportivos y culturales; fomento a la formación de pequeñas y empresas y
actividades generadoras de empleo como cultivos hidropónicos. Por lo anterior, el
impacto de la firma en la comunidad se considera positivo, más aún si se lo compara
con el de la floricultura que aumentó su presencia desde los años 70s (López L.,
1993: 156 ss).

3.3.1 La llegada de los ‘doctores’: impacto y conciliación


Un elemento importante en el origen de grupo empresarial que hemos esbozado
fueron los rasgos y peculiaridades del mundo social que se creó tras varias décadas
de cálidas relaciones de trabajo en Locería Colombiana. Este proceso con sus típicos
componentes paternalistas regionales, asi como sus tensiones y cambios, fue
descrito con todo detalle en el texto que el antropólogo norteamericano Charles
Savage (1986) elaboró, con base en un estudio de tres meses a ésta y otras fábricas
antioqueñas en 1960, y en otras visitas y observaciones a lo largo de ocho años.
Las detalladas descripciones de Savage, muestran una completa visión de los
intercambios entre la fábrica y el entorno local del municipio de Caldas, asi como
entre los diferentes actores sociales que participan de la producción; al mismo tiempo
se evidencian algunos rasgos del estilo de manejo, que Locería comparte con las
firmas que hemos descrito. La indagación que realiza este estudioso resulta muy
valiosa, tanto por tratarse de las percepciones de alguien ajeno a la vida laboral y a
la cultura nacional, como porque se realiza en un momento crítico en que la familia
Echavarría, propietaria de la empresa, ha decidido confiar el manejo de sus
empresas a un equipo directivo especializado y vincular a un grupo de jóvenes
profesionales como directivos de producción en la planta de ‗La Blanca‘.

A continuación se resumen los aspectos más significativos que revela este estudio
para la comprensión de los vínculos de reciprocidad entre directivos y trabajadores, y
304 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

al ambiente social creado en la planta, del mismo modo que la crisis y dinámicas de
cambio que ocasiona el ingreso de los profesionales o ‗doctores‘:

En el espacio de trabajo, convergen una serie de influencias en las que los


elementos modernos que el avance empresarial introduce, parecen bien integrados a
valores reinantes y tradicionales. El autor define como estructuras esenciales de su
análisis: familia, ‗destino prefijado‘, sistema patronal y la plaza de pueblo como
centro vital de la vida social y la integración comunitaria; con ellas describe e
interpreta elementos culturales e interacciones a nivel de los individuos, la fábrica y la
provincia. La vinculación de familiares, principalmente padres e hijos como práctica
conocida en otras actividades se aplicó en Locería, de modo que el padre de familia
trabajando junto a los patrones, se convierte en responsable por la conducta y
producción de toda la familia, aún de los hijos adultos. Se advierte la existencia de
un contrato entre familias, más que entre individuos, un sistema de remuneración
colectivo240, y que el empleador tiene un papel como ‗super padre‘ para varias
familias.

Los diálogos que el autor mantuvo con los trabajadores mostraron, que tenían un fuerte
apego a sus oficios y compromiso con sus labores, porque las concebían y describían
como un destino preestablecido, inmodificable y definido: el papel que estaban
llamados a cumplir en la vida. En conexión con la idea de destino, estaba el papel
del padre de familia, como rol más respetable al que se podía aspirar en el medio
social regional.

Los padres de familia ocupaban los puestos más exigentes, tenían funciones técnicas
de orientación y supervisión y ganaban los mejores salarios; su función era facilitar el
cumplimiento del ‗destino‘ de los integrantes de la familia, preparándolos y
ayudándolos y representándolos ante los patrones; tanto padres como patrones
recibían el respetuoso y afectivo título de ‗Don‘. Con mediación de los padres de
familia, el patrón garantiza el bienestar de los trabajadores en materia de salud,

240
Este aspecto del manejo laboral, del mismo modo que otros componentes de la
organización y gestión se entendían como modificables según iniciativa de los patrones,
pero siempre en consulta con los padres de familia, de modo que pareció predominar una
dinámica de cambio e innovación.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 305

vivienda, y se interesa aún por aspectos personales como los de matrimonio y vida
familiar. Asi mismo mantenía una activa presencia en los eventos comunitarios,
religiosos o deportivos, y un rol en la vida familiar como padrino de bautizo o
matrimonio y garantizará que los puestos vacantes serán para descendientes de
quienes los ocuparon.

En el esquema generado, el patrón y las familias trabajadoras eran cuidadosas en


cumplir sus ‗destinos asignados‘; el patrón concedía a los padres de familia afectuosos
saludos, estrecha atención y rápida resolución de sus peticiones. El texto describe
asi, la mixtura entre empresa y familia:

‗..Trabajadores antiguos todavía de vez en cuando hablaban de la fábrica como su


hogar, de la empresa como a su familia, y del patrón como su padre. El patrón se sentía
obligado a comportarse de maneras que reforzaban las reciprocidades básicas. Él
también tenía la intención de perpetuar la imagen de su familia patronal como una ‗buena
familia para trabajarle‘241 (Savage 1986: 44).

El estudio emplea una perspectiva comparativa, analiza una fábrica de loza en


Santuario y otra de confecciones en Medellín, pero es el análisis de la fábrica
denominada ‗La Blanca‘, en el que más se destaca la integración de la vida municipal
con la empresa, las familias, los patrones, y la vinculación de trabajadores del
campo desplazados por la violencia. Particularmente ilustrativa de la fuerza y
aceptación del esquema paternalista, es la descripción de la etapa en que el
crecimiento de la empresa, el alejamiento de los propietarios y el ingreso de
profesionales, transforma el tipo de nexos establecidos, genera una crisis y conduce
hacia un nuevo orden, en el que sin embargo se alcanzó el equilibrio y se mantuvo la
dinámica de crecimiento, preservando algunos de los elementos de la etapa anterior.
A mediados de los años 50s con una nomina de 500 trabajadores, en el centro de
una población de 2.500 habitantes, los propietarios Echavarría emprendieron la

241
Traducción libre del párrafo: ‗Older workers still occasionally spoke of the factory as their
home, of the company as their family, and of the patron as their father. The patron was obligue to
behave in ways that reinforced the basic reciprocities. He was also intent on perpetuating the
image of his patronal family as a ‗good family to work for‘
306 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

incorporación de personal profesional a los puestos directivos y técnicos, dejando en


cargos de mando a unos pocos ‗dones‘ como representantes del anterior orden;
esperaban la continuidad del esquema de relaciones y prácticas patronalistas que se
traía, pero los jóvenes profesionales que ingresaban no apreciaban tales formas de
manejo laboral; tampoco se interesaron por conocer la cultura, el casi cifrado lenguaje
del trabajo cerámico que se compartía, y el espacio social que se le era
inseparable (Savage Ch., 1986: 103).
La juventud de los nuevos directores, su origen urbano, pero sobre todo su
242
inspiración taylorista , les llevaba a marcar distancias con sus subordinados,
evitando integrarse a los rituales y apreciadas prácticas comunitarias, tanto en los
espacios de trabajo como fuera de ellos; además de ello, con la ingeniería industrial
introdujeron muchos cambios y novedades en los procesos productivos y la estructura
de puestos y exigencias. Muchas consecuencias se derivaron de su intervención,
como fueron el malestar obrero generalizado por la modificación de los oficios o
‗destinos‘ de los trabajadores (forjador, moldeador, asistentes, etc); su falta de
acercamiento más allá de la comunicación de órdenes y nuevas pautas de
rendimiento y compensación; la supresión del papel de los padres de familia, que con
sus contratos colectivos y hereditarios habían sustentado una armónica forma de
interacción y remuneración con los patrones.

Por varios meses este ambiente social en la fábrica de La Blanca resultó muy tenso
e insatisfactorio para todos los participes de la producción, incluso los patrones o
propietarios que ya solo ocasionalmente se hacían presentes en la planta, y recibían
las quejas obreras, expresaron su propia inconformidad.

Sin embargo, la superación del conflicto se logró a instancias del dinamismo


mostrado por el hijo de uno de los antiguos dones, en la promoción de actividades
como un torneo de futbol; del mismo modo que con el aporte de diferentes
trabajadores que desde posturas tolerantes y de expectativa optimista sobre el aporte
técnico de los ‗Doctores‘, ejercieron un rol mediador.

242
Se refiere a las concepciones y técnicas de control y racionalización del trabajo que el
ingeniero norteamericano Frederick Taylor propuso al comienzo del siglo XX, y que fueron
divulgadas y enseñadas en Colombia, particularmente a los Ingenieros antioqueños en la
Escuela Nacional de Minas de Medellín Ver Mayor Alberto (1984; 1992).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 307

De este modo se halló un espacio motivante de interacción, que aunque no


reconstruyó el anterior esquema de reciprocidades, si creó vínculos compensadores
y la mutua aceptación de los sectores distanciados. Surgió un nuevo equilibrio y
respeto mutuo, en el que los trabajadores no esperaban que los ‗doctores‘ actuaran
como los ‗Patrones‘ o los ‗Dones‘, y estos cambiaron algunas de sus actitudes, para
completar exitosamente la aplicación de los standards taylorianos, y con ello un
cambio organizativo y productivo de fondo en la firma.

Esta aproximación de Savage a una etapa inicial de empresas que, en las siguientes
décadas crecieron y fueron la base para conformar uno de los conglomerados
económicos más importantes de Colombia: el grupo Corona, puede entenderse como el
análisis del tránsito de una fábrica con un tradicional sentido de comunidad a una
agrupación más orientada por la idea de ganancia individual dentro del nuevo sistema
de trabajo que se promovió. Para el autor, el caso estudiado muestra que en las
primeras décadas de la industrialización, al menos hasta la llegada de la electricidad,
en esta región de Antioquia, la modernización no siguió a la industrialización 243. El
modelo de relaciones sociales adoptado giró en torno al viejo y conocido rol del
‗patrón‘ como alguien destacado en la vida del municipio, protagonista de relaciones
amistosas con los vecinos, benefactor y participe en eventos religiosos y cívicos
(Savage Ch., 1986: 27, 43).

Por lo anterior, en este estudio se apela indistintamente a los conceptos de


patronalismo y paternalismo, pero es el primero de ellos el que más se emplea, por
resultar más comprensivo del rol del empresario en los diferentes espacios sociales.
En contraste, aunque en algún momento se refiere al ‗paternal system‘, la idea de la
conducta paternalista se restringe a describir uno de los rasgos del patronalismo: el
interés por el bienestar de los subordinados. En síntesis, la significación de la figura
del patrón y sus interacciones con las familias obreras en la firma y región analizados,

243
En esta interpretación incidió el hecho de que en las poblaciones visitadas y entre los
trabajadores de la alfarería los vínculos entre padres e hijos, patrones y familias trabajadoras
se mantenían más fuertes que en las poblaciones vecinas, que habían sido más modificadas
por cambios modernizadores (Savage 1986: 42).
308 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

impone a Savage acudir la idea de sistema patronal, más que a la de paternalismo,


aunque la segunda evidentemente estaba implícita en la primera.

Otra precisión sobre la relación entre los dos conceptos, se deriva de la reflexión que
hace sobre el futuro y las tendencias de cambio en ´La Blanca‘: en presencia de un
programa de bienestar que la firma promovía y que estaba creciendo en influencia y
podría hacer que la comunidad fuera dominada por los valores e intereses de la
compañía, Savage consideró que era más probable pasar del patronalismo que
presenciaba a una situación de más autonomía y no a un paternalismo más
dependiente (1986: 143). El rumbo de la organización Corona hasta el presente
parece confirmar el acierto de este pronóstico.

3.3.2 Efecto aperturista: búsqueda de competitividad y nueva


conciliación
Al comenzar la última década del siglo XX, los cambios en el marco institucional y
regulativo de la economía colombiana tendientes a la internacionalización de la
actividad productiva, plantean múltiples desafíos y exigencias a las empresas
industriales; el primer efecto percibido por Corona fue la pérdida del 30% del
mercado nacional. Una caracterización de la situación de esta compañía, con el
sesgo productivista de los nuevos tiempos, y énfasis en aspectos de cultura
organizacional, señala entre los rasgos significativos y de necesario replanteamiento
los siguientes (Ángel A., De la Cuesta C. 2001: 57 ss):

Como producto de la posición cuasi monopólica que había tenido la firma en el


mercado, se había tendido a privilegiar la lógica de las economías de escala con
venta de altos volúmenes y mínima variedad de productos; como la comercialización
estaba asegurada, podían dejarse de lado cuestiones como: planeación, atención a
la calidad, costos y necesidades de los clientes.

Empleo de los medios internos de información, principalmente para divulgar temas


sociales, celebraciones religiosas, actividades deportivas; noticias sobre prestaciones y
dádivas para los trabajadores y artículos educativos para los trabajadores. Respecto
al movimiento interno de información relacionada con procesos, en su entrega
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 309

predominaban los criterios selectivos relacionados con afiliación y afecto más que los
de racionalidad productiva.

Entre los principios explícitos de la organización, ocupaba un lugar central la


valoración de las personas y el trato humano, que se materializaba en políticas de
bienestar, desarrollo personal y profesional, como las de ayuda para conseguir
vivienda propia, programas de salud y educación.

La relación entre dueños y trabajadores se caracterizaba por el trato próximo y familiar,


en el que eran centrales aspectos personales y familiares, y solo de modo secundario
se abordaban aspectos de producción. Las celebraciones religiosas, actividades
deportivas y familiares, asi como los lazos de parentesco se valoraban mucho en la
vida empresarial; esto último explicaba la vinculación de integrantes de la misma
familia.

Frente al desafío aperturista, la organización Corona podía acudir a alguna de las


fortalezas de su larga historia. Por ello, apeló a su capacidad para asimilar las teorías
organizativas y técnicas gerenciales más avanzadas, tal como había ocurrido en los
años 60s con la aproximación a conceptos de desarrollo organizacional y clima
organizacional, y a comienzos de los 80s con sus acercamientos a la doctrina de la
Calidad Total centrados especialmente en la planta Grival localizada en Funza
(Gutierrez D., 1999: 15).

Las políticas de personal benévolas eran afines a las exigencias del programa
Calidad Total, pero se debió asumir un mejoramiento del nivel educativo de los
empleados operativos, incluyendo aspectos relativos a la vida personal, en este
sentido se uso el programa ‗Como vivir mejor‘, en el que se trataron temas sobre
nutrición, salud, economía doméstica, atención a problemas familiares.

Sin embargo, el plan organizacional denominado Alborada 2000, representa un


esfuerzo de ‗cambio planeado‘ y ‗transformación cultural‘ más decidido, con el que la
gerencia se propuso introducir en la organización la filosofía de la calidad integral en
el pensamiento, la organización, la forma de dirigir y la actividad operacional; y se
310 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

enunciaron como orientaciones esenciales: administración humanista, calidad,


importancia del cliente, participación y compromiso social.

En la nueva visión de la compañía, en el pasado reciente la impresión de abundancia


derivada de las ventas estables y garantizadas se extendió a las relaciones de la
empresa con su entorno, razón por la cual varias instancias del municipio de Caldas
dependieron del liderazgo y aporte de la compañía para solucionar diversos
problemas. Asi mismo, para los trabajadores pertenecer a Corona representaba una
situación favorable por los buenos salarios y prestaciones sociales, posibilidad de
adquirir vivienda y respaldo para la educación de los hijos y cuidados de salud; la
antigüedad se apreciaba como un valor, pero consideraban que había permisividad
y tolerancia hacia un tipo de trabajador que ‗enfatizaba más la retribución que la
contribución‘; los valores de familia que se compartían aseguraban ‗privilegios, premios
y dádivas‘ (Ángel A., De la Cuesta C. 2001: 68).

A partir de este diagnóstico sobre la compañía se propusieron planes para cambiar


la cultura dominante descrita como manufacturera, provincial y tradicionalista, por
otra más orientada a lo global y al mercado abierto. Un primer paso fue asumir una
concepción del producto que más allá de lo funcional incursionara en nuevos diseños
y modas; se hizo más ahorrativo el proceso productivo respecto a rotura y
desperdicio; del mismo modo se creó un esquema de mejoramiento continuo que
superara la autosuficiencia de las diversas áreas y lograra la participación y trabajo en
equipo en calidad, costos, servicio y cumplimiento.

En esa dirección, la firma se esforzó por responder mejor al mercado; rediseñó


procesos; modificó patrones de comunicación, relaciones e interacciones sociales en
torno a las tareas productivas; aplicó nuevas disposiciones sobre orden y uso de los
espacios, como la que restringió el consumo de alimentos al restaurante, prohibiendo
que se hiciera en los puestos de trabajo. El proceso de transformación, con sus
dificultades, resistencias y dimisiones de quienes no se sentían parte de la ‗nueva
empresa‘, evidenció lo que se interpretó como la fuerza y arraigo de la cultura que se
había compartido por varias décadas.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 311

Como la gerencia consideraba que era posible y necesario modificar esa cultura, se
promovieron cambios en los rituales y momentos de socialización, asi p.e., se
conservó la participación en actividades de tipo religioso ya con menos vigencia, como
los pesebres y carrosas, pero evitando que se hicieran por secciones o áreas: se
dispuso diseñar una sola que representara a toda la empresa, para mostrar una
imagen el esfuerzo colectivo y superación de la competencia entre áreas (Ángel A., De
la Cuesta C. 2001: 73).

Asi mismo, se introdujeron nuevas prácticas como la de informar sobre la


estrategia de negocio, sus avances y situación de la compañía en el mercado, pero el
cambio más apreciable ocurrió en relación a la metodología de Grupos Naturales y
procesos participativos porque implicó consultar a los trabajadores y pedir su aporte
en la construcción de una nueva visión de empresa. Si bien, era usual que se
escucharan sus sugerencias sobre temas de beneficios laborales y bienestar, la
práctica de hacerles participar en el diseño de un nuevo esquema de negocio era
una novedad; por esta vía se pretendía generar una nueva identidad compartida e
interiorizar formas de conducta laboral a tono con los planes del momento. Para
quienes hicieron la crónica de ésta etapa de Corona, esta forma de participación
resultó exitosa porque ‗se generó un clima de entusiasmo, transformación y
dinamismo‘244.

Debe resaltarse que dentro de estas tendencias al desarrollo de la gestión, crecimiento y


avance productivo, la actividad sindical se consideró un obstáculo, un directivo explica
cómo se extinguieron varios fuertes sindicatos después de que (Gutiérrez D., 1999:
17):

‗.. se trazaron unos planes con el objetivo de lograr que la gente percibiera que no
había necesidad real de afiliarse a un sindicato a fin de hacer valer sus derechos y
que el estilo y el clima organizacional que se quería implementar, implicaba

244
De acuerdo a los resultados de diferentes instrumentos de análisis de la cultura
organizacional, entre ellos una encuesta a 1.200 personas, que eran el total de trabajadores
de Locería Colombiana en 1997 (Ángel A., De la Cuesta C. 2001: 105).
312 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

precisamente un contacto directo con los jefes, la administración y los empleados en


general‘.

Los indicadores de avance del grupo empresarial Corona en el período más reciente, y
su posicionamiento en el sector cerámico y de construcción, incluyendo su exitosa
incursión en campos como la comercialización especializada, en asocio con
inversionistas extranjeros, indicarían que se ha logrado crear y mantener un nuevo y
equilibrado modelo de empresa eficiente y proyectada al mercado competitivo 245.
Del mismo modo la dinámica del escenario productivo con maquinarias y procesos
certificados según los estándares internacionales, manejados por operarios
organizados dentro de avanzados sistemas de trabajo.

Es complejo establecer cuanto de este avance se explica por la preservación de los


principios benévolos y políticas favorables en materia laboral, que ha caracterizado a
esta ‗organización centrada en la gente‘, en el marco de su crecimiento y
generación de la estructura competitiva y dinámica de hoy.

En una época de notorio desempleo, los operarios parecen satisfechos con empleos
estables para la mayoría de ellos; niveles aceptables de remuneración respecto al
sector industrial; planes de bienestar y beneficios. Del mismo modo, son objeto de
frecuentes procesos de capacitación y laboran dentro de esquemas de trabajo y
calidad exigentes en participación y aporte creativo. En algunas fechas, equipos
integrados por empleados de todos los niveles productivos, imbuidos de las metodologías
de perfeccionamiento continuo en los procesos, exponen ante directivos y
compañeros, con apoyo en recursos estadísticos y gráficos, diagnósticos y proyectos
de mejoramiento en diferentes áreas. Al mismo tiempo, en un ambiente de diálogo, se
aclaran dudas y se escuchan sugerencias sobre aspectos de remuneración y política
de personal; en algunas de las secciones de la planta, como evocación de los
primeros tiempos aún se coloca en lugar destacado la imagen del sagrado corazón
de Jesús.

245
Las empresas Corona, integran la lista de las más exitosas en sus procesos de
internacionalización, al lado de Cementos Argos, Carvajal, Nacional de Chocolates e ISA, Ver
Dinero Junio 8 de 2006.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 313

Síntesis
Después de varias décadas de crecimiento y continuos cambios, desde que la
pequeña fábrica Locería Colombiana es adquirida por los Echavarría en 1935,
lentamente se convierte en el grupo empresarial especializado en la fabricación y
venta de porcelanas e insumos para la construcción que es hoy. Las firmas que
integran a Corona, han mantenido el discurso de la organización centrada en el ser
humano, y su correlativo manejo laboral y de remuneración, no solo respetuoso de
las normas legales, sino también voluntaristamente benévolo y estimulante por sus
componentes de estabilidad, aproximación a la familia y planes de bienestar246.

A propósito de la concesión del Premio Portafolio a la mejor Gestión del Recurso


Humano del 2008, esta publicación describió a Corona como una organización con
12.500 empleos directos y 5.000 indirectos; personal y oficinas en Colombia, Estados
Unidos, México, Panamá y China; 8 unidades estratégicas de negocio dedicadas a la
manufactura y comercialización de productos para el hogar y la construcción; 17
plantas productivas en Colombia y 2 en Estados Unidos, una oficina de suministros en
China, otra de ventas en México y un Hipercentro en Panamá247.

El esquema de remuneración y manejo que se ha descrito, del mismo modo que las
prácticas en el campo del bienestar laboral y familiar, en la actualidad se aplican a
la mayor parte de la fuerza de trabajo de las plantas industriales, pero ya despojados
del antiguo estilo regional antioqueño y sentido paternalista con el que llegó a
identificarse; ahora aparecen funcionalmente integrados a principios de gestión
eficiente que pretenden innovación continua y posicionamiento estratégico de la firma
en el mercado nacional y mundial.

Asi pues, factores como el empleo de fuerza laboral profesional y calificada en


oficios, del mismo modo que la introducción de paradigmas de organización y

246
Un buen número de publicaciones y conocedores del medio empresarial colombiano
comparten esta percepción. Por otra parte, esta situación laboral, pudo ser apreciada por el
autor en varias visitas académicas a algunas de las plantas de Corona entre el 2000 y
2004, y en entrevistas a algunos trabajadores.
247
Ver Portafolio Diciembre 4 de 2008.
314 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

gerencia que demandan promover modalidades de participación inteligente en las


labores; trabajo de equipo y compromiso con metas; certificación de procesos según
exigentes normas internacionales; mejora continua de niveles de calidad y proyección
a mercados internacionales, refuerzan la continuidad del manejo laboral descrito y,
resultan menos compatibles con modalidades de trabajo precario y de baja calidad
que se han multiplicado en amplios sectores de la economía colombiana248.

En este proceso incide también la despersonalización de las relaciones de


autoridad, que llevaba largo tiempo desarrollándose. En 1940 se había conformado
un junta directiva integrada por los miembros accionistas de la familia, pero a
mediados de los años 50s ocurrió la temprana diferenciación de la propiedad y el
control de la firma con el ingreso de directivos no integrantes de la familia a la
gerencia de las plantas.
Esta tendencia se perfecciona y profundiza desde fines de los 90s cuando comienza a
aplicarse un protocolo de familia que define cómo se integra la junta directiva, de
modo que cada una de las 5 ramas familiares nombre un representante; otros se
nombran de común acuerdo y se llega a 9 con la participación de un CEO249. Se trata
de un mecanismo innovador en la estructura de propiedad y la regulación del papel
de los descendientes, para asegurar independencia, transparencia y claridad en los
manejos (Pedraza E., Benavides J., 2000).

3.4 Experiencias fallidas del ‘modelo antioqueño’ en


otros escenarios nacionales
Dos casos en que inversionistas antioqueños actúan fuera de su departamento, nos
permiten analizar el discurrir y proyección de los principios y formas de manejo
empresarial que hemos descrito, y también contrastar los resultados diversos a que se

248
Una valoración y sustentación de los procedimientos que se consideran acertados y los
buenos resultados del estilo de dirección de las empresas Corona y de la región antioqueña,
en relación tanto con el balance económico como con el manejo social, en cuanto aportes
posibles de incorporar a una teoría nacional de administración de empresas, fue realizada
por un ex empleado de Corona y luego catedrático de administración, ver Sicard J., (1989);
también Correa J., Calle F., (2006).
249
Chief Executive Officeres: líder y orientador del más alto nivel en la misión estratégica y
desarrollo de la empresa.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 315

llega en escenarios sociales y culturales, en los que están ausentes algunas de las
condiciones decisivas en la conformación del típico estilo de autoridad.

3.4.1 Una hacienda ganadera de los Ospina en el Sinú


En primer término la experiencia de un grupo de comerciantes, entre los que se
destacan integrantes de la familia Ospina, que entre 1912 y 1954 explotaron la
hacienda Marta Magdalena en la región del Sinu por medio de la Sociedad Agricola
del Sinu SAS. Es indiscutible la importancia de este grupo familiar en la historia
colombiana desde el siglo XIX, y su representatividad dentro de las elites
colombianas como un ‗poderío agrario – rentista – urbano - industrial y político‘
(Ramírez J., 1996).

La familia Ospina, actuando en diferentes sociedades como grupo familiar y


negociante que busca una diversificación de sus inversiones, tenía actividad en
campos variados como café, comercio, rentas públicas, minería. Un campo
importante había sido la colonización y la búsqueda de adjudicación de baldíos para
deforestar y convertir en explotaciones ganaderas; a este frente de negocios
corresponden las actividades en el Sinú, emprendidas por integrantes de la tercera
generación.

El interés por ésta región corresponde a las tendencias de expansión de los capitales
antioqueños, pero también al antecedente político y militar de haber sido la zona en
que Pedro Nel Ospina obtuvo triunfos en la guerra de los Mil Días a comienzo del
siglo XX. El favorecimiento de los negocios ganaderos la obtención de baldíos en
virtud de las posiciones políticas de los Ospina y otros accionistas políticos de
sociedades como la propietaria de Marta Magdalena se considera un hecho
recurrente en éste y otros casos empresariales (Ramírez J., 1996).

De acuerdo al estudio de Gloria Ocampo (2007) sobre esta representativa hacienda, a


lo largo del período de control antioqueño las relaciones sociales y laborales pasaron
por diferentes etapas, desde el comienzo los administradores Ospina mostraron la
conocida capacidad antioqueña de trabajo esforzado y próximo a todos los
pormenores del manejo de la hacienda; igualmente el propósito de desarrollar un
316 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

esquema de administración para buscar sistemáticamente reducir costos y


aumentar la rentabilidad; entre otras novedades introducidas, se menciona el pago
salarial en efectivo.

El esquema de administración y los valores de empresarios y mandos medios


antioqueños contrastaron notablemente con los estilos de trabajo y la cultura de los
trabajadores de la región, en los que pesaban mucho los sistemas de parentesco ritual
y el intercambio de bienes, servicios y trabajo. Es destacable que los trabajadores
alternaban su labor en la hacienda con las tareas de sus propios cultivos; en la esfera
cultural, las ferias de fin de semana y el ciclo anual de festividades de gran acogida,
con actividades expansivas como corralejas y fandangos, además del consumo de
alcohol resultaban muy significativas (Ocampo G. 2007: 154 ss).

En este contexto, las formas de sociabilidad y prácticas religiosas compartidas que


dieron tanta consistencia al esquema social y productivo e integraron a patronos y
trabajadores en Antioquia, en esta región no llegan a tener influencia.
Infructuosamente los empresarios intentaron aplicar los principios y formas de
organización efectivos en la industria de su departamento, además de pretender
desplegar el papel tutelar de la iglesia sobre la vida cotidiana de sus peones y
fomentar hábitos de sobriedad y dedicación al trabajo.
La fortaleza de las tradiciones locales, debilidad institucional de la iglesia de la región y
limitada subordinación de los trabajadores incidieron en que no se lograra la
aceptación de estrictas normas morales, o prácticas como la celebración navideña paisa
o la santificación de las uniones matrimoniales libres. Sin embargo, en este campo las
tensiones frente a la cultura local, adaptaciones e influencias recíprocas de las
estructuras económicas y culturales fueron muy complejas: p.e., los requisitos de
entrega de viviendas en la hacienda y el otorgamiento de subsidio familiar modifican
un poco los parámetros usuales de conformación de uniones.

Los diversos oficios y formas de vinculación se traducían en variadas ubicaciones


respecto a la hacienda y su casa principal y la concesión de permisos para mantener
sus propios cultivos y animales en terrenos de la hacienda o próximos a ella: un grupo
vivía en los alrededores y se desplazaba cada día a trabajar; otro era el de hombres
solos que ocupaba campamentos en terrenos de la hacienda, entre ellos los llamados
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 317

avanzados que estaban vinculados al trabajo mediante anticipos económicos y eran


ocupados por meses; un conjunto importante era de trabajadores permanentes que
habitaban un caserío que se denominaba El Pueblo.

Entre los elementos modernos e innovadores de más difícil difusión para los
propietarios, por la coexistencia de la hacienda ganadera y la producción campesina
que se practicaba, estuvo el salario en dinero; el esquema de avance como anticipo
sobre el salario, la entrega de raciones y varios tipos de contrato, eran sistemas que
dejaban muchas pérdidas a la hacienda por incumplimiento o evasión del
responsable. Estas modalidades no salariales, con dificultad se suprimieron
formalmente en 1925, pero el llamado ‗avance‘ continuó presente ya que era
preferido por una parte de los trabajadores250, que con esta forma de ‗empeñarse
antes de trabajar‘ aseguraban su independencia en relación con las necesidades
de trabajo en sus propios cultivos y también con el calendario de fiestas y
celebraciones. Por otra parte, de la producción parcelaria y las redes sociales de
parentesco, vecindad y amistad, se derivaban mecanismos de defensa ante la
racionalidad económica de los administradores.

En los años 40s, cuando todos los bosques de la Marta Magdalena fueron talados y
convertidos en potreros, concluyeron cinco décadas de montaje de la hacienda
ganadera, y fue posible prescindir de la mayor parte de los trabajadores; en esta
época se demolió el caserío (El Pueblo) desatándose el conflicto, hasta ese momento
latente, entre la vida comunitaria y pública que éste representaba y la lógica del
manejo privado y lucrativo de la hacienda. Los avances en la legislación del trabajo
hicieron que cesara el juego entre oferta y demanda de trabajo en la fijación de
salarios y el papel voluntarista del administrador, de modo que comenzaba a ser más
determinante el esquema de derechos individuales y colectivos.

Hasta se momento Marta Magdalena se había destacado por su buena remuneración y


predominio del salario en dinero, del mismo modo que por sus beneficios extra

250
Gloria Ocampo (2007: 316) enfatiza que a diferencia de prácticas en toda América
Latina, esta modalidad de contratación de trabajo por deuda, en el caso que estudia no es
impuesta por los patronos, sino por los trabajadores.
318 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

salariales como raciones, medidas sanitarias y asistencia médica; en algunos tópicos,


los usos tradicionales de la hacienda, superaban no solo los niveles del entorno, sino
lo que legalmente comenzó a exigirse, asi p.e., en 1945 la aplicación de la ley 12
sobre prestaciones sociales, implicaba la ‗reducción en la asistencia por enfermedad
otorgada a los trabajadores, y a las familias en caso de muerte de éstos‘ (Ocampo G.
2007: 266).

Los administradores de la firma tomaban en cuenta las nuevas normas laborales de


los años 40s, pero daban continuidad al tratamiento situacional y casuístico del
voluntarismo tradicional, que ante invocaciones de ayuda respondía con sentido de
protección paternalista, haciendo concesiones especiales. Pero al mismo tiempo, otro
proceso ocurría asociado el desmonte de El Pueblo, el despido de personal y otras
medidas que reducían el espacio de los colonos y agregados: ..‘la pérdida de la
seguridad y de la protección que la hacienda les ofrecía; pero más que esto la
dislocación de su mundo social y simbólico y una escisión radical con su pasado: la
unidad comunitaria se disolvió y sus miembros se dispersaron…‘ (Ocampo G.,
2007:298).

En síntesis, de acuerdo al completo estudio de Gloria Ocampo (2007), la inevitable


coexistencia de elementos modernos y tradicionales y la heterogeneidad de las
categorías sociales implicadas en la actividad empresarial de la hacienda, del mismo
modo que las diferencias culturales y dificultades de control sobre una fuerza laboral
dada al trabajo independiente y a la defensa de su autonomía, dificultan la aplicación
de principios de organización y eficiencia que los empresarios habían ayudado a
diseñar en su región de origen.

Hasta los años 50s en que se fragmentó la gran propiedad de Marta Magdalena, el
manejo antioqueño conformó un esquema de explotación ganadera moderno y
productivo a medio camino entre las pretensiones modernizantes de sus promotores y
las defensas que oponían los trabajadores en su medio cultural y social. Aunque fue
posible la aplicación de algunos elementos que destacaron la buena remuneración y
‗trato‘ a su personal, no se alcanzó el mismo grado de coherencia y sujeción de la
autoridad paternalista visto en las fábricas antioqueñas.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 319

3.4.2 Una filial de Fabricato en Bogotá


La firma Texmeralda, había sido fundada en 1939 con el nombre de Induseda, que
más adelante cambia a Sedalana, desde ésta época la familia judía Shaio integra una
planta de personal con mayoría femenina con la que desarrolla una gestión
paternalista; desde 1966 fue adquirida y gerenciada por Fabricato hasta fines de los
años 90s. En el análisis que Gabriela Arango (1998) realizó sobre el proceso de esta
firma, a partir de las configuraciones laborales y de género predominantes en cada
etapa, se diseña la siguiente periodización de etapas:

1- paternalismo familiar: etapa de trato cordial y directo aunque arbitrario y


particularista por parte de los directivos integrantes del grupo familiar hacia una
fuerza laboral mayoritariamente femenina; ritmos de producción controlados e
impuestos por el sector más antiguo de trabajadoras. En contraste con la experiencia
de Fabricato no se hacen presiones para excluir la maternidad o al personal casado y
desde los primeros años se acepta la actividad de un sindicato afiliado a la CTC.

2- antagonismo de clase: algunos cambios desde los años 50s, como el creciente
predominio de fuerza laboral masculina, la huelga de 1964, la acumulación de carga
prestacional, la muerte del fundador y los desacuerdos entre sus descendientes por
el manejo de la empresa, marcan el paso a una era en que tanto antiguos como
recién ingresados aceptan las posibilidades de la negociación colectiva y los medios
legales para reclamar sus derechos.

3- neo –paternalismo fordista: ya bajo propiedad de Fabricato, se impone un


orden productivo más formalizado y jerarquizado en el que es notoria la influencia de
ingenieros y directivos antioqueños y la reducida participación femenina; en este
periodo se manifiesta un clima más adverso a la actividad sindical y tensiones
diversas ante la concentración de la autoridad en antioqueños. Sin embargo, se llega
a una situación en la que con participación del sindicato de industria apoyado por la
empresa, se combinan elementos paternalistas antiguos con los de tipo fordista como
el incremento sostenido de los salarios, ampliación de las prestaciones extralegales,
estabilidad, reconocimiento de la antigüedad y mercado interno de trabajo.
320 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

4- terror del mercado: desde comienzos de los años 90s, se emprenden cambios
a tono con las nuevas posibilidades que ofrecían la reforma laboral de la época (Ley
50 de 1990), como la contratación temporal y la adhesión a un nuevo esquema
pensional; asi mismo, dentro de nuevos principios organizativos se reagrupan los
oficios y se promueve la polivalencia de los trabajadores. Lo anterior debilita los
elementos neo paternalistas que persistían y reduce las relaciones sociales a la
dimensión de contrato laboral, en un momento en que se intensifica el conflicto entre
trabajadores y gerencia, y en el plan de reestructuración de Fabricato se decidió
cerrar la planta Texmeralda.

Como puede verse, bajo ambas estructuras de propiedad, se aplican elementos


paternalistas en dos etapas diferentes, que concluyen, en el primer caso con un
período de confrontación, y en el segundo con un proceso de recorte de planta,
desmonte de derechos laborales y liquidación de la empresa. Si bien la etapa
denominada de neopaternalismo fordista, muestra parte del estilo de manejo
generado en la gran planta antioqueña, el momento histórico de crisis que se vivía y
el plan específico de reestructuración que por razones técnico - económicas excluyó
las condiciones de la firma bogotana y su personal hacen que su desarrollo sea
limitado.

Por la época en que los propietarios de Fabricato asumían el control de Texmeralda,


ya el fundamento religioso y los controles de la fuerza laboral basados en la
diferencia de género se debilitaban en la casa matriz; de modo análogo a lo ocurrido
en el caso de Marta Magdalena los propietarios y altos directivos eran percibidos por
el sector trabajador como distantes y extraños por su cultura regional antioqueña,
razón por la cual en la textilera bogotana no se generaron los nexos e interacciones
determinantes del esquema paternalista de autoridad. Más adelante, la situación de
crisis de los años 80s con las presiones para reducir costos y aumentar la
productividad tampoco resultaba favorable, no solo a la continuidad del modelo del
clásico manejo, sino de la empresa misma.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 321

3.5 Tendencias de institucionalización y racionalización


en las prácticas paternalistas
3.5.1 Actividad filantrópica y fundacional en Antioquia y Valle
Una de las vías de transformación de los discursos y prácticas asistenciales en que
los empresarios colombianos expresaron actitudes paternalistas hacia las comunidades
y entornos sociales de sus firmas, fue el establecimiento de fundaciones y la
configuración de sus acciones dentro de los esquemas típicos de la actividad
filantrópica. Lo anterior significa un importante proceso de racionalización, que conlleva
nuevas formas de institucionalización, profesionalización y presentación de acciones
legitimadoras ante la sociedad.

Al comienzo de los años 60s, después de la etapa en que, con gran participación del
empresariado organizado, se había depuesto la dictadura de Rojas, y comenzaba el
Frente Nacional, una compleja situación social en que se aunaban los efectos de la
reciente violencia, la pobreza y nuevos problemas relacionados con el crecimiento
urbano, preocupaba a los sectores dominantes. Un variado conjunto de acciones
caritativas y llamados a ayudar a los necesitados, era su forma de responder a esta
situación, y hasta cierto punto también, a las expectativas que las dádivas populistas
del gobierno de Rojas habían despertado en algunos sectores sociales.

En este contexto, se establecen las Fundaciones Codesarrollo (1960), Mario Santo


Domingo (1960), Carvajal (1962), Corona (1963) y FES (1964). Presentaremos algunos
elementos de tres de las más relacionadas con los sectores empresariales que hemos
analizado, que se pueden considerar entre las más destacadas por sus innovaciones
y tendencias de cambio.

La Fundación Codesarrollo se crea como corporación social sin ánimo de lucro por
parte de treinta notables antioqueños del sector público, empresarial, directivos de
organizaciones, sacerdotes, teniendo como directriz (FC 2010):

´La coordinación, la investigación y la ejecución de iniciativas, tendientes a obtener el


desarrollo, la educación y el bienestar de la comunidad, mediante la búsqueda del
322 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

equilibrio económico – social, de acuerdo con los principios y métodos inspirados en la


doctrina social cristiana‘.

Uno de sus propósitos era ‗evitar la migración campo - ciudad y atacar los problemas
sociales más por sus causas que por sus efectos‘, entre ellos los fenómenos de
violencia, inseguridad, pobreza y otros asociados a la migración campo ciudad; del
mismo modo influyeron factores coyunturales como el inminente cierre de la firma
textilera Pepalfa, en medio de un fuerte conflicto laboral. Teniendo como referente la
salvaguarda del ‗sistema de libre empresa‘, se proponen asumir la responsabilidad de
la empresa privada en la solución de los problemas sociales, pensando que una
manera adecuada sería la ‗creación de una organización especializada en la
investigación de problemas de la comunidad y en diseñar y gestionar programas
dirigidos a solucionarlos‘ (FC, 2010:17).

Después de promover la participación y vinculación de empresarios y personas


influyentes, y teniendo alguna inspiración en elementos de planeación social, en 1961
a partir de una idea de la Federación de Cafeteros, y con la participación de la
Secretaría de Salud y la Beneficencia de Antioquía, empezó el Programa de formación
y capacitación, que actuó en varios temas, siendo el más destacado el de promotoras
rurales de salud, que capacitó a mujeres campesinas para aplicar técnicas de
medicina preventiva, nutrición, salud, saneamiento ambiental y mejoramiento del hogar;
este programa se difundió a varios municipios.

Otros campos de acción abiertos fueron el fomento de la actividad artesanal y la


microempresa; del mismo modo la participación en la formulación del Primer plan de
desarrollo regional del oriente antioqueño 1963 - 1970. A propósito de esta última
actividad, la fundación se conectó con las actividades de planeación que
comenzaban a ser importantes en gestión pública; coordinó tareas de aplicación de
encuestas, análisis de temas municipales y comunitarios de 18 localidades, lo cual le
dio el perfil a Codesarrollo como impulsor de temas regionales.

En una perspectiva en que se hizo explícita la idea de evitar las actitudes paternalistas,
‗trabajar con la gente y no para la gente‘, la entidad se adentró en la combinación de
acciones Estado – Sector privado - Comunidad. En relación a estos propósitos se
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 323

crearon nexos con la actividad de las Juntas de acción comunal y se promovió la


formación en cooperativismo. Uno de los temas con los que se quiso abordar el
problema de la migración campo - ciudad, fue el de la descentralización industrial, con un
estudio en colaboración con Fabricato en 1969.

Comenzando la década de los 80s, en relación con la crisis económica del momento,
hay una fuerte caída en las donaciones con que se financiaban los programas, lo cual
obliga a replantear las actividades, hacer ajustes en el equipo de trabajo, intensificar
la búsqueda de benefactores y donaciones en la empresa privada, y ofrecer al sector
público estudios e investigaciones sobre proyectos de desarrollo (FC, 2010: 35).

Desde ésta época se nota un incremento sostenido en el número de empleados que


de menos de 50 pasó a más de 350 en 2009, una proyección y alcance nacional de
los programas y crecimiento sustancial en sus cifras: los ingresos y gastos que
pasaron de menos de 2000 a más de 28.000 millones para el mencionado año;
mientras que los activos y patrimonio superaron los 24.000 millones (FC, 2010: 65 s).

Las actividades en relación a proyectos gubernamentales y espacios comunitarios han


sido muy amplias y variadas, habían comenzado en los años 60s con los estudios y la
mediación entre las Empresas públicas de Medellín EPM y los municipios en los que
se desarrolló el proyecto hidroeléctrico del Nare, y para el año 2000, se ocupaban de
proyectos del Plan Colombia en el Putumayo.

Las empresas del grupo Corona establecieron en 1963 la Fundación Santa Helena,
destinada a proveer asistencia a comunidades en áreas de influencia de sus plantas
con programas de educación, vivienda y salud. A fines de los 80s cambio su nombre y
decidió dejar de ser operadora directa de programas y proyectos, para pasar a ser
facilitadora y promotora de proyectos de mayor alcance, dejando que cada una de las
empresas diseñara y desarrollara la agenda de actividades que considerara más
adecuada para el trabajo con las comunidades.

Otros cambios destacados fueron la integración de un equipo directivo y técnico más


especializado y la asignación de un patrimonio propio para la fundación. Dentro de una
orientación a nivel nacional, el objetivo central fue disminuir la inequidad y falta de
324 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

oportunidades de la población más pobre, mediante la participación en el desarrollo


institucional de sectores sociales: construyendo modelos de gestión para escuelas,
hospitales, organizaciones sociales y comunitarias. Asi mismo, desde 1985 actúa el
Fondo de desarrollo empresarial destinado a promover el espíritu empresarial y la
microempresa (Fundación Corona, 2004).

En otro frente de actividad, la Fundación Corona ha trabajado con el fin de mejorar el


diseño y formulación de la política pública, mediante la mejora en el conocimiento
sectorial especializado, estímulo al debate, promoción de la participación ciudadana en la
solución de sus propios problemas, seguimiento y control de gobiernos locales.

En 1961, después de una trayectoria destacada en materia de prácticas asistenciales


benévolas en sus relaciones laborales, que se inspiraba en principios católicos, la
compañía Carvajal crea su fundación. Con un aporte de capital que las fuentes
sitúan entre el 35% y 40% del patrimonio de los integrantes de la familia Carvajal251, la
organización comenzó actividades, planteando como objetivo superar la inequidad social
y la pobreza en el Valle del Cauca (Carvajal y Co 2004).

La Fundación ha actuado en campos de educación y la cultura, con actividades como la


creación de una destacada emisora; en 1977 emprende un programa para el desarrollo
de la Microempresa y en 1981 inicia un plan asistencial en el Distrito de Agua Blanca
en Cali, en un momento en que este sector representaba las condiciones más notables
de pobreza y marginalidad de la ciudad, a tiempo que crecía la presencia de
organizaciones insurgentes.
De modo similar a cómo había ocurrido con las acciones asistenciales de la Fundación
Corona, Carvajal hace una autocrítica de sus posturas paternalistas, que conduce a un
replanteamiento de sus planes de asistencia directa a comunidades pobres, por
encontrar que las población asistidas no llegan ser autónomas y a superar sus
dificultades (Sánchez K., 2004; Fundación Corona, 2004).

251
Se estima en más de 200 millones de dólares la suma reunida, convirtiéndose la
Fundación en accionista mayoritario del grupo empresarial, es decir propietaria del 23% de
todas la inversiones nacionales e internacionales Ver Semana Noviembre 6 de 2011 ‗Carvajal
Medio siglo de filantropía‘.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 325

Por lo anterior, esas organizaciones rechazan el asistencialismo por resultar generador


de dependencias, y deciden orientar las acciones de preferencia al acompañamiento y
asesoría de las comunidades dentro de sus propias dinámicas, buscando: las
experiencias exitosas; iniciativas de más cobertura, sostenibilidad y aceptación en la
opinión pública; posibilidades de asociación y coordinación con otras instituciones
filantrópicas, entes del Estado y organizaciones sociales; estimulo a la autogestión,
iniciativa y participación comunitaria; espacios para influir en la política pública la
replicabilidad de los programas.

En síntesis, Empresas Corona y Carvajal han tenido una experiencia similar con sus
fundaciones establecidas al comienzo de los años 60s: comenzaron a actuar orientadas
a los problemas sociales de las comunidades próximas, dentro de una perspectiva
manifiestamente paternalista, que tiempo después fue cuestionada y reorientada, a
favor de programas de alcance nacional, en los que se buscó un mayor impacto, y la
generación de otros elementos favorables más perdurables y sostenibles en el tiempo.
En ambos casos, no se dejaron de lado temas asistenciales de las comunidades
próximas a las fábricas, sino que fueron asumidos por la gerencia de cada planta.

Al mismo tiempo que estas fundaciones más destacadas se desarrollaban, en los


medios empresariales ha surgido un apreciable conjunto de nuevas organizaciones
dedicadas a fines similares. Para Nicanor Restrepo (2011: 128 s), estas entidades,
como parte de la red de asociaciones patronales, ganan espacios de actuación y se
ven presionadas a proyectarse más en la medida que falta en el Estado coordinación y
eficacia para ejecutar políticas; del mismo modo que como recursos para influir en las
políticas públicas.

A nivel de Antioquía, y siendo la región en que los empresarios y sus entidades


mantiene la más intensa interacción con las esferas gubernamentales, se puede
mencionar Fundación Fraternidad Medellín 1957, en su primera etapa dedicada a
construir y vender al costo vivienda para trabajadores; Fundación Bancolombia 1969,
orientada a temas de educación; Proantioquia 1975 especializada en temas regionales;
Actuar 1983, promoción del empleo y empresarismo.
326 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

La creación de fundaciones en América latina registra una tendencia que se considera


elevada, y en ella Colombia muestra cifras sobresalientes. Una compilación de
información para siete países latinoamericanos registró 318 fundaciones creadas con
recursos empresariales252, distribuidas de la siguiente forma: Colombia 111, Chile 42,
Perú 60, Argentina 50, México 74, Brasil 55 (Gutiérrez R., Avella L., Villar R.,
2006: 31 s).

Es significativo de una búsqueda de nuevos elementos de legitimidad


y proyección conciliadora hacia la sociedad, que la mayoría de
estas fundaciones se creara en los años 90s, en la misma década
en que ocurrían los más fuertes procesos de reestructuración
empresarial y ajuste flexibilizador en las relaciones laborales y las
condiciones de trabajo de los sectores industriales en todos los
contextos nacionales.

3.5.2 Subsidio familiar y cajas de compensación en la


intersección de todos los paternalismos
El subsidio familiar se originó en los países europeos como un recurso asistencial de
gobiernos y empresas durante la segunda mitad del siglo XIX. Tratando de realizar
ideas de caridad y protección a la familia, se emplearon diferentes mecanismos para
reunir recursos, de modo que pudiera entregarse una suma de dinero a familias
obreras como forma de apoyar algunos gastos relacionados con la crianza de los hijos.

Es significativo que las primeras aplicaciones de esta prestación en Colombia, del


mismo modo que la creación de la primera Caja especializada en su recaudo y
distribución ocurriera en Antioquia. Igualmente llama la atención las entidades que lo

252
Se tomaron en cuenta como características para delimitar el conjunto de fundaciones: que
fueran privadas y sin fines de lucro; legalmente autónomas; y, dedicadas a fines sociales a
través de la operación de programas específicos y/o la realización de donaciones a terceros.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 327

proponen y participan de su desarrollo, como también el momento político y mandato


presidencial en el que se acoge la idea y se convierte en norma para todo el país.
A continuación, veremos cómo las condiciones en que se originó el subsidio familiar y
creación de la primera Caja especializada253 en su manejo son ilustrativas, por una
parte de la institucionalización de las antiguas prácticas del asistencialismo paternalista
que hemos descrito, y en las que el empresariado antioqueño mostró una verdadera
profusión de modalidades, de mucha elaboración y arraigo en su región. Por otra parte,
este proceso muestra cómo en una coyuntura decisiva de la historia colombiana
convergen iniciativas e intereses del sector privado agremiado en la ANDI, el
sindicalismo patronalista de la UTC y el gobierno de Rojas, interesado en diseñar un
esquema de dádivas y ayudas que dentro de su política populista le asegurara la
adhesión de sectores trabajadores.

Las tradiciones del asistencialismo patronal católico de Antioquía a instancias de la


acción gremial de la ANDI y de la intervención reguladora del Estado dieron origen al
subsidio familiar en 1954 y poco tiempo después a Comfama la primera Caja de
compensación establecida en Colombia.

La comprensión del rol de la ANDI en esta institucionalización del asistencialismo


patronal, del mismo modo que su actuación como promotora de otros elementos
surgidos de las prácticas y concepciones empresariales antioqueñas, requiere
describir sucintamente algunos aspectos de esta activa asociación de industriales,
fundada en Medellín y Bogotá en 1944, y que en los siguientes veinte años adquirió
importancia nacional estableciendo sedes en seis ciudades colombianas.

Los empresarios antioqueños en su tránsito de negociantes a industriales apelaron a


recursos como la asociación familiar de capitales desde una fecha temprana en el
medio colombiano como 1866. La inversión extranjera fue admitida en una proporción

253
En Colombia el manejo del subsidio familiar, ha sido confiado a las Cajas de compensación
familiar, que están definidas como corporaciones de derecho privado que funcionan de
acuerdo a un normatividad y controles específicos. En el escenario latinoamericano, además de
Colombia solo Argentina y Chile, han empleado entidades diferentes a las de su Sistema
general de seguridad social para administrar éste régimen de asignaciones familiares, Ver Arenas
M., (2003).
328 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

modesta, en comparación con la que se instaló en el Valle del Cauca, y en algunos


casos con carácter transitorio porque cuando los empresarios pudieron readquirir sus
participaciones lo hicieron sin tardanza, como fueron los casos de Tejicondor, Pintuco y
Pantex (Restrepo S., 2011: 48s).

De modo que siempre procuraron mantener una identidad regional, reflejada en


esfuerzos para la mejora de su departamento y capital; en algunos casos la presencia
en la vida política se explicaba como una forma de salvar los recursos de la voracidad
de los políticos. Del mismo modo se buscó asegurar el predominio de grupos
familiares y su estilo característico de manejo.

Las elites patronales antioqueñas cultivaron nexos con el poder público y participaron
notablemente en instancias políticas y cargos gubernamentales, lo que les permitió
aprovechar mejor el reinante proteccionismo y contar además con subsidios y privilegios
concedidos por el Estado durante varias décadas del siglo XX. Aunque esta presencia
comenzó a debilitarse desde los años 60s, cuando emerge una clase de políticos
profesionales, y comienzan a reducirse las cifras de representantes de este sector en
directorios políticos, senado, cámara y ministerios (Restrepo S., 2011: 86s).

Los estudios de Eduardo Sáenz (1992, 2002), sobre el empresariado de los años 40s
y 50s, han demostrado la manera cómo, la ANDI su gremio más notable y activo,
permitió a los industriales, especialmente a los de Antioquía, alcanzar un eficaz influjo
sobre la política económica e importantes decisiones gubernamentales, de modo que los
intereses particulares y valores de los industriales como grupo social tuvieron primacía
y fueron colocados en el lugar del interés nacional.

Apeando a distintas estrategias para influir en la esfera política y mediática, esos


empresarios alcanzaron una especial hegemonía ideológica que les permitió lograr
aceptación entre la opinión pública a medidas de política económica altamente favorables
a la industria. Parte de los elementos de propaganda impresa y de radio empleados en
este proceso, proyectaron hacia la sociedad una modalidad del paternalismo en que la
industria y las fábricas tenían un papel redentor y progresista, siendo las principales
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 329

generadoras de progreso material y realización personal para amplios sectores de la


población254.

A pesar de que en altas esferas gubernamentales era bien conocida la situación de


elevados precios e insuficiente calidad en la producción industrial nacional, no obstante
los bajos costos de fuerza laboral; y de que existía una opinión adversa en varios
sectores nacionales y la presión de otros grupos organizados de empresarios
(cafeteros y comerciantes), la ANDI logró mantener condiciones de protección para la
actividad de los industriales que representaba.

La capacidad del fuerte gremio antioqueño para influir en la política pública se


manifestó en temas muy sensibles y coyunturas específicas: en 1950 definieron
aspectos importantes de la que resultó una reforma arancelaria altamente favorable a
la industria textil.

Asi mismo, se aseguraron condiciones favorables en el nuevo acuerdo comercial


firmado entre Colombia y Estados Unidos en 1951, que aceptaba la llegada de capital
extranjeros a las ramas en que no tenían inversiones y preservaran los mercados
domésticos y las líneas tradicionales de manufacturas livianas. Igualmente determinaron
decisiones del Banco de la República favorables a la consecución de créditos;
exenciones fiscales en maquinaria industrial; medidas de estímulos a las
exportaciones (Sáenz E., 2002 103 s).

Asi pues, este influyente organismo con su protagonismo en la vida nacional, consiguió
incidir muy eficazmente en las políticas públicas, de modo que el Estado dio
preferencia a los intereses particulares que ese sector representaba. A la par de ello, y
a tono con las tradiciones de la región, la ANDI buscó para sí y para sus agremiados
legitimidad e imagen como grupo favorecedor del interés nacional, emprendiendo

254
En la creación de algunos de esos mensajes y campañas participaron notables escritores
como Indalecio Liévano Aguirre, Enrique Santos Montejo, Enrique Caballero Escovar y Alberto
Lleras. Los mensajes gráficos resaltaban el aporte bienhechor de la industria al empleo, la
calidad de vida del trabajador y al avance general del país, insistiendo además en la necesidad
de políticas tributarias y de fomento adecuadas (Sáenz E., 1992; Botero F., 1994).
330 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

acciones y programas destinados a mostrar su preocupación por los problemas sociales


y voluntad de socorrer otros sectores sociales como los trabajadores.

De acuerdo a dos historias institucionales de la entidad, podemos enumerar los


tópicos más importantes en que ésta exhibió su papel benefactor (Poveda G. 1984;
Botero F., 1994). En primer lugar se destaca el esfuerzo por invocar el interés obrero en
algunas de las posturas que defendió en importantes debates nacionales como los que
surgieron en torno al diseño de la seguridad social y la normatividad laboral.

En el mismo sentido se describe el impulso que hace entre sus afiliados y en instancias
gubernamentales a programas como: Escuela del servicio social y Sena, inspiradas
ambas en la experiencia observada en Brasil; organización de la primera olimpiada
industrial y comercial para empleados de empresas afiliadas; creación del Fondo social
con el que se financió la construcción de un hospital para trabajadores; durante el
Frente nacional ambientación de la idea de fomento a la vivienda popular que incidió
en la creación de las corporaciones de ahorro y vivienda; Centros infantiles ANDI para
la protección materno infantil, con los que se ambientó la creación del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar en 1968.

En algunas ocasiones los programas que promovía la ANDI, habían sido aplicados
inicialmente en las empresas antioqueñas más avanzadas con buenos resultados, y sus
promotores participaban activamente de la actividad gremial, razón por la que
procuraban difundir esas prácticas.

A otro nivel se actuó en la concesión de Becas para la especialización de profesionales


en el exterior, programa que aplicaron varias empresas industriales y retomó el
gobierno Ospina en 1950 para crear el Icetex; impulso a la fundación de centros
educativos relacionados con la industria y los negocios como Incolda, Eafit, Cesa, Icesi.
En este contexto de ejercicio de su rol como grupo de presión en las instancias del
poder público y de búsqueda de legitimación con acciones benevolentes en otras
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 331

esferas, es que la ANDI promueve el 1954 la creación del subsidio familiar y de


Comfama como primera Caja dedicada al manejo del mismo255.

En la normatividad que dio origen al Instituto Colombiano de Seguros Sociales (ley 90


de 1946), quedó planteada una primera aproximación, ya que se contemplaba como
una de las tareas de la entidad, la organización de Cajas de compensación, para atender
el pago de subsidios familiares que se establezcan por ley o por convenciones
colectivas; en el mismo sentido, los decretos 2663 y 3747 del Código sustantivo del
trabajo definieron el salario mínimo como vital y familiar.
El trabajo de Gabriel Poveda (1989), que seguiremos muy de cerca, detalla el diseño
y evolución de la primera Caja desde 1954, resaltando como punto de partida de su
creación la cordialidad y buenas relaciones entre la ANDI y la Unión de Trabajadores
de Colombia UTC. Este sindicato patronalista, en una reunión nacional trató el tema;
luego los afiliados de la Unión de Trabajadores de Antioquía Utran presentaron una
propuesta en la que cada trabajador aportara hasta el 1% de su salario, la empresa el
doble de ello y el Estado algo similar a la empresa; se acordó defender el subsidio
familiar como una reivindicación necesaria, y que todas las organizaciones afiliadas la
pidieran en sus negociaciones.

Las anteriores decisiones se trasmitieron a la ANDI, entidad que resolvió establecer el


subsidio familiar en forma voluntaria entre las empresas afiliadas, y ‗sugerir
respetuosamente al gobierno nacional‘ que en coordinación con los demás gremios
estudie la posibilidad de extender esa iniciativa a todas las regiones y sectores
económicos (Poveda G., 1989: 9).

Poco tiempo después el 30 de junio de 1954, este agrupación empresarial promovió la


creación de la Caja de Compensación Familiar de Antioquía Comfama: éste primer
organismo en su género en el país, se definió como institución sin ánimo de lucro
‗con el objeto de promover el bienestar de los trabajadores cuyo costo de la

255
Existió una experiencia precursora de subsidio familiar en la convención colectiva firmada
entre el Ferrocarril de Antioquia y sus trabajadores en 1949; en esa ocasión se concedió una
suma a los trabajadores casados con hijos hasta los 15 años.
332 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

subsistencia determina situaciones de dificultad en la familia obrera..‘ y estimular la


solidaridad entre patronos y trabajadores registró estatutos con 14 empresas como
firmantes.

Las normas de funcionamiento aprobadas establecían que los fondos de la entidad


provendrían del pago mensual de cuotas por parte de los afiliados que se fijaron en 5%
del valor de la nómina; se estableció que podrían recibir asignaciones testamentarias y
donaciones privadas y públicas. El propósito central sería cancelar una suma mensual
a cada trabajador por cada hijo menor de edad que tuviera. La ANDI tenía amplios
espacios de participación, presidiendo la asamblea general e integrando el Consejo
directivo.

Confama quiso asegurarse de que los dineros asignados fueran empleados en beneficio
de la familia del trabajador, y para ello estableció un servicio de visitas de trabajadoras
sociales profesionales. Al cabo del primer año de funcionamiento, un informe dejó ver,
que a tono con las viejas prácticas y el interés por conseguir la mejor adaptación del
recurso laboral a las exigencias de la producción, se mantuvo un control moralista e
intervención en la vida privada de los trabajadores (Poveda G., 1989: 27):

..se venía ayudando a resolver problemas humanos como el logro de una mayor unidad
familiar, la regularización de uniones libres, el reconocimiento de hijos
extramatrimoniales, el aumento de la escolaridad, la mayor responsabilidad del
trabajador como jefe de familia y la mayor estabilización de los trabajadores a las
empresas‘.

El esfuerzo precursor antioqueño en esta materia, reflejaba también una tendencia


presente en el empresariado de la época, a favorecer la masculinización de la fuerza de
trabajo, aumentando la proporción de trabajadores hombres, que actuaran como
proveedores y concibiendo la remuneración más como salario familiar.

En los siguientes años, el subsidio familiar continuó difundiéndose, y fue adoptado,


entre otras organizaciones por algunas empresas oficiales entre ellas las del municipio
de Bogotá, Empresas públicas de Medellín y Universidad de Antioquía. Sin duda, lo más
significativo fue la expedición del decreto 0180 de 1956 por parte del gobierno del
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 333

General Rojas, para promover el establecimiento voluntario del subsidio familiar a todas
las empresas del país.

La norma expedida, tenía entre sus considerandos la adhesión a la doctrina social


católica como inspiración para mejorar el salario familiar; la garantía de que no se
consideraría como salario, ni se computaría como factor de salario, que estaría exento
de impuestos y sería inembargable, salvo en juicios de alimentos.

Poco tiempo después de derrocado Rojas, la junta de cinco oficiales que hacía el
gobierno de transición, aprovechando planes y gestiones que éste ya tenía avanzados,
promulgó el decreto 118 de 1957 con el cual se creó el Servicio Nacional de
Aprendizaje SENA, se aumentaron los salarios y nuevamente se invoca la doctrina
social de la iglesia para establecer el subsidio familiar como medio de fortalecimiento de
la familia (Archila M., 1995).

El decreto 1521 de 1957, reglamentó el funcionamiento del subsidio haciéndolo


obligatorio, fijó en 4% de los salarios pagados la cuota a cancelar, y reprodujo el
excepcionalísimo en el cumplimiento de las normas, al limitar la aplicación de la norma
a las empresas privadas y oficiales con 200 trabajadores y más y un capital de $
100.000 o más; del mismo modo, se prohibió que las cajas ejercieran el comercio256.

Dentro de la flexibilidad que admitió la norma, se destaca la opción que se dejó para
que las cajas cancelaran el subsidio a la esposa del trabajador, y no al padre
trabajador, si a su juicio se aseguraba mejor el buen empleo del subsidio; de acuerdo
a los informes, este aspecto contribuyó a remediar perjuicios ocasionados por los
manejos inconvenientes que muchos trabajadores hacían de los ingresos familiares.

La fundación de nuevas cajas, a las que podrían afiliarse libremente las empresas, junto
con la cuestión de la diversidad de situaciones de las empresas integrantes, respecto a
monto de aportes y número de trabajadores beneficiarios, condujo a que se crearan

256
En distintas coyunturas, la posibilidad de que los organismos asistenciales puedan ejercer la
venta de bienes, y asi restar oportunidades al comercio, ha generado tensiones y la acción
organizada de ese gremio frente al Estado para oponerse.
334 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

hasta cuatro categorías de vinculación, de acuerdo con el cociente de aportes pagados


por cada hijo subsidiable; cambio que no fue aplicado en la precursora Comfama.

Desde los años 60, aumentó el número de Cajas de compensación y su difusión a todas
las ciudades, mostrándose una tendencia a diversificar su actividad incursionando en
nuevos campos como la vivienda, mercadeo, recreación, educación y salud257. La
actividad en este último campo puede interpretarse como una consecuencia de las
dificultades y deficiencias que ha mantenido la seguridad social colombiana, del mismo
modo que como un factor favorecedor de lo que ha sido la persistente fragmentación y
debilidad del mismo.

En los últimos años, han aumentado las críticas a las Cajas, sea por su forma de
manejo de excesiva e incontrolada concentración de poder en un grupo directivo muy
estrecho; por la falacia de servicios y prestaciones y las dudosas ventajas a los
afiliados; por la incursión de estos organismos en actividades que chocan con el
interés de sectores como el comercio organizado; o por la idea de que los recursos
empresariales destinados a su sostenimiento, junto con otros aportes forzosos en forma
de impuestos a la nómina, aumentan el costo laboral y desestimulan la generación de
nuevos empleos (Donadio A., 1985; Nieto B., 2003: 97s).

Sin embargo, esta figura es defendida en términos de sus aportes al bienestar de los
trabajadores, en instancias en las que los empresarios consideran que el viejo
asistencialismo paternalista, ha tenido una deseable transformación en programas de
Responsabilidad Social Empresarial RSE y la actividad de Fundaciones apoyadas por
los grandes consorcios. Una diversidad de organismos reúne esfuerzos privados y redes
empresariales orientadas a propósitos de impacto regional significativo como el
fomento de las pymes, vivienda de interés social, educación (Restrepo S., 2011:
153s).

257
Medio siglo después de establecida la primera Caja, el sistema contaba con 52, que
operaban en 531 municipios, recaudando aportes de 184.000 empresas, con 3.6 millones
de trabajadores afiliados y 13.4 millones de beneficiarios, Ver Asocajas Informe 2004 citado
por (Restrepo S., 2011: 186).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 335

3.5.3 Racionalidad ingenieril contra paternalismo tradicional


La mayoría de las empresas que aplicó elementos paternalistas en el manejo de sus
relaciones laborales, introdujo cambios apreciables que llevaron al cuestionamiento de
esas modalidades. Lo anterior ocurrió, con diferente intensidad y rapidez, a lo largo de un
amplio y difuso período, que para empresas como Corona y Coltejer comenzó a
fines de los años 60s y para otras se extendió hasta los años 80s.

Un estudio sociológico sobre condiciones de trabajo y cambios empresariales en la


industria, realizado a fines de los años 80s y comienzos de los 90s, que analizó con
detalle 18 firmas de diferentes tamaños y ramas de actividad localizadas en Bogotá,
aporta una visión sobre un proceso que para esa época ya había concluido, pero que
muchos de los entrevistados describieron con detalle (Weiss A., 1997).

Los casos estudiados, que se consideran ejemplificación de tendencias más generales


de la sociedad, muestran una serie de cambios, que ocurrieron principalmente en el nivel
organizativo y solo en algunos casos en el tecnológico; no obstante, conllevaron
incrementos de la productividad. En la mayoría de esas transformaciones, la
profesionalización por vía del ingreso de ingenieros, los situó como agentes de
cambio, que cuestionaron el paternalismo y el empirismo de los dueños de las empresas,
asi como la arbitrariedad de los capataces y el clima general de tradicionalismo de las
organizaciones.

El desmonte de las prácticas paternalistas y sus nexos personalizados de lealtad y


deferencia, confrontó en muchos casos valores y sentimientos muy arraigados,
ocasionando no pocas sensaciones de frustración y fractura social entre los diferentes
partícipes de la producción.

Como tendencia general en la mayoría de los casos analizados, el saber empírico de


trabajadores que se promovían a supervisores; los ritmos acostumbrados y calmados de
trabajo; la respetabilidad de la antigüedad; el trato directo y frecuente con los
propietarios; espacios y actividades comunitarios de integración, y otros aspectos
apreciados y vividos por mucho tiempo se abolieron o llegaron a ser obsoletos.
Fenómenos de la época como el crecimiento de las firmas, los avances en el sistema
336 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

educativo y la diferenciación entre la propiedad y el control de las empresas contribuyen


a este giro racionalizador.

Se trata de un cambio, no exento de resistencia y conflicto, que abrió paso a una lógica
de racionalización de procesos y organización; cálculo de costos; manejo impersonal y
burocrático y predominio de la autoridad técnica del ingeniero; todo lo cual fue
caracterizado como el ascenso de una estructura tecnocrática (Weiss A., 1997).

Aunque la transición del viejo orden tradicional al nuevo orden tecnocrático es marcada
y visible, el análisis detallado de los establecimientos, muestra que se trataba de una
tendencia general, en la que la profundidad y extensión de los cambios varía de
empresa a empresa, y se presenta heterogeneidad en la configuración de las
organizaciones258. En otros casos, concepciones inspiradas en teorías como Relaciones
Humanas, a veces en compleja simbiosis con el clásico taylorismo, y/o las incipientes
contribuciones de las profesiones de recursos humanos, contribuyeron a estos cambios
o a moderar algunos de sus efectos negativos259.

A continuación, se presenta un esquema que resume y contrasta las estructuras


organizativas tradicional y tecnocrática, enfatizando aspectos tocantes a relaciones
laborales.

258
Otros ángulos interpretativos y facetas del análisis de las empresas, como el influjo de la
tecnología; calificación obrera; gestión de la fuerza laboral; relaciones industriales; situación
obrera y trayectorias laborales, son abordadas en capítulos de Castellanos G., López C.,
Dombois R., Castañeda W., (Weiss A., 1997).
259
En esta etapa, se puede decir que se preparó el ambiente para los ajustes en el manejo
laboral y la política de personal vinculados a las reformas aperturistas de los años 90s, en los
que más decididamente las empresas suprimieron personal antiguo; debilitaron sindicatos;
acrecentaron la subcontratación; y los criterios de contratación laboral comenzaron a ser los de la
temporalidad y la precariedad. En otras organizaciones, aún con un débil desarrollo de
elementos tecnocráticos, comenzó también el desarrollo de metodologías de gestión
participativa, calidad total y orientación hacia estrategias competitivas aperturistas.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 337

Tabla 3.7 tipología y contrastación Estructura tradicional y Estructura


tecnocrática

Estructura tradicional Estructura tecnocrática

Directivos Dueños con formación empírica, Profesionales, principalmente


por experiencia ingenieros

Trabajadores Bajas calificaciones y origen rural Niveles medios de escolaridad


y/o calificación técnica

Tipo de Formado empíricamente, Seleccionado técnicamente


supervisor ascenso por antigüedad, lealtad con preparación básica en
o recompensa manejo de personal

Agentes del Propietarios Ingenieros


cambio

Estilo de Benévolo o despótico según Limitación del arbitrio según


dirección personalidad de los jefes normas, contratos o
negociaciones

Fundamento Relaciones personalizadas, Relaciones impersonales,


de las vínculos directos definidos por la regidas por normas y
interacciones costumbre, arbitrio personal de reglamentos; elementos de
socio laborales los jefes Relaciones Industriales
Basadas en lealtad y
recompensa
338 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Estructura tradicional Estructura tecnocrática

Políticas de Poco explícitas; prácticas Restricción de consideraciones


personal paternalistas; ética basada personales, predominio de
en el ejemplo del directivo criterios de costo y eficiencia

Valoración de la Interés por la permanencia Autonomía creciente de la


estabilidad de trabajadores formados empresa frente a compromisos
laboral dentro de las empresas de estabilidad

Definición de Vivienda, salud, educación, Se definen como servicios y


necesidades de etc., son entendidas como beneficios objeto de
los trabajadores responsabilidad del negociación entre capital y
empresario trabajo

Responsabilidad El empresario se considera Transferencia de la


frente al responsable por la suerte responsabilidad social al Estado
trabajador de los trabajadores y sus
familias

Esquema de Poco diferenciado, escasos Altamente diferenciado, creación


organización niveles jerárquicos de dependencias y delimitación
concentración de tareas y de funciones y áreas
funciones en directivos y especializadas
dueños
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 339

Estructura tradicional Estructura tecnocrática

Criterios de Énfasis en tareas y rutinas Cifras de producción con


evaluación aplicación de estándares

Base de la saber empírico, experiencia y saber profesional


autoridad y antigüedad
prestigio

Planeación y Mínimo empleo de planes y Desarrollo de programación,


cálculo en la estándares; pautas basadas diseño y cálculo. Áreas
producción en la costumbre y la especializadas, departamentos e
tradición: ingeniería: tiempos y
‗se saca lo que se puede‘ movimientos

Principio Relaciones paternalistas y Gestión burocrática


organizativo personalizadas jerarquizada. Separación de
departamentos y funciones

Forma de control Directo de estilo capataz Mecánico del sistema y control


del desempeño con roles
técnicos de ingenieros y
supervisores

Forma de Empírica; designación de Profesional; ocupación de


reclutamiento de cargos y delegación de cargos por capacidad y
directivos autoridad por parentesco u formación
otros vínculos personales

Construido con base en (Weiss A., 1997).


340 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

3.5.4 Flexibilidad y cambios laborales


El modelo de relaciones laborales, contratación y remuneración que empleaban las
empresas más grandes del país en los años 80s, era un escenario de tensiones.
Persistían aspectos paternalistas que no se habían erradicado y se mantenían en lo
sustancial los beneficios asegurados por los sindicatos en las convenciones
colectivas; del otro lado avanzaban las presiones para racionalizar el costo laboral
que se habían introducido en la etapa de influjo tecnocrático e ingenieril que hemos
visto.

Por ésta época, y antes de que la reforma laboral de 1990 (ley 50) lo permitiera,
comenzó a crecer en la mayoría de las firmas el empleo trabajadores con contratos
temporales como situación permanente, principalmente a través de agencias de
servicio especializadas y comenzaron a aplicarse procesos de tercerización y
externalización de actividades productivas y de servicios internos de las empresas.
Esto último se consiguió tanto por la desvinculación de personal antiguo, que era
llamado a ‗negociar‘ su retiro, a cambio de convertirse en subcontratista y
proveedor de un servicio para la empresa, como con la contratación de particulares y
empresas especializadas en tareas como vigilancia, mensajería, aseo, cafetería
(Valero E., 1997).

Sin embargo, fueron las reformas aperturistas de la primera mitad de los años 90, como
cambio decisivo en el entorno, el factor que más aceleró el cuestionamiento, no
solo del paternalismo que subsistía, sino del esquema de derechos y garantías que
protegía a parte de los trabajadores; ahora desde discurso sobre la necesidad de
flexibilidad de las empresas en el escenario de apertura y competencia, se
emprendieron más drásticos cambios en el manejo laboral.

La industrialización colombiana había mostrado persistentes tendencias hacia la alta


concentración de la propiedad, lo que llevó a la formación de oligopolios alta o
moderadamente concentrados, por estar la mayor parte de la producción aglutinada
en pocas firmas; situación más notable en industrias de bienes intermedios (Ocampo
J., 1987: 302). El avance industrial comenzó a desacelerarse a mediados de los años
70s, época en que la generación de empleo fabril y la productividad mostraron
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 341

descensos por primera vez en varias décadas, además de manifestarse retrocesos en


el proceso de cambio estructural que se traía.

La certeza sobre el estancamiento hizo parte de los bien conocidos argumentos en


que se apoyó la llamada internacionalización de la economía, que significó reconocer el
agotamiento y fracaso de la estrategia para la industrialización sustitutiva a la que se
había apostado décadas atrás. En diferentes diagnósticos se había descrito, como
tendencia general, la incapacidad de avance en el aparato productivo industrial, en
el que grandes grupos económicos se beneficiaban de la restricción a la competencia
conformando oligopolios alta y medianamente concentrados (Misas G., 1975).

En tales circunstancias, un reducido grupo de firmas de gran tamaño, pertenecientes a


los consorcios más fuertes, habrían abastecido la totalidad del mercado nacional
actuando al margen de la competencia externa por las condiciones de la economía
cerrada. Las elevadas exigencias de capital de sus procesos productivos y los márgenes
de capacidad instalada ociosa debido al estrecho mercado interno, se constituyeron en
barreras de entrada a otros inversionistas nacionales.

En tales condiciones se impuso como opción económica más atractiva, la búsqueda


de utilidades rápidas con la especulación, los intereses y la compra de activos
financieros, restando importancia a la innovación técnica, la competencia y mejora de
productos (Misas G., 1988). Como consecuencia, los márgenes de beneficio de las
empresas se redujeron entre 1981 y 1983, muchos recursos de inversión productiva
pasaron al sector financiero y aumentó para los grupos económicos la proporción de
ingresos producto de actividades financieras con relación a los obtenidos con explotación
industrial.

A nivel de las empresas, resultara o no aplicable este diagnostico, se estaba ante


nuevas condiciones, que con medidas como la rebaja arancelaria más acelerada de
lo que se había previsto, obligaban a procesos de cambio rápidos y profundos en
todos los aspectos del manejo. Una mirada entre los años 1993 y 1994, a un conjunto
de firmas de posición dominante en el centro del país, caracterizadas por sus
sindicatos fuertes, elaborados sistemas de relaciones industriales y garantías, para un
342 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

apreciable porcentaje de personal con altas antigüedades, mostró sus particulares


dificultades (Valero E., 1998).

Se puede decir que en el personal antiguo, las gerencias percibían no solo un tipo
de trabajador reacio al cambio y a las exigencias laborales de los nuevos modelos de
organización y calidad, sino también una serie de costos acumulados en lo
prestacional y convencional, asi p.e, en empresas como Paz de Río se pagaba $2.45 en
prestaciones por cada $1.00 devengado en salario. En cuanto a nominas de
pensionados a cargo de la empresa había 200 en Calzado Corona frente a una planta
laboral activa de 320 personas, 600 en Cementos Samper respecto a 800 laborando,
4.200 en Paz de Río frente a una nomina de 3.000.

Ante las nuevas condiciones la mayoría de empresas emprendió planes de


reorganización administrativa, análisis de fortalezas y debilidades, estudios del estado
financiero y fijación de objetivos para la reducción de costos de operación y recorte de
planta de personal a corto y mediano plazo. En casos como Paz del Río y Ecopetrol, se
destaca más el esfuerzo por evitar el gigantismo, transformar lo que se veía como una
organización burocratizada, dispersa en muchas actividades y con tantos niveles
jerárquicos que se tornaba lento el flujo de información y la toma de decisiones.

Los recortes de personal en niveles directivo y obrero, del mismo modo que la
sistematización de oficinas y procesos administrativos hace parte de la reorganización y
en todos los casos posibilitó reducciones de personal en áreas no sindicalizadas o su
relevo por personal temporal suministrado por entidades especializadas. Lo que resulta
común a Ecopetrol, Paz del Río y Cementos Samper, empresas con grandes
instalaciones productivas fuera de sectores urbanos, es la decisión de desmontar
progresivamente una gran parte de sus servicios a las zonas de influencia, confiarlos a
particulares o transformarlos de tal modo que ya no signifiquen una dispersión de la
empresa en múltiples actividades y el incremento de su personal directo. El caso más
ilustrativo es el de Ecopetrol, en donde también se ha optado por estimular el surgimiento
de unidades productivas autónomas y privadas que hagan innecesaria la participación de
la empresa en tales actividades.
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 343

Fueron diversas las esferas y directrices del cambio, siendo una de las más notorias
la búsqueda de especialización productiva, entendida como concentrar todos los
esfuerzos de gestión y producción en la elaboración eficiente del bien industrial de que se
trate, prescindiendo de todo lo que no se relacione directamente con ese fin central o
pueda ser obtenido a más bajo costo con la participación de otras unidades económicas.
En la mayoría de las empresas se reconoció que había acabado la época de
posición hegemónica en el mercado, en que el producto se vendía solo y sin mayores
preocupaciones por la calidad y las necesidades del consumidor; la nueva situación de
competencia obligó a consistentes mejoras en diseño, mercadeo y redes de
distribución.

Los planes de racionalización en el uso de recursos y la reducción del ámbito de


operaciones de las empresas ocurrido hasta comienzos de los 90, muestran qué se
consideró concluido el ‗período paternalista‘ y llegado en momento en que las
comunidades vecinas debían y podían ya solventar sus necesidades. Por otra parte,
análisis de las empresas mostraron que si las actividades no industriales son asumidas
directamente, resultan ineficientes y costosas, por lo cual los programas o servicios que
no se podían suspender, se confían a entidades particulares.

En la esfera de la política de personal, los ajustes fueron notables, teniéndose por


propósito no solo la reducción de la planta de personal y costos laborales, sino también la
modificación de aspectos de manejo y organización de la fuerza laboral y la vinculación
de un tipo de trabajador más propio a nuevos tipos de exigencia y participación en la
producción. El logro de esos objetivos fue progresivo, y al principio problemático por la
fuerte oposición de los activos sindicatos; la disminución de personal no se logró solo a
través de los despidos, sino más bien combinando de modo variable en cada empresa
algunos de los siguientes mecanismos:

- Negociaciones para retiro de personal antiguo, aportando la empresa alguno de los


siguientes elementos: pago de una parte de la indemnización por despido, capacitación
en microempresa, facilidades de comprar vehículos o equipos de trabajo de la compañía,
garantía de contratación de servicios como subcontratista.
344 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

- No reemplazar trabajadores retirados o jubilados, sino redistribución de tareas y


vinculación de trabajadores temporales. Ante la persistencia de disposiciones
convencionales sobre política de personal como p.e., fijación de períodos máximos,
labores y número de temporales, éstos no se cumplen o se incluye personal de
producción en nómina administrativa, para no aplicar los acuerdos.

- Para extinguir determinados servicios tradicionales de la empresa, se transformaron en


bonificaciones que no se concedían al personal recién ingresado.
- Se evita utilizar trabajo extra del personal de más altos rangos laborales o del que
estaba próximo a jubilación, suprimiendo una vieja costumbre del personal antiguo que
aumentaba el salario promedio y de ese modo subía el monto de la pensión.

- La estricta y rígida definición de ocupaciones y tareas correspondientes a cada


trabajador según el puesto o cargo, se comienza a suprimir con equipos de
supernumerarios, rotación y formación de trabajadores para que acepten y puedan
desempeñarse en varios puestos.

- Al disponerse más fácilmente de personal calificado en oficios universales, varias de las


empresas restringen sus procedimientos de formación interna y permanencia
relativamente estable que existían en áreas como mantenimiento; según las necesidades
de cada momento se pueden incorporar con facilidad grupos de trabajadores
temporales calificados.

En síntesis, bajo el supuesto de que las organizaciones requerían reorganizarse y ganar


flexibilidad, de cara a las nuevas exigencias del escenario competitivo, se
transformaron apreciablemente las modalidades de contratación y manejo del trabajo
que brindaban algunas garantías salariales y de estabilidad; sea que ellas dependieran
de las antiguas lógicas paternalistas o del poder negociador de los sindicatos.

En estos procesos, casi siempre las organizaciones sindicales fueron combatidas


frontalmente o resultaron debilitadas indirectamente como consecuencia del aumento
de la subcontratación y del predominio de un nuevo tipo de trabajador, que en las
modalidades de vinculación temporal era más vulnerable y adverso a los llamados a
organizarse. La baja calidad y las adversas condiciones de las nuevas formas de
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 345

trabajo promovidas desde entonces, y casi naturalizadas bajo el rotulo de ‗trabajo


precario‘, han afectado a muchos sectores de trabajadores y se convierten en el
signo distintivo de estas transformaciones.

No obstante, se ha demostrado que a pesar de los radicales cambios, perviven


algunos elementos típicos de las anteriores formas de relación entre patronos y
trabajadores: Una caracterización del empresariado y sus procesos de innovación,
encontró para la región del Valle del Cauca, en décadas recientes, que a pesar de
todas las transformaciones aperturistas, y de la apelación a metodologías como
balance social y Responsabilidad social, subsiste junto con modalidades flexibles de
uso de la fuerza laboral como las Cooperativas de Trabajo Asociado CTA, un pre
moderno sentido paternalista, que parece ser efectivo dentro del esquema de manejo
laboral (Urrea F., y Mejía C., 2000: 116).

3.5.5 El Neopaternalismo de épocas recientes


En contra de la arraigada idea de que las concepciones y prácticas paternalistas en las
relaciones laborales llegan a su fin con la modernización de las relaciones laborales y
la introducción de más avanzados modelos de gestión, estas formas de autoridad e
interacción, en algunos contextos han demostrado cierta capacidad para resurgir,
adaptarse y resistir al cambio. Por otra parte, a nivel mundial en las últimas décadas,
el debilitamiento de los derechos y protecciones en el mundo del trabajo, la
individualización de las relaciones laborales y el poder ilimitado de las firmas han
hecho resurgir formas organizativas autoritarias de épocas pre modernas260.

Ya nos hemos referido a los casos en que después de establecidos sistemas de


negociación colectiva y representación sindical, tuvieron continuidad parte de las
relaciones laborales tradicionales. Sin embargo resulta más significativo cuando las

260
Las recomendaciones de Viscusi Stephen (2009) para conservar el empleo en épocas
de críticos recortes de nómina, entendiendo ´lo que los jefes quieren‘, dibuja claramente la
vulnerabilidad del empleado en ambientes laborales del siglo XXI, totalmente regidos por la
arbitrariedad y subjetividad. Shevtsova Lilia (2009) describe para la Rusia poscomunista actual,
el surgimiento de una estructura que es democrática solo en apariencia, y en la que tendencias
autoritarias, oligárquicas y burocráticas, se entrecruzan y descansan en un poder
personalizado, marcando asi un regreso a la matriz de poder más tradicional de Rusia.
346 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

gerencias, como parte de cambios tendientes a asegurar la capacidad competitiva en


ambientes laborales de autocrático ejercicio del poder, vuelven a promover una serie
de elementos del manejo paternalista; en unos casos se pretende aliviar tensiones y
crear una nueva dinámica social cuando se ha concluido el exterminio de los sindicatos,
mientras que en otros se trata de organizaciones de reciente crecimiento, en donde se
quiere evitar el surgimiento de cualquier expresión organizada y autónoma de los
trabajadores.

Un estudio sobre las relaciones laborales en Colombia a fines del siglo XX, que
articula varias sugerencias conceptuales en torno a una idea de neo paternalismo,
presenta la especificidad de esta noción y la distingue de los modelos de autoridad
que le fueron antecesores en el siglo XX (López C., 2002); a continuación y con
interés comparativo, se resumen aspectos esenciales de los casos de la
ensambladora Sofasa y la productora de autopartes Incolbestos, dos empresas
notables en la actualidad, que son analizadas como firmas neopaternalistas en este
trabajo.

Ante todo debe destacarse, que el antiguo y el neo paternalismo se asemejan en la


idea de desplegar políticas de integración y bienestar orientadas a conjurar la
organización autónoma de los trabajadores; lo anterior dentro de un manejo de
amplia discrecionalidad y protagonismo empresarial que niega la posibilidad de que los
trabajadores definan sus intereses y sus propios cursos de acción.

Sin embargo, frente a períodos anteriores, el empresario como sujeto individual ha


sido sustituido por un equipo directivo especializado, que con una lógica de cálculo
opta por relaciones personalizadas y directas con los trabajadores, aunque estrictamente
subordinadas a una estrategia de costos, y fuertemente vinculadas a planes
productivos que requieren la motivación de los trabajadores. Ante un mercado saturado
de fuerza laboral, los propósitos de reclutamiento y retención del ‗trabajador
adecuado‘ dejan de ser relevantes; en tanto que las condiciones adversas de ese
mismo mercado garantizan el disciplinamiento y subordinación completa de un grupo
selecto y dispuesto a comprometerse a fondo con las exigencias productivas (López C.,
2002: 467 ss).
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 347

En lo que se refiere al propósito de intervención o control sobre la vida privada y el


tiempo libre del trabajador, las iniciativas neo paternalistas no llegan a ser tan
totalizadoras como las de etapas anteriores. Dentro de las dádivas motivantes para
algunos sectores de empleados, y en consonancia con el propósito de que se integren
e identifiquen con la firma se diseñan servicios y actividades para hacer participar a
la familia de la vida empresarial como cursillos, recreación, comunicados, visitas al
puesto de trabajo, y se premia con elementos para el hogar, pero ya no son
evidentes pretensiones de injerencia y cambio de los individuos que se enunciaron en
el pasado. Por otra parte, a diferencia del pasado el nuevo tipo de trabajador, tiene un
mayor nivel educativo y socialización urbana y laboral, que le generan expectativa de
relaciones de reciprocidad.

En el caso de Sofasa, a fines de los 80s, después de una dura confrontación con
un sindicato radicalizado, la compañía se propuso recuperar la productividad, mejorar
su organización y controlar la fuerza laboral. En esa dirección emprendió cambios
a todos los niveles: en producción introdujo metodologías de calidad total, que
incluían programa de sugerencias; incentivos a la productividad y calidad; estímulos a
la participación; premios por asistencia continua. En el campo organizativo el propósito
fue lograr acercamiento y buena voluntad entre los trabajadores; mejorar la
comunicación, suprimir la conflictividad, generar confianza; a tiempo que se
descentralizó el manejo de las relaciones industriales, se ampliaron las labores sociales
de los mandos medios y se profesionalizó a los supervisores.

Un punto central en esta agenda de cambios fue asumir una relación más directa con
los empleados, evitando el protagonismo del sindicato como dispensador de
beneficios ‗arrancados‘ a la empresa; la gerencia procuraba mostrarse como el
principal ente promotor de mejoras, destinada a satisfacer sus expectativas. En
esa dirección fomentó actividades deportivas y recreativas; estableció programas con la
familia de los trabajadores (celebración de la navidad, visita de los hijos de los
trabajadores a la empresa, etc.); mejoró los préstamos para vivienda y educación.

En la etapa entre los 80s y 90s, fue clara la intención de la empresa de cambiar el
esquema de enfrentamiento hostil, por uno de persuasión, que incluyó llamados a
dialogar al sindicato. Sin embargo, la desconfianza de ambas partes, llevó al fracaso
348 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

de esta iniciativa y a que la empresa desarrollara a continuación una ruda estrategia


de enfrentamiento y supresión de esa organización apelando a todos los medios,
aún algunos ilegales.

Al tiempo que se desarrollaba esta confrontación, en la que finalmente se derrotó al


sindicato, la empresa afrontaba los cambios de la política de apertura en una
situación muy adversa, con indicadores de gestión, productividad y mercado muy
adversos. No obstante fue posible la recuperación de control por parte de la gerencia,
su conversión completa en entidad privada con la venta de la participación pública,
ingreso de nuevos accionistas colombianos (Grupo Santodomigo) y japoneses,
consecución de préstamos para inversión, mejoras en la organización y calidad.

Como parte de la reestructuración se realizó la ―limpieza‖ de la mano de obra. Era un


supuesto esencial que la nueva gestión de la calidad total requería de una base
social diferente, razón por la cual se combinaron diferentes medidas como: agresivas
modalidades de despido y presiones para obtener renuncias; nuevas modalidades de
selección de la mano de obra sin conocimiento sindical o político, jefes de familia y
10% de fuerza laboral femenina; formas de contratación flexible; subcontratación de
algunas de las actividades. La renovación de la mano de obra en algunas áreas fue del
orden del 70 y 80%, siendo notable el debilitamiento de la base social en la que se
apoyaba la organización sindical.

Los porcentajes de afiliación sindical presentados por Carmen López (2002: 437)
evidencian la efectividad de la ofensiva empresarial: de un 76% antes de la huelga de
1991, desciende a 26% en 1993 y dos años después el sindicato desapareció; en
1994 el 95% de los trabajadores aparecen vinculados al pacto colectivo.

Otras medidas adoptadas dentro de la lógica neopaternalista, que se combinaron


con cambios asociados al empleo de sistemas de inspiración toyotista fueron: visitas
domiciliarias de trabajo social; empleo de la figura del ‗padrino‘ para asegurar el buen
comportamiento del trabajador; movilidad horizontal de la mano de obra para evitar la
antigua adscripción de individuos a puestos determinados; construcción de un
ambiente favorable al involucramiento activo del trabajador en sus labores; difusión
de un discurso integrador sobre ‗la gran familia Sofasa‘ como forma de comprometer
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 349

a los trabajadores en el proyecto productivista con el que se ha afrontado la apertura


económica.

Del mismo modo, hubo esfuerzos por profesionalizar a mandos medios; abandonar la
arbitrariedad en la fábrica; fomentar una comunicación directa y desprovista de
agresividad con los trabajadores pero sin renunciar a las opciones del trato duro y
autoritario a quien intentara promover cualquier organización o expresión autónoma en
favor de sus intereses. En contraste con el período de actividad sindical confrontacional,
es claro que desde los años 90s la empresa tiene toda la capacidad de regular su
esquema de salarios, prestaciones y mercado interno de trabajo; el Pacto Colectivo es
manejado por la dirección de modo que responda a algunas de las expectativas
económicas de los empleados, y de este modo no perciban la necesidad de una
organización colectiva autónoma.

Caso Incolbestos
Esta compañía fabricante de sistemas de frenos y materiales de fricción, empezó
actividades en 1956 como parte de lo que ha llegado a ser un grupo empresarial
centrado en la industria autopartista, con presencia en el mercado andino y
proveedora reconocida de las firmas Renault, Chevrolet, Toyota, Mitsubishi y Daimler
Chrysler; para 1998 tenía una planta de personal cercana a 600 empleados, la
mayoría vinculados a término indefinido. Por no haber tenido actividad sindical ni
conflictos notorios, ha tenido un proceso diferente al de Sofasa, aunque ha llegado a
estructurar un tipo de manejo neo paternalista, que en varios aspectos es similar al de
ésta261.

Incolbestos a partir de metodologías de control total de calidad y nuevas formas de


organización del trabajo, que se combinan con un manejo laboral no exento de
elementos tradicionales, ha tenido un buen posicionamiento en el escenario competitivo
que se abrió en la última década del siglo XX, alcanzando destacados logros en
certificaciones de calidad y proyección internacional; los conflictos y resistencias no

261
La información sobre el proceso de esta empresa se toma del estudio de López (2002); pero
también de visitas a la planta y entrevistas realizadas por el autor entre los años 2000 y 2003.
350 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

han sido abiertos y colectivos, sino que se han mantenido en la esfera individual.
Algunos de los elementos de este manejo neo paternalista son:

El personal profesional que se ha vinculado, hace un manejo técnico de la compañía,


a tono con los procesos de cálculo, normalización y certificación de los estándares
internacionales, pero se les ha confiado también la tarea contribuir a mantener el tipo
de relaciones directas con los trabajadores y cierta ‘responsabilidad‘ para con ellos,
propia del estilo de la firma, y dinámicas participativas y de empoderamiento del
personal en las tareas productivas.

Esta empresa, en contraste con lo que ha llegado a ser usual en el país, garantiza
una vinculación estable a la mayoría de trabajadores; un salario que está en el
promedio del mercado y prestaciones sociales un poco más altas que las exigidas por la
ley. Lo anterior se complementa con créditos de vivienda y auxilios educativos según
la situación de cada solicitante; programas de salud, recreación y deporte, a algunos
de los cuales también se vincula a las familias; premios en especie (objetos para el
hogar), para las ideas y sugerencias provechosas en los círculos de calidad

Para la mayoría de los trabajadores es positivo que la remuneración de Incolbestos


exceda los promedios del mercado y de lo que habían conocido en anteriores
empleos, y relacionan esta situación con su disposición a aceptar sin
cuestionamientos ni críticas las demandas de la empresa. En ausencia de mecanismos
de negociación y representación, dado que no existe sindicato ni pacto colectivo, las
condiciones salariales que superan lo exigido por la ley, se perciben como parte de
la liberalidad y concesión que discrecionalmente se concede; prevalece la idea de
que se trata de una costumbre y una dadiva, más que un derecho o norma
institucionalizada. Un directivo, refiriéndose a algunos componentes del salario afirmó:
‗Lo que busca la empresa es que el trabajador no lo considere como una obligación de la
empresa sino que lo asuma como una ayuda, que agradezca, no que piense que es un
derecho‘ (López C., 2002: 471).

En este escenario y dentro de las percepciones predominantes, se teme el solo


mencionar el tema sindicato y relaciones negociadas o concertadas. Lo usual es que
se lo defina como un factor altamente perturbador del orden social e innecesario, puesto
Concepciones y prácticas del paternalismo empresarial en la región antioqueña 351

que se confía en que la empresa mantendrá las favorables condiciones salariales


(‗beneficios‘); se supone que hay comunicación transparente y directa entre gerencia y
trabajadores. Se recalca la idea de la ausencia de conflicto por que los intereses de
trabajadores y empresa son los mismos y no se admite un modelo de entendimiento
diferente al autoritario que ha manejado siempre la directiva empresarial.

Algunos espacios de la llamada comunicación ‗cara a cara‘ como las ‗reuniones de


gerencia‘ despiertan expectativas entre los trabajadores más calificados; pero en
tales diálogos no se permite tratar temas salariales sino otros aspectos de la actividad
productiva, que generan cambios menores en la vida laboral. De modo que hay
certeza sobre una paciente escucha que corresponde al ‗buen trato‘ y ‗consideración‘ de
los directivos, pero pocas probabilidades de cambio en aspectos de interés para el
trabajador.

En consecuencia, hay inconformidad represada por temas salariales entre otros, y no


se confía en la posibilidad de expresar las inquietudes dentro de las instancias de
diálogo directo y ‗cara a cara‘ que la empresa ofrece; la diversidad de trabajadores
en sus edades, nivel de calificación, condición familiar y percepción de su situación y
oportunidades. Los más calificados desconfían de los espacios de diálogo, no creen
que la gerencia verdaderamente tome en cuenta sus inquietudes, no se sienten
debidamente recompensados por sus contribuciones a la mejora de procesos, se
rutinizan y frenan su capacidad de aporte dentro de las metodologías participativas,
en tanto que para los menos calificados la comparación entre sus condiciones
desfavorables en empleos anteriores o en los empleos a su alcance fuera de la
compañía, o la adversa situación del mercado laboral, les hacer valorar su situación
presente y los aleja de cualquier iniciativa de organización y expresión colectiva
sindical.

Por parte de la gerencia, el conflicto se entiende como un problema actitudinal, de


comunicación o motivación; frente al cual esperan que los directivos y mandos medios
muestren su compromiso con el cambio y los principios de la calidad, y empleen su
liderazgo para promoverlos y superar las visiones divergentes. Sin embargo quienes
tiene mando, con frecuencia perciben en los subordinados una carencia de la
352 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

verdadera iniciativa y actitud participativa que el modelo reclama, que en parte


atribuyen a la falta de suficientes compensaciones económicas al rendimiento.

En síntesis se puede decir que este esquema de autoridad neo paternalista y


gestión, convoca la participación inteligente, compromiso e implicación profunda de
los trabajadores con los objetivos de la producción, pero a otros niveles los trata
como a menores de edad, sin aceptar sus expresiones autónomas, ni reconocer o
compensar debidamente sus intereses. A pesar de resultados positivos en
sofisticados test anuales de clima organizacional, de lo anterior resulta que no hay
expresiones de inconformidad o resistencia individual o colectiva, pero si desanimo y
‗retiro de la eficiencia‘; del mismo modo que la continuidad de los elementos
paternalistas que se han convertido en parte integrante del modelo productivista.
4. Conclusión y síntesis comparativa:
similitudes, diferencias y explicaciones
Una vez presentados los casos más representativos del asistencialismo paternalista
para cada país, procurando destacar sus particularidades y rasgos específicos,
dedicamos este capítulo al ejercicio comparativo. Considerando las evidencias sobre
rasgos contrastantes en la formación de las elites de los dos países y la importancia de
tomar en cuenta los contextos del fenómeno a comparar en que se ha insistido (Ver
1.4.2), en primer término se contrastarán las dinámicas políticas y del Estado en los
dos países. Asi mismo y cómo ámbitos profundamente vinculados a la esfera del poder
político, tanto como a las prácticas paternalistas, se abordará el desarrollo de los
sistemas de protección social y el papel de la religión católica en ambos espacios
nacionales.

En seguida se comparan sistemáticamente las formas en que las empresas de ambos


países desarrollaron sus planes asistenciales, concentrando la atención en las
prioridades que se tuvo, las modalidades y niveles de organización y profesionalización
de las actividades desarrolladas; del mismo modo es de interés considerar las
coyunturas de crisis, replanteamiento y cambio en sus dinámicas. El capítulo termina
con un cotejo de las actividades fundacionales y filantrópicas, con las que los
empresarios ampliaron su campo de acción y, en muchos casos dieron continuidad a
nuevas versiones de las ideas paternalistas.

4.1 Dimensiones y variables a explorar en la comparación


En la perspectiva de análisis que se ha presentado (ver capítulo 1), el contexto socio
político de cada país se considera determinante en la configuración de las prácticas
asistenciales de las firmas y la continuidad del estilo de paternalismo que les es
específico; por esta razón señalaremos en primer término las variables que se toman en
cuenta para describir y contrastar los contextos y a continuación las que se consideran
para comparar las manifestaciones del fenómeno en estudio a nivel de las firmas.
354 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En relación con el campo de la política como espacio para el ejercicio de formas


específicas de autoridad, que son también compartidas y reproducidas por las elites
económicas, se abordarán aspectos como: grado de inclusión o exclusión; dinámica de
cambio y naturaleza competitiva de la lucha por el poder político; autonomía y
significación de la actividad sindical; amplitud y naturaleza de los pactos corporativos;
carácter multiclase, elitista u oligárquico de los partidos.

En lo que se refiere al Estado, se toma en consideración su papel como redistribuidor


de riqueza y ente asistencialista; presencia de elementos caudillistas, paternalistas,
clientelistas y populistas en el manejo de la asistencia pública; avance y consolidación
del sistema de protección social y sus funciones de seguridad social, legislación sobre
riesgos, pensiones.

Tocante a la esfera social más amplia, se examina la permanencia e influjo de


elementos rurales y hacendarios conservadores en la política; avance de la vida urbana
e influjo de procesos modernizadores; continuidad de valores y tradiciones católicos en
la sociedad.

En las prácticas benéficas y formas de interacción entre patronos y trabajadores, se


describen y cotejan: Motivos inspiradores: tradiciones familiares, caridad católica,
sentimientos de deferencia y solidaridad; propósitos de orden práctico en relación con
la formación, calidad, disposición de la fuerza laboral; modalidades de beneficios y
asistencia para cada época: salud, educación, vivienda; especialización organizativa,
nivel técnico y grado de profesionalidad con énfasis en aspectos como la progresiva
definición del rol del trabajo social.

La forma como en el interior de las firmas y organismos encargados de la asistencia,


se producen crisis que llevan cuestionar el fundamento paternalista que se ha tenido y a
replantear la función, es otro aspecto significativo en la contrastación. En el mismo
sentido se toma en cuenta la acción reivindicativa de los sindicatos; institucionalización
de los beneficios (p.e., vía cajas de compensación); interacción del asistencialismo de las
firmas con la actividad gremial empresarial. Se hace un paralelo también sobre las
tendencias de cambio más decisivas y recientes, que llevaron a conducir e
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 355

institucionalizar los planes asistenciales por las vías de la filantropía y la actividad


fundacional, y la proyección del discurso a medios empresariales más amplios.

4.1.1 Contrastación de contextos: política y Estado


A partir de una rápida caracterización comparativa del proceso político, la forma de
actuación de las elites y partidos, del mismo modo que de los componentes de la vida
democrática, la participación y las formas de autoridad, se pretende esbozar la
formación de un ámbito propicio a las modalidades paternalistas de actuación del
empresariado.
Se supone que políticos y empresarios, como sectores sociales de una misma clase
dominante, que no era muy diferenciada o densa, tenían diversos rasgos comunes,
compartían posiciones, además de que muchos de ellos oscilaban entre el rol
gubernamental y el económico empresarial. Se trataría de definir si el manejo político
y gubernamental determinaba de alguna forma o se reflejaba en las prácticas
asistenciales aplicadas en las empresas. Establecer nexos de causalidad entre
procesos de la política y el manejo estatal y los percibidos a nivel de las firmas
privadas.

Una apreciación panorámica de los procesos políticos de los dos países, apoyada en
los análisis comparativos de la política de que se dispone, muestra varias
fundamentales diferencias cuya evolución crea condiciones para la generación de
específicas formas de autoridad en el mundo del trabajo.

Caudillismo Vs civilismo
En una consideración de la evolución política de los dos países, resaltan en primer
término las particulares formas de configurarse el liderazgo y el poder, que inciden en la
conformación de los partidos, las instituciones y la vida democrática. El desarrollo
político venezolano desde los albores de la República muestra fuertes tendencias
históricas hacia el caudillismo, con una tradición de gobiernos autocráticos militares
que comprenden las etapas de José Antonio Páez, los Monagas, Juan Falcón, Antonio
Guzmán Blanco, Joaquín Crespo, los gobiernos ‘andinos‘ (Cipriano Castro, Juan V.
Gómez, López, Isaías Medina) y Pérez Jiménez a mediados del siglo XX .
356 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En contraste la vida política colombiana, presenta una regular alternancia de gobiernos


civiles, interrumpida en pocas ocasiones desde el siglo XIX, siendo el golpe de Melo
1854 y la dictadura de Rojas 1953 - 1957 las etapas de anormalidad más evidentes262.
Sin embargo, al comienzo de los años 60s, ambos países, después del derrocamiento
de dictaduras militares y de construir pactos políticos para la transición hacia el
gobierno civil, iniciaron la construcción de sistemas políticos de tipo democrático
electoral, en un escenario latinoamericano en el que predominaban las dictaduras
militares.

La continuidad en las tradiciones políticas y agrupaciones históricas hegemónicas en


Colombia, contrasta con la interrupción en las tendencias del siglo XIX debido a
procesos de inmigración masiva y a discontinuidades en la historia de los partidos que
condujeron a cambios notables en Venezuela. Después de la dictadura gomecista,
este país dejó de lado tanto la violencia política que mostraron sus guerras civiles del
siglo XIX, como las agrupaciones y tradiciones partidistas que se habían generado
(Deas M., 1999: 28).

Por esta razón, al concluir la dictadura de Gómez, y a partir de 1936 nuevos partidos
políticos inspirados en el discurso social demócrata y de izquierda pudieron
establecerse, e incluso tener una etapa de populismo radical (1945 - 1948), para
después actuar en el escenario más abierto e incluyente que se consolidó después
de la dictadura de Pérez Jiménez en los años 50s.

De modo que para el comienzo de los años 60s, Venezuela había dejado atrás tanto
sus partidos protagónicos en el siglo XIX y autocracias, como la violencia política, en
tanto que Colombia en una atmosfera de persistente confrontación, desarrollaba una
democracia oligárquica basada en la hegemonía de dos partidos que habían sido
fundados a mediados del siglo XIX. Como veremos, la estable continuidad de los
grupos dominantes explica la generación y continuidad de un tipo de prácticas
paternalistas más tradicional y matizado de catolicismo en Colombia.

262
Marco Palacios (1999: 128) precisa asi el contraste en cifras: ‗En los 128 años de 1839 a
1958, cuando se estableció la democracia en Venezuela, hubo solo cinco presidentes civiles con
un total de siete años y medio de gobierno, mientras que en el mismo lapso en Colombia solo
hubo dos golpes militares con gobiernos que duraron cinco años‘.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 357

Partidos e inclusión

El análisis comparativo del proceso político de los dos países, realizado por Ana María
Bejarano (2011), describe con precisión un rumbo en el que se comparten algunos
aspectos determinantes, y se viven procesos similares, pero que después de los
pactos de transición de los años 50s, origina dos tipos diferentes de democracia con
fallos, deficiencias y tendencias de cambio específicas.

Un aspecto esencial sugerido en esta interpretación como factor determinante de los


procesos socio políticos de cada nación, es el tipo de actividad económica. En 1900,
casi la mitad de las exportaciones de ambos países estaban compuestas por café, y
este ingreso ayudaba a la construcción de los Estados y las economías, pero ya en
los años 30s, el avance de la producción petrolera en Venezuela marcaba diferencias
importantes. La actividad cafetera apoyó el avance industrializador colombiano, pero
determinó que el componente rural tuviera continuidad con el predominio de los lazos
tradicionales entre terratenientes y campesinos; del mismo modo, en combinación con
el sistema político heredado del siglo XIX, proyectó el influjo de la hacienda sobre la
vida política nacional263.

En contraste la actividad petrolera venezolana, determinó la pérdida de importancia de la


agricultura, menor estímulo al comienzo de la actividad industrial, y un desarrollo de
sectores de comercio, finanzas y servicios anclados a una dinámica vida urbana y a
un crecimiento de sectores medios. Desde los años 40s, el crecimiento de la población
que habita en ciudades en Venezuela es superior entre 12 y 17 puntos porcentuales al
de Colombia (Bejarano A., 2011: 45).
Estas capas medias, exhibiendo cierta independencia respecto a los sectores
dominantes, relacionados con un campesinado transicional y una clase obrera petrolera

263
Fernando Guillén (1996) en una amplia interpretación de las lógicas de dominación desde
el siglo XIX, caracteriza a la hacienda andina como un espacio de reproducción y
mantenimiento de normas autoritarias y valores tradicionales, que llegan a proyectarse hacia
nuevas estructuras como la empresa industrial, de modo que en lo social se conforma más
bien una ‗peonada industrial que una clase proletaria’.
358 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

minoritaria pero estratégica, fueron elementos sociales importantes en la configuración


de la democracia venezolana en la medida que contribuyeron a la conformación de
partidos multiclasistas. En contraste, en Colombia persistía la influencia de una fuerte
clase terrateniente, que le dio un tono más conservador a la vida política.

El tardío comienzo de la industrialización en los dos países, incidió en una débil y poco
definida configuración de las clases burguesas y obreras. Respecto a las primeras se
destaca que en Venezuela tendieron a depender mucho del Estado, en tanto que en
Colombia mantuvieron vínculos con los sectores terratenientes. Sin embargo, estos
sectores trabajadores débiles en Colombia estuvieron más sometidos a los partidos
tradicionales y fueron partícipes de una democratización desde arriba, en tanto que en
Venezuela ocurrió un proceso más claro de participación desde abajo.

Los sistemas de partidos generados en los dos países, muestran diferencias notables,
mientras que Colombia en presencia de la debilidad estatal y el peso de la estructura
agraria, genera agrupaciones elitistas conducidas por notables y apoyadas en los
intercambios clientelistas y el patronazgo, sus equivalentes venezolanos se definen más
como organizaciones programáticas y de masas, que incluso transitaron etapas de
populismo radical. Otro aspecto divergente es que en Colombia se vivieron etapas de
confrontación y conflicto violento, que se manifiestan a la par con una tendencia a las
coaliciones partidistas de tipo transitorio y táctico. Éstas últimas, sin embargo en
algunos períodos críticos contrarrestaron las intervenciones militares.

La alternancia de la confrontación y el acuerdo, impidió el surgimiento de un escenario


político compartido en el que se construyera y aceptara el papel del partido de la
oposición. Por otra parte, debido al tipo de coaliciones sociales que sustentaba a los
partidos, estas agrupaciones tendieron más a legitimar la autoridad y salvaguardar los
intereses de las elites, que a incluir y representar a sectores excluidos; su accionar se
basa más en una representación clientelista que ideológica y pragmática (Bejarano A.,
2011: 99).

A diferencia de ello, en Venezuela las dinámicas partidistas muestran más cooperación


y competencia. Durante el obligado exilio de la dictadura de Gómez, los jóvenes
emigrados aprendieron en diferentes escenarios sobre los partidos de masas
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 359

modernos; una vez pudieron actuar en el espacio político y en presencia de un Estado


centralizado, tuvieron muchos estímulos para desarrollar sus partidos (AD, Copei,
URD, PCV) con una movilización externa, liderando e incorporando a sus filas los
intereses de amplios sectores que nunca habían sido tomados en cuenta bajo la
dictadura (Bejarano A., 2011: 90).

Asi pues, con una agricultura y sector terrateniente debilitado por el auge petrolero, un
conservatismo político desaparecido, y ciertas dinámicas de cambio modernizador, las
nuevas agrupaciones tendieron a generar bases programáticas, y a orientarse a la
coalición progresista con nuevos sectores medios urbanos, campesinado organizado y
clase obrera activa, adquiriendo su actividad algunas de las connotaciones atribuidas al
populismo (Bejarano A., 2011: 102).

Sobresalen las diferencias con el caso colombiano, en el que la tradición elitista


acumulada por los partidos, su poder y base clientelista, no había dejado lugar para
intervenciones militares y otras alteraciones del orden político, pero su manera de
actuar propició un tipo de fragmentación y conflicto intra e interpartidista, que llevaba a
la violencia y polarización política (Palacios M., 1995). En contraste los partidos
venezolanos tendieron a ser más programáticos y, al representar a amplios sectores
llegaron a sustentar un orden democrático incluyente y competitivo, que tuvo
continuidad por varias décadas.

La mezcla de violencia y tradicionalismo propicio a prácticas paternalistas, en el


sistema político colombiano había sido señalada por Daniel Pécaut (1987) cuando se
refiere a la dinámica política colombiana como un ejercicio de la democracia en
compleja combinación con la violencia, que no se orienta por la homogeneidad de los
ciudadanos, sino que ‗descansa sobre la conservación de sus diferencias ‗naturales‘,
sobre adhesiones colectivas y redes privadas de dominación social‘.

Lo anterior se relaciona también con el débil reconocimiento del Estado como agente
legitimo de unificación de la sociedad, la falta de avances en el intervencionismo social;
la continuidad de una democracia que, no solo es restringida, sino que resulta
fundamentalmente tradicional y reforzadora de formas de dominación constituidas en el
siglo XIX. A nivel del sistema productivo, resalta la paradójica situación en que se
360 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

tiene una economía capitalista por su inserción en los intercambios mundiales, pero no
capitalista por las relaciones de producción sobre las que reposa; correlativo a lo cual es
la existencia de ‗… la doble figura de una oligarquía, agente de desarrollo por sus
vínculos con el exterior, dueña y señora de las ‗formas tradicionales‘ de dominio en el
interior (Guillen F., 1996).

Estado rentista y populismo


En lo que se refiere a la formación de sus Estados los dos países tiene similitudes en la
débil estructuración durante el siglo XIX y su tardía consolidación en el siglo XX,
contrastando con procesos como los de Chile, Argentina y México, que se destacaron
por la fortaleza de la autoridad pública y control de la coerción. Sin embargo la
trayectoria de Colombia aparece más como una evolución y continuidad de anteriores
procesos, en tanto que en la de Venezuela se perciben poca influencia de la colonia, y
más rupturas y cambios de tendencia.

Respecto a las diferencias históricas, y siguiendo los aportes de Ana M. Bejarano


(2011), es destacable cómo en Colombia los dos partidos políticos antecedieron a la
organización del Estado y fueron su principal vía de formación, y la elite política junto a
una coalición de intereses terratenientes y mercantiles resultaron decisivos para
construir la unidad nacional; asi mismo, los partidos reemplazaron al Estado en la
promoción del orden, solución de conflictos e incorporación de los sectores populares.
El peso de poderes regionales y notorio papel protagónico de la iglesia, conllevó una
autoridad acentuadamente conservadora y una democracia de débiles bases.

En Venezuela la formación del Estado fue asumida en el siglo XIX por los caudillos
militares y después por el ejército. En la etapa de Juan Vicente Gómez siguió un
modelo patrimonialista, pero contribuyó a someter a los caudillos regionales, integrar
vialmente al país, y profesionalizar al ejercito, de modo que las subsiguientes décadas de
mandatos militares se completó el proceso y quedó asegurada la paz política
(Bejarano A., 2011: 83).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 361

Otra consecuencia fue que las agrupaciones políticas liberales y conservadoras del
siglo XIX se desvanecieron, en un escenario en que fue importante la contribución
264
cafetera , a la que desde los años 30s se sumó el creciente ingreso petrolero que
ayudó a fortalecer y centralizar el Estado. De modo que la producción del grano ayudó
a construir el Estado, pero es fundamental el factor petrolero en la consolidación del
mismo y en la generación de mecanismos distribuidores. Es destacable cómo el
avance petrolero ayuda a debilitar el poder terrateniente, al mismo tiempo que hace al
Estado más fuerte y autónomo frente a los poderes económicos, y crea las
condiciones para el surgimiento de los dos partidos protagónicos del siglo XX.

En relación con el auge de la riqueza petrolera y la etapa posterior a Gómez tiene


significación el ideario populista265. En la interpretación de Dávila L., (2001), éste
fenómeno se manifiesta en el período conocido como el trienio (1945 - 1948), en que
Betancourt con un discurso cargado de nuevos símbolos, valores y representaciones
planteó la construcción de un orden político y social más avanzado. Sin embargo,
reconoce que los elementos populistas en la vida venezolana han tenido una mayor
complejidad y extensión en el tiempo, quedando implícitos en el Estado que asume la
creación y representación del pueblo y actúa como principal receptor y distribuidor
exclusivo de la renta petrolera; del mismo modo que en el ―partido del pueblo‖, con el
cual se propone la transformación nacional por medio de la democratización del
sistema político venezolano y la modernización económica del país.

Por largos períodos los gobiernos militares de la primera mitad del siglo XX había
exhibido ideas de inspiración positivista acerca de la incapacidad de las mayorías

264
Aparece aquí una semejanza con el proceso colombiano, respecto al aporte económico de
la exportación cafetera; el elemento regional del predominio andino hasta la primera mitad del
siglo XX pareció proyectarse esencialmente en la vida política, más no en la configuración del
empresariado y los procesos económicos.
265
Aunque ha sido muy amplia la discusión y diversas las manifestaciones, en términos
generales se ha definido la génesis del populismo como un fenómeno político de masas, en que
sectores heterogéneos de una sociedad situada en un proceso de transición de lo tradicional a
lo moderno y urbano se movilizan en torno a expectativas que no parecen tener respuesta por
parte del Estado; es posible que se defina como enemigo de las mayorías a una agrupación
nacional o extranjera identificable por su papel en la economía, y también que se adopten
diferentes políticas redistribuidoras.
362 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

para ejercer la ciudadanía y actuar en el escenario político; ante lo cual reaccionaron


los promotores del sistema democrático. Sin embargo después de 1958, partidos con
formas de actuación populista dominaron la vida política de una sociedad civil que se
mostró débil y pasiva, llegando a ser el estilo clientelar la regla del sistema, hasta la
crisis del capitalismo rentístico en el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez.

El espíritu de cambio y reconstrucción de la sociedad que siguió a la larga y cruel


dictadura de Gómez, desde otro frente de los procesos sociales incentivó cambios en
la misma dirección (Ver Anexo 2.2.2). Lo cual explica en parte el que todos los
gobiernos desde 1936, tuvieran propósitos de redención y asistencia social al pueblo
en campos tan variados como los de: alfabetización y educación; salubridad e
higiene; vivienda; trabajo; nutrición; paternidad y familia, (Márquez, 1998; Suárez,
1983). Es evidente que este conjunto de propósitos representaban también el ideario de
los movimientos políticos de izquierda, sindicatos y otras agrupaciones sociales que
pudieron dar sus primeros pasos en este período.

Asi mismo, incide la explotación petrolera a través de la imagen de modernidad de


las compañías extranjeras y sus prácticas, los procesos de aprendizaje y flujos de
experiencias desde éstas hacia las firmas nacionales. El nivel salarial y las
condiciones de trabajo petrolero hacen subir, a veces de modo traumático, los
estándares locales y crean nuevas expectativas, motivando migraciones y cambios en los
mercados laborales. Las experiencias y formas de organización del campo petrolero,
irradiaban a una sociedad que desde los años 40s estructuraba una densa red de
instituciones de asistencia social; modifican aspectos culturales como las pautas de
consumo, uso del tiempo libre, expectativas sociales, no solo de sus empleados sino de
los pobladores de amplios espacios contiguos (Tinker, 2006).

Por varias décadas, la cultura petrolera y la imagen del Estado como perenne
benefactor, distribuidor de rentas y supremo impulsor del progreso social, del que se
podía esperar todo, influyeron en la conformación de una particular actitud de
expectativa en la sociedad; se trataba de una especie de reparto del Don populista en
obras de infraestructura; amplia burocracia; servicios públicos gratuitos; impuestos
reducidos y tendiendo constantemente a la baja; el Bolívar sobrevaluado, entre otros
aspectos (Capriles, 1996).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 363

Para algunos autores todo había conducido fatalmente a que se conformara una
economía excesivamente dependiente del petróleo, y una sociedad acostumbrada a
disfrutar de unos niveles de riqueza y bienestar que no estaban relacionados con la
capacidad productiva o el trabajo realizado (Moreno, 2002); se trata de lo que Koeneke
(2006) denominó ‗El petroestado paternalista y la nación peticionista‘.

Varios estudiosos del avance populista precisan más los nexos entre las dinámicas
económicas y políticas. Octavio Ianni (1975), describe el populismo, por un lado como
una forma de hacer política y por otro como una manera de ejercer el poder y
organizar el Estado, destacando esta última, como una específica manera de
combinar variables del sistema social con determinaciones de la economía, que en este
caso están muy asociadas a la dependencia como marco general del desarrollo. En
consecuencia, el populismo sería un modo de organización política de las relaciones de
producción en un período de crecimiento de las fuerzas productivas y ampliación del
mercado interno.

Desde su estudio del populismo de Getulio Vargas, Ángela De Castro (2001) sugiere
nuevas facetas del análisis alrededor del ‗Estado nuevo‘ (1937 - 1945), y las políticas
que originaron el travallismo, para hacer posible abordar ideas y prácticas políticas,
laborales y sindicales desde categorías como las de Estado de masas; compromiso o
apelación a las masas; diferenciación entre manipulación populista y alianza;
redemocratización, fortalecimiento de fuerzas populares, creencia en un Estado
benevolente.

En el mismo ámbito brasileño Jorge Ferreira (2001), se aparta de las interpretaciones


de una supremacía completa o absoluta de la ideología dominante sobre trabajadores
enajenados de sus reales y verdaderos intereses, por grupos opresivos. Resalta que
la alta estima y valoración popular, a lo largo de varias décadas, de alguien como
Getúlio Vargas no podía sustentarse simplemente en propaganda ideológica o
doctrinaria estatal, sino que debían existir algunos beneficios materiales, simbólicos o
cotidianos que la sociedad derivara de este líder: no podía haber llegado a tener tanta
trascendencia política a base de promesas engañosas o discursos vacíos sin aportar
nada a la vida de los trabajadores.
364 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En síntesis, desde los aportes analíticos tan sucintamente resumidos, las dinámicas de
fortalecimiento del Estado venezolano, su papel rentístico - populista - asistencialista
hacia la sociedad por una parte; y el rol paternalista - distribuidor de riqueza que
asumieron las empresas industriales de reciente y rápido desarrollo por otra, pueden
considerarse estrechamente vinculados y sincrónicos como procesos políticos.

En el caso de Colombia, es obvio que el café como principal fuente de ingreso estatal
no tuvo un volumen e influencia equivalente a la del vecino país con los hidrocarburos,
y el populismo tuvo expresiones muy débiles, principalmente las relacionadas con el
ideario de Gaitán y algunas políticas en el mandato de Rojas Pinilla. La trágica
muerte del primero y la rápida expulsión del poder del segundo, por parte de los
sectores dominantes, cuando pretendió salirse del guión que le habían asignado,
sitúa los estrechos límites de esta corriente política.

La tesis de Urrutia (1992), sobre la contención del gasto y la denominada ausencia


de macroeconomía populista en Colombia, inscrita en la conocida discusión propuesta
para América Latina por Dornbush y Edwards266, corrobora que las clases dirigentes
colombianas, en comparación con otras del continente, no emprendieron procesos de
redistribución del ingreso o reestructuración de la economía con medidas
macroeconómicas, ni maniobras sobre tarifas de servicios públicos, o incrementos del
salario real.

Las cifras de los años 60 y 70s, de tipo de cambio, déficit fiscal, tasa de inflación
muestran estabilidad y ausencia de los cambios bruscos que se derivan del tipo de
manejos populistas en las variables macroeconómicas; lo anterior acompañado por una
lenta y sostenida mejora en la distribución del ingreso y de un gasto público relativamente
redistribuidor.

Según este enfoque, el tipo de dominación clientelista de los dos partidos tradicionales,
sumado a una prensa independiente y crítica de los manejos públicos, una opinión y

266
Para una perspectiva sobre diferentes dimensiones de la polémica que abrió la
interpretación del populismo económico como indeseable y destructivo, el carácter ahistórico de
su contenido, los sesgos ideológicos presentes en la misma, y los intereses por traerla al
presente, ver Estrada A., (2008).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 365

gremios cautelosos frente a la inflación y una alta tecnocracia muy competente en el


manejo económico, completarían el ambiente adverso para el populismo económico, una
de cuyas facetas sería el paternalismo de Estado.

Si bien, dentro del escenario latinoamericano, Colombia habría sido excepcional por su
‗política macroeconómica extraordinariamente prudente‘, reflejada en el control del
tamaño de Estado, la deuda y la inflación, sus resultados fueron típicos, toda vez que
estas medidas no condujeron a un mejor desempeño agregado: tuvo un crecimiento
estable, pero en últimas tan bajo y fracasado como el promedio latinoamericano
(Robinson J., 2007).

Como lo muestra la descripción de las prácticas de asistencialismo paternalista de los


dos países que comparamos, y sus desarrollos desde las modalidades pioneras, hasta la
institucionalización en organismos especializados en las firmas, y de fundaciones
filantrópicas fuera de ellas, el ambiente rentístico y los elementos populistas que
hemos esbozado, imprimieron diferencias esenciales.

En primer término, en Venezuela los grandes ingresos petroleros267 situaron al Estado


como el primer ente paternalista y distribuidor de renta, de la que era beneficiaria la
sociedad en general, pero de modo particular los empresarios, que en su mayoría fueron
notoriamente protegidos por el Estado, y cuya conducta tuvo un claro carácter rentístico
(Ver Anexo 3.1). Aunque no es posible una contrastación confiable de las cifras
invertidas, los esquemas asistenciales y de dadiva adoptados en el país petrolero
parecen más pródigos en servicios y beneficios. Este proceso sitúa a ese sector social
como parte del esquema de distribución de rentas hacia la sociedad, y ocurre en
consonancia con el rápido enriquecimiento que experimentaron, su necesidad de
legitimación, y en los años 60s, sus temores ante las amenazas políticas (Ver 2.7).

267
Una mirada al crecimiento del PIB per cápita de los principales países latinoamericanos,
en el siglo XX, muestra los mayores incrementos en Venezuela en donde aumentó 9.8 veces,
frente a 7.6 de Brasil, 5.1 de México, 5.0 de Colombia entre otros; la comparación con el
ingreso percapita de E.U., y la tasa de crecimiento del mismo, muestra también destacadas
cifras para Venezuela, que en algunos períodos doblan las de Colombia, Ver Urrutia M.,
Posada E., (2007: 13, 15).
366 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

El caso de Grupo Mendoza con su completo modelo asistencialista y la presentación


pública que su líder hace de esos beneficios como una posible y deseable forma de
relacionarse como empresario con la sociedad, confirma la idea de legitimar el
aprovechamiento privado de las rentas con las prácticas asistenciales.

En contraste el empresariado industrial colombiano, que había tenido un más


temprano comienzo, creció más lentamente; sin un entorno rentístico o apoyo
financiero tan considerable optó por prácticas asistenciales más modestas, calculadas,
sobrias y matizadas por elementos católicos. Aspectos significativos de la vida política
parecen determinar los rasgos paternalistas en diferentes etapas, asi p.e., se manifiesta
la caridad conciliadora que algunos sectores de las élites colombianas asumieron en la
etapa de violencia en que actuaban; del mismo modo, el propósito de dar más alcance y
efectividad a las ayudas, con la organización de fundaciones en el escenario político
de los años subsiguientes a la caída de Rojas Pinilla, cuando diferentes sectores,
ahora privados de los beneficiarios de su restringido populismo podían tender hacia
posturas adversas.

El factor político que parece común a ambos casos nacionales en la aplicación de


esquemas paternalistas de manejo laboral en las empresas, era el temor a las luchas
obreras, los sindicatos y otros críticos de la concentración de la riqueza y la inequidad
social. Por otro lado, más notablemente en Colombia, buena parte del asistencialismo y
las dádivas de los empresarios dentro y fuera de sus organizaciones se veían como
una manera de remediar lo que el Estado no podía o quería hacer.

Pactos y tránsito a la democracia


Una etapa muy importante para la definición del orden político en ambos países, es la
transición a la democracia a fines de los años 50s. El carácter de los pactos post
dictadura y la manera como se realiza este proceso, muestra las diferencias en los
sistemas políticos. Mientras que en Venezuela se configuró un marco político más
incluyente y competitivo, en Colombia se creó un esquema con muchos aspectos
restrictivos y excluyentes. La legitimación de lo acordado, se originó en el caso
venezolano de los fuertes nexos entre Acción Democrática AD y los sectores sociales,
en tanto que los elitistas partidos colombianos recurrieron al plebiscito (Bejarano A.,
2011: 147).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 367

Esta diferencia se explica por la naturaleza de los partidos y el tipo de acuerdo que se
había firmado. En cuanto a Colombia, los antecedentes de violencia que se querían
dejar de lado, llevaron a que lo convenido fuera principalmente de tipo político, con la
participación exclusiva de los líderes de las agrupaciones y referido a los partidos, antes
que a temas socioeconómicos o relativos a la institución militar. La desorganización
del campesinado, producto de la larga violencia vivida, tampoco favorecía su
participación.

En Venezuela los pactos fueron más flexibles, incluyentes y representativos, con la


participación de más actores organizados (empresarios, campesinos, trabajadores) y
temas implicados. De una parte contemplaron una dimensión militar que aseguraba
autonomía y recursos públicos para ese sector, a cambio de permitir el control civil
sobre el Estado; una dimensión política que regulaba la competencia entre los partidos
y otra socio económica para prevenir reclamos radicales distribuyendo recursos
estatales.

De esta forma, el programa mínimo de gobierno, uno de los documentos del acuerdo
venezolano, reconocía el espacio para el sector privado, la inversión extranjera y el rol
estatal en la economía, pero también definió aspectos de interés para el sector obrero
como el derecho a conformar sindicatos, la lucha contra el desempleo, reforma al código
de trabajo, la armonización de relaciones capital – trabajo, salario familiar, impulso a la
seguridad social y manejo público de la educación.

En contraste, en el acuerdo colombiano, por vía de la paridad en la distribución de los


cargos y de la alternancia de los dos partidos en la dirección del Estado, se creó
mayor rigidez y restricciones para el juego político competitivo, quitando el carácter
incierto al debate electoral y suprimiendo el espacio y papel del partido de oposición;
este último aspecto se consideró promotor de la persistente lucha insurgente de las
siguientes décadas. Por otra parte, el convenio frente nacionalista, carece de aspectos
socio económicos; situación que es explicable por la debilidad y división a que fue
conducido el sector trabajador y por el carácter elitista de las agrupaciones firmantes.

A diferencia de ello, el acuerdo de Punto Fijo reflejaba cuestiones económicas y de


distribución de la renta petrolera que habían sido temas centrales en los debates
368 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

políticos del vecino país; del mismo modo que la fortaleza del movimiento obrero
vinculado a la actividad petrolera. Respecto a la marginación de los partidos
comunistas de las dos naciones, se presentan también diferencias que ilustran la
calidad de sus democracias, mientras que en Venezuela esta exclusión fue más
moderada y se limitó a un solo evento electoral, en Colombia esa restricción se
extendió por 16 años.

Una consideración del desarrollo del sindicalismo como parte de la vida democrática,
muestra que el manejo político y estatal, generó diferencias apreciables. El análisis
tipológico para los países latinoamericanos que hacen Collier y Collier (1991), sitúa a
Colombia y Venezuela en el conjunto de los países cuya incorporación a la vida
política no fue realizada por el Estado, sino por las elites de partidos que requerían su
apoyo para sus proyectos políticos; pero mientras en Colombia esta incorporación la
realizó un partido tradicional, en Venezuela esta tarea la asumió el populismo radical.

En el caso venezolano, la manera en que se traza la política económica y fiscal y el


manejo del creciente número de entidades gubernamentales va teniendo un sentido
que muchos autores han calificado por una parte de intervencionista y dirigista, y por
otra de rentístico, clientelista y paternalista268. En esta lógica institucional y política se
articulan y actúan los sindicatos como organizaciones cooptadas por los partidos políticos
para hacer parte de esa estructura general, pero también los gremios y organizaciones
empresariales.

Este característico sometimiento y vinculación de la mayoría del sindicalismo a los


engranajes de poder de los partidos Villalba (2002), aminora el conflicto obrero. Del
mismo modo, debe considerarse que la tendencia social demócrata de AD y demócrata
cristiana de Copei, los dos más fuertes partidos políticos, se proyecta hacia las
políticas públicas, las redes clientelistas y también los mecanismos de inclusión social.

268
El paternalismo estatal parece aceptarse y conocerse más en Venezuela que el
empresarial, y se lo considera innegable inspirador de diversos programas como los del
Banco Obrero, Banco Industrial, Banco de los Trabajadores; Instituto Nacional de Nutrición;
Instituto Agrario Nacional; Corporación Venezolana de Fomento.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 369

En este contexto, en cierto modo, las acciones de benevolencia y asistencialismo de los


empresarios, de hecho hacen parte del mismo esquema distribuidor de rentas. Es
claro también que ciertas acciones estatales de mejoramiento social tienen
interacciones y vasos comunicantes con las iniciativas del sector privado, los
empresarios reciben apoyos de programas públicos y los dirigen a sus trabajadores.

Lo anterior hace que para el funcionamiento de las relaciones de trabajo venezolanas,


resultaran importantes los consensos, en particular en la etapa moderna de la
democracia, los cuales se orientaron al fomento la democracia representativa y la
industrialización sustitutiva; dentro de una lógica corporativista la dinámica de los
acuerdos tendía a favorecer más los intereses del gobierno, pero en general las
políticas se orientan a beneficiar a los afiliados (Lucena H., 2006: 493).

El contraste entre los movimientos sindicales de los dos países resulta muy ilustrativo.
Mientras que el sindicalismo venezolano llegó a sus cifras más altas con un 30% de
afiliación a comienzos de los 80s, y en el 2002 había bajado al 14%; las organizaciones
obreras colombianas en 1965, alcanzaron su máximo histórico de 13.4%, y para el
2002 habían caído a 4.93% (Lucena H., 2006: 494; ENS, 2005: 4).

La mayor presencia del sindicalismo en la vida venezolana se explica, en buena parte


por el favor estatal y la pertenencia al esquema corporativo rentístico del que
participaban también los partidos. A diferencia de ello las organizaciones obreras
colombianas, se puede decir que dependían de los partidos y sus redes clientelistas, ya
que desde la etapa de institucionalización de la negociación colectiva y acción sindical
que llegó hasta mediados de los años 40s, requirieron el tutelaje ejercido por el
Estado y el sector liberal, de Alfonso López Pumarejo (Archila M., 1999).

El apoyo liberal había aportado un primer marco legal necesario, pero con ese partido
fuera del poder ese sector volvía a ser débil y vulnerable; al mismo tiempo, la
fundación de la Unión de Trabajadores de Colombia UTC en 1946, dentro de los marcos
del obrerismo católico y patronalista de Antioquía, completa un panorama de
atomización y reducida capacidad de acción del movimiento. Asi pues, las agrupaciones
en busca de apoyo adhieren a sectores liberales y comunistas; luego a conservadores
de la UTC; y desde los años 60s a corrientes de la izquierda.
370 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

El esquema organizativo adoptado, determinó el predominio de sindicatos de base,


con lo cual se redujo la fortaleza y consistencia de la fuerza obrera representada; y se
circunscribió el campo de acción de las organizaciones al escenario de cada firma,
lugar propicio a los esquemas de relación paternalistas. De este modo, a instancias de la
intervención gubernamental se generó un marco institucional restrictivo y fuertemente
reglamentado, que limitaba las posibilidades de acuerdo y regulación consensuada a
temas salariales, especialmente del campo convencional o extralegal de prestaciones,
bonificaciones, primas, tablas de indemnización por despidos.

Asi pues, en el contexto colombiano de débiles sectores obreros, y en donde fue poco
influyente la presencia de partidos de izquierda, y no surgieron movimientos populistas
o corporativos, la institucionalización de las relaciones entre el capital y el trabajo
aparece ligada a la presión de las luchas reivindicativas, pero también a los perenes,
aunque cambiantes, elementos paternalistas del discurso jurídico y político de las elites;
asi mismo, intervienen iniciativas estatales de desarrollo y modernización. Asi p.e., para
respaldar mejoras salariales, el argumento podía ser proteger a los sectores más
desfavorecidos o ensanchar el mercado interno.

4.1.2 El Sistema de Protección Social SPS como referente y


parte del entono empresarial
Los análisis comparados de Bruno Theret (2006) han concebido la coherencia social
como un logro que se construye a partir de la relación entre estructuras de protección
social y representación política, y origina el ámbito de lo social. De la manera como
cada sociedad estructure el sistema de mediaciones entre los órdenes económico,
político y doméstico, del mismo modo que de su articulación con el régimen de
acumulación y el régimen fiscal – financiero dependerá la configuración de lo social.

Para este autor, el problema planteado por Polanyi sobre los peligros para la sociedad,
del mercado autoregulado y su lógica mercantil desatada sobre el trabajo, que conduce
a que el orden doméstico quede sometido a la lógica capitalista, se resuelven con la
coherente mediación que el sistema de protección puede establecer entre los órdenes
político, económico y domestico.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 371

De este modo, puede entenderse el Sistema de Protección Social como un conjunto de


instituciones construidas socialmente e insertas en un régimen de acumulación; de lo
cual se deduce que la seguridad social pertenece al terreno de la política, es un
medio que define la sociedad para restaurar el tejido social y hacer permanentes los
lazos de solidaridad que la sustentan (Rodríguez O., 2006: 201).

Desde esa perspectiva, debe sopesarse el orden político en los países analizados, en
los que resulta casi equivalente la debilidad política y dependencia de sus sectores
obreros, que actúan en un caso en escenarios diferenciados regionalmente y
controlados por elites políticas oligárquicas, y el otro caso influidos profundamente por
las dinámicas del rentismo petrolero y el populismo ligado al mismo.

La referencia al orden político involucra el concepto de ciudadanía, en la dimensión de


los derechos políticos, pero también en la de los derechos civiles y sociales. La
protección social es el resultado de la interacción entre los grupos de la sociedad, que
a lo largo de la historia ha generado elementos estructurales que se reflejan en las
aristas que el sistema presenta, en el modelo nacional que se ha conformado, en el
que cada grupo social actúa en la negociación según una lógica que se puede
interpretar y explicar.

Siendo tan limitada la participación obrera en el escenario político y endeble el rol de


la ciudadanía, las mediaciones determinantes excluirían la esfera política, y se
establecerían casi exclusivamente entre orden económico y doméstico. Tales
dimensiones serían propicias a la actuación voluntarista y dadivosa del empresariado
paternalista, como tendencia de larga duración con regularidades históricas que implican
persistencia y continuidad.

El avance de la seguridad social, como institución que se construye en el escenario


político, es fundamental en la comprensión del fenómeno de continuidad y permanencia
de las prácticas paternalistas en los espacios laborales. En la medida que los Estados
organizan sistemas de prestaciones coherentes, de suficiente cobertura y
confiabilidad, que la ciudadanía entiende como parte de sus derechos sociales y
función específica de la autoridad pública, los tradicionales mecanismos basados en la
372 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

caridad privada, el asistencialismo público y las acciones protectoras patronales


deberían cesar por completo o tener solo una presencia marginal.

A continuación veremos cómo los tropiezos y limitados logros de Colombia y


Venezuela en la estructuración de sus Sistemas de Protección Social SPS,
determinaron dentro de las particularidades de sus modelos políticos y estatales, que las
firmas dieran continuidad a prácticas asistenciales tradicionales y diseñaran otras como
parte de las dádivas y trato benevolente de sus relaciones laborales paternalistas.

La mirada a nivel de América latina, apoyada en aportes de Mesa-Lago (1991), el más


reconocido estudioso del tema, muestra que los sistemas de seguridad social de
Colombia y Venezuela no alcanzaron el nivel de avance de los países pioneros como
Uruguay, Chile o Argentina, que dieron sus primeros pasos en la estructuración de
instituciones de inspiración bismarckiana en los años 1920 y 1930, pero tampoco están
en la situación rezagada de los países centroamericanos que entre los años 50s y 60s
empezaron tardíamente el diseño de su seguridad social.

Los dos países presentan apreciables similitudes. Hacen parte de un conjunto de


naciones con un nivel intermedio de desarrollo, que empezó a crear sus servicios entre
los años 40s y 50s con inspiración en recomendaciones de la OIT y el modelo
Beveridge. En una etapa en que la población rural era predomínate, antes de establecer
un instituto general se habían definido formas de protección para los grupos
ocupacionales con mayor poder.

Algunas de las variables consideradas por Mesa-Lago (1991:196) para caracterizar el


nivel de adelanto en la seguridad social antes de la crisis generalizada de fines de los
años 80s, muestran alguna ventaja de Venezuela en cobertura de 1960 a 1985,
alcanzando porcentajes del 49.9% de la población total, frente al 16% de Colombia. Es
significativo también que los gastos en seguridad social de Colombia como porcentaje
de su PIB, fueran más altos que los del país vecino. Asi mismo, contrasta la
situación presupuestal de Venezuela que en la mayor parte del período 1970 - 1983
presenta superávit, frente a algunos déficits de Colombia Mesa-Lago (1991: 204).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 373

No obstante estas diferencias eran leves y en ambos países predomina una similar
fragmentación, pobre administración, y falta de racionalidad en el manejo de la
seguridad social. Sin embargo, en Venezuela la abundancia de recursos del Estado y la
tendencia a hacer concesiones a sectores específicos, inciden en una notable duplicidad
de entidades, descontrolada creación de nuevas instituciones y descoordinación general.

Una rápida contrastación de esta evolución, respecto a los desarrollos típicos del primer
mundo, sitúa aspectos específicos del entorno socio político en el que tuvo
continuidad el asistencialismo tradicional paternalista. La extensa reconstrucción
analítica e histórica emprendida por Castel (1997) sobre la condición asalariada y la
cuestión social, describe desde las épocas en que la categoría social de asalariado
estaba poco extendida y se consideraba indeseable, hasta una modernidad capitalista
en que se generaliza el ser asalariado, y la remuneración deja de ser una simple y
limitada paga por una tarea, para convertirse en un mecanismo social destinado a
asegurar derechos y dar garantías para la vida fuera del trabajo en campos diversos
como salud, pensión, accidentes, consumo, recreación, vivienda.

En el abordaje de los fenómenos más recientes, tomando en cuenta las nuevas


características del capitalismo mundializado y la crisis a que condujo a los sistemas de
protección, diferencia tres situaciones o zonas de cohesión social en las que puede
ubicarse a los diferentes grupos sociales: 1- Integración, situación estable pero
restringida; 2- Vulnerabilidad, creciente deterioro en la condición de sectores
asalariados; 3- Desafiliación cuando la falta de nexos con el sistema de protección ha
conducido a la inexistencia social.

Frente a la evolución reconstruida por este autor, y el punto de llegada


contemporáneo que se ha resumido, el proceso de los países analizados contrasta,
dado que en virtud de sus particularidades políticas y económicas, la integración
estable fue una realidad solo para algunos segmentos de la población, a través de
instituciones débiles, fragmentadas y diversas. De éstas, las más consistentes fueron
promovidas por el Estado, pero también ha participado la empresa privada con
modalidades de asistencia y dadiva a sus empleados.
374 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

De modo que la vulnerabilidad ha sido la situación preponderante para la mayoría de los


trabajadores; y nociones como exclusión o precaria vinculación a la vida laboral y los
derechos que de ella se derivan, con sus connotaciones de privación, parece ser
realidades predominantes en nuestras sociedades. La llamada desafiliación, es menos
significativa dado que la relación asalariada y las estructuras que esta hacía posible
tuvieron una definición y desarrollo restringido y no operaron para la mayoría de la
fuerza laboral.

Los obstáculos a una seguridad social centralizada y de


orientación universal
Colombia y Venezuela, después de varias décadas de débiles y dispersas iniciativas
inspiradas en sentimientos compasivos de las clases privilegiadas, con más presencia
de elementos religiosos como motivación en el caso de Colombia, comenzaron más
decididamente la creación de sus Sistemas de protección social en 1946 con la
fundación del Instituto Colombiano de Seguros Sociales ICSS y el Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales IVSS (Ver Anexos 2.4 y 4.2).

En el caso de Colombia, las acciones caritativas a fines del siglo XIX, y luego la etapa
intermedia de beneficencia y otras formas de asistencialismo, que precedieron los
primeros avances en la seguridad social moderna, generaron algunos rasgos que
parecen anticipar la fragmentación, particularismo e incoherencia que se impone sobre
los esfuerzos contemporáneos.

En primer término, el influjo católico de los promotores de acciones caritativas, p.e. la


Fundación San Vicente de Paul, introdujeron elementos de vigilancia y control
religioso de la conducta moral de los beneficiarios; del mismo modo, al apoyar talleres
para huérfanos, se tenía el objetivo pragmático de capacitar fuerza laboral para la
naciente industria textil.
Cuando comenzó a darse el tránsito de la caridad privada a la beneficencia pública, se
mantuvo cierto particularismo y especificidad en las ayudas destinadas a determinados
grupos, del mismo modo que la participación en la gestión de laicos y religiosos. La
intervención pública no se entendía como integrada y centralizada para toda la
población, sino selectiva y diferenciada para sectores pobres.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 375

En ocasiones los esfuerzos estatales en el montaje de servicios no se orientaban a


grandes poblaciones, sino que se localizaban en zonas con algún dinamismo
económico como áreas cafeteras, bananeras o de industria textil; asi mismo, las
prioridades de la perspectiva higienista fueron notables elementos inspiradores de los
programas. Se presentó diferente balance en la participación de sectores privados y
públicos; y los presupuestos de ésta última instancia se conformaron con variadas
proporciones de aportes de los distintos niveles gubernamentales y se financiaron
con rentas de diferente origen.

Después de los años 30s, cuando se avanzó en la institucionalización del conflicto


entre el capital y el trabajo y el reconocimiento de los derechos laborales, en las
incipientes prácticas asistenciales, persistieron sistemas que combinaban la actividad
religiosa, la iniciativa privada y la acción pública. Coexistía el seguro especial de la Caja
de Previsión con programas netamente higienistas; resultaban contrastantes modelos
para empleados u obreros; se defendía lo más elaborado del paternalismo empresarial
que se describía como sistema patronal. Todos ellos esfuerzos discontinuos, no
centralizados en su manejo y sin inspiración universalista en la concepción de la
población destinataria.

Diferentes sectores presionaron para obstaculizar la consolidación del ICSS como


organismo centralizado. Tanto intereses del gremio médico inclinados por la atención
privada; intereses regionales hostiles a la centralización de recursos de higiene y
asistencia; la ANDI como gremio industrial que defendía los mecanismos patronales
establecidos en las empresas.

El sistema resultante vinculaba a los individuos en la medida que participaban del


sistema productivo como asalariados, dejaba fuera grupos importantes como los
relacionados con el sector primario, y tenía notorias debilidades de financiamiento
derivadas del retardo gubernamental en la entrega de sus aportes y la restricción al
manejo de los recursos destinados a cesantías.

El proceso en Venezuela conduce a un resultado similar, pero por vías algo diferentes.
Con poco protagonismo de la iglesia y la caridad católica, en sus primeras etapas que
coinciden con la dictadura de Gómez, la salud pública como la educación, estuvieron
376 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

entre los aspectos más descuidados del programa centralizador positivista que se
desarrolló. Las pocas acciones en este frente tenían principalmente la connotación
higienista de preparar a la población para la vida pública, y a ellas contribuían sectores
privados como los representados por la Cámara de Comercio de Caracas, que
requerían mejorar las condiciones epidemiológicas.

Desde 1936 la idea de constituir un Estado social de derecho, había avanzado y


adquirido un perfil definido, tanto a nivel constitucional, como en el establecimiento de
un conjunto de instituciones de seguridad social, orientadas al trabajador y su familia.
Sin embargo, después de varias décadas de creado el IVSS, y de experimentar
reformas como la de 1951 y 1966, problemas de gestión del sistema como la corrupción
y fragmentación institucional, ligados a las determinaciones que un Estado centralizador
y clientelista imponía, frustraron el carácter universal asistencial que se enunció en un
principio y también las posibilidades de realización plena de los derechos ciudadanos.

Se trataba de un esfuerzo estatal por conformar una seguridad social sustentada en el


rentismo petrolero, cuyas prestaciones dependían del particularismo de redes de
influencia y estaba asociado a procesos clientelistas que generaron regímenes
especiales; discrepancia de sectores empresariales que habían establecido algunos
servicios asistenciales propios.

En épocas de abundancia de rentas petroleras se creó gran número de entidades, que


condujeron a una incoherencia organizativa e inconveniente heterogeneidad institucional
previsional, con varios elementos del sistema cumpliendo idénticas funciones,
superposición de campos de aplicación y alta vulnerabilidad a fenómenos de corrupción.
De lo anterior resultó un frondoso y poco coherente conjunto de entidades de
protección, que resultaba fragmentado, ineficiente y poco confiable. Para los afiliados,
este sistema no garantizaba servicios previsibles y seguridades en materia de atención
médica; y la asignación pensional, cubría una baja proporción de trabajadores,
resultando insuficiente para garantizar los gastos más elementales de muchos de ellos.
Lo anterior, favorecía que dentro de las empresas se emprendieran programas de
protección social adicionales y complementarios, y que los trabajadores tuvieran
expectativas y receptividad para los mismos.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 377

En los dos casos nacionales considerados, de modo análogo a lo que ocurrió respecto
a las primeras exigencias de la normatividad laboral, se genera en relación con los
primeros y limitados avances del sistema de protección social, una serie de
tendencias que llegan a ser favorecedoras del mantenimiento de posturas
paternalistas en las firmas.

En primer término debe mencionarse el familismo y la lógica privatizante que varios


sectores de empresarios le imprimieron a los espacios de trabajo y a las actividades
obreras. Archila (2011) ha destacado por una parte la vinculación de familiares, p.e.,
hijos de los trabajadores antiguos que laboraba a cargo de sus padres, y por otra la
manera de concebirse el grupo de trabajadores como familia sujeta patriarcal y
paternalistamente a sus padres (el empresario y la empresa).

En el mismo sentido incidió, el papel de las esposas de empresarios y otras figuras


femeninas que actuaron dentro de los sistemas de asistencia y dadiva, asumiendo
parte de las tareas integradoras o fundacionales, p.e., en la labor filantrópica de
Mendoza; y en los casos colombianos de la esposa e hija del General Rojas Pinilla,
y la conyugue del fundador de Baterías MAC; lo que llevó a que se aventurara el
concepto de maternalismo (Ver Anexo 4.1.4 y 5.2.2).

Estos aspectos estuvieron presentes en las primeras décadas del siglo XX, y es
probable que ello incida en la fuerte tendencia que se nota más tarde a concebir el
espacio de la empresa como íntegramente privado en términos de la lógica de
propiedad del empresario, y por ello separado de las dinámicas de legitimidad,
democracia y vida ciudadana, que podían haber estado presentes.

Asimismo, la percepción de las obligaciones laborales y de las exigencias del naciente


Sistema de protección social estuvieron marcadas por el limitado sentido de legalidad
que predominaba. Por ello se percibe, la idea de voluntariedad en el reconocimiento
de la norma, porque un gran número de firmas no la quería o debían aplicar en virtud de
su reducido tamaño. Asi mismo la noción de excepcionalidad, según la cual la
obligación era solo para una parte de las empresas.
378 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Si a lo anterior se agrega que los controles y capacidad de coacción gubernamental eran


reducidas, se fortalece la idea de que la aplicación de las normas es principalmente
producto de la liberalidad y concesión generosa de algunos empresarios. Lo que en
última instancia estimula una percepción de autonomía de las empresas frente a la
normatividad, el Estado y los trabajadores.

En este contexto, y desde una lógica de actuación unilateral, que es entendida por los
trabajadores en relación a unas supuestas cualidades individuales de bondad
generosidad o mentalidad compasiva, el empresario estructura unos beneficios y
dádivas que aparecen al margen de los requerimientos de las incipientes normas, y no
tiene relación alguna con procesos de negociación, mucho menos con los derechos
sociales inherentes a la ciudadanía.

Contrastes regionales y sectoriales


Las instituciones y prácticas de protección social que surgen en las primeras décadas
de la industrialización y avance capitalista en los dos países, son no sólo débiles, sino
altamente diversas y fragmentadas, mostrando fuertes tendencias a la diferenciación y
segmentación de la población beneficiaria. Coexistía la antigua caridad privada,
asistencialismo de beneficencia, las prácticas patronales de antes y otras que surgieron
en relación con el lento y dificultoso emerger de la seguridad social organizada por el
Estado. La presión de trabajadores organizados y sindicatos también contribuyó a que
se establecieran prestaciones y servicios, y tuvo una interacción variable con las
acciones paternalistas que detalla este estudio.

En el contexto de las firmas que hemos analizado, por decisión de los empresarios
hubo una notoria continuidad de las modalidades tradicionales de inspiración
paternalista, pero en muchos casos, p.e, Bavaria, Cementos Samper, ingenios
azucareros y empresas textileras, no estuvo presente solo la iniciativa de los patronos,
sino que confluyó y coexistió también la presión obrera. Generalmente, en las primeras
etapas lo determinante era la voluntad e influjo del pionero paternalista, pero cuando
ésta decaía surgían sindicatos y secciones asistenciales más organizadas en las
compañías, que interactuaron con diferente grado de acuerdo (Ver Anexo 5).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 379

La concurrencia y cruce entre iniciativas voluntaristas patronales y reclamos obreros


conforma el aporte que la empresa hace a la construcción de la fragmentada
protección social; proceso en el que influyó mucho el contraste de tendencias regionales
y sectoriales de cada país. A este respecto, el proceso de Antioquía parece haberse
conducido por el rumbo más opuesto posible a cómo se desarrolló en las zona petrolera
de Barranca y las regiones aledañas de actividad bananera, ferroviaria y de navegación
por el Río Magdalena, que conformaron la más destacada expresión de la agitación
obrera desde los años 20s.

En lo que se refiere a Venezuela, varias décadas antes de que comenzara el avance


de la industria nacional, la actividad petrolera generó negativas condiciones de trabajo
que tuvieron amplia divulgación, y grandes confrontaciones obreras con las firmas
extranjeras, como el paro de 1936, en el que los huelguistas tuvieron un solidario
apoyo de la sociedad. Es plausible suponer que estas experiencias, que trascendieron
de muchas formas a la vida nacional, para el próspero empresariado nacional se
constituyeran en un elemento a evitar, de forma análoga a cómo en sus dádivas y otras
acciones benevolentes, imitó algunas de prácticas del campo petrolero (Ver Anexo 2.1).
A diferencia de los casos de firmas paternalistas como la mayoría de los que aquí se
analizan, la experiencia de las luchas de los trabajadores de la Tropical Oil Company a
lo largo de varias décadas, muestra un proceso de lenta mejora en sus condiciones de
salud, propulsado en gran medida por la presión de los trabajadores. En primer término,
en relación con la animosidad por la pérdida de Panamá que aún existía en las elites
colombianas, se habían aprobado algunas leyes sanitarias de protección a los
trabajadores petroleros (120 de 1919 y 4° de 1921), cuyo cumplimiento el Estado no
tuvo capacidad de exigir, pero que llegaron a ser un elemento inspirador de reclamos y
fuertes luchas obreras (Luna J., 2011).

Las necesidades de mejora que dentro de la lógica higienista y sanitaria emprendió la


compañía, pero mucho más las luchas obreras, que desde los años 30s hicieron de
Barranca la zona más representativa de la beligerancia sindical en el país, impulsaron
cambios en los servicios de salud ofrecidos por la petrolera, cuya calidad superó
claramente el bajo nivel de los que ofrecía el Estado.
380 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

El caso de las luchas de los trabajadores fluviales del Río Magdalena, afiliados al
Sindicato Fedenal muestra otros logros de la beligerancia obrera, que tuvieron cierta
trascendencia. En el pacto de julio de 1937 consiguieron mejoras que se extendieron a
otras categorías de trabajadores, en las condiciones de alimentación, obligación a las
compañías de contratar personal sindicalizado, mejoras salariales e indemnización por
accidente o enfermedad adquirida durante la jornada laboral (Gómez A., Malpica E.,
1984: 41 s).

Un buen número de diferencias y conflictos en torno a estos nuevos derechos,


condujeron al laudo arbitral de 1942 que, según parámetros ya anticipados en varios
proyectos, creó la Caja de Previsión Social del Río Magdalena Riocaja; entidad que
con aportes de trabajadores y empresarios, debía proveer todos los servicios que como
derecho se habían reconocido a los trabajadores.

Aunque en los siguientes años, hubo reclamos del sindicato sobre el deficiente
funcionamiento de Riocaja, exigencia de que se incluyeran en la tabla de
indemnizaciones otras enfermedades profesionales y algunas tropicales como el
paludismo, y este sindicato sufrió las letales sanciones de 1945 a la CTC, la
experiencia de Riocaja se consideró un antecedente inspirador en la posterior
creación del ICSS, en tanto que la ley 6° de 1945 reconoció varios de los avances
que esta organización había conseguido en materia de cesantías, jornada de 8 horas,
pago de trabajo extra, reglamentación respecto a enfermedades profesionales y
accidentes de trabajo entre otros (Gómez A., Malpica E., 1984: 151).

La importancia de estas luchas y conquistas obreras de clara localización regional y


sectorial, pero de fuerte repercusión en el escenario político nacional, radica en la
demostración de una beligerante y politizada organización obrera como camino para
conseguir mejoras en la situación laboral. Frente a este proceso, es notoria y
contrastante la tendencia de los industriales antioqueños como exponentes de la mayor
dinámica económica del momento, quienes con sus prácticas conformaron el más
elaborado sistema patronal y paternalista de asistencia a los trabajadores.

Además, este sector del empresariado colombiano que actuaba desde su


conservadurismo político, y se apoyaba en las fuertes tradiciones católicas de su
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 381

región, introdujo innovaciones en la organización del trabajo, al mismo tiempo que


fomentó el sindicalismo de la Unión de Trabajadores de Colombia UTC, que con un
sello político moderado, significó un contrapoder frente a los avances liberales y de
izquierda en las regiones vecinas.

En síntesis, en ambos países, se presentó una relación compleja entre el


asistencialismo patronal y la naciente seguridad social: subsistía el primero en razón a
las debilidades y falta de confiabilidad del segundo; era posible que los empresarios se
resistieran a vincularse a la nueva entidad o a cumplir algunas de sus obligaciones, y
opusieran a ella los servicios que prestaban a sus trabajadores, socavando asi los
vacilantes avances de la seguridad social.

En definitiva, los dos procesos comparados se asemejaron, en que las fórmulas de


asistencia patronal que se practicaron, inscritas como estuvieron en el manejo
paternalista, a su manera contribuyen a conformar el fragmentado y poco coherente
panorama de las instituciones de protección social de cada país.

Dentro de las similitudes, debe destacarse también que en ambos países los núcleos
de empresas que habían tenido acentuados y sistemáticos manejos paternalistas,
representan un rumbo divergente frente a las tendencias de otras regiones y sectores,
en donde la lucha organizada de los trabajadores fue el elemento determinante de la
mejora en las condiciones laborales. El hecho de que luchas obreras como las del
sector petrolero venezolano y las que tuvieron como epicentro a Barrancabermeja,
precedieran el comienzo del avance industrial u ocurrieran en zonas vecinas al mismo, y
percibidas como fenómeno indeseable por el empresariado, constituye un factor
determinante del estilo paternalista adoptado.

Por otra parte, como veremos, las prácticas y manejos del sistema patronal reflejaron
aspectos importantes del entorno de las empresas. El grupo Mendoza, la organización
más destacada en Venezuela por sus esquemas de manejo paternalista de la fuerza
laboral, en medio de su rápido crecimiento, profundizó sus desarrollos e hizo convencida
divulgación de los mismos, reprodujo la prodigalidad del ambiente dadivoso del
rentismo petrolero y estatal, y también muchos rasgos cosmopolitas.
382 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

A diferencia de ello, los empresarios colombianos, y más notoriamente los de la región


de Antioquía, configuraron a lo largo de un período más prolongado y de pausado
crecimiento, prácticas marcadas por el talante católico de su región; asi mismo, tuvieron
una menor disponibilidad de recursos y actuaron dentro de las tradiciones de trabajo de
la minería y el café (Ver 3.1).

4.1.3 La religión, un notable factor diferenciador de procesos


entre los dos países
Uno de los elementos más obvios que se destaca en la comparación de la historia de
los dos países, es que el catolicismo tuvo una más fuerte presencia en Colombia,
frente al país vecino en el que la participación de la iglesia en la vida pública y nivel
de catequización de la población fue menor (Deas 1999: 46). Como hemos mencionado
antes, este factor se refleja en las formas de autoridad y relaciones laborales de las
empresas colombianas, convirtiéndose en un fuerte elemento integrador de las
prácticas paternalistas en las primeras décadas del desarrollo industrial colombiano.
Como se aprecia en nuestro análisis del caso antioqueño, en esta región fue más
acentuado el influjo de la iglesia y la religiosidad en el control de la fuerza de trabajo,
aunque también se manifestó apreciablemente en zonas como el Valle del Cauca.

El análisis comparativo de Levine (1981), destaca varios procesos históricos que


contribuyeron a dar un perfil diferente a la iglesia católica en los dos países, y ayuda
a comprender porque en Colombia llegó a tener mayor solidez y energía, considerando
factores tan diversos como el número de religiosos o la fuerte influencia sobre la vida
social que mediante el concordato aseguró. Lo anterior ocurrió en un contexto en el
que incidieron otros factores, como impacto petrolero que desde los años 20s, hizo
una Venezuela más tempranamente urbana y confrontada con el cambio y la
generación de nuevos procesos, en tanto que Colombia tendía a conservar las
estructuras ya conocidas.

La divergente trayectoria de las iglesias había comenzado en la colonia, debido a que


la actual Colombia, como sede del virreinato que fue, en comparación con la entonces
capitanía general de Venezuela, había sido un centro económico, político y eclesiástico
más importante, lo que contribuyó a que en el siglo XIX mantuviera unas más poderosas
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 383

y arraigadas instituciones. En Venezuela el poder clerical había sido más débil, y las guerras
civiles del siglo XIX que dieron poder a sectores liberales condujeron a que éstos
disminuyeran más su influencia quitándole a la iglesia propiedades y funciones sociales.

En Colombia, el predominio conservador en el proceso de centralización política de la


Regeneración, ayudó a configurar una poderosa iglesia, que se proyectó hacia el siglo
XX. Mientras que en Venezuela la etapa unificadora, extendida hasta 1935 con la
dictadura de Gómez, no solo debilitó el militarismo regional, sino que promovió un
decidido secularismo e indiferencia oficial por la religión.

De este modo, la iglesia junto con otros sectores privados, fue relegada a un rol menor en
un proceso en el que la conjunción de un Estado fuerte, economía petrolera dinámica y
migraciones internas suprimieron, no solo las agrupaciones políticas y lealtades conocidas
del siglo XIX, sino también la presencia eclesiástica (Levine 1981: 59).

Hasta 1920 los dos países habían sido similares en aspectos de la actividad económica y
elementos de atraso como el analfabetismo y poco desarrollo de la vida urbana, pero la actividad
petrolera venezolana, con sus impactos demográficos y estímulo a los procesos migratorios
transformó rápidamente la estructura poblacional de ese país, haciéndola más urbana.

Entre tanto, la población de Colombia permaneció más asentada en la actividad agrícola


y se urbanizó más lentamente, proceso que contribuyó a la persistencia de los nexos y
lealtades tradicionales y la supervivencia de sus partidos tradicionales, estructuras de
grupos de interés y lealtades señoriales locales en diferentes regiones. En estas
condiciones se mantuvo de modo prominente el rol la iglesia católica (Levine 1981: 58).

Tabla 4.1 Porcentajes de población urbana Colombia - Venezuela 1936 - 1985


1936 1938 1941 1950 1951 1961 1964 1970 1975 1980 1985

Colom 29.1 36.3 52.4 57.5 61.6 64.3 66.9

Venez 35.0 39.0 49.8 67.5 71.8 75.6 79.0 81.6

Tomado de: Levine (1981: p 61); Cepal 2005 Boletín demográfico América Latina:
proyecciones de población urbana y rural 1970-2025 No. 76 Julio.
384 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Durante el siglo XX fue notorio el contraste entre la fuerte iglesia colombiana que
mediante el status legal que le dio el concordato entre 1887 y 1973, quedaba integrada
al Estado y con un papel central de la vida pública, y la menos influyente iglesia
venezolana que entre 1824 y 1964 había estado sin representación legal y bajo el
control estatal en virtud de la ley de patronato eclesiástico.

Respecto a recursos y estructura administrativa había también una significativa


diferencia. Ambas iglesias habían tenido expansión desde 1900, pero la colombiana
había creado nuevas diócesis que generaban articulación organizativa y contaba con un
número más grande de sacerdotes, en su mayoría naturales del país, mientras que
tres cuartas partes de los clérigos venezolanos eran extranjeros inmigrantes.

El número de ordenaciones, diócesis, parroquias y sacerdotes de Colombia, del mismo


modo que su estructurada conferencia nacional de obispos desde 1903, creaba
diversos y fuertes puntos de contacto con la población. Lo anterior explica la extensa
red de grupos de acción católica, influencia en sindicatos, programas de educación de
adultos y proyectos de acción comunitaria. A diferencia de ello, los avances
organizativos de la iglesia venezolana fueron tardíos, p.e, la Conferencia de obispos
que empezó en 1972; y sus intentos por organizar la acción católica estuvieron
limitados por falta de recursos y apatía pública, de modo que sus grupos tiene menor
proyección (Levine D., 1981: 74).

Tabla 4.2 Presencia de la Iglesia en Colombia y Venezuela


Ordenación # Sacerdotes Personas Total Total
de Diócesis diocesanos por sacerdotes personas
sacerdotes sacerdote /
diocesano sacerdote
Venezuela
1944 357 12000 630 6900
1950 11 14 399 13300 786 6900
1955 7
1960 12 16 536 12400 1218 5500
1965 15
1969 13
1970 24 836 12004 1976 5079
Colombia
1945 1549 6224 2557 3970
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 385

1950 49 33 1750 6465 3003 3774


1955 61
1960 90 48 2339 6146 4094 3765
1965 135
1969 92
1970 56 2980 7114 4864 4358
Tomado de Levine D., (1981: 73).

Respecto al protagonismo político, la iglesia colombiana había tenido largas etapas de


alineamiento partidista conservador y de discurso antiliberal, anticomunista y anti protestante,
como reacción a estas posturas había visto surgir a Camilo Torres como sacerdote
revolucionario. Pero después de la etapa violenta más aguda de mitad del siglo XX, desiste
de la implicación directa en política partidista y clama por la unidad nacional. Sin embargo
se evidenciaba su acomodamiento en el sistema político como un todo y una postura en la
que los problemas sociales, no se explicaban como producto de la estructura social, sino
de rasgos morales de la población como hábitos nocivos y vicios.

Dentro de la diversidad de posturas que es posible en el interior de la institución


eclesiástica colombiana y la cierta libertad que permite a sus obispos para defender
puntos de vista, se llegan a plantear interpretaciones de los problemas sociales como
producto de las estructuras injustas de poder; sin embargo situados en el contexto de la
acción concreta, los prelados tienden a las posturas cautelosas y a evitar la ruptura de
la unidad de la sociedad o de la iglesia.
En contraste la institución venezolana, que no era tan fuerte, articulada e influyente, solo
había tenido algunas hostilidades contra el Betancourt del trienio y su historia no
estimuló el surgimiento de una figura equivalente a Camilo. Sin embargo, resultó más
sensible a los problemas sociales y económicos, asi como también más dispuesta a
dialogar ampliamente con sectores antagónicos (Levine D., 1981: 74).

Otro de los aportes comparativos de Levine se refiere a la convergencia y


retroalimentación entre las tendencias de la religión y la política. El proceso venezolano
que en el siglo XX condujo a la formación de partidos políticos de amplia base popular
que dominaron la vida política desde 1940, entre otras novedades; del mismo modo
que a cambios rápidos e impactantes que en lo económico, social y cultural transformó el
386 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

país, en tanto que en Colombia, se puede decir que en lo esencial las estructuras y
formas de acción del pasado, continuaron dominando la vida nacional.

Por lo anterior, las elites colombianas tuvieron el desafío de preservar las estructuras
existentes y mantener las viejas lealtades, mientras que en Venezuela se trataba de
crear nuevas instituciones para asegurar las lealtades de una población en condiciones
nuevas y más rápidamente cambiantes (Levine 1981: 61 s).

En el escenario colombiano, de continuidades políticas, repetidamente afectado por


brotes de violencia, la fuerte e influyente institución eclesiástica resultaba articulada
funcionalmente al sistema bipartidista; y su perspectiva moral de los problemas sociales
le llevaba a sustentar y promover posturas paternalistas en diferentes contexto
nacionales. Esta forma de actuación reforzaba apreciablemente las prácticas innatas del
empresariado, y en zonas de fuerte tradición católica como Antioquía, clérigos y
religiosas fueron partícipes directos de las mismas.

Estas prácticas paternalistas en los espacios privados hicieron una contribución a la


preservación del régimen político y jugaron un rol, sea como rasgo estructural de la
autoridad conservadora del momento, como parte de un sistema conciliador de
diferencias, y también como elemento paliativo de carencias y demandas sociales. A
diferencia de estas tendencias, en el contexto venezolano el papel del catolicismo es
menor dentro de las dinámicas políticas y marginal como estímulo o soporte a las
prácticas paternalistas en los medios empresariales269.

En síntesis, las tenencias históricas y el contexto del poder eclesiástico, como


influencias y valores inspiradores del paternalismo en los dos países presentan un
contraste revelador. Como se puede apreciar en la presentación de casos colombianos
(capítulo 3 y anexo 5), con particularidades regionales, las empresas muestran en sus
primeros tiempos, una marcada influencia de tradiciones y valores católicos, que

269
El estudio de Thompson (1991: 65), demuestra para el caso de la autoridad paternalista de
la Gentry, que esta se apoyaba tanto en un poder temporal como en elementos de autoridad
espiritual o psíquica, ya que el declínate papel de la iglesia marcaba un debilitamiento en su
hegemonía.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 387

estimulaban practicas de tutela y control moral de los trabajadores: en Antioquía


patronatos, organización del tiempo libre, ritos y ceremonias colectivas de fuerte influjo
comunitario, con motivos religiosos como epicentro; en el Valle caridad y asistencialismo
sustentado en la religiosidad católica; en Bogotá varias de las modalidades ya
mencionadas, y otras como el Círculo de Obreros, con la participación directa de la
Acción Católica en una Caja de Ahorros, que con el tiempo se convirtió en la
Fundación Social, un importante grupo financiero al servicio de propósitos filantrópicos.

En contraste, en las prácticas paternalistas de Venezuela, en consonancia con la


moderada presencia de la iglesia en la vida de ese país, hubo muy poco influjo
católico y al parecer ninguno regional, dado que los principales empresarios y grupos
tenían sus inversiones relativamente extendidas por todo el país. A pesar de que los
actos públicos de las empresas, y en los relacionados con la actividad filantrópica,
casi siempre se incluyera un oficio religioso, e importantes socios y allegados de
Eugenio Mendoza, como Blas Lamberti y la familia Vollmer fueran fervientes y
practicantes católicos, no se puede decir que los valores religiosos fueran la principal
idea inspiradora de las actividades asistenciales y filantrópicas del grupo; ni en ellas
participaron apreciablemente organismos relacionados con la Iglesia270.

Como motivos inspiradores, aparecen más los discursos y estilos de acción de las
buenas relaciones públicas e imagen corporativa, que trajeron Rockefeller y las
compañías petroleras después de sus primeras y conflictivas épocas, y con las que
Mendoza actuó coordinadamente en varios proyectos fundacionales. Como se describe
en el caso del grupo liderado por este empresario, los variados programas asistenciales
hacia los trabajadores y las actividades fundacionales, antes que valores caritativos
católicos, representaron una aproximación a propósitos pragmáticos de interés para
las firmas en el entorno en que actuaban.

270
En varias firmas como p..e, Empresas Polar y Ron Santa Teresa, los elementos de caridad
católica habían tenido alguna expresión, pero no resultaban significativos dentro del panorama
empresarial venezolano. Gustavo Vollmer, conocido donante y favorecedor de entidades y
obras católicas, afirmó que Eugenio Mendoza el principal artífice de obras benéficas a favor
de los trabajadores y fundaciones, siempre fue adverso a vincular sus iniciativas con
elementos de religiosidad católica (Entrevista julio de 2007).
388 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

4.2 Contrastación de las prácticas paternalistas


4.2.1 Motivaciones cambiantes y diversas
Una mirada general a los individuos que en el desarrollo de sus actividades de
negocios llegaron a destacarse en ambos países por sus actitudes paternalistas
enmarcadas en acciones asistenciales y benéficas, nuestra una variedad de perfiles
personales, tradiciones familiares y estilos de trabajo.

En alguna medida estos empresarios, situados al comienzo de la industrialización, ante


la debilidad de sus Estados y la pobreza del entorno, actúan dentro de lo que Frank
Safford (1965: 151) vislumbró para la primera etapa manufacturera colombiana, como
un sentido de obligación social, o espíritu de patriotismo económico. En estos casos, la
notabilidad y prestigio de sus apellidos, como elementos de la tradición de los grupos
sociales hegemónicos, determina en estos individuos una cierta idea de deber moral de
ayudar a la comunidad.

En ambos países aparecen personajes con algún prestigio en sus apellidos y sus
ancestros, pero que en general han tenido que construir sus fortunas con trabajo
esforzado, aunque este aspecto es más notable en Venezuela, del mismo modo que
se advierte una mayor la diversidad de rasgos.

Como patronos benevolentes en el vecino país, se describe a individuos de origen


social y familiar humilde como el empresario cigarrero Luis Bigott y Alejandro
Hernández fundador de la licorera Pampero que fueron opositores políticos a la
dictadura de Gómez. El haber sido perseguidos y exiliados, pudo incidir en que al
alcanzar éxito en sus compañías, hicieran particulares demostraciones de sensibilidad
social, como entregar viviendas a sus trabajadores como parte de la celebración del
primero de mayo (Ver Anexo 1.1 y 1.3). En el caso de Eugenio Mendoza, faltó la
educación profesional, pero no los antecedentes familiares notables, la tradición del
protagonismo cívico y la búsqueda de oportunidades del padre, y otros elementos que
hacen que se lo considere parte de la nueva y renovadora generación de 1928.

En los casos del ingeniero Ricardo Zuloaga Tovar, fundador de la Electricidad de


Caracas, y del abogado Lorenzo Mendoza Fleury, de Cervecería Polar, hubo estudios
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 389

universitarios, pero fue necesario el aprendizaje productivo concreto y la exploración


esforzada de diferentes actividades. El proceso de la familia Vollmer es algo diferente
por tratarse de inmigrantes alemanes con varias generaciones de experiencia en
haciendas azucareras y licores.

Dentro de los empresarios colombianos, aquí analizados por su notable actividad


asistencialista, parece haber más situaciones económicas firmes y tradiciones
consolidadas de trabajo en el comercio y la minería, del mismo modo que bases
ideológicas conservadoras y acentuado catolicismo, que como parte de su habitus y
talante de clase dominante, en cierta medida inspira los comportamientos
benevolentes y filantrópicos.

Los elementos de diferenciación regional introducen otras particularidades. En el


caso de Antioquía, se combinan fuertes componentes de pragmatismo y sentido
modernizador e innovador respecto a sistemas de administración y técnica productiva.
En este sentido, son ilustrativas las trayectorias de distintas ramas familiares y
generaciones de la familia Echavarría, fundadora de las más importantes firmas
textileras de Colombia y de otras firmas como Corona; del mismo modo, otros grupos
familiares como los Ospina.

En la región del Valle, bajo el influjo de antiguos antecedentes del manejo hacendario,
varias familias destacadas en la actividad azucarera comparten el mismo fervor
católico y generan practicas muy específicas de un sector que debe combinar trabajo
agrícola e industrial (Ver Anexo 5.2.1). La trayectoria de Carvajal, asentada en
diversas actividades de comercio e industria gráfica, ofrece un significativo contraste, por
haber vivido etapas del más personalizado e integral paternalismo en el tratamiento de
la fuerza laboral, a tiempo que el sentido innovador de su manejo la lleva a posicionarse
como una de las más avanzadas e internacionalizadas del país.

Los casos de las familias de empresarios Kopp y Samper en el centro de país, se


apartan de la caracterización hasta aquí sugerida, por ser los primeros inmigrantes judío -
alemanes con amplia experiencia en el comercio y acceso a apoyo financiero externo,
y los segundos negociantes de ascendencia liberal, aunque también fueron reconocidos
como patrones generosos y típicamente paternalistas (Ver Anexo 5.1).
390 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

4.2.2 Rentismo, asistencialismo estatal y expectativas


Desde los años 30s, dentro del espíritu de renovación y justicia social que acompañó,
en Venezuela la terminación de la dictadura de Gómez, y en Colombia la llegada al
poder del liberalismo, se hacen más relevantes en la vida pública las políticas y acciones
asistenciales del gobierno frente a los problemas y carencias sociales.

Ante el desfavorable impacto de fenómenos como epidemias, y problemas sociales


como analfabetismo, desnutrición, escasez de vivienda, los gobiernos emprenden
programas que comienzan a distanciarse de la perspectiva de la caridad privada, pero
no reflejan aún la disposición a crear consistentes instituciones de protección social;
por otra parte inciden también los reclamos y protestas de algunos sectores sociales.

Lo anterior genera un escenario de expectativas, que se proyecta a la actividad


económica privada e incide en la conformación de las nacientes empresas
industriales, para las que es imposible sustraerse a la confrontación de determinados
problemas, cuya solución se convierte en prerrequisito de su afianzamiento y avance.
Naturalmente hay apreciables especialidades que diferencian los procesos de ambos
países.

La condición petrolera de Venezuela significa de una parte un conjunto de influencias


de origen externo y efectos demostración de elementos ligados a la actividad de
extracción del hidrocarburo: el campo petrolero como enclave privilegiado con sus
urbanizaciones, comisariatos, servicios, niveles de consumo y usos especiales que
hacen parte de los ‗paisajes de modernidad‘ generadores de cambios y expectativas
entre la población.

Por otra parte, la abundancia de ingresos desde los años 30s conduce al rentismo
estatal, que a instancias de las necesidades y aspiraciones sociales, desde el
periodo post dictadura motivó la creación de una variedad de modalidades asistenciales,
entidades de fomento y programas distribuidores y de beneficio a la ciudadanía y de
fomento de la actividad productiva, como Banco Obrero, Banco industrial, Banco de
los trabajadores; Instituto Nacional de Nutrición; Instituto Agrario Nacional; Corporación
Venezolana de Fomento CVF.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 391

Ésta última entidad, dentro de cambiantes planes de industrialización y criterios de


selección, distribuyó por vía de subsidios y créditos de fácil otorgamiento y débiles
garantías, a empresarios y sectores inversionistas, un gran volumen de capitales
públicos producto del ingreso petrolero (Ver Anexo 3.1)

Todo lo anterior estimuló entre los diferentes sectores de la sociedad, particulares


expectativas frente al Estado y la esfera política, del mismo modo que luchas y reclamos
de nuevos grupos sociales por su papel distribuidor y benefactor (gremios
empresariales, agrupaciones de campesinos, sindicatos, partidos) (Ver Anexo 2).

Hay acuerdo entre los analistas sobre el hecho que en Venezuela ha habido un rápido
crecimiento en medio de una sensación colectiva de abundancia. Si a lo anterior se
agrega que desde tiempos coloniales se había cultivado la idea de que el destino del
país está relacionado con la inmensa riqueza natural que alberga su suelo, se
entiende como llega a estructurarse lo que se describió como sociedad peticionista y
Estado dadivoso (Koeneke R., 2006).

Lo anterior ha significado el surgimiento de concepciones y manejos paternalistas de


distinto tipo en las elites políticas y la gestión gubernamental, desde las ideas sobre la
incapacidad o impreparación del pueblo para la libertad política de Juan Vicente
Gómez y Pérez Jiménez, hasta la prodigalidad del rentismo estatal en materia de
dádivas, reducida tributación y exiguos costo de servicios públicos. En el tratamiento a
los sectores obreros se ha oscilado entre el manejo tecnocrático autoritario, que
reprimía expresiones políticas disidentes y sindicatos, pero entregaba bloques de
vivienda, hasta el más movilizador, asistencialista y clientelista (Villalba 2002).

Por otra parte, considerando la formación del Estado y la evolución política, con los
rasgos asociados al predominio del caudillismo militar, la tardía llegada de la
democracia y los persistentes temores acerca de la solidez y perdurabilidad de ésta,
han generado en la mayoría de las vertientes lo que se describe como obsesión por la
estabilidad o el consenso y la aversión por el conflicto (Bautista U., 1993). Rasgos del
sistema político que también contribuyen a conformar un entorno favorable al
paternalismo
392 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Lo significativo en relación a nuestro tema es que las dádivas son un elemento


fundamental del sistema político, y se genera una fuerte expectativa por mejoras
posibles, que se orientaría hacia las esferas del Estado, los partidos políticos y
sindicatos, todo lo cual fortalece el papel paternalista y distribuidor de los entes
gubernamentales. Sin embargo, es fácil suponer un cierto efecto demostración que se
proyectaría desde la esfera pública a la privada; una exigencia por lo menos implícita a
la empresa privada, y con ello una expectativa que también se convierte en
motivadora de prácticas paternalistas.

Desde una mirada de larga duración que empieza en el siglo XIX, y tiene a Colombia
por referente de comparación, puede decirse que el proceso de Venezuela se
diferencia porque presenció el ocaso de sus elites y partidos tradicionales; tuvo una
reducida influencia del clero en la vida nacional; avanzó más rápido en su
industrialización, habiendo empezado más tarde; y su proceso de urbanización fue más
acelerado. Todo lo anterior, en las condiciones del rentismo petrolero y las dinámicas de
su vida partidista contribuyó a estructurar un escenario político más participativo,
incluyente y exitoso como sistema democrático (Bejarano A., 2011).

Asi pues, el desarrollo de sus firmas ocurrió en un complejo contexto, en el que


afloraban los anhelos de progreso y equidad que habían estado reprimidos durante la
dictadura de Gómez; el empresariado actuó bajo influencias e imágenes guía más
modernas y cosmopolitas, y resultó altamente favorecido por apoyos y beneficios
estatales. Estos factores contribuyeron a estimular, no solo alguna sensibilidad social en
los empresarios, para corresponder a las expectativas de rápida mejora de sus
trabajadores, sino que los convirtieron en parte del sistema distribuidor, e hicieron
necesario que se legitimaran mostrando su activa participación en el mismo.

El contexto y proceso colombiano de industrialización muestra diferencias apreciables.


La vida fabril se estableció más lentamente, en un proceso en que negociantes y
capitales formados en la minería, comercio, café fueron haciéndose industriales,
generando culturas de trabajo y configuraciones de industria y empresa diferenciadas
regionalmente, formando un panorama que contrasta con la relativa homogeneidad del
empresariado Venezolano rápidamente desarrollado después de 1936, que al avanzar
la construcción de vías y el fomento público de grandes proyectos, crece y se
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 393

concentra en la capital Caracas y región central de Maracay Valencia, pero también


en zonas de Barquisimeto, Maracaibo y Ciudad Guayana271.

La industrialización colombiana se manifiesta más notablemente en la región de


Antioquía y su sector textil desde los años 20s, en Bogotá con un perfil más
diversificado de bienes de consumo, y hacia la mitad del siglo en el Valle del Cauca y
zonas de la costa norte. Lo anterior, en medio de un pausado crecimiento y lenta
urbanización, que genera cambios sustanciales, aunque de ningún modo las
percepciones de abundancia y expectativas del vecino país.

El periodo de 1930 a 1945, es importante en lo político como ruptura con el orden


conservador que se traía y aproximación a la modernidad en Colombia, acompañado de
auge económico asociado al crecimiento de las exportaciones cafeteras y la inversión
industrial. Aunque ocurre una apreciable promoción de instituciones de protección
social por parte de sectores privados y públicos, de naturaleza religiosa y laica, su
impacto es leve y persisten graves problemas de pobreza y marginalidad.

Las leyes promulgadas y los avances en materia laboral, fueron más notorios como
institucionalización de las relaciones de trabajo y reglamentación de aspectos del
trabajo, como la jornada, que como mejora salarial. A excepción de la remuneración
de los más calificados, que creció pero por debajo del promedio de la economía, el
panorama es de estancamiento en los salarios reales y retroceso en la distribución
del ingreso (Arévalo D., 2009).

De modo que aunque se considera una época trascendente de la intervención del


Estado en los frentes económico y social, y el discurso de la República liberal en
favor de los sectores populares, se materializa en un conjunto de instituciones y
normas, el rubro de inversiones sociales resultó reducido, no solo respecto a los
graves problemas social del momento, sino a otros ítems. Claramente los recursos

271
Antes de 1936 la industria había dado sus primeros pasos con asentamientos en zonas
portuarias relativamente bien distribuidas como La Guaira, Maiquetía, Puerto Cabello,
Maracaibo, Ciudad Bolívar (Lucas G., 1998).
394 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

asignados a administración y funcionamiento de los nuevos entes absorbía la mayor


parte de los recursos, seguido por inversión y fomento; la menor proporción
correspondió a gastos sociales (Tovar B., 1986).

En comparación con el paternalismo de la distribución rentística que se manifiesta en


los espacios productivos venezolanos, el empresariado colombiano, como parte de
una clase dominante más tradicional, situado en un contexto político de elitismo y
exclusión, promueve modalidades sobrias y pragmáticas. Por la época en que
comienza su actividad fabril en las primeras décadas del siglo XX, de acuerdo a su
talante católico pero innovador en el manejo del negocio, los industriales antioqueños
con modalidades como el patronato integran y estabilizan su fuerza obrera, aplicando
dentro y fuera del trabajo, prácticas controladoras de la moral, la vida personal y el
tiempo libre.
En las siguientes décadas, y de modo similar a como ocurrió en Venezuela, aunque
con programas más mesurados, los beneficios concedidos ‗por liberalidad‘ se
extendieron a necesidades de educación, vivienda, salud, recreación y se hizo más
sistemática la actuación sobre localidades y entornos de las plantas productivas. Con
empresas más grandes y consolidadas, se establecen secciones especializadas de
bienestar y servicios, como ocurrió en empresas Mendoza y en las grandes firmas
colombianas, y cambian también los perfiles y expectativa de los trabajadores,
requiriéndose programas más enfocados en la auto realización, participación y
autonomía.

En desarrollo de estos más avanzados planes, la mayoría en los años 70s, se


cuestiona el viejo fundamento paternalista de esas prácticas, y se tiende a concebirlas
como bienestar laboral: un ineludibles aporte para estimular una mayor productividad;
o justos componentes de la retribución.

En síntesis, en el caso colombiano el avance empresarial no se acompañaba de


ninguna sensación compartida de riqueza o abundancia, y eran escasos los recursos
con los que el Estado asumió ciertas funciones asistenciales y confrontó algunos de
los graves problemas sociales. Buena parte de los apoyos que podían llegar a los
grupos sociales que los demandaban, resultaba filtrados y dosificados por los poderes
políticos, ya que predominó por largo tiempo el rol clientelista de los dos partidos
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 395

políticos hegemónicos, que desde tiempo atrás habían dominado la vida nacional y
ejercido un influjo superior al del Estado en muchos contextos.

Por tanto había en la población menores expectativas sobre apoyos y servicios para
mejorar la calidad de vida, pero como tales avances eran necesarios para que el
proyecto industrial capitalista progresara, en cierta medida tuvieron que ser impulsados
por el empresariado. En Venezuela este proceso muestra más realizaciones en las
firmas, pero en mayor medida hacen parte del clima general de expectativas
rentisticas, cambios y tendencias distribuidoras del país.

Desde mediados del siglo XX, la violencia política como rasgo distintivo de la sociedad
colombiana, completa el cuadro de recias y duras formas del poder político atenuadas
levemente con programas gubernamentales y esporádicas demostraciones de
sensibilidad social y caridad de sus elites. Del mismo modo, se alternan y coexisten
períodos y escenarios ambivalentes, asi p.e., por un lado escenarios de paz y estable
crecimiento en las ciudades con férrea autoridad en el trabajo y por el otro violencia y
desolación en los campos.

En este escenario fragmentado, la mayoría de las fundaciones filantrópicas colombianas,


creadas en los años 60s por los más exitosos industriales se proponía actuar frente a
los flagelos de la pobreza urbana que parecían más graves y amenazantes. Del
mismo modo, cuenta el hecho que junto a otras manifestaciones de caridad privada,
estas entidades se establecieron apenas terminaba uno de los períodos de más
exacerbada violencia, y recién había sido destituido del poder Rojas Pinilla. Por lo cual
se puede también afirmar que tales iniciativas estaban destinadas a desactivar las
únicas y tenues tendencias populistas que se instalaron en el poder, y alarmaron a las
elites durante el siglo XX.

En las zonas rurales la Federación de cafeteros, cumple de diferentes maneras un


papel proveedor de beneficios, aunque sin generar las mismas expectativas e impactos
de la renta petrolera en la hermana República. Si bien el rol central de la Federación es
representar los intereses de los productores, contender con intereses opuestos y
racionalizar el funcionamiento del mercado, ese gremio desempeña también un papel
como gestor y distribuidor de una parte de los beneficios derivados de la exportación
396 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

del grano, que favorecen a poblaciones y comunidades; lo cual, resulta trascendental


en la estabilidad y el funcionamiento del sistema político.

A otro nivel, un ejemplo de sobrio y específico mecanismo colombiano para ayuda a


sectores desfavorecidos del campo, inscrito en el contexto que hemos bosquejado, fue el
programa Acción Cultural Popular liderado por Monseñor Salcedo desde 1948. A
instancias de las esferas eclesiásticas y con un gran contenido doctrinal, se promovió
una emisora desde el municipio boyacense de Sutatenza, consiguiendo apoyo tanto
de la dictadura de Rojas Pinilla como de los gobiernos del Frente Nacional, para lo que
llegó a ser hasta su clausura en los años 80s, un efectivo programa de educación
popular y promoción de mejoras en la vida campesina.

4.2.3 La vivienda como aspiración y necesidad más fuerte


En consonancia con las dinámicas de industrialización, en ambos países se producen
fuertes procesos migratorios y de urbanización. Aunque hay diferencias notables, como
la mayor dinámica de éstas tendencias en Venezuela que ya hemos visto y el influjo
expulsivo de los fenómenos de violencia en las zonas rurales colombianas después de
1948, se puede decir que en ambos casos hay incremento y concentración de la
población en las zonas urbanas, también asociable al crecimiento de las empresas y su
capacidad de atracción de la fuerza laboral.

La necesidad de vivienda se convierte en parte de una amplia problemática social ante


la que los gobiernos emprenden algunos planes, y frente a la cual la revolución
cubana motiva programas externos de financiación y cooperación como los de la
Alianza para el progreso (Ver Anexo 2.2.3 y 4.3). Del mismo modo, parte de las
acciones empresariales paternalistas hacia los trabajadores, se enfoca en esta
problemática adoptando modalidades que cambian en el tiempo, desde el simple
aporte de habitaciones y casas, con concesión o no de la propiedad, entrega de lotes
o/y prestamos, hasta la organización de planes de ahorro y montaje de urbanizaciones
y barrios obreros con una infraestructura más consistente de servicios.
Los programas gubernamentales hacia la población general, algunas veces se
coordinaron con las acciones que los empresarios dirigían hacia los trabajadores. Sin
embargo, los aspectos más significativos para nuestro análisis comparativo se derivan
de la interacción entre programas públicos y privados y las dinámicas diferenciadas
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 397

que se configuran en cada país. En ambos casos, la gravedad del problema y la


insuficiencia de la intervención pública para resolverlo, pudo tener el efecto de aumentar
las expectativas sobre planes y soluciones a nivel de las firmas272.

La diferencia más notable es que en la conformación del sistema de vivienda de


Venezuela, los mecanismos estatales, tanto como los privados parecieron muy
desbordados por las necesidades y expectativas de la población, hubo una gestión
pública más desorganizada y errática. En este contexto se inscribe la iniciativa y el
aporte de Eugenio Mendoza, el principal exponente del paternalismo empresarial, quien
con estímulo al ahorro obrero solucionó gran parte del problema en sus empresas.
Aunque con relación al problema nacional sus contribuciones fueron modestas, sus
constantes llamados de atención e intervención en los debates, desde fines de los
años 40s lo convirtieron en un referente en el tema. Con sus expresiones públicas y los
planes de sus empresas sensibilizó y aportó a la reflexión nacional; del mismo modo
aportó la experiencia trasmitida al diseño del sistema nacional de crédito hipotecario
que se crea al comienzo de los años 60s.

El Banco obrero, creado en 1928 tuvo la tarea de brindar soluciones a las necesidades
habitacionales, pero en sus primeros años su aporte no correspondió a las
expectativas del momento. Sin embargo, desde los años 40s, los recursos petroleros
disponibles permiten al Estado ejecutar planes más ambiciosos, como el de los
super bloques de apartamentos, en los que se manejó una lógica tecnocrática de
densificación de la población urbana y crecimiento vertical de las edificaciones.

Por otra parte, el típico manejo distribuidor del Estado rentístico, ayuda a configurar la
problemática ya que era frecuente que cuando sucedían invasiones de tierras, la
respuesta gubernamental no era la de actos represivos de recuperación sino la
cancelación de su valor a los propietarios y la adjudicación a los ocupantes de
hecho. Del mismo modo, con una migración campo – ciudad más intensa, otra

272
Al respecto es ilustrativo el caso de la antioqueña Fundación Codesarrollo, que en 1960
empezó su actividad orientada al problema de las necesidades de vivienda, pero cambio
totalmente de planes, cuando las entidades estatales de vivienda tuvieron una etapa de buena
gestión y resultados.
398 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

notable manifestación de esta problemática fue el fenómeno de los tugurios o


‗ranchos‘ en las principales ciudades.

En el proceso equivalente de Colombia, la evolución del fenómeno y sus soluciones en


las grandes ciudades en formación, se muestran las recurrentes particularidades
regionales y las diversas fórmulas que se adoptaron. En Medellín y otras ciudades
hubo conjuntos de viviendas promovidos por grandes empresas, que en principio se
dieron en alquiler y luego se entregaron con planes de ahorro y crédito; en Cali y
Valle parece más notable la presión de la invasión de terrenos y los reclamos sociales,
asi cómo la concesión de viviendas en los principales ingenios; en Bogotá hay un
panorama más diverso, con acciones de inspiración católica al estilo del barrio Villa
Javier organizado por el sacerdote jesuita Campoamor, apoyo de empresarios,
invasiones y realizaciones de las entidades estatales.

Asi pues, en Colombia son menos notorios los programas de vivienda específicos de
las empresas, pero surgen tempranamente mecanismos de crédito hipotecario de
algunas entidades privadas y medidas gubernamentales destinadas a darles apoyo,
como fue el caso del Banco Central Hipotecario BCH, una organización privada y
orientada a los sectores urbanos más pudientes que dominó ese mercado hasta 1972
cuando se crearon las corporaciones de ahorro y vivienda (Urrutia y Namen 2011).

En el frente de la vivienda de los sectores urbanos de bajos ingresos, actuó desde


1937, como entidad pública el Instituto de Crédito Territorial (ICT). Su actividad
dependía de recursos del presupuesto nacional y se orientaba a la compra de terrenos y
construcción de conjuntos para ser vendidos a plazos y con intereses inferiores a los
del mercado. En el contexto de Bogotá para el período de 1951 a 1953, en donde
las modalidades informales de construcción se acercaron al 40%, puede contrastarse
la contribución a la generación de vivienda de cada entidad asi: el BCH aportó
17.950 unidades, y el ICT 103.107 (Urrutia y Namen 2011).

A comienzos de los años 80s, el malestar social por la falta de vivienda seguía siendo
grave en Colombia, el panorama de las entidades se había diversificado un poco
más, pero los programas empresariales de vivienda, en parte por combinarse con la
opción gubernamental, pero principalmente por su reducida dimensión, no
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 399

alcanzaban a tener registro en las cifras generales: de 543.255 construidas en todo


el país desde 1970, 43.5% habían sido aportadas por el ICT, 31.9% por corporaciones
de ahorro y crédito, 19.5% por el BCH, y 5% por el Fondo Nacional de Ahorro
(Gutiérrez V., 1983: 19).

En contraste con la poca significación de las fórmulas patronales de vivienda en


Colombia, en el caso venezolano, el programa apoyado en el ahorro obrero que
Mendoza diseñó con la Fundación de Vivienda Popular FVP y que evolucionó a Banco
hipotecario, tuvo logros que pueden ser sopesados con relación a los resultados del
programa estatal y el contexto de la Banca hipotecaria. De acuerdo a Camacho
(2007: 142) la FVP entre 1960 y 1964 entregó 2.319 viviendas, que en relación con
las 13.771 aportadas por el Banco Obrero en el mismo período, alcanzan el 17%.
De acuerdo a cifras citadas para Caracas en el período 1961 - 1965, en medio de un
rápido crecimiento de la Banca privada hipotecaria, el aporte público representado por
el Banco Obrero alcanza del 31%, pero lo más destacable es que el de la Fundación
de la Vivienda Popular FVP llega al 13.2%273.

4.2.4 La formación del trabajador adecuado: una exigencia de


la industrialización
En el proceso de industrialización de los dos países analizados, de modo similar a como
ocurrió en otros espacios nacionales, se requirieron acciones tendientes a la
formación, adaptación o modelamiento del tipo de trabajador conveniente a las
necesidades de un desempeño disciplinado y estable en las fábricas: era el problema de
disponer del ‗trabajador soñado‘ (Sierra Á., 1990). De modo que las dádivas y servicios
organizados para los trabajadores, en buena parte son una conducta pragmática
tendiente a crear el tipo de trabajador requerido y las condiciones para su desempeño
productivo.

Distintas evidencias de casos colombianos y venezolanos demuestran que en medio del


usual manejo personalista y arbitrario, una parte de las dádivas o beneficios se restringía

273
Calculado de acuerdo a cifras presentadas en el texto de Carlos Acedo (1967: 170).
400 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

a núcleos de trabajadores más estratégicos, que por su calificación y experiencia


acumulada, hacían un aporte sustancial al proceso.

La concesión de anticipos sobre el salario o préstamos especiales podía estar sujeta a


un comportamiento aceptable, para quienes fueran ‗buenos obreros‘, con lo cual se
manejaba un elemento de control y estímulo a las actitudes y conductas deseadas,
p.e, asistencia, puntualidad, dedicación, interés por aprender y desempeñarse bien
dentro de determinados oficios. Los elementos pragmáticos se refuerzan en el caso de
la cultura de trabajo de Antioquía, con evocaciones de la labor en minas, arriería y
café, que conllevan una variedad de formas de relación entre patronos y trabajadores
basadas en la cálida cercanía y cordial acompañamiento en fechas especiales y ritos
religiosos.

En los casos como Empresas Mendoza y Carvajal, se elaboró toda una sustentación
de la importancia de los acercamientos deferentes, el trato al trabajador por su nombre,
el conocimiento de su familia, y la necesidad de mostrar una disposición casi irrestricta
a ayudarlo en la solución de sus problemas. En algunos casos el tipo de nexos
personalizados y el particularismo de esta forma de relación, del mismo modo que la
exigencia para que directivos y mandos medios actuaran dentro de este modelo de
autoridad, creó conflictos y dificultades en etapas más avanzadas de las empresas.

Por otra parte, el carácter de las actividades de explotación y procesamiento de


materias primas que emprendían, imponía a muchas firmas trabajar en instalaciones
dispersas, lejos de zonas habitadas, de modo que algunos servicios básicos,
campañas de salubridad y planes de vivienda, eran más claramente un simple
prerrequisito en la perspectiva de desarrollar la industria y arraigar suficientemente a la
fuerza laboral. Sin embargo, en el discurso de estos empresarios y en la subjetividad
de algunos sectores obreros, estas acciones representaban conductas generosas; de
modo que se mezclaban valores altruistas, e intereses y propósitos prácticos.

El conjunto de preocupaciones empresariales respecto al trabajador en las primeras


etapas de la industrialización, se referían no solo a que buscara otras regiones para
establecerse y otras actividades a las cuales dedicarse, sino a la manera de trabajar.
Se pretendió cambiar los hábitos irregulares de trabajo e inclinación preponderante hacia
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 401

la contratación por tarea y el destajo y la limitación de su esfuerzo a una reducida


expectativa de ingresos relacionada con su bajo nivel de consumo. Era necesario
también garantizar el aprendizaje de oficios y generar la continuidad disciplinada
frente a un puesto de trabajo y un ámbito de saberes y prácticas. La continuidad de
su vinculación aseguraba que pudiera lograrse su instrucción (Castañeda W., 1988).
En muchos casos, fue claro que los barrios obreros y urbanizaciones de empresa,
cercanas a las plantas se orientaban a asegurar un mejor control del tiempo libre,
llegada puntual y en algunos casos disponibilidad en horario nocturno (trabajadores de
mantenimiento, trabajadores por turnos); también facilidades de vinculación a
programas educativos promovido por la empresa, fueran ellos de instrucción
elemental o formación técnica.

La intención educadora de los sectores que promovían la vivienda obrera, pasaba


también por estimular la receptividad de los beneficiados a los usos de la vida
urbana. A propósito de la entrega de viviendas en alquiler, construidas por el Círculo
de Obreros de Bogotá, en el Barrio Villa Javier se expresó esa preocupación en los
siguientes términos274:

‗..como muchos nacieron y crecieron en un cuchitril, creen que es un palacio sin objeto
la casa con tres piezas y cocina y lo primero que piensan es en subarrendar o alojar
parientes o coterráneos …Los hábitos heredados no se desarraigan de un tirón. No
basta construir casas; es necesario hacer que los moradores se formen según la
grandeza y dignidad del espíritu cristiano: sin eso, nunca habrá verdadera familia..‘
El contacto continuo entre patronos y trabajadores, el control del tiempo libre y su
destinación a celebraciones y rituales, como parte de esquemas integradores y
generadores de identidad colectiva y pertenencia a la empresa, también quedaban
asegurados con la concentración de viviendas obreras cerca de las fábricas.

En las firmas paternalistas, puede ocurrir que los patronos se hagan presentes en los
eventos de integración y fraternidad más significativos y se reserven el rol de

274
Boletín del Círculo de Obreros de Bogotá, Enero 26 de 1919 #4 p 11 Citado por
Castañeda W. (1988: 99).
402 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

distribuidores de dádivas y actitudes deferentes hacia los trabajadores, dejando a los


mandos medios y capataces las desapacibles tareas de control y exigencia de
rendimiento, ello incide en algunos aspectos de la memoria obrera que recuerda los
primeros con afecto y respeto275.

4.2.5 Legitimación y formación de una imagen por parte del


empresariado
Si bien, hubo similitud en el tipo de acciones de protección hacia la fuerza laboral y
de dádivas entregadas, hay diferencias apreciables en el sentido que tenían tales
acciones, su monto, el trasfondo ideológico de las mismas y su manera de realizarlas.
En primer término, debe señalarse que el rápido crecimiento económico y
concentración de riqueza de Venezuela entre los años 40s y 70s hizo posible que se
destinaran mayores recursos a prácticas de benevolencia más variadas, apreciables y
notorias que las registradas en Colombia.

Como se ha señalado, lo que hacia la diferencia eran la gran renta petrolera del país, a
la cual tenían amplio y preferente acceso los empresarios y el boom que causaba una
elevada demanda y acelerado crecimiento. Los industriales, como prósperos
receptores de rentas que fueron, con frecuencia mostraban ante la opinión sus acciones
tendientes a hacer participar a los trabajadores de los mismos beneficios. Por lo
anterior, las actividades y eventos relacionados con participación de utilidades, premios
por antigüedad, entrega de viviendas, aniversarios, homenaje a empleados,
celebraciones diversas, clubes recreativos, de las firmas venezolanas se cuantificaban y
divulgaban sistemáticamente276.

275
Al respecto, es ilustrativa la clásica película cubana de Tomás Gutiérrez Alea ‗La última
cena‘, que en el marco de la esclavitud en Cuba, muestra cómo el dueño de la plantación,
mantiene una imagen benévola y se permite algunos ejercicios piadosos, mientras que las
exigencias productivas y la aplicación de violencia e intimidación sobre los esclavos, quedan a
cargo del mayoral don Manuel, quien las asume completamente actuando como su alter –ego.
276
Algunas revistas empresariales venezolanas destacadas y un poco inspiradas en la célebre
El Farol de la Creole Petroleum Company, fueron Vencemos editada por Venezolana de
Cementos del Grupo Mendoza; Revista M del Grupo Neumann (Corimón); Líneas de la
Electricidad de Caracas: Notas Polarizadas (Empresas Polar).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 403

Estos patronos están más abocados a promover y exhibir acciones de beneficio


social como forma de legitimarse por su rápido enriquecimiento posibilitado con
subsidios, exenciones, créditos blandos y otros apoyos estatales. Por otra parte,
necesitaban imagen y reconocimiento, frente a otros grupos con intereses a veces
opuestos, como los comerciantes importadores, los productores de materias primas, del
mismo modo que frente a un poder estatal siempre con tendencia a crecer y hacerse
más intervencionista de la economía, cuando no a dominar sectores económicos
estratégicos.

Desde fines de los años 60s, esta elite empresarial confrontaba la crítica que en
distintos medios repudiaba la concentración del ingreso y las perversiones del modelo
económico, a tiempo que la imagen de la revolución cubana se proyecta en toda
América latina y la guerrilla castrista en campos y ciudades venezolanas, llevaba
varios años de osadas acciones que resultaban inquietantes para las clases
dominantes. En esos años, este último factor aunque restringido a una década, parece
más impactante para el empresariado venezolano de lo que fue el mismo fenómeno
para Colombia.

4.3 Organización e institucionalización del paternalismo


4.3.1 Cosmopolitanismo
Examinaremos hasta que punto al desarrollar sus planes asistenciales, los empresarios
construyen interacciones con el mundo externo y con las economías más avanzadas, y
crean capacidades para reproducir elementos novedosos, como indicativo de
cosmopolitanismo, tomando en cuenta algunas evidencias en el nivel más general de
los contextos nacionales, del mismo modo que lo que sobre este aspecto se percibió
a nivel de las firmas.

Los dos países analizados, no estuvieron dentro del grupo más favorecido por las
corrientes migratorias como lo fueron Argentina y Brasil. Colombia tuvo leyes favorables
y enunció políticas de apoyo al establecimiento de extranjeros, pero sus condiciones
climáticas, inestabilidad política, intolerancia religiosa y falta de interés económico
llevaron a resultados irrelevantes. En muchos casos acciones y discursos en dirección
contraria, como el de ‗Colombia para los colombianos‘ tenían más influencia que los
404 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

propósitos oficiales. Sin embargo dentro de esta restringida inmigración de ciudadanos y


capitales externos, la región de la costa frente al interior se destaca por su mayor
apertura hacia el ingreso de foráneos y la dinámica actividad de éstos en ciudades
como Barranquilla (Posada C., 1998: 315 s).

En contraste, en Venezuela se nota una más decidida y efectiva búsqueda de


incorporación de extranjeros a la vida nacional y empresarial. La disposición de sus
principales ciudades y zona económicas, las hacía más uniformemente accesibles a las
dinámicas de comercio del Caribe antillano; sector que en la primera mitad del siglo
XX, por su capacidad de acción gremial organizada con sus cámaras locales y la
fuerte Cámara de Comercio de Caracas, resulta muy destacado e influyente en la vida
nacional (González Deluca 1994). Muchos apellidos destacados de la vida empresarial
venezolana de la segunda mitad del siglo XX, algunos de ellos de origen extranjero, se
destacaron primero en los círculos del llamado ‗alto comercio‘277.

De modo que el impulso empresarial, con aporte de inmigrantes que se percibió en la


costa atlántica colombiana, y que allí resultó moderado, puede hacer parte de una
tendencia similar al que se presentó en Venezuela, pero en este caso fue más
extendido e influyente.

Asi mismo es significativo que en Venezuela, las usuales interacciones y tránsitos


fluidos entre la esfera gubernamental y la privada incidieran también en el
aprovechamiento de aportes de inmigrantes que habían llegado a instancias de
medidas estatales favorables, en una época en que era usual afirmar que en materia
de progreso y bienestar ‗todo está por hacerse‘. Desde los años 30s, ministerios y otras
entidades del Estado venezolano vincularon a migrantes conocedores de actividades y
profesiones sobre las que se requerían aportes técnicos o científicos.

277
A diferencia del itinerario del capitalismo colombiano, la actividad cafetera venezolana no
influyó notoriamente en los procesos de industrialización. En las últimas décadas del siglo XIX
la zona andina muestra una apreciable economía fundamentada en la producción del grano,
pero varias crisis afectaron los precios y la comercialización del producto, llevando a una
postración del sector. Sin embargo la región andina si configuró una identidad fuerte, con
una proyección que fue más destacada y específica en la vida política de comienzos del siglo
XX, particularmente en los gobiernos militares que controlaron el poder por varias décadas
(Rangel D., 2006).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 405

Este recurso humano calificado, después de un tiempo al servicio del Estado, con
frecuencia se vinculó a la empresa privada; varias de las firmas de Mendoza, p.e.,
Protinal278 se beneficiaron de las experiencias y saberes especializados de agrónomos,
veterinarios y otros profesionales inmigrantes que en algunos casos habían tenido sus
primeros desempeños en el Ministerio de Fomento, entidad que había sido dirigida por el
mencionado empresario (Ver Anexo 3.3.6). Del mismo modo, en el desarrollo de sus
actividades asistenciales y filantrópicas, este grupo empresarial incorporó talentos y
conocimientos de inmigrantes.

Asi pues, a Colombia llegan menos migrantes y falta disposición para aceptarlos. El
intransigente catolicismo de algunas zonas colombianas y las posturas de algunos
sectores de las elites políticas, a lo largo de un período complejo que se extendió hasta
el gobierno de Rojas Pinilla, generaron actitudes y acciones intolerantes hacia
migrantes protestantes (Abel Ch., 2004).

En particular, respecto a la inmigración de refugiados españoles, se ofrece un hecho


ilustrativo. La evolución del ideario político del importante dirigente conservador
Laureano Gómez, pasó del anti americanismo posterior a la pérdida de Panamá, a las
simpatías con el nazismo y el franquismo, después a una muy acentuada adhesión
por Estados Unidos. Lo anterior condujo a que mientras en Venezuela se aprovechaba
en esferas públicas y privadas el saber técnico de inmigrantes españoles, en Colombia
se los hostilizaba, y en los años 50s, se precipitó la salida de destacados intelectuales
que habían ingresado al país durante la República liberal (Iriarte A., 1995: 150).

En el caso colombiano, se contó con menos presencia extranjera, lo cual podría


explicar en las prácticas asistenciales colombianas la hegemonía del influjo católico,
como elemento inspirador. Siendo el caso más notable el de los empresarios
antioqueños, quienes dando continuidad al arraigado catolicismo que caracterizó a la

278
Es destacable la vinculación a Protinal de Oscar Romer, de ascendencia holandesa y
antepasados llegados a las Antillas; del mismo modo del ingeniero agrónomo suizo Jacobo
Berkowitsch y del veterinario e inmigrante español Carlos Ruiz Martínez.
406 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

región durante el siglo XIX, en diversos actos comunitarios que eran acostumbrados en
los medios fabriles y en otras manifestaciones cotidianas apelaron a elementos
religiosos, del mismo modo, obras como los patronatos fueron desarrolladas con
participación de religiosas y otras se coordinaron muy estrechamente con directivos
eclesiásticos.

En contraste, las acciones benévolas de los empresarios venezolanos aparecen más


inspirados por ideas seculares y cosmopolitas: algunas de las prácticas de las
compañías de comercio extranjeras en las primeras décadas del siglo XX; los estilos de
manejo laboral y estándares de las firmas petroleras; las fundaciones filantrópicas de
E.U. y la actividad de personajes como Nelson Rockefeller.

En Venezuela se manifestaron elementos religiosos pero se pueden considerar


marginales, frente a las influencias que se han señalado, asi p.e, los programas de
Sánchez y Compañía, se originan en las ideas católicas de la primera generación de
empresarios y algunos de sus allegados, pero a instancias de la influencia de las
grandes firmas petroleras y del conocimiento de temas administrativos de un
integrante de la segunda generación, ocurre un distanciamiento de esta perspectiva y se
emprenden decisivos planes de previsión dentro de concepciones de las relaciones
laborales más modernas (Ver Anexo 1.4).

4.3.2 Redes sociales y programas asistenciales


Además de la apertura a influencias externas por vía del aprovechamiento de la
inmigración, y la disposición al acercamiento a diversas ideas y motivos inspiradores, otro
elemento importante en la caracterización del empresariado y sus prácticas laborales
paternalistas, se refiere a la capacidad para generar y aprovechar redes sociales
convocando figuras nacionales de importancia en torno a la agenda asistencialista y
filantrópica, buscando respaldar los proyectos con la contribución de diversos talentos
y personas prestigiosas.

En el caso de Mendoza, se advierte una notable incorporación de conocimientos e


influencias variadas, aportes estimulantes y recursos técnicos diversos. Además de la
amistad con el mencionado Rockefeller, este empresario en su actividades
fundacionales generó vínculos muy provechosos con tres destacados exponentes del
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 407

intelecto venezolano, como fueron Arturo Uslar Pietri (1906 - 2001), Augusto Mijares
(1897 - 1976) y Pedro Grases (1909 - 2004).

Como parte de la red de apoyo que el industrial hábilmente incorporó a su actividad


fundacional y asistencial, se puede mencionar al médico cirujano y pediatra Gustavo
Machado Hernández (1897 – 1968); la economista y experta en temas comunitarios
Carola Ravell (1918 – 1993); Justino de Azcarrate conocedor de planes mutuales;
Arnoldo Gabaldón famoso epidemiólogo; Blas Lamberti Ingeniero Civil de ascendencia
italiana, con experiencia en el sector petrolero extranjero.

En aspectos concretos del desarrollo de programas de bienestar y vivienda igualmente


se manifestaron influencias externas y la disposición a acudir a expertos y
profesionales de primer orden. En primer término debe considerase el conocimiento
que Mendoza tenía de instituciones de crédito y ahorro norteamericanas, del mismo
modo que del National Housing Act de 1948; del mismo modo que su admiración por
Roosevelt y sus ideas de promoción del bienestar social.

Planes de vivienda y fabricación económica de materiales como los de Viposa,


contaron con aportes técnicos de calidad como los del arquitecto finlandés Alvar
Aalto, sobre urbanismo progresivo, conocido en 1959; la tesis del arquitecto Fruto
Vivas, sobre autoconstrucción a partir de crédito barato; del mismo modo que la
experiencia de éste usando láminas de hormigón prefabricado que imitaba la
experiencia Sueca de Siporex.

Asi pues, fue notable la capacidad de Mendoza para interactuar con figuras
importantes de diversos medios, aún extranjeros, construir redes sociales de apoyo y
vincular al desarrollo de sus firmas, del mismo modo que a sus planes asistenciales y
fundacionales, talentos de los más diversos campos y actividades, entre ellos migrantes
con saberes profesionales escasos en el medio venezolano.

Desde luego los empresarios colombianos, y particularmente los antioqueños, dentro


de un repertorio de estrategias de aprendizaje tecnológico, desde las épocas de la
actividad minera del siglo XIX, habían generado formas de aproximación a avances
con los que no contaban: contrataron técnicos e ingenieros extranjeros; hicieron viajes
408 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

de estudio exploración y copia de técnicas productivas y maquinarias; afinaron la


capacidad de invención y adaptación de procesos.

Estos mecanismos de aprendizaje y difusión de saberes, del mismo modo que las
redes sociales construidas por el empresariado industrial de esta región, con el
establecimiento de la Escuela de Minas de Medellín y la temprana aproximación a
elementos de organización avanzados para la época como el Taylorismo, hicieron
importantes aportes y facilitaron la irradiación de la modernidad capitalista en la vida
empresarial (Mayor A., 1984; 1992). En el mismo sentido se desplegaron capacidades
para conseguir apoyo técnico de firmas consultoras externas, contacto con
inversionistas extranjeros, nexos políticos ventajosos y el respaldo de escritores y
periodistas destacados que promovieran la adopción de políticas económicas
favorables a los industriales (Sáenz R., 1992; 2002).

Firmas como Carvajal y Corona, demostraron gran dinamismo en la etapa de


expansión en que crearon nuevas plantas en los años 50 y 60s, y desde los años 80s
revelan buena capacidad para asimilar nuevas teorías organizativas y técnicas
gerenciales avanzadas, lo que contribuyó a que afrontaran exitosamente los desafíos
de la etapa aperturista de finales del siglo XX.

La combinación de estos variados medios de aproximación al saber técnico


posiblemente generó mejores resultados productivos que los alcanzados en Venezuela,
sin embargo, es destacable que en los programas asistenciales y filantrópicos
colombianos, no se revelara la misma capacidad e interés por incorporar elementos
innovadores, gestores experimentados y formas de manejo avanzadas, que si se
mostraba en el manejo de las empresas, y que en tales aspectos, el empresario
venezolano superara notoriamente a sus pares colombianos.

4.3.3 Especialización y profesionalización de la asistencia


Las primeras acciones de los empresarios pioneros, hacia sus trabajadores o
comunidades del entorno, habían sido muy personalizadas y espontáneas, p.e.,
ayudas ante necesidades varias de un trabajador, emotivas expresiones de
reconocimiento, regalos, eventos diversos de integración. Con el crecimiento de las
firmas, burocratización y profesionalización de su administración, lentamente se va
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 409

tendiendo a formalizar estas acciones, e incorporarlas a esquemas regulados. En


algunas compañías, ciertas concesiones se anticiparon a las exigencias de las
normas laborales e instituciones de seguridad social que se establecieron después; en
otros casos, estas concesiones voluntarias reconocieron más de lo exigido por la
normatividad.

Como parte del fin de la influencia personalista de los pioneros fundadores, las
prácticas paternalistas dentro de las empresas tendieron a convertirse en programas de
bienestar, manejados por áreas que gestionaban actividades de capacitación,
recreación, salud ocupacional, programas de crédito, en torno a las cuales se
estructuró un cuerpo administrativo especializado.

En las firmas examinadas en ambos países hubo semejanza en el tipo de


concesiones otorgadas a los trabajadores, con presencia y variable composición de los
siguientes beneficios: salud, recreación, escuelas, vivienda y ahorro; becas y apoyos
educativos para el trabajador o integrantes de su familia; actividades para la familia.
Sin embargo, se presentan diferencias y particularidades de interés para el análisis.

Aunque no es posible una estimación de los recursos destinados y beneficios aportados


con miras a una cuantificación y comparación precisa, de la información presentada
sobre las acciones emprendidas, se puede concluir que los planes del Grupo
Mendoza son más completos, mejor dotados de recursos y desarrollados por
dependencias con personal más especializado.

En las firmas colombianas se promovieron similares planes de vivienda, programas de


educación, salud, recreación pero a una escala que no parece superar las realizaciones
del Grupo Mendoza, ante las cuales sus dimensiones eran más modestas y limitadas.
Las áreas administrativas encargadas de tales gestiones y sus equipos, tiene menos
importancia y significación dentro de la organización.

Otras diferencias de interés se derivan de las prioridades o énfasis dominantes en los


planes. Algunas empresas colombianas, dentro de sus planes asistenciales dieron una
mayor importancia al tema de la salud de sus trabajadores: al respecto se destaca la
clínica de Fabricato, y los programas en Bavaria, Carvajal y Cementos Samper. Las
410 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

empresas Mendoza muestran un esfuerzo sostenido y destacado en la solución del


problema de la vivienda, mediante planes de ahorro y crédito, que por vía de la
actividad fundacional se extienden a empresas fuera del grupo. La Electricidad de
Caracas tuvo un avance apreciable en protección de la salud; mientras que la empresa
de comercio Sánchez y Co, concentró sus esfuerzos en planes de jubilación,
estableciendo para ello una fundación (Ver Anexo 1.2 y 1.4).

El asistencialismo colombiano tiene desarrollos en materia de vivienda, que


evolucionaron desde la entrega o venta de lotes y el alquiler económico de casas, hasta
planes estructurados de crédito y compra. Se puede señalar la construcción de
conjuntos de vivienda obrera en Antioquía, sistemas de crédito como los de Carvajal
y Corona, gran parte de cuyas realizaciones están bien coordinadas con mecanismos
de las instituciones estatales de vivienda social, como ICT.

En contraste, la actividad de los entes estatales venezolanos en este campo, es


claramente reducida y errática, del mismo modo que su vinculación con las iniciativas
privadas, por lo cual resultó más grande y apreciable la contribución de Mendoza,
quien legó a destacase como un líder en la promoción de la vivienda popular.
En lo que se refiere al perfeccionamiento y especialización de la administración y
organización de los servicios asistenciales se advierten especificidades nacionales. En
el caso de Mendoza esta compañía, más rápidamente llega a estructuras diferenciadas
y a altos niveles de organización, en donde las secciones encargadas del bienestar
tienen una destacada posición y autonomía dentro del esquema organizativo;
dependían directamente de las instancias superiores del grupo empresarial, presidencias
o gerencias de firma. Los directivos son profesionales de buena preparación y prestigio
dentro y fuera de la organización, que ocupan sus cargos por períodos largos, con
autonomía para desarrollar planes y el apoyo de un equipo humano apreciable de
trabajadoras sociales, demostradoras de hogar, nutricionistas, pedagogas.

A pesar de estos avances, por varias décadas el fundador y líder de la organización


procura mantener su presencia e influjo personal como elemento sustentador de las
buenas relaciones con los trabajadores. A veces chocando con procesos de
modernización de la organización, y como parte de un discurso acerca de la mística de
trabajo de sus empresas, quien fuera considerado un ‗caudillo industrial‘, no cesa de
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 411

aleccionar a directivos y mandos medios sobre la necesidad de preservar los vínculos


personalizados con los subordinados.

Sin embargo, existió un proceso de institucionalización que hizo más compleja la


estructura, y sistemáticas las funciones de bienestar, transformando el aporte de las
profesionales de trabajo social. En empresas Mendoza, se instituyó en los años 50s el
Servicio social, que veinte años después se reestructura y conforma el Departamento
social, entidad con una posición destacada en el organigrama y secciones dedicadas a
diferentes programas.
En el caso de las empresas colombianas, hay avances con la conformación de
organismos como los secretariados sociales; más tarde se impulsaron
departamentos de relaciones humanas, y otras áreas de bienestar a las que
correspondió apartarse un poco del tradicional influjo e intervención católica, e
introducir el aporte profesional del trabajo social.

Sin embargo, en contraste con el caso Mendoza éstas áreas muestran menor grado
de desarrollo e importancia en las firmas; equipos profesionales más reducidos y de
menor perfil; del mismo modo que una posición subordinada de estas dependencias a
áreas de relaciones industriales. Este último indica que el asistencialismo
paternalista no llegó a modificar tan decididamente la estructura de las compañías, y
posiblemente refleja el destacable papel cumplido por la ingeniería y la racionalización
del trabajo en el avance de las empresas de la región antioqueña.

En ambos casos nacionales, fueron importantes roles como los de visitadoras y


asistentes sociales, demostradoras de hogar, que fueron antecesores y
complementarios de la profesión del Trabajo social. En todos los cuales el género
femenino es clave y siempre aparece asociado a cualidades de sensibilidad,
prudencia y capacidad para las tareas del cuidado. A lo largo de varias décadas y
ligado a la transformación en las secciones encargadas del bienestar, se va operando la
profesionalización de este campo de actividad como Trabajo Social (Ver 2.3.2;
3.2.7).

A este respecto, también sobresale la experiencia de Empresas Mendoza, por la


calidad de sus equipos de Trabajo social, su nivel de formación, contacto con
412 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

experiencias de países más avanzados, prestigio y reconocimiento a sus exponentes.


En el proceso de las empresas antioqueñas, las tareas caritativas de particulares,
organizaciones como la sociedad San Vicente de Paul, y firmas, estrechamente
vinculadas a la religión católica, habían hecho un temprano e intenso uso de la visita
domiciliaria y otras actividades relacionadas con la asistencia compasiva.

Estas prácticas, junto a las del servicio social y las secretarías sociales,
profundamente permeadas por el intenso activismo social cristiano de la región,
configuraron el contexto en que se formó la profesión del Trabajo social. Los primeros
avances en materia de organización de estudios fueron en Bogotá (1936) y Medellín
(1945) con las primeras Escuelas del servicio social, fundadas a instancias de
organismos católicos; la segunda tuvo el apoyo combinado de la Acción católica y el
gremio empresarial ANDI. En las ocasiones que las empresas buscaron experiencias y
referentes externos para diseñar la organización y manejo de sus áreas asistenciales,
estos fueron también del ámbito católico.

Es significativo que en la reflexión actual de los analistas de cada país, sobre el valor
de éstos desempeños asistenciales de empresa, como campo para la estructuración
de la profesión del Trabajo social, sean los venezolanos quienes conceden más
importancia y reconocen mayores aprendizajes en las experiencias de empresas
Mendoza que, los colombianos sobre las realizaciones en las empresas antioqueñas.
La manera en que se difunden y presentan ante la sociedad las acciones benevolentes
de los medios empresariales también muestra particularidades nacionales. En las
empresas Mendoza, era más fuerte y sistemático el esfuerzo divulgativo, mediante
informes más o menos regulares y pormenorizados, del mismo modo se detallaban
diferentes aspectos en la principal revista de la empresa, asi como recopilaciones de
acciones benéficas en libros conmemorativos.

Como se ha sostenido, la participación de los trabajadores en la riqueza de las


empresas, era uno de los elementos de legitimación de la situación ventajosa del
empresariado como receptor de créditos, exenciones y diversos privilegios que éstos
derivaron del modelo económico sustitutivo y rentístico. En muchas ocasiones, los
discursos de Mendoza, ya convertido en un exponente notable del sector privado, en
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 413

actos a los que se les daba cierta resonancia, subrayaban la intención de hacer
participar a los trabajadores de los beneficios del crecimiento económico.

Del mismo modo, siempre se insistía en que la buena remuneración y ayuda a los
trabajadores, aseguraría el progreso del país, la justicia social y la preservación del
sistema democrático; en todo lo cual estaba implícita la afirmación del papel
distribuidor de la empresa, y el ideal de la calidad en las relaciones laborales, como
forma de corresponder a los apoyos brindados por el Estado.

Del mismo modo, estaban presentes en esas intervenciones argumentos a favor de


las políticas públicas, pero también opiniones y planteamientos críticos en ciertos
debates o coyunturas de cambio. En los agitados períodos de crítica al
enriquecimiento del sector privado y amenaza insurgente de los años 60 y 70s, se
introdujeron más insistentemente argumentos en defensa de la democracia y el
sistema de libre empresa.

Los empresarios colombianos, dentro de la típica postura legitimadora de su éxito


económico también exhibieron sus dádivas y formas de estructurar el manejo de
personal, como una justa y cristiana manera de retribuir a los trabajadores. En ocasiones
enfatizaban que muchas de las prestaciones creadas y concedidas voluntariamente en
sus firmas, habían marcado el camino para la normatividad laboral y diseño de la
seguridad social que hizo el Estado.

Respecto al estilo venezolano, estas expresiones fueron menos frecuentes e


insistentes. De un modo más discreto, interactuaron con presidentes y otros
representantes del alto gobierno en busca de tratamientos favorables. Invocando cifras
sobre sus programas de capacitación, vivienda, salud, y número de trabadores y familias
beneficiadas, en las editoriales de revistas empresariales como Fabricato al Día y
Lanzadera, entre otros medios, debatieron, solicitaron y argumentaron sobre la política
económica.
414 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

4.4 Crisis y replanteamiento


4.4.1 De la bondad patronal a la dignidad de la negociación
colectiva
El cuestionamiento y cambio de la forma paternalista de autoridad y relaciones laborales
ocurre en ambos países por diferentes vías. En primer término y de modo general,
debe señalarse que el débil afianzamiento y desarrollo de elementos como la legislación
laboral, la institucionalización del conflicto capital – trabajo, la conformación de un
sistema de protección social, que ha caracterizado a ambos países, crea condiciones
favorables al mantenimiento de componentes paternalistas en los ámbitos laborales
y también en la esfera política.

La relación entre sindicalismo y las formas de autoridad empresarial que analizamos es


variada. En los dos ámbitos nacionales, sectores apreciables de las organizaciones tuvieron
roles dependientes y subordinados de cierta tutela y control paternalista por parte de poderes
políticos y estatales; con más presencia en la vida nacional, pero también con más rasgos de
clientelismo corporativo y rentístico en el caso de Venezuela.

Sin embargo, la actuación de las organizaciones obreras dentro de las firmas, puede
llevar a cuestionar y abolir completamente los manejos paternalistas, o conducir solo
al rechazo de las modalidades más personalizadas y tradicionales, pero avenirse sin
dificultad con nuevas modalidades como los de la empresa providencia.

Lo anterior permite explicar los rumbos diferenciados de las empresas analizadas. En


algunas de las firmas, de modo coincidente con la despersonalización de la autoridad
en las plantas y la racionalización de la organización, en varios de los casos analizados
(Bavaria, Cementos Samper, Ingenio Riopaila, Fabricato, Electricidad de Caracas) la
lucha obrera y la actividad sindical, precipitan la superación de los supuestos
ideológicos de las interacciones paternalistas.

En buena parte de las firmas, en que se generó un clima la armonía paternalista entre
trabajadores y patronos, del que dependía un aceptable nivel salarial y otros servicios y
dádivas adicionales, se desestimula por completo el surgimiento de una representación
obrera autónoma, o esta situación es la base para impedirla (Carvajal, Empresas
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 415

Corona, Baterías MAC). En otros casos la organización obrera resulta compatible y


se integra armónicamente al esquema de manejo de benevolencia voluntaria patronal
(Empresas Mendoza).

En los casos de Venezuela, incide el desarrollo de las organizaciones obreras dentro


de un rápido crecimiento de la industria y en una etapa en que las federaciones y
principales líderes sindicales participaban de acuerdos corporativistas y nexos con los
partidos dominantes y el Estado. Similares nexos de protección y tutelaje, aunque de
menor intensidad y nivel de aporte a las organizaciones beneficiadas, se vivieron en la
génisis y desarrollo del sindicalismo colombiano, principalmente la CTC en relación con
el partido liberal y la UTC con el conservador, siendo éste último proceso más
destacable respecto al paternalismo, por la forma en que confluyen los sectores
empresariales y católicos.

De este modo, los sindicatos colombianos, aunque dentro de niveles menores de


presencia y capacidad de acción, que sus colegas del vecino país, contribuyeron a
construir modelos de relaciones laborales que rechazaban, o solo moderadamente
acogían aspectos paternalistas. Sin embargo, desde fines de los años 80s, las reformas
aperturistas cuestionan y suprimen tanto los últimos vestigios de prácticas
paternalistas, como partes sustanciales de los derechos laborales y protección social.

En años recientes, han aumentado los espacios productivos en donde se ha


depurado todo vestigio de actividad sindical, y mediante los pactos colectivos se conjura
un posible resurgimiento. Al mismo tiempo que se han consolidado y naturalizado
muchos de los procedimientos de reducción y flexibilización de costos laborales
(temporalidad, subcontratación, cooperativas de trabajo asociado), y el disciplinamiento
de la fuerza laboral por vías de lo que se ha denominado ‗el terror del mercado
laboral‘279.

279
Categoría de análisis empleada por sociólogos del trabajo como Adalberto Moreira Cardoso,
Luz Gabriela Arango y Fernando Urrea (1999), para referirse al empleo de la amenaza de
despido como recurso de disciplinamiento de trabajadores que en condiciones de
vulnerabilidad, sin capacidad de negociación, y careciendo de otras posibilidades laborales,
quedan abocados a aceptar condiciones indeseables de trabajo.
416 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Es significativo que en tales ámbitos, en muchos de los cuales se ha alcanzado cierta


fortaleza competitiva y proyección hacia el mercado internacional, resurgen como
formas de gestión neo paternalistas con distinta configuración y dentro de nuevas
necesidades de legitimación e imagen: tratamientos personalizados, dádivas,
aproximaciones a la familia y discursos de integración.

4.4.2 Autocritica y cambio de expectativas


Otras críticas y cambios en las prácticas paternalistas, surgen del ámbito específico que
ejecuta los programas y de la forma como se decide solucionar sus dificultades. En el
caso del Grupo Mendoza, a instancias de la nueva orientación de su área de trabajo
social, se confronta en los años 70s la lógica del paternalismo, haciendo esfuerzos
por reorientar las formas de asistencia que, tal como se veía, habían conducido a la
pasividad y falta de participación de la mayoría de los trabajadores. Desde el esquema
de la jerarquía de las necesidades de Maslow, parece suponerse que ya se han
satisfecho las necesidades básicas y la motivación productiva solo se conseguirá
fomentado la expresión del talento personal y la autorrealización de los empleados.

Esta nueva perspectiva de la asistencia fue significativa y se manifestó en las


actividades de bienestar, motivando reflexiones sobre el desempeño del Trabajo
Social dentro de las firmas, pero también se extendió a la forma como se manejaban los
programas de ahorro y vivienda. En el caso de las empresas Mendoza este proceso
fue más notable, debido a la profesionalidad y nivel de organización que habían
alcanzado las áreas responsables, y estuvo muy ligado al papel renovador y creativo de
la destacada directiva Carola Ravell.

Asi mismo en éste replanteamiento, fue más claro e impactante el cambio en las
expectativas de las nuevas generaciones de trabajadores: la forma como se venían
manejando los estímulos y recompensas, no tenían los efectos de compromiso estable
y motivación que se esperaba sobre los vinculados en ésta, que era también la época
consumista de la ‗Venezuela saudita‘; por ello se experimentaron bajas en la
productividad y elevada rotación de personal.

En el caso de las empresas colombianas, las manifestaciones de crisis de efectividad


del modelo paternalista son menos notorias, pero los directivos y orientadores de
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 417

programas si experimentan la necesidad introducir novedades. Dentro de esta


tendencia, las revistas empresariales de Fabricato y Coltejer muestran que se
emprenden cambios del mismo tipo, buscando promover modalidades de recreación,
capacitación y actividades de tiempo libre que estimularan nuevas formas de la
participación, expresión de talentos artísticos y capacidades creativas. Del mismo
modo, los planes de vivienda de estas firmas comenzaron a apoyarse en
mecanismos de Acción comunal que promovían el trabajo compartido de vecinos para
construir obras de uso comunitarias; del mismo modo respecto a modalidades de ayuda
entre vecinos.

4.4.3 Acción gremial y asistencialismo


La actividad de las organizaciones empresariales típicamente sirve a la defensa de
los intereses de los agremiados, del mismo modo que a la mediación de sus conflictos,
reflejando los sectores protagónicos de cada momento, sus culturas de trabajo e
influencias regionales. Como grupos de presión, además de luchar por los intereses
de sus promotores, sirven como caja de resonancia de sus discursos, ayudando a
sustentar y exteriorizar hacia la sociedad: consignas e ideales de beneficio y
contribución; acciones en procura de legitimación e imagen; reclamos y confrontaciones
con el Estado u otros sectores de la economía o la sociedad. En este aparte veremos
comparativamente, cómo estas actuaciones gremiales se relacionan de diferentes
modos con las prácticas y estilos paternalistas de los empresarios.

En Colombia la actividad gremial comienza en los sectores dedicados a la agricultura


como la SAC y la Federación de Cafeteros, y desde mediados de los años 40s, a
instancias del poder empresarial antioqueño, adquiere su mayor fortaleza en la
industria con la Andi, a tiempo que avanza también Fenalco como organización del
sector comercio. En la experiencia venezolana, la fortaleza de las actividades
comerciales se expresa desde los primeros años del siglo XX en la influyente Cámara de
Comercio de Caracas CCC, que constituye una dinámica organizativa importante de
cámaras regionales, pero desde los años 40s, el protagonismo de esta organización
comienza a pasar a un segundo plano frente al avance de Fedecamaras, que
representa diversas agrupaciones empresariales regionales y sectores, entre ellos el de
los industriales.
418 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

En una primera época, en medio de las restricciones del ambiente controlado por
gobiernos militares, la CCC por obvias razones, se destaca en actividades de interés
público como las que imponían el programa higienista y de saneamiento
epidemiológico necesario en las ciudades portuarias; del mismo modo que coordinando
ayudas con otros sectores, y aún reemplazando al Estado, en tareas que demandaban
variadas emergencias y catástrofes (González D., 1994). Este asociación, junto a
Fedecamaras, y de modo similar a como lo hizo su colega colombiano Andi, expresó las
preocupaciones y posturas de sus representados, participando con intensidad en
debates sobre temas como impuestos y regulaciones; legislación laboral y diseño de
la seguridad social.
Evidentemente los escenarios nacionales en que actuaban las organizaciones
empresariales eran diferentes. En Venezuela la centralización y afirmación del poder
estatal a instancias de las ‗dictaduras andinas‘ primero, y luego el influjo de la renta
petrolera, generaron un Estado más fuerte e interventor, que siempre participó mucho
de la vida económica, y en diferentes épocas estuvo tentado a ampliar su actuación
como inversionista y empresario. En estas condiciones, es comprensible que uno de
los objetivos expresados por los empresarios fundadores de Fedecamaras en 1944
fue el de ‗oponerse al Estado‘ (Moncada S., 1985).

En Colombia, con un Estado más débil, en el que los dos partidos tradicionales y
sectores de las elites tenían grandes atribuciones y llegaban a desplazarlo de sus
funciones, las preocupaciones prioritarias de Andi, como el más destacado gremio
en los años 40 y 50s, fueron la manera de influir en las políticas públicas, por vía de
lobby parlamentario, maniobra en esferas estatales y elaboración de una imagen
pública, para lograr tratamientos preferentes frente a las demandas de otros grupos
(Sáenz E., 1992, 2002) .
Andi y Fedecamaras, cumplen un papel igualmente importante dentro del modelo político
y económico de cada país, y sus mecanismos sustitutivos y rentísticos, participando de
específicos esquemas de concertación en relación con diferentes esferas. En lo que a
nuestro tema se refiere las más significativas interacciones fueron con empresarios y
trabajadores organizados; respecto a los sindicatos la primera estrechó nexos con la
Unión de trabajadores de Colombia UTC, mientras que la segunda, dentro de un
entorno rentístico que había tenido también algunos elementos corporativos y populistas,
mantuvo proximidad con la Central de trabajadores de Venezuela CTV.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 419

Sin embargo, aunque hizo serios esfuerzos por proyectarse a las diferentes regiones
colombianas, en su primera etapa Andi refleja más las estrategias y estilos
particulares de los industriales antioqueños, entre ellos el asistencialismo paternalista y
católico, mientras que Fedecamaras parece una organización más limitada a la
representación y el cabildeo al más alto nivel.

Por lo anterior, la asociación colombiana fue más comprometida con el diseño y


defensa de los programas asistenciales de las empresas, asi p..e, defendió el sistema
patronal de salud en debates de oposición al naciente instituto de seguridad social. La
organización venezolana, participó en debates sobre la seguridad social defendiendo
las posturas empresariales, pero su intervención respecto a acciones asistenciales es
reducida y tardía, en los años 60s, tiene una iniciativa para actuar directamente en
esa materia y busca asesoría de directivos de la Fundación Mendoza.

En lo que se refiere a las vías de cambio e institucionalización de las prácticas


paternalistas de empresa, se muestra una más clara proximidad de la Andi a las
empresas, al Estado y a los sectores sindicales más patronalistas. Por ello, tiene tan
importante papel en la organización del Subsidio familiar y las Cajas de compensación;
procesos y entidades que no tuvieron equivalentes en Venezuela. De modo que el
modelo paternalista venezolano, estuvo más centrado en el empresario individual,
un ‗caudillo industrial‘ como Mendoza, frente a los desarrollos colombianos de
Antioquía, que parecen más compartidos por una pluralidad de empresarios, familias o
grupos de inversionistas, proyectados y apoyados en la Andi.

La creación del Subsidio familiar y las Cajas de compensación fue una importante vía
de cambio e institucionalización del asistencialismo patronal. Mediante este mecanismo,
se recogieron aportes obreros y empresariales destinados a dar una asignación
mensual por cada hijo a los trabajadores, del mismo modo que a organizar y poner a
su alcance una serie de servicios sociales y recreativos.

Este proceso, refleja aspectos tradicionales y decisivos en la región: el influjo de la doctrina


social cristiana; el dinamismo del empresariado y su gremio la Asociación nacional de
industriales Andi; los nexos de cooperación de los mencionados sectores con la Unión de
trabajadores de Colombia UTC, principal agrupación sindical de Antioquía.
420 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

4.5 Tránsito hacia discursos y prácticas de


Responsabilidad social empresarial RSE
4.5.1 Fundaciones y filantropía
La mayoría de las empresas, aquí analizadas una vez alcanzaron cierto nivel de
crecimiento y consolidación, crearon fundaciones destinadas a proyectarse a sus
entornos sociales y cumplir algunos propósitos filantrópicos. La experiencia de estas
fundaciones ha sido significativa y notable; en medio de un panorama de organizaciones
y acciones filantrópicas que ha llegado a ser muy heterogéneo y diverso, estas
organizaciones marcaron la génesis y actual perfil de la actividad filantrópica
empresarial.

En el caso venezolano sobresale el temprano comienzo de la actividad fundacional,


que ocurrió casi en el mismo comienzo de su industrialización, y se anticipó veinte
años a la creación de sus similares en Colombia. Es Eugenio Mendoza quien
establece la primera de tales entidades en 1942, bajo el nombre de Fundación
Venezolana contra la Parálisis Infantil, entidad dedicada a promover esfuerzos para
prevenir la grave enfermedad de la poliomielitis y recuperar a la población infantil que
había sido víctima. La actividad en torno a esta fundación, supuso interesar a diversas
personalidades, construir un hospital, obtener apoyo médico especializado, buscar
donaciones, conseguir apoyo público.

En 1951 junto con su esposa, para festejar 25 años de actividad empresarial, el mismo
empresario establece la Fundación Eugenio Mendoza que en conjunto con individuos
destacados en la vida empresarial, social y cultural se propone fomentar la
investigación científica y experimental en agricultura y ganadería, impulsar la asistencia
a la infancia y juventud y apoyar la cultura; en 1958, como orientación a nivel nacional
de los planes de ahorro y vivienda que funcionaban en sus empresas, estableció la
Fundación de la Vivienda Popular FVP; en 1970 establece la Fundación Universidad
Metropolitana, destinada a apoyar la organización y funcionamiento de ese centro
educativo.

El prestigio que había ganado Mendoza no solo como empresario exitoso, sino
también como ejemplo de equidad y trato justo a sus empleados, se acrecentó con éstas
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 421

iniciativas benefactoras fuera de los medios productivos. De modo que, mientras


conforma el grupo industrial más grande de Venezuela, se convierte en el líder
empresarial más notable en la organización de acciones benéficas.

La acreditación e influencia de Mendoza en este campo, generó una amplia


participación de hombres de negocios y notables en sus fundaciones, del mismo modo
que en el Dividendo Voluntario para la Comunidad DVC, organización con la que
integraron las principales iniciativas empresariales de ayuda social. Por tanto, la
actividad fundacional de este empresario es altamente representativa del tema en
Venezuela, y pertinente de comparar con las experiencias colombianas que fueron
similares entre si, aunque más autónomas, y hasta fecha reciente no coordinadas.

En Colombia, muchas de las empresas exitosas, que por su tamaño y localización


llegaron a ser influyentes en regiones, antes de establecer fundaciones y programas
formales, o sin nunca llegar a crearlos, tuvieron por diferentes razones papeles
benefactores hacia las comunidades. Ante las carencias de las regiones en que
operaban, o por la necesidad de mantener buenas relaciones con diferentes instancias
sociales, empresas con capital estatal como Ecopetrol y Acerías Paz de Río,
construyeron vías, obras públicas, apoyaron escuelas y hospitales. Firmas del sector
privado como ingenios azucareros, que requerían una buena imagen dentro de la
comunidad y ante esferas gubernamentales, actuaron en el mismo sentido, llegando a
inspirar el calificativo de ‗empresa providencia‘ para comunidades y poblaciones.

La mayoría de estos ingenios en relación con sus estrategias de manejo laboral y la


pobreza de sus entornos, a través de los programas de responsabilidad social y las
fundaciones siguen realizando este asistencialismo. A propósito de importantes
conflictos laborales, asi como de debates sociales sobre temas ambientales y políticas
públicas que han beneficiado ‗rentísticamente‘ al sector azucarero, en los últimos años
esos programas sociales han seguido teniendo una funcionalidad legitimadora dentro de
las estrategias empresariales.

De modo que la formalización del asistencialismo a través de fundaciones comienza


en los años 60s, con la creación de las siguientes entidades: Codesarrollo (1960), Mario
Santo Domingo (1960), Carvajal (1962), Corona (1963) y FES (1964). Estas
422 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

organizaciones surgían de los más avanzados núcleos empresariales asentados en las


principales regiones, pero ya proyectados al mercado y la inversión nacional;
Codesarrollo y Corona corresponden a la iniciativa de empresarios y notables
antioqueños, e integraron iniciativas y donativos de las firmas aquí analizadas;
Carvajal fue organizada por la firma nacional más dinámica y estructurada de la
región del Valle del Cauca.

Tabla 4.3 Comparación de la actividad fundacional Venezuela - Colombia

Venezuela Colombia
Fundación Eugenio Vivienda Codesarroll Carvaj Corona Corporació
Mendoza popular o al n
Fabricato
Duración Desde Desde Desde Desde Desde 1970 -
1951 1958 1960 1962 1963 1983
Autonomía Alta Alta Alta Baja Baja Baja
presupuestal Alta Alta
y desde desde
administrati- años años
va 80s 80s
Valores Discurso Discurso Doctrina Doctrin Doctrin Doctrina
inspiradores Filantrópi Filantrópic social a social a social social
co o católica católica católica católica
Moderno moderno hasta años hasta hasta
80s años años
80s 80s
Alcance de Nacional Nacional Regional Local Local Local
los hasta hasta
programas años años
80s 80s
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 423

Venezuela Colombia
Cooperación Eugenio Vivienda Codesarrollo Carvajal Corona Corporación
con otras Mendoza popular Fabricato
instancias
Estado Alta Alta Alta Alta Alta Alta
ONGs Nales Alta Alta Media Media Media Media
e Internac Alta desde Alta Alta
años 80s desde desde
años años
80s 80s
Fundaciones Alta Alta Baja Baja Baja Baja
similares Alta desde Alta Alta
años 80s desde desde
años años
80s 80s
Divulgación Alta Alta Media Media Media Media
y Alta desde Alta Alta
proyección años 80s desde desde
de años años
actividades 80s 80s

Venezuela Colombia
Fundación Vivienda Codesarrollo Carva Corona Corporaci
Eugenio popular jal 1963 ón
Mendoza Fabricato
Profesion Alta Alta Media Baja Baja Baja
alización Media Alta desde Alta Alta
de la desde los 80s desd desde los
administr los 80s e los 80s
ación y 80s
nivel de
organizac
ión
Dinámica Alta Alta Media Baja Baja Baja
de Media Alta desde Alta Alta
cambio y desde los 80s desd desde los
capaci- los 80s e los 80s
dad de 80s
reorienta
ción
424 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

Los objetivos que las fundaciones hicieron explícitos fueron similares en ambos países,
y estuvieron presentados como esfuerzos para la superación de la pobreza y ayuda
a los sectores marginados. A partir de este enunciado se concibieron diferentes
programas enfocados a la infancia, educación, vivienda, generación de fuentes de trabajo
con la microempresa, cultura y desarrollo de actividades educativas.

Una diferencia significativa en la actividad de las fundaciones de ambos países es la


amplitud y variedad de los problemas que desde el principio pretendieron abordar las
organizaciones venezolanas: las fundaciones de Mendoza, además de las campañas
contra la parálisis infantil y la rehabilitación, se ocuparon de temas como investigación
agrícola, jardines de infancia, becas, publicación de obras de importancia cultural,
mientras que sus similares colombianas empezaban con tópicos más relativos a
280
vivienda, trabajo, salud en las localidades en que estaban sus plantas .

Lo anterior se debe al ambiente más dinámico y cosmopolita que rodeó el acelerado


desarrollo industrial venezolano. Hubo una apreciable y directa influencia de firmas
petroleras como la Creole, Filial de la Standart Oil Company y la Shell Petroleum
Company, que establecieron fundaciones y coordinaron programas con las
entidades nacionales; asi p.e., la amistad y proyectos compartidos de Mendoza con
Nelson Rockefeller, contribuyeron a que éste consiguiera asesoría para temas como el
hospital poliomielítico; en el mismo sentido deben valorarse los aportes de varios
inmigrantes europeos vinculados a firmas y entidades281.

La cuestión de los valores inspiradores de la actividad fundacional es un elemento


contrastante esencial. Mientras en el caso venezolano tenían prioridad razones de
justicia social, equidad, redistribución de riqueza y sustento del sistema democrático, y

280
La forma como empezó su actividad fundacional la compañía Polar, y como la ha mantenido
Sánchez y Compañía, centrada en sus empleados, se asemeja más a los primeros tiempos
de las fundaciones colombianas.
281
Otras fundaciones de origen empresarial establecidas en este período y partícipes de las
dinámicas promovidas por Mendoza fueron: John Boulton 1950; Rojas Astudillo 1950; Belloso
1958; Sánchez 1958; Neumann 1959; Shell 1959; José María Vargas 1964; Vollmer 1965;
Banco de Venezuela 1971; Polar 1977.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 425

se elaboran declaraciones de responsabilidad social del empresariado282; en las


fundaciones colombianas, se mencionaban algunas de estas razones e incluso el temor
al conflicto social, pero por largo tiempo el fundamento esencial fue el discurso de la
caridad y los deberes éticos cristianos.

Otras características resumidas en el cuadro comparativo, como la autonomía


administrativa y financiera de las fundaciones respecto a las firmas creadoras; el
manejo especializado y profesional que se pretendió darles; la divulgación y proyección
de las actividades ante la opinión pública marcan diferencias. Una configuración legal
de la fundación como un ente separado de entidades y personas donantes, con un
patrimonio y un estatuto definido de manejo, y por tanto independencia en la
administración de sus fondos y en la gestión, se tuvo más tempranamente en las
organizaciones impulsadas por Mendoza, siendo un factor de continuidad y estabilidad
de los proyectos.

En contraste, estos aspectos de formalización no fueron definidos rigurosamente por las


fundaciones colombianas sino hasta los años 80s, como lo hicieron Carvajal y
Corona. La manera como la ausencia de autonomía llega a influir en la actividad
fundacional, puede ser ilustrada con la experiencia de la Corporación Fabricato, en
donde se enunciaron en los años 70s ambiciosos planes para las localidades aledañas,
pero años más tarde con la crisis del sector textil tuvieron que ser recortados, y en
1983 disuelta definitivamente la entidad.

El caso de la Fundación Carvajal con su emisora Musicar es otro ejemplo, aunque


dentro de un contexto diferente. Dicha estación radial se creó en 1976 y estuvo muy
bien articulada a los planes culturales de la entidad que la manejaba, pero en una de

282
Es ilustrativa la experiencia asistencialista de Sánchez y Compañía con su sistema de
previsión dirigido a promover el ahorro para vivienda y pensión, que fue su elemento más
logrado. Comenzó con una inspiración típicamente católica, pero la aproximación de Enrique
Sánchez, uno de los directivos de la segunda generación, a concepciones administrativas
modernas, experiencia con políticas de personal de las grandes corporaciones petroleras y
temas relacionados con la previsión social y aseguramiento, incidió en que se diera un explícito
rechazo a las motivaciones caritativas, demagógicas y paternalistas en la promoción de su plan
de jubilación.
426 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

las reestructuraciones de fines de siglo, directivos del grupo decidieron sacarla del aire
para convertirla en una línea más de negocios, especializada en la venta de música
por suscripción a todo tipo de clientes: desde ambientes de oficina hasta granjas de
cría de animales.

En términos de inversión resultó acertada esta decisión, ya que generó un rentable


frente de actividad con sedes en países vecinos, pero entre la apreciable audiencia
que se había creado no quedó una buena impresión sobre la confiabilidad de los
compromisos y persistencia de la Fundación.

En la más acentuada formalización del manejo de activos y la administración de las


fundaciones venezolanas, incidió también el hecho de que además de las
contribuciones de Mendoza, se contara con aportes de otras entidades y personas
cuyas iniciativas el había integrado; por lo anterior era de rigor la publicación regular de
informes describiendo las actividades y aportando cifras.

En el caso colombiano, salvo la fundación Codesarrollo que era impulsada por un


colectivo de empresarios y notables, que recogían donaciones y apoyos de grandes
firmas y personas pudientes, las demás en sus primeros tiempos estuvieron más
circunscritas a la órbita de las familias promotoras y a las asignaciones regulares de
las empresas.

Asi pues, fue destacable la capacidad de las entidades filantrópicas impulsadas por
Mendoza para establecer nexos efectivos con personas notables y organizaciones
afines, manteniendo la imagen de éste como líder y símbolo de la benevolencia
empresarial. En todo lo anterior se refleja no solo el influjo de los esquemas de
relaciones públicas, donación y club benéfico aportados principalmente por las firmas
petroleras, sino también la rápida prosperidad de las firmas nacionales.

4.5.2 La fórmula filantrópica proyectada al ámbito empresarial


Hasta aquí hemos examinado el proceso en el que una serie de discursos y prácticas
paternalistas de las primeras etapas de la industrialización se convierten en tradición de
las empresas y, sin desprenderse por completo de su inicial inspiración, continúan
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 427

vigentes en organismos más modernos de bienestar social de las firmas, y más


adelante se difunden a la actividad fundacional.

El desarrollo de la concepción asistencialista, primero en el ámbito interno de las


firmas y más adelante en contextos externos por parte de los empresarios aquí
analizados, sumado al prestigio ganado por muchos de ellos con su trayectoria gremial
y el desempeño de cargos públicos, lleva a que en determinadas coyunturas se
ejerza el liderazgo y se hagan esfuerzos por difundir en el medio empresarial la idea de
suscribir compromisos y actuar colectivamente ante recurrentes y agudos problemas
sociales, de modo que se extienda el radio de acción de la actividad filantrópica.

A este respecto, son ilustrativas y contrastables las actuaciones de Eugenio Mendoza


en Venezuela y Manuel Carvajal Sinisterra en Colombia, este último uno de los
directivos que más contribuyó al avance en el siglo XX de la firma Carvajal y de la
fundación filantrópica que lleva ese nombre, además de destacado directivo gremial y
varias veces ministro283. En el planteamiento del venezolano, desde afinados
mecanismos de relaciones públicas, se presenta una iniciativa centrada en una mejor
distribución de la renta con la donación voluntaria del empresariado y algún esfuerzo
por promover la mejora en la gestión pública. Con la iniciativa del colombiano, antes
que convocar la conciencia y la generosidad, se pretende persuadir a los pares de la
posibilidad de mejorar la productividad con innovaciones y gerencia profesional, para
garantizar una remuneración más justa (Ver 2.7; Anexo 5.2.3).

En el caso venezolano, la tradicional aprensión ante la intervención del Estado en la


vida económica, no solo como regulador sino como inversionista en sectores de
actividad, había generado una activa participación y la creación de diferentes medios de
expresión. En estos espacios se manifiesta la capacidad de influencia y ascendiente
sobre el empresariado de Eugenio Mendoza, quien desde sus primeros e incipientes
pasos en actividades comerciales a fines de los años 30s, hasta la conformación del

283
Sobre este punto, por su similar trayectoria, influencia sobre el empresariado y continua
participación en debates públicos, aunque desde una corriente ideológica de liberal
keynesiano, podría también considerarse la actuación del propietario y directivo del Grupo
Corona, Hernán Echavarría Olózaga.
428 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

más destacado grupo empresarial del país en los años 60s, había llegado a ser el
paradigma del empresario justo con sus empleados y sensible ante los problemas
sociales.

Con su iniciativa los empresarios habían tenido varias experiencias de asociación de


esfuerzos y acciones benefactoras. Entre ellas fue notable la que surgió a partir del
encuentro de Maracay de 1963, en el que un grupo destacado de empresarios
analizaron los dilemas del empresario y su papel en la sociedad, respecto a graves
problemas sociales derivados de la pobreza y marginalidad; abandono paterno284 y
desintegración familiar; deficiente educación y falta de oportunidades de amplios
sectores del país.

Con la organización Dividendo Voluntario para la Comunidad DVC, se pretendió


ayudar a cambiar la adversa situación. Para ello los directivos de las firmas
suscribieron el compromiso de aportar entre el 2 y el 5% de las utilidades brutas cada
año, para financiar obras sociales que ejecutaría esa entidad. Aunque unos años
después se suprimió esta obligación, dejando a los afiliados en libertad para aportar lo
que desearan, esta primera etapa del DVC representó un logro de Mendoza y un claro
esfuerzo por promover, desde el escenario rentístico en que se actuaba, un verdadero
y tangible aporte a fines sociales.

Esta última fórmula fue la que privilegió el nuevo empresariado que tomó el control del
DVC, ante la ola de críticas que se desató en esa época respecto a la concentración
del ingreso y los pobres resultados del modelo sustitutivo de industrialización que se
había seguido.

En el caso colombiano, la convocatoria de Carvajal resultó igualmente frustrada, aunque


presenta diferencias importantes. Desde comienzos de los años sesenta fue evidente el
crecimiento de sectores urbanos marginales y población carente de condiciones dignas
de vida, tanto como la protesta urbana y el conflicto laboral. En estas circunstancias,

284
Entre las elites económicas se había expresado una particular preocupación alrededor de
este fenómeno, que según estudios y encuestas entre empresarios, se consideraba el
problema social más grave.
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 429

Manuel Carvajal que ya era un reconocido líder en el medio, tendía a buscar posturas
del conjunto del empresariado.

Un importante evento académico de gerencia fue la ocasión para reunir a un grupo


de jóvenes directivos empresariales caleños y proponerles reflexionar sobre lo que las
empresas podían hacer ante el creciente malestar social. Manuel Carvajal como
directivo destacado de la región, procuraba difundir sus fórmulas de trato equitativo a
los trabajadores, enfatizando en la necesidad de crear nuevos mercados y mejorar la
producción, de modo que fuera posible realizar y sostener mejoras salariales.

Lo que se propuso era el camino exitoso de su firma: apelar a la innovación y


productividad con apoyo en las contribuciones más avanzadas de las disciplinas
gerenciales, para contar con mayores utilidades y dar mejor remuneración como forma
de superar el antagonismo capital – trabajo.

Estas iniciativas tropezaron con la debilidad del espíritu gremial y de asociación, y la


poca disposición para adelantar reflexiones y posturas colectivas; del mismo modo fue
un obstáculo la arraigada tendencia a suponer que los bajos salarios garantizaban la
rentabilidad de las inversiones. De modo que el ‗modelo Carvajal‘, con sus prácticas
renovadas y afinadas a lo largo de varias décadas obtuvo un gran reconocimiento
nacional, aunque no se puede decir que muchas firmas hicieran emulación de su
manejo laboral.

En síntesis, la comparación evidencia una mayor influencia y presencia de la actividad


fundacional en la vida venezolana. No solo habían empezado más temprano, y dentro
de una configuración más próxima a la moderna filantropía corporativa, sino que
establecieron más organizaciones, programas, interacción entre ellas y con similares
del exterior; contaron con más recursos financieros y humanos en cuanto a promotores
y equipo técnico de alto nivel.

Las condiciones de la economía petrolera rentística, tenían una compleja relación con la
actividad filantrópica de las empresas, de una parte situaban a las grandes empresas
como uno de los mecanismos distribuidores de riqueza; de otra las diferentes ventajas
y condiciones favorables que de ella derivaron las firmas, les crea la necesidad de
430 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

realizar y publicitar acciones legitimadoras, de las que los donativos y programas


fundacionales eran una parte.

Otros elementos que contribuyeron a estructurar estas características y explican los


avances de esta primera etapa, fueron la influencia norteamericana en las formas de
organización, la capacidad gremial de los empresarios y el mencionado liderazgo de
Mendoza. Sin embargo, es significativo que después de la etapa de crisis financieras,
recesión y políticas neoliberales de los años 80s, a las que no pudo sobreponerse el
grupo empresarial Mendoza, las fundaciones mantienen actividades, pero sin la
proyección y el liderazgo que se les había conocido.

La actividad fundacional en Colombia empezó más tarde, tuvo un menor número de


organizaciones y programas; sus actividades fueron más limitadas y enfocadas a
espacios próximos a las empresas. Sin embargo, a partir de los años 80s evolucionó
a la par con el progreso de las compañías base; su manejo y organización se
profesionalizó y adquirió autonomía. Programas de más alcance nacional de las
fundaciones Carvajal y Corona, como los orientados a estimular la participación
ciudadana, hacer transparente la gestión pública en temas neurálgicos y promover
estudios y debates sobre problemas fundamentales ilustran los nuevos rumbos
emprendidos.

Los cambios en la situación de las fundaciones de los dos países quedaron en


evidencia a propósito de una actividad en que interactuaron las fundaciones Mendoza
y Carvajal: Carola Ravell, que durante más de una década dirigió el Departamento
social de las empresas Mendoza y en 1992 era miembro directivo de la fundación
Mendoza y asesora de la fundación de vivienda popular desde 1987 creó en la
Fundación Mendoza el programa ‗Apoyo a la microempresa‘. En esa oportunidad optó
por aplicar la metodología utilizada por la Fundación Carvajal de Cali, por
considerarse la de más larga y exitosa experiencia (Ravell C., Espinoza M., 1992: 15).
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 431

Epilogo
La comparación más allá de las empresas y prácticas
contrastadas
Una vez concluida la caracterización y cotejo comparativo de las ideas y prácticas
paternalistas desarrolladas en ámbitos empresariales de los dos países, constatamos
una importante presencia y larga continuidad de diferentes elementos paternalistas,
en firmas que fueron muy destacadas dentro del panorama de la industrialización de
cada país. Estas modalidades, teniendo un continuo cambio, han permanecido
desde los primeros tiempos de las empresas, subsistiendo en las prácticas de nuevas
secciones como bienestar, recursos humanos, y en la proyección que las firmas
quisieron tener a espacios más amplios de la sociedad con la actividad fundacional. En
algunos casos, en etapas más recientes se emprendieron procesos de autocrítica y
replanteamiento de planes de acción

Una consideración morfológica de las formas del paternalismo empresarial muestra


muchas similitudes. Queda evidenciada la existencia de un conjunto de prácticas
características de cada época, pero que resultan análogas en los dos espacios
nacionales considerados. Del mismo modo, se encuentran muchas semejanzas con
las modalidades de asistencialismo, formas de desarrollar servicios, vínculos
personalizados, controles morales e interacciones entre patronos y trabajadores, que
describen autores en estudios sobre paternalismo de otros países y períodos.

Sin embargo sobresalen importantes diferencias, entre ellas la escala, alcance y


sofisticación de las actividades asistenciales, asociada a las mayor disposición de
recursos de Venezuela; y la presencia del factor religioso propio del desarrollo histórico
colombiano. De modo que los esquemas asistenciales y de dadiva adoptados en el
país petrolero fueron más pródigos en servicios y beneficios; tuvieron una organización
432 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

más moderna y profesional, del mismo modo que una difusión más sistemática. En el
ambiente rentistico de esa economía petro dependiente, el Estado era el primer ente
paternalista y las grandes firmas industriales llegaron a hacer parte de un sistema
para distribuir una serie de beneficios a los que aspiraba la sociedad.

El empresariado industrial colombiano, que había tenido un más temprano comienzo, y


lento crecimiento, sin un entorno rentístico o apoyo financiero tan considerable optó por
prácticas asistenciales, en campos de acción similares a los del país vecino, pero a
una escala y nivel de organización menor; con desarrollos más limitados, y hasta
épocas recientes muy matizados por elementos católicos.

E.P. Thompson (1979), ha hecho un llamado a superar el carácter descriptivo


generalizado del concepto paternalismo en las relaciones sociales, analizando con rigor
las expresiones institucionales que genera esa forma de autoridad, especialmente las
que evidencian ‗el control de toda la vida del trabajador‘ más allá de lo referente a la
compra de su fuerza de trabajo; para asi valorar su trascendencia como elemento
mediador en las relaciones sociales.

Esta expresión institucionalizada y papel mediador del paternalismo, puede buscarse


en el escenario político de cada país, en las afinidades y nexos implícitos entre las
esfera del poder público y el privado en la vida empresarial. Desde esa perspectiva,
podemos afirmar que el empresariado venezolano, del cual Mendoza era muy
representativo, concedió más dádivas, no solo porque dispuso de mayores recursos, y
lo inspiraba la cultura del rentismo petrolero y las expectativas generalizadas que ésta
creaba, sino también por el influjo de un sistema político y una democracia más
inclusiva, abierta y participativa (Bejarano A., 2011), del mismo modo que una atmosfera
con algunos elementos socialdemócratas, populistas y corporativos. En el contexto
de la política y el estatismo, del vecino país, el empresariado estuvo más obligado a
legitimarse y a responder ante la sociedad con actos benevolentes.

En ese orden de ideas, la forma en que se configura la dominación sociopolítica de las


elites hacía más inevitables las dádivas paternalistas en Venezuela, a tiempo que los
nexos más estrechos con el capitalismo, especialmente el norteamericano, y otras
influencias externas, eran un estímulo para una más decidida institucionalización y
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 433

proyección hacia fundaciones dentro de los marcos más modernos de la filantropía


corporativa.

Las manifestaciones paternalistas en las empresas colombianas, fueron más modestas


en los beneficios concedidos, y por su inspiración y conexión con la religiosidad católica
en principio tuvieron fuertes elementos de control moral y social. Por diferentes
razones parecen compatibles con un entorno político y estatal, fuertemente controlado
por una elite oligárquica y tradicional, que ha generado unas estructuras de dominación
más excluyentes. Con un sistema democrático más restringido y cerrado a la
participación, las elites económicas tendrían una menor necesidad de legitimarse con
demostraciones de generosidad y altruismo; razón por la cual el asistencialismo tiene
un bajo perfil y los avances más notables en materia de filantropía empresarial y
fundaciones ocurren en las últimas tres décadas.

Ahora bien, como se ha descrito en varios de los casos empresariales analizados, las
acciones paternalistas como elemento mediador de las relaciones sociales, facilitan la
integración y cooperación de entidades gubernamentales y sectores empresariales en
torno a iniciativas asistenciales. Sin embargo, lo más destacable a este respecto es que
la estrategia de trato benevolente hacia las clases subalternas, evidencia cierto nivel
de imbricación e integración funcional entre las elites de la esfera política y
empresarial, como sectores hegemónicos de la sociedad.

La benevolencia paternalista sería hasta cierto punto un elemento de afinidad y un


proyecto compartido por parte del sector social dominante de cada país, situado en
un ambiente que Moises Naim (1989: 505 s) caracterizó como ‗pequeño, interconectado
y personalista‘, en donde resulta muy determinante el ‗factor somos pocos y nos
conocemos‘. Del mismo modo, debe considerarse la poca diferenciación de las elites y
su continua alternación de funciones públicas, privada y gremiales.

Ya hemos visto para Venezuela la acción distribuidora de renta del Estado, y la forma
como Eugenio Mendoza, un líder empresarial de prestigio nacional, situado en
posiciones públicas, empresariales y filantrópicas, contribuye al mismo cometido, a
tiempo que convoca y lidera a un sector de hombres de negocios para trabajar en la
434 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

misma dirección, procurando hacerles ver que de ello depende la estabilidad y


continuidad de la ‗democracia y el sistema de libre empresa‘.

Por otra parte, la trayectoria de Mendoza, con algunas etapas que se podrían
considerar de omnipotencia inversionista y deseos de ensanchar su complejo industrial
más allá de realistas posibilidades de estable y duradero funcionamiento, significa una
continuidad del fuerte y tradicional caudillismo de otros tiempos, que no tuvo apreciables
manifestaciones en Colombia.

En éste último país, el empresariado de los años 50s y 60s exhibe una variedad de
conductas benévolas, no solo el conocido asistencialismo fabril, sino una gama de
proyectos hacia la sociedad que van desde tradicionales acciones de caridad
conciliadora, hasta el establecimiento de las primeras fundaciones filantrópicas; todo lo
cual guarda cierta concordancia con la etapa política que se vivía y el carácter
oligárquico y elitista del sistema democrático reinante.

El apreciable avance industrial y ensanche empresarial que venía desde los años 40s
coincidió con la más grave violencia en amplias zonas rurales. En tal escenario resulta
ilustrativo el papel alternado de Manuel Carvajal, como ministro de gobiernos conservadores
en la etapa de mayor intensidad de la llamada Violencia, y líder sobresaliente en el campo de
la filantropía católica y el establecimiento de una de las más destacadas fundaciones. En
esas circunstancias, se puede decir que las dádivas generosas resultaban funcionales al
orden social y hacen parte de un sistema político que se ha caracterizado por la
combinación o alternación de conflicto - concertación en la interacción entre las fuerza
políticas; y autoritarismo - benevolencia caritativa en el tratamiento de los sectores
subalternos. Lo anterior ha ocurrido en períodos diferenciados de la historia, del mismo
modo que en zonas delimitadas de la geografía nacional.

La consideración de la conducta paternalista desde perspectivas genético - históricas


como las de procesos de larga duración de Braudel Fernand (1968) y ‗Path
Conclusión y síntesis comparativa: Similitudes, diferencias y explicaciones 435

dependence‘ (Trayectorias dependientes)285, muestra hasta el presente la continuidad


del paternalismo como fórmula mutable y persistente dentro de la vida empresarial y el
sistema político de ambos países.

Para el caso de Venezuela, en períodos recientes, el papel paternalista del Estado


rentista vuelve a fortalecerse, pero ahora dentro de una orientación ideológica diferente
a la que mantuvo durante el siglo XX, proceso frente al cual, a gremios y asociaciones
privadas, dentro del discurso de la Responsabilidad social empresarial, y aún a
agrupaciones políticas opositoras, les resulta inevitable mostrar en acciones o discursos su
disposición a hacer un aporte asistencial y sensible ante los problemas sociales.

En Colombia, siguen estando presentes manifestaciones paternalistas. A nivel de las


políticas públicas, se perciben en subsidios y programas focalizados y paliativos de la
extrema pobreza, de inspiración neoliberal y funcionalidad clientelista. Mientras que
en ámbitos de las firmas privadas, el voluntarismo y los auto compromisos de
programas de Responsabilidad social empresarial RSE evidencian la misma tendencia.

Igualmente, ciertas estrategias competitivas aplicadas en contextos donde se ha


suprimido la actividad sindical o nunca existió, y se han promovido diferentes
modalidades de contratación flexible y trabajo precario, se reviven las prácticas
paternalistas mediante la entrega de algunos beneficios en forma de dádivas
voluntarias, a veces ligadas a nuevas formas de tratamiento personalizado y
deferente, con las que se pretende promover el compromiso con las metas de la firma
y la eficiencia productiva (ver 3.5.5).

El mundo del trabajo de los últimos años, parece oscilar entre dos condiciones
indeseables. Por una parte, las derivadas de fórmulas de flexibilidad y precarización
de las condiciones laborales sin atenuantes ni justificaciones, al estilo de lo que se ha
denominado ‗terror del mercado laboral‘; y por otra, la autoridad del ‗falso amor‘ que

285
Esta perspectiva que tiene muchos exponentes y vertientes, entre ellos Mahoney James
(2000).
436 Paternalismo empresarial en la industrialización de Colombia y Venezuela

definió Richard Sennett, y que bien puede aplicarse a los patronos neo paternalistas de
la actualidad.

La permanencia disimulada o manifiesta de un elemento arcaico y pre moderno como el


paternalismo, parece estar asegurada, en la medida que se han debilitado en el escenario
interno de las compañías los elementos que típicamente han configurado su antítesis,
como son democracia empresarial, representación sindical y derechos laborales. Además
de ello, las instituciones de ciudadanía y sistemas de protección social en el contexto social,
en los países analizados solo alcanzaron un débil desarrollo, y en otros ámbitos afrontan
fuertes embates y libran luchas de incierto resultado.
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