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PROBLEMAS DE LOS ADOLESCENTES EN GUATEMALA

En Guatemala, 5 de cada 10 personas tienen menos de 18 años. Las principales


víctimas de la violencia son jóvenes. Sin una política específica para la juventud
de Guatemala, los gobiernos pasados y el actual no priorizan ningún tema en
específico, y el trabajo juvenil, sigue orientado desde la mirada empresarial y el
“bono demográfico”, como incentivo principal para la inversión. La juventud en
Guatemala sigue siendo un tema pendiente de priorizar. Con más de 16 millones
de habitantes (la gran mayoría jóvenes), y con una configuración histórica de 4
pueblos (maya, garífuna, xinca y mestizo), Guatemala mantiene compromisos
pendientes con la juventud trabajadora.

La presencia en Guatemala del Estado como garante de Derechos Laborales y


Protección Social, es históricamente débil. Aunque la presión internacional
durante el conflicto armado y la cooperación para el desarrollo han influido en la
ratificación de convenios y convenciones, estas no se implementan en el país. El
rol del gobierno municipal y nacional se ha limitado a la administración de un
aparato estatal que no responde a los principales grupos vulnerables.

En datos podemos decir que la juventud, como grupo vulnerable, representa:

4 de cada 10 personas pobres, son menores de 15 años.

5 de cada 10 personas que son extremadamente pobres tienen menos de 15


años.

7 de cada 10 personas en Guatemala no tienen acceso a prestaciones laborales


(precarización laboral), incluido el seguro social.

1 de cada 10 adolescentes indígenas tiene acceso a educación del nivel básico.

5 de cada 100 adolescentes indígenas tienen acceso a educación universitaria.

Cada 24 horas se registra el homicidio de un niño, niña o adolescente en


Guatemala.

2 de cada 10 adolescentes tienen hijos antes de los 20 años de edad.

Algunos datos muestran la situación de la niñez, adolescencia y juventud, como


población vulnerable y violentada en Guatemala. Una población que está presente
en todos los aspectos de la vida social del país: trabajo, educación, cultura,
consumo, religión, medios de información y comunicación. La violencia, como un
fenómeno que impacta en la población, mayoritariamente joven de este país, tiene
una dimensión ligada al mundo del trabajo, generación y concentración de la
riqueza y violación de los derechos laborales de hombres y mujeres.
El principal problema que afecta de manera personal a los jóvenes guatemaltecos
es de carácter económico. Según la Encuesta Nacional de Juventud 2011, los
jóvenes entre 15 y 29 años de edad dijeron que las “dificultades para conseguir
trabajo” (12%) y las “deudas y problemas económicos” (12%) son su mayor
problema. Esto suma un 24 por ciento del total de encuestados. En segundo lugar
aparece el problema de la violencia, delincuencia e inseguridad en general, con un
13 por ciento de las respuestas. Lamentablemente, un 17 por ciento de los
consultados no respondió, o dijo no saber la respuesta a la pregunta.

En contraste, cuando se les cuestiona sobre cuál creen que es el principal


problema que afecta a la juventud guatemalteca, es decir, al resto de los jóvenes,
la respuesta cambió considerablemente: “el consumo excesivo de alcohol o
drogas” es lo que aseguró el 29 por ciento de los encuestados. La dificultad para
conseguir trabajo pasó a segundo plano, aunque muy cerca, con el 26 por ciento
de las respuestas.

Esta disociación cognitiva entre lo que me afecta a mí como individuo y lo que le


afecta a los otros como colectividad es sumamente interesante. Posiblemente, eso
está en la raíz de nuestras dificultades para superar problemas de acción
colectiva. Es decir, impide lograr el cambio social que tanto ansiamos. Así que
vale la pena examinarlo con cierto detalle.

El tamaño de muestra fue de 5,785 jóvenes (56% mujeres y 44% hombres, con
media de 20.5 y 20 años de edad, respectivamente). Increíblemente, solo 23
personas (14 hombres y 9 mujeres) dijeron que el consumo excesivo de alcohol y
drogas es el principal problema para ellos como individuos y, también, para la
juventud en general (esto no es ni el 1% de la muestra, y menos del 2% de los que
dijeron que ese era el problema de la juventud). Lo de las adicciones
definitivamente no aparece como problema, pues sólo el 1 por ciento dijo que le
afecta personalmente.

Lo anterior se puede verificar con las respuestas a preguntas específicas sobre


consumo de tabaco, alcohol y otras drogas. Casi un 80 por ciento niegan haber
consumido licor más de alguna vez, 83 por ciento nunca ha probado un cigarrillo, y
98 por ciento jamás ha tratado con la cocaína. Al menos que los jóvenes nos estén
mintiendo, o haya algún error en la encuesta, estamos ante una juventud
guatemalteca muy sana. En los EE.UU. un 50 por ciento de los adolescentes
reportan haber consumido alcohol alguna vez en su vida, empezando a una edad
tan temprana como los 10 años, aunque el pico de iniciación está entre los 13 y 14
años de edad.[1] En México, bajó del 32 al 21 por ciento la respuesta afirmativa
sobre fumar alguna vez cigarrillo, según datos de la encuesta realizada en 2010
(en comparación con 2005, pero allá el rango de edad es más amplio: desde los
12 años).[2]

Entonces, ¿por qué los jóvenes perciben que el alcohol y las drogas son el gran
problema de la juventud? Me pregunto si en sus hogares, centros de estudio y en
las iglesias les han inculcado eso, como idea para mantenerlos alejados de la
drogadicción. De ser así, parece estar funcionando la estrategia, aunque no
corresponda a la realidad. Es como la metáfora del infierno, como disuasivo para
llevar una vida apegada a las reglas morales de la sociedad cristiana. A propósito,
un 60 por ciento de los jóvenes aún creen en dicha metáfora (57% de católicos y
65% de los evangélicos). Por otro lado, estos datos parecen indicar que si se
despenaliza el consumo de las drogas no aumentaría mucho su (ab)uso. De
hecho, dada la actual debilidad del Estado guatemalteco no hay control alguno
sobre lo que los individuos hacen o dejan de hacer en su ámbito privado.

En relación a la sexualidad, también llama la atención que sólo un 46 por ciento de


los encuestados confiesa haber tenido relaciones sexuales alguna vez en su vida.
Las comparaciones con México (2010) reflejan menor actividad sexual de los
jóvenes guatemaltecos en todos los rangos de edad: de 15 a 19 años, 34 versus
23 por ciento; de 20 a 24 años, 76 versus 64 por ciento; y de 25 a 29 años 89
versus 80 por ciento. Este tema lo abordaremos en la próxima entrega.

En Guatemala, a pesar de que la mayoría de la población es moza , la


incidencia de los jóvenes no se ve reflejada en la toma de decisiones o
en la ocupación de cargos de alto rango en las entidades públicas y
privadas.
La distribución de la población, basado en 15 millones de habitantes. (Fuente INE)

Por lo anterior, al cuestionar a jóvenes y a líderes que trabajan


directamente con este sector, se obtiene que la falta de oportunidad, el
desempleo, la discriminación y la violencia, son los principales problemas
que aquejan a la juventud guatemalteca.

Falta de oportunidad

El defensor de la Juventud de la
Procuraduría de Derechos Humanos
(PDH), Abner Paredes, asegura que
en el actual contexto electoral es más
fácil identificar los pocos espacios de
participación con los que se cuenta.

Sin embargo, la poca apertura para este sector no solo se puede percibir en la
política, ya que para Fernando Méndez, del Colectivo Arters Crew, y para Tania
Morales, que dirige la Compañía de danza Chevah, en el deporte y el arte también
se pueden apreciar muchas puertas cerradas.

Desempleo

También visto por muchos como una falta de


oportunidad, el desempleo es otra de las
dificultades que incide en la juventud. Esta
condición afecta de manera directa la economía
no solo de este grupo, sino también del país.
Discriminación

Méndez considera que el poco acceso a


empleo y a puestos de toma de decisión se
debe a la creencia de que el joven no puede
asumir responsabilidades de peso por “su
poco conocimiento o inexperiencia”.

Violencia

El grupo más afectado por la violencia,


también son los jóvenes, indica Paredes,
que asegura que esto puede ser
constatado con las estadísticas de
homicidios violentos de las instituciones de
seguridad.
BIBLIOGRAFIA

Organización Panamericana de la Salud .Salud del Adolescente .OPS/OMS

Washington.1995.P.

Organización Panamericana de la Salud .Manual de Salud para la atención del


adolescente. Serie Paltex. 199 p .

México DF SSR. 1994. 34-41.

Dirección General de Salud Reproductiva .Secretaria de Salud México .En Buen


Plan .Curso de Atención a la Salud Reproductiva para Adolescentes.

Nelson ,V :Tratado de Pediatría ,Salvat Editores S.A. ; 1995 .

Martínez Gómez C : Salud Familiar. Ed Científico Técnica ,La Habana ,2001


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