ACTIVIDAD PRÁCTICA I – HISTORIA AMERICANA I

1. El documento a analizar presenta varios problemas que son consecuencia de eventos

desarrollados en la primera mitad del siglo XVI. Por un lado nos informa acerca de
diversos actores políticos, económicos y clericales que se encuentran en disputa, por lo
que deben acudir al monarca Carlos V quien podrá resolver el litigio en cuestión. Es
evidente las posiciones enfrentadas por las autoridades eclesiásticas y los
conquistadores españoles que haciendo uso, y según el clero abuso, de los nativos
indígenas provocan la destrucción de los mismos y pervierten la misión
evangelizadora de la Iglesia Católica.
El documento como bien su nombre lo indica es una petición para que el rey pueda
obtener la “versión” de los encomenderos sobre la situación en los territorios
obtenidos a partir de los descubrimientos de finales del siglo XIV. En ella los españoles
defienden su papel en Nueva España donde no hacen sino alegar que han cumplido su
orden recibida de Europa; esto es, llevar a cabo la tarea de obtener riquezas para la
corona. Sin embargo, mencionan que debido a la “interferencia” de Bartolomé de Las
Casas, fraile dominico, los vasallos del rey han visto perjudicada su imagen ante la
autoridad ibérica debido a una descripción proporcionada por el clérigo donde los
acusa de abuso a los indios. Su acusación cobra mayor importancia cuando años atrás
el fraile publica un “Tratado de las Indias” donde manifiesta todas las atrocidades que
cometen los españoles a la población nativa. Aunque se trata de un trabajo exagerado,
la importancia de la obra busca generar alarma e indignación en las altas esferas del
poder, incluidas la misma Iglesia Católica.
Ante estas quejas y demás hechos el monarca expide lo que se denominó “Las Leyes
Nuevas”, donde arrebataba gran cantidad de beneficios a los encomenderos y limitaba
su poder político y económico. Esta nueva medida generó protestas y pedidos de
anulación al monarca mediante todo tipo de estrategias, las cuales a veces incluía
cuantiosas sumas de dinero a cambio de cancelar las Leyes. Los encomenderos
argumentan también que sin la encomienda y todos sus beneficios, sería imposible la
obtención de los enormes botines de los cuales, señalan, son enviados al rey. Incluso
exponen que el clérigo no está capacitado para desempeñar su función
evangelizadora, que desconoce las tierras de los indios y que existe mejor personal
para llevar a cabo la tarea eclesiástica.

2. De acuerdo a los distintos textos usados para el análisis, en primer lugar los
encomenderos buscaban recuperar su poder económico y político derivado de la
encomienda y el uso de mano de obra indígena en la extracción de metales preciosos.
Como se había mencionado anteriormente, los españoles que poseían títulos y
encomiendas a su cargo buscaban la reinstauración de la misma mediante la anulación
de un conjunto de leyes emitidas por el rey Carlos V. no obstante si realizamos una
mirada más de cerca a la realidad de las tierras adquiridas por los conquistadores,
podemos ver que dichas leyes no sólo afectaban a los encomenderos y la autoridad
real, sino también a los locales y las distintas jerarquías que se habían conformado.
Los métodos de sometimiento para acatar la autoridad ibérica podían ser varios ya
 fuera mediante la aceptación directa de subordinación de los indios a un encomendero
determinado o mediante una alianza con un jefe local que pudiera intermediar entre
los conquistadores y los indígenas, generando a veces mejores o peores resultados.
Otra consecuencia fruto de las leyes emitidas por el monarca era que los
descendientes de los conquistadores o encomenderos no podrían heredar los
beneficios cualesquiera que fueran, tanto en tierras y riqueza como en indígenas. A su
vez, debían mantener y conservar físicamente en buenas condiciones a los nativos a su
cargo, como también la no esclavización de pobladores al término de una guerra.
Las Leyes Nuevas afectaban en múltiples aspectos a todos los actores tanto en el
Nuevo como en el Viejo mundo y su rechazo en Nueva España fue masivo tanto por los
encomenderos como por ciertos clérigos que obtenían ciertos beneficios económicos
por la explotación de la mano de obra nativa. Fuera del impacto que las leyes tenían,
uno de los objetivos era poder quitar la interferencia del mencionado fraile dominico
Bartolomé de Las Casas, cuestión mencionada en el documento analizado. Es
importante destacar que los redactores mencionan de manera no específica la falta de
preparación y experiencia, en un claro intento de desprestigio, que tenían el fraile en
cuestiones eclesiásticas, lo cual es evidenciado en el texto de Maclachlan a anteriores
litigios en los que se vio vinculado Las Casas y de los cuales no obtuvo más que
fracasos a causa de su inexperiencia política en las apelaciones ante el monarca o las
autoridades.

3. Aparte de las consecuencias económicas que generó las Leyes Nuevas, no son
producto simplemente de reclamos procedentes de un solo miembro eclesiástico, sino
que como lo menciona Guillermo Céspedes en el capítulo IV de su obra varios
miembros de la Iglesia Católica realizaron reclamos a las autoridades por el uso y
abuso que caía sobre la población nativa. El autor señala que en 1512 se trató
mediante las denominadas Leyes de Burgos, proyecto bastante utópico añade
Céspedes, provocar que los indios trabajaran voluntariamente. Esta implementación
carecía de efectividad pues los nativos eran explotados masivamente y rehuían del
tipo de trabajo que pretendían los encomenderos así como de su duración de jornada.
Sin embargo no fue el único problema debatido durante la primera mitad del siglo XVI
ya que incluso aún se seguía cuestionando la “humanidad” de los indios por lo que se
debió reunir en ocasiones un grupo de abogados, teólogos y demás personal para
debatir y resolver si los indígenas eran o no seres humanos. Hubo posturas
evidentemente opuestas incluso algunos usaron de base textos de Aristóteles o San
Agustín para justificar la esclavitud de la población de Nueva España sobre el
argumento de que existían ciertas razas que eran naturalmente más propensas a esa
explotación.
Otra cuestión en debate fue la conversión de los indios, la cual en muchos casos era
forzosas y no producías los resultados esperados ya que muchos indígenas renegaban
de la nueva fe impuesta a la fuerza mientras que otros se mostraban como cristianos
“nominales” pero profesaban en su vida cotidiana y privada el culto a sus anteriores
dioses. Este tipo de situaciones era usado en varias ocasiones por los conquistadores
para justificar su accionar y así disponer de los nativos como más quisieran.
Finalmente el problema más importante fue la encomienda en sí misma, ya que
provocaba no sólo un masivo enriquecimiento de los encomenderos sino que destruía
en múltiples aspecto a la mano de obra esclavizada. Miembros de la iglesia
argumentaban que podía obtenerse riquezas para la corona pero no a costa de
semejante explotación, mientras que los conquistadores, horrorizados, buscaban
mantener su dominio y por todos los medios pronosticaban consecuencias
catastróficas si era eliminada. Los beneficios de la encomienda son conocidos pero
también generaban una masiva disminución en la población ya fuera por migraciones
o muerte a causa de las fatigosas jornadas de trabajo a las que eran sometidos los
nativos.