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UNIVERSIDAD CRISTIANA DE BOLIVIA – UCEBOL

HIGOR BATISTA FREITAS - 62522


GRUPO: P2
ASSIGNATURA: ANATOMIA I
CARRERA: MEDICINA

“CANCER DE HUESO”

SANTA CRUZ DE LA SIERRA – BO


2019
Sumário

Tumores óseos ........................................................................................ 3


Metástasis en los huesos......................................................................... 4
Cánceres de la sangre ............................................................................. 5
Tipos de cáncer de huesos ...................................................................... 5
Osteosarcoma ......................................................................................... 5
Condrosarcoma ....................................................................................... 5
Sarcoma de Ewing ................................................................................... 6
Cordoma .................................................................................................. 6
Causas posibles ...................................................................................... 7
Los síntomas ........................................................................................... 8
Diagnóstico .............................................................................................. 8
Tratamiento.............................................................................................. 9
Efectos secundarios del tratamiento .................................................. 10
Cáncer osteosarcoma infantil ................................................................ 11
Factores de riesgo para padecer osteosarcoma infantil ........................ 11
Síntomas del osteosarcoma infantil ....................................................... 12
Diagnóstico ............................................................................................ 12
Tratamiento............................................................................................ 13
Tratamiento quirúrgico ........................................................................... 13
Quimioterapia ........................................................................................ 13
Efectos secundarios a corto y a largo plazo ....................................... 14
Probabilidades de curación.................................................................... 14
Nuevos tratamientos .............................................................................. 15
Tasas de supervivencia del cáncer de hueso ........................................ 15
¿Qué es tasa relativa de supervivencia a 5 años? ............................. 15
¿De dónde provienen estos porcentajes? .......................................... 15
Tasas relativas de supervivencia a 5 años del cáncer de hueso ....... 16
Condrosarcoma .................................................................................. 16
Cordoma ............................................................................................ 16
Cómo entender los porcentajes ......................................................... 17
Cuestionario........................................................................................... 18
Bibliografia ............................................................................................. 20
Tumores óseos
Varias clases diferentes de tumores pueden crecer en los huesos:
tumores de hueso, los cuales se forman a partir de tejido óseo y pueden ser
malignos(cancerosox) benignos (no cancerosos), tumores metastáticos (tumores
que se forman de células cancerosas que crecieron en otras partes del cuerpo y
luego se extendieron a los huesos).

Los tumores malignos de hueso (cánceres de hueso) son menos comunes


que los tumores de hueso benignos. Ambos tipos de tumores de hueso pueden
crecer y comprimir el tejido óseo sano, pero, generalmente, los tumores benignos
no se diseminan o destruyen el tejido óseo y rara vez son una amenaza para la
vida.
Los tumores de hueso están incluidos en una categoría más amplia de
cánceres llamados sarcomas. (Los sarcomas de tejido blando—que comienzan
en el músculo, en la grasa, en el tejido fibroso, en los vasos sanguíneos o en otro
tejido de soporte del cuerpo, incluyendo el sarcoma sinovial—no se tratan en
esta hoja informativa).
El cáncer de hueso es raro. Representa mucho menos del 1 % de todos
los cánceres nuevos diagnosticados. En 2018, se calcula que 3450 nuevos casos
de cáncer primario de huesos serán diagnosticados en los Estados Unidos.
Un cáncer que tiene metástasis (que se disemina) a los huesos de otras
partes del cuerpo se llama metastático o cáncer (secundario) de hueso y se
relaciona por el órgano o tejido en el cual comenzó como, por ejemplo, el cáncer
de seno que se ha metastatizado al hueso. En adultos, los tumores cancerosos
que han tenido metástasis a los huesos son mucho más comunes que el cáncer
de hueso. Por ejemplo, a finales de 2008, se calcula que 280 000 adultos entre
18 y 64 años, en los Estados Unidos estaban viviendo con cáncer metastático
en los huesos.
Aunque la mayoría de los tipos de cáncer pueden diseminarse a los
huesos, la metástasis ósea es particularmente probable con ciertos tipos de
cáncer, incluyendo cáncer de seno y cáncer de próstata. Los tumores
metastáticos en los huesos pueden causar fracturas, dolor y concentraciones
anormalmente altas de calcio en la sangre, una afección llamada hipercalcemia.

Metástasis en los huesos


La mayoría de las veces cuando a una persona con cáncer le informan
que tiene cáncer en los huesos, el médico se refiere a un cáncer que se propagó
a los huesos desde otra parte. Esto se denomina cáncer metastásico, y puede
ocurrir en muchos tipos diferentes de cáncer avanzado, como el cáncer de seno,
el cáncer de próstata y el cáncer de pulmón. Cuando se observan las células
cancerosas en el hueso al microscopio, tienen el mismo aspecto que el tejido del
cual provienen.

Por lo tanto, si una persona tiene cáncer de pulmón que se ha propagado


a los huesos, las células cancerosas presentes en el hueso tienen el aspecto de
las células del cáncer de pulmón y seguirán comportándose como tales. No
tienen el aspecto de las células de cáncer de hueso ni se comportan como éstas,
aunque estén en los huesos. Dado que estas células cancerosas siguen
comportándose como células de cáncer de pulmón, deben tratarse con
medicamentos que actúan contra el cáncer de pulmón.
Cánceres de la sangre
Otros tipos de cáncer que, en ocasiones, se denominan “cáncer de hueso”
tienen su origen en las células formadoras de sangre de la médula ósea, no en
el hueso en sí.
El mieloma múltiple es el cáncer más común que se origina en la médula
ósea y que causa tumores en los huesos. Otro cáncer que se origina de la
médula ósea es la leucemia. En ocasiones los linfomas, que con mayor
frecuencia se originan en los ganglios linfáticos, pueden originarse en la médula
ósea. Estos cánceres de la sangre no se discuten en este artículo.

Tipos de cáncer de huesos


Tipos de cáncer de huesos son definidos por las células en el hueso que
les da lugar.

Osteosarcoma
Osteosarcoma surge de células que forman huesos llamadas
osteoblastos en tejido osteoide (tejido óseo inmaduro). Este tumor sucede
normalmente en el brazo cerca del hombro y en la pierna, cerca de la rodilla en
niños, adolescentes y adultos jóvenes, pero puede ocurrir en cualquier hueso,
especialmente en adultos mayores. A menudo crece rápidamente y se disemina
a otras partes del cuerpo, incluyendo a los pulmones. El riesgo de osteosarcoma
es mayor entre los niños y adolescentes de 10 a 19 años. Los hombres tienen
más probabilidad que las mujeres de presentar osteosarcomas. Entre los niños,
el osteosarcoma es más común en los negros y en otros grupos raciales o
étnicos que en los blancos, pero, entre los adultos, es más común que se
presente en los blancos que en otros grupos raciales o étnicos. Las personas
que tienen enfermedad de Paget (una afección ósea benigna caracterizada por
la formación anormal de células óseas nuevas) o antecedentes de radiación a
sus huesos tienen también un mayor riesgo de presentar osteosarcoma.

Condrosarcoma
El condrosarcoma comienza en el tejido cartilaginoso. El cartílago es un
tipo de tejido conjuntivo que cubre los extremos de los huesos y recubre las
articulaciones. El condrosarcoma se forma con más frecuencia en la pelvis, la
parte superior de la pierna y el hombro y generalmente crece lentamente, aunque
a veces puede crecer rápidamente y extenderse a otras partes del cuerpo. El
condrosarcoma ocurre principalmente en los adultos de más edad (mayores de
40 años). El riesgo aumenta con la edad avanzada. Un tipo raro de
condrosarcoma llamado condrosarcoma extraesquelético no se forma en el
cartílago de los huesos. En vez de eso, se forma en los tejidos blandos de la
parte superior de los brazos y las piernas.
Sarcoma de Ewing
El sarcoma de Ewing surge generalmente en el hueso, pero puede
también rara vez surgir en tejido blando (músculo, grasa, tejido fibroso, vasos
sanguíneos o en otro tejido de soporte).

El sarcoma de Ewing suele formarse en la pelvis, las piernas o las


costillas, pero puede formarse en cualquier hueso. A menudo crece rápidamente
y se disemina a otras partes del cuerpo, incluyendo a los pulmones. El riesgo de
sarcoma de Ewing es mayor en niños y adolescentes menores de 19 años. Los
niños tienen más probabilidad de padecer sarcoma de Ewing que las niñas. El
sarcoma de Ewing es mucho más común en los blancos que en los negros y
asiáticos.

Cordoma
El cordoma es un tumor muy raro que se forma en los huesos de la
columna vertebral. Estos tumores generalmente ocurren en adultos mayores y
normalmente se forman en la base de la columna vertebral (sacro) y en la base
del cráneo. Los hombres son diagnosticados con cordoma casi dos veces más
que las mujeres. Cuando se presentan en jóvenes y niños, normalmente se
encuentran en la base del cráneo y de la columna cervical (cuello).
Varios tipos de tumores óseos benignos pueden, en casos excepcionales,
convertirse en malignos y diseminarse a otras partes del cuerpo. Estos incluyen
el tumor de células gigantes de hueso (llamado también osteoclastoma) y
osteoblastoma. Los tumores de células gigantes de los huesos ocurren
principalmente en los extremos de los huesos largos de brazos y piernas, con
frecuencia cerca de la articulación de la rodilla. Estos tumores, que suelen ocurrir
en adultos jóvenes y de mediana edad, pueden ser localmente agresivos,
causando la destrucción del hueso. En casos raros, pueden diseminarse
(metastatizarse), a menudo a los pulmones. El osteoblastoma remplaza al tejido
óseo duro normal con una forma más débil que se dice osteoide. Este tumor
ocurre principalmente en la columna. Es de crecimiento lento y se presenta en
adultos jóvenes y de mediana edad. Se han reportado casos raros de este tumor
que se vuelve maligno.

Causas posibles
Aunque el cáncer de hueso no tiene una causa claramente definida, los
investigadores han identificado varios factores que aumentan la probabilidad de
que se presenten estos tumores.
Tratamiento previo de cáncer con radiación, quimioterapia o trasplante de
células madre. El osteosarcoma ocurre más frecuentemente en personas que
han recibido altas dosis de radioterapia externa (especialmente en el lugar del
cuerpo donde se aplicó la radiación) o tratamiento con ciertos fármacos contra el
cáncer, especialmente; sustancias alquilantes; quienes fueron tratados en la
infancia tienen un riesgo especial. Además, el osteosarcoma se presenta en un
pequeño porcentaje (aproximadamente 5 %) de los niños que se sometieron a
un trasplante mieloablativo de células madre hematopoyéticas.
Ciertas circunstancias hereditarias. Un pequeño número de cánceres de
hueso se deben a circunstancias hereditarias. Por ejemplo, los niños que han
tenido retinoblastoma hereditaria (un cáncer poco común de los ojos) tienen un
riesgo mayor de presentar osteosarcoma, en especial si son tratados con
radiación. Los miembros de familias con síndrome de Li-Fraumeni tienen un
riesgo mayor de osteosarcoma y de condrosarcoma, así como otros tipos de
cáncer. Además, las personas que tienen defectos hereditarios de los huesos
tienen un mayor riesgo de por vida de presentar condrosarcomas.
El cordoma infantil está vinculado a esclerosis tuberosa compleja, un trastorno
genético en el cual se forman tumores benignos en los riñones, el cerebro, los
ojos, el corazón, los pulmones y la piel. Aunque el sarcoma de Ewing no está
fuertemente asociado con ninguno de los síndromes de cáncer hereditarios o
enfermedades congénitas de la infancia, la evidencia acumulada sugiere un
fuerte componente genético hereditario del riesgo de sarcoma de Ewing.
Ciertas afecciones óseas benignas. Las personas mayores de 40 años
que tienen la enfermedad ósea de Paget (una afección benigna caracterizada
por la formación anormal de células óseas nuevas) tienen un riesgo mayor de
presentar osteosarcoma.

Los síntomas
El dolor es el síntoma más común de cáncer de hueso, pero no todos los
cánceres de hueso causan dolor. Dolor inusual o persistente o hinchazón en un
hueso o cerca de él pueden ser causados por cáncer o por otras afecciones.
Otros síntomas de cáncer de hueso incluyen un bulto (que puede sentirse suave
y cálido) en los brazos, las piernas, el pecho o la pelvis; fiebre inexplicable; y un
hueso que se rompe sin razón conocida. Es importante ver a un médico para
determinar la causa de cualquier síntoma de huesos.

Diagnóstico
Para ayudar a diagnosticar el cáncer de hueso, el médico pregunta acerca
de los antecedentes médicos familiares y personales del paciente. Además,
realiza un examen físico y puede ordenar otros exámenes de laboratorio y
de diagnóstico. Estos exámenes pueden ser los siguientes:
1) Rayos X, los cuales pueden mostrar el sitio, tamaño y forma de un
tumor óseo. Si los rayos X sugieren que un área anormal puede
ser cancerosa, el médico probablemente recomendará pruebas
especiales de imágenes. Incluso si los rayos X sugieren que un
área anormal es benigna, el médico puede querer hacer más
pruebas, especialmente si el paciente está experimentando dolor
inusual e persistente.
2) Gammagrafía ósea, la cual es una prueba en la que una pequeña
cantidad de material radiactivo se inyecta en un vaso sanguíneo y
viaja por el torrente sanguíneo; se acumula en los huesos y es
detectado por un escáner.
3) Tomografía computarizada (TC o exploración de TAC), la cual es
una serie de imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo,
tomadas desde ángulos diferentes, que son creadas por una
computadora conectada a una máquina de rayos X.
4) Procedimiento de imágenes de resonancia magnetica (RM), utiliza
un poderoso imán vinculado a una computadora para crear
imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo sin utilizar
rayos X.
5) Tomografía por emisión de positrones (PET), es la que usa una
cantidad pequeña de glucosa radiactiva (azúcar) inyectada en una
vena, y un escáner toma imágenes detalladas computarizadas de
áreas internas del cuerpo en donde se usa la glucosa. Debido a
que las células cancerosas a menudo usan más glucosa que las
células normales, las imágenes se pueden usar para encontrar
células cancerosas en el cuerpo.
6) Angiograma, el cual es una radiografía de vasos sanguíneos.
7) Biopsia, (extracción de muestra de tejido de un tumor óseo) para
determinar si hay cáncer presente. El cirujano puede efectuar
una biopsia de aguja, una biopsia excisional, o una biopsia
incisional. En una biopsia de aguja, el cirujano hace una pequeña
perforación en el hueso y extrae una muestra de tejido del tumor
con un instrumento como aguja. Para la biopsia excisional, el
cirujano extirpa todo el tumor o área sospechosa para el
diagnóstico. En una biopsia por incisión, el cirujano hace un corte
en el tumor y extrae una muestra de tejido. Las biopsias las efectúa
mejor un oncólogo ortopeda (un médico experimentado en el
tratamiento de cáncer de hueso), porque la colocación de la
incisión de la biopsia puede influir en las opciones quirúrgicas
posteriores. Un patólogo (un médico que identifica enfermedades
al estudiar las células y tejidos al microscopio) examina el tejido
para determinar si es canceroso.
8) Análisis de sangre para determinar la concentración de
dos enzimas llamadas fosfatasa alcalina y deshidrogenasa láctica.
Grandes cantidades de estas enzimas pueden estar presentes en
la sangre de personas con osteosarcoma o con sarcoma de Ewing.
Concentraciones sanguíneas altas de fosfatasa alcalina ocurren
cuando las células que forman el tejido óseo están muy activas —
cuando los niños están creciendo, cuando un hueso fracturado se
está curando o cuando una enfermedad o un tumor causa la
producción anormal de tejido óseo. Ya que las concentraciones
altas de fosfatasa alcalina son normales en niños y adolescentes
en crecimiento, esta prueba no es un indicador confiable de cáncer
de hueso.

Tratamiento
Las opciones de tratamiento dependen del tipo, tamaño, sitio y estadio o
etapa del cáncer, así como de la edad y salud en general de la persona.
Las opciones de tratamiento para cáncer de hueso incluyen cirugía,
quimioterapia, radioterapia, criocirugía y terapia dirigida.
Cirugía es el tratamiento habitual para el cáncer de hueso. El cirujano
extirpa todo el tumor con márgenes negativos (es decir, no hay células
cancerosas en el borde del tejido extirpado durante la cirugía). El cirujano puede
también usar técnicas quirúrgicas especiales para minimizar la cantidad de tejido
sano extraído junto con el tumor.
Avances dramáticos en las técnicas quirúrgicas y tratamiento
preoperatorio de tumores han hecho posible que la mayoría de los pacientes con
cáncer de hueso en un brazo o en una pierna eviten procedimientos quirúrgicos
radicales (es decir, la eliminación de toda una extremidad). Sin embargo, la
mayoría de los pacientes que se someten a cirugía para salvar la extremidad
necesitan cirugía reconstructiva para recuperar la función de la extremidad.
Quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas.
Los pacientes que tienen sarcoma de Ewing (de diagnóstico reciente
y recurrente) u osteosarcoma de diagnóstico reciente, generalmente reciben una
combinación de fármacos anticancerosos antes de someterse a la cirugía. La
quimioterapia generalmente no se usa para tratar el condrosarcoma o
el cordoma.
Radioterapia, llamada también terapia de radiación, comprende el uso
de rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. Este tratamiento
puede usarse en combinación con cirugía. Puede usarse también con otros
tratamientos para osteosarcoma, condrosarcoma y cordoma, especialmente
cuando queda una pequeña cantidad de cáncer después de la cirugía. Es posible
que se use también para pacientes que no tendrán cirugía.
Una sustancia radiactiva que se acumula en el hueso, llamada samario, es una
forma interna de radioterapia que puede usarse sola o con trasplante de células
madre para tratar el osteosarcoma que ha regresado después de tratamiento en
un hueso diferente.
Criocirugía es el uso de nitrógeno líquido para congelar y destruir
células. Esta técnica puede usarse algunas veces en vez de cirugía
convencional para destruir tumores en el hueso.
Terapia dirigida es el uso de un fármaco diseñado para interactuar con
una moléculaespecífica implicada en el crecimiento y diseminación de células
cancerosas. El anticuerpo monoclonal denosumab (Xgeva®) es una terapia
dirigida aprobada para tratar a adultos y adolescentes maduros
esqueléticamente con tumores de células gigantes de hueso que no se pueden
extirpar con cirugía. Impide la destrucción de hueso causada por un tipo de célula
ósea llamada osteoclasto.
Efectos secundarios del tratamiento
Las personas que han recibido tratamiento para cáncer de hueso tienen
una mayor probabilidad de padecer efectos tardíos del tratamiento conforme
ellas envejecen. Estos efectos tardíos dependen del tipo de tratamiento y de la
edad del paciente durante el tratamiento e incluyen problemas físicos que
comprenden el corazón, los pulmones, los oídos, la fecundidad y los huesos;
problemas neurológicos, y segundos cánceres (leucemia mieloide
aguda, síndromes mielodisplásicos y sarcoma inducido por radiación). El
tratamiento de tumores óseos con criocirugía puede ocasionar la destrucción de
tejido óseo cercano y dar como resultado fracturas, pero estos efectos pueden
no verse por algún tiempo después del tratamiento inicial.
El cáncer de hueso algunas veces hace metástasis, especialmente a los
pulmones, o puede regresar (tener recidiva), ya sea al mismo sitio o a otros
huesos del cuerpo. Las personas que han tenido cáncer de hueso deberán ver
a su médico con regularidad y reportar de inmediato cualquier síntoma inusual.
El seguimiento varía según tipos y estadios (etapas) diferentes de cáncer de
hueso. Generalmente, los pacientes se hacen examinar frecuentemente por el
médico y tienen análisis de sangre y rayos x con regularidad. Los cuidados
de seguimiento regulares aseguran que los cambios en la salud se discuten y
que los problemas se tratan tan pronto como sea posible.

Cáncer osteosarcoma infantil


El osteosarcoma es el tipo más frecuente de cáncer de huesos, y
representa aproximadamente un 3% de los cánceres que ocurren en la infancia.
Aunque hay otros tipos de cáncer que, a la larga, se acaban extendiendo a partes
del esqueleto, el osteosarcoma es uno de los pocos cánceres que se empiezan
a desarrollar en los huesos y a veces se propaga (o hace metástasis) a otras
partes del cuerpo, generalmente, los pulmones u otros huesos.
Puesto que el osteosarcoma se suele desarrollar a partir de
los osteoblastos (las células que ayudan a crecer a los huesos), tiende a afectar
a los adolescentes que están experimentando el estirón propio de la
adolescencia. Hay una mayor incidencia de osteosarcoma en los niños que en
las niñas, y la mayoría de los casos de osteosarcoma afecta a la rodilla.
La mayoría de los osteosarcomas surgen a partir de errores aleatorios e
impredecibles en el ADN de células óseas en proceso de crecimiento durante
periodos de intenso crecimiento óseo. En la actualidad, no existe ninguna forma
eficaz de prevenir este tipo de cáncer. Pero, con un diagnóstico y un tratamiento
adecuados, la mayoría de los niños con osteosarcoma se recuperan.

Factores de riesgo para padecer osteosarcoma infantil


El osteosarcoma se ve con más frecuencia en adolescentes varones. Los
adolescentes diagnosticados de osteosarcoma tienden a ser altos para su edad,
lo que sugiere que el rápido crecimiento óseo favorece el desarrollo de esta
enfermedad.
Los niños que han heredado uno de los síndromes de cáncer
raros también tienen un mayor riesgo de desarrollar osteosarcoma. Estos
síndromes incluyen el retinoblastoma (un tumor maligno que se desarrolla en la
retina, una parte del ojo, generalmente en niños menores de 2 años) y
el síndrome de Li-Fraumeni (un tipo de mutación genética hereditaria, o cambio
en los genes de la persona).
Puesto que la exposición a la radiación es otro desencadenante de las
mutaciones en el ADN, los niños que han recibido radioterapia para episodios
previos de cáncer también tienen un mayor riesgo de padecer osteosarcoma.

Síntomas del osteosarcoma infantil


Los síntomas más comunes del osteosarcoma son dolor e hinchazón en
el brazo o la pierna. Tiende a afectar a los huesos largos del cuerpo, como los
ubicados encima y debajo de la rodilla o en la parte superior del brazo, cerca del
hombro.
El dolor puede empeorar al hacer ejercicio físico o por la noche, y se
puede formar un bulto o hinchazón en el área afectada hasta varias semanas
después de que empiece el dolor. El dolor que despierta al niño repetidamente
por la noche o el dolor en reposo son síntomas especialmente preocupantes.
En el osteosarcoma que afecta a la pierna, el niño puede empezar a cojear
de forma inexplicable. En algunos casos, el primer signo de la enfermedad es
una fractura en el brazo o en la pierna, que ocurre porque el cáncer ha debilitado
el hueso y lo ha hecho más vulnerable a la rotura.
Si su hijo presenta cualquiera de estos síntomas, es importante que lo
lleve al médico.

Diagnóstico
Para diagnosticar un osteosarcoma, el médico examinará al paciente,
hará una entrevista detallada a él y a sus padres para obtener sus antecedentes
médicos y solicitará radiografías para detectar cualquier tipo de cambio en su
estructura ósea.
Es posible que también solicite otras pruebas, como una resonancia
magnética del área afectada, que permitirá encontrar la mejor área para tomar
una biopsia e indicará si el osteosarcoma se ha extendido del hueso a los
músculos y al tejido adiposo (grasa) circundante. La biopsia de puede obtener
cortando o raspando un pequeño fragmento del tejido afectado o bien extrayendo
la muestra mediante aguja y jeringuilla.
En las biopsias de aguja, los médicos utilizan una aguja larga y hueca
para extraer una muestra del tumor. Normalmente se utiliza anestesia local (un
medicamento que duerme el área de la biopsia para que el paciente no sienta
dolor). O el médico puede solicitar una biopsia abierta, en la cual el cirujano
extrae una parte del tumor en un quirófano mientras el niño permanece dormido
bajo anestesia general.
El médico solicita la biopsia de hueso para obtener una muestra del tumor
a fin de examinarla en un laboratorio. Lo mejor es que esta biopsia la tome un
cirujano ortopédico con experiencia en el tratamiento del osteosarcoma
(oncólogo ortopédico).
Si el médico diagnostica un osteosarcoma, seguidamente solicitará una
tomografía computarizada de tórax, una gammagrafía ósea y, a veces,
resonancias magnéticas adicionales. Una vez iniciado el tratamiento, la
repetición de estas pruebas ayudará a saber lo eficaz que está siendo el
tratamiento y si el cáncer se sigue extendiendo.

Tratamiento
El tratamiento del osteosarcoma en los niños incluye la quimioterapia (el
uso de medicamentos para destruir las células cancerosas y reducir el cáncer)
seguida de la cirugía (para extirpar las células cancerosos o tumores) y luego de
más quimioterapia (para destruir cualquier célula cancerosa que pueda haber
resistido y minimizar las probabilidades de que reaparezca el cáncer).
La cirugía suele permitir extirpar con eficacia el cáncer de huesos,
mientras que la quimioterapia ayuda a eliminar las células cancerosas que
permanecen en el cuerpo.

Tratamiento quirúrgico
Los tratamientos quirúrgicos del osteosarcoma consisten en la
amputación o bien en la cirugía de salvamento de la extremidad.
Hoy en día, la mayoría de los adolescentes que padecen osteosarcomas
de brazo o de pierna se tratan con intervenciones de salvamento de la
extremidad en vez de mediante amputación. En la cirugía de salvamento de la
extremidad, se extirpa el hueso y el músculo afectados por el osteosarcoma, lo
que deja un hueco que se rellena mediante injerto óseo (por lo general,
procedente de un banco de huesos) o bien, y con más frecuencia, con una
prótesis especial de metal (pieza artificial). La prótesis se puede adaptar al
tamaño del hueco.
El riesgo de infección y de fractura es mayor cuando se utiliza tejido óseo
procedente de un banco de huesos. Por lo tanto, las prótesis de metal se usan
más a menudo para la reconstrucción del hueso tras la extirpación del tumor.
Si el cáncer se ha extendido a nervios y vasos sanguíneos adyacentes al
tumor original, la amputación (la extirpación de la extremidad junto con el
osteosarcoma) suele ser la única opción posible.
Cuando el osteosarcoma se ha extendido a los pulmones u otras zonas,
también se puede acudir a la cirugía para extirpar los tumores en esas zonas.

Quimioterapia
La quimioterapia se suele administrar tanto antes como después de la
operación. Elimina pequeñas concentraciones de células cancerosas en el
cuerpo, incluso aquéllas demasiado pequeñas para que se puedan detectar
mediante pruebas de diagnóstico por imagen.
A los niños o adolescentes con osteosarcoma se les administran los
medicamentos de la quimioterapia por vía intravenosa (a través de una vena).
Estos medicamentos entran en el torrente sanguíneo y actúan eliminando el
cáncer en las partes del cuerpo a las que se ha extendido, como los pulmones u
otros órganos.
Efectos secundarios a corto y a largo plazo
La amputación tiene sus propios efectos secundarios, tanto a corto como
a largo plazo. Una persona joven tarda un mínimo de 3 a 6 meses en aprender
a usar una pierna o un brazo protésico (artificial), y esto es solo el principio de
un largo proceso de rehabilitación psicológica y social.
En el caso de la cirugía de salvamento de la extremidad, la persona suele
empezar a doblar la rodilla o la parte del cuerpo afectada casi de inmediato. Se
puede utilizar una máquina de movimiento pasivo continuo (MPC), que flexiona
y endereza continuamente la rodilla, para mejorar el movimiento cuando el tumor
afectaba a tejidos circundantes a la rodilla.
La fisioterapia y la rehabilitación, aplicada durante un período de 6 a 12
meses tras la intervención, suelen permitir que el niño ande, al principio con la
ayuda de un andador o muletas y luego sin ningún dispositivo asistencial.
Las complicaciones iniciales de la intervención incluyen la infección y la
cicatrización lenta de la herida quirúrgica. Así mismo, es posible que sea
necesario sustituir la prótesis metálica o el injerto procedente del banco de
huesos conforme el niño vaya creciendo, aunque hay algunas prótesis que se
adaptan al proceso de crecimiento.
Otros problemas tardíos pueden incluir la fractura del injerto procedente
del banco de huesos o que el injerto no se una bien al hueso del niño, lo que
podría requerir más operaciones.
Muchos de los medicamentos que se utilizan en la quimioterapia también
se asocian al riesgo de problemas a corto y a largo plazo. Los efectos a corto
plazo incluyen la anemia, el sangrado anormal y un mayor riesgo de infección
debido a la destrucción de la médula ósea, así como lesiones renales e
irregularidades en la menstruación.
Algunos de los medicamentos de la quimioterapia conllevan el riesgo de
provocar inflamación en la vejiga y sangre en la orina, así como pérdidas
auditivas y lesiones hepáticas. Otros pueden provocar problemas en el corazón
y en la piel. Años después de haberse sometido a quimioterapia para el
osteosarcoma, los pacientes tienen un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de
cáncer.

Probabilidades de curación
Se han descrito tasas de supervivencia del 60% al 80% para
osteosarcomas que no se habían extendido más allá del tumor, pero la
supervivencia siempre dependerá del éxito de la quimioterapia.
Los osteosarcomas que ya se han extendido a otras partes del cuerpo no
siempre se pueden tratar con tanto éxito. Asimismo, un niño con osteosarcoma
en un brazo o una pierna suele tener mejor pronóstico que aquel cuya
enfermedad afecta a las costillas, los omóplatos, la columna vertebral o los
huesos de la pelvis.

Nuevos tratamientos
Se están desarrollando e investigando nuevos tratamientos de
quimioterapia con fármacos novedosos. También se está investigando el papel
que desempeñan ciertos factores de crecimiento en el desarrollo del
osteosarcoma. Estos estudios pueden permitir el desarrollo de nuevos
medicamentos que enlentezcan estos factores de crecimiento como tratamiento
contra el cáncer.
Para tratar aquellos osteosarcomas que no se pueden extirpar
quirúrgicamente, se están investigando tratamientos que usan nuevas
combinaciones de quimioterapia y de radioterapia localizada, centrada más
específicamente en las células del tumor.

Tasas de supervivencia del cáncer de hueso


Las tasas de supervivencia proporcionan una idea del porcentaje de
personas con el mismo tipo y etapa de cáncer que siguen vivas durante cierto
tiempo (generalmente 5 años) después del diagnóstico. Estas tasas no pueden
indicar cuánto tiempo usted vivirá, pero pueden ayudarle a tener un mejor
entendimiento de cuán probable es que su tratamiento sea eficaz.
Tenga en cuenta que las tasas de supervivencia son cálculos que a
menudo se basan en los resultados previos de un gran número de personas que
padecieron un cáncer específico; sin embargo, no pueden predecir lo que
sucederá en el caso particular de una persona. Estas estadísticas pueden ser
confusas y pueden ocasionar que tenga más preguntas. Hable con su médico
para saber cómo puede que estas estadísticas apliquen a usted, ya que él o ella
está familiarizado con su situación.
¿Qué es tasa relativa de supervivencia a 5 años?
Una tasa relativa de supervivencia compara a las personas que tienen el
mismo tipo (y a menudo la etapa) de cáncer con las personas en la población
general. Por ejemplo, si la tasa relativa de supervivencia a 5 años para un tipo y
etapa de cáncer de hueso es 80%, esto significa que las personas con ese
cáncer tienen, en promedio, alrededor de 80% de probabilidades, en
comparación con las personas que no padecen ese cáncer, de vivir al menos 5
años después de haber sido diagnosticadas.
¿De dónde provienen estos porcentajes?
La Sociedad Americana Contra El Cáncer obtiene la información de la
base de datos del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales
(SEER*), mantenida por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), para proporcionar
estadísticas de supervivencia para diferentes tipos de cáncer.
La base de datos de SEER lleva un registro de las tasas relativas de
supervivencia a 5 años para diferentes tipos de cáncer de hueso en los Estados
Unidos, basándose en cuán lejos se ha propagado el cáncer. Sin embargo, la
base de datos de SEER no agrupa a los cánceres según el sistema de
estadificación TNM del AJCC (etapa 1, etapa 2, etapa 3, etc.). En cambio, divide
a los grupos de cánceres en etapas localizadas, regionales y distantes:
Localizado: no hay signos de que el cáncer se haya propagado fuera del
hueso donde se originó.
Regional: el cáncer ha crecido fuera del hueso y en los huesos u otras
estructuras adyacentes, o ha llegado a los ganglios linfáticos cercanos.
Distante: el cáncer se ha propagado a otras partes distantes del cuerpo,
como a los pulmones, o a los huesos en otras partes del cuerpo.
Tasas relativas de supervivencia a 5 años del cáncer de hueso
Estos porcentajes se basan en personas diagnosticadas con ciertos tipos
de cáncer de hueso entre 2008 y 2014. Para las tasas de algunos de los otros
tipos más comunes de cáncer de hueso, consulte Tasas de supervivencia para
el osteosarcoma o Tasas de supervivencia para los tumores de Ewing.
Condrosarcoma

Etapa SEER Tasa relativa de


supervivencia a 5 años

Localizado 91%

Regional 75%

Distante 33%

Todas las etapas 80%


SEER combinadas

Cordoma

Etapa SEER Tasa relativa de


supervivencia a 5 años
Localizado 84%

Regional 81%

Distante 55%

Todas las etapas 79%


SEER combinadas

Algunos tipos de cánceres de hueso son tan infrecuentes que las tasas de
supervivencia sólo están disponibles para todas las etapas combinadas, en lugar
de para las etapas individuales de SEER. Por ejemplo, la tasa relativa de
supervivencia a 5 años del tumor óseo de células gigantes para todas las etapas
combinadas es 78%.
Cómo entender los porcentajes
Estos porcentajes aplican solo a la etapa del cáncer cuando se hizo el
diagnóstico por primera vez. No se aplican más adelante si el cáncer crece, se
propaga o regresa después del tratamiento.
Estos porcentajes no toman en cuenta todos los factores. Las tasas de
supervivencia se agrupan en función de cuán lejos se ha propagado el cáncer.
Sin embargo, otros factores, como su edad, su salud en general, el tipo y la
localización del cáncer, qué tan bien responda al tratamiento contra el cáncer,
también pueden afectar el pronóstico.
Las personas que en la actualidad reciben un diagnóstico de cáncer de
hueso pueden tener un mejor pronóstico de lo que muestran estos
porcentajes. Los tratamientos han mejorado con el pasar del tiempo, y estos
porcentajes se basan en personas que fueron diagnosticadas y tratadas al
menos 5 años antes.
Cuestionario
1) ¿Qué síntomas tiene cáncer de huesos?
Los signos y síntomas del cáncer de huesos incluyen los siguientes:
 Dolor de huesos.
 Inflamación y dolor a la palpación cerca del área afectada.
 Debilidad en los huesos, que provocan fracturas.
 Fatiga.
 Pérdida de peso involuntaria.
2) ¿Cuándo debes consultar con un médico?
Solicita una consulta con tu médico si tú o tu hijo empiezan a tener dolor
en los huesos con las siguientes características:
 Va y viene
 Empeora a la noche
 Los analgésicos de venta libre no lo alivian
3) ¿Cuáles son las principales formas de tratar el cáncer de hueso?
 Cirugía para el cáncer de hueso
 Radioterapia para el cáncer de hueso
 Quimioterapia para el cáncer de hueso
 Terapia dirigida para el cáncer de hueso
4) ¿Cómo se puede prevenirse el cáncer de hueso?
En la actualidad, no se conoce la forma de prevenir el cáncer de hueso.
5) ¿Qué causa el cáncer de hueso?
Se desconoce la causa exacta de la mayoría de los tipos de cáncer de
hueso. No obstante, los científicos han descubierto que el cáncer de hueso está
relacionado con varias afecciones, que se describen en la sección sobre
los factores de riesgo. De todas formas, la mayoría de las personas con cáncer
de hueso no tiene ningún factor de riesgo conocido. Se están llevando a cabo
investigaciones para obtener más información acerca de las causas de estos
tipos de cáncer.
6) ¿Qué es Osteosarcoma?
Es uno de los tumores óseos más comunes en niños. Suele aparecer en
torno a los 15 años, cuando el niño está creciendo. Se presenta con mayor
frecuencia en los varones. Tiene a aparecer en la espinilla (cerca de la rodilla),
el muslo o el brazo (cerca del hombro).
7) ¿Qué es Sarcoma de Ewing?
Es un tumor maligno óseo que se forma en el hueso en el tejido suave.
Afecta sobre todo a adolescentes o adultos jóvenes, aunque lo más común es
que se desarrolle en la pubertad, cuando los huesos crecen rápidamente.
8) ¿Cuáles son los factores de riesgo?
Las causas del cáncer de huesos no están claras; sin embargo, los
médicos han hallado ciertos factores que se asocian con un mayor riesgo, entre
ellos:
Síndromes genéticos heredados. Ciertos síndromes genéticos poco
frecuentes heredados de la familia aumentan el riesgo de presentar cáncer de
huesos, entre ellos el síndrome de Li-Fraumeni y el retinoblastoma hereditario.
Enfermedad ósea de Paget. La enfermedad ósea de Paget, que se
observa principalmente en adultos, puede aumentar el riesgo de que se
desarrolle cáncer de huesos en el futuro.
Radioterapia para el cáncer. La exposición a grandes dosis de radiación,
como aquellas que se emiten durante la radioterapia para el cáncer, aumenta el
riesgo de que se desarrolle cáncer de huesos en el futuro.
9) ¿Cómo se puede diagnosticar?
Con histórico medico completo y investigando los antecedentes
personales patológicos y con de otras pruebas, como una resonancia
magnética del área afectada, Biopsia, Tomografía Computarizada,
Gammagrafía Ósea
10) ¿Que se denomina cáncer de hueso metastásico?
Se refiere a un cáncer que se propagó a los huesos desde otra parte. La
mayoría de las veces cuando a una persona con cáncer le informan que tiene
cáncer en los huesos puede ser ese origen derivada de cáncer primario.
Bibliografia
1. American Society Cancer - https://www.cancer.org
2. National Cancer Institute - https://www.cancer.gov
3. Kidshealth from Nemours - https://kidshealth.org

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