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“CANCER DE HUESO”
Osteosarcoma
Osteosarcoma surge de células que forman huesos llamadas
osteoblastos en tejido osteoide (tejido óseo inmaduro). Este tumor sucede
normalmente en el brazo cerca del hombro y en la pierna, cerca de la rodilla en
niños, adolescentes y adultos jóvenes, pero puede ocurrir en cualquier hueso,
especialmente en adultos mayores. A menudo crece rápidamente y se disemina
a otras partes del cuerpo, incluyendo a los pulmones. El riesgo de osteosarcoma
es mayor entre los niños y adolescentes de 10 a 19 años. Los hombres tienen
más probabilidad que las mujeres de presentar osteosarcomas. Entre los niños,
el osteosarcoma es más común en los negros y en otros grupos raciales o
étnicos que en los blancos, pero, entre los adultos, es más común que se
presente en los blancos que en otros grupos raciales o étnicos. Las personas
que tienen enfermedad de Paget (una afección ósea benigna caracterizada por
la formación anormal de células óseas nuevas) o antecedentes de radiación a
sus huesos tienen también un mayor riesgo de presentar osteosarcoma.
Condrosarcoma
El condrosarcoma comienza en el tejido cartilaginoso. El cartílago es un
tipo de tejido conjuntivo que cubre los extremos de los huesos y recubre las
articulaciones. El condrosarcoma se forma con más frecuencia en la pelvis, la
parte superior de la pierna y el hombro y generalmente crece lentamente, aunque
a veces puede crecer rápidamente y extenderse a otras partes del cuerpo. El
condrosarcoma ocurre principalmente en los adultos de más edad (mayores de
40 años). El riesgo aumenta con la edad avanzada. Un tipo raro de
condrosarcoma llamado condrosarcoma extraesquelético no se forma en el
cartílago de los huesos. En vez de eso, se forma en los tejidos blandos de la
parte superior de los brazos y las piernas.
Sarcoma de Ewing
El sarcoma de Ewing surge generalmente en el hueso, pero puede
también rara vez surgir en tejido blando (músculo, grasa, tejido fibroso, vasos
sanguíneos o en otro tejido de soporte).
Cordoma
El cordoma es un tumor muy raro que se forma en los huesos de la
columna vertebral. Estos tumores generalmente ocurren en adultos mayores y
normalmente se forman en la base de la columna vertebral (sacro) y en la base
del cráneo. Los hombres son diagnosticados con cordoma casi dos veces más
que las mujeres. Cuando se presentan en jóvenes y niños, normalmente se
encuentran en la base del cráneo y de la columna cervical (cuello).
Varios tipos de tumores óseos benignos pueden, en casos excepcionales,
convertirse en malignos y diseminarse a otras partes del cuerpo. Estos incluyen
el tumor de células gigantes de hueso (llamado también osteoclastoma) y
osteoblastoma. Los tumores de células gigantes de los huesos ocurren
principalmente en los extremos de los huesos largos de brazos y piernas, con
frecuencia cerca de la articulación de la rodilla. Estos tumores, que suelen ocurrir
en adultos jóvenes y de mediana edad, pueden ser localmente agresivos,
causando la destrucción del hueso. En casos raros, pueden diseminarse
(metastatizarse), a menudo a los pulmones. El osteoblastoma remplaza al tejido
óseo duro normal con una forma más débil que se dice osteoide. Este tumor
ocurre principalmente en la columna. Es de crecimiento lento y se presenta en
adultos jóvenes y de mediana edad. Se han reportado casos raros de este tumor
que se vuelve maligno.
Causas posibles
Aunque el cáncer de hueso no tiene una causa claramente definida, los
investigadores han identificado varios factores que aumentan la probabilidad de
que se presenten estos tumores.
Tratamiento previo de cáncer con radiación, quimioterapia o trasplante de
células madre. El osteosarcoma ocurre más frecuentemente en personas que
han recibido altas dosis de radioterapia externa (especialmente en el lugar del
cuerpo donde se aplicó la radiación) o tratamiento con ciertos fármacos contra el
cáncer, especialmente; sustancias alquilantes; quienes fueron tratados en la
infancia tienen un riesgo especial. Además, el osteosarcoma se presenta en un
pequeño porcentaje (aproximadamente 5 %) de los niños que se sometieron a
un trasplante mieloablativo de células madre hematopoyéticas.
Ciertas circunstancias hereditarias. Un pequeño número de cánceres de
hueso se deben a circunstancias hereditarias. Por ejemplo, los niños que han
tenido retinoblastoma hereditaria (un cáncer poco común de los ojos) tienen un
riesgo mayor de presentar osteosarcoma, en especial si son tratados con
radiación. Los miembros de familias con síndrome de Li-Fraumeni tienen un
riesgo mayor de osteosarcoma y de condrosarcoma, así como otros tipos de
cáncer. Además, las personas que tienen defectos hereditarios de los huesos
tienen un mayor riesgo de por vida de presentar condrosarcomas.
El cordoma infantil está vinculado a esclerosis tuberosa compleja, un trastorno
genético en el cual se forman tumores benignos en los riñones, el cerebro, los
ojos, el corazón, los pulmones y la piel. Aunque el sarcoma de Ewing no está
fuertemente asociado con ninguno de los síndromes de cáncer hereditarios o
enfermedades congénitas de la infancia, la evidencia acumulada sugiere un
fuerte componente genético hereditario del riesgo de sarcoma de Ewing.
Ciertas afecciones óseas benignas. Las personas mayores de 40 años
que tienen la enfermedad ósea de Paget (una afección benigna caracterizada
por la formación anormal de células óseas nuevas) tienen un riesgo mayor de
presentar osteosarcoma.
Los síntomas
El dolor es el síntoma más común de cáncer de hueso, pero no todos los
cánceres de hueso causan dolor. Dolor inusual o persistente o hinchazón en un
hueso o cerca de él pueden ser causados por cáncer o por otras afecciones.
Otros síntomas de cáncer de hueso incluyen un bulto (que puede sentirse suave
y cálido) en los brazos, las piernas, el pecho o la pelvis; fiebre inexplicable; y un
hueso que se rompe sin razón conocida. Es importante ver a un médico para
determinar la causa de cualquier síntoma de huesos.
Diagnóstico
Para ayudar a diagnosticar el cáncer de hueso, el médico pregunta acerca
de los antecedentes médicos familiares y personales del paciente. Además,
realiza un examen físico y puede ordenar otros exámenes de laboratorio y
de diagnóstico. Estos exámenes pueden ser los siguientes:
1) Rayos X, los cuales pueden mostrar el sitio, tamaño y forma de un
tumor óseo. Si los rayos X sugieren que un área anormal puede
ser cancerosa, el médico probablemente recomendará pruebas
especiales de imágenes. Incluso si los rayos X sugieren que un
área anormal es benigna, el médico puede querer hacer más
pruebas, especialmente si el paciente está experimentando dolor
inusual e persistente.
2) Gammagrafía ósea, la cual es una prueba en la que una pequeña
cantidad de material radiactivo se inyecta en un vaso sanguíneo y
viaja por el torrente sanguíneo; se acumula en los huesos y es
detectado por un escáner.
3) Tomografía computarizada (TC o exploración de TAC), la cual es
una serie de imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo,
tomadas desde ángulos diferentes, que son creadas por una
computadora conectada a una máquina de rayos X.
4) Procedimiento de imágenes de resonancia magnetica (RM), utiliza
un poderoso imán vinculado a una computadora para crear
imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo sin utilizar
rayos X.
5) Tomografía por emisión de positrones (PET), es la que usa una
cantidad pequeña de glucosa radiactiva (azúcar) inyectada en una
vena, y un escáner toma imágenes detalladas computarizadas de
áreas internas del cuerpo en donde se usa la glucosa. Debido a
que las células cancerosas a menudo usan más glucosa que las
células normales, las imágenes se pueden usar para encontrar
células cancerosas en el cuerpo.
6) Angiograma, el cual es una radiografía de vasos sanguíneos.
7) Biopsia, (extracción de muestra de tejido de un tumor óseo) para
determinar si hay cáncer presente. El cirujano puede efectuar
una biopsia de aguja, una biopsia excisional, o una biopsia
incisional. En una biopsia de aguja, el cirujano hace una pequeña
perforación en el hueso y extrae una muestra de tejido del tumor
con un instrumento como aguja. Para la biopsia excisional, el
cirujano extirpa todo el tumor o área sospechosa para el
diagnóstico. En una biopsia por incisión, el cirujano hace un corte
en el tumor y extrae una muestra de tejido. Las biopsias las efectúa
mejor un oncólogo ortopeda (un médico experimentado en el
tratamiento de cáncer de hueso), porque la colocación de la
incisión de la biopsia puede influir en las opciones quirúrgicas
posteriores. Un patólogo (un médico que identifica enfermedades
al estudiar las células y tejidos al microscopio) examina el tejido
para determinar si es canceroso.
8) Análisis de sangre para determinar la concentración de
dos enzimas llamadas fosfatasa alcalina y deshidrogenasa láctica.
Grandes cantidades de estas enzimas pueden estar presentes en
la sangre de personas con osteosarcoma o con sarcoma de Ewing.
Concentraciones sanguíneas altas de fosfatasa alcalina ocurren
cuando las células que forman el tejido óseo están muy activas —
cuando los niños están creciendo, cuando un hueso fracturado se
está curando o cuando una enfermedad o un tumor causa la
producción anormal de tejido óseo. Ya que las concentraciones
altas de fosfatasa alcalina son normales en niños y adolescentes
en crecimiento, esta prueba no es un indicador confiable de cáncer
de hueso.
Tratamiento
Las opciones de tratamiento dependen del tipo, tamaño, sitio y estadio o
etapa del cáncer, así como de la edad y salud en general de la persona.
Las opciones de tratamiento para cáncer de hueso incluyen cirugía,
quimioterapia, radioterapia, criocirugía y terapia dirigida.
Cirugía es el tratamiento habitual para el cáncer de hueso. El cirujano
extirpa todo el tumor con márgenes negativos (es decir, no hay células
cancerosas en el borde del tejido extirpado durante la cirugía). El cirujano puede
también usar técnicas quirúrgicas especiales para minimizar la cantidad de tejido
sano extraído junto con el tumor.
Avances dramáticos en las técnicas quirúrgicas y tratamiento
preoperatorio de tumores han hecho posible que la mayoría de los pacientes con
cáncer de hueso en un brazo o en una pierna eviten procedimientos quirúrgicos
radicales (es decir, la eliminación de toda una extremidad). Sin embargo, la
mayoría de los pacientes que se someten a cirugía para salvar la extremidad
necesitan cirugía reconstructiva para recuperar la función de la extremidad.
Quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas.
Los pacientes que tienen sarcoma de Ewing (de diagnóstico reciente
y recurrente) u osteosarcoma de diagnóstico reciente, generalmente reciben una
combinación de fármacos anticancerosos antes de someterse a la cirugía. La
quimioterapia generalmente no se usa para tratar el condrosarcoma o
el cordoma.
Radioterapia, llamada también terapia de radiación, comprende el uso
de rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. Este tratamiento
puede usarse en combinación con cirugía. Puede usarse también con otros
tratamientos para osteosarcoma, condrosarcoma y cordoma, especialmente
cuando queda una pequeña cantidad de cáncer después de la cirugía. Es posible
que se use también para pacientes que no tendrán cirugía.
Una sustancia radiactiva que se acumula en el hueso, llamada samario, es una
forma interna de radioterapia que puede usarse sola o con trasplante de células
madre para tratar el osteosarcoma que ha regresado después de tratamiento en
un hueso diferente.
Criocirugía es el uso de nitrógeno líquido para congelar y destruir
células. Esta técnica puede usarse algunas veces en vez de cirugía
convencional para destruir tumores en el hueso.
Terapia dirigida es el uso de un fármaco diseñado para interactuar con
una moléculaespecífica implicada en el crecimiento y diseminación de células
cancerosas. El anticuerpo monoclonal denosumab (Xgeva®) es una terapia
dirigida aprobada para tratar a adultos y adolescentes maduros
esqueléticamente con tumores de células gigantes de hueso que no se pueden
extirpar con cirugía. Impide la destrucción de hueso causada por un tipo de célula
ósea llamada osteoclasto.
Efectos secundarios del tratamiento
Las personas que han recibido tratamiento para cáncer de hueso tienen
una mayor probabilidad de padecer efectos tardíos del tratamiento conforme
ellas envejecen. Estos efectos tardíos dependen del tipo de tratamiento y de la
edad del paciente durante el tratamiento e incluyen problemas físicos que
comprenden el corazón, los pulmones, los oídos, la fecundidad y los huesos;
problemas neurológicos, y segundos cánceres (leucemia mieloide
aguda, síndromes mielodisplásicos y sarcoma inducido por radiación). El
tratamiento de tumores óseos con criocirugía puede ocasionar la destrucción de
tejido óseo cercano y dar como resultado fracturas, pero estos efectos pueden
no verse por algún tiempo después del tratamiento inicial.
El cáncer de hueso algunas veces hace metástasis, especialmente a los
pulmones, o puede regresar (tener recidiva), ya sea al mismo sitio o a otros
huesos del cuerpo. Las personas que han tenido cáncer de hueso deberán ver
a su médico con regularidad y reportar de inmediato cualquier síntoma inusual.
El seguimiento varía según tipos y estadios (etapas) diferentes de cáncer de
hueso. Generalmente, los pacientes se hacen examinar frecuentemente por el
médico y tienen análisis de sangre y rayos x con regularidad. Los cuidados
de seguimiento regulares aseguran que los cambios en la salud se discuten y
que los problemas se tratan tan pronto como sea posible.
Diagnóstico
Para diagnosticar un osteosarcoma, el médico examinará al paciente,
hará una entrevista detallada a él y a sus padres para obtener sus antecedentes
médicos y solicitará radiografías para detectar cualquier tipo de cambio en su
estructura ósea.
Es posible que también solicite otras pruebas, como una resonancia
magnética del área afectada, que permitirá encontrar la mejor área para tomar
una biopsia e indicará si el osteosarcoma se ha extendido del hueso a los
músculos y al tejido adiposo (grasa) circundante. La biopsia de puede obtener
cortando o raspando un pequeño fragmento del tejido afectado o bien extrayendo
la muestra mediante aguja y jeringuilla.
En las biopsias de aguja, los médicos utilizan una aguja larga y hueca
para extraer una muestra del tumor. Normalmente se utiliza anestesia local (un
medicamento que duerme el área de la biopsia para que el paciente no sienta
dolor). O el médico puede solicitar una biopsia abierta, en la cual el cirujano
extrae una parte del tumor en un quirófano mientras el niño permanece dormido
bajo anestesia general.
El médico solicita la biopsia de hueso para obtener una muestra del tumor
a fin de examinarla en un laboratorio. Lo mejor es que esta biopsia la tome un
cirujano ortopédico con experiencia en el tratamiento del osteosarcoma
(oncólogo ortopédico).
Si el médico diagnostica un osteosarcoma, seguidamente solicitará una
tomografía computarizada de tórax, una gammagrafía ósea y, a veces,
resonancias magnéticas adicionales. Una vez iniciado el tratamiento, la
repetición de estas pruebas ayudará a saber lo eficaz que está siendo el
tratamiento y si el cáncer se sigue extendiendo.
Tratamiento
El tratamiento del osteosarcoma en los niños incluye la quimioterapia (el
uso de medicamentos para destruir las células cancerosas y reducir el cáncer)
seguida de la cirugía (para extirpar las células cancerosos o tumores) y luego de
más quimioterapia (para destruir cualquier célula cancerosa que pueda haber
resistido y minimizar las probabilidades de que reaparezca el cáncer).
La cirugía suele permitir extirpar con eficacia el cáncer de huesos,
mientras que la quimioterapia ayuda a eliminar las células cancerosas que
permanecen en el cuerpo.
Tratamiento quirúrgico
Los tratamientos quirúrgicos del osteosarcoma consisten en la
amputación o bien en la cirugía de salvamento de la extremidad.
Hoy en día, la mayoría de los adolescentes que padecen osteosarcomas
de brazo o de pierna se tratan con intervenciones de salvamento de la
extremidad en vez de mediante amputación. En la cirugía de salvamento de la
extremidad, se extirpa el hueso y el músculo afectados por el osteosarcoma, lo
que deja un hueco que se rellena mediante injerto óseo (por lo general,
procedente de un banco de huesos) o bien, y con más frecuencia, con una
prótesis especial de metal (pieza artificial). La prótesis se puede adaptar al
tamaño del hueco.
El riesgo de infección y de fractura es mayor cuando se utiliza tejido óseo
procedente de un banco de huesos. Por lo tanto, las prótesis de metal se usan
más a menudo para la reconstrucción del hueso tras la extirpación del tumor.
Si el cáncer se ha extendido a nervios y vasos sanguíneos adyacentes al
tumor original, la amputación (la extirpación de la extremidad junto con el
osteosarcoma) suele ser la única opción posible.
Cuando el osteosarcoma se ha extendido a los pulmones u otras zonas,
también se puede acudir a la cirugía para extirpar los tumores en esas zonas.
Quimioterapia
La quimioterapia se suele administrar tanto antes como después de la
operación. Elimina pequeñas concentraciones de células cancerosas en el
cuerpo, incluso aquéllas demasiado pequeñas para que se puedan detectar
mediante pruebas de diagnóstico por imagen.
A los niños o adolescentes con osteosarcoma se les administran los
medicamentos de la quimioterapia por vía intravenosa (a través de una vena).
Estos medicamentos entran en el torrente sanguíneo y actúan eliminando el
cáncer en las partes del cuerpo a las que se ha extendido, como los pulmones u
otros órganos.
Efectos secundarios a corto y a largo plazo
La amputación tiene sus propios efectos secundarios, tanto a corto como
a largo plazo. Una persona joven tarda un mínimo de 3 a 6 meses en aprender
a usar una pierna o un brazo protésico (artificial), y esto es solo el principio de
un largo proceso de rehabilitación psicológica y social.
En el caso de la cirugía de salvamento de la extremidad, la persona suele
empezar a doblar la rodilla o la parte del cuerpo afectada casi de inmediato. Se
puede utilizar una máquina de movimiento pasivo continuo (MPC), que flexiona
y endereza continuamente la rodilla, para mejorar el movimiento cuando el tumor
afectaba a tejidos circundantes a la rodilla.
La fisioterapia y la rehabilitación, aplicada durante un período de 6 a 12
meses tras la intervención, suelen permitir que el niño ande, al principio con la
ayuda de un andador o muletas y luego sin ningún dispositivo asistencial.
Las complicaciones iniciales de la intervención incluyen la infección y la
cicatrización lenta de la herida quirúrgica. Así mismo, es posible que sea
necesario sustituir la prótesis metálica o el injerto procedente del banco de
huesos conforme el niño vaya creciendo, aunque hay algunas prótesis que se
adaptan al proceso de crecimiento.
Otros problemas tardíos pueden incluir la fractura del injerto procedente
del banco de huesos o que el injerto no se una bien al hueso del niño, lo que
podría requerir más operaciones.
Muchos de los medicamentos que se utilizan en la quimioterapia también
se asocian al riesgo de problemas a corto y a largo plazo. Los efectos a corto
plazo incluyen la anemia, el sangrado anormal y un mayor riesgo de infección
debido a la destrucción de la médula ósea, así como lesiones renales e
irregularidades en la menstruación.
Algunos de los medicamentos de la quimioterapia conllevan el riesgo de
provocar inflamación en la vejiga y sangre en la orina, así como pérdidas
auditivas y lesiones hepáticas. Otros pueden provocar problemas en el corazón
y en la piel. Años después de haberse sometido a quimioterapia para el
osteosarcoma, los pacientes tienen un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de
cáncer.
Probabilidades de curación
Se han descrito tasas de supervivencia del 60% al 80% para
osteosarcomas que no se habían extendido más allá del tumor, pero la
supervivencia siempre dependerá del éxito de la quimioterapia.
Los osteosarcomas que ya se han extendido a otras partes del cuerpo no
siempre se pueden tratar con tanto éxito. Asimismo, un niño con osteosarcoma
en un brazo o una pierna suele tener mejor pronóstico que aquel cuya
enfermedad afecta a las costillas, los omóplatos, la columna vertebral o los
huesos de la pelvis.
Nuevos tratamientos
Se están desarrollando e investigando nuevos tratamientos de
quimioterapia con fármacos novedosos. También se está investigando el papel
que desempeñan ciertos factores de crecimiento en el desarrollo del
osteosarcoma. Estos estudios pueden permitir el desarrollo de nuevos
medicamentos que enlentezcan estos factores de crecimiento como tratamiento
contra el cáncer.
Para tratar aquellos osteosarcomas que no se pueden extirpar
quirúrgicamente, se están investigando tratamientos que usan nuevas
combinaciones de quimioterapia y de radioterapia localizada, centrada más
específicamente en las células del tumor.
Localizado 91%
Regional 75%
Distante 33%
Cordoma
Regional 81%
Distante 55%
Algunos tipos de cánceres de hueso son tan infrecuentes que las tasas de
supervivencia sólo están disponibles para todas las etapas combinadas, en lugar
de para las etapas individuales de SEER. Por ejemplo, la tasa relativa de
supervivencia a 5 años del tumor óseo de células gigantes para todas las etapas
combinadas es 78%.
Cómo entender los porcentajes
Estos porcentajes aplican solo a la etapa del cáncer cuando se hizo el
diagnóstico por primera vez. No se aplican más adelante si el cáncer crece, se
propaga o regresa después del tratamiento.
Estos porcentajes no toman en cuenta todos los factores. Las tasas de
supervivencia se agrupan en función de cuán lejos se ha propagado el cáncer.
Sin embargo, otros factores, como su edad, su salud en general, el tipo y la
localización del cáncer, qué tan bien responda al tratamiento contra el cáncer,
también pueden afectar el pronóstico.
Las personas que en la actualidad reciben un diagnóstico de cáncer de
hueso pueden tener un mejor pronóstico de lo que muestran estos
porcentajes. Los tratamientos han mejorado con el pasar del tiempo, y estos
porcentajes se basan en personas que fueron diagnosticadas y tratadas al
menos 5 años antes.
Cuestionario
1) ¿Qué síntomas tiene cáncer de huesos?
Los signos y síntomas del cáncer de huesos incluyen los siguientes:
Dolor de huesos.
Inflamación y dolor a la palpación cerca del área afectada.
Debilidad en los huesos, que provocan fracturas.
Fatiga.
Pérdida de peso involuntaria.
2) ¿Cuándo debes consultar con un médico?
Solicita una consulta con tu médico si tú o tu hijo empiezan a tener dolor
en los huesos con las siguientes características:
Va y viene
Empeora a la noche
Los analgésicos de venta libre no lo alivian
3) ¿Cuáles son las principales formas de tratar el cáncer de hueso?
Cirugía para el cáncer de hueso
Radioterapia para el cáncer de hueso
Quimioterapia para el cáncer de hueso
Terapia dirigida para el cáncer de hueso
4) ¿Cómo se puede prevenirse el cáncer de hueso?
En la actualidad, no se conoce la forma de prevenir el cáncer de hueso.
5) ¿Qué causa el cáncer de hueso?
Se desconoce la causa exacta de la mayoría de los tipos de cáncer de
hueso. No obstante, los científicos han descubierto que el cáncer de hueso está
relacionado con varias afecciones, que se describen en la sección sobre
los factores de riesgo. De todas formas, la mayoría de las personas con cáncer
de hueso no tiene ningún factor de riesgo conocido. Se están llevando a cabo
investigaciones para obtener más información acerca de las causas de estos
tipos de cáncer.
6) ¿Qué es Osteosarcoma?
Es uno de los tumores óseos más comunes en niños. Suele aparecer en
torno a los 15 años, cuando el niño está creciendo. Se presenta con mayor
frecuencia en los varones. Tiene a aparecer en la espinilla (cerca de la rodilla),
el muslo o el brazo (cerca del hombro).
7) ¿Qué es Sarcoma de Ewing?
Es un tumor maligno óseo que se forma en el hueso en el tejido suave.
Afecta sobre todo a adolescentes o adultos jóvenes, aunque lo más común es
que se desarrolle en la pubertad, cuando los huesos crecen rápidamente.
8) ¿Cuáles son los factores de riesgo?
Las causas del cáncer de huesos no están claras; sin embargo, los
médicos han hallado ciertos factores que se asocian con un mayor riesgo, entre
ellos:
Síndromes genéticos heredados. Ciertos síndromes genéticos poco
frecuentes heredados de la familia aumentan el riesgo de presentar cáncer de
huesos, entre ellos el síndrome de Li-Fraumeni y el retinoblastoma hereditario.
Enfermedad ósea de Paget. La enfermedad ósea de Paget, que se
observa principalmente en adultos, puede aumentar el riesgo de que se
desarrolle cáncer de huesos en el futuro.
Radioterapia para el cáncer. La exposición a grandes dosis de radiación,
como aquellas que se emiten durante la radioterapia para el cáncer, aumenta el
riesgo de que se desarrolle cáncer de huesos en el futuro.
9) ¿Cómo se puede diagnosticar?
Con histórico medico completo y investigando los antecedentes
personales patológicos y con de otras pruebas, como una resonancia
magnética del área afectada, Biopsia, Tomografía Computarizada,
Gammagrafía Ósea
10) ¿Que se denomina cáncer de hueso metastásico?
Se refiere a un cáncer que se propagó a los huesos desde otra parte. La
mayoría de las veces cuando a una persona con cáncer le informan que tiene
cáncer en los huesos puede ser ese origen derivada de cáncer primario.
Bibliografia
1. American Society Cancer - https://www.cancer.org
2. National Cancer Institute - https://www.cancer.gov
3. Kidshealth from Nemours - https://kidshealth.org