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ACTIVOS BIOLÓGICOS

ESTUDIANTES

JESUS QUINTERO

JUAN MANUEL MARTINEZ

DOCENTE

EVER AHUMADA

UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR

CONTADURIA PÚBLICA

VALLEDUPAR-CESAR

2019
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo de abordará el tema de la NIC 41 y la sección 34 que son los activos
biológicos basándonos en su definición, medición, depreciación, amortización y como se
presentan estos a la hora de hacer los estados financieros. También se darán a conocer una
serie de casos que se presentan a la hora de evaluar de manera detallada los activos
biológicos.
ACTIVOS BIOLÓGICOS

El Estándar Internacional aborda el tema de los activos biológicos en la Norma Internacional


de Contabilidad –NIC– 41 para el caso de los preparadores del Grupo 1 que aplican el
Estándar Pleno y en la Sección 34 para el caso de las entidades que pertenecen al Grupo 2 y
por tanto aplican el Estándar para Pymes.

La sección 34 del Estándar para Pymes exige que un animal clasificado como activo
biológico se mida bajo el modelo del valor razonable, siempre y cuando determinar este valor
no implique un costo o esfuerzo desproporcionado, en caso que la medición a valor razonable
no cumpla esta característica, el activo biológico se podrá medir bajo el modelo del costo,
teniendo en cuenta cualquier depreciación acumulada y la pérdida por deterioro del activo.

Para determinar el valor razonable de un activo biológico, de acuerdo al párrafo 6 de la


sección 34, la entidad debe tener en cuenta los precios de mercado, las referencias del sector
agrícola y si existe un mercado abierto para el activo biológico o para uno similar, de manera
que el rubro que se asigne al mismo no sea determinado arbitrariamente, sino que refleje el
valor en el mercado.

Si una pyme después de realizar una evaluación de los costos en los que incurriría y el
esfuerzo que le demandaría medir el activo, considera que no es viable aplicar la medición a
valor razonable ya que le implica un costo muy alto para el beneficio que se obtendrá de la
información (caso que es muy común en las pyme en Colombia y en los países en vía de
desarrollo) podrá realizar su medición bajo el modelo del costo, dejando el detalle de esta
conclusión en la información a revelar incluyendo una descripción del activo biológico, el
método de depreciación utilizado, la vida útil, el valor residual (valor de salvamento) y la
pérdida por deterioro.

La apreciación sobre qué se considera o no un activo biológico no está incluida


explícitamente en el cuerpo del estándar; sin embargo, para efectos de ambos marcos
normativos, el glosario de las Normas Internacionales de Información Financiera ha definido
los activos biológicos como aquellos animales vivos y plantas que se mantengan en el marco
de una actividad agrícola.
Ahora bien, se considera que una organización realiza una actividad agrícola, siempre que
gestione la transformación o recolección de activos biológicos para destinarlos a la venta o
para convertirlos en un producto agrícola.

En los casos en que la entidad disponga de animales vivos o plantas vivos que no hacen parte
de ningún proceso de explotación al interior de una actividad agrícola, no podrán ser
clasificados en tal categoría. Este sería el caso por ejemplo de los perros que frecuentemente
son utilizados para la prestación de servicios de seguridad en entidades de vigilancia, pues
aunque son animales vivos no están vinculados a una actividad agrícola y por dicha razón
deben reconocerse como parte de la propiedad, planta y equipo de la compañía.

Así pues, los elementos que puedan catalogarse como activos biológicos deberán ser medidos
aplicando el modelo del valor razonable cuando este sea de fácil determinación, sin tener que
recurrir a un costo o esfuerzo desproporcionado.

Como se ve, en la realidad a los no obligados a llevar contabilidad se les obliga a llevar una
contabilidad tributaria a fin de poder demostrar los costos de sus activos biológicos. La gran
cantidad de documentos, como nóminas, aportes parafiscales y facturas, inevitablemente
deberán ser acumulados para llegar a los totales que se pretenda imputar a los ingresos. En
el pasado, algunos autores nos ilustraron sobre la contabilidad agrícola, que se ocupa de
problemáticas mucho más complejas de las que se aluden en la NIC 41.

DEPRECIACIÓN

Si un activo biológico se mide al valor razonable el Estándar para Pymes no exige la


presentación de la depreciación, esta se exige cuando el activo biológico se mide al costo; la
presentación de los activos biológicos medidos a valor razonable se debe realizar con base
en las ganancias o pérdidas surgidas en los cambios de valor que se hayan percibido en el
período, los incrementos procedentes de compras, los decrementos por recolección o
cosecha, entre otras variaciones que puedan afectar el valor del activo.
AMORTIZACIÓN BAJO EL MODELO DEL COSTO

De acuerdo con el párrafo 5 de la sección 10, como el tratamiento de la medición de activos


biológicos no está especificado en cuanto a términos de amortización, en la sección 34. La
entidad se puede apoyar en otras secciones que aborden estos temas, como por ejemplo la
sección 17 de propiedades, planta y equipo.

Con base en lo anterior, la administración debe determinar el método de amortización que


refleje la realidad económica en la cual se amortiza el activo biológico; por ejemplo, las vacas
lecheras suelen amortizarse de acuerdo a la producción de leche que se espera obtener de
ellas; pero por ejemplo, en el caso de los cultivos se puede dar el caso en que se amortizan
más en los primeros años de vida útil que en los últimos, a razón de que las cosechas que se
extraen en los primeros años son más abundantes y de mejor calidad. Aspectos asociados
directamente a las características del activo biológico serán los que se deben tomar en cuenta
para determinar el método de amortización.

Otro aspecto a considerar es la vida útil, por ejemplo, una vaca lechera en manos de un
productor puede amortizarse en 5 años, en otro en 10 años, todo depende de factores como
el estado del lugar donde habite la vaca, la alimentación y el proceso agrícola al que esté
sometida, la vida útil se determinará dependiendo del tiempo durante el cual la
administración espere utilizar el activo biológico.

En cuanto al valor residual, también se requiere una estimación por parte de la administración
al respecto, teniendo en cuenta que el valor residual es el valor por el cual se puede disponer
del activo al final de su vida útil; por ejemplo, una vaca lechera cuando pasa su proceso
productivo, generalmente es vendida como carne en el mercado; en cambio, el cultivo de la
caña de azúcar o de algodón por ser monocultivos, es muy probable que tengan un valor
residual de cero.

Por último en la medición del activo biológico al costo, se debe tener en cuenta el deterioro
ya sea por enfermedad, plaga u otras condiciones que generen que el activo al momento del
cierre, tenga un valor inferior.
A LA HORA DE PRESENTAR LOS ESTADOS FINANCIEROS, ¿LOS ACTIVOS
BIOLÓGICOS SE CONSIDERAN CORRIENTES O NO CORRIENTES?

Para resolver este interrogante es necesario remitirse a la Sección 4 de la NIIF para pymes,
la cual establece, en el párrafo 4.5 las condiciones para que un activo sea considerado
corriente, a saber:

a. Se espera realizarlo o consumirlo en su ciclo normal de operación.

b. Se mantiene principalmente con fines de negociación.

c. Se espera realizar el activo dentro de los doce (12) meses siguientes a la fecha del reporte.

d. Se trata de efectivo o equivalentes al efectivo, a menos que no pueda ser usado por la
entidad para adquirir activos o liquidar pasivos en un transcurso de doce (12) meses a partir
de la fecha sobre la que se informa.

Al aplicar estos criterios de evaluación a los activos biológicos, se pueden presentar varios
escenarios, veamos algunos:

Caso 1. Una entidad cultiva hortalizas, el ciclo de duración del cultivo desde la preparación
del terreno hasta la cosecha es de 6 meses. Una vez recogida la cosecha, el valor razonable
del cultivo es insignificante.

En este caso, dada la corta duración del cultivo, y que este no sobrevive a la primera cosecha,
el activo se presenta como corriente en el ESF.

Caso 2. Una entidad se dedica al cultivo de maracuyá. La entidad espera obtener entre cuatro
y seis cosechas del cultivo, antes de tener que renovarlo. Cada cosecha se demora 6 meses
en estar lista.

La entidad presentará el cultivo como no corriente a lo largo de su vida productiva. Los frutos
que se recojan y estén en existencias a la fecha de cierre, serán tratados como activo corriente,
pues se espera venderlos en corto tiempo.
Caso 3. Una entidad mantiene varios galpones con 100.000 gallinas ponedoras. Las gallinas
tienen una vida de entre 155 y 170 semanas, desde que inician su levante, hasta que alcanzan
el final de su vida productiva, momento en el cual son vendidas a un comercializador para
sacrificio y posterior venta.

Aunque las gallinas tienen una duración mayor a un año, la entidad las reconocerá como
activo corriente, dado que, una vez alcanzan el final de su vida productiva, son destinadas a
la venta en el ciclo ordinario del negocio.
CONCLUSIÓN

Los activos no en todas la ocasiones son considerados como activos biológicos, para que un
activo obtenga ese nombre debe cumplir con una serie de requisitos los cuales los explica
perfectamente la sección 34 para pyme.

Los activos biológicos se pueden medir de dos formas que son al valor razonable y a valor
del costo y cada una de estas mediciones. Además los activos biológicos se consideran
corrientes y no corrientes dependiendo de la situación en que este el activo

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