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2019 – II
MÓDULO N° 03 ASIGNATURA:
PROFESOR: J. Aracely
Cornelio Prudencio
I. CAPACIDADES
II. CONTENIDOS
Definición, tipos y manifestaciones clínicas
Evaluación y tratamiento fisioterapéutico
Querido estudiante,
lee detenidamente el
Motivación siguiente fragmento y
cumple las acciones
Saberes previos
programadas a
Desequilibrio cognitivo continuación.
TRAUMATISMO ENCEFALO CRANEANO
DEFINICION
Se entiende por TEC a la lesión del encéfalo y/o sus envolturas provocada por una descarga
de energía directa o secundaria a la inercia. La lesión se puede manifestar de forma clínica
y/o por imágenes.
FISIOPATOLOGIA
TEC Abierto: cuando hay rotura de las meninges. Sea este por una herida por bala u
otras heridas abiertas.
TEC Cerrado: cuando no hay rotura de las meninges. Puede ser de alta o baja
energía
Esta clasificación no tiene relación con la gravedad de la lesión, si no del tipo de daño que
se genera en el cráneo. El que sea abierto o cerrado no tiene necesariamente relación con la
gravedad del TEC. Pueden haber TEC abiertos muy benignos y TEC cerrados con resultado
fatal, y viceversa. El TEC abierto puede asociarse a mayor índice de infecciones, pero sólo
en algunos casos. Por lo tanto, la definición de abierto o cerrado tiene utilidad solamente
operacional para los médicos y profesionales de salud.
Según la severidad del compromiso neurológico: se emplean dos parámetros de medición
de la gravedad:
Orientado y conversa 5
RESPUESTA Desorientado y conversa 4
VERBAL Palabras inapropiadas 3
Sonidos incomprensibles 2
Ausencia de respuesta 1
PUNTUACION 3-15
TOTAL
Interpretación
En el TCE leve o concusión (ECG 13-15) los pacientes han experimentado una pérdida de
la conciencia menor a treinta minutos y las quejas que se presentan incluyen dolor de
cabeza, confusión y amnesia. Existe una recuperación neurológica completa a pesar de que
algunos de estos pacientes tienen dificultades de concentración o memoria pasajeras.
Moderado
Grave
En el TCE grave o severo (ECG 3-8) el paciente tiene un estado comatoso, no puede abrir
sus ojos, seguir órdenes y sufre de lesiones neurológicas significativas. Por lo general tiene
una neuroimagen anormal, es decir, a la tomografía computarizada (TAC/TC) se observa
fractura del cráneo o hemorragia intracraneal. Estos pacientes requieren ingreso a la unidad
de cuidados intensivos (UCI) y la toma de medidas urgentes para el control de la vía aérea,
ventilación mecánica, evaluación o intervención neuroquirúrgica y monitorización de la
presión intracraneal (PIC). La recuperación es prolongada y generalmente incompleta. Un
porcentaje significativo de pacientes con TCE grave no sobrevive más de un año.
Una lesión en la cabeza durante el período de recuperación puede resultar en síndrome del
segundo impacto que se observa sobre todo en niños y adolescentes. Se ha asociado
significativamente con resultados clínicos peores.
EPIDEMIOLOGIA
Es tres veces más frecuente en hombres que en mujeres, siendo el grupo de edad de mayor
incidencia el comprendido entre los 15 y 34 años de edad.
PRONOSTICO
Más del 85% de los pacientes con calificaciones de Glasgow inferiores a 5 fallece en las
primeras 24 h. Sin embargo, también hay pacientes con calificaciones bajas y mal
pronóstico inicial que evoluciona favorablemente.
Los signos de mal pronóstico en esta enfermedad son la edad avanzada, la hipertensión
intracraneal, la hipoxia, la hipotensión temprana y los signos de herniación cerebral.
La respuesta del cerebro al traumatismo varía con la edad, con una marcada vulnerabilidad
y una respuesta desfavorable en el anciano comparado con el cerebro del adulto joven.
Dependen en gran medida del mecanismo de lesión y tipo de lesión predominante, aunque
generalmente varían desde una cefalea hasta la pérdida total de la consciencia, llegando
incluso a la muerte sin un tratamiento oportuno y rápido.
Las manifestaciones clínicas dependen del grado y la ubicación de la lesión encefálica y del
edema cerebral subsecuente. El edema cerebral expande el volumen del encéfalo. El edema
comprime el tejido encefálico en la región y causa disfunción neurológica dependiente del
sitio específico.
Todo paciente con TCE debe tener un examen neurológico completo que incluya una
evaluación detallada del estado mental, nervios craneales, sistema motor, sistema sensitivo,
reflejos, coordinación, postura y marcha.
Nivel de conciencia: Con la Escala de Coma de Glasgow (ECG), que está diseñada
para evaluar y monitorizar el nivel de conciencia.
Orientación: Se evalúa preguntando al paciente su nombre, la fecha (día de la
semana, mes, año) y localización (nombre de hospital, número de piso, etc.)
Atención y concentración: Se pueden evaluar informalmente durante el examen
del paciente: los pacientes pueden tener dificultad para atender la entrevista y se
pueden distraer fácilmente con estímulos externos.
La velocidad del procesamiento cognitivo puede también puede también ser
evaluada al notar el tiempo de respuesta del paciente a las preguntas u órdenes.
Memoria: La memoria inmediata puede ser evaluada pidiéndole al paciente que
repita inmediatamente el nombre de tres objetos. También se le puede dar al
paciente una serie de dígitos a una rata de uno por segundo y pedirle que los repita
hacia delante y hacia atrás. Un individuo normal, puede repetir siete dígitos hacia
adelante y seis hacia atrás. La memoria reciente también puede ser evaluada
haciéndole al paciente preguntas históricas simples tales como: ¿ Qué desayunó
esta mañana . La memoria remota se puede evaluar preguntándole al paciente acerca
de eventos en el pasado, su dirección o número telefónico, nombres de familiares,
fechasde aniversarios, etc.
Calculo: Se puede evaluar fácilmente pidi.ndole al paciente que revise restas
seriadas de 7 en 7 desde 100. Se debe tomar en cuenta la historia educacional
premórbida cuando se interpreta los resultados de estas pruebas.
Habla y lenguaje: Se debe observar la fluidez y sintaxis del habla espontánea del
paciente. Las destrezas del lenguaje receptivo se pueden evaluar pidiéndole al
paciente que siga órdenes verbales y escritas de una, dos y tres etapas. Se le pide al
paciente que nombre varios objetos comunes. Se le pide al paciente que lea el
periódico en voz alta y que escriba un dictado. La articulación se puede evaluar
groseramente al escuchar el habla del paciente durante la entrevista y pidiéndole al
paciente que repita ciertas frases de prueba tales como “tres tristes tigres”.
Orientación espacial / percepción: La praxis construccional se puede evaluar
pidiéndole al paciente que dibuje figuras geométricas simples tales como un
cuadrado o un triángulo, o formas más complejas tales como 2 pentágonos que se
interceptan. Los pacientes deben ser capaces de bisectar una línea en el medio. Las
anosognosias o asomatognosias se pueden identificar por observación. El paciente
puede no atender a su lado afectado o puede ignorar sus déficit motores o sensitivos.
Afecto y conducta: Aunque usualmente no son evaluados formalmente en el
examen neurológico, el afecto y la conducta se pueden observar durante la
entrevista con el paciente. Información más detallada se puede obtener con
informaci.n de neuropsicolog.a. El estado conductual premorbido se debe obtener
de los miembros de la familia.
Examen de Reflejos
Los reflejos de estiramiento muscular del bíceps, tríceps, braquioradial, patelar y aquiliano,
son los más comúnmente evaluados. Las respuestas son calificadas de acuerdo con una
escala de 0 a 4, en la cual 0 es la ausencia de reflejo; 1 es reflejo disminuido; 2 es reflejo
normal; 3 es reflejo hiperactivo pero no necesariamente patológico y 4 es reflejo
hiperactivo patológico, con clonus o diseminado a otros músculos ipsi o contralaterales. La
respuesta plantar puede ser obtenida por diversas vías. Las maniobras más comúnmente
utilizadas son la de Babinsky, que se realiza estimulando la planta del pie con un objeto
romo y la maniobra de Chaddock, estimulando la cara lateral del pie. La respuesta normal
es la flexión plantar de los dedos, mientras que la anormal es la dorsiflexión del halux
acompañada de dorsiflexión sucesiva de los otros dedos.
Examen de la Coordinación
La coordinación de las extremidades superiores puede ser evaluada con varias pruebas. La
prueba de dedo-nariz es una de ellas y la suavidad y seguridad del movimiento deben ser
registrados buscando alteraciones como dismetría, y temblor intencional. Los movimientos
alternantes rápidos se evalúan pidiéndole al paciente que fleje y extienda rápidamente los
dedos, que haga oposición rápida de los dedos .índice y pulgar, que realice sucesivas prono-
supinaciones de la mano o que con el pulpejo del pulgar toque sucesivamente los demás
pulpejos. Se deben evaluar la rapidez, suavidad, precisión y ritmo con que se realizan
los movimientos.
La coordinación de las extremidades inferiores puede evaluarse haciendo que con el talón
de una extremidad recorra la distancia entre rodilla y halux de la extremidad contralateral.
De nuevo son importantes la suavidad y seguridad del movimiento.
También se le puede pedir al paciente que realice ochos o círculos en el aire con su halux.
Los movimientos alternantes rápidos pueden evaluarse pidiéndole al paciente que zapatee
rápidamente o que repita un patrón especial de zapateo.
Para poder diseñar un plan terapéutico físico es imprescindible hacer una correcta
evaluación de los déficits motores que presenta el paciente con TCE, que tienen relación
con el tipo y extensión de la lesión cerebral y que pueden repercutir en la fuerza y el tono
muscular, producir limitación del balance articular, trastornos de la coordinación y del
equilibrio, sin olvidar los aspectos cognitivos y conductuales que aportarán información
sobre el grado de colaboración.
Cuando el paciente sale del coma, que coincide con la recuperación de la conciencia (fase
del despertar) se debe continuar con la rehabilitación teniendo los siguientes objetivos:
Úlceras por decúbito. Todo paciente inmovilizado corre riesgo de sufrir úlceras por
decúbito, si no se realizan cambios posturales, que una vez aparecidas pueden retardar y
entorpecer el tratamiento rehabilitador. Si no se pueden realizar estos cambios por el riesgo
de aumento de la PIC del paciente, es útil el uso de colchones antiescaras. En todos los
pacientes desde el primer día se debe vigilar el estado de la piel.
Limitaciones articulares. La alteración del tono muscular más frecuente en estos casos es
la espasticidad y ésta puede llegar a producir deformidades neuro-ortopédicas. La
espasticidad puede ser de aparición precoz en algunos casos, de ahí la necesidad de realizar
movilizaciones pasivas y controles posturales periódicos y frecuentes de todas las
articulaciones, con el fin de contrarrestar el efecto del aumento de tono y prevenir
deformidades. Incluso puede ser útil el uso de férulas y en algunos casos de pacientes que
presentan espasticidad importante las infiltraciones con Toxina Botulínica.
IV. AUTOEVALUACION
V. BIBLIOGRAFIA
fissioterapia.blogspot.com/2012/10/el-traumatismo-craneoencefalico-tce.html
www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion/rehabi_traum_craneo.pdf