1

En este documento se presenta

una síntesis introductoria
de la información recabada
en el convenio.
En el pendrive adjunto se desarrolla
y profundiza en los distintos
elementos que se mencionan
en este librillo, y se encuentran
los informes completos
de cada línea de trabajo
E q u ipo F ac u l t ad d e C ien c i as Soc i al e s
d e l a U n i ve r s id ad d e l a R epúb l ic a :

C a m i lo Zi n o D en i s se Le g rand Le one l R i ve r o

L u c í a L ag o M a r t ín Kl ei n N ic ol ás Vol ar ic

Pa nc h o M a g n ou Pa t x i Ol av ar r í a Pí a Ba z z án

Ric a r do Kl ei n Se b a s t i an A g ui ar Val ent i na Tor re

Víc to r B orrá s

E q u ipo D irec c i ó n N ac io nal d e Cu l t ur a :

A d r i á n R e ff o A l ej a n d r o Dene s A nac l ara V i l l ar re al 5

Bego ña Oje d a Cec i l i a V i d e Ge ral d i ne Mont año

I s a bel A b e l a r J u a n He r nánd e z Lu c i a Pe d rei ra

M a x i G a rc ía M a x i mi l iano Sánc he z

N a t a l i a R íos Pa b l o F ranc o Pat r ic i a Papasso

Vic ente L a monac a V ic tor i a Cont ar te se

W i ll i a ms M a r t íne z

E q u ipo Cen t r o s ME C :

L u c i a C al d e s Sol e d ad Gu e r re r o Cam i l a Ve z z ar o

C o o r d i nad ora s / e s d e par t ament al e s d e Cent r os MEC

6

Agradecimientos especiales:
A l ic ia Deanessi, A ngél ic a L a zarimos, Camilo Fernández,
Cecil ia Ber tol ini, Daniel Jorysz, Diego Traverso,
Enrique A g uerre, Esther Pailós, Fernando A lonso,
Jorge Castrillón, Jav ier Royer Natac ha Melo,
Leonard Matt iol i, Lys Gainza, Sant iago Turenne,
Valeria Font án, Verónic a Herszhorn.
 Presentación 8
Línea de tiempo 12
Informes departamentales 14
Artigas 16
Canelones 20
Cerro largo 26
Colonia 30
Durazno 34
Flores 40
Florida 44
Lavalleja 48
Maldonado 52
Paysandú 58
Río negro 64
Rivera 68
Rocha 74
Salto 78
San josé 84
Soriano 88
Tacuarembó 92
ÍNDICE Treinta y Tres 96 7
Informes sectoriales 100
Artes visuales 101
Bibliotecas 102
Carnaval 103
Circo 104
Cultura viva comunitaria 106
Danza 108
Diseño 109
Letras / editorial 110
Museos 112
Música 113
Patrimonio 115
Teatro 116
Títeres 117
Principales ejes de trabajo 120
Arte y creatividad 121
Cultura e inclusión 122
Institucionalidad 123
Patrimonio y desarrollo económico 124
Formación 125
Territorio 126
Referencias bibliográficas 129
 PRE-
SENTA-
CIÓN
8
 n diciembre de 2015 la Dirección Nacional de Cultura
E (DNC) y el Departamento de Sociología de la Facultad
de Ciencias Sociales (DS-FCS) suscribieron el conve-
nio “Asistencia y asesoramiento técnico para la promoción
de un dialogo nacional orientado a la elaboración del plan
nacional de cultura 2017-2027”, con el objetivo general
de promover un diálogo nacional sobre cultura, arte y
creatividad, con fuerte énfasis territorial y sectorial, entre
los actores públicos, sociales, sindicales, empresariales y la
ciudadanía en general, orientado a producir insumos para
la elaboración del Plan Nacional de Cultura (PNC) 2017-
2027.
Se planteaban dos objetivos específicos. En primer lugar,
promover diálogos ciudadanos en todos los departamentos
del país que, de modo deliberativo, aportaran insumos para
establecer las fortalezas y debilidades para el desarrollo de
la cultura en cada territorio, proponer objetivos específicos
en el departamento, y sugerir líneas estratégicas. El segun-
do objetivo apuntaba a promover diálogos entre distintos
sectores vinculados a la multiplicidad de artes y manifes-
taciones culturales –artes escénicas, música, artes visuales
y otros.-, así como a empresarios, gremiales, políticos,
gestores culturales, etc., de modo de generar insumos para
la elaboración de un PNC que legitime y proyecte al sector
cultural.
El convenio acordaba un período de trabajo de nueve me-
ses. En ese lapso se realizaron 21 diálogos en los depar-
tamentos del interior del país donde participaron más de
1500 agentes culturales con quienes luego se continuó el
vínculo a través de consultas e intercambios vía web, y 12
jornadas sectoriales de discusión en Montevideo con los
principales representantes e instituciones vinculadas en
cada caso, más de 300 en total. Además se sistematiza-
ron insumos cuantitativos, se realizaron 45 entrevistas
a actores institucionales, se elaboró un relevamiento de
agentes culturales, una serie de mapas de infraestructura
y se desarrolló una consulta pública para acercarse a la
opinión de la ciudadanía en general, mediante una página
web con información y consultas que visitaron más de 15
mil personas.
El proyecto preveía cuatro productos. En primer lugar, una
serie de diagnósticos territoriales que sistematizaran la
infraestructura de los territorios, los planes y políticas
públicas culturales desarrolladas. En ese marco, el primer
documento luego de este, presenta para cada departamen-
to una caracterización sociodemográfica (distribución en
el territorio, educación, trabajo, condiciones de vida, TICs);
una profundización de los “dominios culturales” (patri-
monio, presentaciones artísticas y celebraciones, libros y
prensa, bibliotecas, librerías, etc.), y un panorama del “ciclo
cultural” (relevamiento de agentes culturales, creación y
formación artística, consumos culturales, institucionalidad,
fondos otorgados por el MEC). Además se presentan como
anexo una serie de mapas de infraestructura y un releva-
miento de agentes con un conjunto de variables relevantes.
En segundo lugar, un producto asociado a la fase territorial
de los diagnósticos ciudadanos, los debates entre agentes
culturales locales: se preveía una sistematización de los
resultados obtenidos en forma de relatorías de la discusión
en cada departamento, elaboradas con el aporte de técni-
cos de la DNC, Centros MEC y de los Directores de Cultura.
El tercer documento de este informe presenta una carac-
terización de la situación cultural en cada departamento,
realizada por los actores cultuales en las jornadas de 9
trabajo y complementada con entrevistas e información se-
cundaria. Además, se profundiza en algunos ejes temáticos:
i) cultura, arte y creatividad; ii) cultura, equidad e inclu-
sión, identidad y diversidad; iii) cultura, institucionalidad y
gobernanza; iv) cultura, patrimonio y desarrollo económico;
v) cultura y educación, formación, información y conoci-
miento; vi) cultura y territorio, desigualdades, centralismo,
globalización, medio ambiente.
En tercer lugar, se proponía un documento organizado por
sectores artístico- culturales, que presentase los resulta-
dos obtenidos de las instancias de intercambio de la fase
sectorial de los diagnósticos ciudadanos. Los 13 sectores
definidos junto a la DNC presentan niveles de consolida-
ción y desarrollo muy diferentes; se realizaron entonces
abordajes particulares. En algunos, los más consolidados,
se presentan las fortalezas, debilidades, amenazas y opor-
tunidades de la situación actual, y se realiza una mirada
prospectiva. Para aquellos sectores o campos profesionales
culturales en proceso de consolidación, se profundiza en
cuatro grandes dimensiones: la política institucional; la
económica; la social; y la educación y formación.
Por último se preveía un documento que contuviese
 “Insumos para el Plan Nacional de Cultura 2017-2027”,
que sistematizara el trabajo desarrollado y proporcionara
material base para la elaboración de un PNC y una Ley Ge-
neral de Cultura, ordenado en varios ejes de discusión. Este
documento entonces a continuación en primer lugar ordena
y resume brevemente cada uno de los tres productos
anteriores, y luego profundiza en una discusión de algunas
temáticas específicas.
El camino hacia
un Plan Nacional de Cultura
La elaboración de un Plan Nacional de Cultura es una
necesidad que se ha identificado para el diseño de polí-
ticas desde hace ya varios años. Si bien los avances en el
período han sido muy importantes, evidenciándose en un
gran número de documentos, leyes, fondos y programas, la
elaboración de un plan marco que articule y coordine todos
estos esfuerzos parece cada vez más urgente.
10 Con el PNC se apuesta a generar una herramienta que per-
mita diseñar políticas culturales de largo aliento, y pensar
la política cultural de forma transversal en la política
pública, estableciendo objetivos, lineamientos, prioridades
y mecanismos para el trabajo en el sector de la cultura, y
funcionando como una base sistemática que estructure al
sector en procura de coherencia, coordinación y optimiza-
ción de objetivos, acciones y recursos.
Como se señala ya en el proyecto marco, el esfuerzo cuenta
con antecedentes de larga data. Pueden destacarse por
ejemplo las reuniones de Directores Nacionales de Cultura
a nivel nacional (San Gregorio de Polanco, 1995, Las Cañas,
1996, Rivera, 1998, Trinidad, 1998 y Maldonado, 1999), así
como las Asambleas de la Cultura en Montevideo (1996),
Durazno (1998), Paysandú (2003) y Salto (2006).
Éstas y otras iniciativas se han visto sistematizadas en una
serie de documentos públicos, entre los que cabe destacar
dos de ellos. En primer lugar el documento que funciona
como base de este trabajo, el “Proceso de diálogo hacia un
Plan Nacional de Cultura ‘Dr. Gonzalo Carámbula’” (MEC,
2015a), que sintetiza los principios rectores del mismo,
los objetivos y los ejes de discusión. En segundo término,
la consultoría realizada por V. Pacheco (MEC, 2015b), que
también fundamenta la necesidad de un PNC y presenta
una serie de principios rectores, valores, conceptos centra-
les, objetivos y ejes clave de discusión.
Además, por supuesto, debe señalarse la acumulación
nacional, multiplicada en los últimos años, en la discusión
de políticas culturales, que ha permitido que fructifiquen
diferentes espacios de referencia académicos y experticias
en la gestión práctica. También han tenido lugar un buen
número de desarrollos y propuestas sectoriales; de políticas
innovadoras; de investigaciones académicas y consultorías
específicas, así como variadas planificaciones y desarrollos
de política cultural a nivel departamental, todo lo cual con-
figura un campo fermental y plagado de oportunidades.
Sin embargo, más allá de los esfuerzos y los acuerdos
políticos generados, Uruguay es uno de los pocos países en
la región que no cuenta con un PNC que oficie de marco
general para pensar las políticas públicas culturales a
largo plazo, que permita optimizar el sector en cuanto a
recursos, acciones y mecanismos, y que lo posicione como
interlocutor confiable, cercano y calificado con el resto de
las áreas del quehacer del país.
Tras esta fuerte acumulación en antecedentes, desde la
DNC se estimaba la importancia de realizar una consulta y
un debate social que proporcionara nuevos insumos al PNC.
Es en este marco que adquiere sentido el mencionado ob-
jetivo general del acuerdo entre la DNC y la FCS: promover
un diálogo nacional de cultura, con fuerte énfasis territorial
y sectorial, entre los actores públicos, sociales, sindicales,
profesionales, empresariales y la ciudadanía en general,
orientado a generar insumos para la elaboración del Plan
Nacional de Cultura 2017-2027.
Para este proceso de diálogo se tomaron como plataforma
de discusión los lineamientos hacia el PNC del mencionado
documento “Proceso de diálogo hacia un Plan Nacional
de Cultura ‘Dr. Gonzalo Carámbula’” (MEC, 2015a), ratifi-
cado por los directores de cultura de las intendencias del
país, que establece una serie de objetivos y diagnósticos
que resulta necesario recordar en tanto oficiaron como
guía del trabajo: comienza con una fundamentación de la
importancia de un plan de cultura, en particular adoptando
una “concepción amplia”, inherente a todas las prácticas
sociales, y proponiendo un ejercicio reflexivo de debate
público que enmarcó esta consultoría. Luego instituye una
serie de principios: derechos culturales; cultura y desarro-
llo; democracia diversidad y participación - apartado que
plantea la necesidad de asegurar una mayor participación
en la discusión y toma de decisiones, que también enmarca
este trabajo. En tercer lugar, plantea el objetivo general del
plan: contribuir al bienestar de las personas a través de un
profundo impulso y desarrollo de la cultura en el Uruguay,
consolidándola como política de estado en una ley general
de cultura[1]. Y finalmente, se presentan algunos ejes temá-
ticos para guiar la discusión más amplia que se proponía la
consultoría, y que ordenan la presentación de resultados en
este documento.
Metodología de trabajo
Durante los primeros meses de la consultoría, entre enero y
marzo, se establecieron contactos con las áreas de la DNC
implicadas, se conformó el equipo de trabajo de la FCS y
se planificaron tres grandes líneas de acción orientadas a
cada uno de los productos esperados. En cada documento
específico se presenta en mayor detalle el conjunto de acti-
vidades y su fundamentación; sigue aquí un breve resumen
introductorio.
En el eje de Diagnóstico se analizaron datos de consumos
culturales, sociodemográficos y provenientes de antece-
dentes, en particular de documentos departamentales y
de los trabajos “Regionalización cultural del Uruguay” (F.
Arocena Coord. 2011) y la “Guía de Fiestas Uruguayas” (DNC
2015). A su vez en conjunto con el Sistema de información
cultural de la DNC, se produjo un relevamiento de actores
culturales en el interior del país, que caracteriza un total de
916 agentes culturales, organizados en 4 sectores: produc-
ción, promoción, creación y formación.
En el eje Territorial se realizaron 20 diálogos en los depar-
tamentos del interior del país (3 de ellos en Canelones) y
35 entrevistas. La lista de agentes culturales fue elaborada
en cada caso en conjunto con Centros MEC y el equipo de
territorio de la DNC, con un promedio de 150 invitados y 70
participantes por departamento. La dinámica de la jornada
de trabajo fue premeditada cuidadosamente, para permitir
una participación amplia y resultados focalizados.
En el eje Sectorial se realizaron 12 talleres de trabajo con
representantes institucionales de los distintos secto-
res acordados con la DNC, 5 entrevistas específicas para
abarcar el sector carnaval, y otras 5 entrevistas a referentes
sectoriales públicos y privados. El listado de actores convo-
cados se realizó en conjunto con el referente institucional
público de cada sector y el equipo de territorio de la DNC,
y participaron más de 300 representantes. Asimismo, se
revisó en cada caso la producción específica sobre el sector
a nivel nacional.
Además como se señalaba al principio, para profundizar en 11
el componente participativo de la consulta se realizó una
encuesta a más de 400 agentes culturales, sobre diagnós-
tico y valoración de diferentes políticas y propuestas, y una
consulta web, donde en base a informes de avance de cada
departamento y sector, se ofrecía la posibilidad de realizar
comentarios, correcciones y sugerencias.
Este documento presenta a continuación un resumen de la
información de cada departamento y sector considerado.
Luego, en documentos independientes se presentan los
resultados de los diálogos territoriales y sectoriales y los
diagnósticos departamentales.

[1] También se plantea una serie de objetivos específicos:

i) fomentar la participación de la ciudadanía en la discusión de políticas, acceso y disfrute de bienes y servicios culturales;
ii) garantizar el acceso a la cultura en todas sus manifestaciones y el pleno ejercicio de los derechos culturales; iii) posicionar a la cultura como un
tema relevante en la agenda nacional, capaz de movilizar recursos humanos, económicos, simbólicos y naturales;
iv) promover la cultura como cuarto pilar del desarrollo sostenible, consolidando y respaldando las líneas estratégicas de largo plazo de las políti-
cas públicas en cultura que promuevan una visión sistémica y sustentable;
v) articular las políticas culturales armonizando objetivos, iniciativas y acciones para un abordaje coordinado, estableciendo criterios, prioridades y
áreas estratégicas para brindarles promoción y respaldo, impulsando acuerdos y sinergias a nivel nacional en clave territorial y descentralizada;
vi) contribuir a la profesionalización del sector cultural con una lógica de gestión transparente y participativa, en la que se contemple la obtención
de resultados como uno de los parámetros fundamentales.
12
13
 INFORMES
DEPARTA-
MENTALES
14
15
16

A R T I G A S
Ubicación y ejes de comunicación
Artigas se ubica en el extremo norte del país y es el único
departamento que cuenta con frontera tanto con Argen-
tina como con Brasil. Un rasgo distintivo del ecosistema
es el monte nativo en galería, semejante a la floresta
húmeda del sur del Brasil, con especies arbóreas de gran
porte ausentes en el monte nativo del resto del país. La
conexión vial con Montevideo se da a través de la ruta n°3
con la localidad de Bella Unión. La ciudad de Artigas, por
su parte, se conecta a través de la ruta 30 con Bella Unión
y de la 4 y la 31 con la ciudad de Salto.
Caracterización sociodemográfica
En Artigas viven poco más de 73 mil habitantes, de los
cuales algo más del 50% reside en la capital departamental.
Destaca el porcentaje alto de niños y adolescentes (los me-
nores de 18 años representan el 32% del departamento, el
más alto del país) y una presencia importante de población
afrodescendiente (17%; junto a Rivera son los departamen-
tos con mayor peso relativo).
Históricamente, Artigas se distinguió por presentar los
niveles más altos de pobreza según ingresos del país; así,
en 2006 era el departamento con el porcentaje más alto de
personas pobres, un 48,9% del total. En la última década ha
logrado reducir los niveles de pobreza y se asimilan al pro-
medio nacional. Sin embargo, los indicadores dan cuenta de
cierto rezago en el desarrollo social del departamento: bajos
niveles de asistencia a educación formal entre adolescentes,
bajos logros educativos entre la población adulta, niveles
altos de informalidad en el empleo, predominancia de em-
pleos no calificados y niveles altos de Necesidades Básicas
Insatisfechas son algunos de los rasgos que caracterizan a
Artigas; elementos que, en muchas casos, condicen con los
registrados en los departamentos vecinos de la región norte.
Matriz productiva
Cada zona del departamento construye su identidad en
relación a las actividades productivas o comerciales que se
desarrollan y a la cercanía a una u otra frontera. La acti-
vidad productiva se concentra en el sector agropecuario:
ganadería, arroz y horticultura; también se extraen algunos
minerales únicos en el país.
La ciudad de Artigas, que se encuentra sobre la frontera con
la ciudad brasileña de Quaraí, está muy determinada por el
intercambio comercial, donde la ciudad uruguaya se presen-
ta como referencia al tener mayor tamaño. Los intercambios
comerciales y productivos han marcado históricamente el
relacionamiento, aunque el estado de la caminería y las ru-
tas nacionales en los últimos años no contribuye a los flujos
del transporte. La presencia de las vías férreas, por ejemplo,
revela los flujos de otros tiempos, las cargas que llegaban
desde el “saladero”.
Bella Unión representa una zona más argentinizada del
departamento, y por su acceso a la Ruta Nacional no 3 y
17
tener mala comunicación vial con la capital departamental,
ha generado un fuerte relacionamiento con Salto. En su
identidad también influye su historia productiva: un área
agrícola de chacras y plantíos donde se destacan la caña
de azúcar y el arroz, que ha tenido una actividad industrial
fuerte pero con altibajos, con momentos de fuerte impulso
de industrialización y del movimiento cooperativista. En
la actualidad, con la recuperación del complejo azucarero,
ALUR es la empresa más grande del departamento.
En todo el departamento la identidad rural, asociada a la
ganadería extensiva es muy importante y se evidencia en los
gustos y costumbres más extendidos de la población, exis-
tiendo gran cantidad de aparcerías y asociaciones nativistas
que reúnen a muchas personas y se expresan en diversas
festividades y actividades criollas.
Otro elemento a considerar es la explotación de las mi-
nas de piedras semipreciosas, y si bien no se ha logrado
construir importantes cadenas de valor en su explotación
comercial o desarrollar su potencial turístico, la producción
artesanal a partir de estas piedras es uno de los elementos
distintivos de la región. En el primer semestre de 2015 se
exportaron por casi 11 millones de dólares a Brasil, Taiwán,
China y Estados Unidos.
 Algunas coordenadas culturales
El departamento se encuentra signado por su distancia
de la capital del país. El alto costo y la poca frecuencia
de transporte, sumados al mal estado actual de la ruta
no 30 ha dificultado las posibilidades de relacionamiento
del departamento con las instituciones nacionales en el
extremo sur.
La fuerte influencia de la doble frontera genera una hibri-
dación en la construcción de la identidad local, que oscila
entre marcar lo nacional como necesariamente propio y
reconocer la afinidad y gusto por producciones cultura-
les que cotidianamente permean a través de los medios
de comunicación y los flujos comerciales desde Brasil y
Argentina. Esto ha dado a la región norte en general y a
Artigas en particular ciertas características autárquicas
como la gran influencia brasileña en consumos culturales
(es el departamento con mayor porcentaje de gusto por
la música brasileña) o en términos lingüísticos como el
portuñol, o expresiones artísticas como los carnavales de
18 Bella Unión, Artigas y otras localidades.
Respecto a la distribución de los agentes culturales y la
infraestructura se advierte la centralidad que existe en la
capital departamental. Sin embargo, las principales loca-
lidades menores del departamento cuentan con al menos
algún espacio de expresión y promoción cultural; tal como
sucede en otros departamentos del interior del país, un
mismo edificio suele albergar a más de una infraestructu-
ra cultural, marcando la importante polifuncionalidad de
estos espacios.
La descentralización de la infraestructura e institucio-
nalidad cultural es complementada por una cobertura
relativamente amplia de Centros MEC, con un total de
nueve centros, varios de ellos emplazados en localidades
menores como Sequeira, Colonia Palma, Cerro Ejido, Yacaré
y Cainsa. Han sido un elemento vitalizador en el quehacer
cultural y una fuerte herramienta para romper la centra-
lización polarizada de actividades entre Artigas y Bella
Unión, desarrollando acciones sostenidas en el resto del
territorio departamental. Cabe señalar también el funcio-
namiento de una Usina cultural en la capital y el programa
Fábricas de la cultura en la localidad de Bella Unión.
Existe cierta falta de conocimiento, valoración y pro-
tección del patrimonio histórico, a pesar de la evidente
riqueza del departamento que aparece por ejemplo en sus
expresiones dialectales, costumbres y prácticas vincula-
das a la cultura de frontera, en sus siete monumentos his-
tóricos nacionales, o en el primer asentamiento humano
del actual Uruguay (el hombre catalanense, con 8 mil a 10
mil años de antigüedad).
En cuanto a la producción cultural cabe destacar el papel
central del Carnaval. El de Artigas, inspirado en el de Río
de Janeiro, al que asisten más de 20 mil personas anual-
mente, sincrético y que se canta mayormente en por-
tugués y que involucra ritmos y caracteres del carnaval
brasileño. El de Bella Unión, más influenciado por la
murga argentina, que se canta en español, pero también
en varias pequeñas localidades del departamento.
Junto a esto, las festividades criollas hacen a los gustos
y la vida cultural del departamento. Así, en la semana de
Vichadero, la fiesta de Tomás Gomensoro o la de Baltasar
Brum, organizadas por fuerzas vivas de las localidades,
tienen lugar música, danza, fogones, guitarreadas, depor-
tes, motociclismo, pesca o volleyball.
En Artigas han nacido y trabajado destacados pintores
y plásticos, también el famoso ingeniero Eladio Dieste,
y hoy día presenta un interesante impulso de las artes
visuales, el teatro y las letras.
Desde su creación en 2006 los Fondos Concursables para
la Cultura han otorgado financiación a siete proyectos, un
número relativamente bajo, tres de ellos en artes visuales,
y tres proyectos del Fondo para el desarrollo de Infraes-
tructura Cultural en el interior.
En las distintas consultas realizadas a los agentes
culturales se destacan como principales problemáticas
un relativamente bajo nivel de institucionalidad en las
políticas públicas, siendo repetida la sensación de cierta
discrecionalidad y ausencia de continuidad en las gestio-
nes políticas puntuales. Junto a la necesidad de apoyos
institucionales y de una mejor organización, se menciona
el bajo reconocimiento de algunas expresiones culturales
emergentes, la falta de espacios de formación, el poco
reconocimiento, la poca difusión, son algunos de los pro-
blemas que se enumeran.
Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Artigas se ha encontrado históricamente pos-
tergado en el desarrollo nacional. Algunos de los
grupos sociales más discriminados se encuentran
sobre representados en su población -es el depar-
tamento con mayor porcentaje de afrodescendien-
tes, niños y adolescentes-. Los planes, programas y
políticas culturales para el departamento deberían
considerar estas y otras situaciones de vulnerabili-
dad social. Articular esfuerzos en el campo artístico
cultural, con iniciativas de inclusión social que
logren promover la diversidad cultural y la estructu-
ra demográfica juvenil como potencial parecería una
estrategia a tener en cuenta.
2/ Su hibridación de costumbres, prácticas y tradi-
ciones fronterizas y su lejanía con el sur hegemónico
ha dado lugar a una serie de expresiones únicas que
es preciso valorar y jerarquizar desde las políticas
culturales. Las políticas transfronterizas.represen-
tan una clara oportunidad de desarrollo, así como
la potenciación de vínculos de las dos principales
ciudades del departamento, Artigas con Quaraí
y Bella Unión con Montecasero; pero además, la
vigencia del componente gauchesco y de cierto celo
nacionalista que se enfrenta a esa cultura de hecho
híbrida, hacen de Artigas un departamento esti-
mulante, con un enorme potencial y de algún modo
dinámico pese a la escasez de recursos. También en
términos territoriales, la polaridad Bella Unión y
Ciudad de Artigas, orientada adecuadamente, puede
funcionar como una engina que potencie el dinamis-
mo cultural.
3/ El patrimonio del departamento es vasto y di-
verso. Éste sin duda, representa un potencial para el
desarrollo que debería ser atendido por las políticas
culturales. Tres posibles líneas estratégicas en este
sentido podrían considerar, el patrimonio minero del
departamento, para el desarrollo de productos con
valor agregado, ya sea a través de la promoción de
capacitaciones o la conformación de cooperativas
de trabajo. En segundo lugar, la condición de fron-
tera y el patrimonio intangible a ella asociada por
ejemplo al carnaval, el portuñol, prácticas culinarias
específicas, como un atractivo para el desarrollo del 19
turismo cultural. El carnaval de Artigas es un ejem-
plo de este tipo de sinergias; este podría ser una de
las “cartas de presentación” del departamento para
promoverlo como destino cultural. En tercer lugar,
el patrimonio natural de Artigas constituye otro de
los elementos que lo distinguen, la “triple frontera”
constituye una región de peculiar atractivo, Rincón
Fraquia en Uruguay, el Parque Estadual Do Espinilho
y el Campo General Ávalos del lado Argentino, son
ejemplos de ello. Sumar esfuerzos transfronterizos
en la promoción de la apropiación responsable de
estos espacios por parte de la población de la región
y visitantes, es una línea pertinente de articulación
de políticas patrimoniales transfronterizas.
20

C A N E L O N E S
Ubicación, distribución
y ejes de comunicación
Canelones se ubica en el centro sur del país, rodean-
do Montevideo al sur y limitando con San José, Florida,
Maldonado y Lavalleja. Al oeste tiene costas sobre del río
Santa Lucía y al sureste sobre el río de la Plata.
Presenta una compleja red de 116 localidades, y se en-
cuentra atravesado por rutas que conectan Montevideo
con los demás departamentos y estructuran los asenta-
mientos urbanos de Canelones. Así la ruta no 5 atraviesa
La Paz, Las Piedras, Progreso y el litoral oeste, hacia el
centro norte del país; la ruta no 7 que une Toledo o Sauce,
parte del Santoral y el noreste del departamento (Tala,
Migues, Montes) con el noreste de Uruguay; la ruta no 8,
que cruza por Barros Blancos, Pando, Empalme Olmos o
Soca también hacia el noreste; la no 11, un semicírculo que
une el oeste con el este del país, atravesando las locali-
dades canarias de Santa Lucía, Canelones capital y buena
parte del Santoral, hasta llegar a la costa del río de la
Plata en Atlántida, o la ruta Interbalnearia sobre el río de
la Plata, que atraviesa Ciudad de la Costa y Costa de Oro
sobre el extremo sureste del departamento.
Caracterización sociodemográfIca
Canelones es el departamento más poblado de Uruguay
después de Montevideo, con el 16 % de la población del
país. La principal ciudad en cuanto a cantidad de habi-
tantes es Las Piedras, con algo más de 70 mil, le siguen
Barros Blancos con 31 mil y Pando con 26 mil personas.
También son relevantes varias localidades medianas de
aproximadamente 20 mil habitantes: La Paz, Canelones
ciudad, Santa Lucía, El Pinar, Solymar. Así mismo, el depar-
tamento cuenta con una amplia red de localidades peque-
ñas y muy pequeñas, y también es muy importante el peso
de la población rural dispersa con casi 50 mil personas,
siendo un importante número de productores familiares.
La estructura de edades y el origen étnico no difiere del
promedio del país. Junto a Maldonado, son los departa-
mentos que han venido registrando las tasas de aumento
poblacional más altas: más del 40 % de los habitantes no
nació en el departamento. Esta migración corresponde al
poblamiento del área metropolitana y en particular las
regiones ubicadas al sur y cercanas a la capital nacional,
donde trabaja uno de cada tres residentes en Canelones.
Es luego de Montevideo y junto a Maldonado el departa-
mento con mejores indicadores en materia educativa y
junto a Salto, los departamentos del interior con porcen-
tajes más altos de asistencia en el grupo de edad de 18 a
24. Canelones registra niveles algo más bajos de pobreza
que el total país y junto al resto de los departamentos del
sur del país presenta los niveles más bajos de Necesidades
Básicas Insatisfechas, aunque con un panorama heterogé-
neo: las áreas costeras y el noroeste presentan porcenta-
jes bajos de NBI, sin embargo parte del área metropolitana
de Montevideo y del noreste muestran porcentajes altos
de privación.
Matriz productiva
La economía de Canelones muestra una especialización
productiva y una diversificación importante. En esa matriz
heterogénea convive el desarrollo de actividades agro-
pecuarias, en particular referida a la producción familiar
hortícola, con actividades industriales que en muchos
casos conforman un complejo con localizaciones en
Montevideo en una lógica metropolitana, vinculadas a los
rubros agroindustriales, la industria manufacturera no
tradicional y sectores de tecnología media y medio-alta.
Es también relevante el desarrollo de servicios con espa-
cios de Zona Franca y un dinámico comercio interior en las
ciudades más grandes.
Algunas coordenadas culturales
Canelones presenta una arraigada historia que se remonta
a la época de la colonia pero al mismo tiempo un presente
sumamente dinámico, siendo junto a Maldonado los únicos
departamentos que registran un crecimiento constante en
el último medio siglo.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX la composi-
ción social de Canelones se vio modificada por la llegada
de inmigrantes –principalmente españoles e italianos-,
atraídos por la fertilidad de los suelos y aportando sus
 tradiciones agrícolas y rurales a las ya existentes gau-
chas. Esto marcó profundamente la identidad cultural
del departamento hasta la segunda mitad del siglo XX y,
continúa siendo hasta hoy un legado que determina en
parte esta zona. Hacia la segunda mitad del siglo XX el
departamento vive la expansión de su franja costera y me-
tropolitana dada su cercanía a Montevideo y el aumento
de la población de algunas ciudades, las cuales pasarán
a conformarse, sobre el final del siglo XX en verdaderas
“ciudades dormitorio” con una creciente afluencia de
migración de distintos departamentos del país.
En la actualidad podemos encontrar cuatro zonas bien
diferenciadas con características identitarias y culturales
propias. Por un lado la zona metropolitana al sur y este
del departamento, que ha vivido un fuerte crecimiento
demográfico y donde se concentra la mayor parte de la
población, con una fuerte influencia de Montevideo y de
la cultura más cosmopolita y urbana de la capital. La zona
litoral, en el oeste sobre el río Santa Lucía, tiene una im-
pronta más localista con una fuerte identidad de “pueblos
22 del interior” y con una referencia muy presente en el río
Santa Lucía y la ciudad de Canelones. La tercera zona se
ubica en el noreste del departamento y es el área con
mayor impronta rural, con fuertes vínculos con el folclore
y la cultura gauchesca. Por último la región de la costa, al
sureste del departamento, que abarca Ciudad de la Costa
y la Costa de Oro, de importante crecimiento demográfico,
comparte la lógica metropolitana de ciudad dormitorio y
también de turismo costero de temporada, con un parti-
cular cruce de identidades y expresiones.
En este escenario la gestión, la política y la instituciona-
lidad cultural se vuelven un desafío, en la medida en que
deben establecerse redes que lleguen a todo el territorio.
En cuanto a la Comuna Canaria, los ocho coordinadores de
cultura de las microrregiones articulan con la Dirección
de Cultura de la Intendencia y los municipios. La Dirección
de Cultura cuenta con tres áreas: Cultura Comunitaria,
Deporte y Artística. A nivel territorial, se articula con el
área de Desarrollo Social a nivel territorial. Además, Cane-
lones cuenta con once Centros MEC.
Se percibe con claridad el rápido y reciente desarrollo de
institucionalidad así como un buen número de políticas
innovadoras. De cualquier manera Canelones se encuentra
en posición de desventaja respecto a los restantes depar-
tamentos en cuanto a la disponibilidad de infraestructura
cultural en la relación a su población. Funcionan siete
teatros, nueve museos, cinco cines, tres de ellos en Ciudad
de la Costa y Costa de Oro. El único tipo de infraestructura
cultural de las relevadas que no se encuentra subrepre-
sentado son los Espacios Culturales: hay 32 de ellos en
el departamento con una relativamente buena cobertura
territorial. Es que un factor característico de Canelones
que distintos actores que trabajan en territorio destacan,
es su entramado social y su alto nivel de participación en
redes y organizaciones. En todo el departamento la socie-
dad civil tiene un rol activo y lleva adelante sus iniciativas
con o sin el apoyo de los organismos del Estado. Así sean
las históricas comisiones de fomento en las zonas rurales
o comisiones barriales en las áreas urbanas, el nivel aso-
ciativo del departamento, en particular de base territorial
a nivel de sus localidades ha sido siempre muy alto. Este
elemento también se refleja en las expresiones artísticas,
donde muchas veces es más fácil y justo identificar a gru-
palidades antes que a artistas independientes.
En lo que se refiere a elementos patrimoniales, se cuentan
varios sitios históricos y valiosos ejemplos de arquitec-
tura -57 bienes declarados como Monumentos Históricos
Nacionales que incluyen edificios de diversas épocas y
muy variados estilos. En particular el patrimonio natural
es variado e incluye una amplia franja costera de 65 kiló-
metros, complementada por bosques y sistemas de dunas
con vegetación nativa. Así mismo existen amplias zonas
de bosques y parques y bosques fluviales, asociados a ex-
tensos ecosistema de bañados. A nivel nacional, Canelones
comparte con San José y Montevideo el Área Protegida
Humedales de Santa Lucía.
El sureste de Canelones presenta una fuerte diversidad, en
localidades que en casi todos los casos se caracterizan por
un crecimiento en las últimas décadas. Barros Blancos y
Colonia Nicolich se distinguen por una mayor vulnerabili-
dad, la Ciudad de la Costa convertida en franja metropo-
litana pero con una importante identidad local costeña,
la Costa de Oro más atravesada por la estacionalidad
turística. Una de las fisuras más importantes que atravie-
sa la zona es la división socioeconómica impresa por sus
principales arterias de tránsito.
En la zona oeste y la zona rural noreste hay otras cons- Los agentes culturales del departamento comparten la
trucciones identitarias muy fuertes. La forma de ser de sensación de que en Canelones hay una fuerte actividad
las personas del oeste es sencilla, arraigada de alguna de buen nivel en diversas áreas: teatro, circo, danza, coros,
manera a su zona, defiende el lugar donde nació con el murgas, artistas plásticos, conjuntos musicales, artesa-
que mantiene fuerte conexión. La zona oeste y el noreste nos, radios comunitarias, etc. Pero también es compartida
tienen la marca de la migración con cierto nivel adquisi- la idea de que muchas veces no se conocen las cosas
tivo, diferente a la del santoral, cuya población suele ser que se hacen y se nota una gran falta de difusión de los
nativa y de posición económica media y baja. eventos y actividades que se realizan. Durante la jornada
En la zona metropolitana grandes ciudades como Las de trabajo del Plan Nacional de Cultura algo de lo que más
Piedras, Pando o incluso La Paz presentan una importante sorprendió a los participantes fue el desconocimiento de
vida cultural, con institucionalidad, instalaciones, varios cosas que están sucediendo a pocos kilómetros. Insistie-
colectivos y fiestas y espacios juveniles dinámicos, aunque ron en la falta de apoyos y en la enorme potencial de la
con una clara referencia montevideana y sensación de un cultura para la inclusión social y el desarrollo del depar-
“pasado mejor” en términos culturales. tamento.
En la zona noreste del departamento la identidad rural
también está muy presente: la cultura gauchesca, las
actividades hípicas, las sociedades nativistas, los grupos
de danza o canto son centrales en la vida cultural de estas
localidades. Existe cierta resistencia hacia la diversidad
y la población joven, que se sienten identificados como
problemáticos. 23
Respecto a fiestas y celebraciones Canelones destaca por
un gran número a lo largo de todo el territorio, heren-
cia de las diversas colectividades, de la fuerte impronta
folclórica y rural y de la fe católica que ha profesa parte
de su población. Las principales festividades del depar-
tamento se vinculan entonces a temáticas folclóricas,
como las Criollas del Parque Roosevelt; religiosas, como
las vinculadas a la fundación de localidades de la zona
del santoral; a la historia nacional, como el natalicio de
Artigas en Sauce; a actividades productivas como las de
la vendimia; o a creaciones locales más recientes como el
Costa Reggae.
 Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Cualquier línea de trabajo en materia de políti-
cas culturales en Canelones debe partir del recono-
cimiento de su especificidad en relación al resto de
los departamentos del interior y al mismo tiempo
de la heterogeneidad interna que presenta, pero
en términos generales Canelones cuenta con áreas
de gran dinamismo y desarrollo donde la cultura
debería “ponerse en valor”, por ejemplo integrarse
con más fuerza dentro de la oferta turística pero
también en lo productivo, agregando “valor cultu-
ral” a la producción primaria ya sea para el mercado
interno o para mercados externos específicos. Un
aspecto prioritario lo constituye la necesidad de
desarrollo de infraestructura cultural, en particular
en las zonas menos urbanizadas del departamento.
24 Allí necesariamente el esfuerzo público será central;
en los núcleos urbanizados debería estimularse
el papel de actores privados que contribuyan al
desarrollo cultural. El crecimiento poblacional es un
factor central para orientar los esfuerzos en mate-
ria de políticas culturales.
2/ La lógica centralista de las rutas y su disposi-
ción radial respecto a Montevideo ha dado como
resultado una dificultad real para la circulación
interna y una importante fragmentación entre zonas
que no están tan alejadas pero que no tienen forma
de vincularse. De este modo, el departamento fun-
ciona como una suerte de archipiélago y una mejor
conectividad se vuelve crucial. Mientras tanto, al-
gunas de esas “islas” tienen fuerte identidad local y
un enorme potencial; en particular en el sureste del
departamento, de fuerte crecimiento poblacional,
que se plasma en formas contradictorias que las
políticas culturales deben considerar: de una cara la
creciente segmentación territorial y la infraestruc-
tura inadecuada para el volumen de población; de
otra cara un fuerte dinamismo y potencial pautados
por el entorno natural, la cercanía a la capital y una
población juvenilizada, con instalación reciente,
donde casi dos tercios de las personas han nacido
en otro departamento o pertenecen a la primera
generación de radicados allí.
3/ El departamento cuenta con una tradición fuer-
te de organizaciones comunitarias y locales. Sin lu-
gar a duda, son actores claves para elaborar líneas
de acción futuras en materia de políticas culturales,
y apoyar esa organicidad de base es una clara línea
estratégica. Complementariamente, debe tenerse
especialmente en cuenta el desarrollo institucional
importante a nivel de Gobierno departamental: se
cuenta con tradición en la ejecución de políticas
culturales que se remontan al menos 60 años atrás
y que, hoy en día, a través de la Dirección General
de Cultura, cuenta con una diversidad de áreas de
acción y proyectos. La situación permite proyectar
una planificación ambiciosa, que es una gran opor-
tunidad para el departamento.
25
26

C E R R O L A R G O
Ubicación y ejes de comunicación
Cerro Largo se ubica en el litoral noreste del país, limí-
trofe con los departamentos de Tacuarembó y Rivera al
norte, Durazno al oeste, Treinta y Tres al sur. Es fronterizo
con Brasil al este; una característica cultural importante
para gran parte del departamento, en particular para las
localidades fronterizas –Rio Branco y Aceguá.
La Ruta No 8 que recorre de sur a norte el departamen-
to, uniendo Melo con Montevideo y todo el sur del país,
llegando hasta la frontera con Brasil en la localidad de
Aceguá, la Ruta No 26 que recorre el departamento de
este a oeste y la Ruta No 18 que va desde Treinta y Tres a
la frontera en el este del departamento, en las cercanías
de la ciudad del Río Branco, se encuentran en muy buen
estado. El resto de las vías principales, la ruta No 7 que
llega hasta Melo desde el sur del país y conecta a las loca-
lidades de Fraile Muerto y Cerro las Cuentas, y la ruta No
44 que conecta a Melo hacia el oeste con Vichadero y los
departamentos de Rivera y Tacuarembó, tienen un estado
mayoritariamente malo y regular. Al oeste del departa-
mento la interconexión es muy escasa y en mal estado, lo
cual dificulta el acceso y los traslados a dicha zona.
Caracterización sociodemográfica
En Cerro Largo viven casi 85 mil personas, de estas el 61%
vive en Melo, la capital y un 17% en Rio Branco. El restante
22% se divide en pequeñas localidades, entre las que des-
tacan Fraile Muerto y Aceguá. Un 7%, aproximadamente 6
mil personas, viven en el área rural dispersa.
El departamento se caracteriza por porcentajes altos de
niños y adolescentes, aspecto que comparte con los otros
departamentos norteños, un 30% tiene menos de 18 años.
Otro elemento que lo vincula con Rivera y Artigas es el
porcentaje alto de población afrodescendiente, un 11%.
Los indicadores educativos, laborales y sociales muestran
a Cerro Largo con desempeños por debajo de la media
nacional, evidenciando situaciones de privación y pobreza.
En términos de asistencia a educación, muestra los
niveles más bajos del país en el grupo de 20 a 24 años.
Entre los indicadores de calidad del empleo, en el año
2015 muestra los porcentajes más altos de no aporte a la
seguridad social, aspecto que puede asociarse a la alta
inserción de los ocupados en tareas no calificadas.
Así, si bien en los últimos 10 años se han reducido los
niveles de pobreza el 45% de las personas, según el Censo
2011, integra hogares con Necesidades Básicas Insatisfe-
chas.
Matriz productiva
En el departamento predomina la actividad agropecua-
ria, concentrándose en la ganadera, ganadera lechera y
ovejera. En relación a su producción de arroz, Cerro Largo
se cuenta entre los departamentos con la producción más
alta del país. Asimismo, la actividad forestal también es
destacada: más de la mitad de esta forestación corres-
ponde a bosque natural, siendo esta superficie, por sus
dimensiones la tercera a nivel nacional.
En relación a su actividad turística, su oferta es relati-
vamente escasa, destacándose entre los principales atrac-
27
tivos la ciudad de Río Branco y el Balneario Lago Merín. En
los últimos años la presencia de una decena de comercios
en régimen de Free Shop en la ciudad de Río Branco ha
dinamizado sustancialmente la actividad turística y eco-
nómica en la zona.
Algunas coordenadas culturales
Cerro Largo es un departamento que fue crucial para la
consolidación de la independencia nacional, siendo el pri-
mer bastión hispánico en una zona de importante influen-
cia portuguesa. Melo, su capital, es la única de las cuatro
capitales del norte del país que data del período colonial
español. Durante todo un largo siglo XIX fue entonces
un espacio en disputa que logró consolidar las fronteras
uruguayas en un sentido material y simbólico. Esa fuerte
identidad nacionalista, pautada por la autonomía y la re-
beldía perviven de alguna manera hasta nuestros días, lo
que ha llevado a que el departamento tenga una herencia
marcadamente hispánica que lo distingue en cierta forma
de su vecino Rivera.
 De cualquier modo, la cercanía con Brasil permea fuer-
temente la identidad y cultura no sólo de las localidades
fronterizas sino también la vida cotidiana de práctica-
mente todo el departamento. La síntesis de estos dos
elementos tan fuertes (frontera con Brasil y tradición
uruguaya) se materializa en una fuertemente vinculación
con la ruralidad y las tradiciones de la vida de campo, lo
que sumado al elemento urbanizador representado en la
ciudad capital de Melo, han configurado un departamento
con una definida personalidad propia, con elementos de
enorme potencial a la vez que residuos de lógicas de algún
modo caudillescas y discrecionales, que aun con buena
voluntad dificultan la planificación y generan problemas
de comunicación.
Su variada y dinámica capital, presenta una valiosa diver-
sidad donde esta matriz identitaria nacional y la influencia
brasileña se acompañan de una presencia de comuni-
dades inmigrantes europeas que tuvieron lugar durante
las primeras décadas del siglo XX. Esta matriz cultural
(frontera, campo, ciudad, inmigrantes) es vista como un
28 potencial por parte de los agentes culturales de la ciudad
que coinciden en señalar que es necesario alimentarla y
ponerla en valor para que sea reconocido de la manera
que se merece.
El departamento cuenta con una interesante cantidad de
localidades medianas que es importante señalar. Fraile
Muerto, ubicado en el suroeste sobre la ruta No 7, es un
núcleo urbano de un área productiva con forestación,
fuerte ganadería y arroz, que cuenta con un reconoci-
do parque municipal. Tupambaé, al borde de la Cuchilla
Grande sobre el límite con Treinta y Tres, tiene un precioso
nombre guaraní (quiere decir lugar sagrado, o donde ha-
bita dios) y es conocido por su famoso raid hìpico. Existen
varias localidades pautadas por la impronta de la frontera,
como es el caso de Isidoro Noblía en el extremo norte del
departamento, cercana a la ciudad fronteriza de Aceguá,
que cuenta con su fiesta del arroz. También se destaca Río
Branco, ciudad fronteriza con la brasileña Yaguarón en el
extremo este del departamento, con una interesante feria
del libro. Toda esa zona del sureste está pautada por el
agua, surcada por varios ríos y en particular con la Laguna
Merín, importante centro turístico que visitan miles de
personas cada temporada. Al norte se ubica Paso Centu-
rión, territorio con quebradas, planicies, cursos fluviales y
un muy diverso ecosistema.
El patrimonio cultural se asocia con su gran acervo his-
tórico, el cual incluye acontecimientos –guerras gauchas,
revoluciones-, figuras de la historia nacional y numerosos
caudillos; tal es así que parte importante del patrimonio
de Cerro Largo remite a casas y estancias que fueron lo-
caciones de importantes hechos políticos de los dos siglos
pasados, entre las que se destacan El reducto de El Cordo-
bés, El Mirador de Ramón Mundo, Azotea de Mazziotta y la
Antigua Posta del Chuy.
En lo referido a la producción artística se destacan la
tradición plástica de Cerro Largo, figuras folclóricas
importantes como Carlos Molina, y en el ámbito literario
Juana de Ibarbourou, Justino Zavala Muniz, Emilio Oribe o
los hermanos Monegal. Se suma a esto instituciones que
han tratado de nuclear escritores, como el Movimiento de
Autores de Cerro Largo, a fines de la década del sesenta,
y la Asociación de Escritores de Cerro Largo, en años más
recientes .
En cuanto a las festividades criollas se destacan el Fes-
tival a orillas del Yaguarón en Río Branco y la Fiesta del
Folclore en el lago Merín, la Semana del caballo en Melo,
la Semana de farroupilha en Aceguá.
Dentro de las fiestas “carnavalescas”, destaca en el
departamento el Carnaval de Melo, estando entre las
actividades que reciben mayor promoción y visibilidad
en el departamento con su ya famoso desfile de Carnaval
por la Avenida Saravia. Este evento anual que cuenta con la
presencia de conocidas figuras uruguayas e invitados de la
farándula argentina, que comparten las calles con lubolos
y escuelas de samba locales y regionales. Este es un evento
al que asisten miles de personas, que se complementa con
espectáculos en varias partes de la ciudad, ferias, activida-
des para niños y un concurso de murgas. Esta iniciativa, de
creciente importancia y que ya ha logrado hacerse un hueco
en la agenda cultural nacional, no está exenta de polémica:
implica una concentración fuerte de los recursos munici-
pales y un estilo discutido por algunos, aunque por otra
parte se le reconoce ser popular, exitoso y un hito cada año.
Cabe destacar que las grupalidades involucradas trabajan
a lo largo de todo el año en la preparación de este evento
y es uno de los mojones culturales más importantes de la
ciudad. También es interesante ver que el carnaval tiene
importante incidencia en la vida cultural de varias locali-
dades del departamento, pero todas estas en mucho menor
medida que Melo.
Si bien el departamento cuenta con cierta infraestructura
cultural, la mayoría se encuentra concentrada en la capital
departamental, con excepción de la Casa de la Cultura de
la ciudad de Río Branco. En cuanto a la institucionalidad
cultural es compartida la sensación de que se encuentra
poco desarrollada, y los actores coinciden en evaluar esto
como un fuerte desafío y una oportunidad. De hecho, el
área cultural de la Intendencia Municipal no se encuentra
adecuadamente jerarquizada en lo institucional ni dispone
de un presupuesto propio. Una cierta polarización política,
escasez de recursos y algunas decisiones polémicas aunque
sustentadas en argumentos, pautan un escenario donde la
posibilidad de acordar y proyectar políticas que potencien
el desarrollo cultural del departamento parecen urgentes
y serían bienvenidas por todos los agentes culturales. Pro-
blemas como la centralización de recursos en la capital
departamental (y a su vez centralización y lejanía de la
capital nacional en relación a esta), o la falta de elemen-
tos de coordinación y encuentro entre las personas que
trabajan en cultura, o la discontinuidad de programas y
proyecto culturales, o la migración de sus talentos jóvenes
a formarse y desarrollarse en Montevideo, son algunos de
los que plantean los actores culturales.
Líneas estratégicas
1/ Al atender a las condiciones sociales y de vida
de la población se advierten situaciones de vul-
nerabilidad y pobreza que, más allá de las mejoras
vividas en la última década, continúan marcando
una brecha respecto a los departamentos del sur
del país. Las políticas culturales podrían aportar
elementos claves para la integración y el desarrollo
del departamento. Para ello es menester articular
esfuerzos, con los realizados desde otras institu-
ciones públicas.
2/ El peculiar caràcter hìbrido de la conformaciòn
de Cerro Largo, con influencias de Brasil, hispà-
nicas, gauchescas y de campo, fuertes ciudades,
inmigrantes europeos, y su variedad, es un atractivo
muy importante y potencial: la polìtica cultural 29
debería preocuparse por el rescapte y la promociòn
de estas manifestaciones, de cada una de ellas en
particular y sus mezclas y producciones autóctonas.
3/ Es urgente mejorar la institucionalidad de la
cultura en el departamento, y establecer políti-
cas culturales que permitan una planificaciòn a
mediano plazo y susciten mejores acuerdos entre
los agentes culturales y propendan a una mayor
descentralización de las actividades.
30

C O L O N I A
Ubicación y ejes de comunicación
Colonia se ubica en el extremo suroeste del país, en el
encuentro del río Uruguay con el río de la Plata, tenien-
do costas sobre ambos y frontera con San José al este y
Soriano al norte. El departamento se caracteriza por un
fuerte entramado de medianas y pequeñas localidades:
La Ruta no 1 es el eje principal que recorre el extremo sur
del departamento; se destaca también la ruta no 21 que
conecta la capital departamental con el litoral oeste y la
no 2 relaciona al sur del departamento con los puentes
fronterizos con Argentina.
Caracterización sociodemográfica
Actualmente viven en Colonia unas 123 mil personas,
siendo el cuarto departamento del interior en población
y crecimiento demográfico. Su configuración histórica y
la relativa facilidad de acceso permitieron la llegada e
instalación de distintas colectividades de inmigrantes
europeos en el siglo XIX, algunas poco frecuentes para el
país como suizos, ingleses y alemanes.
Existe una densa red de localidades que incluye varias de
tamaño mediano, con más de 10.000 habitantes, Colonia
del Sacramento, Carmelo, Juan Lacaze, Nueva Helvecia y
Rosario.
Otras características relevantes son su estructura de
edades envejecida, en el contexto nacional es junto a La-
valleja el departamento con mayor promedio de edad, y su
posición relativamente favorable en términos socioeconó-
micos: se encuentra entre los departamentos con menor
incidencia de pobreza, es el de mayor promedio de años
de estudio y tiene las tasas de desempleo, subempleo e
informalidad laboral más bajas del país.
Matriz productiva
31
La actividad agropecuaria, especialmente la vinculada a la
lechería, es una de las más relevantes en el departamen-
to. Colonia forma parte de una de las principales cuencas
lecheras del país junto a San José y Durazno. En la misma
conviven emprendimientos empresariales agroindustriales
innovadoras en tecnología y organización del trabajo con
establecimientos familiares.
Su ubicación geográfica favorable, en las desembocaduras
de los ríos Paraná y Uruguay y su confluencia con el Río de
la Plata, a 55 kilómetros de Buenos Aires, ejerce influen-
cia positiva sobre la economía departamental. El sector
turístico es clave: es uno de los departamentos con mayor
afluencia de turistas durante todo el año debido a los nu-
merosos atractivos, que incluyen sitios históricos, playas,
ofertas de deportes náuticos, pesca deportiva y agroturis-
mo, oferta hotelera y gastronómica. Otra actividad central
en el departamento es la portuaria, concentrada en Juan
Lacaze, Colonia del Sacramento y Nueva Palmira.
Dentro de las industrias relevantes destacan: plantas
industriales procesadoras de papel, fibras sintéticas y
tejidos, molinos de refinamiento de harina, astilleros y
artículos de aluminio.
 Algunas coordenadas culturales
El Río de la Plata y el río Uruguay contribuyeron a princi-
pios del siglo XVI a que la zona fuera explorada y sujeto de
los primeros intentos de ocupación española y portuguesa.
Colonia generó un temprano proceso de urbanización en la
región que fue crucial para la definición de los rasgos que
la caracterizan, en particular la llegada durante el siglo
XIX de distintas comunidades de inmigrantes europeos,
que trajeron sus costumbres, creencias y prácticas.
Lo anterior contribuye a que presente una valiosa di-
versidad, que se plasma en tradiciones como el entorno
urbanístico ordenado en Colonia Valdense, los escudos de
las familias en Colonia Suiza o los murales en la ciudad
de Rosario. Del mismo modo, ciertos símbolos se vuelven
32 icónicos de otras localidades, como las cachilas en Tara-
riras, o el sábalo de Juan Lacaze. Más de una decena de
festividades que tienen lugar en las diferentes localidades
atestiguan la pervivencia de ese acervo.
En la actualidad es reconocible la influencia de Argentina
y fundamentalmente de Buenos Aires, en la construcción
de la cultura local, no solo en sus consumos culturales,
sino también en el turismo, así como en el intercambio
permanente en términos de bienes y servicios o en la
formación y educación.
La ciudad de Colonia del Sacramento fue fundada en 1680.
En ella convergen disputas de siglos entre las potencias
colonizadoras, España y Portugal, que a la fecha quedan
patentes en la convivencia de ambas arquitecturas de for-
ma integrada, motivo por el cual fue declarada patrimonio
de la humanidad de la UNESCO. Pero todo el departamen-
to tiene un gran patrimonio histórico, como un extenso
haber de monumentos, zonas, calles y construcciones
declaradas como patrimonio histórico. Entre ellos constan
el faro de la ciudad de Colonia construido en 1855, o la isla
Farallón y el faro construido en ella (1875), el pueblo de
Conchillas, la Plaza de los Fundadora en Nueva Helvecia,
el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento, el Parque
Otto Wulff, el puente sobre el arroyo Sauce, entre muchos
otros. Parte de ese patrimonio son también las fiestas de
las colectividades, que requieren un fuerte trabajo anual
y donde se recuerdan las raíces comunes con danzas,
músicas y comidas típicas, como en las Colonias Valden-
se o Suiza. Debe mencionarse el rico patrimonio natural
del departamento, en los hábitats se cuentan campos
naturales o praderas no cultivadas, bosques (ribereños,
con algarrobales o con espinillares) y bañados, así como
nutridos cursos de agua y playas.
La institucionalidad, la infraestructura y los agentes
culturales son variados y se distribuyen en forma relativa-
mente desconcentrada en todo el departamento. Colo-
nia cuenta con 5 teatros, 3 cines, 7 librerías, 15 espacios
culturales, 2 espacios de exhibición, 2 salas o escenarios,
así como con nueve Centros MEC, dos Fábricas de Cultu-
ra y 20 museos. Colonia es así el departamento con más
infraestructura cultural en relación a su población. Otro
actor clave en la institucionalidad cultural es la Direc-
ción de Cultura de la Intendencia; entre sus funciones se
encuentra la de gestionar las Casas de la Cultura. Luego
de Canelones y Maldonado es el departamento del interior
con más proyectos financiados en los Fondos Concursables
de la Cultura. Pero además, cada localidad presenta fuer-
zas vivas que organizan fiestas, representan comunidades
y alimentan un tejido social que puede representarse
como un archipiélago, que se constituye en forma global
precisamente por la conexión entre distintas islas.
Los agentes culturales en las jornadas de discusión y las
entrevistas identifican diferentes zonas, más allá de las
características de cada localidad: una rural agropecuaria,
otra portuaria industrial con tradición sindical y coopera-
tivista y una tercera más asociada al turismo. Entienden
que algunas de ellas son más tradicionales que otras; par-
te de esta situación surge de una desigual comunicación
entre las localidades, y en particular del difícil intercam-
bio con el norte del departamento.
Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Colonia se caracteriza por una rica diversidad de
localidades medianas y pequeñas, muchas de ellas
vinculadas a colectividades étnicas y religiosas
que poblaron esta zona del país. Esta diversidad le
da un carácter descentralizado al departamento
en contraposición al centralismo nacional carac-
terístico, que la distribución de infraestructura,
institucionalidad y agentes ratifican. Por supuesto
se debe tener en cuenta la diversidad de orígenes
y expresiones que existen en el territorio, así como
sostener la descentralización, que es modélica
a nivel nacional, pero no hay que desatender el
estímulo de esta red y las conexiones entre los
nodos. Las políticas culturales podrían estimularla
por ejemplo mejorando la circulación de artistas 33
o estableciendo consejos o mesas territoriales de
cultura.

2/ Dada la posición geográfica privilegiada del
departamento, cercano tanto a Buenos Aires como
a Montevideo, sería pertinente fungir como puente
que consolide los vínculos culturales y artísticos
binacionales. En este marco, políticas culturales
transfronterizas podrían ser una estrategia a tener
en cuenta. El turismo, que ya expresa este dinamis-
mo representa una oportunidad para el desarro-
llo cultural ya sea mediante la incorporación de
circuitos alternativos o en la promoción de artistas
locales. Además el turismo no estacional representa
una oportunidad que podría recibir mayor atención,
por ejemplo para que artistas de otras partes del
país que concentran su oferta durante el verano
circulen y aumenten su visibilidad y a la vez la
oferta en Colonia.
3/ Colonia atesora una riqueza en sus tradicio-
nes y su historia que configura un capital que las
políticas públicas culturales pueden promover aún
más. Colonia del Sacramento es el centro histórico
más importante del país; varias localidades también
presentan enormes atractivos. En el marco de la
tradición participativa y de autogestión que tiene
el departamento se considera necesario propiciar
iniciativas e instancias de profesionalización de
la gestión cultural, a través de la formación de
recursos humanos, investigaciones y planificación
específica, de modo de dinamizar, orientar y dar
coherencia a las distintas iniciativas.
34

D U R A Z N O
Ubicación y ejes de comunicación
El departamento de Durazno se encuentra en el centro del
país. Al sur del Río Negro, limita con Cerro Largo y Treinta
y Tres al este, Florida al sur, Flores al suroeste, y con Rio
Negro y Tacuarembó, al norte del Río Negro. Su eje de
comunicación principal es la ruta No 5 que lo atraviesa
de sur a norte, conectando la ciudad capital con Monte-
video y con los departamentos de Canelones y Florida al
sur y Tacuarembó y Rivera al norte. La ruta n° 14 une a la
capital con Villa del Carmen y Sarandí del Yí. Otras rutas
que atraviesan el Durazno son las 100, la 6 y la 43, que
une al departamento con la localidad de San Gregorio del
Polanco en Tacuarembó, previo cruce en balsa.
Caracterización sociodemográfica
En Durazno viven 57 mil personas, más de la mitad en la
capital, la segunda localidad en importancia es Sarandí
del Yí con 7 mil habitantes. El 23% de la población vive en
localidades menores a 2 mil habitantes o en el área rural
dispersa, siendo luego de Florida y San José, el departa-
mento con mayor peso relativo de estas áreas. La extensa
superficie y la poca cantidad de habitantes, hacen de
Durazno uno de los departamento con menor densidad
de población, rasgo compartido con Tacuarembó, Flores y
Treinta y Tres.
Durazno tiene un porcentaje más alto de niños y adoles-
centes que el promedio país, característica que lo asemeja
a los departamentos del norte del Río Negro. En términos
educativos, presenta ciertos rezagos en comparación con
la media nacional y, sobre todo, con el desempeño de
algunos departamentos del sur. Se destaca por ser, junto
a Treinta y Tres, los departamentos con porcentajes más
bajos de asistencia a educación formal en adolescentes
de entre 13 y 17 años. Entre la población de 25 años y más,
casi la mitad tiene primaria como máximo nivel educativo
y la proporción de adultos con algún grado de educación
terciaria es una de las más bajas de Uruguay.
Tanto el acceso como la calidad del empleo son deficita-
rias. Al 2015 presentaba tasas de desempleo solo supe-
radas por Salto y Rocha. El 32% de los trabajadores no
aporta a la seguridad social, si bien no se encuentra entre
los departamento con mayores de informalidad, supera
ampliamente los registros de los departamentos del sur.
Otra característica del mercado de empleo es la demanda
de trabajo no calificado, uno de cada cuatro duraznenses
se ocupa en empleos de esta índole.
El porcentaje de personas pobres en la última década
ha decrecido, tanto en Durazno como en el total país. En
2006 los niveles de pobreza eran de 37% y 33% respec-
tivamente. A partir del año 2009 los guarimos en el depar-
tamento se igual con los nacionales, siguiendo trayecto-
rias similares hasta 2015, años para el cual el porcentaje
de personas pobres, tanto en Durazno como en el total
país representaban el 10%. Los niveles de necesidades 35
básicas insatisfechas son más altos en Durazno que en el
total país, hecho que se asocia a las privaciones en acceso
a recursos y servicios públicos, especialmente entre la
población de pequeñas localidades y áreas rurales.
Matriz productiva
El departamento muestra una estructura productiva poco
diversificada, con una alta concentración en el sector
primario. Destaca dentro de lo agropecuario la ganadería
de carne y leche, con un grado importante de inversión
y mejoramiento productivo. También en el departamen-
to se desarrollan actividades de minería, forestación,
agricultura de granos, todas ellas son a su vez deman-
dantes de servicios, logística y transporte. Existen algunas
industrias, principalmente vinculadas al sector primario.
Pueden mencionarse la lanera, la frigorífica, el sector de
procesamiento de pescado y los molinos de harina. La
oferta de turismo en el departamento está orientada al
turismo rural vinculado a las estancias ecológicas y pesca
deportiva.
 Algunas coordenadas culturales
Algunos rasgos culturales fundamentales del departa-
mento deben rastrearse en el siglo XIX; en la región centro
del país la distribución de la tierra fue anterior a la funda-
ción de los primeros centros urbanos y tuvo como carac-
terística la adquisición de inmensos latifundios por parte
de la oligarquía montevideana. Esto le dio a la región una
preponderancia de la actividad pecuaria; las prácticas,
usos y costumbres que de ella derivan se perpetúan con
fuerza en el departamento. Contribuye a esto el peso de la
población rural y el arraigo de las tradiciones de campaña
también en las ciudades. Testigo de ello son las diver-
sas festividades que tienen como centro las expresiones
artísticas y culturales folclóricas: el Festival Nacional de
Folclores es el principal y el más antiguo del país, pero
también existen eventos de este tipo en muchas locali-
dades del interior. Otro elemento que moldea la cultura
duraznense y que se asocia a la histórica concentración de
la tierra, es el bajo peso demográfico del departamento,
36 la baja densidad poblacional y la lejanía entre localidades.
Esto, sumado a la distancia a los principales centros urba-
nos del país, ha dado al departamento ciertas característi-
cas autárquicas, que mantiene hasta el día de hoy.
Lo anterior ha redundado, según lo expresado por los
participantes de las jornadas y los referentes entrevista-
dos, en cierta fragilidad institucional, frente a improntas
personalistas o caudillistas. Un factor que contribuyó
al surgimiento de ámbitos educativos y culturales en el
departamento fue la migración de italianos y españoles
en la segunda mitad del siglo XIX, clave en la creación de
las primeras bandas de música, clubes sociales, teatros y
centros de enseñanza.
Las expresiones artísticas culturales son variadas. Sin
duda debe destacarse la centralidad de la música y, de
modo más general, de las expresiones artísticas folclóri-
cas. La conservación de estas expresiones, aparece como
un elemento sustancial de las tradiciones del depar-
tamento, explicado en parte por la fuerte impronta de
campaña en todo el territorio. El Festival Nacional de
Folclore, es considerado el certamen más importante, con
la asistencia de la mayor cantidad de público que alcanza
una actividad cultural en Durazno. Se destaca la diversi-
dad del público que asiste y el valor de efecto socializa-
dor que tiene este encuentro. En este género la figura de
Osiris Rodríguez Castillo, que si bien no es oriundo del de-
partamento, pasó gran parte de su vida allí, es una de las
más relevantes. El folclore además se encuentra presenta
en las localidades menores del interior, tanto en agentes
culturales que lo desarrollan como en festividades que lo
promueven.
Otros géneros musicales relevantes son el rock –si bien
no tiene mucho arraigo, durante años se realizó el Pilsen
Rock, principal festival del género-, el candombe (Lagri-
ma Ríos es oriunda del departamento y en la capital se
desarrolla el desfile de llamadas más grande del interior),
el tango, la tropical y la cumbia, estos últimos son los
que presentan mayor aceptación según las encuestas
de consumos culturales. Las festividades son escenarios
centrales para la circulación de estas expresiones. Fiesta
de la Vendimia de Villa del Carmen, la Fiesta del Cordero
Pesado en Sarandí del Yi, la Fiesta del Rosedal en Carlos
Reyles, Raíces británico-orientales en San Jorge, Rome-
rías de Capilla Farruco, la festividad del aniversario de
Blanquillo, El raid en La Paloma, son algunas de las más
importantes.
Otras expresiones artísticas son las artes plásticas, des-
tacan Bernabé Michelena y Adolfo Pastor, quien aportó
a la creación en el año 1958 del Taller de Artes Plásticas
en la ciudad de Durazno. Las artes escénicas, uno de los
primeros testimonios data de fines del siglo XIX con la
fundación del Teatro Progreso. Posteriormente, existió una
fuerte actividad de teatro independiente, que tiene dentro
de sus hitos la fundación en 1961 del Pequeño Teatro de
Durazno, en funcionamiento hasta el día de hoy. En letras,
algunos de los nombres destacado son Elías Regules, Car-
los Claudio Reyles, Orlando Aldama y Carlos Scaffo.
Un elemento clave de la cultura departamental es el
patrimonio histórico; a la ciudad de Durazno se la ha lla-
mada “capital de los caudillos”. Algunos museos atesoran
patrimonio de este período: la Casa Museo Tte. gral. Pablo
Galarza y el Museo Casa de Rivera. Otros sitios relevantes
en cuanto a patrimonio son el Cuartel de Sarandí del Yí, la
Iglesia de San Pedro construida por el Arquitecto Eladio
Diestes, el antiguo hospital de Durazno, las estancias la
Azotea y la Capilla de Farruco, la Gruta de la Llorona en
La Paloma, el Cerro Convento cercano a Blanquillo, la sala
del Colegio de monjas en Sarandí del Yi, el Teatro Espa-
ñol, el Pequeño Teatro y la sala Rosina Sosa en Durazno
capital. En términos de patrimonio artístico, destaca la
colección de arte nacional que se cuenta en el Museo Arq.
Eduardo González Pose en el Liceo Miguel C. Rubino. El
departamento cuenta también con un conjunto de sitios
arqueológicos, uno consistentes en manifestaciones de
arte rupestre en la localidad de Maestre Campo y el otro
con testimonios de la presencia de los ingleses en la
zona de San Jorge. El patrimonio natural consiste en una
gran cantidad de cursos y cuerpos de agua de distintas
categorías, destacan el Río Negro y el Río Yí, y los distintos
lagos artificiales formados por la presencia de las represas
Gabriel Terra (ex Rincón del Bonete) y Baigorria. En su
composición geográfica presenta ecosistemas de praderas 37
y una pequeña zona de serranías al este del departamento.
En términos institucionales, funciona la División de Cultu-
ra, integrada al Departamento de Promoción Social de la
Intendencia de Durazno. Dentro de sus tareas destaca la
gestión de la Casa de la Cultura; además la División está
involucrada en la promoción y difusión de diversas expre-
siones artísticas: coros, muestras artísticas, exhibiciones
de danza, festividades y festivales, entre otras. Otros
actores institucionales importantes son el Conservatorio
de Música Osiris Rodríguez Castillo y, recientemente, la
Escuela Nacional de Danza del Sodre. En el departamento
funcionan siete Centros Mec, con una buena distribución
territorial, este aspecto es central, dada la concentración
de instituciones e infraestructura en la capital del depar-
tamento. Otra institución con presencia en el territorio
son las bibliotecas, funcionan un total de dieciséis, ocho
de ellas en localidades menores del interior. Respecto a la
infraestructura cultural, existen en buen número museos,
espacios culturales y salas de eventos. La carencia más
importante en este sentido es la presencia de teatros y
cines, solo funciona uno de cada uno y ambos en la ciudad
de Durazno.

Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Durazno enfrenta un desafío importante en
cuanto a la necesidad de desarrollar su capital
humano. Como se vio antes, es uno de los depar-
tamentos con mayores déficits en este sentido. La
cultura no escapa a esta situación, como mencio-
naron los agentes entrevistados y los participantes
de las jornadas, existen carencias importantes de
formación, tanto en disciplinas artísticas como en
gestión cultural. Esta condición se ve potenciada
38 por el hecho de que, muchas de las personas más
activas y/o con mayores niveles de formación,
emigran del departamento. Una línea estratégica
en materia de políticas culturales debería sin duda
considerar la formación; en este sentido existe
al menos dos posibilidades –por supuesto com-
plementarias- potenciar la oferta y promover la de-
manda en las instituciones ya existentes y apoyar
el desarrollo de nuevas ofertas de formación; en
este punto es clave la participación pública, dado
que el bajo peso demográfico del departamento
podría ser un aspecto que retrajera las ofertas de
formación privadas –academias o institutos.
2/ En Durazno la integración con otros departa-
mentos para la circulación de expresiones artísticas
y la formación artística cultural parecería una línea
clave. Existe un potencial importante en el eje de
la ruta n° 5. Una estrategia posible podría ser la
promoción de la circulación de colectivos artís-
ticos –coros, grupos de teatro o música- a través
del apoyo de fondos concursables departamentales
con este fin. Otra alternativa se asocia a la gran
cantidad de artistas que atrae anualmente el de-
partamento por los eventos que alberga –Festival
Nacional del Folclore, Llamadas de Durazno. Sería
interesante pensar la posibilidad de fortalecer el
relacionamiento entre los artistas visitantes y los
locales, por ejemplo a través talleres y clínicas de
estudio los días anteriores a los eventos.
3/ Durazno ha comenzado en las últimas décadas
a promover una oferta turística rural, asociada al
turismo natural. Sin duda esta es una potencialidad
que debe ser promovida aún más desde una pers-
pectiva sustentable. Aquí también sería menester
la integración con otros departamentos a través del
eje de la ruta n° 5. Han existido experiencias nove-
dosas al respecto, por ejemplo “Ruta 5
Sentidos” un recorrido de 180 kilómetros a tra-
vés de Montevideo, Canelones, Florida y Durazno,
integrando visitas a bodegas, viñedos, queserías,
apiarios, hoteles, estancias turísticas, posadas
y restaurantes. Se deberían elaborar propuestas
que integren a este tipo de circuitos una oferta
cultural atractiva. Una posibilidad es aprovechar
las fechas de mayor tránsito de “viajeros cultura-
les”, por ejemplo las semanas en que se desarrollan
las principales festividades del norte –Festival
Nacional del Folclore, Patria Gaucha, Carnaval de
Rivera- podría ser un momento propicio para brin-
dar propuestas culturales complementarias en el
eje de la ruta n° 5.
40

F L O R E S
Ubicación y ejes de comunicación
Flores se encuentra en el suroeste del Uruguay. Con már-
genes al sur del río Negro y al oeste del río Yi, limita con
San José al sur, Soriano al oeste, Florida al este, Durazno y
Río Negro al noreste y norte respectivamente.
Su posición central en el país encuentra al departamento
como conexión entre el sur, Montevideo y San José, y el
litoral norte del país por intermedio de la ruta no 3, que
atraviesa Flores de sur a norte. Otras rutas importantes
conectan la ciudad capital de Trinidad con Ismael Cortinas,
con Durazno y con Cardona.
Caracterización sociodemográfica
Flores es el departamento menos poblado de Uruguay con
algo más de 25 mil personas; junto a su vecino departa-
mento de Durazno presentan la más baja densidad pobla-
cional del país. Es también el departamento más centra-
lizado, con cerca del 85% de los habitantes residiendo en
Trinidad.
Algo envejecido en su estructura de edades, en varios
aspectos muestra una relativa prosperidad que se plasma
en términos educativos, de acceso al mercado de trabajo
y de condiciones de vida, que además han mejorado en la
última década, así como también el acceso a tecnologías
de la información en donde el departamento presentaba
un cierto rezago.
Así, Flores es el departamento con menos desempleo del
país en el momento del relevamiento, y presenta uno de
los porcentajes más altos de personas que residen en
hogares sin Necesidades Básicas Insatisfechas, con 71%,
cinco puntos porcentuales más que el promedio del país.
En términos educativos el departamento ha mostrado un
acceso por encima de la media nacional, con excepción
de los tramos de edad mayores y los niveles superiores,
en una situación pautada por la ausencia de centros de
estudio a nivel terciario.
Matriz productiva
En Flores se destaca el peso de la actividad agropecua-
ria, particularmente la agrícola-ganadera en la que se
cuenta ganadería, agricultura, avicultura y apicultura. En
la ganadería se destaca la cría de vacunos, sea para leche
o carne y por otro lado la de ovinos para la producción de
lana mayormente. En la agricultura aparece fundamental-
mente la producción de granos, principalmente soja, trigo,
maíz, sorgo y cebada. Junto a esto, aparece la importancia
del sector de servicios sociales, educativos y de salud en
la capital.
Este doble componente, de tradición agropecuaria y la
centralidad como nodo de asentamiento de personas que
trabajan la tierra y centro de servicios de la población
trinitaria pauta fuertemente la estructura productiva del
departamento y lo configura.
Principales coordenadas culturales
41
Flores exhibe algunas características culturales muy
definidas. En primer lugar, una densa vida comunitaria. Los
fuertes lazos entre los habitantes y una actitud cotidiana
cordial y solidaria enorgullecen a los floridenses, que se
reconocen con orgullo en la frase que califica al departa-
mento como “cuna de la amistad”
Presenta, junto a otros departamentos del centro del país,
un estilo de vida pautado por la actividad agropecuaria y
claramente consolidado, con una capital estructurada en
forma tradicional, que funciona como centro residencial y
de infraestructura para los pueblos aledaños. Localidades
más pequeñas, como Ismael Cortinas en la frontera con
Colonia, San José y Soriano, o Andresito, con una relativa
autonomía de la capital, ofician como referencias a los
extremos sur y norte del departamento respectivamente.
Los agentes culturales del departamento coinciden en
caracterizar el panorama cultural como “chato” o “estan-
cado”, sin negar un esfuerzo en el trabajo de actores insti-
tucionales. Pese a esta sensación inicial de ausencia de
dinamismo, durante el proceso de diálogo con los agentes
culturales del departamento se enumeraron varios
productores y espacios de distintas disciplinas: danza,
 música, teatro, artes plásticas, literatura (se listaron más
de cien escritores) o un naciente espacio audiovisual.
También se detectan algunos movimientos interesantes:
la asociación de músicos, el club de tango o espacios de
creatividad juvenil valiosos.
En el departamento no hay librerías ni ferias del libro. En
cuanto a bibliotecas, existen solamente 4, de las cuales 3
se encuentran en Trinidad y 1 en Ismael Cortinas. Sin em-
bargo, se cuenta entre los departamentos que alcanza los
porcentajes más altos de personas que afirman leer varios
libros al año. En términos de consumos culturales destaca
el porcentaje elevado de personas que asisten al cine y a
espectáculos o conciertos, lo que sin duda se relaciona
con que se ha logrado la conservación de cierta infraes-
tructura; cuenta con cuatro teatros en torno a los cuales
funcionan espacios de exposición o exhibición y salas o
escenarios y un cine municipal renovado.
En el departamento no se han instalado Fábricas de Cul-
tura ni Usinas Culturales; comparten la de la vecina Du-
razno y se prevé la instalación de una en Ismael Cortinas.
42 Llama la atención también que solo ha habido un proyecto
ganador de los Fondos Concursables para la Cultura y dos
de los Fondos de Desarrollo de Infraestructura Cultural. La
utilización de esta herramienta de apoyo a nivel nacional
es entonces muy baja en el departamento; la mayor parte
de la iniciativa de desarrollo cultural proviene de la Direc-
ción de Cultura de la Intendencia y de los Centros MEC.
El gobierno departamental es en consecuencia un agente
fundamental en el campo cultural, que ha promovido
tanto el consumo a través por ejemplo del Cine Plaza,
como la difusión y conservación del patrimonio. También
administra la Casa de la Cultura, que organiza numerosos
talleres, mayormente de artesanía, en la capital y varias
localidades. Además, funcionan 5 Centros MEC: en Andre-
sito, La Casilla, Ismael Cortinas y dos en Trinidad, que han
logrado realizar un fuerte aporte específico para apoyar
espacios desatendidos e innovar en procesos de construc-
ción y participación social.
Es que la emigración de personas jóvenes y capacitadas
ha incidido en una estructura poblacional levemente en-
vejecida y donde aparece un cierto conflicto generacional:
una dinámica donde se echan en falta espacios atractivos
para jóvenes, que acusan por su parte falta de oportuni-
dades y apoyos, todo esto retroalimenta el fenómeno de la
emigración en este grupo etario.
De cualquier modo cabe señalar tres iniciativas particu-
larmente valiosas y ejemplares a nivel nacional. Merece
atención particular el Geoparque Grutas del Palacio, el
primero de Uruguay y el segundo de América Latina reco-
nocidos por Unesco, que abarca más de 2.000 kilómetros
cuadrados, doce geositios y catorce lugares de interés. Las
grutas constituyen una formación geológica con 70 millo-
nes de años: una coraza de areniscas ferrificadas que se
sostiene por un centenar de columnas naturales, de unos
dos metros de altura; el Geoparque también incluye el
conjunto de pinturas rupestres de Chamangá: los dibujos,
de corte geométrico, tienen una antigüedad de entre 1.500
y 3.000 años. Junto a los sitios de interés geológico, el pro-
yecto incluye por ejemplo, la zona de Palmar y la Reserva
de Flora y Fauna “Rodolfo Tálice”, el Parque Bartolomé
Hidalgo, que si bien está en Soriano es administrado por la
Intendencia de Flores, estancias turísticas o explotaciones
mineras abandonadas.
Además, dos iniciativas relacionadas a fiestas locales. Se
destaca el Carnaval como una de las fiestas populares más
importantes del departamento, pero Flores se caracteriza
también por un porcentaje alto de gusto por la música
folclórica, que asciende al 45%, muy por encima del pro-
medio del país. Por otro lado también se advierten valores
superiores en cuanto al gusto por la cumbia, con 30% de
las preferencias -en contrapartida se advierten valores
muy bajos de gusto por el rock, 3%, frente a un 20% en
el total del país. Y dos grandes festivales, uno asociado al
folclore y otro a la música tropical, muestran lecciones
interesantes.
En primer lugar, en cuanto a festividades folclóricas se
destaca el “Festival del lago Andresito”. No sólo por su
grilla o los miles de visitantes, sino porque en torno a él
se ha logrado construir un entramado que complementa y
aprovecha la oportunidad, como el reciente documental
de la historia del pueblo (“Andresito bucea en sus raíces”),
y su movilización en 1984 tras la instalación de la represa
de Palmar, con filmaciones subacuáticas. La iniciativa
continúa: se busca instalar una cabina para que turistas
puedan conocer la historia del pueblo. Los estudiantes de
la escuela del pueblo profundizaron en el nomenclátor

urbano y diseñaron cartelería para las calles.
En segundo lugar, el “Festival Internacional de Música
Tropical”, que ya es una de las actividades más multitudi-
narias del país, con decenas de miles de participantes. Es
una iniciativa que despierta polémica. Si bien los agentes
culturales acuerdan en la importancia de “identificar el
potencial de cada población y plantear distintas propues-
tas culturales para distintos gustos”, manifiestan algunas
resistencias a esta manifestación popular. En todo el país,
la cumbia y la música tropical son objeto de un cierto
desprecio por parte de algunos actores. Sin embargo, el
éxito del festival muestra que no podemos desdeñar ese
componente de nuestra identidad nacional.
Así como el Geoparque nos muestra el potencial de una
iniciativa municipal con un componente innovador en su
aprovechamiento del patrimonio natural y ambiental, o las
actividades en torno al festival de Andresito evidencian
que se puede generar sinergias locales, el festival de mú-
sica tropical recuerda que la cultura popular es un espacio
creativo y con gran potencial de movilización y encuentro.
Líneas estratégicas
para el desarrollo de la cultura
1/ Si bien el departamento cuenta con una infraestruc-
tura cultural aceptable, la misma se encuentra fuerte-
mente concentrada en la capital; el bajo peso poblacio-
nal del departamento en general y del interior de Flores
en particular, hace que el desarrollo de infraestructura
cultural privada, en función de la demanda de la pobla-
ción, sea poco probable. Dejar liberada a la lógica del
mercado la generación de infraestructura cultural en el
departamento, parecería condenar al interior del mismo
a la ausencia de servicios culturales mínimos. El papel
del Estado en la democratización de la cultura en Flores
es clave y, en la última década ha sido bajo, testigo de lo
cual son los pocos fondos otorgados o la magra presen-
cia de programas culturales públicos. De este modo, las
instituciones locales, departamentales o los Centros MEC
se encuentran con escasos recursos, en los que cuesta
propiciar espacios de innovación. 43
2/ Flores es ejemplo de buen manejo del patrimonio
natural y arqueológico. Sin duda una política cultural na-
cional al respecto debe tomar ejemplo del departamento.
En éste se han conjuntado esfuerzos de la sociedad civil,
con privados y el trabajo sustantivo del Gobierno Depar-
tamental; desde el sector público deberían promoverse
iniciativas que potencien la oferta patrimonial departa-
mental, evaluando la posibilidad de incorporar en ésta
otro tipo de propuestas artísticas culturales.
3/ Los festivales y fiestas no solo son eventos puntuales
de las expresiones culturales de una zona o localidad,
representan oportunidades inmejorables para expandir
las políticas culturales de los departamentos trascen-
diendo lo eventual y desarrollando propuestas y acciones
conexas. Un buen ejemplo de esto es lo que sucede en
Andresito, donde se busca expandir la oferta original
asociada al evento con iniciativas de base comunitaria
que involucran la memoria local.
44

F L O R I D A
Ubicación y ejes de comunicación
Florida se encuentra en el centro-sur del país, con límites
con Canelones, San José, Flores, Lavalleja, Treinta y Tres y
Durazno, río Yi mediante. Los principales ejes de comuni-
cación son la ruta No 5, que atraviesa el departamento y
conecta a Florida capital con Canelones y Montevideo ha-
cia el sur, y Durazno, Tacuarembó y Rivera hacia el norte.
También las rutas 6 y 7 recorren el departamento de sur a
norte, por el centro y el este respectivamente y conectan a
varias localidades del departamento. Dos rutas atraviesan
el departamento de oeste a este y conectan estas tres de
forma transversal, la No 56 y la ruta No 58.
Caracterización sociodemográfica
En Florida residen 67 mil personas, de las cuales la mitad
vive en la capital departamental. Varias localidades
medianas, Sarandí Grande y otras más pequeñas, Casupá,
Fray Marcos, 25 de Mayo, 25 de Agosto, Cerro Colorado,
Cardal y Nico Pérez forman una red relativamente densa
en el territorio, siendo el departamento con mayor porción
de personas viviendo en localidades menores a 2.000
habitantes, lo que se complementa con un 13% de las per-
sonas residiendo en zona rural, siendo entonces también
el segundo departamento con mayor población rural junto
a su vecino San José.
La estructura etaria de la población de Florida es similar a
la registrada en el total del país. El único aspecto distin-
tivo está en el peso dos puntos porcentuales superior del
grupo de personas de 65 años y más. En cuanto a los indi-
cadores sociales Florida aparece entre los departamentos
con mejores resultados. Se cuenta entre los que tienen
menos personas con necesidades básicas insatisfechas,
niveles de pobreza por ingresos inferiores a la media del
país y niveles de asistencia a educación entre sus jóvenes
y adolescentes relativamente altos.
Matriz productiva Florida presenta una actividad pro-
ductiva poco diversificada, centrada fundamentalmente
en la producción primaria y agroindustrial. Dentro de
la actividad agropecuaria destaca la lechería, principal
sector en el departamento, y lo sigue la forestación. En la
agroindustria se destacan los molinos harineros, también
funcionan algunas industrias como curtiembres y una
planta de Conaprole.
El departamento se encuentra entre los que cuentan con
menor tasa de desempleo, dos puntos por debajo de la
tasa nacional, siendo un rasgo distintivo del departamento
el peso del sector agropecuario en la mano de obra. Casi
uno de cada cuatro trabajadores se emplea en éste: es
el departamento con mayor porcentaje de trabajadores
ocupados en el sector.
Algunas coordenadas culturales
Florida destaca por su patrimonio histórico, heredado del
período revolucionario y post independencia, y también
sus festividades religiosas se encuentran entre las más
relevantes del país. Además, la identidad cultural de los
floridenses está moldeada, al menos en parte, por los
usos, prácticas y costumbres folclóricas, asociadas a la
vida en campaña. Pero a la vez la capital es dinámica, con
buena infraestructura y tiene una comunicación fluida 45
con Montevideo que opera como un centro próximo de
referencia, a diferencia de lo que sucede en sus vecinos
Flores y Durazno. Ciudad de Florida está viva, con buen
movimiento en sus calles centrales y un cuidado estético
que se extiende por toda la zona céntrica.
También varias localidades presentan especificidades
devenidas de su historia y su realidad social, económica
y cultural. Su realidad es entonces diversa, aunque las
une su relativo aislamiento con respecto a la capital. El
transporte colectivo es casi nulo después de las seis de
la tarde, un barrera importante para el intercambio entre
las localidades y Florida. Por su parte algunos agentes
culturales locales también lo ven como una fortaleza ya
que ese aislamiento de los centros culturales hace que
las localidades generen sus propios espacios culturales.
Hay entonces numerosos pequeños emprendimientos que
luchan por consolidarse.
Por ejemplo 25 de Agosto, cercana al triple límite con San
José y Canelones que nació con el tren y fue convirtiéndo-
se en un “pueblo dormitorio” de personas que trabajaban
en Montevideo; con la disminución de las frecuencias de
 ferrocarril, que por ejemplo afectaron las visitas a su co-
nocido camping, ahora busca proyectarse nuevamente con
algunos esforzados agentes culturales y prácticas innova-
doras como unos murales de reciente trascendencia. Algo
similar sucede con Nico Pérez, otro ex pueblo ferroviario.
Por su parte Sarandí Grande también fue formada en
torno al tren, pero presenta una clara identidad rural y
expone con orgullo su característica de capital nacio-
nal del raid hípico. También Casupá presenta rasgos más
asociados en la actividad agropecuaria; un caso distinto
es Fray Marcos, más próspera y con varios emprendimien-
tos industriales. En todas estas ciudades grupos locales y
asociaciones de vecinos buscan entonces generar iniciati-
vas culturales y lo logran con dificultades.
La producción cultural está atravesada por estas dife-
rentes realidades y presenta una cierta fragmentación y
algunos conflictos. Dentro de las principales festivida-
des se destaca el Carnaval, apoyada desde el gobierno
departamental, que se ha extendido y está muy presente
en varias localidades, siendo en algunos lados un pretexto
46 de encuentro y que funciona como amalgama. No es una
actividad exenta de polémica, en tanto implica una apues-
ta cultural fuerte pero focalizada. Algo similar sucede con
San Cono, organizada por actores privados, que recibe
fieles y curiosos de todo el país, y que es objeto en la
actualidad de cierta desaprobación entre quienes se ven
afectados por la larga feria que impide el tránsito normal
y la masiva llegada de foráneos. La tercera actividad
importante, que ha generado un fuerte mercado autosus-
tentable y aglutina competencias, bailes y comercio, es el
raid, una de las fiestas más típicas de este Florida interior,
auténtico patrimonio inmaterial que se autosustenta en
el aspecto económico y de gestión pero que tampoco des-
pierta unanimidades: desde la capital a veces se encuen-
tra cierto rechazo a caracterizarlo como una expresión
cultural valiosa.
Entre otras fiestas también típicas del departamento se
encuentran varias de producción, como la de la de la miel,
la de la leche, la del Ternero y la de la yerra tradicional. En
cuanto a fiestas folclóricas destacan la de los fogones de
Nico Pérez y el Festival de las Tres Orillas, que hermana
a los tres departamentos involucrados, Florida, San José
y Canelones. En cuanto a las Fiestas religiosas se señalan
además de San Cono la Celebración de la Virgen de los
Treinta y Tres, que son dos de las tres fiestas religiosas de
mayor convocatoria del interior.
La danza está muy desarrollada y también el sector musi-
cal es muy activo; existe un programa desde la Dirección
de Cultura de la Intendencia de apoyo a la música clásica,
pero también Florida es “la capital de la Cumbia”, con sus
conocidas Banda Z y Agua Helada. Además, cada pequeña
y gran ciudad del departamento tiene sus focos culturales
y expresiones valiosas.
En cuanto a sus elementos patrimoniales destaca la
importancia del patrimonio histórico, como por ejemplo La
Piedra Alta de la Florida, Monumento a la Independencia
Nacional, o el sitio de la batalla del Sarandí, y varios tem-
plos religiosos: la Virgen de los Treinta y Tres, el Templo
a San Cono o la antigua estancia jesuítica de Nuestra
Señora de los Desamparados. También varias estancias
valiosas que en algunos casos han dado lugar a empren-
dimientos comerciales asociados a la cultura gauchesca,
y zonas naturales como el Parque Tomás Berretan en
Sarandí Grande, el segundo en América Latina en cantidad
de especies forestales autóctonas.
En Florida funcionan dos espacios culturales ubicados en
la capital, dos teatros, ubicados uno en la capital y otro
en Sarandí Grande, tres salas o escenarios ubicados en la
capital, dos espacios de exposición o exhibición, de los
cuales uno funciona en Florida y el otro en 25 de agosto.
Por otro lado cuenta con una disquería y un cine tam-
bién ubicados en la capital del departamento. Se pueden
contar 6 bibliotecas en todo el departamento y estas
están distribuidas de tal forma que tres se encuentran en
la capital, una en Sarandí Grande, una en 25 Agosto y una
en Casupá. En cuanto a radiodifusión, Florida cuanta con
ocho radios. De estas seis emiten desde la capital, inclui-
da una radio comunitaria y se registra otra en la localidad
de Casupá y otra en Cerro Chato.
En la espesa urdimbre que conforman las más de trein-
ta pequeñas localidades, la gestión cultural se presenta
igualmente desafiante. En un escenario plural y diverso
de realidades, posibilidades, modos de ser, expresiones
artísticas y capacidad de acción conjunta, Florida se pre-
sentaba como un bastión de los Centros Mec, donde nace
este proyecto y se crea el primer Centro Mec rural. Cuenta
en la actualidad con 10 centros MEC bien distribuidos
por todo el territorio departamental, en Florida, Sarandí Líneas estratégicas para el desarrollo
Grande, 25 de Agosto, Cardal, Chamizo, Fray Marcos, Casu- cultural
pá, Cerro Colorado, Nico Pérez y Molles del Timote, y una
fábrica de cultura ubicada en Cerro Colorado. Sin embargo,
la situación institucional fue señalada con insistencia
1/ Es clara la necesidad de acordar líneas de trabajo
hacia el desarrollo cultural que trasciendan las ges-
como un problema central por los agentes culturales del
tiones municipales y prioricen la aumulación. Florida
departamento: los cambios en las gestiones llevaron a que
se encuentra en una situación favorable en términos
la actual falta de cooperación y coordinación de esfuerzos
relativos para el desarrollo del campo cultural: in-
entre la Dirección Departamental de Cultura de la Inten-
dicadores sociales y económicos positivos, cerca-
dencia y los Centros Mec, promovidos por la administra-
nía a Montevideo y buenas vías de comunicación,
ción central. Sus bases locales, sus diagnósticos, priorida-
dan cierto potencial al departamento para iniciar
des y apuestas funcionan en forma casi escindida, y esto
instancias de planificación de la gestión cultural,
redunda en un desaprovechamiento de la potencialidad de
buscando acuerdos institucionales en líneas de
las políticas culturales en el departamento.
trabajo a mediano plazo.

2/ El departamento cuenta con una buena co-

bertura de servicios culturales, pero el peso de la
población rural dispersa y las numerosas localidades
pequeñas implican un desafío de descentralización 47
de recursos y obligan a algún tipo de estrategia
específica para promover, el desarrollo de infraes-
tructura y de agentes culturales en los puntos más
alejados de los centros urbanos. Además, varias ciu-
dades se enfrentan a problemas de ajustes deriva-
dos de cambios como la desaparición del ferrocarril,
y precisan un apoyo específico.

3/ Dos dimensiones interesantes para pensar la

promoción cultural en Florida son la patrimonial y
en particular la oferta de festividades. La primera
es rica en testimonios del período revolucionario
e independentista; sería pertinente considerar la
posibilidad de integrarla en circuitos turísticos
regionales. Las festividades, en especial las religio-
sas y el raid, movilizan un número importante de
personas; incentivar la inclusión en éstas de ofertas
culturales, su valorización y difusión y volverlas más
atractivas representa una posibilidad para lograr
sinergias positivas asociadas a eventos que ya de
por sí son convocantes.
48

L A V A L L E J A
Ubicación y ejes de comunicación
El departamento de Lavalleja se ubica en el sureste del
país. Tiene límites con Treinta y Tres al norte, con Rocha y
Maldonado al este y con Florida y Canelones al oeste. Su
principal eje de transporte es la ruta no 8 que atraviesa el
departamento de sur a norte, uniendo su capital departa-
mental y sus principales segundas ciudades -José Pedro
Varela, Mariscala, Solís de Mataojo- con Montevideo al
sur y con Treinta y Tres y Melo al norte. Otras rutas secun-
darias son la no 108, que vincula a la región y localidades
del oeste del departamento - Zapicán, y la ruta no 12 que
conecta a Minas con Maldonado.
Caracterización sociodemográfica
En Lavalleja viven algo más de 58 mil personas, siendo
así de los departamentos menos poblados del país. La
población del departamento se concentra en Minas, su
capital departamental, con unas 38 mil personas, le sigue
en importancia la población residiendo en la ruralidad
dispersa, un 10% del total departamental, siendo uno de
los departamentos con mayor proporción de población
rural. De las restantes localidades del departamento, sólo
José Pedro Varela supera los 5 mil habitantes; le siguen en
tamaño José Batlle y Ordoñez, Mariscala y Solis de Matao-
jo, todas con menos de 3 mil habitantes.
Lavalleja se distingue por ser el departamento con los ni-
veles de envejecimientos más altos del país, presentando
el porcentaje más alto de población de 65 años y más, el
17%. También se destaca por ser de los departamentos del
país con menor presencia de población afrodescendiente.
Las condiciones de vida en el departamento, al igual que
en el total país, han mostrado en el correr de la últi-
ma década mejoras sustantivas. En 2015 menos de 6%
de la población de Lavalleja se encontraba en situación
de pobreza, valor casi 4 puntos porcentuales inferior al
registrado para el total país. Los niveles de asistencia a
educación formal por tramos de edad son similares a los
registrados en el total país. La única diferencias signifi-
cativa se da en el grupo de 18 a 24 años, con niveles de
asistencia 12 puntos porcentuales inferiores a los regis-
trados para el total país.
Matriz productiva
El departamento de Lavalleja se encuentra dentro de la
región agropecuaria ganadera, ganadera lechera, forestal
y arrocera. Lavalleja integra la región de mayor producción
de arroz del país, concentrándose la producción en la zona
norte del departamento. Las actividades de producción mi-
nera ocupan en Lavalleja más de 365 mil hectáreas, repre-
sentando casi el 37 % de la superficie del departamento. Los
indicadores de acceso al mercado de empleo en Lavalleja,
se comportan de modo similar al total país.
Algunas coordenadas culturales
Lavalleja integra, junto a Rocha, Treinta y Tres y Maldonado,
la Región Cultural Este. El departamento fue nombrado en
homenaje al prócer libertador, Juan Antonio Lavalleja, y es
famoso por sus sierras y múltiples destinos turísticos.
Los orígenes coloniales de la ciudad de Minas marcan una
fuerte tradición fundacional de cultura hispánica, poblán-
dose tempranamente de inmigrantes españoles de zonas
montañosas –vascos, asturianos- lo que ha moldeado de
gran forma el perfil cultural de sus pobladores.
En términos culturales la capital fue hasta mediados del 49
siglo XX un centro importante para la cultura de la región,
perdiendo protagonismo en la segunda mitad del siglo con
Maldonado. Son testigos de esos años el Teatro Lavalle-
ja - fundado en 1909 y declarado Monumento Histórico
Nacional-, el Ateneo de Minas, la Casa de la Cultura.
Son varias las figuras destacadas de la cultura nacional
oriundas de este departamento, entre ellos los músicos
Eduardo Fabini y Santiago Chalar; el escritor Juan José
Morosoli, el historiador Aníbal Barrios Pintos y el artista
plástico Manuel Espínola. Destaca dentro de las persona-
lidades del departamento el militar y político Juan Antonio
Lavalleja, en cuya antigua casa funciona hoy un el Museo
Nacional Juan Antonio Lavalleja y la Casa de la Cultura.
Otros sitios patrimoniales en el departamento son; la Quin-
ta del compositor Eduardo Fabini, en la localidad de Solís
de Mataojo, el Edificio “El Mesón” en Villa Serrana.
En el patrimonio natural predominan extensas sierras de
relieve alto en el sur y cerros, valles amplios y llanuras
hacia el norte. Existen una gran cantidad de cursos de agua,
destacándose las cuencas del río Santa Lucía en el sur y la
del Cebollatí en el norte. También es rico el departamento
 en aguas subterráneas que, en la zona de sierras, originan
saltos y cascadas.
La ciudad de Minas es un enclave geográfico privilegiado
en el intercambio cultural regional. Esto se potencia por
su cercanía a otros polos de producción artística, y se de-
sarrolla y muestra en varios centros de interés tales como
el centro cultural La Casa Encantada, el Molino Viejo o el
Teatro Lavalleja, que permiten cierta versatilidad locativa
para la producción y recepción de propuestas artísticas.
Por un lado el despoblamiento de los pueblos pequeños,
que conservan mayormente a sus habitantes de mayor
edad, que han vivido allí desde pequeños; por otro la mi-
gración de sus jóvenes hacia la capital departamental, pero
también a otros puntos de mayor dinamismo económico,
tales como Montevideo o la ciudad de Maldonado.
Esto hace visible un diálogo entre las personas donde la
edad aparece como un dato relevante: la valorización del
adulto mayor surge como un asunto presente, pero también
la apuesta a la construcción intergeneracional.
Las características históricas y demográficas del departa-
50 mento también tienen un correlato en las formas de orga-
nización de las festividades, en donde la conservación de la
tradición folclórica aparece como un elemento sustancial
de las costumbres del departamento, lo que se plasma en
Minas y Abril, su festividad más reconocida y tradicional,
pero también en otras tales como Feria Espectáculo, en la
localidad de José Pedro Varela, la Noche de los Fogones, o
la Fiesta del Alambrador y Trenza de Payadores, o la fiesta
religiosa Celebración de la Virgen del Verdún.
En Lavalleja hay siete museos y funcionan ocho espacios
culturales; cinco en Minas, uno en Solís de Mataojo, uno en
José Pedro Varela y otro en José Batlle y Ordoñez. Uno de
los espacios culturales de la ciudad capital, es la Casa de la
Cultura, en la cual también funcionan una sala de exhibi-
ción, una sala de espectáculos, un museo y una biblioteca.
Se suma a esta infraestructura, dos teatros, un cine, cinco
librerías y diez bibliotecas. Por otra parte, en Lavalleja fun-
cionan cuatro Centros MEC, uno en Villa del Rosario, otro
en Pirarajá, el tercero en Las Delicias y un cuarto en Minas.
Las formas de arte tienen una presencia importante y di-
versa para los habitantes de Lavalleja. De ellas, se destaca
la centralidad de la música, que tras el legado de Fabini
se hace palpable su vivencia para personas de todas las
edades. El interés por las artes se extiende a otros géneros
en talleres y grupos de creación de diversas expresiones. Se
destaca la tradición de escultores y artistas plásticos.
En lo referido a la utilización de fondos culturales se de-
tecta en el departamento un escaso uso de estos recursos,
siendo relativamente bajos los proyectos apoyados con
estas herramientas. Cabe preguntarse si esta situación
responde a ausencia de demanda o a la debilidad de los
proyectos postulados. De una u otra forma, deberían ser
aspectos a tener en cuenta en futuras ediciones de los
fondos.
Líneas estratégicas
1/ Se deben potenciar las instituciones públicas
culturales, en particular la presencia del MEC en el
departamento a través de sus distintos dispositivos y
programas con vocación territorial. Superando de una
vez cualquier tipo de diferencia en lo que puede ser
política partidaria y las tensiones que la misma gene-
ra si se quiere impulsar una transformación y un de-
sarrollo de la cultura en el departamento. La ausencia
de instituciones culturales públicas, ha sido llenada
parcialmente por esfuerzos privados, que tienen su
principal exponente en la Fundación Lolita Rubial.
2/ Existe una marcada concentración de la infraes-
tructura cultural y de los agentes culturales –al
menos de acuerdo a los registros disponibles- en la
capital del departamento; es menester evaluar las
posibilidades de promover y/o apoyar el desarrollo de
infraestructura y proyectos culturales en las localida-
des del interior del departamento.
3/ Existe en la vida cultural del departamento una
tensión en el posicionamiento entre cultura de élite
y la cultura popular, que genera ciertas discrepancias
entre los productores y los gestores de las políticas
públicas. Saldar estas diferencias es otro de los pun-
tos que sería bueno trabajar.
51
52

M A L D O N A D O
Ubicación y ejes de comunicación
Maldonado se encuentra en el sureste del país; con costa
sobre el río de la Plata y el Océano Atlántico al sur, limita
con Canelones al oeste, con Lavalleja al norte y con Rocha
al este. El principal eje de comunicación es la ruta no 9,
que recorre el departamento de oeste a este en el sur. La
ruta no 10 también es un eje fundamental que vincula
a las localidades costeras y a la propia capital departa-
mental con la ruta no 9. Ambas rutas están en muy buen
estado. Existen otros vías de comunicación secundarias
que recorren el departamento de sur a norte, conectando
de forma transversal a las rutas 9 y 10 con localidades del
norte - Aiguá, Garzón y Edén.
Caracterización sociodemográfica
En Maldonado viven casi 165 mil personas, siendo el tercer
departamento más poblado de Uruguay. El 38% de los ha-
bitantes reside en la capital, y si a esto se le suma la po-
blación residiendo en localidades aledañas que conforman
el área conurbada y Punta del Este, el total asciende a más
de 50%. Le sigue en cantidad de habitantes San Carlos,
con el 17% del total, y el resto de la población se divide en
localidades medianas y pequeñas.
Un rasgo distintivo del departamento han sido las altas
tasas de crecimiento poblacional en los últimos cincuenta
años, lo que le da un carácter heterogéneo y diverso que
marca claramente su perfil cultural. Esto se explica por el
flujo de inmigración interna de gran intensidad. Debido a
su fuerte dinamismo económico un 42 % de su población
no es oriunda del departamento, quien también tiene el
mayor porcentaje del país de personas entre 18 y 44 años,
en ambos casos por la demanda de mano de obra vincu-
lada a la construcción, al turismo y actividades anexas, y
la oferta educativa, que lo vuelven un polo atractivo para
población joven y de mediana edad.
En términos educativos los valores del departamento
no presentan grandes diferencias respecto a los prome-
dios nacionales ni particularidades destacables. Sí es de
especial relevancia en clave de oferta y descentralización
educativa el Centro Universitario Regional Este (CURE) de
la Universidad de la República, con por ejemplo la reciente
apertura de la carrera de Cine como parte de la Escuela de
Bellas Artes, ubicado en Playa Hermosa como único punto
de formación pública en cine del país.
El departamento presenta condiciones de vida aceptables,
con niveles bajos de pobreza en comparación con otros.
Sin embargo, es de destacar que la ciudad de Maldonado
presenta una situación de fragmentación donde, si bien el
promedio de NBI es bajo, determinadas áreas concentran
niveles muy altos, en particular aquellas correspondientes
a asentamientos irregulares en la ciudad. En este senti-
do, la capital departamental adquiere características de
segregación que la acercan más a las dinámicas presentes
en Montevideo, que a la media de localidades del interior
del país.
Matriz productiva
Maldonado es un economía relevante a nivel nacional, sin
embargo su matriz productiva se encuentra fuertemente 53
especializada y concentrada.
El departamento se define en gran medida por su oferta
turística. Con infraestructura de nivel internacional; Punta
del Este y sus alrededores son el centro de recepción de
turismo extranjero más importante del país, presentan-
do variados servicios de alto nivel y grandes inversiones.
La centralidad económica del sector determina un gran
número de actividades conexas; fundamentalmente en
construcción y servicios, pero también, claramente, el
sector artístico cultural se ve integrado en la cadena de
valor generada por el turismo.
La actividad productiva agropecuaria se ha desarrollado
históricamente en torno a la ganadería. Recientemente
también se han instalado grandes empresas vincula-
das a la exportación de un nuevo conjunto de productos
gastronómicos - olivas, castañas, vid, etc.-, novedosos en
nuestro país, así como de forestación, la
que ha ganado lugar en el departamento. Se destaca ade-
más el auge de emprendimientos de carácter agroturísti-
co, observado en la última década.
El gran dinamismo de la zona costera, en particular en
la micro zona comprendida entre Maldonado, Punta del

Este y San Carlos, ha tenido incidencia importante sobre
el precio de la tierra, lo que se asocia, en parte al cam-
bio en su uso, pasando mayoritariamente del uso rural
al residencial. El sector industrial tiene bajo peso en el
departamento.
Algunas coordenadas culturales
En Maldonado conviven manifestaciones culturales nove-
dosas y cosmopolitas con otras tradicionales y localistas.
Esto indica cierta dualidad en el departamento: por un
lado, en la zona costera cuenta con un amplio abanico de
propuestas artìsticas, enclaves gastronómicos, espacios
de exhibición, infraestructuras culturales de primer nivel
y la radicación de intelectuales y artistas, factores que
se potencian con una fuerte participación del gobier-
no departamental, la sociedad civil, el sector privado y
agremiaciones. Pero el acceso a este tipo de propuestas es
restringido.
54 Por otra parte, a lo largo de todo el territorio, perviven
prácticas, costumbres y expresiones culturales alejadas
de los circuitos turísticos comerciales, donde, por ejemplo
se perpetúan saberes vinculados a la vida en campaña,
en festividades y eventos rurales. Al mismo tiempo, la
expansión urbana y el aumento de población residente ha
impulsado el surgimiento de nuevas expresiones artísticas
y culturales -el grafiti, el skate, nuevos géneros musica-
les, etc.-, son también manifestaciones visibles en varias
localidades.
La ciudad capital fue fundada en 1757, con el nombre San
Fernando de Maldonado, siendo de las primeras urbani-
zaciones del este del país. Su condición de ciudad puerto
propició su relevancia regional y le imprimió una fuerte
tradición fundacional hispánica, común a los departamen-
tos del sur. Tras su urbanización temprana y particular-
mente creciente en las últimas décadas, en la actualidad
es un polo de dinamismo económico y cultural: la tercera
ciudad del país, diversa, dinámica, con crecientes capa-
cidades instaladas, que se caracteriza también por una
fuerte desigualdad económica y social. Las oportunidades
laborales estacionales muchas veces precarias han atraído
a personas jóvenes y adultas a que se instalen mayormen-
te en la capital, solo separada por una avenida del prin-
cipal balneario. Así, se advierten procesos de segregación
urbana y problemas de convivencia derivados del fuerte y
desigual crecimiento.
La zona sureste del departamento, con Punta del Este,
la Barra y José Ignacio, configura el punto turístico más
conocido del país y presenta elementos cosmopolitas de
cultura global y volátil, con una inserción en circuitos pri-
vilegiados de artistas y productores culturales: festivales
de cine, actuaciones, galerías y exposiciones constituyen
una amplia escena que incluye desde el hotel Conrad a
mercados artesanales, pasando por los festivales de jazz
más sofisticados.
Existen por supuesto otras zonas con características pro-
pias. San Carlos, que presenta una ligazón importante con
la cultura popular montevideana; una zona centro-norte
con Pan de Azúcar, Pueblo Edén y Aiguá, caracterizada por
una matriz que jerarquiza y defiende la historia de las lo-
calidades; la franja costera, con varios balnearios media-
nos en torno a Piriápolis, como Punta Negra o Solís, que
fluctúan entre una cultura de invierno y otra de verano
pero con un dinamismo creciente
En cuanto a la institucionalidad cultural, Maldonado se
caracteriza por una reflexividad propia y una construcción
colectiva que la sitúan en la vanguardia nacional. En este
sentido son un hito las Asambleas de la Cultura realizadas
en 2005, y esta centralidad se cristaliza desde 2011 en el
Consejo de la Cultura, que se constituye como órgano re-
conocido oficialmente. La publicación “10 años de gestión”
de la Dirección de Cultura municipal en 2015, significa
otro hito de referencia en esta centralidad atribuida a la
política cultural. Se destaca la presencia de seis Centros
MEC: dos en barrios aledaños a la ciudad de Maldonado –
Cerro Pelado y Maldonado Nuevo-, y uno en Piriápolis, Pan
de Azúcar, Gregorio Aznárez y El Tesoro. Así mismo, en San
Carlos funciona una Usina Cultural desde el año 2013 y el
programa Fábricas de Cultura.
Es un departamento sumamente rico en cuanto a patri-
monio, tanto prehistórico como precolonial y colonial.
Por ejemplo, cuenta con más de 40 edificios designados
como monumentos históricos, como lo son los centros
coloniales en San Carlos y San Fernando como la Torre del
vigía, espacio en disputa y de encuentro en la ciudad, o las
obras de Francisco Piria, el Arboretum Lussich, la Azotea
de Haedo o Casapueblo. En el aniversario de los 250 años
de la fundación, comenzó a trabajar una comisión depar-
tamental de patrimonio, para desarrollar y consolidar su
puesta en valor.
En términos de patrimonio natural destacan ecosistemas
de pradera y serranías, lagunas e importantes zonas de
bañado, principalmente en el litoral este y la amplia zona
costera. Esto hace de Maldonado un departamento con
una biodiversidad muy rica, que tiene dentro de sus prin-
cipales atractivos las lagunas y los humedales asociados.
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas integra entre
éstas a la Laguna Garzón.
Cuenta con una infraestructura cultural variada, siendo
luego de Montevideo y junto a Colonia los departamentos
con mayor cantidad de instituciones e infraestructura
cultural. Sin embargo, se advierte cierta concentración en
la zona turística. Se destaca en la Dirección de Cultura de
la Intendencia el trabajo hecho en los últimos diez años
vinculado a proyectos de formación –Escuela de Artes
Escénicas, Escuela de Música, Escuela de Danza, Escuela 55
de Canto Lírico, Escuela de Artes Plásticas y Visuales. En
Maldonado se han financiado 36 proyectos a lo largo de las
nueve ediciones de Fondos Concursables para la Cultura,
el mayor número para un departamento del interior del
país tras Canelones, y 4 por los Fondo para Desarrollo de
Infraestructura en el interior del país.
Los agentes culturales señalaron en las entrevistas y las
jornadas de trabajo varias problemáticas fundamentales,
algunas ya mencionadas como las derivadas de la esta-
cionalidad, la polarización social y la centralidad del polo
turístico que relega o secundariza otras expresiones y ge-
nera fuertes desigualdades en cuanto a oportunidades de
acceso cultural. También pusieron de relieve la importan-
cia del componente ambiental, y plantearon la necesidad
de mejorar la coordinación entre las instituciones y la
comunicación, información y difusión de las actividades,
así como cierta falta de diálogo con los artistas locales.
Proponen en este sentido profundizar el trabajo del Con-
sejo de Cultura.
 Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural

1/ Un aspecto central para pensar la cultura en

Maldonado es su diversidad -de perfiles sociales,
espacios geográficos, tradiciones, manifestaciones
culturales. Sin embargo, las posibilidades de desa-
3/ En términos de institucionalidad cultural, Mal-
donado ha logrado acumular a través de sucesivos
rrollo de las variadas expresiones que surgen en este
gobiernos departamentales experiencias exitosas.
contexto, así como el acceso de la población a las
Entre sus definiciones fundamentales se cuenta el
mismas, distan de ser equitativas. Una línea cultural
pensar los esfuerzos públicos culturales de for-
estratégica para el departamento debería considerar
ma transversal al resto de la política, contribuir al
estas situaciones y explorar caminos que potencien
desarrollo de la cultura con un enfoque territorial
la democratización en el acceso y en el uso de la
y lograr incluir en los sectores más dinámicos del
cultura, en particular en los barrios populares de las
departamento, en especial el turismo, una oferta
ciudades y en las localidades más alejadas de los
cultural atractiva. Esto se ve potenciado por una ac-
polos urbanos. En este sentido parece relevante pri-
tiva participación de la sociedad civil, de gremiales
vilegiar una perspectiva de desarrollo cultural local,
artísticas y del sector privado. Como señalaron los
vinculada a lo comunitario, como una herramienta
agentes culturales del departamento, las políti-
56 de inclusión social, incorporando en los procesos a
cas en Maldonado deben avanzar en este sentido,
las fuerzas vivas de los distintos territorios.
fungiendo como un polo de referencia nacional. El
diálogo con el espacio de acumulación y reflexión en
2/ Maldonado tiene un enorme potencial para el el CURE, de gran y creciente importancia, permite
desarrollo cultural en su dimensión asociada a lo abonar esta discusión y generar espacios inte-
económico. Por supuesto y fundamentalmente por rinstitucionales públicos privados, comunitarios y
la nutrida oferta turística, que asegura un circui- académicos.
to de alto nivel y oficia como ventana o trampolín
potencial al mundo, pero también por otros em-
prendimientos innovadores como enclaves gastro-
nómicos, rutas de turismo responsable, difusión de
la diversidad subacuática o la actividad de reco-
nocidos artistas, desde Paez Vilaro a Atchugarry.
Las políticas culturales deben ser sensibles a la
emergencia y apoyo de lo nuevo, estar atentas a los
nichos de innovación y mayor potencial y aprovechar
con inteligencia el polo dinámico que significa la in-
serción global de la ciudad. La creación de circuitos,
conglomerados,
58

P A Y S A N D Ú
Ubicación y ejes de comunicación
Paysandú se ubica en el noroeste del país, limita con
Salto al norte, Rio Negro al sur y Tacuarembó al este. Al
oeste tiene costa en el Río Uruguay, división natural con la
provincia argentina de Entre Ríos. La capital del departa-
mento se encuentra conectada a las ciudades de Colón y
Concepción del Uruguay a través del puente internacional
General Artigas.
Sus ejes principales de comunicación son la ruta no 3, que
recorre el país de sur a norte y comunica a la capital de-
partamental con Montevideo y el sur del país, y con Salto
al norte. Otra ruta importante es la no 26, que recorre
el departamento de este a oeste y conecta la ciudad de
Paysandú con localidades menores del departamento –El
Eucaliptus, Paso de los Carros- y con los departamentos
de Tacuarembó y Melo. La ruta no 90, recorre el extremo
sur del y conecta la ciudad capital con Guichón, Termas de
Almirón, Beisso y Orgoroso.
Caracterización sociodemográfica
En Paysandú viven 113 mil personas. Más del 70% vive en
la ciudad de Paysandú y las localidades vecinas- Nuevo
Paysandú y San Félix –hoy en día conurbanas a la capital.
La concentración de la población en las márgenes del río
Uruguay es un rasgo que comparte con los departamentos
vecinos de Salto y Río Negro; así como con la provincia de
Entre Ríos. El resto de la población se distribuye en las
más de 25 localidades menores con que cuenta el depar-
tamento, dentro de las que destacan Guichón, Quebracho
y Piedras Coloradas.
Paysandú se caracteriza por tener un porcentaje más
alto de niños y adolescentes que el promedio país, rasgo
común a los departamentos del norte. Los desempeños
educativos de la población son buenos, entre los departa-
mentos del norte presenta, junto a Salto, los mejores in-
dicadores. Si bien no escapa a la problemática nacional de
inasistencia a educación media en adolescentes de 13 a 17
años, los valores no superan a los nacionales –uno de cada
cinco adolescentes no asiste. Entre los jóvenes de 18 a 24
años destacan porcentajes altos de asistencia a educación
formal, luego de Salto y Canelones, es el departamento
del interior con niveles más altos explicados, al menos
en parte, por la presencia de instituciones universita-
rias públicas y privadas, centros de educación terciaria,
formación docente y magisterio. Entre la población adulta,
de 25 años y más, un 43% tiene primaria como máximo ni-
vel educativo alcanzado y un 17% alcanzó algún grado de
formación terciaria, lo que lo ubica a la vanguardia entre
los departamento del norte.
En términos de empleo, Paysandú se caracteriza por nive-
les bajos de desempleo. La informalidad –medida a través
del no aporte a la seguridad social- afecta al 30% de los
ocupados, valor superior al registrado a nivel nacional,
pero inferior al de los restantes departamentos del norte
del río Negro. Los niveles de subempleo también son muy
bajos. En la última década, tanto a nivel departamental,
como nacional, se ha logrado un descenso sustantivo de
la pobreza. Los registros en Paysandú se han ubicado
algunos puntos por debajo de los valores nacionales. Sin
embargo, se advierten, especialmente en el medio rural y
las pequeñas localidades del interior del departamento, 59
porcentajes altos de necesidades básicas insatisfechas.
Matriz productiva
La matriz productiva, en particular en la ciudad capital,
estuvo signada durante buena parte del siglo XX por la
actividad industrial; fue, luego de Montevideo, el principal
conglomerado fabril del país, alcanzado su momento de
esplendor durante el período de sustitución de impor-
taciones. Si bien el sector decayó en la segunda mitad
del siglo XX, en un contexto de desindustrialización y
aperturas de importaciones, continúan funcionando hoy
algunas industrias relevantes, de las que destacan la in-
dustria frigorífica, curtiembre, maderera y textil. El sector
agropecuario tiene un rol muy relevante en la economía
del departamento, concentrándose principalmente en las
siguientes ramas: ganadera, ganadera lechera, agrícola,
citrícola y forestal. Paysandú ocupa el tercer lugar entre
los departamentos con más hectáreas dedicadas a dicha
producción, también la participación en la producción
citrícola es muy importante, siendo uno de los rubros más
 dinámicos del departamento, caracterizado por empresas
grandes, que integran la fase primaria con la industrial.
Estas actividades a su vez, generan cadenas de valor,
donde se suman otros sectores como logística, transporte,
actividad portuaria –propiciada por la ubicación geográ-
fica de la capital-, comercio y servicios. Por último, debe
mencionarse la importancia del turismo en el departa-
mento, y la potencialidad que este sector supone. Destaca
la oferta termal, integrada en el llamado “litoral termal”,
que tiene más de 290 mil visitantes al año, ocupando el
tercer lugar en afluencia luego de Montevideo y Punta del
Este.
Algunas coordenadas culturales
La tradición industrial, la nutrida migración europea
–española, italiana, portuguesa e inglesa- que confor-
mó un crisol de identidades y el temprano proceso de
urbanización, son rasgos fundamentales de la cultura del
60 departamento en general y, en particular, de la ciudad de
Paysandú y sus alrededores. Estos elementos, conviven
con prácticas, saberes, usos y costumbres propias de la
campaña uruguaya, alimentados por una herencia histó-
rica sustantiva, que proviene del período de la colonia y la
independencia, y que hoy en día se perpetúa, por ejem-
plo, en festividades folclóricas y artiguistas en distintas
localidades del interior y en la propia capital, así como en
expresiones artísticas vinculadas a la música folclórica y
el canto popular, entre otras.
Ahora bien, en las últimas décadas, ambas tradiciones –la
“fabril urbana” y la “rural tradicional”- viven un proceso
de reconfiguración, la primera por la pérdida de peso de la
actividad industrial, la segunda por la permeabilidad que
muestran las comunidades rurales en general, a los flujos
de información global. Ambos elementos fueron señala-
dos por los participantes de las jornadas y los referentes
entrevistados.
El gran dinamismo que alcanzó Paysandú a partir de la
segunda mitad del siglo XIX y principios del XX; vinculada
al desarrollo económico e industrial, lo posicionó junto a
Salto, como los segundos centros urbanos luego de Mon-
tevideo, y con una importante autonomía relativa respecto
a la capital nacional. Esto, repercutió en la conformación,
en las capitales departamentales, de los circuitos cultura-
les y artísticos más importantes del interior del Uruguay;
hecho favorecido por los vínculos, vía río Uruguay, con las
provincias limítrofes de Argentina. Ya a partir de la segun-
da mitad del siglo XX, Paysandú, en particular la ciudad
capital (el interior del departamento muchas veces quedó
excluido de estos procesos virtuosos) vio un desarrollo
importante del campo cultural, en términos creativos e
institucionales.
Existen manifestaciones artísticas de diversa índole,
algunas de larga data, como el teatro. Paysandú llegó a ser
la “capital de teatro del interior”, testigo de este perío-
do es el Teatro Florencio Sánchez, inaugurado en 1876.
Hubo maestros de teatro que formaron generaciones de
artistas, pero al fallecer no tuvieron quienes sostuvieran
su rol y muchos grupos dejaron de funcionar. Actual-
mente existen algunos colectivos activos, como Haras y
Arteatro, e Imagina Teatro. La música también ha sido una
disciplina clave en Paysandú, figuras destacadas a nivel
nacional e internacional surgieron en el departamento;
Aníbal Sampayo y Los Iracundos son, probablemente, los
más representativos. Los coros son también expresiones
que nuclean a mucha gente. La danza recientemente ha
adquirido relevancia, fundamentalmente por la presen-
cia de academias privadas que imparten clases a niños y
adolescentes, así como por la oferta de cursos en la Casa
de la Cultura. Las artes plásticas, anteriormente desarro-
lladas en talleres y ateliers, hoy cuentan con dos referen-
tes claves: la carrera de Bellas Artes impartida en la sede
del Centro Universitario Regional Norte y los Bachilleratos
Artísticos. Los participantes de las jornadas señalan que
en los últimos años, también han surgido en la ciudad de
Paysandú nuevas manifestaciones artísticas vinculadas a
la cultura urbana, como el hip hip, el grafiti y el parkour.
El patrimonio de Paysandú se encuentra vinculado fuer-
temente a su rica herencia histórica. Uno de los sitios
relevantes es la Meseta de Artigas, ubicada sobre el
Río Uruguay, y uno de los puntos más altos de la región.
Cercana a ella, se estableció en 1815 el Campamento de
Purificación, cuartel general de la Liga Federal de Artigas.
En 1899, se inauguró en la meseta el segundo monumento
a Artigas, el lugar tiene un alto contenido simbólico, allí
hasta el presente se desarrollan festividades artiguistas.
En la ciudad de Paysandú, algunos de los sitios patri-
moniales son: el Cementerio Viejo, el Teatro Florencio
Sánchez, y el edificio de la Aduana del Puerto de Paysandú.
Los museos en el departamento, si bien son no numero-
sos, cuentan con un acervo sustantivo: El Museo Histó-
rico Municipal “Casa del espíritu de Paysandú” muestra
la herencia misionera en la región, objetos de la época
artiguista y de la defensa de Paysandú. También cuenta
con una sala dedicada a Paysandú en la modernidad, que
ofrece testimonios del proceso de industrialización y mo-
dernización que vivió el departamento. Otros museos del
departamento son: el Mausoleo General Leandro Gómez,
el Museo a la Tradición y el Museo Salesiano, todos ellos
en la ciudad de Paysandú. En cuanto a patrimonio natural,
destacan los ecosistemas de praderas, planicies fluviales y
gran cantidad de cursos de agua. El territorio se encuentra
sobre una porción importante del Acuífero Guaraní, lo cual
permite las explotaciones termales de Guaviyú y Almirón.
Lo más relevante dentro del patrimonio natural son los
Montes del Queguay, área integrada dentro del Sistema 61
Nacional de Áreas Protegidas.
La institucionalidad cultural pública está compuesta por
el Área de Cultura de la Intendencia, perteneciente a la
Dirección General de Promoción y Desarrollo, la Comisión
de Cultura de la Junta Departamental y los programas
culturales nacionales, dentro de los que destaca diez
Centros Mec, luego de Canelones, y junto a Florida, los
departamentos con mayor presencia de estas institucio-
nes. En el caso de Paysandú esto se hace particularmente
relevante, dada la concentración de agentes e infraes-
tructura cultural en la capital departamental, los Cen-
tros Mec, dada su cobertura geográfica, cumplen un rol
fundamental como enclave cultural en el territorio, otras
instituciones importantes en el interior del departamento
son las bibliotecas. La restante infraestructura cultural, si
bien relativamente amplia, se encuentra concentrada en
la capital
 Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Paysandú ha presentado históricamente un
contexto favorable para el desarrollo de la cultura,
siguiendo trayectorias relativamente autónomas
a Montevideo, con vínculos sólidos con Salto y las
localidades argentinas vecinas. Pensar estrate-
gias para promover la cultura en el departamento
debería, necesariamente, partir por reconocer estos
elementos; promover dinámicas transfronterizas y
regionales, conjuntas con los otros departamentos
del litoral y el norte, que incluyan tanto circui-
tos culturales, como espacios de articulación de
iniciativas culturales regionales y/o binacional,
parecerían elementos interesantes a pensar. Existen
antecedentes en este marco que sería interesante
revisar (“Un solo litoral” –programa que incluyó a
62 Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro y Soriano-, o
las iniciativas binacionales en el litoral este, por
ejemplo la Feria Binacional del libro en Rivera y
Livramento).
2/ Una segunda línea estratégicas debería contem-
plar la posibilidad de potenciar la inclusión de ofer-
tas culturales dentro del pujante sector turístico.
Este fue un aspecto destacado tanto en la jornada
como en las entrevistas a referentes departamen-
tales y podría considerar, tanto la promoción de
espacios para la circulación artística en los lugares
ya consagrados para el turismo, en especial las
termas, como estímulo a nuevos emprendimientos,
asociados al turismo sustentable en áreas protegi-
das, así como la difusión de festividades y eventos
que visibilicen el patrimonio histórico – ya existen
importantes antecedentes al respecto. La línea tiene
potencialidad para lograr procesos virtuosos entre
el desarrollo económico y cultural del departamento.
3/ La formación y profesionalización en las distin-
tas expresiones artísticas, así como en la gestión
cultural, ha sido una demanda reiterada en los
agentes culturales consultados. Es un aspecto clave
tanto para el desarrollo cultural en general, como
para la potenciación de la institucionalidad cultural.
Paysandú cuenta con un gran potencial al respecto,
existe desde las instituciones culturales públicas
intención de promover esto a través de la creación
de un premio de literatura, fondos concursables
departamental y antologías de autores sanduceros.
Así mismo, el papel jugado por el Centro Universita-
rio Regional Litoral Norte -con carreras como Bellas
Artes o la tecnicatura en Bienes Culturales- así
como los Bachilleratos Artísticos, las universidades
privadas, la Casa de la Cultura y las academias, es
fundamental. Es menester desarrollar líneas estra-
tégicas desde las instituciones públicas para expan-
dir la oferta de formación –tanto en la capital como
en el interior del departamento-, dinamizar aún más
la demanda y capitalizar los espacios ya existentes.
4/ Paysandú presenta cierta “dualidad cultural”;
convive un desarrollo cultural relativamente vital en
la capital departamental, con un interior histórica-
mente postergado en estos procesos, que sin em-
bargo, cuenta con un acervo importante de prácticas
culturales, festividades y expresiones artísticas,
pero un tanto relegado, probablemente en parte
debido a su bajo peso demográfico. Esta condición
debe ser atendida necesariamente por la política
cultural, con estrategias fuertemente democra-
tizadoras –de la infraestructura, pero también de
los espacios de formación, creación y participación
cultural. Para esto, es clave contar con interlocuto-
res territoriales, y en este marco, en la actualidad,
es clave el rol que puedan tener las bibliotecas, los
Centros Mec y las asociaciones locales.
64

R Í O N E G R O
Ubicación y ejes de comunicación
Río Negro se ubica en el centro oeste del país, bordeado
por el río Uruguay al oeste y el Río Negro a sur. El depar-
tamento limita con Paysandú al norte, con Tacuarembó al
este, y con Durazno, Flores y Soriano al sur, Río Negro de
por medio.
Sus principales arterias de comunicación son la ruta No 3,
que atraviesa el departamento de sur a norte y conecta a
la Young con Paysandú y Salto al norte, y con Montevideo
y el centro sur del país. La ruta No 2 llega a Fray Bentos
desde Soriano, vinculando a la capital departamental con
Mercedes y parte de Colonia. Por último, la ruta No 24
conecta la ciudad de Fray Bentos con Paysandú, siguiendo
de cerca el margen del río Uruguay.
Caracterización sociodemográfica
La población de Río Negro, de casi 55 mil habitantes, está
fuertemente concentrada en localidades urbanas dado
que el 75% de la población reside en localidades mayo-
res a 5.000 habitantes. La estructura de edades muestra
porcentajes altos de niños, adolescentes y jóvenes, en
términos relativos.
Para el año 2015 se registró un total de 9,5% personas po-
bres, valor similar al nacional. Los valores para la asisten-
cia a educación formal por rango etario en Río Negro son
muy semejantes a los que se registran a nivel nacional, a
excepción de los que están en el rango de los 19 a los 24
años en el que el valor para el departamento está un 16%
por debajo del valor nacional. La inauguración de un Ins-
tituto Regional Tecnológico de la Universidad Tecnológica
(UTEC) en Fray Bentos podría ser un factor que incremen-
te los niveles de asistencia, en este rango etario.
Matriz productiva
El sector primario el que muestra mayor dinamismo
en la economía. Cuenta con una estructura económica
diversificada con elevada especialización en el sector
agropecuario y forestal. Dicha especialización productiva
permitió que el departamento se desarrollara y creciera
en la última década en un contexto económico favorable
acompañado del incremento de los precios internacio-
nales de commodities. Estas actividades tienen además
un potencial derrame en otros sectores de la economía,
entre ellos se encuentran transporte y logística, y diversas
actividades agropecuarias (frigoríficos, industria láctea).
Río Negro tiene una tasa de desempleo del 8%, una de las
más altas del país.
Algunas coordenadas culturales
El litoral del Río Uruguay le da a Río Negro una fuerte
especificidad; además la existencia de este curso natural 65
de agua permite la existencia de puertos naturales, con lo
cual se facilitó el reconocimiento de la orilla enfrentada,
el lado argentino, y se mantuvieron estrechos vínculos
en lo comercial y en lo cultural. El origen de los primeros
inmigrantes fue entonces argentino, luego italianos y
españoles, posteriormente ya en el siglo XX la inmigración
se diversificó y se establecieron importantes colonias de
inmigrantes.
Los agentes culturales de Río Negro tienen una gran re-
flexividad acerca de su cultura y un claro acuerdo acerca
de la diversidad en ella presente. Probablemente esto
se encuentre vinculado con su propio crecimiento, en la
ciudad de Fray Bentos en torno al frigorífico del centro
industrial hoy Patrimonio de la Humanidad de UNESCO, y
haya sido alimentado por la importantísima y muy variada
inmigración que ha recibido desde entonces, comunidades
menonitas provenientes de Alemania asentadas en Nuevo
Berlín, o comunidades rusas que fundaron la ciudad de
San Javier y cuyas tradiciones aún hoy se mantienen.
Por tratarse de una migración relacionada especialmente
al mercado de trabajo, se instaló además en el departa-
mento una cultura del hacer. Se subrayan las ganas que
 muchos tienen de “hacer cosas”, y que los obstáculos
están relacionados con la falta de formadores, que se
atraviesa, además, con las dificultades antes señaladas
de circulación. Así, se remarca la característica de los
rionegrenses como personas activas y hacendosas, mos-
trando que en cada localidad existen muchas artesanas y
artesanos. Con sus diferentes características y asociados a
sus orígenes o las actividades productivas de la zona.
Esta conformación supuso un fuerte impulso moder-
nizador en la economía, la producción y las formas de
organización social, tal que competían en el siglo XIX
con la capital nacional una suerte de “edad de oro”, con
tendencias a la autogestión y autonomía. El departamento
destacó no solamente con los productos del frigorífico
(mundialmente conocidos), sino que desarrolló también
actividades agrícola-cerealeras, y desde mitad del siglo XX
actividades tamberas de gran relevancia para la economía
nacional.
Las importantes redes fluviales implicaron desde tempra-
no un vínculo cercano con otras ciudades tanto nacionales
66 como de Argentina. Este intercambio regular ha generado
elementos comunes que hacen que hoy se lo incluya como
parte de una región cultural del litoral, en conjunto con
Salto y Paysandú.
Los participantes de la jornada del Plan Nacional de
Cultura entendieron que no se puede hablar de una única
identidad, sino que pueden identificarse tres subregiones,
atendiendo lo geográfico, las comunicaciones y las tradi-
ciones históricas.
La primera remite a una ciudadanía de frontera, repre-
sentada por Fray Bentos, donde el río juega un papel
fundamental, no solo en lo económico, sino también en
lo identitario y cultural. Por una cuestión geográfica se
halla muy vinculado a Nuevo Berlín, y en este núcleo
Fray Bentos-Nuevo Berlín, la ciudadanía de frontera se
vincula con la tradición cultural argentina, sus medios y
su cultura audiovisual. A su vez, se visibiliza a la fecha un
crecimiento importante del candombe, lo que amplía el
crisol de manifestaciones culturales que se desarrollan en
el departamento.
La segunda está centrada en Young como ciudad medite-
rránea. Se vincula fuertemente con los departamentos de
Paysandú y Flores, así como Montevideo, incluso más que
con la capital del departamento. En ello influye también
la lejanía de más de cien kilómetros, lo que ha estado
presente a lo largo de toda su historia en la construcción
de identidad, marcando una diferencia con Fray Bentos.
Esto se vuelve visible en su producción, aspectos comer-
ciales, etc.
La tercera región estaría representada por San Javier, con
una fuerte identidad propia vinculada a la tradición rusa
y también con mayores lazos con el departamento de
Paysandú. El caso de esta localidad es de las más fuerte-
mente influenciadas por sus colonos, lo que implicó que
la comunidad toda se apropiara de la cultura rusa, la gas-
tronomía, la danza, la música. Sin embargo, se visibilizan
los efectos de la globalización, por lo que a pesar de su
tradición y marca identitaria fuerte, tienen en la actuali-
dad, por ejemplo, tres grupos de samba brasilera.
Del mismo modo, en el caso de Sarandí de Navarro, más
cercano a Paso de los Toros, se comparten más elementos
de la cultura tacuaremboense que de la rionegrina, lo que
hace un abanico bien interesante en el departamento y
que implica a los actores institucionales trabajar respe-
tando esas particularidades.
Río Negro, entonces, es un departamento diverso y con
anclajes en la región y en la globalidad, de modo que las
diferentes localidades presentan sus particularidades, y
el interjuego con otros departamentos promueve micro
identidades que dialogan y se conjugan en una identidad
departamental, y nos hace reflexionar si el departamento
no está atravesado por líneas de sentido perpendiculares
a su forma, como el río o las rutas.
Su institucionalidad cultural es moderada, aunque se
encuentra bastante descentralizada, fundamentalmente
entre Fray Bentos, la capital, y las localidades de Young y
San Javier, que tienen un dinamismo cultural comparable.
La articulación interinstitucional se entiende como una
clave para trabajar en cultura. Al respecto, se evidencia
una buena coordinación entre el gobierno municipal y
el MEC en sus diversas formas. En esta coordinación, se
destaca el intento de instalar una lógica en la cual se des-
articulen prácticas clientelares tradicionales, que suponen
una política discrecional, para promover una planificación
que le dé coherencia, eficiencia y transparencia.
Dentro de sus fiestas se destacan el Festival desde la
Costa en Nuevo Berlín, la Fiesta Rusa en San Javier, pero
también algunos menos conocidos como el Raid Hípico en
Grecco y las aparcerías en Sarandí de Navarro. En relación
a la producción cultural se destaca el crecimiento del
teatro, pero también los grupos folclóricos, así como las
agrupaciones de danzas típicas como la rusa.
En cuanto a lo patrimonial Rio Negro tiene una fuerte
tradición industrial, el Frigorífico Anglo es un ejemplo de
ello, que además es patrimonio de la humanidad, además
tiene declarados por la comisión de patrimonio nacional
varios sitios y edificaciones en Fray Bentos y en el interior
del departamento. También figura en el listado del Sistema
Nacional de Áreas Protegidas el “Área de manejo de hábi-
tats y/o especies” junto con el sector de humedales que es
de gran importancia a nivel internacional.
Líneas estratégicas
1/ Río Negro ha logrado en la última década un
desarrollo económico importante, vinculado al
crecimiento de las actividades agroindustriales e
industriales. Éstas incluyen la radicación en el de-
partamento de capitales extranjeros que ha dinami-
zado de forma sustantiva, no solo el sector primario,
sino sectores conexos como transporte, logística,
comercio y servicios. Los circuitos culturales y ar-
tísticos deberían, de alguna forma, lograr integrarse
a estas cadenas de valor. Para ello la promoción de
vínculos entre actores empresariales radicados en el
departamento y sectores artísticos culturales, bajo
algún tipo de modalidad de “fondo de incentivo”,
podría ser una línea a considerar.
2/ Otra línea podría estar vinculada a la promoción,
desde las instituciones culturales, de la inclusión,
dentro de los circuitos turísticos, de una oferta ar-
tística cultural local. En términos de las expresiones
culturales Río Negro expresa una cultura sincrética
de sus múltiples orígenes, fundidos en la gran cal-
dera rioplatense, lo que implica el mantenimiento
de las tradiciones de los inmigrantes (asociados de
forma importante con las danzas), las aparcerías y
sociedades tradicionalistas, que realizan actividades
criollas, pero también el surgimiento de murgas y
el candombe, mostrando el diálogo con la cultura 67
capitalina y afrodescendiente. Sin duda, la jerar-
quía que adquiere el Frigorífico Anglo a partir de su
inclusión en 2015 como Patrimonio de la Humani-
dad de la UNESCO, sumado a la oferta turística en
la costa del Río Negro y las originales festivida-
des del departamento, brindan un compendio por
demás atractivo y susceptible de ser potenciado. La
inclusión de una oferta artística cultural, asociada a
los circuitos turísticos, podría contar en el Releva-
miento de Agentes, con una herramienta útil para
sistematizar y evaluar posibles itinerarios.
3/ Por otra parte, los agentes culturales consulta-
dos entienden que el vínculo con Argentina se vuel-
ve problemático, en tanto su importante influen-
cia, fundamentalmente a través de los medios de
comunicación, genera preocupaciones en términos
del difícil reconocimiento de lo local y autóctono.
Pero por otra parte, existe un potencial inexplorado
en políticas transfronterizas.
68

R I V E R A
Ubicación y ejes de comunicación
Rivera se ubica en el norte del país. Tiene límites con
Artigas y Salto al oeste, Con Tacuarembó al sur y con Cerro
Largo al este. Es frontera con Brasil en el litoral este,
estando la capital departamental conurbada con la ciudad
brasilera de Santana do Livramento. Su principal vía de
conectividad es la Ruta Nacional no 5, que une al departa-
mento con Montevideo, atravesando así mismo Canelones,
Florida, Durazno y Tacuarembó. Destacan también la ruta
no 27, que atraviesa Rivera de este a oeste, desde la ca-
pital departamental hasta Vichadero, recorriendo casi en
forma paralela a la frontera internacional y uniendo otras
localidades menores como Cerro Pelado o Arroyo Blanco.
Caracterización sociodemográfica
Rivera tiene una población de 102 mil habitantes. Casi el
75% vive en la ciudad de Rivera y sus localidades metro-
politanas –Lagunón, Mandubí y Santa Teresa-, un 7% en
Tranqueras, un 7% en el área rural y el restante 10% en
localidades menores dentro de las que destacan Minas
de Corrales y Vichadero. La ciudad de Rivera se encuentra
unida a la brasileña Santa do Livramento, la cual cuenta
con una población de aproximadamente 80 mil personas.
En términos demográficos, Rivera se destaca por un por-
centaje alto de población afrodescendiente y un impor-
tante contingente de niños, adolescentes y jóvenes; rasgos
ambos compartidos con Artigas.
El departamento se ha caracterizado históricamente por
presentar resultados magros en los indicadores edu-
cativos, calidad de empleo y condiciones de vida de la
población. Si bien en la última década se han registrado
mejoras sustantivas en el bienestar de la población rive-
rense, continúan advirtiéndose situaciones de desven-
taja respecto a los promedios del total país. En términos
educativos, presenta porcentajes altos de no asistencia
a educación formal entre adolescentes de 13 a 17 años,
el 22% no asiste. Entre los adultos de 25 años y más los
logros educativos son bajos: la mitad tienen primaria
como máximo niveleducativo alcanzado y el porcentaje de
quienes alcanzaron niveles superiores al medio es de 12%,
el más bajo del país. Los niveles de empleo son similares
a los registrados a nivel nacional, sin embargo se advier-
ten problemas de informalidad -el 42% de los ocupados
no aportan a la seguridad social-, así como demanda de
mano de obra no calificada –uno de cada cuatro ocupados
se emplea en trabajos no calificados. Por último, respecto
a los niveles de pobreza, Rivera ha logrado disminuirlos
sustantivamente en los últimos diez años -en 2006 el
44% de las personas eran pobres, en 2015 el valor se ubicó
en 16,5%- no obstante lo cual, al 2015 era el departamen-
to más pobre del Uruguay y uno de los que muestra los
niveles más altos de necesidades básicas insatisfechas.
Matriz productiva
La matriz productiva es fundamentalmente de base agro-
pecuaria. Dentro de esta destaca la ganadería de faena y
leche y la forestación –es el segundo departamento del
Uruguay con mayor cantidad de hectáreas dedicadas a
esta actividad. También se desarrolla actividad arrocera 69
y existen algunos conglomerados de horticultura en las
afueras de la capital y en Tranqueras. En lo industrial,
debe señalarse el arraigo de la minería, las primeras
explotaciones datan del siglo XIX. La localidad Minas
de Corrales se ha destacado por la explotación del oro,
actividad que ha contribuido fuertemente en el desarrollo
del departamento. En la actualidad la explotación mineral
incluye hierro, cobre, zinc, manganeso, níquel y plata,
además de piedras preciosas. Otra industria dinámica en
el departamento es la de acerrado de madera. También
funcionan en plantas de procesamiento de leche, bode-
gas, tabacaleras, frigoríficos y ladrilleros. En relación a su
oferta turística, el departamento cuenta tanto con una
oferta vinculada a la explotación de sus áreas y paisajes
naturales, como una asociada al turismo de consumo; es-
pecialmente en la ciudad Rivera, con un flujo importante
de viajeros por ser un paso comercial de frontera.
 Algunas coordenadas culturales
Un elemento fundamental que determina muchos as-
pectos de la cultura de Rivera, es la condición de depar-
tamento fronterizo, particularmente evidenciado en su
capital, conurbanizada con Santana do Livramento. Esto
brinda a Rivera en general, y a la capital en particular,
ciertas características distintivas, que se advierten tanto
en lo lingüístico, como en lo culinario, en los gustos
musicales y audiovisuales y en tradiciones resultado de
la hibridación de usos y prácticas, como el Carnaval de
Rivera o la Semana de la Farroupilha.
Ahora bien, este perfil marcado por la condición de
frontera, que ha dado al departamento cierta autonomía
respecto al resto del país en sus rasgos culturales, poten-
ciado en parte por la lejanía a Montevideo, convive con
saberes, costumbres y expresiones tradicionales, propias
de la campaña uruguaya, que en ocasiones han sabido
adoptar elementos gaúchos. Distintos grupos y asociacio-
nes tradicionalistas, destacan la necesidad de preservar
70 este tipo de prácticas folclóricas. Parte de ellas se perpe-
túan en las más de quince asociaciones tradicionalistas y
grupos folclóricos extendidos por todo el departamento,
así como en las numerosas fiestas y festivales.
Un elemento que evidencia este “sincretismo cultural”,
tanto en el medio rural como en el urbano, es el portuñol
riverense –uno de los más antiguos de América-, dialecto
mezcla del español y el portugués que da como resultado
un lenguaje propio de esta zona. Los participantes de las
jornadas y entrevistados señalaron el portuñol como un
elemento central en la cultura del departamento, subra-
yando el interés por reconocerlo, valorarlo y preservarlo
como patrimonio cultural vivo.
El patrimonio de Rivera es rico y diverso, tanto en térmi-
nos naturales, como históricos y culturales; sin duda su
enclave geográfico ha favorecido esto. La geografía del
departamento está caracterizada por serranías y quebra-
das, cerros, bañados, valles con praderas y una hidrografía
basta. En términos de patrimonio natural lo más destaca-
do es el Paisaje Protegido Villa del Lunarejo, que integra el
Sistema Nacional de Áreas Protegida. Se encuentra en el
extremo noroeste del departamento, muy próximo a Arti-
gas y Salto, en la parte norte del sistema de la Cuchilla de
Haedo, la cual cumple una función de corredor biológico
para el ingreso de especies subtropicales de flora y fauna
del sur de Brasil hacia el territorio uruguayo. Destaca
por un paisaje de gran belleza, con elementos escénicos
únicos en el país.
El patrimonio histórico incluye 42 sitios consagrados
como Monumentos Históricos Nacionales, distribuidos
entre la capital departamental, Vichadero, Tranqueras,
Minas de Corrales, Ataques, Paso de Castro y áreas rurales.
Muchos de estos sitios históricos, sobre todo los empla-
zados en torno a Minas de Corrales, fueron testigos de la
“fiebre del oro”, que vivió la región a fines del siglo XIX y
que es parte del patrimonio del departamento. En tér-
minos culturales Rivera es rica en patrimonio intangible;
expresiones dialectales, costumbres y prácticas religiosas
vinculadas a la cultura de frontera.
En cuanto a la creación y expresión artística cultural, el
departamento cuenta con actividad destacada en letras
–hay escritores y talleres literarios, algo que explica y
retroalimenta la existencia de la Feria del Libro. También
hay artistas plásticos, como Omar Santos, Clever Lara
o Clari Nembe, y figuras del ámbito de la danza- Ana
Guasque y Kika Guernoz. El carnaval es un evento central
en el departamento y es el ámbito de exhibición de gran
parte de la producción artística de los riverenses –tanto
en música, como en danza, vestuarios y composiciones.
El evento tiene particularidades distintas a otros depar-
tamentos del país, dada por la mezcla de expresiones
brasileñas y uruguayas. En los tablados se escucha samba
además de murga y candombe. Desde hace unos años se
implementó una variante importante, con la introduc-
ción en el desfile de carnaval del trío eléctrico que guía el
recorrido, vehículo grande con música a alto volumen, algo
típico de los carnavales del norte de Brasil. Otro ámbito de
difusión de la creación artística en el departamento son
las festividades en las distintas localidades; en éstas se
desarrollan diversos espectáculos folclóricos que inclu-
yen canto y danzas, entre otras prácticas tradicionales
de la cultura rural. Por último, en la ciudad de Rivera, se
advierten ciertas expresiones artísticas y culturales, pro-
pias de las ciudades -“tribus urbanas” o “manifestaciones
globales”-, que han recalado especialmente en jóvenes y
adolescentes, dentro de las que se pueden mencionar el
hip hop, el skate y las bandas de rock. También colectivos
históricamente postergados como los afrodescendientes y
los LGBT han comenzado a formar parte activa del ámbito
cultural en el departamento.
La institucionalidad pública cultural está conformada
por la División de Cultura de la Intendencia de Rivera
(DCR). La DCR desarrolla actividades culturales a través
de distintos elencos estables, que además de realizar
espectáculos en distintas localidades del departamento
llevan adelante actividades formativas en la Casa de la
Cultura y en Centros de barrio. Otro actor institucional
clave son los Centros MEC; en el departamento funcionan
cinco ubicados en las localidades de Cuñapirú, Lapuente,
Vichadero, Minas de Corrales y Tranqueras. Recientemente
se inauguró el Centro Universitario Rivera (CUR), sede de
la Universidad de la República en el departamento, este
puede ser, potencialmente, un actor clave para dinamizar,
entre otros, el campo de la cultura. Los participantes de
las jornadas y los entrevistados destacaron la necesi-
dad de formación artística cultural y, especialmente, la 71
profesionalización de la gestión cultural, el CUR podría
servir de plataforma para canalizar estas preocupaciones.
En relación a la institucionalidad pública cultural, los
participantes de las jornadas señalaron la necesidad de
promover estrategias que visibilicen la diversidad cultural
y las diferentes expresiones que existen en la comunidad y
tener en cuenta los planteos llevados desde los referentes
comunitarios.
Por último, en términos de infraestructura cultural y
agentes culturales, se advierte cierto dinamismo en
el departamento; funcionan teatros, espacios cultura-
les, museos, dos cines y dos espacios de exhibición. Sin
embargo, se constata cierta concentración de la infraes-
tructura en la capital departamental. La excepción a esto
son las bibliotecas que, si bien no se encuentran en buen
número, presentan una buena distribución territorial. Así
mismo, los Centros Mec, también tienen un rol destacado
en este sentido. En el interior del departamento estas ins-
tituciones muchas veces son polifuncionales, albergando
tanto obras de teatro, como muestras de cine, espacios de
formación, bibliotecas o museos.

Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Rivera, como la mayoría de los departamentos
de la región norte, se ha encontrado históricamen-
te postergado en el desarrollo nacional –niveles
educativos bajos, informalidad laboral y pobreza
son algunos de los indicadores comunes. Así mismo,
dado el proceso de crecimiento que ha vivido la
capital departamental, se advierten en ella ciertos
procesos de segregación y fragmentación urbana,
72
que se asemejan más a las dinámicas vividas en
Montevideo que en las ciudades del interior del
país. Al respecto, los participantes de las jornadas y
los referentes entrevistados, señalaron que existen
dificultades de integración social en la capital, con
una marcada brecha entre los barrios céntricos y
periféricos. En este contexto, se considera que la
cultura puede jugar un rol clave, en aras de po-
tenciar la inclusión social y mejorar la convivencia
entre los habitantes. Una línea estratégica cultural
debería considerar estas situaciones de vulnera-
bilidad social y segregación; articular esfuerzos
en el campo artístico cultural, con iniciativas de
desarrollo social provenientes de otras instituciones
públicas y/o organizaciones de la sociedad civil, que
logren promover a los colectivos más vulnerables.
Existen diversas alternativas para ello: desde el im-
pulso de espacios de capacitación y producción con
“valor cultural”, como las experiencias como las de
Fábricas de Cultura, hasta el fomento de actividades
integradoras en espacios públicos comunes.
2/ La condición de departamento fronterizo –con
su ciudad capital conurbada con Livramento- es un
potencial sustantivo de Rivera. Sin dudas, deberían
orientarse esfuerzos para potenciar la dimensión
cultural de este vínculo, a través de acuerdos,
planes y programas transfronterizos, que estimulen
tanto la creación, como la difusión y la formación
cultural. Existen experiencias por demás positivas
en este sentido, por ejemplo la Feria Binacioanl
del Libro, la misma es resultado del esfuerzo de
actores institucionales de Brasil y Uruguay. Debería
evaluarse la posibilidad de incentivar experiencias
que emulen el evento para otros sectores artísticos
culturales, en este marco la puesta en práctica de
“fondos concursables binacioanles” podría ser una
alternativa a estudiar.
3/ Rivera cuenta con un flujo importante de via-
jeros, en parte dada su situación de departamento
frontera. Sin embargo, le es difícil “retener” a los tu-
ristas, que en la mayoría habitualmente se encuen-
tran de paso y, en el mejor de los casos, realizan
turismo de consumo en los freeshops de la capital.
En los últimos años se han desarrollado esfuerzos
por promover el turismo rural y el uso responsables
de las áreas protegidas. En este contexto, las polí-
ticas culturales deberían tener un rol clave. Podría,
por ejemplo, pensarse estrategias que incorporen
la cultura de frontera como atractivo turístico, el
carnaval, sin duda puede ser una de las cartas de
presentación del departamento, pero existen una di-
versidad de elementos por demás interesantes a ser
potenciados para el turismo, sin desmedro de otros:
la gastronomía de frontera, la oferta de festividades
o el patrimonio histórico vinculado a la industria
minera.
74

R O C H A
Ubicación y ejes de comunicación
Rocha se encuentra en el extremo sureste del país. Sus
departamentos vecinos son Maldonado, Lavalleja y Treinta
y Tres. En su extremo este hace de frontera internacional
con Brasil. Todo el sur del departamento se encuentra
bañado por las costas del Océano Atlántico. La principal
ruta que lo atraviesa, la no 9, que une la ciudad de Rocha
capital con Chuy, conecta gran parte del sur del departa-
mento y toda la zona costera. La ruta no 15 es la segunda
en importancia y une las localidades del norte del depar-
tamento, conectando Rocha capital con las zonas agrope-
cuarias de Velázquez y Lazcano.
Caracterización sociodemográfica
En Rocha viven poco más de 68 mil habitantes. La dis-
tribución territorial de su población se da a través de un
amplio entramado de localidades medianas y pequeñas. La
estructura etaria da cuenta de una población envejecida.
En términos de migración el departamento no se carac-
teriza por ser “atrayente”; no obstante, en los últimos
años se ha dado la radicación de población extranjera en
la costa, atraída por el entorno natural y de funcionarios
y docentes universitarios atraídos por la instalación en
ciudad de Rocha de una sede del Centro Universitario
Regional Este.
Los indicadores educativos y laborales dan cuenta de un
cierto rezago departamental: la no asistencia a educación
formal entre adolescentes de 13 a 17 años supera el 20%,
siendo uno de los departamentos con mayor porcentaje.
Un 45% de las personas de más de 25 años tiene primaria
como máximo nivel educativo alcanzado y el promedio de
años de educación aprobados es de 8, un año inferior a la
media país.
En 2015 fue, luego de Río Negro, el departamento con la
tasa de desempleo más alta (9,9%). Así mismo presenta el
nivel más alto de subempleo y de no aporte a la seguridad
social. A pesar de esto, en términos de niveles de pobreza
y necesidades básicas insatisfechas, el departamento se
ubica dentro del promedio nacional; logrando reducirla de
forma importante entre los años 2006 y 2015.
Matriz productiva
Dentro de la actividad primaria en el departamento desta-
ca el sector arrocero, con una importante escala, tecno-
logía de punta y alto grado de organización, y el turismo
que se incrementa año a año. La actividad industrial es de
base agropecuaria y es relevante en varias localidades la
pesca.
Una primera zona coincide con el centro del departamen-
to, constituida por Rocha capital y Castillos como centros
urbanos principales y sus zonas cercanas de influencia.
Funcionan como nodos de referencia logísticos y de ser-
vicios, centrales para los distintos emprendimientos pro-
ductivos. En la región noroeste encontramos localidades
que históricamente han estado más vinculadas a Treinta
y tres que a Rocha capital. Esta es la zona productiva
agropecuaria por excelencia donde la ruralidad tiene una
presencia muy fuerte, que también es parte importante de
la identidad rochense.
Las zonas bajas de humedales se dedican mayoritaria-
mente a la producción de arroz, habiendo desarrollado 75
una cultura viva enraizada con este sistema productivo
que determina las formas de ser, los saberes, las prácticas;
donde las actividades que más convocan son las vincula-
das a la cultura del arroz y la ruralidad. La costa oceánica
se extiende a lo largo de 180 kilómetros; el sector turístico
es central en esta zona; aunque principalmente estacional,
ha crecido sustantivamente en las últimas décadas. En
el extremo este, frontera seca con Brasil, se encuentran
la ciudad de Chuy, signada por un fuerte intercambio
comercial que alimenta una definida cultura fronteriza, y
la localidad de 18 de Julio. El gran flujo que se concentra
en esta zona no es ajeno a los vaivenes de las economías
de ambos países.
 Algunas coordenadas culturales
Rocha es un departamento particularmente rico y diverso
tanto en sus elementos naturales y geográficos como en
su componente humano. Algunos de los rasgos distintivos
que caracterizan su cultura son el patrimonio natural úni-
co en sus costas y otros paisajes como palmares, lagunas y
sierras, sitios arqueológicos como los cerritos de indios y
las fortalezas coloniales; llegadas aluvionales de turistas;
la influencia dada por la frontera con Brasil; las costum-
bres de campaña, particularidades idiomáticas como el
tuteo o la fuerte identidad localista de las distintas zonas.
Rocha cuenta con una relativa descentralización de su
infraestructura cultural, hecho que la distingue de otros
departamentos. Tanto en la capital, como Castillos, Chuy y
La Paloma, existen teatros y en los tres primeros un cine.
La articulación entre las instituciones que trabajan en el
ámbito cultural en territorio ha vivido distintos momentos
a lo largo de los últimos años. Tras un período de ausencia
de continuidad en las políticas, en la actualidad tienen
76 lugar acuerdos entre los actores culturales y puntos co-
munes en las instituciones públicas.
En el medio rural las escuelas son enclaves de referen-
cia por excelencia, que también fungen como punto de
encuentro de actores locales y sede de otros programas.
En este sentido Centros MEC, que cuenta con 9 locales,
mantiene una línea de trabajo con estos espacios educa-
tivos. Rocha cuenta además con una distribución de su
población en numerosas localidades de tamaño medio
o pequeño, lo que ha dado lugar a una dispersión de
referentes y actores locales vinculados tanto a la creación
como a la promoción cultural. Aparecen además redes
emergentes entre ellos.
Las expresiones artísticas y creativas son diversas. Inclu-
yen una variada oferta de festividades, que perpetúan tra-
diciones gauchescas, bailes típicos, payadas, jineteadas,
fogones y una centralidad fuerte del folklore, de rica tra-
dición en el departamento. Éstas conviven con un fuerte
potencial innovador. Por ejemplo, tanto en Castillos como
en Chuy en los últimos años han surgido músicos jóvenes
con una propuesta alternativa. Así mismo, la amplia red
de localidades, propicia el desarrollo de emprendimientos
artísticos a lo largo de todo el territorio; cuerdas de tam-
bores, clubes sociales con ofertas de formación artística y
cierto carácter cosmopolita en las localidades de la costa,
que han atraído a artistas nacionales e internacionales,
hacen del departamento un enclave dinámico en términos
creativos.
En la jornada de trabajo y las entrevistas con agentes
culturales aparecían sistemáticamente varios asuntos
fundamentales en el departamento; en particular, se
coincidió en que presenta un significativo desarrollo en su
producción cultural, así como una importante existencia
de redes. Esta fortaleza convive con inconvenientes deri-
vados de su distribución territorial y la dificultosa conec-
tividad. También, acordaron en señalar un maduro estadio
en términos de discusión, diagnóstico y propuestas sobre
la situación de la cultura departamental y su proyección;
sin embargo aparecen algunos disensos en cuanto a los
énfasis, con opciones contrapuestas entre un modelo más
moderno y apuestas más tradicionales.
Se identifica también la necesidad de promover el re-
conocimiento de los valores patrimoniales paisajísticos:
parques naturales, las dunas de Valizas, el monte de om-
búes, las fortalezas de Santa Teresa y San Miguel, sierras o
palmares de butiá, cuencas de agua y lagunas de enorme
biodiversidad. Efectivamente, la riqueza del departamento
en este sentido es enorme; cuenta con varias áreas ingre-
sadas al sistema nacional de áreas protegidas, como entre
otras Cabo Polonio o la Laguna Garzón.

Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ El turismo es un gran potencial para el depar-
tamento. Se ha desarrollado exponencialmente en
las últimas dos décadas; sin embargo no ha logrado
revertir la estacionalidad y la centralización en la
costa que lo caracterizan. Las políticas culturales
pueden jugar un rol significativo en la promoción del
departamento como destino turístico-cultural. Es
posible aumentar la inclusión de la oferta cultural
local de dos maneras. En primer lugar, aprovechando
más el turismo estacional, propiciando incluir en
los circuitos turísticos una agenda con artistas del
departamento, o difundiendo circuitos alternativos y
sitios atractivos que permitan diversificar la oferta,
por ejemplo apostando a visitas a lagunas, bosques
o sierras, de los visitantes veraniegos. En segundo
lugar, generando otro tipo de propuestas, asociadas
por ejemplo al turismo rural o consumos conspicuos,
pero también apostando a actividades locales, como
el prolífico catálogo de fiestas, o al uso responsable
de la diversidad ecosistémica
2/ Un segundo potencial en el departamento lo
representa el patrimonio natural y arqueológico,
componentes distintivos de la cultura rochense. Si
bien en parte se encuentra reconocido en términos
por ejemplo del Sistema de Áreas Protegidas, sería
pertinente considerar estrategias públicas tendien-
tes a su mayor visibilización. Estas podrían incluir
la promoción al acceso responsable por parte de los
habitantes del departamento, así como el estí-
mulo a su estudio y recuperación. Por ejemplo, los
cerritos de indios son testimonios prehistóricos que
deberían ser objetos de esfuerzos específicos de la
77
política cultural.
3/ Rocha vive en la actualidad un momento de
fuerte potencial, dado por un escenario propicio y
efervescente donde se combinan redes entre actores
locales y articulaciones institucionales; la apertura
de una sede de la Universidad de la República, con
ofertas de formación e investigación en arqueología,
turismo y gestión ambiental; otros emprendimientos
como la Casa de la cultura en la capital, apoyada por
financiamiento andaluz; cierta inmigración interna-
cional; presencia de espacios ambientalistas como
en varias comunidades en las sierras o el creciente
peso de la bioconstrucción, etc. Esta situación vuel-
ve al departamento fermental en su cultura humana,
y con un potencial sincrético entre componentes
modernos y lo tradicional, como se ha intentado por
ejemplo en Valizas. Las políticas culturales deben
impulsar estas ventajas; no hay duda de que en Ro-
cha es un departamento al que cabe apostar.
78

S A L T O
 bitantes de los departamentos del norte. Muestra los por-
Ubicación y ejes de comunicación centajes más altos de asistencia a centros de educación
formal en jóvenes de 18 y 24 años entre los departamentos
Salto se ubica en el noroeste del país, limita con Paysandú
del interior y es, entre los del norte, el que cuenta con el
al sur, Tacuarembó y Rivera al este y Artigas al norte. Al
promedio más altos de años de educación aprobados en
oeste tiene costa con el Río Uruguay, división natural con
su población adulta y, luego de Canelones, el departamen-
la provincia argentina de Entre Ríos. La capital del depar-
to con mayor proporción de adultos con alguna grado de
tamento se encuentra conectada a la ciudad de Concordia,
educación terciaria. No obstante ello, presenta carencias
a través del puente internacional Salto Grande.
importantes en los niveles de asistencia en los adolescen-
Su principal eje de comunicación es la ruta no 3, que
tes de 13 a 17 años, un problema que afecta al total país
atraviesa de sur a norte sobre su extremo oeste, conec-
pero, que en Salto, adquiere aún mayor relevancia.
tando a la ciudad capital con Montevideo y el resto de los
Ahora bien, estas situaciones relativamente favorables
departamentos de litoral oeste y el sur del país y, al norte,
en los logros educativos de parte de la población adulta,
con la ciudad de Bella Unión. Otras localidades menores
conviven con situaciones de precariedad laboral, dando
del departamento se encuentran también comunicadas
cuenta en parte de la inequidad y segregación presente
con ciudad de Salto por esta ruta - Belén, Constitución,
entre los habitantes del departamento. Al año 2015 Salto
Termas del Arapey. Dos rutas menores son la no 4, que lo
presentaba la tasa de desempleo más altas del país y una
recorre de sur a norte por el centro y la no 31, de este a
de las más altas de informalidad y subempleo.
oeste.
Al igual que el total país, Salto ha logrado en la última dé-
cada revertir de manera sustantiva los niveles de pobreza
Caracterización sociodemográfica medida por ingresos. En 2006 el 40% de los salteños se 79
encontraba en situación de pobreza, valor 8 puntos su-
En Salto viven casi 125 mil personas, siendo el cuarto perior al nacional, al 2015 los niveles de pobreza en Salto
departamento más poblado luego de Montevideo, Cane- se ubicaron en 7%, tres puntos por debajo de valor país.
lones y Maldonado. La ciudad de Salto es la más poblada A pesar de esto, el departamento continúa mostrando si-
del interior del país; con 105 mil habitantes, el 85 % de la tuaciones de privación importantes en los indicadores de
población del departamento. La concentración de la po- necesidades básicas insatisfechas. Los mismos dan cuenta
blación en las márgenes del Río Uruguay es un rasgo que de acceso a vivienda digna, recursos y servicios públicos
comparte con Paysandú y la provincia de Entre Ríos. El por parte de los hogares. En Salto el 49% de la población
restante 15% de la población vive, un 6% en el área rural presenta al menos una NBI, porcentaje solo superado
dispersa y el restante 9% en localidades pequeñas, dentro por Artigas. Es decir, si bien los niveles de ingresos de la
de las que destacan Constitución, con algo menos de 3 mil población han mejorado, las condiciones de vida, medida
personas y Belén con casi 2 mil. En cuanto a su estructura por otros indicadores, distan de ser adecuadas para toda
de edades, es uno de los departamentos con más por- la población.
centaje de niños y adolescentes y, junto a Montevideo, los
que cuentan con mayor peso de población de entre 18 y
29 años. En esto último es posible que incida el funciona-
miento desde hace décadas, en la ciudad de Salto, de una
sede de la Universidad de la República, lo que hace de la
capital un polo de atracciónn de jóvenes estudiantes.
Los desempeños educativos de la población son buenos,
sobre todo si se los compara con los obtenidos por los ha-
 Matriz productiva
El departamento presenta una matriz productiva con es-
pecialización muy fuerte en la cadena hortícola-frutícola
y la ganadería. Las principales actividades están compren-
didas en el sector primario; dentro de éstas, la ganadería
tiene un rol fundamental, siendo el tercer departamento
en cantidad de vacunos y el primero en cantidad de ovi-
nos. Se destaca también en el departamento la actividad
arrocera, la forestal, lechera y la citrícola, donde el de-
partamento tiene gran relevancia, mostrando la produc-
ción más importante del país. La horticultura también
se desarrolla de buena forma, siendo capital de cultura
y “saber hacer” proveniente de terceras y cuartas gene-
raciones de horticultores en algunos casos. El peso del
sector agropecuario se refleja también en la proporción de
ocupados que emplea; Salto es el segundo departamento
a nivel nacional con mayor población ocupada en el sector
agropecuario, luego de Florida.
Si bien el peso de la actividad industrial no es importan-
80 te, existen varias industrias en el departamento, muchas
vinculadas a las cadenas de valor ganaderas, frigoríficos
e industria láctea por ejemplo, y citrícolas –rubro fuerte-
mente exportador. También funcionan empresas avícolas,
packing de arándanos e industrias molineras.
El sector servicios es muy dinámico y diversificado, hecho
que se asocia a la concentración urbana que existe en la
ciudad de Salto. El sector turístico es muy importante,
asociado casi exclusivamente a la oferta termal. Cuenta
con complejos hoteleros en Arapey, Daymán y Salto Gran-
de, donde además existe un desarrollo de otras infraes-
tructuras como comercios, bares, restaurantes y espacios
de esparcimiento.
Algunas coordenadas culturales
En términos culturales el litoral oeste uruguayo y Salto en
particular, se ha caracterizado por un desarrollo relativa-
mente autónomo. El temprano proceso de urbanización, la
lejanía a Montevideo y el vínculo regional y transfronteri-
zo con la provincia argentina de Entre Ríos, habilitaron la
conformación, ya hacia fines del siglo XIX, de un pujante
circuito cultural y artístico, propiciado también por la
presencia de instituciones educativas de nivel. Testigo de
este período son el Instituto Osimani-Llerena (1873), el
Ateneo de Salto (1889), el Teatro Viejo (1850) y el Teatro
Larrañaga (1882), el periódico “El Salteño” (1859) y, ya en
el siglo XX la fundación de la Asociación Cultural Hora-
cio Quiroga, el Taller Pedro Figari y, posteriormente, la
instalación de la Universidad de la República. Estos son
algunos de los factores que dinamizaron la producción,
difusión y consumo cultural, la herencia de estos pro-
cesos seminales se mantiene hasta hoy entre los rasgos
culturales de la población, en particular entre los estratos
medios y altos dándoles un precoz “carácter moderno”.
Ahora bien, lo anterior ha convivido, y convive, con usos,
costumbres, prácticas y saberes, vinculados a lo rural y
folclórico. La herencia fundacional y el fuerte peso del
sector agropecuario contribuyen a que se reproduz-
can, pervivan y se resignifiquen expresiones artísticas e
intereses culturales autónomos a las lógicas de la capital
departamental. La Fiesta del Joven Rural, la Fiesta de
Valentín Aparcero en la localidad de Rincón de Valentín o
el festival Compartiendo tradiciones en Belen, son prueba
esta vigencia, pero también el raid, sociedades de fomento
y agentes culturales activos en departamento.
También un rasgo importante del perfil cultural del de-
partamento es la condición de frontera. Dada su posición
limítrofe con Entre Ríos, Salto ha presentado una impor-
tante influencia argentina. Este vínculo se advierte, por
ejemplo en el particular carnaval de la ciudad, que conju-
ga elementos uruguayos con expresiones como la murga
argentina, pero también y de forma sustantiva, en los
consumos culturales -televisión, radio, música, literatura,
teatro. Respecto a la condición fronteriza y su relación con
la cultura, los participantes de las jornadas apuntan que,
esta estrecha relación, que durante muchos años alimentó
la escena cultural salteña, hoy es vista como una poten-
cialidad desaprovechada, ya que la sensación es que las
producciones salteñas no han podido entrar en el activo
circuito cultural de Entre Ríos.
El dinámico y activo campo cultural en el departamento,
ha sido fértil para heterogéneas expresiones artísticas
y diversos sectores. Un importante desarrollo en las
artes pláticas –quizá el más destacado sea José Cziffery,
húngaro discípulo de Matisse y radicado en Salto, director
del Taller de Artes Plásticas Figari y Lucy Duarte, salteña
formada en este taller, expuso en Europa, Estados Unidos
y asistió en 1987 a la Bienal de la Habana. En literatura es
ineludible el nombre de Horacio Quiroga. Otros literatos
importantes fueron el poeta Víctor Lima, Enrique Amorín
y Leonardo Garet. Sin embargo, más allá de esta fecunda
actividad creativa y de formación, los agentes culturales
consultados comparten una sensación de que Salto “gestó
importantes referentes culturales pero no cultura”; según
lo expresado, responde a la carencia de nexos, gestores y
programas que perduraran más allá de impulsos pun-
tuales. La bienal de arte por ejemplo, una actividad de
referencia en la materia a nivel nacional, dejó de suceder
cuando comenzaron a mermar sus apoyos institucionales.
En lo relativo al patrimonio, la herencia del período de la
independencia, las primeras décadas del país y el proceso
modernizador de fines del siglo XIX, con un rol importante
del litoral oeste, dan al departamento sitios muy valiosos
en términos históricos. Esto se representa en la larga lista
que exhibe la Comisión del Patrimonio de la Nación en su
web, de la que se destaca la Casa “Las Nubes” del escritor
Enrique Amorín, el “Teatro Larrañaga”, “El Palacio Galli-
no” donde se encuentra el Museo de Bellas Artes y Artes
Decorativas, la Casa museo “Horacio Quiroga”, el anti-
guo “Instituto Politécnico Osimani-Llerena” y el Edificio
“Ateneo de Salto”. Lo anterior aporta por otra parte a que
Salto sea una de las ciudades más potentes del interior en
cuanto a museos. A los ya mencionados deben agregarse
el destacado Museo del Hombre y la Tecnología, el Museo
Arqueológico, el Museo Edmundo Prati, el Museo Histórico
Departamental La Casona y el Museo del Río Uruguay. Los
yacimientos arqueológicos, son un componente por demás
relevante de la cultura del departamento. Destacan dos en
la Cuenca del Arroyo Valentín Grande y otro en el km 61 de
la ruta 31.
La institucionalidad cultural pública está compuesta por
el Departamento de Cultura del Gobierno Departamen-
tal a cargo de la Casa de la Cultura. Se destaca como un
logro relevante en materia de política cultural en Salto el
Proyecto General de Cultura, que realizó un diagnóstico
del estado de situación de la cultura en el departamen-
to y promovió la institucionalización de la misma. Una
institución cultural nacional relevante, dado su alto grado
de descentralización territorial es Centros MEC, funcionan
ocho, seis de ellos en las localidades del interior, lo que
supone un gran potencial dada la concentración de oferta
cultural en la capital. En las entrevistas a referentes se
destaca la realización por parte de Centros Mec de talle-
res y promoción de circulación de bienes por localidades
menores del interior. Otros esfuerzos institucionales son
la Usina Cultural en la ciudad de Salto y la experiencia del
programa Fábrica de Cultura de la Dirección Nacional de
Cultura, el cual funcionó en la localidad de Belén.
Salto cuenta con una nutrida infraestructura cultural. La 81
misma es adecuada en relación a la población del depar-
tamento -5 teatros, 10 museos, 11 espacios culturales, 2
de exhibición, 7 salas y un único cine- sin embargo suma-
mente concentrada en la capital departamental y, si bien
esto puede responder al hecho de que casi el 85% de la
población residen allí, esta situación coloca en situación
de desventaja a la población del interior del departamen-
to. En este contexto, instituciones como las bibliotecas o
los Centros MEC, que cuenta con un buen cobertura terri-
torial en Salto, cobran un rol fundamental y, en ocasiones,
poli- funcional.
 Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Si bien el departamento ha sido precursor en
muchos aspectos del campo cultural, de acuerdo a
lo dicho por los participantes de las jornadas y los
entrevistados y lo relevado en este trabajo, existe
82 una presencia cuantitativamente importante de
agentes culturales, pero poco apoyo para su circu-
lación y profesionalización. Prueba de esto es, por
ejemplo la poca financiación de iniciativas artísticas
culturales a través de fondos concursables. El cam-
po artístico cultural requiere de mayor atención pú-
blica y de la potenciación de círculos virtuosos con
el sector privado. Es menester promover la demanda
de fondos por parte de los agentes, expandir la ofer-
ta de apoyos –por ejemplo con fondos concursables
culturales departamentales o premios artísticos-,
así como posibilitar espacios para tender puentes
entre el sector privado del departamento, por ejem-
plo asociando al turismo una mayor y más atractiva
oferta cultural.
2/ Una línea de importancia superlativa es la de
continuar promoviendo y potenciando la integración
artística cultural regional. En este mismo sentido,
iniciativas que estimulen el vínculo binacional, entre
artistas del litoral y provincias argentinas, así como
interdepartamental, tanto para la difusión como
para la formación sería por de lo más auspicioso.
Para ello es fundamental, tanto el rol de las institu-
ciones públicas departamentales y nacionales, como
de los propias agentes; la Universidad de la Repú-
blica, con arraigo en el la ciudad de Salto, también
podría aportar en este vínculo.
3/ Una tercera línea a tener en cuenta es la
incorporación de la cultura en los procesos de
inclusión social. Esto supone, por ejemplo promover
el desarrollo de infraestructura en el interior del de-
partamento, así como en los barrios populares de la
capital para la democratización del acceso. A esto se
suma la pertinencia de articular esfuerzos con otras
instituciones – públicas y sociales, nacionales y lo-
cales- que trabajan con colectivos vulnerables para
incluir los procesos creativos y de formación artís-
tica dentro de las estrategias de desarrollo social
del departamento. Una alternativa en este sentido
puede ser la promoción y capacitación en la elabo-
ración de productos con “valor cultural”, tal como ha
sabido hacer el programa Fábrica de Cultura.
84

S A N J O S É
Ubicación y ejes de comunicación
San José se ubica en el suroeste del país, sobre el río de
la Plata y con límites con Colonia, Flores, Florida, Mon-
tevideo y Canelones. La ruta No 1 es el eje principal de
transporte y recorre el departamento en el sur de este y
oeste, vinculándolo con Montevideo y Colonia y conectan-
do Ciudad del Plata, Libertad, San José de Mayo y Ecilda
Paullier. El otro eje de importancia es la ruta No 3, que
recorre el departamento perpendicular a la anterior..
Es notoria la diferencia que existe entre zonas: la gran
mayoría de los centros poblados están ubicados al sur del
departamento, con el norte como una zona con sistemas
productivos más extensivos vinculados a la ganade-
ría. También las zonas este y oeste presentan marcadas
diferencias, en función de las influencias respectivas de
Montevideo y Colonia.
Caracterización sociodemográfica
En el departamento viven casi 110 mil personas. El 68%
de la población habita en localidades mayores a 5.000
habitantes, pero el porcentaje de población que habita
en el entorno rural es el más alto del país (15%). Uno de
cada cuatro habitantes nació en otro departamento, en
particular por la inmigración a su zona metropolitana con
Montevideo.
La cobertura escolar no presenta diferencias respecto al
promedio nacional, aunque la proporción de jóvenes de
entre 18 y 24 años que asisten a educación formal es infe-
rior en San José. La tasa de desempleo es del 5% y el nivel
de personas en situación de subempleo es de 4%, uno de
los valores más bajos del país, así como la cantidad de
hogares pobres, que llega al 2% en un promedio nacional
de 9,7% en 2015.
Matriz productiva
La matriz productiva de San José se encuentra relativa-
mente diversificada. Las especializaciones refieren tanto
a actividades primarias como la ganadería (incluyendo
lechería), granos y hortifruticultura, como a la articula-
ción de diversas cadenas agroindustriales (láctea, lana,
carne, molienda, madera, pescado, aceite, vinos, cuero),
incluyendo el desarrollo de industrias no vinculadas al
agro y de mayor contenido tecnológico (como química,
automotriz y plástico).
Algunas coordenadas culturales
San José conjuga dos grandes identidades que conviven:
por un lado una zona metropolitana con crecimiento
exponencial, muy influenciada por la cercanía de Mon-
tevideo sobre el eje este de la ruta 1; por otro lado una
tradición fuertemente gauchesca, arraigada al campo y
particularmente la lechería y los emprendimientos pro- 85
ductivos de tipo familiares de pequeña y mediana escala.
En el centro del departamento se encuentra la capi-
tal, San José de Mayo, con una rica tradición en algunas
expresiones artísticas y culturales como la plástica, que
tuvo un destacado desarrollo apoyado en la labor del
Museo Departamental, y en los últimos años el impulso
de las grupalidades carnavaleras, fruto quizás de eventos
catalizadores de la creatividad local como la Semana de
la Juventud y Las Estudiantinas. San José de Mayo también
tiene un rico patrimonio edilicio en su centro histórico,
donde se destacan su Catedral, el Club San José y el em-
blemático Teatro Macció.
En el oeste las localidades tienen mucha similitud y vín-
culo con lo que sucede en Colonia: pequeñas comunidades
de migrantes procedentes mayormente de Europa, cerca-
nas a sus tradiciones y al trabajo de campo en producción
familiar (lechera, granjera, etc.), como es el caso de Ecilda
Paullier, lo que se plasma en dos fiestas tradicionales que
se llevan a cabo allí: La fiesta del queso y la Fiesta de las
colectividades, organizadas por dinámicas organizaciones
sociales.
 Por su parte en la zona este, focalizada en Ciudad del y Montevideo los Humedales de Santa Lucía, incluidos en
Plata, la influencia de Montevideo es enorme y ha llevado el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, de gran valor
a una explosión demográfica fruto de la migración interna, natural, ecológico y económico y donde además tienen
generando una ciudad lineal de más de diez kilómetros de origen muchas actividades y tareas artesanales, como los
extensión que ha crecido sin ningún tipo de planificación pescadores artesanales y los junqueros. Otros espacios
y que hoy por hoy concentra casi 40.000 habitantes, más naturales destacados son Kiyú y las barrancas , las sierras
de un tercio de todo el departamento. Presenta fuer- de Mahoma, la reserva de Penino, Playa Pascual, o el bal-
tes carencias de infraestructura y de oportunidades de neario Boca de Cufré.
formación. En San José hay relevadas un total de 37 instituciones
Hay además varias localidades más pequeñas. Equidis- culturales, fuertemente centralizadas en la capital: 24 se
tante de San José de Mayo y Montevideo, la ciudad de encuentran en San José de Mayo y 13 están en el interior
Libertad se ubica en una importante zona agrícola y polo del departamento. Respecto a las herramientas de gestión
logístico e industrial del departamento, que presenta una desarrolladas en los últimos años se destacan 23 proyec-
activa vida cultural. Rafael Peraza, en la zona de Rincón tos locales financiados por el Fondo Concursable para la
del Pino, de profundas características agrícolas. Punta de Cultura en San José entre 2007 y 2015.
Valdés, donde se organiza la semana de Punta de Valdés, En cuanto a la asistencia a espectáculo en vivo los valores
una movida social intergeneracional que tuvo sus momen- para San José están bastante por debajo de los valores
tos de gloria y que con mucho esfuerzo se está intentan- del promedio nacional. La asistencia a espectáculos en
do reflotar en la actualidad. La ciudad de Rodríguez, en vivos para el promedio nacional es de 34% y San José es de
una zona agropecuaria por excelencia, con importante 23%. En lo que respecta al acceso a lectura, en San José el
86 producción lechera y antiguamente vitivinícola, con su 43% de los encuestados declara haber leído al menos un
Fiesta de la Uva y el Vino y centro de referencia para las libro al año, esto representa un valor que está un 16% por
localidades ubicadas al este del departamento. Al norte debajo del promedio nacional, que es de 60%.
del departamento hay muy pocos centros poblados, uno
de los más importantes de esa zona es Malabrigo, ubicado
en el noroeste sobre la ruta no 23, cercano a los límites
con Colonia y Flores. Allí la mayor parte de la población
realizada tareas vinculadas a la producción ganadera.
La institucionalidad cultural del departamento es muy
dinámica, con espacios de referencia como el ya citado
Museo Departamental o la Casa de la Cultura en San José
de Mayo, la Casa de la Cultura de Libertad, la fiesta de la
Uva y el Vino de Rodríguez o la Fiesta de las Comunida-
des de Ecilda Paullier. Una atenta gestión cultural desde
el gobierno departamental, con una fuerte mirada en
las disciplinas artísticas y el impulso autónomo de otras
instituciones emergentes como el Espacio Cultural Ignacio
Espino en San José de Mayo o el Grupo de Mujeres en
Libertad de Libertad le dan a la vida cultural josefina una
particular impronta.
En cuanto a su patrimonio, San José tiene declarados diez
monumentos históricos. Además, comparte con Canelones
Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural

1/ San José presenta una creciente y desordenada 3/ La institucionalidad cultural en San José es
zona metropolitana, muy influenciada por la cerca- fuerte y dinámica. La Dirección está consolidada y
nía de Montevideo. Las políticas culturales deberían funciona como una política pùblica, asì como los
apostar a equiparar el interesante desarrollo cultu- Centros MEC, aunque algunos agentes culturales
ral de algunas localidades del departamento a zonas señalan cierta dependencia de las gestiones par-
claramente desfavorecidas, como lo son Ciudad del tidarias. El departamento presenta fiestas impor-
Plata o toda la zona norte del departamento. En tantes, eventos en varias disciplinas y en torno a
tradiciones y muestra ser fermental; además, una 87
este marco, además, los recursos culturales están
relativamente centralizados en la capital, y deben fuerte y sostenida creatividad juvenil se plasma en
realizarse esfuerzos para equipar esta zona de cre- las estudiantinas o los conjuntos de carnaval, lo que
cimiento creciente. se aúna a tradiciones que es preciso sostener y en
algunos casos rescatar. En este marco, el departa-
mento podrìa funcionar como un caso piloto para el
2/ Junto a los rasgos metropolitanos, en el departa- establecimiento de una polìtica cultural estratégica.
mento convive una tradición fuertemente gauches-
ca, arraigada al campo con variantes de los distintos
sistemas productivos. Varias iniciativas interesan-
tes muestran la posibilidad de profundizar en las
especificidades culturales de estos modos de ser; ya
existe un importante tejido social, organizaciones
dinàmicas; es un momento oportuno para apostar a
mejorar su visibilidad, establecer circuitos y buscar
captar un público más amplio.
88

S O R I A N O
Ubicación y ejes de comunicación
Soriano se ubica en el suroeste del Uruguay, tiene límites
con Colonia al sur, Flores al este y Rio Negro, Río Negro
mediante, al norte. Al oeste tiene costa con el río Uru-
guay, división natural con la provincia argentina de Entre
Ríos. Sus principales ejes de comunicación son la ruta no
2, que atraviesa el departamento de sureste a noroeste,
vinculando a la ciudad capital de Mercedes, conectando al
interior del departamento con algunas localidades como
Palmita y Cardona, hacia el sur con Colonia, y al norte con
Fray Bentos, el puente internacional General San Martín
y el resto del litoral norte. También es la ruta no 21 que
conecta a Mercedes con Dolores y el resto del litoral sur
de Soriano y de Colonia.
Caracterización sociodemográfica
En Soriano viven algo más de 82 mil personas, casi el
50% de la población se concentra en Mercedes, un 20%
en Dolores y el resto de la población se distribuye en
localidades pequeñas, dentro de las que destaca Cardona.
Un 8% de la población vive en el medio rural. En cuanto a
la distribución por edades de la población los valores son
muy similares a sus departamentos vecinos: Colonia, Rio
Negro y Flores, y no se apartan de los registrados en el
total país.
El departamento cuenta con indicadores sociales y
económicos relativamente favorables, elemento común
a los departamentos de esta región del país. Porcentajes
de asistencia a educación formal entre niños y adoles-
centes similares a la media nacional –no escapando a los
problemas de abandono en educación media- y niveles
educativos aceptables en su población adulta. Quizá el
principal desafío en la dimensión educativa sea promo-
ver la asistencia en jóvenes de 18 años y más, la misma
es baja, en parte debido a falta de ofertas de educación
terciaria. En cuanto al mercado de trabajo, la tasa de
desempleo es baja, aunque se advierten problemáticas en
la calidad del empleo –los niveles de subempleo superan
la media nacional en dos puntos porcentuales y es el sexto
departamento con menor aporte a la seguridad social
entre sus ocupados.
En lo que refiere a las condiciones de vida de la población,
al igual que el total país, el departamento ha logrado
disminuir sustancialmente sus niveles de pobreza en la
última década. Diez años atrás Soriano presentaba niveles
de pobreza similares a los registrados a nivel nacional,
a partir de 2010, los porcentajes de personas pobres en
Soriano pasan a ubicarse por debajo de la media país,
tendencia que continúa hasta 2015, año en el cual el fe-
nómeno afecta al 5% de los habitantes del departamento
y a un 10% a nivel país. Los niveles de necesidades básicas
insatisfechas son algunos puntos porcentuales superiores
a la media nacional; estos indicadores, enfocados en el
acceso a recursos y servicios públicos suelen tener mayor
incidencia en las pequeñas localidades y el área rural.
Por último, un elemento interesante en la expansión del
bienestar de la población del departamento está dado por
el acceso y uso extendido de tecnologías de la información
y la comunicación, aspecto común en varios departamento
del Uruguay.
89
Matriz productiva
El sector productivo es relativamente dinámico, vinculado
principalmente al sector primario y, dentro de éste, en
la última década, al pujante rubro de los monocultivos
agroindustriales. Un rasgo distintivo del departamen-
to es la fertilidad de sus suelos, lo que ha motivado la
radicación en su territorio de inversores agropecuarios
extranjeros. Una característica del departamento es que
la actividad granelera, conviva con la ganadería y se
complementen mutuamente. Destaca la especialización
vinculada a la producción de granos y de oleaginosas para
la elaboración de aceites, harinas y raciones. Diversos
sectores –comercio, metalúrgica, transporte, logística- se
han integrado en las cadenas de valor generadas por los
emprendimientos agroindustriales. Entre las industrias
destacan también la láctea y una fábrica de insumos para
la industria celulósica.
 Algunas coordenadas culturales
La herencia colonial y, en particular, la presencia arti-
guista, es un rasgo importante en el perfil cultural del
departamento. La participación en hechos fundacionales
de la República; el Grito de Asencio, el desembarco de la
Playa Agraciada de los 33 Orientales o el Abrazo del Arroyo
Monzón, son testimonios de ese pasado que hasta hoy se
encuentra presente a través, por ejemplo, de festivida-
des como el festival del Grito de Asencio o “Entre potros
y Fogones”, homenaje a la figura de Artigas. Como en
buena parte de los departamentos del litoral oeste, en las
costumbres, prácticas y gustos culturales, conviven rasgos
folclóricos y tradicionales, vinculados a la fuerte presencia
de lo agropecuario: activa presencia de sociedades crio-
llas, que aseguran la pervivencia de tropillas, jineteadas
y expresiones artísticas propias de la cultura de campaña
–payadas y danzas folclóricas, entre otras-, con expresio-
nes culturales urbanas.
El temprano procesos de urbanización que vivió el depar-
90 tamento, ayudó a conformar en sus principales localidades
asociaciones e instituciones culturales que han asegura-
do, desde la segunda mitad del siglo XIX, el desarrollo de
diversas expresiones artísticas, potenciadas por el fluido
contacto con Entre Ríos y Buenos Aires y por la llegada de
inmigrantes europeos. Esta cultura urbana, ha permitido
el desarrollo de una relativamente nutrida infraestructura
cultural, tanto en las principales localidades –Mercedes,
Dolores y Cardona- como en las menores. La presencia de
bibliotecas y espacios culturales, se extiende de buena
forma en todo el departamento, asegurando la existencia
de al menos un enclave cultural local en casi todas las lo-
calidades. Más allá de este cierto dinamismo cultural, los
referentes culturales entrevistados y los participantes en
las jornadas coincidieron en señalar que el departamento
se caracteriza por una sociedad estructurada y conserva-
dora, donde los jóvenes y las expresiones novedosas no
encuentran espacio para desarrollarse.
Distintos sectores artísticos se han desarrollado en el
departamento, algunos con mayor tradición, otros de
modo más reciente. Espectáculos, paseos, galerías de arte,
museos, todos gratuitos, son parte de la oferta cultural
de Soriano en general y, en particular de Mercedes. Un
evento que adquirió relevancia en los últimos años fue el
festival Jazz a la Calle en Mercedes, nucleando a jóvenes y
dultos locales, turistas nacionales y extranjeros. El festival
es organizado por el Movimiento Cultural Jazz a la Calle,
que promueve otras actividades en el correr de todo el
año. Se destaca también el Encuentro de Escultores, en el
que participan personas de diversas procedencias, y que
da cuenta de la vitalidad que tienen las artes plásticas
en el departamento, en este sentido vale mencionar a la
Asociación de Artistas Plásticos de Soriano (ADAPS).
Según lo expresado por los participantes de las jornadas,
el teatro es un área en la que se observa cierto estan-
camiento, esto ha devenido en que se considere a este
sector como el más débil dentro de la cultura local y que
no haya emergencia de nuevos colectivos. La situación de
la música también se entiende como limitada, más allá
de que existan esfuerzos desde la sociedad civil, como
el de jazz a la calle, de las entrevistas realizadas surge
la sensación de que son pocos los músicos y que es poca
producción original. Más allá de esta visión de los privados
la intendencia promueve ensambles entre los distintos
instrumentos que se aprenden en cursos de la Casa de
Cultura, intentando incentivar la disciplina en niños y
jóvenes. Otras expresiones musicales la constituyen los
coros, presentes de buena manera en las localidades del
interior, y varias Bandas Marchantes. La danza también
se desarrolla en algunas ciudades, con algunos referentes
locales con trayectoria.
El asociativismo entre los artistas se encuentra presente
de buena forma en Soriano a través de colectivos artísti-
cos, asociaciones civiles y gremios de artistas de diferen-
tes áreas. También en los últimos años algunas empresas
privadas han comenzado a apoyar actividades y proyectos
a través de los Fondos de Incentivo (FI), en general los
apoyos provienen de pequeñas y medianas empresas loca-
les, que suelen colaborar con las actividades culturales y
sociales de su localidad.
La institución cultural pública departamental está com-
puesta por la Dirección de Cultura de Soriano, dividida
en cuatro áreas de igual jerarquía: Bibliotecas, Museos,
Formación y Actividades. Otros actores institucionales son
la Escuela de Arte de ANEP. Complementa las institucio-
nes culturales Centros MEC está presente en territorio en
cuatro localidades: Agraciada, Cañada Nieto, Mercedes y
Villa Soriano.
El patrimonio histórico del departamento es muy impor-
tante, sobre todo aquel vinculado a la época colonial y
el período de independencia. Según la información de la
Comisión de Patrimonio, Soriano tiene 44 monumentos
históricos declarados. Entre ellos pueden mencionarse “La
columna de la libertad”, construida por Antonio Petrochi
en 1866, su ubicación actual es en Mercedes; monumento
a la “acción de los dolores” (primer triunfo de los Treinta
y Tres Orientales) construido por José Luís Zorrilla de San
Martín, actualmente se encuentra en Dolores. Existen
vestigios arquitectónicos coloniales, así como lugares
emblemáticos donde transcurrieron hechos históricos
vinculados a la independencia nacional. La ciudad de
Villa Soriano es de particular relevancia, originalmente
bautizada Santo Domingo Soriano, primer asentamiento
europeo en el país.
El patrimonio histórico heredado del siglo XX se caracteri-
za por construcciones muy representativas de la moder-
nización del Uruguay de la época, muy influenciada por
tendencias europeas.
En su patrimonio natural destaca al oeste, un amplio
frente sobre el Río Uruguay, frontera fluvial con la Repú-
blica Argentina. Gran parte del territorio del departamento
conforma la gran Cuenca Sedimentaria del Litoral Oeste,
que abarca también Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro y
Soriano. Ésta se caracteriza por rocas de origen sedimen-
tario como arcillas, areniscas y limos, dando lugar a coli-
nas y lomadas suaves y al desarrollo de suelos profundos,
con buen drenaje y retención de agua, lo que conllevan
a una alta fertilidad productiva; rasgo distintivo del de-
partamento. Por otra parte, dentro del patrimonio natural
también destaca una amplia red hidrográfica afluente del
Río Uruguay, a través de numerosos cursos como los ríos
Negro y San Salvador, los arroyos Bequeló, Cololó, Grande,
del Espinillo, entre otros arroyos menores y cañadas (Uru-
guay Social, 2013).
Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Soriano se encuentra en una situación favorable, tan-
to en términos sociales y económicos, como culturales.
Esto le da al departamento un potencial sustantivo para
desarrollar aún más el campo cultural. Una posible línea
estratégica para ello podría ser favorecer los vínculos
entre el sector empresarial y el sector artístico cultural.
Como se mencionó antes existen algunas experien-
cias incipientes al respecto, se debería evaluarlas y
fortalecerlas. Soriano, al igual que los departamentos
vecinos de Río Negro y Colonia, ha logrado un desarrollo
económico importante, vinculado al crecimiento de las
actividades agroindustriales. Éstas incluyen la radi-
cación de capitales extranjeros que ha dinamizado de
forma sustantiva la economía de la región. Los circuitos
culturales y artísticos deberían, de alguna forma, lograr
integrarse a estas cadenas de valor. Para ello la promo-
ción de vínculos, bajo algún tipo de modalidad de “fondo 91
de incentivo”, podría ser una línea a considerar.
2/ La posición geográfica privilegiada, que ha dado lugar
históricamente al intercambio artístico cultural con los
departamentos vecinos y con provincias argentinas, debe
ser potenciada a través de iniciativas públicas regio-
nales y transfronterizas. El evento Jazz a la Calle, es un
ejemplo a seguir en este sentido ya que logra acercar
al departamento, artistas de diversas procedencias;
iniciativas de este tipo, requieren de apoyo directo desde
las instituciones públicas de la cultura, para potenciarse
y reproducirse.
3/ El departamento atesora un patrimonio histórico su-
perlativo. Si bien el mismo es reconocido a nivel nacional,
es un activo por demás interesante para incluir dentro de
la oferta cultural de la región litoral, y se complementa
de buena forma con las atracciones de su vecino Colonia.
Pensar en términos de “rutas de patrimonio” para esta
región, podría ser una línea interesante.
92

T A C U A R E M B Ó

Ubicación y ejes de comunicación
Tacuarembó se encuentra en el centro norte del país,
sobre el margen norte del Río Negro que oficia de límite
natural con Durazno, compartiendo frontera terrestre con
Cerro Largo, Rivera, Salto, Paysandú y Río Negro. Su nom-
bre, de origen guaraní, refiere a las estancias misioneras
que ocuparon esta región.
Está atravesado por dos importantes rutas nacionales, la
no 5, que atraviesa el departamento de sur a norte y la
ruta no 26, en estado más precario, de este a oeste.
Caracterización sociodemográfica
Es el departamento con mayor superficie del país, donde
viven poco más de 90 mil personas, y el de mayor porcen-
taje de población que considera tener ascendencia indí-
gena (8%). Presenta también porcentajes relativamente
altos de población afrodescendiente (10%).
Los indicadores sociales muestran a Tacuarembó, al igual
que a los departamentos vecinos, en una posición de des-
ventaja. Los bajos niveles educativos se combinan con un
mercado de trabajo mayoritariamente informal y con baja
demanda de empleo calificado. Si bien el departamento
ha logrado una reducción importante de la pobreza en la
última década, continúa contándose entre los que tiene
mayor incidencia. En lo referido a acceso a tecnologías
de la información, se posiciona a Tacuarembó entre los
departamentos con menor acceso a internet.
En el terreno educativo Tacuarembó muestra bajos niveles
de asistencia entre adolescentes y jóvenes, y logros ma-
gros en la población adulta, siendo el departamento con
porcentaje más alto de personas de más de 24 años que
tiene primaria como máximo nivel educativo alcanzado.
Matriz productiva
Tacuarembó tiene una importante actividad agropecuaria.
La rama ganadera ocupa la mayor extensión del territorio
mientras que la actividad forestal maderera y la minera
se destacan por ocupar la mayor superficie en un depar-
tamento a nivel nacional. Presenta entonces una base
primaria de ganadería, forestal y también arroz, pero con
una relativa diversificación sectorial en torno a ella, por
ejemplo una industrialización frigorífica o metalúrgica
para ganadería o madera, y un desarrollo de servicios
mayoristas y comercio de materia prima.
El gran atractivo que revisten las características natura-
les del territorio está generando además una incipiente
actividad turística, como es el caso de Valle Edén, los
balnearios de San Gregorio de Polanco e Iporá, Parque de
la capital y la gruta de los cuervos, así como la afluencia
de visitantes con motivo de festividades, principalmente
la Patria Gaucha.
93
Principales coordenadas culturales
La lejanía respecto a la capital nacional, acentuada por el
aislamiento que durante muchos años produjo el mal es-
tado de las vías de transporte y la falta de alcance de los
medios masivos de comunicación, se manifiesta también
en la distribución de recursos, servicios y bienes, en un
alto sentido de la identidad y autonomía, y en el fuerte
influjo de Brasil sobre la cultura y la actividad económica
y comercial.
La capital departamental está viviendo un proceso de
reurbanización donde ya se han concretado algunas de las
obras proyectadas, como la canalización del Arroyo Sandú,
y otras están aún en proceso. Esto permitirá la apropia-
ción del espacio revitalizado y mejorar la vivencia en la
ciudad con circuitos ramblísticos, galerías de arte, ferias
de pulgas, parques de esculturas, monumentos, e infraes-
tructura deportiva. Esto permitiría ampliar los espacios
de socialización y recreación de los habitantes, comple-
mentando la ya existente del Parque Rodó, el zoológico y
el balneario Iporá. De esta manera se busca contrarrestar
de alguna manera la inexistencia en la ciudad de oferta de
 consumo cultural por la carencia de cine, teatro o sala de
espectáculos musicales.
La zona rural norte del departamento tiene fuerte in-
fluencia de Brasil y preserva una expresión particular del
lenguaje denominado Carimbao, que posee elementos del
guaraní y el portugués, siendo diferente del portuñol de
Artigas y Rivera.
San Gregorio de Polanco por su parte, una pequeña lo-
calidad sobre el Río Negro a 140 km de la capital depar-
tamental y bastante alejada de las principales rutas que
atraviesan el departamento, se constituyó en un espacio
de resistencia que ha desarrollado una fuerte identidad
propia, como lo demuestra su museo abierto de artes
visuales, el primero en su tipo de América Latina.
En Paso de los Toros -segunda ciudad en importancia del
departamento, ubicada en el extremo sur con costas sobre
el río Negro- y Tacuarembó ciudad funcionan los Centros
de Barrio, construidos a partir de la década de 1950 como
proyecto urbanístico de descentralización. Desde enton-
ces han tenido importante incidencia en la formación de
94 los habitantes de la ciudad, pero entraron en decadencia
durante el período de la dictadura cívico-militar. En los
últimos años se ha ido revirtiendo esta situación am-
pliando su base de servicios y volviendo a formar parte
de una estrategia política para la descentralización y el
trabajo en los espacios públicos.
Dentro del patrimonio histórico puede destacarse que hay
diez Monumentos Históricos, y en términos de patrimonio
natural se destacan los ecosistemas de pradera con cerros
chatos, característicos de la región, quebradas y serranías;
en términos hídricos su principal curso de agua es el Río
Negro, cuenta con una importante represa –la Represa
Gabriel Terra, ex Rincón del Bonete-, que conforman ex-
tensos lagos artificiales y se destaca el acuífero Guaraní,
gigantesco reservorio de agua dulce, estratégico para la
preservación de este recurso que ha pasado a ser parte
de una preocupación compartida por los habitantes del
departamento.
El patrimonio inmaterial es una característica específica
de Tacuarembó, especialmente vinculado a tradiciones
culturales gauchas –leyendas, costumbres, prácticas-.
Parte del patrimonio inmaterial de la región asociado a
estas tradiciones tiene su principal reconocimiento en
la Fiesta de la Patria Gaucha, la principal celebración de
esta índole en el país, que cuenta con decenas de miles
de visitantes año a año. También el legado de comunida-
des originarias representa un patrimonio inmaterial de
importancia creciente que se configura como un espacio
identitario.asociado con prácticas ambientales y comuni-
tarias.
Tacuarembó ha sido una importante usina para la cultura
nacional, generando destacados artistas en disciplinas
como las letras, la música o las artes plásticas. Esta suer-
te de aislamiento con el sur del país generó una micro-
clima propio y propicio para el desarrollo de numerosos
artistas, de los que se destacan: Carlos Gardel, Circe Maia,
Eduardo Darnauchans, Víctor Cunha, Tomas de Mattos,
Mario Benedetti, Washington Benavides, Numa Moraes,
entre otros.
El gobierno departamental, la ciudadanía y promotores
privados cuentan con iniciativa y trayectoria de trabajo
sinérgico en esta materia. Es posible distinguir claramente
políticas orientadas a la identificación del departamen-
to con ciertas referencias culturales, entre las que se
destacan principalmente tres: la tradición criolla con la
Patria Gaucha; las figuras icónicas de Carlos Gardel, con
la Semana Gardeliana, los Premios Gardel o el Museo
Carlos Gardel; y Mario Benedetti en torno al cual en Paso
de los Toros se celebra la semana Benedetti, con una feria
del libro y distintos eventos y espectáculos artísticos y
culturales
Otro elemento a destacar es la red de museos públi-
cos y privados distribuidos en el departamento, con una
impronta marcada en el turismo histórico cultural. Como
contracara de esta interesante institucionalidad exten-
dida en el departamento está el escaso desarrollo que ha
tenido Centros MEC, con tan solo dos centros es el de-
partamento. Como un espacio potencial aparece el Centro
regional de la Universidad de la República.
Los agentes culturales entienden que al haber escasas
oportunidades de formación, y no estar en funcionamiento
ninguna sala de teatro, son pocas las personas y grupos
que desarrollan y consumen esta disciplina artística. No
obstante, existen grupos independientes en Tacuarembó y
en Paso de los Toros.
Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ El aislamiento en relación al sur del país ha
generado un desarrollo cultural autárquico, que
sumado a la extensa superficie ha ambientado múl-
tiples expresiones culturales. Se pueden identificar
diversos artistas locales que se han destacado a
nivel nacional e internacional, como así también fes-
tividades y actividades que se han utilizado para el
impulso de la cultura departamental y su posiciona-
miento dentro del turismo histórico y tradicionalista.
El departamento cuenta con una identidad cultural
sólida, donde lo tradicional y folclórico, resultan
elementos sustantivos; debe tenerse en cuenta
estos aspectos a la hora de impulsar iniciativas cul-
turales. Así mismo, esta herencia podría ser aprove-
chada para promover actividades culturales tanto
vinculadas al desarrollo económico, por ejemplo a
través del turismo rural y el eco turismo, como a la
sustentabilidad –cultural y ambiental-, por ejemplo
asociada a lo que puede ser la defensa y valoración
del agua.
2/ Existe un potencial importante para gene-
rar sinergias e intercambios en el fomento de un
corredor cultural en el eje ruta n° 5. Una estrategia
posible podría ser la promoción de la circulación de
colectivos artísticos a través del apoyo de fondos
concursables departamentales con este fin -como
se propone en otros departamentos del eje.
95
3/ Tacuarembó, al igual que sus departamentos
vecinos de la región norte del país, se ha encontrado
históricamente postergado en el desarrollo nacional.
Los planes, programas y políticas culturales para el
departamento deberían considerar estas y otras si-
tuaciones de vulnerabilidad social, así como proble-
mas de concentración territorial. Articular esfuerzos
en el campo artístico cultural, con iniciativas de
inclusión social que logren promover la diversidad
cultural, el acceso y la integración de estos sectores
de la población aparecería una estrategia a tener en
cuenta.
96

T R E I N T A Y T R E S
Ubicación y ejes de comunicación
Treinta y Tres se sitúa en el este del país, con límites
con los departamentos de Cerro Largo, Lavalleja, Rocha,
Florida y Durazno, y con la Laguna Merín, que lo separa
de Brasil. Atravesado de sur a norte por la ruta 8, que por
el centro del departamento cruza por la ciudad capital y
continúa hacia Melo, y por la ruta 7 en el límite oeste, que
une a las localidades de Valentines, Cerro Chato, Santa
Clara de Olimar y Tupambaé, presenta una importante
cuenca hídrica, con ríos como el Cebollatí, el Tacuarí o el
Olimar Grande, bañados y lagunas.
Caracterización sociodemográfica
El departamento cuenta con casi 50 mil habitantes; algo
más de la mitad reside en la capital, que suma cerca de
treinta y tres mil personas si se agregan las zonas limí-
trofes de El Ejido y Villa Sara. Otras localidades importan-
tes son Vergara, Santa Clara del Olimar, Cerro Chato o la
Charqueada. Es, de cualquier modo, uno de los departa-
mentos con menor densidad de población.
La distribución por edad de las personas no se diferen-
cia del promedio nacional; luego de Tacuarembó y Salto,
el tercer departamento donde más personas identifican
tener ascendencia indígena. Algunas de las principales
características del mercado de trabajo son: el peso de la
actividad agropecuaria, los niveles relativamente altos de
informalidad y subempleo, a lo que se le suma un inci-
piente aumento del desempleo en el año 2015.
Treinta y Tres presenta, en términos relativos, porcentajes
altos de personas pobres, con un 12,5% frente a un 9,7%
de promedio nacional. En el 2015 fue luego de Rivera el
departamento con mayor porcentaje de personas pobres.
En el departamento destacan malos indicadores educati-
vos: bajos niveles de asistencia entre 13 a 17 años (el por-
centaje más alto de los 19 departamentos, 24%), y entre 18
y 24 (con un 81% sólo superado por Cerro Largo), y un 45%
de las personas de más de 25 años alcanzó como máximo
nivel la educación primaria, un porcentaje diez puntos su-
perior al total país. También, Treinta y Tres muestra junto a
Durazno, los niveles más bajos de uso de PC.
Matriz productiva
En la estructura económica del departamento destaca el
cultivo de arroz junto al de otros cereales: trigo, ceba-
da, avena o maíz. La cadena arrocera explica también la
mayor parte de los emprendimientos agroindustriales.
Es asimismo centralmente relevante la producción de
ganadería vacuna, e importante la superficie destinada a
las explotaciones mineras. En relación al turismo, Treinta
y Tres tiene como principales ofertas el ecoturismo y el
turismo cultural, en torno fundamentalmente al festival
del Olimar.
Algunas coordenadas culturales
Treinta y Tres presenta una larga historia cultural, en
literatura, música, canto, artes plásticas y otros. La lejanía
con respecto a la a capital del país configuró una mirada
concentrada en sus tradiciones, con una extraordinaria 97
fuerza creadora.
Su pasado como polo cultural lo jerarquiza, e interpela
su dinamismo en el presente, donde aparece una fuer-
te decisión institucional en apostar a la cultura en los
próximos años. Actualmente se dirigen grandes esfuerzos
a la construcción de una red de trabajo conjunto entre
los actores públicos involucrados; la Dirección de Cultura
Departamental, los Centros Mec, las Usinas culturales y la
Dirección Nacional de Cultura. Todos los lunes participan
de una mesa de trabajo con el fin de cooperar y prestar
ayudas mutuas para la concreción de los proyectos que
cada actor cultural pone sobre la mesa, y se encuentran
planificando un plan departamental de cultura.
En cuanto a institucionalidad cultural en el departamento
se destaca, además la Casa de la Cultura a cargo de la Di-
rección de Cultura de la Intendencia, 6 Centros MEC y una
Usina Cultural, ubicada en la capital departamental. Debe
señalarse, respecto a la institucionalidad MEC, su relativa
cobertura territorial, contando con Centros MEC tanto en
la capital departamental como en Vergara, Rincón, Gene-
ral Enrique Martínez, Cerro Chato y Santa Clara del Olimar.
 Su infraestructura es buena y diversa pero concentrada
en la capital departamental; cuenta con buena cantidad
de salas y escenarios, varias radios comunitarias, un canal
abierto de televisión, once bibliotecas, un teatro, cinco
museos, entre ellos el museo histórico de Bellas Artes que
posee una de las colecciones más valiosas del país.
La concentración de la infraestructura del departamento
en la capital se acrecienta por la barrera casi geográ-
fica que representa la caminería rural y las rutas (es el
departamento con menor densidad de su red de carre-
teras) y se plasma ya en el imaginario: los habitantes del
departamento suelen ser englobados bajo la nominación
“olimareños”, que en realidad corresponde como gentilicio
a los capitalinos.
Sin embargo, los habitantes de los pequeños poblados ven
en ese mismo aislamiento la potencialidad que supone
no recibir influjos externos, que obliga a la organización
y la creación de respuestas creativas y originales de los
sujetos del territorio. Así, Charqueada por ejemplo posee
un gran valor turístico, dado su ubicación a orillas del Río
98 Cebollatí, y fuertes tradiciones: es un pueblo de pescado-
res de no más de 2000 habitantes. En Vergara se encuen-
tra el Museo Serafín J. García, de gran relevancia cultural y
antropológica, los jóvenes practican danza folclórica, can-
to, existen bandas de rock, además de brindarse muchos
cursos y la biblioteca que funciona como centro cultural y
motiva la participación juvenil. Hacia el Oeste Cerro Chato,
que comparte tres jurisdicciones departamentales a la
vez, Treinta y Tres, Florida y Durazno y con una interesante
convivialidad; Santa Clara, de referencia para la historia
del Partido Nacional por la fuerte presencia de Aparicio
Saravia y donde también se encuentra una casa de Juana
de Ibarbourou, y el pintoresco pueblo de Isla Patrulla.
La fiesta por excelencia que posiciona fuertemente al de-
partamento en la arena cultural nacional es el Festival del
Olimar, uno de los más importantes del país, evento fol-
clórico gratuito y muy popular que convoca a decenas de
miles de personas país. El festival promueve el canto po-
pular nacional y se plantea actualmente un debate acerca
de esta decisión. El departamento también cuenta con
ferias como el festival del Salto de Agua, en el parque que
lleva este nombre, a dos kilómetros de Cerro Chato; fiestas
de producción como la Fiesta de la Semilla Criolla en el
Parque del río Olimar, que hace hincapié en la importan-
cia de las semillas criollas, en su historia y su lugar en la
agro-ecología; y fiestas populares como el festival de la
Charqueada durante la semana de turismo, que concentra
diversas actividades entre las que se destacan un regata
internacional, y la presencia de cantantes de folclore, bai-
les, ferias de artesanías y gastronomía o la Fiesta Nacional
del Recado en Villa Sara “se realizan peñas folclóricas,
duelo de payadores, fogones, campamentos, concurso de
redomones, pruebas de rienda y rueda en pelo, donde se
demuestran las destrezas criollas tan arraigadas en la
historia del Uruguay” (DNC, 2015:29).
El patrimonio histórico, cultural y ambiental del depar-
tamento es rico y si bien, a diferencia de los otros que
integran la Región Este, no remite a épocas coloniales,
es diverso y ha cobrado interés nacional en las últimas
décadas. La Intendencia de Treinta y Tres, en convenio
con la Dirección de Ordenamiento Territorial y Medio
Ambiente, ha impulsado un “Plan Local de Ordenamiento
Territorial y Desarrollo Sostenible de la Ciudad de Treinta
y Tres y su Micro Región”, incluyendo elementos arqui-
tectónicos, monumentos y elementos naturales, entre los
que se cuentan el Monte Nativo sobre río Olimar y Arroyo
Yerbal, el parque del Río Olimar, la zona de la Charqueada,
los cerritos de indios, las lagunas Merín, de Arnaud y de
las Lavanderas, y destaca la Quebrada de los Cuervos -
accidente geográfico en forma de garganta, situada a 45
km de la ciudad de Treinta y Tres, pionero en protección
ecológica, actualmente incluido en el Sistema Nacional de
Áreas Protegidas.
Los treintaitresinos se autodefinen como un pueblo de
cuentistas y cantores, “somos buenos contadores de his-
torias” dicen los agentes culturales. Una de sus mayores
fuentes de sentido de pertenencia se configura en el gusto
por el folklore, con varios músicos valiosos en este género:
cantores como Los Olimareños, Braulio López, José Luis
Guerra, y guitarristas como Oscar “el Laucha” Prieto o
Telémaco Morales; pero también destacan en las letras
con poetas de la talla de Rubén Lena, narradores como
Gustavo Espinosa o Julio C. Da Rosa.
En las discusiones entre los agentes culturales aparece
rápidamente una denuncia de la falta de incentivos y
espacios, y del poco apoyo económico con el que se ha
contado históricamente por ejemplo para el teatro, donde
reconocen la existencia de la Comedia Municipal, o para
el cine: hay solo uno en el departamento, lo que explica
la baja asistencia a éste en relación con los promedios
nacionales. Se señala que los bajos apoyos atentan contra
la continuidad de los procesos: “cuando un grupo perma-
nece por mucho tiempo es porque fue apoyado”, como en
el Carnaval. Apuntan además que los financiamientos “son
siempre institucionales y no hay apoyo de los privados
como las arroceras”.
En segundo término, aparece la sensación de un conflic-
to generacional, y colocan el régimen autoritario en el
centro de la explicación del cambio social: afirman que “la
pre-dictadura fue una época de oro en el departamen-
to”, pero la “generación post-dictadura no tiene nada en
común con el departamento y no desarrolla identidad” y
“no valora el departamento y emigra”. Sienten que los màs
jòvenes ponen en cuestión los elementos prioritarios de
la configuración identitaria departamental, así como su
pureza en relación a las influencias de la globalización,
la masividad y las nuevas tecnologías. Pero al insistir por
ejemplo en la identidad basada en el folclore, se ve ex-
cluida una parte de las juventudes que adhieren a géneros
diversos, como el rock y la música tropical: de hecho la
mayoría de los participantes desconocían que más de
veinte bandas locales participan anualmente en el festival
del rock.
De cualquier modo los agentes son concientes de esta
situación. Llaman a “no imponer una cultura adulta” y
reconocen que “en los profesorados hay muchos estu-
diantes que se están formando en áreas del conocimiento
alternativo, artísticas, un gran avance”, y “lo positivo de
cómo los jóvenes utilizan las redes sociales para pasase
información y materiales”. Otro reflejo de esto se puede
ver en el acondicionamiento y la utilización de los espa-
cios públicos con una mirada generacional, como lo es la
reciente construcción de una pista de skate en el parque
de la capital.
Líneas estratégicas
para el desarrollo cultural
1/ Treinta y Tres presenta un patrimonio cultural y
ambiental importante. Si bien no remite a la época
colonial como en otros departamentos de la región,
ha adquirido relevancia nacional con figuras musi-
cales como Los Olimareños, literarias como Gustavo
Espinosa, la Fiesta folclórica del Olimar, la más
grande del país en su género, o la de la Charqueada,
o sitios como la Quebrada de los Cuervos. Las polí-
ticas culturales del departamento deberían orien-
tarse a visibilizar este potencial tanto de producción
cultural como de patrimonio natural.
2/ Las iniciativas institucionales impulsadas por
el gobierno departamental apuntan a dar un lugar
central a la cultura. Este es un diagnóstico acer-
tado, y las políticas culturales nacionales deberían 99
aprovechar este dinamismo y apostar a fortalecer
el proceso, en tanto Treinta y Tres podría ser un de-
partamento piloto en esta búsqueda de centralidad.
En este sentido apuntaban el inicio del programa de
circulación y de las jornadas de trabajo hacia el Plan
Nacional de Cultura en
3/ La distancia social entre jóvenes y adultos que
tiene lugar en general en nuestro país se plasma
también en percepciones que comparten los agentes
culturales, acera de valores relativos de la produc-
ción, en la gestión y priorización de la visibilidad, en
los apoyos económicos. Varios ejemplos internacio-
nales muestran que una hospitalidad mayor y menos
condicionada hacia los jóvenes redunda en un mayor
diálogo y concluye muchas veces en que estos
últimos generan síntesis originales que permiten
proyectar a futuro las tradiciones. Las políticas
culturales deberían propiciar este puente entre ge-
neraciones y en particular el apoyo a la producción
de los más jóvenes.
 INFORMES
SECTO-
RIALES

100
Artes Circenses
En los últimos años el campo de las artes circenses
comienza a organizar acciones vinculantes entre actores
individuales y colectivos (públicos y privados) hacia la
construcción de un proceso con mirada sectorial. Ejemplo
de ello son las distintas instancias de participación colec-
tiva que vienen gestionando en los últimos años.
La última de ellas fue en noviembre de 2015, en la Con-
vención Uruguaya de Malabares y Circo, donde diversos
actores del campo circense participaron en una reunión
para discutir diferentes aspectos vinculados a las artes
circenses. En la misma se alcanzaron algunos acuerdos.
Estuvieron representantes de Circo Tranzat, El Picadero, El
Nido, La Invisible y la Organización de dicha Convención.
De la misma manera, en este campo se tomó como uno
de sus marcos referentes el 2do Plan Integral del Circo
2012 - 2015 del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y
de la Música (INAEM), Ministerio de Cultura - Gobierno de
España. Allí se reconocen seis grandes áreas prioritarias
para el Circo y el sector en Uruguay busca incorporar en
su agenda: i) lugares estables de circo; ii) carpas de Circo
(tradicional y contemporáneo); iii) salas de teatro que
acogen espectáculos de circo; iv) espacios polivalentes; v)
circo de calle; vi) artistas de circo en general
A partir de los objetivos estratégicos de dicho Plan se
plantea la necesidad de constituir las siguientes medidas:
- Potenciar la creatividad e innovación artística en
las artes circenses
- Establecer un esquema de titulaciones oficiales
para el circo e impulsar su presencia en todos los
niveles educativos
- Favorecer y consolidar la producción, distribución
y exhibición nacional e
internacional de los espectáculos circenses
- Clarificar el régimen laboral y profesional de los
trabajadores circenses
- Facilitar la itinerancia de los circos de carpa
- Profundizar en el conocimiento y desarrollo de los
públicos del circo y alcanzar una mayor visibilidad y
reconocimiento social de las artes circenses
- Fomentar el acceso de los proyectos circenses a las
fuentes de financiación públicas y privadas
- Contribuir a la vertebración del sector del circo y
avanzar en su reconocimiento
- Institucional
- Impulsar la protección, preservación y difusión del
patrimonio circense
El sector Circo se caracteriza por la necesidad de disponer
de infraestructuras que cuenten con equipamientos ade-
cuados y seguros. Para ello, se propone generar acciones
dirigidas específicamente al sector, no incluyéndolo como
parte de las artes escénicas, para así centrar la atención y
aumentar los recursos económicos que permitan soste-
ner espacios bien habilitados para fomentar la creación,
producción y formación.
En relación a la profesionalización, se reclama disponer de
más oportunidades de formación técnica y también teóri-
ca para validar los diferentes profesionales que integran
el colectivo del Circo y sus funciones. Para ello se sugiere
generar espacios permanentes de formación, como podría
ser la Escuela Nacional del Circo, y ofrecerlos de manera
pública, incorporándolos en los bachilleratos artísticos 101
y en la formación para docentes. A su vez, se considera
necesario ampliar las políticas sociales para respaldar
la práctica del artista, aumentar las becas para poten-
ciar su movilidad, tanto a lo largo del territorio nacional
como a nivel internacional, y ampliar las ayudas para la
programación de teatros y centros culturales del país. Se
recuerda que el sector utiliza los festivales como puntos
de encuentro y articulación de los distintos colectivos que
lo conforman.
De esta manera se lograría acercar de manera más directa
las obras circenses a un público más amplio y se podría
aprovechar el potencial que tiene el “circo social” para
favorecer iniciativas comunitarias y de inclusión.
 Artes visuales
Las artes visuales conforman un colectivo que tiene una
gran trayectoria en el país y es por ello que tiene una
gran potencial, pero se detecta como una de sus grandes
limitaciones el hecho de que aún le falta unión y conso-
lidación del mismo. Por otra parte, no se han registrado
antecedentes cercanos en el campo de las artes visuales
en Uruguay que sean vinculantes a generar un proceso de
articulación institucional con mirada sectorial. En relación
a ese punto, no se encontró documentación existente ni
diagnósticos previos.
Si bien a priori podría llegar entenderse como un campo
consolidado, sobre todo es un sector disgregado por la
casi ausencia de asociaciones de artistas y organizacio-
nes profesionales de las artes visuales y las asociaciones
existentes son muy marginales. Más allá de esfuerzos
parciales, individuales y/o colectivos, entre instituciones
de la administración pública y actores del sector privado,
el diálogo hacia la constitución y estructuración del sector
102 es débil y es por eso que aparece la dificultad de encon-
trar consensos y aunar fuerzas para conseguir objetivos
colectivos.
El futuro Plan Nacional de Cultura podría ser un punto de
partida de trabajo para lograr la creación del Instituto de
Artes Visuales. Con esto se espera, desde la Dirección Na-
cional de Cultura, poder dar la importancia y el lugar que
deben tener las artes visuales en el país y su proyección
internacional, que se percibe esta última como una de las
grandes debilidades que presenta actualmente.
En relación a la estructuración del campo de las Artes
Visuales, se detecta una gran debilidad de organización
del sector, que debería fortalecerse desde el campo sin-
dical/gremial. A su vez, se consideran escasos los fondos
y becas dedicados a estas artes y se aspira a aumentar
dichas ayudas, que deberían distribuirse de manera más
equitativa. Se propone potenciar, en general, una mayor
articulación y comunicación entre los actores públicos y
privados relacionados con el campo de la cultura y de las
artes.
Otro de los grandes puntos es el de la visibilidad de
los actores involucrados y de sus respectivas obras. Se
propone que el Estado facilite espacios y conexiones
entre artistas y sector privado y, a su vez, apueste por
una programación activa por parte del campo de las artes
visuales en ferias internacionales. Si bien se percibe un
reconocimiento desde el exterior, se consideran insufi-
cientes las instancias que se facilitan a los artistas para
visibilizar su obra internacionalmente. Se solicita recibir
ayudas para realizar exposiciones en el exterior y que el
MEC convoque un programa de difusión del sector con
intercambios internacionales. En relación a la movilidad
territorial interna, se considera primordial la descentrali-
zación con Montevideo para visibilizar mejor los espacios
y la producción de obra del resto del país.
A su vez, se considera fundamental recuperar y promocio-
nar más espacios donde realizar exposiciones, instrumen-
talizar más ayudas para la formación y producción de obra
y crear programas que faciliten el acceso a exposiciones
de artistas locales de todo el país. Es esencial que haya
espacios de comercialización y galerías en activo para po-
der mantener el sector y el mercado local e internacional.
Se menciona el Estado como un actor crucial a la hora de
adquirir obra de artistas contemporáneos nacionales. En
relación a este punto, se sugiere potenciar la generación
de una marca país a través de las obras de artistas visua-
les uruguayos. En general se observa poca interrelación de
las Artes Visuales con otras disciplinas artísticas. Por lo
tanto, se propone potenciar más instancias de intercam-
bio y desarrollar políticas culturales que fomenten más
la integración y los diálogos entre los diferentes sectores
artísticos.
Con respecto a la valorización del sector se recuerda
necesario, en primera instancia, activar políticas sociales
que cubran los diferentes aspectos de la profesionaliza-
ción del artista. Para facilitar dichos cambios, se propone
crear un registro de los actores profesionales activos en la
actualidad y reconocer, no solo el artista, sino también el
productor artístico. Considerando el marco normativo que
ampara la actividad, se valoran positivamente los aportes
en seguridad social y jubilación.
En relación al colectivo de las artes visuales, se detecta
muy poca participación por parte de mujeres y una poca
generación de jóvenes ocupando cargos de representación.
A su vez, se considera que, en general, la vinculación del
colectivo con la ciudadanía y los medios de comunicación
es escasa. Se reconoce un desconocimiento de la pobla-
ción en general en relación a la actividad profesional ar-
tística y se propone realizar un estudio más detallado para
diagnosticar cuál es su nivel de percepción. Además, se
recuerda que falta articular más las iniciativas entre arte
y educación y favorecer, de esta manera, un pensamiento
crítico a través del arte visual.
En cuanto a la formación en el lenguaje artístico visual,
se considera que faltan mejores oportunidades y que sean
más extendidas a todos los niveles educativos, contando
además con un mayor respaldo en formato de becas y
estudios en el exterior. Este aspecto ayudaría, a su vez, a
la formación de públicos. En relación a la formación pro-
fesional, se indica que los recursos son escasos y con poca
relación con el mercado artístico, pero aun así resultan de
suma importancia para formar a los futuros artistas. Es
por eso que se propone fortalecer y actualizar la for-
mación teórica y práctica para que esta tenga un mayor
acercamiento con el mundo laboral. Una vez en el campo
profesional, se destaca el multiempleo y las dificulta-
des de los artistas para alcanzar la jubilación o de tener
un respaldo en caso de enfermedad. Se entiende que es
importante fortalecer las posibilidades de profesionaliza-
ción del campo de los artistas visuales y potenciar, de esta
manera, una mejor estabilidad del sector.
Bibliotecas
El sector Bibliotecas tiene una gran trayectoria en el país
y es quizás el más extendido en lo que refiere al territorio
nacional. Si bien sostiene esta característica, aún es débil
en generar acciones que lo unifiquen y lo consoliden como
tal. Por otra parte, son escasos los antecedentes cercanos
en el campo de las bibliotecas del país que sean vincu-
lantes a generar un proceso de articulación institucional
con mirada sectorial. Quizá el antecedente más cercano
sea el Censo Nacional de Bibliotecas realizado en el año
2006, aunque se reconoce ampliamente sus limitaciones
metodológicas y el alcance de la información recogida.
Estos elementos hacen que dicha investigación práctica-
mente no sea reconocida por el colectivo ampliado de las
bibliotecas.
Más allá de esta coyuntura, el trabajo que se realiza ac-
tualmente desde un Sistema Nacional de Bibliotecas en el
Uruguay podría ser una instancia para alcanzar a mediano
y largo plazo sinergias que posibiliten las bases de un
futuro sector consolidado. 103
Aún teniendo en cuenta los esfuerzos parciales, individua-
les o colectivos, se trata de un sector sumamente disgre-
gado. El relacionamiento público - privado es complejo, no
por los actores directamente vinculados, sino por el marco
institucional que sostiene su funcionamiento. Por ejemplo,
el préstamo de acervo inter-bibliotecario entre institu-
ciones es prácticamente nulo porque el propio reglamento
que las regula no lo permite.
Los apoyos que ofrece el Estado para las bibliotecas se
dirigen, primordialmente, a los recursos humanos, al
equipamiento, a los servicios que estas ofrecen, cursos
y material bibliográfico. La diversidad de las bibliotecas
existentes queda reflejada en la adjudicación de los recur-
sos, en ocasiones con criterios de selección poco claros.
Para que se amplíe el conocimiento sobre dichos apoyos,
se propone un proceso de consulta a los trabajadores del
sector y una mejor difusión de la información relativa a
las convocatorias.
Se mencionan carencias en las infraestructuras de algunas
bibliotecas, en ocasiones en relación al equipamiento, a
los equipos y también al personal, tanto profesional como
 no profesional. Se valora que se podría hacer llamados
públicos para bibliotecólogos para gestionar bibliotecas,
sobretodo del Interior. Se identifica una débil articula-
ción del sector Bibliotecas con el Estado, situación que
dificulta el poder implementar y ofrecer mejores servicios
desde el mismo. Especialmente se detecta una dificultad
de coordinación en Montevideo y, por ele contrario, se
observan más vínculos con autoridades departamentales
del Interior.
Se menciona la necesidad de que el Estado revalorice la
función de las bibliotecas y su aporte a la sociedad. No
sólo desempeñan una complementariedad con el sistema
educativo, sino que ofrecen un servicio público, democrá-
tico e inclusivo a la ciudadanía. A su vez, se menciona la
necesidad de tomar conciencia del rol del bibliotecólogo y
de valorar su formación, que debería ampliarse a dife-
rentes centros y diversificarse. Se entiende que una gran
ventaja que tiene este sector es que se trata de un servicio
gratuito y de libre acceso. Asimismo, el personal que
trabaja en las bibliotecas, sea profesional y no profesional,
104 está muy comprometido con las actividades que realizan.
Se reclama la implementación de la ley que se aprobó en
2009 y que conformó el Sistema Nacional de Bibliote-
cas Públicas que, entre otros aspectos, posibilitará una
mejor optimización de los recursos que se destinan al
sector. Además, se propone la creación de una política
que articule, a nivel macro, las normativas internas de las
diferentes bibliotecas del territorio y que cuente con la
participación de todos los actores del sector.
Para instrumentar un Plan Nacional de Cultura, se consi-
dera importante conocer cuál es el presupuesto asignado
para las bibliotecas a todo nivel. Además, debe ser este un
proceso de consulta en el que participe el personal que
gestiona y dirige las bibliotecas.
Carnaval
El Carnaval es una manifestación artístico-cultural de
gran relevancia para el país. Ha experimentado una cons-
tante evolución hasta nuestros días que no debe enten-
derse como una expresión aislada al desarrollo histórico
del Uruguay. Por ejemplo, dado el temprano arraigo que
alcanzaron las comparsas en el Carnaval montevidea-
no, ya a fines del siglo XIX la fiesta combinó el juego con
el espectáculo lo cual le daría su rasgo más distintivo y
perdurable. Mientras que a lo largo del siglo XX, paulati-
namente, fueron desapareciendo los bailes de máscaras
o los disfraces en el espacio público, el fenómeno de las
comparsas creció y se consolidó convirtiendo el Carnaval
en sinónimo de una originalísima muestra de arte popular
y callejero, y en una de las mayores riquezas culturales
que tiene nuestro país.
Por otra parte, acompañando la propia trayectoria histó-
rica de nuestra sociedad, no se lo podría considerar hoy
día como una representación exclusiva de los sectores
populares, constituyéndose un espacio de encuentro de
todas las clases sociales. Quizás el ingreso de la “murga
joven” en el carnaval montevideano o la mercantilización
y comercialización de la propia fiesta en todo el país (en
algunos casos muy vinculados al turismo, como Artigas
o la propia Montevideo) han llevado a una ampliación de
públicos, aunque teniendo como consecuencia la aparición
de barreras en el acceso a sectores de menores recursos
económicos.
Para empezar, se destaca una falta de autoreconocimiento
del Carnaval y sus artistas en términos de colectivo y, por
lo tanto, una desorganización a la hora de estructurar-
se éste como sector. Se citan las pocas organizaciones
gremiales del Carnaval que han existido en el país y, como
consecuencia, la débil defensa de los derechos de los
artistas carnavaleros en cuanto a la regulación y protec-
ción de su práctica artística, sobretodo a nivel fiscal y de
legislación. En relación a este aspecto, se menciona la vul-
nerabilidad del trabajador del Carnaval a la hora de ase-
gurarse el cobro por sus producciones, que en su mayoría
acaban beneficiando antes al empresario privado que al
mismo artista. Se valora que tanto el sector público como
las organizaciones gremiales son necesarios para llevar
a cabo todo el engranaje de financiación y organización
que las producciones y eventos del Carnaval requieren, así
que ambas partes deben negociar de manera continua sus
intereses para llevarlos a cabo.
Otro aspecto relevante que se destaca es la posición de
las mujeres en el Carnaval. Se observa una presencia de
mujeres cada vez mayor, pero una participación desigual
respecto a los varones en ciertos lugares de responsabi-
lidad y salarios. Lo mismo pasa en el caso de los jóvenes,
que por el momento no ocupan cargos de responsabilidad
en las agremiaciones carnavaleras. Se comenta, también,
la importancia del Carnaval como evento cultural con una
gran aglutinación de artistas a lo largo del país, pero con
una poca interrelación entre sus diferentes comunidades.
Se valora positivamente la diversidad de manifestaciones
carnavalescas y, por lo tanto, la existencia de una mul-
titud de Carnavales propios de las diferentes áreas del
país; algunos de ellos representando el principal reclamo
turístico de la zona. A su vez, se menciona la necesidad
de romper la barrera entre Montevideo y el Interior para
generar un intercambio y difusión más amplia de los
distintos enfoques del género carnavalero y facilitar una
mejor movilidad por todo el territorio.
Se menciona la falta de una institución que forme a los
artistas del Carnaval y que, en general, dichos conoci-
mientos son adquiridos de manera autodidacta y a través
de la experiencia práctica y los años de vinculación con
este arte popular. Es por ello que se valora que, antes de
establecer una pauta reglada del aprendizaje del género
del Carnaval, sería mejor contemplar instancias de trans-
ferencia no lineal de sus conocimientos, que ayudaran
a preservar el factor de espontaneidad, improvisación e
intercambio de energías con el público. Se cita el caso de
la murga joven en Montevideo y su proceso de creación y
motivación para participar en el Carnaval profesional.
Se reflexiona que, al ser el Carnaval un concurso, genera
una gran competencia para obtener los mayores benefi-
cios económicos posibles. Dicha realidad se traduce en
que algunas fórmulas y propuestas resultan más exitosas
que otras y éstas acaban homogeneizando las propues-
tas existentes y la experiencia de público del espectador.
También se cita el caso de los discursos políticos y la
autocensura que los propios creadores a veces asumen en
pro de llegar a un público más amplio.
En relación a la infraestructura existente, se comenta
la poca presencia de tablados y escenarios privados y la
necesidad de mejora de los equipamientos técnicos de los
barrios. A su vez se suman las características propias de
funcionamiento de los diferentes carnavales. Por ejemplo,
se menciona la duración extensa de 40 días del Carnaval
montevideano y se propone generar espacios de diálogo
entre los diferentes actores que permitan discutir sobre la
pertinencia de prolongar durante este tiempo la actividad.
También se propone la creación de instancias para seguir
trabajando en el género más allá de la temporada de
verano de Carnaval y generar una exportación a mercados
internacionales. Se citan algunos casos de murgas que
consiguieron traspasar las fronteras nacionales, como la
murga Agarrate Catalina o la murga Falta y Resto.
Se detecta la necesidad de mejorar la difusión del Carna-
val al exterior a través de las redes sociales y se menciona
la necesidad de la figura de un agente que oficie como
productor de cada colectivo artístico. A su vez, se valo- 105
ra como necesaria una comunicación más amplia de los
fondos, ferias, etc. a los cuales pueden postular dichos
colectivos para ampliar sus recursos económicos.
También se destaca la necesidad de ampliar la partici-
pación de la ciudadanía y generar espacios alternativos
al concurso en el Teatro de Verano. Se apunta el caso de
Montevideo, donde los tablados populares resultan una
instancia que genera mayor cercanía con los vecinos del
barrio, en contraposición con los tablados privados, que
generan una menor participación. Por otro lado, se observa
que en el resto del país existe una participación más alta
de población local. Además, se valora como necesario
destacar el valor social del Carnaval y la importancia de
tener leyes que aseguren el acceso de la ciudadanía a las
diferentes expresiones artísticas y culturales existentes.
 Cultura viva comunitaria
En varios destacados ejemplos innovadores de planifica-
ción y prospectiva cultural a nivel regional, como en la
ciudad de Medellín o en el Plan Nacional de Cultura en
Brasil, la cultura comunitaria ha ocupado un lugar desta-
cado. Es comprensible: la producción cultural, la agrupa-
ción, el trabajo en red, preexisten a la llegada del Estado y
seguirán existiendo con o sin él: pero el trabajo conjunto,
la generación de sinergias entre la “cultura de base” y la
organicidad estatal, tiene un enorme potencial. Es una
alianza estratégica.
El trabajo desde las instituciones públicas con la cultu-
ra comunitaria debe cumplir ciertas características: en
particular ser respetuoso de los procesos, intervenir con
cuidado para no transformar o deformar los ya de por sí
complejos procesos asociativos.
En Uruguay en los últimos años se ha avanzado mucho
en materia de cultura comunitaria. Cabe destacar en par-
ticular el Programa Esquinas, llevado adelante por la IM,
106 y también el trabajo de la Dirección Nacional de Promo-
ción Sociocultural del Mides, con diez años ya de apoyo a
proyectos socioculturales, y del innovador Centro cultural
Urbano en la órbita de Ciudadanía y territorio de la DNC.
La cultura comunitaria entonces emerge sola, sucede,
no precisa de estímulos. Así, en Uruguay existen decenas
de centros, casas y colectivos culturales de tipos muy
diferentes; algunos más artísticos, otros más políticos o
contestatarios, algunos con un componente local, otros
no. Pero esos estímulos pueden ser la clave que los ayude
a florecer, a que tengan lugar en su total potencia.
Al haber acordado durante el proceso de trabajo que
el componente de recolección de insumos centrado en
Montevideo no tendría lugar, al requerir aún de tareas de
coordinación político-institucionales, y al por otra parte
no integrar la lista de sectores culturales acordada con
DNC, en tanto no cabe identificarlo plenamente como un
“sector de la cultura”, no era preciso desarrollar una ac-
tividad con actores de Cultura Comunitaria. Pero a fin de
obtener un panorama preliminar, que permitiese al menos
pensar un trabajo específico más atinado, decidimos rea-
lizar una convocatoria sencilla, en la Facultad de Ciencias
Sociales, con una dinámica específica a medio camino
entre las territoriales y las sectoriales.
En la discusión se observó la falta de un estado de situa-
ción, un diagnóstico de Cultura Comunitaria que pueda
planificar a mediano y largo plazo el trabajo en el sector.
Y se apunta que esto debería ser tarea de un Plan de
Cultura.
Para empezar, se consideró preciso remarcar la definición
de lo que es la cultura comunitaria para recordar que la
comunidad y el colectivo son el principio generador de
sus iniciativas y propuestas. A partir de ahí se promueven
cambios y transformaciones sociales, siempre que a su
alrededor haya una estructura que permita y posibilite su
desarrollo. Se enfatiza que ya de por sí la construcción de
procesos colectivos implica un reto de inclusión, flexibi-
lidad y escucha por parte de sus diferentes integrantes
para conseguir legitimación como actores sociales. De
esta manera se podrá aprovechar al máximo el potencial
que tiene la cultura como herramienta social y de empo-
deramiento para las personas y las comunidades.
Se menciona que el rol que asume el Estado en relación
a la transformación social tiene como objetivo previo la
democratización de la cultura y un acceso y consumo de
bienes culturales generalizado a toda la población. A su
vez, se considera que el Estado es reacio a aceptar nuevas
formas colectivas de producción colectiva y se registran
casos de generación de espacios en barrios y comunidades
por parte del gobierno donde no ha habido participación
o acercamiento a sus habitantes. Ante esa cuestión, se
remarca que el Estado debería apoyar y crear mecanismos
de articulación con los colectivos y generar instancias de
co-construcción de procesos de transformación social
para promover la inclusión y equidad antes mencionada.
Además, se citan diferentes formas de vínculo entre
colectivos y el Estado. Por un lado, se mencionan los co-
lectivos auto-gestionados, con dificultades para conseguir
financiación y legitimación por parte del gobierno; y, por
otro lado, los colectivos co-gestionados con el Estado,
que aunque quizás puedan tener más estabilidad, pierden
autonomía a la hora de tomar decisión y definir su camino
de acción.
Se remarca con especial énfasis la necesidad de hacer un
buen diagnóstico del área de Cultura Comunitaria para
poder planificar y desarrollar un plan para el futuro del
sector. A su vez, se reclama flexibilizar la figura legal jurí-
dica que ampara dichos colectivos culturales. Por ejemplo,
se comenta que hay ejemplos de casos en los cuales se ha
reconocido a personas físicas o colectivos para el traspaso
de fondos sin la necesidad de ser personería jurídica.
Las cuestiones relacionadas con el territorio y lo local son
mencionadas como de especial importancia en este sector.
Se comenta que la heterogeneidad y diversidad entre
territorios, y dentro de los mismos, resulta crucial de
tener en cuenta para estudiar las distintas iniciativas de
colectivos y grupos que se están desarrollado. Se remarca
que dicha heterogeneidad puede provocar segregación
y que esta circunstancia incidirá de pleno, no solo en la
identidad territorial y el sentimiento de pertenencia al
barrio de sus habitantes, sino también como desafío de
los colectivos culturales que inicialmente no pertenecen
a dichas comunidades. Se propone, por ejemplo, construir
proyectos con miradas que trasciendan la regionalidad o
agrupen varios territorios.
Se apunta que la participación de los vecinos permite que
estos también se apropien de los proyectos de cultura
comunitaria y los sientan como propios. Hay diferentes
casos concretos que se citan para ejemplificar la diversi-
dad de prácticas y acercamientos a la comunidad, como el
caso de la plaza en el barrio de Malvín, el Centro Barrio en
el barrio Peñarol o el Colectivo Noctilucas en los barrios
Aeroparque y Nicolich. Además, se mencionan las posibili-
dades de construcción de proyectos que conecten con las
dimensiones de la salud, la convivencia y la regeneración
de espacios abandonados. En relación a este aspecto, se
cita el ejemplo de la Red de Cultura del municipio G.
Otro de los aspectos relevantes es en la cuestión de la
gestión de los espacios. Se menciona que estos pueden ser
espacios adjudicados o cedidos por privados, concedidos
por el Estado o incluso espacios abandonados, como el
caso de la asociación de artistas de El Picadero, que rege-
neró las instalaciones de la ex fábrica Campomar.
En relación a la participación de los jóvenes, existen casos
con un fuerte involucramiento juvenil en proyectos del
barrio, como en la zona de Capurro con el anteriormente
citado proyecto La Cuadra, pero también se mencionan
otros casos donde las oportunidades que facilitan dichos
encuentros han estado más ausentes, como el caso del
km 16. Las características concretas y diversas de cada
comunidad de jóvenes hace más compleja la articulación
de propuestas para conseguir una alta participación. Se
muestra consenso en resaltar que dichas perspectivas
tienen que provenir de una visión abierta y co-construc-
tiva, y no desde la imposición de la visión adulta. Se pro-
pone facilitar espacios específicos para sus actividades y
fomentar la construcción de una conciencia ciudadana por
parte de los jóvenes que revalorice el aporte al desarrollo
de las iniciativas comunitarias.
Por último, se resaltó todo el tema en relación a las
redes de articulación de dichos colectivos. Se menciona
la existencia de una alta diversidad de modalidades y es-
tructuras de redes, no siempre vinculadas a un territorio
concreto. Se comenta que su organización y relación entre
las distintas redes existentes es difícil, en primer lugar,
por la falta de conocimiento que hay sobre las redes exis-
tentes y por ello se propone la elaboración de un mapeo 107
que sistematizara dicha información. A su vez, se propone
crear una Red de Espacios Culturales.
Se apunta hacia la promoción y el fomento de un traba-
jo colaborativo entre diferentes redes y organizaciones
sociales para conseguir sostener proyectos a mediano y
largo plazo y superar las dificultades existentes de sos-
tenibilidad por duplicación de esfuerzos. De esta manera,
también se defiende la creación de nuevas estructuras que
fomenten una amplia participación aprovechando tanto
los beneficios del mundo virtual pero también acercando
territorios distanciados geográficamente pero con actores
con intereses comunes.
 Danza ricana de políticas públicas y un trabajo de construcción
de lazos con el turismo para ubicar la danza dentro del
espacio de economía de la cultura.
Introducción
Para ello es necesario, también, un crecimiento de las op-
La antesala de encuentros realizados en el sector de
ciones formativas en danza, tanto en la educación en es-
la danza, a partir del incipiente objetivo de generar y
cuelas y academias privadas, como en programas para la
construir diálogos hacia un Plan Nacional propio, permitió
educación primaria y secundaria y el ámbito universitario;
dar cuenta de algunos insumos valiosos para la actividad
siempre potenciando una reglamentación de la formación
desarrollada.
artística acorde a la disciplina. En relación a este aspecto,
En abril de 2014, el Instituto Nacional de Artes Escénicas
se recuerda que se debe seguir trabajando para mejorar la
(INAE) realizó las 1eras Jornadas de Trabajo para la danza
calidad técnica adquirida por los estudiantes, por ejemplo
uruguaya, con el objetivo principal de encontrarse con
en el campo del folklore, y potenciar las oportunidades
actores del sector de todo el territorio nacional para “eva-
para mantener compañías estables.
luar el estado de la Danza y la danza en el Estado” (Hacia
Asimismo, también se menciona la necesidad de fortalecer
un Plan Nacional de Cultura - Plan Nacional de Danza,
los espacios de investigación y publicación de estudios
2014-2015). En estas jornadas se acordó la necesidad de
en el sector y aprovechar el potencial de la danza como
crear un Plan Nacional de Danza que permitiera, bajo sus
espacio de participación e inclusión social. Se propone
lineamientos, la sustentabilidad, el desarrollo y la visibili-
ampliar la diversidad de propuestas existentes y promo-
dad del sector.
ver el acceso, consumo y producción de la danza como un
Hacia el 2015, el INAE convocó a la realización de las 2das
derecho cultural para toda la ciudadanía.
Jornadas de Trabajo donde se profundizó las formas y me-
108
dios para llevar a cabo la construcción del Plan, en cuanto
a ejes de trabajo, valores referenciales, metodologías, so-
cios y recursos, definiendo las actividades, el presupuesto
y la agenda 2016.
Dentro del marco del futuro Plan Nacional de Danza se
espera un profundo diálogo entre los diferentes actores
del sector que permita intercambiar conocimiento y ge-
nerar acuerdos en aspectos relacionados con la formación,
gestión y producción de proyectos del ámbito de la danza.
Se propone fortalecer la profesionalización de sus artistas,
tanto a nivel individual como del colectivo. En relación a
este punto, se propone que la educación no formal y las
trayectorias desarrolladas por sus diferentes componen-
tes sean reconocidas y legitimadas.
A su vez, se propone que desde el Estado se aumenten las
ayudas para el sector, se potencie una coordinación entre
instituciones de todo el territorio nacional para ampliar
los espacios escénicos dedicados específicamente a la
danza y se generen líneas de trabajo entre instituciones
de Montevideo y el Interior. Además, se recalca el poten-
cial de exportación que la danza tiene como producto cul-
tural uruguayo y se reclama una coordinación iberoame-
Diseño
El sector Diseño se percibe a sí mismo como un área que
está en constante crecimiento, es muy dinámico y concen-
tra gran cantidad de jóvenes profesionales, incluso en los
ámbitos más institucionalizados. Su estructura está con-
solidada y los vínculos existentes entre el ámbito público
y el privado aseguran cierta continuidad en las acciones
que realiza.
Los actores institucionales del campo del diseño en el
Uruguay aúnan esfuerzos desde una mirada sectorial
desde mediados de 2008, sobre todo con la constitución
de un trabajo en Conglomerado que da inicio en 2009
con el Programa de Competitividad de Conglomerados y
Cadenas Productivas (PACC) de la Oficina de Planeamiento
y Presupuesto (OPP).
Como parte de dicho proceso, en el marco del Gabinete
Productivo, en agosto de 2012, se crea el Consejo Sectorial
de Diseño cuyo principal objetivo es la implementación
de políticas públicas de diseño en el país, absorbiendo de
alguna manera el trabajo iniciado por el Conglomerado.
Participaron en el Conglomerado actores del sector
público, el sector académico (instituciones de enseñanza
pública y privada que trabajan en la formación de profe-
sionales de diseño) y el sector privado: Cámara de Diseño
de Uruguay, Universidad de la Empresa, Universidad ORT,
Instituto Universitario BIOS, Escuela Universitario Centro
de Diseño (FADU, UDELAR), UTU, Instituto Strasser, Pablo
Giménez EID, Peter Hammers Fashion Design School, Di-
rección Nacional de Industria (MIEM), Dirección Nacional
de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (MIEM),
Departamento de Industrias Creativas (DNC-MEC).
En los últimos años la presencia del diseño nacional en
ferias y encuentros internacionales es constante, partici-
pando en eventos de relevancia como la Feria de Mobi-
liarios del Mercosur en Brasil o el Encuentro de Políticas
Públicas en Diseño en Buenos Aires o Colombia, por citar
dos de ellos.
Asimismo, desde el 2012 se realizan seminarios y talleres
nacionales de formación y capacitación para profesionales
del sector. De la misma manera, se establece junio como
el mes de diseño con varias actividades de la CDU así
como el evento anual de diseño DUY. Por último, se trata
de un sector con diagnósticos previos.
Se valora como una fortaleza la consolidación institucio-
nal que ha ido consiguiendo el sector Diseño y la organi-
zación de la Cámara de Diseño del Uruguay (CDU), aunque
se considera que debería estar representada por comi-
siones específicas. Se menciona la buena relación entre
actores públicos, privados y la academia, que permite
trabajar hacia una construcción conjunta a favor de la
profesionalización de los actores implicados.
Aun así, se identifica la necesidad de ver incrementado el
presupuesto que el gobierno destina a este sector desde
los fondos concursables y el fomento de la aparición de
políticas públicas y privadas que sustenten y respalden el
crecimiento en el sector. Se apunta hacia un sector públi-
co más sensibilizado sobre diseño, y con mayor aproxi-
mación al lenguaje común, con diseñadores incorporados
en la educación primaria, por ejemplo en el diseño de
contenidos para el Plan Ceibal.
Se valora que el diseño es un sector cada vez más pro-
fesional y fortalecido, más inserto en ámbitos públicos 109
y privados y más maduro en términos de negocio dentro
de su área. Pero se menciona la necesidad de disponer de
actores más capacitados para implementar las políticas
públicas de diseño.
En relación a la formación de sus profesionales, se ob-
serva positivamente la formación académica que estos
reciben, y se considera que podría estar más diversificada
en las diferentes ramas del sector. También se apunta que
la formación tiene poco intercambio con el exterior y con
otros centros de estudio de diseño. Además, se menciona
la necesidad de ofrecer más formación tecnológica que
ayude a potenciar el uso de las nuevas tecnologías y las
oportunidades que genera la digitalización en el campo de
la producción profesional del sector.
Este sector, si bien se percibe con un buen nivel y reco-
nocimiento internacional, no se deja de observar que ha
perdido mano de obra calificada y que le falta posiciona-
miento en las diferentes ramas productivas relacionadas
con el sector del diseño, como podrían ser el textil y el
industrial. Se valora la necesidad de incrementar las
exportaciones de los productos de diseño al exterior, y a
su vez, revalorizar el mercado nacional. Se propone mo-
 dernizar las dinámicas del sector para lograr conquistar
espacios y potenciar a los diseñadores nacionales frente a
los productos importados.
A modo conclusivo, se apunta que el diseño es cultura, y
un bien necesario para toda sociedad. Se observa que si se
fomenta el crecimiento de este sector y mejoran las con-
diciones económicas y el nivel educativo, en el plazo de 10
años en Uruguay se podría hablar de diseño en todos los
ámbitos, en caso contrario, continuará siendo un sector
para un público restringido que lo consume.
110
[3] En su implementación participaron: Dirección Nacional de Cultura (MEC), Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas
(MIEM), Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), UNESCO (en calidad de Agencia líder), ONUDI, PNUD, UNFPA, UNICEF, UNIFEM y AECID
Letras / Editorial
Los actores institucionales del campo editorial y de las
letras en el Uruguay aúnan esfuerzos desde una mirada
sectorial al menos desde el año 2009, sobre todo con la
constitución de un trabajo en conglomerado, específi-
camente en el campo editorial, que se inició como parte
del Programa Conjunto “Fortalecimiento de las Indus-
trias Culturales y mejora de accesibilidad a los bienes y
servicios culturales de Uruguay”[3], y con apoyo posterior
del Programa de Competitividad de Conglomerados y
Cadenas Productivas (PACC) de la Oficina de Planeamiento
y Presupuesto (OPP).
Desde aquel momento se coordinan y ejecutan acciones
entre actores de la administración pública estatal y el
sector privado, tales como Cámara Uruguaya del Libro,
Ilustradores de literatura infantil uruguayos (Iluyos),
Asociación Uruguaya de Creadores de Comics e Historietas
(AUCH), Casa de los Escritores y Editores de Revistas y
Periódicos.
Se trata de un sector con gran cantidad de diagnósticos
previos y con una fuerte madurez institucional y asociati-
va. Ejemplo de ello es la fundación de la Cámara Uruguaya
del Libro en 1944. Desde el 2011 se articulan proyectos de
carácter estructurante tales como el Catálogo de Historie-
tas Uruguayas (2013).
De la misma manera, la presencia del sector editorial en
ferias y festivales internacionales es constante en los últi-
mos años, participando en eventos de relevancia como la
Feria del libro de Guadalajara, Feria del libro de Frankfurt
y la Feria del Libro Infantil de Bologna. Acciones concre-
tas como el Premio de Ilustración de Literatura Infantil y
Juvenil, o la creación del programa Books from Uruguay
ponen de manifiesto la necesidad de reconocer el trabajo
creativo del sector editorial en el territorio local así como
su apoyo desde un marco regional e internacional.
Asimismo, en los últimos años se realizaron un conjunto
de seminarios y talleres cuyo objetivo central fue la for-
mación y capacitación de los actores del sector. Ejemplo
de ello fueron los cinco talleres de capacitación para el ral. Se menciona que, actualmente, la internacionalización
sector (agentes literarios, comercialización internacional de los productos editoriales locales es escasa y se observa
del libro uruguayo, marketing editorial, nuevas tecnolo- una distribución desigual de recursos entre Montevideo y
gías, traducción y corrección) realizados en el 2011 como el Interior.
la Capacitación de Agentes Literarios en Uruguay (2012) El mercado editorial local es muy pequeño comparado con
Actualmente, acciones como el “Programa para el apoyo la variada producción que se registra. Es por eso que se
a la traducción de obras literarias uruguayas” buscan la reclama potenciar más ferias del libro y un espacio virtual
internacionalización de obras nacionales a través de su su donde seguir difundiendo la obra de los autores, espe-
publicación y distribución en el extranjero. cialmente para aquellos que aún no consiguieron publicar
En el sector Letras y Editorial se percibe una dispersión y obra en formato físico. De cara a los autores más jóvenes,
una falta de diálogo entre sus instituciones y es por eso se menciona la propuesta de generar concursos y ferias a
que se propone diseñar una coordinación más estratégi- nivel del liceo para potenciar y celebrar su producción e
ca a lo largo del territorio nacional y potenciar tanto las incentivar económicamente las iniciativas empresariales
instituciones del sector público como las privadas. En este de los jóvenes.
sentido, se menciona la necesidad de mejorar la articu-
lación del Estado hacia el sector y favorecer un diálogo
interinstitucional para difundir de manera más eficiente
el ámbito del libro y promover a gran escala el hábito de
lectura. Para alcanzar estos objetivos también se hace
necesario reforzar al sector público.
Se detecta el no cumplimiento de la ley del Libro y se 111
reclama la aplicación y la defensa de dicha ley. Además,
se menciona una falta de herramientas suficientes para
sostener el proyecto Montevideo “Ciudad literaria”. Para
todo ello, se propone un fortalecimiento de las bibliotecas
públicas, implementando el Plan Nacional de Lectura, y la
elaboración de una propuesta conjunta con el área educa-
tiva para acercar el trabajo del escritor a estudiantes de
primaria y secundaria.
Concretamente con el ámbito educativo, se propone
potenciar instancias de promoción de la lectura a todo el
territorio nacional y ofrecer formación específica para los
distintos actores del campo, ya sean autores, editores,
diseñadores, etc. Se menciona la necesidad de aumentar la
participación en charlas y favorecer los encuentros entre
diferentes escritores.
Al Estado se le reclama, además, un aumento de la compra
pública, que fortalecería en este caso las bibliotecas, y
una adjudicación clara, simple y más amplia de derrame
a las editoriales nacionales y de los apoyos a autores.
También se menciona como necesaria una buena difusión
de los proyectos editoriales en curso y potenciar la feria
internacional del libro como espacio de promoción cultu-
 Museos
El sector museístico trabaja con mirada sectorial des-
de hace varios años. Ejemplo de ello es la creación del
Sistema Nacional de Museos creado por la ley de Museos y
Sistema Nacional de Museos (19.037, dic.2012). Entre otros
objetivos busca promover la coordinación en materia de
gestión de museos y contribuir al desarrollo de una políti-
ca nacional en este ámbito. La construcción de planes, ge-
nerar estrategias de descentralización y poner en valor el
patrimonio museológico son algunos de los ejes de trabajo
que se persiguen. En la ley se crea el Registro Nacional
de Museos donde los museos nacionales están obligados
a inscribirse y dar determinada información, por ejemplo,
realizar un inventario sobre su acervo.
Previamente, en el 2010, comienza a desarrollarse el
Proyecto Sistema Nacional de Museos y desde ese año se
realizan talleres de formación de personal de museos en
todo el territorio nacional. Por ejemplo, en 2013 se organi-
zaron talleres con Ceibalitas como recursos de enseñanza
112 y aprendizaje en museos, destinados a personal de museos
públicos y privados.
Asimismo, en 2010 y 2011 personal de los museos y de la
Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación (depen-
dientes del MEC) y los coordinadores de museos de cuatro
intendencias departamentales, realizaron pasantías y
visitas de trabajo en instituciones de España y Chile en
materia de gestión de instituciones, registro de coleccio-
nes, museografía, conservación y restauración. Por otra
parte, Uruguay forma parte del Programa IBERMUSEOS
desde el 2011.
A su vez, desde mayo de 2011 a la fecha se han realizado
ocho Encuentros Nacionales de Museos.
Actualmente hay un grupo de trabajo hacia la construc-
ción de un Plan Sectorial de Museos (Plan Estratégico).
El sector museístico se identifica como uno de los que
tiene más trayectoria y presencia en el campo cultural
del país. Se valora positivamente la diversidad museística
repartida a lo largo de todo el territorio nacional, pero se
detecta la necesidad de establecer vínculos y convenios
que favorezcan acciones conjuntas y la itinerancia de sus
colecciones. La necesidad de la mayoría de museos de
depender de las políticas públicas y de fondos concur-
sables y la débil institucionalidad del sector dificultan la
sustentabilidad de muchas de sus propuestas.
Es por eso que se considera primordial que aumenten los
fondos y becas que permitan, no solo desarrollar progra-
mas en los museos nacionales, sino establecer contactos
e intercambios internacionales y que los museos del
país puedan tener presencia en todo tipo de ferias, tanto
nacionales como del exterior. Los fondos concursables
también se precisan para cubrir necesidades de recursos
materiales y humanos.
En relación a la infraestructura, aunque se considera que
han habido ciertas mejores en el sector, resulta necesario
seguir un mantenimiento edilicio constante e implemen-
tar reformas a diferentes espacios y locales museísticos
existentes. Además, se detecta la necesidad de asegurar
la accesibilidad a los mismos. Otro punto mencionado es
en relación a la necesidad de actualización de los museos
a las nuevas tecnologías y los beneficios potenciales que
se conseguiría a nivel de comunicación y didácticos. A su
vez, permitiría un acceso más directo al conocimiento ya
existente y un acercamiento a los públicos más jóvenes.
El importante acervo de los museos nacionales confor-
ma, como se ha mencionado, la piedra angular para la
consolidación de los museos en el sector cultural del país.
La riqueza histórica de sus colecciones se puede tradu-
cir en multitud de propuestas que permite acercarse a
diferentes públicos. Aun así, se enfatizó en la necesidad
de ofrecer una mayor conservación y un diagnóstico de
restauración y clasificación de sus colecciones para evitar
la amenaza de pérdida de patrimonio.
Para ello también se considera importante una mejor
capacitación de los profesionales que constituyen el
cuerpo de recursos humanos de los museos, aparte de la
necesidad de incrementar los presupuestos en su contra-
tación. Se propone ofrecer más instancias formativas para
los funcionarios e integrar a egresados universitarios en
museología para apostar por una mejora en la profesiona-
lización del sector.
En relación con el área educativa, se identifica el po-
tencial de realizar programaciones conjuntas, y que los
museos actúen como núcleo de relación y diálogo entre
diferentes instituciones educativas y sociales. Para ello se
debe trabajar en propuestas que generen interés, resulten
atractivas para dichas comunidades y permitan construir
espacios de cohesión social.
Se identifica que falta visibilidad y difusión de las pro-
puestas y actividades que los museos programan. Se
reclama una mejor gestión de la comunicación y el acceso
a medios de comunicación, tanto locales como nacionales,
para acercarse a un rango de público más amplio. A su vez,
se valora como posibilidad que los museos sean iden-
tificados como parte importante del motor del turismo
cultural del país, sin dejar de ser considerados por su alto
valor artístico (y no como entretenimiento o distracción
turística).
[4] En su implementación participaron: Dirección Nacional de Cultura (MEC), Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas
(MIEM), Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), UNESCO (en calidad de Agencia líder), ONUDI, PNUD, UNFPA, UNICEF, UNIFEM y AECID.
Música
Los actores institucionales del campo de la música en
el Uruguay aúnan esfuerzos desde una mirada sectorial
al menos desde el año 2009, sobre todo con la consti-
tución de un trabajo en clúster que se inició como parte
del Programa Conjunto “Fortalecimiento de las Indus-
trias Culturales y mejora de accesibilidad a los bienes y
servicios culturales de Uruguay”[4] y con apoyo posterior
del Programa de Competitividad de Conglomerados y
Cadenas Productivas (PACC) de la Oficina de Planeamiento
y Presupuesto (OPP).
Desde aquel momento se coordinan y ejecutan acciones
entre actores de la administración pública estatal y el
sector privado, tales como AGADU, AUDEM, ASU, PROM.UY,
SUDEI y DICREA/DNC-MEC.
Se trata de un sector con gran cantidad de diagnósticos
previos y con una fuerte madurez institucional y asociati-
va. Desde el 2011 se articulan proyectos de carácter fuer-
temente estructurantes tales como el Catálogo de Música.
De la misma manera, la presencia de música nacional 113
en ferias y festivales internacionales es constante en
los últimos años, participando en eventos de relevancia
como South by Southwest (SXSW), la Feria Internacional
de la Música en Buenos Aires (BAFIM), el Mercado de las
Industrias Culturales de Argentina (MICA) o el Mercado
Iberoamericano de la Cultura (MICSur). Acciones concretas
como la creación del Premio Anual de Música (2011), la
creación del Día de la Disquerías, o el ingreso de Uruguay
al Programa IBERMÚSICA (también en el 2011) ponen de
manifiesto la necesidad de reconocer el trabajo creati-
vo del músico local así como su apoyo desde un marco
regional.
Asimismo, en los últimos años se realizaron un conjunto
de seminarios y talleres cuyo objetivo central fue la for-
mación y capacitación de los actores del sector. Ejemplo
de ello fueron los “Talleres de marketing digital para pro-
yectos del sector” (2011-2012) o el taller para formación
de managers “Música Ltda.” (2011).
 En lo que respecta directamente a la elaboración de una
agenda común de corto y mediano plazo, para integrar
en el Plan Nacional de Cultura a ser impulsado por la
Dirección Nacional de Cultura se destaca un antecedente
valioso. En diciembre de 2014 el Área Música de la DNC
organizó las “Jornadas Nacionales de Trabajo Hacia un
Plan Nacional de Cultura, sector Música” como instancia
diseñada fundamentalmente para el intercambio y puesta
en común entre colectivos del sector público y privado.
El objetivo principal fue dar continuidad al fortalecimiento
interinstitucional a partir de un conjunto de acciones que
lleva adelante la Dirección Nacional de Cultura destinadas
al campo de la música, impulsando el diálogo entre los
actores directamente vinculados al sector de la música
hacia un futuro Plan Nacional de Cultura.
A partir del desarrollo de la jornada se presentaron
propuestas en base a cuatro grandes ejes: i) Formación
y Profesionalización, ii) Salas, iii) Fondos y iv) Políticas
de protección y promoción de la industria musical (Ley
de Servicios Audiovisuales / Desarrollo económico en las
114 nuevas tecnologías)
El sector de la música tiene una presencia importante en
el país, con una larga historia y una importante mezcla de
propuestas, géneros y tradiciones musicales. Aun así, se
valora la necesidad de apostar por la creación y potenciar
la interrelación con otras disciplinas artísticas.
En el área educativa, se considera que hay buenas es-
cuelas de música en el país y, gracias a ellas, un número
considerable de estudiantes, pero se reclama que desde el
Estado se dirija más inversión a la educación musical para
extender su enseñanza a nivel más general, como en la
educación inicial y primaria. Se valora que esto tendría un
efecto muy positivo a nivel de sociedad, no solo para que
las nuevas generaciones tengan más conocimientos de
música, sino para formar nuevos públicos y que haya una
percepción más revalorizada de la práctica profesional del
sector. Se propone, también, estudiar las posibilidades que
ofrecen las nuevas tecnologías en cuanto a la creación y
producción artística y que se contemple una regulación
pertinente al respecto.
En relación a la profesionalización, se valora que hay una
tendencia hacia un reconocimiento de la actividad, pero
aún existen amenazas y retos al respecto, tanto a nivel de
trayectorias desiguales e intermitentes, como de falta de
seguridad social desde las políticas públicas. Se menciona
una gran organización del colectivo a nivel departamental,
que puede favorecer el diálogo con el Estado para seguir
trabajando hacia una mejora del sector.
Se detecta una falta general de espacios donde tocar y se
propone facilitar y ofrecer ayudas para su apertura y man-
tenimiento. La difusión y visibilidad de las producciones
musicales también es una debilidad manifiesta del sector.
Los pocos espacios que tiene la escena musical en los me-
dios masivos de comunicación dificulta el conocimiento
y la promoción de sus actividades entre el gran público. A
su vez, se propone aumentar las ayudas gubernamentales
para poder visibilizar propuestas del interior y apostar por
una repartición de las oportunidades a lo largo de todo
el territorio, como por ejemplo programando circuitos
musicales en todos los departamentos o la creación de
nuevas ferias.
Además, se apuesta por aumentar la presencia interna-
cional del sector nacional de la música y ampliar, de esta
manera, hacia nuevos públicos, profesionales y mercados
en el sector. Para promover y favorecer la escena musi-
cal en el país, se precisa también aumentar los fondos
destinados a todas las instancias de creación, produc-
ción y formación del sector y lograr una cohesión de los
diferentes organismos implicados para aunar esfuerzos y
lograr implementar cambios significativos en las escenas
musicales del país.
Patrimonio reforzar el sector de infraestructuras.
Se destaca el importante valor simbólico que el sector de pa-
trimonio tiene y que no siempre se ve correspondido por las
Una de las grandes debilidades que presenta actualmen-
ganancias económicas que puede generar éste como valor de
te el campo patrimonial es la ausencia de procesos que lo
mercado. A su vez, se recuerda el peso importante que asume
consoliden como un sector. Si bien en los últimos años se han
el Estado a la hora de potenciar el patrimonio, no sólo como
generado encuentros puntuales que registran y sintetizan
facilitador de recursos económicos e infraestructurales, sino
intercambios colectivos en pro de su fortalecimiento, aún es
como articulador con los otros actores de carácter privado.
frágil su constitución estructural. Un ejemplo de los últimos
Además, se expone la necesidad de aumentar el presupuesto
encuentros registrados fue Sumar en Patrimonio, organizado
de fondos concursables que estén explícitamente destinados
en el marco de SUMAR, Conferencias Ciudadanas del Ministe-
al sector del patrimonio y fomentar su desarrollo, no sólo
rio de Educación y Cultura (MEC) en Octubre de 2014.
como una obligación o carga económica para el Estado, sino
Se trata sobre todo de un sector disperso por la escasa
como espacio de inversión y proyecto de generación de em-
presencia de asociaciones y organizaciones profesionales con
pleo, cultura e identidad.
vínculo al patrimonio. Más allá de esfuerzos parciales, indi-
Se menciona especialmente el potencial de valor e impacto
viduales y/o colectivos, entre instituciones de la administra-
social que tiene todo lo que se relaciona con el Patrimonio.
ción pública, actores del sector privado y campo académico
No sólo con una apuesta directa hacia el aumento de políti-
el diálogo hacia la constitución y estructuración del sector
cas educativas que incorporen la visión de patrimonio, sino
es débil y es por eso que aparece la dificultad de encontrar
generando instrumentos de participación a una escala social
consensos para alcanzar objetivos colectivos.
más amplia. A su vez, se apunta como necesaria la incorpora-
El actual proceso hacia la transformación de una ley de Patri-
ción de miradas transversales a los sectores para lograr una 115
monio podría ser una oportunidad para comenzar un camino
mayor articulación entre los distintos tipos de patrimonio,
que permita al campo patrimonial el desarrollo de líneas
los diferentes organismos que lo conforman y las prácticas
prioritarias de acción en el país (con el sector museístico, por
e iniciativas impulsadas desde otras disciplinas artísticas.
ejemplo), así como lograr una proyección internacional en
Además, se valora como necesario incrementar el involucra-
articulación con otros sectores productivos, el Turismo o la
miento de la ciudadanía en instancias relacionadas con dicho
Gastronomía por citar dos.
sector.
En primer lugar se menciona que existe poca articulación
Se evalúa que la formación profesional dirigida a esta área es
entre los actores del área de Patrimonio y una débil incursión
limitada. Actualmente existe la formación en la Tecnicatura
de éste a nivel institucional y de implementación de políticas
en Promoción de Bienes Culturales, la Tecnicatura en Museo-
públicas dirigidas a ello. Para reforzarlo, se propone revalori-
logía (de la cual sólo se ofreció una edición) y el Posgrado en
zar la transversalidad que presenta dicho sector en diversos
Preservación de Bienes Patrimoniales. A parte de lo mencio-
campos culturales y el reconocimiento que éste debería tener
nado, se destaca que no existen otras instancias educativas
a nivel social e institucional. Fortalecer su gestión, potenciar
que agreguen el aspecto de la formación en Patrimonio Cul-
el valor inclusivo de sus acciones, generar espacios comu-
tural, y las pocas que existen, como el “Patrimonio en Manos
nitarios, de comunicación y divulgación son algunas de las
de Jóvenes” (Unesco) no se ha instalado plenamente en los
principales acciones que se proponen para incrementar este
centros educativos.
potencial que presenta como campo transdisciplinar.
Se observa el aporte que podría ofrecer una apuesta por la
En relación al marco normativo, se detecta la necesidad de
interdisciplinariedad del patrimonio con otras áreas, como la
actualizar el marco jurídico que ampara la Ley de Patrimonio,
academia, la escuela, el barrio, etc. Asimismo, se destaca la
construir políticas implementadas a largo plazo que mejoren
necesidad de incrementar el nivel de formación de los funcio-
la coordinación entre sectores e instituciones y aumentar los
narios y autoridades que trabajan en este ámbito y aumentar
recursos económicos destinados a dicha área, sobretodo para
el presupuesto destinado a sus sueldos.
 Teatro podría dar salida a una diversidad más completa a nivel de
producciones artísticas.
En los últimos años el Teatro se encuentra trabajando Se aprecia un sector teatral que conforma un colectivo
hacia la construcción de una política con mirada sectorial. organizado con ganas de reivindicar a favor de una mayor
Se destaca un antecedente valioso, en lo que respecta a profesionalización de sus actividades y una mejora de
la elaboración de una agenda común de corto y mediano la situación económica y de apoyo por parte del Estado.
plazo, para integrar en el Plan Nacional de Cultura a ser Pese a las dificultades de mantenimiento de las salas y los
impulsado por la Dirección Nacional de Cultura (DNC). excesivos costos de los equipos de producción y difusión,
Entre setiembre y octubre de 2014 el Instituto Nacional se valora en positivo que sus diferentes componentes
de Artes Escénicas (INAE) organizó las Jornadas Nacio- tienen cualidades para adaptarse a las capacidades y las
nales de Trabajo para el Teatro como instancia diseñada realidades de cada momento. Por lo tanto, se observa
fundamentalmente para el intercambio interinstitucio- que el mundo del teatro nacional tiene un gran potencial
nal y puesta en común entre actores privados, ámbito de crecimiento como colectivo y una remarcable capaci-
académico, crítica especializada, y administración pública dad de luchar frente a las adversidades circunstanciales.
(INAE - DNC). Además de la voluntad de seguir creciendo y ofreciendo un
Las mismas se organizaron en cinco grandes mesas rango variado de producciones teatrales, las que generen
temáticas: i) profesionalización, ii) salas, iii) formación, pensamiento crítico y no solamente entretenimiento.
iv) fondos y iv) crítica y periodismo. Estos ejes fueron
retomados a lo largo de la jornada de trabajo hacia el Plan
Nacional de Cultura.
116 Aunque se percibe que el sector teatral nacional es un
área con una alta producción de obras y propuestas artís-
ticas y formativas, se detectan debilidades estructurales
que fomentan situaciones de precariedad entre los traba-
jadores artísticos. Estas debilidades se traducen en distin-
tas esferas del campo, como podrían ser las insuficientes
ayudas públicas para sostener los costos de producción de
las obras, la situación de vulnerabilidad del trabajador, la
falta de amparo legal por parte de políticas de protección,
el valor social que percibe la cultura y la falta de progra-
mas eficientes de formación de nuevos públicos en teatro,
tan necesarios para construir las futuras generaciones de
usuarios de la cultura.
A raíz del encuentro también se recordó que la situación
del teatro nacional en el país demuestra una persistente
desigualdad a nivel territorial, sobre todo en relación a
Montevideo con el Interior. La situación diferenciada en
cuanto a recursos humanos, económicos e infraestructu-
rales que se vive en el interior del país conlleva que mu-
chas iniciativas estén basadas en iniciativas individuales
o de grupos reducidos. Si se contara con una repartición
más equitativa entre el Interior y la capital del país se
Títeres
La expresión “los titiriteros gozan de una gloriosa mar-
ginalidad” es utilizada por las personas que trabajan con
títeres en un sentido simbólico, ya que los titiriteros están
al margen de la obra, son casi invisibles y la atención en
escena la tienen sus objetos. En otro sentido, más literal,
esta frase es útil para ilustrar una sensación que tiene el
sector de estar relegados política e institucionalmente
con relación a otras disciplinas de las artes escénicas.
Los títeres tienen una larga trayectoria en la vida cultu-
ral del Uruguay, con un fuerte arraigo popular. Se pue-
den encontrar varios ejemplos de compañías familiares
y referentes de la disciplina desde la primera mitad del
siglo pasado. Una referencia en estos antecedentes fue la
escuela titiritera desarrollada por el Teatro El Galpón, y
los legados de Irma Abirad, por ejemplo.
La tradición titiritera que ha tenido más fuerza y que
de alguna manera continúa hasta nuestros días es la de
las compañías familiares, donde varios integrantes de
un mismo núcleo familiar desempeñan distintos roles
dentro de la misma. Esta tradición, que de alguna manera
también da cuenta de una estrategia de sobrevivencia
económica que los núcleos familiares desarrollan para su
subsistir, marca fuertemente a la forma de organización
y la lógica de trabajo del sector. Las compañías familiares
traen consigo un fuerte vínculo afectivo en los grupos de
trabajo y un arraigo profundo con la disciplina.
En la actualidad también existen compañías compuestas
por grupos de trabajo no familiares que se han ido gene-
rando a partir de distintos espacios de formación comu-
nes o vínculos personales. Este tipo de organizaciones ha
tenido un interesante impulso en los últimos años.
Desde sus propios orígenes el oficio titiritero ha generado
estrategias propias para ser rentable y hay quizás en su
vínculo con el mercado uno de los principales aportes que
tiene el sector. Son múltiples las maneras de monetiza-
ción que han desarrollado desde la disciplina, ya sea en la
creación de obras, tanto para el público infantil (que es su
gran fuerte) como para el público adulto, en la utilización
de la disciplina como una herramienta pedagógica y su
ingreso a sistemas de educación formal, como en campa-
ñas sociopedagógicas, como la producción y comercializa-
ción de objetos (títeres, marionetas, etc.), en espacios de
formación, e incluso su utilización en medios de comuni-
cación, entre otros.
Este intrincado vínculo con la economía de mercado, a
partir de la masividad y popularidad a la que muchas
veces llegan las propuestas de títeres, genera la sensación
por parte del sector que el aporte económico que hace
la disciplina no siempre se vea reconocido institucional y
políticamente en su total magnitud. Esto posiciona a los
titiriteros en ese sentimiento de marginados, siendo re-
petida la sensación de que su aporte no se ve reconocido
a nivel institucional en comparación al aporte que hacen
otras disciplinas.
Han sido varias las iniciativas para incrementar los es-
pacios de coordinación y de encuentro, tanto a la interna
del colectivo de titiriteros como con el público en general,
pero cada uno de ellos han tenido impulsos puntuales que
no han podido prosperar en el tiempo ni tener continui-
dad. Un ejemplo de ello es el trabajo que se desarrolló
durante un tiempo en el Castillito del Parque Rodó. Esta 117
experiencia de gestión colectiva de un espacio de difusión
del quehacer del sector fue un impulso interesante que
se fue perdiendo por falta de continuidad en el apoyo
institucional.
Tal es así que una de las principales carencias que se
identifican desde el sector es la necesidad de un espacio
de trabajo para titiriteros completo, donde no se limite a
facilitar un lugar para la presentación de obras y puedan
suceder en un mismo espacio instancias de formación, de
construcción, de ensayo y de depósito de materiales.
En lo referido a la vinculación del sector con distintos
actores institucionales se reconoce que es mucho y muy
rico el vínculo que existe, ya sea con experiencias de
educación formal o no formal, con instituciones culturales
y sociales, como también con salas, fondos y con el Insti-
tuto de Artes Escénicas.
También se destaca que en los últimos años ha habido
una suerte de discriminación positiva para el sector, con
apoyos desde el Fondo Concursable para la Cultura y otros
fondos para las artes escénicas, el acceso por parte de
algunos colectivos a espacios de trabajo (como es el caso
de el Centro Cultural las Bóvedas), entre otras. Gran parte
 de estos avances se identifican en impulsos puntuales de
algunos grupos que saben escribir proyectos o han tenido
los contactos necesarios para sus gestiones, pero esto no
necesariamente ha redundado en una mejora en la capaci-
dad artística o la calidad de las propuestas en relación a
su capacidad de gestión.
De cualquier manera, se identifica que estos vínculos
no necesariamente redundan en un reconocimiento a la
disciplina o un crecimiento para todo el sector, ya que
en su mayoría se vuelven procesos personales y puntua-
les, sin la capacidad de sostener procesos ni instancias
colectivas más allá de los grupos que los gestionan, por
lo que no redundan en un beneficio del colectivo. La falta
de un espacio para hablar e intercambiar sobre la realidad
y necesidades del sector ha generado la ausencia de un
discurso y una reflexión común.

118
119
 PRINCIPA-
LES EJES
DE TRA-
BAJO
120
Arte y creatividad
La apuesta del Estado por las políticas de apoyo al arte y la
creatividad debe asumirse como compromiso, reconocien-
do su valor en tanto generador de nuevos sentidos de la
existencia humana y la potencia transformadora de la rea-
lidad que esto implica. Además, el estímulo al desarrollo
artístico es valioso en tanto esta es fuente de innovación:
el arte y la producción cultural son los medios de expre-
sión de las múltiples identidades que nos definen, por
ende, de nuestra diversidad. Pero además, es estratégico.
La inclusión del arte y la creatividad en un Plan Nacional
de Cultura puede pensarse a partir de dos grandes niveles
donde tiene lugar la misma: producción y difusión artística
comunitaria y apoyo artístico sectorial. Las estrategias en
uno y otro nivel, si bien complementarias, son específicas y
deberían estar precisadas con claridad, ya que las necesi-
dades que surgen en uno y otro caso son particulares.
Respecto a la producción artística comunitaria en las
localidades y barrios de todo el país existen numerosos
productores de arte y cultura -cuerdas de tambores,
grupos folclóricos, de teatro, arte urbano, etc.. Esto se pudo
constatar en las jornadas territoriales; la percepción inicial
de “panorama chato” concluía en una rápida corrección y
la enumeración de decenas de iniciativas artístico- loca-
les. Este tipo de prácticas requieren de apoyos específi-
cos, orientados a organizaciones, pero no sólo, también a
personas físicas y grupos emprendedores. Un punto central
que aquí se destaca es la disponibilidad y accesibilidad
para la postulación a fondos que, necesariamente tendrá
que profundizar su relación territorial. Esta fue una de las
apreciaciones más repetidas a lo largo de las jornadas.
En el plano de la creación artística profesional las urgen-
cias son otras. Algunas de las claves para pensar un Plan
de Cultura, según lo abordado en el eje sectorial, son: la
situación laboral de los artistas -importancia de formali-
zar el trabajo, se ha avanzado con la “ley del artista” pero
permanecen situaciones de informalidad, por ejemplo
vinculadas al trabajo zafral, becas de formación, residen-
cias artísticas en el exterior, circulación internacional y
nacional de obras y espectáculos artísticos.
La promoción de arte y creatividad necesita así mismo el
desarrollo de infraestructuras culturales específicas: salas,
teatros, cines, espacios culturales. Esta es una condición
necesaria para la circulación de las propuestas artísticas,
en especial, la música, el teatro, las artes visuales, son
disciplinas que requieren infraestructuras específicas para
su desarrollo. Como se vio en los documentos departamen-
tales las necesidades son significativas, en particular en
algunas zonas del interior del país. Muchas veces, enclaves
culturales territoriales, como casas de la cultura o salones
de organizaciones sociales, funcionan como espacios
alternativos para el desarrollo artístico; sin desconocer el
valor de este esfuerzo, tanto la profesionalización artística
como la formación de públicos requiere de inversión en
infraestructura.
Un último aspecto necesario para la profesionalización
y potenciación de los sectores artísticos es mejorar los
registros existentes. En el marco de esta consultoría se de-
sarrolló el Primer Registro de Agentes Culturales en el in-
terior, que relevó agentes de creación formación, produc-
ción y promoción artística cultural. Este producto permite
una línea de base para acercarse a los agentes culturales
del país y puede ser una herramienta fecunda para diseñar, 121
gestionar y evaluar iniciativas artísticas culturales en los
departamentos.
Con respecto a lo mencionado, la gestión de la información
en el campo del arte y la cultura se presenta como una
línea estratégica que aun es incipiente. Integrar la gestión
de la información estadística cultural en un sistema esta-
dístico cultural posibilitaría construir diversas acciones y
políticas a partir de los datos existentes: consumos cul-
turales, distribución territorial, acceso a bienes y servicios
culturales, concentración de agentes culturales, entre
otras dimensiones posibles. Se destaca como relevante la
oportunidad de asociarse con otros organismos de gestión
de información (MIDES, AGESIC, BPS, AGEV, entre otros)
Si bien existen antecedentes importantes como el Mapa
de Cultura (SIC, DNC) así como iniciativas académicas
articuladas con la UDELAR, como la Encuesta de Consumos
Culturales (FHCE), o la Cuenta Satélite de Cultura (DICREA/
DNC-FCEA) estas iniciativas han sido esfuerzos puntuales.
Para volverlas prácticas sistemáticas un Plan Nacional de
Cultura debería incluir la dimensión artístico- cultural en
el marco de un sistema estadístico nacional, para lograr un
seguimiento y monitoreo de las artes y la cultura.
 Cultura e inclusión
En la última década se han orientado esfuerzos políticos
hacia la generación de planes y programas que apuntan
a la inclusión social, intentado combatir situaciones de
vulnerabilidad social en todo el país. Las acciones cultu-
rales son un vehículo privilegiado para disminuir brechas
en este sentido, buscando la equidad y la convivencia.
La cultura permite reconocer al otro, habilita el encuen-
tro, explica nuestras diferencias y es la plataforma para
pensar a futuro la convivencia y el habitar. Las prácticas,
saberes, costumbres, manifestaciones artísticas, desarro-
lladas en las distintas regiones, departamentos, barrios
o grupos sociales, tienen un valor en sí mismo, que debe
ser identificado y estimulado por las políticas culturales.
Ejemplo de esto son las festividades, eventos y celebra-
ciones, que periódicamente reúne a los ciudadanos en los
distintos territorios del país.
En todo el país se manifiesta una segregación y fragmen-
tación territorial que dificulta, cuando no imposibilita,
122 el relacionamientos entre distintos grupos sociales. Este
fenómeno ocurre a varios niveles: i) región urbana/región
rural; ii) capital del Departamento y resto de las localida-
des y iii) relación centro y periferias en el territorio local.
Asimismo, más allá de los avances en materia de derechos
persisten problemáticas en torno a las relaciones de edad
(se planteó reiteradamente en las jornadas los conflic-
tos entre jóvenes y adultos, muchas veces a causa de
prácticas y costumbres de unos y otros), la inequidad de
género (en el acceso, uso, consumo y producción de bienes
y servicios culturales), y la segregación racial o étnica (en
particular una histórica postergación e invisibilización de
las expresiones culturales afrodescendientes e indígenas).
Un futuro Plan Nacional de Cultura, que busque contribuir
al desarrollo humano y la expansión del bienestar de la
población, debe pensar acciones para aportar a los proce-
sos de inclusión social emprendidos en la última década.
Esto es fundamental por un lado, porque el libre ejercicio
de los derechos culturales es clave para el desarrollo
integral de la ciudadanía, pero al mismo tiempo, porque la
promoción de la creación, la formación, la producción y el
consumo cultural puede completar procesos virtuosos de
desarrollo social. Para ello es menester trabajar de forma
articulada con iniciativas de otras instituciones públicas
- MIDES; direcciones de desarrollo social de las intenden-
cias, municipios-, y organizaciones sociales, comunita-
rias, vecinales. La participación de los habitantes de los
territorios, en la toma de decisiones, en el desarrollo de
propuestas y en el diseño de políticas culturales es cen-
tral. En este sentido la experiencia de las jornadas depar-
tamentales emprendidas en el marco de este convenio, es
un antecedente por demás interesantes, que debe conti-
nuar y ampliarse al trabajo territorial con actores de otros
sectores -ambiental, social, salud comunitaria. Reforzan-
do estos espacios de intercambio, se lograría acercar de
modo más directo las diferentes producciones artísticas
habilitando y multiplicando asistencia de públicos.
Algunas líneas posibles de trabajo, pertinentes en un Plan
Nacional de Cultura con vocación de inclusión social,
equidad y diversidad, serían: fortalecimiento de la articu-
lación con políticas sociales, en particular con el MIDES.
Aquí, existen experiencias de trabajo con colectivos en
contextos de vulnerabilidad que son positivas y deben ser
potenciadas y ampliadas: privados de libertad, personas
en situación de calle, población LGBTTI. Asimismo, el tra-
bajo con actores sectoriales, el valor social y de inclusión
de disciplinas como el teatro, el circo o la música, cons-
tituyen un potencial, trabajado, pero con posibilidades de
expansión.
Por último, la cultura y las expresiones artísticas repre-
sentan un canal privilegiado para lograr convivencia y
vínculos entre diferentes generaciones, grupos sociales
o áreas geográficas. En los últimos años se han puesto
en funcionamiento experiencias por demás auspiciosas,
como la recuperación y/o desarrollo de espacios públicos
-plaza Liber Seregni o el Proyecto SAcude- donde la ofer-
ta cultural y artística tiene un rol fundamental. Un Plan
Nacional de Cultura debe poder sumar y potenciar estas
experiencias.
Institucionalidad
Por institucionalidad cultural nos referimos a las reglas
de juego y los escenarios que dispone una sociedad, desde
el Estado, las instituciones privadas y la sociedad civil
organizada, para llevar adelante sus proyectos artísticos
y culturales, para manifestar sus diversas formas de ex-
presión cultural, para ejercer, acceder y poner en valor la
cultura en sus especificidades. Es por ello la necesidad de
pensar las políticas pública en cultura como parte funda-
mental de la agenda de los gobiernos en todos sus niveles
de ejecución: locales, departamentales, nacionales. De la
misma manera, la gestión debería incluir una planificación
acordada, y una gestión menos discrecional y política y
más experta, con apuestas a mediano y largo plazo.
En este sentido nuestro país presenta varios desafíos en
cuanto a institucionalidad cultural buscando consolidar
los desarrollos institucionales de los últimos 10 años.
Dentro del marco del futuro Plan Nacional de Cultura se
debería considerar dar continuidad y fortalecer diálogos
entre los diferentes actores interinstitucionales y terri-
toriales que permita fortalecer la gobernanza cultural,
intercambiar conocimientos y generar acuerdos en aspec-
tos relacionados con la formación, gestión y producción de
proyectos.
Esto ocurre en algunos sectores profesionales que valora
como una fortaleza la consolidación institucional que se
ha ido consiguiendo en el país a lo largo de los últimos
años. Así como la buena relación entre actores públicos,
privados y la academia que permite trabajar una cons-
trucción conjunta a favor de la profesionalización de
los actores institucionales implicados. Por el contrario,
se detecta una gran debilidad estructural de algunos
sectores profesionales ante la ausencia de agremiaciones
que los organice, así como se ha marcado la necesidad de
actualizar parte del marco jurídico existente.
Asimismo, se sostiene la necesidad de dar solución a pro-
blemas de organigrama y coordinación interinstitucional
del sector público, y de mantener instancias de coordina-
ción que se consideran positivas tales como el encuentro
de la Red de Directores de Cultura. Una propuesta mane-
jada a nivel territorial es la posibilidad de crear mesas de
cultura locales
Otra gran preocupación es la existencia de contratos pre-
carios de los trabajadores en cultura y la importancia de
formalizar los mismos. En algunos sectores profesionales
se reclama un reconocimiento concreto de cada una de
las disciplinas artísticas. Por ejemplo, en el sector Títeres,
se entiende como prioritario generar espacios de trabajo
propios que puedan dar cuenta de las especificidades de
la disciplina.
En diferentes sectores artísticos se destaca una persis-
tente desigualdad (situación diferenciada en cuanto a
recursos humanos, económicos y de infraestructura) en
el territorio, sobretodo en relación a Montevideo con el
Interior. Se observa que si se contara con una repartición
más equitativa entre la capital del país y el resto de los
departamentos se podría dar salida a una diversidad más
completa a nivel de producciones artísticas.
Los fondos concursables y las ayudas públicas dedicadas a
los sectores culturales son otro de los focos principales de
debate. Se aspira a aumentar dichas ayudas, que deberían
distribuirse de manera más equitativa lo largo de todo el 123
territorio nacional para dar mayor visibilidad a las pro-
puestas del interior del país y apostar por una repartición
de las oportunidades. Para que se amplíe el conocimiento
sobre dichos apoyos, se propone un proceso de consulta
a los trabajadores del sector y una mejor difusión de la
información relativa a las convocatorias.
 Patrimonio y desarrollo económico
Uruguay cuenta con un rico patrimonio cultural expresado
en sus costumbres, territorio, geografía e historia. Se trata
de un eje transdisciplinar y transversal a los distintos
campos de la cultura. Para dar continuidad a las accio-
nes que se llevan adelante en torno a la salvaguarda y
protección patrimonial es necesario fortalecer la gestión
pública (institucional e interinstitucional) así como las
acciones coordinadas entre la administración pública, el
sector privado y la sociedad civil. Es fundamental, en este
sentido, que cada participante reconozca el alcance de
las acciones jerarquizar el valor inclusivo del patrimonio,
habilitando también espacios comunitarios para la gene-
ración de experiencias en materia de Patrimonio.
La discusión territorial sobre el Patrimonio se basó en
tres grandes áreas: i) patrimonio natural, ii) patrimonio
histórico y iii) patrimonio histórico. En la primera haciendo
hincapié en el alto potencial de los paisajes naturales y
entornos privilegiados que posee el país. Ejemplo de ello
124 podría ser la construcción de rutas y circuitos vinculados
a la flora y fauna autóctona del país.
En la segunda área, planteando el lugar que ocupa el
patrimonio prehistórico como los Cerritos de Indias, la
relevancia en la construcción (social, cultural, económica,
política) de las comunidades de inmigrantes, y por último,
el valor de la arquitectura actualmente existente. En estas
dos áreas se destaca la importancia de articular acciones
hacia la generación y equilibrio de puestos de trabajo, el
ingreso de divisas y la protección patrimonial, sobretodo
en articulación con el turismo y desarrollo responsable.
Finalmente, en la tercera, se planteó fuertemente el papel
y legado de artistas y creadores nacionales, así como el
protagonismo de determinadas costumbres identitarias,
que hacen a la construcción de los territorios locales y el
nacional. Se trata de un patrimonio que se representa en
los espacios públicos, la danza, la música, las festividades,
los lenguajes, las prácticas, en sus localidades y habitan-
tes. Por ejemplo, la identidad cultural en el departamento
de Soriano. La herencia colonial y, en particular, la presen-
cia artiguista y la participación en hechos fundacionales
de la República; el Grito de Asencio, el desembarco en la
Playa Agraciada de los 33 Orientales o el Abrazo del Arroyo
Monzón, son testimonios de ese pasado hasta hoy presen-
te en el departamento a través, por ejemplo, de festivida-
des como el festival del Grito de Asencio o “Entre potros
y Fogones”, homenaje a la figura de Artigas. O de sitios pa-
trimoniales como el Cementerio de Villa Soriano, el Museo
Casa de los Marfetán, en la misma localidad, que guarda
partes del patrimonio del primer asentamiento europeo
en el país, o el monumento Acción de Dolores, homenaje
a los 33 Orientales, realizado por José Luís Zorrilla de San
Martín. Es así que el departamento atesora un patrimo-
nio histórico superlativo. Si bien el mismo es reconocido
a nivel nacional, es un activo por demás interesante para
incluir dentro de la oferta cultural de la región litoral, y
se complementa de buena forma con las atracciones de su
vecino Colonia. Pensar en términos de “rutas de patrimo-
nio” para esta región, como en otras posibles, podría ser
una línea interesante.
Para todo el país el desafío es grande dado los cambiantes
contextos de globalización donde, en muchas oportunida-
des, las manifestaciones y expresiones de lo local sufren
el arrastre y la imposición de modas o influencias forá-
neas, teniendo como efecto la invisibilización de muchas
de ellas.
Por último, desde una mirada sectorial se manifiesta
como ineludible incrementar y mejorar la articulación de
los recursos destinados así como asegurar el acceso y la
circulación de los bienes patrimoniales a nivel nacional.
Por otra parte, sobresale la importancia de producir ac-
ciones hacia la conservación y valoración de las diferentes
formas de patrimonio existentes en el país.
Formación Escénicas sobre todo, Títeres, Teatro, Danza, Circo), uno
de los aspectos más importantes es el lugar que ocupa
En la última década han habido muchas iniciativas impor- la educación no formal en el ámbito artístico, siendo
tantes en el campo de la formación y la especialización, necesario su reconocimiento y legitimación, así como las
como los bachilleratos artísticos, la consolidación de trayectorias desarrolladas por sus actores individuales.
varios espacios de formación en gestión cultural, la multi- Se reclama disponer de más oportunidades de formación
plicación de talleres, los avances en descentralización de técnica y también teórica para validar a los profesionales
la Escuela Nacional de Bellas Artes. que los integran, así como el de institucionalizar instan-
Igualmente existe una fuerte demanda en todo el país cias de formación ya existentes que se articulen con otras
de espacios de formación en disciplinas artísticas y en disciplinas conexas.
gestión cultural. Además, hay una intersección de la for- Para potenciar dicho reconocimiento del ámbito educati-
mación en artes con el sistema educativo donde también vo artístico, se menciona la necesidad de un crecimiento
aparecen demandas específicas. En cuanto a talleres de las opciones formativas en los diferentes sectores
de formación en disciplinas artísticas, es una política artísticos, tanto en la educación en escuelas y academias
fuerte y consolidada en los departamentos del interior privadas, como en programas para la educación primaria y
del país, que concentra gran parte del esfuerzo de las secundaria y el ámbito universitario; siempre potenciando
direcciones municipales de cultura. Se ofrecen cursos de una reglamentación de la formación artística acorde a la
artes y artesanías, con coberturas geográficas en general disciplina.
concentradas en las capitales y localidades mayores. De En otros sectores se considera que hay buenas escuelas
cualquier modo, como entre los promotores instituciona- de formación (el caso de la Música) y, gracias a ellas, un
les predomina una vocación de la cultura como derecho.y número considerable de estudiantes. Se propone, también, 125
de propiciar el acceso existe una clara conciencia de la estudiar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecno-
importancia de la descentralización y de inclusión social. logías en cuanto a la creación y producción artística y que
Además, los Centros MEC han promovido una oferta de se contemple una regulación pertinente al respecto.
espacios de formación en localidades pequeñas.
Un futuro Plan Nacional de Cultura debería considerar la
posibilidad de alimentar estos espacios, sistematizarlos y
apoyar su ejercicio. Por ejemplo, puede darse acceso a un
mayor nivel de formación mediante clínicas de perfec-
cionamiento itinerantes o apoyar estancias artísticas que
capaciten a los formadores. .
Se indica como necesario impulsar el reconocimiento del
vínculo entre la dimensión cultural y la educativa. En este
sentido, las políticas culturales deben interactuar tanto
con la educación formal como con la no formal, contem-
plando la continuidad y complementariedad educativa. A
su vez, la educación es el espacio privilegiado para la pro-
moción de los valores culturales, tanto en lo que respecta
a la diversidad y las identidades, como al estímulo de la
creatividad, de las expresiones artísticas y de la innova-
ción.
Por su parte, en algunos sectores profesionales (Artes
 Territorio
El territorio es una construcción social, resultado de la in-
teracción de dinámicas económicas, políticas y culturales
en el espacio, que es apropiado por los actores a través de
prácticas, por ejemplo artísticas, étnicas, usos, costum-
bres y/o saberes localmente situados. Para proyectar un
desarrollo local sustentable las políticas culturales apa-
recen como un vehículo fundamental de enorme potencial
y deben incluirse dentro de programas más amplios y
políticas ya existentes.
Desde el punto de vista de los agentes culturales del in-
terior del país, un futuro Plan Nacional de Cultura podría
tener en cuenta al menos tres niveles en el diseño de
estrategias de promoción cultural para el desarrollo en los
territorios: i) promoción de desarrollo local sustentable; ii)
inequidades locales y políticas de descentralización; y iii)
la coexistencia de prácticas y manifestaciones culturales
tradicionales y globales. Una línea estratégica en este
sentido podrían considerar el agregado de valor cultu-
126 ral a productos primarios artesanales, como se hace por
ejemplo las con piedras preciosas en Artigas, el trabajo
en cuero, los ladrilleros, los telares, etc. En este sentido,
existen experiencias como las Fábricas de Cultura (DNC) o
la iniciativa ProVas (Productos con valor social del MIDES)
que propone espacios de formación y asociación entre
productores artesanales.
En un sentido similar, como se señalaba en el apartado
sobre patrimonio, fiestas y festivales; identidades loca-
les; espacios naturales, configuran una oportunidad de
imaginar circuitos y sinergias: circuitos de turismo rural
sustentable, gastronómicos, de fiestas. Un Plan Nacional
de Cultura debería propiciar estas iniciativas, visibilizar-
las, articular cadenas entre ellas.
El espacio de frontera territorial también presenta
posibilidades singulares de desarrollo local, allí cotidia-
namente se generan dinámicas de intercambio, comer-
ciales, laborales, educativas. Un Plan Nacional de Cultura
debería atender a las especificidades de estos contextos,
orientando esfuerzos para potenciar la dimensión cultural
de este vínculo a través de acuerdos, planes y programas
transfronterizos, que estimulen tanto la creación, como la
difusión y la formación. Existen experiencias positivas en
este sentido, por ejemplo la Feria Binacional del Libro en
Rivera y Livramento, la misma es resultado del esfuerzo de
actores institucionales de ambos países. Debería evaluar-
se la posibilidad de incentivar otras experiencias similares
en otros sectores artísticos culturales, en este marco la
puesta en práctica de “fondos concursables binacionales”
podría ser una alternativa a estudiar.
En cuanto a las inequidades territoriales y las políticas de
descentralización, muchas localidades y sus habitantes se
encuentran alejados de los centros de producción y difu-
sión cultural, creando así fuertes brechas en el acceso y la
democratización de la cultura. El centralismo y la macro-
cefalia en relación al sur del país también se expresa a su
vez entre las capitales departamentales y las localidades
de los departamentos. Y estas distancias muchas veces
se traducen en aislamientos en el acceso, la producción y
el consumo de bienes y servicios culturales. Es trabajo de
un Plan Nacional de Cultural generar acciones específicas
para revertir estas situaciones de inequidad territorial.
En este sentido el proceso de descentralización de la
política cultural en los últimos diez años ha sido claro. Es
evaluado como un proceso positivo, con desafíos y debili-
dades, con políticas innovadoras, y bien valoradas por los
agentes culturales, como Centros MEC, las Fábricas y las
Usinas de Cultura. Además, por supuesto, las Intendencias
municipales desarrollan actividades en varios munici-
pios y localidades. De cualquier modo, un Plan Nacional
de Cultura debe ser una oportunidad para mejorar la
coordinación interinstitucional y generar políticas de base
territorial menos inconstantes y que sobrevivan a cambios
de gestión político partidario. En particular las políticas
de incentivo de la circulación de artistas aparecen como
una línea estratégica.
Por último, como tercer nivel a considerar en cuanto a los
procesos de globalización y su coexistencia con prácti-
cas tradicionales, se implica la interacción de factores
endógenos, locales, con exógenos, regionales o globales
y, si bien esto ha sido históricamente así actualmente la
tensión entre ambos elementos adquiere relevancia inédi-
ta, incidiendo de forma notoria en la producción cultural
en los territorios. En las jornadas, de modo recurrente los
participantes señalaron la necesidad de una convivencia
más armoniosa, de expresiones tradicionales y folclóricas,
por ejemplo en las festividades folclóricas, con “nuevas
formas de expresión urbana” -hip hop, skate, grafiti.
A su vez, la globalización también facilita nuevos modos
de acceso, y muestra necesario considerar el nivel interna-
cional, tanto para la difusión como para la producción, la
circulación de artistas. En un sentido similar, el desarrollo
de las TICs, introduce nuevas reglas y herramientas que
también se inscriben en una lógica generacional. Hay
brechas territoriales en el acceso a las TIC; en las regiones
del litoral noreste, Artigas, Rivera, Cerro Largo, ronda el
45% mientras que en el promedio del país 63% de hogares
tienen internet. Esta ha cambiado las formas de produc-
ción en cultura; por supuesto las políticas culturales ya
han dado cuenta de este diagnóstico, como muestran las
experiencias de alfabetización digital en centros MEC o
los desarrollos de programas basados en en Plan Ceibal
que facilitan la producción artística. un Plan de cultu-
ra debería apostar a sumarse en forma sinérgica a este
proceso. 127
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En este documento se presenta
Troncoso, Carlos et al. Encuesta a egresados de diseño
una síntesis introductoria
1992 - 2013. Carreras de diseño en Uruguay.
de la información recabada
Primera encuesta a sus egresados sobre formación
en el convenio.
y desempeño laboral. 2014
En el pendrive adjunto se desarrolla
Trylesinski, Fanny; Asuaga, Carolina; Pienika, Ernesto; y profundiza en los distintos
Medeiros, Gabriela. Cuenta Satélite en Cultura elementos que se mencionan
del Uruguay. en este librillo, y se encuentran
los informes completos
2o informe. DICREA-DNC-MEC. 2012
de cada línea de trabajo
Trylesinski, Fanny; Asuaga, Carolina; Pienika, Ernesto;
Medeiros, Gabriela; Méndez, Inés; Barreto, Yanela.
Hacia la Cuenta Satélite en Cultura del Uruguay.
Una medición económica sobre el sector cultural.
DICREA-DNC-MEC. 2009