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TEMA 16

LA MÚSICA, DEFINICIONES. MÚSICA COMO CIENCIA,


COMO ARTE Y COMO LENGUAJE.

Según el criterio más aceptado MÚSICA proviene del latín “música” que se deriva de la
palabra “musa”, del vocablo griego musiké, término que designaba las artes de las musas,
poesía, música y danza como una udidad, y en particular el arte de los sonidos.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA MÚSICA.

La música contiene dos elementos: el material acústico y la idea intelectual, ambos no se


hallan yuxtapuestos como forma y contenido, sino que se combinan en la música para
formar una imagen unitaria.
Para convertirse en vehículo de la idea intelectual, el material acústico experimenta un
proceso de selección y ordenamiento. La idea intelectual convierte al material acústico en
arte de los sonidos.

La música se desarrolla a través del tiempo, por lo tanto, es necesario que el oyente posea
memoria auditiva. El sonido vincula la música al tiempo, su existencia al presente.

Según Stravinsky, una vez creada la obra musical, pueden distinguirse dos facetas:
- la música en potencia: preexiste a su ejecución, está en la partitura.
- La música en acción: mientras se ejecuta.

La música precisa de un intérprete intermediario entre el creador y el público.

DIVERSAS DEFINICIONES DE LA MÚSICA.

DEFINICIONES METAFÍSICAS:

Estas definiciones de la música están por lo general adscritas a un sistema filosófico


idealista.
Parten de una concepción metafísica a priori, en la cual la música tiene una función
importante, como instrumento que se presta para la aprehensión de aquellas esencias que no
pueden expresarse en el lenguaje hablado y con los medios de la razón lógica.
En estos sistemas, la música suele tener una categoría superior a las otras artes, y suele
adscribirsele también una función ética.

Con la escuela pitagórica la música participaba de la esencia misma del cosmos, ya que
idénticas leyes regían la ciencia de los sonidos y la ciencia de las cosas.

Con Platón el sentido imitativo de la música se circunscribía a la vida interior del alma.

En la especulación filosófica de la Edad Media, las concepciones metafísicas de la música


son muy frecuentes.
Con los filósofos del idealismo alemán las concepciones metafísicas de la música cobran
gran vuelo. El sentido indefinido de las formas musicales, su relación con los movimientos
más recónditos del alma, su poder ilimitado de sugestión, llevaron a la música a una
posición privilegiada, no sólo entre las artes sino entre otros medios de conocimiento. La
música es un vehículo ideal para poner el alma en contacto con la realidad última, con la
unidad esencial del universo.

Las concepciones metafísicas de la música constituyenb la base teórica del romanticismo.


Los términos “infinito”, “infinitut”, aparecen en todas las definiciones idealistas.
La música – dice Hegel – es la expresión de la parte no individual que existe en nosotros.
Schelling identifica la música con las ideas, con los arquetipos platónicos.
Herder dice que la música es espíritu y se encuentra emparentada con el movimiento. Lo
que no puede ser revelado al hombre del mundo de lo invisible, la música se lo comunica a
su manera.
Con este pensamiento coincidirán todos los teóricos del romanticismo alemán: Schlegel,
Novalis, Wackenroder, Hoffman imbuidos de un vago misticismo sentido en forma
poética.
Con Schopenhauer la música llega a su apoteósis metafísica, identifica el número
Kantiano el ser de las cosas con la Voluntad. Esta voluntad no puede ser conocida
directamente sino por medio de “objetivaciones”, que forman un sistema de grados y que
pueden equipararse a las ideas platónicas. La música es directamente la objetivación de la
voluntad, la armonía es la revelación misma del fundamento del cosmos.

Wagner hace suyas las concepciones metafísicas de Schopenhauer insistiendo también en


la nota de la infinitud: “lo que la música expresa es eterno, infinito, ideal. Es un lenguaje
nuevo, capaz de expresar lo ilimitado con una precisión incompatible”.

Stokowsky define la música como la poesía expresada por sonidos en lugar de palabras.

En resumen, todas las definiciones giran en torno a dos conceptos principales:


- La INTROSPECCIÓN, la intimidad, lo oculto, el alma.
- Lo IDEAL, lo sublime, lo metafísico.

DEFINICIONES FORMALISTAS.

En estas definiciones de la música el acento recae sobre la obra, sobre la materia musical y
las tareas para organizarla.
Corresponde a las épocas que preconizan la “música pura” aquella que se basa en las
relaciones formales de sus distintos elemento, prescindiendo de toda significación
extramusical. La importancia asignada al elemento formal es correlativa al afán de
perfección técnica.

Las definiciones formalistas aparecen en distintas épocas históricas:


En el S.IV, San Agustín definía la música como “scientia bene modulandi”, Ciencia de
medir bien.
En el S.VI, San Isidoro de Sevilla repite la fórmula casi en los mismos términos, “la
música es habilidad en la modulación, y consiste en canto y sonidos”.
Alfonso X el sabio en el S.XIII definía la música como “arte de cantar” y Ramón Llull, lo
hacía en los siguientes términos: “ la música es un arte creado para ordenar muchas voces
concordantes en un solo canto” definición que denota un concepto polifónico de la música,
sumamente avanzado para la época.

El máximo representante del formalismo en el S.XIX fue Hanslick, en su opúsculo “De lo


bello en la música” define a este arte como “formas móviles de sonido” y niega que pueda
servir para la expresión de sentimientos.
Sus teorías han sido muy combatidas, pero han tenido mucha influencia en la formación de
la estética musical “objetiva” de nuestros días.

Entre las modernas definiciones formalistas merece citarse a McEuwen: El arte de la


música consiste en el arreglo de sucesiones y combinaciones de sonidos musicales de
variada altura, cualidad, intensidad y duración, según ciertos principios.
Según Stravinsky la función de la música es esencialmente ordenadora.

Puede decirse que la mayor parte de los estéticos contemporáneos se orientan hacia una
concepción objetiva, formal, de la música, que es la que más se presta a la comprensión y
explicación de la música de hoy.

Son aspectos comunes a estas definiciones el destacar que:


- La música es una CIENCIA y a la vez, un ARTE.
- Se produce por la combinación, estudio, etc.., de los sonidos.
- Son de vital importancia el ritmo (duración), la armonía y la melodía.

DEFINICIONES PSICOLÓGICAS.

Califican a la música como el vehículo privilegiado de las emociones y sentimientos.

Se han desarrollado principalmente en la Edad Moderna, a partir del Renacimiento por la


secularización de las artes debida al Humanismo. Se necesitó un gran avance del
individualismo en el arte, de la concepción del artista como creador personal para que
triunfase la idea de que la música sirve como medio de expresión de sus estados de ánimo.

Estas definiciones acentúan el efecto que la música tiene en nuestra sensibilidad. La música
se convierte en un lenguaje apropiado para exteriorizar la vida afectiva y emotiva del alma.
Las formas se hacen más complejas armónicamente, y la música busca vinculaciones con lo
literario y poético.

El padre de las concepciones psicológicas es Descartes, distingue el conocimiento “claro y


definido”, proveniente de la razón, del conocimiento “obscuro”, que proviene de la unión
del alma con el cuerpo. Este conocimiento es el de los “afectos” y pasiones, y su lenguaje
es la música. Esta será la interprete privilegiada de la vida emotiva y sentimental del alma.
Mediante una sistematización y clasificación de las pasiones y afectos, Descartes los
convierte en conceptos, así la inteligencia podía operar con ellos e involucrarlos en un
sistema racional. La teoría de los afectos como se llamó en Alemania en el S.XVIII, fue la
doctrina favorita del racionalismo.
En el S.XVIII las definiciones de la música como ciencia aparecen paralelamente a las de
carácter psicológico-sentimental. Mattheson define la música como la expresión artística
de los sentimientos. A partir de Mattheson, estas concepciones se generalizan.

Cabría situar dentro del marco psicológico a las estéticas hedonistas, segúan las cuales el
fin de las artes en general y de la música en particular es producir placer.
Rousseau dice que la música es el arte de combinar los sonidos de una manera agradble al
oído. Su contemporáneo Burney afirma que la música es un lujo inocente, innecesario pero
un gran regalo para el sentido del oído.

Para Combarieu la música es el arte de pensar con los sonidos, un pensamiento sin
conceptos, cuyo fin es penetrar mejor las cosas. El pensamiento musical es la manifestación
de un instinto general y profundo.
Adolfo Salazar postula también la existencia de un instinto o sentido musical profundo.
Par Riemann la música es expresión de sentimientos, es un medio de expresar los
sentimientos más íntimos y comunicarlos a nuestros semejantes.

Para los psicólogos modernos de la música, este arte es un acto mental. Mursell define la
música como una creación de la mente dl hombre. Es una forma de sentimiento
sustantivada en una forma organizada de sonidos. La música es el lenguaje por excelencia
de las emociones.

Actualmente, son este tipo de definiciones las que predominan en los libros de estética y de
ensayo musical. Hoy día, muchas cosas que son música y no son fáciles de escuchar, ni se
basan en conceptos tradicionales como armonía, melodía, ritmo. Parece que lo único válido
es que la música se sigue haciendo con sonidos.

Resumiendo, este tipo de definiciones hacen especial hincapié en que la música además de
combinar sonidos, lo hace para conmover y hacer sentir algo a la persona.

DEFINICIONES MIXTAS.

Buen número de las definiciones acerca de la música no podrían ser incluidas íntegramente
en un solo casillero. Por un lado, reconocen el aspecto formal de la música, y por otro
acentúan el papel que las percepciones sonoras tienen sobre la vida afectiva del hombre,
así como la función del intelecto en la experiencia musical. La música, según ellas, no es
enteramente objetiva ni por completo subjetiva.

La primera concepción de esta clase corresponde a Aristóxeno, discípulo de Aristóteles del


S.IV a.c. rechaza tanto el empirísmo de los pedagogos como la especulación de los
pitagóricos. Aúna las dos facultades del escuchar y del intelecto. Por la primera juzgamos la
magnitud de los intervalos, por la segunda contemplamos las funciones de las notas.
Por haber sido el primero en establecer la especificidad del hecho musical, y por haber
estudiado en forma sistemática sus elementos, es considerado el padre de la ciencia de la
música y de la estética musical.
Par Kant la música tiene una base heterogénea. Pertenece a las artes formales peros u
alcance trasciende a la mera sensación.

La definición que da Glenn Haydon comprende los aspectos psicológicos, axiológico y


hedonista: la música es la interrelación del organismo humano con su contorno en la
organización y manipulación de los materiales sensoriales del sonido, en los cuales los
valores implicados tienen relación con el aspecto placentero de la experiencia como tal.

Las definiciones de tipo mixto han cobrado actualidad en los teóricos modernos que
consideran la experiencia estética como resultado de la interacción del yo total con el objeto
artístico. Desaparecería así la oposición entre las concepciones subjetiva y objetiva, puesto
que ambas quedarían comprendidas en una experiencia unitaria total.

¿QUÉ ES Y QUÉ NO ES LA MÚSICA?

Hoy día, se acepta que todo sonido puede ser música. “No existe acierto o equivocación en
esto; es, simplemente una cuestión de la variable sensibilidad de las distintas
personalidades ante los diversos géneros musicales”. Stokowsky. Ahora bien, todo sonido
puede ser música siempre y cuando posea un significado para alguien.
J.Torres lo ejemplifica al decir que el golpear de un martillo o el canto de un pájaro pueden
convertirse en música si la intención anímica de un oyente así lo decide.
A partir de ahí se extiende todo el inmenso campo de experimentación y creación del
hombre, donde interviene no sólo su voluntad de interpretar algo como música, sino de
producirla y orientarla él mismo con arreglo a los dictados de su sensibilidad y a su pericia
en el manejo de los elementos que constituyen la música.

LA MÚSICA COMO CIENCIA, COMO ARTE Y COMO LENGUAJE.

La música es al mismo tiempo una CIENCIA y un ARTE.


Para Riemann la música como arte no es otra cosa que la manifestación de la belleza por
medio de sonidos; pero esta manifestación reposa sobre una ciencia exacta, formada por el
conjunto de leyes que rigen la producción de los sonidos y sus relaciones de elevación y
duración.

Según Michels Ulrich la música contiene dos elementos: el material acústico y la idea
intelectual. El material acústico es el vehículo de que se vale la idea intelectual. Ese
material acústico experimenta una preparación premusical mediante un proceso de
selección y ordenación. Todo este ordenamiento previo es, en la música occidental,
rigurosamente científico.
¿Y dónde acaba la ciencia y empieza el arte? La idea intelectual convierte el material
acústico en arte de los sonidos, es la base científica la que permite estblecer un lenguaje
común y comprensible.

Según O.Karoly, la música debe ser apreciada emocionalmente y comprendida


intelectualmente.
El aficionado que gusta escuchar música pero no entiende su lenguaje es comparable al
turista que en sus viajes disfruta el paisaje, el sonido de las voces indígenas, pero sin
entender una palabra de los que dicen. Siente pero no comprende.
Al escuchar la música, hay que apreciar su arte y comprender su ciencia. Ésta es una
necesidad para el completo disfrute de la música.

LA MÚSICA COMO CIENCIA.

Hasta el Renacimiento la música fue considerada una ciencia. Este concepto se origina con
Pitágoras en el S.VI a.c. quién inicia la investigación del fundamento matemático de las
relaciones entre los sonidos, hallando las proporciones de la octava, la quinta, la cuarta, etc.
Siendo el número el fundamento de la música.

El pitagorismo y su continuación, el neopitagorísmo, tuvieron enorme influencia en el


desenvolvimiento de la teoría música. San Agustín afirmaba también que la música se basa
en leyes matemática y que el número rige tanto el mundo de los sonidos como los
fenómenos de la naturaleza.
Los principios pitagóricos fueron transmitidos a la ciencia medieval por Boecio y
Casiodoro en los S.V – VI d.c.
Boecio establece, para esta ciencia, tres categorías: música mundana, que se relaciona con
los ritmos cósmicos y los fenómenos naturales; música humana, que combina en el hombre
el alma con el cuerpo; música instrumental, la música propiamente dicha, la música como
arte sonoro.
Se incluye la música en el Quadrivium, junto con la geometría, la aritmética y la
astronomía.

En la baja Edad Media y en el Renacimiento las teorías de Boecio se mantiene más o


menos incólumes. La música sigue siendo considerada una ciencia, aunque el concepto de
ciencia evoluciona hacia un sentido de habilidad, de arte como destreza. Se da un carácter
más científico al pitagorísmo, las relaciones entre las matemática y la música se investigan
y se ajustan.
Bartolomé Ramos de Pareja (S.XV) indaga las proporciones matemáticas de los modos
mayor y menor y establece asía las bases para las modernas concepciones armónicas.

En el S.XVI Francisco Salinas, mantiene la división tripartita de la música establecida por


Boecio: Una es la que se dirige a los sentidos, otra a la inteligencia y la tercera a los dos a la
vez. Afirma que la esencia de la música es racional.

Con el advenimiento de los grandes sistemas racionalistas, vuelve a afirmarse la


concepción de la música como ciencia, aunque se da a ésta un sentido peculiar para
ajustarla a las cualidades de lo artístico.
Descartes (S.XVII) ciñe este arte a un ideal matemático y lógico. La belleza de la música
que da supeditada a las proporciones matemáticos.
Rameau dice que la música debe tener reglas estables, reglas que derivan de un principio
evidente, y este principio se esclarece con la ayuda de las matemáticas.
Leibniz afirma también las bases matemáticas de la música: la música es un cálculo
efectuado inconscientemente por el espíritu. Por su parte, casi todos los grandes
matemáticos han participado de la concepción de la música como ciencia.

Es Joseph Schillinger en nuestros días, quién ha llevado este concepto a sus últimas
consecuencias, en sus “Bases matemáticas del arte”. Parte de la base de que los cánones de
la belleza son totalmente computables por procedimientos matemáticos abstractos, de tal
modo que los resultados pueden ser empleados con fines analíticos o sintéticos. Es tiempo,
según él, de considerar la estética como una rama de las matemáticas.
La ciencia de la construcción musical deberá basarse sobre dos fundamentos: la mecánica
de la construcción formal y la mecánica de las reacciones. La primera está elaborada en
fórmulas matemáticas. Esto implica la eliminación de la creación espontánea o intuitiva, la
producción automática y la supresión del compositor o agente personal.

LA MÚSICA COMO ARTE.

En cuanto a las definiciones de la música considerada como arte, cabe agruparlas según sus
tendencias principales: metafísicas, psicológicas, formales etc.
Hay que tener en cuenta dos advertencias previas en este examen:
1ª- Ninguna de las definiciones conocidas abarca la totalidad de los fenómenos
musicales y sus implicaciones, tampoco ninguna puede considerarse completamente falsa o
deficiente, todas ellas tienen en cuenta aspectos parciales de la actividad musical.
2ª- Todas las definiciones de la música mantienen una estrecha relación con las
formas, estilos y tendencias predominantes en la época en que fueron formuladas.
Responden a experiencias vivas de su tiempo.

LA MÚSICA COMO LENGUAJE.

Todo arte es portador de una idea o intención intelectual-comunicativa, lo cual le convierte


en lenguaje.
Cuando analizamos la música como lenguaje ponemos el énfasis en los siguientes aspectos:
la música como transmisora de mensajes, la música como comunicación y la música como
un lenguaje único y propio.

La música como transmisora de mensajes. Es difícil describir el tipo de mensaje que


transmite por lo subjetivo de la decodificación individual, pero podemos distinguir entre un
mensaje afectivo, ya que es un arte capaz de vehicular emociones, un mensaje estético
universal, no ligado a un pensamiento abstracto, ni siquiera a un idioma concreto y un
mensaje intelectual presente en la música sobre todo cuando ésta se liga a los textos.

Nos referimos a comunicación entre intérprete que es el que comunica y el oyente. Esta es
una de las paradojas de este arte que no se da en otro, cuya comunicación entre el artista y
el que lo disfruta es directa, como en las artes plásticas.
Se establece aquí una secuencia: Compositor – Intérprete – Oyente.
En la medida en que el oyente descifra adecuadamente lo que emite el intérprete entenderá
mejor lo que el compositor quiso expresar, pero también es cierto, que en la medida en que
el intérprete es fiel al compositor expresará más fidedignamente su idea.
De aquí la cuestión ¿debe haber “interpretación” o estudio fiel del mensaje (partitura)
elaborado?.

Y el lenguaje musical es algo único y propio porque es un arte que ha creado sus propios
códigos lingüísticos, que son a la vez universales y complejos.
El desarrollo de la notación, la forma de medir los sonidos, la complejidad de una partitura
orquestal, incluso la representación de la música para ordenador... configuran un modo
único de organización que exige años de estudio para dominarlo, al igual que un idioma.

De esta manera, la música se configura como un lenguaje individual, en tanto que


interiorizado, pero también social, en tanto que representa modas generacionales de épocas
concretas, configurándose como un medio comunicativo excepcional, que al ser una
comunicación sin palabras amplía su capacidad de expresión intracultural.

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