Nació en Tristre, Italia, el 16 de diciembre de 1921,
vivió su niñez y adolescencia en Bélgica, donde ingresa al Seminario de Bruselas a los 18 años y ordenado sacerdote de la iglesia católica el 28 de julio de 1946 de manos del Cardenal Van Roey. Más adelante, respondiendo a una invitación del Papa Pío XII es enviado como voluntario a Venezuela por el mismo Cardenal Van Roey, donde llega en 1955 y en el año de 1959 funda la primera Escuela Artesanal en la comunidad de Lídice, al oeste de la ciudad capital, donde emprendió una lucha por la formación técnica- popular que le llevó a fundar años más tarde la más importante experiencia venezolana de formación técnica: la Asociación de Promoción de la Educación Popular (A.P.E.P.) haciendo un trabajo pastoral en Lídice, El Manicomio y en Catia, de la Ciudad de Caracas. Desarrolla seguidamente una intensa vida misionera en localidades populares y obreras de la capital, al detectar necesidades en la población, en su mayoría jóvenes analfabetos y desocupados y es así cuando se plantea canalizar su obra hacia la formación en el área técnica. Contó siempre con el apoyo del arzobispo de Caracas, Monseñor Rafael Arias Blanco y años después, a petición de Monseñor José Humberto Cardenal Quintero y basado en su primera experiencia de talleres artesanales, funda un 24 de abril de 1964 la Asociación de Promoción de la Educación Popular que, tras casi cincuenta años de trabajo cuenta hoy día con 184 centros de capacitación técnica a fin de promover la Educación Técnica y popular en todas sus formas. Para el Pbro. Armando Janssens, quien compartió con Monseñor Emilio el trabajo de pastoral en Lídice durante algunos de esos años, afirma que: “Este prelado fue un caso excepcional en el clero venezolano de los años cincuenta y sesenta ya que prefiguró con su obra una manera de relacionarse, eclesialmente, con el pueblo". En efecto, señala el padre Janssens, “Emilio Blaslov es toda una referencia para la Iglesia venezolana contemporánea ya que se caracterizó siempre por realizar una pastoral de conjunto, integral, plena, donde lo social y educativo nunca estuvieron desconectado de lo espiritual. Hizo una pastoral insertada, encarnada en el pueblo, desde la gente y con la gente, concreta en su expresión. Antecedió con su obra y prédica al Concilio Vaticano II y a la renovación que experimentó la iglesia después de Medellín y Puebla, sin estridencia, con modestia, con verdadero espíritu militante". Finalmente, expresa el Padre Armando Janssens, “Monseñor Emilio fomentó el valor del trabajo, decía con frecuencia que la mesa de trabajo del carpintero es para éste lo que el altar para el sacerdote". Predicó y practicó una verdadera teología del trabajo, indicando siempre que este era un valor que era necesario santificar. Falleció en la ciudad de Caracas un 16 de enero de 2004, a la edad de 82 años. Los restos de Monseñor Emilio Blaslov fueron enterrados en los terrenos de la A.P.E.P. ubicado en la UD-5 de Caricuao, al sur-oeste de Caracas, Distrito Capital, donde caminó y soñó con un ideal hecho realidad.
Hoy, a nivel nacional y es responsabilidad de todos
continuar con fe el legado que nos dejó y con constancia el mejoramiento hacia una obra totalmente suya, de la que nosotros somos piedra fundamental en cada uno de los centros talleres desde donde nos encontramos en toda la geografía nacional.