Aumentan los casos de anorexia y bulimia nerviosas

La anorexia y la bulimia nerviosas han experimentado un ‘claro

incremento’ en España en los últimos treinta años, según se desprende del
libro 'Trastornos de la conducta alimentaria', escrito por doctor Alfonso
Chinchilla, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal
de Madrid. Según la publicación, los casos de anorexia se han doblado y
se han quintuplicado los de bulimia.

Según señaló en rueda de prensa el profesor Chinchilla, las consecuencias

de estas patologías suelen ser de tipo somático o psíquicas y llegan a
ser mortales hasta en un diez por ciento de los casos.

La anorexia nerviosa es una enfermedad que, según las previsiones del

libro, padecerá 1 de cada 150 chicas de entre 12 y 18 años y de treinta a
cuarenta chicas entre 15 y 25 años por cada 100.000 habitantes. La franja
entre los 15 y los 18 años es el momento más 'peligroso', cuando los
adolescentes son más proclives a estos problemas. La sufren ocho chicas
por cada chico y aparece siempre antes de los 25 años, aunque lo habitual
es que los primeros síntomas se presenten entre los 14 y los 18 años.

Respecto a la bulimia nerviosa, se da una incidencia de alrededor de un 7

%, y también la sufren más las mujeres, más vulnerables a los mensajes
que ensalzan la importancia del cuerpo. El comienzo aparece por lo
general entre los 18 y los 25 años, «esto se debe a la inmadurez cerebral
propia de estas edades, por lo que es raro encontrar casos que aparezcan
más allá de los 25», señaló Chinchilla a 'elmundosalud.com'.

Las pacientes que sufren anorexia pueden padecer además depresiones,

ansiedad, obsesiones, cleptomanía, adicciones al alcohol o a sustancias
estimulantes. Según este psiquiatra, algunas se vuelven adictas incluso a
la heroína y la cocaína, como medida para aliviar el hambre.

Tanto la anorexia como la bulimia son enfermedades que afectan únicamente

al mundo desarrollado. Según los expertos, en las sociedades occidentales
se dan un cúmulo de factores que propician su aparición. La más elemental
es el culto al cuerpo que ha ido en aumento en las últimas décadas. El
claro poder patógeno de las modas, el ansia de delgadez, las dietas, la
influencia de los medios de comunicación y el ejercicio desmesurado son
otras razones que fomentan el desarrollo de anorexia y bulimia.

Generalmente, explica el autor, la puesta en marcha de ambas patologías

suele estar en alguna descalificación por parte de compañeros, amigos...
«Palabras como 'gordita', 'rellenita' pueden ser el desencadenante que
lleven al adolescente a decidir que quiere adelgazar a toda costa».

Inmadurez emocional Asimismo, los autores destacan que tanto la anorexia

como la bulimia nerviosas están relacionadas con un alto grado de
inmadurez emocional y afectiva, influenciadas por un mundo cada vez más
consumista y opulento.

Según el profesor Juan José López-Ibor, jefe del Servicio de Psiquiatría

del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, una educación sanitaria
adecuada sobre dietas y hábitos alimentarios ayudaría a la prevención de
los casos.

Por su parte, el profesor Chinchilla señaló que los principales

tratamientos de ambas enfermedades pasan por el tratamiento dietético y
la educación alimentaria, la psicoterapia (individual y familiar) de tipo
cognitivo- conductual, la farmacoterapia (sintomática, correctiva y
psicofarmacológica), un seguimiento de la enfermedad continuado que se
reducirá a partir de los 3-6 meses, grupos de autoayuda y la
psicoeducación. El tratamiento tendrá una duración mínima de tres años
para un correcta recuperación.

En el libro se ofrecen además una serie de indicadores que pueden

permitir a los padres descubrir cuándo sus hijos padecen anorexia. «Si
comienza a comer menos, pierde peso, o se marcha al baño inmediatamente
después de las comidas