Sie sind auf Seite 1von 2

Descripciones de la Yunta

Por años en los andes del Perú se ha denominado yunta a la pareja de toros yugados
(atados a un yugo a través de cabrestos o cuerdas hechas a base de cuero de res).

Yugo: el yugo es elaborado con madera propia de los lugares, en los andes de Penachi,
Kañaris, Inkawasi a menudo se utiliza pauca, pucho, estas maderas son especiales
puesto que son resistentes y pesan poco para poder ser conducido con facilidad por los
toros. Durante los meses de octubre, noviembre y diciembre se pasa la gente elaborando
sus yugos con escoplo en mano y algunos mazos de madera. Pican y pican la madera
mientras le dan forma para que vaya a la medida de la cabeza del toro. Muchos
agricultores utilizan algunas telas en los yugos para evitar que se hiera la cabeza del toro.

Coyunta: la coyunta es el cabresto o cuerda hecha también por los propios agricultores a
base de cuero de res. Aprovechan los cueros de las reses del lugar para construir
preciadas cuerdas que permiten atar el yugo a la cabeza del toro. Todos los agricultores
por estos meses se encuentran cortando el cuerpo para poder elaborar sus coyuntas, casi
no se emplea la soga de nailo porque estos tienden a herir la cabeza de los animales.

Timón: el timón es la madera larga que va desde el yugo hasta el arado, es aquel que
esta conectado con una soga y una madera, directamente al yugo. El timón juega un rol
importante porque es la que lleva consigo al arado al ser arrastrado por la yunta en el
yugo. Las maderas son principalmente lo más rectas posibles para no cansar al animal y
para evitar que choque en rocas, troncos, etc. En Penachí, en Kañaris e Inkawasi se
utiliza maderas derechas o rectas que hay en el lugar. En la parte alta de Penachi,
mayormente se usa la cascarilla.

Arado: El arado es una madera muy importante puesto que parte de ella va a la tierra. La
punta es protegida por una reja o hierro. Elaborar arados es toda una artesanía, hay
algunos que le dan formas diversas, también son trabajados con maderas distintas como
el faique. En la Comunidad Campesina San Mateo de Penachí, en honor a los arados y a
las pampas de faique (que precisamente forman arados) se bautizó a un lugar muy
peculiar con el nombre de ARAUMAJADA. Cualquier madera no puede ser arado o arau,
tampoco cualquier palo, sino que el agricultor va buscando en el campo maderas que
tenga esa forma para luego tallarlo y dejarlo listo para el día de la arada. Este se conecta
con el timón a través de una pequeña abertura que se le hace a la medida de la punta del
timón. Tanto el timón como el arado son ajustados a través de las cuñas. Las cuñas son
pedazos de madera que deben resistir a la fuerza de los toros, los troncos y algunas
piedras.

Reja: La reja es hierro que adecua a la punta del arado. El arado es tallado a la medida de
las rejas para que puedan abrirse los surcos de modo pertinente.

Clavija: La clavija es puesta en el arado para que el que arrea la yunta pueda agarrar al
arado. En épocas de lluvia es demasiado importante las clavijas, puesto que el agricultor
se enfrenta a diversos escenarios de lodo, rocas y lluvia permanente.

Gañan: Para todos es conocido el gañan, el hombre que arrea a las yuntas, es el hombre
que tiene entre su responsabilidad ver que el arado abra correctamente los surcos. Llama
a los toros por su nombre común. El gañan va con una penca especial en mano que
recibe el nombre de chicote.
Guiador: algunos agricultores acostumbran a poner guías a los toros, el guía es el
muchacho que va delante del toro con un palo en mano para orientar que no corran hacia
la arada o para que no salgan de él, provocando desordenes. En algunas minkas se
observa que la presencia del guía es importante, puesto que con tantas yuntas de por
medio, los toros tienen muchas ganas de armar pleitos y dejar de lado el trabajo. Fui guía
alguna vez en la vida, de niño guie las yuntas llamadas “Gavilan” y “Chiroque” dos
hermosos toros que año a año minkeaban en los sembríos de Don Tomas Carlos Duran
en Shusho, de Don Francisco Céspedes (Don Pancho Céspedes), donde Don Celso
Carlos y por supuesto en la minkas de Pedro Bernilla Carlos de Penachí. Eran tiempos en
la que las minkas acostumbraban a tener entre sus filas a 8, 10, 12 yuntas y unos 30
palaneros que dejaban grandes melgas negreando a lo lejos de los andes.

Con poncho en la cintura, palo en mano y con los pies descalzos en la mayoría de
guiadores, escuchábamos la voz de los gañanes que entre las nubes se perdía diciendo
arriba “Choroque”, “abajo Sansón”, “vueta vueta negro”, “tesa viejo pinto”, “oh…oh..oh
layo”….estos sonidos se combinaban con los bramidos de los toros de colores diversos
que al atarder, al igual que los gañanes ebrios con yonque y chicha se gritaban de una
melga a otra, de un canto al otro.

Das könnte Ihnen auch gefallen