Como todos sabemos el psicólogo Belisario Zanabria Moreno, cuyo título

profesional acaba de ser registrado en el SUNEDU (nadie sabe bajo que fórmula),
Decano Nacional que no estaba habilitado desde hacía buen tiempo, cuando lo
hicieron decano, actúa organizadamente con Elmer Salas Ascensios, quien no sólo
funge de “decano” del espurio “Consejo Directivo Regional Lima I” que funciona
como inquilino precario en el local del Consejo Directivo Nacional (CDN) ubicado
en el Jr. Pumacahua, que fue también tesorero del mismo CDN por disposición de
Zanabria.
[Esta disposición contraria a los Estatutos del Colegio de Psicólogos, como
veremos luego, delata la voluntad de actuar organizadamente para dar otros
usos o apropiarse de alguna manera de los cientos de miles de soles producto
del cobro de las mensualidades, colegiaturas, certificados, entre otros
conceptos, por lo cual no otorgan recibos válidos y sujetos a control y se
deposita en cuentas personales, no oficiales y de los cuales nunca han rendido
cuentas.
Es necesario recordar y tener presente que tanto Zanabria como Salas tuvieron
como personero electoral a José Cáceres Alvarado].
Esa persona que actúa bajo las sombras y para su único beneficio, a quien no
podemos llamarlo colega, ya que, de buena fuente sabemos que su título es
“trucho”, pues no aprobó las asignaturas obligatorias del plan de estudios de su
Universidad de origen. José Cáceres Alvarado ingresó al Colegio de Psicólogos sin
ser psicólogo, asesorando y de la mano de la exdecana nacional Rosa Velasco
(2012-2014), quien extrañamente, poco tiempo después lo colegió por
requerimiento del CDR V Piura, probablemente por temor a que se descubra lo que
estamos investigando.
Pero vendrían más SORPRESAS, la misma persona también fue personero, mentor
y asesor de la exdecana nacional Teresa Machado, y del candidato a decano del
Consejo Directivo Regional I Lima Lenin Orrillo Ledesma, en el proceso eleccionario
2014-2016.
Cáceres y Machado son responsables de la idea y creación del Consejo Directivo
Regional I Lima paralelo o “bamba”, sin argumentos estatutarios, por eso nunca se
le podrá considerar legítimo y el Consejo de Camilo Carrillo, tendrá siempre la
Inscripción en Registros Públicos. Hecho por el que tendrán que responder en algún
momento y por lo que buscan postular a la señora Tania Rojas, como caballo de
Troya, para ingresar nuevamente al colegio y hacer de las suyas, personaje a quien
previamente la hicieron famosa entregándole las cuentas del desfalco al colegio,
para denunciar al Consejo de Zanabria como castigo por haberlo votado a Cáceres
del paraíso.
El desfalco perpetrado al Colegio y consumido a manos llenas con cuentas de
“abogados” que vivían en Piura cuidando que nadie se entere como se colegió,
además de pagar a los miembros de la ODECMA- Piura, para que obliguen a los
jueces a dictar sentencia contra el Consejo Regional Lima I, y que jamás lograron
por lo burdo de sus diligencias, muchas veces redactadas por ellos mismos. Todos
ellos, incluyendo a Lenin Orrillo, Salas y el “buenito” Belisario Zanabria, quien
busca que el Congreso le apruebe su nueva ley de creación del Colegio de
Psicólogos, para quedarse un año más y las elecciones se caigan, son los
responsables de este conjuro a sabiendas que hacían mal.
Lenin Orrillo, quien después le cedió la posta a Salas; se fue (2016), sin presentar
ningún balance económico de su “gestión” a pesar de la ingente cantidad de dinero
que recaudó engañando principalmente a los jóvenes que necesitaban colegiarse y
uno que otro psicólogo despistado que buscaba figuración, en unión con el CDN
presidido por Machado y su asesor Cáceres.
En el actual proceso eleccionario Orrillo pretende integrar el CDN en una de las
listas. Identifiquemos esa lista y nos daremos cuenta de lo que le continuará
sucediendo al Colegio de Psicólogos del Perú sino paramos a tiempo esta afiebrada
pretensión.
¿Conocen ustedes de alguna obra objetiva realizada por estos tenebrosos
miembros en los últimos seis años o que exista un balance auditado que haya
presentado esta organización como “socios”?
¿Conocemos acaso la cantidad de dinero que han recaudado hasta el momento?
¿Y fíjense bien en cuantas listas de candidatos para las próximas elecciones se
encuentran mezclados los mismos personajes y sus aliados, también directivos
en su oportunidad e infaltables seguidores como ese huidizo jovencito llamado
Antonhy Copez, a quien hay que marcarlo de cerca, tampoco tan cerca?
Actualmente Salas candidatea a Decano Nacional. Y, por supuesto (¿Por qué será?),
Zanabria no escatima esfuerzos para que lo sea: reglamento a la medida, jurado
electoral de su entorno más íntimo y la posibilidad que el Congreso le cambie a
escondidas, la ley de creación ¿Cuándo lo hizo saber a la Asamblea General como
estatutariamente se prescribe? El maniobrará y lo apoyará hasta el final o mejor
dicho hasta mañana, cuando todos los colegiados veamos y comprobemos (con
evidencias) la catadura profesional y moral de Salas que lo inhabilitan no sólo
éticamente para tentar el Decanato Nacional (en verdad tendríamos que atraparlo
a él y a Zanabria antes de que fuguen sin rendir cuentas).
Veamos dos de los documentos-pruebas de la catadura moral y profesional
impropia de alguien que pretende ser decano nacional 2018-2019:
Documento 1: Resolución Directoral del Instituto Nacional de Salud Mental
“Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”. Se trata de la DESTITUCIÓN de Elmer Salas
Ascencios, prohibiendo su reingreso al servicio público, bajo cualquier forma o
modalidad, durante el período de cinco años como mínimo.
Una sanción de esa naturaleza en la administración pública, no se da todos los días,
se dictan cuando se trata de una falta muy grave o de un delito. Pueden leerla en
la siguiente página. (También pueden solicitar copia de la Resolución al mismo
Instituto).
Documento 2: Resolución del Ministerio Público. También trata de un
comportamiento inapropiado realizado el año 2012. LO SUSPENDEN SOLO DIEZ
(10) DIAS, pero, a tenor de los hechos; violar seis (06) literales del Reglamento
Interno de Trabajo de la entidad donde trabajaba, (Ministerio Público; dícese por
ello Perito Forense), artículos 61° y 79°, todos ellos realmente graves porque
implican aprovechamiento de una situación y plena conciencia para beneficiarse
(lo mismo que hace en el colegio), más aun, utilizando a los alumnos internos de
psicología.
CONCLUSIÓN: A través de la lectura de estos dos documentos fluyen las
características de personalidad del siniestro personaje, protegido y alojado por la
directiva del actual CDN en el local del Jr. Pumacahua. Vergüenza para los que lo
defienden y para la “directiva” donde él se dice “decano” (¿les dará algo por el
silencio y la defensa?).
Ahora que se conoce “alguito” del amiguísimo del decano nacional, por las obras
agraviantes que ostenta, sumándole la estafa a los jóvenes que no supieron
discernir y le entregaron su dinero a la oferta de supuestas facilidades y beneficios
por colegiaturas sin valor legal, es el momento que arrojemos la venda de nuestros
ojos y recapacitemos, por más identificados o amigos que seamos de ellos, el
colegio tiene espacio para los psicólogos decentes, probos, no para aquellos que
como los nombrados, escapan de esa línea, por eso exigimos que los miembros de
la listas relacionadas a aquellos comprendidos en esta irreverente historia, como
los nombrados José Cáceres Alvarado, Elmer Salas Ascencios autollamado decano
del Consejo espurio, renuncien irrevocablemente a ella porque no pueden decir
que no lo sabían; si ayer pudieron pasar como incautos, ahora, simplemente serán
cómplices.
De nuestro lado, continuaremos en la brega observando el comportamiento ético
y moral de los demás candidatos, incluyendo a Ciro Guevara, que parece que,
aunque con cierto temor, como “rampando”, continúa mintiendo como si nada
tuviera que ver en esta etapa de oprobio para la psicología peruana, desde la
secretaría general de la Dra. Rosa Velasco Valderas y a la orden del mentor de todos
ellos, el compañero José Cáceres Alvarado.
[Colegas: parafraseando a Don Manuel Gonzáles Prada, desde hace seis años en
el Consejo Directivo Nacional “donde se pone el dedo brota el pus”]. Por ello; que
desaparezca todo vestigio personal de sus causantes].

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