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ALUMNA:

Arteaga Gonzales, Antonia Elizabeth

PROFESION:
Derecho y Ciencia Políticas

DOCENTE:
Quevedo moreyra, Alma

CICLO:
V

TEMA:
Indivisión y Partición Sucesoria”

PUCALLPA – PERU
2017
DEDICATORIA
Dedico este trabajo a mis padres que me apoyan en todo momento de mi vida y a Dios
que me da un día más de mi vida y que gracias a él no sería nada
INTRODUCCION
Es la pluralidad entre los titulares de un derecho puede originarse por diversas
causas. La sucesión por causa de la muerte: el fallecimiento del causante da
origen a la indivisión hereditaria que se crea entre los herederos, indivisión esta,
que sin duda, es la de mayor aplicación práctica. En otros casos la indivisión
emanara del hecho de disolverse la sociedad conyugal que existía entre los
cónyuges, o de la circunstancia de que dos o más personas adquieran una cosa
en común. Y esto sin considerar otras indivisiones ya menos frecuentes, tales
como las que se forman al disolverse una sociedad de hecho, las impuestas por
el legislador, Lo que caracteriza la indivisión, copropiedad o comunidad es que
los derechos de los titulares sean análogos, de igual naturaleza.
“INDIVICION Y PARTICION SUCESORIA”
Es la pluralidad entre los titulares de un derecho puede originarse por diversas
causas. La sucesión por causa de la muerte: el fallecimiento del causante da
origen a la indivisión hereditaria que se crea entre los herederos, indivisión esta,
que sin duda, es la de mayor aplicación práctica. En otros casos la indivisión
emanara del hecho de disolverse la sociedad conyugal que existía entre los
cónyuges, o de la circunstancia de que dos o más personas adquieran una cosa
en común. Y esto sin considerar otras indivisiones ya menos frecuentes, tales
como las que se forman al disolverse una sociedad de hecho, las impuestas por
el legislador, Lo que caracteriza la indivisión, copropiedad o comunidad es que
los derechos de los titulares sean análogos, de igual naturaleza.
La definición o concepto anotado son lo clásico en materia de indivisión o
copropiedad, derivados del derecho romano propiedad. El derecho de cada
copropietario o indivisa -río no se entiende a una parte material de la cosa, la
cual esta indivisa, sino que hay una indivisión intelectual o de cuota del derecho
que se llama cuota parte o parte alícuota. La cuota parte que corresponde al
copropietario viene siendo una fracción numérica que se representa por un
quebrado, en el cual el numerador es la unidad y el denominador la fracción
respectiva. Así, por ejemplo, si Pedro y Juan son copropietarios por mitad. Pero
ello no quiere decir que correspondan determinadas cincuenta cuadras
cuadradas a cada uno, pues la cosa esta indivisa. Es el derecho el que se divide
y que está radicado en toda la cosa donde se encuentra cada indivisarío con del
derecho de otro.
No existe un tipo único de indivisión. Ella puede presentarse de diversas
maneras. No hay un criterio uniforme para clasificar la indivisión; puede decirse
que cada tratadista adopta criterios más o menos propio. Así tenemos que
acostumbra clasificarse la indivisión en voluntaria y forzada, según puede o no
ponérsele términos a ellas; en indivisiones activas o pasivas , atendiendo a si
los bienes comunes están destinados a desarrollar una actividad, o si se trata
de simples patrimonios en liquidación que están pronto a liquidarse y partirse; en
indivisiones contractuales y cuasicontractuales, según su origen emane de la
voluntades de las partes o se cree independientemente de estas; en indivisiones
principales y accesorias, clasificación que se hace teniendo en vistan si la
indivisión se presenta aislada, o si ella va anexa a un derecho de propiedad
individual.

En nuestro concepto la indivisión podría clasificarse desde tres puntos


de vista
a) Atendiendo al objeto sobre el que recae: en indivisiones sobre una
universidad e indivisiones sobre una cosa singular;
b) Atendiendo a su origen: en divisiones que nacen de un hecho, indivisiones
que nacen de un contrato e indivisiones impuestas por el legislador,
c) Ateniendo a su duración y a su carácter voluntario o forzado:
en indivisiones temporales o perpetuas, pudiendo ser las primeras de
duración indeterminadas o de duración determinada.
Entre las indivisiones que nacen de un hecho hemos contemplado: la
indivisión hereditaria que nace como consecuencia de disolverse la
sociedad conyugal; la indivisión que existe en las sociedades de hecho;
la indivisión que se sigue al disolverse una sociedad; la indivisión que
tiene su origen en el concubinato, y la que presenta en las
comunidades de agua.

La indivisión hereditaria
La indivisión hereditaria, que es el caso más frecuente de indivisión, nace de un
hecho, cual es el fallecimiento del causante. Ya dijimos en otras oportunidades
que sin duda fue esta clase de indivisión la que tuvo en mente el legislador al
reglamentar el cuasicontrato de comunidad. Para que se produzca la indivisión
solo es necesario la concurrencia de ese único requisito: que exista pluralidad
de herederos, no importando la calidad de estos, como pasamos a verlo.
Los sujetos de la indivisión hereditaria son los herederos, independientemente
de que los sean testamentarios, ab intestato, universales, de cuota o del
remanente.
No obsta a que se cree la indivisión entre los herederos la circunstancia de que
estos hayan aceptado la herencia con beneficio de inventario, cualquiera que
sea el efecto que se le reconozca a este beneficio. Porque si se le atribuye el
efecto de producir la separación de los patrimonios del causante y el propio de
los herederos, aparecen con toda nitidez la indivisión hereditaria, ya que el
patrimonio del causante no se confunde con el de los herederos. Y si se estima
que el beneficio de inventario no trae consigo la separación del patrimonio, si no
que únicamente limita la responsabilidad del heredero, ello tampoco es obstáculo
para el nacimiento de la indivisión entre los herederos

La indivisión y las personas jurídicas


El estado jurídico que resulta de la indivisión es el todo diferente a la situación
del patrimonio o de los bienes que pertenecen a una persona jurídica. En la
indivisión no hay personificación; no hay sino cuotas partes, tantas cuantas
indivisa ríos existan.
En la indivisión no existe una persona distinta del grupo de indivisa ríos,
situación diametralmente opuesta a la que se presenta en la persona jurídica.
En esta el titular del derecho de propiedad es la persona ideal o abstracta diversa
de los miembros que la componen; a estos no pertenecen los bienes ni por cuota
material ni por cuota ideal o abstracta.
La indivisión entre los legatarios

Hemos visto que el fallecimiento del causante da origen a la indivisión hereditaria


que se forma entre los herederos. Pero aquel hecho también puede traer consigo
la indivisión entre los legatarios, y ello acontecerá cuando se legan a varias
personas distintas cuotas de una misma cosa (art.1124). En este caso se crea
una indivisión que recae sobre una cosa singular, pasando los legatarios a ser
copropietario, codueños del bien legado, cuando el testador fuere comunero en
el, pues, entonces, de acuerdo con el (art.1110), se presume que el testador solo
a querido legar su cuota.

La indivisión que nace de un contrato


La indivisión puede nacer de un contrato en dos casos diversos: en primer lugar
cuando dos o más personas adquieren una cosa en común por cualquier titulo
tras latico de dominio seguido de la tradición, por ejemplo si Pedro y Juan
compran en común un inmueble determinado; y en segundo término si el dueño
exclusivo de un bien se desprende de una cuota de su dominio cediéndola a otra
u otras personas, como si Pedro, dueño de un automóvil, cede el cincuenta por
ciento de sus derechos a Juan.
Naturaleza jurídica de esta indivisión. La indivisión que emana de un contrato
de ordinario recaerá sobre una cosa singular; sin embargo, nada obsta a que
también pueda tener por objeto una universalidad; tal sería el caso en que
existiendo un solo heredero ceda parte de sus derechos a un tercero, o bien la
mitad a otro.
Podría pensarse que la indivisión que nos ocupa, por emanar de un contrato,
debería calificarse de comunidad contractual, contraponiéndola así a la
comunidad cuasicontractual. Sin embargo, en nuestro concepto ello no sería
propio. Estimamos que tal comunidad también es cuasicontractual, ya que no
hay estipulación de comunidad, voluntad expresa de dar nacimiento a ella; ha
existido voluntad, intención para celebrar el contrato que trae consigo la
indivisión, pero no para la indivisión misma, la cual nace como una consecuencia
del contrato celebrado. Creemos mas propio reservar la denominación de
comunidad contractual para aquellos casos en que hay pacto de comunidad,
reglamentado expresadamente por el contratante.

Indivisión voluntaria de tiempo indeterminado.


Hemos dicho que la indivisión se presenta con frecuencia como un estado
transitorio, los bienes que componen son verdaderos patrimonios en liquidación.
De ahí, entonces, que en cualquier momento, salvo algunas excepciones, los
indivisa ríos pueden solicitar la liquidación y partición de los bienes comunes.
Para ello el legislador faculta a los indivisores para solicitar en cualquier
momento la partición de los bienes comunes al decir: ninguno de los
coasignatarios de una cosa universal o singular será obligado a permanecer en
la indivisión; la partición podrá siempre pedirse con tal que los coa signatarios no
hayan estipulado lo contrario.
El legislador faculta a los indiciarios para reclamar la partición, no mira con
simpatía el estado de indivisión, y ello por tres razones:
1- La indivisión procede el estancamiento de los bienes ; lo que es contrario
a la subdivisión de la propiedad, factor este se adelanto económico
poderoso;
2- Es distinta la situación del que es propietario exclusivo de un bien de la
de aquel que so lo posee en indivisión o comunidad. Estima el legislador
que los propietarios exclusivos son más celosos en la conservación y
explotación de sus bienes que aquellos que solo tienen un derecho
indiviso, y
3- Finalmente, la comunidad o indivisión es fuente de discordias y
dificultades entre los coparticipes. Es esta una idea que ya tenía los
romanos al decir: la comunidad de fuente inagotable de pleito.
Lo anterior se refiere que dentro de la indivisión voluntaria, la regla general
es que sea de duración indeterminada, por cuanto subsistirá hasta el
momento en que cualquiera de los comuneros, haciendo uso del derecho
que le concede la ley, pida la partición de los bienes comunes.

Indivisión voluntaria de tiempo determinado

La indivisión voluntaria de tiempo determinado puede presentarse en dos


casos: cuando los indiciarios pactan; y en la indivisiones del hogar obrero,
poco frecuente, pero que también tiene aspectos de interés.
Cuando decimos que el legislador faculta a los indivisos ríos para solicitar
en cualquier momento la partición de los bienes comunes y esto es
derecho de orden público. Esto también autoriza a los indivisos ríos para
estipular la indivisión por un plazo no mayor de cinco años.
No puede estipularse proindivisión por más de cinco años pero
cumpliendo este término podrá renovarse el pacto.
Si el legislador considera como de orden publico la facultad del indivisa
río para solicitar la partición, podría pensarse que hay inconsecuencia de
su parte en permitir al mismo tiempo que se pacte la indivisión, ya que el
efecto propio de este pacto es el de retardar la partición. Sin embargo, no
es así no hay tal facultad de recordación o contradicción. Son muchos los
casos en que no es aconsejable ir a la partición; de ahí que el legislador
autorice el pacto de comunidad. Por ejemplo, si el causante hubiera tenido
un determinado giro de negocios que a su fallecimiento estaba en pleno
desarrollo, de manera que su liquidación rápida fuere perjudicial para los
herederos; en otros casos el estado del mercado para liquidar los bienes
puede no ser propicio, de modo que todo aconseja esperar; finalmente,
en no pocas
Oportunidades habría incapaces entre los comuneros, lo que dificulta y
entraba la liquidación, y será lógico, entonces aguardar que los menores
lleguen a la mayoría de edad.
La indivisión forzada o perpetua
La regla general en este caso es que los bienes poseídos en comunidad
sean susceptibles de división, y que, en consecuencia, la indivisión pueda
determinar por su liquidación y partición. Pero hay casos en que esta
partición no es posible, y entonces estamos en presencia de las
indivisiones forzadas o perpetuas, a las cuales no se puede pones fin
mediante el ejercicio de la acción de partición. De ordinario estas
indivisiones forzadas derivan su carácter de la naturaleza o destinación
de los bienes.
La enumeración en los casos de indivisión forzada.
Nos encontramos con indivisiones forzadas en los siguientes casos:1) en
los bienes afectos al uso al uso común de un edificio dividido por pisos o
departamentos; 2) en la medianería; 3) en las servidumbres, 4) en las
pertenecías mineras; 5) en los lagos de dominios privados; 6) en la
propiedad fiduciaria, y 7) en las tumbas o mausoleos.
Breve reseña sobre la reglamentación de los edificios divididos por piso o
departamentos. Lo normal es la división vertical de los edificios, pero
últimamente ha tomado mucho auge la división horizontal del dominio, es
de sir los edificios divididos por pisos o departamentos; ello se explica
porque mediante este sistema de construcción puede obtenerse la
vivienda a un precio menor, sobre todo en los sectores céntricos de las
ciudades.
Un caso de indivisión forzada.
La medianería: el dueño de un predio tiene el derecho de cerrarlo o
cercarlo por todas partes, en conformidad a lo dispuesto en el (art. 844).
Ahora bien estos cerramientos pueden efectuarse por cercas o murallas
divisorias o mediantes. La muralla o cerca es divisoria cuando dividiendo
dos predios pertenece exclusivamente a uno de los dueños de los predios
colindantes. Pero lo más corriente es que la cerca o muralla sea
medianera, es decir, que pertenezca en común a ambos dueños de los
predios colindantes.
Obligaciones de los indivisosríos
Las principales obligaciones que pesan sobre los indivisa ríos son la de
contribuir a las obras y reparaciones de las cosas comunes; la de
obtenerse de hacer innovaciones en los inmuebles comunes sin el
consentimiento de los demás indivisa ríos; y la de pagar a la comunidad
lo que sacan de ella.
Obligaciones de contribuir a las obras y reparaciones de la comunidad
proporcionalmente a su cuota pero el legislador no es del todo claro en
este precepto al referirse a las obras y reparaciones de la comunidad.
Surge la duda de saber si con ello ha querido comprender las mejoras
tanto necesarias como las útiles. Afortunadamente la duda se disipa
cuando el legislador aclara que cada socio tendrá el derecho de obligar a
los otros a que háganlo en las expensas necesarias para la conservación
de las cosas sociales. Y ya sabemos que esto se refiere a los comuneros.
En consecuencia no puede ser otro que referirse a la expensa necesaria
para conservación de la cosa común.
De aquí deducimos que tratándose de mejorar útiles, pero no ceses arias,
no puede un comunero ser obligado a hacerlas. Sin perjuicio de que una
vez hechas su actor pueda accionar contra los demás comuneros
mediante el ejercicio de la acción de enriquecimiento sin causa, esto es,
de la acción in rem verso.
La contribución de los comuneros a las expensas necesarias de
conservación de las cosas comunes es en proporción a la cuota que le
cabe en la comunidad, cuota que debe presumirse que es igual para todos
los comuneros.
En nuestro código no se contempla esta derecho como una regla general
aplicable a todos los casos de indivisión o comunidad, sino que
únicamente lo establece para la medianería. Este precepto después de
decir que la expensas de contribución, conservación y reparación del
cerramiento son de cargo de todos los que tengan derechos de propiedad
en el, a prorrata de sus derechos. Sin embargo, podrá cualquiera de ellos
exonerarse de este cargo, abandonando su derecho de medianería, pero
solo cuando el cerramiento no consiste en una pared que sostenga un
edificio de su pertenencia.

Algunos Términos de la indivisión son:

Reunión de todas las cuotas en una sola persona.


La indivisión o comunidad supone que exista pluralidad de titulares de un
derecho. De ahí entonces que si la cuota de todos los comuneros pasan
a radicarse en una sola persona, es lógico que determine la copropiedad
y se reemplace por la propiedad individual.
La ley no pone ninguna exigencia para que en el caso en estudio termine
la indivisión. En consecuencia, es indiferente que quien adquiere todas
las cuotas sea uno de los indivisos ríos o un tercero extraño. Asimismo,
poco importa el titulo en virtud del cual una misma persona reúne en si las
distintas cuotas.
Destrucción de la cosa común.
Extingue la comunidad por que desaparece su objeto. Si la destrucción de
la cosa es solo parcial, la indivisión subsistirá sobre lo que reste.
Partición.
Finalmente, la indivisión termina con la división del haber común. Este es
el modo normal de poner fin a la a comunidad.
Esta causal, que sin duda es la más importante, nos lleva a estudiar la
partición de los bienes.

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