En los 25 años que llevan al frente de Rinker, CEMEX ha evolucionado desde
una pequeña, de propiedad privada, empresa mexicana enfocada en cemento de 6.500 empleados y 275 millones de dólares en ingresos de la bolsa, líder global de 65.000 empleados con presencia en 50 países y 21.7 billones de dólares de ingresos anuales en 2007.
Mucho antes de su primer paso significativo hacia la expansión internacional en
el año 1992, CEMEX ha desarrollado un conjunto de competencias básicas que definiría su trayectoria posterior incluyendo fuertes capacidades operacionales basados en la ingeniería y TI, y una cultura de la transparencia. También había dominado el arte de la adquisición e integración dentro de México, después de haber crecido a pesar de adquisiciones a lo largo de los años. Entre 1987 y 1989 solamente, la compañía gastó 1.000 millones de dólares, a fin de solidificar su posición en el hogar.
Cuando el actual Director General, Lorenzo Zambrano, asumió su puesto en
1985, México ya había comenzado el proceso de apertura de su economía, que culminó con su entrada en el TLC.
En 1989, CEMEX concluyó una etapa importante en la consolidación de su
posición en el mercado mexicano de cemento por la adquisición de la productora mexicana de cementos Tolteca, convirtiendo a Cemex el segundo mayor productor de cemento de México y su inclusión en la lista de los 10 principales productores de cemento del mundo. En el momento de la adquisición, CEMEX se enfrentaba a la creciente competencia en México. Sólo tres meses antes del acuerdo con Tolteca fuera terminado, la suiza Holcim (Holderbank), que posee el 49% de la tercera mayor productora mexicana de cemento Apasco (19% de cuota de mercado), anunció su intención de aumentar su capacidad de cemento por 2 millones de toneladas. CEMEX se enfrentó con sanciones comerciales en los Estados Unidos, su mayor mercado fuera de México. En 1992, CEMEX adquirió una participación mayoritaria en dos empresas de cemento españolas, Valenciana y Sanson, por 1.8 billones de dólares, dándole una cuota de mercado mayoritaria (28%) en uno de los mercados de cemento más grande de Europa.
Mover CEMEX a España fue seguido poco después con adquisiciones en
Venezuela, Colombia y el Caribe a mediados de la década de los noventa, y las Filipinas e Indonesia a fines de los noventa. Estas adquisiciones, por lo general, podía considerarse como explotar las capacidades centrales de CEMEX, que ahora se consideran lecciones aprendidas en las operaciones de México y España.
Por último, con un número creciente de mercados y plantas en la cuenca del
Caribe, CEMEX comenzó a explotar activamente la capacidad de comercio de cemento, economizando la demanda de capacidad y elevando el promedio de las tasas de utilización en una industria notoria por las grandes fluctuaciones en la producción en línea con las fluctuaciones macroeconómicas.