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Cantv, la entrega de la soberanía” por Rafael Ramírez

18 de agosto, 2019 - 10:59 am

Rafael Ramírez
Uno de los elementos más peligrosos de la gestión gubernamental es el fenómeno de la paulatina y constante
entrega de nuestra soberanía, de nuestros recursos naturales y empresas Estatales.
El gobierno anuncia que una empresa transnacional china entrará a operar Cantv y Movilnet, las separará e
intervendrá para “reflotarlas”. Así como si nada, ¡listo! maduro decide entregar, de espaldas al pueblo, dos
empresas estratégicas para el país, que fueron nacionalizadas por el presidente Chávez en 2007.
Nadie sabe nada, de qué se trata realmente, ni porqué, ni los términos y condiciones. No saben ni los obreros
de la propia empresa, ni los antiguos directivos, tampoco la Asamblea Nacional Constituyente y mucho menos
la Asamblea Nacional.
Se habla de un “holding”, de una empresa nueva, con esquemas confusos y maniobras semánticas para
enredar y ocultar la verdad: Se ha entregado la operación de la empresas a una trasnacional. El gobierno hace
lo que quiere, sin el más mínimo respeto, no solo por el vapuleado legado del gobierno del presidente Chávez,
sino por las leyes, los mecanismos de funcionamiento y control de la Administración Pública o de la
Constitución.
El gobierno estaría entregando la operación de dos empresas emblemáticas para el país: Cantv y Movilnet a
una empresa transnacional china, que podría ser de cualquier nacionalidad, turca, rusa o norteamericana, eso
es indiferente, para que las “intervenga” y “reflote”. Se consuma así, otra entrega, otro retroceso en el ejercicio
de nuestra soberanía, es decir, la capacidad de manejar asuntos estratégicos para el funcionamiento del país
en favor de su independencia. En este caso estaría involucrado todo el sector de las telecomunicaciones.
¿Quién controlará a los chinos, especialistas en vigilancia, escucha y control? ¿Quién tendrá el control de los
servidores y bases de datos de las empresas del país, de PDVSA, del TSJ, de los Registros Públicos, del
SAIME, del SENIAT, del CNE, de los sistemas automatizados del país? Será que ahora con maduro repetimos
el drama de Intesa en PDVSA (cuando se entregó el cerebro electrónico de la empresa a una empresa privada
norteamericana), solo que ahora se privatiza el cerebro electrónico de todo el país, sin excepción. Preguntas
que debemos hacernos, sobre todo porque si, en este momento, usted trata de acceder del piso 6 hacia arriba
de la Torre Cantv de la Avenida Libertador, no lo puede hacer sin un carnet emitido directamente por la referida
empresa china.
Todos recordamos cuando en el año 1991, el gobierno de Carlos Andrés Pérez privatizó Cantv a favor de un
consorcio liderado por la empresa norteamericana GTE, en medio de la ofensiva neo-liberal y privatizadora de
los mismos que hoy proponen un “plan país”. La única diferencia con lo que sucede hoy día es que, en aquel
momento, al menos se discutió en el antiguo Congreso. Recuerdo la férrea oposición de la fracción
parlamentaria de la Causa R, en absoluta minoría, y específicamente al profesor Aristóbulo Istúriz, entonces
combativo diputado, para tratar de impedir el acto de venta de la empresa, en un gesto desesperado pero
digno, mientras que la oposición de entonces recurría en contra de la privatización ante la Corte Suprema de
Justicia y la Fiscalía General de la República.
Los sectores revolucionarios de ese período tenían un discurso contra la privatización o entrega de empresas
del Estado. ¿Y ahora? ¿Qué ha pasado con aquel discurso? ¿O será que hay transnacionales buenas y
transnacionales malas, entregas buenas y entregas malas?
¿El gobierno ha entregado Cantv y Movilnet? ¿Quién discutió ésto? ¿Dónde se decidió? ¿Por qué? ¿Cuáles
son los términos y condiciones de esta entrega, de esta cesión absoluta de operaciones, de esta intervención?
¿Cuál es su alcance? Pero lo más grave, es que no hay órgano al que recurrir, nadie se atreve a decir nada, de
facto no existe ya el control Contencioso Administrativo, el Constitucional, ni siquiera la Acción de Amparo. No
se puede acudir al tsj, mucho menos a la fiscalía. Quien diga algo corre el riesgo de ser acusado de
conspirador y de ir preso, sea trabajador, sindicalista, gremialista o político. Será “juzgado” en cadena nacional
y por tuiter directamente por maduro con el aplauso de su círculo íntimo. Se llamará a hacer una manifestación
para defender nuestras “decisiones soberanas” antiimperialistas. Le tocará esperar audiencias diferidas
decenas de veces, en La Tumba o El Helicoide y será calificado “ad perpetuam” de “corrupto”.
Ahora, en medio de la peor crisis de nuestra historia republicana, con un gobierno sin ningún tipo de control,
que no le rinde cuentas a nadie, donde se hace “lo que maduro diga”, avanza un proceso, más grave que el de
aquellos años, de ofensiva neoliberal. Ahora sin ningún respeto por la ley, sin instituciones del Estado que
controlen la acción del gobierno, en secreto, en medio de la desestabilización y los efectos devastadores del
paquetazo del desastre, entre la incapacidad y el miedo, se entrega el país.
Así como la privatización de aquellos días era parte integral del paquetazo de CAP; la entrega de hoy es parte
del paquetazo de maduro que justamente cumple un año marcado por otro fracaso en toda la línea, un
paquetazo que solo sirvió para arrebatar los beneficios y conquistas laborales de los trabajadores venezolanos,
además de dar la estocada final al salario y el valor de nuestra moneda.
Por supuesto que esta entrega ha sido antecedida por una pésima gestión gubernamental. A pesar de que al
frente de Cantv ha estado un cuadro con suficientes credenciales técnicas, el gobierno estranguló a la
empresa, se le restringieron los recursos, se postergaron las inversiones, decisiones, se deterioró el servicio,
se creó un ambiente perfecto y propicio para “justificar” su privatización. El público está harto del pésimo
servicio de Cantv, de Movilnet, de las fallas de internet. Quiere cualquier cosa, “siempre será menos malo de lo
que hay ahora”. El madurismo sigue dando argumentos para promover el remate del país, es el madurismo el
primer promotor del “plan país” de la oposición.
Estamos ante una lógica desnacionalizadora: el gobierno destruye las empresas del Estado, no las sabe
gestionar, no tiene capacidad, no le importan, abona el terreno para que “otro” se encargue de ellas. Ésto ha
sucedido con todo el sector público, desde PDVSA, pasando por la CVG, empresas básicas, Sidor,
cementeras, Pequiven, aluminio, agrícolas, alimentos, transporte, eléctricas, agua, telecomunicaciones; sin
mencionar a la educación, salud y en general, la prestación de servicios esenciales para la población.
Todo el sector de la economía estatal ha sufrido las torpezas e incapacidades del madurismo: desde
“sacudones” a “intervenciones”, pasando por la persecución y descalificación de sus trabajadores catalogados
como “corruptos”, “conspiradores”, “falsos positivos”, y toda clase de epítetos y acusaciones que han sido la
antesala de una violenta operación de intervención y toma de control de las empresas o sectores. Hasta que el
funcionario madurista de turno no se siente en su pequeño trono, no cesa el ataque y la aniquilación de la
empresa. Ninguna empresa ni institución del Estado, pasando por ministerios, Tribunal Supremo, Banco
Central de Venezuela, Fiscalía, nada ha escapado a esta lógica destructiva. Un gobierno de incapaces e
improvisados ha convertido a nuestro país en una tragedia, y a nuestro sector público en un amasijo de activos
paralizados e improductivos, listos para ser privatizados, por maduro o por guaidó.
maduro hace el trabajo sucio que se suponía haría un gobierno de extrema derecha si llegaba al poder:
desmontar el Estado, revertir la soberanía económica alcanzada durante el gobierno del presidente Chávez y
crear las condiciones subjetivas, en la psiquis del venezolano, para privatizar las empresas públicas, entregar
los recursos naturales y provocar un tremendo frenazo y retroceso al avance de nuestro país en sus
posibilidades de alcanzar desarrollo económico-social, soberanía y el buen vivir de nuestros ciudadanos.
Lo más paradójico e indignante de todo esto, es que lo ha hecho en nombre de Chávez y del socialismo, pero
han plagado nuestra patria de miseria, injusticias y tristeza, traicionando el legado que se les entregara en 2013
y que juraron defenderían. Farsantes.
No es solo Cantv y Movilnet
Esta entrega tras bastidores ha sido antecedida de un proceso acelerado, e igualmente ilegal y secreto, de
privatización del sector petrolero y gasífero del país. PDVSA se privatiza a favor de transnacionales rusas,
chinas, de la Shell, de la Sargent Marine y a favor de los sectores económicos del círculo íntimo del madurismo.
Todos los campos petroleros de los antiguos Convenios Operativos que fueron objeto de la migración al
esquema de Empresas Mixtas, en el marco de la Ley Orgánica de Hidrocarburos y de la Plena Soberanía
Petrolera entre 2004 y 2006, están siendo entregados a empresas privadas, rematadas en secreto. Se les
ceden los equipos, taladros, infraestructura, hasta los ingenieros y trabajadores calificados. ¿Quiénes son los
favorecidos? el madurismo, sus testaferros, socios privados, bolichicos y toda una fauna de oportunistas y
aventureros.
Las áreas de la Faja Petrolífera del Orinoco que fueron nacionalizadas en 2007, en el marco de la Plena
Soberanía Petrolera, las que logramos recuperar del control de la ExxonMobil, de Conoco Phillips, de la
Orimulsión, hoy día han sido entregadas a las empresas rusas y chinas. Así, sin más, sin rendirle cuentas a
nadie, violando la ley y la Constitución que reserva estas actividades al Estado. maduro y quevedo firman y
hacen lo que quieran con el petróleo, venden, ceden activos del país, adelantan negocios oscuros, sin rendir
cuentas a nadie mientras que la producción sigue en picada y PDVSA se diluye como empresa operadora del
Estado.
Por medio de las agencias de noticias rusas se pudo enterar el país que el gobierno había entregado las
reservas de gas, el Gas de la Patria, al norte del estado Sucre, a la misma empresa rusa de la Faja, la que hoy
día controla nuestras exportaciones. Lo hizo, además, dándole exenciones fiscales, es decir que no paga
impuestos. Se llevan el gas de la patria, el gas del proyecto Mariscal Sucre, que se suponía apalancaría el
desarrollo del Polo Gasífero de Güiria, del Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho, el CIGMA. Se
quedará el pueblo de Güiria y del Estado Sucre esperando el Gas de Chávez, el del Cruz de Mayo. Ese gas,
compatriotas, no llegará a nuestras tierras de oriente, se irá de la patria.
Así, el gas que hace falta para la industrialización, la petroquímica, el gas doméstico y el sector eléctrico, se lo
llevan para la exportación. Tal como sucedió con el gas del Golfo de Venezuela, entregado a las empresas
europeas para que lo exporten a través del gasoducto Antonio Ricaurte; como sucedió con el gas de oriente,
entregado a la Shell; así como también sucedió con el gas de la Plataforma Deltana, entregado a las
transnacionales del gas en Trinidad y Tobago. Se llevan nuestros recursos naturales, maduro los remata sin
rendirle cuentas al pueblo, sin decir nada, en secreto. Mientras tanto nuestro pueblo no consigue gas, ni
gasolina, ni tiene luz eléctrica.
Igual ha ocurrido con el Arco Minero, la entrega del oro y minerales estratégicos; como también con las
empresas de alimentos, convertidas ahora en bodegones dolarizados para un país donde el sueldo mínimo es
de apenas 5 dólares mensuales.
Esta relación del despojo, además de denunciar el verdadero carácter entreguista y anti-nacional de este
gobierno, de descubrir y seguir desenmascarando al madurismo y sus verdaderas intenciones, pretende alertar
a aquellos que todavía puedan estar confundidos, sobre todo desde el campo nacionalista, progresista o de
izquierda, que el madurismo, más allá de su improvisación e incapacidad, avanza intencionalmente y con
pasos claros en el desmontaje y entrega de nuestra soberanía económica para reinstalar un modelo
profundamente minero extractivo y dependiente, aunque con nuevos actores e intereses.
Estamos ante el accionar de un gobierno que, valiéndose del miedo y el control que tienen del país, de los
medios y las redes sociales, del hambre, actúa al margen de la Ley y la Constitución para mantenerse en el
poder. Venden la patria y entregan los activos del Estado a nuevos actores internacionales en un gigantesco
acto de corrupción que ocurre en secreto y sin que nadie se atreva a pedir cuentas, porque si no “se seca” y
cuyo único propósito es comprar apoyo y tiempo.
Pero esta relación del despojo también nos ayuda a construir la agenda de lo que deberemos revertir y
acomodar cuando salgamos de este desastre de gobierno. Si fuimos capaces de hacerlo con la nefasta
apertura petrolera, montada entre artilugios legales con conocimiento y el propósito deliberado de confundir;
será mucho más fácil desmontar esta entrega malandra, hecha al margen de la ley y violando los mínimos
mecanismos de transparencia y cualquier vestigio ético en el ejercicio del gobierno. Todos los actos de maduro
son nulos, están viciados de Nulidad Absoluta, son Inconstitucionales y no tienen efecto legales ni hacia atrás,
ni a futuro.
Tomen nota los trabajadores, el país entero, son estas las cosas que habrá que enmendar, revertir, cuando el
pueblo vuelva a tener el control de su destino, restablecer la Soberanía del país, será parte de la agenda de
trabajo urgente de la Junta Patriótica de Gobierno.

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