ANTECEDENTES DE RESTAURACIÒN.

Teorías de conservación

La restauración y protección de edificios antiguos es una actividad que data de la época de la Europa antigua,
evolucionando junto con los diferentes estilos arquitectónicos y las corrientes intelectuales de cada época.
Luego de la Revolución Francesa en el año 1789, debido a la vasta destrucción, se iniciaron los movimientos de
protección a los edificios históricos, empezando los resultados positivos en el año 1837 cuando se crea la
comisión de monumentos históricos, por Ludovic Vitet y Prosper Merimee (BONFIL RAMÓN. APUNTES SOBRE
RESTAURACIÓN DE MONUMENTOS PÁG. 50), instruyendo a jóvenes arquitectos en la restauración, al contrario de la
Arquitectura la cual surgió desde los inicios de las civilizaciones.

La Conservación como actividad que induce a la valoración de las edificaciones no se da en Guatemala como
tal sino hasta la segunda mitad del siglo XX, producto de la sensibilización de instancias públicas derivada de la
influencia que generan a nivel local las cartas y convenios suscritos en materia de conservación de
monumentos y centros históricos, pues antes de este fenómeno en Guatemala solo se dio el interés por la
investigación y exploración de monumentos de manifestaciones prehispánicas fruto de la incursión de
universidades norteamericanas y europeas que produjo el descubrimiento de gran cantidad de centros
arqueológicos en estado ruinoso y lamentable y que algunos casos se relacionaban con edificaciones del
periodo de la colonial, lo que genero la necesidad de intervenirlos y conservarlos; respondiendo a las
características del entorno y el medio que lo rodean.

En la actualidad en Guatemala la Conservación es una actividad que no se encuentra regulada formalmente

sino que se basa en teorías influenciadas principalmente por las escuelas mexicanas de conservación, o bien
fruto de la influencia que han generado las diferentes cartas y tratados internacionales; por lo que las
actividades de conservación se basan principalmente en criterios formulados y aplicados a un patrimonio
cultural especif́ ico, que no abarca a cabalidad su extensión.

En consecuencia a lo anteriormente descrito es evidente que el Monumento de “Santa Teresa de Jesús” posee
un testimonio histórico, artístico y cultural es fundamental trabajar para conservarlo e imponer un cuidado
permanente restableciendo su valor. Por lo que establecer una teoría sobre como intervenir no es el principal
obstáculo sino la magnitud, el enfoque que se dará o bien la aplicación del nuevo uso pues la función del
monumento ha variado durante el tiempo, siendo necesario definir un nuevo programa que se ajuste a los
requerimientos de la sociedad y al tiempo en el que vive.