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Y MAX
celebramos el 150º aniversario de Max Weber.
Dos autores de origen alemán, culpables en
WEBER
gran medida de la gestación de la Sociología
como disciplina y del conocimiento científico
de la sociedad moderna. Como objeto de
estudio ambos se interesaron por el desarrollo
del capitalismo, si bien desde dos enfoques
MANUEL RODRÍGUEZ radicalmente diferentes. Marx entendía que el
origen del mismo está en la economía
Politólogo, licenciado en Derecho y
(infraestructura), que genera una determinada
codirector de Cámara Cívica.
manera de pensar (superestructura). Weber
. Especializado en teoría política,
dedicó su La Ética Protestante y el Espíritu del
comunicación política, incidencia
Capitalismo a demostrar que una determinada
política y Sáhara Occidental.
(@ManuRodriguezCC) forma de pensar puede impulsar un tipo de
La Sociología
Estos dos autores merecen ser tenidos en cuenta por cualquiera que
tenga un mínimo de interés en cómo funciona la sociedad, pero para
quien se inicie en las ciencias sociales es fundamental. Esto se debe a
que desde ópticas muy diferentes tomaron como objeto de estudio los
mismos elementos: la sociedad burguesa, el capitalismo y el Estado. Por
una parte, Max Weber aplicó conceptos de la temprana “teoría social” o
Sociología: desarrolló la “sociología comprensiva” para describir y
entender (verstehend) el funcionamiento de la sociedad de su tiempo. Su
crítica no es más que su forma de describir los fenómenos sociales con
su propia perspectiva y metodología. En cambio, Karl Marx enfoca su
análisis de la sociedad burguesa en comprender su funcionamiento para
generar herramientas para transformarla: el objetivo es la praxis
transformadora y revolucionaria que traiga la sociedad socialista y la
emancipación de la clase obrera. En la famosísima Tesis XI sobre
Feuerbach decía: “los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo; de
La Historia
Merece la pena detenerse en un hecho clave: la importancia que otorgan
ambos intelectos a la Historia. Los dos autores concebían a ésta como
fundamental, pues en tanto repositorio de experiencia nos permite
comprender las dinámicas humanas y comparar con nuestro propio
presente. Para Weber, la ciencia histórica o “ciencia de la cultura” era la
comprensión de la manera en que los seres humanos precedentes había
vivido. Permitía adentrarse en sus existencias, en los valores que daban
sentido a sus vidas, a la jerarquía entre ellos y el esfuerzo de la acción
política para promoverlos en la constitución de cada sociedad y cada
ser. El intercambio entre el medio y el individuo son los que hacen que
esos valores vayan cambiando con el tiempo y determinan la
historicidad del ser humano. Por su parte, Marx encontraba en la Historia
un método para estudiar de forma científica el devenir de los tiempos. El
materialismo histórico permitía comprobar cómo los modos y relaciones
de producción, las formas de control social, las religiones y todo lo
demás estaba determinado en última instancia por la propiedad de los
medios de producción. Esclavos y amos, siervos y señores, proletarios y
burgueses. Un ciclo que se repite y que inequívocamente acabará en la
sociedad socialista, dado que las contradicciones del capitalismo son
irresolubles. La dialéctica hegeliana que Marx adapta tiene un sentido
teleológico, dado que se ve capaz de prever el final del ciclo (la sociedad
socialista), al contrario que Weber cuya interpretación del mundo y de la
Historia no buscaba anunciar cómo será el futuro y mucho menos
prescribir una determinada actitud (como sí hacía Marx promoviendo la
práctica revolucionaria).
La Economía
Cuando Dios dejó de ser la respuesta a todas las preguntas del ser
humano quedó una vacante libre. La modernidad hizo que fuera el
mercado y, en general, la economía, quien se erigiera en el faro que
guiaba a la sociedad burguesa. Si Friedrich Nietzsche popularizó en La
Gaya Ciencia (1882) la frase “Dios ha muerto”, Weber habló en 1919 del
“desencantamiento del mundo” (Entzauberung der Welt). Ambos se
La Racionalidad
Llama la atención que ambos autores coincidieran en la centralidad de la
“racionalidad” que debe sustentar el funcionamiento de las sociedades.
Marx creía que usando herramientas provenientes de la economía había
descubierto la ley de desarrollo de la sociedad capitalista, que determina
un proceso que culminaría con la destrucción de este modo de
El Legado
Las ideas de Karl Marx y su trabajo desarrollado en colaboración con
Friedrich Engels son probablemente de las más influyentes de la
Historia, habiendo desarrollado toda una escuela de pensamiento e
inspirando gobiernos y movimientos políticos por todo el mundo. Por su
parte, Max Weber contribuyó con todo un acervo de definiciones a
estructurar las ciencias sociales y algunos de sus trabajos e ideas
movilizaron a insignes alumnos (como Carl Schmitt). Aunque a menudo
existe la tentación de catalogarlos en función de si eran intelectuales de
izquierdas (Marx) o derechas (Weber), toda persona interesada en el
pensamiento político debería tener en cuenta a estos dos autores
independientemente de su adscripción política. Al fin y al cabo, sus ideas
siguen explicando la realidad y fructificando en continuas
reinterpretaciones, aunque usemos nuevos términos: fenómenos como
la desigualdad (diferencia de clase), el paro estructural (“ejército de
reserva”), el imperialismo cultural (superestructura) u otros le deben
mucho a Karl Marx. En cambio, los procesos electorales en los que
buscamos “líderes carismáticos”, la “burocracia” formalista y rígida sin
sentido o las ideas de winners losers y autoayuda (moral calvinista) que
tanto nos suenan ya fueron anticipadas por Max Weber hace un siglo.
Por todo ello y más, merece la pena acercarse a estos dos buenos
alemanes. Les debemos mucho.