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Las moléculas, cristales, metales y gases diatómicos (que forman la mayor parte
del ambiente físico que nos rodea) están unidos por enlaces químicos, que determinan las propiedades físicas y químicas de la
materia.
Las cargas opuestas se atraen porque al estar unidas adquieren una situación más estable que cuando estaban separadas. Esta
situación de mayor estabilidad suele darse cuando el número de electrones que poseen los átomos en su último nivel es igual a
ocho, estructura que coincide con la de los gases nobles ya que los electrones que orbitan el núcleo están cargados negativamente,
y que los protones en el núcleo lo están positivamente, la configuración más estable del núcleo y los electrones es una en la que
los electrones pasan la mayor parte del tiempo "entre" los núcleos, que en otro lugar del espacio. Estos electrones hacen que los
núcleos se atraigan mutuamente.
Índice
Teoría del enlace químico
Historia del concepto de enlace químico
Teoría de enlace de valencia
Teoría de los orbitales moleculares
Comparación de las teorías del enlace de valencia y de los orbitales moleculares
Enlaces en fórmulas químicas
Enlace químico
Enlace covalente
Enlace iónico o electrovalente
Enlace covalente coordinado o dativo
Enlaces de uno y tres electrones
Enlaces flexionados
Enlaces 3c-2e y 3c-4e
Enlace aromático
Enlace metálico
Enlace intermolecular
Dipolo permanente a dipolo permanente
Enlace de hidrógeno
Dipolo instantáneo a dipolo inducido
Interacción catión-pi
Electrones en los enlaces químicos
Buckybalón
Enlaces externos
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
En una visión simplificada de un enlace iónico, el electrón de enlace no es compartido, sino que es transferido. En este tipo de
enlace, el orbital atómico más externo de un átomo tiene un lugar libre que permite la adición de uno o más electrones. Estos
electrones recientemente agregados ocupan potencialmente un estado de menor energía (más cerca al núcleo debido a la alta
carga nuclear efectiva) de lo que experimentan en un tipo diferente de átomo. En consecuencia, un núcleo ofrece una posición de
más fuerte unión a un electrón de lo que lo hace el otro núcleo. Esta transferencia ocasiona que un átomo asuma una carga neta
positiva, y que el otro asuma una carga neta negativa. Entonces, el enlace resulta de la atracción electrostática entre los átomos, y
los átomos se constituyen en ((iones)) de carga positiva o negativa.
Todos los enlaces pueden ser explicados por la teoría cuántica, pero, en la práctica, algunas reglas de simplificación les permiten
a los químicos predecir la fuerza de enlace, direccionalidad y polaridad de los enlaces. La regla del octeto y la (TREPEV) teoría
de repulsión de pares de electrones de la capa de valencia son dos ejemplos.
Existen teorías más sofisticadas, como la teoría del enlace de valencia, que incluye la hibridación de orbitales y la resonancia, y el
método de combinación lineal de orbitales atómicos dentro de la teoría de los orbitales moleculares, que incluye a la teoría del
campo de los ligantes. La electrostática es usada para describir polaridades de enlace y los efectos que ejerce en las sustancias
químicas.
En 1704, Isaac Newton esbozó su teoría de enlace atómico, en "Query 31" de su Opticks, donde los átomos se unen unos a otros
por alguna "fuerza". Específicamente, después de investigar varias teorías populares, en boga en aquel tiempo, de cómo los
átomos se podía unir unos a otros, por ejemplo, "átomos enganchados", "átomos pegados unos a otros por reposo", o "unidos por
movimientos conspirantes", Newton señaló lo que inferiría posteriormente a partir de su cohesión que:
Las partículas se atraen unas a otras por alguna fuerza, que en contacto inmediato es excesivamente
grande, a distancias pequeñas desempeñan operaciones químicas y su efecto deja de sentirse no lejos de
las partículas.
En 1819, a raíz de la invención de la pila voltaica, Jöns Jakob Berzelius desarrolló una teoría de combinación química,
introduciendo indirectamente el carácter electropositivo y electronegativo de los átomos combinantes. A mediados del siglo XIX,
Edward Frankland, F. A. Kekule, A. S. Couper, A. M. Butlerov y Hermann Kolbe, ampliando la teoría de radicales, desarrollaron
la teoría de valencia, originalmente llamado "poder combinante" en que los compuestos se mantenía unidos debido a la atracción
entre polos positivo y negativo. En 1916, el químico Gilbert N. Lewis desarrolló el concepto de enlace de par de electrones, en el
que dos átomos pueden compartir uno y seis electrones, formando el enlace de un solo electrón, enlace simple, enlace doble, o
enlace triple:
Un electrón puede formar parte de las envolturas de dos átomos diferentes y no puede decirse que
pertenezca a uno simplemente o exclusivamente.
El mismo año, Walther Kossel lanzó una teoría similar a la de Lewis, con la diferencia de que su modelo asumía una transferencia
completa de electrones entre los átomos, con lo que era un modelo de enlace iónico. Tanto Lewis y Kossel estructuraron sus
modelos de enlace a partir de la regla de Abegg (1904).
En 1927, el físico danés Oyvind Burrau derivó la primera descripción cuántica matemáticamente completa de un enlace químico
simple, el producido por un electrón en el ion de hidrógeno molecular (dihidrogenilio), H2+.3 Este trabajo mostró que la
aproximación cuántica a los enlaces químicos podrían ser correctas fundamental y cualitativamente, pero los métodos
matemáticos usados no podrían extenderse a moléculas que contuvieran más de un electrón. Una aproximación más práctica,
aunque menos cuantitativa, fue publicada en el mismo año por Walter Heitler y Fritz London. El método de Heitler-London forma
la base de lo que ahora se denomina teoría del enlace de valencia. En 1929, sir John Lennard-Jones introdujo el método de
combinación lineal de orbitales atómicos (CLOA o dentro de la teoría de orbitales moleculares, sugiriendo también métodos para
derivar las estructuras electrónicas de moléculas de F2 (flúor) y las moléculas de O2 (oxígeno), a partir de principios cuánticos
básicos. Esta teoría de orbital molecular representó un enlace covalente como un orbital formado por combinación de los orbitales
atómicos de la mecánica cuántica de Schrödinger que habían sido hipotetizados por los electrones en átomos solitarios. Las
ecuaciones para los electrones de enlace en átomos multielectrónicos no podrían ser resueltos con perfección matemática (esto es,
analíticamente), pero las aproximaciones para ellos aún producen muchas predicciones y resultados cualitativos buenos. Muchos
cálculos cuantitativos en química cuántica moderna usan tanto las teorías de orbitales moleculares o de enlace de valencia como
punto de partida, aunque una tercera aproximación, la teoría del funcional de la densidad, se ha estado haciendo más popular en
años recientes.
En 1935, H. H. James y A. S. Coolidge llevaron a cabo un cálculo sobre la molécula de dihidrógeno que, a diferencia de todos los
cálculos previos que usaban funciones sólo de la distancia de los electrones a partir del núcleo atómico, usó funciones que sólo
adicionaban explícitamente la distancia entre los dos electrones.4 Con 13 parámetros ajustables, ellos obtienen el resultado muy
cercano al resultado experimental para la energía de disociación de enlace. Posteriores extensiones usaron hasta 54 parámetros y
producen gran concordancia con los experimentos. Este cálculo convenció a la comunidad científica que la teoría cuántica podría
concordar con los experimentos. Sin embargo, esta aproximación no tiene relación física con la teoría de enlace de valencia y
orbitales moleculares y es difícil de extender a moléculas más grandes.
4. Los términos de intercambio de electrones para formar el enlace involucra sólo una
función de onda de cada átomo.
5. Los electrones disponibles en el menor nivel de energía forman los enlaces más
fuertes.
6. De dos orbitales en un átomo, el que pueda solaparse en mayor proporción con un
orbital de otro átomo formará el enlace más fuerte, y este enlace tenderá a orientarse en
la dirección del orbital más concentrado.
A partir de este artículo, Pauling publicaría en 1939 un libro de texto, Sobre la Naturaleza del Enlace Químico', que vendría a ser
llamado por algunos como la "biblia" de la química moderna. Este libro ayudó a los químicos experimentales a entender el
impacto de la teoría cuántica sobre la química. Sin embargo, la edición posterior de 1939 falló en explicar adecuadamente los
problemas que parecían ser mejor entendibles por la teoría de orbitales moleculares. El impacto de la teoría del enlace de
valencia declinó durante la década de 1960 y 1970 a la par con el crecimiento en popularidad de la teoría de orbitales
moleculares, que estaba siendo implementada en muchos programas de grandes ordenadores. A partir de la década de 1960, los
problemas más difíciles de la implementación de la teoría del enlace de valencia en programas de computadoras habían sido
mayormente resueltos y la teoría del enlace de valencia vio un resurgimiento.
Los conceptos de hibridación son versátiles, y la variabilidad en el enlace en muchos compuestos orgánicos es tan modesta que la
teoría del enlace permanece como una parte integral del vocabulario del químico orgánico. Sin embargo, el trabajo de Friedrich
Hund, Robert Mulliken, y Gerhard Herzberg mostró que la teoría de orbitales moleculares provee una descripción más apropiada
de las propiedades espectroscópicas, magnéticas y de ionización de las moléculas. Las deficiencias de la teoría del enlace se
hicieron aparentes cuando las moléculas hipervalentes (por ejemplo, el PF5) fueron explicadas sin el uso de los orbitales "d" que
eran cruciales en el esquema de enlace basado en hibridación, propuesto para tales moléculas por Pauling. Los complejos
metálicos y compuestos deficientes en electrones (como el diborano) también resultaron ser mejor descritos por la teoría de
orbitales moleculares, aunque también se han hecho descripciones usando la teoría del enlace de valencia.
En la década de 1930, los dos métodos competían fuertemente hasta que se observó que ambas eran aproximaciones a una teoría
mejor. Si se toma la estructura de enlace de valencia simple y se mezcla en todas las estructuras covalentes e iónicas posibles que
surgen de un juego particular de orbitales atómicos, se llega a lo que se llama la función de onda de interacción de configuración
completa. Si se toma la descripción de orbital molecular simple del estado fundamental y se combina dicha función con las
funciones que describen todos los estados excitados posibles usando los orbitales no ocupados que surgen del mismo juego de
orbitales atómicos, también se llega a la función de onda de interacción de configuración completa. Puede verse que la
aproximación de orbital molecular simple da demasiado peso a las estructuras iónicas, mientras que la aproximación de enlace de
valencia simple le da demasiado poco. Esto puede ser descrito diciendo que la aproximación de orbitales moleculares simple es
demasiado deslocalizada, mientras que la aproximación de enlaces de valencia es demasiado localizado.
Estas dos aproximaciones son ahora observadas como complementarias, cada una proveyendo sus propias perspectivas en el
problema del enlace químico. Los cálculos modernos en química cuántica generalmente empiezan a partir de (pero finalmente
van más allá) un orbital molecular en vez de una aproximación de enlace de valencia, no por algún tipo de superioridad intrínseca
de la segunda, sino porque la aproximación de orbitales moleculares es mucho más rápidamente adaptable a computación
numérica. Sin embargo, ahora hay mejores programas de enlace de valencia disponibles.
Los átomos enlazados de esta forma tienen carga eléctrica neutra, por lo que el enlace se puede llamar no polar.
Ejemplo:
Na - Cl Enlace iónico
O-O Enlace covalente no polar
C-O Enlace covalente polar
Los enlaces covalentes pueden ser simples (H - H) cuando se comparte un solo par de electrones, dobles (O = O) al compartir
dos pares de electrones, triples cuando comparten tres tipos de electrones, o cuádruples cuando comparten cuatro tipos de
electrones.
Los enlaces covalentes no polares se forman entre átomos iguales, no hay variación en el número de oxidación. Los enlaces
covalentes polares se forman con átomos distintos con gran diferencia de electronegatividades. La molécula es eléctricamente
neutra, pero no existe simetría entre las cargas eléctricas originando la polaridad, un extremo se caracteriza por ser electropositivo
y el otro electronegativo.
Enlace covalente
El enlace covalente polar es intermediado en su carácter entre un enlace covalente y un enlace iónico. Los enlaces covalentes
polares se forman con átomos distintos con gran diferencia de electronegatividades. La molécula es eléctricamente neutra, pero
no existe simetría entre las cargas eléctricas originando la polaridad, un extremo se caracteriza por ser electropositivo y el otro
electronegativo.
Los enlaces covalentes pueden ser simples cuando se comparte un solo par de electrones, dobles al compartir dos pares de
electrones, triples cuando comparten tres pares de electrones, o cuádruples cuando comparten cuatro pares de electrones.
La diferencia entre enlace simple doble y triple reside en que en un enlace simple los átomos están más alejados, lo que hace al
enlace más débil (menor energía) por el contrario en uno triple los átomos están más cerca que en el simple, esto hace al enlace
más energético y más fuerte por lo tanto más energético.5
.Los enlaces covalentes no polares (0 o menor que 0,4)6 se forman entre átomos iguales, no hay variación en el número de
oxidación. Los átomos enlazados de esta forma tienen carga eléctrica neutra.
Longitudes de enlace típicas, en pm,
y energía de enlace en kJ/mol.
Información recopilada de [1] (https://web.archive.org/web/20071214215455/http://www.science.uwaterloo.ca/~c
chieh/cact/c120/bondel.html).
Longitud Energía
Enlace
(pm) (kJ/mol)
H — Hidrógeno
H–H 74 436
H–C 109 413
H–N 101 391
H–O 96 366
H–F 92 568
H–Cl 127 432
H–Br 141 366
C — Carbono
C–H 109 413
C–C 154 348
C=C 134 614
C≡C 120 839
C–N 147 308
C–O 143 360
C–F 135 488
C–Cl 177 330
C–Br 194 288
C–I 214 216
C–S 182 272
N — Nitrógeno
N–H 101 391
N–C 147 308
N–N 145 170
N≡N 110 945
O — Oxígeno
O–H 96 366
O–C 143 360
O–O 148 145
O=O 121 498
F, Cl, Br, I — Halógenos
F–H 92 568
F–F 142 158
F–C 135 488
Cl–H 127 432
Cl–C 177 330
Cl–Cl 199 243
Br–H 141 366
Br–C 194 288
Br–Br 228 193
I–H 161 298
I–C 214 216
I–I 267 151
S — Azufre
C–S 182 253
En otras palabras, el enlace covalente es la unión entre átomos en donde se da un compartimiento de electrones, los átomos que
forman este tipo de enlace son de carácter no metálico. Las moléculas que se forman con átomos iguales (mononucleares)
presentan un enlace covalente pero en donde la diferencia de electronegatividades es nula.
Se presenta entre los elementos con poca diferencia de electronegatividad (< 1.7), es decir cercanos en la tabla periódica de los
elementos químicos o bien, entre el mismo elemento para formar moléculas diatómicas.
Ejemplo:
La unión entre el sodio y el cloro, es un enlace iónico donde el sodio pierde 1 electron del último nivel de energía (3s) y el cloro
gana ese electrón, completando 8 electrones en el último nivel de energía.
El ejemplo más simple de enlace de tres electrones puede encontrarse en el catión de helio dimérico, He2+, y puede ser
considerado también medio enlace porque, en términos de orbitales moleculares, el tercer electrón está en un orbital antienlazante
que cancela la mitad del enlace formado por los otros dos electrones. Otro ejemplo de una molécula conteniendo un enlace de tres
electrones, además de enlaces de dos electrones, es el óxido nítrico, NO. La molécula de oxígeno, O2, también puede ser vista
como si tuviera dos enlaces de 3-electrones y un enlace de 2-electrones, lo que justifica su paramagnetismo y su orden formal de
enlace de 2.9
Las moléculas con número impar de electrones suelen ser altamente reactivas. Este tipo de enlace sólo es estable entre átomos
con electronegatividades similares.9
Enlaces flexionados
Los enlaces flexionados, también conocidos como enlaces banana, son enlaces en moléculas tensionadas o impedidas
estéricamente cuyos orbitales de enlaces están forzados en una forma como de banana. Los enlaces flexionados son más
susceptibles a las reacciones que los enlaces ordinarios. El enlace flexionado es un tipo de enlace covalente cuya disposición
geométrica tiene cierta semejanza con la forma de una banana. doble enlace entre carbonos se forma gracias al traslape de dos
orbitales híbridos sp3. Como estos orbitales no se encuentran exactamente uno frente a otro, al hibridarse adquieren la forma de
banana.
El enlace de tres centros y cuatro electrones ("3c-4e") explica el enlace en moléculas hipervalentes. En ciertos compuestos
aglomerados, se ha postulado la existencia de enlaces de cuatro centros y dos electrones.
En ciertos sistemas conjugados π (pi), como el benceno y otros compuestos aromáticos, y en redes conjugadas sólidas como el
grafito, los electrones en el sistema conjugado de enlaces π están dispersos sobre tantos centros nucleares como existan en la
molécula o la red.
Enlace aromático
En muchos casos, la ubicación de los electrones no puede ser simplificada a simples líneas (lugar para dos electrones) o puntos
(un solo electrón). En compuestos aromáticos, los enlaces que están en anillos planos de átomos, la regla de Hückel determina si
el anillo de la molécula mostrará estabilidad adicional.
En el benceno, el compuesto aromático prototípico, 18 electrones de enlace mantiene unidos a 6 átomos de carbono para formar
una estructura de anillo plano. El orden de enlace entre los diferentes átomos de carbono resulta ser idéntico en todos los casos
desde el punto de vista químico, con una valor equivalente de aproximadamente 1.5.
En el caso de los aromáticos heterocíclicos y bencenos sustituidos, las diferencias de electronegatividad entre las diferentes partes
del anillo pueden dominar sobre el comportamiento químico de los enlaces aromáticos del anillo, que de otra formar sería
equivalente.
Enlace metálico
En un enlace metálico, los electrones de enlace se encuentran situados en una estructura de átomos. En contraste, en los
compuestos iónicos, la ubicación de los electrones enlazantes y sus cargas son estáticas. Debido a la deslocalización o el libre
movimiento de los electrones, se tienen las propiedades metálicas de conductividad, ductilidad y dureza. El enlace metálico es
similar al iónico; sin embargo, el primero es más compacto que el segundo, ya que el número de átomos que rodean a cada uno de
ellos es mayor.
Enlace intermolecular
Hay cuatro tipos básicos de enlaces que se pueden formar entre dos o más
moléculas, iones o átomos que de otro modo no estarían asociados. Las fuerzas
intermoleculares originan que las moléculas se atraigan o repelan unas a otras.
Frecuentemente, esto define algunas de sus características físicas (como el punto
de fusión) de una sustancia.
Enlace de hidrógeno
En alguna forma este es un ejemplo de un dipolo permanente especialmente fuerte. Sin embargo, en el enlace de hidrógeno, el
átomo de hidrógeno está más cerca a ser compartido entre los átomos donante y el receptor, en un enlace 3-c 2-e. Los enlaces de
hidrógeno explican el punto de ebullición relativamente alto de los líquidos como el agua, amoníaco, y fluoruro de hidrógeno,
comparado con sus contrapartes más pesadas en el mismo grupo de la tabla periódica.
Interacción catión-pi
La interacción catión-pi se presenta entre la carga negativa localizada de los
electrones de un orbital pi, ubicados sobre y debajo del plano de un anillo
aromático, y una carga positiva.
Los enlaces covalentes se entiende mejor por la teoría del enlace de valencia o la teoría del orbital molecular. Las propiedades de
los átomos involucrados pueden ser interpretadas usando conceptos tales como número de oxidación. La densidad electrónica en
el enlace no está asignada a átomos individuales, en vez de ello está deslocalizada entre los átomos. En la teoría del enlace de
valencia, los dos electrones en los dos átomos se emparejan con una fuerza de enlace que depende del traslape entre los orbitales.
En la teoría del orbital molecular, la combinación lineal de orbitales atómicos (CLOA) ayuda a describir las estructuras de
orbitales moleculares deslocalizados y las energías basadas en los orbitales atómicos de los átomos de los que proviene. A
diferencia de los enlaces iónicos puros, los enlaces covalentes pueden tener propiedades de direccionalidad (anisotropía). Estas
pueden tener sus propios nombres, como sigma y pi.
En el caso general, los átomos forman enlaces que son intermedios entre iónico y covalente, dependiendo de la electronegatividad
relativa de los átomos involucrados. Este tipo de enlace es llamado algunas veces enlace covalente polar.
Buckybalón
En 1985, los químicos de la Universidad de Rice en Texas, Robert F. Curl y Richard E. Smalley, y uno de la Universidad de
Sussex, Harold Kroto utilizaron un láser de alta potencia para vaporizar grafito en un esfuerzo por crear moléculas poco comunes,
que se creía existían en el espacio interestelar. La espectrometría de las masas reveló que uno de los productos resultó ser una
especie desconocida con la fórmula (C60). Debido a su tamaño y al hecho de que es carbono puro, esta molécula tiene una forma
extraña en la que trabajaron varios investigadores utilizando papel, tijeras y cinta adhesiva. Posteriormente, mediciones
espectroscópicas y de rayos X confirmaron que el (C60) tenían la forma similar a una esfera hueca con un átomo de carbono
localizado en cada uno de sus 60 vértices. Geométricamente, el buckybalón (abreviatura de buckminsterfulerene) es la molécula
más simétrica que se conoce. Sin embargo, a pesar de sus características peculiares, su esquema de enlace es simple. Cada
carbono tiene una hibridación sp2, y tiene orbitales moleculares deslocalizados que se extienden sobre la estructura completa. El
buckybalón, así como otros miembros de mayor peso representan un concepto completamente nuevo en la arquitectura molecular
con implicaciones de largo alcance. Por ejemplo, se ha preparado con un átomo de helio dentro de su estructura.10 Por el
descubrimiento del buckybalón los tres científicos fueron premiados con el premio Nobel de química 1996.
Un descubrimiento fascinante, realizado en 1991 por científicos japoneses, fue la identificación de estructuras relacionadas con el
buckybalón. Estas moléculas tienen una longitud de cientos de nanómetros y presentan una forma tubular con una cavidad interna
aproximada de 15 nanómetros de diámetro.10
Enlaces externos
W. Locke (2398). Introduction to Molecular Orbital Theory (http://www.ch.ic.ac.uk/vchemlib/course/mo_theory/mai
n.html). Accedido marzo 3, 20
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Linus Pauling and the Nature of the Chemical Bond: A Documentary History (http://osulibrary.oregonstate.edu/sp
ecialcollections/coll/pauling/bond/index.html). Accedido marzo 3, 2009.
Véase también
Reacción química
Reglas de Fajans
Regla de Ephraim-Fajans
Referencias
1. Gillespie, Ronald J. (agosto de 1988). Química (https://books.google.es/books?id=dlGugYOOwxQC&pg=PA579&
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2. Química 1 (SEP) (https://books.google.es/books?id=24-u8v25TjAC&pg=PT125&dq=enlace+qu%C3%ADmico+es
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Dmico%20es&f=false). Ediciones Umbral. ISBN 9789709758290. Consultado el 11 de febrero de 2018.
3. Laidler, K. J. (1993) The World of Physical Chemistry, Oxford University Press, p. 347.
4. James, H. H.; A. S. Coolidge (1933). «The Ground State of the Hydrogen Molecule». Journal of Chemical Physics
(American Institute of Physics) 1: 825-835.
5. «▷ DIFERENCIA entre ENLACE SIMPLE, DOBLE Y TRIPLE【2019】» (https://www.quimicainorganica.org/quim
ica-basica/cual-es-la-diferencia-entre-un-enlace-simple-doble-o-triple/). Química Inorgánica. 20 de junio de 2019.
Consultado el 25 de junio de 2019.
6. Química i (https://books.google.es/books?id=mjvKG4BJ0xwC&pg=PA248&dq=diferencia+de+electronegatividad+
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ISBN 9789968316262. Consultado el 11 de marzo de 2018.
7. Atkins, Peter; Loretta Jones (1997). Chemistry: Molecules, Matter and Change. Nueva York: W. H. Freeman &
Co. pp. 294-295. ISBN 0-7167-3107-X.
8. Weinhold, F.; Landis, C. Valency and bonding, Cambridge, 2005; pp. 96-100.
9. Pauling, L. The Nature of the Chemical Bond. Cornell University Press, 1960.
10. Chang, 2007, p. 440.
Bibliografía
Chang, R. (2007). Química (novena edición). México: Mc Graw Hill.
Enlaces externos
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