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“30 Claves para

entender el poder”

Treinta claves para entender el poder. Léxico


de la nueva Comunicación Política, viene a llenar
uno de los muchos huecos de la ciencia política mexi-
cana. Un esfuerzo pionero por tomar el pensamiento
político atrofiado, reflexionarlo en la realidad mexicana
y concluir su viabilidad en un contexto determinado.
Campañas Tradicionales interior de los equipos de campaña y limitan la posibilidad de
obtener el triunfo electoral a candidatos que se enfrentan a
procesos electorales cada vez mas competidos.


En la actualidad, dos o tres partidos políticos tienen simi-
lares oportunidades de triunfo. Por idéntica razón, cada vez
P ALABRAS CLAVE son más comunes las contiendas donde las tendencias electo-
rales definen “empates técnicos” entre dos o más candidatos
Campañas competitivas, simulación, organización,
(Aguilar, 2003), incluso durante el conteo final los resultados
comunicación, estrategia, temas de campaña. cambian a favor de uno u otro partido .


También se ha desatado un furor por los consultores
políticos profesionales, en aras de facilitar la consecución de
sus objetivos electorales. Las campañas tradicionales —centra-
Definición.
das en la imagen del candidato y en la movilización de electo-

En los países con democracias incipientes, las campañas res— poco a poco están siendo sustituidas por innovadoras for-
tradicionales se caracterizan por la falta de especialización de mas de comunicación y operación, lo cual indica que las cam-
los dirigentes políticos, el poco conocimiento del tema, la pañas electorales son en la actualidad, sobre todo, campañas
ausencia de estrategia, organización y fallas en los procesos de de comunicación.
producción de la comunicación (Sánchez-galicia, 2003). En
contraparte, las campañas competitivas diseñan estrategias
orientadas a identificar y construir razones de voto, aplican La práctica de la comunicación política.
modelos de comunicación-operación con alta rentabilidad
electoral y conectan a los candidatos con las necesidades más
Tradicionalmente cuando un político consulta a expertos
urgentes de los electores. en comunicación electoral buscando consejo, frecuentemente
se concentra en explicar los problemas que tiene, las presio-

Pese a la incorporación de las técnicas del marketing nes a que está sometido, las opiniones que ha recibido de sus
político, la gerencia de campaña en países que transitan hacia colaboradores habituales, y hasta las decisiones que de hecho
la democracia, sigue siendo una disciplina joven, con poco ya tomó, como si buscara validarlas. El candidato se concen-
nivel de especialización, que genera constantes problemas al tra en buscar el mejor diseño para su imagen gráfica que apli-
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cará en carteles y folletos, aunque no se detenga en analizar sus objetivos, organización, así como la ejecución de la comu-
los contenidos. nicación a un nivel profesional.


Los expertos consideran que ésta no es la mejor manera
"Las campañas políticas suelen ser un gran caos..",
de plantear un análisis estratégico (Sánchez-galicia 2003). A afirma De la Vengoechea (1998), porque además de los proble-
la inversa, se debe tomar como punto de partida los objetivos mas de organización que tienen las campañas electorales, se
que tiene el político y razonar hacia atrás, buscando qué cosas suman la ausencia de un método para construir la estrategia y
puede hacer el candidato, qué pueden hacer los otros competi- los elementos necesarios para armar los mensajes adecuados.
dores y posibles aliados, y cómo se afectarán mutuamente es-

Entre los errores más frecuentes en una campaña elec-
tas decisiones. De esta manera se podrá empezar a imaginar
toral están, además de no tener realmente una estrategia,
el camino que puede conducir el candidato a su objetivo de-
desconocer una serie de realidades y formas de organización,
seado.
subestimando a los oponentes y a los que tienen experiencia

Frecuentemente el análisis no sigue esta secuencia de ob- en campaña. Quizás sea por eso que la mayoría de los candi-
jetivos, diagnóstico, estrategia y producción de la comunica- datos, antes de ganar pierden, y entonces aprenden.
ción; el pensamiento político se queda en un plano más tác-
tico. Más que pensar en construir una razón de voto se consid-
eran aspectos basados en el olfato, en la tradición, en el ofi- Características de las campañas tradicionales.
cio político, en un diagnóstico conformista, y en la urgencia de
decidir que hacer en lo inmediato.
La experiencia de los consultores que han trabajado du-
rante la última década en diversos procesos electorales, en

Eso hace que a muchos aspirantes a un puesto de elec- aquellos países que se enfrentan a procesos democráticos,
ción popular les cueste construir proyectos importantes que identifican los errores más comunes, los cuales agrupan en
conecten con el elector, y también explica por qué son exitosos tres áreas: organización, estrategia y comunicación. Estos
aquellos que si logran dominar, o al menos aceptar el caracterizan a las campañas tradicionales (Sanchez-galicia
pensamiento estratégico para elaborar su campaña.
2004).


Aún más grave para los candidatos y sus equipos de Por lo que se refiere a organización.
campaña son el desconocimiento de las líneas indispensables
para elaborar una planeación estratégica competitiva, definir • Se dice que hay una organización, pero ésta en realidad
no existe. El principal problema es que no hay capacidad
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de organización, producto de la falta de experiencia y de colaboración y tipos de apoyo que fueron prometidos por
los intereses particulares que tienen los miembros del algún particular o por el mismo partido. Normalmente se
equipo de campaña. Debido a que una campaña electoral cuenta como seguro algo que sólo es probable.
es de naturaleza temporal y de etapas breves, no es posible
• Normalmente carecen de un tablero con tareas y asigna-
trasladar un organigrama copiado del partido a la
ción de responsables. Antes de ponerse al frente de su tra-
campaña.
bajo y responsabilidades concretas, los jefes de área prefi-
• Los cargos de mayor responsabilidad son asignados a eren estar siempre al lado o detrás del candidato, con lo
personas ajenas a toda actividad política, sin experiencia cual, a medida que se acerca el día de la elección, los lle-
alguna en campañas electorales. El candidato o los parti- van a improvisar o a simular que cumplen con sus com-
dos determinan quienes deben ser los responsables de promisos.
cada área de campaña con base en las presiones políticas
• Es frecuente la presencia de amigos y familiares
y no en las capacidades reales de los elegidos. En algunos
“incómodos” que suelen influir sobre las decisiones del
casos el gobernante en turno envía a personas de su confi-
candidato. La mayoría en la campaña opinan de todo y se
anza a coordinar la campaña de los candidatos de su par-
meten en absolutamente en todos los temas, incluso en
tido.
aquellos que ignoran por completo, como el de la comuni-
• No hay un plan financiero que asigne partidas por eta- cación, lo que impide que esta sea el resultado de una es-
pas y de acuerdo a una estrategia. Un error muy fre- trategia coherente y termine por complacer los gustos de
cuente es gastar el presupuesto antes de tiempo y por lo los más persistentes.
general en acciones mucho menos importantes que las ver-
• Rara vez se diseña la campaña con base en una investi-
daderamente prioritarias. Por ejemplo, se invierte en me-
gación apropiada, base de toda estrategia, sino que se
dios de comunicación sin influencia social, con lo cual la
acude a encuestas contratadas por empresas amigas o
campaña se queda a medio camino sin recursos y sin im-
aquellas que salen en los diarios y que por lo general se
pacto en el elector.
refieren únicamente a la intención del voto o a lo que los
• No existen inventarios previos de los recursos humanos consultores llaman "la carrera de caballos" (Mora y
y materiales con los que se cuenta y no es precisamente Araujo, 1999)
dinero. Es decir, se desconoce el número de personas que
• El candidato se dedica solo al voto duro, al voto de la
pueden asistir a un acto, el nivel de compromiso, nivel de
maquinaria, por la falsa creencia de que para ganar, basta
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con acudir a la organización del partido. Este supuesto adversarios, oportunidades y amenazas, debilidades y for-
habría hecho ganador a Labastida Ochoa en las elecciones talezas, el cual puede ser de tipo geográfico, demográfico,
presidenciales de México en el 2000, ya que el PRI se ideológico o estructural.
apoyó en la hipótesis de que “estructura territorial mata
• No hay tema central de campaña. En México, la may-
mercadotecnia” (Baena 2001).
oría de las campañas se concentran en el nivel de conoci-
• Siempre se deja todo para el final, y las campañas miento de un candidato y desestima el tema de campaña.
comienzan mucho mas tarde incluso de las fechas estable- Incluso muchos electores no saben, al final del proceso
cidas por los organismos electorales, cuando lo ideal de electoral ¿de qué se trató la elección?. El problema radica
una campaña es llenar espacios vacíos, precisamente en que no han podido identificar un tema con suficiente
cuando un candidato no es percibido como tal. atribución positiva hacia su partido y como consecuencia
no han podido construir una razón de voto (Aguilar,
En cuanto al diseño de la estrategia, se enfrentan los siguien-
2002).
tes problemas:
• No se segmenta el mercado electoral, lo cual impide
• No existe una estrategia de campaña. En algunos casos
mensajes diferenciados y acciones estratégicas que re-
existió, pero era conocida por unos cuantos y descono-
spondan a necesidades específicas de cada grupo de elec-
cida para todo el resto del equipo, y por lo tanto no se
tores. Si se parte del hecho de que no todos los votantes
puso en práctica. Tradicionalmente no está por escrito y
son iguales, y que no se necesitan todos los votos para ga-
"lo que no está en el papel, no existe" (Noguera, 1993).
nar, son comunes los "escopetazos" en las campañas elec-
• No tener objetivos claros y bien definidos, es el peor er- torales.
ror en que incurre un candidato. De la misma forma que
• No se dan cuenta que los otros también juegan. El no
la estrategia debe estar escrita, los objetivos deben estar
pensar en cómo va a reaccionar el oponente, y sobre todo
cuantificados: número de votos a conquistar, nivel de posi-
subestimarlo son errores comunes. Es necesario re-
cionamiento, porcentaje de penetración, intención de
conocer el nivel de atribución positiva o negativa que el
voto, etc.
elector le otorga a los demás candidatos y a los demás par-
• Otro problema al que normalmente se enfrentan es el tidos políticos respecto de los temas de campaña.
desconocimiento del contexto. Es decir el mapa electoral
• Hay quien todavía piensa que la elección se puede ga-
en el que se desenvuelven y permita identificar aliados y
nar por puro oficio, simplemente por conocer las chica-
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nas políticas (operación tamal, ratón loco, carrusel*), por a la cual se acudió, mucho antes de pensar en una estrate-
tener experiencia en cargos partidarios, ganar la guerra gia.
de las bardas, reunir un cúmulo de encuestas a modo o
• El error más común es quizá utilizar demasiados men-
por tapizar las calles con fotografías del candidato. Gener-
sajes. Y no se trata del slogan de campaña o del número
almente es una de las mayores preocupaciones de los can-
de producciones para radio o televisión, mucho menos la
didatos o sus operadores.
cantidad y frecuencia de impactos. ¿Cuáles son las necesi-
*En México se ha denominado así, a las diferentes maneras dades concretas del elector?. ¿Que temas identifica el elec-
en que se organiza a simpatizantes de un partido para tor y se convierten en ejes de polarización? (González,
hacer trampa y lograr un mayor número de votos. De esta
2000).
forma, el carrusel se refiere al grupo de votantes que circu-
lan por diferentes casillas para votar más de una vez; la op-
• No se realiza planes de medios adecuados. Las cam-
eración tamal es aquella en la que se concentra a grupos de
votantes mediante la promesa de darles tamales y atole a
pañas no permiten que cada anuncio se mantenga al aire
cambio del voto; así, otras prácticas son el relleno de urnas, el tiempo suficiente para establecerlo en la mente de cada
la alteración del padrón electoral, etc. votante. Por lo general, se usa un anuncio por una o dos
semanas, frecuentemente, por mas tiempo.
Los errores que se cometen con mayor frecuencia en materia
de comunicación electoral son: • Un error grave es hablar a la gente en masa en vez de
al individuo. Los anuncios no relatan una historia con la
• No se usan encuestas ni grupos de enfoque para desar-
que el votante pueda identificarse. La comunicación tradi-
rollar, comprobar y evaluar el mensaje. Hablar sobre los
cional muestra a los candidatos dando discursos. Como
temas que los candidatos quieren discutir y no sobre los
diría Gary Nordlinger (1998): "Esencialmente el candi-
temas que los votantes desean escuchar, mucho menos so-
dato está entrando al hogar del votante sin invitación”.
bre las necesidades del elector.
• Constantemente se alejan del tema central de campaña.
• Privilegian la imagen sobre el tema de campaña.
Durante el transcurso de una campaña, los candidatos se
Muchos candidatos suelen caer erróneamente en la creen-
distraen de su estrategia y de su mensaje al reaccionar
cia de que necesitan, antes que cualquier cosa, un "pós-
constantemente a los ataques de su oponente. Hacen caso
ter, tríptico o volante" cuyo mensaje es el producto de la
de rumores, y se preocupan demasiado por ver quien ti-
imaginación de un creativo de una agencia de publicidad
ene más publicidad exterior desplegada en la calle.

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La especialización adquirida por quienes se dedican al conecta a los candidatos con las necesidades más urgentes de
ejercicio de la comunicación política ha ido superando estos los electores; responden a las expectativas de beneficios con-
problemas, sin embargo, todavía prevalece el oficio sobre el cretos. Además utilizan la investigación durante toda la
método, la negociación entre cúpulas sobre el conocimiento campaña, aún después de haber perdido o ganado la elección;
de las necesidades ciudadanas, el enfrentamiento a la estrate- analizan y cruzan variables, más allá de la intención de voto;
gia y sobre todo se privilegian las campañas de imagen a la emplean el posicionamiento del candidato como parte de la
construcción de una razón de voto. campaña, pero no es toda la campaña.

Campañas competitivas.


Desde la óptica del elector, el gobierno es el responsable
de la situación de pobreza en la que viven. Consideran que es
obligación de los partidos y los candidatos, una vez electos,
garantizar en el corto plazo mejores empleos, salarios, servi-
cios públicos y la erradicación de la pobreza en general. Esta
realidad marca la diferencia entre las campañas de los países
más desarrollados y los de América Latina.


En los primeros privilegian las estrategias de posi-
cionamiento e imagen, -característica del marketing político
norteamericano- para lograr el voto de los ciudadanos. En La-
tinoamérica se requieren, además, estrategias que conecten al
candidato con las necesidades y expectativas del elector. Se
requiere construir razones de voto, se requieren campañas
competitivas.


Una campaña competitiva diseña estrategias orientadas
a identificar y construir razones de voto; construye modelos
de comunicación-operación con alta rentabilidad electoral;
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