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5 EJERCICIOS PARA TRABAJAR EN FAMILIA.

Madres y padres entrenados como "coaches"

Se procura fortalecer la idea de que los padres sean facilitadores del desarrollo personal
y acompañen a sus hijos en la capacitación tanto educativas como personal es muy
atractivo dado como está el panorama educativo en nuestro país, basado en el respeto
a las personas en su más profundo ser y con un máximo de empatía en la relación y la
comunicación.
Aquí tiene sentido que los padres y madres jamás sustituyan a sus hijos ni ocupen su
lugar de trabajo y que nunca los hijos sean dependientes del esfuerzo que hacen los
padres. Pero, convenientemente entrenados, los padres y madres, si que pueden ser
facilitadores y apoyar el proceso educativo de sus hijos sin sustituirlos, sin hacerle las
tareas.
Mi papel como entrenador de familias es apoyar para que se pueda trabajar mediante
técnicas coaching el aprendizaje y para el cambio de la persona especialmente para
lograr los objetivos y metas: marcadas por una temporalidad, un planteamiento claro,
exacto y positivo de lo que se quiere conseguir, tanto por parte de la familia como de los
hijos, aprendiendo a seguir unos pasos medibles, alcanzables en el logro de los mismos,
en el sentido de que las metas y objetivos planteados sean alcanzables, realistas y
enfocado a resultados. Para ellos se debe entrar en un proceso de cambio para ir hacia
lo que se desea y conseguir un impacto mediante una acción continua y transformadora
(plan de acción).
Durante todo el trabajo busco apoyar el proceso educativo para acompañar a los hijos
facilitándoles el cambio y la mejora de los objetivos planteados a nivel familiar y/o
personal, o, bien se los entrena para que ellos mismos puedan actuar como coaches
(padres y madres coaches) y faciliten a sus hijos la mejora en el entorno escolar y familiar
en el terreno educativo con asertividad

c¿Qué es el coaching para familias?

El coaching es pues un método para el cambio y cuyo objetivo trata de ayudar a


conseguir las metas que las personas se proponen y que posibilita mejoras en las
competencias educativas, conductas, habilidades y actitudes, aportando mejoras en la
calidad de vida y mayor satisfacción en la vida diaria.
Es esencial el abordaje desde el coaching para la familia (padres y/o hijos): ¿cómo
desarrollarlas en el medio familiar? ¿Cuáles deberían ser la cualidades de un padre y
una madre como "coaches", sus competencias, herramientas que pueden usar, cómo
adentrarse en el mundo de las metas y los objetivos, las creencias, los juicios y los
valores, ¿cómo acompañar a los hijos en el abordaje de los procesos de enseñanza y
aprendizaje que están siguiendo en cada momento ensus diversas etapas educativas,
qué estilo de aprendizajes pueden facilitar mejor el aprender, el planteamiento de
objetivos por parte de los padres y por parte de los hijos, el estudio de las fases del
proceso coaching para padres como coach de sus hijos, el plan de acción para lograr
los objetivos en la familia, etcétera...

Estas son algunas líneas generales contenidas asumidas en este tipo de


intervenciones por parte de un Psicólogo educativo experto en coaching.

Se trata, pues, en algunos casos, que los padres puedan ejercer de coach y ayudar a
sus hijos a descubrir su propio potencial y a establecer un plan de actuación para que
sus hijos puedan ponerlo en práctica en su trabajo diario en la escuela, buscando la
mejora de su rendimiento académico y una positiva adaptación al medio escolar en un
proceso novedoso de actuación desde la empatía, el acompañamiento, el respeto, la
escucha activa, la motivación y el cambio mediante la acción, o simplemente para
trabajar ellos mismos como coachees (clientes) en estos procesos.
Inteligencia emocional
La inteligencia emocional nos permite tomar conciencia de nuestras emociones,
comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones de la
vida cotidiana, desarrollar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una
actitud empática y social, que nos brindará más posibilidades de desarrollo profesional
y personal.

Las emociones son impulsos para actuar, es decir, disposiciones para la acción. Estas
tendencias biológicas -que están moldeadas por nuestras experiencias pasadas y
nuestra educación (la historia personal y la historia social)- guían nuestras decisiones,
trabajando en colaboración con la mente racional y permitiendo –o imposibilitando- el
mismo pensamiento.
Del mismo modo que las luces del tablero de mandos del automóvil se encienden e
indican que ha subido la temperatura o queda poco combustible, cada emoción es una
luz de tonalidad específica que se enciende e indica que existe un problema a resolver.
Por lo tanto, las emociones son aprovechadas completamente cuando uno aprende
qué problema específico detecta cada emoción y cuál es el camino que resuelve el
problema detectado.
Llevar herramientas de coaching al mundo de la familia no sólo es posible, sino que resultará
entretenido y saludable, por cuanto les ayudará a conocerse más, entenderse, cooperar y sumar
juntos para la armonía del hogar.
Estos son cinco ejemplos de algunas actividades que pueden realizarse en conjunto, y que
funcionan muy bien entre los mayores con los niños y adolescentes. También pueden recibir
invitados, como familiares y amigos que pasen tiempo con ustedes: todos son bienvenidos.

 Cómo preparar el terreno


Es necesario crear un contexto apropiado para que todos puedan asumir el reto de estas
ejercitaciones con interés y entusiasmo. Ambos componentes de la actitud son
indispensables para poner en marcha las acciones, y que todos salgan beneficiados.

El concepto de “ganar = ganar” necesitará ser conversado previamente, al igual de que no


existe aquí una forma correcta de hacerlo: lo único que basta es hacerlo.

Una vez hecho, cada miembro del equipo, en este caso una familia, recibe el resultado en la parte
proporcional a su dedicación e intención.
Leer más: Qué es el coaching y cómo ayuda en tu desarrollo
 El valor del juego
Así como los juegos de mesa y la lectura de cuentos para los niños, estos ejercicios sencillos
pueden ser implementados con el único objetivo de divertirse y aprender. Sostenidos en el
tiempo, serán, entre otros beneficios:
 Disparadores para conversar temas importantes;
 Estimuladores de la empatía;
 Ayudas para encarar conflictos;
 Entretenidas excusas para tomar consciencia;
 Evaluadores del compromiso individual donde cada uno es su propio termómetro.
Leer más: 15 diferencias entre coaching y psicoterapia

 5 juegos para practicar en familia

1. El frasco de las emociones


Un frasco grande y transparente, con tapa, será el
receptáculo de papeles de diferentes colores. Cada papel tendrá escrito el nombre de una
emoción positiva (alegría, felicidad, serenidad, entusiasmo, optimismo, visión positiva,
aceptación, comunicación efectiva, etcétera). Puedes colocar papelitos en blanco y lápiz al
lado, para seguir aumentando la lista. Coloca el envase en un lugar accesible para todos. Cada
vez que se presenta un conflicto entre dos o más miembros del hogar, la invitación es a tomar del
frasco un papel, y ejecutar la emoción que está allí. Lo hará todo el núcleo familiar, juntos, y no
sólo los que afrontan un problema durante una hora corrida.
Luego, por ejemplo, en el espacio del almuerzo o la cena, o un momento donde estén todos
juntos, analizarán los comportamientos y dialogarán, siempre asumiendo el rol de la emoción
positiva que le tocó a cada uno.

Preguntas como disparadores: ¿Cómo te sentías antes y después? ¿En qué observas algún
cambio? ¿De qué forma podrías ser más asertivo la próxima vez? ¿Para qué te sirve vivir más
conectado con -tal- emoción negativa, y -tal- positiva?
2. La rueda de la vida
Dibuja un círculo donde colocarás unas 8 parcelas iguales, con líneas verticales, horizontales y
oblicuas. Es como una gran pizza de tu vida.

Cada miembro del hogar determinará cuáles son las áreas que representa cada porción; por
ejemplo, salud, trabajo, familia, amigos, diversión, estudios.

Yendo una a una, en sentido de las agujas del reloj si lo quieren, coloca una puntuación de 1 a 10
en la línea divisoria de cada parcela, donde el 1 será justo el centro del círculo concéntrico que
has dibujado, y el 10 -por ejemplo- estará más cerca del borde. Es decir que si marcaras 5 -por
ejemplo-, tu numeración 5 estará justo a medio camino entre el centro y el borde de esa
área. Completa todas las parcelas.
Une todos los puntos con una
línea gruesa, midiendo el resultado: traza con una línea, una unión entre los distintos puntos de
las puntuaciones. Como quizás hayas colocado distinta numeración, te va a dar una figura
irregular.

Para cada persona tendrá una medición distinta. ¿Qué puedes observar? En principio, una forma
irregular por lo general. En segundo lugar, en qué áreas estás calificado muy bajo -esto
determina que hay una oportunidad para mejorar-.
Preguntas como disparadores: ¿Cómo es tu dibujo, muy pequeño, irregular, muy parejo o
desparejo? ¿Qué representa esto? ¿Hay áreas visibles donde puedes mejorar? ¿Qué pequeñas
acciones concretas puedes empezar hoy mismo para modificar esos aspectos?
3. Ensalada de palabras
Según los países, hay distintas denominaciones para los acrósticos donde se van colocando
palabras que refieren a una letra en particular. En algunos le llaman ensalada de letras, de
palabras, o ”tutti fruti”. El proceso es muy sencillo: todos los jugadores tomarán una hoja en
blanco, y, en forma horizontal, escribirán unos casilleros de izquierda a derecha -los más
pequeños podrán dibujar, o hacerlo verbalmente-.
Cada casillero tendrá consignas como estas, escritas una a continuación de la otra, encabezando
columnas para completar hacia abajo. La primera columna que dice “emoción”, y luego, las
siguientes con estas palabras: “cuando…” y a continuación, “me siento”, “y cuando me siento
así”, “por lo general”, “me gustaría”, “así me sentiría”, “por eso elijo”
Se trata de elaborar las emociones negativas en familia. Una persona empieza, piensa una
emoción negativa o de aflicción, y la dice en voz alta al equipo. Todos la anotan en la columna
de “emociones”, y completan el patrón de preguntas.

Ejemplo: Si la emoción que eliges es “tristeza”, podrías poner lo siguiente:

“Me siento” = triste

“Y cuando me siento así” (bajoneado) = me encierro


“Por lo general” = me aíslo

“Me gustaría” = ser escuchado

“Así me sentiría” = apoyado

“Por eso elijo” = pedir ayuda cuando estoy triste

Lo importante es que el primer patrón/columna será una emoción negativa, y el último, un


resultado superador acerca de cómo quieres elaborar esa emoción negativa.

Preguntas como disparadores: ¿Qué compromiso puedes hacer de ahora en más para sentirte
mejor? ¿Qué sentiste internamente cuando hacías este juego? ¿Hay alguna situación que
recordaste especialmente? ¿Cómo recuerdas que la atravesaste y superaste?
4. Darse feedback para aprender unos de otros
Feedback es una palabra del inglés que significa retroalimentación. Ese ejercicio necesita del
compromiso de todos.
Es muy sencillo: cada vez que vayas a decirle algo a otra persona de la familia, primero observa
con qué carga de emociones lo harás. Si es positivo y que eleve y construya a la otra persona, a ti
y a los demás, ¡bienvenido!.
Si viene con una carga negativa en forma de juicios, críticas y quejas: ¡detente! Aplica la
herramienta del feedback, siguiendo este método.

La familia entera tomará un momento para practicar feedback asertivo tantas veces como sea
necesario.
Cada persona se acercará a la otra, y, mirándose a los ojos, dirá: “Lo que aprecio de ti es…” y
enumerará tres cosas POSITIVAS que esa persona APRECIA de verdad de la otra persona.
Luego, podrá decir, “Y la forma en que YO VEO que puedes mejorar es…”, y comentará su
aporte de mejora apropiándose de la comunicación, haciéndolo en primera persona.

Una vez que finalizó, la otra persona podrá decir “Muchas gracias” (sólo eso) y darse un buen
abrazo o gesto cariñoso entre ambos.

Todos necesitan dar y recibir feedback en este ejercicio. Puedes colocar una música suave de
fondo, y facilitar una dinámica en rueda para que se miren a los ojos, y todos sean alcanzados
con la experiencia.
Preguntas como disparadores: ¿Hubo alguna información nueva para que pienses en el ejercicio?
¿Qué sentiste en cada momento de lo que te comentaron para mejorar? ¿Cuál fue el mejor aporte
positivo que recibiste? ¿Cómo fue tu emoción cuando dabas reconocimiento a otros? ¿Y cuándo
lo recibías?
5. Unos minutos de mayor consciencia
Es cierto que armonizar los horarios y energías de toda la familia se convierte en un desafío. Sin
embargo, la práctica indica que, una vez que comienzas a experimentarlo, ya no querrás quitarlo
de la rutina.

Este ejercicio grupal requiere de toda la familia que convive. Por ejemplo, sentados en círculo,
tomarán tres minutos por día para cerrar los ojos, en silencio, y meditar, silenciar la mente y las
emociones.
Tan sólo tres minutos pueden hacer una gran diferencia. Y más aún si se logra hacerlo en medio
de alguna disputa o diferencia.

Si la familia lo desea puede repetirlo tantas veces como quieran; y es recomendable que lo haga
cada persona, individualmente, como inductor del sueño, justo antes de quedarse dormidos.

Preguntas como disparadores: ¿Te sentiste más tranquilo? ¿Hubo muchos pensamientos
revoloteando en tu cabeza? Cuando abriste los ojos, ¿qué percibiste de ti y los demás? ¿Cómo te
ayudaría esta práctica tan sencilla y breve, si la haces con mayor frecuencia en cualquier ámbito?
Espero que estos cinco ejercicios puedan ayudarte a conquistar un mayor auto conocimiento y
consciencia para llevar adelante la convivencia en familia. Como siempre, la clave está en la
práctica permanente.
Daniel Colombo
Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista
internacional; autor de 21 libros y comunicador profesional

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