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Sol Villalba
CeRP SW
Junio 2019
Juanita Bertinat
Ficha Bibliográfica
Lugar de Edición: Fondo de cultura económica Carretera Picacho- Ajusco, 227; 14200
México, D. F.
ISBN: 968-16-6030-7
Marc Bloch nació en el seno de una familia judía, el día 6 de julio de 1886; Hijo de
Gustave Bloch, un historiador de la Antigüedad, el cual tuvo gran influencia en el
mismo.
Alrededor de 1940, frente a la derrota de la guerra se fugó hacia la “Zona Libre” junto a
su familia. Sobre el año 1942, Alemania ocupó la “Zona Libre”, por lo cual esto llevó a
Bloch y su familia a refugiarse en su casa de campo de Fougères, aunque
posteriormente (1943) se unió a las fuerzas de la resistencia. Tanto en el ejército,
como en la resistencia o en la vida cotidiana; Marc Bloch logró unificar sus creencias y
comprender el rumbo de su personalidad, efectuando dentro de estos roles su máximo
desempeño y siendo así un mejor ciudadano.
Tuvo un compromiso con esta disciplina que tratamos comprender arduamente, incluso
en tiempos de oscuridad.
El 8 de marzo del año 1944, Marc Bloch fue detenido en una reunión junto a sus
compañeros de resistencia, donde tuvo que ser víctima de las torturas alemanas,
llegando estos a descubrir su verdadera identidad, pero dándole el lugar a dictar clases
en prisión. Unos meses después, específicamente el 16 de Junio, se desarrolló el
“Régimen del Terror”, donde Bloch dijo sus últimas palabras: “¡Vive la France!”
Esto da lugar a exponer su sentimiento, afirmando que nació judío, pero que durante
toda su vida se sintió y luchó por Francia
El libro reseñado es una obra que se produce bajo las condiciones coyunturales del
contexto. Marc Bloch se encontraba cautivo por parte de los alemanes. Donde se
relaciona totalmente con su compromiso como ciudadano y trabajador, de este
modo se expone su fidelidad a su rol de historiador, produciendo textos en
cautiverios, los cuales portan sus raíces prisioneras.
Resumen temático global.
De cierta forma tecnifica este vocablo marcando sus diferencias con las demás ciencias
sociales, sobre todo con la Sociología. Especifica su metodología y objeto de estudio,
conceptualizando claramente el concepto de pasado, donde se relaciona claramente con
Moradiellos y su definición de la palabra pasado.
Trata de comprender esta ciencia desde el punto de su objeto de estudio, marcando sus
límites y desde cuando es pasado o no.
Bloch legitima a la historia y rumba su libro en torno a una pregunta ¿Es la historia una
ciencia? De lo cual desembocan muchas posturas debido a que esta misma está en
movimiento, por lo tanto, Bloch deduce que la historia es una ciencia en movimiento.
En cuanto a los testimonios y los orígenes, Marc Bloch concatena esta serie de
postulados y crea un pensamiento concreto basado en la subjetividad u objetividad que
tiene cada cual, donde con la ayuda de las herramientas ya mencionadas se delibera que
conocimiento es tomado como certeza o como engaño.
Durante el transcurso de todo el libro, Marc Bloch defiende con cordura y arguementos
a la historia, definiendo su objeto de estudio, tratándola como oficio o como
conocimiento. Intenta y logra hablar de sus herramientas y metodologías, pero sobre
todo nos remite a tener un concepto o idea propia de nuestro bosquejo del vocablo
historia.
Introducción
“Papá ¿para qué sirve la historia?” (Marc Bloch, página 41), con esta oración Bloch da
un panorama previo de lo que va a escribir a lo largo de todo el libro, en donde vuelve al
tiempo atrás y recuerda cuando de pequeño preguntaba eso a su padre (Gustave Bloch)
de oficio Historiador.
Bloch afirma que el el mal entendimiento de una historia puede traer problemas a futuro
o precisamente desarrollar los mismos problemas del pasado. Por lo tanto es justo y
necesario tener el conocimiento claro de la historia para de esta forma no repetir los
errores pasados.
Trata a la historia como ciencia, lo que esto nos lleva a no poder realizar una
descripción de la misma porque caeríamos en el breve discurso, siendo que tiene mucho
para decir, no puede llevarse a cabo un reduccionismo de la historia porque está
compuesta de pequeñas partes que conforman el todo y cada una de ellas por separado o
el todo reducido no nos aporta nada.
Capítulo I – La historia, los hombres y el tiempo
“La palabra historia es una palabra muy vieja, tan vieja que a veces ha cansado…”
(Marc Bloch, página 53);
““La historia es la ciencia del pasado”. Lo que a mi parecer es una forma impropia de
hablar.” (Marc Bloch, página 54); Bloch sugiere que es una manera impropia de tratar a
esta ciencia social ya que da la idea absurda de que todo lo que estudia se queda ahí,
más que nada en lo que ya pasó, por lo que le quita el prestigio que merece.
3. El tiempo histórico
¿Qué tan necesario es analizar el origen? ¿Es esencial? Es útil realizar un análisis
profundo de su origen embrionario y sacar conclusiones de por qué se desarrollaron
determinados hechos, ¿Por qué cambian las costumbres humanas? Analizando el origen
del hecho podemos identificar el por qué.
Con una aproximación temporal a la situación nos acercamos al contexto del cual parte
y así generamos un sentir cercano a lo sucedido para poder comprenderlo.
5. Pasado y presente
“ Gothe: No hay presente, sólo es un devenir” (Marc Bloch, página 64); En este
fragmente, Bloch apunta a que las acciones del presente fluyen y se mueren
constantemente, lo sucedido pasa, de un instante a otro se transforma en pasado.
¿Cómo llamarla? ¿Cómo nombrar con determinación esta ciencia? ¿Es Arte? ¿Es
Ciencia? ¿Estudia el pasado o el presente? ¿Estudia a los hombres en el tiempo? ¿Es el
presente un pasado cercano? ¿El presente existe o sólo es un devenir? ¿Existe el pasado
o solo parte del vestigio que nos deja?
Capítulo II- La observación histórica
Nos debemos colocar en la observación del pasado, de este accionar de los hombres en
el tiempo, entendiendo que al presente o al pasado podemos comprenderlo desde la
observación histórica.
Bloch propone mirar y prestarle atención a las “huellas”, a los “indicios” que deja este
pasado el cual estamos analizando, para así poder adquirir conocimiento y ampliar
nuestros saberes.
Sin embargo de esto vestigios que encontramos, también están los testimonios
involuntarios. Los testimonios involuntarios parten de el origen que no hubo una
intención en formularse, suceden porque sí y vienen sin intención alguna. Estos mismos
también son necesarios y requeridos para brindar información. Son complementarios
para el oficio del historiador y nos sirven de gran utilidad para poder comprender un
hecho histórico.
No todos los testimonios que existen necesariamente se someten a la verdad, sino que
algunos tienen su impronta incierta. Para no exponer premisas falsas, el historiador debe
analizar a fondo cada testimonio y así testificar su validez.
La crítica es la herramienta esencial del análisis, sin esta no se podría exponer con
tenacidad todo el trabajo realizado por el historiador, ya que no es justificable si una
parte no logra ser verdad, lleva a concluir en lo inestable.
No obstante a lo expuesto anteriormente, Marc Bloch testifica que estas falsas noticias
no deben desecharse, puesto que son complementarias a toda indagación de un tema
particular, de modo que surgen por la necesidad de justificar algo o con intencionalidad
a que el resultado no satisface con totalidad.
Marc Bloch apunta a que es necesario ser imparcial y objetivo, donde posteriormente
menciona dos maneras de ser imparcial: la del sabio y la del juez.
La relación entre ambos es que tanto el juez como el sabio buscan obtener la verdad,
observando los hechos y basándose en testimonios.
La historia varía de las demás ciencias ya que no utiliza un vocabulario con unidad y
significado, sino que necesariamente debe basarse en el del momento, remitirse al
pasado y entender muy a trasfondo lo que significa cada sintagma.
Bloch también expone sobre la necesidad de clasificar a las civilizaciones, dando que
cada colectividad aporta huellas distintas e irremplazables.
Conclusión
Marc Bloch a lo largo de todo el libro nos da herramientas imprescindibles para analizar
y comprender la historia.
¿Para qué sirve la historia?. Es la pregunta expuesta en la introducción, la cual nos
encamina a desarrollar lo demás. Parte de la necesidad de comprender su función en el
mundo y en las ciencias auxiliares que dispone.
Nos aporta una serie de instrucciones para llevar a cabo una investigación y comprender
mejor el oficio del historiador. Dando pautas de cómo creer y testificar la veracidad de
los testimonios, segmentar el objeto de estudio y analizar desde un punto sabio e
imparcial, usando un lenguaje técnico comprendiendo todas las comunidades existentes
del recorte valorativo que establece. La historia, como dice Bloch, es una ciencia en
pañales, ya que está en constante cambio y crecimiento.
Nos aporta la firmeza de lo fundamental que es la historia y todo lo que requiere para
poder comprender el presente, ya que de aquí parte, de los hechos pasados se justifica.
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