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2.3. Conocer y aplicar con corrección las normas básicas de pronunciación en latín.

CCL

Las letras del alfabeto o abecedario latino

En sus orígenes, el alfabeto latino tenía 21 letras:

ABCDEFGHIKLMNOPQRSTVX

abcdefghiklmnopqrstux
A finales de época clásica se incorporaron dos letras más al alfabeto, la Y/y y la Z/z, para
poder transcribir palabras de origen griego.

Actualmente, el alfabeto latino es el más extendido del mundo y es el que empleamos nosotros.

El alfabeto español tiene cinco letras más: j ll ñ v w


Los fonemas del alfabeto latino.

Es importante que distingas entre grafía / letra (escritura) y fonema (literalmente, sonido). En
castellano, por ejemplo, una sola grafía puede representar dos sonidos (grafía «c» en palabras
como casa o cerilla), al igual que un solo sonido puede tener dos grafías (vaca y baca).

Los fonemas se clasifican en dos grupos: consonantes y vocales.

En cuanto a las vocales, el latín contaba con cinco grafías: a, e, i, o, u, pero con diez sonidos
distintos, cinco vocales breves y cinco vocales largas.

El latín no escribía la cantidad, pero nosotros, cuando queremos indicarla, empleamos el signo
(¯) colocado encima de la vocal para la cantidad larga (ej.: ā) y el signo (ꓴ), para la cantidad breve
(ej.: ă):

āēīōū/ăĕĭŏŭ
El latín tenía cuatro diptongos. Los más frecuentes eran ae, au y oe; por ejemplo: Caesar aurum
coepit. Muy raramente se da el diptongo eu (seu).

Reglas generales:

Son breves las vocales que van seguidas de h o de otra vocal sin formar diptongo con ella. Por
ejemplo: cŏhors, custodĭa, pero copĭāe.

Son largas las vocales que van seguidas de dos consonantes que pertenecen a sílabas distintas
o de x. Por ejemplo: cōrnu, nūntius, ēxērcĭtus.

La pronunciación del alfabeto latino


El alfabeto de los antiguos latinos es prácticamente igual al que utilizamos nosotros, pero con
una serie de particularidades en cuanto a su pronunciación que debemos tener en cuenta:

• La c se pronuncia siempre como -k-; por ejemplo: Cicĕro, «kíkero», ducere, «dúkere».
• La g se pronuncia siempre suave; por ejemplo: genius, «guénius»; gaudeo, «gáudeo»,
legionarius, «leguionarius». En la serie gu se pronunciaba siempre la u, incluso seguida
de i/e; por ejemplo: sanguis, «sángüis»; unguem, «úngüem».
• La h no se pronunciaba, aunque otros piensan que era una especie de aspiración, como
una j suavemente pronunciada; por ejemplo: hostis, «óstis». Tampoco en los grupos ch,
rh y th, que son transcripción de grafías griegas; por ejemplo: cholĕra, «kólera»;
rhetorĭcus, «retórikus»; theatrum, «teátrum». En cambio, el grupo ph, también
transcripción de la grafía griega φ, se pronunciaba como -f-; por ejemplo: philosŏphus,
«filósofus».
• La grafía i es una semivocal entre consonantes y un fonema consonántico -y- ante una
vocal; por ejemplo: citrus, «kítrus»; iam, «yám», maior, «máyor»
• La doble l se pronunciaba como tal; por ejemplo: puella, «puél•la».
• La q- iba siempre seguida de u, que sí se pronunciaba; por ejemplo: quinque, «küínküe»;
quoque, «küóküe».
• La u, al igual que la i, era una semivocal. Aunque en época clásica se pronunciaba
siempre como -u- (así: multus, «múltus»; uiuĕre, «uíuere»), pronto empezó a tener una
realización consonántica en contexto vocálico, cercana a la -b-.
• A partir de época medieval se representaron ambas realizaciones mediante las grafías u
y y, respectivamente; por ejemplo: tuus, «túus»; vivere, «bíbere».
• La grafía x representaba el doble sonido ks; por ejemplo: dux, «dúks», exercitus,
«eksérkitus».
• Las grafías y y z representaban a las correspondientes grafías griegas υ y ζ, por lo que se
pronunciaban como la -u- francesa y como -ds-; por ejemplo: zephyrus, «dséfürus»;
Zacynthus, «dsaküntus».

En el latín no existe el acento gráfico, pero las palabras tienen acento prosódico, y pueden ser
agudas llanas y esdrújulas.

No hay casi ninguna palabra aguda, las únicas lo son por pérdida de una vocal final,
manteniéndose el acento primitivo, originalmente llano, en la vocal correspondiente: illic,
«il•líc» (procedente de un antiguo illice «il•líce».

Las palabras llanas son las bisílabas y las que tienen tres o más cuya penúltima sílaba posee una
vocal larga o un diptongo: bellum «bél•lum», hibērna «ibérna»; recordemos que una vocal
seguida de consonante doble (x / z), como interdixit «interdícsit», o de dos o más consonantes
inlustris «inlústrit» es larga.

Las palabras esdrújulas son las de tres sílabas o más cuya penúltima sílaba posea una vocal
breve. Por ejemplo: stipendĭum «stipéndium».
Lee las siguientes palabras:

Venus, uxor, quoque, regīna, Iulius, atque, Carthagĭnis, bello, decem, auxilĭo, equum, uident,
sacerdos, ciues, dicit, cauernae, illum, cogĭtant, Apollĭnis, uentos, uates, Chalcas, fugĭo, silua,
uentis, postquam, deuŏrant, tollunt, exsangues, diuidĭmus

Veamos un ejemplo de cómo se lee el latín:

Infandum, regina, iubes renouare dolorem,

Troianas ut opes et lamentabile regnum

eruerint Danai, quaeque ipse miserrima uidi 5

et quorum pars magna fui. Quis talia fando

Myrmidonum Dolopumue aut duri miles Vlixi

temperet a lacrimis? Et iam nox umida caelo

praecipitat suadentque cadentia sidera somnos.

Sed si tantus amor casus cognoscere nostros 10

et breuiter Troiae supremum audire laborem,

quamquam animus meminisse horret luctuque refugit,

incipiam.

Virgilio, Eneida 3. 3-13

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