Universidad de Los Andes

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina (CEPSAL)
Especialización en Gestión y Políticas Públicas (EGPP)

Luis G. Estrada N.
C. I. 20.529.958
Resumen analítico aplicado al prólogo escrito por Juan Manuel Santos para el libro:
Bases Para una Reforma Tributaria Estructural en Colombia. Una compilación de Juan
José Echavarría

En el prólogo de la obra antes citada, el autor: Juan Manuel Santos (actual presidente
de la República de Colombia, y quien relata su experiencia como Ministro de Hacienda
durante la administración Pastrana), destaca como idea central y configurativa del texto
preliminar del libro, el contexto o circunstancias bajo el cual surgió como una herramienta y
medio para encarar los desafíos estructurales de la economía en Colombia, la Misión del
Ingreso Público. Destacándose, principalmente, aquellos avatares y adversidades suscitados
en el ámbito político y económico y su circunscripción a nivel nacional e internacional del
momento, como factores claves para el entendimiento del origen y objetivos de la misión.

En este sentido, el ámbito político en el cual se ubica la reforma en materia tributaria:

objetivo primario de la misión del ingreso público; es el de una crisis de gobernabilidad que
enfrenta la nación como consecuencia de las discrepancias existentes entre los poderes
legislativo y ejecutivo. Es el llamado desde la administración Pastrana a elecciones
anticipadas del Congreso, dada la situación desfavorable de su coalición en este; y la
respuesta de sus opositores, con mayoría en el Congreso, a anticipar igualmente su periodo
presidencial. Aunado a ello, y como efecto de la crisis de gobernabilidad, la confianza de la
comunidad financiera internacional en la economía Colombiana se debilitó: cerraron el
acceso al crédito y los coeficientes de riesgo-país se dispararon a niveles sin precedentes. Por
lo que el país se precipitaba hacia una crisis de mayor alcance que la vivida en 1999.

En el ámbito económico la situación es aún más alarmante: en los años 2000 y 2001
Colombia apenas mostraba escasos signos de salir de la crítica recesión de años precedentes
caracterizada por un espiral decreciente: crecimiento negativo de -4,5%; tasa de desempleo
oscilando un 20,5%, y un déficit fiscal de 5,5% del PIB. La inversión extranjera se redujo a
la mitad, pasando de 2.800 a 1.400 millones de dólares entre 1997 y 1999; perdiendo el país
su grado de inversión.

Por su parte, el ambiente internacional era del todo complejo: apenas se está saliendo
de las crisis asiáticas, rusa, turca y brasileña, cuando se presentaron los ataques terroristas
del 11 de septiembre y con ello se incrementó la volatilidad e incertidumbre de los mercados.
Adicionalmente, y para hacer aún más complejo el panorama, Argentina declara la cesación
de pagos, mientras que Ecuador aun lucha por salir de esa condición económica. Acto
seguido del éxito de la candidatura de Lula Da Silva en Brasil y la reacción negativa que esto
género en los mercados.

Así, Colombia en general y su Ministro de Hacienda en particular: Juan M. Santos

atraviesan un período sui-generis caracterizado por altas tasas de interés, salida masiva de
capitales, devaluación permanente, crisis financiera, desempleo creciente, baja credibilidad
crediticia en Colombia, liquides internacional limitada, minorías en el Congreso e intereses
de todo tipo y un problema fiscal en medio de un periodo de crecimiento de la pobreza y de
deterioro de la seguridad. Contexto al cual se respondió con una estrategia integral: misión
del ingreso público, necesaria para el ajuste fiscal y la estabilización macroeconómica de
Colombia; que abarco desde: impuestos nacionales y a las transacciones financieras, análisis
de las exenciones tributarias e ingresos tributarios a nivel local; así como temas de estructura
de deuda pública y sus estrategias de manejo.

Misión esta que una vez implementada dio inicio a un proceso de recuperación
económica que con rapidez y efectividad impidió una crisis financiera sistemática y profunda
como la experimentada por otros países. Igualmente, y debido al estado de postración
económica, se aplicaron un conjunto de medidas económicas subsidiarias que beneficiaron a
sectores económicos tales como: construcción, pensiones, caficultura, seguridad, salud, etc.
Todo ello en un marco de pleno, productivo y efectivo entendimiento institucional que
conlleva a un proceso configurativo de consenso y gestión que hace posible la calidad,
viabilidad y productividad de la política en aras del beneficio de la nación.