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PRESENTADO POR:
ALVA MAGUIÑA, LUIS ÁNGEL
QUISPE GARCÍA, DIEGO ALEXANDER
SALAS MONCADA, KENIA
SEVAN YARLEQUE, ALVARO
VALLADARES SIMBRÓN, SOFÍA
DOCENTE:
ING. DE LA CRUZ VEGA, SLEYTHER ARTURO
HUACHO – PERÚ
2019
ÍNDICE
Introducción
1. Muro en Voladizo
Consideraciones iniciales
Altura del muro
Espesor de pantalla vertical
Espesor de la base
Longitud de la base
2. Procedimiento de diseño para muros de sostenimiento de hormigón
armado en voladizo.
Cuantías mínimas
Pantalla Vertical
3. Otras formas de agotamiento en muros
4. Diseño de Talón
5. Muros Cantilever
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Los muros de contención tienen como finalidad resistir las presiones laterales ó empuje
producido por el material retenido detrás de ellos, su estabilidad la deben
fundamentalmente al peso propio y al peso del material que está sobre su fundación. Los
muros de contención se comportan básicamente como voladizos empotrados en su base.
Designamos con el nombre de empuje, las acciones producidas por las masas que se
consideran desprovistas de cohesión, como arenas, gravas, cemento, trigo, etc. En general
los empujes son producidos por terrenos naturales, rellenos artificiales o materiales
almacenados. Hasta finales del siglo XIX, se construían muros de mampostería y piedra,
a partir del siglo XX se comenzó a construir muros de concreto en masa y de concreto
armado, desplazando en muy buena parte a los materiales anteriormente utilizados. Para
proyectar muros de sostenimiento es necesario determinar la magnitud, dirección y punto
de aplicación de las presiones que el suelo ejercerá sobre el muro. El proyecto de los
muros de contención consiste en:
b) Análisis de la estabilidad del muro frente a las fuerzas que lo solicitan. En caso que la
estructura seleccionada no sea satisfactoria, se modifican las dimensiones y se efectúan
nuevos tanteos hasta lograr la estabilidad y resistencia según las condiciones mínimas
establecidas.
El refuerzo mínimo será el indicado; sin embargo, podrá exceptuarse cuando el Ingeniero
Proyectista disponga juntas de contracción y señale procedimientos constructivos que
controlen los efectos de contracción y temperatura.
Los muros con un espesor mayor que 200 mm deben tener el refuerzo en cada dirección
colocado en dos capas paralelas a las caras del muro.
El refuerzo horizontal y vertical no debe estar espaciado más de tres veces el espesor del
muro, ni de 400 mm.
El refuerzo vertical distribuido no necesita estar confinado por estribos a menos que su
cuantía exceda de 0.01 del área total de concreto o cuando el refuerzo vertical no se
requiere como refuerzo de compresión.
El acero por temperatura y contracción deberá colocarse en ambas caras para muros de
espesor mayor o igual a 250 mm. Este refuerzo podrá disponerse en mayor proporción en
la cara expuesta del muro.
El refuerzo vertical y horizontal no se colocará a un espaciamiento mayor que tres veces
el espesor del muro ni que 400 mm.
MURO EN VOLADIZO
CONSIDERACIONES INICIALES
La altura total del muro, mínima, es obvio que surge de la condición del proyecto, es decir
de la excavación necesaria. El plano de asentamiento será función del tipo de suelo donde
se funde el muro, y por otro lado el nivel de penetración en el suelo, puede ser entre 1 a
1.5 metros. (Llopiz, 1987)
Figura 1. Fases de la construcción de un muro típico de gravedad. (a) Excavación
prevista. (b) Excavación realizada. (c) Construcción del muro y drenajes. (d)
Colocación del relleno con obras de drenaje.
El uso del menor espesor posible no siempre conduce a la solución más económica. La
razón es que el acero en muros en voladizo es un importante componente del costo. Para
el caso de muros altos y grandes cargas, el usar importantes espesores de hormigón
pueden llevar a una solución más económica con respecto a la que se corresponde con el
mínimo espesor.
Si la cuantía se limita a la mínima por temperatura y contracción, aproximadamente
0.75/𝑓𝑦 que es 𝜌 = 0.0018 para ADN 420, el espesor del cuerpo necesario para soportar
el momento probablemente sea suficiente para resistir el corte sin tener que utilizar
armadura especial para este esfuerzo. Además, es probable que provea suficiente rigidez
como para controlar los desplazamientos horizontales.
Para alturas de más de 4.0 metros generalmente se adopta un espesor constante por el
costo involucrado en materializar un encofrado de sección variable. (Llopiz, 1987)
ESPESOR DE LA BASE
El espesor mínimo de la base, CIRSOC 201-05, sección 15.7, es de 150 mm. Sin embargo,
se recomienda utilizar no menos de 250 a 300 mm para contemplar armaduras,
recubrimientos adecuados y sobre todo proveer espacio para los anclajes de las barras
verticales del cuerpo. Tal vez, entre 7 a 10 % de la altura total de la base sea una buena
aproximación. (Llopiz, 1987)
LONGITUD DE LA BASE
Para obtener las solicitaciones últimas, en la sección 9.2.1, aparecen, entre otras
estas combinaciones de cargas:
U= 1.4 D (14a)
U= 1.2 D + 1.6 L (14b)
U= 1.2 D + 1.6 L + 1.6 H (14c)
U= 0.9 D + 1.6 W + 1.6 H (14d)
Se ve de la ecuación (14d) además que cuando las cargas permanentes, como el peso
propio del hormigón, contribuye a que los momentos o cortes se vean reducidos, el factor
es 0.9 (caso de la losa puntal o pie de la base del muro), mientras que, si las cargas
permanentes hacen aumentar los esfuerzos internos, el factor es 1.2, es decir es válida la
ecuación (14c).
La norma citada NTE.060 sección 14.1.2, establece que “los muros de contención en
voladizo se deben diseñar de acuerdo a los requisitos de flexión, cap. 10, y corte, pero
deben tener una armadura horizontal mínima según 14.4.3, aplicable a la pantalla
vertical”
Note que en la sección 14.3 de la NTE.0.60, dice que “excepto para tabiques de
submuración o contención enterrados, cuando el espesor es mayor de 250mm, la
armadura se debe disponer en al menos dos capas. No es este el caso entonces. Sin
embargo, es útil colocar al menos la mitad de la mínima en la cara expuesta”.
PANTALLA VERTICAL
Los valores de corte y momento en la pantalla debido a la presión lateral del suelo son los
que determinan, junto a consideraciones de dimensiones y cuantías mínimas, los
espesores y armaduras de la pantalla. Por lo antes expuesto, para las presiones el factor
de mayoración es 1.6. Los mayores cambios de temperatura ocurren en la cara expuesta
de la pantalla. Por ello, la mayor parte de la armadura horizontal, tal vez 2/3, debería
colocarse en la cara expuesta. (Llopiz, 1987)
La presión lateral tiende a que el muro de retención gire alrededor del extremo de su pié.
Esto tiende a levantar la parte del talón de la base. El relleno entonces empuja hacia abajo
al talón que funciona como una viga empotrada con carga desde borde superior y hacia
abajo, que produce tracción en el borde superior.
La mayor fuerza que se le aplica al talón es el peso del relleno que está detrás de la
pantalla. Aunque es cierto que existe alguna reacción del terreno hacia arriba, muchos
diseñadores eligen ignorar esta contribución por considerarla relativamente chica. De la
Figura 10 se puede imaginar que las cargas externas empujan el talón hacia abajo y el
acero vertical de la pantalla provee la reacción necesaria hacia arriba para mantener el
talón unido al resto de la base y la pantalla. Claramente se ve la conveniencia de prolongar
la armadura en la llave de corte. (Llopiz, 1987)
Figura 10. Muro de contención en voladizo con refuerzo para deslizamiento por
inclusión de bloque llave de corte.
i. Según la NTE.060 Capitulo 10 la cuantía mínima por flexión debe ser mayor de
1.4/fy= 0.00333 para acero ADN 420, y la máxima separación debe ser la menor
de (a)2.5 veces el espesor de la losa; (b) 25 veces el diámetro de las barras; (c)
300 mm.
ii. A su vez, en la sección 10.4.3 dice que, en losas estructurales con armadura en
una dirección, se debe colocar armadura en dirección perpendicular para resistir
los esfuerzos de contracción y temperatura. Para ello se debe colocar como
mínimo un valor de r= 0.75/fy= 0.0018, con separación máxima de: (a) 3 veces el
espesor de la losa y (b) 300 mm. Esto sería válido tanto para la losa de base como
para la de pantalla. Sin embargo, la base se debe encontrar por debajo del nivel de
terreno no se verá afectada por los efectos de temperatura como la pantalla, por lo
que no sugieren usar el mínimo para armadura secundaria, sino bastante menor
acero.
Los muros tipo cantiléver, que se construyen de hormigón armado, son diseñados de
acuerdo a las disposiciones de las normas NTE.060. Se deberán considerar todas las
condiciones de carga sobre el muro para asegurar su funcionamiento, capacidad, servicio
y durabilidad.
Muros en forma de T.
La zapata comprende zapata exterior e interior. La longitud total de la misma es
generalmente igual a 0,4 a 0,6 veces la altura total del muro y la zapata exterior
es de ¼ a ½ de esta longitud completa.
Muros en forma de L.
Solamente existe la zapata interior. Su longitud puede variar entre 0,5 y 0,55 veces
la altura total.
Muros en forma de L invertida.
Solamente existe la zapata exterior. Su longitud es igual a 0,5 a 0,6 veces la altura
total.
Cada uno de los tres elementos: pantalla, zapata exterior y zapata interior se calculan
estructuralmente como vigas cantiléver, con empotramiento en un extremo.
Este cálculo estructural se realiza de acuerdo a las cargas estáticas, las fuerzas y
movimientos actuantes en cada sección de la estructura, y eventuales sobrecargas.
Mediante estos valores de entrada, se procede al dimensionamiento de dichas secciones
en hormigón armado, ajustándose a lo dispuesto en la NTE.060 vigentes. Se diseña el
espesor del muro y las armaduras de tracción y de comprensión, para cada uno de los
elementos estructurales mencionados, de manera que sean capaces de cumplir con las
solicitaciones definidas en el cálculo estructural.
Las armaduras horizontales sean continuas, de modo que, en las juntas, las dos
partes adyacentes constituyan estructuralmente una sola unidad.
La sección de acero de dicha armadura sea en promedio igual a 0,2 % de la sección
transversal de la pantalla, calculada por metro lineal.
En la zapata también se disponga una armadura de repartición y que la sección de
acero sea como mínimo de 0,1 % a 0,2 % de la sección transversal de la zapata,
por metro lineal.