INTRODUCCIÓN

La muerte digna (de forma tranquila y serena, con el mínimo de dolor posible) de una

persona enferma, es un tema que ha sido objeto de investigación.

El presente ensayo de opinión tiene por objeto dar a conocer la importancia de la muerte

digna de una persona enferma. En el cual se permite otorgar al paciente todos los cuidados y

tratamientos para disminuir el sufrimiento, pero sin alterar el curso de la enfermedad y por

lo tanto el curso de la muerte. Es decir, se intenta promover la despedida de la persona en

condiciones de confort, equilibrio y seguridad, conservándole la dignidad hasta los últimos

momentos de su existencia.

¿SE HA TRATADO AL PACIENTE COMO PERSONA?

 La tetraplejia es una lesión localizada a nivel cervical y afecta las extremidades superiores,

tronco, extremidades inferiores y esfínteres.

En este sentido Jaime, paciente de 65 años, después de sufrir un accidente quedo con una

tetraplejia C5 hace seis años (producto de un acto violento que resultó en un disparo en el

cuello) y desde entonces estuvo en un centro de enfermos crónicos.

Los impactos que trae las lesiones medulares no solo para el paciente, sino también para

la familia es enorme, con repercusión en el ámbito psicológico, social, laboral y económico.

A partir de ello, ante la interrogante ¿Se ha tratado al paciente como persona? podemos

indicar que sí; en el sentido que Jaime paciente tetrapléjico de 65 años, soltero, sin familia y

sin amigos íntimos; que padeció también de una infección del tracto urinario (inflamación

bacteriana en el tracto urinario que causa daño a la vejiga y riñones), abdomen doloroso y

distendido; decidió que le quitasen la sonda nasogástrica y no continuar con ningún

tratamiento (antibiótico, pruebas, cirugías, etc.), indicando “Nada de lo que hagan puede

curarme” “Debería haber muerto hace seis años. Es el momento de dejar que la naturaleza

siga su curso”.

A partir de ello, es importante destacar la muerte digna como una consecuencia natural

del derecho constitucional a la dignidad de la persona humana. Al respecto en la Constitución

Política del Perú (2019), en el Título I “De la persona y de la sociedad”, Capítulo I “Derechos

fundamentales de la persona”, Artículo I, indica:

La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la

sociedad y del Estado. (p.9)

 En este sentido, la ortotanasia, lejos de significar una abreviación de la vida, permite

otorgar al paciente todos los cuidados y tratamientos para disminuir el sufrimiento, pero sin

alterar el curso de la enfermedad y por lo tanto el curso de la muerte. Es decir, intenta

promover la despedida de la persona en condiciones de confort, equilibrio y seguridad,

conservándole la dignidad hasta los últimos momentos de su existencia.

En conclusión , permitir la muerte no significa simplemente “dejar morir” sin asistencia,

pero sí implementar cuidados y propiciar un ambiente favorable a la despedida digna,

atendiendo a la autodeterminación de la persona enferma y valiéndose de los cuidados que

tienen por objetivo aliviar los dolores y aflicciones, posibilitando la muerte de forma digna,

serena y en paz.