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Jaime Delgado Rubio*

Indicios de los poderes intermedios del Estado en el


barrio teotihuacano de La Ventilla

Resumen: En este artículo se analiza el estado actual de la discusión del barrio de La Ventilla,
Teotihuacán, en su relación con el Estado teotihuacano. Proponemos la existencia de elites in­
termedias que actuando en márgenes distantes de la acción de control del Estado, lograron
acumular riqueza y poder para sí mismas, utilizando los emblemas de la metrópoli, una pro­
puesta que cuenta con el apoyo de los nuevos datos arqueológicos obtenidos de 2007 a la fecha,
así como desde una perspectiva diferente del Patio de los Glifos.
Palabras clave: La Ventilla, Estado corporativo, poderes intermedios, intereses personales o
de grupo, colapso de Teotihuacán.

Abstract: This article analyzes the current state of knowledge of the Teotihuacan neighborhood
of La Ventilla in its relationship with the Teotihuacan state. We propose the existence of elite
intermediaries who on the fringes of state control managed to accumulate wealth and power for
themselves and their group by using the emblems of the metropolis. This proposal is supported
by new archaeological data found from 2007 on, as well as a different perspective of the Patio
of the Glyphs.
Key words: La Ventilla, corporate state, intermediary powers, personal or group interests,
collapse of Teotihuacan

D esde su descubrimiento en 1992, el complejo arquitectónico de La Ventilla


Teotihuacán, ubicado al suroeste del centro cívico de la antigua ciudad, ha sido
un espacio privilegiado para la realización de largos proyectos de investigación
por parte de arqueólogos, antropólogos físicos, restauradores, arqueoastrónomos,
biólogos y arquitectos, quienes desde diversos enfoques y posturas teóricas han
logrado conformar una memoria documental y gráfica considerable.
Desde 1995 se ha sugerido que La Ventilla es el ejemplo más ilustrativo de un
barrio teotihuacano (Gómez, 1995), ya que ahí se localizaron cuatro grandes
conjuntos arquitectónicos con diferentes formas y calidades constructivas, siste­
mas funerarios, obras hidráulicas, materiales arqueológicos y pintura mural, que
reflejan una diferenciación social y económica de sus ocupantes.
Debido a estas características, visualizamos a La Ventilla como un yacimien­
to de información sobre el posible papel que tuvieron los poderes intermedios,
representado por los dirigentes del barrio, en su relación con el Estado teotihua­
cano, siguiendo las perspectivas teóricas de Blanton, Feinman, Kowalewski y
Peregrine (1996).

* Instituto de Investigaciones Antropológicas, unam.


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IndIcIos de los poderes IntermedIos del estado en el barrIo teotIhuacano de l a VentIlla

Para logarlo satisfactoriamente debemos iniciar Por los materiales encontrados sobre pisos y
por describir los principales conjuntos que inte­ cuartos, se infiere que las familias que vivían
gran el complejo arquitectónico de La Ventilla, allí trabajaban en la fabricación de ornamentos
Teotihuacán, según Gómez (2000: 596): de concha, piedra verde, pizarra y obsidiana,
alabastro, jadeíta, serpentina y mica, aunque
a) Conjunto Templo de Barrio. Se trata de un área según Gómez (idem) predomina el trabajo de
de 60 x 70 m, con edificios techados dispues­ concha y piedra. Dentro del mismo conjunto,
tos alrededor de dos grandes plazas; una pú­ pero emplazados en su extremo noroccidental,
blica, rodeada de basamentos en tres de sus se localizó una unidad de carácter residencial
cuatro costados; y otra de tipo residencial, de mayor amplitud, altura y calidad construc­
flanqueada por cuatro basamentos piramidales tiva, formada de cuatro basamentos alrededor
decorados con alegorías marinas y bandas ro­ de un pequeño patio con altar al centro, por
jas, ambas comunicadas por estrechos pasillos ello ha sugerido que se trató de la residencia
de circulación que conducen a espacios abier­ del líder de los artesanos. Contiguo a ella se
tos, desde los cuales se accede a sus respecti­ localizó una agrupación de plataformas deco­
vas plataformas y aposentos. Desde entonces radas con talud y tablero, dispuestas alrededor
se estableció que este conjunto carecía de vi­ de un pequeño patio con un altar en forma de
viendas teotihuacanas de uso común, áreas de T, lo que se ha interpretado como un espacio
preparación de alimentos y enterramientos religioso local. Durante la exploración de estos
bajo pisos, todo lo cual dio lugar a la afirma­ multifamiliares se localizó una gran cantidad
ción de que se trataba de edificios de carácter de enterramientos humanos, principalmente
público religioso. perinatales, así como ollas empotradas en el
b) Conjunto de los Glifos. Al igual que el an­ piso, y metates recargados en las paredes aso­
terior, mide 60 x 70 m y está conformado a ciados a innumerables desechos de materiales
partir de dos amplias plazas, rodeadas de apo­ de obsidiana, concha y piedra; asimismo he­
sentos y divididas por una gran plataforma rramientas como punzones, formones, sierras
central; a diferencia del otro conjunto, está y espátulas, indicio del tipo de trabajo de las
flanqueado al norte y al sur por una serie de familias residentes.
habitaciones bajo las que se localizaron varios d) Conjunto semi­residencial. Es un conjunto
enterramientos humanos con numerosas parcialmente explorado que presenta plata­
ofrendas. Todo el conjunto se encuentra comu­ formas bajas decoradas con motivos pictóricos
nicado por una red de corredores laberínticos, de grandes penachos en sucesión, así como
bajo los cuales se han registrado todo tipo de una serie de pequeñas habitaciones similares
drenajes pluviales. Durante la exploración se a las del Conjunto de los Artesanos. A este
localizó un patio con 36 glifos pintados en su conjunto no se le otorgó denominación rela­
superficie, y seis más en los muros contiguos tiva a su funcionamiento por estar poco ex­
organizados a partir de una retícula a manera plorado y desconocerse los porqués de su
de códice, lo cual dio lugar a la hipótesis de configuración mixta, razón por la cual se le
que este conjunto estaba relacionado con la asignó la nomenclatura propia de su explora­
administración pública o política del barrio, ción: Frente 4.
por lo que en lo sucesivo se le denominó Con­
junto Político­ Administrativo. Finalmente, se sugiere la existencia de un gran
c) Conjunto de los Artesanos. Estructuralmente espacio abierto, libre de construcciones teotihua­
resulta distinto a los dos anteriores, pues cons­ canas, con forma de T y una dimensión estimada
ta de pequeñas unidades habitacionales que en 1.6 ha, forma una franja de terreno que separa
comparten patios reducidos y puertas que con­ al Conjunto de los Glifos y el Templo del Barrio
ducen a una calle con drenaje abierto. La ma­ del Conjunto de los Artesanos. Al respecto, Ca­
yoría de las viviendas están separadas entre sí. brera y Gómez (2000) establecieron que ese espa­
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cio funcionó de manera comunitaria para favore­ Bajo tal propuesta, identifica al Conjunto Tem­
cer la interacción de los cuatro niveles de grupo plo del Barrio como un centro de culto público
mencionados, razón por la cual se le denominó en que amalgamaba la identidad religiosa de sus ocu­
lo sucesivo la Plaza Pública (fig. 1). pantes, pero que también fungió como un centro
Por tanto, el arqueólogo Sergio Gómez propu­ redistributivo y administrativo. Por otra parte,
so un modelo teórico que intenta articular estos ubica el Conjunto de los Glifos como el lugar de
conjuntos, infiriendo los procesos económicos y residencia de grupos de alto rango social, quienes
sociales que ocurrieron entre sus ocupantes y re­ tenían acceso privilegiado a materias primas fo­
velan los elementos más representativos de un ráneas con las que hipotéticamente abastecían a
barrio, entendiendo éste como: “[…] una unidad las familias de artesanos. Una vez que los artesa­
económica y social, se estructura a partir de una nos terminaban los trabajos por encargo, asume
serie de elementos estrechamente vinculados e que eran acopiados por la elite residente en el Pa­
interdependientes, y es entendido como un siste­ tio de los Glifos para colocarlos en el mercado
ma manifiesto de relaciones político­económicas local y regional.
que operan dentro de límites establecidos, bajo Por su posición, en la base de este modelo se
normas y sistemas institucionalizados recono­ encontraban los artesanos productores, quienes
cidos por una comunidad particular” (Gómez residían en el Conjunto de los Artesanos y eran
1995:87). dueños de su fuerza de trabajo, pudiendo con­

 Fig. 1. Ubicación de los distintos conjuntos que conforman el modelo de barrio de La Ventilla, según
Sergio Gómez (2000).
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servar para sí y para sus familias parte de la pro­ grupos; lo que a la postre llegó a contrapesar y
ducción para comerciarla en la plaza pública confrontar al poder del Estado teotihuacano.
(Gómez, 2000). Finalmente, la Plaza Pública es
considerada un espacio comunitario, tianguis y,
eventualmente, lugar para la realización del juego Primera ocupación de La Ventilla
de pelota. (100 d.C.)
Debemos señalar que si bien en el modelo se
acepta que la organización del barrio estaba cru­ Para desarrollar dicha perspectiva es pertinente
zada por parentescos, oficios o filiaciones étnicas; aclarar que en los orígenes de La Ventilla (alre­
éstas, se supeditaban a las relaciones económicas dedor de 100 d.C.), es decir, antes de que se ini­
de producción subyacentes, de ahí que su modelo ciara formalmente la construcción de los conjun­
tenga una argumentación materialista histórica. tos arquitectónicos hoy a la vista, existió un área
Con lo expuesto hasta aquí podemos establecer con un pequeño núcleo urbano rodeado de canales
que el eje teórico sobre el que rota este modelo de de riego y parcelas de cultivo. Los canales han
barrio ha sido la afirmación de que los artesanos, sido registrados en varias partes de este complejo;
los religiosos y los administradores­políticos in- por ejemplo, durante la excavación de un pozo
teractuaban en tiempo y espacio formando una profundo sobre la calle del Conjunto de los arte­
unidad económica y social frente al Estado, como sanos, donde se observó un canal azolvado con
afirma enseguida: gravas mezcladas con tierra, así como abundantes
fragmentos de cerámica y lítica pertenecientes a
El beneficio que recibía el Estado con la formaliza­ la fase Miccaotli 150­250 d.C. (Gómez, 2000). De
ción y vigilancia del cumplimento legal y en el similares características, otro fue localizado bajo
mantenimiento y reproducción de las relaciones la calle poniente del Conjunto de los Glifos (Sa­
sociales establecidas en torno a la producción, es rabia, 2007), y recientemente se localizó otro más,
directamente proporcional a los beneficios que ob­ pero orientado de forma paralela a la calle norte
tiene con el incremento a la taza producción [...] La del mismo complejo (Rivas, 2011).
principal fuente de riqueza de la sociedad teotihua­ Con estos datos, Gómez (2000) ha sugerido que
cana era la fuerza de trabajo, por lo que el Estado dichos canales indican la existencia de un sistema
debió de mantener las mejores condiciones para de cultivo en La Ventilla, con una producción de
favorecer la reproducción de la población, así como granos y semillas destinada para el consumo tan­
la inmigración (Gómez 2000:611). to de la población local como de los contingentes
de trabajadores encargados de la construcción de
No obstante, a raíz de las nuevas exploraciones los grandes monumentos en el centro cívico cere­
realizadas en La Ventilla, y la revisión critica de monial de la ciudad.
las evidencias ya existentes, buscamos un nuevo Junto a estas evidencias, se han localizado
enfoque de interpretación que pueda enriquecer restos de construcciones tempranas asociadas;
dicha perspectiva, en tanto introduce un factor de por ejemplo, en la esquina sureste del Patio de
conflicto político, económico y social, gestado los Glifos, donde se encontró un nivel de piso
desde el interior del sistema político estatal teoti­ correspondiente a un aposento cuadrangular,
huacano; nos referimos al papel económico y po­ cuyos muros presentan una orientación de 13º al
lítico de las elites intermedias de poder —por este del norte astronómico, es decir, 2º de des­
elites intermedias entendemos un grupo minori­ viación respecto a los edificios típicamente teo­
tario de personas que tiene un estatus superior al tihuacanos de épocas posteriores (Delgado y
resto de individuos de dicha sociedad, quienes se Cabrera, 2013).
situaban en un nivel intermedio entre la clase tra­ También tenemos registro de esas construccio­
bajadora y los dirigentes estatales—, y que al ac­ nes en el sector oriental y occidental de la Plaza
tuar desde espacios relativamente autónomos Central, en la sección frontal y posterior de la
construyeron una fuerza política para sí y sus Gran Plataforma de Acceso, en los costados nor­
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 Fig. 2 Exploraciones realizadas en el Conjunto Templo de Barrio del año 2007 a la fecha (redibujado de
Sugiyama, 2010).

te y sur de la Plataforma Central, y en el extremo de los Glifos son más tempranos (100­250 d.C.),
nororiental del conjunto, localizando evidencias que el Conjunto de los Artesanos, que en esa épo­
de subestructuras cuya temporalidad oscila entre ca aún no aparecen en La Ventilla. Por ello resul­
las fases Tzacualli y Miccaotli (100­250 d.C.) y ta imposible relacionarlos con un barrio de pro­
que corresponden a posibles restos de edificios ducción artesanal, por lo menos durante épocas
habitacionales, con la desviación astronómica re­ tempranas de La Ventilla.
ferida (fig. 2).
En cuanto al Conjunto de los Glifos, esas cons­
trucciones se ubican al sur del Patio de los Jagua­ Segunda ocupación de La Ventilla
res, en el extremo noreste del Conjunto de los (150-250 d.C)
Glifos y en su sección sur (fig. 3). Dichas eviden­
cias son patios hundidos, aposentos porticados y Luego de esta primera ocupación tenemos el nivel
plataformas que también presentan la desviación constructivo denominado Bordes Rojos, fechado
referida, lo cual ha dado lugar a la preparación de para la fase Miccaotli (150­250 d.C.) (Cabrera
un artículo sobre el origen temprano de La Ven­ 2003); se halla en niveles profundos del Templo
tilla (Delgado y Cabrera, 2012). de Barrio y el Conjunto de los Glifos, mas aún no
Con estos datos podemos establecer que tanto aparece el Conjunto de los Artesanos; recordemos
el Conjunto Templo de Barrio como el Conjunto que el propio Sergio Gómez (2000: 67) reporta
 Fig. 3 Exploraciones realizadas en el Conjunto de los Glifos del año 2007 a la fecha (redibujado de Sugiyama, 2010).
IndIcIos de los poderes IntermedIos del estado en el barrIo teotIhuacano de l a VentIlla
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cerámica de igual temporalidad en esta área, pero Recordemos que esta situación también se
sin registros de alguna construcción de la misma aprecia en el Templo de Quetzalcóatl, pero cen­
época. trada en la destrucción de las esculturas de la ser­
Se le conoce como Bordes Rojos por una ca­ piente emplumada y elementos asociados.
racterística banda de color rojo que decora esca­ Con base en tales evidencias podemos conje­
lones, pórticos, alfardas, molduras, y los interiores turar que desde épocas tempranas el nivel de Bor­
de los aposentos, pero que incluye también un des Rojos del Templo del Barrio y el Conjunto
complejo pictórico­arquitectónico con elementos de los Glifos probablemente estuvo ocupado
marinos pintados en gran formato: conchas, ca­ por familias nobles vinculadas a grupos de elite
racoles y ganchos entrelazados. La construcción —quienes detentaban el culto a la serpiente em­
se caracteriza por la existencia de plataformas plumada—, no con un barrio de producción, ya
decoradas con talud y tablero en las esquinas, pre­ que para ese momento no existen los productores
sentando un talud intermedio divisorio entre ta­ en las inmediaciones de La Ventilla.
bleros. También se han registrado amplias ban­
quetas sin alfarda y ausencia de altares en patios
o plazas, todo lo cual apunta a la hipótesis de que Tercera ocupación de La Ventilla
en este momento existe una marcada influencia (300-650 d.C.)
de grupos de la costa del golfo en la ciudad, cuyas
alegorías marinas tenían una amplia aceptación Más tarde, alrededor del siglo III d.C., el nivel de
en la ideología de la época (Sánchez 2004). ocupación Bordes Rojos en La Ventilla fue des­
Aquí se debe mencionar que los edificios Bor­ truido y la mayoría de sus muros perimetrales
des Rojos del Templo del Barrio están relacionados quedaron sepultados o destruidos, construyendo
con los eventos en el Templo de Quetzalcóatl, ya nuevas trazas que ampliaban los espacios interio­
que —además de su proximidad espacial— son res y ocupando parte de las calles principales. En
contemporáneos y comparten una carga simbóli­ esta época aparecen motivos pictóricos represen­
ca vinculada con elementos marinos. También de­ tando corazones humanos sangrantes y cuchillos
bemos señalar que al momento de explorar tres curvos en sucesión en un espacio conocido como
de los cuatro basamentos de este nivel de ocupa­ Patio de los Chalchihuites.
ción en el Templo de Barrio (Cabrera y Delgado, De ese momento data un registro arqueológico
2009; 2010) encontramos taludes, tableros y jam­ del inicio de la construcción del conjunto de mul­
bas totalmente destruidos, mientras los restos de tifamiliares llamado Conjunto de los Artesanos,
edificios que no presentaban motivos pictóricos que en sí mismo revela un alto grado de espe­
quedaron relativamente bien conservados (fig. 4). cialización para la producción de un sistema de
Las evidencias de la destrucción incluyen frag­ gobierno que se encontraba en plena expansión
mentos de estucos calcinados que correspondían de su comercio local y regional.
a motivos pintados en los tableros y molduras de Sobre el particular debemos mencionar que la
los edificios. Lo mismo registramos en las partes órbita de influencia teotihuacana está bien docu­
pintadas que permanecieron en pie, con huellas de mentada en ciudades mayas como Tikal, Kami­
combustión en caracoles y ganchos entrelazados. nalhuyu, Mayapan (Ratray, 1978; Fash, 1999), en
Por ello, podemos establecer que dicha destruc­ los valles centrales de Oaxaca (Santley, 1989;
ción no responde a un patrón de una clausura ri­ Winter, 2002), en el Occidente de México (Filini,
tual, pues además de no existir alguna ofrenda de 2010) y en la región poblano­tlaxcalteca (García
clausura o inauguración, como regularmente ocu­ Cook, 1991), entre otras, donde se aprecian simi­
rre en la consagración del fin de ciclo de uso de litudes arquitectónicas, plásticas y urbanas de esa
un edificio, se aprecia una destrucción y combus­ metrópoli.1
tión deliberada de áreas específicas donde se en­
contraban los emblemas de poder, dejando relati­ 1
Por ello podemos afirmar que la conformación de las redes
vamente intacto el resto del edificio. comerciales a larga distancia debió ser un proceso
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 Fig. 4 Elementos calcinados resultado de la exploración del nivel Bordes Rojos del Conjunto Templo de Barrio (redibujado de Sugiyama, 2010).
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En ese contexto, el hallazgo del Patio de los


Glifos —36 glifos pintados en el piso organizados
a partir de una retícula— resulta de gran interés
para nuestras interpretaciones. Hoy todavía se
discute si representan ideogramas, fonogramas o
logogramas. No obstante, queremos subrayar que
tales elementos fueron pintados durante el perio­
do Tlamimilolpa (350­450 d.C.), cuando la me­
trópoli experimentó un fenómeno de crecimiento
 Fig. 5 Glifos toponímicos de la primera serie.
urbano, mayor complejidad en su estructura so­
cial, y una expansión hacia otras regiones más allá
de la ciudad capital (fig. 6). glifos de vocación de barrio —es decir, relativos
Para contextualizar este fenómeno en términos a las actividades económicas y productivas reali­
de la estructura social y política del Estado teoti­ zadas en la ciudad—, mientras los patronímicos
huacano, consideramos relevante retomar la pers­ combinan tres glifos ubicados jerárquicamente en
pectiva teórica de Blanton et al. sobre la existen­ forma vertical.
cia de dos estrategias básicas de poder: la Iniciemos por los glifos toponímicos, 16 en
exclusionista y la corporativa. total, de los que al menos ocho refieren a lugares
En la estrategia exclusionista los actores polí­ específicos con los que los líderes del barrio man­
ticos se apoyan en el desarrollo de un sistema tuvieron relaciones políticas, comerciales o reli­
construido alrededor de su monopolio y control giosas, con la particularidad de que son ajenos a
de recursos de poder; en contraste, en la estrategia la iconografía típica teotihuacana (fig. 5).
corporativa el poder es repartido entre diferen­ Para apoyar esta hipótesis resulta pertinente
tes grupos y sectores de la sociedad, enfatizando señalar algunos glifos de procedencia foránea: 1)
la solidaridad de una sociedad integrada con base glifo Acolman, que se refiere a la población veci­
en una interdependencia fija e inmutable entre na del mismo nombre; 2) glifo Atzontla, asociado
subgrupos, y entre gobernantes y gobernados al “lugar donde se prepara cemento/yeso”; 3) gli­
(Blanton et al., 1996: 4­6). Aunque ambas coexis­ fo Masakowatl, traducido como “serpiente vena­
ten en diferente grado en dinámicas políticas de do”, quizá aludiendo al antiguo señorío matlazin­
todas las formaciones sociales, existen diferentes ca de Mazahuacan, enclavado en el Valle de
grados de tensión y conflictos por el poder central. Ixtlahuaca; 4) glifo Wewetlan, como “lugar de
En función de esta premisa, debemos señalar viejos”, ubicado hipotéticamente al sur de la cuen­
que en todas las sociedades existen personas que ca; 5) glifo Witzilan, “lugar de colibríes”, ubicado
logran influir en las instituciones de gobierno a tra­ en la mixteca oaxaqueña; 6) glifo de Ketzalan,
vés de su prestigio, riqueza, estatus o poder —con que la ubican como una localidad cercana a la
visiones variadas de la forma ideal de gobernar—, Cuenca de México (ibidem: 13­18).
al grado de llegar a replantear su relación con el Siguiendo a estos autores, es claro que los gli­
poder del Estado (Manzanilla, 2007). fos revelan un despliegue de poder político que
Consideramos que esta perspectiva teórica tie­ rebaza la cobertura de un barrio de producción
ne referentes empíricos en el Patio de los Glifos, ya local, con la particularidad de que tales símbolos
que según Gómez y King (2000) estos glifos pue­ son relativamente ajenos a la iconografía del res­
den agruparse en tres categorías fundamentales: to de la ciudad arqueológica encontrados hasta
los topónimos que refieren a lugares específicos, los ahora, dado lo cual es probable que reflejen las
actividades económicas y políticas realizadas por
complejo que implicó acuerdos políticos, parentescos, y liderazgos intermedios, quienes actuaban a favor
transacciones comerciales, lo que a la postre permitió a las de sus intereses de grupo y residían en ese barrio.
elites del gobierno teotihuacano proveerse de productos
foráneos de prestigio tales como conchas, piedras verdes,
El segundo grupo de glifos, llamados patroní­
caracoles, mica, pizarra, alabastros, jadeítas, etcétera. micos, forman tres glifos en orden vertical des­
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IndIcIos de los poderes IntermedIos del estado en el barrIo teotIhuacano de l a VentIlla

1. Acolman

2. Atzontla

3. Mazacoatl

4. Witzilan

5. Wewetlan

 Fig. 6 Glifos foráneos (tomado de Gómez y Timoty, 2000).

cendente, donde la parte superior siempre está


representada por una imagen de Tláloc (cabezal)
como emblema de ese poder estatal, mientras
los glifos inferiores acusan
una probable procedencia fo­
ránea.  Fig. 8 Glifos de
Luego entonces, resulta Tlaloc en la
entrada y salida
lógico suponer que la persis­ del Patio de los
tencia de emblemas de Tláloc Glifos.
en el Patio de los Glifos está
dirigida a la gente que pro­
viene del exterior, que con­ pues serían los primeros y los últimos emblemas
curría a este conjunto para contemplados por los individuos locales y forá­
hacer una presencia políti­ neos que concurrían en dicho espacio. En conse­
ca o tributaria hacia sus líde­ cuencia, las imágenes de Tláloc en el Patio de los
res o representantes, quienes Glifos fungieron como emblemas del poder es­
se envisten con los emblemas  Fig. 7 Ejemplo tatal, pero ligados a los intereses de las elites del
estatales pero actúan en már­ de glifos barrio.
genes que escapan al control patronímicos. Finalmente, los glifos de vocación de barrio no
central del Estado. hacen sino apuntar a la idea de que representan al
Con base en tal propuesta, las imágenes de Tlá­ conjunto de lugares, oficios y gremios controlados
loc —ubicadas al principio y final del recorrido por estas elites de forma particular. En este senti­
por el Patio de los Glifos— adquieren sentido, do, Blanton y colaboradores (1996:16) sugieren
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que tales negociaciones dieron lugar a sociedades tadas y espaciosas, salones amplios y pintados,
económicas y políticas que a la postre incidieron enterramientos con individuos con deformación
en diferentes grados e intensidades en la caída del craneal y ofrendas mortuorias de alta calidad (Gó­
Estado teotihuacano. mez y Núñez, 1999:107), así como grandes plazas
sometidas a mantenimiento constante, lo cual nos
hace recordar la afirmación de Manzanilla res­
Indicios de las elites intermedias pecto a la configuración del poder en la antigua
del Estado metrópoli: “[…] en Teotihuacán existió un esque­
ma basado en las estrategias político­económicas
La contradicción de un estado centralista versus que utilizaron ciertos grupos sociales para de­
un Estado corporativo representa, pues, el punto tentar y mantener el poder, tal es el caso del barrio
donde el modelo de Gómez y nuestra perspectiva de la Ventilla cuyas construcciones, ofrendas y
se bifurcan: Gómez se adscribe a una posición espacios llegan a tener una importancia equi­
teórica donde asume que el barrio de La Ventilla parable con las construcciones del centro cívico
formó una unidad económica y social regulada ceremonial de la ciudad” (citada en Murkami,
por un Estado centralista y hegemónico; noso­ 2011: 54).
tros proponemos que el enriquecimiento político En este mismo sentido, Blanton y colaborado­
y comercial de las élites intermedias, o represen­ res asientan:
tantes de este barrio, poseían recursos lejanos
y cercanos construidos lejos de la supervisión […] Por un lado las sociedades del Clásico maya
del poder central, obedeciendo a un modelo cor- son el ejemplo claro del exclusionismo, de la polí­
porativo. tica de redes, ya que su sociedad estuvo marcada
Ello tiene referentes también en el Conjunto de por una distinción clara y tajante de acceso a la
los Artesanos, que evidencia una gran desigual­ riqueza y al poder. En el centro de sus políticas una
dad en relación con sus conjuntos vecinos del élite específica utilizaba sus redes personales de
Templo de Barrio y Conjunto de los Glifos; sin ancestros, afinidades, intercambio y aliados políti­
embargo, cada familia de este conjunto tenía para cos como la base de su poder [...] Mientras tanto, en
sí un apartamento de tres a seis cuartos, pórticos el otro extremo, la estrategia corporativa se define
y patios destinados a cocinas, almacenes, dormi­ en Teotihuacán, en donde se observa la distribución
torios, estancias y áreas de trabajo, dispuestos del poder al no sobresalir ninguna élite, ya que su
alrededor de patios abiertos. Tenían además un arte muestra un énfasis en los actos, no en los ac­
área religiosa y una administrativa, lo cual indica tores; no existen representaciones de personas su­
un nivel de vida superior si se le compara con los bordinadas a otras, y el despliegue del poder y ri­
barrios periféricos de la ciudad, como el barrio de queza era glorificado, no personalizado (Blanton et
los comerciantes o el barrio oaxaqueño. al., 1996: 4­6).
Aunque esto da una idea del poder que acumu­
laron las elites del barrio, no elimina el hecho de Fue así que la estrategia corporativa en Teoti­
que su ascenso al poder tuvo como principio la huacán se tornó en debilidad, pues Blanton con­
enajenación del trabajo de los productores de base. sidera que en las unidades multifamiliares yacían
Por ello las afirmaciones de Blanton et al. deben organizaciones cónicas e individualistas de las
partir del hecho de que tales estructuras de poder “casas nobles de los barrios”, quienes aprovecha­
intermedio se realizaron sobre la producción sub­ ban sus cargos de administradores, sus máscaras
yacente. con anteojeras y su apariencia de sembradores
Siguiendo esta lógica de argumentación, debe­ para gestionar empresas económicas particulares
mos señalar que en el Conjunto de los Glifos y el en zonas ricas en recursos suntuarios más allá de
Conjunto Templo de Barrio este despliegue de la supervisión del Estado. El patio de los Glifos
poder se potencia en una enorme actividad cons­ en el barrio de La Ventilla parece un claro ejemplo
tructiva, con amplias plataformas bien pulimen­ de este fenómeno.
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IndIcIos de los poderes IntermedIos del estado en el barrIo teotIhuacano de l a VentIlla

Por ello coincidimos con Linda Manzanilla • Cabrera Castro, Rubén y Jaime Delgado
respecto a que Teotihuacán aparentaba una cohe­ 2009. “Informe final de excavación, análisis y
sión formada realmente por numerosos hilos sin restauración del proyecto arqueológico sistema
trama firme, principalmente por la creciente in­ urbano de la Ventilla” (mecanoescrito), proyecto La
dependencia y agresividad económica de las elites Ventilla, Archivo Técnico de la Zona Arqueológica
de Teotihuacán.
intermedias de los barrios, así como por la base
multiétnica de las “casas nobles”; esto reflejaba
2010. “Informe final de excavación, análisis y
sin duda una diversidad de intereses, a la larga restauración del proyecto arqueológico Plan de
difícil de armonizar en un solo proyecto de Esta­ Manejo de la Ventilla Teotihuacán” (mecanoescrito),
do (Manzanilla, 2007a). proyecto la Ventilla, Archivo Técnico de la Zona
En síntesis, a partir del año 300 d.C. y hasta la Arqueológica de Teotihuacán.
caída de Teotihuacán, en La Ventilla encontramos
indicios que sugieren una organización corpora­ • Cabrera Castro, Rubén y Sergio Gómez
tiva: casas de artesanos de piedra, pisos, almace­ 2000. “Informe de las excavaciones realizadas en La
nes y espacios comunes, amplias plataformas Ventilla, Teotihuacán, temporada 2000” (mecanoes­
estucadas y pulimentadas, plazas con grandes crito), Archivo Técnico de la Zona Arqueológica de
escalinatas, una riqueza pictórica relativamente Teotihuacán.
independiente de la iconografía típica hasta ahora
• Delgado Rubio, Jaime
encontrada, además de una intensa actividad
2010. “Informe final de los pozos realizados en la
constructiva; incluso, los multifamiliares de arte­ lateral del Gran Conjunto” (mecanoescrito), Plan de
sanos son en su conjunto signos de un poder cor- Manejo de La Ventilla, Archivo Técnico de la Zona
porativo que se enriqueció a partir de estrategias Arqueológica de Teotihuacán.
políticas duales, donde se empleaban emblemas
del poder de Estado aras de satisfacer los intereses • Delgado, Jaime y Rubén Cabrera
económicos y políticos de las elites a las que per­ 2012. “Los orígenes tempranos de La Ventilla”, en
tenecían. Segunda Memoria de La Ventilla, Teotihuacán,
Con base en ello Pastory (1992) sugiere que el México, Coordinación Nacional de Arqueología­
poder de las elites intermedias, que posiblemente inah (en prensa).
vivieron en centros de barrio —complejos de
• Delgado, Jaime, Rubén Cabrera y Raúl Valadez
apartamentos con grandes patios y estructuras del
2014. “El origen temprano del brasero tipo teatro
templo—, fue comparable, e incluso superior al
teotihuacano”, Arqueología, núm. 48, mayo­agosto.
poder del Estado, lo que contradice la tradicional
visión de un poder centralizado y hegemónico • Fash, William L.
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