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INFORMA
No. 363
Fecha: 28 de octubre de 2011
*** El barrio La Ventilla fue sede de administraciones del Estado teotihuacano, que organizaban
bienes obtenidos de la relación con otras urbes, revelaron arqueólogos en la 5ª Mesa Redonda
*** Los investigadores del INAH Rubén Cabrera y Jaime Delgado refirieron que en su auge la
Ciudad de los Dioses (200 - 500 d.C.) tenía más de 2,200 conjuntos habitacionales
Lo anterior fue dado a conocer por los arqueólogos Rubén Cabrera Castro y Jaime
Delgado, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), durante su
participación en la 5ª Mesa Redonda de Teotihuacan, efectuada del 23 al 28 de octubre en el
Estado de México, donde expusieron los últimos avances en el conocimiento de ese espacio.
“Los vestigios del barrio La Ventilla revelan una infraestructura que nos permite conocer
el sistema urbano de Teotihuacan: calles que circundan las manzanas, un sistema hidráulico
complejo y diferentes accesos. Todo esto nos permite proponer que fue un barrio, el más
explorado hasta ahora”, comentaron Rubén Cabrera y Jaime Delgado.
Los edificios del Conjunto Bordes Rojos —que datan de 150 - 250 d.C.— representaron
la consolidación de esa primera etapa de ocupación y, muy probablemente, fungieron como una
sede del poder político o religioso vinculado al culto de la serpiente emplumada. Jaime Delgado
indicó que incluso la destrucción del templo dedicado a esta deidad, coincide con la destrucción
en 250-300 d.C. de las construcciones de Bordes Rojos de La Ventilla.
Delgado Rubio hizo hincapié que fue hasta ese momento que se construyó, al norte de
La Ventila, un barrio de producción de lapidaria, plumaria y trabajo en concha, entre otros
oficios, como resultado de un fenómeno de crecimiento urbano y de especialización
manufacturera.
Por su parte, el arqueólogo Rubén Cabrera, quien dirige el proyecto del barrio La Ventilla,
abundó en su conferencia magistral El sistema urbano de la ciudad de Teotihuacan constituido
en barrios, que éstos “funcionaban como una unidad administrativa en la que se encontraban
representados varios sectores: sacerdotes para el culto, productores, artesanos, etcétera”.
Tales barrios junto con los de Atetelco, Tepantitla y Tlamimilolpan, son los más cercanos
al centro ceremonial de la Ciudad de los Dioses. Mientras, Oxtoyahualco, Tlajinga y San
Antonio de las Palmas, se localizan entre los conjuntos un poco más alejados del núcleo de la
ciudad prehispánica. En la periferia están los de San Mateo, Maquixco y San Bartolo El Alto.