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TRASTORNO DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)

ADD (ATENTION DEFICIT DISSORDER)

Trastorno de origen neurobiológico, resultado de una compleja interacción entre los aspectos
biológicos y el medioambiente que se caracteriza por:
• Inatención (dificultad de concentración).
• Hiperactividad (desorganización y excesivo nivel de actividad).
• Comportamiento impulsivo.

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS PARA EL TDAH


SEGÚN DSM-IV

ITEMS DEFICIT DE ATENCIÓN 6 o más síntomas


• No presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las
tareas escolares, trabajo u otras actividades.
• Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
• Parece no escuchar cuando se le habla.
• No sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u obligaciones. (No se
debe a un comportamiento negativista o a la incapacidad para comprender las
instrucciones).
• Tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
• Evita, le disgusta o es renuente a desempeñar tareas que requieren un esfuerzo mental
mantenido.
• Extravía objetos necesarios para tareas o actividades (juguetes, lápices, libros,
ejercicios escolares, herramientas, etc.).
• Se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
• Es descuidado en las actividades diarias.

ITEMS DE HIPERACTIVIDAD
• Mueve en exceso manos o pies o se remueve en su asiento.
• Abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en la que se espera que
permanezca sentado.
• Corre o salta excesivamente, en situaciones en que es inapropiado hacerlo.
• Tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
• Suele actuar como si estuviera movido por un motor.
• Habla en exceso.

ITEMS DE IMPULSIVIDAD
• Precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
• Tiene dificultades para guardar turno.
• Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (conversaciones, juegos)
TIPOS DE TDAH:
 COMBINADO

 CON PREDOMINIO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN

 CON PREDOMINIO HIPERACTIVO E IMPULSIVO

PREVALENCIA
Entre 5% y 10% en niños en edad escolar
Mayor en varones 4:1 (Tipo Hiperactivo-Impulsivo)
2:1 (Tipo Déficit de atención)

COMORBILIDAD
MUY FRECUENTE (50%) Trastorno Negativista Desafiante. Trastorno de conducta
FRECUENTE (hasta 50%) Trastorno de ansiedad. Trastorno de desarrollo de la
coordinación. Trastorno especifico del aprendizaje
POCO FRECUENTE (20%) Trastorno de Tics. Trastorno del humor. Depresión.
Trastorno Bipolar
INFRECUENTE. Trastorno del Espectro Autista. Retraso Mental

ETIOLOGÍA
Trastorno de desarrollo neurobiológico de naturaleza hereditaria
Factores ambientales y psicológicos (cognitivo-conductuales)
PROBLEMAS CARACTERÍSTICOS DEL DEFICIT DE ATENCIÓN E
HIPERACTIVIDAD
RETRASOS EN HABILIDADES COGNITIVAS:
• Ausencia, reducción o retraso de verbalizaciones internas o "discurso privado"
• Dificultades para pararse a pensar antes de actuar, esperar su turno, trabajar por
recompensas a largo plazo en lugar de inmediatas.
• Se muestran poco hábiles a la hora de pensar alternativas para resolver problemas,
resolviendolos de forma rápida y poco reflexiva.
DEFICIENCIA EN LA AUTOREGULACIÓN y ELAUTOCONTROL
• Dificultades para ejercer control sobre la intensidad de sus reacciones emocionales,
son rápidamente alterables y fácilmente frustrables por los acontecimientos.
DÉFICIT PARA RETARDAR LA GRATIFICACIÓN Y TOLERAR LA FRUSTRACIÓN
• Dificultad para encontrar motivación intrínseca que le ayude a realizar tareas poco
atractivas o sin recompensa inmediata.
DÉFICIT DE MEMORIA
• Su déficit de atención hace que no reciba y no almacene la información
adecuadamente, la recuperación por tanto es inadecuada.
ALTERACIÓN EN LAS FUNCIONES EJECUTIVAS
• Dificultades para realizar la planificación secuencial de las actividades, programación
de acciones de acercamiento a la meta, corrección de acciones de acuerdo con un
plan, anticipación de eventos, autoregulación a través de los mecanismos de
monitorización, flexibilidad cognitiva, ponderación del tiempo y el espacio, entre otras.
VARIABILIDAD TEMPORAL
• Variabilidad en la calidad, cantidad y rapidez de su trabajo de un día a otro.
PROBLEMAS DE RENDIMIENTO ESCOLAR
• Aprendizajes incompletos o incorrectos de habilidades básicas para un buen
rendimiento académico como la lectura comprensiva, acumulando retrasos que pueden
conducir sin ayuda a un fracaso escolar

PROBLEMAS DE ADAPTACIÓN SOCIAL:


• No cumple normas, "niño molesto", rechazado por compañeros y no muy apreciado por
los profesores.
PROBLEMAS DE AUTOESTIMA y AUTOEFICACIA PERSONAL:
• Por acumulación crónica de frustraciones y castigos dirigidos a su persona (más que a
su comportamiento inadecuado).
• Deseo intenso de agradar a los demás y recibir aprobación social.
PROBLEMAS EMOCIONALES:
• Con frecuencia muestran indicadores de ansiedad, depresión y estrés.

INTERVENCIONES TERAPÉUTICAS
1. Entrenamiento en habilidades cognitivas (memoria, atención, razonamiento, etc.)
2. Modificación de las conductas disruptivas
3. Entrenamiento en autoinstrucciones, resolución de problemas y control de la
impulsividad
4. Entrenamiento em habilidades sociales e inteligencia emocional
5. Entrenamiento en técnicas de relajación
6. Trabajo en las habilidades académicas afectadas: comprensión y velocidad lectora,
escritura, cálculo numérico y mental, organización y técnicas de estudio

INSTRUMENTO DE DETECCIÓN DE TDAH


ESCALAS CONNERS
La primera versión de esta escala se publicó en 1989, con el objetivo de evaluar el cambio
de comportamiento en niños con TDAH cuando comenzaban un tratamiento
farmacológico con estimulantes. Hoy en día, sin embargo, su uso se ha extendido y es
frecuente utilizar este recurso en la fase de evaluación previa al tratamiento, recogiendo
de esta forma información útil proporcionada por los padres y profesores (Conners,
1994; Resnick y McEvoy, 1994).
La Escala de Conners (u otras escalas de comportamiento) no son por sí solas una
herramienta que permita diagnosticar, pero pueden aportar datos que no se habían
recabado por ejemplo en las entrevistas, y pueden ser muy importantes en casos de
diagnóstico más dudoso. También son útiles para aportar el punto de vista de alguien que no
puede entrevistarse con el médico, como por ejemplo el profesor del niño.
Valoración de la severidad y el cambio: También permite evaluar el grado de afectación
cuando el diagnóstico ya es seguro. Por lo que se suele hacer una valoración al principio y
otra al cabo del tiempo de haberse iniciado el tratamiento recomendado por un especialista en
TDAH. De esta forma se puede evaluar el cambio valorando las diferencias entre los dos
resultados obtenidos.
Diseño del plan de tratamiento: La Escala de Conners también puede aportar información
importante que ayude a diseñar el plan de tratamiento a seguir.
Existen cuatro versiones de la Escala Conners.

Versiones extendidas: Estas versiones de la Escala Conners abarcan conceptos de


psicopatología general. Entre otros podemos destacar problemas de conducta, problemas de
aprendizaje, ansiedad, hiperactividad/impulsividad, inatención, manifestaciones
psicosomáticas, miedos…
 Escalas para padres (Conners’ Parenting Rating Scale)
CPRS-93 (1989) que incluye una lista de 93 comportamientos.
CPRS-R:L (1997) que incluye 80 items.
Conners 3P-L (2008)
 Escalas para profesores (Conners’ Teacher Rating Scale)
CTRS-39 (1989) con 39 preguntas.
CTRS-R:L (1997) que incluye 59 elementos.
Conners 3T-L (2008)
Versiones abreviadas: Las versiones abreviadas de la Escala Conners incluyen conceptos
agrupados en torno a oposicionismo, hiperactividad, inatención e índice de TDAH.
 Escalas para padres (Conners’ Parenting Rating Scale)
CPRS-48 (1989) que incluye una lista de 48 comportamientos.
CPRS-R:S (1997) que incluye 48 items.
Conners 3P-S (2008)
 Escalas para profesores (Conners’ Teacher Rating Scale)
CTRS-28 (1989) con 39 preguntas.
CTRS-R:S (1997) que incluye 27 elementos.
Conners 3T-S (2008)5

Es importante que los resultados de la Escala Conners sean evaluados por un


profesional especialista en TDAH con experiencia, y que se contemplen junto con otro tipo
de evaluaciones que permitan completar el diagnóstico en caso de que sea necesario.
De todos modos, para que nos hagamos una idea de cómo se calcula con este tipo de
escalas el índice de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), el proceso de
cálculo que se lleva a cabo es sumar la puntuación de todas las respuestas en función del
peso que tiene cada una de ellas: nada (0 puntos) – poco (1 punto) – bastante (2 puntos) –
mucho (3 puntos).

Para niños de entre 6 y 11 años, se considera que hay sospecha de TDAH cuando la
puntuación es superior a 17 puntos.
Para niñas de entre 6 y 11 años, la sospecha de TDAH existe cuando el resultado total de las
puntuaciones es superior a 12 puntos.

DETECCIÓN DEL TDAH EN EL ENTORNO ESCOLAR


La detección a tiempo del TDAH es el primer paso para asegurar un diagnóstico temprano,
aumentando las posibilidades de éxito del tratamiento y reduciendo la aparición de
comorbilidades.
La escuela es un agente principal en la detección del TDAH y suele ser quien da la
primera voz de alerta. Los niños pasan muchas horas en el colegio y eso hace que los
profesores o educadores estén en una posición privilegiada para observar el comportamiento
de los alumnos, así como para poder comparar la conducta y el funcionamiento cognitivo
entre niños de la misma edad y avisar en caso de que exista algún indicio de problema.
El hecho de que un docente ya haya tenido algún alumno con TDAH facilita la detección de
nuevos casos, ya que están más familiarizados con la sintomatología y la alteración del
comportamiento que supone.
Los comportamientos derivados del TDAH se encuentran en todos los niños, la diferencia
realmente radica en la intensidad y la frecuencia con la que se presentan . Por lo tanto,
antes de dar la voz de alarma, conviene consultar al psicopedagogo u orientador escolar para
descartar otros trastornos conductuales o psicológicos.

¿CÓMO DETECTAR EL TDAH EN EL COLEGIO?


Los niños con TDAH pueden presentar una serie de dificultades académicas derivadas de la
sintomatología del trastorno que afectan negativamente a su rendimiento. En el entorno
escolar, se puede reconocer la sintomatología del TDAH por:

DÉFICIT DE ATENCIÓN
Los niños con TDAH predominantemente inatencional2 suelen presentar dificultad para hacer
una selección de la información relevante, les cuesta mantener la atención durante un tiempo
prolongado, por lo que difícilmente terminan las tareas y se distraen con mucha facilidad.
¿Cómo se manifiesta el déficit de atención en la escuela?
- Parecen no prestar atención cuando se les habla, se pierden en las conversaciones.
- Les cuesta iniciar cualquier actividad o tarea.
- Tienen dificultad para organizarse y planificar las tareas.
- Entregan los deberes incompletos, sucios o poco cuidados.
- Les cuesta mantener la atención en tareas más largas, aunque sean sencillas.
- No cumplen las normas o reglas de los juegos.
- No prestan atención a los detalles.
- Su rendimiento varía de una actividad a otra y son inconsistentes.
- Parecen solo estar atentos a lo que les gusta.
- Evitan las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
HIPERACTIVIDAD
Cuando el TDAH es predominantemente hiperactivo se puede manifestar por un movimiento
excesivo y/o una excesiva actividad verbal incluso en situaciones en las que el
comportamiento esperado es completamente contrario. En el colegio puede causar problemas
de conducta que lleven a castigos y enfrentamientos con los profesores.

¿Cómo se manifiesta la hiperactividad en la escuela?


- Se levantan constantemente de la silla.
- Cambian de postura todo el rato cuando están sentados.
- Corretean por la clase.
- Molestan a sus compañeros.
- Muerden los lápices y bolígrafos.
- Interrumpen constantemente la clase.
- Cuidan poco los materiales, son descuidados.
- Suelen estar involucrados en más accidentes, peleas
IMPULSIVIDAD
Los niños con TDAH predominantemente impulsivo pueden presentar dificultad para controlar
su conducta e impulsos. La impulsividad afecta tanto en el terreno emocional como en el
motriz, por lo que frecuentemente actúan sin evaluar las consecuencias de sus actos.
¿Cómo se manifiesta la impulsividad en la escuela?
- No suelen reflexionar, por lo que pueden parecer inmaduros.
- Al no reflexionar no miden las consecuencias de sus acciones.
- Parecen hacer lo primero que se les pasa por la cabeza.
- No hacen caso de las advertencias que se les dan.
- Presentan dificultades para llevar a cabo tareas que necesiten aplicar estrategias de análisis.
- Tienen falta de constancia en las actividades.
- No controlan bien la expresión de sus sentimientos.
- Tanto castigos como recompensas a largo plazo son poco efectivas con estos niños.

DIFICULTADES EN LA DETECCIÓN
La lista de comportamientos que se han descrito son características generales que pueden
manifestar los alumnos con TDAH, sin embargo, como explicamos a continuación, hay
algunos casos más complicados de detectar que otros.

Las niñas
Por lo general, la detección precoz suele producirse en los casos de TDAH en los que el
TDAH afecta negativamente al entorno, es decir, en casos de hiperactividad-impulsividad. En
los casos predominantemente inatentos, la detección temprana es más complicada, debido a
que no llaman la atención, no molestan o se confunde con otra enfermedad… Las niñas con
TDAH son principalmente inatentas, y la detección suele ser más difícil y tardía, además
internalizan más los síntomas, derivando en un sufrimiento adicional y problemas de
ansiedad.

Niños con gran capacidad


Los niños con mayor capacidad intelectual son también propensos a una detección tardía,
puesto que “compensan” los síntomas del TDAH con su inteligencia. Por lo general, pasan la
educación primaria sin mayor problema, pero al llegar a la secundaria, cuando aumenta la
exigencia académica, se produce el fracaso escolar.

TALLER: ANÁLISIS DE CASOS TDAH


CONSIGNA GRUPAL:
1) Seleccionen un caso clínico
2)Identifiquen ítems de TDAH y señale si corresponden, a su criterio, a déficit de atención, de
impulsividad o hiperactividad.
CASOS CLÍNICOS
MARÍA 10 AÑOS
Remitida a su pediatra a petición del colegio por el fracaso escolar. Se trata de una niña con
buena capacidad intelectual que, aunque no le gusta el estudio, se implica trabajando en los
deberes escolares. Su pediatra, tras comprobar que no es una niña especialmente inquieta ni
tampoco impulsiva, descarta un trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Es remitida a
Psiquiatría para valoración de posibles problemas emocionales que justifiquen el que no rinda
en el colegio y se quede “bloqueada” en los exámenes (sus padres creen que sabe bastante
más de lo que luego realmente rinde en los exámenes).
Nunca ha presentado un comportamiento hiperactivo ni han existido dificultades a la hora de
obedecer las normas ni en casa ni en el colegio; la única queja de los padres es “lo distraída
que es” (no se concentra, si la mandan a hacer algo se entretiene en cien mil cosas sin llegar
a hacerlo, desorganizada, pierde cosas, etc.). La consideran una niña feliz, aunque comentan
que sus dificultades escolares hacen que a veces se entristezca.
En consulta se muestra tranquila, atenta, permanece sentada toda la consulta. No refiere
tristeza, siendo el contacto en todo momento adecuado. No se objetivan dificultades en la
empatía ni otras alteraciones psicopatológicas.
En cuanto a la situación escolar, sus profesores informan que no existe ningún problema de
comportamiento en clase.
Es una niña que no da problemas, “pasa desapercibida”. Es muy despistada, sele olvidan los
libros en clase y hasta la agenda. En los dos últimos años (3° y 4° de primaria) el rendimiento
académico es bajo, y este último trimestre está desaprobada en dos asignaturas. Su
autoestima es baja, siempre dice que no se siente capaz de estudiar como sus compañeros y
que le supone mucho esfuerzo. Ante esta situación, el psicólogo de la escuela le administró
una prueba para medir su capacidad intelectual, obteniendo un resultado normal (CI: 105, sin
que hubiera diferencias significativas en los subtests que componen el Test WISC- IV. Escala
de inteligencia Wechsler para niños). La impresión de los docentes era que “podía hacer más
de lo que hacía, algo vaga y siempre en la luna, se distrae con cualquier cosa”.
No tiene problemas interacción con sus compañeros, nunca fue rechazada pero tampoco es
una niña popular.
En cuanto a su historia personal, no hubo problemas perinatales, su longitud y peso al nacer
fueron también normales. Neurodesarrollo normal. A los 7-8 años comenzó algún tic de
función ocular y al poco tiempo se asociaron tics de movimiento de cuello. En poco más de un
año sus tics cesaron sin que se produjera intervención terapéutica sobre ellos. No ha
presentado nunca tics fonatorios. No existen antecedentes médicos de interés.
Su familia, constituida por sus padres y un hermano dos años mayor que ella, es de clase
socioeconómica media, presentando características adecuadas con respecto al
funcionamiento familiar. No existen antecedentes familiares psiquiátricos significativos.
Cuando tratamos de entender que le pasaba a esta niña, lo más notorio es el fracaso escolar,
de hecho éste es el motivo inicial de consulta. Son múltiples las causas del fracaso escolar,
entre ellas sin lugar a dudas, la falta de estudio es la más frecuente, otras veces el pobre
rendimiento académico tiene que ver con las dificultades relacionadas con una capacidad
intelectual más limitada. Como podemos apreciar en la historia clínica no se trata de una niña
que no estudie (de hecho, aunque no le gusta, se implica realmente en los deberes escolares)
y tampoco son problemas en su capacidad intelectual lo que determina un fracaso escolar en
esta etapa de escolarización primaria (capacidad intelectual testeada como normal y sin
diferencias en las diversas subtests).
Si seguimos desgranando el caso clínico, tanto la información de los padres como la propia
información escolar alude a problemas en su capacidad atencional. Sus padres insisten en lo
distraída que es, no sólo en la escuela (distraída, olvidos,” siempre en la luna”) sino también
fuera del ámbito escolar (no se concentra, pierde cosas, etc). No parece tampoco que estas
dificultades atencionales tengan que ver con un carácter oposicionista (tanto los padres como
los profesores insisten en que es una niña obediente y sin problemas en su comportamiento).
Asi pues se trata de una niña con importantes dificultades atencionales que aparecen tanto en
la casa como en el colegio, sin que estas dificultades atencionales puedan ser explicadas por
una falta de voluntad en el estudio ni por un problema en su capacidad intelectual.
Además estas dificultades atencionales no se acompañan de síntomas de hiperactividad
motora ni de impulsividad elevada. Ni los padres ni docentes, ni la entrevista directa con la
niña nos sugieren la existencia de síntomas depresivos ni ansiosos. Efectivamente los
problemas escolares la entristecen, pero no presenta síntomas depresivos ni está irritable, ni
ha habido oscilaciones en el apetito y/o sueño que nos hagan considerar la existencia de un
episodio depresivo. Por lo que se refiere a su desarrollo personal lo único llamativo es la
existencia previa de tics motores simples que cedieron sin tratamiento alguno.
FUENTE: Dr. Javier Royo Moya. Psiquiatra infantil. Hospital de Día Infanto - Juvenil. Servicio
Navarro de Salud. España.

CARLOS 9 AÑOS
Carlos presenta una capacidad cognitiva e intelectual igual que los otros niños. Su
rendimiento es algo inferior a los demás. Su nivel de atención es muy bajo, según el estudio
psicométrico. No se entretiene con la televisión ni muestra interés por ella. No le gustan los
juegos que exigen concentración o quietud o paciencia. No es una persona popular entre sus
compañeros. Prefiere jugar fuera de casa, con actividades de movimiento. Sus juguetes están
destrozados. No tiene orden
Entre los 4 y 7 años presentó las siguientes conductas:
*En una ocasión abrió la puerta de su casa y bajó a la calle
*Anduvo por una calle con bastante tráfico, hasta que por suerte, lo recogió una persona que
sabía quién era.
*No lo aceptaron en un jardín debido a su conducta y se mantuvo en una guardería durante un
año muy problemático.
*En la actualidad está en clase normal con asistencia pedagógica especial.
*No era aceptado por los compañeros en los juegos porque no esperaba su turno.
Según la madre, desde siempre la conducta de Carlos ha sido problemática, ya desde bebé. A
los 3 años era un terremoto. Siempre durmió poco y era el primero en levantarse. Se metía en
todas partes, tocaba todo, hurgaba todo, buscaba todo. Frecuentemente los padres
encontraban la sala de estar-comedor o la cocina desordenada o echa un desastre.

En la escuela, provoca malestar en la clase. La maestra se queja de su conducta, por los


problemas que crea. Es muy intranquilo y nervioso. Los compañeros no pueden prestar
atención a la maestra por su culpa. No se mantiene en su lugar, no se mantiene sentado, se
levanta continuamente de su asiento. Va de un lugar a otro del aula sin finalidad. Habla
cuando no corresponde con sus compañeros, los molesta y los distrae en sus trabajos.
Cuando la maestra lo reta y Carlos se sienta, empieza a mover los pies, palmotea y mueve las
manos; tira las cosas al suelo. Parece como si no supiera lo que tiene que hacer a
continuación, de pronto puede hacer cosas rarísimas y sorprendentes, por ejemplo se subió a
la ventana de la clase con gran riesgo y escándalo, otras veces hace ruidos molestos con la
boca.
En los primeros años del colegio, tenía dificultad para ponerse en fila junto con sus
compañeros. Se sentía atraído por ciertos juguetes en particular, siempre quería los mismos
juegos. Le molestan los cambios por ejemplo, cambiar de lugar en el aula puede irritarlo
mucho. Los primeros años escolares fueron muy buenos en cuanto a sus calificaciones pero
después éstas bajaron. Su padre cree que no se centra en los deberes, que pierde el tiempo y
se ausenta “está en la luna”.
FUENTE: Dra. Anna Bielsa. Master en Paidopsiquiatría. Universidad Autónoma de Barcelona.
2009

JUAN 16 AÑOS
Paciente de 16 años que acude a la consulta, a petición de su madre, por presentar
alteraciones del comportamiento y porque había sido tratado por nosotros hace
aproximadamente dos años y medio, cuando contaba 14 años. En aquella ocasión el motivo
de consulta guardaba relación con problemas escolares. Estuvo en tratamiento con
metilfanidato durante unos meses, pero abandonó la medicación por su escaso cumplimiento
y porque se daba una falta de motivación escolar importante, con abstenciones frecuentes,
que hacían poco indicado el tratamiento farmacológico.
Si hace dos años el problema se centraba en el bajo rendimiento escolar, en esta ocasión la
queja principal es la impulsividad que presenta. Esta se manifiesta en todos los ámbitos de
funcionamiento pero es en casa, y en el colegio, dónde mayor número de problemas presenta.
En casa nos cuenta la madre que pasa el día peleando con los hermanos, 5 años menores
que él, y con sus primos, molestándolos y discutiendo con ellos. Reacciona con enfado
cuando se le contradice o se le pide que haga cualquier cosa. Es complicado que se atenga a
las normas mínimas de convivencia. Reacciona con agresividad verbal y física. Se enfrenta a
los padres y demás adultos. Amenaza a los demás niños.
Ha abandonado el colegio y ahora se encuentra en una escuela taller donde se le enseña el
oficio de albañil y en lo que se encuentra muy motivado. A pesar de ello, los profesores
refieren que le cuesta trabajo atender y que tiene muy baja concentración; comete
constantemente errores por no fijarse lo que le lleva a suspender con frecuencia los
exámenes.
Nos muestra los dedos de las manos llenos de golpes y heridas provocados por él mismo al
utilizar los distintos utensilios del oficio, debido a que todo lo hace de manera impulsiva. Fuma
un paquete de cigarrillos diario. Consume alcohol los fines de semana. Se ha caído varias
veces de la moto por conducir en forma imprudente.
Simpático y cariñoso, visita con frecuencia a su abuelo paterno que está viudo y con el que se
lleva muy bien pero, cuando discuten, lo hacen fuertemente, llegando a insultos e incluso a
peleas físicas a consecuencia de las cuales terminan rodando por los suelos. A los pocos
días, el abuelo le vuelve a llamar para que vaya a verlo.
Cuando era más pequeño, si bien mostraba los mismos problemas de atención que ahora,
pasando por un fracaso escolar que le ha llevado a abandonar el colegio, no padecía
síntomas de hiperactividad pero si de impulsividad. Con el tiempo los problemas de atención
se han mantenido y los problemas de impulsividad se han intensificado.
En estos momentos se ha iniciado tratamiento con risperidona y estamos a la espera de
resultados positivos que le ayuden a controlar su impulsividad.
Como antecedentes familiares, tiene un hermano menor que él diagnosticado también de
TDAH con predominio de déficit de atención e hiperactividad. Su padre, según revela su
madre y en base a las conductas y comentarios que nos transmiten de él (no ha venido nunca
a consulta porque considera que “es para locos”) posiblemente padeció un TDAH de joven.
Su abuelo materno tenía problemas con el alcohol.
Comentarios
Algunos adolescentes con TDAH nunca fueron diagnosticados cuando niños. Por lo tanto no
son conscientes ni entienden las consecuencias de su limitación por lo que pueden ser
diagnosticados y tratados por depresión, personalidad antisocial o alteraciones del carácter.
Esto puede llevar a una autoestima baja, frustración aumentada o un fracaso educativo o
vocacional. Años de lucha con la limitación sin tratarse, coloca a estos adultos en riesgo de
otros problemas como abuso de drogas y depresión.
Diagnosticar TDAH en el adolescente requiere un examen de la historia de la niñez, de la
actividad académica y de comportamiento. Los síntomas son, a veces, reconocidos por los
compañeros o por los profesores. Las pruebas psicodiagnósticas y vocacionales, lo mismo
que una evaluación a fondo de las relaciones familiares y de las habilidades interpersonales,
pueden proporcionar datos dentro de un programa de intervención adecuado.

FUENTE: Extraído dePonencia XIII Congreso de la


Sociedad Española de Medicina del Adolescente. Dr.
José Ramón Gutiérrez Casares (Psiquiatra infantil
Hospital Infanta Cristina, Badajoz. Psic. Aida Pérez
Rodríguez) Psicóloga infantil. Fundación Sorapán de
Rieros.

INTERVENCIÓN DEL DOCENTE EN EL AULA


Los alumnos con TDAH suelen presentar un rendimiento escolar inferior al que se espera por
su capacidad. Además, entre los afectados por este trastorno, es frecuente encontrar
dificultades en el aprendizaje de las áreas instrumentales: lenguaje y matemáticas. Suelen
mostrar un déficit en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, lo que puede
dificultar la relación con sus compañeros.
A continuación proponemos una serie de pautas como respuesta educativa enfocada
a adecuar el contexto académico a las necesidades de los alumnos y a sus diferencias en la
forma de aprender a través de medidas organizativas y metodológicas que el profesor pueda
poner en práctica en la clase.
Es importante, además, mantener una comunicación frecuente y fluida con la familia de los
alumnos con TDAH, para asegurar que se lleva a cabo un trabajo común y coherente, que
resulte eficaz.

Estrategias y herramientas de abordaje

1. Un

ambiente estructurado

Los alumnos con TDAH aprenden con más facilidad cuando la clase está cuidadosamente
estructurada debido a la dificultad que tienen para organizar antes de actuar. En muchas
ocasiones pueden no recibir las instrucciones completas aunque lo parezca, por lo que
recomendamos poner en práctica lo siguiente:
Adelantar la organización: Preparar a los alumnos para las lecciones y actividades que se
van a llevar a cabo, explicando el orden en el que se va a desarrollar cada elemento a lo largo
del día. (Uso de agenda diaria)
Revisar lecciones anteriores: Revisar los contenidos de la lección que se vieron por última
vez, haciendo hincapié en los temas que más dificultades causaron y respondiendo de nuevo
a algunas de las preguntas que surgieron durante esa clase.
Proporcionar materiales de apoyo: Esto es realmente útil para apoyarlos a la hora de
realizar deberes y también para que puedan profundizar en lo que se ha estudiado.
Simplificar las instrucciones: Cuanto más sencillas y cortas sean las instrucciones y las
tareas que se le den a los niños con TDAH más probabilidades hay de que completen lo que
se les ha pedido y hagan una gestión efectiva del tiempo.
Avisar sobre las novedades: Si hay cualquier cambio en el horario de clases o alguna
variación en la rutina debes resaltarlo varias veces, escribirlo en la pizarra y asegurarte de que
se han enterado.
Horarios visibles: Habilitar en el aula un espacio para colocar el horario semanal y permitir
que lo consulten siempre que sea necesario.
Listado de errores frecuentes: Entrégale al alumno con TDAH un folio donde por asignatura
anotes los errores que suele cometer, para que a la hora de hacer deberes, por ejemplo,
pueda revisarlos y no los cometa de nuevo.
Listado de materiales para hacer los deberes: Esto le ayudará a organizarse y le facilitará
el poder revisar que tiene las cosas necesarias para realizar todas las tareas.
Cuadernos de colores: Organizar con el alumno con TDAH el material de cada asignatura a
principio de curso. Establecer un cuaderno para cada asignatura o una pegatina de color en
cada cuaderno, que le ayude a organizarse mejor.
Fechas de entrega y exámenes: Es muy útil reservar siempre un mismo espacio en la
pizarra para anotar las fechas de entrega de tareas o de exámenes, dando tiempo para que
ellos lo anoten también.

2. Un ambiente predecible
Es importante tener en cuenta que para un estudiante con TDAH el cambio de una asignatura,
tarea o clase a otra resulta especialmente complicado, por lo que cuanto más predecible sea
lo siguiente, más facilidad tendrá para adaptarse.

Ser predecible: La estructura y estabilidad son elementos muy importantes para los niños con
TDAH, muchos de ellos no se adaptan bien al cambio. Por ello puedes explicar las cosas de
forma muy segmentada, con pasos muy concretos, que dejen muy claro lo que se espera de
ellos y las consecuencias por no realizarlo.Es mucho mejor si la explicación verbal se
acompaña de material concreto o visual
Establecer expectativas de aprendizaje: Explicar a los alumnos qué es lo que se espera
que aprendan durante la clase. De esta forma se establecen metas alcanzables y medibles
desde un principio.
Establecer expectativas de comportamiento: Dejar claro cómo deben comportarse los
estudiantes mientras desarrollan las actividades o se les explica la lección. Estas pautas
deben estar escritas o con imágenes (dependiendo del nivel educativo: inicial, primario o
secundario) y en un lugar visible en el aula.
Indicar los materiales necesarios: Es mejor que se especifiquen los materiales que son
necesarios (por muy evidentes que puedan parecer) a que ellos tengan que ir descubriendo o
deducir qué es lo que necesitan.
Destacar los puntos clave: Cuando se entreguen tareas a los niños, subrayar o resaltar las
palabras más relevantes para facilitar que los niños con TDAH no pierdan el foco sobre lo que
hay que hacer. Si estáis leyendo un enunciado en la clase, puedes hacer un ejercicio para
identificar los elementos más importantes de la tarea.
Avisos: Puede resultar muy útil que se avise a los alumnos que una lección está a punto de
acabar. Avisar con 5-10 minutos de antelación el tiempo que queda antes del cambio, para
que se vayan preparando. También se puede avisar al principio de la clase el tiempo que se
va a empeñar en cada lección.

3.Un ambiente adecuado para el aprendizaje


Sentarlo en primera fila: Al estar más cerca de la pizarra y del profesor se distraerá menos y
le será más fácil mantener la atención. Evita apartarlo o aislarlo en un rincón de la clase
porque puede afectar negativamente a su autoestima y puede favorecer conflictos con sus
compañeros.
Evitar ponerle en evidencia: Procurar no hacer diferencias entre estudiantes con TDAH y sin
él, puesto que esto podría causar rechazo por parte de los compañeros. Por supuesto, evitar
siempre usar el sarcasmo o la crítica.
Utilizar materiales audiovisuales: El empleo de medios diferentes (vídeo, proyector,
audio…) facilita que los alumnos en general, y especialmente los que tienen TDAH presten
más atención. Puedes combinarlo con trabajos en grupo para incentivar el compañerismo.
Control de la agenda: Este control debes realizarlo a diario, para asegurarte de que han
anotado todas las tareas, y también que han metido en su mochila todos los materiales
necesarios para realizarlas. En el caso de adolescentes, hay que realizar este control de una
forma más sutil, para no dañar su autoestima. Puede un checklist con todo el grupo
Comprobar el rendimiento: Prestar atención al comportamiento de los alumnos para
detectar posibles muestras de frustración. Proporcionar más explicaciones a estos alumnos
para que comprendan el contenido de la lección y sean capaces de realizar las tareas y
resolver los problemas.
Facilitar que corrijan sus propios errores: Explicar en cada tarea cómo identificar y corregir
los errores, y proporcionar un tiempo razonable para que puedan revisar su trabajo.
Recordarles elementos especialmente complicados o excepciones que deben tener en
cuenta.
No limitar el tiempo de los exámenes: Los exámenes con tiempo limitado pueden perjudicar
notablemente a los niños con TDAH, debido a la presión del examen y del tiempo, es posible
que no lo puedan completar satisfactoriamente. Puede ser de gran ayuda permitir que los
niños con TDAH dispongan de más tiempo o facilitar para ellos otro formato de evaluación, a
través del cual les resulte más sencillo demostrar su conocimiento.
Ordenar el pupitre: Reservar 5 minutos al día para que los alumnos organicen sus pupitres y
mochilas, para que tengan los materiales necesarios a mano, y sea más fácil pasar de una
asignatura a otra, evitando distracciones.
Gestión de las distracciones en el aula
La gestión de las distracciones en el aula de los niños con TDAH puede ayudar a mejorar su
atención y mejorar su capacidad de concentración en clase. Los niños pueden distraerse
fácilmente en el colegio en actividades que no les resultan interesantes o estimulantes. A los
niños con TDAH les cuesta prestar atención, por lo que pueden tener dificultades para
concentrarse en momentos fundamentales.

Hay tres factores importantes que afectan a la capacidad de concentración de los niños
con TDAH:
- son incapaces de filtrar lo que sucede a su alrededor.
- tienden a distraerse fácilmente cuando deberían estar concentrados.
- tardan más en volver a centrar su atención en algo.

Teniendo esto en cuenta, la labor del profesor es importante para reducir al mínimo las
distracciones, ayudando a los niños a concentrarse y por lo tanto a aprender.
No existe una única forma de ayudarles a concentrarse, por lo que el profesor necesitará un
tiempo para dar con soluciones eficaces para cada caso. Cada niño es único, y por lo tanto no
existe un criterio único que determine lo que mejor puede funcionar con cada uno.
Sin embargo, a continuación vamos a describir posibles causas de distracción y algunas
propuestas de solución, con el ánimo de que el profesor tenga en cuenta sus conocimientos
sobre el alumno para saber qué aplicar y cómo aplicarlo.

¿Cómo gestionar las distracciones?


Posición del niño en el aula
La atención del niño puede desviarse más según su situación dentro del aula, por ejemplo
estar más cerca de la ventana o de la puerta. Una solución puede ser colocar la mesa del
alumno con TDAH más cerca de la del docente, o colocarlo al lado de otro niño que tenga
buena concentración, y evitar que lo distraigan. Es más recomendable colocar las mesas en
filas que en grupos de mesas. Son más fáciles de controlar. También puede ayudar el que el
profesor se mueva de un sitio a otro del aula en lugar de permanecer en la parte delantera de
la clase siempre, ya que implica mayor interacción y participación.
Trabajar en grupo con otros niños
Algunos niños pueden mostrar dificultad para trabajar en grupo porque están
constantemente haciendo cosas/jugando y no concluyen lo que empiezan. Es recomendable
que los grupos se formen de forma equilibrada, por lo que es mejor que los niños con TDAH
estén en grupos con niños más tranquilos. Otra solución puede ser en lugar de trabajar en
grupo, hacerlo por parejas.

Exceso de información en la pizarra


Cuando hay demasiadas cosas anotadas en la pizarra los alumnos con TDAH se pueden
sentir confundidos creando una mayor distracción y problemas para mantener la
concentración. Para evitar este problema, lo mejor es escribir en la pizarra sólo lo que es
imprescindible e ir borrando las cosas que ya no tienen relación con el tema que se está
tratando.

Entorno poco motivante


En las tareas y lecciones que son poco atractivas para los niños se corre un mayor riesgo
de distracción. Para evitar esto, se debe procurar que el entorno deaprendizaje sea
estimulante. Se pueden intercalar preguntas sobre lo que se está tratando y premiar a
aquellos que estén atentos y sepan responder.

Falta de comprensión de las instrucciones


No entender bien las instrucciones puede ser una razón por la que los niños con TDAH se
distraigan, al tener que hacer un esfuerzo más grande para enterarse de lo que hay que
hacer. Una solución puede ser el facilitar las instrucciones tanto de forma verbal como por
escrito, para que de esta forma puedan comprobarlas varias veces si es necesario, sin
necesidad de tener que interrumpir la clase. Otra buena práctica puede ser segmentar las
instrucciones en tareas más cortas y precisas para facilitar su comprensión.

Comienzo de una nueva tarea


Comenzar una nueva tarea puede representar un problema debido a que los niños con
TDAH pueden tardar más en volver a centrar su atención en una nueva tarea. Puede ser útil
en estos casos el ofrecer una motivación concreta para realizar la tarea, o que el docente
comience la tarea y solicitar que continúen ellos. También se puede proponer a la clase un
intercambio de ideas y escribir las propuestas en la pizarra para ir orientando a los alumnos
hacia lo que se requiere en el ejercicio.
ADECUACIONES CURRICULARES

Son las estrategias y recursos educativos específicos que se utilizan para posibilitar el
acceso y progreso en el currículum de un alumno con necesidades educativas y da
lugar a la acomodación o ajuste de la oferta educativa a las características y
necesidades de cada alumno, con el fin de atender a sus diferencias individuales.

Fuente: Lineamientos Organizativos y Orientaciones Curriculares para la Modalidad de Educación Especial en la


Provincia de Tucumán. Resolución 657/5 MEd

TIPOS DE ADAPTACIONES CURRICULARES


 ADAPTACIONES CURRICULARES DE ACCESO

- Modificación o provisión de recursos especiales, materiales o de comunicación


- Modificaciones edilicias
- Modificaciones de equipamiento
- Provisión de materiales didácticos específicos.
 ADAPTACIONES CURRICULARES DE CONTEXTO

- Actúan sobre la estructura grupal y el clima emocional del aula o de la institución.


- Flexibilizan tiempos y espacios.
 ADAPTACIONES CURRICULARES PROPIAMENTE DICHAS
- Modificación en los elementos básicos del currículo.
- Proponen revisión de la planificación y/o evaluación curricular.

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TALLER: CONSTRUCCIÓN DE ADECUACIONES CURRICULARES


PARA ALUMNOS CON TDAH
CONSIGNA GRUPAL:
1) Propongan adecuaciones curriculares para el caso clínico que analizaron en la
primera parte de la clase
2) Digan qué tipo de adecuaciones utilizarían (de acceso, de contexto o
curriculares propiamente dichas)

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

 Casas, Ana Miranda y Soriano Ferre, Manuel. “Tratamientos Psicosociales Eficaces


para el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad”. Departamento de
Psicología Evolutiva y de la Educación. Universidad de Valencia en Revista Información
Psicológica. nº 100 • setiembre-diciembre 2010 • pàginas 100-114
 Cuaderno de habilidades básicas. La atención. Disponible en:
www.orientacionandujar.es
 Dr. Javier Royo Moya. Psiquiatra infantil. Hospital de Día Infanto - Juvenil. Servicio
Navarro de Salud. España. (Caso Maria)
 Dra. Anna Bielsa. Master en Paidopsiquiatría. Universidad Autónoma de Barcelona.
2009 (Caso Carlos)
 Extraído de Ponencia XIII Congreso de la Sociedad Española de Medicina del
Adolescente. Dr. José Ramón Gutiérrez Casares (Psiquiatra infantil Hospital Infanta
Cristina, Badajoz. Psic. Aida Pérez Rodríguez ) Psicóloga infantil. Fundación Sorapán
de Rieros.
 López Soler, Medina (Coords.) (2013) “TDAH y trastornos del comportamiento en la
infancia y la adolescencia. Clínica, diagnóstico, evaluación y tratamiento”. Editorial
Pirámide. España
 Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV. APA) (1994)
 Ministerio de Educación de Tucumán (2010) “Lineamientos Organizativos y
Orientaciones Curriculares para la Modalidad de Educación Especial en la Provincia de
Tucumán”. Resolución 657/5 MEd
 Servera, M “Trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños” (2012) FOCAD.
España
ANEXO:Materiales de ayuda para docente

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